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EXPERIMENTACIÓN CON ANIMALES

NATHALIA MUÑOZ 20102005064

DANIEL TRESPALACIO 20141005087

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Catedra de contexto

Introducción

Cuando se habla de experimentación con animales, solemos asociarlas con ratones


blancos de laboratorio en la lucha contra enfermedades tales como el cáncer o el SIDA. Tal
asociación es producto de la publicidad. Millones de animales anualmente experimentan
un terrible sufrimiento en los laboratorios, pero esta cuestión es abordada por los
gobiernos y empresas de manera que los ciudadanos piensen que deben elegir entre la
vida de su hijo y la de un conejo

Estadísticas

Investigaciones recientes sugieren que más de 115 millones de vertebrados (más de 12


millones de ellos en la UE) podrían ser usados anualmente en experimentación en todo el
mundo. Se estima que los diez países que más usan animales en experimentos son
Estados Unidos, Japón, China, Australia, Francia, Canadá, Reino Unido, Alemania, Taiwán y
Brasil [1].

En España, según las estadísticas, cientos de miles de animales mueren cada año en
experimentos tras días, semanas, meses o incluso años de sufrimiento. Su número ha
aumentado más de un 51% desde el año 2005, llegando a 1,4 millones en 2010.

Investigaciones militares

Si en la industria civil y la investigación científico-médica es a veces difícil cuantificar el


número de animales utilizados, así como documentar su sufrimiento y las pruebas a que
son sometidos, en este campo, donde predomina el más absoluto secretismo, se hace
difícil siquiera imaginarlo. Son conocidos, no obstante, los experimentos con primates
sometidos a radiaciones, a los que, agonizantes, aún se les castigaba con fuertes descargas
eléctricas si no conseguían mantener el equilibrio (Singer 1999: 61ss). Otras pruebas
consisten en exponerlos a gases venenosos, provocarles enfermedades por
descompresión y producirles heridas de explosiones y quemaduras para evaluar nuevas
armas. El uso de animales en pruebas armamentísticas y de la industria militar supone en
nuestro país hasta 1/3 del total de los individuos usados en experimentación. En 2009 se
usaron medio millón de animales, solo en España, para aprender a matar, siendo sus
principales víctimas caballos, delfines, monos, perros, cerdos, etc.

Investigación biomédica

Históricamente se ha sobrevalorado el papel de los experimentos con animales en el


progreso médico.

Una de las pruebas más comunes, por ejemplo, en el ensayo de nuevos fármacos es el test
de toxicidad o Dosis Letal 50 (DL50). Esta prueba es obligatoriamente y únicamente
probada en animales. Es un indicador general de la toxicidad aguda de un principio activo,
y consiste en determinar la dosis de dicha sustancia que provoca la muerte de la mitad de
los animales en los que se realiza el ensayo, a fin de poder extrapolar la seguridad para su
uso en humanos.

Extrapolar los resultados de una especie a otra es peligroso y puede conllevar graves
errores, pues numerosas sustancias tienen efectos muy diferentes, e incluso contrarios, en
ciertas especies animales respecto al hombre (el ácido acetil salicílico, por ejemplo, resulta
mortal para los gatos). Anualmente se tienen que retirar del mercado cientos de
medicamentos -previamente probados en animales y considerados seguros- por haber
provocado reacciones adversas en los pacientes. Uno de los ejemplos más notables fue el
de la talidomida, probada exhaustivamente en hembras preñadas (perras, ratas, monas,
hámsters y gallinas) sin consecuencia alguna en los fetos. Tras su comercialización, miles
de niños nacieron con terribles deformidades en todo el mundo.

Mención aparte merece la manipulación genética para la creación de animales


transgénicos. Es el campo más creciente en la experimentación animal, y su fin es crear
individuos-modelo con ciertas mutaciones, inmunodeficiencias o predisposición a
desarrollar patologías como el cáncer, Alzheimer y Parkinson, entre otras, a fin de estudiar
los mecanismos de desarrollo de dichas enfermedades y probar en ellos nuevas terapias.
Se pueden “crear” cientos de animales hasta conseguir un individuo transgénico con las
características deseadas, y algunos de ellos sufren efectos inesperados graves, incluso
mortales, como el desarrollo de tumores, defectos cerebrales, deformidades,
provocándoles un intenso sufrimiento.

Educación y formación

Los animales también son empleados como modelo experimental para la enseñanza
práctica de distintas asignaturas en Ciencias Biomédicas: Biología, Medicina, Veterinaria,
Farmacia, etc. Su uso se fundamenta en que los estudiantes puedan presenciar in vivo la
anatomía y los fenómenos fisiológicos que son explicados en las clases teóricas, siendo, en
la en la mayoría de los casos, prácticas muy crueles. En los últimos años los avances en
informática y tecnología de la imagen han permitido desarrollar numerosos métodos
alternativos en los que el uso de animales es completamente innecesario, tales como
modelos, maniquíes y simuladores mecánicos, películas y vídeos, simulaciones de
ordenador y sistemas de realidad virtual. Se han realizado diversos estudios comparativos
de la eficacia de los métodos alternativos con los métodos tradicionales y se ha observado
que en ninguno de los casos el uso de modelos alternativos disminuye el aprendizaje de
los estudiantes e incluso puede llegar a aumentar. De hecho, varias de las más
importantes universidades del mundo, incluyendo Harvard, Yale y Stanford han sustituido
la utilización de animales vivos en fisiología, farmacología y entrenamiento quirúrgico por
innovadores métodos de aprendizaje sin animales: observación directa de cirugía sobre
pacientes humanos, simuladores de pacientes, utilización de cadáveres donados,
sofisticados programas de ordenador, muñecos o modelos especiales para aprendizaje,
etc.

¿QUÉ SABEMOS SOBRE LA EXPERIMENTACIÓN CON


ANIMALES?

Es muy difícil obtener información relacionada con la experimentación animal. El


secretismo es total y supera al que pueda haber en cualquier otro ámbito de explotación
animal; por eso, la información que llega a la sociedad es escasa y parcial, ya que depende
de lo que los laboratorios, empresas y gobiernos quieran publicar. De vez en cuando,
investigaciones y grabaciones ocultas llevadas a cabo por activistas defensores de los
animales sacan a la luz lo que nadie más nos cuenta.

Los datos que aquí manejamos son, en general, los datos oficiales que los gobiernos
europeos presentan a la sociedad; más allá de la fiabilidad que tengan dichos datos, que
siempre tenderán a minimizar el problema, nos parece la forma de evitar acusaciones de
“inflar” cifras o “exagerar”.

ESPECISMO :discriminación contra quienes no están clasificados como pertenecientes a una o


más especies determinadas.

Si bien barajamos argumentos científicos, históricos y estadísticos en contra de la


experimentación con animales, creemos que la ética es la razón última para oponerse a la
misma. Es decir, que independientemente de que los experimentos fuesen útiles o
indispensables para contribuir al avance de la humanidad, nos opondríamos a ellos por
considerarlos una manifestación del especismo. Esto es, el no reconocimiento de los
derechos e intereses básicos de los individuos por una razón arbitraria: su pertenencia a
otra especie.

Bibliografía

[1] web oficial de la European Coalition to End Animal Experiments (ECEAE).

[2] http://www.acabemosconlaexperimentacionanimal.com/

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