El liderazgo es una forma de poder y ha sido definido o interpretado de distintas
maneras, según el interés de quienes pretenden conceder al término un enfoque
acorde a sus intereses. Por lo tanto, el concepto de líder ha pasado por varios campos de actividad donde este puede ser visto como un político, administrador o un sujeto del común que tuvo la valentía de ayudar, sin haberlo pretendido. A lo largo del tiempo, se han definido una variedad de teorías basadas en el liderazgo desde distintos puntos de vista. Una de ellas es la Teoría de los Rasgos donde se idealiza que un líder nace, es decir, que este líder debe poseer unos rasgos específicos y que básicamente esta teoría trata de determinar cuáles son. Esta teoría al no tener un explicación y comprensión apropiada da paso a otros modelos teóricos como la teoría del comportamiento la cual se centra en el comportamiento del líder. Según esta teoría hay tres tipos de líderes. (1) el Autócrata que es el que da órdenes e insiste en que estas se obedezcan (2) el Demócrata que consulta al grupo antes de dar órdenes, (3) el Laissez Faire que se abstiene de guiar, abandona al grupo y no participa. Por otro lado, un equipo de investigación de la Universidad de Ohio desarrolló una teoría de liderazgo basada en dos factores denominados Estructura inicial que implica la organización y definición de tareas y la Consideración que expresa la confianza del líder respecto a las ideas y emociones del grupo. Además, estudios realizados en la Universidad de Michigan determinaron un estilo de liderazgo compuesto por: El líder centrado en la tarea, el cual supervisa y observa el trabajo de los demás y el Líder centrado en las personas que supervisa el trabajo de los demás intentando ofrecer una sensación de apoyo. Dentro de estas teorías de liderazgo se encuentra la Tridimensional que es producto de tres dimensiones: la preocupación por la producción, la preocupación por las personas y la efectividad. La cual presenta dos planos principales que son el de baja eficacia que es autócrata negativo que no tiene interés, de baja productividad y mediocre; y el de mejor eficacia caracterizado por ser burócrata, seguidor de reglas y procedimientos, que se preocupa por la gente y no por la producción. Luego con el modelo de contingencia de Fiedler se dice que el líder posee la facultad de modificar los aspectos del entorno para que concuerden con su forma de liderar, diferente a la teoría de la orientación a los objetivos que radica en que el líder debe procurar en todo momento que sus seguidores estén motivados y así mismo ayudarlos a alcanzar sus objetivos. Uno de los modelos que busca el liderazgo con total eficacia es el tridimensional de la eficacia que se basa en la interacción del grado de conducción y dirección teniendo en cuenta el comportamiento que se divide en cuatro: dirigir, convencer, participar y delegar. Y del cual se deriva una herramienta llamada LEAD que pretende describir la eficacia y aceptabilidad del líder. Finalmente, existen unas teorías recientes como el modelo de liderazgo atributivo, carismático, transaccional y transformacional que se centran en la relación del líder y sus seguidores.