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Iván Rodrigo García Palacios

De lo matricial a lo patricial o de la sociedad
matriarcal a la sociedad patriarcal

En el principio era la tierra, no existían los dioses, sólo La Gran Madre Tierra, que
no era una diosa, era La Madre de la vida, de lo vivo y de todas las cosas.
Los hijos eran sólo hijos, dueños de sí mismos y de sus cuerpos. Cuerpos animados
por "el espíritu", el hálito, de La Madre, ese hálito que ella comparte y con el cual
anima, por igual, la vida de todos sus hijos y de todo lo existente en la Naturaleza.
Ella no es ni una diosa ni la creadora, como si lo serán los dioses que usurpan su
lugar, es una madre dadora de vida.
Los dioses creadores, son los que asumirán el poder sobre todo lo que,
supuestamente, ellos han creado y sobre su criatura, aquella hecha a su imagen y
semejanza, porque le han dotado con una parte de su Ser, el alma, y a la que le
delegarán la potestad de administrar al mundo según una discriminación sobre la que
fundarán las jerarquías del existir: La excepción humana o excrecencia divina o
sobrenatural.

Se requiere de un motivo único, simple, fuerte, poderoso, profundo, etc., capaz de

escindir en la conciencia la unidad cuerpo-mente y de esa manera disociar, enajenar,
alienar, la visión que individual y colectivamente los Homo-Humanos tienen de sí
mismos y del mundo, de su Ser y Estar.
Un motivo que es a su vez una aporía 1, porque su solución tiene que ser afirmativa
tanto si se niega como si se afirma el postulado: todo lo creado ha sido creado por un
creador increado.
Sobre ese motivo se construyó la cultura de la humanidad, hasta ahora.
Pensamiento v/s. sensaciones.

Cuerpo y alma:
El motivo tiene que ser primitivo, sencillo y común para ambos sexos y para que
opere en la construcción cultural del género en todo sentido: biológico, ontológico,
antropológico, sociológico, psicológico, etc. A partir de ese motivo se establece la
disociación por géneros y la operación de las diversas construcciones culturales.
Ahí es donde nacen la esquizofrenia individual y colectiva (Del gr. σχίζειν, escindir,

1 Definiciones en RAE:
aporía.
(Del griego: ἀπορία, dificultad de pasar).
1. f. Fil. Enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional.
aporía
1. f. Fil. Dificultad lógica insuperable de un razonamiento o de su conclusión:
Zenón de Elea propuso varias aporías en defensa de las tesis de Parménides contra el movimiento.
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y φρήν, inteligencia). Al igual que la paranoia (Del gr. παράνοια; de παρά, al lado,
contra, y νόος, espíritu).

La esquizofrenia y la paranoia:
"Por ello, cuando la cultura sustituye la sensación y los sentimientos, como
principios del sentido, del significado, para imponer el concepto, destruye el
vínculo con la naturaleza y, lo que era real, deja de serlo para convertirse en
idea, en representación, en abstracción, y el mundo deja de ser mundo
sensorial y sensual, sustituido por el mundo artificial de la representación, de
lo sensible, de lo abstracto, sin las originales conexiones y correspondencias
con los estímulos y las sensaciones y, por lo tanto, sin conexiones ni
correspondencias con la naturaleza del cuerpo, un Homo-Humano escindido,
disociado y aterrorizado, es decir, esquizofrénico, porque se le ha escindido
naturaleza de inteligencia y se le ha puesto contra un abismo insalvable y
aterrador, se le ha convertido en paranoico. Así se forjan los guerreros
(esquizofrenia y paranoia en sus etimologías griegas originales).
Ese es el Homo-Humano habitante de un mundo abstracto, sin conexiones ni
correspondencias con el mundo natural, concreto, sensual, es como los monos
de Hoffmann y Kafka".
(ver: Iván Rodrigo García Palacios, Lector Ludi No. 68:
(http://lectorludi.blogspot.com/).

La mutación: de lo matricial a lo patricial:

Matricial: nacer de un mundo natural, a un mundo natural y regresar a un mundo
natural para reiniciar el ciclo de la vida. Semilla animada por la vida (bios) de la
madre y Simiente (bios) del padre.
Patricial: Nacer de un mundo sobrenatural, a un mundo natural, al cuerpo, para
luchar por el derecho de regresar al mundo sobrenatural por toda la eternidad.
Simiente o alma generada por dios, semilla a la que se le infunde esa simiente ( bios y
logos).

Los hombres se inventaron como hijos de dioses y se otorgaron título de propiedad

sobre sí mismos y el mundo y desde entonces unos hombres, en nombre de los dioses,
se adueñaron de los demás, de sus cuerpos y de sus conciencias e inventaron una
jerarquía de cuerpos y almas cuya propiedad se adjudicaron por prelaciones y
categorías: dios, el padre, los hombres, las mujeres y la naturaleza. Cosmogonías y
mitos.

División en alma y materia.

La trampa del error de Decartes 2: la excepción humana: cuerpo-mente, cuerpo-

2 Gilvert Ryle, El concepto de lo mental: El mito de Descartes . La doctrina oficial:

"Existe una doctrina sobre la naturaleza y localización de lo mental que prevalece tanto entre los
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alma, sujeto-objeto, etc.
El yo soy ontológico, fenomenológico, psicoanalítico.
El yo soy naturaleza.
Para ser dueños de las mujeres se adueñaron de sus conciencias, de sus cuerpos, de
sus sensaciones, las que relegaron como asuntos de materia corrupta. Y, por otra
parte, idealizaron el pensar, el alma, la virtud, etc.

La misoginia y la sensación.
La misoginia y el lenguaje (código y codificación).
La misoginia y lo ontológico, moral, ético, social, político, religioso, económico, etc.,
en las ideologías: la misoginia como discurso.
Psicoanálisis y misoginia.
Un código opera en sí mismo y en sus conexiones con otros códigos: Códigos físico-
químicos, códigos sensoriales (qualia, ver Rodolfo Llinás), códigos de señales, signos,
imágenes, símbolos, lingüísticos, numéricos, alfanuméricos, musicales, etc.

Lisístrata es una comedia, por lo tanto, una burla.

teóricos y aun entre los legos que merece ser considerada la doctrina oficial. La mayoría de los filósofos,
psicólogos y religiosos aceptan, con algunas reservas, sus tesis básicas y, aunque les reconocen
dificultades teóricas, suponen que ellas pueden ser superadas sin que la arquitectura de la teoría
cambie. Se sostendrá aquí que los principios centrales de la doctrina son incorrectos y se contradicen
con lo que sabemos acerca de la mente cuando no especulamos sobre ella.
La doctrina oficial, que procede principalmente de Descartes, sostiene que, excepto en el caso de los
idiotas y de los recién nacidos, todo ser humano tiene un cuerpo y una mente. Algunos preferirán decir
que todo ser humano es un cuerpo y una mente. El cuerpo y la mente están unidos, pero después de la
muerte del cuerpo la mente puede continuar existiendo y funcionando.
El cuerpo humano está en el espacio, sujeto a las leyes mecánicas que gobiernan a todos los cuerpos
espaciales, y sus procesos y estados pueden ser controlados por observadores externos. De este modo,
la vida corporal es algo público, como lo es la vida de los animales y reptiles y aun el desarrollo de los
árboles, cristales minerales y planetas.
Pero la mente no se encuentra en el espacio ni sus funciones están sujetas a leyes mecánicas. Las
operaciones de la mente no son observables y su desarrollo es privado. Sólo yo puedo tener
conocimiento directo de los estados y procesos de mi propia mente. En consecuencia, toda persona vive
dos historias paralelas: una está formada por lo que le acaece a su cuerpo y la otra por lo que le acaece a
su mente. La primera es pública; la segunda, privada. Los eventos que forman la primera historia
pertenecen al mundo físico; los de la segunda, al mundo mental".