estado mental, es una forma de respuesta personal a cualquier situación o experiencia. El origen de nuestras emociones está en nuestro (llamado) inconsciente o subconsciente, lugar en el que están almacenados todos los recuerdos, experiencias, creencias, tendencias y automatismos que regulan casi completamente nuestras vidas. ¿Cómo se acumularon estos elementos en nuestro subconsciente? Nuestro subconsciente es consecuencia de la asimilación de las emociones de las experiencias vivenciales: crianza, herencia, enfermedades, datos de infancia, traumas, rupturas emocionales, fracasos, creencias inducidas de diversas maneras, accidentes, experiencias desagradables, duplicación o imitación de comportamientos, gustos o vivencias de amigos, parientes u otros. En realidad, existen muchas maneras a través de las cuales nuestro subconsciente se llena de elementos indeseados, esta es nuestra constitución esencial. El 95% de nuestra realidad no está al alcance de nuestra percepción. Estamos a merced de las fuerzas subconscientes alojadas en lo más profundo de nuestra consciencia. Allí se encuentran las raíces de todos nuestros males físicos, mentales y espirituales. Es el origen de lo que desde la antigüedad se conoce como karma. El karma de cualquier tipo puede ser eliminado completamente. Las creencias, los estados emocionales negativos y algunos aparentemente positivos, son los únicos obstáculos a nuestra plenitud personal en cualquier área: sentimental, económica, académica, física, familiar, espiritual, y a la obtención de nuestras metas. Cuando se percibe una condición emocional, sensación física o mental, sentimiento, pensamiento, idea o creencia en relación a una situación o tema, se dice que hay carga. Es extraña a nuestra condición espiritual. Generalmente no estamos conscientes de ello, y si lo estamos no lo podemos controlar. Nos volvemos efectos, sufrimos las consecuencias. Características de las cargas emocionales Todo en el universo físico o material posee masa, peso y ubicación en el tiempo y en el espacio. Todo lo que se puede sentir o percibir posee masa, peso y ubicación en el tiempo y en el espacio. Podemos sentir una emoción, podemos pensar, podemos tener una idea. Todo ello pertenece al universo físico. Todo sentimiento, emoción, pensamiento o idea pertenecen al universo físico por lo tanto son extraños a nuestra realidad espiritual. El estado ideal es vivir en un estado libre de ellos o de las causas que los originan. Al disolverlos, soltarlos o dejarlos ir, estos son reemplazados inmediatamente por paz, prosperidad, felicidad, rejuvenecimiento, salud física y mental, libertad de problemas, serenidad y armonía, complimiento de los deseos, entre otras cosas. Recalcando: El inconsciente es el hogar o depósito de las cargas emocionales, son la fuente de todo sufrimiento. Antiguamente se les llamaba karma. Al eliminarlos, disolverlos o dejarlos ir eliminamos el karma de raíz, tomamos el control absoluto de nuestras vidas. Formación y orígenes de las cargas emocionales Herencia: Se considera que la herencia es un medio primordial en la transmisión de las cargas emocionales o a la predisposición hacia ellas de una manera específica. Embarazo: Durante el embarazo podrían producirse hechos especiales que cargaría de elementos emocionales potenciales al feto, estas luego se activarían de manera fisiológica, activando circunstancias físicas patológicas o estados emocionales inadecuados. Discusiones, maltratos psíquicos y físicos, alimentos tóxicos, enfermedades, etc. Pueden alterar el desarrollo normal y reflejarse en la niñez y adolescencia. Infancia: Los parámetros educativos familiares, los códigos y patrones de crianza de los infantes conforman el núcleo del aprendizaje y activación emocional futura de la persona. Se considera que los primeros 5 años son vitales en la formación de los condicionamientos emocionales, a través de los encargados de su crianza e interacción familiar continua. Compañías sociales, amistades: Durante las etapas siguientes de la vida la interacción social juega un papel importante para terminar el modelaje o la dramatización de los aspectos emocionales. Las amistades y las relaciones sociales continuas determinan su esta estabilización. Medios de comunicación: Los medios sociales informativos y de entretenimiento son constantes moduladores de los estados emocionales ya establecidos. Funcionan como elementos “gatillo”, dramatizadores o alimentadores de toda la carga emocional. Fármacos y químicos: Muchos fármacos psicotrópicos y químicos (alcoholes, drogas, alucinógenos, sedantes, estimulantes, analgésicos) al alterar el nivel de conciencia y percepción producen estimulaciones, dramatizaciones, oclusiones, empoderamientos de los estados emocionales. Alimentación, nutrición: El tipo de alimentación influye decisivamente en la manifestación de los estados emocionales, por cuanto la relación directa con la calidad del sistema nervioso a expensas de los elementos alimenticios producen a mediano plazo manifestaciones específicas y particulares de diversos estado emocionales que se traducen en una personalidad concreta. Esta última a su vez está basada en los cinco puntos primeros.