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Revista del Seminario de Géneros Literarios

Invitados: Ramón Castillo · José Luis López


30 minutos o muerto un cuento de Eduardo Acuña
Un día tan simple y cotidiano una crónica de Lesli Jiménez

Número 3 · Agosto 2016


ÍNDICE

Ensayo Cuento
Presentación
Cuestiones de fondo Ramón
Castillo
4 El hombre que tocaba el piano
María Bolio
38
Cuento La revista Zaguán Literario alcanza su tercer número con la certe-
12 46
Ensayo
Sigamos así Ximena Peinado 30 minutos o muerto Eduardo za de seguir proporcionando un espacio que contribuye a la for-
Acuña
mación literaria y humana de los estudiantes de la Escuela de Co-
Ensayo Cuento municación.
Lo opuesto al amor Andrea
Alcalde
19 Pay de durazno Jaime Escobar
56
Tan es así que este semestre la calidad y cantidad de textos pre-
Ensayo Crónica seleccionados ha aumentado. De manera que nos hemos visto en
Generación del milenio
Alejandra Trueba
22 Un día tan simple y cotidiano
Lesli Jiménez
62 la necesidad de elevar los criterios editoriales de publicación, así
como de aumentar el volumen de la revista. Esta es la mejor prue-
Ensayo Crónica ba de que Zaguán Literario está en el camino de concretar las as-
Mi ciudad José Luis López 25 Cumpleaños número 20
Ximena Aguirre
68 piraciones por las cuales fue creada.

Cuento Minificciones Para este número tenemos el placer de presentar a dos escritores
La torre de astronomía
Gerardo Rodríguez
28 La llamada
Parto
72 invitados: Ramón Castillo y José Luis López. Ramón es un ensa-
Un puente yista reconocido con más de una década de trayectoria. José Luis es
Cuento
Lo inevitable Renata Pérez 33 Coordinador del área de Comunicación Escrita de Comunicación
UP; su participación abre las puertas para que otros miembros de
la comunidad académica colaboren también en el proyecto.

Diseño basado en la plantilla: “RED Borders LLC”, usada bajo licencia Creative Commons.

Zaguán Literario es una publicación digital de carácter semestral, elaborada a partir de los trabajos de
los alumnos del Seminario de Géneros Literarios, que es parte del plan de estudios de la carrera de Co- SANTIAGO URÍA & EDGAR RODRÍGUEZ
municación de la Universidad Panamericana. Esta publicación es un proyecto de difusión cultural sin
fines de lucro. PROFESORES DEL SEMINARIO DE GÉNEROS LITERARIOS
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riamente la posición de los editores y/o la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana.

Editores responsables: Santiago Uría, Edgar Rodríguez y José Luis López


Corrección de estilo: María Bolio Benítez
Uno
Cuestiones de fondo Pensemos en un viaje al centro de los elementos, una aventura en la que

ENSAYO
ENSAYO

se interroga por los componentes primarios de algún asunto. Pensemos


Ramón Castillo en una aventura submarina, arqueológica, detectivesca y hasta culinaria.
Pensemos en un lance al interior del inagotable seno de aquello que nos
dio origen. Pensemos en ir al fondo de las cosas.
Pero esa travesía es sólo una expresión, una imagen, un tropo. Este arti-
“Pensemos que las metáforas, como la gastronomía, como la
lugio verbal tan flexible y tan potente, tan inesperado como asiduo, sin
literatura, viven de muchas formas con nosotros, que com- embargo, es el origen y posibilidad de nuestra realidad. A través de su
partimos un fondo básico, un solo apetito por las ideas, los uso y abuso edificamos la manera en que comprendemos, damos forma e
sueños y las palabras” interactuamos con nuestro interior y el mundo allende al cuerpo. El pro-
digio de la metáfora se revela al recrear el universo de tal manera que al
multiplicar sus sentidos, multiplica sus posibilidades.

4 5
Así pues, ir al fondo es una suerte llegamos a uno de los más grandes el cuidado es la mitad de la batalla”.
de chapuzón que implica agotar y distinguidos inventos del ser hu- Se infiere por las palabras de Monsieur Escoffier que en estos portentosos

ENSAYO
ENSAYO

todas las opciones, aventurarse mano, esto es, los caldos. Auguste concentrados deben aunarse las virtudes de sus ingredientes. Su aparien-
en lo profundo más ignoto de no- Escoffier, chef francés que revolu- cia, rigurosamente ambarina, reclama que para ser perfectos sean límpi-
sotros mismos y del afuera siem- cionó la manera de comprender la dos, claros, sin ningún elemento superfluo. Justo como debe ser el estilo
pre abierto. Buscamos sentidos gastronomía de su tiempo, explica literario. En ambos registros, la construcción ambiciosa carente de motivo,
como una vía para leer la realidad la gravedad del tema al señalar que los recursos y la técnica abigarrados, las palabras grandes, las frases pre-
mientras jugamos con ella, obser- este jugo aromático, concentrado, suntuosas hacen que cualquier platillo resultante sea indigesto y sobrecar-
vamos las secretas coincidencias, lleno de sabor, nutrientes y gallar- gado.
los empalmes inesperados. Como do poderío es un requisito indis- El fondo es, como lo dice el chef galo, la extracción de lo mejor, el punto
en cualquier nuevo plato, anhela- pensable para la grandeza. En sus de partida, pero también la más sustanciosa de las preparaciones. En li-
mos la revelación que nos invite a palabras: teratura, Jorge Ibargüengoitia, por ejemplo, es un claro ejemplo de que no
descubrir los ingredientes, pedir “De hecho, el fondo es todo en la se debe confundir la claridad con lo superfluo, la concentración de ingre-
otra ronda, disfrutar la experiencia cocina, al menos, en la cocina fran- dientes con el acto de acumularlos, por ello es tan agradable su digestión
de un nuevo motivo para seguir. cesa. Sin él, nada puede ser hecho. y tan vivificante su lectura.
Si un fondo es bueno, el resto del Ahora bien, al partir de un buen estilo, lo demás viene por añadidura.
Dos trabajo es fácil; pero si, por otro
Aquí, el periplo tiene un senti- lado, es malo o simplemente me-
do peculiar. En el territorio de fo- diocre, es bastante inútil esperar
gones, cazos y cazuelas el fondo cualquier cosa cercana a un resul-
es la piedra filosofal de toda coci- tado satisfactorio. El cocinero con-
na, la fuente mágica desde la cual centrado en el éxito, por tanto, diri-
emanan salsas, potajes y sápidas girá naturalmente su atención a la
arquitecturas. Acostumbrados a impecable preparación de su fondo
ir de adelante hacia atrás para en- y, en vista de alcanzar este resul-
contrarlo, aquí es necesario aceptar tado, no sólo encontrará necesario
que el fondo es lo primero. hacer uso de los más frescos y finos
Servidos de la plasticidad de las productos, sino también ejercer el
palabras, de sus sentidos y, espe- más escrupuloso cuidado en su
cialmente, del poder de la comida, preparación, puesto que, en cocina,

6 7
El punto no es quedarse en un ex- que anima, mueve, revitaliza a los son guisos que viven gracias a que en ellos
celente principio, sino el evitar dar- alimentos y a nosotros mismos. se concentra la simplicidad de la vida, su es-

ENSAYO
ENSAYO

lo por descontado. Hay que ser me- ¿Qué argumentos en contra puede encia más decantada. Sazonados con la lenta
ticulosos en su obtención, atentos, esgrimir cualquiera ante la me- alquimia del recuerdo, al probarlos compren-
pacientes al proceso para llegar a lancólica autoridad del caldo de demos que el sustrato elemental que nos a-
él. Las palabras deben tener sabor, pollo de nuestras madres o abuelas? nima pasa necesariamente por el estómago
textura, aroma para dar al caldo la Al percibir la caricia de su olor en pero, sobre todo, por los sentimientos que ella
vitalidad necesaria que fortalecerá el aire, la comida se vuelve en ese nos permite compartir y rememorar. El fon-
el espíritu del lector. Tener enton- instante una máquina del tiempo, y do es la forma que nos delinea y alimenta, es
ces dominada esa parte permite, todos volvemos a tener unos cuan- la expresión de que existen ciertos elementos
entonces sí, levantar increíbles tos años. Quizá nos hemos caído que, no por terrenales, son ajenos a las conste-
construcciones literarias. Habrá y raspado las rodillas, padecemos laciones celestes del universo.
que tener como regla principal, un terrible dolor de cabeza por la
cuando de comida y literatura se fiebre y la gripa, o tal vez, por pri- Cuatro
trate, tomar el tiempo de saborear mera ocasión, quien nos gustaba Al rememorar la consoladora tibieza de su
cada frase, limpiarla bien, extraerle había destruido nuestras ilusiones. abrazo, el caldo primigenio en el que todos
su máximo y evitar a toda costa el Entonces, la esperanza se adereza nadamos durante nueve plácidos meses es,
infame Knorr Suiza. con trocitos de pollo, tal vez molle- de una manera evidente, el fondo base des-
jas, queso o limón. Un chile verde, de el cual todo comienza. Quizá ahí radique
Tres cebolla y cilantro reconstituyen las la búsqueda por el sentido, por la recreación
No es coincidencia, ni gratuidad heridas y poco a poco, cucharada a de los gustos del paladar, la magia de esa pe-
que insistamos en la necesidad fi- cucharada, las fuerzas vuelven. renne, aunque siempre infructuosa, preten-
losófica de ahondar en los enigmas Desde la sopa de fideo hasta el sión de regresar al estrato primigenio.
de un buen fondo, puesto que en la mole, pasando por el arroz a la Líquido amniótico universal, el océano des-
revelación de un caldo bien concen- mexicana, la comida se insufla pierta sueños y deseos desconocidos, acaso
trado, caliente, en el punto exacto cuando parte de un sólido fondo otra añoranza todavía más lejana. El mar, con
de su plenitud buscamos la forma de pollo, elevando su sabor a nive- su reconfortante vaivén, desprende un olor a
de llevar más allá el secreto de sus les de fiesta patronal. Sin embargo, proteína ancestral, el misterio de su canto, la
confidencias, extender sus posibi- también es cierto que estas cum- sal que lo aliña cumple con lo indispensable
lidades, utilizarlo como el espíritu bres de nuestra cocina cotidiana para ser el guiso ancestral del cual nació la

8 9
vida sobre esta tierra. Lo imaginamos como bullente sopa, caldo de cul- Cinco
tivo, desde donde alguna minúscula bacteria hace millones de años tuvo Pensemos que las metáforas, como la gastronomía, como la literatura, vi-

ENSAYO
ENSAYO

a bien dividirse en dos y propagar, de manera escandalosa, una progenie ven de muchas formas con nosotros, que compartimos un fondo básico,
que en el código genético llevara inscrita la melancolía por su antiguo un solo apetito por las ideas, los sueños y las palabras. El acto de comerse
germen y por su ineluctable final. los libros, las personas y el universo entero obedece a esta idea.
O, como mejor lo dijo Vicente Huidobro: Pensemos que esto implica acabarse a la existencia, devorar con deleite
He ahí el mar hasta la última gota, perdernos en su fuerza desconocida, en faltar a los
El mar abierto de par en par modales de la buena mesa y sorber directamente del plato con la consig-
He ahí el mar quebrado de repente na de hacerlo por el puro placer de gozar hasta transgredir los límites de
Para que el ojo vea el comienzo del mundo lo posible.
He ahí el mar Pensemos que, después de todo, quizá ese sea el fondo último de las co-
De una ola a la otra hay el tiempo de la vida sas.
De sus olas a mis ojos hay la distancia de la muerte

RAMÓN CASTILLO

Orizaba, Veracruz. 9 de septiembre de 1981. En 2003 publicó un

breve volumen de cuentos, en la editorial Enegé, de Guadalajara.

Fue becario en la Fundación para las Letras Mexicanas de 2009 a

2011 en el área de ensayo. Textos suyos han aparecido en revis-

tas como Este País, Replicante, Casa del Tiempo, el suplemento

Laberinto, de Milenio Diario y Confabulario de El Universal. En

2013, fue incluido en el libro Asedios/Errancias Muestra de literatura joven de México, e-

ditada por Ediciones sin nombre y la Fundación para las Letras Mexicanas; en 2014 formó

parte de la Antología del ensayo literario veracruzano 1950-2010, publicado por el Gobi-

erno del Estado de Veracruz. En 2015 participó en el XI Encuentro Nacional de Ensayistas

de Tierra Adentro.

10 11
en verdad. Siempre lloran, se quejan y se la viven rogando a los padres
Sigamos así XIMENA PEINADO para que jueguen con ellos. Es muy cansado, y todos los padres de fa-

ENSAYO
ENSAYO

FABREGAT
milia coincidirán conmigo. Pero, ¡buenas noticias!, ahora, con las tabletas
Definitivamente no hay mejor época que electrónicas, no tenemos que esforzarnos con los infantes. Los berrinches,
esta. Vivimos en la era de las oportuni- los lloriqueos y la intensidad se esfuman al momento en el que los niños
dades, de la tecnología, de la libertad. Una ponen los dedos sobre la pantalla. Es más, ya ni nos fastidiemos con la can-
era de cambio y superación. No entiendo sada tradición de leerle cuentos a los niños por la noche antes de dormir.
cómo hay personas que se quejan de nues- ¡El Ipad puede hacerlo fácilmente en una aplicación! ¡Qué bendición!
tros tiempos, cuando en realidad lo te- Sigamos así e incrementemos nuestra comunicación en línea. ¿Por qué
nemos todo. Es decir, ¡por Dios!, ¡ahora te- (Monterrey, Nuevo León. 6 de sep-

nemos acceso a los avances en medicina! tiembre de 1996. Estudia Comuni-

Esos mismos que antes se desconocían, cación en la Universidad Panameri-

por lo cual millones de personas sufrían a cana. Es apasionada por la fotografía,

diario. ¡Operaciones sin anestesia!, ¡cáncer la naturaleza, la escritura y los ani-

por todos lados! Además, ¡antes las perso- males. Desde los cinco años, Ximena

nas no tenían la opción de la modificación se envolvió completamente en el mun-

genética! Imagínense vivir en un mundo do de la lectura, lo cual la llevó más

en donde no puedes escoger el físico de tus adelante a convertirse en una fanática

futuros hijos. ¡Qué espanto! De verdad que de la literatura, obsesionándose espe-

admiro nuestros tiempos. cialmente con el naturalismo. Entre

¡Sigamos así! sus novelas favoritas destacan: Loli-

Sí. Sigamos impulsando a los hijos a absor- ta, Ana Karenina, Madame Bovary,

berse con la tecnología. Que la tecnología Nana, Santa, La edad de la inocencia


hablar con una sola persona cuando puedes hablar con todos tus cono-
los críe, de esa manera los padres tendrán y Jane Eyre. Ximena trabajó como
cidos al mismo tiempo? Tenemos que admitir que las pláticas cara a cara
menos peso sobre sus hombros.  ¡Que mi- voluntaria en National Geographic
son algo cansadas; normalmente tenemos que esforzarnos para prestar
lagro que existen las tabletas electróni- México por un corto lapso de tiempo,
atención y a veces tenemos que fingir para no quedar mal frente a alguien.
cas! Ahora ellas cumplen la función de las e incluso llegó a publicar un test en la
Pero el celular… ¡es maravilloso! Puedes hablar con quien sea y al mismo
molestas niñeras. Es un alivio, es decir, a edición de marzo del 2015 de la revista
tiempo tienes la libertad de contestar a tus tiempos sin que nadie te pre-
quién le gusta estar cuidando de sus hijos National Geographic Traveler.
sione. Uy, y para el coqueteo ni se diga. Es más fácil armarse de valor
todo el santo día. Los niños son molestos,
cuando no estás viendo directamente a la persona que pretendemos.

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manera, los recuerdos jamás se irán Son una bendición las redes socia-
de nuestra memoria. Los tendre- les. Mediante ellas nos podemos

ENSAYO
ENSAYO

mos ahí, apretujados por toda la dar a conocer al mundo. Decimos


eternidad para poder disfrutar de lo que pensamos, lo que estamos
la experiencia a través de ellos. ¡Y haciendo, lo que hicimos ayer,
aún mejor!, ¡los podemos compar- con quién estamos, qué nos gusta,
tir en las redes sociales para que qué no nos gusta, desahogarnos,
todos nuestros amigos los vean! reírnos, llorar… Quien necesita de
Porque, la verdad, lo más impor- la convivencia en persona cuando
tante es dar a conocer que fuiste podemos convivir y hacer muchas
al evento en primer lugar. Es más otras cosas más en las redes socia-
importante eso que el evento en sí. les. Piénselo bien, de hecho, las re-
¿Si vas a una fiesta y nadie se en- des sociales nos ayudan. Estas ma-
tera, ¿cuál es el chiste entonces? El ravillosas herramientas virtuales,
punto es que nuestros conocidos lo en efecto, hacen que nos volvamos
Ya no hay necesidad de repa- Sigamos conservando nuestros
vean, le den like, y después coment- más populares. Al exponernos en
sar una y otra vez en el espejo la buenos recuerdos en fotografías.
en entre sí sobre lo cool que somos ellas, nos adentramos a la sociedad
conversación; ya no hay necesi- ¡Qué maravilloso es presenciar
por haber ido. actual. Sólo teniendo una puedes
dad de estar sufriendo por ner- algo hermoso y poder capturarlo
viosismo. ¡Y más maravillosas aún en un video o en una fotografía!
son las relaciones que se conocen Ya no tenemos que estar intentan-
en línea! Muchos de ellos ni si- do absorber todo con nuestros
quiera se conocen en persona, pero ojos para poder grabarlo con la
aun así se aman. No le veo nada de memoria. Es más, ya ni tenemos
malo a eso, al contrario, todos de- que ver un espectáculo o un con-
beríamos de ser así. ¿Para qué de- cierto. Es preferible y más cómodo
jamos que nuestras parejas absor- para todos si en el momento del
ban nuestro tiempo en incómodas evento nos dedicamos únicamente
citas en donde además uno tiene a  tomar millones de fotos y videos
que pagar una buena cantidad de para  después tenerlos encerrados
dinero para poder llevarlas a cabo? en el celular para siempre. De esa

14 15
tener una vida normal, la verdad. Por qué, ¿cuál sería el caso de tomarnos Antes, el divorcio era muy mal visto, pero ahora se comprende comple-
una fotografía en donde salgamos apuestos cuando nadie la va a ver? Te- tamente que muchas veces es necesaria la separación. No me imagino la

ENSAYO
ENSAYO

nemos que admitir que el punto de esas fotos es demostrarle al mundo lo presión por la que pasaban los novios ante la decisión de contraer ma-
encantadores y deseables que somos.  Lo mismo sucede en las reuniones trimonio con alguien. Seguramente lo pensaban una y otra vez. Era una
sociales. Claramente no tiene caso ir a una fiesta si no sales con evidencias decisión de vida o muerte; pero ahora ya no tenemos que sufrir tanto por
de que estuviste con tus amigos tomando y pasándotela increíble. Al subir ello, ya que ante cualquier conflicto podemos acudir a la instantánea diso-
las fotografías con nuestros amigos la gente se percata de que, en efecto, lución del matrimonio. Ya no hace falta vivir a lado de una persona eter-
somos personas que tienen muchas amistades; y al notar eso, nos volve- namente arrepentidos. En un dos por tres nuestros problemas se esfuman
mos aún más deseables. El control de nuestro estatus social, por primera y podemos volver a zambullirnos en el mar de la soltería, con la página en
vez, está en nuestras manos. blanco, en busca de nuestra próxima presa.
Sigamos rompiendo las estúpidas costumbres impuestas por las genera- Sigamos desgastando el planeta en donde vivimos, al fin y al cabo segu-
ciones pasadas. Ya evolucionamos. Ya no tenemos que estar comprome- ramente en el futuro habrá la opción de mudarse a otro. No es necesario
tiendo nuestro cuerpo a una sola persona. Es más, en las series de tele- que agotemos nuestra energía reciclando o haciendo el enorme sacrificio
visión y en las películas se impulsa mucho a la poligamia. Y, ¡qué bueno
que lo hacen! Porque de no haber sido por ellas, nunca nos hubiéramos
podido escapar de los frustrantes compromisos. ¿Para qué acostarse con
una sola persona cuando lo puedes hacer con el número de personas que
quieras? A eso lo llamo plena libertad. Me es impensable el hecho de que
antes las personas debían mantenerse con la misma persona durante toda
su vida. Qué suplicio. Llegaremos a un punto en donde el matrimonio ce-
de optar por la caminata en lugar de la cómoda opción del automóvil.  Si
sará de existir. Es lógico. Es evolución. Seguiremos teniendo la oportuni-
es que hay en verdad un Dios, este lo que más querría es que nosotros
dad de procrearnos, pero sin tener que estar atados a una sola persona
gozáramos del fruto de la tierra que Él mismo nos dio en un principio.
por la eternidad. Pero para cuando ese momento llegue, tenemos mientras
La tierra existe para ser explotada a nuestro parecer. Sería algo ilógico
tanto el maravilloso acto del divorcio. Actualmente todos parecen hacerlo.
que pusiéramos en pausa todas nuestras actividades sólo para conservar-
la. No niego que exista la contaminación, pero, ¿para qué cuidarla si no
nos afecta directamente? Se podrán morir los ecosistemas y los animales
se podrán extinguir, pero a nosotros nos falta mucho para llegar a esa cri-
sis. Falta tanto tiempo para que este fenómeno nos afecte, que es mejor no
pensar en eso.

16 17
Sigamos viralizando el uso de las drogas y
el alcohol. Bien sabemos que esos temas Lo opuesto al amor

ENSAYO
ENSAYO

son los que más nos interesan, y por esa


misma razón son estas adicciones las Andrea Alcalde
que protagonizan actualmente los me-
Se han escrito tantas cosas acerca del la indiferencia. Elie Wiesel bien dice:
dios de comunicación masivos. La vida
amor. El más común es el de pareja, “Lo contrario del amor no es el odio,
es para vivirla, ¿cierto? No hay nada más
luego hacia tus amigos, tus padres, es la indiferencia. Lo contrario de la
grato que pasar una buena tarde drogados o
hermanos, etc. Inclusive se ha es- belleza no es la fealdad, es la indife-
ebrios con los amigos. Todos estamos de acuerdo
crito sobre el amor al conocimiento; rencia. Lo contrario de la fe no es here-
en que ninguna buena historia ha comenzado con un “bueno, entonces es-
como Platón lo veía: en la búsqueda jía, es la indiferencia. Y lo contrario
taba comiendo mi ensalada cuando…” ¡No! El dulce alcohol es el motor de
del bien de nuestros de la vida no es la muerte,
esos buenos momentos; ¡y de las drogas ni se diga, porque estas son aún
semejantes, en- sino la indiferencia
más gloriosas! Aceptémoslo: la vida es monótona, rutinaria y aburrida.
contramos el entre la vida y la
Sin estas substancias no habría sentido alguno en vivir, y de esto mismo
nuestro. Y, muerte.”
se han estado dando cuenta las generaciones más recientes. De hecho, los
finalmente, ¿Qué es la indif-
jóvenes aprenden cada vez más rápido a divertirse. Ahora, los niños de 12
también erencia? Creo
años se divierten tan bien como lo hacían antes los jóvenes de 21. ¡Dicho-
la fe es que la indife-
sos ellos que han experimentado desde antes los placeres más grandes de
una forma rencia es la más
la vida! Ignoremos las molestas “advertencias” que se nos plasman en los
de amor, como grande desgracia hu-
consultorios médicos o en los centros de salud; bien sabemos que esa pu-
aquellos religiosos mana que puede existir,
blicidad sólo quiere engañarnos para que no podamos disfrutar del fruto
que reconocen el amor en Dios. porque inclusive en el odio existe un
prohibido que tanto se ha luchado por legalizar.
Pero, ¿quién ha escrito acerca de lo poco de amor e interés en la condi-
Sigamos así, actuando como si no nos distinguiéramos de los animales.
opuesto al amor? No, lo opuesto al ción humana. En la indiferencia no
Sigamos así, echando por la borda todas nuestras tradiciones, cuya única
amor no es el odio. Es cierto que casi existe nada más que un vacío que no
función es la de limitarnos en nuestras acciones.
todas las películas de amor vienen de se llena jamás. Es la falta de interés
Sigamos así, tratando de excluirnos del mundo real para poder adentrar-
la mano con el odio, alguien que im- en el ejercicio cotidiano de los indivi-
nos al fabuloso universo virtual.
pide que estén quienes se aman. duos, así como la pérdida de los va-
Sigamos así, persigamos nuestras metas sin dejar que nadie se interponga
Pero en realidad ese no es el lado lores trascendentales o supremos.
en el camino.
opuesto del amor. Lo opuesto al amor La indiferencia es insensibilidad, de-
Sigamos así… sigamos destruyendo la poca humanidad que nos queda.
no es el odio. Lo opuesto al amor es sapego y frialdad. ¿Por qué somos

18 19
indiferentes? ¿Lo usamos como me- Martin Luther King: “no me duelen
canismo de defensa para no sufrir? los actos de la gente mala, me duele la

ENSAYO
ENSAYO

¿A qué le tememos tanto? Hoy en día indiferencia de la gente buena”.


vivimos inmersos en un mundo lle- La indiferencia es, como la definiría
no de indiferencia. Caminamos como la Madre Teresa de Calcuta: “La ma-
seres incompletos, somos mitades que yor enfermedad hoy día no es la le-
no odian, pero tampoco aman, que pra ni la tuberculosis sino más bien
no desprecian, pero tampoco apre- el sentirse no querido, no cuidado y
cian. Ya nadie busca autorrealizarse. abandonado por todos. El mayor mal

porque lo único que da más miedo que la muerte es la indiferencia.


William Shakespeare decía que: “el peor pecado hacia nuestros semejantes no
es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia”. Esa, es la esencia de la decadencia
humanidad.
Sí, la realidad no va a dejar de existir porque se le ignore, como diría irónica-
mente Saul Bellow:
- ¿Cree usted que hay alguna distinción entre la ignorancia y la indiferencia?
- Ni lo sé, ni me importa.

ANDREA ALCALDE SALGADO

Ciudad de México, 23 de julio de 1996 . Toda mi vida he buscado co-


Se conforman con la simplicidad. es la falta de amor y caridad, la terri-
nocer la verdad, no fue sino hasta que comencé a amar la lectura que
Ya nadie cree en nada, no tiene fe ni ble indiferencia hacia nuestro vecino
la encontré. Pero me di cuenta que la única verdad existente es la que
esperanza, no temen pero tampoco se que vive al lado de la calle, asaltado
uno se crea para sí mismo. Y la verdad es esta: Soy una joven de 19 años
motivan por nada. El mayor dilema por la explotación, corrupción, pobre-
de cabello negro, esbelta, alta y ojos oscuros. Me encanta el chocolate
está en que cuando se es indiferente za y enfermedad.”
y la música, combinados con un buen libro son mi tríada perfecta. En
ya nadie siente, ya nadie actúa y sin Creo que la mayoría preferimos que
ocasiones soy tanto así que aún creo que un buen texto puede salvar a
acción, nada existe. Así como diría mínimo nos odien si no nos aman,
la humanidad.

20 21
que no somos la peor generación moderna que ha habido.
Generación del A la generación del milenio también se nos conoce por nuestro carácter de

ENSAYO
ENSAYO

ALEJANDRA TRUEBA
boomerang, ya que muchos hemos tenido que volver a la casa de nuestros
MILENIO
CORTÉS

padres y retrasar la formación de un hogar debido a la situación económi-


ca actual: menos oportunidades de trabajo, sueldos bajos y un poder ad-
quisitivo debilitado. La creciente dificultad para encontrar un empleo y
A lo largo de los años se puede decir que la acceder a una vivienda es nuestra realidad cotidiana.
manera de comunicarnos cambia. Especial- Son muchos factores los que afectan las características de esta nueva ge-
mente entre los jóvenes. ¿Cambia para bien o neración, pero así como los adultos nos encuentran cuantos más defectos
para mal? Las opiniones varían. Hay quienes pueden, también tenemos nuestras virtudes. Somos los emprendedores
Ciudad de México, 27 de ven los cambios recientes como algo negativo. del futuro, los innovadores evolutivos de la economía de nuestro país. Y
marzo de 1996. Actualmente Sobre todo las personas de generaciones ante- de paso, hay que admitirlo, los limpiadores de la basura generacional an-
es estudiante de la UP en la riores. ¿Pero en realidad esta época de los mi- terior a nosotros: una avaricia sin limites y una ambición sin perspecti-
carrera de Comunicación. llennials es la peor? La verdad es que con es- va. El enfoque individualista y la mentalidad de enriquecerse sin medir
Viajar por el mundo es una tos cambios siempre resultamos criticados los las consecuencias ni considerar el bienestar de la sociedad son, en parte,
actividad que ha cambiado jóvenes. Lo que a nuestros padres les parece el precio que estamos pagando. Pero aún así, nos caracteriza la actitud
su vida, quizá el aspecto más raro, a nuestros abuelos les parecía raro de de buscar respuestas, cuestionar y mejorar el mundo. Cada vez más se
importante de su crecimien- nuestros padres y a nuestros bisabuelos de nota la pasión entre los jóvenes de hoy en día. La verdad es que yo, más
to intelectual porque la ha nuestros abuelos, etc., etc. que “adictos al internet”, “flojos” y “pesimistas”, nos llamaría creativos,
hecho reflexionar sobre las Así que, esencialmente, esta generación no es innovadores, originales y únicos.
cuestiones más importantes muy diferente a las demás. Sin embargo, algo Desde el vegano que busca la preservación del medio ambiente y el cuida-
de la vida. Ha vivido en In- que nos distingue es que los millennials nos do y los derechos de los animales, hasta el artista plástico moderno, el
glaterra, Alemania y Suiza, caracterizamos por ser sumamente sociales, fotógrafo, el escritor, el empresario, el abogado y el médico; millones de
donde aprendió lenguas y por la afinidad y la dependencia que tenemos jóvenes buscamos mejorar el mundo en vez de adueñárnoslo. Preferimos
costumbres radicalmente dis- de la tecnología y las redes sociales. Compara- compartir en lugar de acopiar. ¿Y saben una cosa? Los millenials no nos
tintas a las suyas. La lectura dos con otras generaciones, está comprobado sentimos superiores ni exclusivos… nuestra esencia es inclusiva. No esta-
y la escritura se han hecho que la generación del milenio tiene un alto mos aislados del resto de la sociedad, ni enojados. Simplemente estamos
una parte importante de su nivel de estudios de grado superior: algo más enfocados y conectados. No creemos en las barreras ni en las fronteras.
vida porque es la forma en la de tres de cada diez (33,6%). Por lo tanto, des- En el fondo tenemos más similitudes que diferencias con las generaciones
que puede expresar sus ideas. de un punto de vista académico me parece anteriores. Nos gusta un buen café, ir a un restorán, viajar, escuchar

22 23
Mi ciudad

ENSAYO
ENSAYO

José Luis López


Para introducirte al corazón de la Ciudad de México primero debes atravesar,
acompañado de una plegaria, los cinturones de pobreza que habita el lumpen-
proletariado, que en un futuro no muy lejano amenazan con asfixiar a la que
fuera conocida como “La ciudad de los palacios”.
Después de haber librado el cerco de casuchas cimentadas en “la-esperanza-
nunca-muere” (versiones urbanas de la Luvina rulfiana), sin darte cuenta ya
estás dentro de la ciudad o su complejidad ya está dentro de ti.
Al andar por sus calles, colonias y barrios, mutables y expectantes, de inmediato
observas que es una ciudad donde conviven las contradicciones: al sur, las
música, explorar y aportar. Sólo que nosotros le damos un twist. Por lo
general vemos el menú en la pantalla de nuestro teléfono y cuando llega-
mos sabemos lo que vamos a ordenar.
Los cambios no solo son saludables, sino inevitables. ¿Cómo será la ge-
neración posterior a la nuestra? ¿Cómo la percibiremos nosotros? ¿Será
una característica de tipo evolutivo el hecho de desconfiar de lo nuevo?
Por lo pronto, nos gustaría ser aceptados sin que nos vean como a seres
deshumanizados y robotizados por la tecnología. No es para tanto. Igual
que un abuelo o una tía, somos sensibles a una sonrisa… o a un “like” ;-) majestuosas y verdes aldeas residenciales. Ves desfilar a la vanidad y al poder
escoltados por la lástima de los niños harapientos y los perros famélicos.
Los extremos se toman de la mano: la ciencia con la superstición, la riqueza
con la pobreza inacabable, el hambre con la gula, la vida con la muerte.
La visión es grotesca, “pero -te contestas apático- esto sucede en todo el mundo”.
Sin embargo, en la Ciudad de México se convulsionan varios mundos. Unos
aplastando a otros, y estos luchando en desigual contienda por resurgir de sus
cenizas, como una especie de maltrecha ave Fénix, en un ciclo interminable.
El ambiente que respiras, amén de los contaminantes que tiempo hace se
rebelaron contra “la región más transparente del aire”, te dan la sensación de

24 25
que algo está por suceder, pues la amaestrada intranquilidad se balancea cada
JOSÉ LUIS LÓPEZ
segundo con peligro de desbordarse incontenible. Visitas los exclusivos centros comerciales de la parte

ENSAYO
ENSAYO

AGUIRRE
Es como si la ciudad estuviese preñada y a punto de parir en cualquier sur de la ciudad. Los visitantes-consumidores a estas
momento... en cualquier momento. plazas son seres clonados de los protagonistas de las
Por las noches, el choque del pedernal con el acero castellano no deja descansar series de entretenimiento o de los estándares que
a la enorme urbe... el sueño dura apenas un suspiro. marca la influyente publicidad de lo que debe ser el
Por las madrugadas observas desde la cúspide de la Latinoamericana cómo hombre y la mujer contemporáneos: polifacétic@s,
sus habitantes se deslizan hacia el valle como oleadas de cobre derretido. emprendedor@s e hiperguap@s. Este es el imperio
Aquí todo el mundo tiene pris... ¡quítese pen..! donde las marcas comerciales jerarquizan a las clases
Los encuentros son fugaces. Las miradas no pueden contemplarse unas a otras sociales. Profesor investigador en
porque entonces son indicio de violencia. Al encontrarte en las orillas de la ciudad experimentas la Escuela de Comuni-

En el transporte público, que viaja atestado y sudoroso, la agresión espera el sentimiento ambivalente de quedarte para siempre cación de la Universidad

expectante el momento idóneo para irrumpir en el silencio. o largarte lo más pronto posible. Esta megalópolis Panamericana. Es un
apasionado del buen pe-
tiene un extraño magnetismo que embelesa a sus
riodismo y un entusiasta
seguidores.
migrante digital intere-
Lo que no sabes es que esta ciudad exige se le rinda
sado en las nuevas ten-
culto. Esta ciudad está acostumbrada, desde que tiene
dencias periodísticas, e-
memoria, a que se le ofrezca a diario un sacrificio, ducativas y tecnológicas.
porque de lo contrario se queda uno postrado ante
ella y condenado a padecer su inclemencia.

La horda de limpiaparabrisas, los hijos de la calle, los indigentes que mueren


atropellados en las noches de luna llena mientras un grupo de encadenados al
móvil persigue a un escurridizo pokemón.
Seres en los que se reproduce el suplicio de Prometeo. Unos a otros se tienen
compasión y a la vez repulsión. El racismo se encuentra oculto y omnipresente.
Los híbridos de esta sociedad son escandalizados y apartados.
Ahora zigzagueas entre los cientos de puestos de vendedores que se apilan
por las céntricas calles y avenidas como enormes culebras multicolores (quizá
en homenaje a la Serpiente Emplumada), en donde se ofrecen todo tipo de
productos y servicios: desde drones hasta “limpias” del chamán citadino.

26 27
La torre de astronomía
parásitos informes, irracionales e inocentes. Más
curioso aún, le parecía que crecieran y la hermo- GERARDO GARCÍA
sura se posara sobre ellos, que continuaran siendo RODR´ÍGUEZ

estúpidos y violentos en extremo. Lo más curioso


para el astrónomo, sobre los humanos, era cómo
después de llevar vidas vanas y avaras, inmundas
e incomprensibles, hallaran una contradictoria
belleza en sus muertes. Era casi gloriosa, digna de
criaturas mayores, la gracia con la que cada per-
sona moría. La inevitabilidad del acto mortuorio

CUENTO
CUENTO

apasionaba al astrónomo.
Si tan solo él supiera lo que es morir, lo que implica. Tengo 19 años. Nací en el Edo.

Si tan solo pudiera sentir de verdad; la agonía del de México y de inmediato mi

espíritu desprendiéndose incierto del cuerpo, la an- familia y yo llegamos a la Ciu-

gustia inefable de dejar de existir, el frío en el cuer- dad de México. Desde pequeño

po y la muerte de los miembros, el último latido. he amado el cine y la literatura

Pensar en exhalar el aliento final le fascinaba más y soñé con dedicarme a alguno

que cualquier otra cosa de su realidad inmediata, y de estos medios. Hace tres años
Sucedió muy entrada la noche. Cuando los lobos aullaban a la infinidad de lunas
de las demás realidades por él conocidas también. descubrí que la literatura llena
en el vacío. El viejo astrónomo invocó a las deidades planetarias; les rezó y les
Sus noches eran mucho menos propicias para pen- todos los aspectos de mi vida.
suplicó le dejaran sentir. Sus nombres eran aberrantes y se perdieron de la memo-
sar y discurrir estos asuntos. En lo observacional En la carrera descubrí que tam-
ria de los sujetos comunes. Antes de concluir su rito, levantó una enorme estatua
son infinitamente más sorprendentes. Desde su bién me apasiona la fotografía y
de horrenda figura. De sus innumerables sueños y pesadillas había salido el mo-
planetario estudia el Universo alrededor de él. Se me quiero dedicar al periodis-
numento. Tenía la cara deforme de un toro y la piel de leopardo.
encarga de ver y capturar visualmente cada mo- mo, además de perseguir mi de-
Vivía en su torre día y noche. Los años eran pocos para contar una existencia la-
mento de la acción o inacción estelar. En lengua sarrollo profesional en el mun-
tente ya por siglos. Nadie recuerda cómo o de dónde llegó, cuándo surgió ni cuál
vernácula se les conoce con un nombre que equi- do de las letras.
era su labor ahí. Los locales se hicieron cientos de historias alrededor del anciano.
vale a “cazadores o receptores de luz”.
Le llamaban brujo, demonio, fantasma, atrocidad. Ningún sustantivo respondía a
Su trabajo es meramente pasivo y perceptivo. Uno
su verdadera naturaleza.
no imagina la cantidad de conocimiento arca-
Las tardes las pasaba estudiando al ser humano. Le resultaba demasiado curioso
no que le es suministrado a diario, en medio de
que fueran creados y traídos al mundo como meras criaturas indefensas; pequeños

28 29
supernovas, cuásares, lluvias de meteoritos, agujeros negros, cúmulos estelares, y siempre estarán. La posibilidad de su preexistencia lo alarmó. Lo olvidó de in-
galaxias, cometas, asteroides. mediato.
A la mitad de sus vistas nocturnas, cada noche, suena una melodía que ningún Llegó la extraña noche que algunas civilizaciones más tardías llamaron 12-lluvia.
humano ha escuchado. Es la música del principio del Universo, capaz de sumi- No tuvo un miserable segundo de adormecimiento. Mucho menos un indicio de

CUENTO
nistrar calor y movimiento a los cuerpos. Es el principio de todo, pero no conoce sueño. En su desesperación lloró sangre. Pretendió encender en llamas la vieja
CUENTO

el final. En uno de los libros de la infinita biblioteca, un cosmólogo escribió que si torre y sepultar su trabajo de siglos. No lo hizo. Soportó la desventurada noche
un hombre llegara a escuchar la Sinfonía, una de dos cosas pasaría: sería ilumi- lleno de rabia. Se tranquilizó y entendió; los dioses le habían dado sensibilidad.
nado y ascendido a la bóveda estelar o sería anonadado por el sonido de miles de Salió el sol y consagró su mañana a hacer ofrendas a la estatua de toro-jaguar.
millones de años cayendo sobre la vida de un simple mortal sacado del polvo. Sintió felicidad por primera vez. Durmió todo el día; soñó toda la noche. Se le apa-
El astrónomo en ningún momento se encuentra solo del todo. Cuando así lo de- reció un cometa que describía una elipse alrededor de él, no paraba de moverse y
sea, convoca a toda una multitud de seres, encargados de escribir y almacenar los al mismo tiempo parecía quedarse en un solo lugar. Le encomendó salir al mundo
libros, mantener y arreglar la maquinaria del observatorio. Escuchan las enseñan- del hombre y enseñarle cuanto sabía; era el precio de los dioses por haberle conce-
zas del maestro y de vez en cuando debaten sus ideas. Todo es una ilusión. Ningu- dido sentir. El anciano despertó, dudó de su sueño todo un día y al final del mismo
no puede generar conocimiento por su propia cuenta. Son clones de un original decidió usar por última vez su ancestral telescopio; lo usó con temor, con respeto,
fallido; pequeñas copias sin cuerpos sustentables; tristes proyecciones programa- como si fuera primerizo.
das para servir y hacer poco más. Cien años tardó el astrónomo en enseñarle su arte a los locales. Empezó por lo
El hombre de las estrellas no lograba recordar cuándo aparecieron los fantasmas fácil, lo evidente; sus lecciones se tradujeron en herramientas que les permitieron
por primera vez. Tan solo estaba seguro de que él no los creó. Probablemente es- vivir mejor y por más tiempo. Los hombres se hicieron inquisitivos, productivos
taban ahí desde antes que él. Tal vez llegaron después o quizás siempre estuvieron y temerarios. Domaron a las bestias, entendieron el funcionamiento de la tierra

30 31
primitiva y la cuidaron, le dieron a su cosmogonía una estructura definida y un
panteón para alabar. Les llegó la felicidad y la plenitud, pero no por mucho tiempo. Lo inevitable
El sabio astrónomo (como fue conocido por sus alumnos), sintió que su final es-
taba cerca. Se retiró de nuevo a su torre, pero estaba tan cansado que no pudo ha- Renata Pérez De la O
cer sus actividades de antaño por muchos días. Acostado una noche de invierno,
pensó quién había sido su creador. Estaba demasiado enfermo y se preguntaba si “Ahí estaba. Eterno e impasible, hermoso y gigantesco. Me
en verdad este sería su fin; después de todo había vivido una infinidad de años y el quedé hipnotizada. Siempre que lo veía me sentía pequeña e
mismo concepto de vida, irremediablemente iba acompañado de muerte. impotente, frágil y a la vez afortunada de poder ser partíci-
Recordó su situación hacía ya un siglo, lo mucho que le fascinaba la idea de morir, pe, al menos con la mirada, de un milagro tan exquisito”
pero eso era relativo a los humanos, no a sí mismo. Se abrió de golpe su ventana

CUENTO
CUENTO

y entró un helado viento que le congeló el alma. Se dijo que ese debía ser el fin, se
encomendó a los dioses planetarios y suplicó que alguno de ellos tuviera miseri-
cordia de él. Exhaló y su corazón dejó de bombear la sagrada sangre.
Se encontró en la nada con una infinidad de espejos blancos que lo reflejaban una
y otra vez. Preguntó al vacío quién era su dios, cuál había sido su propósito, qué
sucedía ahora. No hubo respuesta; en el silencio pareció entender, pareció recordar.
Él era el dios primigenio, el creador de todos y todo. Y en su terror y angustia por
la eternidad había borrado su propia memoria.

Espero que no sea hoy el día en que nuestra isla se hunda. Hemos tra-
bajado tan duro para mantenerla en pie. Al principio sólo era cuestión
de construir unas cuantas barreras. El mar había comenzado a olvi-
darse de sus límites usuales y tímidamente acariciaba pedazos de
arena a los que nunca antes se había acercado. Al observar tal fenóme-
no, los ciudadanos de Marina nos sentimos sumamente alarmados.
Después de una asamblea de todo el pueblo, concluimos que solo se

32 33
trataba de un leve desplazamien- diariamente marcando posibles una vuelta para inspeccionar las bebés. Era necesario preservar la
to en el curso de las olas. Segu- puntos de riesgo y las otras tres barreras. Caminé por mi ruta isla, mantener nuestras vidas y
ramente en cuestión de meses el irían construyendo barreras. El usual y luego de unos minutos rutinas lo más intactas posible;
agua volvería a su lugar. Ocurrió equipo de los vigilantes indicaría me detuve a admirar el mar. Tuve todos merecíamos eso, nunca
todo lo contrario. a los constructores qué barreras que pararme de puntitas para habíamos hecho daño alguno a
Apenas había transcurrido me- era necesario reforzar y cuáles ver, las vallas ya habían alcanza- la naturaleza. Estaba sumida en
dio año y las barreras de cemen- debían agrandar. Claro que me do una altitud considerable. esos pensamientos cuando sentí
to ya se encontraban sumergidas ofrecí a formar parte de la briga- Ahí estaba. Eterno e impasible, algo helado que tocaba mi espal-
bajo el incansable e impaciente da. Marina era el único hogar hermoso y gigantesco. Me quedé da. Me levanté rápidamente y
océano. Las olas comenzaban que conocía y no iba a dejar que hipnotizada. Siempre que lo veía entonces lo vi.

CUENTO
CUENTO

a acercarse cada vez más a la desapareciera frente a mis ojos. me sentía pequeña e impotente, Aquello que temimos por tan-
zona habitacional. Aquel camino Fui asignada al grupo de vigilan- frágil y a la vez afortunada de to tiempo y tontamente creímos
que los niños normalmente usa- tes. Hacíamos muy bien nuestro poder ser partícipe, al menos con controlar. El mar comenzaba a

ban para ir a la escuela, el mis- trabajo y después de dos meses la mirada, de un milagro tan ex- rodear las vallas; la humedad
mo que yo recorrí tantas veces logramos asegurar la isla. Todo quisito. Lo observé hasta que mis y la sal habían debilitado sus
cuando era pequeña, era intran- había vuelto a la normalidad. pies se cansaron de sostenerme cimientos y el agua comenzaba a
sitable. Tuvimos que convocar a Continuábamos con nuestros y después me senté recargada en colarse entre la construcción. Era
otra asamblea. En esta ocasión rondines solo por precaución, la barrera. Era una lástima que cuestión de días para que todo
el asunto fue tratado con ma- pero ya no había mucho que ha- hubiéramos tenido que constru- se viniera abajo. Entonces me
yor seriedad y decidimos que cer. ir un muro entre él y nosotros, di cuenta de lo irónica que era
era necesario asignar un equipo. Una noche, de esas tan oscu- pero no podíamos permitirnos nuestra situación. Ahí estába-
Participarían seis personas: tres ras que es imposible distinguir simplemente desaparecer; en mos todos, organizando asam-
se encargarían de recorrer la isla dónde termina el cielo, salí a dar Marina había familias, ancianos, bleas, proponiendo soluciones,

34 35
intentando evitar lo inevitable, creyó. Ellos estaban convencidos débilmente nos rodean. Ya nadie tra-
dando pequeños pasos a un lado de que, para mantener todo en baja en otra cosa, los niños ya no van RENATA PÉREZ DE LA O
cada vez que el destino se acerca- orden, simplemente era necesa- a la escuela, no hay reuniones al atar-
ba trayendo pedazos de la impa- rio reforzar los muros y añadir decer o fiestas en la arena. Ni siquiera
rable realidad. Y la realidad era más personas a los equipos de dialogamos los unos con los otros. Lo
que nuestras casas, escuelas, tien- vigilancia y construcción. No sé único que hacemos es vigilar y cons-
das y lugares de reunión, aquel si fue miedo a aceptarlo o ese ego truir. Temer en silencio. A pesar de eso
lugar en el cual cada marinense tan típico de los humanos que nadie escapa, nadie sugiere que nos
había echado raíces y enterra- creen poder controlar la natu- vayamos. Yo me quedo porque aquí
do innumerables recuerdos, no raleza, pero mis coterráneos de- está mi familia, mis amigos, porque

CUENTO
CUENTO

tenía más que algunos meses de cidieron que era seguro y viable no hay otro lugar al que pueda ir. Estudiante de Comunicación en

vida restantes. Toda nuestra isla continuar viviendo en Marina. Aunque ahora estoy completamente la Universidad Panamericana. In-

estaba condenada a desaparecer. Han pasado dos meses y aho- segura de que me había equivocado, teresada en la fotografía y el cine,

Al amanecer convoqué una jun- ra todos los habitantes dedica- el destino no hace excepciones, la na- pero sobre todo en la escritura; la

ta para comunicar a todos lo que mos nuestro esfuerzo diario turaleza no se detiene. La vida jamás cual fue su principal motivación

había descubierto, pero nadie me a fortalecer las paredes que permanece intacta. para decidir estudiar esta carrera.

Su objetivo principal es producir

contenido que ayude a la concien-

tización y mejora de la sociedad.

36 37
se escucha. Es un punto aislado del estrés y los semáforos. Unos largos
El hombre que tocaba el piano dedos bailan sobre las teclas blancas y negras de un piano recién afinado.
Una nota sigue a la otra como brincando. Como juegan los niños en un
María Bolio Benítez parque. Fluye. El corazón del pianista y la música se unen. 
El cielo arriba del jardín es un azul realmente profundo. En el jardín una
jacaranda se estremece porque la melodía es más dulce que cualquier otra.
“Una nota sigue a la otra como brincando. Como juegan los
Qué día tan propio de abril. Todo parece estar en sintonía.
niños en el parque. Fluye. El corazón del pianista y la música
Él tiene los ojos cerrados.
se unen.”
Es el himno de un alma. La brisa respira y con ella baila el castaño claro
y lacio, alborotado, libre. Al girar, el viento hace un torbellino, traducien-

CUENTO
CUENTO

do el sonido armonioso, el cual nos remonta a varios años atrás.


Las notas son graves, claro que denotan suspenso, hablan. Es mayo, se
acerca junio. ¿Y de qué se trata el mes de junio? Es el mes de las gradua-
ciones, la época de los cierres, de los espíritus esperanzados y las promesas.
Un corazón enamorado que promete no olvidar. Los lazos, cuerdas flojas,
que tiemblan y aunque se proponen y se juran no romper y rendirse, están
llenos de dudas. Junio es mes en el que todo brilla. Pero “no todo lo que
brilla es oro”.
¿Alguna vez has estado en un trampolín de diez metros, con adrenalina
invadiendo tu estómago, sabiendo que cuando dejes de pensar en el riesgo
será cuando te atrevas a saltar al vacío? ¿O has estado a punto de entrar a
El sol arde seco sobre las cabezas de los capitalinos que corren de un lado presentar un examen final, con el estómago hecho guacamole, queriendo
a otro de la ciudad,  como en cualquier otro viernes de quincena. Tráfi- simplemente hacerlo y ya, y que todo acabe? ¿Y has sentido el alivio una
co, cláxons, hombres de traje y el metrobús como lata de sardinas suda- vez que cumples con tu reto? ¿Has sentido el desahogo que viene cuando
das. Las calles están alfombradas de lila como siempre en Pascua y los las mariposas se van?
árboles vuelven a uniformarse de verde. En los puestos de tacos callejeros El pianista sí. Y así fue como se sintió aquella tarde de mayo en la cual
la gente se amontona, como se amontonan en el pavimento los baches y unas gotas de alcohol en las venas durmieron sus mecanismos de defensa.
los puntos negros que alguna vez fueron chicles. Los edificios altos son En la cual su corazón latía amenazando: “hable ahora o calle para siem-
testigos de la nata de smog que no permite ver los volcanes el día de hoy. pre”. Y entonces eso hizo, le dijo todo.
Pero en un punto exacto, en las afueras de la gran ciudad, todo aquello no El piano cuenta cómo hubo reciprocidad, pero también responsabilidad.

38 39
Hubo cautela, sentimien- recordar el momento, abre los ojos Porque en sueños, en el silencio y La comisura
tos genuinos, ni y el árbol lila lo anima a seguir a la hora de meditar, una voz que de la boca del
una sola barre- contando la historia. Y la música, no es de este mundo le aconsejaba pianista se cur-
ra de mentiras o con toda sinceridad, continúa con que no perdiera su amuleto de la va ligeramente
hipocresía. Ella le el cuento del niño que quería tocar buena suerte. Si tenía una brújula al recordar esto.
dijo que los sen- el piano y quería aprender a amar.  era para que la usara. Si tenía un Sus dedos y su espíritu aventurero
t imientos no podían haber sido ¿Alguna vez has ido Roma, te has amigo tenía un tesoro. Y a veces continúan tejiendo esta burla al si-
unilaterales. Pero también había un maravillado ante los monumentos hay cosas que brillan y que sí son lencio. Son una oda a la victoria de
cronómetro. Una cuenta atrás. “En que han visto milenios de histo- de oro. una dulce amistad.
sus marcas, listos...” Porque ria, pero encontrado con una Fon- Poco a poco los acordes Las notas una a una, una a

CUENTO
CUENTO

el año se terminaba, el final tana di Trevi en remodelación, se van silenciando, al son una, en una dorada cabalga-
estaba cerca. sin agua, sin chiste? ¿Algu- del otoño, las hojas co- ta. La jacaranda entiende y
 Luego hubo balazos, y na vez te has sentido solo a loreadas, el rojo vivo y al baila con ellas. La melodía
la canción se vuelve pesar de estar rodeado de gen- final la nieve. La vida que brilla. En el piano descan-
grave y tenebrosa. A pesar te? ¿Alguna vez has mendigado el hombre que tocaba el sa molesto un cenicero, con
de lo que él dijo, ella se volteó y lo contraseñas de Wi-Fi, para poder piano solía vivir antes parece más cigarros degollados. Y entre las
apuñaló por la espalda. Y derramó contactar a quien ocupa tu mente como un sueño, como alguna otra cenizas hay cubitos de hielo en
sangre azul. Pero  todo eso puede día y noche? dimensión. Pero si hubo una vela donde se refleja un invierno que se
ser sólo un piquete de mosco si La dueña de la canción sí. Y por eso que nunca se apagó, ni siquiera en comienza a derretir. Un congelado
cabe el perdón. Y el corazón del pia- regresó a él. Porque estando en la víspera de Año mes de febrero.
nista era enorme y generoso, en- Roma se sintió sola Nuevo, era la de ¿Y de qué se trata el mes de febre-
tonces la perdonó. en medio de una ella. ro? Claro que el día 14, todos sabe-
Sus ojos son cafés, su sonrisa es multitud y los Incesante, cons- mos: chocolates, rosas, miel, dine-
enorme, casi del tamaño de su pensamientos tante, perseve- ro, globos, gente enamorada con la
nobleza.  Suspende la música al la llevaban a él. rante. cabeza en la estratósfera; y el club

40 41
del alma bohemia, el piano era la ninguno tiene una bola de cristal.
voz, un poco más grave, un poco ¡Perdóname, no tengo telepatía! Y
más seria, un centímetro más de él. los abrazos de bienvenida, los aero-
Si algo había aprendido al pasar los puertos y las lágrimas de adiós se
años y al ir y venir la gente era que repetían y se repetían. Aún en el
la vida es un rompecabezas, con silencio más cruel, una luz roja,
más de un solución, que el amor diminuta, parpadeaba…
es una elección, la filosofía es un La gente amontonada pide tres
de los escépticos con las rodillas en Hay unas luces de benga-
cuento, las mentiras son una dro- tacos de longaniza, la marchan-
el pantano de quien no sabe ni lo la muy particulares, que duran
ga, y el pianista, hoy, se había con- ta hecha la masa a la alberca de

CUENTO
que espera. sólo nueve segundos. Son las cor-
CUENTO

vertido en su  canción. grasa. El pianista abre los ojos de


¿Pero habías oído hablar del día 20? tadas de hoja en los dedos. El tím-
Y es que la historia del pianista y golpe.
Sí, el 20 de febrero. pano de la destinataria se agudi-
su enamorada continuaba y con- Hay tráfico de aviones en el embu-
Para el pianista y su Dulcinea era el za, quiere escuchar música clásica.
tinuaba. Y hubo un invierno muy do de este aeropuerto que todos di-
día en el que se prendían los faros Llegan de cuando en cuando, a
largo. Y hubo un eclipse de sol. cen que está ya obsoleto. Aterriza
de las calles, la neblina se disolvía, lo largo del día, en especial en la
Porque la noche, porque la fiesta, un 777.
y todos los cronómetros se ponían noche. Son el agua caliente en una
porque las prioridades, porque mi Las notas brincan revitalizadas,
en sintonía. Porque él anunció con tina. Son incienso, un masaje en la
amigo el alcohol. Y es que a veces son cada vez más hermanas, son
transparente esperanza que pronto espalda, una cabina que aísla el rui-
se sentía cómo la razón, con mano cada vez más niñas, son cada vez
iba a regresar, y que aunque ella no do de la sucia ciudad. Son la voz de
firme, tomaba las riendas. Y es que más veloces. Ya va a llegar el día.
era la única razón para hacerlo, sí su músico enamorado cada vez que
el pianista no tocaba tan bien el pia- Ting. La voz del capitán agradeci-
era el motor que lo tenía inquieto. se la manda atraviesan 4000 km en
no todavía. Es que la infancia del endo. Ya se pueden bajar. La ola de
Quería verla, quería desenredar lo lenguaje binario.
niño ingenuo se interponía. Es que gente de trabajo, que tiene escala,
que alguna vez dejó atado. En esta historia también había una
El árbol escucha y se detiene intere- guitarra, y la guitarra era ADN.
sado. Sígueme contando el cuento, Porque cuando era niño, antes de
no sé en qué va a terminar. Como ser pianista, aprendió a tocarla.
cuando ves una película y estás Pero también es juventud, también
seguro de que te imaginas el fi- es ingenuidad. El pianista tocaba el
nal, pero luego la trama da un giro piano hoy en día porque el piano
inesperado y el guionista te atrapa. era novedad. La guitarra era parte

42 43
familias completas. La cola de migración, la banda de las maletas, la al- cuenta un pianista. Que lo cuenta una escritora, escondida detrás de
fombra gris y una estampa en el pasaporte. una calculadora, acerca de una niña y un niño, que en el último segundo
“Bienvenido, paisano”. de una infancia vieron la verdad. Y que la niña ya no era una niña, era una
El viajero de este cuento hace fila, presiona el botón, medio segundo de conductora que se las arreglaba sola, que sabía decir que “no” al color rojo
suspenso y, gracias  al  Cielo: luz verde. La maleta pesada detrás de él, y al azul. Y que sabía leer un corazón. Y el niño esta vez ya no era un niño.
viene empachada de ropa sucia. En la espalda su guitarra y en la cartera Era un hombre.
Era el hombre que tocaba el piano.

CUENTO
CUENTO

MARÍA BOLIO BENÍTEZ

20 años. Estudiante de Comunicación apasionada de la fotografía

una foto, una herradura y una carta. Amuletos que no soltaría. y de escribir cuentos. Las rimas y los ritmos visuales en el lenguaje

Se abren la puertas corredizas.  la obsesionan. Ama las alturas, ver nubes, practicar yoga, correr y

Y por fin. Se miran. Frente a frente. Un pianista de alma desgreñada e in- pasar tiempo al aire libre en medio de la nada. Las playas solitarias

cansable amor para repartir y una niña. Una niña, que con mente de y los bosques son definitivamente los mejores lugares para estar.

números y de calendarios, analiza y analiza qué va a pasar, quién va a Tiene cinco hermanos. Una vez al año busca colaborar en algún

perder. tipo de proyecto social. Cree que tiene la responsabilidad de poner

La música se calla. Un silencio perturba y vibra quieto en el jardín. El su granito de arena en el mundo. Es defensora de la vida desde el

pianista se levanta y parece que se va a ir. La jacaranda lo detiene y le momento de la concepción y cree en Dios. Sigue esperando su carta

pregunta cuál es el final, en qué fueron a parar. de Hogwarts.

El pianista contesta que no conoce el final. Que este es un cuento que no

44 45
30 minutos o muerto
Eduardo Acuña Martínez

Hola. Permíteme contarte la me- que fácilmente podríamos ser tú o


jor historia que tengo para ofrecer yo: con algo de sobrepeso, y cuya
a las garras de la rutina sin dar una —¡Jefesito ahora si no me va a creer!
después de varias horas de procras- vida ha visto días con más gloria y
buena lucha, que a pesar de vestirse Y es a partir de esa célebre frase
tinar. Por favor no lo tomes a mal, menos porno.
como todo un Godínez tiene que, Normita, le cuenta siempre
estaba haciendo cosas de vital im- Nacho es cinéfilo, melómano, ego-

CUENTO
alma bohemia. Sin embargo, esas a su jefesito lo que ha visto o leí-
CUENTO

portancia como ver videos en You- céntrico, cafeinomano, y muchos


afirmaciones son risas nerviosas do acerca de su horóscopo y como
tube que mostraban en cámara ge- más términos que él utiliza para
ante la cruda realidad de Nacho P. está segura de que, “ahora sí” ya va
nialidades como ¿Qué se encuentra presentarse de forma interesantí-
Martínez. a encontrar un hombre que a sus
en el interior del cascabel de una sima, con las chicas nuevas que
Desde hace unos cuantos años, 52 años la quiera con todo y sus
serpiente, cuando conoce en sus pobres
la vida de nuestro gordito amigo varices y estrías. Nacho no cree en
este es partido (pero constantes)
ha sido estúpidamente común y pelotudeces como esas, pero como
a la mitad intentos por
aburrida. Se levanta todos los días aún conserva un poco de cordura,
con una na- conseguir un
a las 5:30 a. m. para ir al gimnasio tiene que aguantar eso todos los
vaja? poco de sexo.
antes del trabajo, conducta que le días en lugar de decirle a Normita
Tenía el re- La verdad es
serviría para bajar de peso sino fuera que se deje de idioteces.
volver apuntado que no la tiene tan
porque come cuanta porquería se El día de Nacho por lo general va
contra la sien. Las lágrimas mal como otros en el aspec-
atraviesa en su camino. Después en picada a partir de este momen-
se deslizaban una a una por sus me- to económico: tiene un puesto ele-
de eso se dirige a la oficina, saluda to, se encierra en la oficina, atibo-
jillas, sentía como todo le temblaba: vado como ingeniero en sistemas
a su secretaria, Normita. rrado de proyectos, y escucha in-
“perdóname” seguía repitiendo. trabajando para Pemex, un depar-
—Hola jefesito hermoso. ¿Cómo cansables regaños del viejo senil
Estaba listo para mandar todo al tamento en la Colonia Del Valle, y
está hoy? de su jefe. Sin embargo, hoy Nacho
infierno. De repente, alguien llamó maneja un hermoso Camaro ama-
—Bien Normita gracias. ¿Y usted? tenía una motivación para sopor-
a la puerta: “Domino’s Pizza” rillo con rayas negras. ¿Cuál es el
—contesta Nacho, con la misma tar el día. Por fin le iba a confesar
Esta es la historia de Ignacio Pérez problema con este llorón entonces?
jeta amargada y actitud indiferente su amor a alguien.
Martínez: un hombre de 30 años, Ignacio dice que jamás se entregará
de siempre Se trata de Sofía Ricciardi. Alta,

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güerita, ojos azules, y nacida en Argentina, esta mujer se ha convertido Su nombre era María Fernanda Pérez Sanchez, y como diría Nacho en
poco a poco en una de las personas más importantes en la vida de Nachito aquellos días: “La prosa no alcanzaba para describirla”, recurría en-
Pérez. tonces al poema de Othón:
Al principio Sofía era simplemente una de las tantas amigas y amigos con
quienes Nacho se juntaba desde la prepa. Sin embargo, Ricciardi se había “En la estepa maldita, bajo el peso
ganado el cariño de este, por un acto de solidaridad en el pasado. de sibilante grisa que asesina,
Resulta que Ignacio P. Martínez no siempre había sido el Grinch que es hoy irgues tu talla escultural y fina
en día. En la universidad era otra persona en varios aspectos: romántico y como un relieve en el confín impreso”
amante de la cursilería marca Bécquer, obsesivo con el ejercicio y su figu- “Vibran en el crepúsculo tus ojos,
ra, además de tener un gran gusto por la comedia, expresada en cualquier un dardo negro de pasión y enojos

CUENTO
CUENTO

género. Hoy en día conserva algunos de estos aspectos con ciertas mo- que en mi carne y mi espíritu se clava”
dificaciones. Por ejemplo, todavía ama hacerse el chistosito y los stand-up
shows, pero ahora con un gusto por un humor más negro, y en lugar de ser Esto, querido lector, no es una exageración. ¿Acaso no hemos sentido
romántico ahora es un pesimista. todos este amor desbocado e irracional en algún punto de nuestras
¿Pues qué te pasó Nachito? La respuesta yacía en uno de los elixires más vidas? Esta era la situación de Ignacio cuando encontró todo lo que
amargos de la vida, y no me refiero al tequila. Tenía que ver con los últi- necesitaba en Fernanda. Y encontró también destellos de felicidad, y
mos años de la prepa y la mitad de su vida universitaria. Nacho tenía 19 encontró el amor y encontró así, su perdición.
años, y todo era color rosa, y todo era poesía, y todo era tan melancólica- Duró dos años el carnaval de las emociones para Ignacio y Fernanda,
mente bello como “Clair de Lune” de Debussy. dos años que ahora le parecían a Nacho como décadas de su vida, que
no dejaron atrás más que recuerdos agridulces que invadían sus cons-
tantes pesadillas.
Lo peor de todo es que había sido su culpa. Probablemente no del todo,
pero definitivamente es imposible argumentar que la relación no ter-
minó por las acciones impulsiva de Ignacio. Fue culpa de los celos, de
la inseguridad. Sucede a menudo que cuando buscamos conservar algo
con tantas ganas, y anhelamos con todas nuestras fuerzas que aquello
sea para siempre, el afecto se convierte en obsesión.
Llevaban ya un año de relación los tórtolos cuando empezó el declive.
Fernanda tenía uno de esos “amiguitos”. De aquellos que para el lado
de los novios son unos malditos bastardos, pero que para las novias

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simplemente son uno “ay solo es pues Fernanda no conocía el ver-
un amigo, que exagerado eres”. El dadero nivel de inseguridad en su
nombre del imbécil no es impor- pareja. Para Nacho esto era la cul-
tante, sino lo que detonó en la re- minación de sus temores. Para su
lación de Ignacio. ego y su ira, esto era muy grande
Se podría decir que Fernanda era para razonarlo de forma objetiva.
el primer gran amor de Nacho, lo Esa noche, Ignacio le fue infiel a
Ricciardi quien en estos momen- gresara a la mesa.
tomó completamente por sorpre- Fernanda.
tos estaba sentada en la mesa de —Hola, ¿en qué estábamos?
sa, lo idiotizó. Toda racionalidad Era un grito de ayuda, una subli-
un Bistro frente a Nacho. La misma Nacho sudaba cada vez más y más,
fue expulsada de Ignacio cuando mación de las frustraciones y an-

CUENTO
Sofía Ricciardi quien en estos mo- sentía como todo le temblaba, de-
CUENTO

conoció a Fernanda, quedaban solo gustias de Ignacio que con el alco-


mentos desconocía los motivos de seaba estar en otro lugar y en otro
impulsos, sentimientos y ninguna hol se transformaron en pasión, en
Nacho, para tan llamativa comida. universo, pero era demasiado tar-
voluntad o razón para controlar estupidez por la carne, pero más
—Hola, ¿cómo estás? —dijo Sofía de para aquello.
todo ese desastre. que nada en la preservación de su
—Tenía tiempo que no nos veíamos —Sofía, tengo que decirte algo —
Un día, en una fiesta, Fernanda ego.
—replicó Nacho tartamudeó Nacho.
ya estaba cansada de las inseguri- El resto es historia, no hay mucho
La conversación transcurrió de for- —¿No había papel en el baño? —
dades y reclamos injustificados de que explicar. Por supuesto que
ma habitual, una que otra carcaja- contestó Sofía en tono burlón.
Ignacio. No es que los reclamos Fernanda lo dejó, sintiéndose trai-
da y anécdotas de ambas partes. —Desde hace tiempo quería decirte
fueran completamente injustifica- cionada y asqueada al mismo tiem-
Ignacio no sabía en qué momento esto —dijo él en un tono más serio
dos, Nacho estaba desconectado de po por las acciones de Ignacio. Al
debía actuar, le sudaban las manos —la verdad es que tenía miedo…
la realidad, veía problemas donde darse cuenta de lo que había hecho,
y estaba más concentrado en sus tengo miedo de perderte, pero ya
no existían, se estaba volviendo con una perspectiva más sobria y
propios pensamientos que en lo no sé cuánto tiempo más pueda se-
paranoico, le atormentaba la idea racional, Ignacio se sumió profun-
que Sofía estaba diciendo. De re- guir así, creo que no es saludable.
de perderla a tal grado que lo hizo. damente en una longeva depresión.
pente, reaccionó. —¿Qué no es saludable? —pre-
Fernanda decidió pasar toda la fies- Fue Sofía Ricciardi, quien poco a
—Voy al baño, ahorita regreso — guntó consternada Sofía.
ta con el amiguito para demostrar- poco se preocupó en su buena vo-
dijo Sofía. —Me gustas, desde hace tiempo
le a Nacho lo que en realidad era luntad, por sacar a Ignacio adelan-
Era la oportunidad de Ignacio, me siento atraído por ti, no sabía
ignorarlo por estar con el imbécil. te, porque creía que él era una bue-
sabía que no debía posponer su cómo decírtelo o cómo reacciona-
A Ignacio, más que servirle de es- na persona que no merecía tanto
confesión ni un minuto más, debía rías, pero me gustas y no sé cómo
carmiento, lo llevó a su perdición, sufrimiento. Era esa misma Sofía
actuar en cuanto Ricciardi re- seguir siendo tu amigo sin antes

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decirte esto que siento. sin embargo, continuó respondien- siempre estoy ahí para ella y es- de Jack Daniels y drogas. Su men-
Sofía plasmó la mirada en la mesa do, desesperanzado. cucho sus problemas. ¿Por qué no te se centró en los fracasos: cómo
durante varios segundo. Definiti- —Pues ya sabes, siempre has estado lo aprecia? ¿Acaso solo busca estar odiaba su trabajo a pesar de que le
vamente no era el tipo de augurio ahí para mí y bueno, además creo con imbéciles como sus exnovios? iba muy bien; cómo había hecho el
que confortaría a alguien en esa que eres hermosa, simpática… Terminaron de comer en silencio, ridículo frente a Sofía, reclamán-
situación, dio un gran suspiro y —Yo siempre voy a estar ahí para sumamente incómodos. Inten- dose por haber sido tan incrédulo;
dijo: ti, pero, simplemente no te veo así, taron, sin éxito, ignorar lo recién pero, sobre todo, cómo había arrui-
—¿Desde cuándo? ¿Por qué no me eres como mi hermano —dijo Sofía, suscitado y abordar otros temas nado su oportunidad con el posible
habías dicho? No… no me lo es- dilapidando el sistema nervioso de irrelevantes. Nacho sentía náuseas amor de su vida, María Fernanda,
peraba. Ignacio. hacía sí mismo, solo quería llegar la única persona que podría llegar

CUENTO
CUENTO

—Ya tiene un rato, pero te digo, no —Está bien —contestó Nacho, —lo a casa. Pagó la costosa cuenta, in- a quererlo con todos sus defectos.
sabía cómo decírtelo. entiendo. cluyendo los gastos de la argentina En otras palabras, Ignacio se dio
—Es que no entiendo, ¿por qué? Aunque la verdad, Nacho no lo y se fue. cuenta de que no tenía una moti-
El ánimo de Nacho decaía con cada entendía. Se realizaba los mismos Al llegar a casa, Nacho confrontó su vación para seguir adelante. Su
pregunta, pues sabía que tantas cuestionamientos que todo hom- fracaso como mejor sabía hacerlo: vida era un completo fracaso, un
preguntas no eran sinónimos de bre fracasado se hace antes esta se quedó en calzoncillos, puso un chiste enfermo.
que el sentimiento fuera recíproco; situación: ¿Por qué no le gusto? Si disco de Pink Floyd a todo vol- Se paró y se dirigió a su recámara,
umen, se sirvió un vaso de whisky donde guardaba una 45mm que su
casi al borde, y encendió un porro padre le había dejado hace muchos
al mismo tiempo que buscaba por- años, y que él nunca había consi-
nografía en su laptop. Su comporta- derado utilizar. Regresó a la sala
miento era como el de un autóma- y terminó su trago de sopetón.
ta deprimido, probablemente hizo “Comfortably Numb” estaba en
más cosas al llegar a su casa, sin la mejor parte, en el clímax del se-
embargo no tomaba conciencia de gundo solo de guitarra, una de las
la mayoría. obras maestras de Gilmour.
En algún punto sus pensamien- Tenía el revólver apuntado con-
tos se distanciaron de los solos de tra la sien. Las lágrimas se desli-
guitarra de David Gilmour y de su zaban una a una por sus mejillas,
precario estado bajo la influencia sentía como todo le temblaba: “per-

52 53
dóname” seguía repitiendo. Estaba listo para mandar todo al infierno. De La vida no solo termina de forma abrupta, incluso para los que sí come-
repente, alguien llamó a la puerta: “Domino’s Pizza” ten suicidio, siempre hay un funeral después, una segunda vida depen-
En su alienación y actitud de sonámbulo, Ignacio había olvidado que al diendo de nuestras creencias. No existen los finales cerrados, pero sí la
llegar a su casa había pedido una pizza, sabía que fumarse el porro le ge- pizza.
neraría un hambre monstruosa. Ignacio Pérez Martinez no renunció al suicidio solo por una vulgar (aun-
—Domino´s Pizza —repitió el repartidor del otro lado de la puerta. que deliciosa) pizza, sino porque entendió que la vida es un jodido chiste
Después de unos minutos, y justo cuando el repartidor estaba a punto de sin sentido. Una voluntad externa a todos nosotros que se ríe a carcajadas
irse, Ignacio abrió la puerta un tanto desconcertado, todavía en calzonci- cada vez que fracasamos. Y entendió también que la felicidad no es algo
llos. a lo que se llega, sino pequeños instantes que nos dan la posibilidad de
—Domino´s Pizza —dijo el repartidor, encabronado, por vigésima sexta reirnos nosotros también de la vida: manejar un Camaro, reírse de los

CUENTO
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vez. estúpidos infomerciales, y exigir nuestras pizzas antes de 30 minutos.


Ignacio ni siquiera preguntó cuánto era, le entregó un billete de 500 pesos,
le pidió perdón por la tardanza y le cerró la puerta en la cara. En serio
tenía hambre y la pizza olía demasiado bien. Era la favorita de Ignacio:
mitad pepperoni, mitad tres quesos.
Nacho se dijo a sí mismo, de forma más serena, que comería la pizza y
luego decidiría qué hacer con su vida. Después de todo, en serio tenía mu-
cha hambre. Se sentía agotado por la combinación del alcohol con la ma-
rihuana. También estaba cansado de llorar como un bebé. Por otra parte
el disco de Pink Floyd estaba por terminar, y tenía años que no escuchaba
uno de sus discos favortios de principio a fin.
Decidió guardar el revólver y encender la televisión, era la hora donde la
mayoría de los canales solo trasmiten estúpidos infomerciales, donde se
intentan vender soluciones a problemas que en realidad no existen. Igna-
cio seguía un poco ebrio y sonrió ante la estupidez ajena. Teminó de co-
mer la pizza gustosamente y se fue a dormir.
Ya sé, ya sé que esto podría parecer un final absurdo para esta historia,
que las buenas historias concretan sus finales y que probablemente soy un
maldito arrogante por contar una historia como esta. Sin embargo, así es
la vida.

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Recuerdo que su cumpleaños era una semana
Pay de durazno antes que el mío, la abuela siempre lo decía JAIME ESCOBAR
y siempre me traía un pedazo de pay de du- IBARROLA

Jaime Escobar Ibarrola razno de su fiesta. Una rebanada de ese pay


de durazno era lo primero que mi abuela me
daba de cumpleaños.
Yo no era el único que disfrutaba tanto de ese
pay. Casualmente Ethel era abuela de un hom-
bre muy temido y poderoso, Raymond Dartell,
mano derecha del jefe de la mafia napolitana

CUENTO
CUENTO

de la ciudad. Cada año Raymond compraba


3 de febrero de 1995. Estudia
un pay de durazno para el cumpleaños de su
en la Universidad Panameri-
abuela, en una pequeña panadería de la calle
cana la licenciatura de Comuni-
58, manejada por una humilde familia israelí.
cación y está muy interesado en
Como era habitual, Raymond subió a su Gran
la creación de contenidos para
Marquis 84’, se dirigió hacia la panadería is-
guiones cinematográficos. Está
raelí y compró el majestuoso pay. El reloj
envuelto en el mundo mediáti-
apuntaba al cuarto para las ocho cuando Dar-
co de la información con la fi-
Son las cinco en punto de una mañana fría en el sur de Boston, despier- tell se dirigió al cuartel de operaciones de los
nalidad de poder transmitir sus
to con la desgraciada alarma que suena como un saco lleno de gatos en napolitanos, justo después de ir por el pay de
ideas al público de una manera
celo. Decido no dormir cinco minutos más, gracias a que recientemente su abuela. Salió de su auto, metió el pay en la
creativa.
en un artículo de internet aprendí que esta acción solo me hace sentir cajuela y entró al bar “La Nostra” de la calle
más cansancio. Bajo al baño preparado para la ducha mañanera que me 76. Al llegar, observó el rostro de su jefe (se
dará fuerza para despertar y espero y espero a que el agua se caliente. veía furioso), prendió su puro, ordenó un whisky en las rocas y revisó la
Mientras tanto, en estos dos minutos increíblemente prolongados, tra- bolsa de su saco en busca de antidepresivos. Después de su divorcio y las
to de quitar de mi encía ese miserable pedazo de palomita con el cual decenas de ejecuciones que su revólver había perpetrado, Dartell había
he peleado a morir desde anoche. La espera se vuelve interminable y la desarrollado una apasionada relación con la mezcla de antidepresivos y
batalla con el maíz exhaustiva, mi mente no lo soporta. En un punto de licor de malta, lo cual le causaban esporádicamente pérdidas de memoria.
desesperación recuerdo a la amiga de mi abuela, Ethel, esa señora que El jefe estaba preocupado por su guerra contra los colombianos. La noche
siempre tenía comida entre su dentadura. Hace mucho no veo a Ethel. anterior ellos habían robado un tráiler de cigarrillos, que los napolitanos

56 57
habían previsto robar desde se- quien perdió dos dedos en sus hu- ceremonial de los napolitanos para a pensar que él era quien estaba
manas atrás. Esto significaba que mildes comienzos en las plataneras deshacerse de los cuerpos), cuan- trabajando encubierto para los co-
alguien estaba trabajando con los de Colombia –por eso el apodo. do Franz recibió una llamada con lombianos. Raymond estaba per-
colombianos, el jefe dudaba de to- Raymond entró al coche, junto con órdenes del jefe de regresar al bar. diendo cantidades importantes de
dos, incluyendo a Raymond. Los sus inferiores en la jerarquía, Enzo Más tarde, Raymond despertó jun- sangre.
napolitanos estaban a punto de Romagnoli alias el “Cane Corso” to a un basurero cerca del estacio- Al borde de la muerte, Raymond
comenzar una guerra contra los (raza más sanguinaria de perros namiento de un supermercado. Se Dartell, recordó el pay de duraz-
colombianos por el control total de italianos) y Franz Fachetti (el italo encontraba al lado de los cuerpos no. Ese pay que estaba dentro del
Boston. germano), quienes eran respon- de Enzo y Fidel Echenique, cada Grand Marquis que Franz se había
uno con una bala entre las cejas. llevado. Recordó que en el super-

CUENTO
CUENTO

Él también estaba herido, una bala mercado vendían pays de duraz-


había atravesado su pecho sin per- no. Arrastrando las piernas logró
judicar ningún órgano vital, por lo entrar a la tienda y, con los últi-
que después del balazo, cayó des- mos suspiros que le quedaban, se
mayado y eso hizo creer a su ver- formó en la línea de pago después
dugo que había muerto como los de tomar un pay de una vitrina en
demás. la sección de repostería. Había una
La llamada del jefe a Franz había sola caja abierta. Raymond se en-
sido para pedir la ejecución de los contraba luchando contra las frías
tres. Él siguió la orden, les disparó caricias de la muerte, cuando la
mientras ellos estaban en el muelle mujer delante de él pidió una recar-
El día en que se desataría la iracun- sables de decenas de ejecuciones. encargándose de Fidel Echenique. ga para su celular –justo después
da tempestad del jefe de la mafia Pasadas las nueve y media, se di- Subió los cuerpos a la cajuela, los de que la señorita registrara las
napolitana, era desafortunada- rigían a matar al futuro descen- tiró en los basureros detrás del su- compras de su carrito. Raymond
mente el cumpleaños de su “Tita” diente y heredero del poder de la permercado cerca del muelle y se había preferido morir en el inten-
Ethel. El jefe pidió a Raymond familia colombiana de Boston. fue. to de hacer llegar el pay que tanto
encontrar y ejecutar a Fidel Ech- Después de varias horas de búsque- Los napolitanos respetan la amis- disfrutaba como regalo de cum-
enique, primogénito de Gustavo da, Raymond, Enzo, Franz y el jo- tad, pero el negocio es primero. El pleaños su abuela, a buscar ayuda
“18 dedos” Echenique –jefe de la ven Fidel Echenique se dirigían jefe quería a Raymond como un para salvar su vida. Raymond Dar-
familia colombiana de la ciudad–, al muelle de la ciudad (el lugar hermano, pero su paranoia lo llevó tell tiró el pay de durazno, la cajera

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CUENTO
CUENTO

interrumpió a la mujer cuando dictaba su número telefónico, y ambas


lo vieron morir. Esa tarde, en la fiesta de la “Tita” Ethel, toda la familia
comió del delicioso pay de durazno.
Raymond, en una de sus tantas pérdidas de memoria, olvidó que le había
pedido a Franz que entregara a su abuela el pay de durazno que estaba
en el Gran Marquis, en caso de no sobrevivir a la misión. Como buen ita-
https://issuu.com/zaguanliterario
lo-germano, Franz cumplió su promesa.
Finalmente, el agua se calentó. Entré a la regadera y me lavé los dientes
hasta que pude escupir ese desgraciado pedazo de maíz. La incomodidad
de la palomita desapareció, pero nunca olvidaré esa deliciosa rebanada
que mi abuela me daba en mi cumpleaños. Te extraño abuela, descansa Síguenos también en redes sociales
en paz.
ZaguanLiterario

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Subir al auto y comenzar la rutina universitaria, que acompaña lo que
Un día tan simple y cotidiano resta de la luna y la tranquilidad sin tránsito por la hora de salida.
Una ciudad callada a las seis de la mañana, que resulta hipócrita ante
Lesli Jiménez Espinosa la realidad de este país, y es que de mañana, la ciudad, está callada y en
orden, sin tanto idiota caminando, y no es que esté mal caminar, está mal
ser idiota, no parar el ruido ni un segundo y vivir desordenado. Esa es la
“Cada persona tiene pedacitos de dicha, algunos más inocuos hermosa Ciudad de México. Sí, la que tiene más de 100 museos, la que se
que violentos, más inocentes que perversos, o más ignorantes vuelve de colores por equidad de género, orientación y ocio, la que tiene
que instruidos, pero todos gozamos de un pedacito de dicha.” pobreza y delincuencia, esa donde la corrupción se vuelve impunidad,
donde algunos gozan y otros sufren y sí, también la que tiene contingen-
cia ambiental.

CRÓNICA
CRÓNICA

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Musicalizar el recorrido, con Suggar Minott y Gloria Trevi, animar el día propia, cutre pero la tiene, no es un lugar mágico ni transgresor, pero sin
que luce de pereza. El café ya cumplió su cometido, apenas llego a la es- él sería una joda recorrer la “preciosísima” Ciudad de México. Viajar con
cuela y ya estoy ansiosa de tomar clase, de anotar una concatenación de frescura, con independencia, y a pesar de venir muchos nadie interactúa
redundancias, de escuchar las opiniones vacías del profesor, de soportar con nadie (qué bueno); cada uno defiende su individualidad y su sentido
la realidad, y las inclemencias de un plan de estudios turbulento con un de extraño en el otro frente al otro por el otro.
personal caduco y retrógrado, pero nada cambia, todos cabizbajos, criti- Ay los vendedores...
can volteados pero no hacen nada. Al subir las escaleras la gente ya no trae prisa, viene tan lenta como una
En fin, la primera clase terminó, un cigarro -paradójicamente- se vuelve tortuga; no es que lleve prisa todo el tiempo, es que son flojos y len-
mi respiro. tos hasta para caminar, me nefastean, pero con el tiempo… Ay mexicano,
Comienza la clase y con actitud positiva decido entrar. El profesor, a- ¿qué nos has hecho creer que hemos hecho? ¿Por qué somos tan lentos y
mable y claro en su información, explica la clase a detalle, lo suficiente mediocres? Que cuando pedimos más nos malmiran como si careciéra-
para conocer el timo del 3x2, y cualquier concurso de marca que no es mos de cordura, ay mexicano, tú vienes sin dignidad, a creer comprarla
más que una promoción de ventas. Uff, 10:30, hora de irme, de fumar otro con dinero, poder e impunidad, o simplemente vivir sin ella y resignarte
cigarro y de irme, la escuela no me impacta, su gente no me impacta, solo a que no te pertenezca.
camino rápido hacia el Metro mientras escucho Disclosure: entrar, bajar Llega el vagón después de una larga espera, entro y cierro los ojos, ni por
rápido las escaleras, ver las típicas muestras vulgares de afecto -¿qué afán error quiero ver a mis acompañantes, no es lo mío. De pronto, escucho
de besarse, abrazarse y tocarse en un lugar público y sucio? Solo pienso a un joven ilustre de aproximadamente 16 años, riendo con su madre de
en el asco que me provoca y en no hacerlo jamás. Un Metro que tiene vida una extraña... ¿señorita? De señorita no tiene nada. Suspiro con lástima

CRÓNICA
CRÓNICA

y pienso “México, me da pena nuestra gente”, y es que el himen de otras


mujeres nos dotó de humor, porque el mexicano es chistoso, se burla
“hasta de la muerte...” Ay imbécil, el mexicano promedio es ignorante,
irrespetuoso, entrometido y además moralino, y por lo tanto no tiene
empacho de burla y su sentido del humor lo delata.
Sin ganas de ver bellezas griegas y escuchar eruditos, cierro los ojos y
subo el volumen de la música, France Gall me tranquiliza, hasta llegar a
mi estación de salida, me siento una triunfadora, camino rápido y llego
a casa, con una sonrisa me siento en el sillón, leo unas páginas de mi re-
vista favorita, abrazo a mi perrita Catalina y caliento agua para un té. No
hay más tranquilidad que esa. Un pedacito de dicha. Cada persona tiene
pedacitos de dicha, algunos más inocuos que violentos, más inocentes

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especial en dos secuencias de la cinta. Pongo otra película, mientras hago
LESLI JIMÉNEZ ESPINOSA
tarea de la UNAM, pues llevar dos licenciaturas simultáneas me satura
Ciudad de México. 14 de agosto de 1995. de trabajo. Mientras, sigue corriendo Tesis, de Alejandro Amenábar –es
Cursé la preparatoria en el Colegio Salesiano, donde gané el pri- de mis películas favoritas.
mer lugar en un concurso de poesía en quinto de prepa. Tiempo La noche comienza a caer, y con ella llegan mis ganas de dormir, de
después de terminar la prepa, gané un concurso en el Festival abandonar este día improductivo y de esmerarme en el día de mañana.
Internacional de Cine de la UNAM e ingresé a la Universidad

Autónoma de México a cursar la carrera de Sociología en Modalidad Abierta. Un semestre

más tarde ingresé a la Universidad Panamericana a estudiar la licenciatura en Comuni-

cación.

que perversos, o más ignorantes que instruidos, pero todos gozamos de


un pedacito de dicha.
El aire es fuerte, abre y cierra la puerta del balcón, agita la cortina como si
quisiera decir algo, y lo único que escucho es a la puerta golpear con una
mesa, anunciando un no sé qué. Me mantiene hipnotizada, cual síndrome
catatónico, hasta que de pronto se pierde la poesía, abro la puerta y le pon-
go una silla de frente –qué ruido tan castroso.

CRÓNICA
CRÓNICA

El calor es demasiado, es insufrible o por lo menos yo lo odio, lo mío no


es la playa, ni estar bronceada. Lo mío, lo mío, es el frío, pero entre la capa
rota, el deshielo de los polos, la irresponsabilidad humana y yo qué sé, el
calor está de infierno, me pongo una playera delgada de tirantes, un short
corto y unos tenis; salgo a hacer mis deberes. Dejo ropa en la tintorería,
pago el gas y el teléfono, llevo fruta y compro medicinas naturistas. Todo
caminando, buscando sombra, deteniéndome en el parque a fumar un
cigarro, a mirar a quien está ahí, y nada, nada rescatable.
Cansada como si hubiera corrido un maratón, acomodo los encargos y
reviso la tarea, pongo Bella de Día en la tele y comienzo con la tarea, tan
pronto la termino le cedo toda mi atención a la película, donde es inevitable
no darse cuenta de la evocación que hace Buñuel a Sade en esa película, en

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Cumpleaños número 20
Ximena Aguirre Rodríguez

“Un año más de vida intentando satisfacer lo que mi madre


espera de mí, lo que mis maestros esperan de mí, lo que mis
amigos esperan de mí, lo que la sociedad espera de mí.
”

Cumplo un año más de ser esclava. En realidad mi acta de nacimiento


dice que es mi cumpleaños número 20, y es cierto, cumplo 20 años de ser
esclava.
Por supuesto que de regalo de cumpleaños le pedí a mis padres el
iPhone 6; que aunque sé que no tienen con qué pagarlo, y en el fondo siem-
pre he preferido Samsung, no me importa; quiero el iPhone 6 porque todas
mis amigas lo tienen y qué oso ser la rara del grupo. Trato de fingir que es mejor de lo que esperaba y que me hizo muy feliz.
Dan las 12 a.m. del 10 de junio, mi celular con la pantalla estrellada comien- Otro año más con mi celular de 3 generaciones pasadas, otro año más en

CRÓNICA
CRÓNICA

za a vibrar. No sé por qué siento esa emoción al ver felicitaciones de per- que no formo parte de mi grupo de amigas.
7 a.m. Todos están de vaca-
sonas que no se han acordado de mí durante todo el año; felicitaciones de ciones pero yo me preparo para asistir a mi escuela. Estoy cursando la
personas que ni si quiera saben que mis padres se acaban de divorciar, que materia que no pude inscribir hace dos semestres porque se elevaba de-
trabajo como becaria por las tardes o que mi postre favorito es el helado. masiado mi colegiatura. Total flojera. 9 a.m. Llego a mi clase. Nada fuera
Me hago la interesante y decido contestarles después.
6 a.m. y mi madre de lo común. El profesor da su cátedra como siempre, la mitad de los
entra a mi cuarto junto con mi hermana, sosteniendo un “Gansito” y una alumnos fingen poner atención y el resto cínicamente buscamos alguna
velita prendida; ambas sonrientes cantando las mañanitas.
Nunca he en- distracción.
Entro a Facebook esperando un alto número de felicitaciones
tendido porqué se tiene esa costumbre, que todos te canten una canción en mi muro. Aparece en mi pantalla Alejandra y su mejor amiga lucien-
pasada de moda; estoy segura que nadie entiende el por qué se canta y do cuerpazo en Cancún; veo eso y me duele justo en la lonja. Ojalá algún
sólo provoca que la persona festejada (en este caso yo) se sienta suma- día pueda verme así.
mente incómoda; pero bueno, sonrío.
Mi madre me da una bolsa, supues- 11:30 a.m. Salgo de mi clase y en mi camino por la universidad mis com-
tamente es mi regalo. No puedo evitar una pequeña decepción al ver que pañeros pasan frente a mí y se siguen de largo.
2 p.m. Mi novio pasa por
es una blusa y no el iPhone 6 que pedí, y es que acaso ¿no me lo merezco? mí y definitivamente es la mejor parte del día. Me recibe con un ramo de

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mi flor favorita, 6 girasoles en su mano derecha. No cabe la emoción en Comienzo a contestar mis felicitaciones con tal de evadir la plática con
mí. Subo a su auto, me veo a través del retrovisor y aunque me acomodo mi madre y su novio. Se intenta hacer el simpático y yo sólo pido que esta
varias veces el pelo, sigo sin sentirme lo suficientemente bonita. Llegan- tortura acabe pronto.
10 p.m. Por fin en mi casa, por fin llego al lugar más
do al restaurante voy corriendo al sanitario para cubrir el barrito que me seguro del mundo: mi cuarto a puerta cerrada. Me recuesto y me doy
salió. Gracias vida, por darme de regalo de cumpleaños una imperfección cuenta que terminó el festejo. Terminé de festejar otro año de ser esclava.
más. Regreso a la mesa y me pido algo ligero aunque muera de hambre, Un año más de vida en la que trato de encajar en un grupo de amigas, un
pero si pido mi pasta favorita jamás podré lucir un cuerpazo como el de año más de vida que si salgo de casa sin maquillaje me siento horrible; un
Alejandra; o como el de todas. año más de vida siendo “gordita” a pesar que el doctor me dice que estoy
Mientras pienso en que ya debería ponerme a dieta, mi novio voltea y me en mi peso ideal; un año más de vida en el que no puedo ponerme una
dice que me veo especialmente bonita el día de hoy, pero no le creo, sé que mini falda aunque muera de calor para no parecer “zorra”; otro año de
sólo lo dice por compasión, porque es mi cumpleaños. vida sin usar sudadera y pants porque eso me convertiría en marimacha.
8 p.m. Llega la noche y mi madre pide ir a cenar conmigo, a pesar que Un año más de vida intentando satisfacer lo que mi madre espera de mí,
yo quería ir a un antro con mis amigas.
Lleva a su nueva pareja y en au- lo que mis maestros esperan de mí, lo que mis amigos esperan de mí, lo
tomático pienso ¿por qué ella sí puede traer a su novio y yo no? ¿no era yo que la sociedad espera de mí.
Hoy es 11 de abril y aún tengo 19 años.
la festejada? Pero bueno, sigo sonriendo.

CRÓNICA
CRÓNICA

XIMENA AGUIRRE RODRÍGUEZ

Ciudad de México. Tengo 19 años. Soy estudiante de comuni-

cación, becaria por las tardes y vicepresidenta del área de merca-

dotecnia de AIESEC en Universidad Panamericana. Decidí dedi-

car mi tiempo a estas actividades por la simple razón de que amo

a México, y es por esto que decidí formar parte del cambio. Quie-

ro ser una líder diferente a lo que se tiene acostumbrado. Quiero

elevar la calidad de los mensajes que se le comunican a mi gente y lo más importante, que

esto no se detenga ahí. Mi mayor objetivo es que esto se convierta en un efecto dominó en

el cual cada quien aferrándose a lo que ama hacer, impulse a quien esté junto a él para así

lograr un objetivo común.

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La llamada Un puente
Janice López Suárez Jaime Escobar Ibarrola

Llevaba todo el día esperando escuchar ese sonido tan simple, pero tan Llovío toda la noche. Siguió durante el día. Él la invitó a salir. La regresó
significativo para mí. Me dijo que me llamaría esa misma tarde, aunque a su casa pero el agua se interpuso entre el coche y la banqueta. Ella llegó
el sol ya se había ocultado y no recibía respuesta. De repente sucede, con los pies secos y él con una chamarra empapada.
suena el teléfono, y con una sonrisa asomándose en mi mejilla, sé que
conseguí el primer empleo.

Parto

MINIFICCIÓN
MINIFICCIÓN

María José Muñoz Navarro

El tiempo vuela, y más cuando estás saltando de un puente.

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Agosto 2016
Ciudad de México

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