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4ta.

DISPENSACIÓN: LA PROMESA

Esta Dispensación inicia con el llamamiento de Abraham Capitulo 12


de Génesis hasta la entrega de la ley en el monte Sinai, Éxodo 19:3

Su mayordomía se basó en el pacto de Dios con Abraham,


primeramente citado 12: 1,3 y confirmado y ampliado en Génesis
13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia
para siempre. 16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra;
que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu
descendencia será contada.

15: 1,7 _ 17:1, 8, 15, 19 - 22:16 etc.

Quiero que observemos los siguientes aspectos de está Dispensación


que se basa primero en el Pacto con Abraham y en la obediencia.

1. Las provisiones específicas que afectan la vida de Abraham, y sus


descendientes: a Isaac su hijo y a su nieto Jacob.

 Génesis 15:13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que
tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será
oprimida cuatrocientos años. V.:16 Y en la cuarta generación
volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del
amorreo hasta aquí.
 Que afecta a su hijo Isaac. Génesis 26:3 Habita como forastero en
esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu
descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento
que hice a Abraham tu padre. 4 Multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas
tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu
simiente, 5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi
precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
 Que alcanzaría su nieto Jacob: Génesis 28:13 Y he aquí, Jehová
estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de
Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás
acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu
descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al
occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la
tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy
contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a
traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo
que te he dicho.

Todas estas promesas estaban sujetas o dependían de la obediencia


personal, cómo se registra en el Capítulo 12

Génesis 12:1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de


tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y
haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los
que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra. 4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y
era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

2. Dios hizo unas promesa incondicional de bendiciones a través de la


simiente de Abraham

1) a la nación de Israel de heredar perpetuamente un territorio


específico Génesis 15:18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram,
diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto
hasta el río grande, el río Eufrates; 19 la tierra de los ceneos, los
cenezeos, los admoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21 los
amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

2) A la iglesia por ser de Cristo: Gálatas 3:16 Ahora bien, a Abraham


fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu
simiente, la cual es Cristo. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente
linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa. Y

3) A las naciones Gentiles. Génesis 12:3 Bendeciré a los que te


bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra.

la promesa a Israel, la simiente de Abraham, de la que saldría una


gran nación y el canal para el cumplimiento de la promesa de Dios
(Gn. 12:2-3; Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de
tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y
haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los
que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra. Génesis 13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de
la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu
descendencia será contada. Josué 1:3,4 Yo os he entregado, como lo
había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4
Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra
de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro
territorio.
y una promesa de bendición a toda la tierra a través de Abraham (Gn.
12:3), El principio fue también establecido de manera que Dios
bendijera a aquellos que bendijeran a Abraham y maldijera a
aquellos que maldijeran la simiente de Abraham.

El pacto abrahámico es uno de los pactos importantes de la Biblia e


incluye la provisión de que Israel sería una nación para siempre,
tendría el título de su tierra para siempre, sería bendecida en cosas
espirituales, estaría bajo la protección divina y tendría el signo
especial de la circuncisión.

(Gn. 17:13-14). Génesis 17:13 Debe ser circuncidado el nacido en tu


casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne
por pacto perpetuo. Génesis 17:14 Y el varón incircunciso, el que no
hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será
cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.

El pacto era a la vez de gracia en principios e incondicional, por


cuanto no dependía de la fidelidad humana, sino en la fidelidad de
Dios.

Solamente cumplidas parcialmente en el tiempo en que vivió


Abraham, las bendiciones y promesas del pacto abrahámico
continúan en su cumplimiento hacia el fin de la historia humana.
Algunas de las bendiciones inmediatas del pacto para alguna
generación particular estaban condicionadas a la obediencia, pero
el pacto en sí era declarado como un pacto eterno (Gn. 17:7, 13, 19
1 Cr. 16: 16-17; Sal. 105: 10). El pacto con Abraham fue dirigido
primeramente a Abraham y sus descendientes hasta donde estaba
comprometida la responsabilidad dispensacional. El mundo como un
todo continuaba bajo el gobierno humano y la conciencia como su
responsabilidad primaria. Bajo el pacto abrahámico, sin embargo,
había un constante patrón de fracaso, el cual fue manifestado en la
demora de ir a la Tierra Prometida (Gn. 11:31); en Abraham al ser el
padre de Ismael (Gn. 16:1-16); y en descender a Egipto (Gn. 12:10 -
13:1). Es evidente, sin embargo, que Abraham creció en fe y en gracia
y finalmente tenía la voluntad de sacrificar aun a su hijo Isaac en
obediencia a Dios (Gn. 22). Siguiendo a Abraham, Isaac fracasó
viviendo tan cerca de Egipto como era posible sin violar el
mandamiento de Dios. (Gn. 26:6-16). De la misma manera, Jacob
falló en no creer en la promesa hecha a su madre cuando él nació
(Gn. 25:23; J 28:13-15, 20); él fue culpable de mentira, engaño y de
regatear (Gn. 27:1-29), y eventualmente se movió fuera de la tierra
hacia Egipto para evitar el hambre (Gn. 46:1-4). En Egipto, Israel
también le falló a Dios en sus quejas y falta de fe (Ex. 2:23; 4:1-.10;
5:21; 14:10-12; 15:24), en su deseo de volver a Egipto (Ex. 14:11-12)
y en su constante murmuración (Ex. 15:24; 16:2; Nm. 14:2; 16:11, 41;
Jos. 9:18). Su fracaso es evidente tanto en el momento en que fue
dada la ley como posteriormente en su falla en cuanto a confiar en las
promesas de Dios en Cades Barnea (Nm. 14). El fracaso bajo el
período cuando la promesa abrahámica era especialmente su
responsabilidad resultó en la pérdida temporal de la tierra, su
esclavitud en Egipto, y en su viaje errante por el desierto antes de
entrar en la tierra.

Su fracaso estableció la etapa para la promulgación de la ley


mosaica. En la dispensación de la promesa había mucha gracia divina
ilustrada en el constante cuidado de Dios por su pueblo, su liberación
de Egipto y la institución de la fiesta de la Pascua.
La dispensación de la promesa termina en el momento en que fue
dada la ley (Ex. 19), pero finaliza sólo en el sentido de ser el
principio o prueba principal de responsabilidad.

La dispensación de la promesa continúa hacia el fin de la historia, y


muchas de sus promesas están aún en vigencia como un objeto de fe
y esperanza. Las promesas hechas a Abraham son la base para las
dispensaciones posteriores de la gracia y del reino.

Hasta cierto punto las promesas nunca acaban y son cumplidas en


un estado eterno. La dispensación de la promesa estableció
claramente el principio de la soberanía divina, proveyó un canal de
revelación divina especial para la nación de Israel, continuó la
provisión de la redención y bendición divinas, reveló la gracia de Dios
y prometió un testimonio para el mundo. Como las otras
dispensaciones, sin embargo terminó en fracaso en lo que se refiere a
la conformidad con la voluntad de Dios y preparó el terreno para la
introducción de la ley como un ayo para traer a los creyentes a Cristo
(Gá. 3:24).

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