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50-51 LO QUE DEBE HACER 9/6/04 15:31 Página 50

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LO QUE DEBE Y NO DEBE HACER

Proteja a su paciente de una crisis convulsiva


RICHARD L. PULLEN, JR, RN, EDD

LA MAYORÍA DE LAS CRISIS CONVULSIVAS cesan por sí solas y duran menos de 3 min. Siga estos pasos para evitar
que su paciente desarrolle complicaciones serias.
Qué debe hacer
• Valore a su paciente observando si presenta signos y síntomas de actividad convulsiva, así
como muestras de aura o contracción de grupos musculares, principalmente en la cara o las
manos.
• Tenga disponible material para habilitar una vía aérea,
oxígeno y de aspiración. Mantenga la cama de su paciente
en posición baja con las barandillas subidas. Considere la
posibilidad de almohadillar las barandillas.
• Si presenta una crisis convulsiva, quédese a su lado y
protéjale de posibles daños, observando cualquier indicio de
actividad convulsiva. Si está sentado en una silla o fuera de
la cama, acuéstelo en el suelo. Si está en la cama, retire las
almohadas, eleve las barandillas y ponga la cama en posición
plana. Evite que cualquier prenda le apriete.

 Despeje el área de objetos que le puedan causar lesiones.


Si está en el suelo, coloque una toalla o una manta doblada
debajo de su cabeza para protegerla de lesiones.

• Después de la crisis convulsiva valore su respiración y


tome el pulso a su paciente. Si están presentes pero el paciente no responde, colóquelo en
decúbito lateral para mantener sus vías aéreas permeables. Si es necesario, inserte una vía oral y
utilice un aspirador para extraer sus secreciones. Controle sus signos vitales. Si el pulso o la
respiración no están presentes, pida ayuda y empiece la reanimación cardiopulmonar.

 Cúbrale con una manta para mantener el calor y la


privacidad; la crisis convulsiva podría haber causado
incontinencia. Reconforte y reoriente al paciente de forma
tranquila y lleve a cabo una valoración neurológica.

• Observe y documente las características de la crisis


convulsiva: tipo de movimientos musculares, evolución y
duración de la crisis, y relajación de esfínteres con
incontinencia.
• Indique si el paciente informó de un aura o si se observaron
otros signos y síntomas anteriores al episodio convulsivo.

Qué no debe hacer


• No sujete al paciente durante la crisis, ya que las fuertes
contracciones musculares podrían lesionarle.
• No intente abrir sus apretadas mandíbulas ni introduzca
ningún objeto en su boca. En el caso de hacerlo podría dañar sus labios y dientes y provocar
que la lengua obstruyera las vías respiratorias.
• No lo mueva a menos que el entorno sea seguro.
• No le aspire la orofaringe hasta que la actividad motora finalice. N
BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA
Smeltzer S, Bare B, editores. Brunner and Suddarth’s textbook of medical-surgical nursing. 9th ed. Philadelphia: Lippincott Williams &
Willkins, 1999.
Wulf J. “Evaluation of seizure observation and documentation”. Journal of Neuroscience Nursing 2000;32(1):27-36, February 2000.

Richard L. Pullen, Jr., es profesor de enfermería en la universidad de Amarillo (Tex). Cada mes, este departamento explica los puntos clínicos
principales de un procedimiento de enfermería, de uso frecuente. Debido a restricciones de espacio, éste no es completo.

50 Nursing 2004, Volumen 22, Número 6


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Enseñar la espirometría incentivada a la cabecera del paciente


RICHARD L. PULLEN, JR, RN, EDD

CON LA UTILIZACIÓN DE LA espirometría de incentivo a la cabecera del paciente, éste aprende a hacer respiraciones
lentas y profundas para mantener una inspiración máxima. Habitualmente, se emplea esta técnica para prevenir o
tratar las atelectasias después de la cirugía de la parte superior del abdomen o de la cirugía torácica. Enséñele con
antelación, cuando el paciente está más receptivo al aprendizaje.

Qué debe hacer


 Dígale a su paciente que el motivo
para la espirometría incentivada es
ayudarle a insuflar sus pulmones,
completamente. Enséñele el indicador
que está dentro del dispositivo y explíquele
que cuanto más profundamente respire,
más se elevará éste.

• Valore su grado de dolor y adminístrele


analgésicos, si es necesario.
• Para obtener mejores resultados, coloque
al paciente sentado tan recto como éste
pueda hacerlo de forma cómoda.

 Enséñele a exhalar todo el aire con la boca separada de la pieza bucal


del espirómetro. Después, el paciente debe cerrar sus labios, firmemente,
alrededor de la pieza bucal, inhalar tan lenta y profundamente como le sea
posible a través de la boca y observar el nivel más alto que alcanza el
indicador. Cuando no pueda inhalar más, el paciente debe retener la
respiración, al menos, durante 3 s, y después exhalar normalmente.
Estimúlele a que trate de lograr el objetivo prescrito.

• Mientras esté despierto debe hacer el ejercicio cada hora, de 5 a 10 veces


consecutivas y terminar cada sesión con una tos profunda.

 Comience la fisioterapia tan pronto como su paciente regrese a la


unidad, después de la intervención quirúrgica, porque las atelectasias
pueden iniciarse en la primera hora. Ayude al paciente a entablillar su
incisión para toser.

• Ausculte sus sonidos respiratorios antes y después de utilizar el


espirómetro. Después de que lo use, limpie la pieza bucal con agua
y agítela para secarla.
• Cada 2 h, documente la eficacia con la que realiza el procedimiento
por iniciativa propia y el número de respiraciones que hace.

Qué no debe hacer


• No deje que su paciente emplee la espirometría de incentivo si éste
no puede entender o demostrar la utilización correcta del dispositivo.
• No coloque el espirómetro fuera de su alcance.
• No permita que el paciente utilice una pieza bucal desechable
durante más de 24 h. N

BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA
Berman, A et al. (eds): Kozier & Erbs’s Techniques in Clinical Nursing, 5th edition. Upper Saddle River, N.J., Pearson Education, Inc., 2002.
Smeltzer, S., and Bare, B. (eds): Brunner and Suddarth’s Texbook of Medical-Surgical Nursing, 10th edition. Philadelphia, PA., Lippincott Williams & Wilkins, 2003

Richard L. Pullen, Jr., es profesor de enfermería en la universidad de Amarillo (Tex). Cada mes, este departamento explica los puntos clínicos principales de un
procedimiento de enfermería, de uso frecuente. Debido a restricciones de espacio, éste no es completo.

Nursing 2004, Junio-Julio 51

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