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Siringohidromielia terminal aislada como causa de paraparesia

J.L. Gil-Salú,; J.A. Barcia; J. González-Darder y J. Cervera*.

Sección de Neurocirugía y So de Rehabilitación*. Hospital General de Castellón. Castellón.

Resumen sa posterior a través del agujero magno (Chiari 1 o 11). La


localización más frecuente de estas cavidades es la médu-
Presentamos un caso clínico de paraparesia de lar- la cervical, aunque se describen cada vez con mayor fre-
ga evolución en una mujer de 75 años, diabética insuli- cuencia a otros niveles, sobre todo desde el empleo de la
nodependiente, cuyo déficit motor fue atribuido ini- Resonancia Magnética (R.M.)3.
cialmente a una polineuropatía diabética. Un estudio La presentación de una de estas cavidades de forma
neurofisiológico orientó a un síndrome de cola de ca- aislada a nivel del cono medular es infrecuente y aunque
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ballo o cono medular que fue confirmado mediante suelen hacerlo en el contexto de un disrafismo espinal,
técnica de resonancia magnética, poniendo de mani- muchas veces oculto, la presentación clínica y su diagnós-
fiesto la existencia de una cavidad quística en cono me- tico diferencial en una paciente de edad avanzada, la au-
dular, cuyo resultado quirúrgico e histológico fue el de sencia de factores etiológicos concomitantes y su manejo
quiste neuroepitelial sin otras lesiones asociadas. Co- quirúrgico lo hacen objeto de la presente publicación.
mentamos lo inusual de esta forma de presentación de
cavidades siringohidromiélicas terminales, su diagnós- Caso clínico
tico diferencial y manejo quirúrgico.
Mujer de 75 años de edad, diabética insulina-depen-
PALABRAS CLAVE: Siringohidromielia. Cono medular. diente desde hace 25 años con repercusión sistémica, que
Médula anclada. Paraparesia. desde hace 2 años venía presentando cuadro lentamente
progresivo de debilidad en miembros inferiores (MMII) y
Abstract dolor en ambos muslos. Desde 2 meses antes de su ingre-
so, dicho cuadro le impedía andar de forma independiente
We are reporting a clinical case of paraparesis in a y debía de hacerlo con ayuda de soporte. Esto motivó el
75 years old woman. Paresis was initially attributed to ingreso en So de Rehabilitación de nuestro Centro donde
diabetic polineuropathy. se practica estudio Neurofisiológico de MMII que pone de
Neurophysiological studies suggested a lesionof the manifiesto una severa disminución de la amplitud de po-
medullary cone or the filum terminale which was con- tenciales en las conducciones motoras en MMU, discor-
firmed by a MR study showing a cystic dilatation of dante con el grado de afectación sensitiva y la afectación
the medullary cone. The patient was operated and the de miembros superiores (MMSS). Presentaba cuadro de
histological study showed a neuroepitelial cyst. arreflexia vesical que precisó sondajes intermitentes y al-
The clinical presentation in our patient with termi- fabloqueantes. Existía una arreflexia en MMU, con Ba-
nal siringohydromielia is rather inusual. binski derecho e indiferente el izquierdo, sin clonus ni fas-
ciculaciones. Existía una hipoestesia por debajo del nivel
KEY WüRDS: Siringohydromielia. Conus medullaris. L2 y una fuerza segmentaria 3/5 por debajo de TI 1. Se
Tethered spinal cord. Paraparesis. practicaron estudios de Neuroimagen que incluyeron ra-
diología simple y estudio mediante Resonancia Magnética
de raquis cervical y dorso-lumbar.
Introducción La R.M. cervical descarta la presencia de anomalías a
nivel de charnela, excluyéndose la existencia de un Chia-
La siringohidromielia es definida como la dilatación ri-I y mostrando una discopatía de carácter crónico múlti-
quística de la médula espinal y se encuentra asociada ha- ple. A nivel dorso-lumbar se evidencia la existencia de
bitualmente, o causada por, un traumatismo, aracnoiditis, una cavidad quística que produce la incurvación de la mé-
neoplasias y descenso amigdalar o del contenido de la fo- dula cranealmente a la misma y que se extiende a nivel de

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Fig. 1.- Composición de la R.M. preoperatoria en planos axial, coronal y sagital que muestran la dilatación o cavidad quís-
tica a nivel del cuerpo vertebral de Ll.

los segmentos vertebrales T12 y Ll. Los bordes de la le- El resultado histológico fue compatible con un quiste
sión tienen una señal de resonancia similar a la médula y de naturaleza neuroepitelial que, en ausencia de otros da-
su porción central es hipointensa en las secuencias practi- tos histológicos y radiológicos acompañantes, correspon-
cadas con una señal indistinguible de la del líquido cefalo- de a la pared de una cavidad siringohidromiélica.
raquídeo. Tras la administración de contraste paramagné- El postoperatorio de la paciente transcurrió sin compli-
tico no se producen cambios significativos. Existían cam- caciones y a la semana de la intervención continuó reali-
bios degenerativos óseos y discopatía múltiple de carácter zando tratamiento rehabilitador. A los 6 meses de la inter-
crónico, siendo evidente un área de esclerosis en el plati- vención la paciente no precisa sonda urinaria, no refiere
llo superior de Ll. (Figura 1). dolor en MMU y vuelve a deambular con ayuda de anda-
La paciente fue intervenida practicándose laminecto- dor. Un control mediante R.M. dorso-lumbar (Figura 2)
mía T12 y L1, apertura dural, encontrando un cono medu- mostró la desaparición de la cavidad quística y la disposi-
lar de apariencia quística en su cara posterior que fue ción central del cono medular.
abierta bajo técnica microquirúrgica en toda la extensión
de la exposición intradural, lo que permitió revisar las pa- Discusión
redes de la cavidad, no encontrando nódulo tumoral e ins-
peccionando la zona del filum terminal el cual no se en- Aunque existe una alta incidencia de cavidades sirin-
contraba engrosado ni ejercía efecto de anclaje del cono gohidromiélicas a lo largo de la médula espinal, sobre to-
medular. Se tomó un fragmento de la pared del quiste para do desde el empleo de la R.M. como método diagnóstico,
examen histológico y con material de sutura irreabsorbible la localización terminal, a nivel del cono, suele presentar-
de 6-0, se fijó la aracnoides y bordes del quiste abierto a se más raramente. Cuando lo hace, coexiste un disrafismo
los planos laterales de la duramadre por su cara interior. espinal oculto, sobre todo en combinación con quiste neu-
Tras cierre dural se revisó extraduralmente el espacio an- roentérico, meningocele manqué y diastematolmielia3 • Es
terior del canal por si existiera compromiso del material en estos casos de patología congénita, asociados o no a
discal o espondilótico sobre el saco dura!. malformaciones tipo Chiari, donde tienen su vigencia las

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Fig. 2.- Misma composición de R.M. en planos coronal, axial y sagital mostrando la resolución de la cavidad quística tras
la cirugía.

teorías de Gardner y Williams. Sin embargo, en las otras mascarada en esta paciente por dos factores: la lentitud en
etiologías que se asocian a cavidades quísticas medulares, la progresión de los síntomas y la diabetes mellitus conco-
la patogenia se intenta explicar dependiendo del proceso mitante. Es usual que personas de edad avanzada, presen-
base. Así, la interferencia con el flujo sanguíneo medular ten déficits neurológicos de forma progresiva que no son
con la subsiguiente isquemia y cavitación en los trauma- atendidos con la debida premura por los que les rodean.
tismos 2 , la compartimentalización de los espacios subarac- No es hasta el momento de una valoración clínica cuando
noideos inducida por la aracnoiditis " la degeneración se les conceden el valor semiológico que tienen y se po-
quística de una neoplasia6 , la hematomielia traumática y nen en marcha mecanismos diagnósticos complementa-
subsiguiente cavitación o la obstrucción del flujo al LCR, rios.
con dilatación post-obstructiva por una lesión anterior en Respecto al tratamiento quirúrgico en este caso, fue
el canal medular como una neoplasia o hernia discaF, son enfocado en una doble vertiente. En primer lugar descartar
buena prueba de ello. la presencia de factores etiológicos en la patogenia del si-
En el caso por nosotros presentado, no existe ninguna rinx. Así es obligado la cuidadosa inspección bajo técnica
de estas patologías asociadas. Sólo podría atribuirse un hi- microquirúrgica de las paredes del quiste, la exclusión de
potético papel en la patogenia de la siringohidromielia a la un cono anclado por un fillum terminal engrosado y de
discopatía de carácter crónico que se evidencia en el estu- factores intra- y extradurales que pudieran favorecerl0 4 •
dio de R.M., pero se comprobó en el acto quirúrgico que En segundo lugar, el tratamiento de la cavidad puede en-
no causaba un conflicto de espacio en la cara rostral del focarse desde dos perspectivas. Una de ellas busca la deri-
canal raquídeo. Otros autores han mencionado casos simi- vación del contenido líquido a otro compartimento y en
lares al por nosotros presentado, señalando incluso la po- otras ocasiones, como en nuestro caso, se pretendió una
sibilidad de que un sirinx aislado pueda ser el único ha- vez abierto el quiste en toda su extensión, evitar la forma-
llazgo en un disrafismo espinaP. ción de un anclaje secundario del cono medular por una
La forma de presentación clínica aunque típica o ca- aracnoiditis previsible postquirúrgica, mediante la fijación
racterística de un proceso de esta localización, quedó en- de la aracnoides y paredes abiertas del sirinx a la cara in-

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terna de la duramadre, de forma similar a la expuesta por 3. Iskandar, BJ., Oakes, WJ., McLaughlin, C., Osumi,
otros autores para el manejo de la médula espinal anclada A., Tien, R.D.: Terminal syringohydromyelia and occult spi-
secundaria a procedimientos quirúrgicos previos 5 • nal dysraphism. J. Neurosurg. 1994; 81: 513-519.
El resultado clínico para la paciente aquí presentada se 4. Mapstone, T.B.: Management of tethered spinal cord.
puede considerar satisfactorio al excluirse la presencia de Neurosurgery Quarter1y. 1994; 4 (2): 82-91.
otra patología potencialmente de peor pronóstico y al so- 5. Sakamoto, H., Hakuba, A., Fujitani, K., Nishimura, S.:
lucionar quirúrgicamente una tórpida evolución sin causar Surgical treatment of the retethered spinal cord after repair of
morbilidad añadida, dada la severidad y larga evolución lipomyelomeningocele. J. Neurosurg. 1191; 74: 709-714.
6. Samii, M., Klekamp, J.: Surgical results of 100 intra-
de su cuadro clínico, aunque la mayor parte de los autores
medullary tumors in relation to accompanying Syringomye-
refieren la nula o poca mejoría en la sintomatología de
lia. Neurosurgery 1994; 35: 865-873.
procesos similares a éste.
7. Williams, B.: Pathogenesis of syringomyelia. En Batz-
dorf U. (ed). Syringomyelia: current concepts in diagnosis
Bibliografía and treatment. Williams and Wilkins, Baltimore 1991; 59-90.

1. Caplan, L.R., Norohna, A.B., Amico, L.L.: Syringom-


yelia and arachnoiditis. Journal Neurol, Neurosurg., Psych.
1990; 53: 106-113.
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2. Hida, K., Iwasaki, Y., Imamura, H., Abe, H.: Posttrau- Gil-Salú, J.L.; Barcia, J.A.; González-Darder, J.; Cerve-
matic syringomyelia: its characteristic magnetic resonance ra, 1.: Siringohidromielia terminal aislada como causa de
imaging findings and surgical management. Neurosurgery paraparesia. Neurocirugía 1996; 7: 55-58.
1994; 35: 886-891.

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