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LAS PROPIEDADES PERIÓDICAS

Son propiedades que presentan los átomos de un elemento y que varían en la Tabla
Periódica siguiendo la periodicidad de los grupos y periodos de ésta. Por la
posición de un elemento podemos predecir qué valores tendrán dichas
propiedades, así como a través de ellas, el comportamiento químico del elemento
en cuestión. Tal y como hemos dicho, vamos a encontrar una periodicidad de esas
propiedades en la tabla. Esto supone, por ejemplo, que la variación de una de ellas
en los grupos o periodos va a responder a una regla general. El conocer estas reglas
de variación nos va a permitir conocer el comportamiento, desde un punto de vista
químico, de un elemento, ya que dicho comportamiento, depende en gran manera
de sus propiedades periódicas.

Propiedades más importantes

Hay un gran número de propiedades periódicas. Entre las más


importantes destacaríamos:

 Estructura electrónica
 Radio atómico
 Volumen atómico
 Potencial de ionización
 Afinidad electrónica
 Electronegatividad:
 Carácter metálico
 Valencia iónica
 Valencia covalente
 Radio iónico
 Radio covalente

 Radio atómico

Podemos definir un radio atómico con base en las distancias que separan a los
núcleos de los átomos cuando están unidos químicamente. Esa distancia, llamada
radio atómico de enlace, es más corta que el radio de no enlace. Los modelos de
espacio ocupado, usan los radios de no enlace (también llamados radios de van der
Waals) para determinar los tamaños de los átomos. Los radios atómicos de enlace
(también llamados radios covalentes) se usan para determinar las distancias entre
sus centros.

 Volumen atómico

El volumen atómico se define como la masa molecular dividida por la densidad y se


suele expresar en cm3/mol. Es fácil:
V=M/d (g/mol : g/cm3= cm3/mol)

En el caso de sustancias gaseosas se toma la densidad y el punto de ebullición ya


que la densidad de un gas cambia mucho con la temperatura. En realidad, el
volumen atómico representa el volumen de una mol de átomos del mismo elemento.
La variación en la Tabla Periódica es similar a la del radio atómico, y las razones
son las mismas que para el caso del radio atómico, por ello no nos extenderemos
más.

 Potencial de ionización

Se define el potencial de ionización como la energía que debemos suministrar a un


átomo para arrancarle un electrón. Esquemáticamente, para un átomo A cualquiera,
podemos escribir:

A + PI = A+ + e-

donde PI representaría la energía a suministrar. El potencial de ionización nos mide


la "facilidad" con la que un átomo neutro se puede convertir en un ión positivo
(catión). En teoría, el proceso puede repetirse y las cantidades de energía
necesarias se llamarían segundo potencial de ionización, tercer... etc.

La energía que habrá que suministrar al electrón para que pueda escapar del átomo
tendrá que ver con la mayor o menor fuerza con la que es atraído por el núcleo y
repelido por los otros electrones, y esta a su vez depende del número de protones
(Z) y de la repulsión de los otros electores sobre el que se va a arrancar. En
definitiva, volvemos a lo mismo: al efecto pantalla.

 Electroafinidad (afinidad electrónica)

La electroafinidad o afinidad electrónica se define como la energía desprendida en


el proceso mediante el cual un átomo captura un electrón, convirtiéndose en un ion
negativo (anión). Podríamos representar el proceso mediante la ecuación:

A + e- = A- + Ea

siendo Ea la electroafinidad. El proceso es justamente el contrario al que vimos en


el caso del potencial de ionización. Este último era un proceso endotérmico
(consume energía), por el contrario, el proceso que nos ocupa sería exotérmico
(desprende energía) y por tanto, según el principio de mínima energía, cuanto mayor
sea la energía desprendida, más estable será el producto (ion) formado. En
definitiva, a mayor electroafinidad, mayor tendencia a formar iones negativos

Para comprender la variación en la Tabla Periódica, debemos hacer el razonamiento


contrario al que hicimos en el caso del potencial de ionización, cuanto menor es el
efecto pantalla, mayor será la repulsión sufrida por el nuevo electrón y viceversa.
Por tanto, está claro que la electroafinidad disminuye al bajar en un grupo y aumenta
a lo largo de un periodo.

Según esto, los elementos que presentan mayor tendencia a formar iones negativos
estarán situados arriba y a la derecha de la Tabla Periódica.

 Electronegatividad

La electronegatividad se define como una propiedad que nos mide la atracción que
ejerce un átomo sobre los electrones del enlace. Es, por tanto, una propiedad que
no se refiere al átomo aislado, sino al átomo enlazado y más concretamente, cuando
está enlazado de manera covalente (compartiendo electrones con otro). Es claro
que aquellos átomos que tienen tendencia a capturar electrones (electroafinidades
altas) y poca tendencia a formar iones positivos (potenciales de ionización altos)
serán más electronegativos. Por eso, en 1930, Mulliken estableció una fórmula para
calcular la electronegatividad relacionada con los valores de la electroafinidad y del
potencial de ionización. La fórmula es:

En=(PI+Ea)/2

La variación de la electronegatividad estará de acuerdo a como lo hacen el potencial


de ionización y la electroafinidad. A medida que bajamos en un grupo disminuyen
el PI y la Ea y por tanto disminuye la electronegatividad. Por el contrario, cuando
avanzamos en el periodo tanto el PI como la Ea aumentan, por tanto, la
electronegatividad aumentará.

 Valencia iónica

La valencia iónica es la valencia que presenta un elemento cuando forma un


compuesto iónico. En un compuesto iónico los átomos están en forma iónica y en
su conjunto, la sustancia tiene que ser neutra, con lo que la suma de las cargas
positivas y negativas debe ser cero, por eso las cargas de los iones y las
proporciones de éstos deben estar en consonancia con la regla que hemos dado de
neutralidad. La valencia iónica coincide en valor absoluto con la carga del ion.

 Valencia covalente

La valencia covalente es la valencia con la que actúa un elemento en un compuesto


de tipo covalente. El enlace covalente se forma cuando los dos átomos implicados
(elementos no metálicos) comparten electrones. Al compartir electrones los átomos
consiguen mayor estabilidad que cuando están aislados, por tanto, buscarán tener
la configuración electrónica lo más estable posible, esto es, la de un gas noble. La
discusión completa se sale de los objetivos de este capítulo y es mejor reservarla
para el capítulo que destinaremos al enlace.
Fisión

La fisión nuclear se trata de una reacción en la cual un núcleo pesado, al ser


bombardeado con neutrones, se convierte en inestable y se descompone en dos
núcleos, cuyas masas son del mismo orden de magnitud, y cuya suma es
ligeramente inferior a la masa del núcleo pesado, lo que origina un gran
desprendimiento de energía y la emisión de dos o tres neutrones.

Estos neutrones, a su vez, pueden ocasionar más fisiones al interaccionar con otros
núcleos fisionables que emitirán nuevos neutrones, y así sucesivamente. Este
efecto multiplicador se conoce con el nombre de reacción en cadena. En una
pequeña fracción de tiempo, los núcleos fisionados liberan una energía un millón de
veces mayor que la obtenida, por ejemplo, en la reacción de combustión de un
combustible fósil.

Si se logra que solo uno de los neutrones liberados produzca una fisión posterior, el
número de fisiones que tienen lugar por unidad de tiempo es constante y la reacción
está controlada.

Fusión

La fusión nuclear es una reacción en la que dos núcleos muy ligeros se unen para
formar un núcleo estable más pesado, con una masa ligeramente inferior a la suma
de las masas de los núcleos iniciales. Este defecto de masa da lugar a un gran
desprendimiento de energía. La energía producida por el Sol tiene este origen.

Para que tenga lugar la fusión, los núcleos cargados positivamente deben
aproximarse venciendo las fuerzas electrostáticas de repulsión. En la Tierra, donde
no se puede alcanzar la gran presión que existe en el interior del Sol, la energía
necesaria para que los núcleos que reaccionan venzan las interacciones se puede
suministrar en forma de energía térmica o utilizando un acelerador de partículas.

Una reacción típica de fusión nuclear consiste en la combinación de dos isótopos


del hidrógeno, deuterio y tritio, para formar un átomo de helio más un neutrón.

Metales y no metales

Los elementos se pueden agrupar a grandes rasgos en las categorías de metales,


no metales y metaloides. Aproximadamente tres cuartas partes de los elementos
son metales, y están situados en las porciones izquierda y media de la tabla. Los no
metales se encuentran en la esquina superior derecha, y los metaloides están entre
los metales y los no metales. Cabe señalar que el hidrógeno, que se encuentra en
la esquina superior izquierda, es un no metal. Es por esta razón que separamos el
hidrógeno del resto de los elementos del grupo 1A.
Metales

La mayor parte de los elementos metálicos exhibe el lustre brillante que asociamos
con los metales. Los metales conducen el calor y la electricidad, son maleables (se
pueden golpear para formar láminas delgadas) y dúctiles (se pueden estirar para
formar alambre). Todos son sólidos a temperatura ambiente con excepción del
mercurio (punto de fusión __39ºC), que es un líquido. Dos metales se funden a
temperaturas un poco mayores que la ambiente: el cesio a 28.4ºC y el galio a
29.8ºC. En el otro extremo, muchos metales se funden a temperaturas muy altas.

Los metales tienden a tener energías de ionización bajas y por tanto tienden a
formar iones positivos con relativa facilidad. Por tanto, los metales se oxidan
(pierden electrones) cuando participan en reacciones químicas.

No metales

Los no metales varían considerablemente en su apariencia no son lustrosos y


generalmente son malos conductores del calor y la electricidad. Sus puntos de
fusión generalmente son más bajos que los de los metales (aunque el diamante,
una forma de carbono, funde a 3570ºC). Siete no metales existen en condiciones
ordinarias como moléculas diatómicas. Cinco de ellos son gases (H2, N2, O2, F2 y
Cl2), uno es líquido (Br2) y uno es un sólido volátil (I2). El resto de los no metales
son sólidos que pueden ser duros como el diamante o blandos como el azufre.
Debido a sus afinidades electrónicas, los no metales, al reaccionar con metales,
tienden a ganar electrones.

Los no metales generalmente ganan suficientes electrones para llenar su subcapa


p exterior por completo, a fin de alcanzar una configuración electrónica de gas noble.

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