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I. LA ALQUIMIA EN INGLATERRA
1. La alquimia se introduce en Inglaterra en el s. XIV y se difunde a tal grado que Enrique IV promulga, en
1403, un estatuto que la califica como delito de felonía, cuya pena era la muerte. Sin embargo, su práctica
continuó gracias a licencias expedidas por el rey y a que quienes la practicaban sin licencia, eran fácilmente
indultados. Gracias a Robert Boyle se abolió el estatuto en 1689.
2. Alquimistas importantes de los ss. XV-XVII: George Ripley, Thomas Norton, Thomas Charnock, Samuel
Hartlib, Eirenaeus Philaletes (americano, cuya verdadera personalidad era John Winthrop o George Starkey),
Eugenius Philaletes (Thomas Vaugan), Robert Fludd, Robert Boyle.
3. En la metodología alquimista se puede observar gran cantidad de procesos químicos, planteados a través de
analogías derivadas del mundo viviente. La mentalidad alquimista está íntimamente relacionada con la
fantasía y los sueños, fusionando los deseos subjetivos con las imágenes objetivas.
4. En el s. XVII la alquimia inglesa fue ligándose cada vez más con la teología, a través de una filosofía
religiosa de la naturaleza y una aproximación mística a sus caminos. La Filosofía Hermética fue
desarrollada por Robert Fludd y Thomas Vaugan (Eugenius Philaletes), la cual “en Inglaterra parece haber
sido absorbida por la igualmente secreta confraternidad de los Masones”.
a) Sus fuentes eran la interpretación de las Escrituras y las teorías neoplatónicas de la emanación de Dios, el
descenso en la materia y su animación en ella.
b) Respondía al hecho de que “el mundo había sido hecho por Dios y permanecía existiendo por Él con un
propósito específico, indicado de manera literaria o figurada en las Sagradas Escrituras”. Así, la
naturaleza era una especie de representación de lo divino, y toda “filosofía natural” que se preciase debía
incluir la actividad del Autor y Conservador de la naturaleza:
i) Dios había creado la primera materia, la cual no era nada en particular, pero era potencialmente todo.
esta primera materia era una oscuridad vacía que se condensó en aquella agua primitiva de que
hablan “las Escrituras”.
ii) La luz, que emanaba de Dios, atravesó la materia y formó un modelo que contenía, en potencia, todo
aquello que debería haber en el mundo y por medio de una especie de destilación o sublimación
cósmica separó lo sutil de lo burdo.
iii) … por último se formó el Ternarius, que también ha sido llamado Pneuma (aliento), con una parte de
luz por cada tres de materia, el cual representa el eslabón entre los mundos celeste y terrestre y sobre
el que los alquimistas pueden trabajar, pues en él radica el secreto.
iv) La Piedra filosofal es una forma condensada y tangible de la luz, obtenida mediante una separación
de lo sutil de lo tosco. Se basa en la sutilización y fijación subsiguiente del Ternarius y es la
sustancia que contiene el máximo de luz. De esta manera puede perfeccionar cualquier cuerpo,
porque la luz es la idea que Dios tuvo del mundo perfecto. Así, la Piedra filosofal es la materia
perfecta mediante la cual los cuerpos debían ser redimidos y perfeccionados.
c) La alquimia identificaba metales y planetas. Los movimientos celestes de los planetas estaban
conectados con las actividades terrestres de los materiales.
d) Era igualmente frecuente el uso de pinturas simbólicas. Las ecuaciones alquimistas “reúnen varios
símbolos en una especie de supersímbolo, más rico que la suma de sus componentes, ya que el lugar
relativo de los símbolos elementales aporta una información complementaria”.
e) La filosofía hermética fue perdiendo su prestigio. Para mediados del s. XVII se sabía muy poco de ella
en Inglaterra y a principios del s. XIX había desaparecido prácticamente en todos los países europeos. La
transmutación y la base teológica de toda filosofía natural no pudieron sostenerse ante los nuevos criterios
de la investigación científica. Los alquimistas fueron olvidados y ridiculizados por el pensamiento
científico, incapaz de aceptar todo aquello que salga de sus restringidas conceptualizaciones.
II. JEOVA SANCTUS UNUS (JSU)
1. Infancia (Woolsthorpe, 1642-1654)
a) JSU nació prematuramente en Woolsthorpe, en Lincolnshire, el día de Navidad de 1642 del calendario
juliano vigente todavía en Inglaterra (o en Enero de 1643 del calendario gregoriano del resto de Europa).
b) Como sobrevivió y su padre había muerto dos meses y medio antes, su nacimiento se llenó de rasgos que
fácilmente pueden identificarse con la noción puritana de elección especial.
c) Antes de los tres años de JSU, su madre, Ana Ayscough, se casó nuevamente, con Barnabás Smith, y se
mudó a North Witham, a milla y media de Woolsthorpe. JSU quedó al cuidado de su abuela materna.
d) El abandono de la madre, durante casi ocho años y su retorno, justo antes de la pubertad, acentuó en JSU
su fijación materna, haciendo “el amor genital por cualquier otra persona, virtualmente imposible”.
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a) En los primeros años de la década de los 70´s descansó un poco de la alquimia y se centró en la teología.
b) Ya desde sus notas de 1663-65, JSU había iniciado la sistematización de conceptos teológicos (“De
Dios”, “De la creación”) con el interés de hacer compatible el conocimiento a través de leyes físicas con
la idea de un Dios omnipotente, que sigue manifestándose de una forma activa.
c) JSU estudió el origen de la doctrina de la Trinidad y concluyó que con el triunfo de las concepciones de
Atanasio sobre las de Arrio (ss. IV-V) se había perpetrado un fraude, que había llegado hasta la
corrupción de las Escrituras para hacerlas congruentes con el trinitarismo. En 1672-75 redactó una lista
de doce puntos en la que declaraba que sólo Dios Padre era supremo y Cristo un ser separado, distinto del
Padre en sustancia y en naturaleza. Su divinidad le era comunicada del Padre.
d) Su arrianismo fue un secreto celosamente guardado, el cual, aunado a las particulares condiciones de su
nacimiento, lo llevó a considerarse a sí mismo como uno de los elegidos para interpretar el plan de Dios.
En sus más secretos manuscritos alquímicos firmó como Ieoua Sanctus Unus, anagrama de su nombre
latinizado, Isaacus Neuutonus.
e) Admiró a Moisés como símbolo teológico y de la prisca sapientia. Creía que había aprendido alquimia
en Egipto, pues tomó “el becerro que habían hecho y lo quemó, desmenuzándolo hasta reducirlo a polvo”.
f) En algún momento de su vida trazó el plano del Templo de Salomón, pues así “fue diseñada la primera
institución de la auténtica religión”. La “primera religión fue la más racional de todas las demás, hasta
que las naciones la corrompieron. Porque no hay forma (que nos haya sido revelada) de llegar al
conocimiento de una deidad excepto a través del esquema de la naturaleza”.
g) En 1675 solicitó al rey Carlos II que le permitiera mantener su calidad de becario en el Trinity College,
sin tomar las órdenes sagradas, mientras fuera profesor lucasiano, dado que dichas órdenes implicaban
sostener la doctrina trinitaria, a la que él se oponía. Carlos II concedió la dispensa para él y sus sucesores.
h) En 1675 consiguió el manuscrito Manna y le añadió que la alquimia es una filosofía que no “tiende a la
vanidad y al engaño, sino más bien al provecho, induciendo primero al conocimiento de Dios… su
finalidad es glorificar a Dios en sus maravillosas obras… Esta filosofía a la vez especulativa y activa no
sólo puede hallarse en el volumen de la naturaleza sino también en las Sagradas Escrituras”. La fusión
entre alquimia y teología estaba dada.
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Para circularlo entre grupos alquimistas. Es la hipótesis más probable.
g) En 1682-84 trabajó arduamente en su laboratorio y parece que obtuvo algunos éxitos alquímicos.
h) A fines de los 70´s empezó una Historia de la Iglesia, centrada en los ss. IV-V, en la que ataca las
monstruosas leyendas, los falsos milagros, la veneración de reliquias, las historias de fantasmas y
demonios.
i) A mediados de los 80´s inició su caótico manuscrito (nunca terminado) Theologiae gentiles origines
philosophicae (Orígenes filosóficos de la teología de los gentiles).
i) Para JSU, todos los pueblos antiguos habían adorado a los mismos 12 dioses (los 7 planetas, los 4
elementos y la quintaesencia), que representaban ancestros divinizados: Noé es Saturno, su hijo Sem
es Júpiter, su nieta Asur es Venus, etc.
ii) Estas teologías representaban la caída de la verdadera religión (junto con el verdadero conocimiento,
oculto en el Templo de Salomón) en favor la falsa religión (junto con el falso conocimiento, como el
geocentrismo).
j) La segunda mitad de los 80´s, JSU siguió leyendo y tomando notas sobre alquimia, en particular sobre la
obra de Michael Maier. Redactó dos colecciones de “Notable opinions”: Notanda chemica y Sententiae
Notabiles. Esta última obra está centrada en el modo de obtener el agente especial de la operación
alquímica, el mercurio filosofal, y tiene “una consistencia y consecutividad muy difíciles de encontrar en
cualquier libro alquímico” (F. S. Taylor).
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iii) Fatio: contestó que lo peor de su enfermedad ya había pasado.
iv) 24 de enero 1693, JSU: “Me temo que el aire de Londres conduce a vuestra indisposición y en
consecuencia deseo que os marchéis y vengáis aquí tan pronto como el clima os permita emprender
el viaje”.
v) Fatio: debía ir a Suiza pues su madre había muerto y le había dejado herencia. En caso de que fuese
suficiente, regresaría a vivir permanentemente en Inglaterra y “principalmente en Cambridge, y si
vos deseáis que venga a vuestro lado por otras razones más que las simplemente relacionadas con mi
salud y el ahorro de mis cargas, estoy dispuesto a hacerlo; en ese caso desearía que fuerais claro en
vuestra próxima carta”.
vi) JSU: “la habitación contigua a la mía está libre; pero en lo que estaba pensando es en que, puesto que
vuestras esperanzas de riqueza tal vez no alcancen para cumplir con vuestro designio de una
subsistencia en Londres, podemos arreglar las cosas de modo que vuestra subsistencia aquí os resulte
mucho más fácil”.
vii) 10 de mayo: desearía “vivir toda mi vida, o la mayor parte de ella, con vos, si eso fuera posible, y me
sentiré feliz de cualquier medio para lograrlo”.
viii) 18 de mayo, Fatio: en esta última carta, Fatio explicó que su herencia materna era pequeña, que se
había recuperado gracias a un prodigioso elíxir que le dio un amigo, y que planeaba comercializarlo,
para lo cual le proponía que se asociaran, y que lo fuera a visitar a Londres lo antes posible.
ix) 30 de mayo: JSU abandonó Cambridge por una semana, sin duda para ir a Londres. Hará lo mismo
en junio. No se sabe qué sucedió en estas visitas.
x) Junio de 1693: por razones desconocidas, terminó la “muy particular relación” (Leibniz) JSU-Fatio.
b) Julio-Agosto: no se sabe nada de la vida de JSU en Cambridge.
c) Septiembre: su salud mental se vio seriamente quebrantada. En su correspondencia, JSU acusaba a sus
amigos de hechos de los que eran completamente inocentes, refiriéndose a conversaciones que nunca
existieron:
i) 13 de septiembre, a Samuel Pepys: “Me siento extremadamente turbado ante la confusión en que me
hallo, y no he comido ni dormido bien en esos últimos doce meses, ni poseo mi anterior consistencia
mental. […] debo retirarme de vuestra amistad, y no ver más a vos ni al resto de mis amigos, si
puedo abandonarlos sin problemas”.
ii) 16 de septiembre, a Locke: “Siendo de la opinión de que habíais pretendido implicarme con mujeres
y por otras causas estaba tan afectado, que cuando alguien me dijo que estábais enfermo y que no
sobreviviríais respondí que mejor que estuvierais muerto. Deseo que me perdonéis por esta falta de
caridad. Porque ahora me siento satisfecho de que lo que vos habéis hecho es justo y os suplico
perdón por haber pensado mal de vos, …”
iii) En su siguiente carta a Locke: “El invierno pasado, durmiéndome muy a menudo junto a mis fuegos,
cogí la mala costumbre de dormirme en cualquier parte y a destiempo, lo cual, agravándose este
verano, ha acabado de desorientarme, de tal modo que cuando os escribí no había dormido ni una
hora cada noche desde hacía una quincena y durante cinco noches consecutivas ni un parpadeo.
Recuerdo haberos escrito, pero no recuerdo lo que dije de vuestro libro. Pro favor, enviadme una
transcripción de ese párrafo a fin de que pueda daros una explicación sobre el mismo, si puedo”.
d) Hipótesis de las razones de su desequilibrio: una, varias o todas las siguientes:
i) El fuego destruyó algunos manuscritos, y esto lo hundió en la desesperación.
ii) Exceso de trabajo, como planteó el mismo JSU.
iii) La ruptura con Fatio. Se ha sugerido que en sus posibles encuentros en Londres tomara conciencia
de la atracción homosexual que le despertaba Fatio.
iv) Su fracaso en la alquimia, cuando al fin parecía que su esfuerzo se vería recompensado con el éxito.
v) El envenenamiento derivado de sus experimentos alquímicos. Sus síntomas (insomnio, irritabilidad,
pérdida del apetito, paranoia, amnesia) coinciden con los asociados con la intoxicación por mercurio
y plomo, los cuales se encontraron en altas concentraciones en el análisis de sus cabellos.
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encontrado 4 notas alquímicas, todas fragmentarias. De los libros de alquimia de su biblioteca, sólo 3
fueron impresos después de 1700, dos de ellos regalados por el propio autor.
c) 23 de marzo de 1696: recibió la noticia de que había sido nombrado Inspector de la Casa de Moneda.
d) 20 de abril de 1696: firmó por última vez el libro de entradas y salidas del Trinity College. Pero renunció
a su cátedra y a su puesto de profesor becario hasta diciembre de 1701.
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debilidad; nunca se acercó a ninguna mujer; es lo que me ha sido confirmado por el médico y el
cirujano en cuyos brazos ha muerto”.
16. Títulos en su biblioteca (1621 en total, registrados en las listas de los compradores, Huggins y Musgrave):
a) 912 (57%): Teología en general (pues sus estudios teológicos eran de carácter historicista):
i) 515 (32%): Teología y filosofía.
ii) 215 (14%): Historia y cronología.
iii) 182 (11%): Autores clásicos.
b) 268 (16%): Matemáticas, física y astronomía.
c) 165 (10%): Química, mineralogía y alquimia (unos 80 títulos (≈5%) eran estrictamente alquímicos*).
d) 95 (6%): Filosofía, gramática y diversos.
e) 76 (5%): Geografía.
f) 52 (3%): Medicina, biología y labranza.
g) 35 (2%): Acuñación y numismática.
h) 18 (1%): Tecnología.
i) * Nota: para que este número no resulte engañoso, hay que recordar que la mayoría de los textos
alquimistas no llegaban nunca a la imprenta y estos 80 debían representar prácticamente toda la literatura
alquímica disponible por los canales comunes. Además, hay que considerar tres docenas de pequeños
libros alquímicos, aprox. 150 Kg. de panfletos, y muchos libros y manuscritos, copiados con puño y letra
de JSU.
17. Masonería
a) Aunque dado el carácter secreto de la masonería es difícil asegurar algo que no sean simples
generalidades, cabe aventurar la posibilidad de la militancia de JSU en las filas de la masonería, por las
siguientes posibles razones:
i) La coincidencia entre las preocupaciones de JSU y las de los masones:
Es fácil suponer nexos entre la alquimia (principalmente por medio de la filosofía hermética) y la
masonería.
En la masonería ocupan un lugar prominente los estudios bíblicos, especialmente los del A.T. y,
en particular, los referentes al Rey Salomón.
ii) Las misteriosas visitas de JSU a Londres (en 1717 se funda la Gran Logia de Londres).
iii) La extraña regla de bronce (que actualmente forma parte de la simbología masónica) que Locke
envió como regalo, ante la proximidad de su muerte, a JSU.
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a) Para JSU sus tres grandes intereses no son ajenos, sino que convergen:
i) Filosofía natural: se trata de encontrar las leyes que el Creador había impuesto en la Naturaleza.
ii) Alquimia: se penetra en la estructura y posible modificación de la materia, y se plantea la
prometedora hipótesis de que toda la naturaleza se haya unida por un medio elástico (el éter).
iii) Teología: se cree en la omnipresencia de Dios.
b) En estos tres campos, JSU, el elegido, debía develar, para él o para el mundo, los secretos designios del
sublime creador, Jehová.
c) En los Principia, JSU no hace conceptualizaciones de alquimia o teología, sin embargo, escribe:
i) En una carta a Bentley, capellán del obispo de Worcester (10 de diciembre 1692): “Cuando escribí
mi tratado acerca de nuestro sistema [los Principia], tenía la vista puesta en aquellos principios que
pudieran funcionar para que los hombres creyeran en Dios, nada pudo regocijarme más que encontrar
esto útil para tal fin”.
ii) En el Escolio general (agregado en la 2ª edición, de 1713): “El bellísimo sistema del sol, los planetas
y los cometas solamente puede proceder del dictamen y dominio de un Ser inteligente y poderoso
[…] hemos explicado los fenómenos de los cielos y de nuestro mar por el poder de la gravedad, pero
todavía no hemos asignado la causa de este poder. Ciertamente, éste debe proceder de una causa que
penetra en el centro del sol y de los planetas, sin sufrir la menor disminución… un cierto espíritu más
sutil, el cual penetra y radica oculto en todos los cuerpos densos”.
d) En la Óptica, a partir de la 2ª edición (1717) también muestra sus preocupación alquímica (ej: cuestiones
30, 31) y teológica (ej: cuestiones 28, 31).
19. Su nombre: JSU, Jeova Sanctus Unus, era un seudónimo secreto, con obvias referencias arrianistas,
obtenido como un anagrama de su nombre latinizado, Isaacus Neuutonus, o, dicho sin latinizar, Isaac
Newton.