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Introducción al formalismo
de la Mecánica Cuántica
Pablo García González
José Enrique Alvarellos Bermejo
José Javier García Sanz
INTRODUCCIÓN
AL FORMALISMO
DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
CUADERNOS DE LA UNED
Pablo García González
José Enrique Alvarellos Bermejo
José Javier García Sanz
INTRODUCCIÓN
AL FORMALISMO
DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
ISBN: 978-84-362-5456-3
Depósito legal: M. 53.818-2009
Prólogo iii
1 INTRODUCCIÓN GENERAL 1
2 ESPACIOS DE HILBERT 15
2.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.2 Espacios vectoriales o lineales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.3 Base lineal de un espacio vectorial . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.4 Producto escalar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.5 Espacios de Hilbert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.6 Bases ortonormales en espacios de Hilbert . . . . . . . . . . . . 36
2.7 Operadores lineales en un espacio de Hilbert . . . . . . . . . . . 44
2.8 Operaciones con operadores lineales . . . . . . . . . . . . . . . 45
2.9 Operador adjunto. Representación matricial . . . . . . . . . . . 53
2.10 Operadores hermíticos y autoadjuntos . . . . . . . . . . . . . . 56
2.11 Operadores unitarios. Cambios de base . . . . . . . . . . . . . . 60
2.12 Proyectores ortogonales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.13 Espectro puntual. Autovalores y autovectores . . . . . . . . . . 67
2.14 Vectores no normalizables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2.14.1 Delta de Dirac . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
2.14.2 La transformación de Fourier . . . . . . . . . . . . . . . 89
2.14.3 Bases ortonormales generalizadas . . . . . . . . . . . . . 93
2.15 Espectro continuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
2.16 Descomposición espectral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
2.17 Conjunto compatible de operadores . . . . . . . . . . . . . . . . 111
2.18 Formas lineales. Notación de Dirac(∗) . . . . . . . . . . . . . . 114
2.19 Isomorfismos entre espacios de Hilbert(∗) . . . . . . . . . . . . . 120
2.20 Producto tensorial de espacios de Hilbert(∗) . . . . . . . . . . . 121
i
ii ÍNDICE GENERAL
Bibliografía 327
Prólogo
su día por la editorial Reverté, pero actualmente descatalogado) tiene un temario también
adecuado para esa parte del curso.
iii
iv Prólogo
que en las aplicaciones concretas, puesto que éstas serán el objetivo de cursos
posteriores.
Acorde con estas ideas, el libro está estructurado en cuatro capítulos:
INTRODUCCIÓN
GENERAL
1
2 INTRODUCCIÓN GENERAL
la partícula viene dada por el movimiento del punto representativo del espacio
de fases (r(t), p(t)), que obedece a un sistema de ecuaciones diferenciales de
primer orden, que a su vez se sigue de las leyes de Newton.
Sin embargo, los fenómenos de difracción de partículas por estructuras pe-
riódicas requieren una explicación basada en conceptos propios de la física on-
dulatoria. Los primeros experimentos de difracción de partículas, que llevaron
a cabo Davidson y Germer en 1927 e, independientemente, G. E. Thomson en
1928, utilizaban haces de electrones que incidían sobre redes cristalinas. Pocos
años más tarde, Estermann y Stern obtuvieron difracción de átomos de helio
y actualmente se ha observado difracción de electrones, protones, átomos y
moléculas, tanto por redes cristalinas como por el campo periódico creado por
una onda electromagnética estacionaria. En todos los casos, las direcciones de
los haces difractados son las que corresponderían a una onda plana incidente
exp (i2πx/λ) de longitud de onda λ = h/p (longitud de onda de De Broglie),
siendo p el momento de las partículas del haz incidente y h ' 6.64 × 10−34 J · s
la constante de Planck. 2
Seis Piezas Fáciles, de Richard Feynman (editorial Crítica) o el primer capítulo del tercer
volumen de su obra Física (editorial Addison-Wesley Iberoamericana). Véase también el
capítulo quinto del libro Física Cuántica de E. Wichman, volumen 4 del Curso de Física de
Berkeley (editorial Reverté).
4 La anchura de las rendijas también es importante pero, por simplicidad, supondremos
llegan cuando ambas rendijas están abiertas es mayor que la suma de las que
llegaban atravesando la rendija 1 (cuando la 2 estaba cerrada) y las que llegaban
atravesando la rendija 2 (cuando la 1 estaba cerrada).
La forma de estas curvas puede explicarse, una vez más, a partir de un
formalismo tomado de la teoría ondulatoria. En efecto, supongamos que p = ~k
es el módulo del momento lineal de las partículas incidentes, donde ~ = h/ (2π)
es la constante de Planck racionalizada. De esta manera, el haz incidente viene
descrito por una onda plana exp (ikx). Si suponemos que la interacción de las
partículas con las rendijas es una colisión elástica, cada rendija se convierte en
la fuente de una onda cilíndrica de vector de onda k, siendo coherentes ambas
ondas emergentes, es decir, que tienen una misma fase bien definida. Para un
instante t, las amplitudes de la onda 1 y la onda 2 en un punto (0, z) de la
pantalla serán respectivamente
A A
ψ 1 (0, z) = √ exp (ikr1 ) ; ψ 2 (0, z) = √ exp (ikr2 ) ,
r1 r2
siendo r1 y r2 las distancias desde cada rendija al punto de la pantalla. Las
intensidades de dichas ondas en dicho punto son
|A|2 |A|2
I1 (0, z) = |ψ 1 (0, z)|2 = =p
r1 d2 + (z − a/2)2
2 2
|A| |A|
I2 (0, z) = |ψ 2 (0, z)|2 = =p ,
r2 d + (z + a/2)2
2
aproximar r2 − r1 ' za/d. Además, a/d ' θ, siendo éste el ángulo subtendido
por las rendijas desde el centro de la pantalla (véase la figura 1.1). Así, pues,
µ ¶
p ka
I12 (0, z) = I1 (0, z) + I2 (0, z) + 2 I1 (0, z)I2 (0, z) cos z . (1.1)
d
ka 2πd hd
∆z = 2π ⇒ ∆z = = .
d ka pa
Lo realmente notable es que el formalismo de la teoría ondulatoria explica
exactamente los resultados. Por ejemplo, la figura 1.2 muestra una comparación
de la teoría con los resultados de un experimento con neutrones fríos (de baja
energía) correspondientes a λ = 2 nm. Las rendijas tienen 22 μm de anchura
y están separadas 104 μm (es decir, la separación entre rendijas es 50000 veces
mayor que la longitud de onda asociada a los neutrones). La distancia de las
rendijas a la pantalla es de 5 m.
Fig. 1.2. Figura de difracción por una doble rendija para neutrones fríos con una
longitud de onda de 2 nm, correspondiente a una velocidad de 200 m/s. Las rendijas
tienen una anchura de 22 μm y están separadas una distancia de 104 μm. Los ángulos
de difracción resultantes son del orden de 10 microrradianes, de modo que el plano
de observación está situado a 5 m de la doble rendija para poder resolver esta figura
de interferencia (de un experimento de Zeilinger y col. Rev. Mod. Phys. 60 (1988)
1067).
parte del tiempo total del experimento hay electrones en vuelo. Es más, si los
electrones no fueran frenados por la pantalla, un electrón se habría alejado cien
kilómetros antes de que saliera el siguiente.6 En estas circunstancias resulta
difícil pensar en que cada electrón puede transmitir a los que le siguen alguna
información de por dónde ha pasado.
N (z)
lim ≡ Pr(z).
NT →∞ NT
de la función ψ(x) y la función a(p): cuanto más localizada está ψ(x) menos lo-
calizada está a(p), y viceversa. Es decir, cuanto más localizada está la partícula
[esto es, más estrecha es la función ψ(x)] más amplio es el intervalo de valores
de p de las ondas planas que intervienen en la superposición [esto es, más ancha
es la función a(p)] y, en consecuencia, más indeterminado está el momento. El
principio de indeterminación posición-momento de Heisenberg constituye una
formulación cuantitativa de este hecho, y desde un punto de vista matemático
no es más que un resultado inmediato de la transformación de Fourier.8
En definitiva, el principio de superposición nos lleva a que sea imposible
determinar simultáneamente la posición y el momento de una partícula y que,
por consiguiente, no sea posible una descripción de los estados cuánticos en el
espacio de fases que se usa en mecánica clásica. Para una formulación consis-
tente de la Mecánica Cuántica necesitamos, por tanto, otro espacio matemático
en el que sea posible construir estados a partir de otros mediante superposición,
esto es, un espacio lineal.
Este valor medio nos servirá para asignar valores a la posición o a la magnitud
f (x) en cualquier estado.
Pero, ¿cómo podemos ahora calcular los valores medios del momento? Ya
hemos visto que cualquier función ψ(x) que describa el estado cuántico de
8 En el siguiente capítulo veremos con detalle las propiedades de la transformada de Fou-
rier.
11
Notemos que para una onda plana φp0 (x) = exp(ip0 x/~), cuyo momento
lineal p0 está bien definido, se tiene
d
−i~ φ (x) = p0 φp0 (x) ,
dx p0
por lo que
µ ¶
d ¯ ¯2
φ∗p0 (x) −i~ φp0 (x) = p0 ¯φp0 (x)¯ .
dx
• Veamos una forma general de expresar todo lo visto hasta ahora. Si defini-
b y Pbx , que actúan sobre ψ (x) de modo que
mos dos operadores, X
b dψ(x)
Xψ(x) ≡ xψ(x) ; Pbx ψ(x) ≡ −i~ , (1.7)
dx
podemos escribir las expresiones (1.3) y (1.6) para los valores medios como
b
hxiψ = (ψ, Xψ) ; hpiψ = (ψ, Pbx ψ) ,
Supongamos que existe un conjunto de funciones {φi (x)} tales que el ope-
b actúa sobre ellas de la siguiente manera
rador Q
b i (x) = qi φi (x).
Qφ
Llamemos a esto condición 1. Supongamos, además, que cualquier función
ψ(x) puede desarrollarse como suma de estas funciones {φi (x)} en la forma
X
ψ(x) = ci φi (x).
i
ESPACIOS DE HILBERT
2.1 Introducción
• La teoría de espacios de Hilbert no es sólo la principal herramienta matemáti-
ca de la Mecánica Cuántica, sino que ocupa un lugar cada vez mayor en
cualquier rama de la Física teórica. En este capítulo presentaremos un am-
plio resumen de la misma que, además de establecer una notación matemática
consistente, sirva para una mejor comprensión del formalismo de la Mecáni-
ca Cuántica. Muchas de las ideas aquí expuestas ya deberían ser conocidas,
puesto que han sido el contenido de la asignatura de Análisis Matemático II
de la licenciatura en CC. Físicas de la UNED1 (u otra equivalente en otros
centros). Sin embargo, el alumno encontrará algunas diferencias, tanto en el
enfoque como en la terminología, con respecto a dicha asignatura. Una bue-
na referencia para profundizar en la teoría de estos espacios es el libro de L.
Abellanas y A. Galindo Espacios de Hilbert (Eudema Universidad).
15
16 ESPACIOS DE HILBERT
tivo de este texto. Por ello, aun a nuestro pesar, no seremos completamente
rigurosos. Tampoco discutiremos temas, como el concepto de medida de Borel,
esenciales para una formulación consistente de la teoría. Por último, omitire-
mos las demostraciones o las sustituiremos por meras justificaciones, a no ser
que éstas ilustren resultados importantes, usen técnicas de aplicación habitual
en Mecánica Cuántica, o sirvan para profundizar en algunos conceptos.
• Como comentamos en el Prólogo, a lo largo del capítulo hay intercalados un
número bastante amplio de cuestiones y problemas, bien resueltos en detalle
(“ejemplos”) o bien propuestos al lector (“ejercicios”). Los ejemplos aclaran
la teoría, pero también la complementan. Así, no es en absoluto conveniente
su omisión incluso en una primera lectura.
Muchos de los ejemplos que aparecen en este capítulo están directamente
relacionados con la Mecánica Cuántica. Sin embargo, para facilitar la asimi-
lación por parte del lector de las herramientas matemáticas, estos ejemplos se
presentarán en un sistema de unidades en el que las constantes físicas relevantes
sean igual a uno.2 Evidentemente, como se corresponde a un texto introducto-
rio, en el próximo capítulo recuperaremos el sistema usual de unidades.
• Los tres ejemplos siguiente nos servirán para conocer los espacios lineales
más habituales en Mecánica Cuántica.
~a + ~b = (a1 + b1 , a2 + b2 , ..., aN + bN )
α ~a = (αa1 , αa2 , ..., αaN )
Solución:
a) Definamos la función accesoria φ (x) = ψ (x) + λη (x), donde
Z
η∗ (x) ψ (x) dn x
n
λ=− Z R
.
|η (x)|2 dn x
Rn
Entonces
Z Z Z
2 n 2 2
|φ (x)| d x = n
|ψ (x)| d x + |λ| |η (x)|2 dn x
Rn Rn Rn
Z Z
+λ ψ (x) η (x) d x + λ∗
∗ n
η∗ (x) ψ (x) dn x
Rn Rn
Z ¯R ¯2
2
¯ η (x) ψ (x) dn x¯
∗
n Rn
= |ψ (x)| d x − R 2 .
Rn Rn
|η (x)| dn x
Esta cantidad es mayor o igual que cero, ya que es la integral de una función
estrictamente positiva. Por tanto:
¯Z ¯ sZ Z
¯ ¯
¯ ∗ n ¯
η (x) ψ (x) d x¯ ≤
2 n
|η (x)| d x
2
|ψ (x)| dn x ,
¯
Rn Rn Rn
Rn
Z Z µZ ¶
2 2
= |η (x)| dn x + |ψ (x)| dn x + 2 Re η ∗ (x) ψ (x) dn x .
Rn Rn Rn
que es un número finito porque ψ (x) y η (x) son funciones de cuadrado inte-
grable.
~a + ~b = (a1 + b1 , a2 + b2 , a3 + b3 , ...)
c~a = (ca1 , ca2 , ca3 , ...)
P
siguiendo el procedimiento del ejemplo anterior. De esta forma, | ∞ ∗
n=1 an bn |
8 Evidentemente los elementos de C∞ está formado por sucesiones convergentes (no todas)
2
de números complejos. Sin embargo, como verá inmediatamente, no usamos este término al
definir los elementos de C∞
2 para evitar confusiones.
9 Recuerde que una suma infinita debe entenderse como un límite:
∞
X n
X
ζ j = lim ζj .
n→∞
j=1 j=1
que es finito: ~a + ~b ∈ C∞
2 . Por último,
∞
X ∞
X
2 2 2
|λan | = |λ| |an |
n=1 n=1
1. (w,
~ (~u + ~v )) = (w, ~ ~u) + (w,
~ ~v ).
2. (~u, α~v ) = α(~u, ~v ) para todo α ∈ C.
3. (~u, ~v ) = (~v , ~u)∗ (por tanto, (~v , ~v ) ∈ R).
4. (~v , ~v) ≥ 0, y (~v , ~v ) = 0 si y sólo si ~v = ~0.
Se dice entonces que al espacio lineal se le ha dotado de un producto escalar o
que es un espacio pre-Hilbert.
A partir de estas propiedades, se deducen fácilmente las siguientes:
~ = α∗ (~u, w)
5. (α~u, w) ~ para todo α ∈ C .
6. Dado un vector ~u, si (~u, ~v ) = 0 ∀ ~v ∈ U , entonces ~u = 0.
7. Dados dos vectores ~u y ~v , si (~u, w)
~ = (~v , w)
~ ∀w ~ ∈ U, entonces ~u = ~v.
8. Dado w ~ ∈ U, se cumple que
⎛ ⎞
XN XN
⎝w,
~ ⎠
αj ~uj = αj (w,
~ ~uj )
j=1 j=1
N N
para cualquier conjunto {~uj }j=1 ⊂ U y {αj }j=1 ⊂ C. Esto es, la linealidad
del producto escalar (propiedades 1 y 2) se extiende a cualquier combinación
lineal.
Implícitamente, el producto escalar de dos vectores cualesquiera de U ha de
tener módulo finito. En consecuencia, una definición de un producto escalar
tal que existan vectores ~u para los que (~u, ~u) sea infinito no es admisible.
(w,
~ w)
~ = (~u + λ~v , ~u + λ~v )
= (~u, ~u) + λ (~u, ~v ) + λ∗ (~u, ~v )∗ + λλ∗ (~v , ~v )
∗
(~u, ~v ) (~u, ~v )
= (~u, ~u) − .
(~v , ~v )
Ahora bien, |Re (~u, ~v )| ≤ |(~u, ~v )|, lo que implica que − |(~u, ~v )| ≤ Re (~u, ~v ) ≤
+ |(~u, ~v )|. Usando ahora la desigualdad de Schwarz |(~u, ~v )| ≤ k~uk k~v k, tenemos
que
³ ´ ∞
X ∞
X
~a, ~b + ~c = a∗i (bi + ci ) = (a∗i bi + a∗i ci )
i=1 i=1
∞
X ∞
X
= a∗i bi + a∗i ci = (~a, ~b) + (~a, ~c)
i=1 i=1
(en este paso hemos usado implícitamente que una suma infinita es un límite
y la propiedad conocida en series de números complejos de que el límite de la
suma es la suma de los límites).
1 2 En rigor no debemos usar la palabra finito para un número complejo, pero se sobrentiende
³ ´ X N
~a, ~b = a∗i bi .
i=1
Demuestre que, efectivamente, esta definición cumple las cuatro propiedades del pro-
ducto escalar.
lim ~un = ~u .
n→∞
De este modo hemos definido el límite (si existe) de una sucesión de vec-
tores relacionando ese límite, a través de la norma, con las propiedades de
convergencia de los números reales.
Se pueden demostrar las siguientes propiedades relativas a sucesiones con-
vergentes de vectores en un espacio pre-Hilbert U:
30 ESPACIOS DE HILBERT
son muy habituales. Esta expresión no es una combinación lineal sino el límite
1 4 Las
demostraciones formales, aunque sencillas, son siempre algo técnicas puesto que sólo
podemos usar las propiedades que cumple, por definición, el producto escalar (y la norma)
y reglas asociadas a sucesiones de números complejos. Como ejemplo demostremos esta
propiedad:
Sea ~ un }∞
u el límite de la sucesión {~ n=1 . Así,
³ ´ ³ ´
lim (w,
~ ~un ) = lim w, un − ~
~ ~ u + lim ~ um = lim (w, ~ ~
un − ~u) + w,~ lim ~ um ,
n→∞ n→∞ m→∞ n→∞ m→∞
0 ≤ |(w,
~ ~un − ~
u)| ≤ kwk
~ k~
un − ~
uk ∀ n ,
un }∞
pero, como la sucesión {~ n=1 es convergente, k~ uk tiende a cero. Entonces
un − ~
0 ≤ lim |(w,
~ ~un − ~
u)| ≤ 0
n→∞
son válidas siempre y cuando todas y cada una de las sumas converjan por
separado.
Ahora bien, siempre hay que tener cierto cuidado con la manipulación de
sumas infinitas. Por ejemplo, la expresión
∞
X
(~un + w
~ n ) = ~v ∈ U
n=1
P∞ P∞
no garantiza que las sumas n=1 ~un y n=1 w ~ n converjan por separado: puede
ocurrir que al sumar las dos sucesiones, posibles elementos divergentes se can-
celen entre sí. Por igual motivo, si existe un vector w ~ ∈ U para el que la
expresión
∞
X
(w,
~ ~un ) = α ∈ C
n=1
P∞
sea cierta, esto no garantiza que la sucesión n=1 ~
un converja a un vector del
espacio pre-Hilbert.15
P∞
del formalismo cuántico. Puede suceder que una expresión del tipo n=1 αn~vn
“parezca”
P que converge, en el sentido de que la sucesión de término general
~sm = m n=1 αn~vn tiende a estabilizarse. En este caso, todas las sucesiones de
complejos formadas por productos escalares del tipo (w, ~ ~sm ) convergen. Sin
embargo, si el espacio lineal no es cerrado (en sentido topológico), es posible
que la sucesión {~sm }∞m=1 tienda a un objeto fuera del espacio lineal (y, por
tanto, que no converja en sentido estricto). Ya hemos visto en el capítulo
introductorio que, en Mecánica Cuántica, las propiedades físicas se determinan
mediante productos escalares, mientras que los estados físicos se representan
por vectores. Malo sería que en el formalismo se diesen situaciones en el que las
todas las propiedades que caracterizan un estado estén bien definidas, ¡pero no
el propio estado! Así, es imprescindible que los espacios lineales que representan
los estados físicos sean topológicamente cerrados. Estos son los espacios de
Hilbert, cuya definición formal es la siguiente:
DEFINICIÓN: Sea H un espacio lineal con producto escalar. Una sucesión
∞
{~un }n=1 ⊂ H es una sucesión de Cauchy (o una sucesión que va estabi-
lizándose) si se cumple
lim (~un+i − ~un ) = ~0 , para cualquier i ∈ N .
n→∞
lim aJ,n = an ∈ C .
J→∞
Sin embargo esto no basta. Ahora hay que probar que la ∞-tupla ~a = (a1 , a2 , ...)
efectivamente pertenece a C∞2 , para lo que usamos el resultado del ejemplo an-
terior. Así, como la norma de los vectores de una sucesión de Cauchy convergen
a un valor finito, la norma de ~a es finita y esto garantiza, por definición, que
~a ∈ C∞2 .
34 ESPACIOS DE HILBERT
∞
Dada¡ la sucesión
¢ de vectores {gn (x)}n=1 con término general gn (x) =
exp −n2 x2 /2 , calcule la norma del n-ésimo elemento de la sucesión.
¿Cuál es el límite de dicha sucesión?
Solución:
Por definición de norma:
sZ s Z
+∞
2 1 +∞ −u2 π 1/4
kgn k = e−(nx) dx = e du = √ .
−∞ n −∞ n
Ejercicio 2.5. Sea el subespacio vectorial P [a, b] de los polinomios con coeficientes
complejos dentro del espacio de Hilbert L2 [a, b]. Demuestre que este subespacio vec-
torial no es un subespacio de Hilbert. Pm
Sugerencia: Considere la sucesión de término general sm (x) = n=0 xn /n!. Pruebe
que esta sucesión de polinomios es de Cauchy, pero su límite estricto es la función
exp (x) que no es un polinomio.
Ejercicio 2.6. Sea el subespacio vectorial C [a, b] de las funciones continuas de
L2 [a, b]. Demuestre que C [a, b] no es un subespacio de Hilbert.
36 ESPACIOS DE HILBERT
Pruebe que esta sucesión de funciones continuas es de Cauchy, pero que su límite es
una función discontinua.
dimensión infinita. Esta distinción puede parecer artificial, pero gracias a ella
las propiedades de las bases ortonormales son siempre las mismas y el concepto
de base de Fourier engloba, de manera natural, al de base lineal ortonormal en
un espacio de dimensión finita. Así:
TEOREMA: Sea H un espacio de Hilbert y B = {~e1 , ~e2 , ...} una base ortonor-
mal de H. Sean ~u, w~ ∈ H y {un }, {wn } las coordenadas de ~u y w~ en la base
B, respectivamente. Entonces:
1. Las coordenadas de ~u en la base B están dadas por
X
un = (~en , ~u) ⇒ ~u = (~en , ~u) ~en .
n
y, por tanto, todo vector que se pueda escribir como combinación lineal de
elementos de B, pertenece a W.
2. Si W es de dimensión infinita, entonces un conjunto ortonormal de cardinal
infinito BF = {~e1 , ~e2 , ...} ⊂ W es una base ortonormal o de Fourier de W
si todo vector ~u ∈ W puede escribirse como un desarrollo de Fourier de los
elementos de BF :
∞
X ∞
X
~u = ui ~ei = (~ei , ~u) ~ei
i=1 i=1
y, por tanto, todo vector que se pueda escribir como desarrollo de Fourier de
elementos de BF , pertenece a W.16
Recordemos que pueden haber subespacios lineales de H que, siendo de
dimensión infinita, no sean subespacios de Hilbert (por ejemplo el subespacio
lineal de las funciones continuas de L2 [0, 1]). Entonces, el concepto de base
de Fourier no tiene sentido (observe la frase con la que hemos cerrado las
definiciones anteriores). Recíprocamente (pruebe a demostrarlo):
TEOREMA:17 Sea H un espacio de Hilbert y Gort = {w ~ n } ⊂ H un conjunto
ortonormal. Definiendo el conjunto
( )
X X 2
lin (Gort ) = ~u ∈ H tal que ~u = un w
~ n con |un | < ∞ ,
n n
entonces
1. lin (Gort ) es un subespacio de Hilbert.
1 6 Esta afirmación es consecuencia inmediata del hecho de que W es un subespacio de
Hilbert.
1 7 Deberíamos haber incluido este teorema al principio de la sección, estableciendo así un
..
.
ξ 2 (x) = u2 (x) − (P0 (x) , u2 (x)) P0 (x) − (P1 (x) , u1 (x)) P1 (x) .
obtenemos
r
1 9¡ ¢
P4 (x) = 35x4 − 30x2 + 3
8 2
r
1 11 ¡ ¢
P5 (x) = 63x5 − 70x3 + 15x
8 2
r
1 13 ¡ ¢
P6 (x) = 231x6 − 315x4 + 105x2 − 5
16 2
etc.
q
2. Pn (1) = n + 12
3. Pn (x) tiene n ceros, todos diferentes, en el intervalo (−1, 1) .
4. Pn (x) es solución de la ecuación diferencial
∙ ¸
¡ 2 ¢ d2 d
x −1 + 2x Pn (x) = n (n + 1) Pn (x) .
dx2 dx
1 ¡ ¢
Hn (x) ≡ √ 1/2
exp −x2 /2 · Hn (x)
(2n n! π)
¡ ¢
n 1 ¡ 2 ¢ dn exp −x2
= (−1) √ 1/2 exp x /2 ,
(2n n! π) dxn
Ejercicio 2.9. La base de funciones de Hemite se puede obtener a partir del método
de Gram-Schmidt aplicado al conjunto de funciones linealmente independiente
© ¡ ¢ª∞
G = xn exp −x2 /2 n=0
X
N X
N
b
A αn~vn = bvn (N finito) .
αn A~
n=1 n=1
P∞ b ~en ) no
que se cumpla dicha convergencia. Veamos un ejemplo en el que n=1 un (A
converge.
Pbx u (x) = 0
Así
X
∞
?
X
∞ X
Pbx u (x) = Pbx un χn (x) = un Pbx χn (x) = 4 cos (nπx) ,
n=1 n=1 n impar
b (α~u + β~v ) = α A
A b ~u + β A
b ~v
que el dominio de los operadores contiene una base de Fourier de H,1 9 puesto que es lo
que sucede en Mecánica Cuántica. Como consecuencia, el dominio de los operadores
en un espacio de Hilbert de dimensión finita será siempre todo el espacio de Hilbert.
• Empecemos con las operaciones más simples (suma, producto por un escalar,
composición) y con la definición del operador inverso.
b + B,
DEFINICIONES: El operador lineal A b suma de A
b y B,
b se define como
³ ´
b+B
A b ~ bu + B~
u = A~ bu .
b producto de A
A su vez, el operador lineal αA, b por el escalar complejo α, se
define mediante
³ ´ ³ ´
b ~u = α A~
αA bu .
b donde Ib
b = αI,
Por otra parte, a todo escalar α ∈ C le corresponde un operador α
es el operador unidad definido como I~bu = ~u, para todo ~
u ∈ H. Aunque pueda llevar
a alguna confusión, es muy habitual escribir αb = α, en lugar de α b
b = αI.
1 9 Se dice, entonces, que los operadores son de dominio denso. Sin embargo, esto no
quiere decir que el dominio del operador sea todo el espacio de Hilbert. Basta pensar en el
operador derivada en L2 (R) con dominio restringido a funciones continuas de L2 (R) pero
que incluye, por ejemplo, la base ortonormal de Hermite.
2.8 Operaciones con operadores lineales 47
³ ´ ³ ´ ³ ´
b αB
2. A b = αAb Bb=α A bB
b .
³ ´ ³ ´
3. A b+Bb Cb=A
bCb+BbC
b;A b B b +C
b =AbB
b+A
b C.
b
A b A...
bn = A b A b (n veces)
b0 = I.
Por convenio: A b
b−1 ~
A u = w, bw
~ donde A ~ =~
u.
b sea
TEOREMA: La condición necesaria y suficiente para que un operador lineal A
invertible es que
bv = 0 ⇐⇒ ~v = 0 .
A~
Intente probar este importante teorema. A su vez, demuestre las siguientes propie-
dades relativas al operador inverso (sin prestar atención a los problemas que puedan
surgir debidos a los diferentes dominios de definición de los operadores):
b−1 es lineal.
1. A
³ ´−1
2. A bB
b =B b−1 .
b −1 A
³ ´−1
3. b−1
A b
= A.
³ ´−1
4. αAb b−1 (si α 6= 0).
= (1/α) A
bB,
Ejemplo 2.18. Demostrar la relación [A b C]
b =A b [B,
b C]
b + [A,
b C]
b B.
b
Solución:
Por definición,
h i
bB,
A b C
b =A bBbCb−CbAbB
b
bC
y sumando y restando A bB
b resulta
h i h i h i
bB,
A b C
b ≡A bBbCb−A bC
bBb+A bC
bBb−C
bAbB
b=A
b B, b + A,
b C b C
b B.b
Solución:
La demostración es inmediata aplicando la propiedad distributiva de los propios ope-
radores lineales
"M # ÃM !Ã N ! ÃN !Ã M !
X X
N X X X X
b
Ai , b
Bk = b
Ai b
Bk − b
Bk b
Ai
i=1 k=1 i=1 k=1 k=1 i=1
X
M X
N X
M X
N X N ³
M X ´ X N h
M X i
= bi B
A bk − bk A
B bi = bi B
A bk A
ck − B bi = A bk .
bi , B
i=1 k=1 i=1 k=1 i=1 k=1 i=1 k=1
El dominio del operador g(A)b estará implícitamente compuesto por aquellos vectores
para los que la anterior expresión converja.20
Este tipo de operadores son muy corrientes en Mecánica Cuántica, por lo que
conviene profundizar algo más mediante los siguientes ejemplos.
2 0 En b u es formalmente el límite de la sucesión de término general
este caso tenemos que g(A)~
PN bn u ).
w
~N = n=0 γ n ( A ~
2.8 Operaciones con operadores lineales 49
X
N X
N ³ ´ ³ ´
lim bn ~u + lim
γnA bn~v = g A
γnA b ~ b ~v
u+g A
N →∞ N →∞
n=0 n=0
b (α~u) = αg(A)
Análogamente se demuestra que g(A) b ~u.
b X∞
1 bn
eA = A ,
n=0
n!
b0 = 1. Así,
donde A
b b X∞ X ∞
1 1 bn b m
eA eB = A B .
n=0 m=0
n! m!
donde aparece explícitamente la fórmula del binomio de Newton. Por otro lado
X 1 ³ b b ´N
∞
b b
eA+B = A+B .
N =0
N!
by B
Sin embargo, en general A b no conmutan, por lo que no podemos afirmar que 2 1
à !
X N bN −m b m ³ b b ´N
N
A B = A+B
m=0
m
2 1 Por ejemplo
³ ´3
b+B
A b b3 + A
=A b +A
b2 B bBbA
b+B
bAb2 + B b+B
b2A bAbB
b +A
bBb2 + B
b3,
que no es igual a
A b2 B
b3 + 3A b + 3A
bB b3.
b2 + B
50 ESPACIOS DE HILBERT
b b b b
b + B)
y, entonces no se cumple que eA eB = eA+B . La igualdad sólo es cierta si (A b N se
PN ¡N ¢ bN −m b m
puede desarrollar usando la expresión del binomio de Newton m=0 m A B ,
by B
lo cual es sólo posible si A b conmutan, ya que entonces podemos reordenar los
términos que aparecen en la expansión directa de (Ab + B)
b N.
b
dA(λ) b + ε) − A(λ)
A(λ b
= lim .
dλ ε→0 ε
b (λ), B
Ejemplo 2.22. Dados dos operadores A b (λ) dependientes del mismo
parámetro λ, demuestre la relación
d ³b ´ b
b (λ) = dA (λ) B
b
b (λ) dB (λ)
b (λ) + A
A (λ) B
dλ dλ dλ
b (λ) es invertible, demuestre que
A su vez, si A
d ³b ´ b
b (λ)−1 dA (λ) A
b (λ)−1
A (λ)−1 = −A
dλ dλ
Solución:
Para demostrar la primera relación partimos de
b + ε)B(λ
A(λ b + ε) − A(λ)
b B(λ)
b
=
ε
b + ε)B(λ
A(λ b + ε) − A(λ
b + ε)B(λ)
b b + ε)B(λ)
+ A(λ b b B(λ)
− A(λ) b
=
h εi h i
b + ε) B(λ
A(λ b + ε) − B(λ)
b b + ε) − A(λ)
A(λ b b
B(λ)
+
ε ε
y tomando el límite ε → 0 obtenemos la relación pedida.
b A(λ)
Consideremos ahora la identidad A(λ) b −1 = Ib y apliquemos la fórmula anterior.
Puesto que el operador identidad no depende evidentemente de ningún parámetro,
resulta
b
dA(λ) b −1
A(λ) b dA(λ)
b −1 + A(λ) = 0,
dλ dλ
b (λ)−1 ,
de donde, actuando por la izquierda con A
b −1
dA(λ) b
b −1 dA(λ) A(λ)
= −A(λ) b −1 .
dλ dλ
2.8 Operaciones con operadores lineales 51
d ³ ´ X∞
nλn−1 A bn X∞
bn−1
λn−1 A
b
exp λA = = Ab
dλ n=0
n! n=1
(n − 1)!
̰ !
X λn A bn ³ ´
= b
A =Ab exp λA b .
n=0
n!
Aplicando ahora la regla de derivada del producto que hemos visto en el problema
anterior
d ³ ³ ´ ³ ´´ deλAb
b exp λBb
³ ´ ³ ´ deλBb
b + exp λAb
exp λA = exp λB
dλ ³ ´ bdλ ³ ´ dλ
b exp λA
=A b eλB + exp λA b λBb
b Be
³ ´ ³ ´ ³ ´
= exp λAb · Ab+B b · exp λBb
Ejemplo 2.24. Suponiendo que A b−1 existe, encontrar una expresión en serie
³ ´−1
de potencias de λ para el operador A b − λB
b . Particularice el resultado
para Bb = I.
b
Solución:
Escribamos
³ ´−1 X
∞
b − λB
A b = bn ,
λn C
n=0
52 ESPACIOS DE HILBERT
X
∞ ³ ´ X
∞ ³ ´
Ib = λn Ab − λB
b C bC
bn = A b0 + λn AbC bC
bn − B bn−1
n=0 n=0
AbC
b0 = Ib ⇒ b0 = A
C b−1
bC
A bC
bn − B bn−1 = 0 ⇒ bn = A
C b−1 B
bCbn−1 ,
de manera que
³ ´−1
b − λB
A b = b−1 + λA
A bA
b−1 B b−1 + λ2 A
b−1 B
bAb−1 B
bAb−1
b−1 B
+λ3 A bAb−1 B
bAb−1 B
bAb−1 + · · ·
b−1 y B
Es importante tener en cuenta el orden en el que aparecen los operadores A b
en cada término del desarrollo, pues en general b−1 y B
A b no conmutan. En el caso
h i
particular en que A b = 0 podemos reordenar los operadores y entonces
b−1 , B
³ ´−1
b − λB
A b b−1 + λB
=A bA b2A
b−2 + λ2 B b−3 + λ3 B
b3A
b−4 + · · ·
b = I,
Si ahora particularizamos al caso B b tendremos
³ ´−1 ∞ ³
Y ´n
b − λIb
A b−1 + λA
=A b−2 + λ2 A b−1
b−3 + ... = A b−1 .
λA
n=0
d ³b ´ b (λ)
dA b (λ) d w
~ (λ)
A (λ) w
~ (λ) = w
~ (λ) + A
dλ dλ dλ
donde
d w(λ)
~ w(λ
~ + ε) − w(λ)
~
= lim .
dλ ε→0 ε
2.9 Operador adjunto. Representación matricial 53
b† ~ P b
5. A u= n u ~en , con {~en } una base ortonormal contenida en D(A).
A~en , ~ b
Los complejos Akn definen una “matriz” cuyo elemento en la fila k-ésima y la colum-
na n-ésima es Akn . Esta matriz recibe el nombre de representación matricial del
operador Ab en la base BF .23
b nk = αAnk
2. (αA)
b nk = P Anj Bjk
bB)
3. (A j
b† = A∗kn : la matriz de A
4. A b† es la traspuesta conjugada de la de A.
b
nk
2.9 Operador adjunto. Representación matricial 55
b y su adjunto A
es decir, si las reglas de actuación del operador A b† coinciden para
b
todos los vectores del dominio de A.
Además, un operador hermítico A b es autoadjunto si, además, cumple que
³ ´ ³ ´
D A b =D A b† ,
b=A
lo que implica que A b† (coincidencia de las reglas de actuación y de los dominios)
En definitiva
³ ´ ³ ´
φ, Pbx ψ = Pbx φ, ψ − i [φ∗ (b) ψ (b) − φ∗ (a) ψ (a)] ,
pertenecen a D(Pbx ).
En este ejemplo, dichas funciones son las funciones continuas con derivada de cuadra-
do integrable y para las que η (a) = η (b), esto es, el dominio del operador Pbx en el
caso b).
En resumen:
caso a): Pbx no es hermítico ni autoadjunto (dominio demasiado extenso).
caso b): Pbx es autoadjunto (y por tanto, hermítico).
caso c): Pbx es hermítico, pero no autoadjunto (dominio demasiado restringido)
Resulta evidente que una preocupación excesiva relacionada con los dominios
de los operadores puede interferir en la comprensión y aplicación de los principios
fundamentales de la teoría cuántica. Esto sólo tiene su importancia en tratamientos
mucho más formales, que están muy por encima del nivel de este libro. Por ello, a
partir de ahora damos por supuesto que el dominio de un operador hermítico
58 ESPACIOS DE HILBERT
b es autoadjunto
de donde f (X)
c) Ha de cumplirse, para cualquier φ (x), que
³ ³ ´ ´ Z
φ, f Xb φ = f (x) |φ (x)|2 dx ≥ 0 ,
D
Para ello basta tener en cuenta que las funciones de cuadrado integrable necesaria-
mente se anulan en x = ±∞:
³ ´ Z +∞ µ ¶
b ∗ d
η, Px φ = η (x) −i φ (x) dx
−∞ dx
Z +∞ ∗ Z +∞ µ ¶∗ ³ ´
dη (x) d
=i φ (x) dx = −i η ∗ (x) φ (x) dx = Pbx η, φ
−∞ dx −∞ dx
by B
Como A b son autoadjuntos:
³ h i´† ³ ´ h i
b B
i A, b bA
= −i B b+ iA
bBb=i AbB
b−B
bAb = i A,
b B
b ,
b un operador autoadjunto y
Ejercicio 2.15. Sea A
X
g (x) = γ n xn ; γ n ∈ R
n
para todo i.
b es unitario, entonces
b) Probar que si U
° °
°b °
°U~v ° = k~v k
para todo ~v ∈ D (U ).
Solución:
a) La demostración es operativa:
X X ∗ X³ ´∗ ³ ´ X³ ´³ ´
|Uji |2 = Uji Uji = b ei
~ej , U~ b ei =
~ej , U~ U~ b ei
b ei , ~ej ~ej , U~
j j j j
³ ´ ³ ´
= U~ b ei
b ei , U~ b † U~
= ~ei , U b ei = (~ei , ~ei ) = 1.
³ ´³ ´†
De igual forma se demuestra que U b2
b1 U U b2
b1 U = 1.
b XN
in bn
eiA = lim A
N →∞
n=0
n!
implica que
³ b
´† XN
(−i)n ³ bn ´†
eiA = lim A
N →∞
n=0
n!
b es autoadjunto, A
Como A bn también lo es. Por tanto,
³ b
´† XN
(−i)n bn b
eiA = lim A = e−iA .
N →∞
n=0
n!
b b
b y −iA
b conmutan y, usando
Ahora necesitamos evaluar eiA e−iA . Evidentemente iA
el resultado derivado en el ejemplo 2.21
b b b b
eiA e−iA = eiA−iA = e0 = 1
b iA
−iA b b A
−iA+i b
e e = e = e0 = 1.
b
Como consecuencia, eiA es unitario.
• Por otro lado, los operadores unitarios están relacionados con los cambios de
base. Dadas dos bases ortonormales, existe un operador unitario gracias al cual
podemos obtener las coordenadas de un vector y la representación matricial de un
operador en la segunda base a partir de las coordenadas del vector y la representación
matricial del operador en la primera base, respectivamente. Los siguientes ejemplos
ilustran el procedimiento.
Ejemplo 2.33. Sea {~ei } una base ortonormal de un espacio de Hilbert H y
b un operador unitario tal que su dominio contiene a la base ortonormal
U
{~en }.
62 ESPACIOS DE HILBERT
P b~ P b en .
a) Demostrar que si ~ u = n un~en ∈ H, entonces U u = n un U~
b) Demostrar que, salvo restricciones artificiales, el dominio de un opera-
dor unitario es todo el Hilbert.
c) Si {f~i } es el transformado de la base {~en } mediante la actuación de U, b es
decir f~i = U~b ei , probar que la condición necesaria y suficiente para que {f~i }
sea también una base ortonormal de H es que el operador U b sea unitario.
Solución:
a) Si el espacio de Hilbert es de dimensión finita, la igualdad es simple consecuen-
cia de la linealidad del operador. Si el espacio de Hilbert es de dimensión infinita
debemos probar que la linealidad de un operador unitarioP se puede extender a una
suma infinita. Para ello basta probar que si ~ u = n un~en es un vector cualquiera
P b en converge (ya que de converger lo hace al vector “correcto”).
del Hilbert, n un U~
Tomemos las sucesiones {w ~ I }∞ sI }∞
I=1 y {~ I=1 de término general
X
I X
I X
I
~I =
w un~en ; bw
~sI = U b
~I = U un~en = b en .
un U~
n=1 n=1 n=1
y el conjunto {f~i } es ortonormal. Probemos ahora que {f~i } es una base de Fourier.
b †~v pertenece al dominio
Para ello consideremos un vector cualquiera ~v ∈ H; entonces U
de Ub que, acabamos de ver, es todo el Hilbert. Por consiguiente, el desarrollo de
Fourier
X
b †~v =
U ci~ei .
i
Veamos ahora la condición necesaria, es decir, demostremos que si {f~i } es una base
2 6 Nótese que en ningún momento hemos extendido la linealidad de U b a una suma infinita
(ya que es lo que, precisamente, queremos demostrar). Por otra parte, este ejemplo demuestra
cuan importante es la necesidad de que el espacio lineal sea de Hilbert.
2.11 Operadores unitarios. Cambios de base 63
ortonormal, entonces U b debe ser necesariamente unitario. Para ello basta demostrar
bU
que (~ei , U b †~ej ) = (f~i , U b †U
b f~j ) = δij pues entonces U bUb† = Ub †Ub = 1. Esto es
inmediato:
³ ´ ³ ´ ³ ´
b † U~
~ei , U b ej = U~ b ej = f~i , f~j = δij
b ei , U~
³ ´ ³ ´ ³ ´ ³ ´
bU
f~i , U b † f~j = f~i , U bU bU
b †U b −1 f~j = f~i , U
b ~ej = f~i , f~j = δ ij .
³ ´
b en llegamos al resultado pedido:
Introduciendo el elemento de matriz Uin = ~ei , U~
X X
vn0 = ∗
Uin vi = †
Uni vi ,
i i
b †.
donde hemos usado también la representación matricial de U
Es decir,
X X
A0ij = †
Uim Amn Unj = ∗
Umi Amn Unj .
m,n m,n
lo que permite obtener rápidamente el operador unitario que conecta ambas bases.
64 ESPACIOS DE HILBERT
n o
donde BW = f~1 , f~2 , ... es una base ortonormal de W.
Demostración:
1. Puesto que H es un espacio es de Hilbert, toda sucesión de Cauchy
{w~ n }∞
n=1 ⊂ W
⊥
converge en H. Basta demostrar que el vector w~ al
que converge la sucesión pertenece a W ⊥ , lo que es inmediato: si ~v
es un vector cualquiera de W, entonces (~v , w)
~ = (~v , limn→∞ w~ n) =
limn→∞ (~v , w
~ n ) = limn→∞ 0 = 0.
2. Supongamos que hay dos posibles soluciones al problema de la proyec-
ción ortogonal
~v = ~vW + ~vW ⊥
0 0
~v = ~vW + ~vW ⊥,
0
de donde no queda más remedio que ~vW − ~vW = ~0 y la descomposición
~v = ~vW + ~vW ⊥ es única.
2 7 Por abuso del lenguaje, se omite muchas veces el término ortogonal.
2.12 Proyectores ortogonales 65
P ³~ ´ ~
3. Por construcción, el vector ~vW = v fn pertenece a W. Basta
n fn , ~
entonces demostrar que
X³ ´
~vW ⊥ = ~v − ~vW = ~v − f~n , ~v f~n
n
donde {f~n } es una base ortonormal de W. Es fácil comprobar (inténtese) que PbW
satisface las condiciones que definen a un proyector ortogonal: es lineal, autoadjunto,
y PbW
2
= PbW .
~u = ~uW1 + ~
uW2 + ~
uW3 + ... ,
donde
uWn = PbWn ~u
~
u sobre Wn .
es la proyección ortogonal de ~
Esta relación entre subespacios se traduce en la relación siguiente para sus proyectores
asociados
respectivamente.
a) Demuestre que son subespacios de Hilbert ortogonales entre sí.
b) Compruebe que L2 (R) = L2+ (R) ⊕ L2− (R), halle el proyector ortogonal Pb+
sobre el subespacio L2+ (R), y el proyector ortogonal Pb− sobre el subespacio
L2− (R)
c) Definamos el operador paridad Π b = Pb+ −Pb− . Obtenga Π b ψ (x) para cualquier
función del Hilbert.
Solución:
a) Si ψ + (x) es una función par y ψ − (x) una impar
Z +∞
¡ ¢
ψ+ .ψ− = ψ∗+ (x) ψ− (x) dx = 0 ,
−∞
ya que el integrando es impar. La igualdad se cumple para todas las funciones pares
e impares y, entonces, L2+ (R) ⊥ L2− (R).
Por otra parte, L2+ (R) es un subespacio de Hilbert ya que toda sucesión convergente
de funciones pares converge a una función par.2 8 Análogamente se ve que L2− (R) es
un subespacio de Hilbert.
b) De acuerdo con un resultado bien conocido de Análisis Matemático, toda función
ψ (x) puede escribirse de forma única como suma de una función par y otra impar:
µ ¶ µ ¶
ψ (x) + ψ (−x) ψ (x) − ψ (−x)
ψ (x) = ψ+ (x) + ψ− (x) = + ,
2 2
lo que demuestra que L2 (R) = L2+ (R) ⊕ L2− (R). Los proyectores respectivos se
obtienen inmediatamente a partir de la igualdad anterior:
ψ (x) + ψ (−x)
Pb+ ψ (x) = ψ+ (x) =
2
ψ (x) − ψ (−x)
Pb− ψ (x) = ψ− (x) =
2
c) Aplicando la definición
b ψ (x) = Pb+ ψ (x) − Pb− ψ (x) = ψ (−x)
Π
Observamos que Πφ b (x) = +φ (x) si y sólo si φ (x) es par. Igualmente, Πη
b (x) = −η (x)
si y sólo si η (x) es impar.
bu = a~
o, equivalentemente, que cumple A~ u.
b y que ~u es un auto-
Diremos que a es un autovalor o valor propio del operador A
b
vector o vector propio de A (o autofunción o función propia si estamos en un
espacio de funciones) con autovalor a.
TEOREMA: Sea un operador lineal A b de un espacio de Hilbert H y un autovalor
a del operador. El conjunto Ea formado por todos los autovectores asociados
al autovalor a es un subespacio lineal.
Demostración: Basta probar que si ~ u, ~v son autovectores de Ab con auto-
valor a, y β, γ dos complejos arbitrarios, entonces β~ u + γ~v también es
autovector de Ab con igual autovalor. Así,
b (β~u + γ~v ) = β A~
A bu + γ A~
bv = βa~
u + γa~v = a (β~
u + γ~v ) ,
d
Pbx ψ p (x) = pψ p (x) ⇒ −i ψp (x) = pψp (x)
dx
Para un p ∈ C dado, su solución general es
ψp (x) = Aeipx
con A una constante arbitraria. Todas las funciones solución de la ecuación de auto-
valores pertenecen al dominio de Pbx , luego no hay restricción alguna y
σp (Pbx ) = C .
2.13 Espectro puntual. Autovalores y autovectores 69
Ası́, el espectro puntual σ p (Pbx ) llena todo el conjunto de los números complejos.32
b) En este caso, la ecuación de autovalores Pbx ψ p (x) = pψ p (x) tendrá como solución
ψ p (x) = Aeipx , pero con la restricción
ψ p (0) = ψ p (1) .
Esto implica que ya no todas las soluciones son válidas, sino sólo aquellas que cumplen
1 = eip
Por tanto, los autovalores han de verificar p = 2πn, con n cualquier número entero:
σ p (Pbx ) = {2πn ; n = 0, ±1, ±2, ...}
Las autofunciones correspondientes (ya normalizadas) son
ψ n (x) = e2πinx
que resultan ser los elementos de la base exponencial de Fourier.
c) En este último caso, ninguna solución ψ p (x) = Aeipx pertenece al dominio del
operador, por lo que σ p (Pbx ) = ∅. Fı́jese que en espacios lineales de dimensión infinita
puede ocurrir que un operador hermı́tico no tenga autovalores, algo completamente
imposible en espacios de dimensión finita.
0 −i
[b
sy ] = .
i 0
Ası́, dado un vector ~
u = u1~e1 + u2~e2, las coordenadas de w ~ = sby ~
u en esta
base están dadas por
w1 0 −i u1 −iu2
= = .
w2 i 0 u2 iu1
a) Demuestre que sby es autoadjunto.
b) Obtenga los autovalores de sby y los vectores propios correspondientes.
sy ) ~e1 , con a ∈ R.
c) Evalúe exp (iab
Solución:
a) La representación matricial de sb†y es la traspuesta conjugada de la de sby :
h i 0 −i + 0 −i
sb†y = = = [b
sy ] .
i 0 i 0
Ası́, las reglas de acutación de sb†y y sby coinciden. Como estamos en un espacio de
dimensión finita no hay problema alguno con los dominios y
sb†y = sby .
32 Esto parece sugerir que el nombre “espectro puntual” es particularmente desafortunado.
70 ESPACIOS DE HILBERT
Este sistema de ecuaciones tiene infinitas soluciones, pero todas ellas proporcionales
entre sí. Tomando ζ ±1 = 1, inmediatamente tenemos
µ ¶
~ζ ∝ 1
±
±i
Demostración:
1. Es consecuencia inmediata del carácter autoadjunto del operador. Si
b yw
a ∈ σp (A) ~ 6= ~0 es un autovector con dicho autovalor, entonces
³ ´
w,
~ Abw
~ = (w,
~ aw)
~ = a kwk~ 2.
Por otro lado, usando las propiedades del producto escalar y el carácter
autoadjunto de Ab
³ ´ ³ ´∗ ³ ´∗ ³ ´∗
w,
~ Abw~ = A bw,
~ w~ = w, b† w
~ A ~ = w, ~ Abw
~ = a∗ kwk ~ 2.
Por tanto
~ a, w
b (w ~ b ) = a (w
~ a, w
~ b ) ⇒ (b − a) (w
~ a, w
~ b) = 0
autoadjunto.
72 ESPACIOS DE HILBERT
Demostración:
b con autovalor α ∈ C:
1. Sea ~v un vector propio de U
b ~v = α ~v .
U
b es unitario:
Como U
° °
°b °
k~v k = °U ~v °
y entonces
° °
°b °
k~v k = °U ~v ° = kα ~v k = |α| k~v k .
Esto implica necesariamente, ya que k~v k 6= 0, que |α| = 1. Esto es, los
valores propios de un operador unitario tienen módulo unidad.
b con autovalor
Por otro lado, si ~v es un autovector del operador unitario U
α tenemos que
b† U
~v = U b ~v = U
b † (α~v ) = αU
b †~v ⇒ b †~v = α−1~v
U
b
entonces λ ∈ σ p (A).
a) Demuestre la afirmación anterior.
b) Compruebe que sigue siendo cierta en espacios de Hilbert de dimensión
2.13 Espectro puntual. Autovalores y autovectores 73
Ahora bien, estamos suponiendo que siempre existe una base B = {~en } contenida en
D(A).
b Ası́,
X
b† − λ∗ Ib w
A ~ = ~en , Ab† − λ∗ Ib w
~ ~en
n
X † ∗ X
= b − λ∗ Ib w,
A ~ ~en ~en = 0~en = ~0
n n
donde hemos usado λ = 1/λ∗ ya que |λ∗ | = 1. Nótese, además, que este resultado
muestra que el espectro del adjunto de un operador unitario es el complejo conjugado
del espectro del operador.
c) Veamos que para el operador de C∞ 2
Tb+ ~
u = λ~
u
que implica la siguiente regla de recurrencia para las componentes del vector:
0 = λu1
u1 = λu2
u2 = λu3
u3 = λu4
..
.
Para un ~u genérico
³ ´
Tb+ − λIb ~u = (0 − λu1 , u1 − λu2 , u2 − λu3 , ...) ,
³ ³ ´ ´
por lo que ~ Tb+ − λIb ~u = 0 implica que
w,
w2∗ = λw1∗
w3∗ = λ∗ w2∗
w4∗ = λ∗ w3∗
..
.
~ pertenecerá a C∞
y este vector w 2 si
X
∞
¯ n−1 ¯2 X
∞
¡ 2 ¢m
~ 2=
kwk ¯λ ¯ =1+ |λ| ∈ R.
n=1 m=1
3 5 Esta situación ilustra la existencia del llamado espectro residual de un operador lineal
b definido como el conjunto de los escalares complejos λ que, sin pertenecer al espectro
B,
puntual, cumplen la condición:
³ ³ ´ ´ ³ ´
~ 6= ~0 tal que w,
existe w ~ B b − λIb ~
u = 0 para todo ~ u∈D B b
Fíjese, entonces, que en el apartado a) hemos demostrado es que ni los operadores autoad-
juntos ni los unitarios tienen espectro residual.
76 ESPACIOS DE HILBERT
Ahora bien, vamos a imponer una única condiciones a estos vectores ψ ~ de norma
infinita (o no normalizables), y es que exista una base ortonormal del espacio de
Hilbert tal que el producto escalar de ψ~ con todos los vectores de la base sea finito.
Por tanto, si {~en }∞
n=1 es la mencionada base tenemos que ψ~ es igual a un desarrollo
de Fourier generalizado
∞
X
~ =
ψ ψ n~en con ~ ,
ψ n = ~en , ψ
n=1
2.14 Vectores no normalizables 77
Piense, por ejemplo, en el caso limx→+∞ ψ (x) = limx→+∞ w (x) = 1 pero, sin em-
bargo, limx→−∞ w (x) = 0.
Para que sean “admisibles” hay demostrar que se pueden escribir como un desarrollo
de Fourier generalizado en una base ortonormal de L2 (R). Si escogemos la base de
Hermite BF = {H0 (x) , H1 (x) , H2 (x) , ...} con
1 ¡ ¢
Hn (x) ≡ √ 1/2
exp −x2 /2 · Hn (x)
(2n n! π)
siendo Hn (x) los llamados polinomios de Hermite, hemos de comprobar que
Z +∞
Hn (x) Ak eikx dx ∈ C , n = 0, 1, 2, 3, ...
−∞
2.14 Vectores no normalizables 79
por lo que
X
∞ ∞ ³
X ´
√
θk (x) = (Hn , θk ) Hn (x) = 2πAk einπ/2 Hn (k) Hn (x) ,
n=0 n=0
38
La definición no es tan extraña. {~vn } ⊂ H es un conjunto ortonormal si se
cumplen simultáneamente las condiciones
(~vn , ~vm ) = 0 si n 6= m
X
(~vn , ~vm ) = 1, ∀m
n
junto ortonormal continuo con vectores del espacio de Hilbert, ya que estos vectores de norma
infinita no lo son.
2.14 Vectores no normalizables 81
donde q (λ) es una función creciente y que recorre toda la recta real.
Solución:
Este ejemplo se puede resolver de manera muy sencilla teniendo en cuenta las propie-
dades de la llamada función delta de Dirac, que veremos un poco más adelante. Sin
embargo vamos a seguir aquí un procedimiento más general.
a) Ya hemos visto en el ejemplo anterior que las ondas planas son ortogonales. Para
que sean ortonormales ha de cumplirse
Z µZ +∞ ¶
θ∗q (x) θ q0 (x) dx dq = 1 , ∀ q 0 ∈ R,
R −∞
(nótese el cambio en los límites de integración, ya que q(λ) recorre todos los posibles
valores del número de ondas).
Ahora bien,
2a
lim 2
a→0+ a2 + (q (λ) − q (λ 0 ))
En resumen, en la asignación más general posible, las ondas planas escritas como
( s µ ¶ )
1 dq (λ)
W = θλ (x) = exp (iq(λ)x)
2π dλ
λ∈D
3 9 Naturalmente no hay dos valores diferentes del parámetro λ que den el mismo número
esto es, a partir del producto escalar (en (x), δ a (x)) = e∗n (a).
a) Demuestre que para cualquier función continua ψ (x), se cumple que
Z +∞
(δ a (x) , ψ (x)) = δ ∗a (x) ψ (x) = ψ (a) .
−∞
b) Como consecuencia del punto anterior, pruebe que δ a (x) es real. ¿Qué
valores toma la “función” δa (x)?
c) Demuestre que, dado un intervalo cerrado D ⊆ R,
Z
0 si a ∈
/D
δ a (x) dx =
D 1 si a ∈ D.
Solución:
a) Supongamos que la función ψ (x) admite un desarrollo de Fourier
∞
X ∞
X
ψ (x) = (en (x) , ψ (x)) en (x) = ψ n en (x) .
n=1 n=1
Por tanto
∞
X ∞
X
(δ a , ψ) = (δ a (x) , en (x)) (en (x) , ψ (x)) = en (a) ψ n = ψ (a)
n=1 n=1
(no hay problema formal en el último paso puesto que la función ψ (x) es continua).
b) De acuerdo con el punto anterior, para cualquier función real η (x) se tiene
Z +∞
(δ a , η) = δ ∗a (x) η (x) dx = η (a) ∈ R
−∞
Z +∞
∗
(δ a , η) = δ a (x) η (x) dx = η (a) ∈ R
−∞
Como esto es cierto para cualquier función real η (x), no queda más remedio que
Im (δa (x)) = 0, por lo que la delta de Dirac es real.
Podemos entonces escribir
Z +∞
δ a (x) ψ (x) = ψ (a) ,
−∞
siendo ψ (x) cualquier función continua. Esta última igualdad implica que los valores
que toma δ a (x) para x 6= a deben ser cero. Por otra parte, δ a (a) no puede ser finito
puesto que entonces el producto escalar anterior sería cero (recuerde la discusión en
la que comparábamos convergencia puntual con convergencia asociada a la norma).
En definitiva,
½
0 si x 6= a
δ a (x) =
∞ si x = a
R +∞
pero un “infinito” que garantiza que −∞ δ a (x) ψ (x) = ψ (a).
A la vista de esta discusión, no es necesario imponer que la función ψ (x) sobre la que
actúa la delta de Dirac se pueda escribir como un desarrollo de Fourier, basta que sea
continua en x = a.
c) Escojamos la función
½
0 si a ∈/D
FD (x) =
1 si a ∈ D
y, de acuerdo con el punto anterior,
Z +∞ ½
0 si a ∈
/D
δ a (x) FD (x) dx = FD (a) =
−∞ 1 si a ∈ D.
Por la propia definición de FD (x)
Z +∞ Z
δ a (x) FD (x) dx = δa (x) dx ,
−∞ D
de donde
Z ½
0 si a ∈
/D
δ a (x) dx =
D 1 si a ∈ D.
Si tomamos D = R, la anterior expresión se transforma en
Z +∞
δa (x) dx = 1 , ∀ a ∈ R .
−∞
Esta última igualdad es la que se suele tomar como definición de delta de Dirac.
Sin embargo, al escribir en el ejemplo anterior la delta como un desarrollo de
Fourier, hemos preferido presentarla como el límite de una sucesión de funciones.
Siguiendo con esta idea, consideremos la sucesión de término general gn (x)
½
0 si |x − a| ≥ 1/ (2n)
gn (x) =
n si |x − a| < 1/ (2n) ,
que está formada por funciones cuyas gráficas son un rectángulo de base 1/n y altura
n simétrico respecto al punto a y área, evidentemente, la unidad. Dada una función
f (x) continua, se cumple que
Z ∞ Z a+1/(2n) ∙ ¸
1 1
f (a) gn (x)dx = n f (x) dx = f (η), con η ∈ a − ,a + ,
−∞ a−1/(2n) 2n 2n
donde el último paso se sigue del teorema del valor medio para funciones continuas.
Entonces, cuando n → ∞,
Z ∞
lim f (x) gn (x) dx = f (a)
n→∞ −∞
y, de este modo, la sucesión {gn (x)} tiende a la delta de Dirac δ a (x), que puede así
entenderse como el límite de un rectángulo de área unidad cuya base tiende a cero.
Tenemos también que
µ ¶
1 (x − a)2
δ a (x) = lim exp −
σ→0 (2π)1/2 σ 2σ2
(la delta es el límite de una gaussiana de área unidad y cuya anchura tiende a cero)
y que
µ ¶
1 sin [r (x − a)]
δ a (x) = lim
r→∞ π r (x − a)
µ ¶
1 σ
δ a (x) = lim .
σ→0 π (x − a)2 + σ 2
Si a = 0 se omite el subíndice a, por lo que δ (x) simboliza la delta de Dirac
centrada en cero. Evidentemente, δa (x) = δ (x − a) y, aunque δ (x − a) sea la manera
más común de escribir la delta de Dirac centrada en a, nosotros usaremos ambas
formas indistintamente.
Ejemplo 2.45. Demuestre las siguientes propiedades relativas a la delta de
Dirac:
a) δ (x) = δ (−x).
b) δ (kx) = |k|−1 δ (x) con k ∈ R y k 6= 0.
c) (δ a , δ b ) = δ (a − b).
d) g (x) δ (x − a) = g (a) δ (x − a), para cualquier función g (x).
Solución:
a) Hay que demostrar que para cualquier función ψ (x)
Z +∞ Z +∞
δ (x) ψ (x) dx = δ (−x) ψ (x) dx = ψ (0) .
−∞ −∞
86 ESPACIOS DE HILBERT
X = {δλ (x)}λ∈R
es ortonormal (bajo la asignación que nombra cada delta por su centro), ya que se
cumplen las dos condiciones siguientes:
¡ ¢
(δ λ , δλ0 ) = δ λ − λ0 = 0 si λ 6= λ0
Z Z
¡ ¢
(δλ , δ λ0 ) dλ = δ λ − λ0 dλ = 1 , ∀ λ0 ∈ R.
R R
g (x) δ (x − a) − g (a) δ (x − a) = 0 ,
2.14 Vectores no normalizables 87
Solución:
Basta recordar que la delta de Dirac es un límite, por lo que es legítimo escribir
Z +∞ Z +∞
δ (x − a − ε) + δ (x − a + ε)
δ (x − a) ψ (x) dx = lim ψ (x) dx
−∞ ε→0 +
−∞ 2
1
= lim [ψ (a + ε) + ψ (a − ε)] ,
ε→0+ 2
Así, sea g (x) una función genérica de L2 (R) que vamos a suponer continua, entonces
tenemos
µ ¶
dψ (x) ¡ ¢
g (x) , = −g 0 (x) , ψ (x) ,
dx
4 0 Nótese que no podemos escribir
Z +∞ ∙Z a−ε Z ∞ ¸
δ (x − a) ψ (x) dx = lim δ (x − a) ψ (x) dx + δ (x − a) ψ (x) dx
−∞ ε→0+ −∞ a+ε
porque toda la función delta de Dirac está “concentrada” en el intervalo limε→0+ (−ε, +ε).
88 ESPACIOS DE HILBERT
donde hemos hecho una integración por partes y tenido en cuenta que g (x) se anula
en ±∞. Desarrollando el producto escalar
∙Z a−δ Z +∞ ¸
¡ 0 ¢
−g (x) , ψ (x) = − lim g 0 (x) ψ (x) dx + g 0 (x) ψ (x) dx ,
δ→0+ −∞ a+δ
d
mismo términos. Así, si dx δa (x) es la derivada de la delta de Dirac en el sentido de
distribuciones del ejemplo anterior, para cualquier función φ (x) podemos escribir
µ ¶ µ ¶ ¯
d d d ¯
δ a (x) , φ (x) = − δ a (x) , φ (x) = − φ (x)¯¯ .
dx dx dx x=a
d
Por tanto − dx δ a es la aplicación de L2 (R) en C tal que a cada función φ (x) le hace
corresponder el valor de su derivada en x = a o, en otras palabras, la “función”
d
δ (x) está definida mediante la expresión
dx a
Z +∞ ∙ ¸ ¯
d d ¯
δ (x − a) φ (x) dx = − φ (x)¯¯ .
−∞ dx dx x=a
• La delta de Dirac nos sirve para escribir de manera más compacta la condición
de ortonormalidad de un conjunto {ψ~ }λ∈D formado por vectores no normalizables
λ
asociados a un espacio de Hilbert H. En efecto, si dicho conjunto es ortonormal
podemos escribir
³ ´ ¡ ¢
~ ,ψ
ψ ~ 0 = δ λ − λ0 ,
λ λ
Por ejemplo, el producto escalar de las ondas planas “normalizadas” (en sentido
generalizado) cumple41
Z +∞ µ ¶µ ¶ Z +∞
1 1 1
√ e−iqx √ eikx dx = ei(k−q)x dx = δ (k − q) ,
−∞ 2π 2π 2π −∞
es un operador unitario.
El operador inverso Fb −1 = Fb† , dominado transformada inversa de Fourier, viene
dado por
Z +∞
Fb† {g(x)} = √1
2π
g(y) exp (+ixy) dy
−∞
entenderse como un paso al límite del desarrollo en serie de Fourier. Hemos visto que una
función g (x) definida en un intervalo finito [−L/2, L/2], puede escribirse como un desarrollo
de Fourier en la base
(r r )∞
1 inπx/L 1 −inπx/L
e , e
L L
n=0
y sabemos que que el desarrollo converge a la función g(x) salvo puntos aislados. Cuando
L → ∞ la suma de la serie se transforma en la denominada integral de Fourier.
2.14 Vectores no normalizables 91
dn
F {xn g(x)} = in F {g(x)} .
dxn
Entonces,
F {(g ∗ h) (x)} = F {g (x)} F {h (x)} ,
es decir, la transformada de Fourier de un producto de convolución es el pro-
ducto ordinario de las transformadas de Fourier.
92 ESPACIOS DE HILBERT
n o Z +∞
2 2 1 2 2 a a2 x2
F e−x /a = √ e−y /a e−iyx dy = √ e− 4 ,
2π −∞ 2
√
• Si θk (x) = exp (ikx) / 2π es una onda plana normalizada,4 3 la transformada de
Fourier de una función g (x) puede entenderse también como
Z +∞
1
ge (k) = √ e−ikx g (x) dx = (θk , g) ,
2π −∞
esto es, como el producto escalar de la onda plana de número de onda k con la función.
Haciendo ahora uso de la transformada inversa de Fourier
Z Z Z
1
g (x) = √ eikx ge (k) dk = ge (k) θk (x) dk = (θk , g) θk (x) dk.
2π R R R
Esto es, cualquier función de L2 (R) puede expresarse como una “especie” de desarro-
llo de Fourier en términos de las ondas planas, sólo que en este caso la suma habitual
se ha sustituido por una integral sobre el parámetro k que etiqueta a las ondas planas.
Por otro lado,
Z Z
g (x) = g (a) δa (x) da = (δ a , g) δ a (x) da,
R R
por lo que sucede exactamente lo mismo con el conjunto formado por las deltas de
Dirac.
4 3 En sentido generalizado, naturalmente. A partir de ahora cuando digamos que un vector
de norma infinita está normalizado daremos por supuesto que forma parte de un conjunto
ortonormal (en sentido generalizado) de vectores de norma infinita.
2.15 Espectro continuo 93
b con autovalor
nos sirve para cuantificar lo cerca que está ~u de ser un vector propio de A
a ya que, en caso de que lo sea, se cumple que ∆u~ (a) = 0. A su vez, si A b~u no
es exactamente a~ u, pero sí un vector del Hilbert bastante parecido, tendremos que
∆~u (a) es muy pequeño. Por último, si A b ~u y a ~u son muy diferentes, la cantidad
∆~u (a) es netamente distinta de cero. Así, la búsqueda de autovalores y autovectores
se puede hacer fijando el escalar a y buscando vectores normalizados ~ u que anulen
∆~u (a).4 5
A los elementos del espectro continuo se les llama autovalores del continuo o im-
propios.
A los autovalores, impropios o no, se les denomina genéricamente valores espec-
4 5 La función ∆~u (a) se puede generalizar inmediatamente a cualquier otro vector del espacio
°³ ´ °
° b °
de Hilbert sin mas que redefinirla como ∆~u (a) = ° A − aIb ~u° / k~
uk. Así, para cualquier
escalar complejo β, ∆~u (a) = ∆β~u (a) .
4 6 Esta sucesión {~un }∞
n=1 no es convergente, ya que en caso de que convergiese, su límite
sería un autovector del operador con autovalor α, en contradicción con la imposición de que
α∈ b
/ σp (A).
2.15 Espectro continuo 95
b = σp (A)
trales. Al conjunto σ(A) b ∪ σ c (A),
b formado por todos los valores espectrales,
se le denomina espectro del operador. 4 7
Veamos dos teoremas que caracterizan el espectro continuo de operadores auto-
adjuntos y unitarios:
TEOREMA: Sea H un espacio de Hilbert y A b un operador autoadjunto de H.
b
De existir, su espectro continuo σc (A) cumple las siguientes propiedades:
b ⊂ R, esto es, el espectro continuo es real.
1. σc (A)
b puede poseer valores no aislados. Esto es, σc (A)
2. σc (A) b es, en general, continuo.
Demostración:
1. Procedamos por reducción al absurdo y supongamos que existe un
b tal que su parte imaginaria Im α es no nula. De acuerdo
α ∈ σ c (A)
con la definición, siempre podemos encontrar un vector normalizado del
b
Hilbert ~u tal que la norma de ~μ = (A−α b u sea arbitrariamente pequeña.
I)~
Evaluemos la cantidad δ = (~μ, ~u) − (~ u, ~μ) usando el hecho de que Ab es
autoadjunto:
³³ ´ ´ ³ ³ ´ ´
δ = b − αIb ~
A u, ~
u − ~u, A b − αIb ~u
³ ´ ³ ´
= −α∗ + ~u, A~ bu + α − ~ bu = α − α∗ = 2i Im (α) .
u, A~
juntos y unitarios.
4 8 Piénsese, por ejemplo, en el operador lineal B b cuya regla de actuación sobre una base
ortonormal {~en }∞n=1 es
½ ¡ 1
¢
b ~en = 2− n ~en si n es par
B 1
n n
~
e si n es impar
A partir de la definición de espectro continuo, no es difícil ver que los dos escalares reales 0
b = {0, 2}. En lenguaje técnico, si un operador
y 2 forman parte del mismo y, de hecho, σ c (B)
b y la sucesión de números
autoadjunto tiene infinitos valores propios (pertenecientes a σp (B))
reales formada estos valores propios tiene uno o varios puntos de acumulación, éstos son
autovalores del continuo.
96 ESPACIOS DE HILBERT
estos autovalores discretos del espectro continuo no van a jugar ningún papel funda-
mental en el formalismo cuántico y, como consecuencia, obviaremos su existencia de
aquí en adelante. Por tanto, la frase “el espectro continuo de un operador autoad-
junto, de existir, es continuo” aunque en rigor no sea correcta, desde una perspectiva
física la podemos dar por válida.
• A la vista de la definición de espectro continuo, puede pensarse que su obtención
para un operador dado va a ser una labor ardua. Veremos que no es así (precisa-
mente para ello introdujimos en la sección anterior los vectores de norma infinita).
Terminemos este punto dando dos teoremas bastante útiles, ya que caracterizan la
existencia del espectro continuo en función de la naturaleza del espectro puntual.
TEOREMA: Sea A b un operador autoadjunto o unitario en un espacio de Hilbert H.
Si existe una base ortonormal del espacio de Hilbert formada por autovalores de A,b
entonces:
1. la representación matricial de Ab en esa base es diagonal.
2. el operador carece de espectro continuo.4 9
de donde
³ ´ X
b − αIb ~u =
A ui (ai − α) ~ei ,
i
por lo que
°³ ´ ° sX
° b °
∆~u (α) = ° A − αIb ~u° = (ai − α)2 |ui |2 .
i
4 9 Salvo, como veremos en la demostración, una posible parte discreta que ya hemos dicho
X
∞
~ =
Υ Υi ~ei
i=1
5 1 Es intuitivo: sería absurdo pensar que si una sucesión (que por definición es un conjunto
tores.
98 ESPACIOS DE HILBERT
o,
°³equivalentemente,
´ ° comprobando que si ~u es un vector normalizado, la norma
° b °
° A − aIb ~ u° se puede hacer arbitrariamente pequeña. Afortunadamente, con-
sideraciones físicas nos permitirán discriminar las soluciones válidas sin necesi-
dad de hacer un estudio matemático detallado. En concreto, para el espacio de
Hilbert L2 (Rn ) la discusión del capítulo anterior sugiere que las autofunciones
de norma infinita υ (x) con interés físico deben ser acotadas cuando |x| → ∞.
5 3 Sólo en aplicaciones más avanzadas de la Mecánica Cuántica tendremos que obtener el
espectro de un operador unitario, por lo que a partir de ahora nos restringiremos al caso de
un operador autoadjunto.
2.15 Espectro continuo 99
• Finalicemos esta sección con algunos ejemplos importantes que ilustran el cálculo
del espectro en situaciones de interés.
Ejemplo 2.49. Sea el operador lineal K b = − (1/2) d2 /dx2 del espacio de
Hilbert L2 [0, 1], con dominio las funciones que se anulan en 0 y 1 y con
derivada segunda de cuadrado integrable. Este operador está relacionado
con la energía cinética de una partícula.
a) Demuestre que es autoadjunto.
b) Calcule su espectro y las autofunciones correspondientes.
Solución:
a) Para demostrar que K b es autoadjunto hay que comprobar que para dos funciones
cualesquiera g (x) y h (x) pertenecientes a su dominio se tiene
Z 1 Z 1 ³ ´
b h (x) dx =
g ∗ (x) K b g ∗ (x) h (x) dx .
K
0 0
donde hemos usado que las funciones del dominio de K b se anulan en los extremos.
Integrando de nuevo por partes y usando la misma restricción
Z 1 Z 1 2 ∗ Z 1³ ´
b h (x) dx = − 1
g ∗ (x) K
d g (x)
h (x) dx = Kb g ∗ (x) h (x) dx ,
2 0 dx 2
0 0
A+B = 0
√ √
Aei 2κ
+ Be−i 2κ
= 0.
√
Esta última igualdad se cumple sólo si 2κ = nπ con n un número natural. Como
b es
consecuencia, el espectro puntual de K
³ ´ ½ 2 ¾
σp K b = κ = π n2 , n = 1, 2, ... ⊂ R
2
(nótese que n 6= 0 ya que entonces η (x) sería la función nula), con todos los valores
propios no degenerados.
Los autovectores correspondientes son
h i
η κ (x) = A einπx − e−inπx = α sin (nπx) ,
√
y tomando α = 2, la autofunción η κ (x) está normalizada. Naturalmente, los auto-
b son ortonormales entre sí y, además, constituyen la base ortonormal
vectores de K
de senos de L2 [0, 1]. Por tanto, no es necesario buscar el espectro continuo ya que
tenemos la seguridad de que σc (K)b = ∅ en L2 [0, 1].
con A una constante multiplicativa arbitraria. Sin embargo, sea cual sea el valor de
/ L2 (R) (ya que no es normalizable). Por tanto:
k, la función θ k (x) ∈
³ ´
σp Pbx = ∅.
que puede hacerse arbitrariamente pequeño haciendo que β tienda a infinito (es decir,
aumentando la anchura de la gaussiana).
La única forma de que se cumpla la misma es que la función η (x) sea nula en todo R
excepto en x = a. Ahora bien, como ya vimos en un ejemplo anterior, dos funciones
102 ESPACIOS DE HILBERT
y comprobar que
°³ ´ °
° b °
lim ° X − aIb hβ (x)° = lim k(x − a) hβ (x)k = 0.
β→0 β→0
Analicemos
√ ahora las
√ soluciones no normalizables. Si κ < 0, la autofunción es η (x) =
A e− 2|k|x + B e+ 2|k|x que, para cualquier combinación de A y B (excepto A =
B = 0) crece indefinidamente, lo que daría lugar a soluciones de norma infinita no
admisibles. Por tanto
³ ´
σc K b = {κ ≥ 0} = R+ ,
Ejercicio 2.18. En el ejemplo anterior hemos observado que el espectro del operador
b es positivo. Demuestre que este es siempre el caso, es decir,
autoadjunto positivo K ³ ´
b b ⊆ [0, ∞).
que si A es un operador positivo, entonces σ A
Ejercicio 2.19. Demuestre que las funciones de Hermite son autofunciones del ope-
rador transformada de Fourier. Como consecuencia, pruebe que su espectro puntual
es {0, 1, i, −i} y que carece de espectro continuo.
104 ESPACIOS DE HILBERT
Por abuso del lenguaje se dice que ~un,i es el i-ésimo autovector de Ab con
autovalor an , aun sabiendo que hay infinitos autovectores para un autovalor
dado.
4. De esta forma, considerando todos los posibles espacios propios
ganando de esta forma mayor flexibilidad. Nada impide, por supuesto, que el
parámetro de asignación sea el propio autovalor (como hemos hecho al carac-
terizar el espectro continuo de Xb y Pbx en L2 (R)). Sin embargo, al describir el
b 2
espectro continuo de K en L (R) en el ejemplo 2.52, asignamos los autovalores
© ª
mediante σc (K)b = λ2 /2 . El motivo era, simplemente, que resultaba
λ∈R+
más sencillo normalizar las autofunciones con esta asignación (véase el ejemplo
2.43).
2. Eλ es el espacio propio (no perteneciente al Hilbert y, por tanto, sin estructura
de espacio de Hilbert) formado por todos los autovectores de norma infinita del
operador A b con autovalor aλ . gλ es la multiplicidad de aλ , esto es, la dimensión
de Eλ , que supondremos finita.
3. {~υλ,i }gi=1
λ
es una base lineal ortogonal de Eλ , en el sentido de que todo autovec-
tor impropio ~ ω ∈ Eλ puede escribirse como combinación lineal de los vectores
{~υλ,i }gi=1
λ
:
gi
X
b~
A ω = aλ ω
~ ⇒ ~
ω= ωi~υ λ,i .
i=1
5 5 Lo cual no quiere decir que estén contenidos en un único intervalo continuo. Un ejemplo
típico aparece en física del estado sólido en el que los autovalores del operador asociado
a la energía de un electrón forman “bandas”, entendidas como intervalos continuos en R,
separados entre sí por una distancia conocida como “gap” o “banda prohibida”.
106 ESPACIOS DE HILBERT
w
~= un,i +
wn,i ~ wλ,i~υ λ,i dλ,
n i=1 D i=1
siendo
wn,i = (~
un,i , w)
~ ; wλ,i = (~υ λ,i , w)
~ .
lo que implica
X Z
Ib = Pbn + Pbλ dλ.
n D
b
igualdad denominada descomposición espectral del operador A.
por lo que
Ãg ! Z Ãg !
D ³ ´E X Xn X λ
b
g A = 2
g (an ) |wn,i | + 2
g (aλ ) |wλ,i | dλ.
w
~ D
n i=1 i=1
b) Usando este resultado obtenga la actuación del operador Pbx y del ope-
rador Pbx2 = −d2 /dx2 sobre dicha función sin necesidad de derivar.
c) Dado el escalar real a, construimos el operador unitario exp(iaPbx ). Evalúe
exp(iaPbx )g (x).
Solución:
a) Como ya sabemos, la coordenada k de la función g (x) en la base de ondas planas
es
Z +∞ Z +∞
1
gk = θ ∗k (x) g (x) dx = √ e−ikx g (x) dx = ge (k) ,
−∞ 2π −∞
³ ´ Z +∞ Z +∞
b 1
exp iaPbx g (x) = ge (k) eiaPx θk (x) dk = √ ge (k) eiak eikx dk .
−∞ 2π −∞
escojamos un autovalor del continuo α y un valor positivo ε > 0 todo lo pequeño que
se quiera, pero distinto de cero. Definamos el operador
Z α+ε/2
∆Pbα = Pba da,
α−ε/2
£ ¤
resultado de la integral de Pba sobre el intervalo α − 2ε , α + 2ε ∈ D. Este nuevo
operador es un proyector ortogonal del espacio de Hilbert. En efecto, para cualquier
vector w
~ del Hilbert
Z α+ε/2
∆Pbα w~= (~υa , w)
~ ~υ a da ,
α−ε/2
de manera que
° ° Z α+ε/2
° b °2
°∆Pα w
~° = ~ 2 da < kwk
|(~υa , w)| ~
α−ε/2
Por tanto, ∆Pbα transforma vectores del Hilbert en vectores de norma finita, que son
del Hilbert. A su vez,
³ ´2 Z α+ε/2 ³ ´
∆Pbα w
~ = ~υ a , ∆Pbα w
~ ~υ a da
α−ε/2
Z Ã Z !
α+ε/2 α+ε/2
0
= ~υ a , (~υ a 0 , w)
~ ~υa 0 da ~υa da
α−ε/2 α−ε/2
Por último, no es difícil probar (hágase) que ∆Pbα es autoadjunto. De este modo
podemos construir proyectores ortogonales asociados a un rango, todo lo pequeño
que se quiera pero finito, del autovalor del continuo. El subespacio de Hilbert sobre
el que proyecta ∆Pbα será, en sentido formal,
Z α+ε/2
∆Eα = Ea da
α−ε/2
110 ESPACIOS DE HILBERT
2 √
(si ε es muy pequeño, |ψa | será muy grande, pero siempre finito y de orden 1/ ε).
Si ahora evaluamos la función ∆ψ ~ (α), tenemos
° °
°³ ´ ° °Z α+ε/2 °
° b b ~ ° ° °
∆ψ~ (α) = ° A − αI ψ° = ° (a − α) ψ a~υ a da° =
° α−ε/2 °
sZ sZ
α+ε/2 α+ε/2
1 1 ε
= (a − α)2 |ψa |2 da ' (a − α)2 da = √ ,
α−ε/2 α−ε/2 ε 32
esto es, ∆ψ~ (α) es del orden de ε. Por tanto, podemos interpretar ∆Eα como el
~ (α) es del
subespacio de Hilbert que contiene a todos los vectores para los cuales ∆ψ
orden de ε o menor. Así, podemos escribir la descomposición espectral de la identidad
como
X X
Ib = Pbn + ∆Pbα ,
n b
α∈σc (A)
y donde los autovalores del continuo que escogemos para la suma están separados una
distancia ε. La descomposición espectral del operador será:
X X X Z
b=
A an Pbn + lim α ∆Pbα = an Pbn + a Pba da
ε→0 b)
σ c (A
n b
α∈σ c (A) n
Bajo esta forma de ver las cosas ya podemos entender cómo surgen los autovectores
del continuo. Si consideramos el subespacio de Hilbert ∆Eα y construimos el vector
Z α+ε/2
~α = 1
Υ ~υ a da,
ε α−ε/2
° ° √
°~ °
cuya norma es °Υ α ° = 1/ ε, observamos que la norma del vector crece indefinida-
b A~
bv = P bB~
bv = Bb A~
bv para
Análogamente se tiene B ei ; de donde A
i vi bi ai~
b b b
todo ~v ∈ H por lo que AB = B A. b
h i
Supongamos ahora que A, b B
b = 0 y sea ~ ui un autovector de Ab con
autovalor ai . Entonces
³ ´ ³ ´ ³ ´
b B~
A b ui = B b A~ bui = ai B~ b ui ,
³ ´
de modo que B~ b ui es también un autovector de A b con el mismo auto-
³ ´
valor ai . Si ai no es degenerado es evidente que ~ui y B~ b ui deben ser
b ui = bi ~ui , y así ~
proporcionales; es decir, B~ ui es también autovector de
b
B con autovalor bi .
112 ESPACIOS DE HILBERT
by B
TEOREMA: Sean A b dos operadores autoadjuntos y sean
X X
b=
A an Pban ; b=
B bm Pbbm
n m
by B
sus formas espectrales. Entonces A b conmutan si y sólo si todo proyector espectral
Pa de A conmuta con todo proyector espectral Pbb de B.
b b b (La demostración es sencilla
y queda propuesta como ejercicio).
• Debe notarse que el hecho de que haya una base formada por autovectores de
by B
A b no quiere decir que todo autovector de A b sea necesariamente autovector de
b
B. Lo que sí es cierto es que si definimos Ean ,bk como el subespacio formado por los
autovectores simultáneos de Ab y B,
b el espacio de Hilbert puede escribirse como suma
directa de todos estos subespacios Ean ,bk .
Puede ocurrir que cada subespacio Ean ,bk tenga dimensión unidad. Esto quiere
decir que, salvo constantes multiplicativas, sólo hay un autovector simultáneo de A b
yB b con autovalores an y bk . Como consecuencia (excepto cambios triviales) la base
ortonormal de autovectores comunes de A by B b es única, y cada vector de la misma
está determinado unívocamente por los autovectores correspondientes a an y bk . Aho-
ra bien, también puede suceder que hayan subespacios Ean ,bk con dimensión mayor
que uno. Entonces, el par de valores an , bk no basta para caracterizar un autovector
común de A b y B. b Para discriminar una de las posibles bases ortonormales de Ean ,b
k
(y, por consiguiente, de todo H) necesitaríamos un tercer operador autoadjunto, C, b
que conmute tanto con A b como con B. b Con este tercer operador podremos construir
subespacios Ean ,bk ,cj formados por autovectores simultáneos de A, b B
byC b con autova-
lores an , bk , cj . Si todos los Ean ,bk ,cj tienen dimensión unidad existe una única base
ortonormal del Hilbert caracterizada por los autovalores de sus vectores referidos a
un conjunto de operadores que conmutan entre sí. Si existe algún Ean ,bk ,cj con di-
mensión mayor que uno, habrá que añadir un cuarto operador, y así sucesivamente.
En resumen:
b B,
DEFINICIÓN: Un conjunto de operadores autoadjuntos {A, b C,
b . . . } es un con-
junto compatible si todos ellos conmutan entre sí.
módulo unidad. Cada uno de los vectores de dicha base queda unívocamente determi-
nado por el conjunto de sus autovalores {a, b, c, . . . } para cada uno de los operadores
del CCOC.
Ejemplo 2.54. En el espacio de Hilbert L2 (R), sean los operadores K b =
− (1/2) d2 /dx2 y el operador paridad Πb cuya actuación sobre una función
b (x) = φ (−x).
φ (x) es, recordemos, Πφ
a) Demostrar que ambos operadores conmutan.
b) Obtener una base ortonormal (impropia) de L2 (R) formada por auto-
funciones de K b y Π.
b
Solución:
a) Empecemos probando que K b y Π
b conmutan. Así, sea una función φ (x) ∈ L2 (R).
Entonces,
b Πφ
b (x) 1 d2
K = − φ (−x)
2 dx2
µ 2 ¶ 2
b Kφ
b (x) = Π b − 1 d φ (x) = − 1 d 1 d2
Π φ (−x) = − φ (−x) .
2 dx2 2 d (−x)2 2 dx2
h i
bΠ
Como esto es cierto para cualquier función φ (x), entonces K b =ΠbK b ⇒ Π, b K
b = 0.
b
Πψ q,+1 (x) = ψq,+1 (−x) = ψ q,+1 (x)
b q,−1 (x)
Πψ = ψq,−1 (−x) = −ψ q,−1 (x)
(el coseno es una función par y el seno es impar). Así, ψ q,+1 (x) es autofunción de
la paridad con autovalor +1, mientras que ψ q,−1 (x) lo es con autovalor −1. En
definitiva,
½ ¾
1 1
BK,
b Π
b = √ cos (qx) , √ sin (qx)
π π q≥0
114 ESPACIOS DE HILBERT
(hu1 | + hu1 |) w
~ = hu1 | w
~ + hu2 | w
~ = (~u1 , w)
~ + (~u2 , w)
~ = (~u1 + ~
u2 , w)
~
(hu1 | α∗ ) w
~ = α∗ hu1 | w
~ = α∗ (~
u1 , w)
~ = (α~
u1 , w)
~ ,
• El teorema anterior parece sugerir que existe una correspondencia biunívoca entre
vectores del espacio de Hilbert y bras, construida a partir del producto escalar. Sin
57
embargo, pueden existir formas lineales hφ|, incluso con dominio
³ ´denso, pero para
las que no existe un vector del Hilbert ~φ tal que hφ| w
~ = ~φ, w ~ para todo vector
~ del dominio de hφ|. Veremos inmediatamente que esta es una forma más rigurosa
w
de definir los “vectores no normalizables” que ya conocemos. Empecemos con una
definición.
DEFINICIÓN: Sea hψ| una forma lineal delpespacio de Hilbert H. Definimos la
norma de la forma lineal, denotándose por hψ|ψi, como
p |hψ| ~
u|
hψ|ψi = max .
u∈D(hψ|) k~
uk
(Sepexcluye de la definición ~u = 0, ya que en este caso el cociente estápindeterminado).
Si hψ|ψi = 1 diremos que la forma lineal está normalizada; si p ∈ R, que
hψ|ψi
la forma lineal es normalizable (o de norma finita); por último, si hψ|ψi = ∞
(es decir, si |hψ| ~u| / k~uk no está acotada superiormente) diremos que la forma lineal
tiene norma infinita o que no es normalizable.
A partir de esta definición de norma se tiene el siguiente teorema:
TEOREMA: Sea hu| una forma lineal del espacio de Hilbert H con dominio denso.
La condición necesaria y suficiente para que exista un vector ~
u ∈ H tal que hu| sea el
bra dual de ~up
es que la norma de la forma lineal sea finita. En este caso se cumple,
además, que hu|ui = k~ uk.
Demostración:
Veamos la condición necesaria. Supongamos que hu| es el bra dual de un
u ∈ H. Entonces, usando la desigualdad de Schwarz
~
p |hu| w|
~ (~
u, w)
~ k~uk kwk
~
hu|ui = max = max ≤ max = k~uk ,
w∈H
~ kwk
~ w∈H
~ kwk
~ w∈H
~ kwk
~
p
es decir, hu|ui ≤ k~uk, por lo que la norma del bra p es finita. Además,
si hacemos w ~ =~u la desigualdad se satura, de donde hu|ui = k~uk.
p
Demostremos la condición suficiente, suponiendo que la norma hu|ui
es finita. Esto implica que si {~en } es una base de Fourier contenida en el
dominio de hu|
p
|hu| ~en | ≡ |u∗n | ≤ hu|ui.
5 7 Es decir, existe una base ortonormal del Hilbert “no generalizada” perteneciente al do-
P
De esta manera, dado un vector w
~ = n wn~en ,
X X X
hu| w
~ = hu| wn~en = wn hu| ~en = wn u∗n = (~
u, w)
~
n n n
donde el vector
X X
~
u= un~en = (hu| ~en )∗ ~en
n n
La definición de forma lineal es lo bastante general para que pueden existir formas
lineales hψ| que no estén asociadas a ningún vector del espacio de Hilbert y que, de
acuerdo con el teorema anterior, no sean normalizables. En este contexto, estas formas
lineales de norma infinita no son en absoluto patológicas, ya que lo que importa de
una forma lineal es el resultado de su aplicación sobre un vector del espacio de Hilbert.
Veamos un par de ejemplos:
Ejemplo 2.55. Consideremos el espacio de Hilbert L2 (R) y la forma lineal
hθq |, con q un escalar real, definida mediante la expresión
Z +∞
1 e (q) .
hθq | ψ = √ exp (−iqx) ψ (x) dx ≡ ψ
2π −∞
Demostrar que hθq | tiene norma infinita.
Solución:
Dada una función ψ (x), hθq | ψ no es otra cosa que la transformada de Fourier con
número de onda q. Para ver que esta forma lineal es de norma infinita basta encontrar
una función ψ (x) normalizada para la que |hθq | ψ| sea tan grande como se quiera. Si
escogemos la familia de funciones normalizadas
µ ¶1/4 µ ¶
1 iqx x2
ψ β (x) = e exp − ,
πβ 2 2β 2
con β > 0, entonces
Z +∞ µ ¶1/4 µ ¶ µ 2 ¶1/4
1 1 x2 β
hθ q | ψ = √ exp − 2 dx =
2π −∞ πβ 2 2β π
que se puede hacer arbitrariamente grande aumentando β.
Ejemplo 2.56. Consideremos el espacio de Hilbert L2 (R) y la forma lineal
hδa |, con a un escalar real, definida mediante la expresión
hδa | ψ = ψ (a) .
Demostrar que hδa | tiene norma infinita.
Solución:
Observamos que si ψ (x) es una función,
Z +∞
hδa | ψ = δ (x − a) ψ (x) dx = ψ (a) .
−∞
2.18 Formas lineales. Notación de Dirac(∗) 117
Es decir, la delta de Dirac es, en rigor, una forma lineal. Si ahora consideramos
la familia de funciones normalizadas
µ ¶1/4 µ ¶
1 (x − a)2
ψ β (x) = exp − ,
πβ 2 2β 2
con β > 0, tenemos que
µ ¶1/4
1
hδa | ψ β = ,
πβ 2
que se puede hacer arbitrariamente grande a medida que hacemos tender β a cero.
De esta forma, si hΥ| es una forma lineal de norma infinita, uno puede verse
~ pero ya no perteneciente a un espacio de
tentado a intentar encontrar un vector Υ,
Hilbert, tal que se cumpla
³ ´
hΥ| w ~ w
~ = Υ, ~ , ∀w ~ ∈ D (hΥ|) ⊆ H.
por lo que resulta absurdo distinguir entre Ab+ y Ab† si interpretamos el adjunto de un
operador como el operador asociado a A b (“adjunto de A”)b que actúa en el espacio de
los bras. A su vez, los paréntesis ya no son necesarios y podemos escribir
³ ´ ³ ´
b w,
A ~ ~u = w, ~ Ab† ~u = hw| A b† ~u.
De igual forma
³ ´ ³ ´
b† w,
A ~ ~u = w, bu = hw| A
~ A~ b~u,
118 ESPACIOS DE HILBERT
hφ| ~
u ≡ hφ| |ui ,
hφ| ~
u ≡ hφ | ui .
A su vez, dados dos vectores del Hilbert |ui y |wi, su producto escalar es
(~u, w)
~ = hu | wi ,
esto es, la actuación del bra hu| dual del vector |ui sobre el vector |wi. Con esta
notación, el elemento de matriz de un operador cualquiera A b se escribe como
³ ´
w, bu = hw| A
~ A~ b |ui
donde vi es la i-ésima coordenada de |vi en la base ortonormal {|ei i}. Esto sugiere
escribir la descomposición de la identidad
X
Ib = |ei ihei | ,
i
b con
• En notación de Dirac, se suelen designar a los autovectores de un operador A
el mismo símbolo que el autovalor, esto es,
b |ai = a |ai
A
b con autovalor
y |ai se entiende como el autovector (o autoket) del operador lineal A
a. Análogamente, si ha| es el bra dual de |ai,
b = ha| a
ha| A
independientemente de que Ab sea autoadjunto o no, esto es, el bra dual del autovector
de un operador es “auto-bra” del operador lineal.
Si fuera necesario un índice de degeneración, se añade a la derecha de a:
b |a, ji = a |a, ji ,
A j = 1, 2, ...ga ,
con ga la multiplicidad del autovalor a. De acuerdo con esto, dado un operador auto-
adjunto A,b la descomposición espectral de la identidad se escribe, en el caso más
general, como
ga
X X Z gα
X
Ib = |a, ii ha, i| + |α, ii hα, i| dα,
b)
σ c (A
a∈σ p i=1 i=1
donde ya hemos introducido los kets no normalizables |α, ii entendidos como que sus
b es, por tanto,
bras duales son los hα, i|. La descomposición espectral de A
ga
X X Z gα
X
b=
A a |a, ii ha, i| + α |α, ii hα, i| dα .
b)
σ c (A
a∈σ p i=1 i=1
Análogamente,
ga
X X Z gα
X
b |wi
A ~ = a |a, ii ha, i|wi + α |α, ii hα, i|wi dα ,
b)
σ c (A
a∈σ p i=1 i=1
120 ESPACIOS DE HILBERT
b será
y el valor medio de A
ga
X X Z gα
X
hw|
~ Ab |wi
~ = a hw|a, ii ha, i|wi + α hw|α, ii hα, i|wi
b)
σ c (A
a∈σ p i=1 i=1
ga
X X Z gα
X
2
= a |ha, i|wi| + α |hα, i|wi|2 dα .
b)
σ c (A
a∈σ p i=1 i=1
En general,
³ ´
hw|
~ h A b |wi ~ =
X X ga Z X gα
= h (a) hw|a, ii ha, i|wi + h (α) hw|α, ii hα, i|wi dα
σ c (Ab)
a∈σ p i=1 i=1
X X ga Z Xgα
= h (a) |ha, i|wi|2 + h (α) |hα, i|wi|2 dα .
σ c (Ab)
a∈σ p i=1 i=1
TEOREMA (de Reisz-Fisher): Todos los espacios de Hilbert con igual di-
mensión finita son isomorfos entre sí. Si el espacio de Hilbert es de dimen-
sión infinita y posee bases de Fourier numerables, entones es isomorfo a
C2∞ .
Por ejemplo, consideremos por un lado la base canónica BF = {~e1 , ~e2 , ~e3 , ...} de
C∞ 2
2 y, por el otro, el espacio de funciones L (R) y una de sus bases de Fourier BF =
0
{φ1 (x) , φ2 (x) , φ3 (x) , ...} (por ejemplo, la base de funciones de Hermite). Tomemos
un vector de η (x) ∈ L2 (R) que escribimos como
X
∞
¡ ¢
η (x) = η j φj (x) , siendo η j = φj (x) , η (x) .
j=1
y puede entonces demostrarse que este conjunto de pares ordenados tiene una estruc-
tura de espacio de Hilbert, llamada producto tensorial de L2 (R) y C2 , simbolizán-
dose por L2 (R) ⊗ C2 . Nótese que cualquier elemento de este espacio de Hilbert puede
escribirse como
µ ¶ µ ¶
1 0
[φ (x)] = φ1 (x) + φ2 (x) ,
0 1
esto es, como suma de productos directos de una función de L2 (R) y de un¡ vector
¢
de C2 . En este caso, existe un cierto paralelismo entre el producto φ1 (x) 10 y el
2
producto de un vector de C por un escalar; sin embargo desde un punto de vista
matemático dicho paralelismo no equivale a una definición de producto directo y es
mejor escribir
µ ¶ µ ¶
1 0
[φ (x)] ≡ φ1 (x) ⊗ + φ2 (x) ⊗ .
0 1
122 ESPACIOS DE HILBERT
¡1¢
Esta es una definición, y el producto directo φ1 (x) ⊗ 0
debe entenderse como un
objeto matemático en sí mismo.
• Tras esta discusión ya es más fácil entender la siguiente definición más general de
producto directo.
[1]
DEFINICIÓN: Sean H1 y H2 dos espacios de Hilbert. Simbolicemos por ~φ los
[2] [1]
vectores de H1 y por ~φ los de H2 . El producto directo o tensorial de ~φ y
~φ[2] es el objeto matemático ~φ[1] ⊗ ~φ[2] perteneciente al espacio de Hilbert H1 ⊗ H2 ,
formado por todos los productos directos de vectores de H1 con vectores de H2 y todas
sus posibles combinaciones lineales.
Evidentemente, para que H1 ⊗ H2 sea un espacio vectorial habría que definir una
suma y un producto por un escalar. Si estas dos operaciones se definen de forman
que verifiquen
³ ´
~φ[1] ⊗ ~φ[2] + ~φ[1] ⊗ ~η [2] = ~φ[1] ⊗ ~φ[2] + ~η [2]
³ [1] [2]
´ [1] [2] [1] [2]
α ~φ ⊗ ~φ = α~φ ⊗ ~φ = ~φ ⊗ α~φ ,
[1]
y, además, si ~φ es autovector de A b[1] con autovalor a, se cumple que
³ ´ ³ ´
b[1] ~φ[1] ⊗ ~φ[2] = a ~φ[1] ⊗ ~φ[2]
A
POSTULADOS DE LA
MECÁNICA CUÁNTICA
3.1 Introducción
• En el primer capítulo hemos tratado de justificar brevemente la necesidad de un
nuevo formalismo físico y matemático para la formulación de la Mecánica Cuántica
(M.C.). En el segundo capítulo hemos revisado los conceptos matemáticos básicos
que nos van a servir para establecer los postulados sobre los que se construirá la teoría
formal. Estamos, pues, en disposición de formular la base postulacional de la M.C.
Presentaremos los postulados de la forma más general posible, pero que a la vez
sea claramente asequible para un alumno del primer ciclo de licenciatura con unos
conocimientos matemáticos básicos. Aunque ilustraremos dichos postulados mediante
ejemplos sencillos, la aplicación completa de los mismos se pospondrá al próximo capí-
tulo, donde nos centraremos en el problema de una partícula no relativista sometida
a un potencial unidimensional independiente del tiempo. Sólo en algunos pocos casos
iremos más allá. Pero no nos gustaría que el lector se quedase con la impresión de que
hay que reformular la base postulacional de la M.C. si queremos tratar otro tipo de
sistemas físicos. Estos postulados son generales y se suponen válidos para cualquier
sistema tratable por la M.C., independientemente de su complejidad.
Cerraremos el capítulo con tres secciones dedicadas al problema de la medida en
M.C., los modelos de variables ocultas y el entrelazamiento cuántico, relacionadas con
la interpretación de los postulados de la M.C.
125
126 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
mento lineal. En el capítulo 1 hemos visto que esto ya no resulta posible para un
partícula a escala microscópica, y lo máximo a que podemos aspirar es a conocer
sendas distribuciones de probabilidad, ρ(x) y ρp (p), para los valores de x y p. Tam-
bién vimos que para obtener información relevante acerca de las distintas magnitudes
físicas medibles (los observables) necesitamos operadores que las representen. Estas
ideas son las que formalmente establecen los dos primeros postulados de la M.C.
• Por otra parte, el postulado afirma que al representar el estado por un vector ψ,
toda la información física de ese estado se puede obtener de dicho vector de estado.
Naturalmente, el objetivo del resto de los postulados será determinar cuál es esa
información y cómo se obtiene.
El postulado no dice nada acerca de cuál es el espacio de Hilbert H asociado a un
sistema físico. Principios físicos más generales, junto con el resto de los postulados,
nos dirán cuál es el espacio de Hilbert asociado a un sistema físico concreto, sin olvidar
1 A partir de ahora los vectores de un espacio de Hilbert se simbolizarán por una letra sin
el símbolo de vector. Así identificamos el estado cuántico (ψ) con el vector que lo representa
~
(ψ).
2 Una cuestión distinta es la de si es posible, y cómo, realizar físicamente un estado cuántico
que si un espacio H sirve para estudiar dicho sistema, también servirá cualquier otro
espacio H0 isomorfo al anterior. No obstante, la mayoría de los ejemplos con los
que trabajaremos aquí se refieren a partículas que se mueven en una dimensión. En
este caso, el espacio de Hilbert adecuado (pero no único) es L2 (R), formado por las
funciones complejas de una variable real de cuadrado integrable.
que los observables deberían venir representados por operadores autoadjuntos. Esto
es precisamente el contenido del segundo postulado.
Puesto que A b es un operador autoadjunto, existe una base ortonormal del espacio
b 3 La existencia de esta base es fundamental
de Hilbert formada por autovectores de A.
para que la formulación de los siguientes postulados sea consistente.
• Debido a la notable identificación entre conceptos físicos y matemáticos, identifi-
caremos en la terminología estados con vectores y observables con opera-
dores. Por ejemplo, diremos simplemente “el estado normalizado en un tiempo t es
b en lugar de las expresiones más correctas “el estado
ψ (t)” o “sea el observable A”,
en un tiempo t está descrito por el vector normalizado ψ (t)” o “sea el observable A
b
representado por el operador A”.
3 En esa base pueden haber, como vimos en el capítulo anterior, autovectores impropios.
4 La probabilidad asociada a un autovalor del continuo será analizada un poco más ade-
lante.
3.3 Probabilidad en las medidas de observables 129
la que los vectores de estado evolucionan en el tiempo mientras que los operadores que repre-
sentan a observables físicos no dependen explícitamente del tiempo. Existe una formulación
alternativa (la llamada imagen de Heisenberg ) en la que los vectores de estado no cambian
con el tiempo mientras que sí lo hacen los operadores. En cualquier caso, los resultados
físicos que se obtienen son los mismos ya que dichos resultados surgen, como veremos, de la
aplicación de operadores a vectores de estado.
130 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
ga ga
X ¡ ¢ X ¯¡ ¢¯
Pba ψ = ϕa,i , ψ ϕa,i ⇒ Prψ (a) = ¯ ϕa,i , ψ ¯2 . (3.2)
i=1 i=1
1 3
ψ= φ + φ + 2iφa2 ,
2 a1 ,1 2 a1 ,2
siendo N una constante de normalización adecuada. Por tanto, lo primero que hemos
de hacer es normalizar el estado o, dicho de otra forma, hallar esa constante N.
Teniendo en cuenta la ortonormalidad de los estados propios:
ï ¯ ¯ ¯ !
¯ 1 ¯2 ¯ 3 ¯2 13
kψk2 = |N|2 × ¯¯ ¯¯ + ¯¯ ¯¯ + |2i|2 = |N|2 ,
2 2 2
por lo que
r r
2 2
kψk2 = 1 ⇒ |N| = ⇒ N= exp(is),
13 13
3.3 Probabilidad en las medidas de observables 131
donde s es una fase real cualquiera. Según la discusión posterior al primer postulado,
multiplicar el estado ψ por una constante
p de módulo unidad no tiene trascendencia
física; por tanto escogemos N = 2/13, y
r r r
1 9 16
ψ= φ + φ + iφ
26 a1 ,1 26 a1 ,2 26 a2
es el estado normalizado.
Al medir A b sobre ψ sólo podremos obtener los valores a1 y a2 , puesto que en la
expresión de ψ como combinación lineal de autoestados de Ab sólo aparecen los co-
rrespondientes a estos dos valores.
Las probabilidades se calculan directamente:
r r
1 9 10 5
Pba1 ψ = φ + φ ⇒ Prφ (a1 ) = kPba1 φk2 = =
26 a1 ,1 26 a1 ,2 26 13
y
r
16 16 8
Pba2 ψ = i φ ⇒ Prφ (a2 ) = kPba2 ψk2 = = .
26 a2 26 13
P
donde a debe entenderse como la suma sobre todos los posibles valores de a. Si
ahora usamos (3.1)
X X ³ ´
bψ =
hAi akPba ψk2 = a Pba ψ, Pba ψ .
a a
132 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
b P aPba = A
y usamos la descomposición espectral de A, b (sección 2.16 ), la igualdad
a
(3.3) es completamente análoga a
b ψ = (ψ, Aψ).
hAi b (3.4)
Ahora bien, siguiendo un proceso análogo al que nos condujo a la igualdad (3.4), la
desviación típica puede también obtenerse como:
v* +
³ ´ rD E D E2 u µ D E ¶2
u
b
∆A = b2
A b =t
− A b− A
A b , (3.6)
ψ ψ ψ
ψ
De esta forma
D E 1 9 16 5a1 + 8a2
b
A = a1 + a1 + a2 =
ψ 26 26 26 13
D E 1 2 9 2 16 2 5a21 + 8a22
b2
A = a + a + a = ,
ψ 26 1 26 1 26 2 13
por lo que
rD E s µ ¶2 √
³ ´ D E2 5a21 + 8a22 5a1 + 8a2 2 10
b
∆A = b2
A b =
− A − = |a2 − a1 | .
ψ ψ 13 13 13
gλ
X ¯¡ ¢¯
Prψ [aλ , aλ+dλ ] = ¯ ξ λ,i , ψ ¯2 dλ (3.7)
i=1
bλ
6 Entrecomillamos proyector porque, como hemos visto en la sección 2.16, el operador P
hace corresponder a cada vector de estado un vector que no pertenece al espacio de Hilbert.
134 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Como hemos comentado, el hecho de que al medir una magnitud continua sólo
tenga sentido obtener resultados dentro de un intervalo no debe confundirse con
ningún tipo de limitación experimental. Suponemos que el proceso de medida al que
se refiere el postulado 3 es una medida ideal, en el sentido de que no hay error ni
limitación experimental alguna. Este carácter ideal implica que nuestro aparato de
medida puede discernir intervalos [aλ , aλ+∆λ ] con un valor ∆λ tan pequeño como se
quiera. Sin embargo, el carácter continuo de los posibles resultados de la medida
nos obliga a definir dicho intervalo ∆λ, aunque si ∆λ es lo suficientemente pequeño,
entonces
gλ
X ¯¡ ¢¯
Prψ [aλ , aλ+∆λ ] ' ¯ ξ λ,i , ψ ¯2 ∆λ.
i=1
Aquí se demuestra lo cómodo que resulta que el vector esté escrito como
un desarrollo de Fourier, aunque sea generalizado, de vectores ortonor-
males.
c) De acuerdo con (3.2) y (3.7)
1
Prψ (−E) = |(φ0 , ψ)|2 =
2 ∙ ³ ´ ¸
ε ε 2
Prψ [ε, ε + dε] dε = |(ξ ε , ψ)|2 dε = 2
exp − dε.
E E
medir su energía sólo podemos obtener valores negativos discretos o valores positivos
continuos. En este ejemplo estamos presentando un operador energía que posee estas
características, sólo que su espectro es muy simple.
• A la vista del ejemplo anterior, surgen dos comentarios. El primero está relaciona-
do con la presencia de autoestados no normalizables que, recordemos, representan
a lo sumo situaciones límite. Por ejemplo, ξ ε es un estado con energía ε > 0 bien
definida pero, al no ser normalizable, resulta ser una situación física no realizable.
Ahora bien, es posible calcular, aunque sea de manera formal, la probabilidad de que
al medir otro observable A b en dicho “estado” obtengamos un valor a. Suponiendo
que a pertenece al espectro discreto, la expresión
° °
(A) 1 ° b °2
Prψ (a) = °Pa ξ ε ° , (3.9)
(ξ ε , ξ ε )
puede tomar un valor finito, llamemos α, aunque cada uno de los factores diverja
(hemos incluido un superíndice para indicar que nos estamos refiriendo a este segundo
observable A). El resultado debe interpretarse de la siguiente manera. Si tenemos
un estado con energía media ε y con incertidumbre de la energía prácticamente nula,
entonces α es la probabilidad (con un margen de error infinitesimal) de que al medir
Ab obtengamos el autovalor a. Nótese que (3.9) es una expresión general, que sirve
también para estados no normalizados; aunque conviene insistir que el no normalizar
un vector únicamente complica la aplicación del formalismo.
El segundo comentario viene marcado por el hecho de que, recuperando la analogía
entre el ejemplo 3.4 y el átomo de hidrógeno, el estado cuántico escrito como
1 i
ψ = √ φ0 − √ ζ
2 2
es una superposición de un vector que representa un estado ligado al núcleo (φ0 ) con
otro vector (ζ) que representa un estado que no lo es. Ciertamente parece extraño que
ψ “ni esté ligado” ni “esté no ligado” y que, además, las probabilidades sean iguales
a un 50%. De nuevo conviene insistir en no dejarse influenciar por términos clásicos.
El carácter ligado o no ligado del electrón no deja de ser otro observable y, en este
caso, si lo medimos sólo podemos obtener dos resultados: o está ligado o no lo está.
Cierto es que, justo después de la medida, malo sería que el estado siguiese siendo el
mismo porque entonces, ¡una segunda medida inmediatamente posterior podría dar el
resultado opuesto! Si el resultado de la primera medida dio como resultado “ligado”,
de alguna manera el propio proceso de medición ha de transformar el estado ψ en el
estado φ0 . De lo contrario tendríamos que renunciar a cualquier capacidad predictiva
de la teoría física. Este será el tema que abordaremos en la siguiente sección.
Ejercicio 3.4. Sea el observable f (A), donde f es una función real. Este observable
vendrá representado por el operador autoadjunto f (A). b Demuéstrese que la proba-
bilidad de que al medir f(A) obtengamos un valor b es igual a la probabilidad de
que al medir A b obtengamos un valor a tal que f (a) = b. (Fíjese que puede haber
distintos valores a1 , a2 ,... tales que f (a1 ) = f (a2 ) = ... = b. Entonces la probabilidad
pedida será igual a la suma de cada una de las probabilidades asociadas a los aj ). Sin
embargo, demuéstrese que en general hf (A)i b 6= f (hAi).
b
⎛ ⎞
Medida de A
1
ψ(τ − ) = φ → ⎝ en el instante τ ⎠ → ψ(τ + ) = ° ° b
° b ° Pa φ. (3.10)
da el valor a °Pa φ°
3.4 Reducción del estado cuántico 139
1 XN
ψ(τ + ) = ° N ° Pbaj φ. (3.11)
°X °
° b ° j=1
° Paj φ°
° °
j=1
140 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Fíjese que (3.11) se puede aplicar directamente a medidas con resultado dentro del
espectro continuo, sin más que sustituir las sumas por integrales. Así, si al medir un
observable Ab obtenemos un valor α del continuo pero dentro de un rango (a, a + ∆a),
tal vez asociado (aunque no necesariamente) a la precisión del aparato, entenderemos
que el dispositivo no discrimina valores en ese intervalo. De este modo, si el estado
cuántico justo antes de la medida es ψ, inmediatamente después será
Z a+∆a
1
ψ(τ + ) = °Z a+∆a ° Pbα ψ dα. (3.12)
° ° a
° Pbα ψ dα°
° °
a
y entonces
D E 2 1 4
b
A = × (a) + × (2a) = a.
ΨF 3 3 3
con
Z Z Z √ ∙ ¸
E E E
ε 1 ³ ε ´2
Pbε ψdε = (ξ ε , ψ) ξ ε dε = −i exp − ξ ε dε.
0 0 0 E 2 E
Por tanto
°Z °2 Z ∙ ³ ´ ¸ Z 1
° E ° E
ε ε 2 −u2 1 − e−1
°
° Pbε ψdε°
° = exp − dε = ue du = .
0 0 E2 E 0 2
142 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
con
Z Z √ ∙ ¸
+∞ +∞
ε 1 ³ ε ´2
Pbε ψdε = −i exp − ξ ε dε ,
E E E 2 E
°Z °2 Z
° E ° ∞ 2 e−1
° b °
Pε ψdε° = ... = ue−u du =
° 2
0 1
y así:
r Z √ ∙ ¸
2 +∞
ε 1 ³ ε ´2 e−1
ψ fin = − i exp − ξ ε dε ; Prψ (n) = ' 0.18.
e E E 2 E 2
Naturalmente, Prψ (+) + Prψ (−) + Prψ (n) = 1.
• Ahora podemos entender por qué este proceso se denomina “colapso del estado”.
b el vector de estado se podía escribir como una combinación
Antes de la medida de A,
lineal (o en el caso más general como un desarrollo de Fourier) de autoestados de
b Después de la medida parte de la información que estaba contenida en elementos
A.
de la combinación lineal desaparece, y el estado queda reducido (colapsado) a las
componentes con autovectores cuyos autovalores son congruentes con el resultado de
la medida.
Fig. 3.1. El dispositivo de medida desvía cada partícula en función del resultado−a,
a o 2a de la medida de Ab. El segundo dispositivo mezcla las partículas para las que
la medida de Ab había dado resultado positivo (>0).
• Tras esta digresión, cerremos esta sección con una breve discusión que ilustra las
diferencias entre estados puros, representados por vectores de estado que pueden ser
superposición coherente de otros vectores, y mezclas estadísticas. Imaginemos un haz
de partículas independientes, todas ellas en el mismo estado normalizado
1 1 exp(iπ/6)
φ0 = φ + √ φ2 + φ3 ,
2 1 2 2
donde la interpretación de los estados φ1 , φ2 , φ3 es la del ejemplo 3.5. Supongamos
que este haz atraviesa un dispositivo que efectúa sobre cada partícula una medida
144 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Fig. 3.2. El dispositivo de medida desvía ahora cada partícula en función del signo
de la medida de Ab, pero dicho dispositivo no es capaz de discernir valores concretos
b
de A.
de Ab (véase la figura 3.1). El dispositivo es tal que cada partícula sale en un haz
distinto según haya sido el resultado de la medida. De este modo, el único haz
entrante se separa en 3 haces salientes: el primero (no 1) contiene partículas en el
estado cuántico φ1 ; el segundo (no 2) está formado por partículas en el estado φ2 ; por
último, el tercer haz (no 3) contiene partículas en el estado φ3 . Si el haz primitivo
está formado por 10000 partículas, como N = 10000 es un número grande, podemos
afirmar que en el haz no 1 hay aproximadamente N × 1/4 = 2500 partículas, en el
no 2 hay N × 1/2 = 5000 partículas y en el no 3 hay N × 1/4 = 2500 partículas.
Para terminar este experimento, mediante un segundo dispositivo nos limitamos a
reunir las partículas de los haces no 2 y no 3 pero sin modificar sus estados
cuánticos, . En este nuevo haz (no 4) habrá 7500 partículas, de las cuales 2500
estarán en el estado φ3 y las otras 5000 en el estado φ2 . Diremos que este último
haz está formado por una mezcla o superposición incoherente de partículas en los
estados φ2 y φ3 en la proporción 2:1.
y φ3 con unos coeficientes bien definidos: es, pues, una superposición coherente
de los estados φ2 y φ3 . Que los haces no 4 y no 6 no son entonces iguales resulta
evidente. Las partículas de cada uno de estos haces tienen algo en común: al medir el
observable A se obtendrán sólo los valores a y 2a; pero el haz no 4 procede de medidas
filtrantes que dieron como resultado “o bien a o bien 2a”, mientras que el haz no 6
procede de una única medida filtrante en la que el resultado era simplemente a > 0
(esto es, “a o 2a”, pero sin distinción entre ambos valores).
La diferente naturaleza de estos dos haces se puede ver si consideremos un segundo
observable B b tal que BΨb F = bΨF siendo ΨF el único autoestado (salvo constante
multiplicativa) de B b con autovalor b que, por tanto, es no-degenerado. Así, al medir
Bb sobre una partícula del haz no 6 obtendremos siempre el resultado b. Sin embargo,
si medimos este observable sobre las partículas del haz no 4 existe una probabilidad
no nula de que el resultado de la medida no sea b. En efecto, hemos visto que en
el haz no 4 hay partículas con estados bien definidos φ2 y φ3 en proporción 2:1.
Es decir, hay una probabilidad Prcla (φ2 ) = 2/3 de que la partícula que llega al
detector que mide B b esté en el estado φ2 , y una probabilidad Prcla (φ3 ) = 1/3 de
que la partícula llegue en el estado φ3 . Las hemos denominado Prcla ya que estas
probabilidades son totalmente clásicas: hasta ahora se trata de un caso semejante
a sacar una bola negra (o una bola blanca) de un saco en el que hay bolas blancas
y bolas negras en proporción 2:1. Ahora bien, si resulta que la partícula que llega
al detector es una partícula en el estado φ2 , la probabilidad cuántica de obtener
el resultado b en la medida de B b es Pr(B) (b) = |(ΨF , φ2 )|2 = 2/3. Por otra parte,
φ2
si la partícula que llega al detector está en el estado φ3 , la probabilidad de obtener
(B)
b es Prφ3 (b) = |(ΨF , φ3 )|2 = 1/3. Combinando estos resultados tenemos que la
probabilidad global de obtener el resultado b en medidas realizadas sobre el haz no 4
será
³ ´ ³ ´
(B) (B)
Prno 4 (b) = Prcla (φ2 ) × Prφ2 (b) + Prcla (φ3 ) × Prφ3 (b)
µ ¶ µ ¶
2 2 1 1 5
= × + × = .
3 3 3 3 9
resultado bien diferente a la probabilidad uno obtenida para el haz no 6.
perposición incoherente de sistemas puede verse en las secciones 6.20 a 6.40 del libro de
Wichmann, volumen 4 del Curso de Física de Berkeley (editorial Reverté).
146 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Ejercicio 3.8. En un sistema físico realizamos una medida relacionada con el obser-
vable A. ¿Es posible que como resultado de la medida aumente la incertidumbre de
A? En caso afirmativo, de un ejemplo. En caso negativo, demuéstrelo.
estados no ortogonales entre sí. Por ejemplo, podríamos reunir dos haces procedentes de
aparatos que miden observables distintos y, en consecuencia, los estados de la mezcla no
tendrían por qué ser ortogonales.
3.5 Compatibilidad. Relación de incertidumbre generalizada 147
Analicemos este proceso de medidas sucesivas usando los dos postulados anteri-
b el estado cuántico φ se ha colapsado convirtiéndose
ores. Tras la primera medida de A,
b
en un autoestado ψ a,1 de A con autovalor a (etiquetamos este autoestado con “a, 1”
porque, en principio, a puede ser degenerado). Por lo tanto
³ ´ ³ ´
Pba(A) Pbb Pba(A) φ = Pbb Pba(A) φ ⇒ Pba(A) Pbb Pba(A) = Pbb Pba(A) ,
(B) (B) (B) (B)
(3.15)
³ ´† ³ ´† ³ ´†
Pbb Pba(A) = Pbb Pba(A) = Pba(A) Pbb = Pba(A) Pbb ,
(B) (B) (B) (B)
esto es, cualquier proyector espectral Pbb b conmuta con cualquier proyector
(B)
de B
espectral Pba de A.b En consecuencia:
(A)
b conmuta con
Si ahora recordamos que si cualquier proyector espectral de A
b entonces A
cualquiera de B b y B
b conmutan (y recíprocamente), obtenemos el im-
portantísimo
• Visto este último teorema, que nos permite caracterizar matemáticamente dos
observables medibles simultáneamente, analicemos ahora con más detalle el concepto
de simultaneidad que hemos introducido.
Sean A by B
b dos observables compatibles. Hemos de tener en cuenta que A byB b
no se pueden medir “a la vez” (excepto en el caso de que A b = f (B)),
b puesto que
la medición de Ab implica la interacción del sistema cuántico con un dispositivo que,
en general, será distinto del dispositivo requerido para medir B. b En consecuencia,
b b
por medida simultánea de A y B entendemos que medimos primero un observable e,
inmediatamente después de que se haya producido el colapso cuántico correspon-
diente, medimos el otro. Supongamos que, en el estado cuántico φ, primero medimos
b obteniendo a, y a continuación medimos B
A, b siendo el resultado b. El estado cuántico
final será
pero como Pba y Pbb conmutan, en los dos casos el estado final es el mismo. Nuestro
concepto de simultaneidad significa, por lo tanto, que no importa el orden en el que
se midan estos dos observables. Dicho de otra forma, si los resultados de las medidas
son a y b, el estado final es autoestado común de A b y Bb y sólo con este dato no
podemos inferir cuál fue el observable que se midió en primer lugar.
b con total precisión sig-
Según el espíritu del postulado 3, medir un observable B
nifica reducir un estado cuántico a otro que sea autoestado de B.b Por tanto, si Aby
b son compatibles, los podremos medir simultáneamente con total precisión, puesto
B
que siempre podremos obtener un autoestado común de A b y de B.
b
• Estudiemos ahora una situación más general que va a dar lugar a las célebres
relaciones de incertidumbre de Heisenberg. Dados dos observables Ab y B,
b no necesa-
riamente compatibles, consideremos un tercer observable construido a partir de ellos:
Cb = i[A,
b B],
b 9 y un estado normalizado cualquiera ψ. Se tiene el siguiente resultado
fundamental:
A b − hAi
b0 = A bψ ; b0 = B
B b − hBi
b ψ.
b B]
[A, b = [A
b0 , B
b 0 ]. (3.19)
De esta forma
¯³ h i ´¯ ¯³ h i ´¯ ¯³ ´ ³ ´¯
¯ b Bb ψ ¯¯ = ¯¯ ψ, A b 0 ψ ¯¯ = ¯¯ ψ, A
b0 , B b0 B
b 0 ψ − ψ, B b0 ψ ¯¯ =
b0A
¯ ψ, A,
¯³ ´ ³ ´∗ ¯ ¯ ³ ´¯
¯ b0 b 0 b 0 ψ ¯¯ = 2 ¯¯Im A
b0 ψ, B b 0 ψ ¯¯ .
b0 ψ, B
=¯ A ψ, B ψ − A
y usando (3.18)
¯³ ´¯ ³ ´ ³ ´
¯ b0 b 0 ¯ b · ∆B
b ,
¯ A ψ, B ψ ¯ ≤ ∆A
ψ ψ
b B]
en contradicción con [A, b = ic. La solución a esta contradicción está
en que, puesto que ψ a no es un vector del espacio de Hilbert, no pode-
mos tratar Ab actuando sobre dicho vector como si fuese un operador
autoadjunto. Recordemos que la igualdad
³ ´ ³ ´
b
φ, Aϕ = Aφ,b ϕ
citaciones en el sistema.
152 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
e~
μB = ' 6 × 10−9 eV/Gauss (3.21)
2me
es el llamado magnetón de Bohr del electrón (se ha dado su expresión en el sistema
Gaussiano de unidades electromagnéticas).1 1 El signo menos de (3.20) proviene del
hecho de que la carga del electrón es −e. Puesto que el electrón posee un momento
magnético μe , independientemente de su momento angular existe una energía de
interacción con un campo magnético externo B, que viene dada por
μB
E = −μe · B = ge s · B. (3.22)
~
por lo que el espín del electrón ha de detectarse en experimentos de interacción de la
partícula con un campo magnético.
• Imaginemos ahora que un haz lineal muy poco intenso de electrones se hace pasar
por un dispositivo en el que existe un campo magnético no uniforme orientado en una
dirección, que vamos a suponer es el eje Z (este tipo de dispositivos reciben el nombre
general de Stern-Gerlach o, de manera abreviada, S-G).1 2 La energía de interacción
del electrón con el campo (3.22) será, en este caso,
μB
E = −μe · B ' ge sz B (z) ,
~
donde sz es la componente z del vector de espín. A su vez, debido a la no uniformidad
del campo, aparece una fuerza cuya componente en dicha dirección es
μB ∂B(z)
Fz (z) = −ge sz ,
~ ∂z
por lo que si el electrón atraviesa el dispositivo sufrirá una fuerza proporcional a la
componente z de su espín.
Desde un punto de vista clásico la componente sz del espín, es decir, la proyección
del vector s sobre el eje privilegiado definido por el dispositvo S-G, podría tomar
1 1 El protón también tiene este momento magnético intrínseco, pero en su caso el magnetón
de Bohr es de signo opuesto y unas 2000 veces menor ya que la masa del protón es aproxima-
damente 2000 veces mayor. El neutrón, a pesar de ser una partícula neutra, también tiene un
momento magnético proporcional a su momento de espín s. La explicación de este momento
magnético “anómalo” es que el neutrón no es una partícula elemental en sentido estricto,
al estar compuesto de quarks, cada uno de ellos con espín y carga neta. Admitamos, pues,
en general que las partículas tienen un momento magnético intrínseco que es proporcional a
su vector de espín, dependiendo la constante de proporcionalidad de las propiedades de la
partícula. Esto también será cierto para sistemas formados por varias partículas, como un
núcleo o un átomo.
1 2 Téngase en cuenta que, estrictamente hablando, un campo no uniforme no puede tener
mientras que
à !
(z) 0 ~
ψ− = representa el estado de espín con sz = − bien definido,
1 2
(z) (z)
como se puede ver al verificar de manera directa que sbz ψ ± = ± (~/2) ψ ± .
Supongamos ahora que uno de los dos haces salientes de un Stern-Gerlach orien-
tado en la dirección Z (por ejemplo, el que está formado por electrones en el estado de
(z)
espín ψ+ ) atraviesa otro dispositivo, pero orientado en la dirección X. Se observa
entonces que cada uno de los dos haces salientes tiene igual intensidad. Lo mismo
sucede para el otro haz. Ello quiere decir que el valor esperado de sbx es nulo para los
dos autoestados de sz :
³ ´ ³ ´
(z) (z) (z) (z)
ψ + , sbx ψ + = ψ− , sbx ψ − = 0.
1 3 En realidad, la descripción que estamos dando es una descripción ideal. En la prácti-
lo que equivale a afirmar que las probabilidades de obtener ±~/2 al medir sx son las
mismas. Idéntico resultado se tiene para un Stern-Gerlach orientado en el eje Y o
en cualquier otra dirección perpendicular a Z. Podemos concluir que, en general, si
ψ es autoestado de una componente del espín, el valor esperado de cualquier otra
componente perpendicular del espín es nulo. La asignación (debida a Pauli) de los
operadores sbx , sby asociados a los observables sx , sy
µ ¶ µ ¶
~ 0 1 ~ 0 −i
sbx = ; sby = (3.24)
2 1 0 2 i 0
cumple todas estas propiedades (además de otras más generales que se estudian a un
nivel más avanzado).
de donde, inmediatamente,
à ! à !
(x) 1 1 1 ³ (z) (z)
´
(x) 1 1 1 ³ (z) (z)
´
ψ+ = √ = √ ψ+ + ψ− ; ψ− = √ = √ ψ+ − ψ−
2 1 2 2 −1 2
(3.25)
por lo que
à ! à !
(y) 1 1 1 ³ (z) (z)
´
(y) 1 1 1 ³ (z) (z)
´
ψ+ = √ = √ ψ+ + iψ − ; ψ− = √ = √ ψ + − iψ− .
2 i 2 2 −i 2
(3.26)
Es operativo:
µ ¶2 µ ¶2 µ ¶2
~2 0 1 ~2 0 −i ~2 1 0
sb2 = sb2x + sb2y + sb2z = + +
4 1 0 4 i 0 4 0 −1
µ ¶ µ ¶2 µ ¶2
~2 1 0 ~2 1 0 ~2 1 0 3~2 b
= + + = I.
4 0 1 4 0 1 4 0 1 4
1 2 ~2 b
sb2x = sb2y = sb2z = sb = I. (3.27)
3 4
esto es, sbx y sby no son compatibles y, por tanto, no se pueden medir con precisión
arbitraria. Aplicando la relación de incertidumbre generalizada (3.17), para un estado
cualquiera φ
~ ¯¯ ¯
¯
(∆b
sx )φ (∆b
sy )φ ≥ sz iφ ¯ .
¯hb (3.28)
2
(z) ¡ ¢
Si ahora consideramos φ = ψ + = 10 , tenemos hb sz iφ = ~/2 y hb
sx iφ = hb
sy iφ = 0
porque las probabilidades de obtener ±~/2 al medir sbx y sby son 1/2 para cada uno
de los autoestados de sbz . Así
q r
~2 ~
(∆b sx )φ = hb sx i2φ =
s2x iφ − hb − 02 =
4 2
e, igualmente
~
sy )φ =
(∆b
2
156 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Ejemplo
¡ γ ¢3.11. El estado del espín de un electrón es, en un instante dado,
φ = cos
sin γ
. Calcule, en función de γ ∈ [0, 2π] :
a) las probabilidades de que al medir la componente x del espín se obtengan
los valores +~/2 y −~/2.
b) la incertidumbre de sby .
Solución:
a) El estado está normalizado. Así, usando (3.2):
¯Ã à ! à !!¯2
¯³ ´¯2 ¯ 1 1 cos γ ¯
(sx ) ¯ (x) ¯ ¯ ¯
Pr φ (~/2) = ¯ ψ + , φ ¯ = ¯ √ , ¯
¯ 2 1 sin γ ¯
1 1 + 2 cos γ sin γ 1 + sin (2γ)
= (cos γ + sin γ)2 = = .
2 2 2
Análogamente:
¯Ã à ! à !!¯2
¯³ ´¯2 ¯ 1 1 cos γ ¯
(s ) ¯ (x) ¯ ¯ ¯
Pr φ x (−~/2) = ¯ ψ− , φ ¯ = ¯ √ , ¯
¯ 2 −1 sin γ ¯
1 1 − 2 cos γ sin γ 1 − sin (2γ)
= (cos γ − sin γ)2 = = .
2 2 2
(s ) (s )
Naturalmente Pr φ x (~/2) + Pr φ x (−~/2) = 1
®
b) Como ya sabemos que para cualquier estado s2y = ~2 /4, evaluemos hb
sy iφ :
µµ ¶ µ ¶µ ¶¶
cos γ ~ 0 −i cos γ
hb
sy iφ = (φ, sby φ) = , =
sin γ 2 i 0 sin γ
µµ ¶ µ ¶¶
cos γ ~ −i sin γ
= , =0
sin γ 2 i cos γ
por lo que
~
sy )φ =
(∆b ,
2
independientemente del valor de γ.
estado cuántico de un electrón estará dado por un objeto que es una función de dos
componentes
µ ¶ µ ¶ µ ¶
φ+ (x) 1 0
[Ψ] (x) = = φ+ (x) ⊗ + φ− (x) ⊗ .
φ− (x) 0 1
Este objeto se denomina función espinorial o espinor. Nótese que si el estado está
normalizado, entonces
µ ¶ Z
~ ¯ ¯
PrΨ sz = ± = ¯φ± (x)¯2 dx
2 R
y
Z ³
~ ¯ ¯ ¯ ¯ ´
sz i =
hb ¯φ+ (x)¯2 − ¯φ− (x)¯2 dx.
2 R
sx , sby ] = i~b
[b sz ; sy , sbz ] = i~b
[b sx ; sz , sbx ] = i~b
[b sy ,
∂ b
i~ ψ(t) = Hψ(t) (3.29)
∂t
Nótese que ésta es la primera vez que aparece en la base postulacional la constante
universal ~. La forma explícita de H b dependerá de cuál sea el sistema físico, que a
su vez “sugiere” cuál va a ser el espacio de Hilbert y la representación (en definitiva,
la interpretación física de la base de vectores) que utilicemos en dicho espacio. Por
ejemplo, si el espacio de Hilbert es un espacio de funciones, el operador H b puede
incluir operadores diferenciales de las coordenadas espaciales o del momento lineal,
de modo que la ecuación (3.29) puede ser una ecuación en derivadas parciales. No
obstante, independientemente de cuál sea esta forma explícita, la ecuación (3.29) es
totalmente general, y por sí sola nos va a permitir obtener una serie de resultados
fundamentales que deben satisfacerse en la evolución temporal de un sistema cuántico
cualquiera.
potencial dividida por la masa de la particula. Sin embargo, por simplicidad en la nomen-
clatura, usaremos potencial y energía potencial como sinónimos.
3.7 Evolución temporal de los estados cuánticos 159
Puede ocurrir, por el contrario, que el sistema esté afectado por fuentes externas
cuya evolución temporal sea conocida. Un ejemplo sencillo sería el de una partícula
sometida a la acción de un potencial V (x, t) dependiente explícitamente del tiem-
po. En este caso se puede extender el postulado 5 considerando la existencia de un
b
operador hamiltoniano H(t) que contenga esta dependencia temporal de las fuentes
externas. La ecuación de Schrödinger (3.29) sigue siendo válida, pero ya no podremos
b
decir que H(t) es el operador asociado a la energía total del sistema (entendida la
energía total como aquella magnitud que se conserva en un sistema físico debido a
su invariancia bajo traslaciones temporales). Es por ello por lo que en Mecánica se
prefiere usar el término hamiltoniano en lugar del de energía, aunque en el ejemplo
que acabamos de exponer se cumpla que
b =K
H b + Vb (t)
Al igual que puede ocurrir que el observable hamiltoniano dependa del tiempo,
existen otros observables que también pueden hacerlo. Por ejemplo, el momento
lineal o la posición son observables sin dependencia explícita en el tiempo pero el
impulso lineal, definido para una partícula sometida a una fuerza conservativa como
I(t) = −(t − t0 ) × dV (x)/dx siendo t0 un tiempo de referencia, es un sencillo ejemplo
de observable con dependencia explícita temporal. En los planteamientos formales
más abstractos de la M.C., los observables con dependencia temporal son aquellos
asociados a aparatos de medida que evolucionan en el tiempo. Sin embargo, el registro
final de la medida implica un salto discontinuo que no es descriptible mediante la
ecuación de Schrödinger (ver las secciones que posteriormente se dedican al problema
de la medida). Resulta ya ocioso volver a insistir en que, bajo un punto de vista
matemático, el tiempo es un parámetro que no tiene nada que ver con la estructura
del espacio de Hilbert de los estados.
∂ ³b ´ ³
b U b (t)ψ (0)
´ b (t)
∂U ³
bU
´
b (t) ψ (0)
i~ U(t)ψ (0) = H =⇒ i~ ψ (0) = H
∂t ∂t
y como la anterior igualdad es válida para cualquier estado ψ (0), tenemos la siguiente
identidad entre operadores:
b (t)
∂U
i~ bU
=H b (t) ; (3.31)
∂t
a la que debemos añadir la “condición inicial”
b (0) = I,
U b (3.32)
b n,j = En ϕn,j
Hϕ (3.34)
b
Por tanto, si en un instante dado de tiempo el estado cuántico es autoestado de H,
la evolución temporal del mismo se reduce a un cambio en una constante multiplica-
tiva de módulo unidad. Dicho de otra forma, los autoestados de la energía son
estados estacionarios que no evolucionan físicamente en el tiempo. Así, en un
autoestado de H b ninguna de sus características físicas (valores esperados,
probabilidades de medición, etc.) evoluciona en el tiempo.
tos físicos y los matemáticos continúa sin descanso. Llegará un momento en el que no diremos
“sea un vector de estado que es autovector del operador Pb (que representa el momento lineal)
con autovalor p”, sino simplemente “sea un autoestado de Pb con momento p”.
162 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
• La expresión (3.35) es cierta sólo para estados estacionarios, pero indica cuál es
la mejor forma de obtener la evolución temporal de un estado cualquiera conocida
la condición inicial, esto es, el vector de estado ψ (0) en t = 0. Puesto que, como
acabamos de decir, existe una base de estados estacionarios, podemos escribir el
desarrollo de Fourier de ψ(0) en esta base:1 7
gn gn
XX ¡ ¢ XX
ψ (0) = ϕn,j , ψ (0) ϕn,j = cn,j (0)ϕn,j , (3.36)
n j=1 n j=1
b En un
donde cn,j (0) son las coordenadas de ψ (0) en la base de autoestados de H.
instante cualquiera t, se ha de cumplir que
gn gn
XX ¡ ¢ XX
ψ (t) = ϕn,j , ψ (t) ϕn,j = cn,j (t) ϕn,j . (3.37)
n j=1 n j=1
b
Al aplicar la ecuación (3.29), por la linealidad de ∂/∂t y H,
gn µ ¶ gn gn
XX ∂cn,j (t) XX XX
i~ ϕn,j = b n,j =
cn,j (t)Hϕ cn,j (t)En ϕn,j .
n j=1
∂t n j=1 n j=1
Si dos estados son iguales, son iguales sus coordenadas en una misma base. De esta
manera ha de cumplirse que
∂cn,j (t)
i~ = En cn,j (t), (3.38)
∂t
que tiene como solución
µ ¶
iEn t
cn,j (t) = cn,j (0) exp − . (3.39)
~
Por tanto, la solución general a la ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo es
Ã" g # µ ¶!
X X n
iEn t
ψ (t) = cn,j (0)ϕn,j exp − (3.40)
n j=1
~
¡ ¢
con cn,j (0) = ϕn,j , ψ (0) .
Ejemplo 3.12. Consideremos un cierto sistema físico en el que las energías
b son ε1 , ε2 y ε3 .1 8 Una base ortonormal de
permitidas (autovalores de H)© ª
autoestados de la energía es ϕ1 , ϕ2,1 , ϕ2,2 , ϕ3 (el autovalor ε2 es degene-
rado con multiplicidad dos). En t = 0 el estado cuántico del sistema (ya
normalizado) es
1 n √ o
ψ(0) = √ ϕ1 + 2ϕ2,1 − iϕ2,2 − ϕ3 .
5
b sea discreto. La general-
1 7 Por simplicidad nos limitamos al caso de que el espectro de H
donde ω12 = (ε2 − ε1 ) /~. Observamos así que la evolución del estado es periódica en
el tiempo con periodo T = 2π/ω12 ; concretamente
2π h
ψ(t) = ψ (t + nT ) ; n = 0, 1, 2, ... ; T = = (3.42)
ω12 ε2 − ε1
164 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
y, naturalmente, todas las propiedades físicas del estado poseen similar evolución
temporal.
• Terminemos esta sección insistiendo de nuevo en que la evolución del estado cuán-
tico de un sistema es completamente determinista siempre que no efectuemos una
medida. Al medir una magnitud en el estado, a no ser que el estado sea autoestado
de la magnitud no podemos predecir el resultado de la medida y, por tanto, cuál va
ser el colapso o reducción que va a sufrir el estado. Hay, entonces, una componente
estocástica en la evolución que no puede extraerse del mero conocimiento del vector
de estado ψ (t). Naturalmente, estamos admitiendo que la interpretación de los ante-
riores postulados es la que hemos dado aquí; pero ya hemos señalado que hay físicos
que defienden otras teorías no ortodoxas, pero no por ello menos consistentes. En es-
tas el conocimiento máximo de un estado cuántico no lo da el vector de estado ψ (t).
El carácter probabilista de las mediciones en M.C. no sería entonces una propiedad
esencial de la naturaleza, sino que vendría dado por un conocimiento incompleto del
estado físico. Existirían así una serie de variables ocultas cuyos valores no pueden
inferirse a partir de la representación ψ (t). Si tuviésemos una forma de conocer
dichas variables ocultas podríamos determinar completamente la evolución del sis-
tema, incluyendo los resultados (no las probabilidades) de una posible medida. Estas
teorías, sobre las que hablaremos brevemente al final del capítulo, no quitan validez
alguna al formalismo cuántico tal como lo estamos exponiendo. Sólo cuestionan su
interpretación.
ε1 : ε2 : ... : εN = n1 : n2 : ... : nN
con todos los nj números enteros. ¿Cuál será entonces el periodo T asociado a dicha
evolución temporal?
Sugerencia: imponer la igualdad ψ (t) = ψ(t + nT ) y a partir de ella deducir que para
que exista una solución T se tiene que cumplir la relación de conmensurabilidad entre
las energías.
3.8 Evolución temporal relativa a los observables 165
Por tanto
∂ D bE ∂ ³ b (t)
´
i~ A = i~ ψ (t) , Aψ
∂t t ∂t
b no depende explícitamente de t, esto es ∂ A/∂t
y como A b = 0, podemos escribir
D E µ ¶ µ ¶
∂ b ∂ b b ∂
i~ A = −i~ ψ (t) , Aψ (t) + ψ (t) , Ai~ ψ (t)
∂t t ∂t ∂t
(nótese que hay que tratar los escalares imaginarios correctamente al introducirlos en
un producto escalar: por eso aparece −i en el primer sumando). Utilizando una vez
más el postulado 5,
∂ D bE ³
b (t) , Aψ
´ ³
b (t) + ψ (t) , A bHψ(t)
b
´
i~ A = −Hψ ,
∂t t
b es autoadjunto, luego
pero H
∂ D bE ³ ³
bH
b −H
bA
´ ´
b ψ (t) .
i~ A = ψ (t) , A
∂t t
bH
Como A b −H
bAb = [A,
b H],
b llegamos a la importante ecuación
∂ D bE Dh
b H
b
iE
i~ A = A, (3.43)
∂t t t
que relaciona en cualquier estado ψ (t) la variación temporal del valor medio
de un observable con el valor medio del conmutador del observable con el
hamiltoniano.
1 9 Insistamos otra vez: esto no quiere decir, ni mucho menos, que los valores esperados, o las
donde los sumatorios se extienden sobre los índices y valores correspondientes. Esto
demuestra un importante resultado adicional: si Ab es una constante del movimien-
to, la probabilidad de que al medir A b se obtenga un determinado valor es
constante en el tiempo para cualquier estado cuántico. Obviamente, la recíp-
roca también es cierta: si para cualquier estado las probabilidades son constantes en
el tiempo, los valores medios también lo son y, por tanto, el observable es constante
del movimiento.
Nota importante: se debe recordar que si la medida de A b se realiza hay
colapso cuántico del estado y éste cambia. Así, tras una medida puede
cambiar el valor esperado de una constante de movimiento. Recuerde que
la ecuación de Schrödinger nos indica la evolución temporal del sistema
siempre y cuando no se vea perturbada por un agente exterior, y una
medida lo es.
La compatibilidad entre H b y cualquier constante del movimiento tiene otra im-
portante conclusión. Si queremos construir un CCOC que contenga al hamiltoniano,
3.8 Evolución temporal relativa a los observables 167
dicho CCOC estará formado por constantes del movimiento. Por ejemplo (no in-
cluimos el espín), en el átomo de hidrógeno un CCOC es el conjunto compuesto por
la energía, el cuadrado del momento cinético y su componente z. Cualquier estado de
la base asociada está unívocamente caracterizado por los autovalores εn , ` (` + 1) ~2
y m` ~ de estos tres observables.2 0 Los índices n, ` y m` son los números cuánti-
cos característicos del átomo de hidrógeno en esta descripción. En general, puesto
que, por conveniencia, siempre trabajamos en una base de estados estacionarios, los
números cuánticos están asociados a los valores que toman las diferentes constantes
del movimiento.
• Conviene hacer notar que hay una confusión bastante extendida relativa a este
punto. Si Ab es una constante del movimiento, hAi b t = const. para cualquier estado
cuántico. Esto no tiene nada que ver con el hecho de que, para cualquier observable
b su valor esperado es constante en un estado estacionario (autoestado de la
B,
energía). El hecho hBib t = const. en un estado estacionario no nos aporta nada,
puesto que esta invariancia temporal es debida al carácter estacionario del estado, no
b (que bien puede no conmutar con H).
a ninguna peculiaridad especial de B b
nivel superior. Baste saber que los autovalores de L2 y Lz tienen la forma indicada en el
texto, con ` un entero no negativo y m` un entero.
168 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
(z) ¡ ¢
y ψ + = 10 .
c) Sea φ (t) el estado cuántico. El enunciado indica que en t = 0 se mide la com-
ponente x del espín obteniendo ~/2. Independientemente de cuál fuese el estado
anterior, debido a la reducción o colapso del estado sabemos que justo tras la medida
(véase (3.25))
à !
(x) 1 1 1 ³ (z) (z)
´
φ (0) = ψ+ = √ = √ ψ+ + ψ− .
2 1 2
Así,
Por tanto
hb
sz it = hb
sz i0 .
3.9 Relación de incertidumbre energía-tiempo 169
Veamos ahora las otras dos componentes. De acuerdo con la ecuación (3.43) y usando
álgebra de conmutadores
∂ Dh iE
i~ hb b
sy it = sby , H = h[b
sy , ωb sy , sbz ]it
sz ]it = hω [b
∂t t
sy , sbz ] = i~b
[b sx
de donde
∂ ∂
i~ hb
sy it = hi~ωb
sx it =⇒ hb
sy it = ω hb
sx it (3.45)
∂t ∂t
Esto no parece ayudar mucho, pero si calculamos la derivada con respecto del tiempo
de hb
sx it tenemos que
∂ 1 Dh b
iE 1 1
hb
sx it = sbx , H = h[b
sx , ωb
sz ]it = sy , sbz ]it = −ω hb
hω [b sy it
∂t i~ t i~ i~
y, por tanto
∂2
sy it = −ω2 hb
hb sy it
∂t2
esto es, hb
sy it evoluciona formalmente como un oscilador armónico de frecuencia ω,
cuya solución es
µ ¶
sy it
1 ∂ hb
hb
sy it = hb
sy i0 cos (ωt) + sin (ωt)
ω ∂t t=0
sy it = hb
hb sy i0 cos (ωt) + hb
sx i0 sin (ωt)
1 ∂
hb
sx it = hb
sy it = hb
sx i0 cos (ωt) − hb
sy i0 sin (ωt) .
ω ∂t
Por tanto, el tiempo propio de evolución τ Ab es el tiempo necesario para que el cambio
en el valor esperado de un observable sea del orden de la incertidumbre del mismo
y, figuradamente, el tiempo que debe transcurrir para que el valor medio de A b varíe
apreciablemente (variación del orden de la incertidumbre del observable en el estado).
Si ahora introducimos en (3.46) la ecuación de evolución temporal de los operadores
(3.43) se tiene que
³ ´
∆Ab
τ Ab = ~ ¯¯Dh t ¯
iE
¯.
¯ A,b H
b ¯
t
~
τ Ab ≥ . (3.48)
b
2∆H
Físicamente, si un estado tiene una energía “bastante bien definida” (esto es,
∆H b ' 0) el tiempo propio de evolución de cualquier observable en dicho estado será
grande y, por tanto, el sistema evoluciona lentamente en el tiempo. Recíprocamente,
si existe algún observable para el que τ Ab ' 0 (evolución temporal rápida), necesaria-
mente ∆H b es grande y, en consecuencia, la energía del estado está “mal definida”.
Por último, si el estado es autoestado de la energía, ∆H b = 0, y el tiempo propio de
cualquier observable (no sólo de las constantes del movimiento) es infinito: el estado
no evoluciona de manera alguna y estamos hablando de un estado estacionario.
Ejercicio 3.17. En un sistema físico, las energías permitidas son −ε, 0, +ε. En un
instante t = 0, el estado cuántico (no normalizado) del sistema es
h i (3.49)
bi , Pbj = i~ δij ,
X
A = A (x, px ) −→ b = A(X,
A b Pbx ). (3.52)
b = 1 Pbx2 ,
K (3.53)
2m
y la energía potencial V (x) (si la partícula se mueve bajo la acción de una fuerza
conservativa) está representada por
Vb = V (X),
b (3.54)
b = 1 Pbx2 + V (X).
H b (3.55)
2m
1 ³ b2 b ´
X Px + Pbx X
b2 , (3.57)
2
Por otra parte, ningún postulado nos puede decir cuál es el equivalente clásico
para el espín de una partícula, ya que este es un observable puramente cuántico. La
descripción que hicimos en la sección 3.6 estuvo enteramente basada en considera-
ciones experimentales.
Aclaremos un poco más qué queremos decir en este punto recordando el caso de
la partícula de espín 1/2. La asignación habitual
µ ¶
~/2 0
sbz =
0 −~/2
¡ ¢ ¡ ¢
es consistente con una representación en la que los vectores 10 y 01 simbolizan, res-
(z) (z)
pectivamente, a los estados ψ+ y ψ− con componente z del espín bien definida. Sin
embargo podíamos haber escogido otros vectores ortonormales para representar a los
(z) (z)
estados ψ+ , ψ − y, entonces, el operador asociado a sbz debería cambiarse de acuerdo
con el nuevo convenio. Lo mismo ocurre para los estados de una partícula sin espín.
Lo que importa no es que se pueda representar ese estado mediante una función ψ (x)
de L2 (R), sino el significado físico de la función ψ (x), esto es, la física subyacente a
la regla que asigna a cada estado un vector del espacio de Hilbert. Establecida esta
regla, los operadores representativos de los observables han de obtenerse de manera
consecuente.
• Así, la primera consecuencia inmediata del postulado 6 es que los operadores que
representan a x y px (y al resto de las componentes de la posición y el momento)
han de tener espectro exclusivamente continuo. El motivo es el siguiente:
b tuviese espectro discreto podemos encontrar un autoestado normalizado de la
si X
posición, φa , con autovalor a. Puesto que φa es un vector perteneciente al espacio de
174 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Supongamos que la relación [X b n , Pbx ] = in~X b n−1 se cumple para n y probemos que,
entonces, se cumple para n + 1. Usando, de nuevo, relaciones del álgebra de conmu-
tadores
h i h i h i h i
b n+1 , Pbx
X = XbX b n , Pbx = Xb X b n , Pbx + X,
b Pbx Xbn
= bX
ni~X b n−1 + i~X
b n = (n + 1)i~X
b n,
lo que confirma la expresión. ³ ´ ³ ³ ´ ´
Ejemplo 3.16. Demostrar la relación [f X b , Pbx ] = i~ d f X b / dX
b .
Solución:
Supondremos que la función f (x) es regular y se puede desarrollar en serie³de´po-
tencias. Entonces, podemos escribir el desarrollo simbólico del operador f X b =
P b n
n an X . Combinando ahora la propiedad distributiva de los conmutadores con el
resultado del ejemplo anterior tenemos
h ³ ´ i X h n i X ³ ´
f X b , Pbx = an Xb , Pbx = an ni~X b n−1
n=0 n=1
³ ´
X b
df X
= i~ b n−1 = i~
an nX .
b
dX
n=1
3.10 Observables posición y momento 175
h i h ³ ´i
b Pbxn y X,
Ejercicio 3.18. Calcular los conmutadores X, b f Pbx .
que es el resultado clásico. De idéntica manera se ve que Pby será una constante del
movimiento si el potencial no depende de Yb y lo mismo para las componentes z.
Existe la misma correspondencia entre las reglas clásicas y cuánticas si consideramos
las leyes de conservación relativas al momento angular, como veremos en los dos
siguientes ejemplos.
Ejemplo 3.17. Para una partícula en tres dimensiones, la componente x
del momento cinético clásico es
Lx = ypz − zpy .
Análogamente, las otras dos componentes son
Ly = zpx − xpz
Lz = xpy − ypx .
De esta forma, los operadores que representan de manera natural a las
componentes del momento angular cuántico son
bx
L = Yb Pbz − Z
bPby
Ly = b b
Z Px − X b Pbz
Lz = b Pby − Yb Pbx .
X
a) Compruebe, explícitamente, que L by y L
bx, L b z son autoadjuntos.
b) Demuestre que se satisfacen las llamadas reglas de conmutación del
momento angular
h i
L by
bx , L = i~L bz
h i
by , L
L bz = i~L bx
h i
L bx
bz , L = i~L by .
176 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Solución:
a) Por sustitución directa
b †x = Pbz† Yb † − Pby† Z
L b† = Pbz Yb − Pby Z bPby = L
b = Yb Pbz − Z bx,
Aplicando las reglas del álgebra de conmutadores y, de nuevo, eliminando los conmu-
tadores que son nulos tendremos
h i h i h i
L b y = Yb Pbz , Z
bx, L b Pbx + Pby Z,
b Pbz Xb
h i (3.61)
L by .
b x = i~L
bz , L
Esto es, dos componentes diferentes del momento angular no son compati-
bles. Es también muy interesante que observe el paralelismo entre estos resultados y
los obtenidos para el espín de un electrón.
Ejemplo 3.18. Para una partícula en tres dimensiones que se mueve bajo
la acción de una fuerza central, la energía potencial depende únicamente
de x2 + y 2 + z 2 = r2 . Verifique que
h i h i h i
b x , rb2 = L
L b y , rb2 = Lb z , rb2 = 0 .
Solución:
La metodología del cálculo es idéntica a la del ejemplo anterior:
h i h i
b x , rb2 = Yb Pbz − Z
L bPby , Xb 2 + Yb 2 + Z
b2
h i h i h i h i
b2 − Z
= Yb Pbz , Z bPby , Yb 2 = Yb Pbz , Z b2 − Z b Pby , Yb 2
h i h i h i h i
= Yb Z b + Yb Pbz , Z
b Pbz , Z b Z b−Z bYb Pby , Yb − Z b Pby , Yb Yb
= Yb Z
b (−i~) + Yb (−i~) Z
b−Z
bYb (−i~) − Z
b (−i~) Yb = −2i~Yb Z
b + 2i~Z
bYb .
3.10 Observables posición y momento 177
b e Yb conmutan,
Como Z
h i
b x , rb2 = 0.
L
b =K
H b + V (b
r)
y las tres componentes del momento cinético conmutan con el hamiltoniano, por lo
que son constantes del movimiento, en completo acuerdo con el resultado clásico.
Ejercicio 3.19. Definiendo el observable cuadrado del módulo del momento cinético
como
b2 = L
L b 2x + L
b 2y + L
b 2z ,
comprobar que
h i h i h i
L bx = L
b2, L by = L
b2, L bz = 0
b2, L
Ejercicio 3.20. Verificar que, para una partícula de masa m que se mueve en tres
dimensiones, el observable energía cinética
³ ´
b = 1 Pbx2 + Pby2 + Pbz2
K
2m
conmuta con todas las componentes del momento cinético. Como consecuencia, para
una partícula que se mueve libremente en tres dimensiones el momento cinético será
una constante del movimiento.
V = V (x2 + y 2 ).
b = 1 Pbx2 + V (X).
H b
2m
De acuerdo con la sección 3.8, la evolución temporal del valor medio de la posición
para cualquier estado φ (t) está dada por:
d D bE 1 Dh b b iE
X = X, H .
dt t i~ t
h ³ ´i h i
Pero X,b V X b = 0 y X, b Pbx2 = 2i~Pbx , de modo que finalmente obtenemos
D E D E
d b = 1 Pbx ,
X (3.62)
dt
t m t
del valor medio del momento lineal es igual al valor medio de la fuerza.
Si ahora sustituimos hPbx it de acuerdo con la primera ecuación de Ehrenfest (3.62),
tenemos un resultado completamente equivalente a (3.63):
d2 D b E D ³ ´E
b
m X = F X . (3.64)
dt2 t t
por lo que al operar (3.64) no tenemos por qué obtener exactamente la misma relación
entre los valores esperados de la posición y el momento que en el caso clásico. El
siguiente ejemplo lo aclara.
Ejemplo 3.19. Una partícula de masa m se mueve bajo la acción de un
potencial
V (x) = αxn ,
F (x) = −nαxn−1 ,
por lo que
³ ´
b = −naX
F X b n−1 .
d D bE 1 Db E
X = Px ,
dt t m t
d2 D b E 1 D ³ b ´E nα D b n−1 E
2
X = F X =− X .
dt t m t m t
d2 x nα n−1
=− x
dt2 m
180 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
puesto que, mientras que esta última ecuación es integrable directamente, la relación
cuántica (3.64) no lo es, ya que en general
D E D En−1
b n−1 6= X
X b .
t t
De hecho, sólo será posible su integración en unos pocos casos que son lo que anali-
zamos a continuación.
b) Partícula libre: n = 0.
La energía potencial es constante y la fuerza es nula. Entonces
d2 b d b
hXit = 0 ; hPx it = 0 =⇒ hPbx it = hPbx i0 = const.
dt2 dt
y la solución general es idéntica a la evolución clásica:
b 0 + 1 hPbx i0 t.
b t = hXi
hXi
m
c) Partícula sometida a una fuerza constante: n = 1.
Escribiendo V (x) = −F x tendremos
d2 b F d b
hXit = ; hPx it = F
dt2 m dt
de donde
hPbx it = hPbx i0 + F t
b 0+
b t = hXi 1 b 1F 2
hXi hPx i0 t + t .
m 2m
d) Partícula sometida a una fuerza armónica: n = 2.
Escribiendo V (x) = mω2 x2 /2, la fuerza es F (x)
p = −kx, donde la relación entre
pulsación ω y constante recuperadora k es ω = k/m. Así,
d2 b b t,
hXit = −ω2 hXi
dt2
cuya solución general es
b t = A sin(ωt + δ).
hXi
b 20 + 1
hXi hPbx i20 = A2
m2 ω2
b 0
hXi
mω = tan δ,
hPbx i0
3.11 Ecuaciones de Ehrenfest 181
hPbx i0
hXi
b t = hXi
b 0 cos ωt + sin ωt.
mω
En estos tres casos, y sólo en estos, la analogı́a con la mecánica clásica es completa.
• La expresión (3.64)
d2 D b E 1 D b E
2
X = F X
dt t m t
será exactamente igual a la ecuación del movimiento clásica sólo si, como ya hemos
dicho, hF (X)i
b t = F (hXi b t ). Esto sólo sucede en los tres casos discutidos en el ejemplo
anterior. Sin embargo, consideremos el lı́mite clásico, entendido éste como aquel en el
que |∆X|b hXib t , esto es, cuando la dispersión relativa de la distribución asociada a la
medida de la posición es muy pequeña. En este caso hF (X)i b t ' F (hXib t ) y tendremos
la completa equivalencia entre las ecuaciones del movimiento clásica y cuántica. De
nuevo es interesante que el lector observe que todos estos resultados son consecuencia
directa de las reglas de conmutación canónica dadas en el postulado 6.
d 1 DbE
hb
rit = P , (3.65)
dt m t
d DbE d2
P = m 2 hb
rit = hF (b
r)it (3.66)
dt t dt
con
∂ V (b
r) ∂ V (br) ∂ V (b
r)
r) = −
Fx (b ; r) = −
Fy (b ; r) = −
Fz (b .
∂Xb ∂ Yb ∂Zb
d D bE 1 Dh b b iE 1 Dh b b 2 iE 1 Dh b b b iE
X = X, H = X, Px + X, X Px + Pbx X
b .
dt t i~ t 2im~ t 2τ i~ t
por lo que
d D bE 1 Db E 1 D bE
X = Px + X .
dt t m t τ t
Efectuando el conmutador:
h i
Pbx , X b = −2i~Pbx ,
b Pbx + Pbx X
y nos queda
d Db E 1 Db E
Px = − Px .
dt t τ t
cuya solución es
D E µ ¶ D E µ ¶
b = a0 exp t − τ Pbx exp − t ,
X
t τ 2m 0 τ
3.12 El problema de la medida en Mecánica Cuántica(∗) 183
siendo
D E D E
b + τ Pbx .
a0 = X
0 2m 0
(M )
indicadora, o “puntero”) sea φk permite inferir al experimentador que el resultado
ha sido ak . El proceso ha sido, entonces
(S) (S) (M )
ψ k Φ(M) −→ ψ k φk . (3.67)
Naturalmente, el proceso (3.67) ha de ser similar para todos los posibles autovalores
ak . A su vez hemos de admitir que, si los estados iniciales de S son respectivamente
(S) (S) (M ) (M)
ψk y ψk0 , entonces los estados finales de M, φk y φk0 , han de ser necesariamente
distintos, puesto que de lo contrario la medida no sería efectiva.
Supongamos ahora la situación más común, en la que el estado Ψ(S) no es un
b sino que es de la forma
autoestado de A,
X (S)
X
Ψ(S) = αk ψ k con |αk |2 = 1.
k k
(S) (M )
Esto nos indica que el resultado es una superposición coherente de los estados ψ k φk ,
pero no podemos afirmar que sea uno de ellos en particular. Vemos, pues, que esta
argumentación no nos permite afirmar que podemos medir realmente el observable
b
A.
Para poder afirmar que se ha producido la medida, es precisa la evolución
(S) (M)
Ψ(S) Φ(M ) −→ ψ k φk , (3.69)
la cual sabemos que tiene una probabilidad |αk |2 de producirse. Pero esta evolución,
como acabamos de ver, contradice el carácter lineal del Hamiltoniano del sistema
interactuante S + M. La medida, entendida de esta forma, contradice las leyes de
3.12 El problema de la medida en Mecánica Cuántica(∗) 185
evolución normal de un sistema físico y esto fue lo que obligó a von Neumann2 6 a
postular que en algún momento
P se producía la transición discontinua desde el esta-
(S) (M) (S) (M )
do superposición coherente k αk ψ k φk hasta un estado ψ k φk . Éste es el
postulado 4, que introduce como ya dijimos un cambio discontinuo, irreversible
y aleatorio en el estado Ψ(S) , cambio que, como es evidente, no está regido por
hamiltoniano alguno.
La cuestión que se plantea ahora es cuándo se produce la reducción
X (S) (M) (S) (M )
αk ψk φk −→ ψ k φk , (3.70)
k
esto es, cuándo podemos decir que la medida se ha realizado efectivamente. Von
Neumann parece sugerir que es cuando el observador lee el registro del aparato, esto
es, cuando inspecciona el estado cuántico de M. Es entonces el propio observador
quien al “ver” la indicación de la aguja, “decide” que el aparato M está en el estado
(M ) (S)
φk y, por lo tanto, que el sistema S ha quedado colapsado al estado ψk . La
reducción parece entonces estar desencadenada por un proceso mental del observador,
proceso que no puede seguir las leyes de la M.C. ya que entonces entraríamos en un
proceso de medidas del aparato de medida que no tendría fin. Esta interpretación
aparece todavía más patente en un libro posterior de F. London y E. Bauer, que
confiere a la medida un carácter inequívocamente subjetivo.
por R. Penrose) según la cual la reducción objetiva del estado cuántico sería un proceso de
tipo gravitatorio que implica un desplazamiento de masa dentro del aparato. No obstante,
los detalles de este proceso no podrían determinarse hasta que no exista una unión adecuada
de la mecánica cuántica y la relatividad general.
188 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
• La solución más sencilla para salvar el principio de acción local es, naturalmente,
suponer que el estado ψ del espín total no contiene la información completa del esta-
do cuántico. Las teorías de variables ocultas van encaminadas en esta dirección.
Tales variables pertenecen a un nivel “subcuántico” inobservable, y las variables ob-
servables del nivel cuántico resultarían de promedios realizados sobre una distribución
de variables ocultas. Según esto, la M.C. no sería la teoría más profunda y completa
de la naturaleza, sino que permanecería en un nivel de descripción más grosero.
Se puede establecer una cierta analogía entre “variables ocultas frente a estados
cuánticos” y “estados coherentes frente a estados mezcla incoherentes” (véase sección
3.4). Como ya vimos, si reunimos dos haces de partículas provenientes de sendas
medidas de sbz con resultados opuestos, sabemos que cada una de las partículas está
(z) (z)
o en el estado ψ + o en el estado ψ− ;3 0 pero puesto que nuestras partículas se han
mezclado, no podemos predecir a ciencia cierta cuál es el estado de una partícula
(z)
en concreto y decimos que su estado es una mezcla incoherente de los estados ψ +
(z)
y ψ− . Este desconocimiento no es debido a un principio físico profundo, sino al
desconocimiento de todos los datos posibles de cada una de las partículas del haz
(esto es similar a nuestro desconocimiento del color de la bola que vamos a sacar de
una bolsa con bolas blancas y negras). Sin embargo, según la mecánica cuántica,
(x)
si la partícula está en el estado ψ + nuestro desconocimiento previo del resultado
de una medida concreta de sbz (puede ser +~/2 o −~/2 con igual probabilidad) sí
es un principio físico fundamental. Las teorías de variables ocultas, por el contrario,
(x)
propugnan que este estado ψ + es también una mezcla estadística de estados definidos
a un nivel más fundamental por los valores que toman las variables ocultas; y, en este
nivel de descripción, no habría ninguna incertidumbre estadística en las medidas.
Así, en el caso propuesto por EPR, al disociarse la molécula cada uno de los átomos
tenía “impreso” en sus variables ocultas cuál iba a ser el resultado de las posteriores
medidas de cualquier componente de sus espines. No existiría entonces la correlación
entre los dos átomos separados espacialmente y el resultado de la medida sobre uno
de ellos no afecta al estado del otro, puesto que todo ya estaba determinado desde el
momento en el que se produjo la disociación.
que ninguna teoría de variables ocultas podía dar lugar a predicciones más precisas
que las de la M.C. Las teorías de variables ocultas serían entonces irrelevantes o
innecesarias. Esta demostración fue aceptada de forma un tanto acrítica durante más
de veinte años, pese a que en los años 50 se propusieron algunas teorías de variables
ocultas que, aunque demasiado simples, contradecían la afirmación de von Neumann.
Pero, en un examen más profundo de la demostración, Jauch y Piron encontraron
una circularidad en el argumento de von Neumann: una de sus hipótesis de partida
suponía parte de lo que se quería probar. Una nueva demostración de Jauch y Piron
en una línea diferente a la anterior fue también objeto de críticas similares. De esta
forma, quedaba abierta en principio la puerta a la formulación de teorías de variables
ocultas.
• Sin entrar en detalles, que exceden con mucho el nivel en el que nos movemos, hay
un primer tipo de teorías de variables ocultas que no pretenden salvar el principio de
acción local, sino justificar las predicciones probabilísticas de la M.C. (esta línea ha
sido seguida, entre otros, por Bohm). El esquema es, en lenguaje figurado, similar al
que se tiene en física estadística, en el que los valores medios macroscópicos se obtienen
como promedios a partir de los estados microscópicos que forman el sistema y que se
distribuyen de manera conocida cuando el sistema está en equilibrio termodinámico.
De esta forma, las propiedades del estado cuántico ψ serían un promedio sobre las
distribuciones de los valores que toman las variables ocultas. Estas variables ocultas
se podrían manifestar experimentalmente justamente después de una medición, si no
ha habido tiempo para que la distribución de variables ocultas se relaje y vuelva a ser
la correspondiente al equilibrio termodinámico. En este caso, una segunda medida
daría un resultado contrario al predicho por la M.C. ya que éste viene dado por
configuraciones de equilibrio de los valores de las variables ocultas. Experimentos
llevados por Papaliolos en 1967, no dieron resultados que violasen las predicciones de
la M.C., pero tampoco sirvieron para desechar definitivamente la idea de Bohm. A
este tipo de variables ocultas se les denomina variables ocultas de primera especie.
Si en lugar de querer justificar las leyes de la M.C. se pone el énfasis en el principio
de acción local se tiene la línea iniciada por J. S. Bell. En primer lugar, demostró un
teorema menos restrictivo que el de von Neumann; a saber que ninguna teoría local
de variables ocultas puede dar resultados más precisos que los de la M.C. La novedad
aquí es la introducción de la hipótesis de localidad. Veamos lo que esto significa.
Supongamos en el ejemplo anterior que hemos medido el espín del primer átomo. Si,
una vez conocido el resultado, se puede enviar una señal con velocidad infinita al
átomo 2, éste, cuyo espín no estaba definida antes de la medida en 1, puede adquirir
el valor necesario para compensar el resultado de la medida del espín en el átomo 1.
En otras palabras, la medida en 1 puede afectar instantáneamente al sistema 2, que
por tanto no se puede considerar separado localmente del primero. Esto es lo que
ocurre esencialmente en la explicación ortodoxa del experimento.
Sin embargo, ninguna señal puede propagarse a velocidad mayor que la de la luz.
De esta manera, si el subsistema 1 se ha medido en un instante t1 , podemos afirmar
que el subsistema 2 no se verá afectado por esta medida al menos hasta el instante t2 =
t1 + d/c, siendo d la separación espacial entre ambos. Entonces, al menos durante el
intervalo (t1 , t2 ) los sistemas 1 y 2 pueden considerarse separados. Matemáticamente
esto quiere decir que, en este lapso de tiempo, las distribuciones de los valores de
3.13 Introducción a los modelos de variables ocultas(∗) 191
las variables ocultas en los dos subsistemas son independientes entre sí. Las teorías
de variables ocultas (de segunda especie) que contemplan este hecho se denominan
locales, aunque sería más correcto decir separables. Siguiendo esta hipótesis, Bell
dedujo unas desigualdades matemáticas entre resultados de medidas realizadas en el
átomo 1 y 2 que tendrían que satisfacerse si una teoría local de variables ocultas fuese
cierta. Los experimentos realizados desde entonces hasta la fecha, en especial los
realizados por Aspect en la década de los ochenta, han mostrado sistemáticamente la
violación de las desigualdades de Bell, dando la razón a la Mecánica Cuántica.
3.14 Entrelazamiento(∗)
• Volvamos al gato de Schrödinger. Vimos al discutir esta paradoja que el estado
del sistema gato+átomo en interacción es
1 ³ (A) (A)
´
ΥI = √ ψ(G) v φ0 + ψ(G)
m φ1 . (3.71)
2
Nótese que esto no es lo mismo que
1 ³ ´ 1 ³ ´
ΥII = √ ψ (G)v + ψ(G)
m √ φ(A)
0
(A)
+ φ1 . (3.72)
2 2
En efecto, el estado ΥII es un producto tensorial de un estado del gato por un
estado del átomo. Uno puede evolucionar independientemente del otro. De hecho,
si viéramos que³el gato estaba ´ vivo, el estado cuántico del sistema gato+átomo co-
(G) (A) (A)
lapsaría a ψv φ0 + φ1 , y el átomo seguiría estando en una superposición de
estados desintegrado y no desintegrado.
Por el contrario, el estado ΥI es una suma de productos tensoriales de estados
del gato por estados del átomo. En este caso, ver que el gato está en el estado ψ (G)
v
(A)
implica que el estado del sistema gato+átomo ha colapsado a ψ (G) v φ0 y el átomo
(A)
está necesariamente en el estado φ0 . Se dice entonces que en ΥI los estados del gato
31
y el átomo están “entrelazados”.
• Como vimos, en este caso el gato jugaba simplemente el papel de un aparato
de medida para el estado del átomo, y ambos estaban interaccionando durante un
cierto tiempo y próximos en el espacio. Sin embargo, el entrelazamiento va más lejos
y los subsistemas entrelazados pueden haber dejado de actuar y encontrarse a gran
distancia unos de otros. Vimos que esto es lo que ocurría con nuestro par de átomos
del experimento EPR. Tras la desintegración de la molécula de momento cinético nulo
tenemos un estado de la forma
1 ³ (1z) (2z) (1z) (2z)
´
Ψ = √ ψ+ ψ− − ψ− ψ+ . (3.73)
2
(1z)
Aquí ψ+ es el autoestado del átomo 1 (el que viaja, por ejemplo, hacia la izquierda)
correspondiente al autovalor positivo del operador de espín en la dirección del eje
(2z)
z, es decir, de sbz ; mientras que ψ− sería el autoestado del átomo 2 (el que viaja
hacia la derecha) correspondiente al autovalor negativo del mismo operador. Así,
3 1 Nótese que ΥII puede escribirse también como
1 ³ (G) (A) (G) (A) (G) (A) (G) (A)
´
ΥII = ψ v φ0 + ψ v φ1 + ψ m φ0 + ψ m φ1 ,
2
que a primera vista puede parecer un estado entrelazado. Que no es así es fácil de ver, pues
(G)
la observación
³ del ´gato vivo elimina los términos en los que aparece ψ m y deja de nuevo
(G) (A) (A)
ψv φ0 + φ1 .
3.14 Entrelazamiento(∗) 193
• Como ya hemos visto, el hecho de que una medida sobre un sistema afecte a
otro sistema “localmente separado” con el que, pese a todo, está entrelazado, nos
lleva a un posible conflicto con la relatividad. En efecto, pensemos de nuevo en
el estado entrelazado (3.73). Si un observador O1 hace una medida de sbz sobre la
partícula 1 y encuentra un valor positivo (es decir, tras la medida la partícula 1
194 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
(1z) (2z)
queda en el estado ψ+ ), la partícula 2 habrá quedado en el estado ψ − , y un
observador O2 que haga una medida de sbz sobre la misma encontrará necesariamente
un valor negativo. Recíprocamente, si O1 encuentra un valor negativo, “sabe” que O2
encontrará necesariamente un valor positivo si mide sbz . Parece entonces que hemos
encontrado un medio de comunicación instantánea entre los observadores O1 y O2
(siempre, claro está, que cada uno de ellos tenga acceso a un miembro de un par
entrelazado, lo que es perfectamente posible en principio). Sin embargo, esto no puede
transmitir ninguna información real: en efecto, O1 “sabe” que si él ha encontrado un
valor positivo, O2 encontrará necesariamente un valor negativo, pero O1 no sabe por
adelantado qué valor va a encontrar él mismo al medir la partícula 1, de modo que
no puede codificar ningún mensaje con sus medidas.
Pero hay otra posibilidad. El par entrelazado puede definirse también mediante
el estado
1 ³ (1x) (2x) (1x) (2x)
´
Ψ = √ ψ+ ψ− − ψ− ψ+ , (3.74)
2
de sacar copias de estados cuánticos. Pero esto está prohibido precisamente por la
mecánica cuántica. Esto es lo que se llama teorema de imposibilidad de clonación.
En efecto, supongamos que existe una máquina M de clonar estados cuánticos.
Inicialmente tenemos la máquina de clonar en un estado Ψ(M ) , un sistema 1 en un
(1) (2)
estado a clonar Φa y otro sistema 2 similar al anterior en un estado “en blanco” Φ0 ,
(2)
que vamos a transformar en Φa (similar a la hoja en blanco en una fotocopiadora
sobre la que queremos hacer la copia de otra hoja).3 2 El estado total del sistema
(1) (2)
máquina+sistema a clonar+sistema en blanco es un producto tensorial Ψ(M) Φa Φ0 .
(1) (2)
Una vez hecha la copia, el original Φa sigue existiendo, el estado Φ0 ha pasado a
(2)
ser Φa y la máquina ha quedado en un estado ψ(M a
)
. Es decir, el sistema total ha
experimentado la evolución
(2)
Ψ(M ) Φ(1)
a Φ0 −→ ψ (M)
a Φ(1) (2)
a Φa .
Pero la evolución cuántica es una evolución unitaria que conserva el valor de los
productos escalares. Es decir, el producto escalar de los estados iniciales debe tener
el mismo valor que el producto escalar de los estados finales
³ ´ ³ ´
(2) (M ) (1) (2) (M) (1) (2)
Ψ(M) Φ(1)
a Φ0 , Ψ Φb Φ0 = ψ (M)
a Φ(1) (2)
a Φa , ψ b Φb Φb ,
y por la definición del producto escalar en espacios de Hilbert que son productos
tensoriales de espacios simples
³ ´³ ´³ ´ ³ ´³ ´³ ´
(1) (2) (2) (M ) (1) (2)
Ψ(M ) , Ψ(M) Φ(1)
a , Φb Φ0 , Φ0 = ψ (M)
a , ψb Φ(1)
a , Φb Φ(2)
a , Φb ,
es decir,
³ ´ ³ ´ ³ ´2
(2) (M ) (2)
Φ(2)
a , Φb = ψ (M)
a , ψb · Φ(2)
a , Φb ,
(M )
igualdad que solo puede cumplirse si Φa = Φb (y, por lo tanto ψ (M) a = ψb ) o si
(Φa , Φb ) = 0 (es decir, si Φa y Φb son ortogonales). Por lo tanto, el carácter lineal y
unitario de la evolución en mecánica cuántica implica que una máquina de clonar sólo
puede clonar un estado dado y estados ortogonales al mismo, pero no puede clonar
con exactitud ningún otro estado cuántico. Nótese, sin embargo, que esto no excluye
la reproducción del estado cuántico de un sistema en otro sistema similar, aunque en
tal caso el estado original del primer sistema queda necesariamente destruido.
3 2 Evidentemente, el clon del original se hace en otro sistema físico idéntico que admita los
Problemas resueltos
Problema 3.1. Considere un dispositivo de Stern-Gerlach orientado en
una dirección genérica del espacio dada por el versor
sbn = n·b
s = (sin θ cos φ) sbx + (sin θ sin φ) sby + (cos θ) sbz .
Tenemos ahora que calcular las probabilidades de que al medir sbn obtengamos los
valores ±~/2, para lo que habríamos de obtener los autoestados de sbn . Aunque esto
no es en absoluto difícil, en este caso no resulta necesario ya que para cualquier estado
Ψ se tiene
∙ µ ¶ µ ¶¸
~ ~ ~
hb
sn iΨ = PrΨ + − PrΨ − ,
2 2 2
donde PrΨ (±~/2) es la probabilidad de que al medir sbn obtengamos ±~/2. Como,
además,
µ ¶ µ ¶
~ ~
PrΨ + + PrΨ − =1
2 2
inmediatamente
µ ¶ µ ¶
~ 1 1 ~ 1 1
PrΨ + = + hb
sn iΨ ; PrΨ − = − hb
sn iΨ ,
2 2 ~ 2 2 ~
En consecuencia,
µ ¶ µ ¶
~ 1 + cos θ ~ 1 − cos θ
PrΨ + = ; PrΨ − = ,
2 2 2 2
Problemas resueltos 197
Solución:
La utilización del signo de derivada parcial simplemente enfatiza que λ ha de conside-
rarse como un parámetro independiente. Por tanto, si C (λ) es un objeto dependiente
de λ (da igual que sea un escalar, un vector, o un operador) escribimos
∂ ψ (λ)
ψ (λ + dλ) = ψ (λ) + dλ
∂λ
(lo mismo para φ), donde el límite se da por supuesto. Así,
³ ´
∂ ψ (λ) + dλ ∂ ψ(λ)
∂λ
, φ (λ) + dλ ∂ φ(λ)
∂λ
− (ψ (λ) , φ (λ))
(ψ (λ) , φ (λ)) = lim ,
∂λ dλ→0 dλ
y aplicando las reglas de linealidad del producto escalar se tiene, tras simplificar, que
µ ¶ µ ¶
∂ ∂ ∂
(ψ (λ) , φ (λ)) = ψ (λ) , φ (λ) + ψ (λ) , φ (λ)
∂λ ∂λ ∂λ
µ ¶
∂ ∂
+ φ (λ) , φ (λ) lim {dλ} .
∂λ ∂λ dλ→0
Solución:
Sea el estado cuántico ψ (t). Su norma al cuadrado es
∂ ∂ ∂
kψ (t) k2 = 2kψ (t) k kψ (t) k = 0 =⇒ kψ (t) k = 0
∂t ∂t ∂t
b
Problema 3.4. Sea H(λ) el hamiltoniano de un sistema que depende de un
parámetro λ, y sea E(λ) el valor propio de la energía correspondiente al
autoestado ψ(λ). Demostrar que E(λ) satisface la relación
* +
∂E(λ) b
∂ H(λ)
= .
∂λ ∂λ
ψ(λ)
E(λ) = ψ(λ), H(λ)ψ(λ)
b . Entonces
∂E(λ) ∂ψ(λ) b ∂ b
= , H(λ)ψ(λ) + ψ(λ), H(λ)ψ(λ) =
∂λ ∂λ ∂λ
∂ψ(λ) b ∂ψ(λ)
= , H(λ)ψ(λ) + ψ(λ), H(λ)
b
∂λ ∂λ
!
∂ H(λ)
b
+ ψ(λ), ψ(λ)
∂λ
∂ψ(λ) ∂ψ(λ)
= E(λ) , ψ(λ) + ψ(λ),
∂λ ∂λ
!
∂ H(λ)
b
+ ψ(λ), ψ(λ)
∂λ
!
∂ ∂ H(λ)
kψ(λ)k2 + ψ(λ),
b
= E(λ) ψ(λ) .
∂λ ∂λ
b Pbx 6= (X
donde hemos usado la regla de conmutación canónica. Puesto que X b Pbx )† , el
b b b b
operador X Px no es autoadjunto. De igual manera se demuestra que Px X tampoco
es autoadjunto. Sin embargo,
³ ´† ³ ´† ³ ´†
b Pbx + Pbx X
X b = X b = Pbx X
b Pbx + Pbx X b +X
b Pbx
im h b b 2 i i h i
b2 = i
³h i h i´
H, X = Pbx2 , X Pbx2 , Xb Xb +X b
b Pbx2 , X
~ 2~ 2~
i ³ ´
= −2i~Pbx X b − 2i~Xb Pbx = X b Pbx + Pbx X.
b
2~
c) De lo anterior resulta que, para un estado estacionario ψ, esto es, para un autoes-
tado de la energía tal que Hψ b = Eψ:
D E im h³ b b 2 ´ ³ b 2 b ´i
Xb Pbx + Pbx X
b = ψ, H X ψ − ψ, X Hψ
ψ ~
im h³ ´ ³ ´i
= b X
Hψ, b 2 ψ − ψ, X b 2 Hψ
b
~ µD E
im D E ¶
= E Xb2 − X b2 = 0.
~ ψ ψ
Problema
³ ´ 3.8. Consideremos un sistema con un potencial de la forma
V X b = aX b n , con n entero, y sea ψ un estado estacionario del sistema.
Demostrar que entre los valores esperados de los observables K b (energía
cinética) y Vb (energía potencial) existe la relación
D E n DbE
b
K = V
ψ 2 ψ
y
h i h i h i
b Pbx + Pbx X,
X b aX bn = a X b Pbx , Xb n + a Pbx X,
b X bn
h i h i
= aX b n + a Pbx , X
b Pbx , X bn X b = −a2i~nX b n.
Así pues
* +
Dh iE Pbx2
b Pbx + Pbx X,
X b Hb = 4i~ bn
− 2i~naX =0
ψ 2m
ψ
o lo que es lo mismo
D E n DbE
b
K = V .
ψ 2 ψ
L b x + iL
b+ = L by ; b− = L
L b x − iL
by .
b−, L
De modo análogo se obtiene [L b z ] = ~Lb−.
Por otra parte
h i h i
L b−
b+, L = b x + iL
L by , Lb x − iLby
h i h i h i h i
= bx, L
L bx + i L by , L
bx − i Lbx , L
by + Lby , L
by
h i
= −2i L bx, Lb y = 2~L bz .
b = 1 Pbx2 ,
H
2m
los valores esperados del momento y la posición evolucionan en el tiempo como
D E D E D E D E D E
b = X
X b + 1 Pbx t ; Pbx = Pbx .
t 0 m 0 t 0
Problemas resueltos 203
d D b 2E i Dh b 2 b iE
X =− X ,H .
dt t ~ t
d D b 2E 1 Dbb E
X = X Px + Pbx X
b .
dt t m t
b 2:
Calculemos ahora la segunda derivada temporal del valor medio de X
d2 D b 2 E 1 d Dbb E
X = X Px + Pbx X
b
dt2 t m dt t
i Dh b b iE
= − 2
X Px + Pbx X, b Pbx2 .
2m ~ t
d2 D b 2 E 2 D b2 E 2 D b2 E
X = P x = Px ,
dt2 t m2 t m2 0
puesto que acabamos de ver que Pbx2 es constante del movimiento. Integrando esta
última ecuación:
D E D E µ D E ¶¯
b2 b2 + d X b2
¯
¯ 1 D b2 E 2
X = X ¯ t + Px t
t 0 dt t t=0 m2 0
D E D E D E
= b2 + 1 X
X b Pbx + Pbx Xb t + 1 Pbx2 t2
0 m 0 m 2 0
³ ´ rD E D E2 rD E D E2 ³ ´
∆Pbx = Pbx2 − Pbx = Pbx2 − Pbx = ∆Pbx
t t t 0 0 0
204 POSTULADOS DE LA MECÁNICA CUÁNTICA
de donde
v ³ ´2 D E D E D E
u
³ ´ u³ ´2 ∆Pbx b Pbx + Pbx X
X b b
−2 X Pbx
t
b
∆X = b
∆X + 0
t2 + 0 0 0
t.
t 0 m2 m
Capítulo 4
LA FUNCIÓN DE ONDA.
SISTEMAS SIMPLES
4.1 Introducción
• En el capítulo anterior hemos expuesto la base postulacional de la Mecánica
Cuántica y su interpretación. En este capítulo abordaremos la resolución de proble-
mas sencillos de una partícula que se mueve en una única dimensión espacial.
205
206 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
• Sin embargo, vamos ahora a deducir (4.1) sin usar las conclusiones a las que
llegamos al final del capítulo 1. Como ya hemos dicho, las reglas de conmutación
canónicas implican que el espectro del operador posición ha de ser continuo y, por
razones físicas muy generales, igual a todo R. Como consecuencia, el espacio de
Hilbert de los estados de una partícula que se mueve en una dimensión
ha de tener dimensión infinita. La elección L2 (R), no siendo la única posible
(podemos también escoger C∞ 2 ), parece la más natural habida cuenta de cuál es el
sistema físico. De todas modos, no impongamos todavía cuál va a ser nuestro espacio
de Hilbert de los estados y sigamos moviéndonos a un nivel muy general.
Sea η x el autoestado (no normalizable, habida cuenta del carácter continuo del
b con autovalor x. Podemos construir una base ortonor-
espectro) de la posición X
mal (generalizada) formada por los autoestados η x , de manera que dado un estado
cuántico normalizado ψ, sus coordenadas en esta base serán
bx obviamente no cambia el
1 La inclusión de la constante ~ dentro de la definición de P
Nótese que el hecho de que δ(x − a) sea la función de onda del estado η a no es conse-
cuencia de que las deltas de Dirac sean las autofunciones del operador Xb = x (puesto
que todavía no hemos hecho esta asignación) sino de la relación de ortonormalidad
generalizada entre los vectores de una base ortonormal impropia. Por otra parte,
sabemos que en su propia representación (es decir, en la base ortonormal {η x } cons-
tituida por sus autovectores) un operador autoadjunto es diagonal. De este modo, el
operador posición debe cumplir que
³ ´
b η 0 = x0 δ(x 0 − x).
ηx , X (4.7)
x
• Hecho este análisis, ya podemos hacer una asignación consistente con los resultados
del punto anterior. La forma más sencilla de hacerlo es mediante una representación
directa:
b Ψ (x) = xΨ (x) .
X (4.8)
d
Pbx Ψ (x) = −i~ Ψ (x) , (4.9)
dx
1
θp (x) = √ exp (ipx/~) , (4.11)
2π~
2 En efecto:
Z +∞ Z +∞
¡ ¢ 1 0 1 0 −p u ¡ ¢
θp (x) , θp 0 (x) = e−ipx/~ eip x/~
dx = ei(p ) du = δ p − p0
2π~ −∞ 2π −∞
210 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
A la cantidad
µ ¶
i~ dΨ∗ (x) dΨ(x)
Jx (x) ≡ Ψ(x) − Ψ∗ (x) (4.13)
2m dx dx
D E Z +∞
Pbx =m Jx (x) dx, (4.14)
ψ −∞
Ahora bien, V (x) es real, y los dos últimos sumandos se anulan entre sí. Queda por
tanto
µ ¶
∂ i~ ∂ 2 Ψ∗ (x, t) ∗ ∂ 2 Ψ(x, t)
ρ(x, t) = − Ψ(x, t) − Ψ (x, t) ,
∂t 2m ∂x2 ∂x2
∂ ∂
ρ(x, t) = − Jx (x, t), (4.15)
∂t ∂x
y, como consecuencia,
∂Prψ (x ∈ [a, b])
= Jx (a, t) − Jx (b, t), (4.16)
∂t
que es la forma integrada de la ecuación de continuidad. Esta última fórmula nos
da la mencionada interpretación física de Jx (x, t), con reminiscencias de la hidrod-
inámica de los medios continuos: si en un intervalo [a, b] el flujo neto de corriente
de probabilidad Jx (a, t) − Jx (b, t) es positivo (negativo), entonces la probabilidad de
encontrar a la partícula en ese intervalo tiende a aumentar (disminuir) en el tiempo.
b = 1 Pbx2 .
H
2m
212 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Por tanto, los estados propios de Pbx con momento p, lo son también del hamiltoniano
con energía Ep = p2 / (2m):
2
b θ p (x) = p θp (x) ≡ Ep θ p (x) .
H
2m
Así, la energía propia Ep tendrá degeneración dos, excepto para el caso Ep = 0.
En definitiva: la función de ondas de los estados estacionarios son las ondas planas
1
θp (x) = √ exp (ipx/~)
2π~
con autoenergía Ep = p2 / (2m).
Ejemplo 4.2. En el instante t = 0, la función de onda de una partícula libre
es
µ ¶
α2 (x − x0 )2
Ψ (x, 0) = N exp (ik0 x) exp − ,
2
donde k, α y x0 son constantes y N es una constante de normalización.
a) Para t = 0, obtenga la densidad y la corriente de probabilidad.
b) Halle los valores medios y las incertidumbres de la posición y el mo-
mento para t = 0. Verificar que se satisface la relación de incertidumbre
de Heisenberg.
c) Obtenga el valor medio y la incertidumbre del momento para cualquier
instante de tiempo.
d) Halle el valor medio y la incertidumbre de la posición para cualquier
instante de tiempo.
Solución:
a) En primer lugar hemos de obtener la constante de normalización. Como
Z +∞
1= |Ψ (x, 0)|2 dx
−∞
se tiene
Z Z √
1 +∞ £ ¤ 1 +∞ ¡ ¢ π
= exp −α2 (x − x0 )2 dx = exp −u2 du = .
|N|2 −∞ α −∞ α
y como
∂Ψ(x, 0) £ ¤
= ik0 − α2 (x − x0 ) Ψ (x, 0) ,
∂x
sustituyendo tenemos que:
i~ ¡£ ¤ £ ¤¢
Jx (x, 0) = −ik0 − α2 (x − x0 ) − ik0 − α2 (x − x0 ) |Ψ (x, 0)|2
2m
~k0
= ρ (x, 0) .
m
b) A partir del resultado anterior
D E Z +∞
Xb = x ρ (x, 0) dx
t=0 −∞
Z +∞ Z +∞
= x0 ρ (x, 0) dx + (x − x0 ) ρ (x, 0) dx
−∞ −∞
Z
α +∞ ¡ ¢
= x0 + √ (x − x0 ) exp −α2 (x − x0 )2 dx
π −∞
Z +∞
1 ¡ ¢
= x0 + √ u exp −u2 du = x0 + 0 = x0 .
α π −∞
Donde hemos usado que ρ (x, 0) está normalizada a la unidad y que la última integral
es cero por ser el integrando impar. De esta manera, el parámetro x0 que aparece en
la función de onda Ψ (x, 0) es el valor medio inicial de la posición.
A su vez,
D E Z +∞ Z +∞
Pbx =m Jx (x, 0) dx = ~k0 ρ (x, 0) dx = ~k0
t=0 −∞ −∞
³ ´ rD E D E2
b
∆X = b2
X b
− X ,
t=0 t=0 t=0
ya que
¿³ ´2 À Z +∞
b − x0
X = (x − x0 )2 |Ψ (x, 0)|2 dx
t=0 −∞
Z +∞
α 2 (x−x )2
= √ (x − x0 )2 e−α 0
dx.
π −∞
214 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
por lo que
³ ´ rD E D E2
b b2 b 1
∆X = X − X = √ ,
t=0 t=0 t=0 2α
que nos da la interpretación de la constante α.
Por último, para evaluar la incertidumbre de Pbx observemos que
∂ ¡ ¢
Pbx Ψ (x, 0) = −i~ Ψ (x, 0) = ~k0 + i~α2 (x − x0 ) Ψ (x, 0) ,
∂x
y además que
D E Z +∞ Z +∞ ¯ ¯2
¯b ¯
Pbx2 = Ψ (x, 0)∗ Pbx2 Ψ (x, 0) dx = ¯Px Ψ (x, 0)¯ dx,
t=0 −∞ −∞
e, inmediatamente,
³ ´ rD E D E2 ~α
∆Pbx = Pbx2 − Pbx = √ .
t=0 t=0 t=0 2
Vemos que
³ ´ ³ ´ 1
b
∆X ∆Pbx = ~,
t=0 t=0 2
es decir, el valor mínimo admisible en la relación de incertidumbre de Heisenberg.
A la vista de estos resultados, podemos escribir la función de ondas en t = 0 como
³ p x´ µ ¶
¡ ¢−1/4 0 1 (x − x0 )2
Ψ (x, 0) = 2π (∆x)20 exp i exp − , (4.17)
~ 4 (∆x)0
Recordando que
¡ ¢
Pbx Ψ (x, 0) = ~k0 + i~α2 (x − x0 ) Ψ (x, 0)
b t se anula para
y así el término que multiplica a t en la expresión general de (∆X)
este paquete mínimo. Por lo tanto,
v ³ ´2
u
³ ´ u³ ´2 ∆Pbx
t
∆Xb = ∆X b + 0 2
t
t 0 m2
³ ´ ³ ´ v r
u ~2 t2 1 ~2 t2
b b u
∆X = ∆X × t1 + ³ ´4 = √ 1+ 2 4.
t 0 b 2α m α
4m2 ∆X
0
216 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
• En esta sección nos hemos limitado al caso de a una partícula en una dimensión.
Para una partícula en tres dimensiones, la extensión natural de (4.1) es
Ejercicio 4.1. Demostrar que si la función de ondas de una partícula es real, entonces
su corriente de probabilidad es nula. Como consecuencia, probar que el valor esperado
del momento lineal de una partícula cuya función de onda es real es igual a cero. Este
resultado es cierto aunque la función de onda no sea normalizable.
Ejercicio 4.2. Sabemos que si f (x) es una función par y g(x) es impar, el producto
escalar (f, g) es nulo. Demostrar que los operadores X b y Pb x cambian la paridad, esto
es que si f (x) es una función par (impar) entonces Xf b (x) y Pbx f (x) son funciones
impares (pares). De esta manera, demostrar que hXi b ψ = hPbx iψ = 0 para cualquier
estado ψ de paridad bien definida (esto es, para cualquier estado cuya función de
ondas Ψ(x) sea par o impar). Extender este análisis a los operadores X b n y Pbxn ,
siendo n un número natural. En concreto, demostrar que si n es par los operadores
Xb n , Pbxn conservan la paridad y que si n es impar, cambian la paridad.
Sin embargo, si definimos el estado cuántico de una partícula en reposo como aquel
estado para el que hKib t = 0, siendo Kb la energía cinética ¿cuál será entonces la
función de ondas de la partícula?, ¿dónde estará localizada la misma?
Ejercicio 4.5. Una partícula de masa m está sujeta, en una dimensión espacial,
a la acción de una energía potencial V (x ). La partícula se encuentra en un estado
estacionario de energía E. Si en una región del espacio la energía potencial es uniforme:
V (x) = V0 = cte,
demuestre que, para cualquier instante de tiempo, la forma más general de la función
de ondas del estado estacionario es, bien
p
ϕE (x) = A exp (ikx) + B exp (−ikx) ; A, B ∈ C ; k = 2m (E − V0 )/~
si E > V 0 , o bien
p
ϕE (x) = A exp (αx) + B exp (−αx) ; A, B ∈ C ; α= 2m (V0 − E)/~
si E < V 0 .
b Yb , Z
Ejercicio 4.6. Verificar que los observables X, b y Pbx , Pby , Pbz definidos en (4.18)
satisfacen las reglas de conmutación canónicas.
e
(θp , ψ) ≡ Ψ(p), (4.21)
que representa a las coordenadas del estado ψ en la base de autoestados del momento,
es una función de la variable real p que recibe el nombre de función de onda en
la representación de momentos. Como consecuencia, la función de onda en la
representación de momentos del autoestado θ q con momento q es (θp , θ q ) = δ (p − q).
218 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
de donde
Z µ ¶
e e 1 ipx
Ψ(p) ≡ (θp , ψ) ⇒ Ψ(p) = √ Ψ(x) exp − dx. (4.23)
2π~ R ~
e
Esto es, la función de ondas Ψ(p) en la representación de momentos es la transformada
de Fourier de la función de onda Ψ(x) en la representación de posiciones. En este
contexto, la transformada de Fourier expresa un simple cambio de base.
Pbx Ψ(p)
e e
= pΨ(p) (4.24)
y, entonces,
¯ ¯
¯ e ¯2
¯Ψ(p)¯ dp = ρP (p) dp (4.25)
b Ψ(p)
e d e
X = i~ Ψ(p). (4.26)
dp
d (θp , ψ) 1 ³ ´ ³ ´
i~ = θp , Pbx2 ψ + θp , V (X)ψ
b .
dt 2m
El cálculo del primer término del segundo miembro es inmediato:
1 ³ ´ 1 ³ b2 ´ p2 p2 e
θp , Pbx2 ψ = Px θ p , ψ = (θp , ψ) = Ψ (p) .
2m 2m 2m 2m
El segundo término es algo más complicado, pero puesto que conocemos cómo actúa
b en la representación de posiciones, hagamos un desarrollo de θp y ψ en términos
V (X)
de los autoestados de la posición:
³ ´ µZ Z ¶
b
θp , V (X)ψ = b
(ηx , θp ) η x dx, V (X) (ηx 0 , ψ) η x0 dx0
R R
Z Z ³ ´
= ∗ b x0 (η x 0 , ψ) dxdx0
(η x , θp ) η x , V (X)η
ZR ZR
= (θp , η x ) V (x)δ(x − x0 ) (η x 0 , ψ) dxdx0
R R
Z Z
1
= (θp , ηx ) V (x) (η x , ψ) dx = √ e−ipx/~ V (x) Ψ (x) dx.
R 2π~ R
Si ahora usamos (4.21),
³ ´ Z Z
b 1 0
e 0 )eip x/~ dp0 dx
θ p , V (X)ψ = e−ipx/~ V (x) Ψ(p
2π~ R R
Z Z µ ¶
1 i (p − p0 ) x e 0 ) dx dp0
= exp − V (x) Ψ(p
2π~ R R ~
Z
1
= √ e 0 )dp0 ,
Ve (p − p0 )Ψ(p
2π~
R
e t) es
Así, pues, la evolución temporal de Ψ(p,
e t) Z
dΨ(p, p2 e 1
i~ = Ψ(p, t) + √ e 0 )dp0 ,
Ve (p − p0 )Ψ(p (4.28)
dt 2m 2π~ R
e t)
dΨ(p, p2 e 1 ³e e´
i~ = Ψ(p, t) + √ V ∗ Ψ (p). (4.29)
dt 2m 2π~
y así
√
Ψ (x, 0) = α exp (−α |x|) ,
de donde
β α~/p
I=− 2 = − .
1+β 1 + (α~/p)2
Por tanto,
s r
e (p, 0) = 2α~ α~/p 2 1
Ψ =
πp2 1 + (α~/p)2 π~α p2
1+
α2 ~2
y la distribución de probabilidad del momento es
∙ ³ p ´2 ¸−2
2
ρP (p, 0) dp = 1+ dp.
π~α α~
habrá habido que prepararla interaccionando con ella de alguna manera; pero a partir de ese
instante, la partícula queda libre.
4.3 La función de ondas en la representación de momentos 223
• Merece la pena insistir en el último punto. Hemos visto dos formas alternativas
y equivalentes de representar operadores y estados cuánticos: la representación de
posiciones y la representación de momentos. Estas dos no son las únicas posibles ya
que, como acabamos de decir, siempre podemos expresar un estado cuántico a partir
de sus coordenadas en un cualquier base ortonormal, continua o discreta. Igualmente,
todo observable queda expresado a partir de su representación matricial en esa base.
Es aquí donde reside la ventaja de la notación de Dirac. En dicha notación,
cada estado cuántico se simboliza por un ket |ψi en el espacio de Hilbert abstracto
de los estados. Así, el autoestado de la posición con autovalor xa es |xa i, el cual
satisface la ecuación de autovalores
b |xa i = xa |xa i ,
X
donde Xb es el operador asociado al observable posición en el espacio de Hilbert de los
estados. La ortogonalidad de dos estados distintos |xa i y |xb i se expresa en la forma
hxa |xb i = δ(xa − xb ).
224 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Ahora, un vector ket cualquiera |ψi puede expresarse en la base constituida por
b mediante
los kets |xi que son autoestados de X
Z
|ψi = hx | ψi |xi dx .
R
Definiendo
hx | ψi ≡ Ψ(x)
Asimismo, el ket |ψi puede expresarse en la base constituida por los autoestados |pi
del momento lineal:
Z
|ψi = hp | ψi |pi dp,
R
que son las relaciones ya conocidas entre las coordenadas del estado |ψi en las repre-
sentaciones de posiciones y momentos.
poseen una parte no dependiente del tiempo, ϕE (x), que es solución de la ecuación
de Schrödinger independiente del tiempo, que en esta representación es
µ ¶
~2 ∂ 2
− + V (x) ϕE (x) = EϕE (x) . (4.33)
2m ∂x2
∂ 2 ϕE (x) 2m
= 2 [V (x) − E] ϕE (x) (4.34)
∂x2 ~
y la integramos entre a − ² y a + ², siendo a una posición genérica, tenemos
Z a+² 2 Z
∂ ϕE (x) 0 0 2m a+²
dx = ϕE (a + ε) − ϕ E (a − ²) = [V (x) − E] ϕE (x) dx.
a−² ∂x2 ~2 a−²
por lo que la derivada de la autofunción es continua en todos los puntos no sólo si V (x)
es continuo, sino también en el caso de que el potencial exhiba una discontinuidad
finita en x = a.6
• El caso de que la energía potencial tenga una discontinuidad infinita merece
una matización. Sea, por ejemplo, el potencial de barrera infinita
½
+∞ si x ≤ a
V (x) = .
v (x) si x > a
para simular situaciones en las que la energía potencial sufre una variación finita en un espacio
muy pequeño.
4.4 Propiedades generales de las autofunciones de la energı́a 227
donde hemos integrado por partes dos veces y tenido en cuenta que Φ (x) y Ψ (x) se
han de anular en x = +∞. Por tanto, para que se cumpla que
Ψ (x) , KΦ
b (x) = KΨ b (x) , Φ (x)
V− = lı́m V (x) .
x→−∞
228 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Fig. 4.1. Energía potencial genérica para una partícula en una dimensión.
• Caso E ∈ [V0 , V+ ]
Si hay algún autovalor de la energía en el intervalo [V0 , V+ ], los comportamientos
asintóticos de la autofunción ϕE (x) serán
à p !
2m (V+ − E)
ϕE (x À 0) = A exp − x
~
à p !
2m (V− − E)
ϕE (x ¿ 0) = B exp + x ,
~
posición hxit como su incertidumbre permanecen acotados en el tiempo. Estos estados son
los equivalentes cuánticos a los estados clásicos de una partícula ligada por un potencial.
Sin embargo, conviene no confundir los términos de estado ligado y estado estacionario: un
estado ligado no es necesariamente un autoestado de la energía.
230 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
• Caso E ∈ (V+ , V− )
Para un autovalor de la energía en el intervalo (V+ , V− ), esto es V+ < E < V− , los
correspondientes límites asintóticos de la función ϕE (x) son
à p ! à p !
2m (E − V+ ) 2m (E − V+ )
ϕE (x À 0) = A exp i x + B exp −i x
~ ~
Ãp !
2m (V− − E)
ϕE (x ¿ 0) = C exp x .
~
espectro continuo de H, b y designamos a este intervalo como σc#1 (H). b Por último,
salvo constante multiplicativa, el valor E de la energía determina unívocamente el de-
caimiento exponencial en el límite x ¿ 0 y, por ello, esta parte del espectro continuo,
b es también no degenerada.
σc#1 (H),
Al ser estas autoenergías no degeneradas, el comentario respecto al carácter esen-
cialmente real de las funciones de onda que vimos en el punto anterior sigue siendo
válido. Como consecuencia, las autofunciones de onda para esta parte del espectro
son reales salvo constante multiplicativa, la corriente de probabilidad es nula en toda
la recta real y el valor esperado delpmomento lineal tambiénp es cero.1 0 Debido a
este carácter real, definiendo k+ ≡ 2m (E − V+ )/~ y α− ≡ 2m (V− − E)/~, las
autofunciones de la energía en este rango se comportan como
⎧
⎨ Aeiδ exp (ik+ x) + Ae−iδ exp (−ik+ x) si x À 0
ϕE (x) = , A, C, δ ∈ R.
⎩
C exp (−α− |x|) si x ¿ 0
De este modo, para x À 0 la función de onda es superposición de dos ondas planas
de igual amplitud con vectores de onda k+ y −k+ , esto es, la función de onda es una
onda estacionaria
ϕE (x) = 2A cos [k+ x + δ] ,
mientras que si x ¿ 0 la función de onda exhibe el decaimiento típico de los autoes-
tados ligados.
• Caso E > V−
Los límites asintóticos de la autofunción son ahora
à p ! à p !
2m (E − V+ ) 2m (E − V+ )
ϕE (x À 0) = A exp i x + B exp −i x
~ ~
à p ! à p !
2m (E − V− ) 2m (E − V− )
ϕE (x ¿ 0) = C exp i x + D exp −i x .
~ ~
De nuevo, ϕE (x) no es normalizable (la autofunción no tiende a cero en ninguno
de los límites ±∞). Igualmente, para cualquier energía E > V− existe solución de la
ecuación de Schrödinger independiente del tiempo y seguimos en la parte continua
b En este caso, sin embargo, ninguno de los límites asintóticos está
del espectro de H.
unívocamente fijado por E. De hecho, para cada valor de la energía E > V− , hay dos
soluciones linealmente independientes, a las que llamaremos ϕE,→ (x) y ϕE,← (x),1 1
que viene fijadas por los límites
à p !
2m (E − V+ )
ϕE,→ (x À 0) = A exp +i x
~
à p !
2m (E − V− )x
ϕE,← (x ¿ 0) = D exp −i .
~
1 0 Recuerde que en la sección 3.3 del capítulo anterior discutimos el sentido de un valor
Jtrans
T = (4.38)
Jin
|Jref |
R= (4.39)
Jin
R + T = 1. (4.40)
En esta discusión nos hemos fijado en un haz de partículas. Ahora bien, si consi-
deramos una partícula concreta, lo que estamos diciendo es que dicha partícula tiene
una probabilidad R de reflejarse y, por tanto, una probabilidad T = 1−R de transmi-
tirse. La partícula no está, naturalmente, en el estado ϕE,→ (x) pero sí en un estado
en el que su momento lineal inicial era p ' ~k− , bastante bien definido.
• La división del espectro en tres partes que hemos descrito puede generalizarse.
Por ejemplo, si V0 = V+ no puede haber espectro puntual, mientras que si V− = ∞ no
234 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
hay espectro continuo doblemente degenerado, etc. Los resultados pueden resumirse
en la siguiente tabla:
³ ´ ³ ´ ³ ´
σp H b σc#1 H b σc#2 H b
³ ´
V0 < V+ < V− < ∞ σp H b ⊂ [V0 , V+ ] (V+ , V− ) (V− , ∞)
V0 = V+ < V− < ∞ ³ ´ ∅ (V+ , V− ) (V− , ∞)
V0 < V+ = V− < ∞ σp H b ⊂ [V0 , V+ ] ∅ (V+ , ∞)
³ ´
b
V0 < V+ < V− = ∞ σp H ⊂ [V0 , V+ ] (V+ , ∞) ∅
V0 = V+ = V− < ∞ ∅ ∅ (V0 , ∞)
V0 = V+ < V− = ∞ ³ ´ ∅ (V+ , ∞) ∅
V0 < V+ = V− = ∞ σp H b ⊂ [V0 , V+ ] ∅ ∅
y
µ 2 2 ¶
b · Hf
Π b (x) = b − ~ d f (x) + V (|x|)f (x)
Π
2m dx2
~2 d2 f (−x)
= − + V (| − x|)f(−x).
2m d(−x)2
Pero es evidente que ambos resultados son iguales, ya que V (|x|) = V (| − x|) y
también
µ ¶
d2 f (−x) d df (−x) d df (−x) d2 f (−x)
2
= = − − = .
d(−x) d(−x) d(−x) dx dx dx2
Vemos así que el operador paridad conmuta con el hamiltoniano para un potencial
simétrico (par). Esto tiene dos consecuencias importantes. En primer lugar, una
autofunción no degenerada del operador hamiltoniano ha de ser también función
propia del operador paridad (véase la sección 3.5), mientras que si la autoenergía es
degenerada podemos encontrar una base del espacio propio formada por autofunciones
de la paridad. En segundo lugar, puesto que Π b conmuta con el hamiltoniano, la
paridad es una constante del movimiento. Esto significa que aunque el sistema no
b el valor esperado
esté en un estado estacionario (es decir, en un estado propio de H),
b t se mantiene constante en el tiempo.
hΠi
~2 d2 ϕE (x)
− + V (x)ϕE (x) = EϕE (x).
2m dx2
Haciendo el cambio de variable x → −x, la ecuación anterior se transforma en
~2 d2 ϕE (−x)
− + V (−x)ϕE (−x) = EϕE (−x),
2m d(−x)2
que es equivalente a
~2 d2 ϕE (−x)
− + V (x)ϕE (−x) = EϕE (−x),
2m dx2
ya que V (x) = V (−x). Esta última ecuación nos dice que ϕE (−x) también es una
función propia correspondiente al valor propio E. Ahora bien, hemos dicho que los
valores propios del hamiltoniano son no degenerados, de modo que ϕE (x) y ϕE (−x)
236 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
sólo pueden diferir en una constante (que puede ser compleja), es decir ϕE (x) =
cϕE (−x) . Entonces, haciendo de nuevo el cambio x → −x
ϕE (−x) = cϕE (x) = c2 ϕE (−x) ⇒ c = ±1 ⇒ ϕE (x) = ±ϕE (−x),
y ϕE (x) debe ser una función par (signo +) o impar (signo −).
b) Los valores esperados del momento y la posición vienen dados por (re-
cuérdese que ϕE (x) es real)
Z +∞ Z +∞
hXi
b = x|ϕE (x)|2 dx hPbx i = −i~ ϕE (x) ϕ0E (x) dx.
−∞ −∞
Puesto que ϕE (x) sólo puede ser par o impar, la distribución de probabilidad
|ϕE (x)|2 es siempre una función par. Por consiguiente, el integrando x|ϕE (x)|2
que aparece en la primera integral es una función impar y la integral se anula.
Asimismo, si ϕE (x) es una función par (impar), su derivada ϕ0E (x) sera impar
(par), el integrando ϕE (x)ϕ0E (x) que aparece en segunda integral será también
impar y la integral también se anulará. (Nótese, no obstante, que este último
resultado no aporta nada nuevo pues ya hemos visto con toda generalidad que
hPbx i = 0 para todo estado estacionario ligado de cualquier potencial.)
y, además,
ρE (a) 6= 0 ⇒ ϕE (a) 6= 0
ya que la densidad de probabilidad es estrictamente positiva: si tiene un máximo
local en x = a necesariamente ha de ser positiva en ese punto. Ası́:
dϕ∗E (x)
d ∗ dϕE (x)
ρ (x) = 0 ⇒ ϕE (x) + ϕE (x) =0
dx E x=a dx dx
x=a
dϕ∗E (x)
dϕE (x)
=⇒ = = 0,
dx x=a dx x=a
donde hemos usado ϕE (a) 6= 0. Entonces,
d2 d2 ϕ∗E (x) d2 ϕE (x)
∗
ρ (x) ≤ 0 =⇒ ϕ (x) + ϕ (x) ≤ 0,
dx2 E
x=a
E
dx2 E
dx2
x=a
4.5 El pozo cuadrado infinito 237
donde hemos tenido en cuenta ϕ0E (a) = 0. Si ahora escribimos la ecuación de Schrödinger
independiente del tiempo para ϕE (x) y su conjugada ϕ∗E (x)
d2 ϕE (x) 2m
= [V (x) − E] ϕE (x)
dx2 ~2
2 ∗
d ϕE (x) 2m
= [V (x) − E] ϕ∗E (x) ,
dx2 ~2
y sustituyendo,
¯
d2 ¯ 4m
ρ (x)¯ ≤ 0 =⇒ ρ (a) [V (a) − E] ≤ 0.
dx2 E ¯ ~2 E
x=a
V (a) − E ≤ 0 ⇒ V (a) ≤ E,
y decimos (por la forma que tiene) que la partícula está sometida a un potencial de
pozo cuadrado infinito.
De acuerdo con la discusión de la sección anterior, si x ∈
/ [0, L] toda función de
onda es idénticamente nula. Por tanto, nos podemos restringir a la región [0, L], en
la que la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo toma la forma
~2 d2 ϕE (x)
− = Eϕ(x), (4.41)
2m dx2
con las condiciones de contorno
ϕE (0) = 0 ⇒ B=0
238 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Fig. 4.2. Primeras cuatro autofunciones de la energía para un pozo cuadrado infinito.
r r
2mE 2mE
ϕ(L) = 0 ⇒ sin L=0 ⇒ L = nπ con n entero.
~2 ~2
De esta manera, los valores propios de la energía son
π 2 ~2 2
En = n con n = 1, 2, . . . (4.43)
2mL2
y, en definitiva
r r r
2 2mEn 2 nπx
ϕn (x) = sin x= sin con n = 1, 2, .. . (4.44)
L ~2 L L
• Nótese que podíamos haber planteado el problema del pozo infinito de anchura
L con paredes situadas en x = ±L/2, en lugar de estar situadas en x = 0 y L. Esto
tiene la ventaja de que entonces el pozo sería simétrico con respecto al origen x = 0,
y podríamos aplicar más fácilmente argumentos de simetría para ciertos cálculos.
Evidentemente, las funciones propias ya no tendrán la misma expresión porque hemos
desplazado en una cantidad −L/2 el origen de coordenadas. Haciendo el cambio
x → x − L/2 es inmediato ver que las funciones de onda en el nuevo pozo son
⎧ q
⎪
⎪ 2
cos nπx si n es impar
⎨ L L
ϕn (x) = q
⎪
⎪
⎩ 2
sin nπx si n es par,
L L
que son alternativamente pares e impares, como debe cumplirse en un pozo simétrico.
Obviamente, los autovalores de la energía son los mismos, ya que las magnitudes
físicas no dependen de la elección del origen de coordenadas.
• Veamos un ejemplo bastante completo:
Ejemplo 4.8. Una partícula de masa m se encuentra en un potencial
cuadrado infinito de anchura L. Su estado inicial es tal que al hacer
una medida de su energía hay un 75% de probabilidades de obtener el
valor E = (π~)2 /2mL2 y un 25% de probabilidades de obtener el valor
E = 2(π~)2 /mL2 .
a) Escribir la función de onda inicial Ψ(x, 0).
b) Escribir la función de onda Ψ(x, t).
c) Calcular el valor medio de la posición hXi b t para cualquier instante.
b
d) Calcular el valor medio del momento hPx it para t.
e) Calcular la densidad de probabilidad |Ψ(x, t)|2 . ¿En qué instantes se
verifica que |Ψ(x, t)|2 = |Ψ(x, 0)|2 ?
f ) Calcular la corriente de probabilidad en los instantes en que se verifica
la condición del apartado anterior.
g) Calcular el valor medio hEit y la desviación típica (∆E)t de la energía.
h) Hallar un límite inferior para el tiempo de evolución de cualquier ob-
servable.
Solución:
a) Teniendo en cuenta que los ¡valores¢ propios de la energía para un pozo cuadrado de
anchura L son En = π2 ~2 n2 / 2mL2 , el enunciado nos está diciendo que la función
de onda que describe el estado de la partícula en t = 0 es una combinación lineal
de las funciones propias ϕ1 (x) y ϕ2 (x), con coeficientes respectivos |c1 |2 = 3/4 y
|c2 |2 = 1/4. Por consiguiente,
r r √
3 1 3 eiδ
Ψ (x, 0) = ϕ1 (x) + eiδ ϕ2 (x) = ϕ1 (x) + ϕ (x) ,
4 4 2 2 2
siendo δ una fase indeterminada. Suponiendo que las paredes del pozo se encuentran
en x = −L/2 y en x = L/2, y utilizando las funciones propias para este caso, tenemos
r r
3 πx 1 2πx
Ψ (x, 0) = cos + eiδ sin
2L L 2L L
240 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
y operando se obtiene
D E 3 ³ b´ 1 ³ b´ 1 √ iE1 t/~ iδ −iE2 t/~ ³ b ´
b
X = X + X + 3e e e X
t 4 11 4 22 4 12
1 √ ³ ´
+ 3e−iE1 t/~ −iδ iE2 t/~
e e b
X ,
4 21
donde
³ ´ Z +L/2
b
X = ϕ∗m (x) x ϕn (x) dx.
mn −L/2
³ ´ ³ ´
b
Como los autoestados del pozo son reales, X b
= X y entonces
12 21
D E ³ ´ √ ³ ´ µ ¶
b = 3 X b 1 ³ b´ 3 b E2 − E1
X + X + X cos t−δ .
t 4 11 4 22 2 12 ~
Por la simetría de las funciones de onda de los estados estacionarios
³ ´ ³ ´
b
X = X b = 0,
11 22
mientras que
³ ´ Z +L/2 ³ πx ´ µ ¶
b 2 2πx 16 L
X = cos x sin dx = − .
12 L −L/2 L L 9 π2
Por consiguiente,
D E √
Xb = − 8 3L cos (ω12 t − δ) ,
t 9π2
¡ ¢
siendo ω12 = (E2 − E1 ) /~ = 3π2 ~/ 2mL2 . La evolución temporal de la posición es
de naturaleza armónica, con centro en x = 0 y periodo de oscilación T = 2π/ω12 =
4.5 El pozo cuadrado infinito 241
4mL2 / (3π~).1 4
d) La evolución del valor medio del momento lineal es fácil de obtener aplicando el
teorema de Ehrenfest:
D E
D E d X b √
8 3mLω12 4~
Pbx = m t
= sin (ω12 t − δ) = √ sin (ω12 t − δ) ,
t dt 9π2 3L
evolución que es igualmente armónica, oscilando hPbx it con el mismo periodo T del
apartado anterior.
e) La densidad de probabilidad está dada por
ρ (x, t) = |Ψ (x, t)|2 = Ψ (x, t) Ψ (x, t)∗ .
Sustituyendo Ψ (x, t)
Ãr r µ ¶ !
3 ³ πx ´ 1 2πx
−iE1 t/~ iδ −iE2 t/~
ρ (x, t) = cos e + sin e e ×
2L L 2L L
Ãr r µ ¶ !
3 ³ πx ´ 1 2πx
iE1 t/~ −iδ iE2 t/~
cos e + sin e e
2L L 2L L
y, operando,
∙ ³ πx ´ µ ¶¸
3 1 2πx
ρ (x, t) = cos2 + sin2
2L L 2L L
√ ³ πx ´ µ ¶
3 2πx
+ cos sin cos (ω12 t − δ) .
L L L
Vemos que ρ (x, t) es suma de un término independiente del tiempo más otro que
evoluciona armónicamente con frecuencia ω12 . Como consecuencia,
ρ (x, 0) = ρ (x, nT ) , n = 0, 1, 2, ...
f ) La corriente de probabilidad es
½ ¾
i~ dΨ (x, t)∗ dΨ (x, t)
J (x, t) = Ψ (x, t) − Ψ (x, t)∗ .
2m dx dx
Sustituyendo Ψ (x, t)
∙µ √ −iE1 t/~ ¶
i~ 3e eiδ e−iE2 t/~
J (x, t) = ϕ1 (x) + ϕ2 (x)
2m 2 2
µ √ iE1 t/~ −iδ iE2 t/~
¶¸
3e e e
× ϕ01 (x) + ϕ02 (x)
2 2
∙µ √ iE1 t/~ ¶
i~ 3e e−iδ eiE2 t/~
− ϕ1 (x) + ϕ2 (x)
2m 2 2
µ √ −iE1 t/~ iδ −iE2 t/~ ¶¸
3e e e
× ϕ01 (x) + ϕ02 (x)
2 2
1 4 El hecho de que la posición y las demás propiedades físicas de este estado varíen armóni-
camente con este periodo se debe simplemente a que este estado es combinación lineal de
solo dos estados estacionarios, como ya se ha visto en la sección 3.8 del capítulo 3.
242 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
y, operando,
√
3~ ¡ 0 ¢
J (x, t) = ϕ1 (x) ϕ2 (x) − ϕ1 (x) ϕ02 (x) sin (ω12 t − δ)
4m
√ ∙ ³ πx ´ µ ¶
3π~ 2πx
= − sin sin
2mL2 L L
µ ¶ ³ πx ´¸
2πx
−2 cos cos sin (ω12 t − δ) .
L L
Es decir, J (x, t) varía con la misma frecuencia que ρ (x, t), pero con un desfase de un
cuarto de periodo. Por consiguiente, en los instantes nT se cumplirá
√ ½ ³ ´ µ ¶ µ ¶ ³ πx ´¾
3π~ sin δ πx 2πx 2πx
J (x, nT ) = − sin sin + 2 cos cos .
2mL2 L L L L
Por otro lado (hágalo) es fácil comprobar que ρ (x, t) y J (x, t) satisfacen, como debe
ser, la ecuación de continuidad
∂ρ (x, t) ∂J (x, t)
+ = 0.
∂t ∂x
de donde
rD s µ ¶2 2 2 √
E D E2 19 7 π ~ 3 3 π 2 ~2
b =
∆H b2
H b =
− H − = .
16 8 mL2 8 mL2
• Es interesante darse cuenta que la energía del estado fundamental del pozo cuadra-
do infinito es estrictamente mayor que cero,
π 2 ~2
E1 = .
2mL2
4.5 El pozo cuadrado infinito 243
A la energía fundamental del sistema se le suele llamar energía del punto cero.
La razón por la que esta energía fundamental no alcanza el mínimo valor posible
(cero, en este caso) puede fácilmente entenderse usando la relación de incertidumbre
de Heisenberg. En un estado estacionario ligado el valor esperado del momento lineal
es cero; por tanto,
rD E r D E
b
∆Px = Pbx2 = 2m K b
b = hPbx2 i ~2
hHi ≥ .
2m 8mhXb 2i
Con este valor para hX 2 i obtenemos una cota inferior para la energía E ≥ 3~2 /2mL2 ,
que es 12 veces mayor que la anterior, y por lo tanto limita más el intervalo de valores
para la energía
¡ del estado
¢ fundamental. De hecho, en el caso del pozo cuadrado infinito
E1 = π2 ~2 / 2mL2 , que es aproximadamente unas 40 veces mayor que nuestra cota
más tosca pero sólo 3 veces mayor que la cota que hemos obtenido con un cálculo
más aproximado (aunque muy simple).
244 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
En esta sección nos limitaremos a obtener las funciones de onda de los estados
estacionarios ligados.
~2 d2
− + V (x) − E ϕE (x) = 0 (4.45)
2m dx2
ϕE (x) = si x ≤ −L/2
A exp (+αx) + E exp (−αx) ;
L L
ϕE (x) = B exp (+ikx) + C exp (−ikx) ; si x ∈ − , +
2 2
ϕE (x) = D exp (−αx) + F exp (+αx) ; si x ≥ +L/2
Fig. 4.3. Resolución gráfica de la ecuación trascendente para las energías de un pozo
cuadrado finito (β = 25)
que depende exclusivamente de los datos del problema, y hacer el cambio de variable
En
εn = .
V0
Así, las ecuaciones (4.49) y (4.51) se escriben de forma más compacta como:
√ ³p ´ √
εn tan βεn = 1 − εn , n par (4.52)
√ ³p ´ √
− εn cot βεn = 1 − εn , n impar (4.53)
que, en todo caso, deben resolverse por métodos numéricos dentro del rango εn ∈
(0, 1). Una vez halladas las energías permitidas En = εn V0 , los coeficientes an , αn y
kn serán
³p ´ ³p ´
an = exp β (1 − εn ) cos βεn , n par
³p ´ ³p ´
an = exp β (1 − εn ) sin βεn , n impar
p p
kn = 2 βεn /L ; αn = 2 β (1 − εn )/L ,
y por sustitución en (4.46) y (4.47), tenemos la forma de las funciones de onda.
• Analicemos ahora la ecuación (4.52), que siempre tiene, al menos, una solución.
En
√ efecto, para resolverla
√ √ numéricamente podemos representar las funciones f (ε) =
1 − ε y g (ε) = ε tan βε en el intervalo ε ∈ (0, 1), ya que las abcisas de los √
puntos
de corte de ambas gráficas son las soluciones de la ecuación.
√ Como√ la función 1 − ε
recorre todos los valores desde 1 hasta 0, y la función ε tan βε empieza a tomar
valores crecientes a partir de cero, las gráficas se cortan al menos una vez. De hecho
(véase la figura 4.3),
√ el número de soluciones pares, Npar , es igual al número de ceros
de la función tan βε en el intervalo [0, 1). Como la función tangente se anula en
múltiplos enteros de π, tenemos que la relación entre el número de soluciones y el
valor de β es
248 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Npar √ 1 √ 2 √ 3 ...
β ∈ (0, π] β ∈ (π, 2π] β ∈ (2π, 3π] ...
√ ¡√ ¢
Si estudiamos ahora la ecuación (4.53), la función h (ε) = − ε cot βε empieza
su
√ recorrido en −∞. No hay, pues, garantía de que su gráfica llegue a cortar a la de
1 − ε en el ¡√
intervalo
¢ (0, 1). El número de soluciones de (4.53) será igual al número de
ceros de cot βε dentro del intervalo (0, 1) (véase de nuevo la figura 4.3) y, puesto
que la función cotangente se anula en π/2, 3π/2, etc.
Nimpar √ 0 √ 1 √ 2 ...
β ∈ (0, π/2] β ∈ (π/2, 3π/2] β ∈ (3π/2, 5π/2] ...
50~2
V0 =
mL2
(para hacernos una idea de los órdenes de magnitud, si la partícula es un electrón de
masa m = 9, 1 × 10−31 kg y L = 10a0 (a0 ' 0, 53 Å es el radio de Bohr), entonces
V0 ' 35 eV). De acuerdo con la igualdad (4.54), el número de autoestados ligados es
N = 4, siendo dos pares y dos impares. Representando las funciones f (ε), g (ε) y
h (ε) (las ramas de estas dos últimas van alternándose en la figura 4.3) observamos
que, efectivamente, hay cuatro cortes en los puntos ε1 ' 0.07, ε2 ' 0.27, ε3 ' 0, 59,
ε4 ' 0.96, de modo que las energías de los cuatro estados estacionarios son En = εn V0 .
Obtenidos los valores de εn podemos ya hallar las funciones de onda. Sus parámet-
ros representativos están en la siguiente tabla
n 1 2 3 4
an 30.47 37.06 −18.81 −2. 67
L kn 2.65 5.20 7.68 9.80
L αn 9.64 8.54 6.40 2.00
• En el estudio anterior hemos observado que un pozo cuadrado finito siempre tiene
estados ligados (aunque sólo sea uno). Por otra parte, en la sección anterior hemos
estudiado el pozo infinito que, naturalmente, tiene infinitos estados ligados. Podría
así pensarse que un pozo semi-infinito también tendrá estados ligados. Sin embargo
la condición de que la función de onda sea nula en el punto en el que el potencial
4.6 Estados ligados en pozos cuadrados finitos 249
Solución:
a) El hamiltoniano correspondiente a este problema (en la representación de posi-
ciones) es
2 2
b = − ~ d + V (x).
H
2m dx2
Para x ≤ 0 las funciones propias son idénticamente nulas, de modo que basta con
considerar el problema en el semieje x > 0. Por otra parte, las energías de los estados
ligados van a estar comprendidas en el intervalo (0, V0 ). Teniendo en cuenta que la
autofunción de la energía φE (x) va a ser real, su forma general es
½
A sin (kx) + C cos (kx) x ∈ [0, a]
φE (x) =
B exp (−γx) + D exp (γx) x ≥ a,
con
√ p
2mE 2m(V0 − E)
k= ; γ= .
~ ~
Puesto que φE (0) = 0 y φE (x À 0) = 0, los coeficientes C y D son nulos. Por otra
parte, A no puede ser igual a cero ya que entonces la función de onda sería nula en
todo el espacio (por continuidad de la función de onda en x = a, A = 0 ⇒ B = 0).
Por tanto, podemos escribir φE (x) como
½
sin (kx) x ∈ [0, a]
φE (x) = A ×
b exp (−γx) x ≥ a,
2mV0 a2 25~2
β= = 50 ,
~2 mV0
y la ecuación trascendente que tenemos que resolver es
√ √ √
1 − ε = − ε cot 50ε ; ε ∈ (0, 1) .
√ √ √
Representando gráficamente 1 − ε y − ε cot 50ε (véase la figura 4.6), vemos que
las soluciones son ε1 ' 0.15 y ε2 ' 0.58. Por tanto, en función de V0 las energías de
los estados ligados son
E1 = 0.15V0 ; E2 = 0.58V0
Es decir,
D E 2
b ≥ ~ D 1 E.
K
8m Xb2
1 9 Sin embargo, que las energías vayan a ser del orden ~ω puede también obtenerse tras un
La cota buscada se puede obtener entonces mediante el cálculo del mínimo valor que
puede tomar la función
~2 1 1
g (u) = + mω2 u ; u > 0.
8m u 2
Derivando,
~2 1 1 ~ 1
g 0 (u) = − + mω2 = 0 =⇒ u = =⇒ gmin = ~ω,
8m u2 2 2mω 2
y por tanto,
1
E0 ≥ ~ω.
2
De hecho, veremos que la desigualdad se satura y que la energía del punto cero es
~ω/2.
con la condición
φn (x) → 0 si |x| → ∞,
que es necesaria para que el estado sea normalizable. Resulta conveniente definir una
posición adimensional
r
1 ~
u= x ; α=
α mω
(a esta cantidad α se le denomina longitud característica del oscilador ), de manera
que la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo (4.56) es equivalente a
µ ¶
1 ∂2 1 2
− + u − ε n φn (u) = 0, (4.57)
2 ∂u2 2
siendo εn = En / (~ω).
La ecuación (4.57) es una ecuación diferencial conocida como ecuación de Hermite.
Su solución es acotada y tendente a cero cuando |u| → ∞ sólo si
1
εn = n + ; n = 0, 1, 2, ...
2
Esto es, las energías permitidas del oscilador son
µ ¶
1
En = n+ ~ω ; n = 0, 1, 2, ... (4.58)
2
254 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
1 ¡ ¢
φn (u) = Hn (x) ≡ √ 1/2
exp −u2 /2 Hn (u),
(2n n! π)
1 ¡ ¢ ³ ´
x2
φn (x) = √ Hn αx = n √1 1/2 exp − 2α 2 Hn ( αx ) (4.59)
α (2 n! πα)
discusión de las soluciones de esta ecuación diferencial. (También hemos visto en la sección
2.6 que las funciones de Hermite constituten una base ortonormal de L2 (R)). Los primeros
polinomios de Hermite son
H0 (u) = 1
H1 (u) = 2u
H2 (u) = 4u2 − 2.
El resto pueden hallarse gracias a la relación de recurrencia
Hn+1 (u) = 2uHn (u) − 2nHn−1 (u) .
4.7 El oscilador armónico 255
y sustituyendo
D E Z ¯ ¯2 µ ¶
1 +∞
¯ √ x ¯ x2
b
X = √ x ¯1 + 2 e−iωt ¯ exp − 2 dx
t 2α π −∞ α α
Z +∞ ∙ 3 √ 2 ³ ´¸ µ ¶
1 2x x x2
= √ x+ 2 + 2 eiωt + e−iωt exp − 2 dx.
2α π −∞ α α α
Por paridad del integrando, sólo el tercer término del corchete contribuye. Intro-
duciendo cos (ωt):
D E r Z µ ¶
b 2 cos (ωt) +∞ 2 x2
X = x exp − dx
t π α2 −∞ α2
r Z +∞ r
2 2 ¡ 2¢ α cos (ωt) ~
= α cos (ωt) u exp −u du = √ = cos (ωt) .
π −∞ 2 2mω
256 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
El valor esperado del momento lo podemos obtener a partir del teorema de Ehrenfest:
D E r
b ∂ D bE ~mω
Px = m X =− sin (ωt) .
t ∂t t 2
c) A partir de
³ µ ¶
1 √ x´ x2
Ψ(x, 0) = p √ 1+ 2 exp − 2 ,
2α π α 2α
Ya que exp (−iqu) = cos (qu) + i sin (qu), y teniendo en cuenta la paridad del inte-
grando, obtenemos
r Z +∞
1 a 2
e (q) =
χ 3/4
e−u /2 cos (qu) du
π ~ 0
r Z +∞
i 2a 2
+ 3/4 ue−u /2 sin (qu) du.
π ~ 0
por lo que
r
1 α ³ √ ´ 2
e (q) =
χ 1 + i 2q e−q /2
π1/4 2~
y así
1 α ¡ ¢ 2
χ (q)|2 = √
|e 1 + 2q 2 e−q .
π 2~
Esta distribución alcanza su máximo valor (medida más probable) en aquellos valores
pmax que anulen su primera derivada. Realizando los cálculos
1 ~
pmax = ± √ .
2α
Nótese que |Ψe (p, 0) |2 es par. Así hPbx it=0 = 0, en completo acuerdo con lo obtenido
en el apartado anterior.
Ãr r !
1 mω b 1 b
b
a ≡ √ X +i Px (4.60)
2 ~ mω~
Ãr r !
1 mω b 1 b
a†
b ≡ √ X −i Px . (4.61)
2 ~ mω~
Estos operadores lineales no son autoadjuntos, pero son adjuntos uno de otro.
Nótese que
r r
b= ~ ¡ † ¢
b mω~ ¡ † ¢
X b
a +b
a ; Px = i b
a −b
a , (4.62)
2mω 2
a†
por lo que podemos escribir el hamiltoniano (4.55) en términos de los operadores b
yba:
³ ´
b = ~ω b
H a† b
a+ba† .
ab
2
Ahora bien, a partir de las reglas de conmutación canónicas, es sencillo probar que
h i
b a† = b
a, b a† − b
ab a† b
a=1 (4.63)
y entonces
µ ¶
b = ~ω b 1
H a† b
a+ . (4.64)
2
258 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
h i
bω , b
H a = −~ωb
a.
Estas relaciones son importantes, puesto que implican que si φn es función propia del
hamiltoniano H b con energía En , entonces b
aφn es función propia de H b con valor
propio En − ~ω y b a† φn es función propia de H b con valor propio En + ~ω. En
efecto, haciendo actuar el hamiltoniano sobre b aφn , tenemos que
h i
Hb (b
aφn ) = Hb b aφn = H, b ba φn + b b n
aHφ
= aφn + b
−~ωb aEn φn = (En − ~ω) (b
aφn ) .
De similar manera,
³ ´ h i
Hb b a† φn = bb
H b b
a† φn = H, a† φn + b b n
a† Hφ
³ ´
= a† φn + b
~ωb a† En φn = (En + ~ω) ba† φn .
b
aφ0 = 0 .
Deducimos así que E0 = ~ω/2 es la energía del estado fundamental del oscilador.
Como hemos anticipado, aplicaciones sucesivas del operador creación nos van a ir
dando los distintos autoestados, cada uno con una energía mayor en ~ω respecto del
anterior. Es decir
µ ¶
1
En = n + ~ω ; φn+1 = An+1 b a† φn ,
2
donde An+1 es una constante que garantiza que φn esté normalizado.
Además, puesto que ya conocemos En podemos hallar la actuación explícita de
los operadores b
ayba† sobre los estados propios normalizados evaluando esa constante
de normalización An+1 . Como
µ ¶ µ ¶
b † 1 1
H φn = ~ω b a ba+ φn = n + ~ω φn
2 2
tenemos que
³ ´
ba† b
a φn = n φn ,
¡ † ¢
a es diagonal en la base de autoestados del oscilador.2 1 Por otro lado,
a b
es decir, b
³ ´ ³ ´
b
aba† φn = b a† − b
ab a† b a† b
a+b a φn = (1 + n) φn ,
donde hemos usado la regla de conmutación (4.63). Usando esta última relación y
a† φn como φn están, por hipótesis, normalizados:
que tanto φn+1 = An+1 b
° °2 ¡ ¢ ³ ´
1 = °φn+1 ° = φn+1 , φn+1 = |An+1 |2 b a† φn , b
a† φn
³ ´
= |An+1 |2 φn , b a† φn = |An+1 |2 (n + 1) kφn k2 = |An+1 |2 (n + 1)
ab
Una vez que conocemos la relación entre los autoestados normalizados φn medi-
ante los operadores b a† , partiendo del estado fundamental φ0 , obtenemos
ayb
φ1 = a† φ0
b
1 † 1 ³ † ´2
φ2 = √ b a φ1 = √ b a φ0
2 2
1 † 1 ³ ´3
φ3 = √ b a φ2 = √ ba† φ0
3 2×3
1 † 1 ³ ´4
φ4 = √ b a φ3 = √ a† φ0
b
4 2×3×4
etc
21 A este operador, por motivos evidentes, se le denomina operador número.
260 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
y, en resumen,
¡ † ¢n ¡ ¢
φn = (n!)−1/2 b
a φ0 ; En = n + 12 ~ω. (4.67)
Ejemplo 4.13. Sea {φn }∞ n=0 la base ortonormal constituida por los vectores
propios del hamiltoniano de un oscilador armónico de frecuencia ω.
a) Obtener la representación matricial de b a† , b b y Pbx en dicha base.
a, X
b) Obtener la representación matricial de X b 2 y Pbx2 .
b hPbx i, ∆X
c) Calcular hXi, b y ∆Pbx para el n -ésimo estado estacionario de un
oscilador armónico y verificar que se satisface el principio de incertidum-
bre.
Solución:
a) Aplicando (4.65), (4.66) y la ortogonalidad de los vectores de la base
³ ´ ³ ´ √ ¡ ¢ √
a†
b a† φs = s + 1 φr , φs+1 = s + 1 δ r,s+1
≡ φr , b
r,s
√ ¡ ¢ √
a)r,s ≡ (φr , b
(b aφs ) = s φr , φs−1 = s δ r,s−1
³ ´ r r
b ~ ³ † ´ ~ ¡√ √ ¢
X = b
a +b
a = s + 1 δ r,s+1 + s δ r,s−1
r,s 2mω r,s 2mω
³ ´ r r
mω~ ³ † ´ mω~ ¡√ √ ¢
Pbx =i b
a −b
a =i s + 1 δ r,s+1 − s δr,s−1 .
r,s 2 rs 2
⎛ ⎞ ⎛ √ ⎞
√0 0 0 0 ··· 0 1 √0 0 ···
⎜ 1 ⎟ ⎜ ⎟
³ ´ ⎜ √0 0 0 ···
⎟ ⎜ 0 0 2 √0 ··· ⎟
⎜ 0 2 ⎟ ⎜ ⎟
√0 0 ··· 0 0 0 3 ···
†
b
a =⎜ ⎟ a) = ⎜
(b ⎟
⎜ 0 0 3 0 ··· ⎟ ⎜ 0 0 0 0 ··· ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠
.. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
. . . . . . . . . .
4.7 El oscilador armónico 261
⎛ √ ⎞
√0 1 √0 0 ···
r ⎜ 1 ··· ⎟
³ ´ ⎜ √0 2 √0 ⎟
b ~ ⎜ 0 2 √0 3 ··· ⎟
X = ⎜ ⎟
2mω ⎜ 0 0 3 0 ··· ⎟
⎝ ⎠
.. .. .. .. ..
. . . . .
⎛ √ ⎞
√0 − 1 0
√ 0 ···
r ⎜ 1 √0 − 2 0 · ·· ⎟
³ ´ mω~ ⎜ √ ⎟
⎜ 0 2 ⎟
Pbx = i ⎜ √0 − 3 ··· ⎟.
2 ⎜ 0 0 3 0 ··· ⎟
⎝ ⎠
.. .. .. .. ..
. . . . .
b) Por la regla de multiplicación de matrices
³ ´ X³ ´ ³ ´
Xb2 = b
X b
X
r,s r,l l,s
l
X ~ ³√ √ ´ ¡√ √ ¢
= l + 1 δ r,l+1 + l δ r,l−1 s + 1 δ l,s+1 + s δ l,s−1
l
2mω
³ ´ ~ ³p p ´
b2
X = s (s − 1) δ r,s−2 + (2s + 1) δ r,s + (s + 1) (s + 2) δ r,s+2 .
r,s 2mω
³ ´ X³ ´ ³ ´
Pbx2 = Pbx Pbx
r,s r,l l,s
l
X mω~ ³√ √ ´ ¡√ √ ¢
=− l + 1 δ r,l+1 − l δ r,l−1 s + 1 δ l,s+1 − s δ l,s−1
l
2
³ ´ mω~ ³p p ´
b
Px2
=− s (s − 1) δ r,s−2 − (2s + 1) δ r,s + (s + 1) (s + 2) δr,s+2 .
r,s 2
Nota: estos elementos de matriz se pueden hallar también como sigue.
Si calculamos los elementos de matriz de (ba† )2 y ba2 :
³ ´2 ³ ´ √ ³ ´
a†
b = a† b
φr , b a† φs = s + 1 φr , b
a† φs+1
r,s
√ √ ¡ ¢ p
= s + 1 s + 2 φr , φs+2 = (s + 1) (s + 2)δ r,s+2
√ ¡ ¢
a)2r,s
(b = (φr , b
ab
aφs ) = s φr , b
aφs−1
√ √ ¡ ¢ p
= s s − 1 φr , φs−2 = s (s − 1)δ r,s−2
tendremos que:
³ ´ ~ ³³ † ´³ ´´
Xb2 = b
a +b a b a† + b
a
r,s 2mω rs
µ³ ´ ¶
~ †
2
† †
= b
a +ba ba+b ab
a + (b a)2
2mω rs
~ ³p
= s (s − 1)δ r,s−2 + (2s + 1) δ r,s
2mω ´
p
+ (s + 1) (s + 2)δr,s+2 ,
262 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
b Pbx , X
Los valores medios de X, b 2 y Pbx2 en el n-ésimo estado estacionario son, tomando
r = s = n en los elementos de matriz que hemos calculado,
D E ³ ´
Xb = b n =0
φn , Xφ
φ
D E n ³ ´
Pbx = φn , Pbx φn = 0
φn
D E ³ ´ ~ ~
b2
X = b 2 φn =
φn , X (2n + 1) = En
φn 2mω mω2
D E ³ ´ mω~
Pbx2 = φn , Pbx2 φn = (2n + 1) = mEn .
φn 2
De este modo, los valores esperados de las energías cinética y potencial para un
autoestado de energía En cumplen
D E D E 1
b
K = Vb = En , (4.68)
φn φn 2
igualdad conocida como teorema del virial para el oscilador armónico (que es un caso
particular del teorema del virial cuántico; véase Problema 3.8)
c) Inmediatamente, a partir de los últimos resultados
rD E s µ ¶
³ ´ D E2 ~ 1
∆Xb = b
X 2 − X b = n+ ,
φn φn φn mω 2
rD E s µ ¶
³ ´ D E2 1
b
∆Px = b
Px2 − Pxb = mω~ n + .
φn φn φn 2
Por tanto,
³ ´ ³ ´ µ ¶
b 1 1
∆X · ∆Pbx = n+ ~ ≥ ~.
φn φn 2 2
siendo Θ (x) la función escalón de Heaviside (es decir, Θ(x) = 0 si x < 0; Θ(x) = 1
si x > 0), el cual está representado en la figura 4.8. La ecuación de Schrödinger
independiente del tiempo puede escribirse como
d2 ψ(x) 2m
= 2 [V0 θ(x) − E] ψE (x). (4.70)
dx2 ~
De acuerdo con las conclusiones de la sección 4.4, las energías permitidas van a ser to-
dos los valores positivos. El espectro será no degenerado si 0 < E < V0 y degenerado,
con multiplicidad dos, si E > V0 .
Tenemos así dos ecuaciones para calcular las tres constantes A, B y C. Puesto que
las funciones no son normalizables, una de estas constantes (por ejemplo, la A) es
arbitraria, y lo realmente importantes son los dos cocientes B/A, C/A. En definitiva,
264 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
tenemos dos ecuaciones para determinar estos dos cocientes, y esto da una solución
única para cada valor de la energía E: como habíamos anticipado el espectro es no
degenerado. La solución del sistema es
√ √
B 1 − iq/k E − i V0 − E
= = √ √
A 1 + iq/k E + i V0 − E
C 2 2
= = √ √ .
A 1 + iq/k E + i V0 − E
En resumen, la función de onda en la región x < 0 consta de dos componentes super-
puestas: una onda plana incidente A exp (ikx) y una onda plana reflejada B exp (−ikx).
Ambas tienen la misma intensidad puesto que es inmediato ver que |B/A| = 1. En la
región x > 0 la función de onda es una onda penetrante cuya amplitud se amortigua
a medida que x aumenta.
Analicemos esta función de onda usando los argumentos anticipados en la sección
4.4. Si desde √ la izquierda llega un haz poco intenso de partículas de masa m con
momento p = 2mE, E < V0 , bastante bien definido, una vez que el haz es reflejado
por el escalón y se alcanza el régimen estacionario, el estado cuántico de cada partícula
del haz es muy aproximadamente el dado por ψ E (x). Entonces |ψE (x)|2 dx será
proporcional a la densidad (número de partículas por unidad de longitud) del haz en
el intervalo [x, x + dx] .
Nótese que la función de onda para x < 0 puede escribirse alternativamente en la
forma
con δ = arctan (q/k), que es una onda estacionaria cuyo valor varía periódicamente en
el espacio. Por consiguiente, la densidad del haz también varía con periodo espacial
l = 2π/k. Éste es un fenómeno de interferencia cuántica entre la componente incidente
ψinc (x) = A exp (ikx), que de acuerdo con el párrafo anterior puede interpretarse como
4.8 Reflexión y transmisión por un escalón 265
Por consiguiente, suponemos que si las partículas inciden sobre el escalón desde la
izquierda, tendremos ondas que viajan hacia la derecha (incidente) y hacia la izquierda
(reflejada) para x < 0, pero sólo tendremos una onda que viaja hacia la derecha
(transmitida) para x > 0. Llamaremos ψ E→ a la función de onda correspondiente,
en la que D = 0 y A, B y C son distintas de cero.
Análogamente, ψE← será la función de onda correspondiente a un haz incidente desde
la derecha, y entonces tendríamos onda incidente y reflejada para x > 0 (la discon-
tinuidad del escalón refleja parte de la onda a pesar de que E > V0 ) y sólo una onda
transmitida hacia la izquierda para x < 0. Esto supone que A = 0 y B, C y D son
distintas de cero.
Limitémosnos a calcular ψE→ (x) (la función ψE← se obtiene de idéntica manera).
Haciendo D = 0, las condiciones de empalme en x = 0 son
¡ ¢ ¡ ¢
ψ E→ x = 0− = ψE→ x = 0+ =⇒ A + B = C
0 ¡ −¢ 0 ¡ +¢
ψ E→ x = 0 = ψE→ x = 0 =⇒ ik (A − B) = iqC,
y así
√ √ √
B k−q E − E − V0 C 2k 2 E
= = √ √ , = = √ √ .
A k+q E + E − V0 A k+q E + E − V0
Nótese que ahora |B/A| < 1 y la intensidad del haz reflejado es menor que la
del haz incidente. Por lo tanto, su interferencia no puede dar lugar a una onda
puramente estacionaria y real. Así pues, habrá una corriente neta de probabilidad.
Como ya vimos en la sección 4.4, el cociente entre las corrientes de probabilidad
reflejada e incidente es el coeficiente de reflexión R,
¯ ¯ ¯√ √ ¯
¯ Jref ¯ (~k/m) |B|2 ¯ E − E − V0 ¯2
R = ¯¯ ¯= = ¯√
¯ E+ E−V ¯ .
√ ¯ (4.71)
Jinc ¯ (~k/m) |A|2 0
¯ ¯ √ ¯ √ ¯2
¯ Jtr ¯ (~q/m) |C|2 E − V0 ¯ ¯
¯
T =¯ ¯ = = √ ¯ √ 2 √E ¯
Jinc ¯ (~k/m) |A|2 E ¯ E+ E−V ¯ . (4.72)
0
Nótese que
¯ ¯2 ¯ ¯2
¯B¯ q ¯C ¯
R + T = ¯¯ ¯¯ + ¯¯ ¯¯ = 1,
A k A
que se puede interpretar como sigue: si una partícula incide desde la izquierda con
energía E > V0 , hay una probabilidad no nula R de que la partícula se refleje en
x = 0 (o, equivalentemente, hay una probabilidad T = 1 − R de que la partícula se
transmita). Esto contrasta claramente con el caso clásico en el que, evidentemente
R = 0.
½
V0 si x ∈ [−a/2, a/2]
V (x) = (4.73)
0 si x∈/ [−a/2, a/2] ,
representado en la figura 4.9. Veamos cómo son las autofunciones con energía E < V0 .2 2
Para ello, tengamos en cuenta que la solución general de la ecuación de Schrödinger
es
⎧
⎨ A exp (ikx) + B exp (−ikx) si x ≤ −a/2
ψ E (x) = C exp (qx) + D exp (−qx) si x ∈ [−a/2, a/2]
⎩
F exp (ikx) + G exp (−ikx) si x ≥ a/2,
p p
con k = 2mE/~2 y q = 2m(V0 − E)/~2 . La exponencial real creciente sólo existe
en una región acotada, por lo que la función es siempre finita. Las condiciones de em-
palme (continuidad de la función y de la derivada primera) en x = −a/2 y x = a/2
proporcionan cuatro ecuaciones para calcular los cinco cocientes B/A, C/A, D/A,
F/A y G/A. De nuevo, el sistema está indeterminado y tiene infinitas soluciones
para cada valor E de la energía, que es doblemente degenerado. De estas soluciones,
podemos elegir dos linealmente independientes imponiendo distintas condiciones as-
intóticas. Supongamos ahora que el problema corresponde a un haz de partículas
2 2 El caso E > V0 está resuelto en detalle en uno de los problemas al final del capítulo.
268 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
que inciden desde la izquierda, A exp (ikx). Podemos admitir que a la derecha de la
barrera sólo hay un haz transmitido, F exp (ikx), de partículas que viajan hacia la
derecha y no hay ninguna partícula que viaje hacia la izquierda, es decir, G = 0. De
este modo tenemos la autofunción de onda
⎧
⎨ ψ inc (x) + ψref (x) si x ≤ −a/2
ψ E→ (x) = C exp (qx) + D exp (−qx) si x ∈ [−a/2, a/2]
⎩
ψ tran (x) si x ≥ a/2
⎧
⎨ A exp (ikx) + B exp (−ikx) si x ≤ −a/2
= C exp (qx) + D exp (−qx) si x ∈ [−a/2, a/2] ,
⎩
F exp (ikx) si x ≥ a/2.
Fig. 4.10. Coeficientes de transmisión para un haz de energía E que incide contra
una barrera de potencial de anchura a y altura V 0 , en función de los valores del
parámetro adimensional β (véase el texto).
donde hemos usado la relación cosh2 u − sinh2 u = 1. Por simetría, los coeficientes de
reflexión y transmisión son los mismos para la función de onda ψE← (x).
• Este resultado ilustra el llamado efecto túnel: existe una posiblidad no nula
de que la partícula atraviese una barrera de potencial cuya energía es mayor que la
energía cinética de la partícula incidente. Veamos con más detalle el resultado para
el coeficiente de transmisión, el cual puede escribirse como
µ p ¶−1
1
T = 1+ sinh2 β (1 − ε) , (4.74)
4 (1 − ε) ε
siendo ε = E/V0 y β = 2ma2 V0 /~2 . Como puede observarse en la figura 4.10, para
un valor dado de V0 , a medida que disminuye el valor de β (esto es, a medida que
disminuye la anchura de la barrera a), el coeficiente de transmisión es cada vez mayor.
Por otra parte, cuando la energía de la partícula es prácticamente igual a la altura
de la barrera, E ' V0 , tenemos que
µ ¶−1
β 4
T = 1+ = ,
4 β+4
Cuando β sea muy pequeño (barrera muy poco ancha), la expresión (4.74) puede
simplificarse usando el hecho de que sinh2 u ' u2 para valores pequeños del argumen-
to, resultando en
µ ¶−1
β 4ε
T ≈ 1+ = si β ' 0 .
4ε β + 4ε
270 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
El factor preexponencial es máximo para ε = 1/2 (esto es, E = V0 /2), con valor 4. Es
decir, el factor preexponencial es del orden de la unidad, siempre que la energía E no
esté muy próxima a 0 o a V0 . En definitiva, podemos escribir la fórmula aproximada
à r !
√ 8ma2 (V0 − E)
− 4β(1−ε) si β À 0
T ≈e = exp − (4.75)
~2 si E ' V0 /2.
siendo x0 y x1 las raíces de la ecuación V (x) = E (esto es, los puntos de retroceso
clásicos).
Ejemplo 4.14. Un haz de partículas con energía cinética E incide contra
una barrera de potencial cuadrada de altura V0 > E. ¿Cuál debe ser la
anchura a de la barrera para que la mitad de las partículas la atraviesen?
Solución:
Ya hemos visto que el coeficiente de transmisión T es, en este caso
1
T = µq ¶.
V02 2 2m(V0 −E)a2
1+ 4(V0 −E)E sinh ~2
Para que sólo la mitad de las partículas atraviesen la barrera debe cumplirse que
T = 1/2. Es decir
Ãr !
V02 2 2m (V0 − E) a2
sinh = 1,
4 (V0 − E) E ~2
4.10 Sistemas separables 271
de donde obtenemos
p
~ 2 E (V0 − E)
a= p arg sinh ,
2m (V0 − E) V0
expresión que tiene una fuerte dependencia en E a través del primer factor y una
dependencia menor en el segundo.
b 2 φE (y)
H = E2 φE2 (y) (4.79)
2
b 3 φE (z)
H = E3 φE3 (z)
3
272 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
por lo que la energía de la autofunción ΨE (r) es, simplemente, la suma de las energías
parciales:
E = E1 + E2 + E3 . (4.80)
En otras palabras, el problema tridimensional es equivalente a tres problemas unidi-
mensionales. En lenguaje más técnico, el espacio de Hilbert de los estados es igual
al producto tensorial de los tres espacios de Hilbert asociados a cada uno de los tres
hamiltonianos unidimensionales (véase la sección 2.20).
y así sucesivamente.
Es importante darse cuenta que no todas las autofunciones son factorizables. Por
ejemplo, si consideramos el primer nivel excitado (que tiene degeneración 3), la función
de onda
1
Φ (r) = √ ψ1 (x) [ψ 2 (y) ψ 1 (z) + ψ1 (y) ψ 2 (z)]
2
π2 ~ 2
es autofunción de la energía con autovalor 6 × 2mL2
. Ahora bien, esta función de
onda se puede escribir
1
Φ (r) = √ [Ψ1,2,1 (r) + Ψ1,1,2 (r)]
2
y, en general, toda autofunción de la energía dentro de este nivel será combinación
lineal de las funciones de onda Ψ1,1,2 (r), Ψ1,2,1 (r) y Ψ2,1,1 (r), las cuales constituyen
una base ortonormal del primer nivel excitado.
nx = 0, 1, 2, 3, ...
ny = 0, 1, 2, 3, ...
kz ∈ R
Problemas resueltos
Problema 4.1. Supongamos que la ecuación de Schrödinger dependiente
del tiempo para un potencial V (x) tiene soluciones de la forma
iW (x, t)
Ψ(x, t) = A exp ,
~
siendo A una constante. (Esta es la expresión de una onda plana cuya
longitud de onda varía con x y t.)
a) ¿Qué ecuación debe satisfacer la función W (x, t)?
b) ¿A qué se reduce esta ecuación en el caso en que Ψ(x, t) represente un
estado estacionario?
Solución:
a) De la forma propuesta para Ψ(x, t) se sigue que
∂Ψ (x, t) i ∂W (x, t)
= Ψ (x, t)
∂x } ∂x
∂Ψ (x, t) i ∂W (x, t)
= Ψ (x, t)
∂t } ∂t
y
µ ¶2
∂ 2 Ψ (x, t) i ∂ 2 W (x, t) 1 ∂W (x, t)
= Ψ (x, t) − 2 Ψ (x, t) .
∂x2 } ∂x2 } ∂x
Sustituyendo estas expresiones en la ecuación de Schrödinger
~2 ∂ 2 Ψ(x, t) ∂Ψ(x, t)
− + V (x)Ψ (x, t) = i~
2m ∂x2 ∂t
obtenemos finalmente
µ ¶2
i~ ∂ 2 W 1 ∂W ∂W
− + + V (x) = − ,
2m ∂x2 2m ∂x ∂t
Reverté.
276 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
³ ´
Problema 4.2. Calcule el resultado de aplicar el operador exp iaPbx /~ a
una función f (x).
Solución:
Aunque hemos resuelto este problema en el capítulo 2 (Ejemplo 2.53), volvamos
a abordarlo pero de diferente manera. Puesto b d
¡ d ¢ que Px = −i~ dx , el operador en
cuestión puede escribirse en la forma exp a dx . Este operador puede desarrollarse
simbólicamente en serie de potencias. Haciendo esto, y aplicando cada término del
desarrollo a la función f (x), resulta
³ ´ µ ¶
d
exp iaPbx /~ f (x) = exp a f (x)
dx
µ ¶
d a2 d2 an dn
= 1+a + + . . . + + . . . f (x)
dx 2! dx2 n! dxn
a2 00 an (n)
= f (x) + af 0 (x) + f (x) + . . . + f (x) + . . .
2! n!
Pero esto es precisamente el desarrollo en serie de Taylor de f (x + a), de modo que
³ ´
exp iaPbx /~ f(x) = f(x + a).
El efecto del operador sobre una función f (x) consiste en desplazar dicha función una
longitud a a lo largo del eje X.
Problema 4.3. Una partícula libre que se mueve a lo largo del eje X, viene
representada en el instante t = 0 por la función de onda
µ ¶
ip0 x
Ψ(x, 0) = u (x) exp ,
~
siendo u (x) una función real y normalizada. Calcular, para ese instante de
tiempo, el valor esperado hPbx i del momento de la partícula y demostrar
que la desviación típica del momento ∆Pbx no depende del valor de p0 .
Solución:
El valor medio del momento es inmediato:
D E Z +∞ ∙ ¸
∂
Pbx = Ψ∗ (x, 0) −i~ Ψ (x, 0) dx
−∞ ∂x
Z +∞ µ ¶ ½ µ ¶¾
ip0 x d ip0 x
= −i~ u (x) exp − u (x) exp dx
−∞ ~ dx ~
Z +∞ Z +∞
du (x)
= −i~ u (x) dx + p0 |u (x)|2 dx.
−∞ dx −∞
Problemas resueltos 277
Por hipótesis, la función u (x) está normalizada, luego la primera integral es cero
(integre por partes y tenga en cuenta que u (x) se anula en ±∞) y la segunda es uno.
Por consiguiente,
D E
Pbx = p0 .
Por tanto,
rD E D E2
∆Pbx = Pbx2 − Pbx
s Z sZ ¯ ¯
+∞
d2 u (x) +∞ ¯ du (x) ¯2
= −~2 u (x) dx = ~ ¯ ¯
dx2 ¯ dx ¯ dx,
−∞ −∞
2 2
b (x + a) = − ~ d f (x + a) + V (x)f(x + a)
b Tba f (x) = Hf
H
2m dx2
278 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
y
µ ¶
~2 d2 f(x)
b (x)
Tba Hf = Tba − + V (x)f (x)
2m dx2
~2 d2 f (x + a)
= − + V (x + a)f (x + a)
2m d(x + a)2
~2 d2 f (x + a)
= − + V (x + a)f (x + a).
2m dx2
b conmutan.
Ambas expresiones son iguales si V (x) = V (x + a), con lo que Tba y H
b E (x + a) = H
Hϕ b E (x) = Tba EϕE (x) = EϕE (x + a),
b Tba ϕE (x) = Tba Hϕ
La forma más general para ϕE (x) es entonces ϕE (x) = eikx uk (x), siendo u una
función periódica uk (x + a) = uk (x). En efecto,
Además, si el potencial V (x) es real las ϕE (x) pueden escogerse reales, y entonces
2π
eika = 1 =⇒ ka = 2πm =⇒ k= m.
a
Este resultado es una versión simplificada del llamado teorema de Bloch, que tiene
una importancia fundamental en la teoría cuántica de los sólidos. Los electrones
cuasi-libres en un sólido están sometidos a un potencial periódico creado por los iones
dispuestos en una estructura cristalina ordenada: un hipotético cristal unidimension-
al de constante a creará un potencial periódico de periodo a y, por consiguiente, la
función de onda de los electrones será de la forma general ψ(x) = uk (x)eikx ; es decir,
tendrán la forma de una onda plana de longitud de onda 2π/k = a/m cuya amplitud
está modulada por una función periódica uk (x) de periodo a. Tales funciones ψ(x)
se extienden por todo el espacio y no son de cuadrado integrable por lo que, estricta-
mente hablando, no podemos calcular valores esperados del momento. No obstante,
se pueden normalizar las funciones uk (x) en el intervalo (−a/2, a/2) y definir pro-
ductos escalares sobre dicho intervalo2 4 . Entonces podemos definir un cuasimomento
2 4 Estamos, pues, utilizando como región de normalización un intervalo cuya longitud es la
o momento cristalino para un electrón descrito por una función ψ(x) como el valor
esperado de Px en dicho intervalo
Z +a/2
dψ(x)
hPbx i = −i~ ψ ∗ (x) dx
−a/2 dx
à Z Z a/2 !
a/2
2 du(x)
= −i~ ik |u(x)| dx + u(x) dx
−a/2 −a/2 dx
2π~
= ~k = m.
a
Problema 4.5. Sea una función ψ(x, y, z) escrita en coordenadas carte-
sianas en el espacio tridimensional; los operadores cuánticos correspon-
dientes a las componentes cartesianas del momento son, como es sabido,
Pbx = −i~(∂/∂x), Pby = −i~(∂/∂y) y Pbz = −i~(∂/∂z). Consideremos ahora la
función escrita en coordenadas polares ψ(r, θ, φ). ¿Es −i~ (∂/∂r) el operador
cuántico correspondiente a la componente radial pr del momento?
Solución:
Los operadores cuánticos que corresponden a las magnitudes clásicas deben ser ope-
radores autoadjuntos pues sólo así se garantiza que sus valores propios sean reales.
Sin embargo, el operador −i~(∂/∂r) no lo es. Ello se debe a que las integrales que
aparecen en los productos escalares están extendidas a todo el espacio tridimensional
e incluyen el elemento de volumen dV = r2 dr sin θdθ dφ. Entonces (considerando por
simplicidad sólo la dependencia radial de las funciones) para cualesquiera funciones
f y g
µ ¶ Z ∞
dg(r) dg(r)
f (r), −i~ = −i~ f ∗ (r) 4πr2 dr
dr 0 dr
¤∞
= −i~4π f ∗ (r) g(r)r2 0
Z ∞µ ¶
df ∗ (r)
+i~4π 2rf ∗ (r) + r2 g(r)dr
0 dr
µ ¶
∗ 2 ¤∞ df (r)
= −i~4π f (r) g(r)r 0 + −i~ , g(r)
dr
Z ∞
+i~8π rf ∗ (r)g(r)dr.
0
Así, aunque las funciones f(r), g(r) tiendan a cero lo suficientemente rápido para que
el primer término sea nulo en el infinito, la última integral será en general diferente
de cero y, por lo tanto, no se cumple la condición de hermiticidad. Así, el opera-
dor −i~ (∂/∂r) ni siquiera es hermítico, por lo que no puede representar a ningún
observable.
Por lo tanto, para ver si este operador es hermítico tenemos que añadir a los términos
del problema anterior un término adicional
µ ¶ Z ∞ Z ∞
g(r) 1
f (r), −i~ = −i~ f ∗ (r) g(r) 4πr2 dr = −i~4π rf ∗ (r)g(r)dr
r 0 r 0
Ahora bien
D E Z Z
Vb = V (x) |ψ(x)|2 dx ≥ Vmin |ψ(x)|2 dx = Vmin ,
ψ R R
y así
D E D E
b
K = Vmin − Vb ≤ 0.
ψ ψ
Hemos llegado a una contradicción, pues sabemos que hKi b ψ debe ser necesariamente
mayor que cero. Por consiguiente, la hipótesis de partida, E = Vmin , es falsa.
hPbx2 i D¯ ¯n E ~2 D¯ ¯n E ~2 D¯ ¯n E
b = ¯ b¯ ¯ b¯ ¯ b¯
hHi + b ¯X ¯ ≥ + b ¯X ¯ = + b ¯X ¯ .
2m 8mhXb 2i b 2i
8mh|X|
b 2 i = h| X
(Hemos escrito el último paso para dejar claro que hX b |2 i). Clásicamente, la
expresión anterior corresponde a una energía
~2
E≥ + b|x|n ,
8m|x|2
donde el término de la derecha es una función de |x| cuyo mínimo nos dará una cota
inferior para E. Dicho mínimo corresponde a
µ ¶1/(n+2)
dE ~2 ~2
=− + bn |x|n−1 = 0 ⇒ |x| = ,
d|x| 4m|x|3 4mbn
y su valor es
µ ¶−2/(n+2) µ 2 ¶n/(n+2)
~2 ~2 }
Emin = +b
8m 4mbn 4mb
³n ´ µ 1 ¶n/(n+2) µ }2n b2 ¶1/(n+2)
' +1 ,
2 4n mn
~2 ~2
Emin = = .
8ma2 2mL2
El valor exacto de la energía del estado fundamental es E = π2 ~2 /(2mL2 ).
Problema 4.9. (*) Hacer una estimación, a partir del principio de incer-
tidumbre, de una cota inferior para la energía del estado fundamental de
un ion H− (es decir, un átomo constituido por un protón y dos electrones)
y compararla con la energía del estado fundamental del átomo neutro.
Solución:
En rigor, y como sucede con el caso del átomo de hidrógeno simple, deberíamos referir
los movimientos de las tres partículas a su centro de masas común. No obstante,
Problemas resueltos 283
∂E ~2 e2 e2
=− 3 + 2 − = 0.
∂r2 mr2 r2 (r1 + r2 )2
Estas dos ecuaciones juntas implican r1 = r2 y, así, la condición de mínimo se reduce
a
~2 e2 e2 4~2 4
− 3 + 2 − =0 ⇒ r1 = r2 = = a0 ,
mr1 r1 4r12 3me2 3
2 5 Véase la Nota al final del problema siguiente.
284 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
siendo a0 el radio de Bohr. Es decir, hemos estimado que la distancia de los elec-
trones al núcleo en el ion H − es 1/3 mayor que en el átomo neutro. Ello se debe
evidentemente a la repulsión adicional entre los electrones. Sustituyendo este valor
de r1 y r2 en la expresión de la energía se obtiene
9 e2 9
Emin = − = E0H ,
16 rB 8
que es ligeramente mayor (en valor absoluto) que la energía del estado fundamental
del átomo de hidrógeno neutro, E0H .
Problema 4.10. (*) Hacer una estimación de una cota inferior para la en-
ergía del estado fundamental del átomo de hidrógeno en el caso relativista.
Solución:
La ecuación de Schrödinger es válida en tanto que las partículas a las que se¡ aplica
¢2
tengan una velocidad pequeña comparada con la de la luz. Entonces (pc)2 ¿ mc2
y podemos escribir
p p2
E= m2 c4 + p2 c2 ' mc2 +
2m
dE pc2 e2 pc2 me αc
= p − = p − αc = 0 ⇒ p = √ ,
dp 2 4 2
me c + p c2 ~ 2 4 2
me c + p c2 1 − α2
Pr (E2n ) = 0
donde
Z 1
In = u (1 − u) sin [(2n + 1) πu] du.
0
D E X
∞ µ ¶2 X
∞
b2 2 960 π 2 ~2 1
H = Pr (E2n+1 ) E2n+1 = 6
n=0
π 2mL2 n=0
(2n + 1)2
180~4 30~4
= B1 = ,
m2 L4 m2 L4
−ie−ipL/~ n inπ o
= nπ p e − eipL/~
L
−~
Z h ³ nπ
L
p´ i i n h ³ nπ p´ i o
exp −i + x dx = nπ p exp −i + L −1
0 L ~ L
+ ~
L ~
ie−ipL/~ n −inπ o
= nπ p e − eipL/~
L + ~
y así
½ ¾
−e−ipL/~ e−inπ − eipL/~ einπ − eipL/~
e n (p) =
ϕ √ p + .
2 π~L
nπ
L
+~ nπ
L
− ~p
Resumiendo, la función
√ ϕn (p)|2 presenta dos máximos pronunciados centrados en
|e
pn = ±nπ~/L = ± 2mEn y con anchuras del orden de 2π~/L. Para estados ligados
tales que n À 1, la anchura de los máximos es mucho menor que su distancia al origen
y la distribución de probabilidad
√ de momentos está muy fuertemente concentrada
alrededor de los valores ± 2mEn . Esto justifica que para valores altos de n, las
incertidumbres obtenidas con la distribución (1/2) (δ (p − pn ) + δ (p + pn )), que se ha
sugerido anteriormente, sean muy similares a los obtenidos con la distribución exacta.
(i) π 2 ~2
E0 = E1 = .
2mL2
Tras la expansión súbita, el estado Ψt=0+ (x) se podrá escribir como combinación
lineal de las autofunciones ϕ(f )
n (x) del nuevo pozo, es decir
X
∞
Ψt=0+ (x) = cn ϕ(f )
n (x) ,
n=1
donde
r
2 nπx
ϕ(f )
n (x) = sin x ∈ [0, 2L] .
2L 2L
b) De este modo, la probabilidad de encontrar la partícula en un estado n del nuevo
pozo será P (n) = |cn |2 con
³ ´ Z
1 2 L nπx πx
cn = ϕ(f )
n (x) , Ψt=0− (x) = √ sin sin dx,
2 L 0 2L L
donde la integral sólo se extiende de 0 a L puesto que Ψt=0− (x) es nula en el intervalo
[L, 2L] .
Problemas resueltos 291
Consideremos primero los estados finales tales que n = 2l. En este caso, la integración
anterior es inmediata
Z Z
1 2 L 2lπx πx 1 2 L lπx πx δ l,1
c2l = √ sin sin dx = √ sin sin dx = √ ,
2L 0 2L L 2L 0 L L 2
p
debido a la ortonormalidad de las funciones 2/L sin(nπx/L) en [0, L] . Así pues
√
c2 = 1/ 2, c4 = c6 = ... = 0
En definitiva
⎧
⎨ 1/2 si n = 2
|cn |2 = 0 si n = 4, 6, ...
⎩ 32 ¡ ¢−2
π2
n2 − 4 si n = 1, 3, 5, ...
Por tanto, la probabilidad de que, al medir la energía, Ψt=0+ (x) colapse al estado
fundamental es
32
|c1 |2 = ' 0, 36
9π 2
infinito de anchura L, de modo que la energía inicial del sistema está perfectamente
definida y es
(i) π 2 ~2
Eini = E1 = .
2mL2
En la expansión no cambia la energía. Vamos a comprobarlo utilizando los coeficientes
|cn |2 . En primer lugar, tras la expansión del pozo la partícula ya no está en un estado
estacionario del nuevo pozo, por lo que su energía ya no está perfectamente definida.
El valor esperado de la energía final es
D E X ∞
1 (f ) 32 X En
(f )
b =
Efin = H |cn |2 En(f ) = E2 + 2 ,
n=1
2 π n impar (n2 − 4)2
292 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
(f ) ¡ ¢
y como En = n2 π2 ~2 /[2m (2L)2 ] nos queda
1 22 π 2 ~2 32 π2 ~2 X n2
Efin = 2 + 2
2 2m (2L) π 2m (2L) n impar (n2 − 4)2
2
à !
π 2 ~2 16 X n2
= 1+ 2 .
4mL2 π n impar (n2 − 4)2
X 1 X 4
= + .
n2 −4
(n 2 − 4)2
n impar n impar
estado fundamental (en cada instante) del pozo. Una vez terminada la expansión, la
partícula estaría
¡ en
¢ el estado fundamental de un pozo de anchura 2L, y su energía
sería ~2 π2 / 8mL2 , es decir la cuarta parte de la energía inicial. La diferencia entre
las energías inicial y final es el trabajo realizado por la partícula sobre la pared.
En el caso de la compresión instantánea de un pozo, no podría tratarse de la misma
forma ya que, desde un punto de vista puramente matemático, la compresión dejaría
parte de la función de onda inicial fuera del pozo. Como esto no es físicamente
posible (la partícula no puede atravesar una pared de potencial infinita), la compresión
instantánea del pozo debe producir una compresión de la función de onda, lo que
equivale a realizar un trabajo sobre la partícula y aumentar su energía.
Solución:
Supondremos el pozo centrado en x = 0 y con paredes finitas en x = ±L/2. El
primer estado excitado corresponde a n = 1 y su función de onda debe ser impar.
Por lo tanto, la función será de la forma
⎧
⎨ −A exp(α1 x) si x ≤ −L/2
ϕ1 (x) = B sin k1 x si |x| < L/2
⎩
A exp(−α1 x) si x ≥ L/2
con
r r r r
2m(V0 − E1 ) mV0 2mE1 mV0
α1 = = k1 = =
~2 ~2 ~2 ~2
de modo que para este valor de la energía α1 = k1 . La condición de normalización da
una relación entre A y B
Z +∞ Ã Z L/2 Z ∞ !
2 2 2 2
|ϕ1 (x)| dx = 2 |B| sin k1 x dx + |A| exp (−2α1 x) dx =
−∞ 0 L/2
de donde
k1 L k1 k1 L α1 L 3π
tan = −1 ⇒ = = .
2 α1 2 2 4
Entonces, la primera condición de empalme se reduce a
√
2 3π
A=B exp
2 4
294 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
(−1)n ¡ ¢ dn ¡ ¢
φn (x) = α(2n−1)/2 exp x2 /2α2 n
exp −x2 /α2 ,
π1/4 (2n n!)1/2 dx
Solución:
Escribiendo el operador de creación y la autofunción φn explícitamente en la repre-
sentación de coordenadas llegamos al resultado pedido:
µ ¶∙ ¸
(−1)n α(2n−1)/2 1 d 2 /2α2 dn −x2 /α2
a† φn (x)
b = x−α ex e =
π1/4 (2n+1 n!)1/2 α dx dxn
∙ ¸
(−1)n α(2n−1)/2 x x2 /2α2 dn −x2 /α2
= e e
π1/4 (2n+1 n!)1/2 α dxn
∙ ¸
(−1)n α(2n−1)/2 2 2 x dn −x2 /α2 dn+1 −x2 /α2
− 1/4 n+1 1/2 ex /2α e + α e
π (2 n!) α dxn dxn+1
(−1)n+1 α(2n−1)/2 x2 /2α2 dn+1 −x2 /α2 √
= αe e = n + 1φn+1 (x).
π1/4 (2n+1 n!)1/2 dxn+1
siendo A una constante de normalización. Esta solución ξ z (x) existe para cualquier
z complejo, con lo que ba tiene un espectro continuo que llena todo el campo complejo.
Nótese que en el caso en que z es real, z = z0 ∈ R, la función ξ z0 (x) puede escribirse
de la forma
à p !2
2 x − 2~/mωz0
ξ z0 (x) = A exp z0 exp − p
2~/mω
p p
que es una función gaussiana centrada en x0 = z0 2~/mω y anchura ∆x = 2~/mω.
a† y sea ξ +
Por otra parte, llamemos z+ a un posible valor propio del operador b z (x)
su función propia correspondiente. Entonces,
r r
† + + ~ dξ +z (x) mω +
b
a ξ z (x) = z+ ξ z (x) ⇒ − xξ (x) = z+ ξ +z (x) ,
2mω dx 2~ z
con solución
à r !
mω 2 2mω
ξ+
z (x) = A exp x + z+ x .
2~ ~
Esta función no sólo no es integrable, sino que se hace infinita para x → ±∞. Así,
a† no tiene funciones propias dentro del espacio de Hilbert.
pues, el operador b
b) Escribamos ξ z (x) como combinación lineal de las funciones propias φn del hamil-
toniano del oscilador; es decir
X
∞ X
∞
ξ z (x) = cn φn (x) con |cn |2 = 1.
n=0 n=0
Pero si dos vectores son iguales, deben coincidir sus coordenadas. Como consecuencia,
√
n + 1cn+1 = zcn ; n = 0, 1, 2, . . .
o bien
z z
cn+1 = √ cn =⇒ cn = √ cn−1 ,
n+1 n
que nos da una ley de recurrencia para las coordenadas del autovector. Evidentemente
c0 6= 0 puesto que de lo contrario todos los índices serían nulos. Así,
z z2 z3
c1 = √ c0 , c2 = √ c0 , c3 = √ c0
1 2×1 3×2×1
y, en general,
zn
cn = √ c0 .
n!
Imponiendo la condición de normalización de ξ z (x) obtenemos el valor de c0 :
X
∞ X∞
|z|2n ¡ ¢
|cn |2 = 1 ⇒ 1 = |c0 |2 = |c0 |2 exp |z|2 .
n=0 n=0
n!
¡ ¢X∞
zn
ξ z (x) = exp − |z|2 /2 √ φn (x) ,
n=0 n!
y la serie converge para cualquier valor de z real o complejo. Obtenemos de nuevo que
el espectro del operador b a es continuo y llena el campo complejo. A los autovectores
de ba se les denomina estados coherentes.
Por último si ξ +
z (x) es autovector normalizado de b a† con autovalor z+ y lo escribimos
en la base de las funciones propias φn
X
∞
a† ξ +
b z (x) = z+ ξ +
z (x) = a+ φn (x)
cn b
n=0
X
∞
√ X
∞
= n + 1cn φn+1 (x) = z+ cn φn (x) .
n=0 n=0
Por tanto,
X
∞
√ X
∞
ncn−1 φn (x) = z+ cn φn (x) ,
n=1 n=0
que nunca se cumple a no ser que c0 = c1 = ... = 0. Por tanto, llegamos de nuevo a la
conclusión de que no hay funciones propias (normalizables) del operador ba† . ¡Nótese,
como se ve en este caso, que los autovalores de un operador no tienen por qué ser los
complejos conjugados de los de su adjunto!
Problemas resueltos 297
†®
Problema 4.17. Obtener la evolución temporal de los valores medios b a
y hb
ai.
Solución:
A partir de la ecuación para la evolución temporal de los valores medios, obtenemos
†®
d ba t i Dh b † iE D E D E D E
= H, b
a = iω b a† ⇒ a† = b
b a† exp (+iωt)
dt ~ t t 0
y, análogamente,
d hb
ait i Dh b iE
= H, b
a = −iω hb
ait ⇒ hb
ait = hb
ai0 exp (−iωt) .
dt ~
b t y hPbx it para un
Problema 4.18. Obtener la expresión explícita para hXi
oscilador armónico.
a) Por aplicación
†directa
® del teorema de Ehrenfest.
b) A partir de ba t y hb
ait .
Solución:
a) Aunque ya resolvimos esta parte del problema en el capítulo 3, recordemos el
razonamiento. Por la primera ecuación de Ehrenfest
d D bE 1 Db E
X = Px ,
dt t m t
y derivando una vez más con respecto a t y usando la segunda ecuación de Ehrenfest,
d2 D b E 1 d Db E 2
D E
b .
X = Px = −ω X
dt2 t m dt t t
Tenemos así una ecuación diferencial de segundo orden en el tiempo para el valor
esperado de la posición. Integrando la misma llegamos a
D E
D E D E Pbx
Xb = X b cos ωt + 0
sin ωt ,
t 0 mω
y utilizando la primera ecuación de Ehrenfest,
D E d D bE D E D E
Pbx = m X = Pbx cos ωt − mω X
b sin ωt.
t dt t 0 0
b en función de b
b) Escribiendo X a† y b
a, y usando el resultado del problema anterior
D E r
b ~ D † E
X = b
a +b a
t 2mω t
r ³D E ´
~
= a† exp (+iωt) + hb
b ai0 exp (−iωt)
2mω 0
r r
~ ³D † E ´ ~ ³D † E ´
= b
a + hbai0 cos ωt + i b
a ai0 sin ωt
− hb
2mω 0 2mω 0
D E
D E b
Px
= b cos ωt +
X 0
sin ωt.
0 mω
298 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
2 /2 X∞
zn
Ψ(x, t) = e−|z| √ φn (x) e−iEn t/~
n=0 n!
2 /2 X∞
zn
= e−|z| √ φn (x) e−inωt e−iωt/2 ,
n=0 n!
donde hemos llamado z(t) ≡ ze−iωt . Es decir, Ψ(x, t) ≡ ξ z(t) (x) es función propia de
a con valor propio ze−iωt .
b
b) Por el resultado anterior
³ ´ ³ ´ ³ ´
ait = ξ z(t) , b
hb aξ z(t) = ξ z(t) , z(t)ξ z(t) = z(t) ξ z(t) , ξ z(t) = z(t)
D E ³ ´ ³ ´ ³ ´
a† = ξ z(t) , b
b a† ξ z(t) = baξ z(t) , ξ z(t) = z ∗ (t) ξ z(t) , ξ z(t) = z ∗ (t)
t
D E ³ ´ ³ ´ ³ ´
ba† b a† b
a = ξ z(t) , b aξ z(t) = b aξ z(t) = |z(t)|2 ξ z(t) , ξ z(t) = |z(t)|2
aξ z(t) , b
t
D E Dh i E
b a† = b
ab a† + b
a, b a† b
a = 1 + |z(t)|2 .
t t
Por tanto,
D E r r r
b = ~ D † E ~ 2~
X b
a +b
a = (z ∗ (t) + z(t)) = z cos ωt.
t 2mω t 2mω mω
Problemas resueltos 299
D E D³ ´³ ´E ¿³ ´ À
b2 ~ ~ 2
X = ba† + b
a b a† + b
a = a† + b
b a† b
a+b
aba† + b
a2
t 2mω t 2mω t
~ ³ ´
∗ 2 2 2
= (z (t)) + 1 + 2 |z(t)| + (z(t))
2mω
~ ¡ ¢ ~ D E2
= 1 + 4z 2 cos2 ωt = + X b .
2mω 2mω t
Entonces,
³ ´ rD E D E2 r ~
b
∆X = b2
X b =
− X .
t t t 2mω
Así, pues, el valor esperado de la posición oscila en el tiempo con frecuencia ω pero la
desviación típica permanece constante en el tiempo. La forma de la función de onda
ξ z(t) (x) es una gaussiana y se desplaza como un todo sin cambiar su forma.
D E ³ ´ ³ ´
b2
H = ξz , Hb 2 ξ z = Hξ b z
b z , Hξ
³ ´ ~2 ω 2
= ~2 ω 2 b a† b a† b
aξ z , b aξ z + (ξ z , ξ z )
4
2 2 ³ ´ 2 2 ³ ´
~ ω ~ ω
+ a† b
ξz , b aξ z + ba† b
aξ z , ξ z .
2 2
Pero
³ ´ ³ ´ ³ ´ ¡ ¢
ba† b a† b
aξ z , b aξ z = |z|2 ba† ξ z , b
a† ξ z = |z|2 ξ z , ba† ξ z = |z|2 |z|2 + 1 ,
ab
de modo que
D E µ ¶
b 2 = ~2 ω2 |z|4 + 2 |z|2 + 1
H
4
y, finalmente,
rD E D E2
b =
∆H b2 − H
H b = ~ω |z| .
~2 ∂ 2 Ψ(x, t) 1 ∂Ψ(x, t)
− + mω2 x2 Ψ(x, t) = i~ ,
2m ∂x2 2 ∂t
Z
∂
= i~ Ψ(x, t) exp (−ipx/~) dx.
∂t
Veamos qué representan cada uno de los términos de esta ecuación. Integrando por
partes el primer sumando y suponiendo que Ψ ∈ L2 (R)
Z 2
∂ Ψ(x, t) −ipx/~
e dx =
∂x2
¸+∞ Z
∂Ψ(x, t) ip ∂Ψ(x, t)
= exp (−ipx/~) − + exp (−ipx/~) dx
∂x −∞ ~ ∂x
¸+∞ µ ¶2 Z
ip ip
= Ψ(x, t) exp (−ipx/~) + Ψ(x, t) exp (−ipx/~) dx
~ −∞ ~
Z
p2
= − 2 Ψ(x, t) exp (−ipx/~) dx.
~
Por otra parte, la integral del segundo sumando es
Z Z ∙ ¸
∂ 2 exp (−ipx/~)
x2 Ψ(x, t)e−ipx/~ dx = Ψ(x, t) −~2 dx
∂p2
Z
∂2 ∂2 e
= −~2 2 Ψ(x, t) exp (−ipx/~) dx = −~2 2 Ψ(p, t),
∂p ∂p
donde hemos escrito
Z
Ψ(p, t) = Ψ(x, t) exp (−ipx/~) dx,
1 2e 1 e t)
∂ 2 Ψ(p, e t)
∂ Ψ(p,
p Ψ(p, t) − mω2 ~2 2
= i~ .
2m 2 ∂p ∂t
Problemas resueltos 301
Como Ψ(x, 0) está escrito como una combinación lineal (infinita) de los autoestados
de la energía del oscilador
X∞ µ ¶2n X∞
1 1
1 = |A|2 √ = |A|2 n
.
n=0
2 n=0
2
∞ µ ¶n
1 X 1
Ψ(x, t) = √ √ φn (x) exp (−iEn t/~) ,
2 n=0 2
(recuérdese que las funciones propias del oscilador son reales). Así,
µ ¶n+m
2 1X 1
|Ψ(x, t)| = √ φn (x) φm (x) exp (iω (n − m) t) .
2 n,m 2
Si separamos términos,
D E
Hb ∞ µ ¶n ∞ µ ¶n
1X 1 1X 1
= n+
~ω 2 n=0 2 4 n=0 2
1X n 1X 1
∞ ∞
1 1 3
= n
+ = ×2+ ×2=
2 n=0 2 4 n=0 2n 2 4 2
y, así
D E 3
b = ~ω,
H
2
donde hemos usado el valor que ya hemos obtenido para el segundo sumatorio. En
cuanto al primero, cuyo resultado es 2, hay varias formas de calcularlo. Veamos una
muy general. Consideremos el sumatorio
X∞
n
s (A) = n
; A > 1.
n=0
A
Problemas resueltos 303
Evidentemente,
X∞
n X∞
n−1 X 1
∞ X∞
n−1 1
s (A) = n
= n
+ n
= n
+
n=0
A n=0
A n=0
A n=0
A 1 − (1/A)
X∞
n−1 A
= n
+ ,
n=0
A A −1
Solución:
La función de onda en la región x < 0 es idénticamente nula. Por otro lado, en
la región x > 0 la función de onda de energía E ha de verificar la ecuación de
Schrödinger independiente del tiempo de un oscilador armónico de√frecuencia ω. Las
únicas soluciones acotadas son, precisamente, las autofunciones α−1 Hn (x/α) del
oscilador armónico “completo”, donde Hn (u) es la n-ésima función de Hermite y α la
longitud característica del oscilador. Ahora bien, por continuidad en x = 0, sólo son
admisibles las soluciones con n impar, pues se anulan en dicho punto. En definitiva,
los niveles de energía son
µ ¶ µ ¶
1 3
En = 2n + 1 + ~ω = 2n + ~ω, n = 0, 1, 2, ...
2 2
304 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
(esto es, los niveles energéticos impares del oscilador armónico completo) y las auto-
funciones correspondientes
½
0
p x<0
φn (x) =
2/α H2n+1 (x/α) x > 0,
√
donde el prefactor 2 se incluye a efectos de normalización.
D E
D E D E Pbx
b
X = Xb cos ωt + 0
sin ωt
t 0 mω
D E
D E D E Pby
Yb = Yb cos 2ωt + 0
sin 2ωt
t 0 2mω
D E
D E D E Pbz
b
Z = Zb cos 3ωt + 0
sin 3ωt
t 0 3mω
p
Para tc = π m/k = π/2ω se tiene ωtc = π/2 y así
D E D E
D E Pbx D E D E D E Pbz
b
X = 0
Yb = − Yb b
Z =− 0
tc mω tc 0 tc 3mω
A partir de estas cuatro ecuaciones podríamos calcular los cuatro cocientes B/A, C/A,
D/A y F/A. En particular, el coeficiente de transmisión es T = |F/A|2 . Aplicando
la regla de Cramer al sistema de ecuaciones
⎛ ⎞⎛ ⎞ ⎛ ⎞
1 −1 −1 0 B/A −1
⎜ −1 −q/k q/k 0 ⎟ ⎜ C/A ⎟ ⎜ −1 ⎟
⎜ ⎟⎜ ⎟=⎜ ⎟
⎝ 0 eiqa e−iqa −eika ⎠ ⎝ D/A ⎠ ⎝ 0 ⎠
0 qeiqa /k −qe−iqa /k −eika F/A 0
306 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
y, así,
¯ ¯
¯ 1 −1 −1 −1 ¯
¯ ¯
¯ −1 −q/k q/k −1 ¯
¯ ¯
¯ 0 eiqa e−iqa 0 ¯
¯ ¯
F ¯ 0 qeiqa /k −qe−iqa /k 0 ¯ 4qke−ika
= ¯ ¯ = .
A ¯ 1 −1 −1 0 ¯ (q + k)2 e−iqa − (q − k)2 eiqa
¯ ¯
¯ −1 −q/k q/k 0 ¯
¯ ¯
¯ 0 eiqa e−iqa −eika ¯
¯ ¯
¯ 0 qeiqa /k −qe−iqa /k −eika ¯
donde ε = E/V0 y β = 2ma2 V0 /~2 . En la figura 4.14 representamos TE>V0 para una
barrera de potencial caracterizada por el parámetro adimensional β = 5.
esto es,
π 2 ~2 2
E = V0 + n , con n = 1, 2, 3, ...
2ma2
Este resultado puede interpretarse como sigue: si λB = 2π/q es la longitud de onda
de De Broglie de las partículas en la región II (es decir, sobre la barrera), la condición
anterior puede escribirse como a = nλB /2; es decir, la anchura de la barrera a contiene
un número entero de veces media longitud de onda de De Broglie. Si se cumple esto,
la onda reflejada en x = a interferirá destructivamente con la onda reflejada en x = 0
y, en consecuencia, no habrá onda reflejada neta: la totalidad de la onda incidente
pasará a la región III.
Sin embargo, no hay necesidad de usar la expresión general de T para responder a la
pregunta concreta que plantea este apartado del problema. Lo que queremos saber
en realidad es si B puede ser nulo y esto es mucho más sencillo. En efecto, si B = 0
las dos primeras condiciones de empalme dan C = A(q + k)/2q y D = (q − k)A/2q.
Por otra parte, eliminando F de los dos últimas condiciones de empalme obtenemos
que es la condición que debe satisfacerse para que no haya partículas reflejadas.
~2
V (x) = x,
2ma3
siendo a una constante con dimensiones de longitud. Hallar la función
propia de una partícula con energía E mediante los dos siguientes méto-
dos:
a) Resolviendo directamente la ecuación de Schrödinger en la representación
de posiciones.
b) Tratando el problema en la representación de momentos.
Solución:
a) En la representación de posiciones la ecuación de Schrödinger es de la forma
µ ¶
~2 d2 ~2
− + x φE (x) = EφE (x) ,
2m dx2 2ma3
o bien
µ ∙ ¸¶
d2 x 2mEa2
−a2 + − φE (x) = 0.
dx2 a ~2
308 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
x 2mEa2
φE (x) = ψ (u) ; u= − .
a ~2
Esto es, todas autofunciones son idénticas salvo traslación de la variable u. Ello es
lógico debido a la simetría del problema (piense que la única diferencia entre una
partícula con energía E y otra con energía E 0 es la situación del punto clásico de
retroceso).
Tenemos, por tanto, que hallar la solución de la ecuación diferencial
µ ¶
d2
− 2 + u ψ (u) = 0.
du
La solución general de la misma es
donde Ai (u) y Bi (u) son las llamadas funciones de Airy, que cumplen
o, lo que es lo mismo,
~ d e a2 ¡ ¢
e (p) .
φE (p) = i 2 p2 − 2mE φ E
a dp ~
de ¡ ¢
φ (p) = i q 2 − ε φe (p) ,
dq E E
Como consecuencia,
Z +∞ µ ¶
C e (p) exp ipx
φE (x) = √ φE dp
2π~ −∞ ~
Z +∞ µ 3¶ µ ¶
q iqx
∝ exp i exp − iεq dq.
−∞ 3 a
Pero
iqx ³x ´
− iεq = iq − ε = iqu
a a
por lo que
Z +∞ ½ µ 3 ¶¾
q
φE (x) = ψ (u) ∝ exp i + qu dq.
−∞ 3
310 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Problema 4.26. (*) Una partícula de masa m está bajo la acción del po-
tencial
⎧
⎨ 0 si x < 0
V (x) = ~2 , con a > 0.
⎩ x si x ≥ 0
2ma3
¡ ¢
Obtenga la función de ondas de una partícula cuya energía es E = ~2 / 2ma2 .
Solución:
Aplicando el resultado de un problema anterior, en la región x ≥ 0 la función de
ondas φE (x) es igual a la función de Airy Ai (u). En concreto,
µ ¶ ³x ´
x 2mEa2
φE (x ≥ 0) = Ai (u) = Ai − 2
= Ai −1 .
a ~ a
Fig. 4.16. Densidad de probabilidad para una partícula en un estado estacionario del
sistema correspondiente al problema 4.26.
Solución:
~2 d2 ψ (x)
− + (V0 − kx) ψ (x) = Eψ (x) ,
2m dx2
que, como hemos visto en los problemas anteriores para el caso de un potencial lineal,
dará una función de Airy. A continuación, tendríamos que empalmar dicha función
en x = 0 la solución en la región x < 0 que, evidentemente, es una superposición de
una onda plana incidente y una onda plana reflejada. Y, finalmente, resolveríamos el
sistema resultante para las amplitudes.
2 8 Las funciones de Airy y sus derivadas están tabuladas. En concreto Ai (−1) ' 0, 5356 y
Entonces
( Z )
2 (V0 −E)/k p
T ' exp − 2m (V0 − kx − E)dx
~ 0
½ √ ¾
4 2m
' exp − (V0 − E)3/2 .
3~k
⎧
⎨ A exp (ikx) + B exp (−ikx) si x ≤ −a/2
φE (x) = C exp (qx) + D exp (−qx) si x ∈ [−a/2, a/2]
⎩
F exp (ikx) si x ≥ a/2,
Problemas resueltos 313
con
¡ ¢
B e−ika k2 + q 2 sinh qa
=
A 2iqk cosh qa + (k2 − q 2 ) sinh qa
C ik (q + ik) e−(q+ik)a/2
=
A 2iqk cosh qa + (k2 − q 2 ) sinh qa
D ik (q − ik) e(q+ik)a/2
=
A 2iqk cosh qa + (k2 − q 2 ) sinh qa
F 2iqke−ika
= .
A 2iqk cosh qa + (k2 − q 2 ) sinh qa
y siendo
√ p
2mE 2m (V0 − E)
k= ; q= .
~ ~
Si a → 0, la función de ondas del autoestado de energía E tendrá sólo dos regiones
½
A exp (ikx) + B exp (−ikx) si x ≤ 0 √
φE (x) = ; k = 2mE/~.
F exp (ikx) si x ≥ 0
Teniendo en cuenta que V0 = g/a, el momento q del caso general será
r
2m ³ g ´
q= 2
−E
~ a
y, en el límite a → 0,
r
2mg 1 γ
q= √ ≡ √ ,
~2 a a
p
donde hemos llamado γ ≡ 2mg/~2 . De esta manera,
√ √ √ γ2
sinh qa → sinh γ a ∼ γ a ; cosh qa → cosh γ a ∼ 1 ; k2 ± q 2 → ±
a
y, por tanto, los coeficientes B/A y F/A resultan ser
¡ ¢
e−ika k2 + q 2 sinh qa
B/A = lim
a→0 2iqk cosh qa + (k 2 − q 2 ) sinh qa
γ2 √
γ a γ2
= lim γk a γ 2 √ =
a→0 2i √ − γ a 2ik − γ 2
a a
2iqke−ika
F/A = lim
a→0 2iqk cosh qa + (k2 − q 2 ) sinh qa
γk
2i √ a 2ik
= lim γ2 √
= .
a→0 γk
2i √ − γ a 2ik − γ 2
a a
314 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
µ ¶
~2 d2
− + g δ (x) − E φE (x) = 0,
2m dx2
A + B = F. (*)
Pero dφE (x) /dx es discontinua en x = 0, por lo que su segunda derivada d2 φE (x) /dx2
ha de obtenerse en el sentido de distribuciones, como se vio en la sección 2.14. Recor-
dando lo que allí se hizo podemos escribir directamente que:
½ 00
d2 φE (x) φE (x) si x 6= 0
=
dx2 ik (F + B − A) δ (x) si x = 0.
~2 00 ~2
− φE (x) − ik (F + B − A) δ (x) + g δ (x) φE (0) − E φE (x) = 0,
2m 2m
donde las deltas han de cancelarse. De esta forma,
~2
ik (F + B − A) = g φE (0) = gF,
2m
y así obtenemos la segunda ecuación que necesitábamos:
γ2
F +B−A= F. (**)
ik
Resolviendo el sistema de ecuaciones formado por las ecuaciones (∗) y (∗∗) obtenemos
γ2
B/A =
2ik − γ 2
2ik
F/A = ,
2ik − γ 2
que coinciden con los valores que ya se habían obtenido antes.
Problemas resueltos 315
Por tanto,
√
φE (x) = k exp (−k |x|) .
Para calcular los valores permitidos de k (y, por ende, de la energía E) tenemos que
ir a la propia ecuación de Schrödinger. Derivando φE (x) una primera vez
½
Ck exp (kx) si x ≤ 0
φ0E (x) =
−Ck exp (−kx) si x ≥ 0,
y, volviendo a derivar,
~2 ~2
− Ck2 e−k|x| + Ckδ (x) − gδ (x) φE (x) = EφE (x) .
2m m
Dado que φE (0) = C, al tener que compensarse las deltas de Dirac obligadamente se
cumple que
~2 k
− g = 0.
m
316 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
Por tanto,
gm √ gm g2 m
k= ⇒ −2mE = ⇒ E = − .
~2 ~ 2~2
√
En definitiva,
¡ sólo
¢ existe un estado ligado φE (x) = k exp (−k |x|), con energía
E = −g2 m/ 2~2 .
De forma alternativa,
¡ ¢ ¡ ¢ 2mg gm
φ0E 0+ − φ0E 0− = −2Ck = − 2 C ⇒ k= .
~ ~2
es decir, un pozo infinito con paredes en x = ±L/2 en cuyo centro hay una
barrera cuadrada de altura V0 y anchura a. Calcular los estados estacio-
narios de este potencial cuando la barrera central se hace infinitamente
estrecha (a → 0) e infinitamente alta (V0 → 0) pero de modo que el pro-
ducto aV0 ≡ g se mantiene constante.
Solución:
kL γ2
k cot =− para autofunciones pares
2 2
kL
k cot = −∞ para autofunciones impares.
2
Vamos a obtener estas mismas ecuaciones suponiendo directamente que en el
centro del pozo cuadrado infinito hay un potencial singular V (x) = gδ(x). Ahora,
una solución par es de la forma
½
A sin k (L/2 − x) si x > 0
φE (x) =
A sin k (L/2 + x) si x < 0
2mg kL kL
0= A sin ⇒ sin =0 autofunciones impares,
~2 2 2
que coinciden con los resultados ya obtenidos.
Veamos ahora cómo son estas autoenergías y autofunciones. El caso de las auto-
funciones impares es sencillo. En efecto
kL 2nπ 4n2 π2 ~2
sin = 0 ⇒ k2n = ⇒ E2n =
2 µ L¶ 2mL2
2nπ L 2nπ
φ2n (x) = A sin − x = A sin x n = 1, 2, 3, ...,
L 2 L
318 LA FUNCIÓN DE ONDA. SISTEMAS SIMPLES
n2 π2 ~2 4n2 π2 ~2
E= 2
= .
2m(L/2) 2mL2
Índice de símbolos y
glosario
Pn (x) son los polinomios de Legendre, definidos en el intervalo [−1, 1], págs. 40 a
43.
Ln (x) son los polinomios de Laguerre, definidos en [0, ∞), págs. 40 a 43.
Ln (x) son las funciones de Laguerre, págs. 40 a 43.
H n (x) son los polinomios de Hermite, definidos en (−∞, ∞), págs. 40 a 43.
Hn (x) son las funciones de Hermite, págs. 40 a 43.
ESPACIOS VECTORIALES O LINEALES .
U es un espacio vectorial complejo, cuyos subconjuntos denotamos por D, R, W, W1 ,
W2 , etc., pág. 17.
En : espacio euclídeo n-dimensional.
Rn : espacio real n-dimensional, R × R × R × . . . R.
P [a, b] es el espacio de los polinomios con coeficientes complejos, definidos en el
intervalo [a, b].
C [a, b] es el espacio de las funciones continuas y acotadas, definidas en el intervalo
[a, b].
319
320 Símbolos y glosario
H(1) ⊕ H(2) : es el espacio de Hilbert suma directa de los dos subespacios H(1) y
H(2) , pág. 65.
H(1) ⊗ H(2) : es el espacio de Hilbert producto tensorial de los dos subespacios
H(1) y H(2) , pág. 122.
OPERADORES .
b es un operador, esto es, una aplicación de un subespacio D(A)
A b ⊂ H en H tal
b
que a cada vector ~v ∈ D(A) le hace corresponder un segundo vector A b ~v que
pertenece al espacio H, pág. 44.
b es el dominio del operador A,
D(A) b esto es, el conjunto de vectores de H sobre los
que actúa el operador, pág. 44.
b es el recorrido del operador A,
R(A) b esto es, el conjunto de aquellos vectores de H
³ ´
que son el resultado de la actuación del operador sobre los vectores de D A b ,
pág. 44.
Operador lineal es un operador de un espacio de Hilbert H que, para todo ~ u, ~v ∈
b y para todo complejo α, cumple que A
D(A) b (~ b ~u + A
u + ~v ) = A b (α~
b ~v y que A u) =
αAb ~u, pág. 44.
Suma de operadores. Sean A byB b dos operadores lineales de un espacio de Hilbert
³ ´
b b
H. El operador A + B, suma de A b y B,
b se define de la forma A b+B b ~u =
bu + B~
A~ b u, siendo su dominio D(A)
b ∩ D(B),
b pág. 46.
Producto de operadores El operador bb
³ ´ o composición de los ope-
³ A´B, producto
b b b b
radores A y B, se define como AB ~u = A b u y su dominio es el subcon-
b B~
junto de D(B)b formado por aquellos vectores ~ b u ∈ D(A),
u tales que B~ b pág.
46.
Operador inverso A b−1 : es aquel cuya regla de actuación es A b−1 ~ ~ donde
u = w,
b
Aw ~ =~ b
u (su dominio es el recorrido de A), pág. 47.
b† es el operador adjunto de A,
A b pág. 56.
h i
Conmutador de dos operadores A, b Bb =A bB
b−B b A,
b págs. 47 y 165.
h i
Operadores compatibles son los que conmutan, esto es A,b B
b = 0, pág. 47.
OSCILADOR ARMÓNICO
a+ es el operador creación (en el tratamiento operacional del oscilador armónico),
b
pág. 257.
b
a es el operador destrucción (en el tratamiento operacional del oscilador armóni-
co), pág. 257.
Estados coherentes del oscilador : se denominan así a los autovectores de b
a, pág.
296.
Energía del punto cero : pág. 253.
327
328 Bibliografía
LIBROS DE PROBLEMAS .
R. Fernández Álvarez-Estrada y J. L. Sánchez Gómez 100 problemas de Físi-
ca Cuántica. (Alianza Editorial, 1996): su nivel es intermedio entre el primer
y segundo ciclos.
L. de la Peña y M. Villavicencio Problemas y ejercicios de Mecánica Cuántica
(UNAM-FCE, 2003):˙ complemento del texto de Luis de la Peña.
TABLAS MATEMÁTICAS .
M.R. Spiegel, J. Liu y L. Abellanas Fórmulas y tablas de matemática aplicada
(Ed. McGraw-Hill, Serie Schaum, 2000).