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LA AUTOGESTIÓN MENTAL
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1. INTRODUCCIÓN
2. EMPEZAMOS
3. Y PARA TI, ¿QUÉ ES TENER ÉXITO EN LA VIDA? PASOS PARA CONSEGUIRLO
PENSAMIENTO ALCISTA
PENSAMIENTO BAJISTA
PENSAMIENTO MALIGNO INADVERTIDO
PENSAMIENTO DE PODER O BLUE CHIPS
4. DESPEDIDA
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Introducción
Cada vez estoy más convencida de que si aprendes a gestionar tus
pensamientos, tu vida puede cambiar, y a mejor.
Por muy bien que intentemos hacer todo, tenemos muchos frentes
abiertos: familia, trabajo, proyectos, salud… Y en cuanto uno de ellos no
funciona bien, y no sabes manejarlo de forma eficiente ¡ya te ha dado el
día!, te amargas; y ya te has pasado un día amargado.
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Si nuestro día depende de cómo nos levantemos y cómo se comporten
los demás, realmente no es una manera muy cómoda de existir. Cuando
la realidad es que nuestros pensamientos son la causa real de cómo nos
sentimos, cómo reaccionamos y los resultados que obtenemos.
Generalmente lo que te pasa en tu día a día no es lo que te amarga; más
bien es cómo lo interpretas.
Por otro lado, la mente sólo se siente cómoda con lo que hemos hecho
toda la vida; nos priva de muchísimas experiencias. Como intentemos
salirnos de nuestra rutina, nos lo va a poner difícil; cuando hoy en día lo
que más se necesita es variar y diversificarse: hay que reinventarse para
sobrevivir.
Por eso he escrito este manual; para ayudarte a tomar conciencia, y des
un primer paso en el aprendizaje de esta gestión.
No te voy a decir que sea fácil, porque no lo es. Pero sí puedo decirte
que si te animas a probar, te garantizo que verás avances muy positivos
en poco tiempo.
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1. Empezamos
MEJORAS
MEJORAS
MEJORAS EL MUNDO
TU FORMA
TU VIDA QUE TE
DE PENSAR
RODEA
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Y por eso he escrito este manual, para ayudarte a mejorar tu forma
de pensar, para que puedas mejorar tu vida; y así mejorar la de los
demás e inevitablemente la del mundo que te rodea.
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siempre sólido y bueno para trabajar, se haya convertido en uno de
los más inseguros.
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2. Y para ti, ¿¿qué es tener éxito en la vida??
Desde que somos pequeños nos han dicho lo que tenemos que
hacer. Si quieres ser esto, haz esto. Si quieres ser como éste, haz lo
que éste hace… Bien pues, mi teoría es que Si quieres ser como
éste, PIENSA como éste.
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Si quieres cambiar los resultados, deberás cambiar lo que piensas.
Y como punto de arranque, cambiar tu forma de mirar todo.
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Yo estaba totalmente decidida a conseguir mi objetivo pasara lo
que pasara; por eso repetía las acciones propuestas, me apeteciera
o no.
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3.1 Primer paso: Decídelo
Toma la decisión. A partir de ahora tus pensamientos no te
van a dirigir. Vas a aprender a gestionarlos, y lo vas a conseguir a
través de la ACCIÓN REPETIDA. Una vez hayas creado el hábito, te
vendrá solo.
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Intentaré explicarte cómo. Lo importante no es únicamente el punto
desde dónde empiezas, sino también lo firme que es la decisión sobre a
dónde quieres llegar y por qué.
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Porque el aprender a reconocer qué tipo de pensamientos tienes o has
tenido, y entender que estos mismos dan lugar a unos resultados u
otros, es ya un paso gigante.
1. Pensamiento Alcista.
Los vamos a llamar así, como en los mercados financieros, en
los que el precio del activo sube con el tiempo.
Por ejemplo, mi tiempo más creativo son las dos primeras horas de
la mañana, después de tomarme el café. Es cuando se me ocurrió
buscar un plan alternativo de ingresos, escribir este manual,
millones de soluciones eficientes para organizarme mejor. Apunto
todo, porque a esas horas se me ocurren montones de soluciones
para llegar a todo.
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Prueba tú también. Obsérvate y cuando detectes tus horas mágicas,
que te pillen con un bloc de notas al lado. No tienes nada que
perder y sí mucha calidad de vida que ganar; porque el tiempo que
se ahorra con la planificación y prevención…. Daría para otro
manual !!!!
2. Pensamiento Bajista.
Hay momentos en los que te encuentras en un estado de ánimo
bajo, originado por los que he bautizado yo como pensamientos
bajistas.
Éstos nos limitan completamente el acceso a nuestra creatividad y
sabiduría innatas; de modo que te quedas únicamente con la
habilidad de procesar la misma información, una y otra vez.
Pierdes completamente la perspectiva y la noción de la realidad,
entrando en un bucle del cual no puedes salir. Parece como si tus
problemas no tuvieran solución. No consigues ver la luz al final de
túnel.
Tienes la creatividad en negativo; tus problemas consumen tu
pensamiento al no verles la solución.
Te sientes derrotado, perdido y con la sensación de impotencia
pensando que nunca va a cambiar nada.
Ahora ya lo sé, y cuando detecto que mi mente quiere atacarme
(suele ser por las noches), rápidamente me pongo a hacer algo:
hablo con mis hijos, leo, veo una serie… e intento no pensar nada
hasta la mañana siguiente.
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A mis hijos les digo lo mismo: “después de las 9 de la noche el
mundo NO se arregla, porque no estás viendo la realidad. Ya lo
piensas mañana”
Es naturaleza humana.
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4. Pensamiento de Poder.
Éstos son los que más me gustan a mí y te propongo a partir de
ahora. Yo los llamo Blue Chips, porque siempre te van a rentar
y ayudar a que consigas tus objetivos; sean los que sean. Es cuando
realmente consigues que tu mente trabaje para ti.
Este tipo de pensamientos son los que más me han ayudado a llevar
hacia delante mi proyecto. Tengo preparado uno específico para
activar en cada situación.
Aunque también es cierto que cada vez los necesito menos, porque
que he aprendido que muchas de las cosas que me presenta mi mente
¡¡¡no son verdad!!!
Pero los Blue chips no tiene por qué ser pensamientos positivos. La
diferencia es mínima pero profunda:
Los positivos te obligan a pensar que todo es de color de rosa,
cuando en realidad sabes que no lo es. Al fin y al cabo es engañarte
a ti mismo.
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necesita soporte, tienes que llevar a un niño al dentista o tienes una
tutoría, las vacunas de las pequeñas y una cena de trabajo
importantísima. Te empiezas a agobiar y te preguntas ¿¿¿¿¿dónde
está la cámara oculta????
Y en esos momentos de desesperación e impotencia, podrías
quejarte, enfadarte y maldecir, o bien pensar un “blue chip” (que es
lo que he conseguido hacer yo):
“A nuestras abuelas les toco vivir la guerra luchando contra el
hambre y la escasez, viendo cómo sus maridos e hijos se marchaban
a luchar. Y a mí sólo me ha tocado lidiar con el estrés”
Madre mía, yo no cambio mi estrés por nada del mundo. Y punto.
Me quedo más tranquila que unas castañuelas. “Viva el estrés”
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Ya tenemos la clasificación de los tipos de pensamientos que podemos
tener en distintas ocasiones. Pero no menos importante sería ser
capaces de identificar las señales que nos da nuestra mente para
reconocer qué tipo de pensamientos estamos teniendo.
Yo las he clasificado en 4.
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Señal 2: Nuestras Palabras
Escúchate a ti mismo. ¿Qué verbalizas?
Las palabras tienen energía, y, por tanto, crean y
destruyen.
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Señal 3: La Situación Temporal
¿En qué temporalidad te mueves? ¿Vives para las
vacaciones? ¿Desde el lunes estás esperando que llegue
el viernes otra vez? ¿Estás esperando a que suceda algo
para empezar a vivir? ¿Te angustia el futuro?
Pues que sepas que vivir la vida basada en el futuro te
desgarra por dentro, y el hecho de que todo el mundo
se comporte así, corriendo y estresado, no lo hace más
cuerdo. Porque tu mente te proyecta una situación del
futuro imaginaria, que te genera ansiedad.
Es un fantasma mental y una receta perfecta para la
insatisfacción permanente y el descontento.
O por el contrario,
¿Te absorbe mucha atención el pasado? ¿Sueles hablar
o pensar mucho en él? ¿No puedes olvidarte de las
cosas horribles que te pasaron o que hiciste?
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Es muy frecuente envenenar tu presente
arrepintiéndote y deprimiéndote de los errores
cometidos.
Mientras estás pensando en alguno de esos dos
tiempos, y la mente no distingue entre los
pensamientos y la realidad, entonces ¿Qué pasa
con tu presente? No lo estás viviendo.
El presente es lo único que existe; y lo único que
tenemos es el estar aquí y ahora.
Si te acostumbras a disfrutar y vivir en el momento
presente, reduces muchísimo la ansiedad que produce
viajar en el tiempo.
Porque cuando estás en distinta dimensión temporal tus
pensamientos crean estrés y disminuyen tu paz mental
y tu calidad de vida.
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Te recomiendo que… te esfuerces en
concentrar tu atención en lo que estás haciendo, lo que
está pasando y el mundo que te rodea en este preciso
instante. Y es que estoy convencida de que la presencia
mental en el ahora es en realidad el secreto para
disfrutar de la vida.
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Si la mayoría del día lo pasas con pensamientos
repetitivos, que no te llevan a ningún lado, ni te generan
ninguna acción, estarás inmerso en una telaraña mental.
Te voy a dar las tres características que a mi juicio son las más
importantes:
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algo subjetivo, en ocasiones, derivado del
condicionamiento de una experiencia precedente, que
está grabada a fuego en nuestra memoria.
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La mayoría de la gente se pasa la vida preocupándose
por cosas que ¡¡¡¡jamás ocurren!!!!! ¡¡¡Qué desperdicio!!!
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>>A partir de ahora tu mente se va a concentrar en las
posibles soluciones y oportunidades de MEJORA en
cada situación.
Para, respira hondo y haz un análisis de lo que tengas
entre manos. Empieza a ocuparte y trabajar en la
solución, y no te preocupes por lo que ya no puedas
arreglar.
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Los felices ni evitan, ni esquivan, ni se quejan. Son
guerreros que se conquistan a sí mismos; superándose
a sí mismos y dándole la vuelta a sus malas
experiencias.
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>>Lo que sí puedes hacer es enseñar a tu mente a que
cuando te ocurra algo así, automáticamente se ponga a
pensar en lo que tú decidas.
“Muchas gracias por participar y presentarme otra
vez este problema, pero YO DECIDO EN LO QUE
ME APETECE PENSAR”
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Estás en un estado muy peligroso; así es que cuantas
menos decisiones tomes, mejor. Sólo lo mínimo.
Vete al gimnasio, coge un libro, habla con tus hijos..
Lo que sea, pero NO PRODUZCAS y, sobre todo, NO
SOLUCIONES.
En este momento eres el Titanic y tu mar está lleno de
icebergs, con lo que tienes que navegar con mucho
cuidado y no hacer movimientos repentinos, porque
tienes todas las probabilidades de naufragar.
Puedes hacer tremendos descalabros cuando tus
palabras están fuera de control, diciendo cosas que en
realidad no piensas y que luego te va a costar mucho
enderezar.
Recuerda que los estados de ánimo y pensamientos
bajistas son temporales.
OBSERVA AL PENSADOR.
Ya te has dado cuenta de que tu estado de ánimo no es
el ideal y has decidido retrasar las decisiones que
puedas.
Ahora observa al pensador que tienes dentro: Eres
consciente de que tienes determinadas sensaciones y
emociones porque estás bajo el influjo de
determinados pensamientos. Estás observando al
pensador y puedes hacerlo porque es algo distinto a ti.
De esta forma el pensamiento pierde su poder sobre ti.
Dejas de darle de comer, con lo que deja de crecer
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dentro de ti. Es el principio del fin del pensamiento
compulsivo e involuntario
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ACTÚA COMO / HAZ COMO SI..
Con esto me refiero que muchas veces no estamos
contentos por algo que nos está pasando. Lo entiendo.
Es perfectamente comprensible.
Sin embargo, eso no te impide actuar como si lo
estuvieras.
Que no sabes hacer algo, pues muéstrate como si
fueras el mayor experto.
Que te ves algo inseguro con algo, pues actúa como si
tuvieras muchísima confianza en ti mismo…
Dirás, “pero es engañarme a mí mismo y a los
demás”.
No se trata de eso, no. Creo firmemente que para llegar
a algo primero te lo tienes que creer.
Una de mis frases preferidas, que la utilizo como
“Blue chip”es: “El ruiseñor está feliz porque
canta; no canta porque está feliz”. Es decir, primero
lo hace y luego lo siente. Porque no hace falta sentirlo
para hacerlo; y si lo haces, tienes mucha probabilidad
de que lo sientas después.
Porque nuestros comportamientos y nuestra fisiología
también guían nuestros estados de ánimo. Y si estás de
mal humor y te pones a cantar, o te obligas a ser
amable con los demás, te puedo asegurar que tu estado
de ánimo mejora.
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Dile a tu mente: “Mira bonita, hoy no me vas a
amargar el día. Estoy muy enfadado, pero voy a hacer
como si no lo estuviera. AQUÍ MANDO YO”.
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3. DESPEDIDA
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He tenido que hacer un esfuerzo titánico desde el principio, porque
un día decidí que mi mente ya no me amargaría más la vida. Lo
quiero hacer y lo hago, y el único fracaso que conozco es no intentar
las cosas.
Te doy otra vez las gracias, de todo corazón, por leerme y por haber
confiado en mí.
Un abrazo muy fuerte,
Cris Contango
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