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La atmósfera de los espacios intercelulares del parénquima lagunar del mesófilo foliar está
saturada de vapor de agua, mientras que el aire exterior rara vez lo está, por lo que el vapor
de agua se mueve desde el interior de la hoja al exterior siguiendo un gradiente de potencial
hídrico. Este proceso, denominado transpiración, es la fuerza motriz más importante para
el movimiento del agua a través de la planta.
DISPONIBILIDAD DE AGUA.
Límite superior (LS): Es un nivel de humedad que se consigue dejando drenar el agua del
suelo saturado. Este contenido de agua es la mayor cantidad de agua que el suelo puede
llegar a almacenar sin drenar. También se conoce como capacidad de campo (CC).
Límite inferior (LI): Si el suelo no recibe un nuevo aporte, la evaporación de agua desde
el suelo y la extracción por parte de las raíces hacen que el agua almacenada disminuya
hasta llegar a este nivel en el que las raíces no pueden extraer más cantidad. Aunque el
suelo aún contiene cierta cantidad de agua, las plantas no pueden utilizarla. Se conoce
también como punto de marchitez o punto de marchitamiento permanente.
Suelo seco: Situación en que los poros del suelo están totalmente llenos de aire.
Así pues, las plantas pueden extraer el agua del suelo desde el límite superior hasta el límite
inferior., que es lo que se conoce como Intervalo de Humedad Disponible (también
conocido como agua útil).
Crecimiento de raíces
Aireación del suelo
Deficiencia de O2 Afecta:
Afecta:
Cuando las sales solubles del suelo son excesivamente altas, las raíces son incapaces de
absorber agua y la planta se marchita. El problema se agudiza después de la aplicación de
fertilizantes, durante sequías o condiciones áridas. Si se permite que el suelo se seque
demasiado por algunas horas, también puede resultar en daños por sal.
Las plantas pueden recuperarse de daños por exceso de sal al reducirse las sales del suelo.
Esto puede ocurrir naturalmente después de una fuerte lluvia o provocarse artificialmente a
través del riego
El sistema radical o sistema radicular de la planta es el conjunto de raíces de una misma planta.
Según su origen y desarrollo se distinguen dos tipos de sistemas radiculares, los cuales están
asociados a grupos diferentes de plantas.
El sistema radical sirve para sujetar la planta al suelo y, sobre todo, para encontrar las
grandes cantidades de agua que la planta requiere.
El agua entra en la mayoría de las plantas por las raíces, especialmente por los pelos
radicales, situados unos milímetros por encima de la caliptra. Estos pelos, largos y
delgados poseen una elevada relación superficie/volumen y, pueden introducirse a través de
los poros del suelo de muy pequeño diámetro. Los pelos absorbentes incrementan de esta
manera la superficie de contacto entre la raíz y el suelo.
TRANSPIRACIÓN
La absorción de agua.
La absorción de agua consiste en su desplazamiento desde el suelo hasta la raíz, y es la primera etapa del
flujo hídrico en sistema continuo suelo-planta-atmósfera.
En una planta en crecimiento activo, existe una fase de agua líquida que se extiende desde la epidermis de la
raíz a las paredes celulares del parénquima foliar.
Se acepta, que el movimiento del agua desde el suelo al aire, a través de toda la planta, se puede explicar
sobre la base de la existencia de gradientes de potencial hídrico a lo largo de la vía. Se producirá de modo
espontáneo si en la raíz es menor que suelo.
La atmósfera de los espacios intercelulares del parénquima lagunar del mesófilo foliar está saturada de vapor
de agua, mientras que el aire exterior rara vez lo está, por lo que el vapor de agua se mueve desde el interior
de la hoja al exterior siguiendo un gradiente de potencial hídrico. Este proceso, denominado transpiración,
es la fuerza motriz más importante para el movimiento del agua a través de la planta.
La Transpiración.
Definición.
Se entiende por transpiración la pérdida de agua, en forma de vapor, a través de las distintas partes de la
planta, si bien se realiza fundamentalmente por las hojas.
La transpiración esta íntimamente relacionada con una función de vital importancia para el crecimiento de las
plantas, la fotosíntesis. La absorción de dióxido de carbono para la fotosíntesis y la pérdida de agua por
transpiración están inseparablemente enlazadas en la vida de las plantas verdes, y todas las condiciones que
favorecen la transpiración favorecen la fotosíntesis.
Los efectos de la aireación en el suelo son muy variados, pero al final todos redundan en el
crecimiento y sobrevivencia de los árboles y las plantas en general, la mayoría de las cuales
requiere de suelos bien aireados. Sin embargo, las plantas vasculares muestran un amplio rango
de tolerancia ante la falta de O2 o el exceso de CO2.(Donoso 1997)
Las raíces pueden soportar niveles de O2 hasta de 2% sin sufrir mayores daños. Bajo éstos
niveles, especialmente si se mantienen durante largo tiempo, la falta de O2, , produce daños
importantes (Lutz y Chandier, 1959).
La mala aireación de los suelos afecta al crecimiento de los árboles al disminuir detener la tasa
de descomposición de la materia orgánica, y al disminuir la respiración d. las raíces. Cuando
disminuye la descomposición de la materia orgánica, el nitrógeno tiende a fijarse en ella y se
producen y acumulan bicarbonatos de Fe y Mn, compuestos ri nitrógeno y azufre (HgS) en
concentraciones tóxicas (Kramer y Kozíowski, 1960; Dauben mire, 1974).
Las disminución en la absorción de nutrientes por las raíces se debe a que el daño producido por
la falta de aireación disminuye la formación de nuevas raíces, lo cual naturalmente disminuye, a
su vez, la superficie de absorción de nutriente.
Diariamente, los estomas de plantas bien regadas se abren poco después del amanecer y
el aumento de la demanda evaporativa crea los gradientes de concentración de vapor de
agua necesarios para que tenga lugar la transpiración (véase Capítulo 3). Ordinariamente,
a medida que aumenta la transpiración. la pérdida de agua excede la absorción (Fig. 4-
6).Ello es debido a que existe una resistencia considerable al flujo de agua desde el suelo
al xilema radical y. porotra parte, a que hay un volumen apreciablc de aguafácilmente
disponible en las células parenquimáticas turgentes de la hoja y del tallo que abastecen la
demanda transpiratoria.
A medida que se retira agua de las celulas del mesofilo durante la transpiracion,
disminuye el 4* foliar. Endias muy despejados, el potencial hidrico foliar muestrauna
variacion temporal similar al de la radiacion solar.
No obstante, el equilibrio entre la perdida transpiratoria de agua y su restauracion es
extraordinariamente dinamico,y pequenos cambios en las condiciones ambientales
pueden provocar grandes variaciones en el potencial foliar en solo unos minutos. Esto es
especialmente manifiesto en dias parcialmente nubosos, con plantas que
se desarrollan en suelos muy humedos. Al pasar del solradiante a la sombra, la
temperatura de la hoja disminuye rapidamente debido al enfriamiento convectivo
ytranspiratorio. reduciendose, por tanto, el gradiente de concentracion de vapor de agua
entre la hoja y el aire
(ecuacion 3-2). La recuperacion al anochecer del potencial hidrico foliar en plantas bien
regadas sigue la reducción en la radiacion solar, pero el \ foliar puede presentar un
comportamiento ligeramente diferente al
de la manana debido a los mayores deficit de presion de vapor, caracteristicos del
anochecer.
Por lo general, la resistencia al flujo de agua es menorentre las celulas parenquimaticas y
las superficies evaporantes que a nivel de la absorcion en las raices.
Por tanto, la causa del retraso en la absorcion, en condicionesde buena disponibilidad de
agua, es la resistenciaelevada en las membranas de las celulas radicales.
En el caso de los arboles, una consecuencia del retraso cuando las tasas transpiratonas
son elevadas, el agua tiende a salir de las células situadas en las proximidades de la vía
principal hacia el xilema funcional. Esto provocauna reducción en el volumen de las
células «donantes », y los troncos se pueden encoger durante el día e hinchar durante la
noche a medida que las células serehidratan.
Una escasa aireación del suelo, especialmente cuando se combina con condiciones que
favorecen la transpiración, también puede provocar lesión por desecación.