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LA ENTREVISTA
Aquellos códigos que han adoptado el sistema acusatorio, oral, garantista y con tendencia a lo
adversarial, diferencian tres instituciones: entrevista, interrogatorio y declaración.
Así se regula la entrevista como una diligencia a desarrollar durante la etapa de investigación;
generalmente sin valor probatorio alguno. La misma consiste en que el ministerio público, la policía
y/o el abogado defensor formulan determinadas preguntas al indiciado a la presunta víctima, a
testigos, e incluso, a peritos, esperando que los mismos, a través de sus respuestas, den
determinada información tendiente al esclarecimiento de los hechos. Pero, se debe recordar que,
como se realiza durante la etapa de investigación, no se le considera prueba, sino para efectos que
integre la carpeta de investigación y se tomen aquellas decisiones que, en la citada etapa procesal,
por ley proceden.
En cambio, se regula el interrogatorio se hace en la inteligencia que es una modalidad, vía, manera
o forma para el desahogo de la prueba personal, realizándose el mismo durante la audiencia del
juicio oral o por excepciones, en la audiencia de prueba anticipada, dotándole la ley de valor
probatorio. En efecto, el interrogatorio, al igual que la entrevista, consiste en formular preguntas a
una determinada persona- con el agregado que también lo puede hacer el juez, situación que no
procede en la entrevista- pero dentro de una audiencia de desahogo de prueba, que puede ser el
de prueba anticipada o el del juicio oral; y como ya se adelanto es considerado como prueba.
Por otro lado, en lo que respecta a la declaración, la misma se la entiende como la libre exposición
que realiza el procesado ante un juez, sin que medie pregunta alguna; y dependiendo ante qué
tipo de juez se realiza la declaración, será su valor o importancia; así, si la misma se efectúa en la
audiencia se formulación de imputación ante el juez de control o de garantía dependiendo de la
entidad federativa- entonces tendrá el valor de un acto de investigación; en cambio, si se realiza en
la audiencia del juicio oral, ante el juez o tribunal del juicio oral, entonces tendrá valor o merito
probatorio.
Frente a ello, en esta primera parte solamente nos vamos ocupar de analizar el tema de las
entrevistas, su concepto, su característica, las técnicas para entrevistar al indiciado, a testigos ya
peritos, así como, su valor o utilidad durante la etapa de investigación.
Concepto de entrevista
El artículo 114, fracción V del código de procedimientos del 2006 establece lo siguiente:
“Articulo 114. Facultades y obligaciones de la policía ministerial. La
policía ministerial tendrá las siguientes facultades y obligaciones:
V. Entrevistar a los testigos presumiblemente útiles para descubrir verdad. Las
entrevistas se harán constar en un registro de las diligencias policiales
efectuadas, el cual no tendrá por sí mismo valor probatorio alguno”.
Los testigos
El esclarecimiento de un caso se obtiene, muchas veces, como resultado de hablar con personas o
de obtener información respecto a lo que vieron o escucharon. El conocimiento de los antecedentes,
hábitos, relaciones y enemigos de la víctima también es útil. La descripción de vehículos, objetos y
sospechosos proporcionan datos pertinentes.
Las entrevistas formales con los testigos difieren de las entrevistas en el lugar de los hechos, porque
suelen llevarse a cabo sin urgencia. En estos casos, el entrevistador puede revisar los datos del
archivo, planear el momento, entre el sospechoso y el testigo.
1.6. Estructura y Técnica para Entrevistar
Desde el mundo de la justicia se reconoce, por una parte, qué identificaciones incorrectas del testigo
llevan, han llevado y, posiblemente seguirán haciéndolo, a más errores judiciales que el resto de las
variables intervinientes juntas o combinadas. Por otra parte, la ironía de que si los informes de los
testigos son de importancia tan crucial ¿Cómo es que los policías reciben, si lo reciben, tan poco
entrenamiento para aprender a dirigir técnicas de entrevista que faciliten la recuperación de la
memoria?
Los policías han intentado maximizar la fidelidad de los testimonios de los testigos realizando sus
intervenciones en un contexto agradable y relajado, pero esto no ha sido suficiente y se ha
demostrado que, aun actuando así, los informes obtenidos son incompletos, poco fiables,
confabulados y que los procedimientos utilizados para preguntas pueden falsear las respuestas.
Al respecto, aquellos policías con años de experiencia en la toma de entrevista, lo que usualmente
aplican es la denominada “Entrevista Estándar”, en donde los entrevistadores emplean el siguiente
procedimiento de preguntar; se le pide a los entrevistados que describan con sus propias palabras
la información que recuerden; y sólo después se les hacen aquellas preguntas que se consideren
necesarias aplicando las siguientes técnicas:
1. Apariencia física: Piense si el sospechoso le recuerda a alguien que conozca. Si es así piense
por qué, ¿Tenía algo inusual en su apariencia física o en la ropa que vestía?
2. Nombres dichos: Si piensas en el nombre que se pronunció no recuerda cual fue, intenta
pensar en la primera letra del nombre, recorriendo el alfabeto. Intenta pensar en el número
de silabas. Por favor, comunique incluso información parcial.
3. Características del habla: piense si las voces le recuerdan a alguien ¿Tenía el sospechoso
una pronunciación educada?
4. Conversación: piense acerca de su reacción a lo que se le dijo y la reacción de los otros. Por
favor comunique incluso información parcial ¿Había algo inusual en las palabras o frases
utilizadas?
5. Números: ¿Los números eran altos o bajos? ¿Cuantos tenía el número? ¿Había alguna letra
en la secuencia? Por favor comunique incluso información parcial
Sin embargo, desde las corrientes psicológicas, se está postulando un nuevo tipo de entrevista,
denominada: Entrevista cognitiva; aquí los entrevistadores manejaban las cinco técnicas antes
señaladas más otra cuatro, referentes a recordar el contexto; a decirlo todo; a recordar los
acontecimientos en un orden diferente; y el cambio de perspectiva.
En ese sentido, la técnica de la entrevista cognitiva ha recibido considerable atención como una de
las técnicas de entrevista más eficaces aplicadas a investigaciones de la vida real, especialmente a
las investigaciones policiales, habiendo demostrado ser una de las áreas con más éxito en la
investigación de la memoria. Se ha afirmado de forma generalizada que la entrevista cognitiva
incrementa la cantidad total de información correcta sin que incremente el número de errores.
La entrevista cognitiva procede de dos perspectivas fundamentales: el principio de especificidad de
la codificación y del enfoque multi-componente del trazo de memoria.
El principio de especificidad de la codificación sostiene que la efectividad de una investigación de
recuperación está determinada por su similitud con las operaciones codificación (adquisición). Así
el ambiente de recuperación que eficazmente reinstaure el ambiente original mejoraría el recuerdo,
Se ha demostrado que esta reinstauración del contexto físico y personal puede ser lograda en gran
medida sin volver al escenario originar, simplemente imaginándolo mentalmente.
El enfoque multi-componente de la memoria postula que el trazo de memoria no es una
representación unitaria, holística del conocimiento original, sino una compleja variedad de muchas
características. Así, la entrevista cognitiva intenta explotar esta dimensión de la memoria
estimulando a los testigos a disminuir el criterio subjetivo de estos a la hora de dar información, aun
parcial, cuando parte de la información es inaccesible.
Teniendo en cuenta además el enfoque multi-componente de la memoria, se intenta la recuperación
a través de diversas técnicas y perspectivas dado que con cada una de ellas se puede tener acceso
a un determinado tipo o cantidad de información.
En ese sentido, cada una de estas técnicas está representada por una instrucción que el
entrevistador da al entrevistado. Así estas técnicas son:
1. Reinstauración (o restauración) mental del contexto
2. Decirlo todo
3. Recordad los acontecimientos en un orden diferente
4. Cambio de perspectiva
A continuación, analizaremos cada una de estas técnicas de la entrevista cognitiva.
Restauración Mental del contexto
Al individuo se le pide intentar reinstaurar, o recrear, lo más completo posible el contexto que
rodeaba al acontecimiento, incluyendo el estado emocional interno.
La razón teórica para el uso de esta estrategia descansa en el ya comentado principio de
especificidad de la codificación; donde esta estrategia proporciona claves adicionales para que, en
la recuperación, sean reincorporadas características presentes en el momento de la codificación
original.
La restauración puede conseguirse por varios caminos y puede implicar la generación interna de
características presentes en el momento de la codificación que pueden ser de naturaleza perceptual,
como resultar de procesos de formación de imágenes.
En este sentido, la reinstauración mental del contexto consiste en reinstaurar las circunstancias
físicas y personales bajo las que se presenta el hecho. No siempre es posible reconstruir la escena
del crimen de forma exactamente igual a como en realidad se desarrolló, pero si es posible pedir al
sujeto entrevistado una evocación mental del suceso.
La reinstauración se aplica a través de una instrucción que el entrevistador da al entrevistado, y es
como sigue:
“Intente reconstruir en su mente el contexto que rodeó al incidente. Piense como era el
entorno circundante en la escena del crimen, habitaciones, la iluminación, el tiempo,
cualquier olor, y gente u objetos cercanos. Piense también en lo que entonces sentía y
piense en su reacción ante el incidente. Mentalmente, sitúese allí, en el momento en que
el incidente sucedió”.
Decirlo todo o Técnica de la Compleción
La técnica de la compleción tiene como finalidad que el entrevistado diga todo lo que sepa. Es
corriente que en las actuaciones reales los testigos/victimas retengan información de lo sucedido,
no por el hecho de su ocultación, sino por considerar que la misma puede ser irrelevante para el
investigador.
Hay que hacerles entender (a la víctima o testigo) que pequeños detalles pueden llevar asociados
otros cuya importancia pueda ser vital para la investigación. Animar al entrevistado o no auto
concentrarse puede permitir al investigador descubrir elementos nuevos que puede constatar
posteriormente o eliminar en cualquier momento si no los considera de valor.
El individuo es estimulado a decir todo lo que pueda recordar, con independencia del nivel de
confianza en subjetiva asociada a la información. Mucha gente piensa que la confianza es un
indicador fiable de la exactitud de seguros acerca del elemento de información o si piensan que la
información es irrelevante.
No obstante, el trabajo empírico sugiere que la relación entre confianza y exactitud es poco fiable.
Por estas razones es importante intentar estimular a los individuos a hacer caso omiso de la
confianza o de la importancia percibida de un elemento de información. La razón teórica para el uso
de esta estrategia es compatible con el trabajo sobre la teoría de la detección de señales, que
sugieren que la predisposición de una persona a informar acerca de un acontecimiento dependerá
del nivel de confianza adoptado.
Para la investigación policía la aplicación de esta técnica la consideramos de una gran importancia.
Debe dejársele claro a los testigos o a las víctimas que deben informar de todo lo que recuerden y
que no omitan nada por nimio que crean que es, o incluso aunque sean cosas no siempre
agradables.
Creemos que sería de una gran utilidad recordarle a las víctimas o testigos que una colilla, un
pañuelo de papel con mucosidades, esputos, saliva, y otros fluidos orgánicos que puedan haber
pertenecido a un agresor llevan en mismos una identificación tan discriminadora como la pueda ser
un dactilograma, es decir su ADN.
Finalmente, la instrucción para esta técnica es:
“Algunas personas guardan información porque no están muy seguras de que sea
importante. Por favor, no elimine nada de su relato, incluso cosas que crea que no son
importantes.”
Recordar los Acontecimientos en un orden Diferente
Al individuo se le pide que recuerde el acontecimiento en más de un orden secuencial, es decir,
recordar el acontecimiento desde el final al principio, o desde la mitad, etc. Esta estrategia puede
también ser aplicada a detalle de bajo interés, como en el escaneo de imágenes.
La razón teórica para esta regla mnemotécnica puede derivarse de los modelos de memoria que
argumentan a favor de la formación de descripciones. De acuerdo con estos modelos, cambiando
el orden del recuerdo se posibilitaría el uso de una descripción de la recuperación diferente. Una
nueva descripción incrementaría la probabilidad de recuperar nueva información. Evidencia
empírica ha demostrado que los cambios en el orden del recuerdo pueden influir en la memoria
para la información desde posiciones secuenciales diferentes.
En lo que respecta a esta estrategia es importante hacer mención especial de los estudios de
GEISLEMAN Y CALLOT para quien las investigaciones anteriores han demostrado que los testigos
que han sido instruidos para recordar el escenario de un crimen en orden inverso (hacia atrás, de
final a principio o comenzando por etapas intermedias), así como en orden progresivo (hacia
delante, de principio a fin), recuperan más información total que aquellos que solo hacen un
recuerdo progresivo, aun cuando lo hicieran dos veces.
Es de creencia general que cuando una persona asume una información nueva y luego la intenta
recuperar de la memoria, activa dos procesos diferentes, un proceso dirigido por los datos
(comprensión sensorial) y otro dirigido conceptualmente (que aplica conocimiento anterior,
expectativas y esquemas de la situación para facilitar la comprensión).
Con el recuerdo hacia delante de escenas cortas basado en un esquema, las acciones incidentales
son recordadas más pobremente que las acciones coherentes con dicho esquema. Sin embargo,
cuando un individuo procede mentalmente hacia atrás, a través de un escenario, está utilizando el
esquema subyacente de ese escenario, que, de ser así, recuperaría más acciones incidentales en
el recuerdo inverso y más acciones coherentes en el recuerdo progresivo.
Esto es importante, dado que las acciones incidentales a un escenario de un delito, que
probablemente serán recordadas en orden inversos, a menudo tiene un gran valor de investigación.
Esto es porque las acciones incidentales tienen más probabilidad que las acciones coherentes para
proporcionar una base en la que enlazar un crimen con otro. Las acciones típicas de un delito en
particular no proporcionan ninguna base para atribuir delitos múltiples a la misma persona. Además,
los presentes resultados sugieren que el recuerdo en orden inverso podría limitar el número de
intrusiones incluida en el informe del testigo.
A los entrevistados se les de la siguiente instrucción:
“Es natural repasar el incidente de principio a fin. Sin embargo, también debe intentar repasar
los sucesos en orden inverso. Como alternativa, intente empezar con la cosa que más le
impresionó del suceso y después vaya a partir de ahí, tanto hacia delante como hacia atrás”.
Dado que puede representar una técnica poco “creíble” para muchas personas, es conveniente
que la misma sea explicada de manera que su comprensión le lleve a una ejecución más precisa
de la misma. Se le puede explicar tomando como ejemplo ese juego-exhibición en el que, tras
muchos y variados procesos, un objeto golpea una ficha de dominó que hace caer de forma
progresiva a un gran número de ellas que formarán un mosaico en el suelo. Es el proceso de
“acción-reacción”.
Para una persona normal al pedírsele que nos relate cómo fue la caída de las fichas de dominó es
posible que, sin afectar al resultado final, se saltara alguno de los pasos que provocan el desenlace
final. Si en vez de eso le pedimos que nos relate en sentido inverso y que nos diga cuál fue la acción
que provoca cada una de las reacciones, es seguro que no se podrá saltar ninguno de los pasos
intermedios.
Cambio de perspectiva
Al individuo se le pide recordar el acontecimiento como si lo tuvieran viendo desde la perspectiva
de otra persona. La razón puede estar de nuevo deriva de algunos modelos de memoria: los
caminos de perspectiva forzarían a un cambio en la descripción de la recuperación, haciendo de
este modo que esté disponible nueva información.
Esta evidencia está tomada de los estudios de Anderson y PICHERT que demostraron que bajo
instrucciones de aprendizaje internacional un cambio de perspectiva influenciaba el recuerdo escrito
de los detalles de una narración.
Este valioso aporte indica que un cambio de perspectiva influenciaría en las claves de recuperación
implícitas que promueven el recuerdo de nueva información, lo que sugiere sus efectos pudieran
operar fuera del conocimiento consciente del individuo.
Finalmente, la instrucción es:
“Intente recordar el incidente desde las distintas perspectivas que haya podido tener, o
adopte la perspectiva de otros que estaban presentes durante el incidente. Por ejemplo,
trate de ponerse en el papel de un personaje importante del incidente y piense qué debe
de haber visto esa persona”.
ESTRUCTURA DE LA ENTREVISTA
Existe un procedimiento para la realización no solamente de una entrevista, sino para que la misma
le rinda buenos frutos al entrevistador.
Así, la primera fase es la denominada histórica, la cual empieza antes de que el investigador y el
entrevistador se reúnan, su objetivo consiste en cubrir- tener presente- las actitudes y creencias
que los participantes traerán a la entrevista; por ejemplo, nuestro bagaje intelectual, el cual influye
y configura nuestra conducta durante el proceso de entrevista; como indica CHARLES YESCHKE,
mientras más conocimiento de sí mismo traiga usted a la entrevista, más efectivo será en la fase
de preparación personal.
En segundo lugar, está la fase de preparación personal; todos los adultos tienen la oportunidad de
modificar los prejuicios y actitudes negativas que aprendieron mientras crecían. Los entrevistadores
deben observarse detenidamente y cambiar aquellas cosas que tienen un impacto negativo en el
proceso de comunicación, y por extensión, en la entrevista.
En ese sentido, las inclinaciones y perjuicios conducen a una observación, evaluación y valoración
equivocadas, de modo que los profesionales los dejan de lado en sus indagaciones. Reconocen
que la manera como tratan a la gente está muy influenciada por su pasado, pero, no pierden el
control de su propia conducta.
En tercer lugar, está la fase inicial, la cual tiene como finalidad considerar la información detallada
acerca del incidente motivo de la investigación, la gente que podrí estar involucrada y las
condiciones en las cuales tendrán lugar las entrevistas. La fase inicial consta de tres secciones; pre
contacto, planeación estratégica y contacto. La tercera sección cubre los primero minutos críticos
de cada entrevista. A continuación, comentaremos cada una de estas secciones.
Con relación al pre contacto, el entrevistador se familiariza con la información disponible acerca del
asunto es investigación, así como de los diversos sospechosos y comienza a formular un plan de
entrevista flexible. Este plan incluye un cuadro claro de los objetivos de la entrevista y una estrategia
del punto flotante. Según esta estrategia, para solucionar el problema se debe establecer una serie
de puntos, los cuales permite que uno pueda reevaluar su progreso y determinar si está en el
camino correcto o no. Su estrategia flota de punto a punto, nunca queda fija hasta que uno esté
razonable seguro de la evaluación de la evidencia.
Así mismo, dentro del pre contacto está la indagación preliminar, en la cual el entrevistador debe
recabar evidencia y revisar la información obtenida, por ejemplo, de víctimas y testigos. Los detalles
específicos del incidente forman el fundamento al cual se referirá el entrevistador durante toda la
investigación. Los indicios acerca de la motivación se podrán encontrar en el estilo de vida, hábitos,
pasatiempos, estresares y necesidades de los sospechosos. Sin embargo, debemos ser muy
cuidadosos, debido que la persona que proporciona la información preliminar en una investigación
puede tener una agenda oculta- un plan para engañar al investigador y despistarlo con información
falsa-; se debe buscar las señales reveladoras de engaño; inconsistencias, detalles ilógicos,
información oscurecida por temor o cólera, etc.
Por otro lado, está la planeación estratégica, la cual consiste en que el investigador evalúa a los
entrevistados potenciales, prepara una estrategia de entrevista basada en lo que ha aprendido y
también se prepara psicológicamente para la entrevista.
En ese sentido, antes de dirigir cualquier entrevista, el investigador evalúa a cada entrevistado
potencial, basándose en información proporcionada por las personas cercanas a la investigación.
El investigador calcula entonces las posibilidades de obtener evidencia veraz de esa persona. Este
cálculo es una estimación subjetiva- nada más que pensamientos acerca de si alguien será un
sujeto de entrevista fácil o difícil. El investigador considera lo bien que se llevará con cada
entrevistado y que tan cooperativa será esa persona.
Así mismo, como la meta de una entrevista es obtener tanta información verídica como sea posible,
entonces se debe contar con una estrategia apropiada para cada entrevista. En ese orden de ideas,
los entrevistados son seleccionados con base en su conocimiento, oportunidad, acceso y
motivación en relación con el asunto que se investiga. La planeación para una entrevista debe incluir
la verificación de los antecedentes del entrevistado. Tener información por adelantado del
entrevistado permite al investigador anticipar si la persona coopera; asimismo, ayudará al
investigador a preparar una apropiada estrategia.
Frente a ello, antes de dirigir una entrevista, se debe planear la manera como el investigador se
comportará durante el encuentro: ¿cómo hablará y actuará? ¿Cómo mostrará energía, fortaleza, y
concentración? ¿Hasta qué grado repasará detalles con el entrevistado? ¿Su revisión de detalles
ayudará al entrevistado a recordar información adicional? ¿Cómo se alentará al entrevistado para
que sea veraz?
Ello, por ende, implica, además una preparación psicológica para la entrevista, la cual incluye el
presentar una actitud imparcial para con el entrevistado, es decir, ser comprensivo y no juzgar,
incluso cuando el entrevistador interactúa con quienes son sus sospechosos principales. Asimismo,
el entrevistador debe estar decidido a poner a un lado la información engañosa y a pensar por uno
mismo. No debe aceptar ninguna pieza de información hasta que le haya evaluado a la luz de la
demás evidencia.
Además, se debe emplear una expectativa positiva en todos los esfuerzos para recabar información.
Es decir, el investigador debe tratar a los entrevistados como si ellos quisieran cooperar.
por otro lado, está el contacto, el cual implica las primeras impresiones de la entrevista durante los
primeros 10 a 45 segundos de la misma. En ese momento, el entrevistador debe mostrar que está
tranquilo, controlado, sereno, amigable, firme, justo, humano y compasivo. Las primeras
impresiones son importantes para ayudar a cimentar una relación cercana, pero temporal y para
alentar la cooperación del entrevistado. En los primeros segundos de la interacción humana, el
investigador comunica sus intenciones a través de mensajes no verbales. Expresa calor humano
mediante su tono de voz, sus gestos y modales. Estas situaciones afectan significativamente el
resultado de la entrevista.
Frente a ello; se sugiere los siguientes pasos:
a. Presentación y saludos; una introducción formal ayudará a establecerlo al
entrevistador como alguien en quien es seguro confiar. Cuando sea posible, es útil
separarse de cualquier investigación previa del delito que se le pide resolver. Además,
durante los primeros minutos el tono de la entrevista es resuelto, y puede durar
minutos, horas o días.
Así mismo, saludar a los entrevistados cordialmente los ayuda a sentirse cómodos;
se les debe hacer sentirse cómodos o relajados; sin embargo, no se debe pensar en
una especie de eliminación total de toda atmosfera de amenaza, dado que, hay
situaciones donde la misma ayuda a los participantes en pensar activamente y actuar
productivamente.
b. Colocación de las sillas; para la entrevista se debe escoger una ubicación que
proporcione intimidad y comodidad. Se debe determinar la posición de los asientos
con antelación. Por ejemplo. Se debe colocar frente a frente, a una distancia de dos
metros y con una pared lisa detrás del entrevistador; conforme la entrevista avanza,
el entrevistador debe mover su silla a una distancia de metro y medio del entrevistado;
el punto importante es evitar moverse demasiado rápido dentro del espacio personal
del entrevistado.
c. Anuncio del objetivo; en ese sentido, anuncie el objetivo de la entrevista en respuesta
a la pregunta casi siempre no formulada por el entrevistador acerca del por qué de la
entrevista. Por ejemplo, se podría decir: “El propósito de nuestra charla de hoy es
hablar sobre los materiales de construcción que se perdieron en el almacén. Busco
información que me ayude a determinar cómo salieron de allí los materiales. Estoy
entrevistando a varias personas así que necesito su ayuda para hacerme una idea
más completa de las circunstancias. Primero, déjeme tener alguna información de
fondo acerca de usted para conocerlo un poco mejor”. Al orientar a los entrevistados
hacia el objetivo de su investigación, los alentamos a ser menos reservados y
defensivos. Sin embargo, nunca se debe anunciar, como objetivo, el identificar y en
causar a la parte culpable.
d. Establecimiento del tono; después que se haya anunciado el objetivo y durante esos
primeros minutos críticos de la interacción, el investigador debe formular al
entrevistado preguntas que sean fácil de contestar: cómo se escribe su nombre, fecha
de nacimiento, número de años empleando en su puesto actual, años de educación,
estado marital. Estas, preguntas dan al entrevistado la oportunidad de ventilar cierta
energía emocional y sentirse más a gusto.
Las entrevistas no son relaciones intensas en las cuales ocurre un combate verbal. Se debe lograr
una armonía suave que fomente comodidad y pensamiento. Se debe usar un estilo de tono bajo
para evitar cualquier sugerencia de confrontación intensa: el objetivo de la entrevista no es
desenmascarar rápidamente al entrevistado, como el culpable de los hecho materia de
investigación.
Por otro lado, está la fase primaria, en donde el entrevistador fortalece la empatía iniciada en la
sección de contacto, recaba más información mediante la escucha activa u está atento a señales
de engaño. Con este punto, el investigador ha establecido que está abierto a la discusión y cuando
es visto como una persona afable.
Al comienzo de la fase primaria, el entrevistador gradualmente va acercando su silla a la del
entrevistador; repasando la información del caso con el entrevistado, como preludio para formular
preguntas adicionales. Todo el tiempo trata de mantener un tono positivo y construir empatía.
La manera exacta para el proceder el investigador depende tanto de la calidad de interacción que
ha sido capaz de establecer como de los hechos que necesita recabar. La adaptabilidad del
entrevistador es vital; debe ser capaz de pensar por su cuenta, alentando al entrevistado a pensar
cuidadosamente y tratar de recordar detalles.
Para ello es útil emplear los denominados huesos, que son preguntas no acusatorias que revelan
los elementos del incidente completo. Estas preguntas semi-estructuradas trabajan juntas, de forma
muy parecida a los huesos del cuerpo para integrar un esqueleto completo. De la misma forma en
que ese musculo y tejido rodean a nuestros huesos, todos los detalles del incidente y el
involucramiento del entrevistado rodean los hechos centrales del incidente.
Las preguntas semi-estructuradas que se utilicen en esta fase de la entrevista están diseñadas para
revelar, mediante un patrón de respuestas, si la entrevistada miente o dice la verdad. Sin ser obvio,
se debe implicar que uno busca el permiso del entrevistado para formular las preguntas conforme
avance. Por ende, se debe evitar conclusiones y acusaciones apresuradas.
A continuación, y siguiendo a CHARLES YESCHKE, se indicarán ejemplos de preguntas huesos.
- Las preguntas de narración. En algún punto lógico durante la fase primaria, se le debe pedir
al entrevistado que diga lo que sucedió, lo que sepa sobre el incidente en investigación. Los
entrevistados veraces tienden a proporcionar narraciones que fluyen uniformemente y que
han sido claramente meditadas. En cambio, los entrevistados mentirosos sospesarán todo
lo que digan, haciendo pausas extrañas en su narración. Una vez que la narración esté
completa, se debe revisar y comprender los resultados para asegurar que el informe esté
completo. En ese sentido, se debe permitir que el entrevistado recuerde libremente, para
luego formular preguntas específicas para descubrir detalles.
- La pregunta “usted”. Diríjase al entrevistado por su nombre y comience esta pregunta
diciendo: “Es importante aclarar este asunto”. Repase brevemente el incidente reportado y
explique que usted está haciendo estas preguntas en un esfuerzo para determinar qué
sucedió. LA pregunta “Usted” puede adoptar diversas formas: “si es usted la persona que lo
hizo, es importante aclarar las cosas” “¿Cómo se metió usted en este asunto?”. Un
entrevistado que tiene un alto nivel de vergüenza y remordimiento y no puede soportar el
estrés de la investigación puede hacer una confesión completa en este punto. Sin embargo,
esta es una ocurrencia rara; por lo que, no se debe formular la pregunta “usted”
acusadoramente y no debe hacer nada para sugerir que el entrevistado es responsable por
el incidente o que está mintiendo. En vez de ello, se debe recordar el adoptar un tono positivo
de curiosidad abierta. Si el entrevistado está ocultando algo, la curiosidad genuina del
entrevistador provocará inquietud y evasión que se identifican por señales exteriores tales
como retorcerse y atildarse. Tales signos de evasión y posible engaño pueden ocurrir en una
fracción de segundo; por lo que, se debe estar atento y observar estas señales sin ser obvio.
- La pregunta “quien”. Se puede iniciar la pregunta “quien” con el siguiente preámbulo: “Saber
con toda seguridad quién inicio el fuego en el almacén es una cosa, pero tener sospechas
es algo distinto. ¿Sabe usted con seguridad quien inicio el incendio?”. El entrevistado
probablemente responderá negativamente, lo cual conduce fácilmente a la siguiente
pregunta.
- La pregunta “sospecha”. Entonces podríamos preguntar. “Muy bien, usted no está seguro de
quién lo hizo. Pero déjeme preguntarle: ¿Tiene usted alguna sospecha acerca de quién pudo
iniciar el fuego?”. Rápidamente se debe agregar la advertencia: “tenga presente que no le
estoy pidiendo que sea malicioso, no le estoy pidiendo que arbitrariamente señale con el
dedo a una persona ni nada por el estilo, porque eso no sería justo. Tan sólo me pregunto si
alguien ha hecho algo o dicho alguna cosa para hacer que usted piense que ese alguien
pudo haber iniciado el fuego. ¿Puede usted pensar en alguien que pudiera estar
involucrado?”.
Las respuestas típicas de los entrevistados no culpables incluyen éstas:
“No me puedo imaginar quién lo hizo ni por qué”. “No puedo creer que estos sucedieran
aquí”.
- La pregunta “confianza”. Esta pregunta usualmente adopta la forma “¿Puede decirnos de
alguna persona en quien confié? ¿Qué persona, en opinión de usted, definitivamente no
podría haber robado el equipo de cómputo? O ¿De todas las personas que tuvieron la
oportunidad, ¿quién cree usted que no habría tomado el dinero?
- LA pregunta “verificación”. “Después de considerar la situación, ¿cree usted que el dinero
realmente fue robado o piensa que el informe del robo es falso?”. El culpable puede decir
que no cree que la perdida fue causada por robo. “Debe haber sido un error o alguien colocó
eso fuera de su lugar de alguna manera”. Los inocentes tienden a reconocer que el informe
era correcto y dirán que el robo fue real.
- La pregunta “acercamiento”. “La vida tiene muchas tentaciones para todos nosotros. Déjeme
preguntarle esto: “Alguno de los conductores del camión le ha pedido que desvié un
cargamento?”. El entrevistado inocente reconoce que hubo alguna platica acerca de eso
pero que nunca la tomó en serio para mencionarla. El culpable se aprovecha de tales platicas
como una oportunidad para echarles la culpa a otros e informar que las pláticas si ocurrían.
- La pregunta “pensamientos”. “Hay tantas demandas y presiones sobre la gente en sus vidas
cotidianas que ocasionalmente se ponen a fantasear acerca de diversas cosas. Dígame, en
lo que a usted concierne, ¿se le ha ocurrido alguna vez tener sexo con Mary, aunque en
realidad nunca lo haya hecho?”. Informar de una fantasía como tener sexo con Mary nos
dice que el entrevistado culpable considera el pensamiento significativo, lo suficientemente
memorable para recordarlo. “Bueno, ella a veces se ha llegado a frotar un poco conmigo y
creo que realmente quiere que la toque sexualmente”. El inocente no considera que tales
momentos de fantasía sean importantes y niega su involucramiento.
- LA pregunta “instrucción”. Esta pregunta es útil a la hora de investigar acusaciones de abuso
sexual infantil. “Muchas personas a sus hijos acerca del sexo conforme crecen. Después de
todo, es la responsabilidad del padre enseñar a sus hijos acerca de cosas como la salud.
Ciertamente usted no quiere que nadie se aproveche de ellos. ¿Qué le parece eso de
enseñar a sus hijos acerca del sexo?”.
- La pregunta “buena disposición”, “Si la investigación muestra que usted realmente salió de
la tienda con comestibles por los cuales no pagó, ¿estaría dispuesto a explicar eso y aclarar
todo este asunto? ¿Estaría dispuesto a pagar por las cosas perdidas?”.
- La pregunta “consecuencias”, las preguntas siguientes les piden al entrevistado que explique
las consecuencias de ciertas acciones. Por ejemplo, se podría preguntar. “Supongamos que
se descubre que el informe no era verdad. ¿Qué le debería pasar a Juan por su acusación
falsa?”.
- Entonces, se debe dar tiempo para responder y no para apresurar a formular la segunda
pregunta: “Si averiguamos quién tomo el bolso Juan, ¿qué debería pasarle a esa persona?”.
El culpable querrá que se le dé una segunda oportunidad al ladrón, mientras que el
inconsciente prefiere que se atrape al ladrón.
- La pregunta “qué tipo de persona lo haría”. La pregunta siguiente podría ser: “¿Qué tipo de
persona cree usted que haría algo como esto?”. Las personas no culpables de rápidamente
una respuesta apropiada como ésta: ¡Alguien muy enfermo! O “Alguien a quien no le importa
meternos a todos nosotros en esto”. El mentiroso tenderá a racionalizar o evadir la pregunta,
respondiendo: “¡Alguien que está bajo una gran presión!” o “¡Yo no soy ese tipo de persona!”.
- La pregunta “por qué sucedió”. Entonces podríamos preguntar: ¿por qué cree usted que una
persona haría algo como esto?”. Cabría esperar que el inconsciente contestara con rapidez
y claridad: “No tengo idea”, mientras que el culpable podría decir: “¡Ninguna razón!” o “¡Hay
un caso de divorcio!” o “¡A la gente aquí no les pagan lo suficiente!”. El culpable suele tratar
de proporcionar al ladrón una excusa o una racionalización.
- La pregunta “dicen que usted lo hizo”. Cuando usted pregunta: “¿tiene algún motivo para
decir que usted entró por la fuerza en la bodega?”, el entrevistado inocente replica: “No, no
lo creo. Yo no lo hice”. Parece pensar si pudo haber dado motivo a alguien para que se
sospeche de él. En vez de encogerse y parecer culpable, puede arrugar el entrecejo,
entrecerrar los ojos o verse contemplativo. Este lenguaje corporal es momentáneo y difícil
de simular convincentemente.
- La pregunta “dicen que lo vieron a usted”. Continúe la pregunta anterior con: “¡Hay alguna
razón por la que alguien podría decir que lo vieron a usted entrar por la fuerza en la bodega?”.
El inocente diría: “¡No, porque yo no lo hice!”. Responderá rápidamente y sin contemplación
ya que no necesita pensar profundamente para saber lo que hizo. La parte culpable diría:
Bueno déjeme ver… Oh no, no lo creo”.
- La pregunta “qué diría usted”. Esta pregunta le pide al entrevistado que piense acerca de la
persona responsable por el incidente. Pregunte cosas como ésta: “Imaginemos que el anillo
fue robado en verdad. Sí la persona culpable estuviera aquí, ¿qué le diría usted?”. Los
entrevistados con nada que ocultar suelen responder: “¡Lo que hiciste estuvo mal!” o “¡Ese
fue un acto estúpido!”. La respuesta se dará rápidamente y con fluidez, muchas veces como
un estallido de indignación y condena. Los entrevistados mentirosos tendrán que esforzarse
mucho para encontrar palabras de condena.
- La pregunta “indignación ampliada”. “¿Le molestaría a usted que ampliemos la investigación
más allá de su familia para incluir a sus vecinos y compañeros de trabajo?”. El culpable duda
en permitir que se haga una indagación fuera de su área laboral inmediata. Si el asunto se
presenta a la atención de amigos y vecinos, alguien puede comentar lo que pareciera
conducta sospechosa, como unas vacaciones recientes o una compra considerable. A los
entrevistados inocentes no les incomoda la indagación ampliada ya que generalmente no
tendrán nada que ocultar.
Por otro lado, la penúltima fase del proceso de la entrevista es la Fase terminal. Durante esta etapa,
el investigador saca una conclusión acerca de la veracidad del entrevistado; se sintetiza todas las
respuestas verbales y no verbales del entrevistado dentro de un patrón significativo que indique una
de las siguientes cosas.
- Veracidad
- Probable veracidad
- Posible veracidad
- Posible engaño
- Probable engaño
- Engaño
En ese sentido, hacia el comienzo de la fase terminal, el entrevistador habrá tenido la oportunidad
de observar, evaluar y valorar al entrevistado, observando la forma en que se compara del patrón
de sus respuestas con la totalidad de la evidencia.
Ciertamente, no hay absolutos en tales evaluaciones, pero las señales no verbales son indicadores
importantes del engaño. En ese sentido, hay ciertas señales de comportamiento que caracterizan
a individuos mentirosos; mientras que otras señales de la conducta caracterizan a quienes dicen la
verdad.
Cuando los entrevistados son inconscientes o mentirosos, es como si estuvieran tratando de forzar
la entrada de una pieza de rompecabezas color azul en un espacio destinado a una pieza de color
marrón. Las diferencias se vuelven evidentes cuando el investigador considera la totalidad de las
circunstancias.
Pero hasta los entrevistados cooperativos podrían mostrar algunos indicios que tienen información.
A las victimas pueden ocultar parte de los detalles de un incidente debido a que están avergonzados
por haber sido victimizadas. Los testigos pueden dar la impresión de estar reteniendo información
porque se sienten avergonzados por no haber hecho más para ayudar a la víctima o detener al
ladrón. Por otro lado, las inconsistencias en la historia de una víctima o un testigo pueden indicar
que fabricó el delito.
Por varias razones, entonces, los investigadores a veces entran a la fase terminal de una entrevista
sin haber alcanzado una conclusión acerca de la veracidad del entrevistado. Si ocurre esto,
entonces el entrevistador podría intentar una de las tres estrategias siguientes:
Comente que parece que el entrevistado tiene más información que proporcionar.
Dígale al entrevistado que se concertará una segunda entrevista en el futuro cercano para repasar
algunas cosas.
De la impresión de que usted sospecha que el entrevistado está ocultando o reteniendo información
importante.
Por otro lado, hacia el final de la fase terminal se debe evaluar si hay necesidad de seguir
entrevistando. En ese sentido, si hay inconsistencia que se desea clarificar, entonces se puede
decidir por continuar con la entrevista o programar otra.
Finalmente, está la fase de seguimiento; durante esta fase final del proceso de la entrevista se
resuelven las inconsistencias, puede darse confrontación y tal vez se obtengan confesiones. En
este punto, se debe ser flexible para aplicar la estrategia de punto flotante; asimismo, se debe
mantener la empatía, escuchar activamente, así como, evitar el uso del abuso, coerción,
hostigamiento o intimidación.
Las preguntas en la entrevista
En principio, con relación a las preguntas que se pueden formular en una entrevista, se debe tener
en cuenta tres tipos de enfoques, los cuales son:
- Enfoque estructurado, Este enfoque se usa al comienzo de la entrevista y forma la línea base
para la observación directa del investigador, la evaluación y valoración del entrevistado. En
esta porción de la entrevista, el investigador formula preguntas básicas para obtener
información sin acusación ni intimidación. Estas preguntas requieren menos pensamiento
profundo del entrevistado que aquellas formuladas durante las modalidades semi-
estructuradas y no estructuradas. Las preguntas formuladas en el enfoque estructurado no
están relacionadas directamente con la solución del problema investigativo. En vez de eso,
dan al entrevistado una oportunidad para evaluar al investigador y determinar si será tratado
con justicia. Todo lo que haga el investigador alienta o desalienta la cooperación. Asimismo,
al comienzo se puede esperar algún retraso en las respuestas del entrevistado; por lo que,
no se debe considerar, automáticamente, como indicio de engaño potencial.
Igualmente, la posición estructurada de la entrevista denota el momento para empezar a
construir la empatía con el entrevistado. Este enfoque puede ayudar a establecer el statu
relativo de los participantes en la entrevista, así como, ayudar a crear una sensación de
seguridad para ambos.
- Enfoque semi-estructurado. El empleo de este enfoque implica el deseo de entrevistador de
recibir información de los entrevistados de una forma inmediata, es decir, de manera pronta
y sin titubeos. Sin embargo, no implica el siso de coerción, abuso o intimidación. Acusación
y confrontación hacia los entrevistados no es apropiada en esta modalidad.
La formulación de preguntas según este enfoque no es alterada materialmente por las
respuestas del entrevistado. Las preguntas tienen en parte la intención de estimular al
entrevistado a exhibir comportamiento verbal y no verbal que pueda ser indicativo de engaño.
Siga los “huesos”, comentados en el punto anterior.
- Enfoque no estructurado. Casi al final de la interacción en la entrevista, el investigador puede
decidir alterar su estrategia y usar reparo especifico y aliento persistente para resolver
inconsistencias en la historia del entrevistado. Usualmente llegara a una deducción
estratégica mientras intenta resolver inconsistencias. La hostilidad del entrevistado o su
renuncia para proporcionar información veraz podría ser la base para una mayor intensidad
de repaso y aliento, por tanto, este punto crítico requiere de un manejo delicado.
Por otro lado, la materialización de la entrevista está dada por la dinámica de pregunta-
respuesta. Una pregunta es una solicitud directa o implícita para que el entrevistado piense
en un asunto particular. Los comentarios basados en suposiciones se pueden considerar
como preguntas cuando inviten al entrevistado a responder. Frente a ello, en vez de
depender de muchas preguntas, se debe permitir el entrevistado que hable libremente.
Asimismo, cuando hemos empleado la palabra “dinámica”, es que la entrevista es una
conversación, no un interrogatorio, debido que, su propósito es sostener una plática con
alguien que tiene conocimiento o ha experimentado, algo de lo que el investigador quiere
saber.
Para ello, se sugiere el empleo de los siguientes tipos de preguntas:
- Preguntas cerradas. Las preguntas cerradas, o de final cerrado, son específicas, ofrecen un
número de respuestas posibles. Preguntas de si o no y de elección múltiple son tipos de
preguntas cerradas. Se utilizan esta clase de preguntas al inicio de la entrevista para alentar
respuestas afirmativas y hacer que los entrevistados se sientan más cómodos.
Asimismo, la opción de “si, no” o “esto o aquello” de algunas preguntas cerradas limita el
alcance de respuestas y opciones. Esto puede ser útil cuando el entrevistador quiera
mantener el máximo control de la entrevista y por lo tanto ahorrar algo de tiempo. También
son útiles cuando vista y por lo tanto ahorrar algo de tiempo. También son útiles cuando los
entrevistados son reacios y que pretenden dar respuestas detalladas.
Sin embargo, el uso irrestricto de preguntas cerradas obstaculizara nuestros esfuerzos;
pueden inhibir el desarrollo de empatía. El mal uso de estas preguntas implica sondeo
detallado antes de que el entrevistado esté listo. La persona está dispuesta a proporcionar
detalles, particularmente acerca de temas sensibles, únicamente si se siente desarrollado
primero un máximo de empatía, puede hacer que el entrevistado se sienta impropiamente
invadido.
- Preguntas abiertas. Las preguntas abiertas, o de final abierto, empiezan con quien, donde,
que, cuando, como, con qué o por qué. No pueden responderse con sí o no requieren que
el sospechoso puede claramente. Aunque crean mayor inquietud, también revelan la mayor
inquietud, también revelan la mayor cantidad de información. Las preguntas abiertas ayudan
a que la entrevista tenga fluidez. La mayoría de las preguntas abiertas indagan el qué, por
qué o cómo.
Para averiguar la causa, razón o propósito, se debe realizar la pregunta ¿por qué? Estas preguntas
indagan por los hechos de una situación y áreas de investigación que comúnmente no son tocadas
por preguntas más complicadas. Hay veces, sin embargo, cuando la pregunta “¡por qué?” crea una
situación amenazante en la cual los entrevistados se ponen a la defensiva. Enfrentados a esta
pregunta, se pueden sentir rechazados, incomprendidos o presionados. Pueden retrasarse,
prevaricar o vengarse con silencio que puede confundir o frustrar.
Así mismo, las preguntas abiertas pueden ayudar al logro de las siguientes metas:
a. Describir las prioridades, actitudes, necesidades, valores, objetivos y aspiraciones del
entrevistados.
b. Determinar el marco de referencia y los puntos de vista del entrevistado.
c. Establecer comprensión y empatía.
d. Emplear escucha activa, palmadas, consideración positiva y reconocimiento.
e. Permitir y alentar a los entrevistados a que se expresen sus sentimientos y revelen
los hechos sin sentirse amenazados.
f. Promover catarsis o expresión de las emociones del entrevistado.
- Preguntas reflexivas. Estas preguntas son un espejo de los comentarios del sujeto. Se usan
para manejar objeciones: “Déjeme ver si entendí esto bien…”. Una vez que el investigador
haya respondido a las preocupaciones del entrevistado, se debe repetir la pregunta que
activó la objeción.
Al remover el obstáculo para la cooperación, se ayuda al entrevistado a sentirse más cómodo
y que responda a las preguntas subsecuentes.
- Preguntas directivas. Se usan para dirigir la atención del entrevistado hacia áreas de
consenso con el investigador. Los entrevistados quieren conocer los beneficios para su
cooperación. Una pregunta directiva responde a una preocupación: “Usted quiere llegar al
fondo del asunto, ¿no es así?”.
- Preguntas directas. Son de naturaleza específica y apuntan directamente al objetivo. Están
diseñadas para llevar al individuo a la acción. La mayoría de las preguntas formuladas en
entrevistas son preguntas directas. Al preguntar exactamente lo que se desea, muestran a
los entrevistados que uno cree que están listos y dispuestos y que son de responder.
Asimismo, las preguntas directas pueden estimular la expresión física del estrés del
entrevistado, pero no necesitan ser ofensivas y acusatorias.
Por el contrario, deben estar desarrolladas concienzudamente y aplicadas sutilmente para
evitar provocar estrés y poner al sujeto a la defensiva.
- Preguntas indirectas. Tales preguntas provocan menos estrés, menos temor y por ende
menos actitud defensiva por parte del entrevistado.
Ayudan a los sujetos a salvar las apariencias y racionalizar su comportamiento al
proporcionarles una “bendición universal”. Por ejemplo: “He hablado con la mayoría de los
demás empleados y ellos creen que… ¿Qué piensa usted?”. Las preguntas indirectas de
esta naturaleza pueden ayudar a los entrevistados a expresar su yo oculto, sus
pensamientos y sentimientos profundos, y así sucesivamente.
Las preguntas indirectas suelen usarse al comienzo de una entrevista y como un cambio de
ritmo durante el curso de la discusión. También se pueden usar como preguntas de
distracción, tal como se verá más adelante.
- Preguntas de autoevaluación. Estas preguntas piden al entrevistado que se evalúe o se
juzgue a sí mismo. Ayudan al investigador a desarrollar una hipótesis del quién, el cómo y el
porqué de un ilícito o algún otro incidente. Mediante preguntas de autoevaluación, el
entrevistador gana una comprensión más profunda de las necesidades, el entrevistador gana
una comprensión más profunda de las necesidades del entrevistado y sondea su opción,
revelando posible evasión e inquietud. Es casi imposible para un entrevistado
engañosamente, el entrevistado debe pensar primero en una respuesta, decidir que la
respuesta no sonaría bien y entonces inventarse una nueva historia y contarla de modo
convincente.
- Preguntas de distracción. Tales preguntas se concentran en algo o alguien cercano y
estimado por el entrevistado. Tienen dos posiciones:
1) disminuyen la tensión al distraer al entrevistado de un tema generador de tensión
2) Restaurar la empatía entre el sujeto y el investigador con un cumplido o indirecto
Las preguntas de distracción son útiles cuando se trata con entrevistados altamente emocionales.
Por ejemplo, el investigador podría decir en un tono realista: “bueno, vamos a hacer eso a un lado
por el momento. Quiero cubrir otro punto con usted acerca de la opinión que tiene acerca de cómo
la compañía puede mejorar la seguridad. Como le mencioné parte de la razón por la cual entrevisto
a varias personas es para lograr dos cosas, primero, me gustaría recuperar ese dinero perdido y,
segundo, quiero impedir que esto suceda de nuevo. Déjeme preguntarle esto, ¿cómo se puede
impedir una pérdida así en el futuro?”. La naturaleza de tales preguntas proporciona tiempo para
que el entrevistado se calme si el entrevistador había presionado algunos botones emocionales en
preguntas anteriores.
Deontología de la entrevista
La deontología de la entrevista guarda relación con la observación de patrones éticos de conducta
por parte de los entrevistadores; patrones que a su vez generan limitaciones y prohibiciones que
tienen que ser respetador a la hora de realizar una entrevista.
Así, entre las limitaciones tenemos:
Sólo se pueden hacer preguntas que estén relacionadas con los hechos.
Las preguntas serán directas, sin que puedan hacerse de un modo capcioso o sugestivo;
máxime si con tales preguntar puede alterarse la veracidad de los hechos, al suponerse un
esquema mental por otro, en la persona del entrevistado.
No se empleará género alguno de coacción, amenazadas, promesas, ni artificios para obligar
o incluir a una persona a declarar en determinado sentido.
Cuando la entrevista se prolongue mucho tiempo o el número de preguntas sea considerable,
se suspenderá la misma, concediendo al entrevistado el tiempo necesario para descansar y
recuperar la calma.
La entrevista de los sospechosos ha de ser oral. SE podrá permitir la redacción de una
contestación escrita o que se consulten apuntes o notas, sólo en casos excepcionales.
El rato para con el entrevistado ha de ser digno, no sólo en la entrevista misma, sino durante
todo el tiempo que permanezca bajo el control policial o de ministerio público.
Igualmente, se prohíben las siguientes técnicas:
- El narcoanálisis, o empleo de sustancias narcóticas, que permitan la exploración del
subconsciente de la persona
- El detector de mentiras o cualquier otro detector de los reflejos psicogalvanicos producidos
por la evocación de un recuerdo
- El uso de éter o cloroformo para hacer aflorar ideas que normalmente quedan sepultadas en
lo más profundo del yo
- El alcohol para provocar la locuacidad
- Los tests de proyección o de asociación, para hacer que el interrogado pronuncie
determinadas palabras
- Mención aparte merecen la violencia y la tortura con idea de obtener una confesión o
información del entrevistado. Es obvio que tal técnica está prohibida e incluso genera para
sus autores responsabilidad penal. En efecto, la violencia no se puede emplear, por las
siguientes razones:
1. Está prohibida por la Ley
2. Atenta contra el respeto debido a la persona
3. Puede resultar contraproducente, llevando al entrevistado a adoptar una
postura hermética
4. El entrevistado puede hacer confesiones falsas, para que cese la violencia
5. Sólo se emplea con marginados, jamás con personas de cierta importancia
6. Es más cómoda para el entrevistador, porque exige menos trabajo intelectual
que la técnica legal
7. Es empleada por policías mal preparados técnicamente
8. Desprestigia a la policía que la practica
9. Se revuelve contra el entrevistador porque puede acabar corregido o
procesado
10. Ningún entrevistador desearía sufrir los efectos de esta técnica
Formato de la entrevista
La entrevista, desde una perspectiva procesal, se rige por el principio ad probationem, es decir, el
entrevistador debe emplear cualquier tipo de medio que permita dejar constancia de la entrevista
que realizó; utilizar tipo de soporte para registrar las respuestas del entrevistado y de esta manera
valorar la información.
Lo que se pretende resaltar es el empleo de cualquier medio:
1. Levantando un acta, donde se deje constancia de lo siguiente; lugar y fecha de la entrevista;
nombre del entrevistador; nombre del entrevistado; hora de inicio de la entrevista; las
preguntas y respuestas; ora de término de la entrevista; firma del entrevistador; entrevistado
y, en el caso del imputado, la de su abogado defensor; un rubro de observaciones, donde se
haga mención de las incidencias suscitadas mientras se realizaba la entrevista. Asimismo,
si una misma persona se le ha tomado varias entrevistas, se debe redactar un acta para
cada entrevista realizada, estableciéndose el número correlativo de entrevista que se esté:
si es la No 1 o la No 2, y así sucesivamente.
2. Grabando la entrevista; se puede recurrir a una grabadora a fin de registrar el audio de una
entrevista; o bien el uso de una filmadora, para registrar audio y video; es decir, cualquier
soporte tecnológico que permita recepcionar la información obtenida de una entrevista. De
igual forma, se sugiere cubrir los puntos señalados en el párrafo anterior- a excepción de las
firmas claro está-. Sin embargo, el entrevistador debe indicarle al entrevistado, que esta
diligencia será gravada, debiendo de contar con la anuencia de esta última forma.
3. Escribiéndola en un documento privado; a diferencia del acta, puede ser que el entrevistador
sea el abogado defensor, quien por su propia cuenta está realizando una entrevista a alguien.
Si la misma no puede ser grabado, el entrevistador puede redactar todos los pormenores de
la entrevista en un documento, pudiendo solicitar la firma del entrevistado y, si es posible,
legalizar ante el notario público.
Como se puede apreciar no hay mayor formalidad que la constancia o registro de la entrevista
realizada; pudiéndose emplear cualquier medio, dependiendo de las circunstancias y del caso
concreto.
2. Interrogatorio
La palabra interrogar, viene del latín interrogare, formada del prefijo inter (en medio) y el verbo
rogare (preguntar). Ésta palabra se refiere a la búsqueda de la verdad por medio de preguntas. Es
también toda acción consistente en preguntar o inquirir a una persona acerca de una cuestión. En
ese sentido, el interrogatorio es el arte de cuestionar y examinar a una fuente con el fin de obtener
la máxima cantidad de información utilizable (usable), en el menor tiempo posible.
El arte de interrogar es un proceso individual que depende de la personalidad del que interroga y de
cómo logra comunicarse. Sólo con el interrogatorio es como el Juez puede disipar dudad y
esclarecer puntos oscuros, y llegar así a una decisión razonada u justa, sin la cual es imposible
pronunciar una condena que no sea arbitraria.
En que consecuencia, el interrogatorio es el conjunto de preguntas que un interviniente en el Juicio
oral- por excepción, en la audiencia de prueba anticipada- le formula al acusado, víctima, ofendido,
testigo o perito a fin de demostrar su teoría del caso.
En un sentido más práctico, León Parada precisa que el interrogatorio es como un juego dialectico
por la supervivencia, quien cede pierde, como un animal con su presa, el interrogador se mueve
lenta y firmemente hacia su objetivo final, gana un punto en el momento en que atrapa al sujeto en
la primera mentida; luego en otras subsecuentes, establece la intención y la premeditación; la
conspiración cuando procede; obtiene la admisión inicial; otras subsiguientes; luego aquellas de
mayor gravedad; insta incesantemente al sujeto a decir la verdad; lo motiva a confesar; y por fin;
obtiene la confesión.
El Interrogador
El interrogador debe ser una persona calificada y entrenada, motivo por el cual debe tener
cualidades personales, habilidades y destrezas especiales, habida cuenta que la actividad del
interrogador es mantener atento al Juez y al testigo para obtener de esta información que de ser
asimilada por aquél para sustentar su teoría del caso.
Debe presentar las siguientes cualidades y habilidades personales:
Dado que la práctica de prueba testifical en el acto del juicio requiere que se efectúe la debida
citación a los testigos, esta prueba debe solicitarse con al menos cinco días de antelación a
la fecha del juicio (art. 90.3 LJS)
El Juez tiene capacidad de limitar el número de testigos cuando su número fuese excesivo y,
a criterio del órgano judicial, sus manifestaciones pudieran constituir inútil reiteración del
testimonio sobre hechos suficientemente esclarecidos (92.1 LJS).
Este trámite es de suma trascendencia pues permite a la parte contraria impugnar los documentos
presentados de contrario o, cuando menos, hacer observaciones sobre los mismos.
La confesión
La confesión tiene un valor que está en relación directa con el contenido que ella encierra. No es
una verdad formal; ese criterio ya es anacrónico. El juez tiene que ser libre. No puede estar sometido
a lo que pueda encerrar una confesión, porque tiene que analizarla, descomponerla en sus partes,
actuar como quien efectúa una bisección, y luego de un minucioso proceso de maduración y
serenidad intelectual, apreciarla con la mayor ponderación.
En consecuencia, para los fines del proceso penal, la confesión deberá ser valorada por el juzgador,
quien, encauzado por los prescritos en la norma procesal penal, establecerá la utilidad o validez de
la confesión en un proceso penal determinado.
En propiedad, debemos reflexionar que la confesión no es más que un medio de prueba entre otros,
que no predomina sobre los demás, ni da lugar a pretensiones de exactitud absoluta.
Justificadamente, incumbimos tener en cuenta que la confesión, como tal, es sólo un medio de
prueba, el mismo que está considerado también en relación con los demás, tales como la
declaración de testigos, el peritaje, etc.
Es muy claro que la confesión importa de un hecho tipificado como delictivo en la ley penal y, por lo
tanto, debe estimarse que no ha habido confesión si el imputado no ha reconocido ser autor o
participe de hecho alguno tipificado por la ley penal. En severidad, no existe la denominada
confesión parcial, pues toda confesión por definición siempre es total. El reconocer actuado de
determinada manera, pero no el hecho típico objeto del proceso, con constituye en puridad
confesión.
Resulta obvio que si la confesión es el reconocimiento de la propia participación en el hecho
delictuoso que se imputa, no queda más que admitir que el objeto del reconocimiento no puede ser
otra cosa que una acción que encuentra dentro de la noción del delito con todos los elementos que
la integran, es decir, voluntariedad, tipicidad, antijuricidad, y adecuación a las condiciones objetivas
de una figura del Código penal.
La confesión, tal como algunos creen no lleva implícita en ella una condena, porque podría ocurrir
que el acusado confiese un delito y que resulte absuelto, porque existen causas de justificación que
lo eximen de responsabilidad penal.
Consecutivamente expondremos lacónicamente los requisitos o elementos a tener en cuenta, para
la valoración probatoria de la confesión:
a) Esté debidamente corroborada por otro u otros elementos de convicción. La confesión
consentirá ser corroborada en cuanto al contenido o alcance de la misma, para ser
considerada como tal efecto del proceso penal. En esa línea, el requisito normativo demanda
la presencia de otro y otros procesos elementos de convicción, siendo que, acompañada de
tales elementos permita determinar el calor de la misma.
Cuando señalamos que la confesión debe ser corroborada con otros medios de prueba, hay
que entender que dichos medios de prueba que acrediten la responsabilidad penal tienen
que haber sido recabados con posterioridad a la confesión, caso contrario no proceden los
efectos de reducción de pena.
Este requisito significa que la confesión no es una prueba autónoma. La confesión puede
intervenir en la prueba del hecho objeto del proceso y de la participación del imputado en el,
esto es, tiene entidad para contribuir a su acreditación, pero por si sola no puede cumplir la
función de probar el hecho delictuoso.
Si se da el caso de que un imputado confiese la comisión de un ilícito penal sin que existan
otros medios de prueba que lo corroboren y cuando la confesión dejare cierta duda, el Juez
Penal está en la obligación de continuar con la investigación destinada a precisar: 1) las
circunstancias de hecho delictuoso; 2) el número de personas que intervinieron en su
participación; 3) los verdaderos motivos o móviles de su comisión; y 4) cualquier otra
averiguación que acredite la veracidad de la confesión.
La confesión del inculpado por sí sola no constituye prueba suficiente que releve al Juez de
practicar otras diligencias, para que ello ocurra, la confesión deberá ser corroborada con
otras pruebas.
Se considera por tanto que la confesión aparece vestida cuando las circunstancias que la
acompañaron han sido verificadas. De otro modo se considerarán como destinadas cuando
es el único elemento probatorio de la existencia del delito, sin que las circunstancias del
hecho aparezcan confirmada o no contradichas.
En tanto, la mera confesión o lo que comúnmente se conoce como “autoincriminación”, no
basta para los fines del proceso, se hace necesario entonces que tal declaración sea de
alguna manera objeto de un complemento indispensable que coincida y concuerde con la
actuación de otros medios de prueba.
La técnica de investigación judicial, aconseja que se certifiquen los hechos, por cuanto estos
hechos constituyen el objeto de la confesión que, naturalmente, no puede versar sobre el
derecho, porque si tal cosa ocurre esta se convertiría en intrascendente y lógicamente
carecería de valor en absoluto.
Al analizar la credibilidad de lo que diga el acusado, el juez tendrá en cuenta sus
antecedentes, y menos constituyen se sentirá a creer en las palabras del justiciado que en
las de una persona de conducta irreprochable.
Mientras que, en cuanto concierne al primero, no tendrá inconvenientes en considerarlo
capaz de haber cometido otro acto delictivo, en el caso de una persona sin antecedentes
penales vacilará en ir al extremo de una sentencia condenatoria basada en pruebas
indiciarias. Tal umbral, empero, no es calificable de estrechamente correcto. Hay toda una
serie de argumentos que permiten llegar a una evaluación distinta de las disposiciones del
acusado. Hasta me inclino a decir que mayor es la tentación de negar la culpa en el individuo
incriminado por primera vez que en el que haya cumplido varias condenas. Así lo enseña la
experiencia.
Por último, existen en una serie de criterios, incluso extra normativos, esencialmente el
entrenamiento del juzgador, que son y deben de ser aplicados al momento de valorar la
confesión.
b) Sea prestada libremente y en estado normal de las facultades psíquicas. La manifestación
del imputado debe ser libre y espontánea; vale decir no provocada por medio coactivo
alguno. No deberá ser entonces, productos de procedimientos prohibidos por la ley, tales
como la formulación de preguntas capciosas o sugerentes, lesiones físicas o coacción en
tanto que la libertad y espontaneidad del confeso, constituyen los elementos de valoración
de tal declaración.
Es buen romance, es conseguir el fin procesal, de tal confesión y no deberá realizarse en
una situación de enfrentamiento con el declarante, no poniéndolo en situaciones límites que
lo inclinen o lo hagan proclive a auto inculparse, sin más razón que la de terminar de una vez
por todas con la instancia procesal. De lo que se trata, en todo caso, es que el procesado
confiese con sinceridad, sin ánimo de desorientar al juzgador u por ende en beneficio de los
fines del proceso penal, habida cuenta que dada su connotación pueden presentarse, como
sucede, el caso de confesiones falsas o tendenciosas.
Sobre lo aludido ut supra, y a manera de dilatar lo dicho en razón a la confesión, se puede
de aseverar que existen diferentes móviles que pueden determinar falsas confesiones.
“Las confesiones que se rinden de golpe y porrazo, bajo la impresión del arresto y tras largo
interrogatorio, tienen poco valor y, a lo sumo, pueden apreciarse en conexión con otros
indicios. Aún más tentador se torna el impulso de rendir una falsa confesión cuando se le
dice al acusado (como sucede con frecuencia) que podrá ser puesto provisionalmente en
libertad con tal que confiese.
La perspectiva de recuperar la libertad, asegurar la existencia económica y preparar la
defensa en condición de hombre libre, o de conservar la libertad y eludir la vergüenza del
arresto, pinta tan halagüeña que nada tiene de raro que en tales casos se rinda una confesión
discrepante con la verdad.
Debemos desarrollar, que tal distinción constituye, una descripción de realidades que deben
ser reflexionadas al momento de valorar la confesión y su utilidad procesal. Empero, nos
obligamos a resaltar que una confesión obtenida por la fuerza o por medio de algún
mecanismo extraprocesal, ni siempre será ajustada a los hechos e involucrará la posibilidad
de una retractación por parte del confeso o quizás, en el peor de los casos, un desgaste de
la actividad procesal al tratar de corroborar tal declaración con hechos que no ocurrieron en
el escenario punitivo materia de investigación jurisdiccional.
Empero, en lo referido a las plenas facultades psíquicas del procesado se piensa que “debe
gozar del perfecto use de sus facultades mentales en el momento de producir la confesión.
No es necesario, por cierto, que la enajenación advertida implique una incapacidad procesal;
basta la parcial disminución de la libertad y el entendimiento”.
c) Sea prestada ante el juez o el Ministerio Público en presencia de su abogado. No se trata
de una declaración cualquiera, la confesión reviste un carácter principalísimo a partir de las
connotaciones que su contenido puede recubrir para el proceso penal.
Queda excluida la confesión extrajudicial, sin perjuicio de que la expresión confesorio del imputado
vertida en forma oral o escrita, pueda inducirse al proceso por vía testifical o documental; pero en
estos casi no regirá los criterios de valoración correspondiente a la prueba confesional.
La presencia del Juez o el Ministerio Público, más que necesaria, para su realización, constituye
una especie de garantía y cumplimiento efectivo del debido proceso.
Los testigos en la audiencia del juicio oral
La toma de declaración del testigo durante la audiencia del juicio oral, puede presentar hasta cinco
modalidades: a) interrogatorio o examen directo; b) contra-interrogatorio o contra-examen; c) re-
interrogatorio o re-examen; d) re-contrainterrogatorio o re-contra examen; y, e) interrogatorio del
Juez.
Sin embargo, antes de comentar cada una de estas modalidades, se debe señalar que, para iniciar
las estaciones de preguntas al testigo, se debe observar las siguientes reglas generales:
a) El juez identificará al testigo y le tomará protesta de conducirse con verdad. Con relación a
la protesta de decir verdad, la misma se encuentra en los artículos 31, 39 y 49 de los textos
adjetivos de Oaxaca, Estado de México y el Código Modelo, respectivamente.
Artículo 31. “Toda persona que deba prestar declaración judicial lo hará bajo protesta de decir
verdad respecto de todo cuanto sepa y se le pregunte; después de ser instruido sobre las penas
que la ley establece para los que se conducen con falsedad o se niegan a declarar, salvo las
excepciones señaladas en este Código.
Artículo 39. Los titulares de los órganos jurisdiccionales durante el procedimiento, recabarán del
denunciante, del querellante o de sus representantes legales, de los peritos, del testigo y de quienes
intervengan en alguna diligencia, la protesta de decir verdad, observando la siguiente formalidad:
Colocando el declarante frente a la Bandera Nacional y a la Constitución política de los Estados
Unidos Mexicanos, se le tomará la protesta bajo la siguiente formula:
“Declarar falsamente la autoridad judicial, es un delito que la ley penal castiga con pena privativa de
libertad y multa.
Sin embargo, de ambos articulados sobresale el correspondiente al Estado de México, dado que,
ha establecido una forma especial para la toma de la protesta de decir verdad; no es una formula
sacramental o solemne, donde el examinado no está obligado a decir; protesto decir verdad. En ese
sentido, cuáles son las consecuencias jurídicas que generan el hecho de tomar o no la protesta.
En principio, se puede interpretar que al tomar la protesta de verdad y declara falsamente configura
el delito de perjurio o falso testimonio. Sin embargo, tal interpretación conllevaría a afirmar que, si
el declarante decide no tomar la protesta de verdad y declara falsamente, no configuraría el delito
si faltare a la verdad.
En ese sentido, la protesta de decir verdad n puede ser considerada como un elemento del tipo
penal de perjurio, sino que es el medio por el cual se le advierte al declarante de las sanciones que
puede hacerse acreedor si faltare a la verdad.
En ese orden de ideas, si toma o no la protesta de decir verdad, no exime a la persona que declara
ante la autoridad judicial falsamente, de responsabilidad penal. La única excepción vendría en la
persona del acusado, dado que, al reconocerle el derecho a la no auto-incriminación, no está
obligado a afirmar o negar hechos que le generen responsabilidad penal, ni a advertirle de las
consecuencias penales por declarar falsamente.
Lo señalado se ve respaldado a través de la siguiente tesis aislada emitida por el Tercer Colegiado
en materia penal del Primer Circuito “Para la configuración del delito de falsedad ante autoridades
previsto en el artículo 311 del Código Penal para el Distrito Federal, no se requiere que el sujeto
activo manifieste expresamente que “protesta decir verdad”, y que su aceptación quede asentada
en el acta o documento correspondiente, toda vez que la descripción legal de la figura delictiva
correspondiente, toda vez que la descripción legal de tal figura delictiva no exige la aceptación
expresa del sujeto activo para conducirse con verdad ante la autoridad en ejercicio de sus funciones
o con motivo de ellas, en virtud de los hechos que motivaron su interpretación, sino que únicamente
requiere que a la persona que declara se le advierta de las sanciones a que puede hacerse
acreedora si faltare a la verdad”.
b) Los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni enterarse de lo que ocurre en la audiencia.
La razón es para evitar cualquier predisposición en torno a lo que el testigo pueda evitar
cualquier predisposición en torno a lo que el testigo pueda señalar durante la audiencia del
Juicio Oral; por ejemplo, temores, coacciones, nerviosismo, etc.
c) Las respuestas de los testigos es personal y no podrá ser sustituida por la lectura de
registros anteriores. El testimonial es una prueba personal, la cual requiere la presencia física
del testigo en la audiencia del Juicio Oral; no pudiendo ser sustituida por la lectura de sus
declaraciones previas, máxime si estas últimas son actos de investigación y no de pruebas.
d) Las respuestas de los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes. Esta es una
importante característica del desahogo de pruebas en un sistema acusatorio con tendencia
adversarial, esto es, el dejar a las apartes el planteamiento estratégico a la hora de obtener,
en la audiencia del Juicio Oral, una determinada información del testigo. Por regla, el juzgador
no debe intervenir cuando el interrogador está desplegando su estrategia, salvo cuando este
último haya incurrido en las prohibiciones que señala la ley.
e) La parte quien ofreció al testigo inicial el interrogatorio; luego le seguirá la contraparte,
quien efectuará el contra-interrogatorio. Por el principio de la carga de la prueba, los primeros
medios probatorios a ser desahogado serán la del ministerio público, y los últimos aquellos
que corresponden a la defensa. Si ambos ofrecieron testigos, entonces el interrogatorio a los
mismos inicia la parte de quien ofreció al testigo- el oferente-, continuando con el contra-
interrogatorio la parte contraria.
Similar regla aplica a la hora de examinar a los peritos; todo ello en la audiencia del Juicio oral.
f) A solicitud de algunas partes, el Juez podrá autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos
que ya hubieren declarado en la audiencia, sólo respecto de las respuestas dadas por el
testigo durante el contrainterrogatorio. En el sistema acusatorio mexicano, se permite dos
rondas o rueda de preguntas. La primera está conformada por el interrogatorio- quien lo realiza
la parte quien ofreció al testigo- y el contra-interrogatorio- quien es realizado por la contraparte.
La segunda ronda está conformada por el re-interrogatorio donde vuelve a tomar el uso de la
palabra para interrogar la parte quien ofreció al testigo, parea que no se vuelva tan repetitivo,
la segunda ronda de preguntas el re-interrogatorio y el recontra-interrogatorio se limita al
análisis de las respuestas dadas por el testigo durante el contrainterrogatorio, que usualmente
giran en torno a contradicciones incurrida por éste y que las partes aprovechan para aclarar o
profundizar en ellas.
g) El Juez podrá formular preguntas al testigo con el fin de aclarar sus dichos. Es el
denominado interrogatorio de oficio, el cual es realizado por el juez o Tribunal del juicio oral.
Sin embargo, y a fin de salvaguardad una de las reglad anteriores que señala que la
declaración del testigo se sujetará al interrogatorio de las partes, el juzgador sólo deberá
formular preguntas en forma excepcional y en temas no abarcados por las partes a la hora
que interrogaron al testigo.
h) El juez moderará el interrogatorio y evitará que el testigo conteste preguntas capciosas,
sugestivas o impertinentes, y procurará que el interrogatorio se conduzca sin presiones
indebidas y sin ofender la dignidad de las personas. A diferencia de una entrevista donde la
misma era conducida en forma flexible por el entrevistador, en un interrogatorio la situación
cambia, por un lado, porque tiene valor probatorio, y por otro lado, porque al realizarse en
presencia del juzgador, éste debe de velar que no se cometen excesos, abusos o
deshonestidades; por lo que, deberá moderar el interrogatorio, evitando que el interrogado
absuelva preguntas capciosas, sugestivas, impertinentes, coaccionadas o que ofrendan su
dignidad estas preguntas serán analizadas más adelante, cuando abordemos el tema de las
objeciones.
i) Si un testigo declara que ya no se acuerda de un hecho, se puede leer la parte
correspondiente del acto sobre su interrogatorio anterior para hacer memoria. Se dispondrá lo
mismo sin en el interrogatorio surge una contradicción con la declaración anterior que no se
puede constatar o superar de otra manera.
j) Los testigos expresarán la razón de sus informaciones y el origen de su conocimiento.
Interrogatorio del testigo por parte del Juez o Tribunal del juicio Oral
El juzgador también puede examinar a los testigos, siempre y cuando se cumplan dos condiciones:
1. Excepcional. Es decir, no suple la actividad de las partes. Menos aún si las mismas han
procedido con una estrategia deficiente.
2. Interrogar a los órganos de prueba sólo cuando hubiera quedado algún vacío. En ese sentido,
la finalidad de las preguntas del juzgador no gira en torno: a) establecer el relato o historia de
los eventos; b) hallar inconsistencia en lo declarado por el testigo; c) permitir que el testigo
explique ante probables inconsistencias de sus declaraciones ni; d) cuestionar la credibilidad
de las explicaciones dadas por el testigo, ideas, el juzgador sólo interroga por temas que no
han sido objeto ni del examen directo, contra-exámenes, re-examen y recontra-examen,
respectivamente.
RECONTRAINTERROGATORIO
Examinar materias nuevas procedentes del interrogatorio inmediatamente anterior, es decir, que
queda limitado únicamente a impugnar o refutar la prueba de rehabilitación producida en el
interrogatorio redirecto, con el objeto de destruir la veracidad o credibilidad de tal prueba de
rehabilitación, e insistir en la refutación de la credibilidad del testimonio o de la persona del testigo
o perito.
CONTRAINTERROGATORIO
Debe limitarse al objeto del examen directo
Enfocado a cuestiones que afectan la credibilidad o idoneidad del testigo (defensivo)
Sólo si se va a mejorar nuestro caso o empeorar el de la otra parte (ofensivo)
INTERROGATORIO REDIRECTO
Apoyo para rescatar o fortalecer la credibilidad del testigo. Se busca rehabilitar el dicho del testigo
y su credibilidad, buscando prueba orientada a restarle eficacia a aquellos aspectos impugnatorios
que surgieron en el examen del contrainterrogatorio
3. Comunicación No Verbal
Las comunicaciones no verbales pueden ser más veraces, más significativas y más expresivas que
las comunicaciones orales.
El uso de la compresión de las comunicaciones no verbales en la entrevista es un proceso bilateral.
El entrevistador debe estar atento a lo expresado en forma no verbal por el entrevistado y debe
tratar de interpretarlo correctamente. Al mismo tiempo, el entrevistador debe ser capaz de usar su
propia comunicación no verbal correctamente cuando se dirija al entrevistado.
Las expresiones faciales pueden transmitir una actitud de sinceridad, de sobresalto de sorpresa, de
humor, de pesar o de interés. El tono de la voz, las inflexiones en la forma de expresar, énfasis en
las palabras y el uso de otros sonidos guturales pueden significar la diferencia entre una
comunicación significante e interesante y una cargada de monotonía.
La distancia entre los cuerpos de los que se están comunicando puede ser una carga sobre la
efectividad de una comunicación. El movimiento del cuerpo y los ademanes, sean estos
aparentemente automáticos e involuntarios o intelectuales, son determinantes para el significado
real de cualquier comunicación no verbal.
El mantener contacto visual con un individuo puede indicar el grado de sinceridad por parte del que
habla. Otra comunicación no verbal igualmente importante incluye el uso apropiado del tiempo, del
control de irreverencia y de la jerga, la apariencia física apropiada y el uso estudiado del atavió
personal. El uso apropiado, la comprensión y el empleo de toda esa comunicación no verbal
conjuntamente con las palabras habladas son la clave de una comunicación efectiva.
3.1.1. Elementos
3.1.2. Conducta Verbal
La conducta verbal incluye no sólo cómo las palabras son utilizadas en la dicción, sino también la
forma de hablar, por ejemplo, la vacilación, el quedarse callado repentinamente, el exceso de
camaradería en el discurso y el entusiasmo por querer cooperar en una investigación.
Incluye también la naturaleza de la comunicación, tal es el caso de responder una pregunta con otra
pregunta, responder repitiendo la misma pregunta recibida, o tratando de mostrar credibilidad
invocando a Dios o a la religión ("Lo juro por Dios"). También los lapsos reales o de aparente pérdida
de memoria durante un interrogatorio quedan comprendidos dentro de la conducta verbal
3.1.3. Respuestas Divergentes
Las respuestas dadas en una entrevista ya sea por personas culpables o por personas inocentes
entran en dos distintos tipos de patrones conductuales. Cuando se pregunta, por ejemplo, ¿Puede
usted explicar por qué sus huellas digitales fueron encontradas en el escritorio donde se perdió el
dinero? la persona inocente probablemente diría algo parecido a, "Eso no es posible porque
sencillamente yo no lo hice". Una persona culpable, por el otro lado, probablemente ofrecería algún
tipo de excusa por haber tocado el escritorio, como, por ejemplo, "Necesité una pluma y así fue que
abrí el cajón para ver si hallaba alguna".
En un caso documentado por un investigador donde alguien había enviado cartas amenazantes al
director general de una empresa se había logrado tener una lista de tres sospechosos, todos ellos
empleados de la misma compañía. Durante la entrevista con la persona que encabezaba la lista, el
investigador tomó una de las cartas que se encontraba dentro de una bolsa de plástico transparente
para manejo de evidencia y la depositó sobre la mesa. El papel de la carta estaba cubierto con polvo
que revelaba impresiones dactilares visibles sobre la carta.
El investigador entonces le preguntó al primer sospechoso, "¿Hay alguna razón por la que tus
huellas digitales se encuentran en esta carta?" Esta acción convencía al sujeto de que el
investigador había hecho bien su trabajo. La persona entonces manifestó una pobre historia acerca
de tomar una hoja de papel y dejarla sobre su escritorio de donde seguramente la habría tomado la
persona que escribió las notas amenazantes.
Eventualmente esta persona admitió haber escrito las cartas. (No es ilegal utilizar este tipo de sutiles
trampas por parte de un investigador para conseguir alguna admisión de culpabilidad).
Un interrogador podría también preguntar, "¿Cuál cree usted que sería el resultado si llevamos a
cabo un examen del polígrafo sobre este incidente?"
La persona inocente respondería normalmente algo como, "Bien, adelante no hay problema, pasaré
la prueba". Una persona culpable podría tratar de explicar por qué él o ella no confía en ningún
aparato, mencionando que además se pone nerviosa. O tal vez, alegaría y cuestionaría la legalidad
o admisibilidad de este tipo de pruebas.
Por supuesto, contestaciones como "Soy muy nerviosa" o cuestionamientos respecto de la legalidad
del polígrafo no necesariamente indican que una persona sea culpable. Una persona inocente
podría explicar razonadamente sus puntos de vista del porqué piensan que fallarían una prueba de
este tipo.
3.1.4. Conducta No Verbal
Tomando en cuenta el amplio espectro del lenguaje corporal, la conducta no verbal usualmente se
manifiesta por sí misma como una reacción hacia una dificultad o a una pregunta directa que
pretende extraer la verdad.
Los entrevistadores siempre deben poder mucha atención al lenguaje corporal.
Si una persona se sienta en una posición erguida y relajada al principio de una entrevista, pero cruza
sus brazos cada vez que se le hace una pregunta relevante o provocativa puede tratarse de un
signo indicativo de engaño. O, si una mujer se frota la nariz cada vez que ella dice "No, yo no lo
hice" y este gesto sucede solamente en el transcurso de la entrevista y en preguntas incisivas, se
trata entonces también de una persona que probablemente esté mintiendo.
La esencia para identificar signos reveladores de la conducta no verbal es observar el patrón de
comportamiento de una persona y cómo ella responde y reacciona a las preguntas relevantes en
comparación a cómo responde a preguntas normales o no amenazantes durante el transcurso del
interrogatorio. Como contraste, un sujeto que se frota la nariz raramente puede indicar que solo
tiene comezón.
3.2. Técnica REID
El método se basa en un conjunto de situaciones contrastantes que lleven a la “provocación de
comportamientos”, con los cuales se podrá manipular a la persona, es decir, realizar preguntas
estructuradas y analizar la respuesta ofrecida -lo que técnicamente se denomina BAI, Behavior
Analysis Interview Entrevista de Análisis de Comportamiento.
Es importante notar que la técnica no se realiza de manera acusadora, como un interrogatorio, sino
que se hace a manera de entrevista. No obstante, en la actualidad esto ha variado siendo la emoción
mostrada por el entrevistador dependiente al tipo de pregunta. De esta forma el entrevistado asocia
una emoción con un tipo de pregunta dado, por lo que, variando, en las etapas finales, la emoción
ante el tipo de pregunta el entrevistador puede inducir al entrevistado a responder preguntas
inquisitivas o acusativas de forma más dócil sin que éste presente una defensa muy ardua.
Los tres componentes de la Técnica Reid son:
El análisis de hechos
La entrevista
La interrogación.
Diseñado para eliminar personas inocentes antes de que comience la interrogación seria, se
relacionan entre sí y progresan desde la recopilación de información hasta la investigación. Si los
interrogadores creen que la persona entrevistada es una posible sospechosa, entonces continúan
con los nueve pasos enumerados a continuación.
La técnica siempre comienza con una entrevista no acusatoria y cuando es el momento apropiado
e orienta la sesión hacia un interrogatorio, etapa que está basada en nueve elementos mencionados
más adelante.
3.2.1. Etapas
3.2.2. Confrontación Positiva
Al individuo se le hace saber de forma directa o indirecta que existe evidencia suficiente para
incriminarlo (da igual si esto es real o no). El entrevistador debe Actuar con mucha seguridad,
pausado, llevar consigo el expediente del caso (utilería o técnica escénica).
De pie frente al sujeto entrevistador dirá: “Como resultado de nuestras investigaciones no tenemos
ninguna duda de que usted___________”. Al decir esto, señale el expediente del caso (técnica
escénica).
Espere la respuesta
Anote la respuesta
El interrogador utiliza verbos suaves.
“Tomó dinero”, en lugar de “robó” o “cometió un robo”.
“Tuvo relaciones sexuales con”, en lugar de “violó a”.
“Tuvo un contacto sexual impropio con”, en lugar de “agredió sexualmente a”
“Privó de la vida a María”, en lugar de “asesinó a María”.
RESPUESTAS VERACES
Se inclina hacia delante.
Mantiene el contacto ocular.
Expresión sincera de sorpresa o incredulidad.
Negación espontánea sincera.
Tono de voz firme y fuerte.
Hostil o enojado.
El sujeto expresa resentimiento inmediato.
El sujeto, sentado, se inclina hacia el interrogador.
El sujeto mira fijamente al interrogador.
Negación.
El sujeto se muestra enojado y rotundo.
No hace ningún intento de disimular su resentimiento ante la imputación.
Se muestra sorprendido por completo e incrédulo por unos momentos, y niega enérgica y
sinceramente.
El sujeto tarda unos momentos en convencerse de que el interrogador habla en serio, y niega
enérgicamente.
RESPUESTAS DE MENTIRA
Se mueve hacia atrás.
Evita el contacto ocular.
Cambia de postura (barreras).
No dice nada.
Niega de manera vaga y evasiva.
Habla en voz baja.
El sujeto pide una aclaración: “¿Qué dijo?”; “¿Dice que yo hice eso?”
El sujeto interrumpe el contacto ocular al momento de negar.
El lenguaje no verbal del sujeto cambia.
Cruza las piernas o los brazos.
Hace como si quitara pelusa de su ropa o se acicalara.
El sujeto se muestra pasivo y evasivo y no intenta negar.
El sujeto asiente afirmativamente y permanece en silencio.
3.2.7. Pasividad
Llegados a este punto el sujeto puede romper a llorar, no hay que detenerse ni sentir pena.
Entrevistador: “Qué bien que llora, porque eso significa que está arrepentido, no es cierto?
El sujeto empieza a aceptar el tema y puede romper en llanto.
No se detenga; no se sienta apenado.
“Qué bueno que llora, porque esto quiere decir que está arrepentido, ¿es cierto?, ¿es cierto?”
Empiece a introducir los componentes de la pregunta alternativa.
IDENTIFIQUE EL ESTADO PASIVO OBSERVE SI EN EL LENGUAJE CORPORAL DEL SUJETO
HAY INDICIOS DE RENDICIÓN O DERROTA.
El sujeto se desmoraliza o baja la cabeza
Parece derrotado
Menos tenso
El sujeto escucha con mayor atención
Menos desafiante
3.2.8. Preguntas Alternativas
En este punto se realiza una pregunta alternativa donde solo puede haber dos respuestas y en
donde ambas se asume culpabilidad.
La diferencia entre las respuestas es que una es socialmente más aceptable que la otra, haciendo
a los culpables sentirse que de esa manera su culpa se aminora.
La pregunta alternativa brinda al sujeto dos opciones en relación con algún aspecto del delito
basadas en el supuesto de que es culpable. La alternativa debe contrastar una acción deseable con
una acción indeseable e ir seguida de una declaración de apoyo.
“¿Lo planeó o sólo fue un impulso? Estoy seguro de que sólo fue un impulso, ¿o me equivoco,
Jaime?”
“¿Ya lo había hecho en varias ocasiones o era la primera vez? Estoy seguro de que fue la
primera vez ¿verdad, Jaime?
¿Necesitaba el dinero para pagar las cuentas de su casa o pensaba utilizarlo para
apostar/comprar drogas? Estoy seguro de que era para cubrir necesidades de su casa ¿o
no?”
TEMA ALTERNATIVO
Presente dos escenarios alternativos incriminatorios, uno de los cuales debe brindar al sujeto
la oportunidad de “guardar las apariencias” de una manera más aceptable desde el punto de
vista moral, social o psicológico.
CONSIDERACIONES
Primero presente una alternativa indeseable y después una deseable.
Al presentar la alternativa deseable, utilice un tono más suave y tranquilo.
Al presentar la alternativa indeseable, utilice un tono más rudo y fuerte.
Para la alternativa deseable, empleé expresiones cálidas
Para la alternativa indeseable, empleé expresiones crudas. SIEMPRE repita dos veces la
alternativa deseable.
Ejemplos Alternativos
¿Acostumbra golpear a su esposa ... o es la primera vez?
¿Lo planeó... o fue una decisión sin pensar?
¿Lo planeó... o sólo fue una broma?
¿Esto sucede con regularidad... o fue la primera vez?
3.2.9. Detallando Eventos
En este punto se lo deja hablar sobre lo ocurrido, se le piden opiniones e ideas. Es muy normal que
la presión lo lleve a confesar al ver que se derrumba su coartada (si es que no ha confesado en el
punto anterior).
Una vez aceptada la alternativa, utilicé un enunciado de refuerzo: “Eso es lo que pensé desde
el principio, Jaime”.
Para obtener información detallada sobre la infracción, haga preguntas abiertas. Busque una
corroboración – datos que sólo el culpable conocería (no revele las pruebas).
DETALLES DE LA INFRACCIÓN Una vez que el sujeto haya admitido su culpa, usted debe intentar
corroborar la información y subrayar al sujeto la importancia de decir toda la verdad.
Obtenga la información que únicamente puede saber el perpetrador del delito.
Recupere el bien o los bienes.
Cómplice.
A qué otras personas pusieron en conocimiento del asunto.
Quiénes los vieron cometer el delito.
Obtenga un diagrama de la escena del delito.
Solicite una prueba de detección de aliento alcohólico.
Evaluación psiquiátrica.
Examen de orina.
Fotografías o video del sujeto.
Pregunte al autor del delito POR QUÉ confesó.
Pregunte por qué no confesó antes.
Pregunte si desea escribir su confesión de propia mano.
Haga que otro oficial tome una segunda declaración en otro lugar.
Tome nota de la conducta del sujeto al término de la entrevista.
Recreación en video.
Pregunte al sujeto cómo lo trataron durante el interrogatorio.
Recomendación clave: los interrogadores deben tener siempre presente que están utilizando una
herramienta poderosa pero imprecisa dentro del proceso de cuestionamiento a cualquier persona,
así que deben conducirse con responsabilidad y aplicar este recurso cuando lo demanden las
circunstancias.
Un buen interrogador puede conseguir que una persona inocente admita alguna culpabilidad
manejando indiscriminadamente la presión psicológica. Sin embargo, el objetivo final de una
entrevista e interrogatorio es descubrir la verdad de los hechos y no la de obtener una falsa admisión
a cualquier costo.
3.3.1. Silencio
Esperar a que el sospechoso hable. La mayoría de la gente se incomoda con el silencio y comienza
a hablar solamente para romper la tensión. Conseguir que un sospechoso diga algo es mejor que
el silencio, ya que podrá revelar nueva información o parafrasear algo que dijo anteriormente y que
podrá aclarar el significado de lo declarado.
3.3.2. Empatía
Empatizar con el sospechoso, tal vez compartiendo una experiencia personal. El objetivo es
minimizar el sentimiento de culpa o la pena por una conducta ilícita cometida para que le resulte
menos difícil emitir una confesión. El interrogador podría decir algo como, "Cualquier persona en tu
misma posición seguramente habría hecho lo mismo". Un tono y trato gentil tocando amablemente
el brazo o la espalda de la persona ayudaría a reforzar la actitud de empatía por parte del
entrevistador.
3.3.3. Apelar a las Emociones y a la Espiritualidad
A menudo las personas responsables de un delito están desesperadas en descargar su culpa
porque les causa un gran peso en su "alma", de tal manera que un investigador puede proceder
apelando a las emociones del sujeto como la religión, la espiritualidad, la ética o la moral. Por
ejemplo, "Yo sé que esto te está afectando porque eres una buena persona. Si te libras de esa carga
te sentirás mejor".
3.3.4. Señalar Signos de Culpabilidad
Otro camino para incrementar la presión en un sospechoso es decirle abiertamente que está
manifestando síntomas típicos de culpa. Ejemplo, "Tu boca parece muy seca y mantienes cruzados
los brazos cada vez que te pregunto sobre el dinero perdido. Eso está indicando que no estás
diciendo la verdad".
Transpiración Excesiva
El aumento del flujo normal de transpiración, es un indicio de la tensión nerviosa que se produce la
creciente actividad de las funciones normales del cuerpo.
La aparición de transpiración excesiva, o de sudor como se le llama normalmente, en varias partes
del cuerpo bajo condiciones atmosféricas donde no se amerita, es una señal excelente de engaño
o de tentativas en el mismo sentido por parte del sujeto. Los lugares más notorios son entre los ojos
y en el labio superior, sitios en los que aparece primero y es más patente dicha transpiración;
también en la frente, cerca de la línea del cabello, en donde se manifiesta en forma de pequeñas
gotas, y luego se extiende y cubre toda a cara; en las palmas de las manos, las cuales transpiran
en grandes cantidades; y en el área de las axilas, donde el flujo de la misma también es excesivo.
En la práctica, esto no es concluyente para el entrevistador, porque puede ser tan sólo una señal
de que se está a un alto grado de emotividad. Sin embargo, fácil convencerlo de que se debe a sus
mentiras.
Palidez y Sonrojo
La palidez o el sonrojo excesivo de la piel del rostro y del cuello son inmejorables signos de que el
sujeto no es veraz. La primera, es la reacción natural de la piel del rostro, al decir una mentira. El
color normal de la piel resulta de un delicado balance químico entre e potasio y el cloruro de sodio,
mismo que se hallas en las células periféricas, en las capas de la epidémica y su dérmicas. Bajo el
estímulo de la mentira, se acelera enormemente el balance normal de ambos, los cuales sobrepasan
en mucho ritmo normal, y a causa de esta se torne pálido. En este estado de cosas, el aspecto de
la piel del rostro y del cuello es característicamente pálido, húmedo y viscoso.
El aspecto sonrojado de la piel de los citados lugares es normalmente una reacción posterior al
momento en que el entrevistador descubre la falsedad y que parece en el ínstate en que dicho sujeto
se da cuenta de que lo pescaron en la mentira. A estos síntomas acompañan otros como son: un
estado de rigidez en todo el cuerpo; primero los puños apretados, y luego, las manos que juegan
alternativamente la una con la otra. El resultado final es la disminución de la circulación sanguínea
periférica, unida al incremento de bombeo de adrenalina dentro del torrente sanguíneo. Este
conflicto de condiciones físicas, retardará y congestionará la sangre del rostro y del cuello, los cuales
enrojecerán al mismo tiempo que un sudor frío y viscoso invadirá la palma de las manos.
Los tics faciales (espasmos musculares, exageradamente señalados en varias partes de la cara),
son signos positivos de la mentira. Estos tics se presentan en forma de extraños gestos de todos
los músculos faciales en general; algunas veces, estos tics se extienden y abarcan los brazos, las
piernas e inclusive todo el cuerpo.
Los tics faciales y el movimiento convulsivo muscular, especialmente aquellos que consisten en
contracciones abruptas, repentinas e involuntarias de un músculo o grupo de músculos, como son
el parpadeo, el conocimiento de hombros, las contracciones faciales, la pretensión de la lengua y
los ligeros movimiento de las manos, brazos, piernas y pies.
Tartamudeo y Titubeo
El tartamudeo y el titubeo son excelentes indicios y manifestaciones de tensión muscular. El primero
es una consecuencia natural de la mentira y se caracteriza por un periodo en el que se contiene la
respiración, mismo al que precede un raudal de palabras, las cuales surgen luego de un visible
esfuerzo y una mueca inicial; después de todo lo cual se llega al habla normal. También indican la
mentira, la tensión inicial de la lengua y de otros órganos del habla, a las cuales precede el olvido.
Es posible que el sujeto diga algo como lo tengo en la punta de la lengua, pero no encuentro las
palabras adecuadas.
El tartamudeo y titubeo llevan al sujeto a un círculo vicioso, el empieza a tartamudear, porque tiene
que se le descubra.
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