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DE
PODOLOGÍA
F. MAURE TERNIA
EDITORIAL PRAYMA
Prólogo
lndice de materias
Primera parte
CAPÍTULO 1
ESTÁTICA.................................................... 3
Segunda parte
CAPíTULO 2
EXPLORACIÓN PODOLÓGICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Anamnesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Exploración clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Exploración en bipedestación ... ......................... : . . . . . 24
Primera parte
# # #
A veces no resulta fácil expresar con palabras la diferencia que existe entre
dos imágenes de la misma especie si no recurrimos al dibujo. Para ello estu
diaremos las figuras 1-1 y 1-2, que representan el esqueleto humano.
La figura 1-1 muestra una imagen simétrica, de tal manera que las líneas
que pasan por los hombros, la pelvis y el plano del suelo son paralelas entre sí.
De la pelvis surge la columna vertebral perpendicular y recta. Los hernitórax
son simétricos y las extremidades iguales dos a dos. Los ángulos formados por
los fémures y la pelvis son iguales, así corno también lo son los ángulos que
forman los brazos con la cintura escapular. Asimismo, son idénticos todos los
pares de músculos que intervienen en la movilidad y equilibrio del esqueleto.
Por ejemplo, los isquiotibiales, cuadrados lumbares, psoas, pectorales, dorsa
les, trapecios, etc., forman el par de fuerzas, que la física define corno un siste
ma formado por dos fuerzas iguales en intensidad, la misma dirección y senti
dos contrarios con resultante cero.
Esta figura, al contemplarla, es capaz de provocar un sentimiento estético,
es decir, un goce superior y desinteresado, ya que, según las doctrinas estéti
cas, la belleza puede definirse como la armonía y proporción de las formas.
En cambio, en la figura 1-2 no encontrarnos la armonía y proporción de
formas, puesto que las líneas que pasan por los hombros, la pelvis y el plano
del suelo no son paralelos entre sí; no son simétricos los hemitórax ni tampo
co es recta la columna vertebral, con pérdida del par de fuerzas. Por lo tanto,
presenta una deformación consecutiva a la alteración de los valores de la está
tica debido a que el peso del cuerpo gravita sobre el esqueleto.
Al comparar estas dos figuras, se hace evidente la deformación de la 1-2
con respecto a la 1-1. Esta deformación responde al principio de Le Chatelier
(1988), que dice que «todo cambio en los factores de un equilibrio determina
una reorganización del sistema encaminada a minimizar el cambio original».
A lo largo de la obra corroboraremos la causa por la que se produce esta de
formidad y la patología que se deriva.
4 Tratado de podología
FIG. 1-1. Imagen simétrica del esqueleto hu- FIG. 1-2. Imagen asimétrica del esqueleto hu-
mano. mano.
PODOLOGÍA
Este término proviene del griego poús, pie, y lógos, tratado. Por lo tanto, la
podología será la ciencia que estudia los pies bajo un aspecto médico, y la sa
lud, el estado en que el ser orgánico ejerce normalmente sus funciones.
La podología, corno todo tratado médico, estudia las causas, las manifesta
·
ciones y los síntomas que nos indican la pérdida de salud en los pies o, por
causa de éstos, en otras zonas topográficas de nuestro esqueleto.
Es la disciplina que estudia la incidencia de la gravedad en nuestro cuerpo
cuando éste se halla comprometido por una alteración de la estática.
Las alteraciones de la estática generan desequilibrios de etiología físico-me
cánica y comprometen el sincronismo y la relación armónica entre las veinti
séis piezas o huesos que forman la arquitectura del pie y, por consiguiente,
todo lo que se sustenta en éste.
Los pies pueden presentar tres tipos diferentes de desequilibrio, a saber: los
pies valgas, los pies varas y los pies diferentes (diferencia que viene dada en
Estática 5
EL PIE
Según el diccionario de la lengua castellana, el pie es el extremo de cual
quiera de los dos miembros inferiores del hombre, que sirve para sostener el
peso del cuerpo y andar. Asimismo, sirve de plano de sustentación y palanca
de locomoción, y debido a la distribución topográfica de su anatomía y a la
cortedad de sus huesos, se adapta a cualquier situación irregular del suelo.
Por lo tanto, el pie es parte de la unidad motora, que comprende el tarso, el
metatarso y los dedos.
Los huesos del tarso se distribuyen en dos hileras, una posterior, con el as
trágalo encima y el calcáneo debajo, y otra anterior, con el escafoides por den
tro, las tres cuñas por delante y el cuboides por fuera.
Los metatarsianos son cinco; por detrás se articulan con las tres cuñas y el
cuboides, y por delante con las falanges de los dedos. Completando esta es-
6 Tratado de podología
60 kg
FIG. 1-3. Fuerzas procedentes del peso del cuerpo que recaen en el pie.
8 Tratado de podología
Es decir:
R1 = 92 5, 09
R2 86,409
=
92'509
. 100 =51 795% 1
178 ,917
PIE PLANO
En el pie plano todos los huesos, excepto el astrágalo, están en contacto con
el suelo, y por lo tanto no existe bóveda plantar.
Se ha venido discutiendo y escribiendo sobre si el pie plano provoca o no
ciertas patologías, idea atribuida a un hecho que, de por sí, es natural.
Cuando el ser humano viene a este mundo, lo hace con los pies planos, sin
dientes y oye y ve poco. Son atributos y propiedades del hombre debido a la
gran laxitud musculoligamentosa e inmadurez del sistema nervioso central.
Estática 9
\
\
\
\
FIG. l-4. Huella que se asemeja a una <<L» FIG. l-5. Apoyo en el suelo de toda la ma�a
mayúscula. plantar.
PIE CAVO
El pie cavo es todo lo contrario que el pie plano. Se caracteriza por una bó
veda plantar más arqueada o excavada que la del pie normal, pero no por eso
con menor capacidad de trabajo que éste.
El pie cavo se diferencia del pie plano y del normal por el tono muscular
que por naturaleza presenta, que es una propiedad o característica genéti-
10 Tratado de podología
ca que tienen unos individuos con respecto a otros, cuyos factores heredita
rios determinan la aparición de sus caracteres morfológico y funcional, dando
un genotipo concreto a cada individuo.
Del pie cavo podemos decir que presenta un aumento del tono muscular
(hipertonía), pero en ningún caso estamos de acuerdo que este tipo de pie sea
susceptible de tratamiento.
El pie cavo, al igual que los demás tipos de pie, será patológico y requerirá
un tratamiento cuando se haya alterado la estática en su funcionalidad.
Hay pies cavos que presentan dedos en garra como consecuencia de la cor
tedad del calzado, ya que el pie cavo en sentido longitudinal necesita más es
pacio que el pie normal debido a que la proyección de la ballesta que repre
senta la bóveda plantar es mayor.
Los dedos en garra hacen que en las cabezas metatarsofalángicas haya dis
minuido considerablemente la superficie, lo que da lugar a mayor probabili
dad de lesión en la zona (fig. 1-6).
SESAMOIDEOS
Los sesamoideos son unos huesos parecidos a granos de sésamo (de donde
procede su nombre), que se presentan incluidos en el espesor de los tendones
musculares y que pueden ser inconstantes y constantes; entre los primeros es
tán los que se encuentran en la cara plantar de la segunda falange del segundo
dedo y en la parte inferior de la cabeza del segundo y quinto metatarsianos.
En cuanto a los constantes, tenemos los dos situados debajo de la cabeza del
primer metatarsiano, cuya disposición constituye una troclear, especie de po
lca o cojinete sobre la cual se desliza la articulación sin ser lesionada, en bipe
destación o en la marcha, contra el plano del suelo.
# #
PARAMETROS PEDICOS
50 mm
4mm
14mm
FIG. 1-7. Estudio
estándar del pie hu
////////"/ '///// mano.
14 Tratado de podología
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FIG. 1-15. Eje menor de la parte externa del FIG. l-16. Eje mayor de la parte interna del
pie. pie.
TARSO
El tarso está situado en la parte posterior del pie y compuesto por siete hue
sos, uno de los cuales se articula con la tibia y el peroné. Es el pilar más im
portante de los dos en que se apoya la bóveda plantar; sus huesos se agrupan
en dos filas: una posterior, compuesta por el astrágalo y el calcáneo, super
puestos, y otra anterior, con el cuboides, el escafoides y las tres cuñas.
El calcáneo es un hueso corto, saliente, situado por detrás del astrágalo en
una posición media y posterior, que constituye la eminencia del talón. Por la
cara plantar posterior se apoya en el plano horizontal con cierto ángulo de in
clinación en sentido longitudinal del pie, actuando de brazo de palanca, elásti
co y oscilante cuando recibe la carga del peso del cuerpo (fig. 1-17).
Este ángulo de inclinación es estable, pues cumple con el sistema de fuer
zas de los principios de la estática, a cargo de los músculos, ligamentos, ten
dones y la aponeurosis plantar, evitando el derrumbe y el desequilibrio de la
bóveda.
El astrágalo es el hueso que ocupa la posición más alta del tarso posterior.
Se encuentra en el tercio interno en la parte posterosuperior calcánea, reba-
16 Tratado de podología
Sustentáculo
tali
; ,
FIG. 1-20. Esquema del desarrollo del paso, siempre que se trate de un pie normal. A) Posición
de las cabezas al término del paso. B) Posición de las cabezas al inicio del paso.
FUERZAS DE CAÍDA
Las fuerzas provenientes del peso del cuerpo transcurren a través de la tibia
e inciden en el tarso con el astrágalo superpuesto sobre el calcáneo en su ter
cio interno.
En la porción lateral interna, el calcáneo presenta una apófisis o alero de-.
nominado sustentáculo tali (véase fig. 1-18), que actúa como brazo de palanca
asistido por los ligamentos laterales internos, que cuidan de regular y mante
ner la alineación pierna-tarso sobre el plano horizontal del suelo y el equili
brio de la bóveda plantar.
En una laxitud de los ligamentos internos del pie (muy frecuente en la in
fancia por inmadurez ligamentosa), las fuerzas de caída provocan la pérdida
de alineación pierna-tarso y el derrumbe de la bóveda plantar (fig. 1-21).
hlálica 19
SUSTENTÁCULO TALI
En la cara lateral interna, el calcáneo presenta una apófisis o saliente óseo
alargado en forma de alero que se prolonga hacia dentro formando el susten
táculo tali, cuya función es hacer de palanca, apoyo y sostén y que está regula
do y sincronizado por el par de fuerzas de resultante cero a cargo de los liga
mentos laterales internos y externos, responsables de mantener el tarso ali
neado con la pierna y del equilibrio de éste.
_ Segunda parte
ANAMNESIS
sionales que pueden incidir sobre los pies, como las que obligan a estancias
prolongadas en bipedestación y/o sedente.
# #
EXPLORACION CLINICA
En toda exploración clínica podológica tenemos que tener presente los da
tos mencionados anteriormente y proceder al examen del paciente con un mi
nucioso reconocimiento del pie en su condición de órgano doble, que nos per
mite la comparación entre ambos y cerciorarnos de las posibles lesiones y
desequilibrios en el aparato locomotor para poder llegar a emitir un diagnós
tico.
Procederemos a la exploración con el paciente en bipedestación, en marcha
y en estado sedente.
Exploración en bipedestación
En bipedestación consideramos la alineación pierna-talón, observando si
hay desvíos laterales en valgo o varo. Los pies en situación de valgo o varo
producen desvíos lateralizados de las rodillas, lo que llamamos genu valgo y
genu varo. Examinaremos las asimetrías y la hipertrofia entre ambas extremi
dades inferiores y la diferencia de resistencia y elasticidad entre ambas bóve
das plantares.
Por último, examinaremos la abertura del ángulo de Fick, que es la divergen
cia de la punta de ambos pies con los talones, formando con el plano sagital del
cuerpo un ángulo de aproximadamente 18°. Las variaciones del ángulo de Fick
en el sentido de abertura o cierre hace que los pies en condiciones de mayor
abertura sean abductos, y con el cierre de la abertura aductos, debido al dese
quilibrio que sufre el músculo piramidal y su antagonista a nivel de la cadera,
que hacen rotar el fémur hacia fuera del plano sagital del cuerpo y viceversa.
Exploración de la marcha
En la marcha observaremos la inclinación que presenta la pelvis, que puede
producir una lesión en la cadera que a veces obliga al paciente a cojear. La ca
dera inclinada altera la perpendicularidad del tronco, generando la escoliosis
vertebral y la deformidad o asimetría entre los dos hemitórax (ley de la grave
dad) (véase figura 3-23). Dicha deformidad hace que los hombros aparezcan a
diferente nivel y con diferentes longitudes, peligrando la integridad y equili
brio de las vértebras del tramo cervical.
También nos cercioraremos si ha llevado o lleva plantillas ortopédicas y por
qué causa. Si lleva plantillas ortopédicas, examinaremos si éstas reflejan los
parámetros pédicos; si no los contemplan, desaconsejaremos su uso.
Sobre el calzado, orientaremos al paciente cómo debería de ser éste para no
lesionar el pie, aconsejándole sobre la longitud, anchura, sujeción al cuello del
pie con atadura n o superior a los dos centímetros de ancho, correa, cordones,
etcétera. También hay que indicarle la conveniencia de no utilizar tacón, y que
caso de usarlo, sea la mínima expresión y de superficie ancha.
EDEMA PÉDICO
El edema se produce debido a la obstaculización de la reabsorción del líqui
do intersticial en los vasos linfáticos y venosos locales. El líquido intersticial
se forma por transudación del plasma sanguíneo y se reabsorbe, en cambio,
por los vasos linfáticos y venosos l ocales, a través de los cuales fluye desde los
tejidos cargados de escorias tóxicas procedentes del recambio celular; cual
quier obstáculo que se oponga a esta reabsorción del tejido intersticial provo
ca el aumento de éste y el estado patológico edemático.
Uno de los obstáculos que se oponen a la reabsorción del tejido intersticial
es la acción de estímulos de naturaleza mecánica (traumas locales), como la
cstasis venosa (tan frecuente en los pies), que se produce después de las obs
ltucciones del conducto venoso por compresión de la pared externa de la vena
desde el exterior (cicatrices retráctiles, compresiones por ligaduras, compre
siones por calzado estrecho y corto que actúa en forma de torniquete, venda
jes demasiado apretados y microtraumatismos que se generan en el pie cuan
do éstos están desequilibrados por la situación de valgo o varo) y procesos
inflamatorios locales de origen traumático.
AYUDA DIAGNÓSTICA
Si después de una exploración el diagnóstico no queda lo suficientemente
daro, recurriremos a la valoración y medida de los parámetros pédicos me
diante el podogramo electrónico, el cual pone de manifiesto el valor numérico
de la presión que ejerce la bóveda plantar en la superficie de cada pie.
Si estas presiones son diferentes, también lo será la resistencia en cuanto al
poder de sustentación entre ambas bóvedas plantares, evidenciando el grado
de la alteración estática, susceptible de deformar el cuerpo con lesiones pato
lógicas en el aparato locomotor.
Lesiones localizadas en distintas zonas del esqueleto (en las que intervienen
estructuras musculares y nerviosas) se pueden valorar mediante el reflejo ner
vioso (fig. 2-1), que es la reacción automática e involuntaria de un estímulo
espontáneo provocado artificialmente sobre una determinada región del orga
nismo mediante percusión, que produce una retracción muscular.
Para que se pueda producir un reflejo debe entrar en acción el llamado arco
reflej o o diastáltico, compuesto por los siguientes elementos:
28 Tratado de podología
3 2
FIG. 2-1. Esquema del reflejo neJ.Vioso. Representación del trayecto de una sensación (flechas con
tinuas) desde la superficie corporal al cerebro y de la reacción cerebral consecutiva (flechas a tra
zos) con el movimiento del músculo adecuado. 1, encéfalo con su área cortical sensorial (2) y su
área cortical motriz (3); 4, ganglio neiVioso; S, superficie epidérm ica; 6, músculo; 7, médula espinal.
ser de naturaleza irritativa (por ejemplo, la neuritis del nervio sensitivo afe
rente o del nervio motor eferente) o destructivas (neuritis degenerativas del
nervio sensitivo o del motor); las primeras provocan la exaltación y las segun
das la abolición del reflejo.
Como es lógico, a pesar de la integridad del arco diastáltico, el reflejo tam
bién falta cuando el músculo efector que debe contraerse para provocar el re-
11ejo no puede hacerlo porque está atrófico (distrofia muscular progresiva) o
porque está en contractura permanente.
También hay que tener presente que el niño hasta los tres años de edad pre
senta normalmente la inversión del reflejo plantar como fenómeno fisiológico
(y no patológico), ya que las fibras nerviosas hasta dicha edad no se han mieli
nizado completamente.
Esto demuestra la importancia de la exploración de los reflejos para el diag
nóstico de muchas enfermedades nerviosas y musculares. De no conocer bien
el tema, no se relaciona con los pies, ya que éstos, en la mayoría de los casos,
son indoloros, y ante la imposibilidad de descubrir la verdadera causa, a la en
fermedad se le llama primitiva o idiopática.
F
-= K
�1
de donde:
F =fuerza.
�1 alargamiento o acortamiento.
=
K constante de proporcionalidad.
=
PODOGRAMO ELECTRÓNICO
La tecnología, mediante la cibernética electrónica, ha desarrollado máqui
nas que efectúan automáticamente cálculos complicados y otras operaciones
similares y que prestan una valiosa ayuda en el campo de la podología.
Gracias a estas máquinas, podemos detectar cualquier alteración de la está
tica en los pies, ya que nos da valores numéricos de las presiones plantares
que, de la manera más cómoda, el observador puede estudiar, analizar y com
parar con los parámetros pédicos para llegar a emitir un diagnóstico.
La técnica más asequible se efectúa en bipedestación, aunque también es
susceptible de forma dinámica.
La máquina consiste en un podio con una superficie hábil suficiente para
alojar los dos pies en bipedestación. El podio, de forma cuadrada, presenta en
la parte superior y semejando un mosaico 1.024 sensores, cubiertos por medio
de una piel artificial, alma de la sensibilidad informática.
La información que emite la máquina es recogida en una pantalla o impre
sora para su estudio. A este aparato se le llama podogramo porque lo que mide
y valora son unidades de peso.
RADIOLOGÍA
La radiología es de gran utilidad en medicina para observar y estudiar el es
tado y alteración de partes internas de nuestro organismo generalmente opa
cas, como pueden ser los huesos y cuerpos extraños, donde no se puede llegar
con la simple mirada.
En podología no se emplea demasiado, puesto que lo que estudia esta cien
cia son patologías producidas por desequilibrios físico-mecánicos no visibles
·
radiológicamente.
Exploración podológica 31
ELECTROMIOGRAFO
Es un aparato que registra las corrientes eléctricas producidas por la activi
dad muscular.
Es el método utilizado para registrar los cambios de potencial eléctrico que
se producen en un músculo aislado o un grupo muscular cuando se contrae
espontáneamente o por inducción a estímulos generalmente eléctricos. En po
dología se utiliza para detectar lesiones musculares y alteraciones nerviosas.
Tercera parte
EL DOLOR
ORGANIZACION FUNCIONAL
DE LA SENSACIÓN DOLOROSA
PIE VARO
Los pies varos son aquellos que orientan la cara plantar hacia el plano sagi
tal de nuestro cuerpo, apoyando el borde externo y la cabeza de los últimos
metatarsianos. El pie adopta esta postura debido a la retracción o contractura
de los ligamentos deltoideos internos y a la alteración de sus parámetros.
El pie varo es exactamente lo contrario que el pie valgo. También se le de
nomina pie torcido o zambo si su deformidad es muy acusada.
La clínica que presenta el pie varo es similar a la del pie valgo, pero con la
variante de que la agresión causal es externa al pie.
En la práctica diaria venimos observando que el 95 % de la población adul
ta presenta pies varos (fig. 3-1), deformidad condicionada por la horma del
calzado al ser éste falciforme. Esto supone una gran contradicción si tenemos
en cuenta que nuestros pies en sentido longitudinal (de retropié a antepié) son
rectos.
Esta situación anómala a la que sometemos el pie a lo largo de nuestra
vida, hace que tengamos que pagar un alto precio en salud como consecuen
cia de la deformación que el calzado imprime al pie, de proceso lento y cons
tante, pero con capacidad de anquilosis y disminución de las funciones natu
rales.
El pie varo y el pie valgo siempre" van asociados a una lateralización de las
piernas y de las rodillas. La afección, que casi siempre es bilateral, se instaura
Patología 37
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FIG. 3-1. Esquema de pies varos. F!G. 3-2. Esquema de pies valgos.
PIE VALGO
Los pies valgos son aquellos que orientan la. cara plantar hacia el borde ex
temo del pie.
El talón, junto con las cabezas metatarsofalángicas, son las dos partes más
características del pie humano, y gracias a ellas nos mantenemos habitual
mente derechos y dispuestos para la marcha.
El astrágalo y el calcáneo, aunque no estén separados de la pinza maleolar,
sí lo están de sus conexiones musculoligamentosas, y en valgo, al recibir el
peso del cuerpo, el talón se derrumba y la parte distal del calcáneo entra en
contacto con el suelo, arrastrando tras de sí la bóveda plantar. Esto significa
38 Tratado de podología
que cuando los ligamentos deltoideos internos están distendidos o laxos, al re
cibir el calcáneo en su tercio interno el peso del cuerpo, el tarso se desviará en
valgo, ya que los ligamentos deltoideos internos, junto con el brazo de palanca
que ofrece el sustentáculo tali, no ejercen la suficiente resistencia de conten
ción para el mantenimiento y equilibrio del talón (fig. 3-2).
El talón es el pilar más importante de los dos que sostienen el puente del
pie; su desvío en valgo o varo hace que la bóveda plantar altere la inclinación
del plano transverso, con pérdida de elasticidad y disminución del rendimien
to de trabajo debido a la posición a la que se ve forzada.
Los pies valgos son frecuentes en la población infantil y constituyen una de
formidad patológica que a veces remite hacia la normalidad por sí sola. En los
adultos, los pies valgas presentan una clínica diferente a la de los niños; se
pueden presentar con inflamación generalizada, acompañada de trastorno cir
culatorio, edema mecánico o estasis que puede alcanzar al pie o a toda la pier
na, generalmente por traumatismo entre los diferentes huesos que no ocupan
su lugar topográfico natural. Esto supone una impotencia funcional en la bi
pedestación y en la marcha y desvío lateralizado de las rodillas con crepita
ción y dolor, que imposibilita la función y disminuye su trabajo.
Estos pacientes precisan un tratamiento ortopédico, el cual, de no haber
anquilosis articular, siempre presenta resultados positivos.
PIE EQUINO
Es una deformación del pie caracterizada por la flexión plantar permanen
te, de forma que el individuo, al estar de pie o caminar, se apoya únicamente
en el antepié y, en cambio, el talón (calcáneo) permanece elevado.
El pie equino se debe a la parálisis de los músculos flexores dorsales del pie
(tibial anterior) o a la contractura (espasmo) de los músculos flexores planta
res; en estos dos supuestos se rompe el equilibrio dinámico entre los dos gru
pos de músculos de acción opuesta con predominio de los flexores plantares
que tiran del antepié flexionándolos hacia la planta.
La parálisis y la contractura de uno o más grupos musculares en el pie
equino se traduce en una lesión neuromuscular que, con rehabilitación, tien
de hacia la normalidad.
En otras ocasiones esta deformidad puede ser la consecuencia de una acti
tud prolongada de defensa del pie, por inmadurez e impotencia musculoliga
mentosa frecuente en la infancia, que hace que el tarso se desvíe en valgo al
no poder soportar el peso del cuerpo en el tercio interno del calcáneo y ante la
impotencia de los ligamentos internos encargados de mantener el equilibrio
mediante el brazo de palanca que ofrece el sustentáculo tali en el que incide la
presión gravitatoria. El niño compensa esta anomalía con la actitud de punti-
Patología 39
llas con la que elude la gravedad y disminuye la tensión ligamentosa, que por
otra parte, le resulta molesta y a veces dolorosa por la debilidad o laxitud
musculoligamentosa propias de la edad. Sin tratamiento la actitud de punti
llas se puede prolongar a períodos superiores a tres años y con tratamiento re
mite en dos o tres semanas.
Esta anomalía puede remitir por sí sola, aunque, por lo general, queda un
pie valgo.
El tratamiento del pie equino siempre será ortopédico, calzado funcional y
rehabilitación de las lesiones neuromusculares con terapia bien orientada. El
pronóstico es positivo (fig. 3-3).
PIE TALO
El pie talo es lo contrario del pie equino. Se apoya el talón y queda elevado
el antepié.
Esta deformidad es debida a la parálisis de los músculos de la pantorrilla o
a la retracción de los músculos dorsales del pie.
Es una alteración del equilibrio dinámico entre los dos grupos musculares,
generalmente por una lesión neuromuscular, que de ser reversible y con la te
rapia adecuada, se corrige con resultados positivos.
El tratamiento será ortopédico, calzado funcional y rehabilitación de la le
sión neuromuscular (fig. 3-4).
PIE ZAMBO
En caso de una lesión de los nervios tibiales, concretamente del nervio ti
bial posterior que inerva el músculo de su mismo nombre, se hipertoniza el
Frc. 3-3. Pie equino. Frc. 3-4. Pie talo. Frc. 3-5. Pie zambo.
40 Tratado de podología
Tratamiento
La terapia que nosotros aplicamos consiste en colocar al paciente en una
camilla rígida en decúbito supino. El terapeuta asirá con una mano los dos ta
lones, deslizando su dedo índice entre los mismos, a fin de evitar molestias
por roce y como punto de fijación, e invitará al paciente a rotar las piernas en
sentido contrario al desvío.
El tiempo empleado en la práctica rehabilitadora no deberá exceder de un
minuto; lo contrario puede provocar fatiga muscular y dolor. La sesión se pue
de repetir varias veces al día. La recuperación es lenta, pero con constancia se
obtienen resultados positivos.
Conviene advertir que si el paciente está en estado sedente, los músculos
aductores y abductores de las extremidades inferiores se hallan relajados o la
xos y cualquier manipulación sobre ellos resulta negativa.
METATARSALGIAS
Entendemos como metatarsalgias el estado doloroso o patológico que se
manifiesta en las cabezas de los metatarsianos y su falange correspondiente.
42 Tratado de podología
Tratamiento
El tratamiento se iniciará con un calzado tan largo y ancho como sea el pie
y sin tacón, que irá atado al empeine entre la tibia y el escafoides, pero sin
montar encima de éste. La suela será dura pero flexible. Se utilizarán isopre
sores pédicos a fin de facilitar la extensión de los dedos aumentando la super
ficie en la zona y se practicará masaje en sentido centrípeto con pomadas he
parinoides para revitalizar las zonas tumefactas del pie.
Con esta terapia el dolor remite en un espacio de tiempo relativamente cor
to, no superior a los veinte días: Pero no ocurre otro tanto con los callos o du
rezas que puedan existir en el metatarso, cuya lesión dénnica anterior adheri-
Patología 43
Kohler 11
Juanete
Lesión
interdigital
Kohler 1
FrG. 3-6. Puntos en los que con más frecuencia puede aparecer dolor.
44 Tratado de podología
Tratamiento
Causal.
TENOSINOVITIS
La tenosinovitis seca es la inflamación conjunta del tendón de un músculo
y de la vaina sinovial que lo rodea.
Esta patología no es frecuente que aparezca en los pies, pero se han obser
vado casos en los trayectos metatarsales, donde el saco fibroso se halla hipe.r
trofiado, el endotelio sinovial inflamado y el tendón se desliza con un roce in
terno, dificultando su movilidad y función y a veces quedando atrapado en un
punto del trayecto.
Las formas típicas producen un dolor vivo, y cierta hinchazón y rubicundez
dibuja el trayecto de la vaina. Se produce crepitación durante la ejecución de
movimientos en que intervienen los tendones lesionados. Si se trata de los de
dos, el primero es uno de los más afectados por el excesivo trabajo, con res
pecto a los demás, a que está sometido. La fibrosis estenosante hace que el
tendón, al d�slizarse por la vaina, quede frenado en forma de «gatillo».
Patología 45
Las características de todos estos signos en los pies tienen claras diferen
cias con las de las metatarsalgias, con las que a veces se confunden.
Este síndrome, por lo general, es el resultado de microtraumatismos produ
cidos por un serio desequilibrio entre las partes que forman un todo armóni
co. En el caso del pie, el uso de calzado corto y estrecho hace que el tejido so
metido a las constantes presiones laterales y de longitud del calzado se lesione
e inflame.
Tratamiento
Se prescribe calzado perfectamente adaptado al pie, masaje con pomada
que ayude a la circulación sanguínea, ejercicios moderados y la corrección de
las alteraciones de la estática. El cuadro es rebelde y tarda en remitir.
Clínica
Es una lesión interdigital con aspecto blanquecino, de forma redondeada,
tejido macerado y humectado por la sudoración y con gran componente dolo-
Frc. 3-7. Lesión producida FIG. 3-8. Lesión en la zona Flc. 3-9. La lesión se halla en
por la acción de pie varo, al externa producida por la la comisura interdigital, entre
superar en mucho el 7 % de misma acción que en la figu- los dedos 4.0 y 5.0, producida
inclinación transversa de la ra 3-7. por el mismo agente de pie
bóveda plantar. varo que en la figura 3-7.
46 Tratado de podología
roso; puede haber dedos en martillo y actuar como coadyuvante la acción del
calzado estrecho y corto.
Etiología
La formación de esta lesión interdigital se debe a la alteración de la estática
que posiciona el pie en varo, alterando en sentido transverso la inclinación de
la bóveda plantar y siendo su parámetro superior al 7% (fig. 3-8).
Tratamiento
Equilibrar el sistema.
Tratamiento
Debe ser etiológico y ortopédico para ayudar a mantener el equilibrio fisi
comecánico en el aparato locomotor.
...
UNA ENCARNADA
La uña encamada o incamata es una patología producida por la presión la
teral en ambos lados del pie, generalmente por la estrechez y cortedad del cal
zado. La uña, al sostener una presión lateral constante, se va curvando y los
bordes laterales caen verticalmente sobre la ranura ungueal a la que lesionan
(figs. 3-10, 3-11, 3-12 y 3-13).
Aunque puede aparecer en los demás dedos, es más frecuente en el dedo
gordo y puede afectar a un solo lado de la uña o a los dos.
FIG. 3-10. La uña está clavada en la carne. FIG. 3-11. Desbridamiento de la matriz y ra
nura ungueal, con legrado mediante cuchari
lla y resección de la zona de crecimiento.
48 Tratado de podología
F1G. 3-12. Aproximación de colgajo median- FIG. 3-13. Sutura completa y acabado final
te sutura. de la técnica.
Prevención
Antes de iniciar la exéresis de una uña encamada, hay que considerar la po
sible glucemia (análisis), amago séptico, vacunación antitetánica, índice de
coagulación, etc.
Tratamiento
El tratamiento conservador resulta infructuoso a pesar de las muchas técni
cas ensayadas, pues la uña curvada es difícil que remita hacia la normalidad.
El más eficaz y definitivo es el quirúrgico.
Técnica quirúrgica
Pcr lo doloroso que resulta, es conveniente aplicar anestesia local, y para
que el campo operatorio esté claro y limpio, a fin de facilitar la manipulación,
es interesante hacer un vaciado sanguíneo del dedo mediante una cinta de
goma elástica, que luego, enrollada a la raíz del dedo como un torniquete,
hace de hemostático.
A continuación se extirpa el tejido lesionado, junto con la parte de la uña
curvada y clavada que se proyecta de forma vertical sobre la ranura, prolon
gando la incisión un par de milímetros por detrás de la matriz. Seguidamente,
con una cucharilla se legra la zona de crecimiento de la uña, que comprende
Patología 49
RODILLA
La rodilla es la articulación que une el muslo con la pierna. Está formada
por los cóndilos del fémur y las cavidades articulares de la meseta tibial. En el
interior de la articulación, rodeada por una cápsula, se encuentran, entre am
bas superficies articulares, dos meniscos conjuntivos falciformes, uno externo
y otro interno, firmemente unidos· a la tibia mediante haces conjuntivos, con
dos caras lisas que se apoyan sobre las superficies articulares correspondien
tes del fémur y de la tibia. En el interior de la articulación de la rodilla se en
cuentran los ligamentos cruzados en forma de X, conexionados entre sí y en
vueltos por la membrana sinovial y con la pared posterior de la cápsula
articular formada por tejido conjuntivo laxo y de grasa.
La cápsula articular de la rodilla está reforzada en ambos lados por los liga
mentos laterales, externo e interno, y por la cara posterior por el ligamento
poplíteo oblicuo, ofreciendo en la cara anterior el tendón del músculo cuádri
ceps juntamente con la rótula o el ligamento rotuliano.
De la cavidad articular de la rodilla emergen varias bolsas serosas que lu
brican los meniscos y las superficies articulares, facilitando el deslizamiento
de una sobre otra.
La rodilla está ubicada en la parte media de la extremidad inferior, transmi
tiendo por medio de la pierna el peso del cuerpo al pie, el cual es la base don
de se sustenta todo el esqueleto anatómico de nuestro cuerpo, por lo que la ro
dilla está sujeta a todas las variaciones de equilibrio que sufra el pie.
Si el pie presenta un desvío en valgo o varo, obliga a la pierna y a la rodilla
a lateralizarse. Este desvío hace que uno de los dos cóndilos femorales esté en
contacto con la meseta tibial, pero sin ejercer el esfuerzo de la carga, mientras
que en el otro cóndilo recae todo el peso del cuerpo, con el consiguiente esti
ramiento o distensión de los ligamentos laterales en el primer caso y la retrac
ción en el segundo (figs. 3-14 y 3-15).
50 Tratado de podología
FIGS. 3-14 y 3-15. La falta de alineación de la pierna con el tarso se produce cuando el pie está
en situación de varo o valgo, o sea, lateralizados. Este desequilibrio lo comparte la rodilla hasta
situaciones penosas.
Clínica
En el examen clínico se observa una ligera tumefacción en la rodilla; dolor
a la palpación en las inserciones de los ligamentos laterales, más acusado en
el ligamento lateral distendido; cierta limitación de la movilidad árticular, y
no pocas veces crepitación al esfuerzo.
Etiología
La causa más importante, si no la única, de la patología en las rodillas es el
desequilibrio fisicomecánico que presentan los pies, cuando éstos están incli
nados en posición de valgo o en posición de varo.
Radiología
No se observan datos dignos de ser valorados, por el inconveniente que en
traña precisar cuál de los dos cóndilos femorales presiona más en la meseta ti
bia}, el grado de oblicuidad que lesiona y qué diferencia de distensión o re
tracción existe entre los dos ligamentos laterales de la rodilla.
Tratamiento
Restablecer el equilibrio en los pies.
La alteración del equilibrio en la base (pie) en valgo o varo hace que se late
ralice la pierna, obligando a la rodilla a trabajar forzada.
Para estudiar este problema, consideraremos la estructura formada por tres
piezas rígidas unidas en los puntos By e por dos articulaciones (fig. 3-16).
Supongamos ahora que el punto e se desplaza hasta la posición e', o sea,
en varo, como se indica en la figura 3-17.
Si a. es el ángulo formado por los segmentos Dey De', entonces, puesto que
las piezas son rígidas, el sistema considerado quedará como se observa en la
figura 3-18.
Suponiendo que � es el ángulo formado por el segmento BC y la prolonga
ción del segmento AB, si queremos calcular ahora el valor de � en función de
a., nos interesa estudiar el triángulo eBD (fig. 3-19).
Sabemos que:
. h
sena.=-
e
h
sen�=
b
Patología 53
e· sen a
A=
senp ---
b
o sea:
(e· sen a
�= are sen \
)
b
o• o•
0,5• 0,0877°
1o 0.1754°
1,SO 0,2637°
20 0,3507°
2,5• 0,4383°
0
3 0,5259°
3,5• 0,6135°
0
4 0,701°
4,5· 0,7885°
5. 0,8759°
FUNCIÓN MUSCULAR
Los músculos son los órganos activos del movimiento en los animales. Al
contraerse desplazan las palancas óseas sobre los que están insertos. Existen
tres clases de músculos: los estriados o esqueléticos, el cardíaco y los múscu
los lisos. Aquí nos ocuparemos solamente de los músculos esqueléticos, que
son, propiamente, los músculos de la vida de relación, están bajo la acción de
la voluntad y se inervan por el sistema cerebroespinal.
El músculo está cubierto por una aponeurosis de envoltura, el perimisio,
que forma un tabique a través de la masa muscular, dividida así en haces de
54 Tratado de podología
fibras musculares, cada una de las cuales contiene varios núcleos celulares y
un gran número de miofibrillas.
En la contracción de los músculos, que es un proceso químico sumamente
complejo, son las miofibrillas las que se contraen.
Para que el músculo se contraiga, el sistema nervioso transmite un impulso
a una neurona motora que está en el asta ventral de la médula espinal, y esta
neurona lo envía por su axón hasta la unión neuromuscular, desde donde, por
último, recorre toda la longitud de la fibra muscular.
Por lo general, cada neurona motora inerva de unas pocas a varios centena
res de fibras musculares. Al conjunto de esta inervación se le denomina uni
dad motora, que es la verdadera unidad funcional del sistema neuromuscular.
Cuando el impulso eléctrico llega al terminal del axón, se inicia la libera
ción del neurotransmisor acetilcolina en forma de paquetes de energía llama
dos cuantos.
La acetilcolina y enzimas como la acetilcolinesterasa, de efecto despolari
zante que desdobla la acetilcolina, hacen que los músculos ejecuten la fun
ción que les es propia y las fibras nerviosas coordinen los movimientos de
las neuronas motoras en la médula espinal que van directamente a los mús
culos.
De los 31 pares de nervios que inervan nuestro organismo, resulta evidente
la perfecta simetría en dos mitades: derecha e izquierda; esta simetría se com
pagina con un sistema perfectamente idéntico en todos los demás aspectos de
·
la constitución orgánica.
Esta distribución homolateral nerviosa, motora y sensitiva asegura la moti
lidad muscular, la cual, de haber una lesión nerviosa en la raíz o plexo de etio
logía mecánica, se vería favorecida por una alteración estática pédica siempre
unilateral. Esto hace que los músculos o grupos musculares inervados por
nervios lesionados no reciban el masaje o estímulo o que éste no sea lo sufi
cientemente claro debido a la irritación motora que ha alterado la función
muscular provocando contractura o espasmo en uno o varios músculos, los
cuales han alterado el sincronismo con sus homólogos y contralaterales al
perturbar el par de fuerzas de resultante cero que generan entre ambos. Esto
evidencia la deformidad del tronco, el hundimiento del flanco torácico, cuya
asimetría presenta un aspecto antiestético y una gran incapacidad para la ex
pansión pulmonar (véase fisiología pulmonar) (véase figs. 3-23 y 3-26).
ALTERACIÓN DE LA CADERA
Como hemos indicado al hablar de los pies diferentes, cuando los valores
de las resistencias de sustentación de las dos bóvedas plantares no son iguales,
ocurre que una pierna, en función de la menor resistencia entre ambas bóve-
Patología 55
FIG. 3-20. Inclinación lateral pélvica, favore- FIG. 3-21. Osteocondritis coxofemoral con de-
ciendo la osteocondritis coxofemoral (Perthes). formación de la cabeza del fémur.
56 Tratado de podología
OBLICUIDAD PÉLVICA
La oblicuidad lateral pélvica arrastra tras de sí a la columna vertebral y la
inclina, haciendo que por la acción de la gravedad se curve a fin de compen
sarse (escoliosis) con la gravedad, pero no con nuestro cuerpo. Esta anomalía,
junto con la cadera, lesionan estructuras circulatorias, nerviosas y musculares
por compresión, estiramiento o traumatismo.
Circulación
La circulación de retorno libera a los tejidos de las escorias del metabolis
mo, que de no ser eliminadas se acumularían en los tejidos y producirían una
Patología 57
Estructura nerviosa
Los nervios motores son aquellos que, partiendo del sistema nervioso cen
tral (cerebro, médula espinal), alcanzan los diversos órganos, tejidos y zonas
corporales de la periferia orgánica, transportando las órdenes del cerebro a
los músculos locales. Si las fibras nerviosas de las neuronas motoras están
comprometidas por una agresión mecánica, traumatismo directo, estiramien
to o compresión; el mensaje queda interrumpido a veces, presentando una
gravedad desigual. En una primera fase se puede presentar la disminución de
la función motora muscular (paresia), generalmente a nivel de las piernas
(pantorrillas), duras y dolorosas a la palpación. Si la compresión, traumatis
mo o estiramiento se mantienen, en una segunda fase es inminente la altera
ción sensitiva, consecutiva a lesiones del sistema nervioso (parestesia), con la
aparición de un síndrome de sufrimiento radicular (los calambres).
Los calambres son contracturas musculares violentas de corta duración
provocadas por agotamiento o fatiga muscular. Pero si se trata de una lesión
neurológica preexistente, correspondiente a un desequilibrio de las leyes de la
estática (oblicuidad pélvica, que es el caso que nos ocupa), los calambres son
constantes, traduciéndose, por ejemplo, en ciática y en «piernas inquietas».
Etiología
Alteraciones de la estática (véase pies diferentes).
Tratamiento
Restablecer equilibrios pédicos.
CIRCULACION DE RETORNO
Favorecida por la fuerza de la gravedad, la oblicuidad pélvica comprime es
tructuras musculares, nerviosas y circulatorias y compromete seriamente el
retomo de la sangre hacia el corazón con el consiguiente estancamiento de la
sangre en las venas, que luego se aflojan y dilatan.
A la inclinación pélvica, a veces le acompañan causas concomitantes o se
cundarias. Entre las más frecuentes, citaremos el estreñimiento, por la con
tractura de los músculos abdominales que impiden la salida de la sangre ve
nosa de las extremidades inferiores durante un cierto tiempo, y el embarazo,
por la compresión sobre las venas ilíacas al crecer el útero. También coadyuva
a la enfermedad la situación de aquellas personas que, por su profesión, se
ven obligadas a permanecer mucho tiempo de pie.
Las causas secundarias no tendrían mayor importancia si no estuviera pre
sente la inclinación pélvica. Si esto no fuera así, no tendría explicación el que
una persona con estreñimiento, encinta, etc., sufriera de varices y en cambio
otras no.
Las piernas varicosas presentan una serie de relieves nudosos de color azu
lado provocados por las venas dilatadas. Cuando la dilatación se localiza en
las venas del cordón espermático del que pende el testículo, se le denomina
varicocele.
En la exploración debe ser una práctica habitual (a la menor sospecha)
comprobar la relación entre la presión arterial del tobillo y la del brazo. Para
ello se divide la presión sistólica del tobillo por la del brazo, lo que constituye
el denominado índice tobillo-brazo (ITB), el cual puede convertirse en un sen
cillo método de seleccionar grupos de personas con mayor riesgo de padecer
Patología 59
VARICOCELE
Es una dilatación varicosa de las venas que acompañan al cordón espermá
tico del que pende el testículo.
Es una afección generalmente de la gente joven, de etiología igual a la ex
plicada al tratar la circulación de retomo.
En los casos leves puede pasar inadvertida para el paciente; en los casos
más graves se manifiesta con una sensación molesta de tensión local, rara
mente con fuerte dolor.
Al disminuir la actividad del testículo por el trastorno de la circulación lo
cal que provoca el varicocele, el joven advierte una disminución de su poten
cia sexual. Esta anomalía se presenta generalmente de forma unilateral, y me
diante la palpación de la vena se advierten una serie de nódulos pequeños y
blandos que desaparecen con la presión.
Tratamiento
Preventivo y restablecimiento del equilibrio de la cadera.
desplazado del centro y un hombro más bajo que el otro, que es el que perte
nece a la concavidad de la curva de la columna y a la pierna del mismo costa
do aparentemente más larga.
En este costado se observa que desde los dedos medios de la mano, la dis
tancia al suelo es menor que en la otra mano, y que el hemitórax, por el hecho
de estar hundido debido a la concavidad de la curva, resulta menos volumino
so que el del otro costado, desplazando la escápula en posición alada.
La curva o curvas de la columna vertebral no siempre son claramente de
tectables. Algunos de los datos antes mencionados pueden no ser identificados
por el observador, pero siempre hay los suficientes para cercioramos que nos
encontramos ante un paciente escoliótico.
La curva o curvas de la columna vertebral se producen cuando las extremi
dades inferiores no son iguales, al haber una diferencia de resistencia y elasti
cidad entre ambas bóvedas plantares (véase pies diferentes).
DEGENERACIÓN WALLERIANA
La prolongación de una neurona está rodeada por células de Schwann colo
cadas longitudinalmente. La degeneración es la consecuencia de una lesión
por compresión de la neurona. Se desarrolla en la parte distal de una fibra
que ha sido separada del cuerpo celular y progresa de manera centrífuga. Aso
cia una degeneración del axón y una diferenciación de la vaina de Schwann.
La relación del axón y de las células de Schwann da cuenta de los caracte
res de la degeneración y de la regeneración de las fibras nerviosas en el curso
de las neuropatías periféricas.
DOLOR LUMBAR
Si a nivel lumbar el raquis presenta una curva de naturaleza escoliótica, el
grado de curva determinará una lesión más o menos amplia. El síndrome se
traduce por la afectación de una o varias raíces nerviosas a nivel de la com
presión, con manifestaciones dolorosas radiculares y trastornos motores (pa
resia). Al comienzo, la marcha puedle estar perturbada sólo de manera inter
mitente, con fatigabilidad de la pierna, que aparece al cabo de cierto tiempo
de caminar y que obliga al enfermo a detenerse algunos instantes.
Aunque al principio la claudicación intermitente no es dolorosa, más tarde
los trastornos se vuelven permanentes y la marcha es rígida, espástica y final
mente imposible.
# #
COMPRESIONES ALTAS
Éstas alcanzan el territorio del plexo lumbar (nervio crural, el más grueso
del plexo, y el nervio obturador; ambos en la cara anterior) y proceden de Ll'
�
L2, L y L4. También afectan al nervio glúteo superior y a nervio glúteo infe
d
rior e la región dorsal, que proceden de L4, L5, S1 y S2, cuya irritación cons
tante hace que se produzca dolor en la pierna, con marcha claudicante y la
formación de nódulos o protuberancias de consistencia blanda en la región
glútea, que a veces nos puede conducir a la falsa impresión de un cuadro de
naturaleza tumoral si no consideramos la compresión ejercida por una curva
escoliótica.
También pueden aparecer nódulos o protuberancias que se exteriorizan en
la línea media, susceptibles de ocasionar una repercusión plurirradicular y
una obliteración raquídea.
La evolución es frecuentemente aguda y se anuncia por dolores ciáticos
muy violentos. En muchos casos la agravación se manifiesta por un déficit
68 Tratado de podología
NERVIO FEMOROCUTÁNEO
Procede de L y Ly pasa por detrás del músculo psoas mayor o a través del
1
mismo y por de ante del músculo cuadrado lumbar, penetra en la fosa ilíaca
interna y se distribuye por la piel de la región externa del muslo hasta la rodi
lla. Asegurar la sensibilidad de la cara externa del muslo es su principal fun
ción, aunque contribuye a la inervación del tensor de la fascia lata.
Su lesión se manifiesta por meralgia parestésica y sensación desagradable
de hormigueo o de la piel atirantada en la cara externa del muslo, que se tra
duce por alteraciones de las leyes de la estática vertebral, subsidiaria a una
compresión a nivel de las raíces por una curva escoliótica.
NERVIO CRURAL
Procede de Ll' L2, L3 y L4. Es el nervio más grueso del plexo y se extiende
por detrás del músculo psoas mayor, hacia abajo y afuera, en busca del surco
entre el psoas y el músculo ilíaco; pasa bajo la arcada crural por dentro de
los vasos ilíacos y se reparte en sus ramas terminales, siendo la más larga el
nervio safeno interno, que representa en cierto modo la prolongación del ner
vio crural; recorre la cara interna del muslo y desprende finos ramos cutá
neos hacia la cara interna del muslo y la rodilla y un ramo articular hacia la
articulación de la rodilla, descendiendo hasta la parte media del borde inter
no del pie.
La parálisis crural afecta al psoas, al cuádriceps, al pectíneo y al abductor
medio. La parálisis del cuádriceps impide al sujeto subir una pendiente o es
caleras por el riesgo que corre de caer al flexionar la rodilla.
La amiotrofia es evidente y se pone de manifiesto con la imposibilidad de
flexionar el muslo sobre la pelvis y de extender la pierna sobre el muslo. Está
abolido el reflejo rotuliano. Los trastornos sensitivos, dolores, hipoestesia y
anestesia ocupan el territorio del nervio.
Las lesiones del nervio crural son evidentes cuando éste se halla expuesto
a una agresión compresiva por la acción de una oblicuidad pélvica o una cur
va escoliótica lumbar. Las lesiones de L4 ocasionan una parálisis del tibia! an
terior.
Patología 69
NERVIO OBTURADOR
·d
Procede del L1, L2, L3 y L . Se extiende sobre el músculo psoas mayor en i
1
rección descendente entre e nervio crural y el tronco lumbosacro. Se relacio
na por su lado interno con la vena y la arteria ilíaca internas, después con el
uréter, y.cruza, en la mujer, la cara externa del ovario. En el interior del con
ducto subpubiano se ramifica hacia la cara dorsal del músculo obturador ex
terno, dividiéndose después en dos ramas terminales: la superficial,que inerva
la piel y asegura la sensibilidad de la cara interna del muslo, bifurcándose en
dos ramales motores hacia los músculos mediano y menor (aductores), pro
longándose hacia el músculo recto interno y, con frecuencia, al músculo pectí
neo. La segunda de las ramas en que se divide el nervio obturador es la pro
funda, que envía ramificaciones motoras a los músculos aductores y filetes
sensitivos a las articulaciones de la cadera y de la rodilla.
El nervio obturador es el encargado de la aducción del muslo. La parálisis
del músculo obturador impide la aducción del muslo y limita la rotación in
tema. La hipoestesia puede estar asociada a dolores que se manifiestan por el
estiramiento o compresión en el canal subpubiano (neuralgia del obturador).
El nervio obturador puede ser lesionado por la acción mecánica que ejerce
la inclinación lateral pélvica, acompañada de una curva escoliótica lumbar.
También puede ser lesionado en el curso del parto debido al esfuerzo.
NERVIO CIÁTICO
El ciático es el nervio más grueso del organismo y asegura la inervación de
los isquiotibiales y la mayor parte de los músculos de la píema y del pie y tie
ne una función mixta sensitiva y motora. Procede de L4, L5, SI' S2 y S y sale
d
de la pelvis por la porción infrapiramidal del agujero ciático mayor y escien
de pasando entre la tuberosidad isquiática y el trocánter .mayor, cubierto por
el músculo glúteo mayor. Recorre la cara posterior del muslo, donde se divide
antes de alcanzar el hueco poplíteo en dos ramas: nervio poplíteo interno y
nervio poplíteo externo, que descienden hasta el pie.
Etiología
El origen parte de una acción mecánica por estiramiento o compresión que
ejerce la inclinación lateral pélvica, acompañada de una curva lumbar por el
efecto escoliótico (véase pies diferentes).
Tratamiento
Restablecer las alteraciones de la estática.
NEURALGIA Y AMIOTROFIA
EN LA CINTURA ESCAPULAR
Comienza por dolores muy intensos en la región del hombro, extendiéndo
se a un miembro superior. La afectación es unilateral, pero a veces los dos
hombros pueden ser lesionados sucesivamente y aparecer un déficit motor
que afecta a los supraespinosos e infraespinosos, al serrato mayor, al deltoides
y a veces también al bíceps, al tríceps y al trapecio. Es una afección favorecida
por el estiramiento y compresión que provoca la curva escoliótica cervical,
cuya acción mecánica a nivel de las raíces C5, C6, C7, C8 y D1 puede lesionar
los nervios frénico (C3 y C4), serrato mayor (C5, C6 y C7), circunflejo (C5y C6),
musculocutáneo (C5 y C6), radial (CS' C6, C7, C8 y D1), mediano (C6, C7, C8 y
D 1), cubital (C7, C8 y D1), etc.
En las lesiones de las raíces de los nervios mediano y cubital se observa con
frecuencia (en el nervio mediano) la aparición de acroparestesias (sensación
Patología 73
del pulmón que están siendo perfundidas por la sangre. Esta relación es cono
cida como el cociente de ventilación/perfusión o cociente V/Q, en donde «V»
es la ventilación por minuto y «Ü» la perfusión por minuto en la parte del pul
món que sea estudiada.
En un individuo normal en bipedestación, el cociente V/Q sufre un fuerte
aumento a favor de la ventilación V en los campos pulmonares superiores y un
fuerte aumento a favor de la perfusión Q en los campos pulmonares inferiores.
Cuando un paciente escoliótico desarrolla neumonía o atelectasia, se verifi
ca una perfusión de las zonas pulmonares no ventiladas, lo cual conduce a un
cortocircuito de sangre del lado derecho al izquierdo del corazón. El cociente
V/Q disminuye y se produce anoxia.
A medida que el paciente escoliótico grave se hace más viejo, hay menos
ventilación alveolar adecuada, observándose en la sangre arterial altos niveles
de pC02 y un pH y un p02 bajos. Esta situación puede conducir a cor pulmo
nale y a la muerte.
Una mayoría de enfermos escolióticos graves, sin que para ello intervenga
de manera ineludible la edad, se ven obligados a privarse del estornudo y de la
tos para evitar el dolor que en forma de puñalada aparece con el esfuerzo.
El tratamiento siempre será el preventivo, que consiste en equilibrar las al
teraciones de la estática.
LA CAMA
La cama es el espacio donde pasamos la tercera parte de la vida, lugar de
descanso y reparador de la fatiga acumulada a lo largo de la jornada. Para
dormir bien, hay que considerar algunas condiciones que debe reunir la cama:
1
FIG. 3-29. Elemento conserva
dor del equilibrio del esqueleto.
76 Tratado de podología
l. El lugar que ocupa el somier debe ser sustituido por un armazón rígido
sin posibilidad de flexión, como se ve en la figura 3-29. Lo contrario favorece
una línea cóncava que curva la columna vertebral, como se ve en la figura 3-30.
2. El colchón y la cama forman un todo armónico, y no es posible un
buen descanso si falla algún componente. El colchón debe ser de lana, con un
grosor no inferior a 20 cm, o para su mejor manejo, dos superpuestos de 1 O a
15 cm cada uno. La almohada debe ser de lana y con poco volumen, y cuando
uno u otra se apelmazan se deben esponjar.
3. La fibra de lana tiene capacidad suficiente para evitar al cuerpo la du
reza de la cama y permitir que se hundan en ella las partes prominentes del
esqueleto (cinturas escapular y pelviana), quedando así recta la columna ver
tebral (fig. 3-31 ).
4. Si el colchón de lana es delgado, las partes prominentes penetran hasta
alcanzar la dureza de la cama, curvando l a columna (fig. 3-32). Si el colchón
Flc. 3-30. Debido a la falta de puntos de apoyo de la madera, el peso la hace cóncava, curvan
do la columna vertebral.
FTG. 3-31. La rigidez de la madera y el grosor y esponjosidad del colchón permiten que el es
queleto quede totalmente recto.
Patología 77
Frc. 3-32. Si la madera es rígida y el colchón poco grueso o duro, la columna se ve obligada a
curvarse.
Postura en la cama
Hay autores que afirman que la mejor postura para dormir es la posición
lateral, cosa que suscribimos. La postura en decúbito prono (boca abajo)
aplasta el estómago y el tórax y obliga al esqueleto a curvarse por la zona dor
sal. Los niños y lactantes soportan la posición de decúbito prono adoptando la
postura del conejo, que consiste en apoyar las rodillas flexionadas y la parte
superior del tórax, punto que por el peso del cuerpo se hunde, disminuyendo
la capacidad torácica y posiblemente la dificultad de ventilación pulmonar.
La postura de decúbito supino (boca arriba) durante el sueño nos sugiere
cierto riesgo, puesto que la lengua cae hacia atrás (síndrome de Pierre Robin),
dificultando la ventilación pulmonar; este riesgo se incrementa cuando se trata
de niños o lactantes debido al reflujo gastroesofágico. Además, el decúbito su
pino ofrece mayor superficie a la gravedad, cosa que provoca mayor presión.
GIMNASIA CORRECTORA
La gimnasia correctora nunca puede ser el único tratamiento para corregir
la escoliosis vertebral.
78 Tratado de podología
ALZAS EN EL CALZADO
Cuando tras el diagnóstico tenernos la certeza de que existe una escoliosis
vertebral, la terapéutica debe orientarse hacia un tratamiento con capacidad
suficiente para erradicar la causa del dolor que provoca la escoliosis, y las al
zas no son la solución adecuada. Veamos por qué.
Nuestro cuerpo se sustenta en el suelo mediante dos columnas (piernas) y
dos bases (pies). Tanto las piernas corno los pies son de la misma naturaleza,
pero con funciones distintas; las piernas son dos entidades de consistencia rí
gida y articuladas por la rodilla, mientras los pies son dos entidades de consis
tencia elástica. Las bóvedas plantares actúan corno dos muelles o ballestas
con igualdad de resistencia y elasticidad para sustentar el peso del cuerpo.
Pero si una bóveda plantar ofrece menor resistencia que la otra, la de me
nor resistencia de sustentación estará más próxima al suelo, y por lo tanto, en
función de la menor resistencia, la pierna descenderá, lo que le dará un aspec
to de cortedad aparente pero no real, puesto que es la bóveda plantar la que
desciende y arrastra la pierna tras de sí.
En el terreno práctico, las piernas son iguales en longitud; lo único que
puede ser diferente es la resistencia de sustentación entre ambas bóvedas
plantares.
Por lo tanto, si como tratamiento a esta anomalía aplicarnos la mencionada
alza (medida que se torna en unidades de longitud, centímetros), mal pode
rnos corregir una alteración de presión ejercida por un cuerpo elástico (cuyas
unidades de medida vienen dadas en newtons o kilopondios).
En el supuesto de la igualdad de longitud de las piernas, damos el valor X, y
en el supuesto de longitud en altura del alza, darnos el valor Y. Tendremos
que: X X + Y, ecuación que sólo se cumplirá si Y O.
= =
Cuarta parte
� �
.
PRIMER CASO
I. O. B. Enfermo de 65 años que aporta un informe de 28 de julio de 1987.
Exploración: columna.
Examen: TAC con el siguiente dictamen:
Dictamen podológico
El 8 de agosto de 1987 el paciente acude a nuestro servicio.
Exploración
Escoliosis de la columna vertebral, con protrusiones más acentuadas en
la zona lumbar, cierta rigidez del tronco, turgencia en ambas rodillas y pies varos.
84 Tratado de podología
Clínica
Escoliosis vertebral que evidencia una lumbociática con situaciones peno
sas, con antecedentes de varios años de evolución. Rodilla con turgencia bila
teral indolora. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Restablecer la alteración estática, masaje y ejercicios. A los diez meses de
tratamiento, remite todo síntoma doloroso, y el paciente puede hacer vida
normal.
SEGUNDO CASO
J. E. T. Enfermo de 62 años que aporta un informe de 26 de noviembre de
1990.
Exploración: columna lumbar.
Examen: TAC con el siguiente resultado:
Dictamen podológico
El 31 de diciembre de 1990 el paciente acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis de columna vertebral, con protrusiones en la zona lumbar.
- Cierta rigidez del tronco.
- Pies varos.
Casos clínicos 85
Clínica
Escoliosis vertebral que evidencia una lumbociática de varios años de evo
lución y meralgias parestésicas en ambas piernas. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Restablecer la alteración estática, masaje y ejercicios.
A los once meses de tratamiento había remitido todo síndrome doloroso.
En la actualidad hace vida normal.
TERCER CASO
J. L. C. C. Enfermo de 40 años que aporta un informe de 28 de septiembre
de 1990.
Exploración: columna cervical.
Examen: EMG con la siguiente conclusión:
- Los hallazgos son compatibles con una lesión radicular tipo axonotme
sis a nivel de C7 derecha. Se objetivan signos de reinervación que sugieren es
perar una tendencia a la lenta recuperación clínica. Es aconsejable un nuevo
control electromiográfico evolutivo dentro de 3 meses.
Segundo informe: 3 de octubre de 1990.
Exploración: columna cervical.
Examen tomodensitométrico cervical, con la siguiente conclusión:
Dictamen podológico
El 22 de diciembre de 1990 acude a nuestro servicio.
86 Tratado de podología
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares, aunque menos turgentes que en la región cer-
vical.
- Tumescencia en ambas rodillas. Fue intervenido de menisco en la rodi
lla derecha hace 12 años.
- Pies varos.
Clínica
Escoliosis vertebral. Protrusiones vertebrales. El paciente refiere algias
constantes en el raquis de más intensidad en la zona cervical de varios años
de evolución. Meralgias parestésicas en ambos brazos con situaciones penosas
de sufrimiento. Gonalgia bilateral. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Corrección de las alteraciones de la estática, masaje y ejercicios. A los siete
meses de tratamiento, había desaparecido el dolor, aunque en la rodilla dere
cha, tras largos paseos, aparecían algias e inflamación, que aumentaban pro
gresivamente de intensidad en los cambios atmosféricos.
CUARTO CASO
A. V. A. Enfermo de 37 años que acude a este servicio el 9 de abril de 1982.
No aporta informe.
El paciente relata sus antecedentes clínicos. A los cinco años de edad apro
ximadamente (no recuerda bien), refiere episodios de algias coxofemorales en
el lado derecho. Diagnóstico: «dolor del crecimiento» en proceso evolutivo
hasta los ocho o diez años de edad, por lo que le inmovilizan la articulación
coxofemoral derecha mediante vendaje de escayola durante un período de cin
co meses, siguiéndole otro período de recuperación.
En una nueva revisión aconsejan al enfermo sobre la conveniencia de la co
locación de una alza de dos centímetros de altura en el zapato del pie derecho,
terapia que no mejoró el cuadro a pesar de los años de uso de la citada alza.
Por ello, el enfermo es enviado al servicio de reumatología. Solicitamos un in
forme a ese servicio, obteniéndolo el 20 de junio de 1984 (dos años más tarde).
Casos clínicos 87
Tratamiento
Indometacina, alternando con fenilbutazolona, oxifenilbutazolona y para
cetamol. Con el tiempo este tratamiento le provoca situaciones insostenibles
(trastornos gastrointestinales, cefaleas, vértigo y sensación de aturdimiento),
por lo que el enfermo decide abandonarlo.
Dictamen podológico
El 9 de abril de 1982 acude a nuestro servicio.
Exploración
Revela una escoliosis vertebral. Oblicuidad pélvica. Protrusiones en el ra
quis. Deformación torácica y cierta contractura muscular. Hipotrofia de la
pierna derecha. Pies varos, con cierta anquilosis y articulaciones libres. Cojera
provocada por el alza, deformación de la cabeza del fémur y cierta limitación
articular coxofemoral derecha.
Exploración radiológica
Se observa osteocondritis y deformación articular coxofemoral derecha.
Clínica
El enfermo relata episodios de algias constantes en la zona cervical, lumbar
y cadera derecha. Este cuadro ha sido favorecido por la oblicuidad pélvica
(Perthes) y por los cinco meses de inmovilidad de la cadera y de la pierna. Se
evidencia una isquemia constante en la zona superior del crecimiento y una
alteración de éste en la cabeza del fémur, el cual presenta una deformación
ovoidal (véase fig. 3-21).
El flanco del hemitórax izquierdo está hundido por la acción mecánica que
produce la escoliosis vertebral y manifiesta cierto déficit de ventilación pul
monar que el paciente acusa con cierta frecuencia.
Pies varos dolorosos y ligero edema.
88 Tratado de podología
Tratamiento
Corrección de la alteración estátic_a, masaje y ejercicios. En los pies hubo
que recurrir a la acción de variaciones térmicas mediante pediluvios acuosos
(templado uno, con un minuto de duración para cada pie, y natural el otro,
con el mismo tiempo). Acto seguido, masaje y ejercicios, por este orden, y la
ingesta de 3 g diarios de relajantes musculares, que hubo que suspender a los
dos meses de la toma por la somnolencia que producía.
Resultad�
A los doce meses de tratamiento remite el síndrome doloroso en el raquis y
en las piernas. A los diecinueve meses, remite el dolor en los pies. A los dos
años el déficit de ventilación pulmonar se sitúa en términos normales, según
valoración subjetiva del paciente. En la actualidad hace vida normal, aunque
acusa ciertas molestias en la cadera en los cambios de presión atmosférica.
Hay que destacar que no hubiera sido posible restablecer este caso sin la es
trecha colaboración y el gran interés por parte del enfermo, al que felicitamos
desde estas líneas.
QUINTO CASO
D. V. V. Paciente de 19 años que aporta dos informes.
Informe primero
Este informe es del 15 de enero de 1988 y reza así:
Paciente afecto de lumbalgia crónica irradiada a EID. El enfermo está afec
to de doble protrusión discal, canal estrecho congénito e isquiotibiales cortos.
Se le aconseja natación y ejercicios de estiramiento de los isquiotibiales. No
puede realizar gimnasia escolar. Con la terapia aconsejada el paciente no me
jora, y se decide el estiramiento de los isquiotibiales mediante tratamiento
quirúrgico.
Informe segundo
Fecha de admisión: S de mayo de 1989; fecha de alta: 8 de mayo de 1989. El
informe dice así:
Casos clínicos 89
Dictamen podológico
El 21 de marzo de 1991 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones en el raquis. Oblicuidad pélvica. Rigidez del tronco y con-
tracturas musculares generalizadas.
- Hipotrofia en la pierna derecha.
- Pies varos.
En estado sedente, el paciente tiene que hacer un gran esfuerzo para incor
porarse, y en bipedestación siente dolor y tirantez en los isquiotibiales con la
sensación de caer de espalda.
Clínica
Escoliosis vertebral y oblicuidad pélvica. Es evidente una lumbalgia y una
osteocondritis coxofemoral derecha (Perthes) con situaciones penosas de va
rios años de evolución. Glutalgia con fuerte tirantez, favorecida por la inter
vención quirúrgica de los isquiotibiales. Pies varos indoloros.
Antecedentes familiares
·Padres y hermanos escolióticos. El padre fue intervenido quirúrgicamente
de una hernia discal.
Tratamiento
Corrección de la alteración estática, masaje y ejercicios. A los cuatro meses
de tratamiento, había remitido todo síndrome doloroso. En la actualidad hace
vida normal, pero con cierta tirantez de los isquiotibiales, aunque sin dolor�
90 Tratado de podología
SEXTO CASO
D. V. P. Paciente de 11 años que aporta dictamen hospitalario de 14 de junio
de 1988.
Diagnóstico: sinovitis de la cadera izquierda.
Tratamiento: médico.
Paciente de 7 años sin antecedentes personales de interés que consulta por
dolor en la cadera izquierda de un mes de evolución y rebelde al tratamiento
conAINE.
Exploración física: anodinia, excepto dolor en la cadera izquierda con ligera
limitación de las rotaciones.
Pruebas complementarias: radiológicamente se objetiva un ligero aplana
miento de ambas cabezas femorales con un cierto grado de irregularidad en el
cotilo izquierdo. La analítica es normal.
Evolución
Se instaura tratamiento con tracción de partes blandas y AAS. La evolución
es correcta, cediendo la clínica. Durante su ingreso se practican tomografías
que no evidencian patología en las cabezas femorales. Es dado de alta el 20 de
junio de 1988 para seguir control ambulatorio.
A pesar del tratamiento, el dolor persiste con la misma intensidad que al
inicio, cosa que manifiesta el paciente en el primer control ambulatorio; por
ello le aconsejan la colocación de un alza de 3 milímetros de altura en el zapa
to del pie izquierdo, terapia que, lejos de mejorar la clínica, resultaba incómo
da al paciente, abandonándola.
Dictamen podológico
El 9 de noviembre de 1991 acude a nuestro servicio.
Exploración
Escoliosis vertebral. Oblicuidad pélvica con ligera limitación articular coxo
femoral izquierda. Hipotrofia de la pierna izquierda. Pies varos.
Radiología
Evidencia una osteocondritis (Perthes) coxofemoral en la cabeza izquierda.
Casos clínicos 91
Clínica
Algias coxofemorales en el lado izquierdo y cierto espasmo muscular. Pies
varos indoloros.
Tratamiento
Corrección de la alteración de la estática y práctica de cualquier deporte o
juego habituales.
Resultado
A los dos meses de tratamiento desaparece toda la manifestación clínica.
Actualmente hace vida normal.
SÉPTIMO CASO
J. B. P. Paciente de 28 años que aporta un informe de 3 de marzo de 1990
con RM y el siguiente dictamen:
Tratamiento
Se le propone tratamiento quirúrgico (artrodesis lumbar), que el paciente
rechaza.
Dictamen podológico
El 27 de marzo de 1990 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones a los distintos niveles del raquis.
92 Tratado de podología
- Deformación torácica.
- Oblicuidad pélvica.
- Pies varos.
Clínica
Lumbociática y cervicalgia que evidencia meralgias parestésicas en ambos
brazos con situaciones penosas de sufrimiento. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Corrección de la alteración estática y ejercicios. A los cuatro meses de tra
tamiento había remitido toda semiótica dolorosá. Actualmente hace vida normal.
OCTAVO CASO
C. G. O. Paciente de 18 años que acude a nuestro servicio el30 de marzo de
1982. No aporta ningún informe.
Dictamen podológico
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares.
- Rodillas lateralizadas tumefactas, cierta limitación articular, crepitación
con la movilidad e imposibilidad a la genuflexión.
- Pies varos con ligeros edemas.
Clínica
- Lumbalgia de cuatro años de evolución.
- Protrusiones lumbares dolorosas a la percusión.
- Gonalgias bilaterales de dos años de evolución con situaciones penosas
de sufrimiento.
- Pies indoloros
Casos clínicos 93
Tratamiento
Corrección de la alteración estática, masaje y ejercicios. A los tres meses de
tratamiento remite la lumbalgia. A los cuatro meses y medio de tratamiento
remiten las gonalgias. En la actualidad hace vida normal.
NOVENO CASO
M. M. M. Paciente de 39 años que acude a nuestro servicio ellO de julio de
1984. No aporta ningún informe.
Dictamen podológico
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares y cierta rigidez lumboarticular.
- Rodillas con ligera turgencia en la izquierda e imposibilidad a la genu-
flexión.
- Pies varos.
Clínica
- Lumbociática de diez años de evolución.
- Gonalgia bilateral de cuatro años de evolución.
- Pies varos indoloros.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
tres meses de tratamiento, remiten las algias en las rodillas. A los ocho meses
de tratamiento, remite la lumbociática. Actualmente hace vida normal.
DÉCIMO CASO
J. P. O. Paciente de 50 años que acude a nuestro servicio el 23 de marzo
de 1991. No aporta ningún informe.
94 Tratado de podología
Dictamen podológico
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Rodillas con limitación articular y dificultad para la genuflexión.
- Tumescencia en las cabezas metatarsales y lesión dérmica en las cabe-
zas del pie izquierdo.
- Retracción digital en ambos pies.
- Pies varos.
Clínica
- Ligeras algias en el raquis.
- Gonalgia bilateral de 15 años de evolución.
- Metatarsalgia bilateral con lesión dérmica del metatarso del pie izquier-
do de 12 años de evolución, con situaciones penosas de sufrimiento.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración estática, masaje y ejercicios. A los seis
meses de tratamiento remiten las algias en el raquis. A los nueve meses de tra
tamiento remiten las gonalgias. Después de un mes de tratamiento remiten las
metatarsalgias, pero no así la lesión dérmica en las cabezas metatarsales del
pie izquierdo, siendo resecado posteriormente a intervalos cortos el acúmulo
de hiperqueratosis de la zona para evitar que sirva de cuerpo traumatizante a
la dermis. La lesión, aunque indolora, tarda en recuperar su vitalidad (a los
veintiséis meses de tratamiento).
El éxito del tratamiento no hubiera sido posible sin el esfuerzo y el interés
del paciente. En la actualidad hace vida normal.
DECIMOPRIMER CASO
O. A. D. Paciente de 62 años que aporta dos informes.
Dictamen podológico
El11 de septiembre de 1991 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones cervicales y lumbares.
- Inflamación bilateral de las cabezas metatarsales.
96 Tratado de podología
Clínica
El paciente refiere algias cervicales y lumbares irradiadas al glúteo y a la
cadera lateral derecha y episodios dolorosos en los pies con predominio en las
cabezas metatarsales de 12 años de evolución.
Tratamiento
Restablecimiento de la estática, masaje y ejercicios. A los seis meses de tra
tamiento remite todo síndrome doloroso en el raquis y en los pies, aunque en
largas caminatas se resiente e inflama el' dedo intervenido de hallux valgus.
DECIMOSEGUNDO CASO
L. S. R. Paciente de 45 años que aporta informe de fecha 11 de noviembre
de 1991, con el siguiente resultado:
Dictamen podológico
El S de febrero de 1992 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Evidencia una escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares.
Casos clínicos 97
Clínica
- Lumbociática.
- Gonalgia bilateral.
- Pies varos indoloros.
Tratamiento,
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
cuatro meses de tratamiento, remite la lumbociática, y a los cinco meses de
tratamiento remiten las gonalgias. En la actualidad hace vida normal.
DECIMOTERCER CASO
J. S. M. Paciente de 39 años que aporta electromiograma y dictamen médi
co. Se han explorado los músculos vasto externo, tibial anterior, peroneo late
ral largo, extensor propio del dedo gordo, pedio y gemelo interno. Durante el
reposo no se detecta actividad espontánea discreta a nivel del tibial anterior,
peroneos, extensor propio y pedio. Durante la actividad voluntaria los traza
dos obtenidos son todos de tipo deficitario muy discreto, a excepción del vasto
interno, en que los trazos son de tipo intermedio e inespecíficos.
La presente exploración es compatible con una afectación discreta de los
territorios dependientes de las raíces 15 de lado derecho.
El informe clínico indica lumbalgia de esfuerzo de larga evolución, acropa
resia y parestesias de las extremidades superiores, nucalgias, astenia y ano-
rexia. .
En el examen radiológico se aprecia columna lumbar, discartrosis avanzada
de la primera y segunda vértebras lumbares con espondilolistesis y osteófitos
marginales.
La columna cervical presenta espondiloartrosis con afectación del segmen
to medio e inferior, destacando la discopatía de la quinta y sexta vértebras cer
vicales.
Tratamiento
Analgesia y reposo.
98 Tratado de podología
Dictamen podológico
El día 19 de jun�o de 1982 el paciente es examinado en nuestro servicio.
Manifiesta llevar cuatro años de larga enfermedad y en la actualidad trami
ta la inutilidad total.
Exploración
- Escoliosis vertebral y contracturas musculares en el tronco lateral dere-
cho, asimetría y deformación de los hemitórax de éste.
- Protrusiones a nivel cervical y lumbar.
- Oblicuidad pélvica.
- Hipotrofia de la pierna izquierda.
- Inflamación bilateral en las rodillas, con limitación articular e imposibi-
lidad de genuflexión.
- Pies varos.
Clínica
El paciente refiere episodios de algias de varios años de evolución en las zo
nas cervical (hombros y brazos) y lumbar y en las rodillas.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración estática, masaje y ejercicios. A los cuatro
meses de tratamiento remiten las parestesias de ambos brazos. A los once me
ses de tratamiento remiten las algias cervicales. A los doce meses de trata
miento remite la lumbociática. A los trece meses de tratamiento remiten las
algias en las rodillas.
En adelante el paciente comenzó a trabajar en todo tipo de tareas agrícolas.
Se k recomienda la necesidad de un control por nuestro servicio con una pe
riocidad no muy superior a medio año. En el último, de 2 de febrero de 1987,
su estado físico funcional era normal. En la actualidad, seis años más tarde,
seguimos sin noticias.
Casos clínicos 99
DECIMOCUARTO CASO
P. de la S. E. Paciente de 33 años que aporta dos informes, el primero de
ellos es de 12 de septiembre de 1988:
Los hallazgos electrofisiológicos son compatibles con la existencia de una
neuropatía de ambos nervios medianos, con mayor afectación del derecho. No
existen signos de radiculopatía motora en los niveles explorados.
El segundo informe es de 10 de noviembre de 1988:
Pequeña protrusión discal en C4-C (corte 8), que deforma ligeramente la
b
cara anterior del saco dural sin modi car el resto de las estructuras blandas
intrarraquídeas. No se aprecian alteraciones en la morfología y tamaño del ca
nal raquídeo. Agujeros de conjunción libres. El resto del examen está dentro
de los límites normales.
Tratamiento
Analgésicos y el uso de collarín, incluso para dormir.
Dictamen poclológico
El lS de septiembre de 1992 el paciente acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones discales con predominio cervical.
- Turgencia bilateral en las rodillas, limitación articular y cierta dificultad
a la genuflexión.
- Inflamación bilateral del metatarso.
- Retracción digital en ambos pies.
- Pies varos.
Clínica
- Episodios dolorosos en las cervicales, brazos, rodillas y pies de varios
años de evolución, con situaciones penosas de sufrimiento.
- A nivel cervical existen algias y parestesias en ambos brazos.
100 Tratado de podología
- Gonalgias bilaterales.
- Metatarsalgias en ambos pies.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. Al mes
de tratamiento remiten las algias metatarsales en ambos pies. A los tres me
ses de tratamiento remiten las parestesias en los brazos. A los cinco meses de
tratamiento remiten las algias cervicales. A los siete meses de tratamiento re
miten las algias y la funcionalidad de las rodillas y se sitúa dentro de la nor
malidad. En la actualidad hace vida normal.
DECIMOQUINTO CASO
F. T. M. Paciente de 56 años que aporta examen tomodensitométrico lum
bar de 6 de marzo de 1991.
Informe
- Estudio tomodensitométrico lumbar de los segmentos discales com
prendidos entre L3 y S2 (considerando el último segmento discal como S(S2).
- Hernia discal foraminal y externa izquierda en L3-L4•
- Protrusión discal global en L -Si' con pequeña herniación posterolateral
izquierda que comprime el fondo del saco dural y especialmente el infundíbu
lo radicular S1 izquierdo (tomogramas 11, 12 y 13).
Dictamen podológico
El22 de marzo de 1991 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones a nivel cervical y lumbar.
Casos clínicos 101
Clínica
El paciente refiere episodios dolorosos en las cervicales, brazos, zona lum
bar y pierna izquierda. Dolor generalizado en los pies.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
dos meses de tratamiento remiten las algias en los pies y las parestesias en
ambos brazos. A los seis meses de tratamiento remiten las algias cervicales.
A los nueve meses de tratamiento remite la lumbociática. En la actualidad
hace vida normal.
DECIMOSEXTO CASO
V. L. D. Paciente de 38 años que acude a este servicio el 2 1 de diciembre de
1990.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones en la columna vertebral, con predominio en la zona cervical.
- Rodillas: cierta turgencia bilateral y limitación articular.
- Pies varos.
Clínica
El paciente refiere episodios dolorosos de muchos años de evolución en las
cervicales, brazos, manos, zona lumbar y rodillas. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
siete meses de tratamiento remiten las algias cervicales y las meralgias pares-
102 Tratado de podología
DECIMOSÉPTIMO CASO
J. G. R. Paciente de 57 años que aporta un informe clínico.
Tratamiento posoperatorio
Dexametasona: 4 mg cada 8 horas.
Ranitidina: 150 mg cada 12 horas.
Analgésicos tipo gelocatil.
Medicación de alta
Neuromade forte: 1 comprimido cada 6 horas si existe dolor.
Gelocatil: 1 comprimido cada 6 horas si existe dolor.
Ranitidina: 150 mg cada 12 horas.
Después de la intervención quirúrgica, pasó el tiempo pero no el dolor, a pe
sar de la medicación a la que estuvo sometido.
Tres años más tarde de la primera intervención le proponen una segunda,
que el paciente no acepta.
Dictamen podológico
El2 de septiembre de 1991 acude a nuestro servicio.
Casos clínicos 103
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares.
- Contractura muscular lateral izquierda, con gran doblez del tronco.
- Pies varos.
Clínica
El paciente refiere episodios dolorosos lumbares irradiados hasta el dedo
gordo del pie izquierdo y lumbociática de muchos años de evolución. Señala
una falta de sensibilidad en las asentaderas después de la intervención quirúr
gica, hasta el punto de que no distingue la blandura de un cojín de lana de la
dureza de una piedra, anomalía, pensamos nosotros, que puede ser debida a
una lesión nerviosa en el área intervenida. Pies varos, con dolor en el pie iz
quierdo debido a la irradiación ciática.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
cuatro meses de tratamiento remite la contractura muscular. A los cinco me
ses de tratamiento las algias de la ciática se localizan solamente en el muslo.
A los doce meses de tratamiento remite la lumbociática.
En adelante el paciente efectúa todo tipo de tareas, aquejando ciertas mo
lestias en la zona lumbar como consecuencia de los cambios de presión at
mosférica.
Nota
Este caso fue tratado experimentalmente, a fin de conocer la evolución de
una hemilaminectomía. Cuando se trata de una artrodesis vertebral, el cuadro
resulta más lesivo.
DECIMOCTAVO CASO
M. J. R. Paciente de 65 años que aporta un informe de fecha 15 de septiem
bre de 1986, que dice: «Paciente que aqueja dolor de tobillo izquierdo desde
104 Tratado de podología
hace dos meses, acompañado de un ligero edema difuso del tarso y de la re
gión maleolar, con desvío en valgo descompensado.»
Tratamiento
Elevación de la suela del zapato 8 mm por la parte interna (la que corres
ponde al dedo gordo), desde la puntera hasta el talón.
La terapia aconsejada, según dice la paciente, le resultaba incómoda, le li
mitaba el paso en la deambulación y el plano inclinado transverso que forma
ba la suela del zapato hacía que el pie se deslizara hacia el borde externo de
éste, lo que resultaba insoportable.
Dos meses más tarde comunicó a su médico la imposibilidad de seguir con
aquella terapia, que se derivó hacia el tratamiento quirúrgico que no aceptó la
paciente.
Dictamen podológico
El 9 de octubre de 1992 accede a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares.
- Turgencia bilateral de las rodillas, limitación articular e imposibilidad a
la genuflexión.
- Pies: valgo el izquierdo y varo el derecho, con limitación articular en
ambos y cierto edema.
Clínica
La paciente refiere algias de muchos años de evolución en varias zonas del
esqueleto. Las de la zona lumbar dice que son soportables, pero no así las de
las rodillas, que resultan insoportables, así como las de los pies, más en el iz
quierdo por causa de una metatarsalgia.
Tratamiento
Corrección de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. Al mes de tra
tamiento la metatarsalgia era anodinia. A los cuatro meses de tratamiento re-
Casos clínicos 105
mite el dolor lumbar. A los catorce meses de tratamiento remiten las gonal
gias. A los dieciséis meses de tratamiento remite el dolor de los pies. En la ac
tualidad hace vida normal.
DECIMONOVENO CASO
M. C. P. Paciente de 25 años que aporta un informe de exploración de co
lumna vertebral, de fecha 13 de octubre de 1992:
TAC de los espacios L3-L4 y L4-L5, sin alteraciones discales significativas.
Pinzamiento del espacio lumbosacro, discreta retrolistesis de L5 sobre S e
�
imagen de hernia discal medial lumbosacra que deforma la cara anterior del
saco dural (escáner 19 y 20).
Tratamiento
Se le recomienda la intervención quirúrgica, que el paciente rechaza.
Dictamen podológico
El S de diciembre de 1992 acude a nuestro servicio.
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Protrusiones lumbares.
- Pies varos
Clínica
El paciente refiere episodios lumbares irradiados hasta el dedo gordo del
pie derecho (lumbociática) de tres años de evolución. Pies varos indoloros.
Tratamiento
Corrección de la alteración de la estática y ejercicios. A los siete meses de
tratamiento remite el cuadro doloroso. En la actualidad hace vida normal.
106 Tratado de podología
VIGESIMO CASO
J. R. F. Paciente de 36 años que aporta examen de resonancia magnética de
rodillas, de fecha 12 de enero de 1994.
RM: Se han realizado secuencias spin-eco T2 y densidad protónica en el pla
no sagital, secuencias eco de gradiente en el plano sagital, secuencias eco de
gradiente T1 y T2 en el plano cordal y secuencia eco de gradiente T2 en el pla
no axial.
Resultados
La exploración no muestra alteraciones significativas en las estructuras
óseas de la rodilla.
El menisco externo presenta una morfología en intensidad de señal normal.
En el cuerpo posterior del menisco medial se observa una hiperseñal comple
ja que contacta con la superlicie articular, compatible con una rotura meniscal.
El ligamento cruzado anterior presenta una morfología e intensidad de se
ñal normales.
Ambos ligamentos colaterales presentan una morfología, alineación e in
tensidad de señal normales.
El ligamento cruzado posterior presenta una morfología discretamente re
dundante, con una intensidad de señal normal.
Por detrás de la inserción tibia! se observa una imagen nodular de 15 mm
de diámetro máximo, de características quísticas, correspondientes a un gan
glión intraarticular.
Mínima cantidad de líquido intraarticular libre.
Conclusiones
Rotura del cuerno posterior del menisco medial.
Quiste del ligamento cruzado posterior.
Tratamiento
Al paciente le ofrecen tratamiento quirúrgico, que rechaza.
Dictamen podológico
El día 2 8 de enero de 1994 es visitado en nuestro servicio.
Casos clínicos 107
Exploración
- Escoliosis vertebral.
- Rodillas tumefactas con limitación articular.
- Pies varas.
Clínica
El paciente refiere espisodios dolorosos en ambas rodillas de 17 meses de
evolución, que le imposibilitan ejercer su profesión habitual. Pies varas indo
loros.
Tratamiento
Restablecimiento de la alteración de la estática, masaje y ejercicios. A los
dos meses de tratamiento desaparece la inflamación y parte del dolor, y a los
siete meses no se detecta limitación articular y ha desaparecido el dolor. El
paciente hace vida normal.
CONCLUSIÓN
Se ha considerado necesario exponer algunos casos clínicos de los muchos
que han sido tratados aplicando la terapia que se ha venido mencionando a lo
largo de esta monografía, y que aplicaremos si hay una alteración de la estáti
ca en el esqueleto, para evitar la deformación del cuerpo y posterior dolor. El
tratamiento constará de tres factores terapéuticos:
lsopresores ortopédicos
Utensilios correctores de la alteración de la estática en los que se reflejan
los parámetros pédicos.
Calzado funcional
Es el que contiene todos los requisitos necesarios para que el pie ejerza li
bremente sus funciones fisiológicas.
108 Tratado de podología
Cama apropiada
Sitio donde pasamos un tercio de nuestra vida, lugar de reposo y recupera
ción si sus distintos planos horizontales mantienen en equilibrio el cuerpo.
El único inconveniente que presenta este método de tratamiento consiste
en la lentitud con que remite el cuadro doloroso, que oscila, en términos gene
rales, entre dos meses y un año, dependiendo de la edad, el tiempo de evolu
ción del cuadro, el grado de anquilosis que presenta cada enfermo y el interés
de éste, sin olvidar la gran dificultad que presenta el calzado convencional, ya
que al ser curva la horma y recto nuestro pie lo tuerce y deforma alterando el
reparto de fuerzas que inciden en la superficie plantar, disminuyendo la efica
cia del tratamiento y alargando el período de recuperación más allá de lo de
seado.
La técnica ha sido en parte experimental y analítica, pasando del todo a las
partes con los medios científicos a nuestro alcance; en virtud de ello y de la
naturaleza de los resultados, creemos que estamos en la línea correcta para
poder erradicar con medios fisicomecánicos el dolor que produce la deforma
ción del cuerpo debido a la alteración de la estática.
Quinta parte
MOLDES E ISOPRESORES
ORTOPÉDICOS
Moldes de
5
escayola para
la confección de
isopresores®*
MOLDES
FIG. S-l. Molde de escayola y límites hasta donde puede llegar la longitud del isopresor pédico.
cm
ISOPRESORES PÉDICOS
El isopresor se puede definir como un muelle laminar al que se aplican los
diferentes parámetros pédicos para conseguir el equilibrio de las magnitudes
gradientes de los pies.
La función de los isopresores es la de corregir alteraciones de la estática en
el esqueleto.
Moldes de escayola para la confección de isopresores 113
Confección de isopresores
Para la confección de isopresores es indispensable conocer los materiales
que existen en el mercado y las propiedades de cada uno de ellos, teniendo en
cuenta:
l. Material a emplear.
2. Grosor-del material.
3. Resistencia, elasticidad y capacidad de recuperación del isopresor al
deformarse por la presión.
4. Otros materiales.
S. Repujado de isopresores.
6. Técnica para confeccionar los isopresores.
7. Período de adaptación a los isopresores.
Material a emplear
Los isopresores deben ser fabricados con materiales de gran afinidad y co
herencia molecular, resistencia a la rotura y con capacidad de recuperación al
ser deformado por la presión ponderal. A estas características responden po
cos materiales: el duroaluminio y algún tipo de plástico.
Otros materiales
Otros materiales que se emplean en la confección de isopresores son los
plásticos tipo plexidur y plastazote. Estos materiales poseen las mismas pro
piedades de resistencia, de sustentación al peso y de recuperación al defor
marse por la presión que el duroaluminio. Pero para conseguir el mismo re
sultado, es necesario aplicar más del doble de grosor.
Mientras que con el duroaluminio, para un peso de 120 kg es suficiente con
2 mm de grosor, con el plástico hay que emplear S mm, lo que rellena enorme
mente el espacio en el calzado, resultando incómodo al paciente.
Otro inconveniente que presenta el plástico es el repujado, proceso para el
que es necesaria una temperatura superior a 100 °C, con lo que el plástico
pierde la rigidez en el momento de darle forma. Con la temperatura adquiere
un estado pastoso que, en un tiempo mínimo, se aprovecha para moldear la
lámina; de lo contrario, vuelve al estado rígido natural sin haber terminado la
operación.
Por lo tanto, la temperatura debe ser aplicada parcialmente a la superficie a
moldear para poder dar a las partes las curvas y formas que exijan los pará
metros pédicos.
F!G. S-3. Isopresores antes de darles forma, con igual superficie, recordándonos la figura de un
/o
PLANTILLAS ORTOPÉDICAS
Cuñas
Hace algunos años, debido a que no se conocía el funcionamiento mecáni
co bajo un punto de vista estático del pie, para confeccionar plantillas ortopé-
Sexta parte
CALZADO
Características
6
del calzado
CALZADO FUNCIONAL®•
Medir la longitud del pie no es tarea fácil, ya que la medida de un pie con
dedos deformados, retraídos o en garra puede variar en dos o tres números.
Otro dato a tener en cuenta es la arcada de la bóveda plantar. No alcanzará
la misma longitud un pie normal que un pie cavo. El pie cavo, al tener más ar
cada, posee más ballesta y alcanzará más longitud que el normal cuando uno
y otro sean deformados por la carga. Lo mejor es emplear el medidor del pie
(fig. 6-1).
*
Calzado funcional patentado el 1113/96, bajo el número 9600589, propiedad de F. Maure
Temía.
Características del calzado 123
La horma del calzado debe ajustarse a la forma del pie, el cual nos recuerda
la figura de un triángulo isósceles truncado, cuya bisectriz coincide con la de
nuestro pie inscrito en el triángulo, con la diferencia de que la base del pie
comparada con la base del triángulo es irregular por la desigualdad de la lon
gitud de los dedos. De ello se deduce que el pie en sentido longitudinal es rec
to (fig. 6-3).
El calzado debe ir atado al empeine del pie o «Cuello del pie», o sea, en el
espacio entre el escafoides y la tibia (fig.6-4). Más abajo, hacia la punta del
pie, comprime y lesiona el escafoides y limita la movilidad de éste, condicio
nando la articulación de Chopart.
El calzado no sujeto al empeine del pie, si es tan largo y ancho como el de
la figura 6-4, la resistencia que ofrece la suela al doblarse en la cadencia del
paso le hace caer de la parte posterior.
Con el fin de que los dedos tengan espacio suficiente para movilizarse y
ejercer su función, la punta del calzado debe ser redonda. Una punta aguda
disminuye el espacio y los dedos no caben, provocando en éstos deformacio
nes, retracciones, lesiones, uñeros, hallux valgus, higromas, isquemias, etc.
(fig. 6-6).
1 O cm de abertura en el adulto
�y menor en el niño
FIG. 6-5. El contrafuerte posterior sirve para evitar la deformación del calzado.
Características del calzado 125
FIG. 6-7. En el corte transversal, el pie es más alto en el borde interno que en el externo.
126 Tratado de podología
Calcetines o medias
Los calcetines o medias son prendas con dos funciones: una, proteger la
piel del pie, y la otra, actuar de termorregulador.
Resguardan la piel del pie del contacto con el cuero del calzado, general
mente tratado con sustancias químicas en el proceso de curtición y teñido. Es
tas sustancias poseen propiedades tóxicas e irritantes capaces de producir, por
contacto, eccemas, erosiones, alergias, maceración de la piel, etc.
Los calcetines o medias juegan un papel muy importante siempre que el
material del que estén confeccionados sean fibras naturales como algodón,
lana, lino, etc., por su capacidad de absorción, que evita la fermentación del
sudor pédico.
La otra función es la de mantener una homogeneidad de la temperatura en
las diferentes estaciones. Por eso es conveniente, al usar calzado, proteger la
piel del pie con calcetines o medias, a pesar de la creencia de que en verano
dan calor.
Al elevarse la temperatura en la estación estival, los cuerpos se dilatan, ra
zón por la cual, el pie, si está comprimido, se congestiona. Si se evita esta
compresión, usando la medida adecuada de calzado y calcetines o medias
apropiadas, no por ello sufriremos ninguna incomodidad.
TACÓN EN EL CALZADO
En los pies
En las piernas
A B
En la columna vertebral
b
a-·100=%
b
�
1 0
·100=5,5%
FIG. 6-10. Según este cálculo, cualquier elevación del tacón altera el reparto de fuerzas en la
superficie del pie.
, ,
Unea de
la marcha
f
P=
s
de donde:
P= presión, f= peso, s = superficie.
60
P = -f = - = S kps/cm2 en la parte externa.
S 12
Por lo tanto, e l desgaste de la parte externa será mayor al recibir más pre
sión en función de la menor superficie, formándose un plano inclinado trans
verso en un corto espacio de tiempo.
Primera parte
En este apartado vamos a tratar de la horma curva (fig. 6-13). Para su estu
dio se traza una línea longitudinal central que divida la suela del calzado en
FIG. 6-13. El rado i del segmento circular FIG. 6-14. El inconveniente está �n introdu
que presenta el calzado actual equivale apro cir el pie de forma rectilínea en el calzado de
ximadamente a 83 cm. La línea recta indica horma curva. Si el pie no fuera tan articula
la dirección del pie y el desvío tangencial con do, no sería posible su ensamblaje con el cal-
respecto al calzado. zado.
134 Tratado de podología
cante como es un pie varo, producido generalmente por la horma curva del
calzado, y que tanto dolor produce a una parte de nuestro esqueleto.
Nosotros pensamos que la medicina se debe fundamentar en el cuidado de
la suma de las pequeñas cosas.
Segunda parte
El calzado actual, llamado atado o acordonado, ciñe y comprime el escafoi
des y limita la movilidad articular de Chopart, lesionando a ambos. Debe ir
atado en la garganta del pie y no más abajo (véase fig. 6-4).
Si la garganta del pie queda libre (o sea, atado hacia los dedos) y el calzado
es tan largo y ancho como el pie, al levantar el talón en la cadencia del paso,
al no estar atado al empeine, el calzado caerá hacia atrás, lo cual lleva a la
conclusión de que el zapato es grande, sobre todo la abertura posterior del
calzado, resultando incómodo su uso. Para que el calzado resulte cómodo, la
abertura no debe situarse más allá de los 1 O cm en las personas adultas, sien
do algo menor en los niños (véase fig. 6-4). En todos los casos, siempre entre
la tibia y el escafoides.
Tercera parte
Generalmente, el calzado lleva tacón, el cual produce un plano inclinado en
sentido longitudinal en el que el pie se desliza hacia un plano estable. Los de
dos chocan contra la puntera del calzado, torciéndose y lesionándose debido
al exceso de abertura en el empeine del pie, produciendo incomodidad en la
marcha (véase fig. 6-9).
Características del calzado 135
A A
Charnela
móvil
B B
FIG. 6-18. El pie y el calzado se deforman a FIG. 6-19. La deformación del pie y del cal
la misma vez. zado es similar a la de la figura 6-18.
t
1
FIG. 6-20.
Bibliografía
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