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Teoría Sociológica Clásica

Docente: ​Marcelo Altomare


Auxiliar docente: ​Paula Quiroga
Clase Práctica-Max Weber

En primer lugar y antes de empezar con los textos, demos un pantallazo a algunos de los
conceptos fundamentales del autor.1 Siguiendo a Max Weber, debemos entender por dominación:
“la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos
específicos (o para toda clase de mandatos)”. En ese sentido, es importante recordar que Weber
diferencia la dominación del poder, este último se “ejerce" y será entendido por el autor como un
concepto amorfo y resulta insuficiente para explicar las relaciones sociales. La dominación debe
ser pensada en relación tanto a la autoridad como a la legitimidad. Así, la dominación se relaciona
con la probabilidad de obtener obediencia y también con las creencias sobre las que descansa la
legitimidad de tal autoridad. Para Weber, sólo es posible hablar de autoridad cuando existe un
mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, en ese
sentido, no hay autoridad sin obediencia. Por otra parte, la adhesión u obediencia no siempre
descansa en la creencia, sino que puede fingirse por individuos y grupos enteros por razones de
oportunidad, puede practicarse efectivamente por causa de intereses materiales propios, o
aceptarse como algo irremediable en virtud de debilidades individuales y/o necesidades.2
Toda dominación sobre una pluralidad de hombres, sobre todo en una sociedad de masas,
requiere de un ​cuadro administrativo -el sello de época de los Estados modernos son los cuadros
burocráticos-, es decir, que la probabilidad de encontrar obediencia se materializa en diferentes
administraciones. Cabe recordar que, para Weber, no toda dominación es legítima, como en los
regímenes de Estados autoritarios o cesarismos y que éstos, además, se contraponen en la teoría
weberiana a los Estados democráticos. En este punto, recordemos que toda construcción
conceptual o tipo ideal propuesto por el autor es una tipología que busca dar cuenta de la las
relaciones sociales mediante conceptualizaciones y, en ese sentido, es que en ​Economía y
sociedad​ Weber sostiene que existen tres tipos puros de dominación legítima:

I. De carácter racional: que descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas y de


los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad
legal).
II. De carácter tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones
que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para
ejercer la autoridad (autoridad tradicional).
III. De carácter carismático: que descansa en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo o
ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas (llamada) (autoridad
carismática).

Reinhard Bendix (1916 -1991, sociólogo alemán perseguido por el régimen nazi y radicado en
EE.UU), estudia categorías analíticas y conceptos fundamentales de Max Weber, tales como el
carisma, los modos de dominación, el Estado moderno, la racionalidad y la burocracia, entre otros.
En el apartado sobre “​La dominación legal…​” pone el foco en el estudio de las religiones y señala
que Weber propone, por decirlo así, una afinidad electiva entre; la institucionalización cristiana de
la igualdad3 y el crecimiento de una burguesía autónoma, la cual encuentra en el principio de

1
Los mismos se encuentran en una selección de páginas de la obra Economía y Sociedad en el Drive de la
Comisión (en la carpeta de bibliografía complementaria).
2
Pueden problematizarse aquí conceptos como el de clientelismo, el de masas disponibles, etc.
3
O sea, la máxima según la cual “todos somos iguales ante Dios.”
racionalidad jurídica de igualdad ante la ley su lugar ideal; siendo este principio legal el
fundamento de una dominación legal que reproduce de forma secular aquella máxima religiosa.
Este tipo de dominación racional legal descansa en la creencia que los “individuos libres”-
ciudadanos, depositan en las normas y las leyes- provenientes del orden jurídico del Derecho
occidental-; se trata de un tipo de dominación con un cuadro administrativo conformado por
funcionarios que poseen el saber técnico calificado y regido por la calculabilidad y los procesos
estandarizados de la burocracia.

El imperio del derecho se identifica con el control del gobierno por los representantes del pueblo, y
en consecuencia con la democracia. En cambio las decisiones judiciales y administrativas, fundadas
en precedentes, se identificaban con un gobierno de curiales y con los peligros del mando arbitrario.
(Bendix, pp.395-396)

Al pensar los Estados moderno donde rige el imperio del derecho y, por tanto, la administración
burocrática, Bendix, desde el marco weberiano, señala seis principios: i) la regularidad en el
manejo de asuntos oficiales ii) reglas estipuladas por la administración que ejercen los
funcionarios según: criterios impersonales, ejercicio de la autoridad necesaria y coacción
necesaria iii) jerarquía administrativa iv) separación entre interés personales y asuntos privados v)
los cargos públicos no son derechos de propiedad vi) la administración maneja de forma escrita
los asuntos oficiales. (Bendix, p. 397)

En este punto, remitámonos a la conceptualización tipoideal de dominación propuesta por Weber


y, pensando comparativamente, respondamos los siguientes interrogantes: ¿qué seis principios
podemos señalar como parte de la dominación tradicional? ¿Por qué para Weber la dominación
racional legal es superior? ¿Qué relación encuentran entre la afinidad electiva expuesta por
Bendix y las ideas marxianas que hemos debatido en clases?

En ​Parlamento y gobierno en una Alemania reorganizada (1918), una serie de artículos en los que
Weber alega por la parlamentarización del sistema político alemán, ​escribe:

Los partidos conservadores detentan en Prusia el monopolio de los cargos, y no pierden la


oportunidad de amedrentar al monarca con el fantasma de la "revolución" tan pronto se sienten
amenazados [...] Por su parte, los partidos que siempre se ven excluidos por aquéllos de los cargos
estatales buscan la forma de resarcirse en las administraciones municipales y en las cajas de
seguro de enfermedad, e igual que antes la socialdemocracia, practican una política hostil al Estado
y ajena a sus intereses. ​p 296

De este modo, para Weber, tanto los notables que participan en política, como aquellos políticos
que participan de la lucha por el poder motivados por sus propios intereses egoístas4, presentan
sus propios “intereses ladinos” como intereses de la corte o la democracia, y garantizan así un
orden social regido por los patronazgos, la demagogia y los cacicazgos, y que el pensador alemán
asocia con la plutocracia, los cesarismo o directamente con los Estados autoritarios, según el
caso.

Pues no es un Parlamento que hable, sino uno que trabaje, el único que puede servir de humus en
que crezcan y prosperen por la vía de la selección auténticos talentos dirigentes políticos, y no
puramente demagógicos. Ahora bien: un Parlamento que trabaja es un Parlamento que interviene
en el control permanente de la administración. Así sucedía en nuestro país antes de la guerra.
Después de ella habrá que reformar el Parlamento en ese sentido o tendremos la misma miseria de
antes.p 305

4
​Aquellos que están lejos de ser líderes natos o políticos de vocación
Weber expone en esta compilación de ​escritos políticos de 1918, argumentos que señalan el
doble carácter de la burocracia. También, en ​Política y Ciencia ​(1919), vuelve a enfocarse en el
tipo de liderazgo y de administración que harían posible no caer en la riesgosa burocratización; en
ese sentido señalará al saber calificado, la pasión, la vocación, la responsabilidad y la convicción,
son características que han de tener, en diferente medida, tanto el funcionario como el científico y
el político para que la dominación racional se ejerza realmente con arreglo a reglas y garantice,
entre otras cosas, la nivelación de las diferencias económicas y sociales, el barrimiento de los
privilegios, etc. (Bendix, p.41)

Aquí, podemos referirnos a las siguientes preguntas a modo de temáticas para seguir indagando
en las aportaciones de Max Weber ¿cuál es el peligro de la burocratización? ¿Qué tipo de
características debería tener un Parlamento moderno? ¿Qué características distinguen a un
funcionario de un político en un tipo de dominación racional legal de tipo democrático? ¿Qué
debemos entender por madurez política?

Bibliografía

Bendix, Reinhard, Max Weber, Amorrortu, Buenos Aires, 1979. Capítulo 13. La dominación legal
(continuación): el estado moderno y la lucha por el poder (pp. 391-402, 409-427).

Weber, Max (1905). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. En: Max Weber. Obras
selectas. Buenos Aires. Distal. 2010

Weber, Max. (1918). Parlamento y gobierno en una Alemania unificada. Una crítica política de la
burocracia y de los partidos. En: Max Weber. Obras selectas. Buenos Aires. Distal. 2010

Weber, Max (1919). Política y ciencia. En: Max Weber. Obras selectas. Buenos Aires. Distal. 2010

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