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SALMO 129
Desde lo hondo a ti grito, Señor; señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi
súplica mi alma espera en el Señor, mi alma espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, porque
en él está la salvación.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿Quién podrá resistir?, pero de ti procede el perdón, y así
infundes respeto.
Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el
centinela la aurora.
Porque del Señor viene la misericordia y la redención copiosa; y él redimirá a Israel. De todos sus
delitos.
Perdónanos nuestras culpas, Señor pedimos perdón. Sí también al hermano le damos nuestro perdón. Dijiste
Señor que nuestro padre perdona nuestras deudas con amor si damos nosotros al hermano la mano
otorgándole el perdón. Ahora Señor perdón pedimos sabemos de tu grande compasión y damos a quien nos
ha ofendido la mano otorgándole el perdón . Dijiste, que al más pequeño tratemos sabiendo que eres
tú. Que el pobre, el desnudo y el hambriento son seres en los que vives tú. Sabemos, Señor , que
te ofendimos. Negándole al hermano nuestro amor, por eso, Señor, perdón pedimos: queremos
un nuevo corazón.
EN LA CRUZ
En la cruz salvas Señor, en la cruz, en el dolor. Por la cruz vas a la luz, en la cruz tu estás,
Jesús.
Nosotros los cristianos, lo sabemos, que quisiste morir por salvarnos y con mucha frecuencia
olvidamos que antes de la gloria tú nos das la cruz.
Te ves muy bien allí crucificado, y nosotros muy buenos espectadores pero cuando se trata de
imitarte, entonces resistimos a tomar la cruz.
Por eso tienes pocos seguidores, y por eso tantos mediocres; cristianos que a sufrir tenemos miedo,
ayúdenos tu ejemplo, a tomar la cruz.
Tú espíritu de amor, nos dé la fuerza, y tu Madre valiente como nadie; apóstoles de amor
sacrificado queremos ser contigo y aceptar tu cruz
SALMO PENITENCIAL
Muy grande, Señor, es mi pecado, pero mayor es tu bondad; Sí: mucho mayor es tu bondad.
Reconozco que pecando te he ofendido, perdona, Dios mío mi maldad, Señor, escucha mi voz,
Señor, escucha mi oración.
Con confianza me acerco a tu altar acepta mis preces con bondad, tú eres mi gozo, Señor, la fuente
de mi juventud
SÍ, ME LEVANTARÉ
Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.
A ti, Señor, elevo mi alma, Tú eres mi Dios y Salvador. Mira mi angustia, mira mi pena, dame la
gracia de tu perdón. Mi corazón busca tu rostro; oye mi voz, Señor, ten piedad. A ti, Señor, te invoco
y te llamo: Tú eres mi Roca, oye mi voz. No pongas fin a tu ternura, haz que me guarde siempre tu
amor. Sana mi alma y mi corazón, porque pequé, Señor, contra Ti. Piedad de mí, oh Dios de ternura,
lava mis culpas, oh Salvador. Tu sabes bien, Señor, mis pecados: ante tus ojos todos están. Como el
vigía espera la aurora así mi alma espera al Señor. Vuelve, Señor, vuelve a nosotros. Somos tus hijos,
tennos piedad. Abre mis labios para cantarte, dame el gozar de la libertad. Feliz el hombre a quien
Dios perdona todas sus faltas, todo su error. Aunque mis padres me abandonaron me acogería
siempre mi Dios. Tú, mi alegría; Tú, mi refugio; todos los santos te cantarán. Mi corazón te canta y
exulta, te alabaré por la eternidad.
DAME TU PERDON
Ten piedad Dios mío, dame tu perdón. Soy un peregrino, soy un pecador, vengo arrepentido, ten
piedad, Señor, vuelve a mí tus ojos con amor.
Lejos de tu casa, de tu bendición, malgasté mi vida en la perdición. Roto y pobre vengo, ten
piedad,. Señor, vuelve a mí tus ojos con amor.
A tus puertas llamo, sé que me abrirás. Con los pecadores muestras tu bondad. A salvarnos vienes,
ten piedad Señor, vuelve a mí tus ojos, con amor.
OH CRUZ, TE ADORAMOS
Oh cruz, te adoramos, Oh cruz, te bendecimos, de ti viene la vida, de ti la salvación.
Oh, cruz fiel, el más noble de todo los árboles, ningún bosque ha producido jamás otro igual en
hojas, en flores, en fruto sin par.
Ensalcemos la gloria del triunfo en la lucha y cantemos la victoria de Cristo, el Señor; al mundo lo
salva con muerte de cruz.
De un árbol nos vino la muerte a los hombres, y de un árbol viene al mundo su salvación; la muerte
es vencida por Cristo en la cruz.
CAMINARÉ
Caminaré en presencia del Señor.
Amo al señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí, el día que lo
invoco.
Me envolvían redes de muerte, caí en tristeza y en angustia. Invoqué el nombre del Señor; “Señor,
salva mi vida”
El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo. El Señor guarda a los sencillos, estando yo
sin fuerzas me salvó.
Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo; arrancó mi alma de la muerte, mis
ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
MI VIDA ES ENCRUCIJADA
Mi vida es encrucijada, de cruces y de dolores, de sombras y sufrimientos, de dudas y de
temores. Y hoy, Señor, vengo a ofrecerte: mis penas y mi agonía porque todo forma parte,
parte de la vida mía.
La cruz de mis sinsabores, la cruz de mis sobresaltos, la cruz de mis decepciones y la cruz de mis
fracasos. La cruz de mis amarguras, la cruz de mis sufrimientos, la cruz de mis desengaños y la cruz
de mis tormentos.
La cruz de mi enfermedad, la cruz de mis desazones, la cruz de mi aburrimiento y la cruz de mis
dolores. La cruz de mi ancianidad, la cruz de mis soledades, la cruz de todas mis pena, y la cruz de
mis achaques.
PUEBLO MIO
Pueblo mío ¿qué te he hecho, en qué te he ofendido? ¡Respóndeme!
Yo te saqué de Egipto, tú preparaste una cruz para tu salvador.
Hagios o theos. Santo es Dios. Hagios is Chyros. Santo y fuerte. Hagios athanatos, eleison
himas, Santo e inmortal ten piedad de nosotros.
Pueblo mío ...
Yo te guié cuarenta años por el desierto, te alimenté con el maná te introduje en une tierra excelente
tu preparaste una cruz para tu salvador.
¿Qué más pude hacer por Ti? Yo te planté como viña mía, escogida y hermosa ¡Qué amarga te has
vuelto conmigo! Para mi sed me diste vinagre, con la lanza traspasaste el costado a tu salvador.
AMAR ES ENTREGARSE
Amar es entregarse, olvidándose de sí; buscando lo que al otro, pueda hacerle feliz.
Que lindo es vivir, para amar; que grande es tener, para dar. Dar alegría y felicidad, darse
uno mismo: eso es amar.
Si amas como a ti mismo, y te das a los demás; verás que no hay egoísmo, que no puedas superar
(bis)
CANTOS DE PASCUA
OH ALELUYA EL CRISTO VIVE
Oh aleluya el Cristo vive para siempre, aleluya(Bis)
Cristo pasó a su Padre el primero en llegar, el camino nos abrió y su cuerpo nos dejó, este manjar
¡Aleluya!
VENID A CELEBRAR
Venid a celebrar la pascua del Señor, la juventud eterna de su amor(Bis).
Venid a contemplar la luz de un nuevo sol, la paz podemos declarar el triunfo del amor. Hoy
resucitó, y la libertad salió de su prisión.
Venid a contemplar que todo está ya en flor, la primavera vuelve ya vestida de color. Hoy resucitó y
la libertad nos abre el corazón.
Venid a entonad una alegre canción. Con palmas y con fuerte voz a Cristo publicad. Hoy resucitó y
la libertad su vuelo ya emprendió.
NUESTRA PASCUA
Nuestra pascua inmolada, Aleluya, es Cristo el Señor, Aleluya. Aleluya, Aleluya.
¡ Pascua sagrada ! ¡ Oh fiesta de la luz ! Despierta, tu que duermes, y el Señor te alumbrará.
¡ Pascua sagrada ! ¡ Oh fiesta universal ! El mundo renovado canta un himno a su Señor.
¡ Pascua sagrada ! ¡ Victoria de la cruz ! La muerte derrotada, ha perdido su aguijón.
¡ Pascua sagrada ! ¡ Oh noche bautismal ! Del seno de las aguas renacemos al Señor.
¡ Pascua sagrada ! ¡ Eterna novedad ! Dejad el hombre viejo, revestíos del Señor.
¡ Pascua sagrada ! ¡ La sala del festín ! Se llena de invitados que celebran al Señor.
RESUCITÓ, ALELUYA
Resucitó, resucitó, resucitó; aleluya. Aleluya, aleluya, aleluya; resucitó.
La muerte ¿dónde está la muerte? ¿dónde está mi muerte ? ¿ dónde su victoria ?
Gracias sean dadas al Padre, que nos pasó a su reino, donde se vive de amor.
Alegría, alegría hermanos, que, si hoy nos queremos, es que resucitó.
Si con él morimos, con él vivimos, con él cantamos:
¡ Aleluya !
HIMNOS DE VICTORIA
( Federic Haendel )
¡ Himnos de victoria ! cantemos al señor, el cielo y la tierra: Cristo ya triunfó.
1. Triunfó del infierno, del mundo triunfó, salió de las sombras, claro, más que el sol.
2. Al sellar la losa el infiel rió de Jesús el triunfo en su confusión.
3. Dónde está tu reino, muerte ¿dónde estás?. ¿ Dónde está tu imperio, vencido Satán ?
4. Cristo con su diestra, ya lo desmembró: y al hombre de esclavo, le tornó señor.
YO LO RESUCITARÉ
Yo lo resucitaré ( 3 veces ) en el día final.
Yo soy el Pan de vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, el que viene a Mí no tendrá sed. Nadie
viene a Mí si mi Padre no lo llama.
El Pan que yo daré es mi Cuerpo, Vida del mundo, el que coma de mi carne, el que beba de mi
sangre, tiene ya la vida eterna.
Yo soy la Resurrección, el Camino y la Verdad, todo aquel de crea en Mí, aunque muera, tendrá
vida, porque tiene vida eterna.
Sí, Señor, yo creo que Tú eres el Hijo de Dios, que enviado por Tu Padre has venido al mundo para
darnos vida eterna.
EL SEÑOR HA RESUCITADO
El Señor ha resucitado y vive entre nosotros.
Cuando juntos pasamos amando a través del dolor y la muerte, y esperando con Dios encontrarnos,
es la Pascua de Cristo en la tierra.
Cuando alguien que pasa la vida empeñado en amar a los hombres, y al final se lo lleva la muerte. Es
la Pascua de Cristo en la tierra.
Cuando en Cuerpo de Cristo partido y su Sangre sagrada se vierte para hacerse alimento y bebida, es
la Pascua de Cristo en la tierra. JESUS, NUESTRA PASCUA
Jesús, nuestra Pascua por todos murió. Cantemos alegres que resucitó. (bis)
Pascua sagrada, oh fuente de alegría, despierta tú que duermes que el Señor resucitó. (bis) Pascua
sagrada, oh Pascua siempre nueva, dejad al hombre viejo, revestíos del Señor. (bis)
Pascua sagrada, Dios se hizo igual al hombre, nos habla por su Hijo que es maestro y salvador. (bis)
Pascua sagrada, oh fiesta del bautismo, nacidos por el agua, somos hijos del Señor. (bis)
Pascua sagrada , oh Pascua salvadora, al pueblo prisionero el Señor ya rescató. (bis) Pascua
sagrada, oh Pascua redentora, Jesús es el cordero que por todos se inmoló. (bis)
ALEGRÉMONOS, HERMANOS
Alegrémonos, hermanos, el Señor resucitó, aleluya. De la muerte nos salvó el amor de nuestro
Dios, aleluya.
Su palabra es la verdad, es la vida es el camino que nos guía. Aleluya. (bis)
Por senderos y caminos él sembraba su palabra, aleluya, y su amor fue la semilla que dio frutos de
esperanza, aleluya.
Cristo es sombra que protege, Cristo es casa que cobija, aleluya. Cristo es agua que refresca. Cristo
es pan que da la vida, aleluya.
El Señor es la esperanza del que no encuentra un camino, aleluya. El Señor es el amigo del que ya
no tiene amigos, aleluya.
El Señor está apoyando con su fuerza y su verdad, aleluya, los intentos de quien busca una nueva
humanidad, aleluya.
ENVÍA TU ESPÍRITU
Envía Señor, tu Espíritu, que renueve nuestros corazones.
Envíanos, Señor, tu luz y tu calor, que alumbre nuestros pasos, que encienda nuestro amor.
Envíanos tu Espíritu y un rayo de tu luz encienda nuestras vidas en llamas de virtud.
Envíanos, Señor, tu fuerza y tu valor, que libre nuestros miedos, que anime nuestro ardor; envíanos
tu Espíritu, impulso creador, que infunda en nuestras vidas la fuerza del amor.
Envíanos, Señor, la luz de tu verdad, que alumbre tantas sombras de nuestro caminar; envíanos tu
Espíritu, su don renovador, engendre nuevos hombres con nuevo corazón.
SIEMPRE ES PENTECOSTÉS
Cuando rezamos, cuando cantamos, cuando la fiesta es, un celebrar gozosos el día grande:
Pentecostés; cuando llevamos en nuestras manos un resplandor de luz, en nuestro pecho vive y
palpita el que murió en la cruz.
Cuando el Señor alienta en nosotros siempre es Pentecostés. Cuando el amor nos lanza a la
vida, siempre es Pentecostés.
Cuando queremos comprometernos en una misma fe, una tarea, un compromiso, siempre es
Pentecostés; cuando decimos sí a la Iglesia con plena lucidez, soplan de nuevo vientos del cielo,
porque es Pentecostés.
Cuando los hijos ya van creciendo y dicen que quieren ser miembros de Cristo y de su Iglesia,
siempre es Pentecostés. No nos separan lenguas ni razas, nuestra consigna es ser en el mundo un
testimonio porque es Pentecostés.
Cuando la fuerza que estaba oculta vence con su poder nuestros temores, nuestro egoísmo siempre
es Pentecostés; cuando aceptamos ser levadura y llama que quiere arder, nos vinculamos más a la
Iglesia porque es Pentecostés.
¡ TU REINARÁS !
¡Tu reinarás! este es el grito, que ardiente exhala nuestra fe, ¡Tu reinarás! ¡Oh Rey bendito! pues Tú
dijiste: ¡ Reinaré !
Reine Jesús por siempre, reine su corazón en nuestra patria, en nuestro suelo, que es de
María la nación.
¡Tu reinarás! dulce esperanza, que al alma llena de placer; habrá por fin paz y bonanza, felicidad
habrá doquier.
¡Tu reinarás! dichosa era, dichoso pueblo con tal Rey, será Tu cruz nuestra bandera, tu amor será la
única ley.
¡Tu reinarás! en este suelo, te prometemos nuestro amor. ¡ Oh Buen Jesús ! danos consuelo, en este
valle de dolor.
¡Tu reinarás! toda la vida, trabajaremos con gran fe, en realizar y ver cumplida la gran promesa:
¡ Reinaré !
EL PROFETA
Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre, antes que tu nacieras te conocía y te consagré.
Para ser mi profeta de las naciones yo te escogí, irás donde te envíe y lo que te mande proclamarás.
Tengo que gritar, tengo que arriesgar, ¡ Ay de mí si no lo hago ! Cómo escapar de Ti, como no
hablar si tu voz me quema dentro.
No temas arriesgarte porque contigo Yo estaré, no temas anunciarme porque en tu boca yo hablaré.
Te encargo hoy mi pueblo para arrancar y derribar; para edificar, destruirás y plantarás.
Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre, abandona tu casa porque la tierra gritando está.
Nada traigas contigo porque a tu lado Yo estaré, es hora de luchar, porque mi pueblo sufriendo está.
¡GRITA PROFETA!
Has recibido un destino de otra palabra más fuerte, es tu misión ser profeta, palabra de Dios
viviente. Tu irás llevando la luz en una entrega perenne, que tu voz es voz de Dios y la voz de Dios
no duerme.
Ve por el mundo, grita a la gente que el amor de Dios no acaba, ni la voz de Dios se pierde.
(bis)
Sigue tu rumbo profeta, sobre la arena caliente, sigue sembrando en el mundo que el fruto se hará
presente. No temas si nuestra fe, ante su voz se detiene, porque huimos del dolor y la voz de Dios
nos duele.
Sigue gritando profeta cantos de vida o de muerte, sigue anunciando a los hombres que el Reino de
Dios ya viene. No callarán esa voz y a nadie puedes temerle que tu voz viene de Dios y la voz de
Dios no muere.
TESTIGOS
Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva(Bis) Mil antorchas encendidas y una nueva
primavera(Bis)
Si la sal se vuelve sosa, ¿Quien podrá salar el mundo?(Bis) Nuestra vida es levadura, nuestro amor
será fecundo (Bis)
Siendo siempre tus testigos cumpliremos el destino(Bis) yo te ofrezco mi semilla y tu pones el
fermento(Bis).
Cuanto soy y cuanto tengo, la ilusión y el desaliento (bis) Yo te ofrezco mi semilla, y Tú pones el
fermento. (bis)
PUEBLO DE REYES
Pueblo de reyes, asamblea santa, Pueblo sacerdotal, Pueblo de Dios, ¡bendice a tu Señor!.
Te cantamos, oh Hijo amado del Padre, te alabamos eterna palabra salida de Dios. Te cantamos, oh Hijo de
la Virgen María, te alabamos, oh Cristo, nuestro hermano, nuestro salvador.
Te cantamos a Ti, Esplendor de la gloria, te alabamos, Estrella radiante que anuncias el día. Te cantamos, oh
Luz que iluminas nuestras sombras, te alabamos, Antorcha de la nueva Jerusalén.
Te cantamos, Mesías que anunciaron los profetas, te alabamos, oh Hijo de Abraham e Hijo de David. Te
cantamos, Mesías esperado por los pobres, te alabamos, oh Cristo, nuestro Rey de humilde corazón.
Te cantamos, Mediador entre Dios y los hombres, te alabamos oh Ruta viviente camino del cielo. Te
cantamos, Sacerdote de la nueva alianza, te alabamos, tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz.
Te cantamos, Cordero de la Pascua eterna, te alabamos, oh Víctima que borras nuestros pecados. Te
cantamos, oh templo de la nueva alianza, te alabamos, oh Piedra angular y Roca de Israel.
Te cantamos, Pastor que nos conduces al reino, te alabamos, reúne a tus ovejas en un redil. Te cantamos, oh
Cristo, manantial de la gracia, te alabamos, oh Fuente de agua viva que apaga nuestra sed.
Te cantamos, oh Viña plantada por el Padre, te alabamos, oh Viña fecunda, nosotros tus sarmientos. Te
cantamos, oh Cristo, maná verdadero, te alabamos, oh Pan de la Vida que el Padre nos da.
Te cantamos, Imagen del Dios invisible, te alabamos, oh Rey de justicia y Rey de paz. Te cantamos,
Primicias de aquellos que duermen, te alabam
os, a ti, el Viviente, principio y fin.
VOLVERÉ
Volveré, volveré, a la casa del Padre volveré, le diré, le diré: contra el cielo y contra Ti yo pequé.
De mi casa me fui un día destrozando la familia. ¡Yo pequé! Hoy me encuentro triste y roto yo no quiero
vivir solo. Volveré.
He pecado, Padre mío, no merezco ser tu hijo, ¡Vuelvo a ti! “Hijo mío yo te abrazo, te perdí, hoy te he
encontrado, ven a mí !
A ese hijo que ha llegado, yo no quiero por hermano ¡échale! “ Ese hijo y ese hermano, es mi hijo y es tu
hermano, alégrate”