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La idea central que subyace en estas páginas es que a pesar de las oportunidades que genera la
globalización -y las transformaciones que la misma supone para la "nueva economía mundial"-, la
mayoría de los países del Tercer Mundo no han podido aprovecharlas efectivamente. Cuando se
analizan los avances reales en términos de crecimiento sostenido, reducción de la pobreza y
equilibrios externos, quedan claras las debilidades que enfrentan los países subdesarrollados. Lo
anterior ha sido el resultado tanto de las características asumidas por el proceso de globalización
como de los efectos adversos para la mayoría de los países del Tercer Mundo derivados de la
forma en que los mismos se han integrado a la "nueva economía mundial".
Por ello en el trabajo se presentan algunas de las características más sobresalientes de las
relaciones económicas internacionales en los últimos tiempos - comercio mundial y finanzas
internacionales- las que constituyen el "entorno externo" que ha determinado de manera decisiva
la dinámica económica de los distintos países.
Se intenta así demostrar, que dicho "entorno internacional" en condiciones de la actual economía
globalizada, no presupone necesariamente un "condicionamiento externo positivo" para los
esfuerzos y la concreción de estrategias de desarrollo en el Tercer Mundo.
No obstante, desde el inicio es importante advertir que a pesar de las "adversas condiciones" que
con frecuencia enfrentan las economías subdesarrolladas, las mismas tienen ante sí, hoy más que
nunca, el reto y la posibilidad de avanzar en la configuración de los consensos internos necesarios,
para estructurar políticas económicas nacionales que satisfagan los requerimientos básicos del
desarrollo.
Lo anterior se justifica tanto por las experiencias exitosas que en estos tiempos han exhibido un
grupo - aunque reducido- de economías subdesarrolladas; como en el rechazo a la visión
"determinista" que supone la creencia de que en las actuales condiciones resulta casi imposible la
formulación de estrategias de desarrollo nacionales -y también intra-regionales- dado que la
globalización ha erosionado radicalmente la capacidad del Estado-Nación.
Una limitación importante de esta ponencia se asocia al hecho de que en la misma se ha decidido
generalizar la situación del conjunto de países subdesarrollados, los que constituyen una
agrupación en extremo heterogénea de países. Por ello hay que tomar con cautela muchas de las
características o procesos que aquí se plantean, seguros de que los mismos deberían ser validados
por análisis aplicados a las distintas regiones y subregiones. No obstante, este esfuerzo
emprendido permitiría quizás reconocer lo común que está en la base de lo que se identifica como
grupo de países subdesarrollados.
EL CONTEXTO GLOBAL.
El análisis de la actual dinámica de las relaciones económicas internacionales a finales de siglo XX,
no puede desconocer el contexto global en que las mismas se concretan. Indudablemente, el
concepto de referencia obligada en la casi totalidad de los discursos y cónclaves que abordan la
realidad mundial contemporánea es "globalización". Con él se intenta expresar tendencias y
procesos objetivos, pero también interpretaciones de la realidad; que difieren notablemente en
función de las percepciones teóricas de las distintas concepciones involucradas. En tanto
tendencia-síntesis del actual contexto internacional, la globalización resume o agrega todo un
conjunto de diferentes tendencias globales que se aprecian hoy en las más diversas esferas, y
aunque se reconoce como un fenómeno o conjunto de procesos esencialmente técnico-
económicos, sus implicaciones tienen alcances extra-económicos. Entre los aspectos centrales que
están en el debate actual sobre globalización sobresalen algunos que por su importancia para las
relaciones económicas internacionales (R.E.I.) y las perspectivas económicas de los países
subdesarrollados se asocian al objeto de este trabajo. Por ello, convendría señalar algunas
cuestiones a modo de introducción, que establecerían ciertos presupuestos y relaciones entre
globalización, crecimiento de los países subdesarrollados y las R.E.I.
Una de las ideas predominantes y además "interesadas" que acompaña a todo el discurso acerca
de la globalización es la que se refiere a que como producto de este proceso, estamos en
presencia de una "nueva economía mundial", lo que se vincula directamente con la idea del
pensamiento o la teorización neoliberal de que asistimos a la prefiguración de un "nuevo
capitalismo". Aunque los cambios operados a nivel del sistema de economía mundial capitalista
son novedosos e importantes, no hay evidencias que apoyen todavía la percepción de que la
globalización es una nueva fase en la acumulación capitalista, en tanto no se ha modificado
esencialmente la naturaleza del capitalismo.
En una dimensión mucho más formal que de contenido, algunos estudios de "historia económica
mundial" plantean que el actual proceso de creciente integración económica internacional tiene
precedentes históricos. Si bien es cierto que en los últimos 10-15 años el comercio mundial ha
exhibido tasas de crecimiento que han duplicado las de la producción, y que los flujos de inversión
extranjera directa y las transacciones internacionales de los mercados accionarios han crecido tres
y diez veces más rápido que la producción; en los 50 años que precedieron a la I Guerra Mundial,
se manifestó también un incremento muy notable en los flujos transfronterizos de bienes, capital
y fuerza de trabajo. Obviamente, se observan claras diferencias entre estos dos momentos de la
economía mundial. Dentro de estas diferencias convendría señalar que la mayor parte del mundo
no participó en absoluto de la "economía global" en el período previo a 1914. Por otra parte, la
base tecnológica en que se asentó el proceso de creciente "integración económica internacional"
de esa época estuvo asociado al desarrollo del ferrocarril y la navegación a vapor lo que se tradujo
en una marcada caída en los costos de transportación; hoy la globalización tiene como base un
complejo proceso de cambio tecnológico que entre otras implicaciones ha reducido los costos de
comunicaciones, lo cual ha tenido perceptibles consecuencias tanto a nivel macro como
microeconómico.
Por último habría que destacar que aunque los flujos netos (relativos) de capital global –teniendo
en cuenta muy discutidos indicadores para medirlos– de hoy pudieran ser inferiores a los del
período 1860-1914, los flujos financieros brutos a nivel internacional en la actualidad son mucho
mayores. Por ejemplo, las transacciones diarias en el mercado monetario internacional se han
incrementado desde un monto de 15 mil millones de dólares en 1973 a 1.2 millones de millones
de dólares en 1995. Las compras y ventas de acciones y bonos por parte de los inversionistas
norteamericanos han crecido desde un nivel equivalente al 9% del PIB de esa economía en 1980 a
64% del PIB norteamericano en 1996.
Con independencia de los anteriores elementos, y del criterio de que en ocasiones el alcance de la
globalización es percibido de una manera exagerada; lo que sí queda claro es que el actual
momento de creciente integración económica internacional se distingue de cualquier otro
momento histórico. Hay tres factores o características básicas de la actual globalización que
interesa destacar:
Por otra parte, si entre 1947 y mediados de los 70s la diferencia en los ingresos entre el 5% más
rico de las familias norteamericanas y el 20% más pobre se había reducido de 14:1 a 11:1, desde
entonces, esa diferencia se ha incrementado hasta una relación de 19:1. Otro de los ejemplos de
este nivel de polarización económica y social en el país centro del sistema se reconoce cuando se
observa que si en 1974 el promedio de ingresos de un ejecutivo principal de las más importantes
compañías estadounidenses era 34 veces superior al ingreso de un trabajador promedio, hoy los
ejecutivos más poderosos de las grandes empresas norteamericanas perciben un ingreso anual
que es 180 veces superior al salario de un trabajador medio.
Quizás nunca antes se había realizado un esfuerzo tal en cuanto a difusión de una doctrina
intelectual, que ofreció las bases "teóricas" de la homologación de las políticas en la casi totalidad
de los países del mundo. Sin embargo, la más reciente crisis financiera internacional, y las
experiencias acumuladas en casi dos décadas de implementación de las políticas del llamado
Consenso de Washington, han comenzado a modificar el debate, de tal forma que comienza a
hablarse -incluso dentro de círculos de marcado sesgo neoliberal- de que los conceptos básicos de
dichas políticas no articulan los objetivos de corto y largo plazos, ni recogen las variables de orden
socio-políticos, ni las de carácter histórico-estructural que deben ser consideradas en toda
propuesta de transformación. Muy recientemente ya se reconoce por algunos prominentes
expertos internacionales que: "A pesar de que el Consenso de Washington proveyó algunos de los
fundamentos para el buen funcionamiento de los mercados, lo hizo de modo incompleto y en
algunos casos induciendo a errores".
c) Por último habría que señalar que el actual proceso de globalización económica debe ser visto
como el eje de un Nuevo Orden Mundial en proceso de conformación. A pesar de la extrema
inestabilidad que caracteriza el actual momento histórico, hay elementos que explican la
sustitución de una determinada racionalidad, lógica y forma de regular las relaciones
internacionales por una nueva. Esta "transición" de la institucionalidad internacional se ha
concretado en el particular grado de concentración del poder en un reducido grupo de naciones y
de entidades internacionales y/o supranacionales.
Evidentemente, ese "Nuevo Orden Mundial" incorpora muchas variables económicas; pero en
línea con lo expresado anteriormente, y a diferencia de lo acontecido en el ámbito político
internacional, no deben identificarse los nuevos rasgos de la economía mundial como una ruptura
radical con la situación previa. En este sentido, hay notables muestras de continuidad en algunas
de las principales tendencias que han caracterizado al funcionamiento de la economía mundial
desde hace ya varias décadas.
Pero la globalización, ha marcado sin lugar a dudas, el entorno económico -y no sólo económico-
de los últimos 20 años. Ello ha tenido un impacto doble en el panorama de los países
subdesarrollados. En primer lugar, los países subdesarrollados han procedido a un acelerado
proceso –frecuentemente a un costo considerable- de integración más estrecha con la economía
mundial. En términos generales, las expectativas de obtener mayores niveles de crecimiento,
mayores oportunidades de creación de empleos y –como resultado de esto- una reducción de los
niveles de pobreza; se asocian a las consideraciones relativas a las ventajas derivadas de la
globalización.
Por otra parte y como se señaló, desde mediados de los 80’s, un poderoso consenso se fue
forjando, alrededor de la idea de "getting prices right". De tal forma esa mayor integración a la
economía mundial se persiguió a través de una rápida liberalización del comercio, las finanzas y los
flujos de inversión; lo que se consideró como trayectoria o receta más idónea para prevenir los
retrocesos en el proceso de desarrollo causados tradicionalmente por recurrentes crisis de pagos.
Así; la liberalización comercial aseguraría la mejor asignación de recursos de acuerdo a las
"ventajas comparativas", generando los ingresos de exportación necesarios para importar bienes y
servicios claves para garantizar un mayor crecimiento económico. La liberalización financiera
atraería al capital extranjero en busca de altos rendimientos hacia estos países con "escasez de
capital", permitiéndoles invertir más de lo que ahorran sin enfrentar las restricciones financieras
correspondientes. Un mayor flujo de inversión extranjera directa (IED) aceleraría el crecimiento no
solo complementando los recursos domésticos para la acumulación de capital, sino también a
través de la transferencia de tecnologías y de habilidades organizacionales.
La rápida integración a la economía mundial prometía una alternativa a la trayectoria de "stop and
go" en las dinámicas de crecimiento y desarrollo del Tercer Mundo a través de la expansión de las
exportaciones y el influjo de capital privado del exterior, lo que proporcionó la inspiración para las
reformas estructurales y estimuló la "rápida liberalización". En verdad, el crecimiento del comercio
mundial y, quizás incluso más decisivamente, la recuperación del acceso de los países
subdesarrollados a los flujos financieros internacionales en los 90’s, fueron tomados como
confirmación de que una nueva era de prosperidad se presentaba y que ella incluiría un creciente
número de países en desarrollo.
DEFINICIÓN:
es una escuela del pensamiento económico cuyos principales exponentes son Adam
Smith, David Ricardo, Thomas malthus y John Stuart mil. Esta escuela se considera como
la primera escuela moderna de economía y en ocasiones se a expandido.
Los economistas clásicos intentaron y en parte lograron explicar el crecimiento en la que
el capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de una sociedad feudal y en la que
la revolución industrial provocaba enormes cambios.
Los economistas clásicos intentaron y en parte lograron explicar el crecimiento y el
desarrollo económico. Crearon sus "dinámicas de crecimiento" en una época en la que el
capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de una sociedad feudal y en la que la
revolución industrial provocaba enormes cambios sociales. Estos cambios también
provocaron la cuestión de si se podría organizar una sociedad alrededor de un sistema en
el que cada individuo buscara simplemente su propia ganancia (económica).Los
economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se
centraba en los intereses personales del gobernante y un interés basado en las clases
sociales. El fisiócrata François Quesnay y Adam Smith, por ejemplo, identificaron la
riqueza de la nación con el producto nacional bruto, en lugar de con la tesorería del rey o
del estado. Smith veía este producto nacional como el trabajo aplicado a la tierra y al
capital. Una vez que la tierra y el capital son apropiados por los individuos, el producto
nacional se divide entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en la forma de salario,
renta e interés.Tendió a enfatizar los beneficios del libre comercio, un análisis organizado
alrededor del precio natural de los bienes, y la teoría del valor como costo de producción o
la teoría del valor del trabajo.Fue desplazado en gran parte por escuelas marginalistas de
pensamiento (tal como la escuela austríaca) que según su perspectiva el valor derivaba
de la utilidad marginal que los consumidores encontraron en un bien antes que en el costo
de las entradas que componían el producto. Considerando la adhesión de muchos
economistas clásicos al mercado libre, la escuela de economía más grande que todavía
adhiere a las formas clásicas es la escuela marxista
Los economistas clásicos desarrollaron lo que se vendría a denominar "teoría del valor" o
del "precio", a través de la cual se buscaba investigar la dinámica de la economía. Petty
introdujo la distinción fundamental entre precio de mercado y precio natural para facilitar el
retrato de las regularidades en los precios.
Los precios de mercados se ven influenciados por una gran cantidad de factores
transitorios que son difíciles de teorizar en ningún nivel abstracto. Los precios naturales,
según Petty, Smith y Ricardo, por ejemplo, capturan las fuerzas persistentes y
sistemáticas que operan en un punto en un momento dado. Los precios de mercado
siempre tienden a los precios naturales en un proceso que Smith describía como similar a
la atracción gravitatoria.
Por otra parte, la teoría de qué era exactamente lo que determina los precios naturales no
es la misma en toda la escuela clásica. Petty intentó desarrollar un par entre la tierra y el
trabajo. Smith, sin embargo, confinaba la teoría del valor a un pasado mítico
precapitalista,
y establecía que los precios naturales eran la suma de los salarios naturales, los
beneficios (incluyendo el interés del capital y los impuestos) y la renta. Ricardo también
tenía su teoría del valor, en este caso basada en el coste. Criticaba a Smith por describir
la renta como determinante de los precios, en lugar de determinada por los precios, si
bien veía en su teoría del valor como una buena aproximación. Ricardo, seguido en esto
por Marx, afirmaba que todos los costos de producción son costos laborales que se pagan
de una forma directa o acumulándolos al capital. Ambos pensaban que el valor depende
de la cantidad de trabajo incorporado en los bienes o servicios, y los precios, relativos
unos a otros, son fijados por el mercado. De hecho el trabajo es una mercancía cuyo
precio es asignado también por el mercado. Los seguidores de Piero Sraffa creen en
general que Marx redescubrió y volvió a establecer la economía clásica aunque para sus
propios fines. Otros como Schumpeter ven a Marx como seguidor de Ricardo. Incluso
Samuel Hollander ha mostrado que hay una base en los textos de los economistas
clásicos para apoyar la lectura de Marx, aunque sólo en un conjunto muy pequeño de
textos.
LA ESCUELA DE LA ECONOMIA CLASICA
Orígenes:
Como cuerpo teórico coherente, la escuela clásica de pensamiento económico parte de
los escritos de Smith, continúa con la obra de los economistas británicos Thomas Robert
Malthus y David Ricardo, y culmina con la síntesis de John Stuart Mill, discípulo de
Ricardo. Aunque fueron frecuentes las divergencias entre los economistas desde la
publicación de La Riqueza de las Naciones (1776) de Smith hasta la de Principios de
Economía Política (1848) de Mill, los economistas pertenecientes a esta escuela
coincidían en los conceptos principales. Todos defendían la propiedad privada, los
mercados y creían, como decía Mill, que "sólo a través del principio de la competencia
tiene la economía política una pretensión de ser ciencia". Compartían la desconfianza de
Smith hacia los gobiernos, y su fe ciega en el poder del egoísmo y su famosa "mano
invisible", que hacía posible que el bienestar social se alcanzara mediante la búsqueda
individual del interés personal. Los clásicos tomaron de Ricardo el concepto de
rendimientos decrecientes, que afirma que a medida que se aumenta la fuerza de trabajo
y el capital que se utiliza para labrar la tierra, disminuyen los rendimientos o, como decía
Ricardo, "superada cierta etapa, no muy avanzada, el progreso de la agricultura
disminuye de una forma paulatina".
El alcance de la ciencia económica se amplió de manera considerable cuando Smith
subrayó el papel del consumo sobre el de la producción. Smith confiaba en que era
posible aumentar el nivel general de vida del conjunto de la comunidad. Defendía que era
esencial permitir que los individuos intentaran alcanzar su propio bienestar como medio
para aumentar la prosperidad de toda la sociedad.
ANTEDECENTES
ANTECEDENTES
- Cambios sociales en Europa y América a finales del XVIII y primera mitad del XIX
> Revolución Francesa
> Independencia de EEUU y países latinoamericanos
- Destacan los pensadores de la Ilustración: Montesquieu, Voltaire, Rousseau
- Conceptos claves: el racionalismo, la igualdad de los hombres, la libertad, el contrato
social en pro del bien común, la justicia como base de respeto a las leyes y la
participación del ciudadano en asuntos poíticos
- Contrato social
> "Paradigma del consenso" criminológico: las leyes serían el acuerdo existente entre los
ciudadanos en relación con el bien común
> Nueva concepción en la forma de pensar y en la organización social en su conjunto
- En la Criminología, se vieron destacadas las obras de Cessare Beccaria y Jeremy
Bentham
dores.
APORTES TEORICOS
3.- Atribuyeron al trabajo ser el único factor que generaba valores económicos, a
diferencia de los mercantilistas, que no abordaron el tema con interés. Los clásicos le
dieron la exclusividad al trabajo como creador de los valores económicos que
trasformarían su tiempo.
Los clásicos lo sustituyeron por el criterio de atribuir al dinero una función neutral, tanto en
la esfera productiva como en la financiera. Con estos enfoques elaboraron una teoría del
comercio internacional basada en principios científicos, como las ventajas derivadas de la
división internacional del trabajo.
Smith presenta la primera teoría de las ventajas del comercio internacional como capitulo
integrante de la economía política. Adam smith considera el capitalismo como el estado
natural de las relaciones sociales. Smith establece que el trabajo incrementa la riqueza,
debido a que aumenta la destreza de la fuerza de trabajo, ahorra tiempo y permite el
empleo de ingenios mecánicos.
La pelea por conseguir lo mejor el hombre se verá obligado a negociar y de esa instancia
logrará lo mejor posible ya que su interés estará limitado por las necesidades del prójimo,
logrando de esta manera un equilibrio. Por ejemplo, los productores que quieren obtener
el máximo beneficio, para alcanzarlo, deben producir los bienes que necesita la sociedad
y a un precio que la sociedad esté dispuesto a pagar. este funcionamiento se lo llamó
"Mano invisible", porque la economía se ordena de forma "mágica". Este mecanismo
también entró en juego en el mercado de los factores de producción, asegurando la
armonía siempre que los capitalistas buscaran las rentas máximas posibles. Se
producirán los bienes adecuados a los precios adecuados y el conjunto de la sociedad
obtendrá la máxima riqueza posible mientras que rigiera la libre competencia, sin en algún
caso dejara de funcionar el mercado en forma libre, la mano invisible dejaría de existir
Un país depende de la tecnología de otros, para que así obtenga los beneficios de esa
tecnología y así poder salir adelante en lo que se refiere al exportar sus productos.
Entonces ¿cómo hacer que un país el cual no es competitivo en tecnología, salga
adelante.?
Primero, ese país depende de la tecnología, pero eso no quiere decir que no sea
competitivo en otros aspectos, tal vez ese país brinda insumos de buena calidad al
mundo, que su industria sin chimenea sea productiva, que brinde facilidades a los que
quieran invertir en él a través de las divisas. Para que todo esto se lleve acabo con orden,
los mismo países han creado reglas a través de organismos que regulen todo lo
concerniente al comercio internacional como la OMC (antes GATT), un tema del cual
hablare mas adelante.
Pero la teoría de Smith aun se sigue llevando acabo, esta teoría nos muestra que las
preferencias de los consumidores determinarían su demanda de mercancías, mientras
que los costos de las empresas son el fundamento de la oferta de mercancías. El petróleo
su precio depende por que su demanda descendido o por que su oferta ha aumentado.
Pero también puede variar por que un país integrante de la OPEP, no respeto el precio
que se debía tener, para no afectar a otros países que también exportan petróleo.
El tipo de cambio, ha sido considerado uno de los instrumentos u objetivos intermedios de
la política económica de un país, depende en gran medida las medidas que tome en
cuestión de sus políticas economías, dependen también los acontecimientos político-
sociales ya que de ello depende mucho y en gran medida la inversión en el país.
Esta claro que no puedes tener una política macroeconómica agradable a la situación de
nivel internacional, cuando simplemente no puedes tener un equilibrio en cuanto a las
políticas económicas internas que tienes en tu país, por que no puedes manejar un
comercio exterior sino te puedes manejar en tu comercio interno.
Por eso el nuevo gobierno de Vicente Fox tiene que afrontar de manera decidida el
problema de infraestructura, tanto en el ámbito de la empresa en el sector interno,
tomando en cuenta el sector productivo y las clases más desprotegidas.
Adam Smith
Adam Smith desarrolló teorías de los sentimientos en su libro La Teoría de los
Sentimiento Morales publicado en 1759: los individuos se mueven por el interés individual,
amor propio y no solamente son movidos por interés individual sino que en el corazón
humano tienen los sentimientos de simpatía. Smith busco rebatir a Thomas Hobbes (autor
de Leviatán) y a Bernard Mandeville, quien escribió La Fauna de las Abejas, ¨La Flora De
Las Mariposas, cuyo subtítulo es O Vicios Privados o Virtudes Públicas. Para Mandeville,
la prosperidad pública es el resultado del comportamiento de los vicios.
Adam Smith
Fundador de la economía como ciencia, Smith escribió el libro "La Riqueza de las
Naciones" , considerado el primer tratado sobre economía política y texto fundacional de
la economía clásica. Sus aportes a la teoría fueron muy amplios, y entre ellos se destaca
la diferenciación entre precio y valor de uso de los bienes. Consideró que la natural
tendencia del hombre a enriquecerse es beneficiosa para el conjunto de la sociedad, que
la división del trabajo y la especialización traen crecimiento en la producción. Su concepto
de la mano invisible postula que el crecimiento y el desarrollo son procesos naturales
provenientes de la natural ambición del hombre a enriquecerse y que el Estado no
debería intervenir; cuanto más libre sea la competencia, mejor para el conjunto de la
sociedad.
Smith aplica un papel al Estado. El Estado desempeña un papel fundamental, importante
que es garantiza la defensa y la justicia y financiar las obras e instituciones públicas que
no se llevan acabo por los individuos. La Riqueza de las Naciones inspiró al resto de los
economistas clásicos para formular sus teorías.
Defensor del laissez faire, en cuanto a la no intervención del gobierno en los asuntos
económicos. Para promover el bienestar, los mejores medios son el estimulo del propio
interés y el desarrollo de la competencia.
El análisis del cambio dinámico de la sociedad descansa sobre la teoría de la
acumulación, sostiene que la distribución del ingreso se distribuye entre las diversas
clases sociales y de manera preferente, entre capitalistas y los terratenientes
.
Adam Smith
Fundador de la economía como ciencia, Smith escribió el libro "La Riqueza de las
Naciones" , considerado el primer tratado sobre economía política y texto fundacional de
la economía clásica. Sus aportes a la teoría fueron muy amplios, y entre ellos se destaca
la diferenciación entre precio y valor de uso de los bienes. Consideró que la natural
tendencia del hombre a enriquecerse es beneficiosa para el conjunto de la sociedad, que
la división del trabajo y la especialización traen crecimiento en la producción. Su concepto
de la mano invisible postula que el crecimiento y el desarrollo son procesos naturales
provenientes de la natural ambición del hombre a enriquecerse y que el Estado no
debería intervenir; cuanto más libre sea la competencia, mejor para el conjunto de la
sociedad.
Smith aplica un papel al Estado. El Estado desempeña un papel fundamental, importante
que es garantiza la defensa y la justicia y financiar las obras e instituciones públicas que
no se llevan acabo por los individuos. La Riqueza de las Naciones inspiró al resto de los
economistas clásicos para formular sus teorías.
Defensor del laissez faire, en cuanto a la no intervención del gobierno en los asuntos
económicos. Para promover el bienestar, los mejores medios son el estimulo del propio
interés y el desarrollo de la competencia.
El análisis del cambio dinámico de la sociedad descansa sobre la teoría de la
acumulación, sostiene que la distribución del ingreso se distribuye entre las diversas
clases sociales y de manera preferente, entre capitalistas y los terratenientes.
.
David Ricardo
BIOGRAFIA
David Ricardo era el tercero de diecisiete hijos de una familia sefardí judía que emigró de
Holanda a Inglaterra antes de su nacimiento. Empezó a trabajar a los catorce años, en
la London Stock Exchange (Bolsa de Londres), como empleado de su padre. En 1793 se
casó fuera de la fe judía y las relaciones con su familia se volvieron más tirantes, por lo
que Ricardo decidió establecerse por su cuenta. Especializado en la negociación de
valores públicos, prosperando bastante rápido y para 1815 había amasado una fortuna
considerable. Después de haber adquirido su fortuna en la Bolsa de Londres, se convirtió
en terrateniente. En 1819 fue elegido miembro del Parlamento; retuvo el cargo hasta su
muerte. En la Cámara de los Comunes sus opiniones gozaban de autoridad, y se ha dicho
de él que fue el primero en educar a la Cámara en el análisis económico. Se retiró de los
negocios lo que le permitió dedicarse a trabajos intelectuales desde muy joven. Su interés
por los problemas de la teoría económica se desarrolló hacia la mitad de su vida. Su
primer contacto con el tema parece datar de 1799 cuando leyó a Adam Smith. En 1809
aparecieron publicadas sus primeras opiniones sobre economía en forma de cartas a la
prensa firmadas por "R" en relación con la devaluación de la moneda.
OBRA ECONOMICA
Su obra más importante, "Principios de economía política y tributación", apareció en 1817,
constituye la exposición más madura y precisa de la economía clásica; en el prefacio
afirma que "el principal problema de la economía política es determinar las leyes que
regulan la distribución". Con ese fin desarrolló una teoría del valor y una teoría de la
distribución. Escribió también gran número de ensayos, cartas y notas que contienen
aportaciones de importancia. Sin embargo, sus escritos resultan tan condensados y
complejos que muchos lectores encuentran mejor expuestas sus ideas en los trabajos
de Jean-Baptiste Say, Thomas Malthus y John Ramsay McCulloch. Este economista,
cuya labor es particularmente importante por el lugar destacado en que colocó al
problema del valor, especialmente al poner de manifiesto con claridad que los problemas
de la distribución dependen de la teoría del valor
Ideas económicas
La ventaja comparativa: Entre sus aportaciones destaca especialmente la teoría de la
ventaja comparativa, que defiende las ventajas del comercio internacional y - en esencia -
es una ampliación de la división del trabajo propuesta por Adam Smith y opuesta a
las teorías proteccionistas (que defendían la producción del propio país y evitaban el
comercio con el exterior).Su obra más importante, Principios de economía política y
tributación, constituye la exposición más madura y precisa de la economía clásica; en el
prefacio afirma que "el principal problema de la economía política es determinar las leyes
que regulan la distribución". Con ese fin, David Ricardo desarrolló una teoría del valor y
una teoría de la distribución.
Entre sus aportes destaca especialmente la teoría de la ventaja comparativa, que
defiende las ventajas del comercio internacional y en esencia es una ampliación de la
división del trabajo propuesta por Adam Smith. También se le atribuye la idea que afirma
que el salario real de los trabajadores permanecerá cercano al nivel de subsistencia
aunque haya intentos de incrementarlos, conocida como la ley de hierro de los salarios,
basada a su vez en las ideas de Thomas Malthus.
Además propuso la que actualmente se conoce como equivalencia ricardiana, una teoría
que sugiere que en algunas circunstancias la decisión de un gobierno de cómo financiarse
(utilizando impuestos o mediante la emisión de deuda pública) puede no tener efecto en la
economía. Irónicamente, aunque esta equivalencia lleva su nombre, Ricardo nunca
estuvo totalmente convencido. Robert Barro hizo unas variaciones de la misma idea
utilizando la teoría de las expectativas racionales
Thomas Malthus
Nacionalidad inglés
economista, demógrafo,
Ocupación
escritor, sacerdote
BIOGRAFIA
John Stuart Mill nació en (Inglaterra). Fue el mayor de los hijos del filósofo e
historiador James Mill. Sus hazañas como niño eran excepcionales. A la edad de tres
años le enseñaron el alfabeto griego y largas listas de palabras griegas con sus
correspondientes traducciones al inglés. Alrededor de los ocho años ya había leído
las fábulas de Esopo, la Anábasis de Jenofonte y todas las obras de Heródoto, en su
idioma original; al mismo tiempo ya conocía a Luciano, Diógenes, Isócrates y seis
diálogos de Platón. Para entonces ya había leído mucha historia en inglés.
A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra. Fue designado como profesor
de los niños más pequeños de su familia. Su principal lectura continuaba siendo la
historia, pero estudió también a todos los autores latinos y griegos comúnmente leídos en
las escuelas y universidades de aquel entonces. No le enseñaron a escribir en latín ni en
griego y nunca fue exactamente un erudito: todo estaba orientado hacia el fin por el cual
le hacían leer. A la edad de diez años ya leía a Platón y Demóstenes con facilidad.
La Historia de la India de su padre fue publicada en 1818; inmediatamente después, a los
doce años, John comenzó el cuidadoso estudio de la lógica escolástica al tiempo que leía
los tratados lógicos de Aristóteles en su lengua original. Al año siguiente lo introdujeron en
la economía política y el estudio de Adam Smith y David Ricardo.
Pero a los 20 años, en 1826, sufrió una “crisis mental”, descrita detalladamente en su
Autobiografía (1873). Se rebeló contra su estricta educación, contra el utilitarismo (aunque
sin romper con él), y se abrió a nuevas corrientes intelectuales como
el positivismo de Comte, al pensamiento romántico y al socialismo.
Mill trabajó para la Compañía de las Indias Orientales y fue al mismo tiempo miembro del
Parlamento por el partido Liberal. Mill abogó por aligerar las cargas sobre Irlanda y
básicamente trabajó por lo que él consideró oportuno. En Consideraciones sobre el
gobierno representativo, Mill propuso varias reformas del Parlamento y del sistema
electoral, especialmente trató las cuestiones de la representación proporcional y la
extensión del sufragio. En 1840 inició una fecunda amistad con el psicólogo y filósofo
escocés Alexander Bain.
En 1851 Mill se casó con Harriet Taylor (Harriet Taylor Mill) tras 21 años de amistad.
Taylor fue una importante influencia sobre su trabajo e ideas, tanto durante su amistad
como durante su matrimonio. La relación con Harriet Taylor inspiró la defensa de los
derechos de las mujeres por parte de Mill.
Aunque no fue profesor universitario, Mill cultivó casi todas las ramas de la filosofía, desde
la lógica hasta la teoría política pasando por la ética. En lógica, psicología y teoría
del conocimiento, Mill era empirista y positivista. Consideraba que el conocimiento
humano tenía su origen y su límite en la experiencia observable. Todo conocimiento parte
de las impresiones sensibles de los sujetos y los conceptos más abstractos se forman a
partir de las “asociaciones” de impresiones realizadas por la mente, este es el
llamado asociacionismo psíquico. Según Mill, la inducción es el principio lógico que
permite derivar conocimientos universales a partir de la observación de fenómenos
particulares. Después de haber observado muchos cisnes blancos particulares podría
inducirse el enunciado universal “Todos los cisnes son blancos”. Ahora bien, una gran
cantidad no equivale a la totalidad, “muchos” —por más que sean— no puede equipararse
a “todos”. De manera que el conocimiento científico es meramente probable, no
necesario, como ya indicó en su momento David Hume, a quien Mill sigue en este punto.
Harriet Taylor.
PENSAMIENTO
Teoría de la libertad
Artículo principal: Sobre la libertad
La obra Sobre la libertad de Mill se dirige a la naturaleza y límites del poder que puede
ser ejercido legítimamente por la sociedad sobre el individuo. Uno de los argumentos
insignia de Mill es el principio del daño o principio del perjuicio (harm principle). Éste
mantiene que cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en
tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros. Si la realización de la acción
solo abarca la propia persona, esto es, si solo afecta directamente al individuo ejecutor; la
sociedad no tiene derecho alguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está
perjudicando a sí mismo. Sostiene, sin embargo, que los individuos están exentos del
derecho a llevar a cabo acciones que puedan causar daños perdurables y graves sobre
su persona o propiedades según postula el harm principle. En tanto que nadie existe en
absoluto ostracismo, el daño que recibe uno mismo también perjudica a otros y el destruir
propiedades afecta a la comunidad tanto como a uno mismo. Mill excluye a aquellos que
son "incapaces de autogobierno" de tal principio, tales como niños en edad temprana o
aquellos que viven en "estados socialmente atrasados" (backward states of society).
Para dichos estados atrasados Mill mantiene que el despotismo puede considerarse una
forma de gobierno aceptable, siempre que el déspota tenga en mente los intereses del
pueblo, a causa de los obstáculos y dificultades del progreso espontáneo.[2] Aunque este
principio parezca claro, hay un número de complicaciones. Por ejemplo, Mill defiende
explícitamente que lo que entendamos por "daño" puede englobar actos de omisión así
como actos de comisión. Por ende, fracasar a la hora de salvar un niño en apuros
contaría como un acto perjudicial, tanto como no pagar impuestos o ausentarse en una
vista judicial a la que se ha sido exhortado como testigo. Todas estas omisiones negativas
pueden ser recogidas por una regulación, según Mill. Por contra, no cuenta como un eco
perjudicial el dañar a alguien si —sin fuerza o fraude— el individuo afectado consiente
asumir el riesgo. Por esta razón, uno podría ofrecer empleos sin seguridad laboral a otros,
dado que no involucra decepción (Sin embargo, Mill reconoce un límite concreto a este
consentimiento: la sociedad no debe permitir que los individuos se vendan a sí mismos en
la esclavitud). En estos casos es importante tener en mente que los argumentos que usa
en Sobre la libertad están basados en el principio de utilidad y nunca apelan a derechos
naturales.
La cuestión de cuáles son las acciones que consideramos como atañentes
exclusivamente al individuo ejecutor y cuáles, ora por comisión, constituyen daños sujetos
a regulación, sigue viva en las interpretaciones del autor. Es importante enfatizar que Mill
no consideraba que la ofensa fuera constitutiva de "daño"; ninguna acción podría ser
restringida simplemente por haber violado las convenciones morales de una sociedad
determinada. La idea de una "ofensa" que perjudica y, por tanto, objeto de restricción fue
posteriormente desarrollada por Joel Feinberg en su "principio de ofensa" (offense
principle), que es esencialmente una extensión del harm principle de Mill.
En Sobre la libertad se lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad de expresión.
Mill defiende el discurso libre como una condición necesaria para el progreso social e
intelectual. No podemos determinar con claridad, dice, que una opinión silenciada no
contenga algún elemento de verdad. Además sostiene que el permitir divulgar opiniones
falsas puede ser productivo por dos razones. En primer lugar, los individuos tenderán a
abandonar creencias erróneas si están involucrados en un fecundo intercambio de ideas.
Y en segundo lugar, forzando a otros individuos a reexaminar y reafirmar sus creencias en
el proceso de debate, estas creencias se abstienen de desvirtuarse volviéndose
meros dogmas. No es suficiente para Mill la defensa de una creencia que casualmente
sea cierta, el creyente debe comprender por qué la idea que sostiene es la verdadera.
La visión de Mill en cuanto a la libertad social y la tiranía de la mayoría
Mill creía que "la lucha entre Libertad y Autoridad es el rasgo más destacable de las
etapas de la historia". Para él, la libertad en la antigüedad era "un concurso... entre
sujetos, o ciertas clases de sujetos, y el gobierno". Mill definió "libertad social" como
protección de "la tiranía del gobernante político". Presenta en su obra varias tiranías, entre
las cuales están la tiranía social y también la tiranía de la mayoría.
La libertad social según Mill consistía en poner límites al poder del gobernante, de tal
forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y
tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la sociedad; en otras
palabras, la población debe ostentar el poder de tomar parte en las decisiones del
gobierno. Mantuvo que la libertad social es "la naturaleza y límite del poder que puede ser
legítimamente ejercitado por la sociedad sobre el individuo". Ésta se intenta lograr de dos
maneras: la primera es la que recurre a la vía del reconocimiento de unas determinadas
inmunidades, llamadas libertades políticas o derechos; la segunda recurre al
establecimiento de un sistema de "comprobaciones constitucionales". Sin embargo, limitar
el poder del gobierno no resulta suficiente:
John Stuart Mill y Helen Taylor. Helen era hija de Harriet Taylor y colaboró con Mill
durante quince años tras la muerte de su madre en 1858.
«La sociedad puede ejecutar, y ejecuta, sus propios decretos; y si dicta malos decretos,
en vez de buenos, o si los dicta a propósito de cosas en las que no debería mezclarse,
ejerce una tiranía social más formidable que muchas de las opresiones políticas, ya que si
bien, de ordinario no tiene a su servicio penas tan graves, deja menos medios de escapar
a ella, pues penetra mucho más en los detalles de la vida y llega a encadenar el alma.»
John Stuart Mill, Sobre la libertad
Concepto de libertad
La concepción de Mill sobre la libertad, influenciada por Joseph Pristley y Josiah
Warren consiste en el hecho de que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee
mientras no dañe al prójimo. Cada persona es por sí misma suficientemente racional para
poder tomar decisiones acerca de su propio bien y elegir asimismo la religión que le
plazca. El gobierno solo debe intervenir en tanto se trate de la protección de la sociedad,
explica Mill.
«No hay otro fin que la raza humana tenga garantizada, individual o colectivamente, al
interferir en la libertad de acción cualquiera que sea su número, que no sea la protección
personal. El único propósito por el cual el propio poder puede ejercerse adecuadamente
sobre cualquier miembro de una comunidad civilizada contra su voluntad es la prevención
del daño ajeno. El propio bien, sea físico sea moral, no es garantía suficiente. Uno no
puede obligar a la ejecución o abstención a otro porque esto conlleve un beneficio para
uno mismo, porque le hará a uno feliz, porque en opinión de otros hacerlo sería sabio o
correcto... La única parte de la conducta de una persona por la cual ésta es dócil ante la
sociedad es aquélla que concierne a los demás. En la parte que solo atañe a uno mismo,
su independencia es, por derecho, absoluta. Sobre sí mismo, su propio cuerpo y mente, el
individuo es soberano.»
John Stuart Mill, The Contest on America
[4]