MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
SAN CRISTÓBAL EDO-TÁCHIRA
Ossber Marciel Casanova Rodríguez
C.I 24.779.267 Sección T1 Los desembolsos de capital comprenden activos fijos (es decir, operacionales), por ejemplo, propiedades inmuebles, planta, equipo, renovaciones mayores y patentes. Normalmente, los proyectos de desembolsos de capital involucran fuertes sumas de dinero, así como otros recursos y deuda, que se inmovilizan durante periodos relativamente prolongados. Los desembolsos de capital constituyen inversiones que exigen el compromiso de recursos en el presente, para percibir beneficios económicos más elevados (utilidades) en el futuro. Los desembolsos de capital se convierten en gastos en el futuro, a medida que vayan siendo utilizados sus correspondientes bienes y servicios con el fin de obtener mejores utilidades futuras derivadas de los futuros ingresos, o para lograr ahorros en los futuros costos. Los gastos futuros correspondientes, como la depreciación, se identifican con los periodos futuros cuando se emplean las adiciones de capital para los fines a que se les destinó. Por lo tanto, los desembolsos de capital afectan a dos fases de la planificación y el control, a saber: las inversiones y los gastos. Un desembolso de capital es el uso de fondos, para adquirir activos operacionales que, ayuden a generar futuros ingresos,o reduzcan futuros costos.
Un aspecto importante en la planificación de los desembolsos de
capital es el problema de asegurar que una compañía tenga la capacidad de producir, de adquirir o de poder entregar los bienes y servicios que se necesitan para cumplir sus planes de ventas y de servicios. Un importante aspecto al controlar los desembolsos reales de fondos es el problema de asegurar que los mismos estén de acuerdo con los planes y que los fondos estén disponibles cuando se incurra en los desembolsos. Las Características de un presupuesto de desembolsos de capital, es parte importante de un plan integral de utilidades. Se relaciona directamente con los activos operacionales de una compañía, en particular los terrenos, el equipo y otros activos operacionales y el propio efectivo. En general, los desembolsos de capital se clasifican en un presupuesto de desembolsos de capital, como sigue:
Proyectos mayores de adiciones de capital: proyectos habitualmente
entrañan futuros compromisos de fondos para activos operacionales, cuyas vidas se extiendan a través de un prolongado periodo. Tienden a ser proyectos muy especiales y no recurrentes que representan nuevas direcciones y pasos de gran envergadura, así como avances tecnológicos. Como ejemplos se citan las adquisiciones de terrenos para nuevos edificios y renovaciones mayores, mejoras importantes y mantenimiento. A cada proyecto mayor se le asigna una denominación particular. Por otro lado los desembolsos menores, o pequeños, de capital: se trata de pequeños desembolsos de capital, poco costosos, recurrentes y ordinarios. Ejemplos de éstos son los reemplazos repetitivos y el mantenimiento de activos operacionales, así como la compra de herramientas y accesorios especiales que contribuyen a los futuros ingresos o a los ahorros de costos. Normalmente, los desembolsos menores se agrupan en una sola partida mensual (es decir, en una asignación) para efectos del presupuesto de capital. Las reparaciones y el mantenimiento rutinarios y normales no deben incluirse en el presupuesto de desembolsos de capital, sino en los presupuestos de gastos.
Finalmente la anterior clasificación de desembolsos de capital significa
que el presupuesto de desembolsos de capital tiene una fuerte orientación hacia los proyectos, pues la mayoría de éstos entrañan importantes volúmenes de fondos y de tiempo. Otra característica primordial de un presupuesto de desembolsos de capital es su dimensión de tiempo. Las dimensiones de tiempo de un presupuesto de desembolsos de capital deben ser congruentes con el plan integral de utilidades, lo cual significa que un presupuesto de desembolsos de capital debe comprender: un presupuesto estratégico (a largo plazo) y un presupuesto táctico (a corto plazo) de desembolsos de capital. Para las empresas, los flujos de efectivo representan la fuente de energía a corto plazo que se necesita para negociar y poder actuar. Una corriente saludable de efectivo es elemental para que un negocio pueda tener éxito. La clave para este éxito es acelerar las entradas de efectivo y demorar los desembolsos.