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INTRODUCCION
En el presente trabajo nos es grato presentar
un resumen y análisis sobre la Cultura
Mochica, una cultura que demostró a través
de su cerámica, que resulto ser lo más
representativo en ellos, los diversas vivencias
de sus vidas, con una destreza que los hace
únicos y grandes maestros. Por otro lado los
mochica también fueron muy ingeniosos al
luchar contra la falta de agua, prueba de ello
es los diversos canales y acueductos que
construyeron con el fin de solucionar el
problema. Son estas algunas de las grandes
características mochicas que lo encumbran
como uno de los pueblos guerreros por
excelencia y más habilidosos en la creación
de cerámica, por lo que con mucho gusto
presentamos para su análisis

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CAPITULO I

I. MARCO HISTORICO NORMATIVO


TOPONÍMIA
El pueblo mochica, o moche, tomó su nombre del río peruano en cuyo
valle tuvo origen (Moche), en la zona septentrional de Perú.
ORIGEN:
Los elementos de las culturas
Cupisnique (“Chavín
Costeño”), Salinar, Vicús y
Virú se fundieron para formar
la gran cultura Moche en sus
primeras épocas. Luego de

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este largo proceso, apareció como una síntesis regional autónoma,
con mayores aportes tecnológicos e ideológicos que cualquier otra
cultura nor-costeña y andina. Inicialmente se pensó en Moche como
en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por
el desierto de Paiján dividió también las manifestaciones culturales de
los mochicas: Mochica del Norte y Mochica del Sur.
MOCHICAS NORTEÑOS Y MOCHICAS SUREÑOS
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la
división natural de la Costa Norte por el desierto de Paiján dividió
también las manifestaciones culturales de los mochicas: Mochica del
Norte y Mochica del Sur.
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus
tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas
del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no
existen entre los norteños.
En las construcciones norteñas se construyen pirámides con rampa,
mientras que en las sureñas, no se encuentran rampas.
Hacia el final del periodo Mochica, Moche Sur llegó a opacar el poder
de Moche Norte, conquistando territorios hasta Piura y Jequetepeque.
Pero esta hegemonía fue breve, pues hacia el 550 d.C., esta sociedad
sufrió transformaciones producto de severas sequías. Una de ellas, de
32 años, probablemente fruto de una manifestación del Fenómeno
del Niño, trajo como consecuencia el desalojo de las partes bajas de
los valles y el desplazamiento hacia el interior del valle.
Esto provocó un nuevo resurgimiento de la clase Moche Norteña y un
debilitamiento de la Moche Sureña. Moche Norte, al final de su
periodo, terminó conviviendo con la cultura Virú.
Los centros principales en Moche Norte fueron el valle del río
Jequetepeque (donde se halla San José de Moro y Huaca Dos Cabezas)
y el valle del río Lambayeque (donde se halla Sipán y Pampa Grande).
Los centros principales de Moche Sur fueron el valle del río Moche
(donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del río
Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).

II. MARCO GEOGRAFICO


ESPACIAL
UBICACIÓN
Moche es un valle de la costa
norte del Perú emplazado al
sur de la ciudad de Trujillo, se
desarrollo entre los territorios
de Huarmey al sur y Piura al
Norte; ocuparon los valles de
la Leche, Lambayeque,
Jequetepeque, Chicama,
Moche, Virú, Chao, Santa,
Nepeña y Huarmey. Se puede
considerar el centro de la

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cultura mochica que tuvo una amplia evolución entre el 100 y el 700
d.C.
Su antigüedad se estima entre los 100 años a.C. hasta los 700 años
d.C.
La Cultura Moche o Mochica es UNA SÍNTESIS REGIONAL AUTÓNOMA
con mayores aportes tecnológicos e ideológicos que cualquiera otra
cultura norcosteña y andina.

III. ASPECTO SOCIAL - POLÍTICO

POBLACIÓN
Por otro lado la edad promedio se calcula en unos 50 años y su altura
entre 1.60 m. y 1.70 m. La población total de la cultura Moche se
calcula en unos 250,000 individuos, de los cuales 10,000 habitaban
sólo en el valle de Moche. Se trató de una cultura exclusivamente
costeña.
Sociedad clasista
Los mochicas constituyeron una sociedad clasista, donde los
integrantes de la aristocracia militar ocupaban el primer lugar. Este
criterio clasista era de la siguiente manera:
El Cie-Quich: Era el rey o gobernante del valle y los dominios
mochicas
El Cariec: era el rey vencido y subordinado al poder del soberano
mochica
El sacerdote: encabezado por el sacerdote guerrero, habitaban en los
templos de forma piramidal y estaban dedicados al culto del dios Aia
paec
El pueblo: agrupaba a campesinos y pescador es quienes vestian en
forma sencilla. Desempeñaban labores agrícolas, de pesca o se
dedicaban a otras actividades. El idioma que hablaron fue el
corachick

ORGANIZACIÓN SOCIAL

El tipo de organización estatal moche, según los arqueólogos, podría


ser entendida como un conjunto de jefaturas. En las excavaciones de
contextos funerarios no se ha encontrado a muchos personajes cuyo
ajuar denote algún tipo de importancia mayor a los hombres del
común. Las investigaciones en la Huaca del Sol y de la Luna, donde se
encontraron una gran cantidad de entierros de hombres adultos de
cierto rango de importancia a juzgar por las ofrendas que los
rodeaban, parecen evidenciar que la cultura Moche estaba dominada
por una serie de adultos 'viejos' cuyo status era dado por una serie de
oficios ordenados jerárquicamente.

Las clases sociales se reducían básicamente a dos: mandatarios (Rey


o Cie quich; gobernador o Alaec; sacerdote o Pillac.) y pueblo. En los
mandatarios, como el Señor de Sipán, recaía la responsabilidad
suprema de la producción/distribución de los alimentos, la defensa del
territorio y la ampliación de los dominios.

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SOCIEDAD TEOCRATICA - MILITARISTA

A su vez se trató de una sociedad belicosa y militarista, sólidamente


organizada. La autoridad suprema Mochica estaba magnificada con
múltiples símbolos que debieron hacerla temible dentro de su
gobierno rígidamente organizado.
La cultura Mochica esta considerada como una sociedad Teocrática
con fuerte sustento militar. En las batallas, los altos jefes guerreros
estuvieron lujosamente ataviados con cascos, orejeras, pectorales,
muñequeras y anillos de metal. Usaban túnicas, faldones, tocados de
vistosos colores confeccionados diestramente con plumas, sandalias
elaboradas de cuero de llama y otros artículos.

Los guerreros comunes utilizaban cascos semicirculares o cónicos,


armas defensivas y ofensivas como lanzas, mazos, estólicas para
lanzar dardos, escudos, protectores, hondas y cuchillos
semicirculares.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
La cultura Moche no significó un Estado con dominio territorial
continuo, pues en su zona geográfica se lo impediría por las grandes
extensiones de desierto. Más bien se habla de colonias Moche (en el
caso de Piura y Huarmey) que pudo haber significado tanto
dominación o control, así como un centro de intercambio de
productos, ideas y tecnologías. Esto permitió a los Moche establecer
relaciones económicas pacíficas y a las otras culturas adoptar algunos
estilos artísticos mochica. Es evidente que los Moche tenían un
sistema de impuestos y de administración que les permitió realizar
grandes obras como canales de regadío y construcciones
monumentales, lo cual es evidencia de la existencia de un Estado
organizado y jerarquizado en el valle de Moche. A partir de la
iconografía y del hallazgo de habitaciones en la parte alta de la Huaca
del Sol y de la Luna, se puede inferir que sí existió un personaje cuya
importancia fue mayor que la de los comunes y los señores
intermedios. Este 'señor' actuaría como administrador de bienes y
como cohesionador social, y bajo su poder se mezclarían el mando
político y el religioso. Finalmente, se afirma que Moche ha sido la
capital de un Estado expansionista que utilizó los métodos de la
conquista y la dominación política, mientras que en el ámbito interno
fue un gobierno formal con fuerzas institucionalizadas y centralizadas
en la valle de Moche, que utilizó una fuerza coercitiva con la cual se
consiguieron realizar obras públicas.
LA GUERRA
El tema bélico parece haber tenido especial importancia en la
iconografía moche. Al parecer, por las fortificaciones estratégicas que
se han encontrado en las zonas limítrofes del territorio mochica
cercanas a la serranía, habrían existido tensiones con poblaciones
externas. Otra posible explicación sea que la guerra no haya sido
utilizada sólo para ampliar territorios, sino con la finalidad de
conseguir prisioneros para sus sacrificios. Existe una tercera opción
salida del análisis de la iconografía moche, que afirma que las guerras

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eran rituales, como muchos otros aspectos de la vida moche, pues la
vestimenta y las características físicas de los guerreros dibujados en
la cerámica son muy similares, haciendo parecer que el
enfrentamiento se da entre dos partes que pertenecen a la misma
tradición.

CAPITULO II

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IV ASPECTOS CULTURALES
ARTE MOCHE
Los moches tuvieron no
sólo un alto desarrollo
tecnológico en irrigación y
una compleja estructura
sociopolítica. Su arte fue
uno de los más
desarrollados de la época y
hasta hoy sus vestigios
siguen impresionando a
todo el mundo. La cerámica, la orfebrería y la arquitectura fueron
manifestaciones culturales dominadas por el Estado, el cual las usó
como medio de transmisión ideológica y de control, siendo no pocos
los talleres organizados para dichos fines.
A. CERAMICA
Se conoce mucho de los aspectos
culturales Moche por la excepcional
riqueza expresiva de su cerámica que
constituye un testimonio vivo de las
actividades, costumbres, vestido y
utillaje de sus gentes. Según la fase de
desarrollo moche es también posible
encontrar manifestaciones individuales.
Uno de los ejemplos más saltantes de
esto es la cerámica, pues los motivos
dibujados en ella o las formas que los
artistas moche les dieron nos brindan,
además de una notable belleza, una
gran cantidad de información. Tan comprometido con la cultura ha
estado la alfarería que incluso ha sido el elemento del que
actualmente nos servimos para determinar las diferentes etapas de
evolución cultural Moche.
CERAMICA SUR Y NORTE
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus
tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas
del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no
existen entre los norteños. La cerámica norteña es de color naranja o
crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que los sureños
utilizan el fondo blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.
VERTIENTES
Los Mochicas desarrollaron en su cerámica dos grandes vertientes:
pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que asombra

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por la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se encuentran
también las representaciones pictóricas plasmadas sobre la superficie
globular de los ceramios. Mediante trazos perfilaron figuras y
complejas escenas donde los seres representados derrochan vida y
movimiento. Así, la posición de las extremidades puede indicar
quietud, caminata, carrera o baile; inclinar el torso hacia adelante
implica velocidad y la posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En
artísticas discordancias anatómicas, estas figuras combinan partes de
frente y de perfil.
TECNICAS
Las técnicas de manufactura más usuales fueron el moldeado y el
estampado. Por el gran dominio de la cerámica escultórica y
pictográfica se le ha denominado, y con mucha justicia, el Período de
los Maestros Artesanos. Dada la calidad estética y temática de su
innumerable producción se ha convertido en el mejor espejo de su
vida cotidiana y espiritual.
En su cerámica, los Mochicas, emplearon la arcilla con contenidos de
hierro (roja) y de alúmina (blanca). Como fundentes usaron el
carbonato cálcico o polvo de huesos y, como temperantes, cuarzo,
silex, pirita molida y arena fina.
Manejaron temperaturas de 800 ºC a 1000 ºC utilizando leña de
algarrobo y huarango como combustible.
FASES DEL PERIODO CULTURAL
Se ha dividido el desarrollo cultural de los Moche en cinco fases
estilísticas a partir de los cambios en la forma de la cerámica de las
“botellas asa estribo” (“huacos”): vasijas cerradas, de cuerpo globular
o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa. El
cambio en la forma y dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo,
así como las decoraciones a través del tiempo, es la base de esta
cronología.

Fase Mochica I
La cerámica es de tamaño reducido y de
aspecto sólido. Las asas son proporcionales y
circulares con picos cortos y fuertes rebordes
(labio pronunciado y saliente).Las formas
comunes son: vasos retratos antropomorfos de
cuerpo entero, zoomorfos, fitomorfos, cántaros
ovoides sencillos con asa de estribo. Colores
crema y rojo, crema y ocre, rojo, crema y
anaranjado; crema y negro. Hay una influencia
de la decoración negativa.
Los motivos son trabajados con línea gruesa.
Los motivos más comunes son geométricos,
como los puntos grandes, los círculos, rombos,
triángulos con círculos concéntricos, signos
escalonados, bandas cuyos temas pictóricos
en colores están delineados por incisiones.
Fase Mochica II

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La cerámica se alarga y no se observa tendencia en darle la misma
altura que ancho, se inicia con esto la esbeltez de los vasos. El grosor
de las paredes disminuye, asa y el pico crece proporcionalmente, y
mientras el asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde el
reborde pronunciado, quedando tan sólo un pequeño ribete.Existen
vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, fitomorfos y
zoomorfos. Predominan los colores crema y rojo, crema y ocre, rojo y
crema plomizo, marrón y anaranjado, crema y ocre. La decoración es
geométrica pero las líneas son más finas.
Fase Mochica III
Aparecen los huacos retrato. Comienza el
refinamiento de esta cultura. Los ceramios son
de líneas armónicas y proporcionadas. La
cerámica es un poco más grande que Mochica
II. Los recipientes son de mayor capacidad. Las
paredes de los vasos se afinan sin perder su
solidez. Las asas y los picos se afinan
notablemente, siendo las primeras elípticas y
los picos pequeños, acampanulados y con
reborde casi imperceptible. Las esculturas
antropomorfas son verdaderos retratos de
personas.
La escultura religiosa adquiere importancia.
El ceramio está cubierto por una fina capa de engobe
cuidadosamente pulida. Son frecuentes los motivos pintados con línea
fina ausentes en las fases anteriores, con escenas míticas.

Fase Mochica IV
Los vasos se alargan. También se alarga proporcionalmente el asa,
que ya no es chata sino, redondeada o
ligeramente trapezoidal. La mayoría de los picos
son más largos, lisos, rectos y con los bordes
levemente afilados.
Los motivos escultóricos y pictóricos se
multiplican y adquieren mayor complejidad.
Abundan los motivos decorativos pintados con
líneas delgadas y se emplea el delineado.
La iconografía se desarrolla plenamente y las
figuras individuales son desplazadas.

Fase Mochica V
La cerámica de este período, por sus formas y
decorado, constituye el "arte barroco" de la
cultura mochica. Los motivos se pierden en la
forma y en los detalles ornamentales. El gollete
estribo se agranda. El tubo se hace más delgado
y el asa adquiere forma trapezoidal. El pico es
muy largo y troncocónico con bordes afilados
del interior hacia afuera. Abundan Las

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representaciones geométricas. El motivo escultórico pasa a segundo
plano, desplazado por el arte pictórico.

HUACOS
Los ceramios o “huacos” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular
o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa
estribo), han sido uno de los elemento primordiales para conocer no
solo el espíritu de esta cultura preincaica, sino la sociedad y el
entorno natural en el que se desarrollaron. En términos generales
ésta es bícroma (rojo sobre crema). Estos colores poseen una amplia
gama de tonalidades, existiendo una tendencia a ser más oscuras al
final del desarrollo Moche.
La cerámica norteña es de color naranja o crema con los diseños en
rojo o púrpura, mientras que la cerámica sureña utiliza el fondo
blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre. Elaboraban su
cerámica individualmente, pero también llegaron a emplear moldes
hechos de cerámica para proveerse de una producción masiva de
recipientes especialmente de los que acompañaban a los difuntos
ilustres en calidad de ofrendas. La gran mayoría de los ceramios
tuvieron uso ritual funerario. Cabe distinguir básicamente tres tipos
de Cerámica:
1) LA COMÚN: Las formas más usuales son las vasijas cerradas de
cuerpo globular, asa estribo y gollete; los cántaros con gollete
revertido; los vasos acampanulados, llamados también floreros; las
figurinas, silvatos, etc.
2) LA PICTOGRÁFICA: Las escenas pictóricas, a pesar de tener una
representación tan sólo bidimensional, son complejas y trabajadas
con pinceles finos sobre incisiones que las delimitaron previamente.
3) LA ESCULTÓRICA: Reproduce personajes, diseños arquitectónicos,
animales, instrumentos musicales, etc. Característica general es el
uso del llamado asa estribo. Los ceramios escultóricos son los más
excepcionales por su realismo y proporciones; muchos presentan
incrustaciones de nácar, hueso o aun láminas de oro.
CERÁMICA COMÚN
Por ser “común” no fue menos extraordinaria en el
contexto cultural preincaico.
La decoración fue a base de dos colores: crema y rojo
indio, siendo la forma más preferida y típica la botella
esférica de base plana y asa estribo.
Debemos destacar que dentro de la morfología de la
cerámica, existe una gran variedad de formas:
botellas, cántaros, ollas, "cancheros" con mangos y sin
ellos, vasos, cuencos, platos, copas
CERÁMICA PICTOGRÁFICA
La cerámica pictográfica era ejecutada con pinceles
de pelos de animales y humanos, plumas de aves y
puntas de carricillos. Los diseños o dibujos se hacían
mediante colores planos, los personajes llenos de

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contraste se plasmaban de perfil, con algunos espacios rellenados de
color rojo indio y complementado con líneas muy finas y elegantes.
Los motivos pintados en el entorno de los cuerpos globulares de los
ceramios incluyen temáticas variadas de su mundo ecológico, de sus
actividades básicas de caza, pesca, recolección, tecnologías, batallas,
danzas, sexualidad y un complejo mundo de representaciones
ritualísticas: ceremonias de sacrificios humanos, transformaciones
míticas: antrozoomórficas, antro-ictiológicas, antro-ornitomórficas;
complementado con una serie de elementos tipo geométricos, como
signos escalonados, grecas, cruces, círculos, orlas, volutas etc.
CERÁMICA ESCULTÓRICA
Gracias a sus ceramios podemos igualmente distinguir la
representación de su fauna, abarcando todas las
especies del entorno geográfico y reino zoológico
de la costa, sierra y selva. Muchas de ellas fueron
ejecutadas en forma realista y natural.
1) Especies domesticadas como:
La llama, el perro y los cuyes.
2) Especies salvajes como:
Mamíferos: el puma, otorongo, zorro, venados,
monos, vizcachas murciélagos, ratones, ballenas,
tiburón, lobos marinos, y focas.
Reptiles: la tortuga, lagartijas,"cañan" especie de
lagartija comestible, la iguana, y las serpientes.
Moluscos y Crustáceos: cangrejos, pulpos, estrellas de mar, caracoles
marinos, de tierra o de río, camarones, erizos, y "caballitos de mar",
etc
Peces: los tollos, rayas, anchovetas, bonitos, chitas, róbalos, bagres,
lisas, lenguados, tramboyos, etc
Batracios: sapos, ranas.
Aves: búhos, lechuzas, palomas, loros, patos, tucanes, guacamayos,
papagayos, picaflores, halcones, águilas, cóndores, etc. o pelícanos,
gaviotas, patos marinos, guanayes, piqueros y zarcillos.
Insectos: las mariposas y Arañas
3) Retratos, de estados psicológicos.
Desbordante gesto de alegría, amor, odio,
tristeza, dolor, soberbia y placer, etc.) En cada
huaco retrato se refleja el dominio estético de la
expresión humana.
4) Representación de afectaciones por
enfermedades patógenas como: labios
leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la
columna, crecimiento exagerado de la cara,
manos y pies, presencia de la uta y otros
síndromes.
5) Sexo femenino, como mujer y madre, en
su más alta expresión de parto y de ternura, con
el peso del trabajo de todos los tiempos.

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La mujer se encuentra representada con gran sentido plástico,
ataviada con túnicas sueltas o faldas largas que le cubren hasta las
rodillas; la vestimenta se encuentra complementada con otros
adornos sencillos.
6) Representaciones erótico sexuales:
1) Los órganos genitales masculino y femenino
caracterizados en forma independiente en los
ceramios (cuyas representaciones son siempre
desproporcionadas adrede y sobre todo tratando
de resaltarlos exageradamente en relación al
cuerpo humano)
2) Posturas de apareamiento en su más
evidente expresión plástica. Pero la
representación sexual no sólo está referida a la
especie humana. También abarca el mundo
animal y vegetal con diversidad de
representaciones de sapos, ranas, perros,
ardillas.

A.1. PICTORICA MOCHE


La cerámica moche, además de ser un brillante
ejercicio escultórico, sirvió de base a una pintura
muy especializada y que reprodujo en muchos
casos las divinidades de la cultura Moche.
El Dios principal era Ai Aepec, pero existieron
unas seis divinidades muy importantes.
Los ceramistas moches cuidaron mucho la
representación de cada una de las divinidades. La
decoración pintada se hace en base a dos
colores: blanco o crema para el fondo y el ocre o
roja para el diseño, o fondo crema o naranja y
diseños en rojo.
Casi siempre se trata de mitos o representaciones
de la de la vida ultraterrenal.
Son decoraciones planas, sin perspectiva, casi
siempre de perfil, excepto en algún caso en que
rostro y torso están de frente.

B. METALURGIA MOCHE
Los Mochicas fueron expertos fundidores de
metales. Conocieron sus propiedades
fisicoquímicas; desarrollaron técnicas de
manufactura y sobre todo aprendieron sobre la
extracción de los minerales y los tratamientos
metalúrgicos. Dominaban el oro, la plata, el cobre,
el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones
como el bronce el cobre dorado, oro y plata

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dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en
especiales proporciones, llamado tumbaga, y en combinación con
elementos reactivos, con el objetivo de una depositación
electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal
común, nitrato de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de
aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de sodio, antioxidantes,
carbón vegetal y greda.

TECNICAS Y TECNOLOGÍAS

Desarrollaron, así mismo, tecnologías de


fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío,
repujado, vaciado a través de moldes, laminados
y filigrana, etc. Confeccionaban una variedad de
objetos de uso real, sacro y militar; también
adornos para la élite y domésticos como collares,
narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas,
coronas, pectorales, platos, copas, cuencos;
instrumentos agrícolas, quirúrgicos, cuchillos,
máscaras funerarias, protectores y perfectos
instrumentos musicales como sonajas, pitos,
quenas, tambores, etc. Desarrollaron, así mismo,
tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al
fuego y al frío, repujado, vaciado a través de
moldes, laminados y filigrana, etc.
Confeccionaban una variedad de objetos de uso
real, sacro y militar; también adornos para la élite
y domésticos como collares, narigueras, orejeras,
brazaletes, pinzas, sortijas, coronas, pectorales,
platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas,
quirúrgicos, cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos
instrumentos musicales como sonajas, pitos,
quenas, tambores, etc. "Las aleaciones de
Tumbaga, con sus propiedades inherentes de
enriquecimiento de color, constituyen la
contribución más significativa del nuevo mundo al
repertorio del sistema de aleaciones desarrollado
por las sociedades antiguas.

C. TEXTILERIA
Se conoce poco de los tejidos Moche debido a su pobre conservación
en el registro arqueológico; sin embargo, las piezas estudiadas
indican una sobriedad decorativa equiparable a su cerámica. Lo que

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se sabe es que se utilizaban as tonalidades dentro de la gama de
rojos, parecido al óxido de fierro. Utilizaban el algodón y la lana de
auquénido. Hacían brocados y tapices.
En textilería fueron grandes tramadores, gracias al conocimiento del
telar de cintura; con el algodón y lana confeccionaban bellos y finos
tejidos de colores y variados tonos de rojos, azules, amarillos,
blancos, negros y cremas, extraídos de minerales y vegetales. Estos
textiles eran regiamente adornados con estupendos y artísticas
esquematizaciones. De acuerdo al registro iconográfico las mujeres
estaban dedicadas a este trabajo altamente especializado.
Los materiales más utilizados para la fabricación de textiles fueron el
algodón y la lana de auquénido. Las técnicas predominantes de
manufactura incluyen el brocado y el tapiz. Dentro de la producción
textil Moche, las piezas más elaboradas son los tapices. El
investigador Conklin ha descrito un tapiz Moche de Pacatnamú que
parecería estar relacionado con los tapices encontrados en
Pachacámac, Lima.

D. ARQUITECTURA
Como elemento base para sus construcciones emplearon el adobe,
que lo usaban en pequeños bloques de tamaño mediano.
En las construcciones importantes como las huacas, se solía hacer
cada cierto tiempo una reedificación, en la cual en vez de remodelar
una pared, la tapaban construyendo otra en su delante, esto se puede
apreciar en todas las huacas.
Las casas de los pobladores comunes (pueblo) eran erigidas en
pequeñas comunidades, no formaban grandes urbes. Los materiales
que usaban ellos eran los mismos que se empleaban para las huacas
a excepción de las pinturas. Las casas tenían patio propio y techo de
dos aguas para las lluvias. En su arquitectura destacan Huacas del
Sol y de la Luna

HUACA DEL SOL


La Huaca del Sol, más bien, es un
edificio construido con fines
administrativos, consistente en una
pirámide escalonada de unos 43 metros
de altura. Cuenta con cinco grandes
terrazas, la mayor de ochenta metros de
longitud, sobre unas bases de 228 de
largo por 136 de ancho y la plataforma
de 18 metros de altura, está coronada
por una pirámide de 23 metros de alto,
que tiene una base cuadrangular de 103
metros de lado. Según la leyenda, este monumento fue construido en
tres días por un cuarto de millón de hombres habiendo utilizado
aproximadamente unos 130 millones de adobes. Esta Huaca fue el

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centro político administrativo de esta cultura y de vivienda para la
alta sociedad mochica

HUACA DE LA LUNA

La Huaca de la Luna fue el centro ceremonial


religioso de la mitología mochica.
Situada a medio kilómetro de la Huaca
del Sol, esta construcción destaca por
tener templos que fueron superpuestos
y construidos en diferentes períodos.
Tiene una base cuadrada de 87 metros
de lado y una altura de 21 metros. En su
plataforma superior se levantaban una
serie de salas decoradas con figuras
humanas. En un altar ceremonial del
último templo construido fueron
descubiertos los restos de 40 guerreros
sacrificados. Es importante destacar que
para esta cultura era un honor inmenso
el poder ser sacrificado. La Huaca de la
Luna conserva interesantes pinturas
murales de 5 colores (blanco, negro, rojo, azul y amarillo), los
cuales fueron obtenidos de minerales, y relieves donde se puede
apreciar la divinidad moche llamada Ai apaec o el dios
degollador. Igualmente, es posible visitar los patios y plazas
ceremoniales de más de 1500 años de antigüedad. En la fachada
se puede observar una serie de personajes como la deidad de las
montañas con cinturones que terminan en cabeza de cóndor,
zorros con cabezas trofeos, pescadores, una serpiente, enormes
cangrejos con cuchillos ceremoniales, personajes agarrados de
las manos o los sacerdotes de los rituales. Cada figura es
relacionada con el culto al agua, a la fertilidad agrícola y a los
sacrificios realizados en este templo. Existe un patio de 10.000
metros cuadrados desde donde la población de las zona urbana
circundante podían ver la preparación para el sacrificio de los
guerreros, sin embargo el sacrificio propiamente dicho sólo podía
ser observado por las altas autoridades.

HUACA RAJADA

El monumento Arqueológico de Sipán,


conocido como Huaca Rajada , consiste en
dos grandes y erosionadas estructuras
piramidales de adobe que hoy parecen
montañas de barro emergiendo entre los
cultivos agrícolas de la zona.
A partir del año 1,987, en que se iniciaron
los trabajos de investigación arqueológica,

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se han descubierto 16 tumbas, cuyos contextos contienen:
ornamentos, tocados, emblemas y atuendos de oro, plata, cobre
dorado y piedras semi preciosas, pertenecientes a diversos
personajes de alto rango de la sociedad Mochica.
La suntuosidad que poseían estos objetos constituye los símbolos de
poder y mando que poseían en vida cada uno de los señores a los
cuales, mediante los estudios se les ha asignado una jerarquía:

 Gobernantes (Señor de Sipán y Viejo Señor de Sipán)


 Sacerdote
 Guerreros

SIpán es un término Muchick que significa Casa o Templo de la


Luna o Casa de los Señores, destinado a la realeza de la sociedad
Mochica.

En cada contexto funerario hay una incalculable información histórica


para reconstruir el nivel de desarrollo, organización, relaciones
culturales y pensamiento religioso de los Mochicas.

MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN

Las dos huacas están construidas de adobes, sobre una llanura


arcillosa, calculándose que sólo para la construcción de la Huaca del
Sol se emplearon ciento treinta millones de piezas, siendo, pues, las
dos huacas mayores como montañas hechas por el hombre para la
gloria de sus divinidades y para acercarse más aún a los secretos del
firmamento.

Entre ambas huacas se encuentra el Núcleo Urbano compuesto por


grandes avenidas, viviendas, callejuelas, plazas y corredores. Por ello,
se puede afirmar que esta cultura tuvo una alta organización social,
política, religiosa y económica.

Iconografía mochica
La iconografía de esta cultura ofrece, además de los ceramios
llamados huaco retratos, o figuras de oro y plata, escenas rituales,
de batallas entre guerreros, en donde los derrotados eran conducidos
al templo para ser sacrificados y obtener la sangre, símbolo de
fertilidad y renovación de su poder. Esta ceremonia no era vista por la
gente del pueblo, sino que se trataba de un ritual privado entre los
sacerdotes.En este recinto está representado el dios ai-apaec.

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PINTURAS MURALES

“LA REBELION DE LOS ARTEFACTOS”

Se registraron relieves policromados que representan guerreros en fila


y de perfil, y una pintura mural denominada "La Rebelión de los

Artefactos". Por referencia verbal de un anciano de la Campiña de


Moche, reveló que se trataba, efectivamente, de una rebelión, según
él... "llegó una época conflictiva en estos lares. Había enfrentamientos
y crueles batallas; la tierra y ríos se tiñeron de sangre; las armas ya
estaban cansadas de matar y mancharse. Una noche, los
instrumentos de guerra acordaron rebelarse, aprovechando el
cansancio de los guerreros, y así fue.

Las armas se transformaron en seres humanos y de inmediato


tomaron prisioneros a los guerreros y a sus jefes; y les enseñaron a no
pelear, si no a vivir unidos. Los hombres comprendieron, y se
dedicaron a trabajar, bailar, cantar juntos, y las tierras comenzaron a
producir abundantes alimentos".

PINTURA DE HUACA DE LA LUNA

En la Huaca de La Luna un muro pintado, dividido en cuadros de dos


motivos alternos. Los cuadrados pintados miden 74 cm, otros 72 cm y
los espacios intermedios 11 cm. En el primer motivo se observa una
figura humana de pie, con un tocado de serpientes encrestadas, con
cabeza en perfil, boca abierta y ojo alado. En los laterales se
encuentran las figuras de dos serpientes, semi enroscadas,
verticalmente, con tres cabezas, dos terminales y una central, con
cresta u oreja. El otro motivo presenta cabezas humanas y zoomorfas
estilizadas, y en la parte central cuadrados blancos con decoraciones
simétricas en aspa, sobresalen en este mural el ocre amarillo, rojo
indio, negro, blanco, azul y verde. Igualmente, en Pañamarca (Valle de
Nepeña), se descubrió un mural que representa una escena completa
de supuesto ritual, denominada la "Presentación".

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En Pampa Grande (Lambayeque) y en Pacatnamú (Pacasmayo-
Guadalupe), también existen murales y relieves en los que sobresalen
los colores rojo, amarillo, de Huaca Mayanga. En una cámara
funeraria ubicada en la Mina (Valle de Jequetepeque) se ha registrado
una Pintura Mural decorada con ocho colores, los motivos han sido
denominados como "símbolo del mar" siendo el símbolo central el de
una serpiente bicéfala. Debieron de existir 60 símbolos escalonados
en el zócalo de la cámara funeraria.

LENGUA MOCHICA

El idioma mochica o muchik fue una de las lenguas generales (junto


con el quechua, aimara y el puquina) que se habló en la costa norte
del Perú a la llegada de los españoles (siglo XVI).

Alfredo Torero estudió esta lengua, cuyos hablantes participaron


activamente en el milenario proceso civilizatorio en los Andes y que
estuvo, por lo mismo, comunicado con otras grandes lenguas de
civilización. El mochica exhibe, sin embargo, muchas características
radicalmente diferentes de las lenguas quechuas y de las lenguas
aru, las dos mayores familias lingüísticas mesoandinas, que sí
intercambiaron muchos elementos estructurales y léxicos.

ESCRITURA
Según Alvaro Cockburn Larco, los
mochicas conocieron un sistema de
escritura incisura a la cual llama
escritura pallariforme. Esto en alusión
a gráficos en formas de pallares
hechos sobre la superficie de algunos
ceramios, los que en algunos casos se
observan como humanizados, pero
también se han hallado pequeñas
bolsas conteniendo pallares en los
cuales se han hecho una serie de
gráficos (líneas y puntos) los que referirían a alguna forma de
escritura. Otros autores prefieren pensar que se trataría de un juego
de mesa o algo similar
INSTRUMENTOS MUSICALES

La parafernalia de instrumentos musicales Mochica es muy variada y


confeccionada con arcilla, metal, hueso y carrizo. Es con estas flautas
de pan o "antaras", y con las ocarinas, tamboriles, trompetas,
cornetas, sonajas, cascabeles, pututos y pitos, que dieron armonía
rítmica a sus danzas, acompañados de imponentes himnos marciales
y religiosos, cantos de amor y dolor, de muerte, de vida y de triunfos.
Los instrumentos musicales del Pueblo Mochica son objetos sonoros
acústicamente bien conformados.

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E. RELIGIÓN

La vida religiosa de la Cultura Mochica giraba y se regía por el culto al


Felino y también se caracterizó por sus dioses castigadores, la
representación de dioses decapitadores era muy
común, siendo el decapitador principal AI
APAEC, quien representa a un hombre con
grandes colmillos, transformándose en animal
con un tocado semilunar también era el dios
supremo y la principal deidad de los moche.
Este dios está identificado con viejas herencias
ideológicas que vienen desde la época Chavín y
complementadas con otras deidades, como la
serpiente, el cóndor o el águila como máximas
expresiones de poder en todo el proceso cultural
andino. Cabe poner en claro que esta inspiración espiritual, fue
determinada por su observación del espacio
cósmico. Hay una información antiquísima que
AI APAEC, era una constelación de estrellas. Por
otro lado, los sacrificios humanos eran
practicados por los moche con fines religiosos.

RITOS Y CEREMONIAS

La curación de enfermedades estaba a cargo de


especialistas dotados. Había mujeres dedicadas a
estas prácticas que también prestaban servicios
como parturientas y curanderas de cabecera.
Lucían grandes túnicas que las cubrían hasta los
pies. La magia y la hechicería también se ponían
en práctica para reconocimiento de síntomas y
curación total del paciente. Utilizaron alcaloides,
sustancias sicoactivas y feniletilamidas como el
Ashango, variedad de cactos (Mezcalina como "El
San Pedro", hongos alucinógenos, (L.S.D.) daturas,
floripondios, tabaco (nicotina), antibióticos,
calmantes, coagulantes, antiinflamatorios. Y una suerte de
"radiografía biológica" con el empleo del cuy o conejillo de indias, que
tiene la virtud de captar en sus órganos la enfermedad del paciente
en proceso de curación. (En la actualidad se continúa con dichas
prácticas).

El hechicero elevaba plegarias, entonando cánticos y agitando


sonajas de vegetales, metales y cerámicas. El culto y consumo de
plantas como la coca y el "olluco" dejaron profundas huellas
sicofisiológicas en las prácticas del curanderismo de toda índole. A
través de los diferentes brebajes que conocían los Shamanes podían

20
entrar en trance y predecir el estado de las personas,
comportamientos generales de la naturaleza, y malos o buenos
augurios para el pueblo Mochica.
En los ceramios se registraron ciertas enfermedades patógenas como:
Labios leporinos, jorobados, siameses, afecciones a la columna,
crecimiento exagerado de la cara, manos y pies, presencia de la uta y
otros síndromes.

FUNERALES

Los Moche prestaron especial atención a los


muertos, sobre todo a los que ocupaban
cargos políticos y religiosos de importancia.
Esto nos es útil para lograr una aproximación
en torno de su organización social. Los
Mochicas sepultaban a sus muertos en
posición de cúbito dorsal y con una o ambas
manos sobre la región sacra portando dentro
de ellas láminas de oro, plata, cobre o champi. La estructura humana
generalmente poseía cráneos dolicocéfalos, amplio tórax y fornidos
miembros inferiores. Las tumbas Mochica eran fosarios o sarcófagos
rectangulares, construídos de adobe, caña y piedra. Las principales
ofrendas fueron los ceramios, y todo lo que en vida tuvieron.

En las tumbas se puede encontrar ofrendas y, en algunos casos,


llamas u otros animales sacrificados. Se han encontrado entierros
simples con pocos objetos, los cuales han sido identificados con
personas de bajo rango. Otro tipo corresponde a las personas de alto
rango. En sus tumbas se puede ver una gran inversión de energía en
la construcción de estructuras sepulcrales, y en la colocación de
objetos de oro, plata y materiales exóticos, como el spondylus. El
status de una persona también puede ser visto por el lugar donde fue
enterrada, como en lo alto de una de las Huacas más importantes.

PRINCIPALES DESCUBRIMIENTOS DE ENTIERROS


 Uno de los primeros descubrimentos científicos de tumbas
Mochicas, fue realizado en el año 1946 en el valle de Virú-
Huaca de La Cruz, por el Dr. Ducan Strong, se trata de un
sarcófago fabricado de carrizos, y cubierto con tejidos de
algodón. Se determinó que pertenecieron a un dignatario
guerrero; acompañando a este personaje, se encontraron más
de un centenar de ofrendas, consistentes en ceramios,
esculturas en madera y hueso, spondilus, mates, textiles,
tocados de plumas, metales, etc.

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 En el año 1939, don Max Díaz , reportó el hallazgo de una
tumba en el paraje de Magdalena de Cao, en la parte baja del
Valle de Chicama, cerca al mar. La tumba estaba hecha con
adobes rectangulares. Sus dimensiones eran: 2,40 metros de
largo por 1,50 metros de ancho y 55 cm de profundidad. Las
ofrendas funerarias encontradas junto a la momia fueron seis
piezas: tres ceramios y tres láminas de cobre dorado.
 Mario Polía Mecone, registró en el Cerro Aypate, en Piura, una
tumba; se trataba de un personaje de 1,65 metros de estatura,
en buen estado de conservación. Entre las ofrendas con que fue
sepultado, se cuenta una nariguera, pendientes y un cuchillo
ceremonial, todo ello en oro. Entre las manos cruzadas sobre el
pecho del cadáver se encontró una lanza, le adornaba también
un collar hecho con cuentas de jade y estaba vestido con una
camisola de algodón con pequeñas láminas de plata y cobre.
Otras tres personas sin ornamentos fueron enterradas al mismo
tiempo que el curaca, posiblemente sus servidores, cuyos
cuerpos estaban en la parte delantera de la cámara funeraria
donde fue colocado el jefe. Un cuarto cuerpo, posiblemente de
su esposa, estaba colocado al lado del personaje, portando
pendientes de cobre.
 En las excavaciones realizadas en San José de Moro
(Jequetepeque), se ubicaron contextos funerarios (tumbas de
pozo, de bota y cámara) pertenecientes a las ocupaciones
Mochica III, V debemos resaltar el hallazgo de tres contextos
funerarios de personajes femeninos de élite Mochica, a través
de Lambayeque, Cajamarca y Chimú se definió la organización
social durante Mochica tardío con valiosas muestras de
cerámica decorada, objetos de metal y otros materiales rituales,
igualmente esn estos contextos funerarios se encontró un
conjunto de materiales importados del Ecuador, de la Sierra
Norte y Central y de la Costa Central del Perú.
 En 1992 se registró una tumba asociada a ceramios del estilo
Mochica I, saqueada en la Mina, ubicada en la Provincia de
Pacasmayo, distrito de Jequetepeque, se trata de una cámara
funeraria totalmente decorada en base a dos diseños que se
repiten que tenía 3,12 m. de largo y 2,12 m. de ancho y la base
de la estructura se encontraba a 9 m. de profundidad con
respecto a la superficie.

De los grandes hallazgos que han conmocionado al mundo científico,


el mayor es el que se ha
registrado en Sipán -
Departamento de
Lambayeque.

EL SEÑOR DE SIPÁN
Sobre el “Señor de Sipán” se
sabe que fue un personaje de

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rango elevado, posiblemente un rey o sacerdote, o incluso ambos. Al
momento de su muerte debe haber tenido aproximadamente 30 años
de edad; no se han podido esclarecer las causas de su fallecimiento.
Los miembros de su séquito murieron violentamente, al parecer
fueron sacrificados para acompañar al Señor de Sipán en la tumba
EL MAUSOLEO DEL “SEÑOR DE SIPÁN”
Contiene seis tumbas. El personaje se encuentra en la urna central. A
sus pies y a su cabeza se hallan las tumbas de dos mujeres,
posiblemente sus esposas. A la derecha de la urna central se
encuentra la tumba de un hombre fuertemente armado, quien
probablemente tenía un alto rango dentro del gobierno del personaje
principal. A la izquierda del personaje se encuentran los restos de un
hombre que portaba un collar de perlas. Junto a él se halla el
esqueleto de un perro. Por último, en la parte superior del mausoleo
pueden verse los restos del “guardián” de la tumba. Tanto a él como a
las dos mujeres le falta un pie, para que no pudieran abandonar a su
“señor”. Las piezas del ajuar funerario del Señor de Sipán fueron
elegidas con gran minuciosidad; de esta manera se rendía honores
póstumos a su jerarquía. Su cuerpo estaba envuelto en un paño,
partes de su traje estaban cubiertas de perlas, así como su torso y
sus muslos. El personaje portaba una loriga, la coraza de guerrero
compuesta por pequeñas láminas de metal. La parte inferior de su
rostro estaba cubierta hasta la mandíbula por una máscara de oro.
Sus orejas estaban adornadas por grandes aretes oro con las
superficies repujadas en las que se puede ver reproducciones de
escenas rituales. La cabeza la tenía ornamentada con una diadema
de cobre de la cual fluía un abanico de plumas. En la mano derecha
sostenía un cuchillo de sacrificios, con la empuñadura cubierta de oro.
Los restos del “Señor de Sipán” yacían en un féretro de madera. En él
se colocaron abanicos de plumas y láminas de una corona de oro, con
motivos grabados. Debajo del ataúd central se encontraron varios
collares de perlas y dos puñales quebrados, con las empuñaduras de
oro decoradas con motivos de escenas mitológicas; así como dos
grandes cuchillos ceremoniales de oro con forma de hacha. Por otra
parte, se encontraron más de 250 ceramios para las ofrendas al
“señor”.
1. Señor de Sipán
Personaje de alto rango, perteneciente a una élite dirigencial con
carácter divino. Posiblemente considerado como el "Dios Supremo"
que recibía y bebía la sangre de los prisioneros.
2. Las Tumbas Reales del Señor de Sipán
Desde 1987 hasta la actualidad, el arqueólogo Walter Alva y su
equipo vienen realizando excavaciones en Sipán.Tras 10 años de
investigación se han excavado más de 6 grandes tumbas de
personajes de la élite gobernante Mochica
3. La Tumba de la Sacerdotisa
Fue descubierta por Luis Jaime Castillo y Christopher B. Donnan en
1991 en
San José de Moro un pequeño pueblo ubicado a pocos kilómetros al
norte de Chepén, en el distrito de Pacanga en Jequetepeque.

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Este pueblo fue, hace 1500 años, el núcleo de un importante centro
ceremonial y cementerio para la élite de los Mochicas y de los
pueblos que lo
sucedieron. La tumba excavada de la primera Sacerdotisa en 1991 se
encontró a más de 7 metros de profundidad. En ella se encontraba la
Sacerdotisa, una mujer gruesa de no más de metro cincuenta de
altura y de poco más de cuarenta años, rodeada por dos mujeres muy
mayores. Cerca de su mano derecha se halló una copa de cobre,
usada en la "Ceremonia
del Sacrificio" .
4. La tumba de la sacerdotisa de San José de Moro
Son las primeras tumbas descubiertas de mujeres que ostentaban un
alto rango, al parecer hereditario. La Sacerdotisa de la "Ceremonia del
Sacrificio" participaba en el complejo ritual de sacrificios humanos y
se encargaba de ofrendar la sangre de los prisioneros al "Dios
Supremo".

LA SEÑORA DE CAO

DESCUBRIMIENTO

El año 2005 fue encontrado el entierro de una mujer de la nobleza


mochica, en un patio ceremonial ricamente decorado con pintura
mural, que le fue dedicado como mausoleo, el cual se localiza en
Huaca Cao Viejo, uno de los templos mochicas del Complejo
Arqueológico El Brujo, centro ceremonial del valle Chicama (costa
norte del Perú). Según el experto, el fardo funerario en donde se
incluía el cadáver envuelto con una larga tela y acompañado de
lujosos adornos, confiriendo al conjunto un peso de unos 100 kilos, se
encuentra en "muy buen estado de conservación", gracias a que la
pirámide funeraria en la que se depositó fue construida sobre una
elevada meseta, que mantuvo el lugar siempre aislado de las aguas
marinas.
En aquella época, en las ceremonias fúnebres "se lanzaban sobre el
muerto salivazos con chicha (sustancia considerada sagrada), y esa
práctica aún la mantienen los chamanes". "La chicha escupida es
claramente visible en las placas del metal de uno de los vestidos de la
mujer, incluso se ven marcas de las gotas del salivazo, que chorrea",
detalló el experto.

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RECINTO CEREMONIAL

El recinto ceremonial está adornado con ocho imágenes de una figura


sobrenatural de rasgos de felino que está acompañado por dos
hermosos cóndores y dos serpientes. Estos elementos aparecen
también en los ornamentos de oro y plata de la Señora de Cao. Este
ser sobrenatural lleva, además, un tocado que remata en volutas que
representan tal vez tentáculos de pulpo. Esta divinidad reúne
cualidades acuáticas (los tentáculos de pulpo), terrestres (serpiente,
felino) y celestes (cóndor).

Sin embargo, hay un hecho extraño, los constructores, de un


momento a otro decidieron colocar dos hornacinas que dañaron dos
de las imágenes.

En la pared este del recinto aparecen paneles que representan la


figura fantástica del llamado animal lunar. Este es un ícono
reconocido también en la cerámica Recuay y en las fases tempranas
de la cerámica mochica. Este ser está relacionado con el culto al
agua.

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LA GOBERNANTE MOCHICA
La señora de Cao, fue una gobernante del valle de Chicama, que
ejerció su poder hace aproximadamente 1600 años, se sabe que esta
impresionante gobernante vivió 100 años después del señor de Sipán.
Esta noble mujer era de pequeña estatura (1.45m.) y falleció entre los
20 a 25 años de edad hacia el siglo IV d.C., cuando era una alta
dignidad vinculada al ejercicio de la función religiosa en el centro
ceremonial y que ostentaba un alto poder en el ámbito del valle
Chicama, cuyo prestigio debió extenderse en toda la cuenca del
Chicama y los valles vecinos de la costa norte.
Su cuerpo extendido a la usanza mochica, fue preparado siguiendo un
complicado ritual, que incluyó la aplicación de cinabrio, sustancia de
color rojo que inhibió el proceso de descomposición de la piel y los
tejidos, debido a su toxicidad. Su rostro fue cubierto con un paño de
algodón y protegido con un cuenco de cobre dorado. Sobre el pecho
ostentaba un plato del mismo metal; asimismo, portaba una serie de
ornamentos de plata y oro, entre ellos: aretes, narigueras, collares y
otros.

La condición de la alta dignidad debió ser tal que en su época (siglos


IV-V d.C.) fue considerada –sin duda- como un personaje vinculado al
mundo de las deidades, pues además de su complejo ajuar y objetos
emblemáticos, llevaba tatuados en sus antebrazos, tobillos y dedos
los símbolos que realzaban su prestigio: la araña, animal asociado al
mundo nocturno y a la captura de víctimas, y la serpiente, un ser que

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está vinculado a la comunidad de los ancestros, la comunidad natural
y la de las divinidades.

No cabe duda que, pese a su juventud, ella


presidía las ceremonias y rituales realizados en
el cuarto templo de Huaca Cao Viejo, asistida
por oficiantes subordinados a su rango y poder,
hacia el siglo IV d.C. De esta manera, el
encuentro con esta mujer del antiguo Caup,
que es un término irrespetuoso), realizado por
arqueólogos, conservadores y personal obrero
del Proyecto Arqueológico El Brujo, ha
confirmado la importancia y el elevado rol que
desempeñó la mujer en el

mundo mochica, y en particular en el valle Chicama, pues en la cima


de Huaca Cao Viejo también se encontró a dos dignatarias mochicas
que vivieron mucho después que ella, en una tumba decorada con
pintura mural que fue utilizada dos veces en el tiempo, para
enterrarlas por separado. Asimismo, en San José de Moro (valle
Jequetepeque) se encontró a un oficiante cuyo prestigio fue muy
grande a fines de la época Mochica.

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CAPITULO III

F. ECONOMIA
AGRICULTURA
La economía Mochica se basó en la agricultura
como actividad básica y principal. Construyeron
estupendas obras de irrigación de cientos de
kilómetros de largo, como el de la Cumbre, que
tiene 113 km. de longitud y otros canales que
bordean los valles de Mochica, Chicama y Virú.
Edificaron grandes reservorios con capacidad de
millones de metros cúbicos de agua, como el de
Ascope que tiene 1400 metros de longitud, 15

28
metros de alto, terraplenados.
Cultivaron muchas variedades de productos agrícolas, y en gran
escala, como maíz, yuca, achira, tabaco, coca, calabaza, quinua,
llacón, pallares, ají, camote, olluco, papa, loche, maní, frijol, zapallo,
machua. Frutales como la granadilla, lúcuma, chirimoya, guanábana,
pacae (guaba), níspero, pepino, berenjena, maracuyá, tumbo, troja de
algarrobo, poroto, tuna, palta, papaya etc.
Esta dieta alimenticia complementada con los variados y ricos
recursos marinos era reforzada también con el consumo de carnes de
cuy, llama, venado y aves.
Fácilmente llegaron a completar las necesidades mínimas de
humedad, fibra, proteínas, grasa, almidón, carbohidratos, calorías
glúcidos, fósforo, calcio, hierro, cenizas, sílice, vitaminas; que requiere
el cuerpo humano para su desarrollo y vida sana.
IRRIGACION
Como debieron llevar agua para cultivar
tierras secas, construyeron canales
(Wachaques) que se muestran como
notables obras de ingeniería hidráulica,
como el de Ascope y el de la Cumbre.
Asimismo construyeron represas como la
de San José, cuyas aguas almacenadas
servían para irrigar las tierras en tiempo
de sequía y escasez.
NAVEGANTES
El mar ejercitó sobre los mochicas un
atractivo especial. Los Mochicas fueron
excelentes navegantes del mar, y soberbios
nadadores. Las naves estaban
confeccionadas de totoras (Scirpus),
complementadas con remos hechos de
guarango, también con haces de cañas
atadas unos a otros, con troncos, vigas o
palos de balsas. Provistos de sus caballitos
de totora, se convirtieron en hábiles
pescadores, de la misma manera que
organizaron expediciones que arribaron
hasta la isla de Chincha para extraer el
guano, tan eficiente para el abono de las
chacras.
Poseían también naves guerreras que eran
tripuladas por más de tres o cuatro
personas y que transportaban a grupos
militares o a los prisioneros vencidos en las
guerras.
PESCA
La caza y la pesca fueron por excelencia
actividades realizadas para el consumo.
Para la caza utilizaron redes, hondas,
lanzas y dardos arrojados por la estólica.

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Con la cerbatana cazaban venados y aves en presencia de los
grandes gobernantes, tal como lo evidencian las escenas
pictográficas de los ceramios. En cuanto a la pesca, utilizaron balsas
de buen tamaño y pequeñas embarcaciones hoy llamados "Caballitos
de Totora", sus implementos fueron redes, flotadores de lagenaria,
anzuelos de huesos y metal y arpones de metal

INDICE

CAPITULO I 4

 MARCO HISTORICO NORMATIVO


 MARCO GEOGRAFICO ESPACIAL
 ASPECTO SOCIAL POLITICO

CAPITULO II 10

 ASPECTOS CULTURALES:

ARTE MOCHICA:

A. CERAMICA
B. METALURGIA
C. TEXTILERIA
D. ARQUITECTURA
E. RELIGION

PRINCIPALES DESCUBRIMIENTOS

CAPITULO III 36

 ECONOMIA
 AGRICULTURA
 NAVEGANTES
 IRRIGACION
 PESCA

CONCLUSIONES

 Se puede decir que los elementos característicos de cada


cultura son los que forman parte de la fracción más significativa
de su cosmovisión, siendo una representación sólo parcial de
una realidad conceptual mucho más extensa y que encuentra
su nacimiento en las interpretaciones más básicas que del

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mundo puedan hacerse, interpretaciones que no por ser básicas
van a carecer de la importantísima significación que para las
culturas ancestrales poseían.

 Para los mochicas la dualidad en su cosmovisión no es una


excepción a esta regla, sino que extiende su influencia en todas
sus manifestaciones. Por lo visto en este ensayo, la naturaleza
de la Tumba del Señor de Sipán así lo corrobora, tanto por su
naturaleza propiamente tal, como también por la ordenación
que siguen los diversos objetos que junto a él fueron
encontrados.

 También corroboran esta idea las características a las que se


hicieron alusión que vienen a manifestar la complejidad de
pensamiento y percepción que al hurgar en las formas de
expresarse de una comunidad humana saltan a la vista, lo que
no hace otra cosa que preguntarnos ¿Qué se dirá de nosotros
en los milenios venideros, cuando un arqueólogo inquisitivo
trate de descubrir nuestra actual forma de pensar?

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