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EL ACENTO

El acento en el latín clásico y los cambios acentuales en el latín vulgar

En el latín clásico, el acento estaba subordinado a la CANTIDAD. Por eso,


tenemos que fijarnos en si las vocales de la palabra son breves o largas.

NO existían las palabras agudas. El acento recaerá, entonces, en la


PENÚLTIMA o en la ANTEPENÚLTIMA sílaba.

LAS REGLAS DE ACENTUACIÓN EN LATÍN CLÁSICO

 PALABRAS BISÍLABAS: el acento siempre sobre la penúltima sílaba.


 MÁS DE DOS SÍLABAS:
o PENÚLTIMA SÍLABA. Recae sobre la penúltima sílaba si esta
es larga por naturaleza o por posición:
 LARGA POR NATURALEZA. La vocal de la penúltima sílaba
tiene cantidad larga.
 LARGA POR POSICIÓN. La vocal de la penúltima sílaba es
breve, pero se da una de las siguientes condiciones:
 La vocal breve está seguida de DOBLE
CONSONANTE (es decir, de consonante geminada,
como en SAGITTA).
 La vocal breve está seguida de un grupo
consonántico distinto de OCLUSIVA + /R/ (por
ejemplo, SEMENTEM).
o ANTEPENÚLTIMA SÍLABA. La sílaba no es larga ni por
naturaleza ni por posición (ARBORE).

En el comentario:

La cuestión del acento en el latín clásico es el asunto con el que debemos


comenzar el comentario de una palabra. Por ejemplo:

"RĔCŬPĔRO

El acento recae en la antepenúltima sílaba porque la penúltima es


breve tanto por naturaleza como por posición, ya que la vocal breve no
va seguida de consonante geminada ni de grupo consonántico distinto
de oclusiva + /R/".
CAMBIOS DEL ACENTO EN EL PASO AL LATÍN VULGAR

1. Los grupos formados por oclusiva + /R/ son interpretados como cualquier
otro grupo consonántico. En latín clásico, se consideraba que formaba parte de una
misma sílaba (in-te-grum), por lo que la penúltima sílaba en este caso no era larga
por posición. Al interpretarlos como otros grupos, el acento se desplaza a la
penúltima sílaba, como en las largas por posición.
2. Tendencia en latín vulgar a convertir hiatos en diptongo. En latín clásico
solo existían tres diptongos: /AE/, /OE/, /AU/. Ahora, en lugar de mu-li-e-re,
tendremos mu-lie-re.
3. Modificación del acento en algunas palabras compuestas por prefijo . Si
el hablante reconoce el prefijo, evitará que el acento de la palabra recaiga sobre
este aunque las reglas de acentuación digan lo contrario.
4. Pérdida de la tercera conjugación verbal. La tercera conjugación terminaba
en -ĔRE (con /e/ breve), por lo que el acento recaía en la antepenúltima sílaba. Al
integrarse los verbos de esta conjugación en la segunda (-ĒRE) o en la cuarta (-
ĪRE), el acento se desplaza a la penúltima sílaba porque ambas terminaciones
tienen cantidad larga.

5. Adverbios ILLĀC e ILLĪC. En latín vulgar se acentuaron en la última sílaba, se

cree que por influencia con HAC e HIC. Una vez desplazado el acento se les añade el
prefijo AD-, y de la combinación obtuvimos allá y allí.

* En el comentario hablaremos de estos cambios cuando nos corresponda explicar la


evolución EN EL LATÍN VULGAR.

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