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De acuerdo con esta definición, los elementos comunes que caracterizan a una CCS son:
a) Ser un operador con personalidad jurídica propia y, por lo tanto, un ente capaz de
asumir derechos y obligaciones.
c) Las CCS están dirigidas a un grupo de empresas independientes sea cual fuere la
fórmula jurídica que adopte (Sociedad Limitada, Sociedad Anónima, Sociedad
Cooperativa, etc.) siempre que estén legalmente constituidas y se rijan bajo derecho
mercantil.
f) Asimismo, la relación entre la CCS y los proveedores (de productos y/o servicios, de
inmovilizado, ...) se establece también mediante una reglamentación específica de
cada CCS.
e) Las Franquicias.
Más allá de criterios de clasificación sectoriales y de tamaño, hay tres criterios que marcan
una línea empresarial y una operativa concreta de la CCS: el tipo de asociado, el ámbito de
actuación y la forma de prestación de servicio.
• CCS MIXTAS: son aquellas en las que pueden convivir empresas minoristas,
empresas mayoristas y empresas fabricantes o cualquier combinación de ellas, como
asociados a la Central de Compras y de Servicios. Este tipo de CCS maneja
intereses y problemáticas diferentes, por lo que busca un compromiso en la oferta de
servicios para la satisfacción de todos sus asociados.
• CCS INTERNACIONALES: las centrales que operan más allá del territorio español
bajo la legislación vigente en cada territorio donde opera. Puede utilizar internet como
una herramienta de comunicación comercial con los asociados.
Así pues, la definición de CCS que presentamos en este Libro abre un abanico amplio de
posibilidades, lo que dificulta una normativización genérica de una CCS. Sin embargo, es
de interés plasmar en el Libro Verde de las CCS aquellas prácticas más habituales de
muchas CCS sin espíritu de crear doctrina vinculante aunque sí con la intención de ofrecer
una guía orientativa.
Es por ello que desarrollamos un apartado bajo el título de: "Notas aclaratorias al
concepto", en el que se ofrece una descripción de líneas de actuación más habituales en
el ámbito de las CCS y que se derivan directamente de su concepto.
Puesto que una CCS es eminentemente una empresa de servicios es una condición
imprescindible definir los servicios que se prestan a los clientes de la CCS desde la
conceptualización hasta la forma de prestación del servicio.
Es básico para una CCS contemplar la función concreta de comunicación con los
asociados y la asignación de dicha función dentro de la organización.
Asimismo la CCS deberá tener un sistema para la comunicación directa con los
asociados ya sea a través de canal personal y/o canal no personal.
Todas las CCS deben elaborar, codificar, actualizar y gestionar sistemáticamente los
Documentos Internos en los que se establecen las reglas, comunicaciones y
procedimientos de aplicación en sus relaciones con los asociados, proveedores y
demás agentes.
Cada CCS decidirá qué DI debe elaborar en función de sus relaciones. Los DI son
documentos elaborados por cada CCS y son específicos para cada CCS. La
terminología utilizada para dichos documentos es diversa y en función del tipo de
relación. Por ejemplo: Contratos de Adhesión, Reglamentos Internos, Contrato CCS-
Socio para facturación centralizada, Contrato CCS-proveedor para facturación
centralizada, Contrato CCS-banco para facturación centralizada,…
El DI básico es aquel que establece el vínculo de unión de la CCS con los empresarios
independientes asociados, en este documento se contempla habitualmente:
En aquellas CCS que son propietarias de una o más marcas y que son utilizadas
por parte de los asociados, el DI regula la adecuación del uso de la marca/s en
todas sus aplicaciones.
Cualquier empresa independiente puede asociarse a una CCS si cumple con los
requisitos que se establecen en los Estatutos de constitución de la sociedad y en los DI
de la CCS.
Las CCS podrán categorizar a sus clientes en base a las condiciones de asociación a
la organización, en este sentido se puede hablar de:
En ningún caso los asociados a una CCS pueden ser asociados de otras formas de
cooperación organizada con la misma actividad que sea competidora de la CCS, en
este caso se estaría debilitando la capacidad de conseguir sus objetivos.
Las Altas y Bajas de los asociados, sea cual fuere su categoría, se establece en los
Estatutos y en los Documentos Internos de la CCS.
Una CCS no es una empresa mayorista aunque puede realizar algunas de las
funciones y servicios que prestan las empresas mayoristas.
§ Las empresas mayoristas deben tener sistemas de gestión logística, las CCS
pueden tenerlo pero no es un elemento indispensable.
§ Las empresas mayoristas compran y venden, las CCS pueden comprar y vender
pero no es indispensable.
Una CCS no es una franquicia. Las principales diferencias entre una CCS y una
franquicia son:
§ El objeto de la CCS es muy amplio puesto que, como hemos visto, puede referirse
a cualquier tipo de actividad de cooperación con sus asociados mientras que el
objeto de la franquicia por definición consiste en licencias de derechos de
propiedad intelectual, relativas a signos distintivos y conocimientos técnicos (know-
how).
Las CCS y las franquicias son fórmulas de cooperación empresarial, no extraña que
exista una lógica convergente en su evolución. Así, mientras que las CCS nacen para
aportar beneficios funcionales a sus asociados y las franquicias para proporcionarles
ventajas derivadas de su experiencia y reputación, el desarrollo actual pone de
manifiesto que en muchas ocasiones el avance de la CCS exige potenciar y explotar
los derechos de propiedad intelectual (signos distintivos, conocimientos técnicos, etc.)
y el de la de franquicia requiere una organización que coopere intensamente con los
franquiciados ante todo tipo de necesidades.
Por ello, aunque la CCS no es una franquicia, es frecuente que el franquiciador preste
servicios como CCS y puede ocurrir que una CCS llegue a actuar como franquiciador
en determinadas circunstancias, en beneficio de la red y como opción para sus
asociados, lógicamente, sólo en aquellos casos en que la creación de franquicias no le
produzca perjuicio alguno. En este caso deberá cumplir también la legislación vigente
sobre franquicias.
La actividad principal de una CCS es prestar servicio a sus asociados, sin embargo,
existen algunas centrales de compra y servicios minoristas que funcionan también
como generadoras de negocio directamente a través de la creación de una cadena
propia de establecimientos gestionados por el equipo de la CCS. Esta condición es
aplicable únicamente a las CCS que ya tienen una marca de distribuidor establecida.
Los establecimientos creados con la marca de la CCS y que funcionan como cadena
se gestionarán desde la central y como un servicio para sus asociados. En cualquier
caso sólo se procederá a dicha iniciativa si ésta no causa perjuicio alguno a sus
asociados.
La forma jurídica que adopten las CCS debe ser aquella que sirva al principio de
mayor capacidad y agilidad en la toma de decisiones de los órganos de
representación.
1. Fase previa
Una CCS puede crearse bien a partir de lo que se llama un “grupo promotor” que es
la agrupación de unos empresarios independientes que responden a las
necesidades jurídicas y económicas suficientes para la constitución de una CCS,
bien a partir de la iniciativa de un emprendedor con conocimiento sobre las
necesidades específicas del sector. Sea cual fuere la fórmula de creación, lo
básico para ser CCS es que la empresa responde a un objetivo de mejora de la
competitividad de sus asociados y a fomentar el intercambio entre los asociados.
2. Fase de constitución
Se establecerán las bases del proceso operativo centradas en: recursos humanos,
recursos materiales y equipamientos, así como la elaboración de los Documentos
Internos.
Para los países donde no hay una asociación nacional, podemos dirigirnos a
las cámaras de comercio, obtener información a través de algún proveedor,
etc...
ANCECO
08224 Terrassa
anceco@anceco.com
¿Con qué periodicidad, quien las convoca, cómo se convocan, donde se llevan
a cabo, quien puede asistir a las reuniones (todos los socios, algunos de ellos,
sino va el socio, puede ir un representante)?, ¿Cuáles son los temas que se
tratan en estas reuniones?, ¿De qué manera se pueden proponer temas para
la orden del día...?
Hay que conocer los derechos y obligaciones de los asociados antes de tomar
la decisión de incorporarse a una CCS. Esto implica responder a cuestiones
como: ¿dónde están definidos los derechos y obligaciones? ¿Qué mecanismos
de control existen para garantizar los derechos y obligaciones de los
asociados?
Está claro que la incorporación a una CCS implica incurrir en ciertos riesgos en
su mayoría derivados de la "necesidad" de ceder una parte de la
independencia de cada negocio.
Las características de o
l s socios actuales de la CCS y sus personalidades,
explica mucho de cómo es y se desarrolla una CCS. Es por ello que una
investigación entorno a los socios actuales e incluso a los asociados permitirá
tomar una decisión más precisa.
Aunque hay siempre una voluntad explícita hacia la igualdad entre "grandes" y
"pequeños", se hace necesario estudiar los procesos comerciales y de
comercialización de la CCS con los socios - asociados, para conocer la
dimensión real de la operativa respecto a las diferencias internas.
El tema de las compras, la razón principal por la cual nos adherimos a una
central de compras, es seguramente el que nos planteará más preguntas. Lo
primero que tenemos que saber es cómo se llevan a cabo las compras, si es
de forma individual o para todo el grupo y , en este caso, de qué manera, con
qué periodicidad. Si es individual, saber si se tiene que realizar los pedidos a
través de la central o se tiene que realizar directamente a los proveedores
marcados por la central. En este último caso, tenemos que saber si es
Otro tema de interés es como cabo la entrega del material (si es directamente
desde el proveedor), si tenemos rappels a final de año en función de lo que
haya comprado cada uno, cómo tenemos que realizar el pago (vía la central o
al proveedor directamente), qué condiciones de pago tenemos, como es la
forma de pago, si hay información sobre las ofertas de los proveedores...
Los costes que también tenemos que tener en cuenta para hacer esta
comparación, son los de los servicios adicionales que pueda ofrecer la central
y de los que nos podremos beneficiar, tales como asesoría contable, laboral,
informática... así como los costes del ahorro de tiempo que supone el obtener
información del mercado, información de las últimas novedades de productos,
de la búsqueda de nuevos proveedores, la negociación de mejores
descuentos... que en muchos casos supone un gran ahorro y un mayor
volumen de información de la que podríamos obtener por nuestra cuenta.
Cada central establece sus propias normas en lo que se refiera a las compras:
en unas ocasiones se tiene que comprar exclusivamente a los proveedores
que indique la central y en otras es obligatorio sólo para determinados
proveedores ... Por otro lado, si tenemos algunos proveedores a los que
compramos habitualmente y no tiene acuerdo con la central, se pueden
proponer para que todos los socios se puedan beneficiar.
Algunas centrales de compra ya no son sólo de compra, sino que además son
centrales de venta y esto para algunos casos puede implicar tener una imagen
común en los puntos de venta, tipo y decoración de la tienda, escaparate,
metros cuadrados, nombre, rótulos, embalaje, política de precios común,
productos comunes....
Llevado al extremo, podría ser como una franquicia, en la que no hay margen
de maniobra en lo que a la política de venta se refiere.
Una vez realizada la solicitud a una central, lo más probable es que nos pidan
una serie de información sobre nuestro negocio para poder estudiar si
cumplimos el perfil de socio que ellos han establecido en sus documentos
internos.
ANCECO:
IVE:
CCS:
CdeC+S:
Libro Verde:
Todo aquello que incide en las relaciones de una CCS con el mercado,
desde el propio mercado, los agentes intermediarios, los proveedores,
hasta la situación, económica, financiera, cultural, legal, ambiental y
cultural.
Exclusividad de plaza:
Asociado:
Cliente:
Aquel que utiliza los servicios de una CCS por su condición de socio,
asociado o simplemente cliente.
Documentos Internos:
ANCECO
08224 Terrassa
anceco@anceco.com
No existe una regulación propia de CCS. Existe legislación para los asociados
de una central en función del sector, es el caso de la Ley de Comercio.
Para los países donde no hay una asociación nacional, podemos dirigirnos a
las cámaras de comercio, de las administraciones y agencias de comercio
exterior u obtener información a través de algún proveedor.
El requisito más básico de todos es que haya unos asociados con unos
intereses comunes, con un espíritu cooperativista, dispuestos a perder ciertos
personalismos y con una capacidad de compra mínima suficiente como para
negociar con los proveedores y obtener mejores descuentos que los que se
obtienen individualmente.
Otro requisito importante es crear una central con una estructura mínima de
oficina y personal, separado e independiente de los socios, para no crear
confusión en el desarrollo de la actividad propia o del grupo.
No hay fórmulas para determinar el número de socios necesario para crear una
CCS, lo importante es tener capital suficiente para crear la empresa y el
número de asociados necesario para poder negociar y prestar servicios de
calidad. Y todo ello bajo el principio de cooperación entre las empresas
asociadas, lo que significa capacidad de ceder determinados personalismos en
aras al beneficio de todos a través de la CCS.
Las opciones de forma jurídica que puede adoptar una central de compra son
varias, y cada una tiene unas ventajas y unos inconvenientes.
Las sanciones se tiene que establecer desde un inicio, estar consensuadas por
los socios y ser comunicadas a los interesados en incorporarse a la central.
Diferenciamos entre socios y asociados. Los primeros son aquellos que son
titulares de la sociedad, mientras que los asociados son personas jurídicas que
participan de los servicios y actividades de la CCS pero no del accionariado.
En cuanto a la actividad comercial de la central todos deben ser iguales.
Cada central de compras tiene que tener una filosofía por la cual se rige y unos
asociados con un interés común, acorde con esta filosofía. No todas las
personas físicas y/o jurídicas que quieran pertenecer a una central, cumplen
las bases que marca esta filosofía o no todos disponen de unos puntos de
venta con unas características similares a los ya miembros de la central, con lo
que consideramos que es necesario restringir el tipo de asociado.
Si. Cada CCS debe decidir qué condiciones ofrece a sus asociados. Para
definir dichas condiciones es necesario un proceso de análisis de los
asociados potenciales, las características de estos asociados potenciales junto
con la misión de la empresa es la base para decidir la posibilidad de ofrecer
condiciones diferentes a diferentes asociados.
Tenemos que diferenciar entre socios y asociados. Los primeros son titulares
de la sociedad, los que tienen la iniciativa, asumen el riesgo de crear la central
y la inversión que ello requiere, elaboran los estatutos y el documento interno,
constituyen la Junta de Directiva y marcan la línea a seguir en la central.
El número "ideal" de asociados a una CCS no existe, para cada central será
diferente en función de sus intereses, ambiciones, presupuestos, etc...
No todos los miembros deciden, pero todos los miembros deben ser partícipes
de las decisiones tomadas puesto que una CCS se basa en el principio de
cooperación entre asociados. Las imposiciones deben evitarse en lo posible y
actuar desde el consenso.
Es necesario dar a conocer la central para obtener nuevos socios. Para ello,
podemos:
- Contactar con los gremios del sector para que nos hagan de prescriptores o
que colaboren en la organización de sesiones informativas (con su base de
datos y cesión de local, etc...)
Todas estas son acciones que requieren una importante inversión y una
dedicación activa por parte de los miembros de la central, pero es difícil que se
dirijan posibles socios a nuestra central si no comunicamos a nuestro público
objetivo que estamos en el mercado.
Una vez tengamos los datos y los documentos que lo acrediten, podemos pedir
informes, tanto a los proveedores comunes como a alguna empresa de
informes económicos y financieros, para saber cómo pagan y conocer la
situación económica de la empresa.
Cuando ya han pasado todas las fases, se firma el acuerdo, por el cual el
asociado acepta las normas, el funcionamiento y el documento interno de la
central y se comunica la incorporación del nuevo socio a la central a todos los
proveedores para que le apliquen los descuentos correspondientes y al resto
de los socios para que tengan conocimiento de las nuevas incorporaciones.
La misma que hay que darle cuando estamos hablando del funcionamiento de
una empresa de hoy en día, con el agravante de que los asociados una central
de compras están dispersos geográficamente y es necesario un sistema de
comunicación ágil, dinámico y económico.