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ÍNDICE

DOSSIER Vida, obra y pedagogía en Miguel de


Cerutti: pensador crítico de nuestramérica Unamuno
Héctor David León Jiménez 4 Armando Aguilar A. y Carmen A. González E. 47

Entrevista
Horacio Cerutti Guldberg
Héctor David León Jiménez y Rafael Rivade- 10
neyra Fentanes Declaración por escrito
Leonarda Rivera 59

Poesía

ESCENARIOS
Cristianismo y verdad
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las Pedro Antonio Reyes Linares 61
Ciencias Humanas en América Latina.
Actualidad de las «Siete tesis equivocadas…»
José Guadalupe Gandarilla Salgado
18

Repensar la experiencia de vacío. Esbo-


zos y matices para la consideración de
una vacuidad útil
ENSAYOS Héctor Sevilla Godínez 73
La belleza como fenómeno en el Origen de
la obra de arte de Martin Heidegger
Luis Ángel Lome Hurtado 32

RESEÑAS
Søren Kierkegaard; Escritos 4/2. Migajas
Jean Auguste Dominique Ingres filosóficas. El concepto de la angustia.
Rommel Navarro Medrano 42 Prólogos
Luis Fernando Suárez Cázares 87

Israel Covarrubias; Los espejos de la demo-


Contraépica (versión 7) cracia. Ley, espacio político y exclusión
Leonarda Rivera 45 Edgar F. Rodríguez Aguilar 93
Editorial

E stimados lectores, con una entrevista al filósofo Horacio Cerutti y un trabajo sobre el
antropólogo Rodolfo Stavenhagen tiene apertura el número 24 de la revista Piezas. La veta
intelectual de ambos ha repercutido de manera profunda en el pensamiento filosófico y la
investigación científica en América Latina. Cerutti estuvo muy cerca de la creación de lo
que se denominó filosofía latinoamericana, específicamente, la filosofía de la liberación,
aunque en los últimos años ha preferido usar el término nuestroamericano para referirse
al pensamiento que se desarrolla en el continente desde distintas latitudes e identidades.
Como Cerutti lo afirma en la entrevista realizada por Héctor León y Rafael Rivadeneyra,
al poner el acento en el pensamiento nuestroamericano, se busca terminar con la exclusión
que ha sufrido la filosofía de los pueblos indígenas del continente.
Con respecto al trabajo sobre Rodolfo Stavenhagen, José Garandilla realiza una lectura
en la que actualiza el texto clásico de Stavenhagen Siete tesis equivocadas sobre América
Latina. El ensayo revisa a la luz del texto citado, la persistencia actual de lo equívoco en
el continente, esto es, frente a las dificultades del desarrollo de la región, intereses ex-
tranjeros o extraños siguen pensando que en América Latina coexisten sociedades duales
(modernas y arcaicas), que sus problemas se solucionarán industrializando a los sectores
atrasados y empoderando a una clase media y moderna, entre otras falacias. Garandilla
demuestra la actualidad de las tesis de Stavenhagen para comprender la situación del
continente y orientar el pensamiento crítico en las tomas de decisión sobre el futuro de
la región.
La sección de Ensayos comienza con el texto de Luis Ángel Lome Hurtado cuyo
objetivo es presentar la problemática del concepto belleza dentro de la exposición hei-
deggeriana de la obra de arte. Se trata de mostrar la crítica que Martin Heidegger realiza
al concepto de belleza de la teoría estética de la modernidad. La reflexión gira en torno a
abrir la polémica que surge al experimentar el fenómeno estético de la obra de arte. En el
mismo campo del arte, el siguiente texto es un breve trabajo de Rommel Navarro sobre la
obra pictórica de Jean Auguste Dominique Ingres.
Por otro lado, en el ensayo Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno que presentan
Armando Aguilar A. y Carmen A. González E. se ofrece una panorámica del pensamiento
educativo del filósofo y escritor español, específicamente en lo que respecta a aquellos
aspectos más relevantes de su producción filosófica y literaria que se vinculan con el

2 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
tema de lo educativo en el filósofo. Por su parte Pedro Antonio Reyes Linares, en Cris-
tianismo y verdad plantea que el cristianismo no es un sistema de verdades sino fruto de
una experiencia de encuentro interpersonal, lo que implica un desafío al pensamiento
porque obliga a dilucidar en qué consiste esa experiencia como apertura a una posibilidad
de conocimiento más radical de lo que implica la humanización. En contraste, con sus
interesantes disertaciones, Héctor Sevilla Godínez, esta vez en Repensar la experiencia
de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil a partir de algunas
características de lo que se propone como vacío dado de sentido, sugiere que la aceptación
de la condición humana y de sus precariedades, alienta para la liberación de las enajena-
ciones, libera de la Univocidad, promueve la distinción entre los significados y la supuesta
verdad oculta en los signos. En una clara versión polémica, el texto en promoción de un
neonihilismo, esboza la alternativa de considerar al vacío como un punto de partida del
crecimiento y mejora personal.
Por último, es importante hacer mención del trabajo pictórico y literario que com-
plementa en términos estéticos, el presente número de Piezas. Sobre ello agradecemos a
Ricardo Copado y a Leonarda Rivera por su gentileza al ofrecernos su creación artística.
No menos importante es, como siempre, el trabajo de las reseñas que acompañan cada
número de la revista. Un reconocimiento por ello a Edgar F. Rodríguez Aguilar y a Luis
Fernando Suárez Cázares.

El Director
Dossier

Cerutti: pensador
crítico de nuestramérica
Héctor David León Jiménez*

H oracio Cerutti es un pensador de


la realidad latinoamericana. Pensar no es un
filosofía e historia de las ideas, seminario
sobre cultura contemporánea en América
Latina y Filosofía latinoamericana. Su ac-
asunto menor, de hecho en muchos casos, tual línea de investigación es “Pensamiento
pensar supone hacer filosofía. Pensar filosófico nuestroamericano en los últimos
implica dejar que la realidad hable –por doscientos años”.1
mediación de las ciencias humanas-, que Cerutti ha sido presidente de la Asocia-
nos dé qué pensar. Se piensa la realidad ción Filosófica de México de 1996 a 1998.
en función de encargarse de ella. Cerutti Recibió el Doctorado Honoris Causa por la
piensa filosóficamente la realidad lati- Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú,
noamericana, es un pensador crítico. La en 2006; por la Universidad de Varsovia,
crítica remite al ejercicio de comprensión Polonia, en 2010; y por la Universidad Na-
de la realidad y de denuncia de las ideolo- cional de San Luis, Argentina, en 2013. En
gías que operan sobre ella, con la apuesta 1976 fue Becario de la Fundación Barilo-
por pensar utópicamente alternativas a esa che, Río Negro, Argentina. En 1981 obtuvo
realidad. la Beca Alexander Von Humboldt, la cual
Horacio Victorio Cerutti-Guldberg pudo disfrutar sólo por cuatro meses en
nació en 1950 en Mendoza, Argentina. 1986, investigando en Nürnberg, y Berlín,
Después de vivir en México por varios Alemania. En 2009 fue distinguido como
años, se naturalizó mexicano en 1993. “Socicorrispondenti” de la Scuola Interna-
Desde entonces tiene su residencia en la zionale di Alti Studi, Fondazione Collegio
ciudad de México. Horacio Cerutti inició San Carlo Dimodena, Italia. En 2011 fue
su formación filosófica en la Universidad designado “Profesor Honorario” por la
Nacional de Cuyo en Mendoza, Argentina Universidad Nacional Mayor de San Mar-
en 1968 y en 1978 obtuvo el Doctorado en cos, “Decana de América”, Lima, Perú. En
Filosofía por la Universidad de Cuenca en 2013 fue declarado “Huésped de Honor”
Azuay, Ecuador. Actualmente es miembro por la Universidad Nacional de Río Cuarto
del Sistema Nacional de Investigadores y también fue reconocido como “Visitante
nivel II del Consejo Nacional para la Distinguido” por la Universidad Nacional
Ciencia y la Tecnología (CONACYT) e de Córdoba, Argentina.
Investigador Titular C, del Centro de Cerutti ha sido profesor de filosofía por
Investigaciones sobre América Latina más de 40 años, ha dictado innumerables
y el Caribe de la Universidad Nacional conferencias y escrito cientos de artículos.
Autónoma de México (UNAM). En dicho Su producción académica es amplia, sus
centro es docente de los seminarios de libros, del primero al último son:

1. “Horacio Cerutti Guldberg”, en Investigación. Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe,
UNAM, Disponible en: http://www.cialc.unam.mx/cerutti.html, fecha de consulta 20 de junio de 2017.

4 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti: pensador crítico de nuestramérica

Filosofía de la liberación latinoamericana, FCE, México, 1983. Segunda edición, 1992. Ter-
cera edición, corregida y aumentada, 2006.
Hacia una metodología de la historia de las ideas (filosóficas) en América Latina. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, 1986. Segunda edición, Miguel Ángel Porrúa/ CCYDEL,
UNAM, México, 1997.
Ensayos de utopía (I y II). Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, 1989.
De varia utópica. (Ensayos de utopía III). Universidad Central, Bogotá, Colombia, 1989.
Segunda edición corregida, La utopía de Nuestra América (De Varia Utópica. Ensayos
de Utopía III), Universidad Nacional, Costa Rica, 2007.
Presagio y tópica del descubrimiento. (Ensayos de utopía IV). UNAM, México, 1991. Segunda
edición, corregida, CCyDEL-UNAM/Ediciones Eón, México, 2007.
Lecturas críticas. IMCED, Morelia, 1996.
Memoria comprometida. Universidad Nacional, Costa Rica, 1996.
Filosofías para la liberación ¿Liberación del filosofar?  Universidad Autónoma del Estado de
México, Toluca, 1997. Segunda edición, 2001. Tercera edición corregida, Editorial de
la Universidad Nacional de San Luis, Argentina, 2008.
Filosofar desde Nuestra América. Ensayo problematizador de su modus operandi. Miguel
Ángel Porrúa/ CCYDEL, CRIM, UNAM, México, 2000. Traducción al francés:  Phi-
losopher Depuis notre Amérique. Essai de problématisation de son modus operandi.
L´Harmattan, París, Francia, 2010.
Experiencias en el tiempo, Jitanjáfora, México, 2001.
Configuraciones de un filosofar sureador. Ayuntamiento de Orizaba, Veracruz, México,
2005. 1era. reimpresión corregida, 2006.
Democracia e integración en Nuestra América (Ensayos). Editorial de la Universidad Nacio-
nal de Cuyo, Argentina, 2007.
Y seguimos filosofando...  Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 2009.
Filosofando y con el mazo dando. Editorial Biblioteca Nueva / UACM, Madrid, 2009.
Utopía es compromiso y tarea responsable (Ensayos de utopía, V). CECYTE, México, 2010.
Segunda edición, corregida y aumentada. Nueva Editorial Universitaria/ Universidad
Nacional de San Luis, San Luis, Argentina, 2012.
Doscientos años de pensamiento filosófico Nuestroamericano. ediciones desde abajo, Bogo-
tá, Colombia, 2011.
Pensando después de 200 años. CECYTE, México, 2011. Traducción al portugués: Pensan-
do após 200 anos. Ensaios em torno do bicentenárico das independencias da América
Latina. Editora da PUC GOIAS, Goiânia, 2012.
Filozofia naszoamerycana - Filosofía nuestroamericana. (edición bilingüe polaco-español),
CESLA / Universidad de Varsovia, Varsovia, 2011.
Posibilitar otra vida trans-capitalista. Universidad del Cauca, / CIALC (UNAM), Colombia,
2015.
¿Cuerpos recibidos o re-construidos?, CIALC-UNAM, México, 2015.

En coautoría:
Cerutti, Horacio y Magallón A., M.; Historia de las ideas latinoamericanas ¿Disciplina fene-
cida?, Universidad de la Ciudad de México / Casa Juan Pablo, México, 2003.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 5


Héctor León David León Jiménez

¿En estas obras, qué temas-problemas sofía, desde los pueblos originarios se ha
encontramos? ¿Se pueden suponer o producido, y esta ha consistido en pensar
evidenciar etapas en el desarrollo y con- de manera situada la realidad en razón de
figuración de su (pensamiento) filosofía? transformarla.
¿Es posible entrever una idea de filosofía? Con lo anterior, afirmo que en Cerutti,
Muchos ubican a Cerutti en el horizonte de según nuestro parecer, solo hay de manera
la filosofía de la liberación y hay razón en clara dos etapas o momentos distinguibles
ello, porque junto con otros pensó y discu- de su desarrollo filosófico. A diferencia
tió el tema de la liberación en la década de de lo que postula Beorlegui5, para quien
los ochentas. Los analistas e historiadores habría 3 etapas, que parecen más bien
de la filosofía de la liberación2 coinci- temas, nosotros vemos que una es la etapa
den en ubicarlo junto con José Severino de formación filosófica y consolidación,
Croatto, Manuel Ignacio Santos y Gustavo y otra es la filosofía madura. Los temas
Ortiz, dentro de la corriente filosófica de la función de la filosofía y utopía, fueron
la liberación llamada “Problematizadora”. temas de la filosofía de la liberación y, en
Como corriente, se caracterizaron por una alguna medida siguen siendo preocupa-
posición crítica, frente a otros grupos y ción de Cerutti, luego entonces no parece
frente a las posibilidades mismas de la así que sean etapas6. Un estudio minucioso,
llamada filosofía de la liberación. en diálogo con el propio Cerutti, podría
Habría que decir que Cerutti es un esclarecer en todo caso, los momentos, las
pensador latinoamericano, en su momento obras, los temas, categorías y problemas,
exponente de la filosofía de la liberación, de las posibles etapas de desarrollo de su
pero ante todo es analista y crítico de las pensamiento. La filosofía de la liberación
corrientes de esta filosofía y de las posibi- y la filosofía nuestroamericana parecen ser
lidades reales que entrañó. Su obra “Filo- los dos temas o momentos del filosofar de
sofía de la liberación Latinoamericana”3, Horacio Cerutti.
da cuenta de ello. Esa fue una etapa en el Para entender a Cerutti y su pensa-
desarrollo filosófico de Cerutti, hoy él mis- miento se requiere cierta ruptura con el
mo se sitúa “después” y “fuera” de “esa” modo tradicional de estudiar filosofía. Su
filosofía4 para situarse como un liberador modo de entender la filosofía, de hacerla,
de la filosofía. Ese ejercicio lo realiza dis- los temas-problemas que le ocupan, no es-
tanciado de la preocupación de si lo suyo tán en el horizonte de lo que eurocéntrica
es o no filosofía, si hay o no una filosofía y clásicamente entendemos por filosofía.
auténtica y originaria. Cerutti tiene claro Suele ser común que, en las cátedras, en las
que en Nuestramérica, se produce filo- universidades y las escuelas de enseñanza

2. Véanse, por ejemplo: Carlos Beorlegui, Historia del pensamiento filosófico Latinoamericano. Una búsqueda
incesante de identidad, (Bilbao: Universidad de Deusto, 2004). Solís Bello Ortíz, N. L., et. al, “La filosofía de
la liberación”, en Enrique Dussel, Mendieta, E. y Bohórquez, C., El pensamiento filosófico latinoamericano,
del Caribe y `latino` (1300 – 2000). Historia, corrientes, temas y filósofos, (México: Siglo XXI editores,
2011), 399 – 417; David Sánchez Rubio, Filosofía, derecho y liberación en América Latina, (Bilbao, Desclée
de Brouwer, 1999), 45 – 108.
3. Horario Cerutti Guldberg, Filosofía de la liberación latinoamericana, (México: FCE, 2006).
4. Ibíd., p. 470.
5. Cfr. Op. Cit.
6. Antes de señalar etapas, coincidimos en apuntar que en Cerutti hay temas recurrentes: liberación,
epistemología, utopía e historia de la ideas (cfr. Enrique Dussel, Mendieta, E. y Bohórquez, C., Op. Cit., pp.
857-859); siendo este último el más desarrollado en los últimos años donde Cerutti escudriña la filosofía
nuestroamericana y el pensamiento humanista latinoamericano.

6 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti: pensador crítico de nuestramérica

se postule a la filosofía como un saber tanto no es una tarea o privilegio de unos


último, un producto cultural acabado, se especialistas o profesionales, a quienes les
afirme un origen: Grecia. De ordinario se llamamos filósofos. Pensar la realidad, no
sostiene la existencia de un logos, lo que es un quehacer exclusivo de quienes he-
supondría un modo de pensar y hacer fi- mos optado hacer de la filosofía un estilo
losofía. Desde esa cosmovisión, la filosofía de vida: “La labor filosófica no se reduce ni
fue tarea de sujetos cuya condición de siquiera principalmente a los ámbitos aca-
“ocio” les permitió dedicar su vida a pen- démicos. Su potencia como pensamiento
sar la realidad. Este es justo el problema yace en la vida política como tal”9.
que han querido evidenciar figuras como Que Cerutti sea un pensador nuestro-
Enrique Dussel, Raúl Fornet-Betancourt y americano, implica que la suya, es una
por supuesto Horacio Cerutti. El problema filosofía abierta y crítica. Su apertura
es mayor, si se reconoce que en muchas au- radica en que se hace siempre de manera
las se enseña filosofía latinoamericana bajo parcial y limitada, su saber es relativo y ne-
el supuesto de que en América Latina sólo cesitado del diálogo con las ciencias. Toma
podemos encontrar Ideas o pensamiento distancia de la idea de filosofía como saber
filosófico, pero no estricta filosofía7. de salvación, como expresión máxima de
El mito imperialista, eurocéntrico y la cultura.10 No se piensa ante todo como
por lo tanto no universal, sostiene la tesis filosofía primera, sino como “una labor a
de que la filosofía tuvo un origen, cuando posteriori”.11
de facto la filosofía tiene orígenes. No hay En Cerutti “nuestroamericana” es una
un logos, sino logos (en plural)8. No hay categoría que además de delimitar una
filosofía, sino filosofías, la filosofía no es línea de investigación define una posición
sólo, ni exclusivamente producto de unos epistemológica, geopolítica y utópica.
especialistas. Cerutti defiende y postula Remite de manera directa al texto de José
esto a lo largo de su obra, estos son los te- Martí “Nuestra América”, nos dice de la
mas-problemas de los que él se ha ocupado. posición del autor, su proyecto y su idea de
La posición de Cerutti no es la que rela- filosofía12. Filosofar desde nuestra américa
tiviza y niega la posibilidad de una univer- es “[…] pensar la realidad, a partir de la
salidad, no niega la historia de la filosofía propia historia, crítica y creativamente
occidental ni su valor, pero no afirma que para transformarla”13. Lo que supone
la historia de occidente es la historia de la un ejercicio disciplinado y fruto de un
filosofía. La filosofía para Cerutti es ante riguroso entrenamiento para dar cuenta
todo un ejercicio de pensar la vida y, por lo de una realidad socio-histórica. Pensar la

7. Cfr. Ejemplo de estos planteamientos los podemos encontrar en: Carlos Beorlegui, Historia del pensamiento
filosófico Latinoamericano. Una búsqueda incesante de identidad, (Bilbao: Universidad de Deusto, 2004).
8. Cerruti califica esa pretención, como imperial, véase “Logos regionales ante el logos imperial”, en Horacio
Cerutti, Filosofías para la liberación. ¿Liberación del filosofar?, (Toluca, México: UAEM, 1997), 121-132.
9. Ibíd., p. 131.
10. Cfr. “Redefiniciones del concepto mismo de filosofía”, en Horacio Cerutti, Filosofía de la liberación
latinoamericana, (México: FCE, 2006), 436 y ss.
11. Horacio Cerutti Guldberg, “Humanidades y filosofar nuestroamericano”, en Juan Diego Ortiz Acosta, y Jaime
Arturo Chavolla Flores (Coords.), Estudios Filosóficos. Filosofía y pensamiento latinoamericano, (México:
Universidad de Guadalajara, 2016), 22.
12. Cfr. María del R. Ramírez Fierro y Gustavo Roberto Cruz, “Horacio Cerutti Guldberg (1950-), en Enrique
Dussel, Mendieta, E. y Bohórquez, C., El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y `latino` (1300
– 2000). Historia, corrientes, temas y filósofos, (México: Siglo XXI editores, 2011), pp. 857-859.
13. Ibíd., p. 14.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 7


Héctor León David León Jiménez

realidad es dejar que esta nos dé los temas- pensarla tenemos que averiguar cómo es
problemas a pensar. Para ello se requiere esa realidad y cómo podemos modificarla
que la filosofía deje su posición soberbia de conformidad con ilusiones, anhelos,
y se acerque con más humildad al saber imaginarios y sueños diurnos precisamen-
que producen las ciencias humanas. Para te elaborados14.

14. Cfr. Op. Cit., pp. 13-27.

8 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti: pensador crítico de nuestramérica

Fuentes de consulta:

“Horacio Cerutti Guldberg”, en Investigación. Centro de Investigaciones sobre América


Latina y el Caribe, UNAM, Disponible en: http://www.cialc.unam.mx/cerutti.
html, fecha de consulta 20 de junio de 2017.
Beorlegui, Carlos, Historia del pensamiento filosófico Latinoamericano. Una búsqueda
incesante de identidad, (Bilbao: Universidad de Deusto, 2004).
Cerutti Guldberg, Horario, “Humanidades y filosofar nuestroamericano”, en Ortiz Acosta,
Juan Diego y Chavolla Flores, Jaime Arturo (Coords.), Estudios Filosóficos. Filoso-
fía y pensamiento latinoamericano, (México: Universidad de Guadalajara, 2016),
pp. 13-27.
Cerutti Guldberg, Horario, Filosofía de la liberación latinoamericana, (México: FCE,
2006).
Cerutti Guldberg, Horario, Filosofías para la liberación. ¿Liberación del filosofar?, (Tolu-
ca, México: UAEM, 1997).
Ramírez Fierro, María del R. y Roberto Cruz, Gustavo, “Horacio Cerutti Guldberg (1950-
), en Dussel, Enrique; Mendieta, E. y Bohórquez, C., El pensamiento filosófico
latinoamericano, del Caribe y `latino` (1300 – 2000). Historia, corrientes, temas y
filósofos, (México: Siglo XXI editores, 2011), pp. 857-859.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 9


Entrevista

Horacio Cerutti
Guldberg
Rafael Rivadeneyra Fentanes y Héctor David León Jiménez*

Piezas: Estimado doctor Horacio Cerutti, lerable, frente a la cual nos preguntamos
nos complace haya aceptado esta entre- ¿qué estamos haciendo aquí? ¿Qué pode-
vista para la revista Piezas del Instituto mos hacer? ¿Cómo podemos explicarnos
de Filosofía. En verdad agradecemos su lo que aparece para buscar una alternativa
* Es Licenciado disponibilidad para el diálogo de las ideas. o una situación más digna y plenamente
en Filosofía y
ciencias sociales
Maestro, quisiera comenzar con la siguien- humana?
por el ITESO, te cuestión: a lo largo de su trayectoria Este es un punto muy importante,
Maestro en intelectual, es posible identificar la inten- sobre todo, si queremos convertirlo en
Investigación en ción de hacer que la filosofía trascienda de una exigencia de la vida académica. Esto
Ciencias de la
un perfil academicista, en el cual, sólo un implicaría que verdaderamente la activi-
Educación por
la Universidad cúmulo de entendidos o versados tienen dad académica, la actividad universitaria
de Guadalajara. acceso a ella, a uno más universal y públi- y la actividad institucional sirvieran para
Doctor en Desa- co. En dicho contexto, ¿cuál es su idea de la prepararnos para filosofar. Esto tendría
rrollo humano
condición pública de la filosofía? que enfrentar la idea de que la filosofía es
por la UNAG.
Actualmente es Horacio Cerutti: En lo que me han plan- un quehacer de personas raras, que están
coordinador de teado, hay varias cuestiones que me gus- desconectadas de la realidad. También ten-
la licenciatura taría abordar. La primera de ellas es que, dría que enfrentar la idea, de que estudiar
en filosofía no
efectivamente, desde hace muchos años he filosofía, de prepararse para hacer esa ta-
escolarizada en
el Instituto de pensado que no se trata de enseñar filo- rea, significaría pretender pertenecer a una
Filosofía, A. C. sofía, sino de entrenar para filosofar. Esto élite de sabios. Etimológicamente el tér-
causa problemas desde que se plantea en mino filosofía significa la búsqueda; pero,
estos términos dentro del ámbito academi- no es la sabiduría entendida plenamente.
cista. Refiero por academicista la petulan- Filosofía es amor, búsqueda, ejercicio de
cia lamentable o el cierre de la filosofía. El indagación, de problematización. No se
ejercicio del filosofar implica no solamente trata de convertirse en profesional de la
la cuestión mental, porque no somos una filosofía, sino verdaderamente practicar el
mente separada de un cuerpo, somos una ejercicio del filosofar y compartirlo con los
unidad integrada donde se ponen en juego demás. Se piensa generalmente en la figura
muchas dimensiones. Hay ritmo; un modo del filósofo aislado que se encarga de su
de expresión; preocupaciones, que tienen quehacer de manera solitaria. Además, hay
que ser tomadas en cuenta; problemas; hay que enfatizar no sólo tenemos filósofos,
búsqueda de sentido y es todo esto lo que sino que también hay muchísimas y valio-
nos lleva al ejercicio del filosofar. Incluso sísimas filósofas. El inconveniente es que
el desagrado o el sentimiento de miedo tendríamos que recordar que, ni ellos ni
frente a una realidad que a veces es into- ellas han actuado aislados.

10 Revista semestral • Nueva Época • volumen VII, núm. 23, Diciembre 2016
Horacio Cerutti Guldberg

Me gustaría referir el caso de Imma- Otro punto que me gustaría tocar,


nuel Kant. ¿Cómo en su época sin Internet tiene que ver con la filosofía de la libera-
ni televisión, lograba enterarse de lo que ción. Al principio este pensamiento fue
acontecía? Era durante sus comidas. En sus referido con esa terminología, pero no era
comidas reunía a personas de gran conoci- una denominación muy adecuada. Lo más
miento y formados en diferentes áreas del conveniente sería decir que se trata de una
saber. A ellos les pedía que les explicara filosofía para la liberación. ¿Y qué es lo que
acerca de los más diversos temas sobre sigue estando vigente de la filosofía para la
medicina, ingeniería o artes. liberación? Precisamente, el filosofar para
Esto último está íntimamente relacio- la liberación; lo cual implica no quedarse
nado con lo que planteaba al principio, se en la elaboración teórica, sino comprome-
trata de sacar la filosofía a la calle. Podría- terse con la práctica.
mos decirlo así. No se trata del retiro o Ahora bien, ¿cuál es la importancia de
del aislamiento teórico, sino de la práctica la pluralidad en este panorama? Porque
del filosofar: en la calle, en el barrio, en era evidente que lo que surgió como filo-
la base de la sociedad. Hay que abogar sofía para la liberación contenía posiciones
por una reflexión situada. Preguntémonos distintas: teóricas, políticas, ideológicas,
¿en dónde se está filosofando? Es en un inclusive de creencia. Esa pluralidad,
contexto espacio-temporal específico. también hay que tomarla en consideración
Estos son algunos aspectos iniciales me respecto de la teología, porque cuando sur-
que parece importante que tomemos en gió la filosofía para la liberación, también
consideración. se hablaba de la teología de la liberación.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 11


Héctor David León Jiménez y Rafael Rivadeneyra Fentanes

Siempre que se aborde esta cuestión


hay que ver con detalle y reparar en
los matices que distinguen entre una
propuesta y otra; pugnemos por la
sutileza del análisis. No se trata de
estar en desacuerdo, sino de preci-
sar cómo se enfocan y se juegan las
cuestiones. Digo esto, porque en
general, en los ámbitos académicos,
recurrir a estas designaciones re-
suelve problemas, pero conduce a
otros. Yo puedo decir filosofía de la
liberación, pero hay que aclarar ¿a
qué nos referimos con esto?
P Z : Maestro, en sus trabajos
sobre la historia de la filosofía
latinoamericana, usted alude cons-
tantemente a la palabra nuestroame-
ricano, ¿Por qué poner el acento en
lo nuestroamericano?
HC : Diría que, en primer lugar, po- P Z : Retornando a lo que planteaba al
nemos el acento ahí porque la noción de comienzo de la entrevista sobre el filosofar
latinoamericano, es un término exclu- y la enseñanza de la filosofía, supondríamos
yente. Si yo hablo de lo latinoamericano, que lo que usted nos plantea requiere una
¿dónde queda lo otro? ¿Dónde quedan las ruptura epistemológica, dado que propone
comunidades indígenas? Terminarían por que la filosofía tendría que hacerse desde
pasar desapercibidas. Hay que tener mu- la calle. En dicho entendido, la filosofía
cho cuidado porque esa noción tiene sus no es propiedad de los que se encuentran
asegunes. El término latinoamericano fue en el aula. ¿Cómo entender esto? ¿Hay
utilizado para aclarar nuestra relación con una ruptura con las visiones clásicas de la
los vecinos del norte, pero hay un detalle: filosofía, su origen y el modo de filosofar?
en los años cincuenta, del siglo pasado, se HC : No quisiera exagerar diciendo
hablaba de filosofía americana. Posterior- que la filosofía se hará sólo en la calle. La
mente, los vecinos del norte empiezan a haremos articulando diferentes dimensio-
distinguir entre los latinoamericanos y nes aprovechando lo que hay disponible,
ellos. Es entonces que surge y se adopta la pues lo importante no es la filosofía en sí
noción de latinoamericano. misma; sino, la realidad que nos está exi-
José Martí habla de Nuestra América. giendo tomar posición frente a ella. Hay
Y ¿quién era José Martí? Un cubano que que disponer de todos los recursos que
recorrió la región, estuvo también en el nos sirvan para tomar posición frente a
norte y se dio cuenta de que necesitábamos la realidad, ya sea que estos provengan de
construir una América nuestra, que no era la academia o de la experiencia de la vida
la América de ellos. cotidiana.

12 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti Guldberg

Ahora bien, otra cuestión que es fun- primer lugar: ¿cómo han transcurrido
damental y que a nosotros nos ocupó hace las cosas aquí? ¿Cómo se ha pensado
años, es que, en el ámbito institucional históricamente esto? Posteriormente, voy
¿cómo se suele entender el estudio de la pensando no sólo en la locación concreta,
filosofía? En general, hay comúnmente en sino tal vez en cómo lo han pensado en la
los programas de filosofía, un estudio de la región; después podría preguntarme cómo
historia de la filosofía que se supone nace lo han pensado personas en otros países o a
en Grecia; después se estudia en el periodo lo largo del continente. De ahí podemos in-
medieval, el periodo moderno y el periodo tentar pensar desde Europa, desde África,
contemporáneo. En el mejor de los casos, desde Asia u Oceanía. Cambia totalmente
puede haber en el programa algún curso la manera de colocarse frente al problema.
sobre filosofía latinoamericana. A parte Expresaré este punto crucial por medio
de eso, hay un estudio de introducción a de una metáfora. En lugar de ponerse de
la filosofía y luego de lo rodillas, frente a lo que se me
que podríamos llamar sub- presenta o al modo de hacer
disciplinas filosóficas: ética,
estética, metafísica, lógica,
No se trata filosofía, se trata de ponernos
de pie y reformularlo o re-
epistemología y demás.
de enseñar plantearlo. ¿Cómo podríamos
Sobre este asunto qui- filosofía, sino hacerlo nosotros?
P Z : ¿Cómo podríamos
siera narrarte lo siguiente.
En el año de 1973 y, des-
de entrenar enseñar a nuestros alum-
pués, en 1978 nos plantea- para nos a filosofar desde las
mos en el encuentro en el filosofar. coordenadas de lo cotidia-
Ecuador, cómo modificar no dentro del aula? ¿Cómo
los planes de estudios. Hici- entablar el diálogo entre la
mos una propuesta de que toda la carrera filosofía y la realidad?
de filosofía fuera un solo seminario donde HC : Creo que la manera de hacerlo
participaran todos los estudiantes y todos es fundamentalmente, partir de las an-
los profesores y que fuera avanzando dia- gustias, las preocupaciones y los intereses
lécticamente la problemática. Fue una ex- de quienes vienen a estudiar. En lugar de
periencia que duró apenas un semestre por ser, quienes ejerzan la tarea docente, los
las complicaciones políticas y los cambios que traten de formar en el pensamiento
dentro de la universidad que terminaron imponiendo temáticas, hay que reconocer
por echar el proyecto por la borda. ¿cuáles son los temas que les preocupan
Posteriormente, en Ecuador, plantea- o les interesan a nuestros interlocutores?
mos la siguiente cuestión: ¿cómo es posible Ese es nuestro punto de partida. Si noso-
que hagamos los estudios de filosofía y no tros somos capaces de atisbar el núcleo de
partamos de la situación de Ecuador? Fue preocupaciones, sea el grado educativo o la
entonces que, propusimos hacer un curso edad que fuere, tendremos camino ganado.
donde estudiáramos la tradición filosófica Sobre todo tenemos que intentar que quien
de manera reversa: empezando desde el venga a estudiar no se sienta un sujeto pa-
presente, desde nuestra situación, y con- sivo que va a recibir, sino, que pueda ser un
duciéndonos en un tránsito hacia atrás. sujeto activo y se sienta libre de proponer
Esto implica rearmar todo el escenario, y de dialogar con las propuestas de otros
si yo empiezo a pensar desde una situación autores. Partiendo de ello, llegamos al pun-
concreta, “desde aquí”, me pregunto en to álgido: el entrenamiento. Desde luego

en diálogo filosofía y ciencias humanas 13


Héctor David León Jiménez y Rafael Rivadeneyra Fentanes

siempre hará falta conocimiento histórico, pendiente fundamental es configurar una


disciplinar, lingüístico y demás para inte- propuesta de licenciatura en filosofía de
grarlos a este proceso de entrenamiento. carácter nuestroamericano, de otro modo,
P Z : Entonces, las experiencias que seguiremos en esta situación de aprendiza-
acentúan la dimensión práctica de la filoso- je pasivo.
fía, por ejemplo: talleres, cafés filosóficos, Otra cuestión de interés es promover
debates, diálogos socráticos y otra serie de la atención al desarrollo de la filosofía den-
ejercicios ¿quedarían contempladas dentro tro de nuestro país y nuestro continente.
de la enseñanza de la filosofía? Es un horizonte común ver estudiantes
HC : Desde luego. Nuestro sistema de filosofía en México que desconocen
educativo privilegia un individualismo de completamente la reflexión y el trabajo
carácter competitivo, que a veces no faci- filosófico que se hace en otras regiones
lita la resolución de problemas. Pero hay al interior de su país o de su continente.
que atrevernos a buscar soluciones a pro- Hablamos de un desconocimiento de la
blemas de manera colectiva, cooperativa o reflexión y de las publicaciones que se
participativa. Es lo que hacen en lo más inmediato de
se supone que ocurre Lo importante nuestro contexto.
P Z : Sobre este mismo
en escenarios como los
que proponen estudios
no es la filosofía punto ¿Qué otros obstáculos
cooperativos en co- en sí misma; encuentra en la investigación
munidades indígenas.
Se trata de diferir, ma-
sino, la realidad o en la enseñanza de la filoso-
HC : fía?
tizar, en una palabra: que nos está Uno que es muy reiterado
fomentar el diálogo. exigiendo tomar tiene que ver con el estudio
P Z : En este mis- de autores completamente
mo tenor, ¿Cómo po- posición frente fuera de su contexto. Insisto,
dríamos atender a la a ella. no se trata de premiar la eru-
nueva sensibilidad de dición, sino de utilizarla, de
los jóvenes que estudian filosofía actual- disponerla de la manera más adecuada para
mente y evitar que nuestros modos de en- poder producir los recursos que nosotros
señanza los reafirmen en un papel pasivo necesitamos. Es decir, no se trata de que yo
en el proceso de aprendizaje? me convierta en un experto de San Agustín
HC : Una cosa podría ser leer un texto y que vaya a agotar, La ciudad de Dios. Aquí
y otra distinta es leer lo que está dicho y el problema es otro, es ¿cómo eso puede
posteriormente discutirlo de frente con el operar aquí? ¿Y cómo hoy podemos recu-
autor. La tecnología nos facilita mucho este perar dichos planteamientos? ¿En qué nos
encuentro, pues bien, podría leer un texto ayuda? Esto cambia todo el escenario.
y posteriormente, por medio de Skype, u P Z : Volviendo un tanto al tema con
otras plataformas, conversar con quien lo el que iniciamos la conversación, me gus-
ha escrito. Tal vez, no puedo platicar con taría preguntarle ¿Cuál es su consideración
Aristóteles, pero podría, por ejemplo, con- sobre la recepción actual de lo que hemos
versar con alguno de sus traductores. Hay llamado Filosofía para la liberación? ¿Cómo
que preguntarnos ¿cómo hacemos para que ha sido retomado, replanteado o releído?
las cosas funcionen? La experiencia marca HC : Creo que hay mucho que decir al
en gran medida la pauta. Me parece que un respecto, por un lado porque, como decía-

14 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti Guldberg

mos al principio, es necesario distinguir redes de juego; se busca eliminar situaciones


posición, corriente, movimiento. En se- de opresión, dominación o subordinación,
gundo lugar, porque es menester examinar saqueo, exterminio y genocidio. Reiteraría
cómo esa posición, propuesta o plantea- que esa transformación tiene que ser integral,
miento se ha ido modificando, reelabo- tanto estructural como superestructural. En
rado, replanteado. Todo esto requiere un realidad este modo de filosofar exige capaci-
trabajo muy cuidadoso. Ahí se ve también dad de invención, de resistencia, de transfor-
algo implícito que ha estado presente en mación entre otras tantas.
nuestra conversación, la relación estrecha Pienso que el debate sigue abierto y creo
entre el ejercicio del filosofar y el ejerci- que hay diferentes énfasis que se tienen
cio de historiar las ideas, que en general dentro de este planteamiento. Ahora bien, en
esta cuestión ha sido abordada como una el mundo contemporáneo se ve más exigida
historia filosófica. De ahí se desprenden la necesidad de transformación que ya se
diferentes discusiones, nociones e inter- enunciaba desde los años sesentas y setentas.
pretaciones. El asunto neurálgico será el no quedarnos
En el caso de la filosofía para la libera- atrapados en lo que estamos defendiendo. No
ción, me sigue pareciendo muy importan- estamos defendiendo una determinada posi-
te. En primer lugar, poner en énfasis que ción, más bien nuestra tarea es buscar descri-
su esfuerzo en el filosofar va en función bir de la mejor manera posible la realidad que
de encausar ese proceso de liberación. En enfrentamos y reconocer los elementos que
segundo lugar, el sentido de la liberación nos permitan su transformación.
alude a liberarnos de enfoques epistémi- P Z : Su respuesta alude irremediable-
cos, de sujeciones a creencias éticas mo- mente a la praxis, de ahí que me permito
rales que nos vienen impuestas. Se trata preguntar ¿Cómo llevar a la dimensión de la
de transformar la realidad en todas sus praxis el ejercicio de la filosofía?

en diálogo filosofía y ciencias humanas 15


Héctor David León Jiménez y Rafael Rivadeneyra Fentanes

HC : No creo que haya una respues- que tenemos que asumir. Eso exige con-
ta definitiva. Lo que me queda claro es vergencia. Si entendemos lo utópico en
que hay que probar. Tenemos pruebas y este sentido, no habría por qué declarar
ejercicios que se han hecho previamente, que eso se agotó. Esto como actitud ¿es
sobre ellos podemos detenernos. Hay que novedad? Evidentemente, no. Ahora bien,
analizar las experiencias para encontrar no tenemos que apostar o adoptar di-
las dimensiones que en ellas afloran y nos mensiones utópicas que se nos impongan
permiten replantear, imaginar e intentar como modelos. ¿Cuáles son los valores que
nuevas vías. La realidad es muy desafiante. hay que poner en juego? Tendremos que
Hay que analizar las experiencias previas, intentar, probar, la única manera de saber
aprovecharlas, revisar la coyuntura especí- es intentar.
fica en la que nos ubicamos y ensayar vías P Z : Por otro lado, en cuanto a la
de articulación. Eso exige la capacidad de didáctica de la enseñanza de la filosofía
resistencia: no dejarse vencer por los obs- en un mundo como el nuestro ¿Considera
táculos. ¿Dónde nos encontramos en este posible enseñar y aprender filosofía va-
momento? ¿Cuál podría ser el elemento de liéndonos de la mediación de la tecnología?
articulación? HC : Tiene sus ventajas y tiene des-
P Z : Estimado maestro, ya que esta- ventajas. Entre las ventajas, se encuentra
mos en el tema de la praxis ¿Qué podría la disponibilidad de la información; esto
decirnos acerca de la noción de utopía que es grandioso. Hay un acceso de carácter
cobra gran relevancia en su trabajo? inmediato a los contenidos, los textos, las
HC : Una cuestión que parece genera- ideas de los autores. Pero, eso ¿qué tanto
lizada en el mundo de hoy es que la utopía ayuda y qué tanto no? Tendríamos que
ha perdido sentido, hoy se entiende como revisar. Un grupo de colegas publicaron un
fuga de la realidad. Esto no es nuevo. Me libro sobre el uso de las tecnologías en la
ha marcado mucho el 68 francés con la filosofía. Yo leí cuatro o cinco trabajos muy
consigna “se realista, pide lo imposible”. sugerentes sobre este asunto. ¿Cómo valo-
El primer sentido en el que hablamos de rar los aportes tecnológicos? Esto tiene que
utopía en general es la tensión entre una ver con un problema de fondo. La tecnolo-
realidad indeseada y un mundo ideal de- gía supone ser un instrumento que permite
seable o añorado que queremos buscar. Esa resolver necesidades y humanizarnos; a la
tensión utópica nos puede seguir movien- vez, hemos visto que la tecnología tiene
do. La gente se sigue moviendo por esto. un poder de sometimiento que nos puede
No están de acuerdo con algo y buscan convertir en objeto de la tecnología. Esta
cambiarlo, no estamos conformes con algo es una discusión que tiene años al interior
y por lo menos salimos a protestar. Pero de la reflexión filosófica, tendríamos que
eso es insuficiente. Tenemos el potencial revisarla con detenimiento.
para construir otro mundo. Pero, hay que Hay una cuestión que nos puede ayu-
ponerlo en marcha, y ello implica moverse dar mucho, la juventud tiene iniciativas
y probar. Ese ejercicio puede crear muchas que debemos tomar en consideración para
consecuencias no deseadas, incluso puede aprovecharlas. Hay posibilidad de acceso
costar la vida. No se trata de iconizar el a textos que por la vía física no consegui-
martirio, sino asumir la responsabilidad ríamos, así como a diálogos y entrevistas.

16 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Horacio Cerutti Guldberg

Podemos hacer cursos virtuales, ahora rehacer, repetir la historia de la filosofía,


¿qué ventaja le vemos a lo virtual? De casi no hemos construido filosofía en el
entrada, permite que un grupo de gente horizonte de la solución de los proble-
se reúna, que no quede fuera del juego la mas. ¿Cuál es el estatus de la filosofía en
relación personal, la relación cara a cara, México actualmente? ¿Es posible pensar
eso es básico. También tiene que ver con utópicamente las condiciones filosóficas
el modo en están organizados los tiempos, de este país?
los espacios y las actividades escolares. La HC : Hay que intentarlo y jugarnos
disposición de un espacio físico es valora- todo para hacerlo. Es lo que hemos venido
ble, puesto que influye en la experiencia y haciendo y seguiremos haciendo. Se pue-
el manejo de la situación de aprendizaje. de. No es un problema de si se nos permite
Tendremos que investigar cómo aplica o no hacerlo, sino de tener voluntad y
esto a los espacios virtuales de aprendizaje. disposición de intentarlo.
P Z : Ya por último maestro, la filo- P Z : Doctor Horacio Cerutti, muchas
sofía en México se ha caracterizado por gracias por su tiempo para conversar.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 17


Escenarios

Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de


las Ciencias Humanas en América
Latina. Actualidad de las «Siete tesis
equivocadas…»
José Guadalupe Gandarilla Salgado*
Recibido:
2 de abril de
2017
Aceptado: Resumen: Desde el conjunto de las “Siete tesis equivocadas…” y la propuesta
15 de junio de de lectura actualizadora que el propio Rodolfo Stavenhagen expuso treinta
2017 años después, se propone una revisión en la que se detalle una persistencia
de lo equívoco, esto es, de las fórmulas externas o impulsadas desde inte-
reses foráneos para, en cambio, conducir las reformulaciones del lugar que
* Doctor en ocupa nuestra región en el marco global y de las consecuencias que ello tiene
Filosofía Política, en la estructura de clases y en las relaciones sociales de las clases y estratos
por la UAM sociales en el marco de las unidades nacionales, o de espacios regionales o
– Iztapalapa. locales. Lo que resalta de la lectura del documento ofrecido por Stavenhagen
Investigador Ti-
tular B, Definitivo,
es una actualidad de su enjuiciamiento crítico y un necesario establecimiento
del Centro de de diálogo con las propuestas que actualmente se vienen esgrimiendo para
Investigaciones caracterizar ciertos temas de nuestra región y en los que el propio autor ha
Interdisciplinarias ofrecido instrumentos de análisis.
en Ciencias y
Humanidades.
Obtuvo Mención Palabras clave: Dualismo, colonialismo interno, mestizajes, colonialidad
Honorífica en
la 8va edición
del Premio
Libertador al
Abstract: From the set of “Siete tesis equivocadas…” (1965) and from of
Pensamiento reading updated in the own Rodolfo Stavenhagen exposed thirty years later
Crítico 2012, y (1995), this article proposed to elaborate a review detailing a persistence
obtuvo el Frantz of the equivocal. This is, from the external formulas or impulses of foreign
Fanon Award for interests, to instead lead the reformulations of the place that occupies our
Outstanding Book region in the Global framework and the consequences that this has on
in Caribbean
Thought 2015,
the class structure and social strata in the national units, regional or local
de la Asociación spaces. In the reading and re-reading of the document offered by Stavenha-
Filosófica del gen highlights the news of his critical judgment and the dialogue with the
Caribe. proposals that are currently developed to characterize certain issues of our
region and in which the author himself has offered analysis tools such as
the concepts: Internal colonialism, subalternity, mestizaje, among others.

Key concepts: Dualism, Internal Colonialism, Miscegenation, coloniality

18 Revista
Revista semestral
semestral •• Nueva
Nueva Época
Época •• volumen
volumen VII,
VIII,núm.
núm.23,
24,Diciembre
Junio 20172016
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

La forma

En el ensayo, “las 7 tesis equivocadas sobre El texto tuvo un mérito adicional, poco
América Latina”, disponemos de un texto atendido. Puede afirmarse que inaugura,
de intervenión polémica, de ahí que en una o relanza, casi sin quererlo, una suerte de
apretada prosa se ofrezca la integración de estilo en la agrupación de planteamien-
una perspectiva tanto de largo aliento (en tos al modo de un adagio cabalístico, al
su dimensión histórica) como de algunos montarse en la cualidad enunciativa del
núcleos de interés en la deriva coyuntural número siete: no es ocioso mencionar
de su momento (captados en cierta combi- que otros autores posteriormente han
nación o hasta rebasamiento de enfoques recurrido a esa aritmética, sea el caso de
disciplinarios), ello da soporte a su lectura Briceño,1 Subirats,2 Kliksberg,3 o que en
sin perder actualidad. Su estilo da al texto un tono analógico y con suerte similar, o
un carácter caleidoscópico o multidimen- hasta mayor, se detecte cierta reminiscen-
sional, que deriva quizá de la naturaleza cia en el uso de la potente figuración de las
del medio desde el que se difunde (un piezas sueltas (siete, también) que hacen
escrito periodístico que, al publicarse en parte de un determinado rompecabezas,
dos entregas, tiene que asegurar un cierto sea mundial4 o latinoamericano.5 El traba-
interés para no dejar a medias su lectura), jo de Stavenhagen se ubica, además, en un
pero que obra en favor también de ampliar gozne en el uso alegórico de cierta forma
el horizonte comprendido por la reflexión. narrativa, puesto en perspectiva del uso
Rodolfo Stavenhagen concentra en las que José Carlos Mariátegui ha hecho del
tesis un bloque de temas cuya expresión ensayo (su libro de interpretación “mar-
histórica, de gran densidad, los mide ante xista” de la realidad peruana se integra de
la coyuntura latinoamericana de los sesenta “siete ensayos”6). En Stavenhagen damos
en tanto instante y sitio que puede hacer de con un ensayo integrado por “siete tesis”,
la revolución algo posible. Este tipo de cir- lo cual no sería arbitrario, entonces, para
cunstancias ayuda a que un género literario intervenir en el debate con alguna formu-
como el del ensayo exprese posibilidades lación que, bajo el mismo arco temático,
de rebasamiento del mero momento coyun- encierre en una tesis “siete ideas”, algo así
tural del que hace parte, y confiere al texto intento Héctor Díaz-Polanco,7 en su suma
la posibilidad de que, no sólo no envejezca, de “mitos”, y en clara reminiscencia y ho-
sino que le sea posible aún interpelarnos. menaje a nuestro autor.

1. Briceño León, Roberto. “Siete tesis sobre la educación sanitaria para la participación comunitaria” en
Cadernos de Saúde Pública; 12(1), (jan.-mar, 1996) 7-30.
2. Subirats, Eduardo, “Siete tesis contra el hispanismo” en Revista de Humanidades: Tecnológico de Monterrey,
núm. 17 (2004) 149-166.
3. Kliksberg, Bernardo. “El voluntariado en Latinoamérica. Siete tesis para la discusión.” En Cuadernos
latinoamericanos de administración, 2(3) (2006) 9-16.
4. ezln (junio de 1997), “7 piezas sueltas del rompecabezas mundial. El neoliberalismo como rompecabezas: la
inútil unidad mundial que fragmenta y destruye naciones” en ezln. Documentos y comunicados 4, México,
Era, 2003, 47 – 72.
5. Coronil, Fernando, “El estado de América latina y sus Estados. Siete piezas para un rompecabezas por
armar en tiempos de izquierda” en Nueva Sociedad, Núm 210, julio – agosto 2007, 203 – 215.
6. Mariátegui, José Carlos, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (México: Era, 1979 [1928]).
7. Díaz-Polanco, Héctor. “Siete mitos sobre la autonomía” en El jardín de las identidades. La comunidad y
el poder. (México: Orfila, 2015), 203-221.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 19


José Guadalupe Gandarilla Salgado

El contexto
pretende confrontar al imperialismo nor-
Las mutaciones y debates que experimenta teamericano a través de proyectos de libe-
la ciencia social latinoamericana (durante ración nacional. La figura icónica del Che
las décadas del sesenta y setenta), no con su discurso anti imperialista en Punta
hacen sino manifestar en el plano teórico del Este es resumen de los campos que se
las profundas convulsiones que en aquella hallan en conflicto.
época vivió la región. En el ámbito de la El proyecto de la alpro (1961 - 1970)
construcción de teoría, la crisis se sitúa en no agotaba la geopolítica norteamericana.
el campo de la autodenominada “sociolo- La propia administración Kennedy se pro-
gía científica”, expresión de una “moderna nunciaba por canalizar los descontentos
ciencia social” (que siempre se movió en populares a través de lo que los técnicos
el terreno y la lógica de la teoría del desa- norteamericanos llamaban la ‘guerra inter-
rrollo, vista ésta desde la oposición entre na’ o ‘guerra política’. Cada vez cobró más
tradición y modernización, y que aspiraba importancia el estudio de la ‘psicología de
a haber superado la fase del ensayismo la inconformidad’ como instrumento para
para el análisis de las historias nacionales), asegurar el status quo. De ser necesario, se
que junto a la recepción de la antropología podría sumar el involucramiento directo o
estadounidense y las tentativas de com- indirecto de los ejércitos. El propio devenir
paración en las trayectorias evolutivas del Proyecto Camelot (1964) impulsado por
de las sociedades, y puesto el énfasis en Estados Unidos para desarrollar estudios
documentar las dificultades para su transi- sociológicos que apoyaran su control so-
ción, habían legado los enfoques dualistas bre Latinoamérica, expresaba la “pérdida
o pluralistas en sociología. La otra escuela de inocencia” de las disciplinas sociales,
que fue impactada por aquellas transfor- como el papel estadounidense en el freno
maciones, fue la de la cepal y su concep- al descontento,9 que llegará a ser franca
ción del desarrollo latinoamericano. Ésta intervención en la región ya durante la
última asiste a un desplazamiento de su década de los sesenta. Es la misma inten-
programa de investigación desde sus posi- ción que se prefigurará años más tarde en
ciones nacionalistas y populares originales los énfasis puestos en la ingobernabilidad
hacia un cierto tipo de “reformismo mo- por la Comisión Trilateral (1978). En los
dernizante”,8 que no hace sino manifestar estudios sociológicos de los tempranos
ciertas coincidencias con algunos plantea- años sesenta (caso de los trabajos de Stav-
mientos que desde la Alianza para el Pro- enhagen) se sentía la presión de la lucha y
greso (alpro) plasman las proyecciones el espíritu de movilización y protesta que
hemisféricas de la Pax Americana durante surgidos con la revolución cubana, tuvo
las maniobras contrarrevolucionarias de la ecos en los proyectos de liberación nacio-
administración Kennedy, en medio de una nal,10 y en las movilizaciones estudiantiles
disputa profunda que, durante esa época, del sesenta y ocho.

8. González Casanova, Pablo, “Corrientes críticas de la sociología latinoamericana” en Nexos, núm. 5, mayo
1978, s.p.
9. Galtung, Johan, “Después de Camelot” en Revista Mexicana de Sociología, Vol. 30, No. 1, jan.-mar., 1968,
115-141.
10. González Casanova, Pablo, “La nueva sociología y la crisis de América Latina” en Murga Frasinetti y
Guillermo Bolis (selección y notas), América Latina: Dependencia y subdesarrollo (Costa Rica: EDUCA,
1973).

20 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

Ricardo
Copado.
El ensayo de las tesis, promueve un del colonialismo intelectual lo cierto es Título:
desplazamiento que integra esta realidad que, para Stavenhagen, “fueron aplicados Dream is blue
contextual pero elige confrontar también a a América latina mecánicamente ciertos Técnica:
un cierto entendimiento del marxismo, en esquemas de análisis e interpretación que Oleo sobre tela
2008
el cual detecta ciertos límites, pues aunque provenían de situaciones históricas total-
desde esta tradición se insista en la retóri- mente distintas”.12
ca de las clases, se lo hace desde esquemas
rígidos, estáticos o poco dinámicos, y no Hacia la originalidad del pensamiento
relacionales o procesuales, esto el autor lo
hace explícito para un cierto uso de “las El ensayo de las “siete falacias sobre Amé-
teorías marxistas referentes a la evolución rica Latina” (así fue re-titulado en una an-
de las sociedades asiáticas”,11 o por el re- tología)13 que circuló en inglés y español,
iterado uso de ciertas concepciones “del por el norte y el sur de América), muy
marxismo ortodoxo de las sociedades in- probablemente sea el texto más re-editado
dustriales europeas”. Sea con teorizaciones de Stavenhagen (sea en publicaciones
nacionalistas, desarrollistas o tributarias periódicas o en libros; en compilaciones,

11. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis equivocadas sobre América Latina” en Sociología y subdesarrollo, México
(Nuestro tiempo: 1972 (1965)), 11.
12. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…” op. cit., 11.
13. Stavenhagen, Rodolfo. “Siete falacias sobre América Latina” en Petras, James y Maurice Zeitlin. América
Latina: ¿reforma o revolución? (Buenos Aires: Editorial Tiempo Contemporáneo, 1970), 15 - 31.
14. Stavenhagen, Rodolfo, Sociología y subdesarrollo, op. cit.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 21


José Guadalupe Gandarilla Salgado

selecciones o antologías). En un libro en el desterrar todo género de colonialismos,


que reúne sus trabajos de aquella etapa,14 incluso los que se edifican en el marco de
nuestro autor resume una suerte de afec- las relaciones internas a los estados-nación
ción de época y que explica la importancia latinoamericanos y que ilustran o una
misma de traer a cuenta ciertas relaciones incompleta o falaz independencia política,
coloniales (internas) para explicar las o una sustitución del opresor metropoli-
lógicas del desarrollo/subdesarrollo. Dice tano por sus aliados y socios internos. El
Stavenhagen: conjunto de las Siete tesis equivocadas sobre
América Latina apunta hacia una necesidad
Estaba aconteciendo en América Latina que en las últimas décadas se ha pretendi-
lo que sucedía, bajo formas más graves do colmar desde varios movimientos in-
y agudas, en las colonias y ex colonias telectuales que expresan caminos hacia la
africanas y asiáticas de las potencias construcción de un pensamiento original
imperiales europeas. Mientras que en (elusivo y crítico de la carga eurocéntri-
estos continentes ca) y que pudiera dar
los colonizados se un sólido cimiento a la
veían a sí mismos a posibilidad de autonomía
través de la visión intelectual. Esfuerzos
deformadora del precursores como los de
colonizador, en Stavenhagen por “des-
América Latina colonizar las ciencias
los problemas del sociales”16 maduraron
subdesarrollo y de hacia inflexiones defini-
la dependencia ex- tivas en las estructuras de
terna eran tratados pensamiento y los marcos
bajo el prisma –a epistémicos, que ahora
veces igualmente tienen resonancia interna-
deformador– de los cional, no solo en el plano
Ricardo países llamados desarrollados.15 académico sino como parte de un cambio
Copado.
Título:
cultural que para ser significativo ha de
La promesa de la Salir de dicho condicionamiento es ocurrir al interior de amplias instituciones
ballena intención de las “Siete tesis”, que apuntan (educativas, ministerios de planificación,
Técnica: a llenar un cierto hueco (cruzar transver- sistemas nacionales de investigación). Las
Oleo sobre tela salmente las realidades del subdesarrollo “Siete tesis…” se publican a mediados de
2011
como persistencia y reacomodo de relacio- 1965, se integran a un conjunto de cuatro
nes coloniales), abrir así el análisis y poner movimientos socio-intelectuales de origen
a disposición de un público más amplio un latinoamericano pero con impacto mundial:
tipo de conocimiento que es, en rigor, parte
del necesario autoconocimiento que deben • en primer lugar, en el ámbito de las
desarrollar las sociedades para considerar letras, el llamado boom literario ca-
que están avanzando en la ruta por superar lará en toda la región e impactará a
la dominación externa y que vislumbra toda la literatura mundial, más de lo

15. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, 10.


16. Stavenhagen, Rodolfo, “¿Cómo descolonizar a las ciencias sociales?”, en Sociología y subdesarrollo, op. cit.,
207-234.

22 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

que lo hizo la llamada literatura de Todo esto acontece al seno de un


narrativa social, profundo movimiento que desata el nudo
• en segundo lugar, de las reuniones de la cuestión (con y más allá del mar-
de discusión y los cursos que desde xismo), pues coloca en primer plano el
los tempranos sesenta se imparten a carácter multidimensional del dominio
sacerdotes y diáconos en la sede de sobre nuestros países y el desplazamiento
la Compañía de Jesús en Quito, bajo de la “cuestión nacional” desde sus acota-
el obispado de Leónidas Proaño se mientos políticos “desarrollistas” hacia un
desprenderá buena parte del movi- horizonte “de liberación” posible, al iden-
miento continental de la que será tificar la divisoria colonial del mundo y la
conocida como Teología de la Libe- persistencia de sus hiatos, tanto externos
ración17 que, con su planteamiento (imperialismo, colonialismo) como inter-
de la opción por los pobres, verá un nos (colonialismo interno, heterogeneidad
impacto que si bien fue canalizado a estructural, abigarramiento).
través del Concilio Vaticano ii, bajo
el papado de Juan xxiii, nutre ahora Los dogmas de los que se pretende
de manera aún más explícita al mo- tomar distancia
mento actual que vive la Iglesia Ca-
tólica bajo el papado de Francisco, Stavenhagen busca ofrecer un plan-
• en tercer lugar, la creación de con- teamiento que recupere de mejor ma-
ceptos y categorías que se articulan nera (compleja y problematizadora) los
en la muy amplia descripción de argumentos respecto de las dificultades
las “Teorías sobre la dependencia”, del desarrollo y el subdesarrollo para la
alrededor de la cual se desatan mu- región latinoamericana y que él detecta
chos debates, entre otros, por textos como invisibilizados o encubiertos y que
como el que nos ocupa, sus planteos permanecerán en cuanto tales mientras
llegan a incidir en escuelas de pen- rija una forma de pensar perniciosa que se
samiento tan importantes como la basa en “tesis y afirmaciones equivocadas,
de los analistas del sistema-mundo, erróneas y ambiguas”,18 y que incluso, en
• en cuarto lugar, las pedagogías medio de su descrédito, son tan fuertes
comprometidas con el oprimido y la como para ser defendidas en “carácter de
investigación/acción participativa, dogma”, ya no digamos a través del sistema
ya ahí la cuestión social y la de la educativo superior o por las élites y clases
existencia humana son proyecta- medias o los formadores de opinión, sino
dos en perspectiva humanística y por quienes encabezan los aparatos de es-
filosófica al interior de tradiciones tado que defienden estrategias de gobierno
de pensamiento que resuelven la no propias sino impuestas por las fuerzas
clásica pregunta sobre la “existencia del poder corporativo y multinacional.
de la filosofía en América latina” al Aquella detección es de una persisten-
modo performativo, esto es, crean- cia verdaderamente perturbante, incluso
do dicha filosofía original. magnificada a través del fortalecimiento de

17. Gavilanes del Castillo, L. M, Monseñor Leónidas Proaño y su misión profético-liberadora en la Iglesia de
América Latina (Quito: Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio, 1992).
18. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, 15.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 23


José Guadalupe Gandarilla Salgado

las muchas técnicas de la industria cultural per se, pero que en rigor no hacen sino
y bajo el predominio de la mediocracia,19 expresar la equivocidad de un conjunto
así como por la franca injerencia de los de políticas que obedecen a protagonistas
poderes fácticos que las hacen incuestio- foráneos o a sus aliados locales, pues ter-
nables, como lo era hasta ese momento la minan por debilitar los intereses de los
gestión del desarrollo bajo tan equívocos países latinoamericanos y por afectar a
principios, y como lo es hoy, la pretendida conjuntos mayoritarios de la población, a
continuidad del neoliberalismo o el vuelco la capacidad de autonomía y autodetermi-
de la integración continental subordinada nación. El andamiaje teórico desde el que
hacia un mundo de fronteras más rígidas, Stavenhagen le discute a este constructo
en el marco, eso sí, de un imperialismo de principios o dogmas deriva de su pe-
que no cesa e incluye espacios antes no culiar formación al interior de un cierto
expuestos a tamaña política de apropiación marxismo al que, en primer lugar, no sólo
de riqueza e incremento de la acumulación. le interesan los temas de la producción o
Hoy, se hace uso del despliegue de efecti- sus modos capitalistas de ejercerse, sino la
vos militares o paramilitares (regulares e historia que llevo al capitalismo a ser tal y
irregulares) hacia territorios antes reserva- que; en segundo lugar, no solo recurre al
dos para estrategias estatales o para el bien análisis de clase, porque las asume a éstas
público o comunal (sea en las ramas de ya de por sí existentes, sino que analiza las
energía, minería, o bosques), se ha librado relaciones de clase o entre las clases, que
a la lógica depredadora de empresarios y han de ser tales si pelean por proyectos
capos del crimen organizado y el “ajuste de que sean suyos y que no deriven su carác-
cuentas” ha sepultado un magro Estado de ter del lugar que se ocupe en la producción
derecho. (obreros o campesinos) sino del proyecto
El bloque inamovible y dogmático que histórico desde el que impulsan sus luchas
regía en aquella época no sólo la discusión (indígena, nacional-popular). El trabajo
sino el impulso de lo que se consideraba de Stavenhagen además haría parte de una
“desarrollo” tiene siete pilares que muy corriente que encontraría en la obra de
esquemáticamente podemos resumir del Mariátegui20 sobre Perú un esfuerzo pre-
siguiente modo (expresados en un solo cursor, pero ofrecería una diversificación
término), para de ahí discutirlos y mirar y sistematización de los temas detectados
la actualidad de la crítica que le anteponen por el Amauta, de modo tal que las cues-
las “siete tesis…” que nos ha legado Stav- tiones de la tierra y el indio encuentrarán
enhagen: dualismo, difusionismo, arcaísmo, desarrollos que amplían sus alcances hacia
oligarquismo, clasemediarismo, mestizajeís- terrenos como los de los pueblos origina-
mo, aliancismo. rios,21 la autonomía indígena,22 los conflic-
Estamos ante un conjunto de princi- tos interétnicos y los derechos humanos y
pios dados e inamovibles, que se justifican territoriales.23

19. Dussel, Enrique, “Un aspecto concreto y coyuntural en la dominación global: la mediocracia” en 16 tesis
de economía política: interpretación filosófica (México: Siglo xxi editores, 2014), 317-320.
20. Mariátegui, José Carlos, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (México: Era, 1979 [1928]).
21. Stavenhagen, Rodolfo, Los pueblos originarios: el debate necesario (Buenos Aires: clacso, 2010).
22. Stavenhagen, Rodolfo, Conflictos étnicos y Estado nacional (México: Siglo XXI editores, 2000 [1996]).
23. Stavenhagen, Rodolfo, Derecho indígena y derechos humanos en América Latina (México: El Colegio de
México – Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2012 [1988]).

24 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

Las tesis en la perspectiva de su tal proceso, se construyó el capitalismo.


actualidad Para Stavenhagen es notorio que no hay
una lógica de polaridad en separación, sino
La tesis del dualismo para Stavenhagen una lógica relacional, “los dos polos son el
consiste en la identificación de una rea- resultado de un único proceso histórico”24
lidad particionada y simplificada. En la y la co-determinación o relación mutua
región latinoamericana para el enfoque deriva de un proceso histórico que arran-
dualista criticado parecen coexistir de ma- co tan pronto como desde “la conquista
nera separada dos tipos de sociedades cua- de América” y con ella la imposición del
si independientes, a una de las cuales se le “sistema mercantilista-capitalista en ex-
atribuyen, en los hechos, todas las virtudes pansión”25 desde la que se edificó y fue lo
y a la otra se le dota de todos los defectos, que permitió “el funcionamiento de una
la primera carga con los problemas que de- sola sociedad global”.26 Si para el tiempo en
rivan de la segunda y sus méritos por dicha que se escribe el texto todavía es significa-
razón no los puede desplegar. La segunda, tiva la polaridad feudalismo – capitalismo,
asumida como “sociedad tradicional”, es lo es porque el primero es figurado como
la carga que la primera, asumida como una estructura que encarna un punto de
“sociedad moderna” ha de llevar sobre sus partida del que el capitalismo se distancia,
espaldas. De tal modo que será la segunda y es dicho distanciamiento en lo que con-
responsable, entonces, de los fracasos de siste el desarrollo. Mientras más avance el
la bien intencionada “sociedad moderna” capitalismo sin obstáculos más se ha de
que busca desarrollar (bajo sus principios desarrollar la sociedad moderna, según
que disfraza como “universales”) a la so- el dualismo. Lo que Stavenhagen opone a
ciedad en su conjunto, cosa que ha de ser esta visión es la idea de que incluso si se
imposible si no antes se desprende de los aceptara que hay relaciones feudales (so-
problemas que le genera la convivencia bre todo en el trabajo) estas no son sino
con el sector retrasado (“tradicional”) de “una función del desarrollo de la economía
nuestras sociedades. Ante tal esquema colonial en su totalidad”.27
ideológico que sintetiza una economía No puede pasar desapercibida la enor-
política liberal y deshistorizada, y una teo- me riqueza heurística que ofrece pensar
rización burdamente montada en la lógica lo latinoamericano a través de lo que ilu-
del cumplimiento de roles sociales, Stav- mina un proceso como el “del desarrollo
enhagen ofrece una interpretación que re- de la economía colonial en su totalidad”28
totaliza a la sociedad que ha sido escindida máxime cuando en el marco de este ma-
ideológicamente. Al rehabilitar la noción croproceso comparezcan a su interior
de totalidad para el conjunto del capita- múltiples relaciones sociales isomorfas
lismo ha de recurrir a un análisis histórico signadas también por lo colonial, como la
de largo plazo para señalar que no pueden que en rigor detecta Stavenhagen (también
existir dos sociedades cuando estas son detectada por Pablo González Casanova,
parte del mismo proceso histórico y que en los mismos momentos, y desplegada
lo han sido integradamente desde que, por con otras consecuencias en su obra Socio-

24. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, p. 17.


25. Ibid., 18.
26. Ibid., 17
27. Ibid., 19.
28. Ibid., 19.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 25


José Guadalupe Gandarilla Salgado

logía de la explotación (1969) y actualizada La tesis del “dualismo social” está


en 2003 en su texto Colonialismo interno. claramente conectada con las propuestas
Una redefinición). Para Stavenhagen, “en políticas del difusionismo, es así que se
vez de plantear la situación en los países puede hablar en bloque del “dualismo di-
de América Latina en términos de «so- fusionista”, como lo pretendía hacer hace
ciedad dual» convendría más plantearla medio siglo Rodolfo Stavenhagen en su
en términos de colonialismo interno”.29 segunda tesis equivocada. En aquella épo-
Ellos han detectado que “las regiones ca el énfasis en el desarrollo se defiende
subdesarrolladas de nuestros países hacen como una deriva que amplificará la lógica
las veces de colonias internas”,30 lo que es del industrialismo, la vida urbana y los
de utilidad no solo para explicar que “el modelos transicionales hacia el desarrollo,
desarrollo y el subdesarrollo están ligados” cuando se logre cumplir su difusión y des-
o que “las áreas subdesarrolladas tienden a pliegue pleno hasta comprender las zonas
subdesarrollarse más”,31 sino para subrayar de atraso, a las que les permitirá superar
una condición histórica de largo plazo, de tal condición. Hoy lo que antes se identifi-
carácter multidimensional y que compro- caba como “zonas atrasadas” son asumidas
mete los diversos planos u órdenes de las como “zonas de conflicto”, “zonas grises”
relaciones sociales de lo externo con lo de enorme peligrosidad, que pueden
interno y de lo externo con ciertas partes tener el tamaño de modestas comarcas,
de lo interno, y un múltiple y complejo de grandes regiones o hasta involucrar a
conjunto de relaciones de las partes inter- varios países, siempre que para el capita-
nas de nuestros países. Ahora bien, desde lismo neoliberal puedan ser afectados sus
dichas argumentaciones precursoras, y intereses, por ello el capital corporativo
ya no meramente disciplinarias, se ha ve- multinacional, y ciertos grandes empresa-
rificado un segundo desplazamiento (del rios construyen enemigos más complejos
“colonialismo interno” a la “colonialidad”) (a los que criminalizan en los medios o se
que ha dado muestras de ser tan útil como persigue judicialmente, violentando sus
el hiato que las “Siete tesis equivocadas…” derechos). El “proceder difusionista” toma
nos vino a sugerir. Hoy, un conjunto hete- la forma, en el neoliberalismo, de política
rogéneo de autores y autoras (como Aníbal focalizada, “principio de goteo” o “doctri-
Quijano, Enrique Dussel, Rita Segato y na de shock”, y se sostiene en un burdo
Mabel Moraña, etc.), llevan esas reflexio- postulado ideológico: “dar lugar al capita-
nes hacia otros derroteros. Modificar las lismo progresista, el que será desarrollado
condiciones sociales de nuestros países por los grupos sociales de capitalistas
exige pasar analíticamente, como en aquel emprendedores, en beneficio del país en
momento, del “dualismo” al “colonialismo su conjunto”.32
interno”, u hoy, de la “colonialidad” hacia Esto resulta tanto o más importante
la “descolonialidad”, en un sentido no sólo cuando del dualismo quedan algo más que
discursivo o categorial, sino en procesos rastros, puesto que sigue alimentando las
sociales y políticos que impacten en la vida nociones ideológicas que desde el poder se
material de nuestros pueblos. impulsan para seguir sosteniendo políticas

29. Ibid., 21.


30. Concepto que, es bien sabido, tanto Stavenhagen como González Casanova retoman de la interlocución
con C. Wrigth Mills, y que él mismo inscribe en la discusión sobre los derechos civiles, la discriminación y el
problema afroamericano en los Estados Unidos.
31. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, 20.
32. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, 17.

26 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

impuestas desde los intereses foráneos, lo


fue en la época de las “Siete tesis equivo-
Modificar las condiciones
cadas…” con las soluciones mágicas que sociales de nuestros países
ofrecía la política del desarrollo y lo es exige pasar analíticamente,
ahora el esquema que en un intento por
re-proyectar intereses hemisféricos de los como en aquel momento, del
Estados Unidos se intenta imponer por vía “dualismo” al “colonialismo
del reimpulso de los principios de integra-
ción comercial continental (a través de la
interno”, u hoy, de la
Alianza del Pacífico) y por la restauración “colonialidad” hacia la
conservadora neoliberal en la región, pues
las victorias de las derechas (electorales
“descolonialidad”.
o parlamentarizadas y judicializadas) en
Argentina y Brasil hacen efectivo contra- seff) se ha incrementado la pobreza y se
peso a las alternativas bolivarianas de in- ha ampliado la desigualdad. La realidad
tegración (por vía de las cuales se echaron social latinoamericana luego de casi cuatro
a andar Alba, Unasur, Celac, Mercosur décadas de neoliberalismo, apunta a un
ampliado, etc.) y van en detrimento tam- territorio minado, una zona de desastre
bién de los países andinos que han impul- que se caracteriza aún más que antaño por
sado nuevos pactos constituyentes (Bolivia la enorme distancia económica entre los
y Ecuador). Lo que antaño se ofrecía como grupos sociales y aún entre regiones geo-
salida del atraso, hoy, en el caso de México, gráficas y los grupos de población que las
ni siquiera es necesario esgrimirlo, asume habitan, como diría Stavenhagen, “la cues-
formas caricaturezcas cuando el proyecto tión del mercado interno es esencialmente
neoliberal muestra señas de un literal ago- una cuestión de distribución del ingreso”.34
tamiento, y queda claro políticamente que Además del ahorcamiento de los pe-
la situación sólo ha de cambiar en la forma queños productores y la entrega de patri-
de una salida del atasco neoliberal, como ya monios nacionales, la cuestión estriba en
lo fueron haciendo, con dificultades, otros que el “mercado interno” al ser extensión o
países latinoamericanos. parte del “mercado global”, y se integra en
La premisa que establece Stavenhagen en tendencias mundiales de dominación,
en el sentido de que hablar de desarrollo explotación y apropiación, haciendo váli-
involucra “un aumento del bienestar do afirmar que “el crecimiento de las zonas
social general”,33 no se ha cumplido hasta modernas es posible justamente debido a
el momento y no tiene visos de ser cum- la actual estructura social y económica en
plida; antes al contrario, en nuestra región las zonas atrasadas”.35 Ello tiene efectos
salvo contadas excepciones (a las que ya adicionales: persistencia de tendencias
hemos hecho referencia, Bolivia, Ecuador a la exclusión social, debilitamiento en
quizá, Brasil también, por ello la reacción las bases materiales que sostenían a las
conservadora de las clases medias y los clases medias, y gran deuda en todo lo
parlamentarios neoliberales, evangélicos que involucra “la cuestión social”. El pa-
y de derecha para deponer a Dilma Rous- norama es de un enorme caldo de cultivo

33. Ibid., 22.


34. Ibid., 25.
35. Ibid., 25.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 27


José Guadalupe Gandarilla Salgado

para el estallido de situaciones sociales en un tono muy coloquial, como el que lo


de violencia y de alta conflictividad, o de caracterizaba, nuestras burguesías siempre
abandono para los más vulnerables. Es así fueron “muy pulqueras”.36 En medio siglo,
Ricardo que persiste la explotación de importantes en México, el gran capital corporativo
Copado conglomerados sociales que funcionan impuso su agenda: la entrega, sin reservas,
Izq: sobre la base de ser convertidos o recon- del territorio nacional a la agroindustria
Título: vertidos en “colonias internas” y que han global (tipo Monsanto) o la industria mi-
Returning sido históricamente expuestos a relaciones nera (canadiense y de otras procedencias)
Técnica:
Oleo sobre tela jerárquicas de sometimiento y discrimi- que opera a cielo abierto y devasta hasta
2009 nación. A medio siglo de distancia, desde los paisajes y los territorios de culto de sus
Der: luego, resulta más dificultoso que nunca originales posesores, ha logrado arruinar
Título: hablar de “burguesías internas” o con un la vida campesina y aniquilar la soberanía
Wandering tree
sentido de la acumulación algo más propio alimentaria, no obstante las gestas casi
Técnica:
Oleo sobre tela o endógeno, en comparación con lo que heroicas de “El campo no aguanta más” o
2011 pudieran acumular bajo el cobijo rentísti- “sin maíz no hay país”. Si bien es cierto que
co, el franco colaboracionismo o la com- por aquella época se canalizaba reductiva-
pradorización: en ese sentido como llegó a mente el análisis de estos procesos como
decir Carlos Monsiváis, en su momento, y persistencia del mundo oligárquico, éste

36. Monsiváis, Carlos, “La aparición del subsuelo. Sobre la cultura de la Revolución mexicana”. Suplemento La
cultura en México, Siempre, (1985) 36-42.

28 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Rodolfo Stavenhagen y el rumbo de las ciencias humanas en América Latina

ciertamente no desapareció pero se mo- En cuanto a la cuestión del sincre-


dificó con tendencias que complejizaron tismo y el mestizaje, aún a pesar de que
enormemente su estatus, puesto que la conserva un potencial de unificación
persistencia en dichas lógicas del poder social, como supuesto valor de la cultura
orillaron al país entero a una situación ya nacional, los consensos sobre este tema
no sólo riesgosa sino de franco desmem- se han resquebrajado enormemente. La
bramiento, al dar marcha atrás al derecho recuperación analítica de este problema
ejidal y casi desaparecer el principio jurí- se ha desplazado, y de ser ser un eje de
dico que protegía a las tierras comunales. la política nacional, incuestionable en
Por otro lado, resulta difícil también ciertos momentos, hoy se asume como
identificar a las clases medias, ya no diga- un dispositivo que encubrió más que
mos como el actor al que se le conferían solucionó la persistencia de relaciones
posibilidades de conducir los destinos de sociales racistas o de clasificación racial
la nación, sino como una fuerza social que entre las personas. Ni las nociones como
pudiera contener u ofrecer resistencia (en indigenismo o indigeneidad han sido ca-
tanto fuerza social de carácter progresista) paces de integrar las dinámicas de raciali-
una vez que se ha impuesto el programa zación de poblaciones: en ambos casos las
neoliberal. Por el contrario, los estratos preocupaciones de Stavenhagen y que le
medios, con su acción u omisión han acompañaron en el resto de su trayectoria
participado de muchos de los valores ideo- intelectual y de su experiencia de trabajo
lógicos que sostienen a este programa de en agencias u organismos internacionales
auténtica contrarrevolución global. Estos (encargados de analizar las cuestiones
núcleos de población (urbana) desempe- étnicas, de los pueblos indígenas o las po-
ñan evanescentes protagonismos que lo- líticas de autonomía al interior de los es-
gran inclinar la puja electoral hacia cierto tados) se revelan como de una actualidad
agregado social, el del grupo en el poder, al indiscutible. Fue hasta más tarde que hiló
ser llamadas a ocupar el centro político. La más fino el análisis, y de una recuperación
noción de “clase media” persiste más en un acrítica del mestizaje, paso a asumirse
sentido de autoadscripción o autocoloca- éste como proceso a través del cual una
ción que como una serie de características de las etnias (la mestiza) en los dos siglos
de la vida material (como posibilidad de de vida independiente terminó por aca-
acceso a satisfactores) o como un tipo de llar las voces, las prácticas y las historias
características relacionales que despliegan de los otros (pueblos, etnias, indígenas
con los otros sectores sociales: estamos o nacionalidades de indios) que, aunque
lejos de que a este sector de la población acompañaron o protagonizaron las luchas
le caracterice un sentimiento nacionalista por vencer un cierto colonialismo, fueron
o aún progresista (el “progresismo”, “de- convertidos en “colonias internas” de los
sarrollismo” o “extractivismo” es ahora nuevos grupos dominantes. Lo dicho por
altamente criticado por múltiples pers- Stavenhagen en aquel trabajo pionero es
pectivas del ecologismo radical y ciertas vigente: “la tesis del mestizaje esconde
filosofías esencialistas, o que se amparan generalmente un prejuicio racista (aun-
en los pueblos originarios), en este caso que sea inconsciente) […] el mestizaje
también las previsiones de Stavenhagen significa un «blanqueamiento» […] un
fueron acertadas. prejuicio en contra de lo indígena”.37

37. Stavenhagen, Rodolfo, “Siete tesis…”, 33.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 29


José Guadalupe Gandarilla Salgado

No puede resultarnos ajeno, a cinco derse la enorme virtud de ilustrar cómo


décadas de haber sido escrito, lo atinado “la sociología crítica tiene plena capacidad
de la crítica que en las “Siete tesis” se predictiva”,39 pero las “tesis equivocadas…”
promueve, toda vez que los códigos resul- apuntan también a un lado insospechado
tantes de tales procesos (relaciones entre pero meritorio del trabajo sociológico, jus-
culturas, combinatorias o destructivas, de to aquello a lo que apuntó recientemente
aculturación, inculturación o transcultu- Boaventura de Sousa Santos cuando, con
ración) están sobrecargados en beneficio ironía, pretende ilustrar cierta limitación
de ciertas agregaciones sociales, de ciertas al interior del gremio y afirma: “acostum-
condensaciones materiales y de ciertos bro decir que los sociólogos son buenos
perfiles e imaginarios de representación. para prever el pasado”.40 No es arbitrario
En el largo plazo de la historia y en lo que decir que, desde el escenario de desastre
la apuesta de la convivencia intercultural en el que se halla nuestro país, luego de la
se compromete, ha habido imposición de revolución pasiva neoliberal, y que liquidó
unas determinadas formas y sacrificio o el espejismo desarrollista que regía hasta
enclaustramiento de otras. A través de este los años setenta (y ante el que Stavenhagen
proceso, no sólo puede haber “desperdicio alertaba ya sus riesgos) cabría preguntarse
de la experiencia” o hasta “destrucción de hasta qué punto no hemos vuelto a un ca-
las culturas”, sino formas muy abigarradas, mino que nos ha devuelto a ciertas dimen-
que para nuestra cultura operan en com- siones y relaciones sociales que caracteri-
plejísimos mecanismos encubridores de zaron nuestro pasado, incluso hasta uno
racismo, “etnofagia” o “mestizofilia”.38 que teníamos bien dado por superado: el
que nos puso en los bordes o umbrales de
Conclusión la guerra civil, si ello fuera así, el texto de
Stavenhagen fue predictivo hasta en eso,
De las “Siete tesis…” como de otros traba- previó nuestra inesperada llegada, no al
jos de esta misma etapa puede despren- futuro, sino al México Bárbaro del pasado.

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en diálogo filosofía y ciencias humanas 31


Ensayos

La belleza como fenómeno


en el Origen de la obra de
arte de Martin Heidegger
Luis Ángel Lome Hurtado*
Recibido:
15 de abril de
2017
Aceptado:
27 de junio de Resumen: El trabajo tiene el objetivo de presentar la problemática del
2017 concepto belleza dentro de la exposición heideggeriana de la obra de
arte. Esto indica que se mostrará la crítica que Heidegger realiza al con-
cepto de belleza de la teoría estética de la modernidad, para con ello
* Maestría abrir la polémica que surge al experimentar el fenómeno estético de la
en Estudios obra de arte. Mi reflexión se centra en mostrar la forma en la que la ex-
Filosóficos en periencia de la belleza sale de las determinaciones del sujeto y adquiere
la Universidad el carácter se ser auto-mostración.
de Guadalajara.
Licenciatura
en Filosofía en Palabras clave: obra de arte, fenómeno, belleza, verdad.
la FES Acatlán,
UNAM. Profesor Abstract: This paper shows the problem of beauty´s concept into the
de la Licenciatura
en Filosofía de
Heideggerian exposition of the work of art. This points out that it can
la FES Acatlán demonstrate the critic that Heidegger makes to the beauty´s aesthetic
UNAM. Profesor theory of modernity to open the conflict in the experience of the work
de la Licenciatura of art. My reflection is centered in the form who the beauty´s experien-
en Filosofía Mo-
dalidad Virtual
ce goes out of the subject determinations and obtains the character of
en Instituto de be self-appearance.
Filosofía.
Key concepts: work of art, phenomenon, beauty, truth.

“La verdad no está en una lejanía inalcanzable, sino que nos sale al encuentro”
(Hans-Georg Gadamer)

E l presente escrito consiste en mostrar la relación que existe entre los conceptos de “be-
lleza” y “fenómeno” en el escrito El origen de la obra de arte de Martin Heidegger. La obra de
arte es un fenómeno que posibilita la aproximación hermenéutica a la esencia de la verdad y
a la experiencia de lo bello como un modo de ser de lo verdadero. El fenómeno de la obra de
arte es la contraindicación a la representación moderna de la belleza como determinación
de la relación sujeto-objeto, y de la definición tradicional de la verdad como la verdad del
enunciado o la proposición. Heidegger accede a un nuevo enfoque de la experiencia de

32 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
lo bello y de lo verdadero por medio de la de la metafísica antigua y de la moderna
reactivación del problema ontológico de ser ha sido representada como aquello que
y ente, en la exégesis de la obra de arte “Los permanece por debajo de las propiedades
zapatos de campesina” de Van Gogh. de las cosas o como lo que subyace a los
En la conferencia El origen de la obra cambios. La obra de arte no tiene esencia
de arte de Martin Heidegger se encuentran porque se abre a partir de su experiencia,
tres indicaciones que contienen la visión de su vivencia que revela un modo de ser
heideggeriana de la obra de arte y de la de la vida humana. La descripción de “Los
poesía: 1) La obra de arte pone en opera- zapatos de campesina” de Van Gogh es la
ción la verdad del ente; 2) La verdad del puesta en práctica del trabajo fenomeno-
ente inaugura y abre un mundo histórico; lógico de la obra de arte que abre la expe-
y 3) La belleza es un modo de ser de la ver- riencia del uso cotidiano de las cosas de un
dad.1 El acceso a las indicaciones está dado mundo, de la manera en que se presentan
por la idea de que la obra de arte no tiene dentro del juego temporal, del significado
esencia. Ésta a través del hilo conductor de la imagen que nos transporta hacia la

1. Cfr. Martin Heidegger, “El origen de la obra de arte” en Arte y poesía (México: FCE, 2006), 70-89.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 33


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Luis Ángel Real Sáchez
Lome Hurtado

vivencia de aquello otro que a pesar de útil cruza el mudo temer por la seguri-
haber estado ahí siempre no se presentaba dad del pan, la callada alegría de volver
a nuestra experiencia, del lugar que se abre a salir de la miseria, el palpitar ante
como una nueva forma de entender el es- la llegada del hijo y el temblar ante
pacio en el que habitamos. La descripción la inminencia de la muerte en torno.
fenomenológica de la pintura hace apare- Propiedad de la tierra es este útil y lo
cer únicamente los zapatos de campesina resguarda el mundo de la labriega. De
y, nada más. Ella se expresa en las siguien- esta resguardada propiedad emerge el
tes líneas de la obra interpretada: útil mismo en su reposar2.

La labriega lleva los zapatos en la tierra La representación de los zapatos de


labrantía. Aquí es en donde realmente campesina abre una pluralidad de signifi-
son lo que son. Lo son tanto más au- caciones de un mundo. La pintura de Van
ténticamente, cuanto menos al trabajar Gogh y su descripción fenomenológica
piense la labriega en ellos, no se diga que ejecuta el pensador de Messkirch in-
los contemple, ni siquiera los sienta. auguran una perspectiva nueva del objeto
Los lleva y anda con ellos. Así es como mismo. El fenómeno puro de los zapatos
realmente sirven los zapatos [...] En deviene a obra de arte, cuya constitución
el cuadro de Van Gogh ni siquiera se caracteriza por los elementos de belleza,
podemos decir dónde están los zapa- significación y mostración que el pensador
tos. En torno a este par de zapatos de H. G. Gadamer atribuye a todo objeto es-
labriego no hay nada a lo que pudieran tético que posibilita un incremento de ser.
pertenecer o corresponder, sólo un La obra de arte no tiene esencia ni
espacio indeterminado. Ni siquiera existencia. Ella no tiene esencia porque
hay adheridos a él terrones del terruño no está determinada por una sustancia que
o del camino, lo que al menos podía envuelve sus características constitutivas,
indicar su empleo. Un par de zapatos y ella no tiene existencia porque ésta sig-
de labriego y nada más. Y, sin embar- nifica comprenderse desde la idea de un
go […] En la oscura boca del gastado fin y una finalidad. La experiencia de la
interior bosteza la fatiga de los pasos obra artística no es la experiencia que se
laboriosos. En la ruda pesantez del za- obtiene de la existencia de un útil o de una
pato está representada la tenacidad de cosa de la naturaleza. Desde la perspectiva
la lenta marcha a través de los largos y kantiana se advierte que un objeto puede
monótonos surcos de la tierra labrada, ser conocido mediante su concepto porque
sobre la que sopla un ronco viento. En en este se alberga la determinación de su
el cuero está todo lo que tiene de hú- existencia y de su forma: “fin es el objeto
medo y graso el suelo. Bajo las suelas de un fundamento real de su posibilidad”3.
se desliza la soledad del camino que va Kant a través de la vía de la idea de “fin” y
a través de la tarde que cae. En el zapa- “finalidad” de la naturaleza llega a la cons-
to vibra la tácita llamada de la tierra, su titución de todo objeto de conocimiento
reposado ofrendar el trigo que madura porque se establecen las condiciones de
y su enigmático rehusarse en el yermo posibilidad del modo a priori de entender
campo en baldío del invierno. Por este los mismos. En la perspectiva kantiana

2. Ibidem, 46-47.
3. Immanuel Kant, Crítica del Juicio (Buenos Aires: Editorial Losada, 2005), 62.

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Mclaren: de la pedagogía
belleza como fenómeno de
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Origen de laa la pedagogía
obra de arte de
de la transformación
Martin Heidegger

de lo estético, la idea central es que la cia que contiene el germen de la falsedad y


experiencia artística no está referida a la el error. La función del arte antiguo como
existencia del objeto estético debido a que imitación (mimesis) de la naturaleza pre-
éste no posee un fin al modo de un útil o supone la valencia óntica de la imagen y de
de una acción humana. Desde Kant, la ex- la fantasía como una gradación desgastada
periencia de la obra de arte se libera de los de lo verdadero.
condicionamientos epistémicos porque es En contraparte, el giro ontológico de
posible suponer un fin en donde no existe, la hermenéutica heideggeriana presupone
en tal lugar vive la sensación que despierta la comprensión de que no existe una frac-
el gusto por lo bello. tura metafísica entre ente y ser, y que en
La obra de arte es fenómeno. La pin- la comprensión del ente está contenida
tura de Van Gogh y su descripción abren en su ser. Esto significa la reactivación
un conjunto de significaciones que mani- ontológica del ser como fenómeno, pero
fiestan la puesta en escena de la fuerza y el el mismo proceso de elaboración tiene un
trabajo de la campesina. La vida humana se trasfondo que conecta la mediación con
capta a través de instantes que componen el idealismo alemán. Hegel fue el gran
su trama. La preocupación por la sobrevi- sintetizador de la historia de la filosofía y
vencia, el indeterminado estado de ánimo con ello, de los conceptos fundamentales
por estar en el mundo, el estremecimiento de la metafísica occidental. Se le debe a él
del corazón provocado por la llegada del el salto cualitativo que unifica las contra-
ser querido y la angustia por la finitud de posiciones del pensamiento de la metafí-
la existencia configuran el ser en el mundo sica general o la así llamada ontología. Me
de la campesina abierto por la manifesta- refiero, a las determinaciones opuestas de
ción de la experiencia artística. forma y contenido, ser y no-ser, realidad
En la descripción fenomenológica de y apariencia, entendimiento y razón que
los zapatos de labriega se edifica una nueva en la edificación de la filosofía crítica de
perspectiva que nada tiene que ver con la Kant pusieron en escena la imposibilidad
constitución formal o material de la pieza, por pensar la totalidad del conocimiento.
pierde relevancia el juicio del gusto que Hegel ejecuta el salto de la razón más ra-
se haga de ella; así como también, resulta dical al momento de entender no sólo la
insignificante la actividad del creador o la sustancia como sujeto, sino también como
idea del genio artístico. El sujeto desapa- fenómeno. La atestiguación está contenida
rece, el autor es eclipsado por el propio en la exposición de la Fenomenología del
temple de ánimo, el portador de los zapa- Espíritu como el camino de la experiencia
tos pierde relevancia y sólo queda el estado de la conciencia hacia la ciencia como
de apertura de un mundo, que es el mundo saber absoluto, donde la posibilidad de la
de la vida al que todos asistimos desde el mediación lo constituye la idea de que el
nacimiento hasta la muerte. ser no es una universalidad abstracta o va-
La obra de arte como fenómeno posee cía, sino que es: “aquella simple sustancia
una historia efectual, una idea que se de- fluida del puro movimiento en sí mismo”4.
riva desde la hermenéutica gadameriana. Pero esta nueva ontología que repre-
La contraposición platónica entre ser y senta el ser dinámico en general como
apariencia, ser y no-ser, ser y devenir, fuerza y juego de fuerzas que marcan la
identifica al fenómeno como pura aparien- vitalidad del espíritu y de los contenidos

4. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Fenomenología del Espíritu (México: FCE, 2002), 109.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 35


Edson Armando
Luis Ángel Real Sáchez
Lome Hurtado

concretos y racionales del ser histórico, no toda sensibilidad) desarrolladas en la


es una creación espontánea que haya sur- “Analítica de lo bello” de la primera parte
gido de la mente del filósofo del idealismo de la Crítica del Juicio. La filosofía kantiana
absoluto, sino que él, le debe ese traspaso contiene una doble faz del mundo al mo-
al idealismo trascendental kantiano que a mento de desdoblarse en la experiencia del
través de la herencia de David Hume lleva juicio del gusto como una constitución de
la exposición de los fenómenos de las co- la existencia particular de los fenómenos y
sas a su más radical exposición sistemática. de la manera individual en que juegan las
Después de Kant, todo es fenómeno. facultades de la imaginación, el entendi-
El idealismo trascendental representa miento y el sentimiento dentro del juicio
el fenómeno como el producto de las del gusto. Éste se separa de las determi-
facultades de conoci- naciones conceptuales de
miento. Kant dice que: la construcción objetiva
“el objeto indetermi-
nado de una intuición
La experiencia de de la naturaleza que es
representada por funciones
empírica”5 recibe el la obra artística no universales y necesarias.
nombre de fenóme- es la experiencia La experiencia del ser
no; pero esto quiere en el mundo de Heidegger,
decir que, detrás de que se obtiene de está muy próxima a la
ellos se encuentra el la existencia de un exposición kantiana de lo
sujeto trascendental bello debido a que existen
que elabora toda ex-
útil o de una cosa elementos hermenéuticos
periencia posible de de la naturaleza. para pensar la represen-
la naturaleza. Ésta es tación estética a partir de
siempre fenoménica las directrices que Kant
y no puede constituirse por el terreno desarrolla en su determinación de lo bello.
suprasensible de la razón, a pesar que sus El hilo conductor es el reconocimiento
ideas trascendentes constituyan la demar- de que no se puede universalizar la expe-
cación de los límites y alcances de todo riencia individual de lo bello porque sus
conocimiento posible. El fenómeno es la contenidos son meramente reflexivos y no
cosa que se muestra para las capacidades constitutivos de la construcción objetiva y
de todo conocimiento y es el fundamento lógica del mundo. Kierkegaard mantiene
de todo conocimiento. La idea de sustancia una posición más cercana a la Crítica del
significa la permanencia de todo posible juicio de Kant debido a que la verdad exis-
fenómeno. La idea de la belleza es extraída tencial se halla en el terreno de las circuns-
a partir del libre juego del entendimiento tancias particulares y niegan la necesidad
e imaginación y de las determinaciones de lo conceptual o la postulación de alguna
del juicio del gusto que tienen que ver regla que guíe las decisiones más radicales
con sus cuatro factores (como agrado des- del individuo. El juicio del gusto tiende a
interesado, como aquello que sin concepto presentar los fenómenos en su carácter
gusta universalmente, como la forma de la subjetivo y formal, pero con la necesidad
finalidad de un objeto que no presupone de considerarlos de forma a priori, en su
necesariamente un fin, y como lo que se carácter formal porque son condición de
reconoce y se necesita como placer para una posible experiencia estética, ya que la

5. Immanuel Kant, Crítica del Juicio (Madrid, Alfaguara, 2002), 65-66.

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belleza como fenómeno de
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belleza es fenómeno de la conciencia; pero receptor de esencias o constructor de exis-


de un fenómeno que oscila entre la sensa- tencias, ni es el ser de la metafísica griega
ción de lo bello y de la idea de lo bello: la que indica que el ser actual o presente
belleza como ideal. está determinado desde la idea de sus-
Heidegger piensa también que la belle- tancia que indica la hacienda como lugar
za es manifestación, pero una manifesta- estático de la vida. Para la fenomenología
ción que hace desaparecer al sujeto como heideggeriana el mundo de los zapatos de
fundamento de posibilidad de la intersub- campesina cobra vida y se levanta como un
jetividad. El avance que representó Hegel organismo vivo que se muestra así mismo
en la modernidad se dio por medio de la desde sí mismo. Esto es lo que más tarde, la
consideración de pensar la sustancia como hermenéutica gadameriana pensará sobre
sujeto, y éste como devenir de lo concreto. la obra de arte como algo similar a un orga-
El salto que da Heidegger con respecto a nismo vivo que posee su propia estructura
la modernidad consiste en pensar al ser temporal que abre un tiempo propio.
no como sujeto sino como fenómeno que La pintura de Van Gogh manifiesta el
sale de las determinaciones de la concien- mundo de los zapatos y con ello, aparece
cia trascendental y de la conciencia cuya la belleza como ese brillo y esa luz del ente
teleología mora en el saber absoluto. La representado. Es una belleza comprendida
interpretación heideggeriana de la obra de desde un punto de vista fenomenológico.
arte contiene la intuición hermenéutica de Pero en donde la aparición del ente y su
que la belleza se autopresenta, de que la belleza no son una total y radical manifes-
belleza es la iluminación, cuya luz cubre y tación como dato puro de la conciencia en
hace emerger al ente en su ser. La belleza su flujo temporal, ni como concepto uni-
es fenómeno que ha traspasado los relacio- ficador del devenir; sino como un ser que
nes lógicas y epistémicas de la filosofía de se presenta en la experiencia comprensora
la modernidad. El fenómeno que encarna o intuición hermenéutica, que nunca ter-
la belleza o la belleza fenomenalizada no es mina y siempre se está reconstruyendo. Y
la concretización de la idea de un absoluto en esto consiste la herencia del juicio del
(Hegel), ni la representación que hace un gusto kantiano: en que la obra de arte con-
sujeto de un objeto (Kant), ni la idea en su tiene más hermenéutica que proposiciones
correlación con la verdad y lo bueno; para verdaderas.
Heidegger la belleza es luz. Fenómeno –en la hermenéutica hei-
La obra artística es manifestación, epi- deggeriana- significa ser que aparece en
fanía de un ente creado que emula la vida la comprensión finita del hombre en su
de la naturaleza: irrupción como vehículo mundo histórico. Fenómeno es el ser que
de la verdad como salida y conservación asiste a la presencia que no es presencia
de lo oculto. La reactivación heideggeriana como presente; sino conjunción de pasa-
del fenómeno hunde sus raíces dentro de do, presente y futuro siempre abiertos e
la construcción de la voz medio-pasiva del interconectados que arrojan un mundo,
verbo phainein como ser que se muestra a un mundo que nos abre a los zapatos de
sí y en sí mismo (phainomenon), como el campesina a partir de la obra de arte. Es el
instante discontinuo que se abre a partir de juego temporal que ejecuta la verdad de la
la continuidad del ser en el mundo. El ser obra de arte, como proyección de diversos
de la fenomenología heideggeriana no es el tiempos, como espejo de la simultaneidad,
ser de la tradición moderna que indica que duración y permanencia del brillo del fe-
el “fenómeno” mora entre el sujeto como nómeno mismo. Desde un punto de vista

en diálogo filosofía y ciencias humanas 37


Edson Armando
Luis Ángel Real Sáchez
Lome Hurtado

hermenéutico el objeto artístico devela en este caso del mundo de los zapatos de
el tiempo del objeto visualizado, pero él campesina.
mismo es la superación de las condiciones Fenómeno significa aparecer y desapa-
temporales porque inaugura un mundo his- recer. La belleza de la obra de arte es un
tórico, una historicidad o tiempo humano modo de ser de la verdad, la cual posee la
y con ello, una verdad epocal que sumerge estructura que determina todo ente como
todo ente en una nueva discontinuidad de camino de ocultamiento y desocultamien-
la existencia. Belleza quiere decir tiempo to. La hermenéutica de la esencia de la
de los fenómenos: cuando se experimenta verdad radica en la contra-esencia de la
un fenómeno bello y se goza, el mundo no verdad como posibilidad de su compren-
sigue siendo el mismo. sión. Heidegger piensa en que el camino

Ricardo Quiero acentuar con esto, el hecho de de acceso está en la palabra ocultamiento,
Copado. que es el aparecer de lo bello mismo lo que lethe, que determina la reflexión de toda
Título: se presenta y automanifiesta, que no es el experiencia de lo verdadero, a-letheia. La
Caravanserai hombre quien lo representa, es el significa- belleza como fenómeno significa un modo
Técnica: do de la vida concreta del existente el que de ser del juego que oscila entre el ocul-
Oleo sobre tela
2008 establece los correlatos para adentrarse tamiento y desocultamiento de todo ente.
en un mundo de la vida y que no es la No existe ya una referencia a la capacidad
comunicabilidad del enunciado lógico de de representar los fenómenos; la oculta-
la experiencia del arte la que determina la ción no es un poder olvidar algo, sino una
percepción de lo bello. La belleza del ente modalidad que nos aproxima al sentido
cobra vida, la obra de arte cobra presen- del ser de las cosas que se han ocultado de
cia y sumerge al hombre y su entorno en nuestro mundo de la vida.
el desvelamiento del auténtico mundo, Heidegger interpreta en un curso que

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belleza como fenómeno de
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de la transformación
Martin Heidegger

lleva por título Parménides uno de los frag- en ella mora y se demora la experiencia de
mentos del Canto VIII de la Odisea de Ho- la belleza.
mero. El fragmento ilustra cómo el cantor Un momento similar al ocultarse en
Demódoco relata las penas que sufrieron sí de los entes se puede ilustrar cuando el
los griegos en Troya y la manera en la que escritor austríaco Stefan Zweig describe
Ulises al recordar dichas penas se cubre la en su autobiografía titulada El mundo de
cabeza con la capa y derrama lágrimas de ayer, su encuentro y visita la casa del gran
tal manera que «no hubo nadie en verdad artista Auguste Rodin en Meudon Francia.
que notara sus lloros». En dicho fragmento Zweig relata que después de desayunar,
aparece la palabra lanthánomai que denota ellos pasaron al taller de Rodin en el que
la manera en la que Ulises se oculta y se ol- figuraban las copias más representativas
vida de los demás como una actividad que del artista junto con su último trabajo, la
es propia de él y que, por ende, permanece escultura de una mujer, que se encontraba
oculto para todos los demás que estaban a cubierta con unos trapos humedecidos en
su alrededor. Pero este olvidarse u ocultar- total reposo y ocultamiento. Al momento
se de los demás no denota la significación en que Rodin pasa al lado de ella, descubre
originaria de la palabra lanthánomai, ya ciertas imperfecciones o irregularidades
que ella hace referencia a la experiencia y que no estaba terminada del todo. En
griega del ocultamiento no como algo que un acto seguido, de un ligero murmullo,
dependa de la decisión del hombre, sino expresó Rodin «esto no es» y se dispuso a
como una propiedad de los mismos entes cincelar brevemente algunas fisuras y en-
que se expresa en la frase: «Odiseo estaba tre pasos y movimientos que iban de atrás
oculto para los demás» y no en la frase hacia delante de la obra comenzó a trabajar
«Odiseo derramó lágrimas sin ser notado hasta tal punto que perdió el conocimiento
por los otros». de que detrás se encontraba el joven Stefan
En este sentido, lo que Heidegger Zweig quien lo observaba con admiración
intenta expresar es cómo el propio ocul- y era testigo de la actividad más hermosa
tamiento se presenta como una regalía en de una obra de arte. Zweig expresa en su
la que actúa dentro de los mismos entes relato: “Se había olvidado completamente
y en el comportamiento de los hombres. de mí. Yo no existía para él. Sólo estaba la
Heidegger dice lo siguiente: “El ente se figura, la obra, y detrás de ella, invisible,
sumerge en el ocultamiento ausente, de la visión de la perfección absoluta”.7 De
tal forma que con esta ocultación del ente esta forma pasó el tiempo en minutos y
estoy oculto de mí mismo. Además, esta horas, hasta que Rodin al atardecer dejó de
ocultación se oculta a sí misma”.6 Y en este trabajar y caminó en dirección a la salida
auto-ocultarse se experimenta el sentido del taller como si nadie hubiera estado allí
negativo de la esencia de la verdad, que acompañándolo desde un principio; pero
es un rasgo similar a la negatividad y de en la puerta al momento de cerrar el taller
la contradicción hegeliana de las proposi- y girar, descubrió al joven escritor y en
ciones especulativas, que desemboca a la acto seguido se dirigió hacia él para pedirle
experiencia de la ocultación del ente y su disculpas con la mano extendida. Zweig
emergencia simultánea al mismo tiempo. describe esa experiencia con estas pala-
La verdad como aletheia es el desoculta- bras: “En esa hora se me había manifestado
miento y ocultamiento al mismo tiempo, y abiertamente el acto eterno de todo el arte,

6. Martin Heidegger, Parménides (Madrid: Ediciones Akal, 2005), 34.


7. Stefan Zweig, El mundo de ayer (Buenos Aires: Editorial Claridad, 1942), 153.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 39


Edson Armando
Luis Ángel Real Sáchez
Lome Hurtado

y en realidad de toda realización humana: non).9 Y Gadamer recuperando este hilo


concentración, el resumen de todas las conductor de la experiencia del fenómeno
energías, de todos los sentidos; el éxtasis, dice que el aparecer constituye la verdade-
la ausencia del mundo, de todo artista. ra esencia de la belleza porque: “La belleza
Aprendí algo para mi vida entera”.8 Esta tiene el modo de ser de la luz”.10
descripción devela el momento mismo en Con ello, a manera de conclusión, como
el que irrumpe el surgimiento de la obra de destellos vienen a mi memoria dos frases,
arte y en el que se sumerge a sí misma en una de Hegel y otra de Heidegger que ex-
un auto-ocultamiento como rasgo propio presan la dinamicidad de la experiencia de
y esencial de la verdad. Es el advenimien- la obra de arte en su verdad y su belleza.
to más radical hacia la presencia como La primera dice: “El capullo desaparece al
irrupción del ser, como la emulación de la abrirse la flor, y podría decirse que aquél
experiencia que tuvieron los griegos con la es refutado por ésta; del mismo modo que
palabra physis como naturaleza en el sen- el fruto hace aparecer la flor como un falso
tido del emerger, irrumpir, desdoblarse, ser allí de la planta, mostrándose como la
replegarse de los entes, del ente mismo en verdad de ésta en vez de ella”.11 La segunda
movimiento y su fuerza que se desplaza en dice así: “[…] desde el momento en que la
todo el ámbito del ser. <planta> brota, se abre y se despliega en el
Es como si la obra de arte poseyera espacio abierto, también está retornando
ese movimiento o fuerza que emula el simultáneamente a su raíz, en la medida en
nacimiento y despliegue de la flor en to- la que la fija en lo cerrado de su estabili-
das sus irrupciones y manifestaciones. Es dad”.12 Con esto pienso no sólo en la mane-
como si la verdad y la belleza de todo arte ra en que el arte emula la belleza natural de
tuviera la misión y el objetivo de ser un una flor en su temporalidad, sino también,
incremento de ser como rasgo temporal de la luz de la obra artística que se origina en
su condición. Desde hace siglos Aristóteles el momento de la creación como desgarra-
ya había indicado el carácter de la imagina- dura de su ser y como transformación de
ción (phantasía) como palabra que deriva lo dado que posibilita la experiencia vital
de “luz” (phaos), de la cual proviene la y real de lo bello y verdadero: la belleza es
denominación de “fenómeno” (phainome- un fenómeno que se puede experimentar.

Bibliografía

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Gadamer, Hans Georg. La actualidad de lo bello. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica,
S.A., 1991.
Gadamer, Hans Georg. Verdad y Método I. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2005.
Heidegger, Martin. Arte y poesía. México: FCE, 2006.
Heidegger, Martin. Hitos. Madrid: Alianza Editorial, 2007.

8. Ibidem, 154.
9. Aristóteles, Acerca del Alma (Madrid: Biblioteca Clásica Gredos, 1999), 229.
10. Hans Georg Gadamer, Verdad y Método I (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2005), 576.
11. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Fenomenología del Espíritu, op. cit., 8.
12. Martin Heidegger, Hitos (Madrid: Alianza Editorial, 2007), 212.

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PeterLa
Mclaren: de la pedagogía
belleza como fenómeno de
en la
el resistencia
Origen de laa la pedagogía
obra de arte de
de la transformación
Martin Heidegger

Heidegger, Martin. Parménides. Madrid: Ediciones Akal, 2005.


Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. Fenomenología del Espíritu. México: FCE, 2002.
Homero. Odisea. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos, 1982.
Kant, Immanuel. Crítica del Juicio. Buenos Aires: Editorial Losada, 2005.
Kant, Immanuel. Crítica de la Razón Pura. Madrid: Alfaguara, 2002.
Zweig, Stefan. El mundo de ayer. Buenos Aires: Editorial Claridad, 1942.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 41


Ensayos

Jean Auguste Dominique


Ingres (1780-1867)
 Rommel Navarro Medrano*

* Licenciado
y maestro en
Filosofía por
la Universidad
de Guadalajra.
Actualmente
cursa el
Doctorado en
Humanidades
en esta misma
institución.

L as reminiscencias del proto-barroco prevalecían en la inspiración estilística de la pin-


tura francesa del siglo XVIII y, aunque la determinación del llamado Clasicismo nunca se
dejó reducir a la mera descripción de un género estilístico o temático, su concepto refería
la exigencia de la composición dirigida hacia la expresión de un realismo sublimado. In-
gres fue el principal líder del movimiento llamado Neo-Clasicismo.
Como Clasicista Lineal, es decir, como representante de la herencia más ortodoxa del
conservadurismo de la escuela de Nicolas Poussin, Ingres era enemigo acérrimo del ro-
manticismo colorista y barroco de Delacroix; por otra parte, como romántico arcaizante, su
estilo exigía una independencia tal que, de manera inmediata, expresó una clara distancia

42 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Jean Auguste Dominique Ingres (1780-1867)

para con la escuela de Jacques-Louis David a la obra de Rubens, para no caer en lo que él
y todos los partidarios de este verdadero mismo consideraba la sutil e inminente caída
revolucionario. La obra de Ingres es espe- hacia el manierismo formal. La exigencia que In-
cialmente compleja en el marco de la here- gres mantenía para consigo mismo, en cuanto al
dad clasicista de su carácter “autónomo”: idea estético y a la producción de la obra de arte,
el llamado Neo-Clasicimo, en el caso de era demasiado alta y aunque su obra fuera tan
Ingres, resulta del efecto de un clasicismo exquisita (especialmente a lo que se refiere a la
maduro que, siguiendo creativamente la estilística particular en los Retratos, paradójica-
experiencia de un romanticismo irracional mente, él mismo afirmó alguna vez: Je suis peintre

(expresado tanto en la forma como en los d´histoire, Je ne suis pas portraitiste). La obra que
temas), así como el carácter anti-clásico él mismo consideró la mejor muestra de su lega-
(dictado principalmente por su prefe- do (la pintura histórica) es, al final de cuentas,
rencia a ultranza por seguir fielmente la la menos nombrada por los anales de la historia.
enseñanza de su “gran maestro Raffaello”), Al final de su vida, la obra de Ingres cayó en una
se tiene como resultado un Romanticismo especie de decadencia y, su exigencia de rea-
racional de una madurez nunca antes vista: lismo, ponderó un momento de cierta plenitud
por una parte, una profunda sensibilidad anticonservadurista en la que se instalaron dos
hacia la abstracción lineal, y por otra parte, de sus grandes muestras pictóricas: La edad de
una gran sensibilidad clásica por la forma oro (1862) y El baño turco (1863). Ambas obras,
material. piezas maestras del arte de la pintura, reflejan
El exuberante estilo de Ingres lo llevó un peculiar interés que bien podríamos llamar
a radicalizar su postura ideológica-artística metafísico, en tanto que el ideal de plenitud –que
para con el devenir clásico del movimiento se buscaba incesantemente en el tratamiento de
francés de la pintura al grado de apostar la obra- intentaba representar una experiencia
hacia lo que él mismo consideraba una de: detener el tiempo y conseguir una especie de
verdadera revolución del arte (que, por una juventud perpetua.
parte, podría ser traducida como la sofisti- En la obra El baño turco, uno de los innume-
cada manera de sobrepasar la experiencia rables detalles que quedan de manifiesto en la
individualista exaltada de Jacques-Louis pintura, se encuentra en la extraña y compulsiva
David; mientras que, por otra parte, en sensación de soledad. Curiosamente, en la forma
su versión más radical, se trataba de la de la composición de dicha obra, se interpela al
exigencia de prohibirse todo acercamiento espectador llevándolo a envolverse en cierta es-

en diálogo filosofía y ciencias humanas 43


Rommel Navarro Medrano

pecie de soledad (aun cuando el cuadro está rechazaba crudamente toda forma de re-
repleto de esos vivaces cuerpos femeninos basamiento lineal (tanto, el rebasamiento
desnudos). Algunos teóricos han señalado lineal temático, así como el rebasamiento
que el efecto logrado por la iluminación que, lineal formal).
solamente alcanza a afectar a la mujer que se Independientemente de cualquier
encuentra de espaldas al espectador y, de la observación a alguno de los detalles que
cual, curiosamente es de la única de la que constituyen el conjunto de la composi-
no se tiene registro específico de su mirada, ción de El baño turco, se ha de considerar
se trata de una especie de simbolización de esta obra como una verdadera fusión de
un “sueño” (tal y como sucede en su obra dos grandes tendencias que, solamente a
temprana titulada El sueño de Ossian (1812), través de la obra de este experimentado
al situar a un personaje, dentro del campo artista francés, podría encarnarse: la unión
visible del cuadro, personaje cuya narrativa de lo clásico, en el sentido del clasicismo
está envuelta en la condición de escapar de racional, según la forma en que lo hemos
la realidad cotidiana para describir explícita- intentado presentar en este breve escrito;
mente el escenario de un sueño). así como, por otra parte, en la unidad góti-
El carácter onírico de la realidad re- co arcaica, en el sentido del romanticismo
presentada por esta pintura es uno de los propio de un exotismo que, más que ser un
grandes detalles descritos por el genio de exotismo temático, se trata de un exotismo
Ingres, el genio de alguien que, curiosamente, estilístico.

Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Poemas

CONTRAÉPICA (Versión 7)
Leonarda Rivera*

* Ha publicado

D
en las revistas
Crítica de la
BUAP, Revista de
ebo confesarles que nombré cientos de veces esta ciudad la Universidad
de México, Punto
cuando no la conocía/ Cuando toda ella era sólo un hermoso nombre de Partida de la
UNAM, Revista
doblado en cientos de papeles Contratiempo
de Chicago,
entre otras. Ha
coordinado dos
Debo decirlo como si estuviera a punto de acusarla de algo muy grave libros de ensayo
sobre María
o como si la fuera a dejar por siempre Zambrano. Tiene
2 libros de poesía
publicados: Des-
hojal (SECUM,
Y sin embargo esta tarde no encuentro el tono exacto ni el coraje suficiente 2010), Música
para destruir
para decir lo mucho que me duele el peso de su aire una ciudad
(FETA, 2015).
la extensión de su cielo cada una de sus calles Ha sido becaria
del PECDA-
Michoacán en
dos ocasiones.
Coordinó el
Esta tarde quisiera destruirla en un acto de venganza número especial
“Poetas Jóvenes
con la furia y la fuerza de ese antihéroe que no soy de Michoacán”
para la Revista
Punto de Partida,
número 185,
Quisiera decirles a todos ustedes que el libro que la nombraba ya no existe 2014. También
es directora del
Que ese libro escrito en trece versiones quedará inédito Encuentro Na-
cional de Poetas
para siempre Jóvenes Ciudad
de Morelia.
y cada versión será sólo

un fragmento de mí retornando a la misma ciudad

a veces bajo el sol de mayo

otras

bajo las lluvias inhóspitas de invierno

en diálogo filosofía y ciencias humanas 45


Leonarda Rivera

Conozco la entrada a esta ciudad

como quien conoce la malla que divide el vacío

y sí

Odio esta ciudad

Odio sus veinticuatro meses jaula

sus quince días de octubre

sus sombras que trasmutan en falsas sonrisas


que cuelgan de un ala

que se despliega durante todo el mes de junio

Si hubiera tenido el valor suficiente la habría destruido

Y junto a ella tu nombre de pocas letras

habría ardido veinticuatro grados de furia

Tu falso nombre

Tu falsa sonrisa

Pero he aquí que este personaje

ha perdonado a la ciudad y te ha perdonado a ti

Las palabras me han revelado un secreto:

la fuerza que destruirá la ciudad emana de ella misma

Las palabras me han revelado otro secreto:

la fuerza que te destruirá

ya está en ti desde hace mucho tiempo…

Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Ensayos

Vida, obra y pedagogía


en Miguel de Unamuno
Recibido:
10 de mayo de
Armando Aguilar A.* 2017
Carmen A. González E.** Aceptado:
25 de junio de
2017

Resumen: La idea original del presente trabajo ha sido dar cuenta del
pensamiento educativo del filósofo y escritor Miguel de Unamuno. Sin * Asesor de la
Vicerrectoría
embargo, debido a la diversidad y complejidad de su obra, antes de aden- Ejecutiva de
trarnos en el estudio de las cuestiones pedagógicas, hemos abordado, de la Universidad
manera general, algunos aspectos más relevantes de su producción filo- de Guadalajara
sófica y literaria, ya que consideramos que en estos escritos se expresa la y profesor de
maestría en
esencia de lo que para Unamuno debía ser la educación. La profundidad CUCSH y CUCEA.
de su filosofía y su literatura, y sobre todo, la estrecha relación entre el
autor, el ser humano, el personaje público y el funcionario universitario, ** Secretario de
nos habla de una consistencia entre lo escrito y lo vivido, entre lo real y la Vicerrectoría
Ejecutiva de la
la ficción, entre su filosofía y su forma de actuar. Universidad de
Guadalajara,
Palabras clave: Miguel de Unamuno, filosofía, amor, pedagogía. y Profesor
de Tiempo
Completo de
Abstract: The original idea of ​​the present work has been to give accou- la Licenciatura
nt of the educational thought of the philosopher and writer Miguel de en Filosofía del
Unamuno. However, due to the diversity and complexity of his work, CUCSH.
before going into the study of pedagogical issues, we have addressed,
in a general way, some more relevant aspects of his philosophical and
literary production, since we consider that in these writings Expresses
the essence of what for Unamuno should be education. The depth of his
philosophy and his literature, and above all, the close relationship bet-
ween the author, the human being, the public figure and the university
official, speaks to us of a consistency between the written and the lived,
between the real and the fiction, Between its philosophy and its way of
acting.

Key concepts: Miguel de Unamuno, philosophy, love, pedagogy.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 47


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

I. BREVE SEMBLANZA II. IDEAS FILOSÓFICAS

Miguel de Unamuno nace en Bilbao, Espa- Pretender explicar la obra de Miguel de


ña, en 1864. A los dieciséis años de edad se Unamuno basándonos únicamente en sus
traslada a Madrid para estudiar Letras, y en relatos, o hacerlo a partir de sus ensayos,
1883 obtiene el título. Un año después, se o aún de su poesía, es una tarea comple-
doctora con la tesis titulada Crítica del pro- ja, ya que nos encontramos con un autor
blema sobre el origen y prehistoria de la raza muy singular, que podría definirse como
vasca. En 1892 obtiene la cátedra de griego la contradicción misma. No obstante, si
en la Universidad de Salamanca. Se traslada bien Unamuno es heterogéneo y diverso,
a esta ciudad en donde permanecerá la ma- “es siempre idéntico a sí mismo,”1 y esa
yor parte de su vida. En 1901 es nombrado puede ser una ventaja para analizarlo, más
rector de la Universidad de Salamanca y en no para entenderlo.
1902 se publica su segunda novela Amor y Su pensamiento filosófico, su postura
Pedagogía. En 1913 publica Del sentimiento política e ideológica, sus ideas estéticas, su
trágico de la vida, que será una de sus obras estilo literario, su prolífica obra ensayís-
más importantes y en donde expone sus tica publicada en prensa, y su activismo
ideas filosóficas. Por razones políticas, como intelectual y como figura pública,
en 1914 es destituido como rector de la conforman un todo diverso, en donde los
Universidad de Salamanca. En 1921 es acontecimientos biográficos suelen tener
condenado a dieciséis años de prisión por un lugar preponderante. En él vemos, por
injurias al rey, pero la sentencia no llega a ejemplo, la osadía desmesurada de un eru-
cumplirse. Sus constantes ataques al rey dito que renuncia a la ciencia y que hace
y al dictador Primo de Rivera lo llevan a del pensamiento una idea-sentimiento. Y
la destitución de sus cargos, y al destierro esto es debido a que “las ciencia nos es, en
en Fuerteventura. Unos meses después es cierto sentido, más extrañas que la filoso-
indultado, pero se traslada a Francia. En fía. Cumple un fin más objetivo, es decir,
1931 vuelve a Salamanca y de nueva cuen- más afuera de nosotros”.2 Por lo tanto, la
ta ocupa el rectorado de la Universidad. Es ciencia no le sirve para explicar cuestiones
elegido diputado independiente. En 1934 trascendentales de la existencia, porque
se jubila de su actividad docente y es nom- “así como un conocimiento científico tiene
brado rector vitalicio de la Universidad su finalidad en los demás conocimientos,
de Salamanca. Al iniciarse la guerra civil la filosofía extrínseca se refiere a nuestro
es destituido del cargo, pero es repuesto destino todo, a nuestra actitud frente a la
por los nacionalistas. El 12 de Octubre de vida y el universo.”3
1936, en el acto de inauguración del curso Su obra, más que filosófica, sistemática
académico, se produce un enfrentamiento o erudita, es humana, porque si un persona-
con el general Millán Astral, lo que pro- je es total en sus escritos es el ser humano
voca su arresto domiciliario. Finalmente, real y sensible, con todos sus atributos de
muere en la ciudad de Salamanca el 31 de complejidad, de contradicción, de incerti-
diciembre de 1936. dumbre. Cualquiera que sea consecuente

1. Buenaventura Delgado, Unamuno educador (Madrid: Editorial Magisterio Español, 1973), 10.
2. de Unamuno, Miguel, Del sentimiento trágico de la vida (Madrid: Espasa Calpe, 1976), 27.
3. Ibíd., p. 37.

48 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno

consigo mismo, como Unamuno lo fue du- te. Porque una de los asuntos que más lo
rante su vida, y que esté dispuesto a medi- agobiaron, y que reflejó en prácticamente Ricardo
tar sobre las cuestiones fundamentales de toda su literatura, es el temor patológico a Copado.
la existencia lo sabe, porque lo ha vivido, lo la nada, que viene después de la muerte. Título:
ha experimentado en carne propia. Constantemente en sus escritos expresa su Finding Hope
En sus ensayos se vislumbra la lucha deseo de trascender, de alcanzar la inmor- Técnica:
Oleo sobre tela
de un hombre en evidente crisis, que lu- talidad; de que haya algo más allá de esta 2012
cha por alcanzar la verdad de la vida; que existencia limitada por el tiempo y por el
agoniza en su intento, porque no logra destino humano, demasiado humano, que
conciliar esa verdad con el pensamiento cuando concluye cae en el vacío. Es enton-
lógico; que crea un conjunto de ideas ces que Unamuno enfrenta la razón y la fe.
basadas en conceptos contradictorios, La primera no sirve para explicarse la vida,
opuestos y en constante pugna, que no la muerte y lo que hay después; la segunda,
llegan a resolverse, pero sí llegan a crear tranquiliza su espíritu inquieto, “y es que
un movimiento vertiginoso, angustiante, al Dios vivo, al Dios humano, no se llega
desconsolador. Es el trayecto trágico de la por camino de la razón, sino por camino de
vida que va desde el nacimiento a la muer- amor, de sufrimiento.”4

4. Ibíd., p. 153
5. Curtius, Ernest, “Introducción” en Del sentimiento trágico de la vida, por Unamuno (Madrid: Espasa Calpe,
1976).

en diálogo filosofía y ciencias humanas 49


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

Pero también es la lucha de un idealista fícil. Y al tratar problemas del ser español,
que pretende despertar a su patria de la llega a formular ideas que trascienden las
profunda apatía; es un yo que quizá peca fronteras.
de individualismo, pero que se justifica Un escritor de la generación del 98,
por la fuerza que irradia, y que suministra que no pertenece a ninguna generación;
a su lector, al tú, al que constantemente se que rompe con ella por la fuerza de su
dirige de manera directa, sugestiva, y que particular pensamiento; que en ocasiones
en ocasiones llega, no sin cierta dosis de raya en lo místico, y se adentra en el terre-
agresividad, a provocar, a impulsar, a moti- no de lo esencial, de lo espiritual. Pero ese
varlo a la meditación, al autoconocimiento. es su estilo, ser siempre distinto, ya que
En el estudio introductorio del libro “sentía una verdadera manía porque no le
Del Sentimiento Trágico de la Vida, editado clasificasen. El pertenecer a un grupo po-
por Porrúa, Ernest Curtius lítico, religioso, intelectual,
menciona que “nunca se
hará justicia si se le quiere
Unamuno, hombre suponía para él, perder la
individualidad.”6
medir sobre el patrón de de ideas profundas, de Profundamente cris-
una perfección artística,
ideológica o humana. Una-
meditaciones agudas tiano, cuestiona su religión
y lucha por rescatarla de la
muno sigue siendo único y combativas, de un apatía, y emprende la tarea
por el dinamismo de su dinamismo ejemplar, de definir el cristianismo
personalidad. Es el desper- evangélico; contrario al ca-
tador de su nación. Es un es más universal que tolicismo dogmático, acarto-
excitator Hispanie.”5 español. nado y pasivo. Sin embargo,
En efecto, es el excita- en su afán de comprender
dor de su pueblo, pero no aspectos fundamentales
sólo de su país, sino de cualquier lector que de la vida y de la religión, Unamuno llega a
enfrenta su obra con un espíritu abierto, perder la fe: “la razón devoró la fe, pero le
sincero, crítico. Y decimos que se enfrenta quedó latente la actitud religiosa, la nostalgia
porque su pensamiento suele provocar re- de recuperarla algún día.”7
acciones; suele tocar membranas sensibles, En busca siempre de una verdad ideal,
e incitar a la reflexión y al desencanto. rescata e interpreta la obra de Cervantes.
Unamuno, hombre de ideas profundas, Encarna en sus personajes, Don Quijote y
de meditaciones agudas y combativas, de Sancho Panza, su filosofía cristiana y hace
un dinamismo ejemplar, es más universal una valoración muy propia de estos perso-
que español: y he ahí la paradoja, porque najes, que en ocasiones llega a equipararlos
una de sus constantes preocupaciones es con Jesucristo. Establece una comparación
su patria, y es partir de allí que elabora entre los actos y las palabras de Don Qui-
toda su concepción de la vida y de la exis- jote con pasajes narrados en las escrituras
tencia humana. Pero no su patria como un evangélicas.
lugar geográfico delimitado y con todos Seguro de sí mismo, con una fuerza que
sus aspectos culturales que presupone, radica en su yo, ya sea explícito como en sus
sino como un ente concreto que padece los ensayos, o implícito como en sus relatos,
avatares de una época particularmente di- crea personajes de tinte universal, tratando

6. Delgado, Unamuno, op. cit., 25.


7. Ibíd., 17.

50 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno

algunos temas relacionados con historias bí- en Joaquín; y será esa envidia la que diri-
blicas, y abordando problemas muy íntimos girá todos sus actos a lo largo de toda su
del ser humano. Tanto así que una de las vida. Por lo tanto, Joaquín es un personaje
características de sus novelas es el ambiente atormentado, que se enfrenta a sí mismo,
altamente psicológico al que somete a sus a sus obsesiones, a su ira, a sus temores, y
personajes, a los que llega a aprisionar en a un profundo sentimiento de culpa que
ambientes densos, intensos, cerrados. todo ello le provoca.
Siendo Abel agraciado por la gente que
III. ALGO SOBRE SU OBRA LITERARIA lo rodea, representa a un triunfador que
vive de manera superficial, y que, sobre
Una de sus novelas más logradas, en cuan- todo, está libre de ese tipo de pasiones
to a la descripción de pasiones íntimas, y intensas. Por el contrario, Joaquín es un
de sentimientos desbordados, es sin duda luchador que sufre bajo una continua
Abel Sánchez.8 Publicada en 1917, “acaso angustia, y que de ningún modo logra su-
sea la más trágica” de todas sus novelas. perarla. Es el héroe trágico que sus actos
En ella el lector se encuentra con los temas lo conducen a una destrucción paulatina y
que más inquietaron al autor: el conflicto que está conciente de ello, y no puede evi-
interior, la complejidad de la personali- tarlo. Estas son algunas crisis del persona-
dad, el yo y el otro, las dudas religiosas, je, que se mantienen y fluctúan entren los
la inmortalidad del alma, la fama como opuestos y que crean el ambiente pasional
perpetuación del nombre, el arte frente a de esta novela. El egocentrismo exacer-
la ciencia, la mujer como esposa y madre, bado, la obsesión por la inmortalidad, el
la soledad y el deseo de ser amado. temor a la muerte, el paso del tiempo en
Al parecer, esta obra está concebida la vida y el advenimiento gradual hacia la
como un intento para explicar el mecanis- nada. Son temas recurrentes en Unamuno
mo que se gesta a partir de la envidia, y de que refleja en su obra literaria: continuas
todo lo que ésta acarrea, y que es repre- crisis existenciales padecidas en vida por
sentada por el personaje Joaquín Monegro, el escritor, que de alguna forma han que-
quien a su vez simboliza al Caín bíblico. dado plasmadas en la conformación de sus
La anécdota que se narra no es muy personajes. Por ello, se ha dicho que “Una-
complicada; la acción se desarrolla princi- muno usa la novela -una forma original de
palmente hacia dentro de los personajes, novela, que puede llamarse existencial o,
en monólogos interiores, en parte pre- mejor todavía, personal- como método de
sentados como tal, y en parte como una conocimiento.”9
especie de confesiones escritas por el Es decir que, la obra de Unamuno
personaje, Joaquín Monegro, en un texto puede catalogarse como autobiográfica
dirigido a su hija. Esto es lo que compone en gran medida; puede decirse que es la
la trama principal del relato. Joaquín se ve lucha del hombre por encontrar el sentido
invadido literalmente por la envidia hacia de la vida; es la lucha del pensador que
Abel; quién por su parte, sin aparente quiere expresar todo lo que sucede en su
conciencia de ello, alimenta en Joaquín interior, y que pretende explicar en ideas-
ese sentimiento. Es entonces que se da una sentimientos, el angustiante proceso del
lucha constante de pasiones encontradas escritor que aspira a la inmortalidad.

8. De Unamuno; Miguel, Abel Sánchez (México: editorial Porrua, 1990).


9. Marías, Julián; Historia de la filosofía (Madrid. Biblioteca de la Revista de Occidente, 1976), 381.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 51


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

está de acuerdo es en la forma como debe


Ricardo IV. AMOR Y PEDAGOGÍA educarse, y en que la pedagogía, que había
Copado. saturado el ambiente intelectual y político,
Título: Quizás una de las etapas españolas de sea la única y casi mágica solución. Una-
The Caravan mayor revuelo intelectual y político haya muno “dejándose llevar de su mesianismo
Técnica: sido la comprendida entre las dos últimas y oponiéndose a la corriente reinante,
Oleo sobre tela
2011 décadas del siglo diecinueve y las primeras abomina de la pedagogía.”11
del veinte. Con el surgimiento de la gene- Es en ese ambiente en el que se
ración del 98, conjugado con el movimien- adopta, hasta sus últimas consecuencias,
to conocido como el regeneracionismo, la corriente filosófica, ideológica y peda-
España vive una intensa efervescencia po- gógica, conocida como krausismo, que si
lítica y social. Esto también coincide con la bien motivó la realización de interesante
preocupación constante sobre la realidad propuestas de reforma educativa, también
educativa del país, y con la convicción es cierto que su entronización desmedida
indiscutible de que el analfabetismo es la causó reacciones en contra.
causa de todos los males, y por lo tanto, En este sentido, Unamuno es de los
la educación puede ser la solución a los primeros que expresa su inconformidad de
problemas de marginación y atraso que manera abierta, como también antes “fue
padece el pueblo español. uno de los primeros en lanzar la voz de
En esto Unamuno coincide y “está con- alarma sobre la decadencia de España.”12
vencido de la urgente e inaplazable necesi- Es en este contexto en donde precisa-
dad de instruir al pueblo.”10 En lo que no mente surge su segunda novela Amor y Pe-

10. Delgado, Unamuno, op. cit., 65.


11. Ibíd., p. 101.
12. Ibíd., p. 71.

52 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno

dagogía que expresa sus ideas más impor- Nos dice Unamuno que el escritor de
tantes y que arremete con fuerza contra las Amor y Pedagogía: “Parece fatalmente
corrientes de pensamiento que prevalecen arrostrado por el funesto prurito de per-
en su momento. Como nos dice Unamuno turbar al lector más que de divertirle y
en el segundo prólogo de la obra: “En esta sobre todo de burlarse de los que no com-
novela, que ahora vuelvo a prologar está en prenden la burla.”16 Durante toda la novela
germen -y más que en germen- lo más y deja al lector la sensación y la duda cons-
lo mejor de lo que he revelado después en tante de que el escritor está utilizando una
mis otras novelas.”13 cierta seriedad fingida que el prologuista
En la introducción, Bénédicte Vauthier recrimina: “El público tiene ante todos los
nos señala que la novela ha sido muy estu- demás y sobre todos los demás el indispu-
diada en cuanto al contenido, pero que se table derecho de saber cuándo se le habla
ha descuidado el análisis de la forma, que en broma y cuando en serio.”17
también tiene un valor especial. “Hasta el Pero no olvidemos que al autor del pró-
día de hoy las lecturas de Amor y Pedagogía logo es el mismo narrador de la novela, es
se han caracterizado por una minusvalo- decir, Unamuno, por lo que se crea una es-
ración de la forma en la que iba insertado pecie de puesta en abismo en donde el que
un contenido, y por una sobrestimación de critica es el mismo que es criticado. En este
la línea diegética ‘el enunciado o el qué se sentido, es verdad que no sabemos cuándo
dice’ en detrimento de la línea discursiva nos encontramos con el pensamiento del
‘la enunciación o el cómo se dice’.”14 autor, cuándo se está expresando lo con-
Al respecto consideramos tan importan- trario, cuándo se está haciendo una crítica
te el contenido como la forma, sobre todo a otro pensador o a él mismo y cuando es
tratándose de una novela tan singular como simplemente una tomadura de pelo.
lo es Amor y Pedagogía, que se sale, como Este es el juego de Unamuno: esa
todo en Unamuno, de las categorizaciones peculiar forma de desdoblamiento que se
literarias. Revisemos pues, algunas caracte- da entre el prologuista crítico, el narrador,
rísticas más sobresalientes de la forma. los personajes y el autor del epílogo. Es un
En el prólogo, escrito para su primera ingenioso contrapunto que expresa lo uno
edición de 1902, el autor se deslinda, y ha- y lo otro y en el que transita el escritor
bla del escritor como si fuera otro, y critica para enfrentar sus puntos de vista y para
ferozmente la obra, a la que califica como: agotar al máximo las aristas por las que se
“Lamentable, lamentabilísima equivoca- puede abordar la obra. Por tanto, forma y
ción.”15 Desde esta parte se vislumbra un contenido se complementan, son parte del
cierto dejo de ironía, y de un humor fino mismo fin, buscan el objetivo de mover, de
que nos hace pensar que el autor se está di- despertar, de incitar al lector: “Unamuno
virtiendo con el lector. Por cierto, también concebirá su actividad bajo estas dos ver-
en esta novela, como en otras, el narrador tientes principales: la de educador y la de
continuamente se dirige al lector. agitador.”18

13. De Unamuno, Miguel, Amor y Pedagogía, (Madrid: Biblioteca Nueva, 2002), 187.
14. Vauthier, Bénédicte; “Introducción, notas y edición”, en Amor y Pedagogía, por Unamuno (Madrid: Biblioteca
Nueva, 2002), 20.
15. Unamuno, Amor, op. cit., 171.
16. Ibíd., 172.
17. Ibíd., 176.
18. Vauthier, op. cit., 189.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 53


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

Sin embargo, el problema del uso y absurdos, soltando así en broma lo que
reiterado de la ironía es que entre las acaso piensa en serio.”19
exageraciones, las verdades distorsiona- No obstante, la novela contiene en gran
das, los argumentos e ideas parodiadas, o parte de ella una crítica muy fuerte contra
criticadas, no sabemos en qué momento se la pedagogía científica y la racionalización,
están expresando los puntos de vista del oponiéndola a los sentimientos, al amor y
autor. Aunado a lo anterior, el autor se vale a la afectividad del ser humano.
de la utilización del juego de palabras para Además de esa singularidad, tanto en la
diversificar los sentidos, para variarlos, y estructura como en el estilo literario, nos
para poner en duda el significado de las encontramos con el tratamiento crítico de
palabras, de las frases; para lograr el arte un tema de por sí complicado y polémico,
de la combinación. dado el contexto social e histórico, y sobre
Otro aspecto es que en la descripción todo, educativo, por el que atravesaba
de las acciones suele utilizar una forma España. Como bien hace notar Delgado,
dramática, como si tratara de una obra de fue una obra fuera de tiempo, que se pu-
teatro. Es como si todo fuera representado blica en un ambiente adverso: “Aparte de
y esto tiene relación tal vez con la metáfo- sus errores de concepción, elaboración y
ra del teatro que utiliza casi al principio. Lo expresión en flagrante contradicción con
que es cierto es que los personajes resultan la técnica novelística, fue una obra inopor-
ser demasiados planos, maniqueos y se tuna… Cuando todos coinciden en señalar
percibe una dirección casi definitiva del que el problema de España era eminen-
narrador sobre ellos. Los personajes están temente pedagógico; cuando todos creen
para representar acciones, supeditados optimistamente que la pedagogía es la pa-
a ellas, y no se concibe el libre accionar nacea de los males nacionales, Unamuno,
de éstos. Son seres de papel destinados a en una cabriola muy suya, se sale por la
conducir la trama hacia un fin determina- tangente ridiculizando y burlándose de la
do por el escritor. Podemos decir que la pedagogía, y por extensión de la ciencia.”20
novela es una especie de alegoría en donde En cuanto al contenido y a las acciones,
los conceptos se encuentran representados desde el mismo título se contraponen el
o encarnados en los personajes que inter- amor y la pedagogía: “amor y pedagogía
vienen en la novela. son incompatibles.” Y toda la novela
Al respecto, para algunos críticos la versará sobre la lucha entre ambos, que
obra es una farsa grotesca llevada al bor- a pesar de haber una constante presencia
de de la caricatura, con una estructura de acciones de la pedagogía, finalmente
intermedia entre la novela y el ensayo. el amor terminará por triunfar en los mo-
Para otros se trata de una novela de tesis mentos claves de la trama y se impondrá
en donde el autor expone sus puntos de en hechos que resultan ser contundentes
vista y trata de comprobarlos a través de para el desenlace final de la obra.
la acción de personajes creados expresa- Su protagonista, Don Avito Carvajal,
mente para ello. En este sentido, Unamuno científico recalcitrante concibe la idea de
señala: “Diríase que el autor no atrevién- “fabricar” un genio, ayudado de todos los
dose a expresar por propia cuenta ciertos avances de la ciencia. Para ello busca a una
desatinos, adopta el cómodo artificio de colaboradora y cuando va a entregarle su
ponerlos en boca de personajes grotescos declaración amorosa, conoce a otra mujer.

19. Ibíd., 194.


20. Delgado, Unamuno, op. cit., 143.

54 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno

Entonces hace su aparición el amor, y Cabe destacar que es difícil saber exac-
termina por casarse con alguien que no es- tamente cuál era la postura de Unamuno
taba previsto y que no corresponde con su en cuanto a la educación debido a la falta
ideal. Con este antecedente nace el niño, de un cuerpo de ideas coherentes y, como
Apolodoro, el futuro genio: “Apolodoro, sucede en su filosofía, “difícilmente puede
don de Apolo, de la luz del sol, padre de la agruparse su pensamiento educativo en un
verdad y de la vida.”21 sistema propio.”21
Los acontecimientos acerca de su edu- No obstante, con ese estilo que carac-
cación para hacer de él un genio, los con- teriza sus escritos, encontramos en ellos
sejos del sabio don Fulgencio sobre este reiteraciones acerca de la labor pedagó-
aspecto, llenan buena parte del libro. Sólo gica que debe estar dirigida, sobre todo,
que los resultados no corresponden con a incitar al estudiante a que reflexione,
lo planeado por Avito, ya que Apolodoro a que forme su propio pensamiento, y a
se enamora de una mujer que lo rechaza, que en este ejercicio individual, interno,
motivo por el cual termina la novela con el trascienda lo expuesto por el profesor. En
suicidio de éste. este sentido, la verdadera pedagogía debe
Cuando Avito se empeña en que la estar siempre “al servicio del educando, no
educación debe estar bajo un plan bien del educador, es decir, la pedagogía como
establecido, con un orden; en donde es medio, no como fin en sí mismo.”23
importante la proliferación de estímulos, Es por este motivo que el profesor para
la observación minuciosa, el aprendizaje a Unamuno es fundamental para lograr que
través de la acción dirigida, vigilada, moti- los estudiantes “no sean uno más”, sino
vada; nos da la impresión de que el autor “sujetos de pensamiento y juicios pro-
está criticando estos métodos. Es decir, pios.”24 Por tanto, la concepción que tiene
todo lo que recibe el estudiante, lo que se el autor de lo que debe ser un buen maestro
le proporciona, es prescrito, manipulado: es muy elevada, porque la función de estos
la teoría, la observación, la experimenta- es noble y trascendente, por tal razón “D.
ción y el raciocinio, son los medios ideales Miguel sólo llama maestro al que pone toda
para aprender. Los sentimientos, la afecti- su alma en perfeccionar seres humanos, en
vidad, la religión, lo imprevisto, no tienen encender el fuego espiritual de los alum-
lugar en esta pedagogía que Avito pretende nos.”25 Para Tabernero, del pensamiento
utilizar para hacer de su hijo un genio. educativo de Unamuno se pueden extraer
Sin embargo, el pensamiento pedagó- tres cualidades fundamentales que debe
gico de Unamuno va por otro lado, porque poseer todo buen maestro que se precie de
está en contra de de los sistemas rígidos, serlo, y éstas son: “la autoridad, el efecto
no cree en los dogmas, se declara escéptico de presencia o magnetismo personal y el
a que la ciencia pueda ayudarnos a conocer amor a los discípulos.”26
a plenitud nuestro mundo y menos aún al Asimismo, para Unamuno la imagina-
ser humano. ción tiene una importancia vital, ya que a

21. Unamuno, Amor, op. cit., 236.


22. Delgado, Unamuno, op. cit., 166.
23. Ibíd., 149.
24. Tabernero Del Río, Serafín; “Don Miguel de Unamuno y la Educación”, en Revista Aula II, (Salamanca:
Ediciones Universidad de Salamanca, 1989), 131.
25. Ibíd., 134.
26. Ibíd., 136.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 55


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

través de ella creamos nuestra realidad, o de papel, Unamuno realiza una serie de
cuando menos, es el punto de partida de digresiones filosóficas y metafísicas acerca
nuestra existencia y del medio que nos de la ciencia, del ser, de los arquetipos, de
rodea. Así, la educación debe despertar la inmortalidad y de algunos otros temas
en los individuos esa imaginación que nos que le preocupan, y sobre todo, que le
permite llegar al conocimiento pleno y apasionan.
personal de las cosas. El profesor no sólo Nos parece que el autor trata de
debe captar la atención del alumno, sino demostrar lo vano, azaroso y arbitrario,
que debe despertar la inquietud de co- e incluso lo absurdo que pueden ser los
nocer; debe provocar el cuestionamiento procedimientos de la ciencia y del método
y la creación del pensamiento propio. El que utiliza ésta para conocer el universo.
profesor no debe transmitir certeza sino En todo momento el lector siente que se
sembrar la duda. En este sentido, Una- le está tomando el pelo. Para el autor, sólo
muno cree que el estudiante debe ser lo una línea muy delgada separa el orden lógi-
más importante de la pedagogía; pero el co de la ciencia, de lo inasequible y caótico
estudiante en singular, de carne y hueso, de la realidad, del desconocimiento, de la
único, irrepetible, distinto a los demás. Por ignorancia y hasta de lo majadero y estúpi-
ello, propone que tanto el docente como la do. En una parte del Tratado el autor señala
pedagogía utilizada por éste deben “partir que la veracidad de algo se demuestra con
del educando, de cada uno en concreto y una combinación específica de argumen-
en particular, para después educarle de tos, pero que las posibles combinaciones
acuerdo con sus propias posibilidades.”27 son casi infinitas, y que debido ello los
A grandes rasgos, este es el pensa- argumentos se pueden manipular de mu-
miento de Unamuno, que fiel a su perso- chas formas, a tal grado que una teoría bien
nalidad y a sus convicciones, la educación construida puede refutarse a sí misma; es
bien llevada depende en gran medida de la decir, a partir de sus mismos componen-
calidad del ser humano que la imparte. La tes, puede elaborarse una nueva teoría que
pedagogía, sin este elemento humano, es demuestre lo contrario.
inútil; porque el autor creía, a decir de Ta- Con un excepcional ingenio y con un
bernero, que “el verdadero influjo educa- magistral uso del lenguaje parodia una teo-
tivo no puede ser reducido a fórmulas. Tal ría, un sistema de pensamiento lógicamente
influjo nace de la personalidad misma del estructurado, que demuestra su validez a
educador, no del aprendizaje de recetas.”28 través de los artificios científicos. Es decir,
En cuanto al Tratado de Cocotología, critica la lógica que puede generar un siste-
que es un anexo a la novela, nuevamente ma cuya validez resulta indiscutible, aunque
encontramos el recurso literario del jue- el contenido sea una broma. Sin embargo,
go, de la ironía, y de la utilización de los todo es discutible, refutable, y como dice el
términos construidos con raíces griegas y autor: “Pero aquí vienen estos sabios moder-
latinas, que forman un divertimento, una nos, estos sofistas aparatosos y henchidos de
extraña mezcla de conceptos y de ideas presunción arrogante y nos dicen…”29
de diversos autores, y que si bien pueden En fin, Unamuno está en todos los
tener un sentido este se pierde. En esta personajes de Amor y Pedagogía; es tam-
anexo, tomando como pretexto la pajarita bién el narrador, el prologuista y el autor

27. Delgado, Unamuno, op. cit., 167.


28. Tabernero, Don Unamuno, op. cit., 139.
29. Unamuno, Amor, op. cit., 409.

56 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Vida, obra y pedagogía en Miguel de Unamuno

del epílogo y del Tratado de Cocotología. Y aplicarla hasta sus últimas consecuencias
en esta obra, da vida a sus personajes para para lograr el aprendizaje y el crecimien-
enfrentar sus pensamientos, sus ideas, sus to del hombre de carne y hueso, y no la
argumentos: los pone a dialogar, y a través formación mecanicistas, prescrita por los
de ellos, dialoga consigo mismo; pone en teóricos, inducida por los razonamientos
duda sus convicciones, las contrapone, se de los otros. Porque “lo que determina a
ríe de ellas, las ridiculiza, y juega, cada vez un hombre, lo que le hace un hombre uno
que puede, con el lector. y no otro, el que es y no el que no es, es
un principio de unidad y un principio de
CONCLUSIONES continuidad.”31
Como ya hemos señalado,
Unamuno diserta de
todo, está a favor y en La educación bien constantemente se dirige al
lector y la ironía es un recurso
contra de lo uno y de llevada depende más para hacerlo, o más bien,
lo otro; es un personaje cuando lo hace se percibe la
de sí mismo, pero sin en gran medida ironía, pero esto invita al lector
dejar de ser un hombre de la calidad del a meditar, a reflexionar sobre la
de carne y hueso; en intencionalidad última, y a reír-
momentos da el salto
ser humano que se si es que ha comprendido la
hacia lo otro, hacia una la imparte. broma o a abandonar la lectura
distorsión de la realidad si es que le ha molestado el sen-
y de él como persona. Multiplica los sen- tido profundo, el mensaje que se esconde
tidos, ironiza y habla en serio, se burla y en esa superficie graciosa, inocente, y en
lanza sentencias agudas, ingeniosas; critica apariencia absurda. No obstante, todo el
a todos y se critica a sí mismo. Vive en sus tiempo el lector es una constante preocu-
escritos, los asume, los recrea en su vida pación del escritor: “Me has venido, lector
personal. No es una postura, una máscara, acompañando en este monodiálogo; me
es él mismo que está en cada palabra que lo has estado inspirando, soplando, sin tú
escribe, que pronuncia, en cada uno de sus saberlo; me has estado haciendo mientras
actos, de sus decisiones, de sus desplan- yo lo estaba haciendo y te estaba haciendo
tes. Y es consecuente en todo momento; a ti como lector.”32
es único y diverso, porque como él lo ha Ensayos filosóficos que se acercan a lo
dicho: “Todo lo que en mí conspire a rom- poético; novelas y relatos sustentados por
per la unidad y la continuidad de mi vida, una fuerte corriente filosófica; poesía que
conspira a destruirme.”30 raya más en lo conceptual y metafísico que
Unamuno nos invita a la reflexión, a la en lo lírico. Esa es la obra de Unamuno,
discusión beligerante con nosotros mismos profundamente humanista, que se funda-
y con los demás. Él quiere un ser humano menta en la contradicción, podría decirse
activo, original, único, aunque para ello se agresiva, porque es una contradicción que
tenga que caer en la extravagancia, en lo surge con tal fuerza y se dirige al lector in-
absurdo. Esa es su pedagogía propia, la que citándolo a pensar, a meditar y a enfrentar
cada uno debe encontrar por sí mismo y los problemas fundamentales de la vida.

30. Unamuno, Del sentimiento, op. cit., 33.


31. Ibíd., 31.
32. Unamuno, Amor, op. cit., 199.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 57


Armando Aguilar A. y Carmen A. González E

Paradojas que no se resuelven; ideas yen, en rigor, un problema filosófico.”33


que se expresan en función de contrarios Es la lucha del hombre en busca de la
irresolubles; cuestionamientos en ocasio- inmortalidad, es el hombre en constante
nes patéticos y agrios, con el fin de desper- discordia consigo mismo y con los demás;
tar al lector, de obligarlo ya sea a arrojar el que no se conforma, que es voluntarioso;
libro por encontrarlo demasiado insolente, que tiene la esperanza de que cuando el
o a meditar profundamente sobre sus cues- tiempo se agote y sobrevenga la muerte, se
tionamientos. llegue a un estado de eternidad en donde el
Pocos escritores tan particulares y tan tiempo ya no cuente; y quiere creer en esto
contradictorios que expresan sus ideas en aunque no siempre lo consigue, y así cae
las diversas formas de la escritura y que en el pesimismo y en el angustiante abis-
con ello sustenta su concepción de la vida mo de sus crisis existenciales: “Creo, ayuda
y del hombre. Como dice Julián Marías: “su a mi incredulidad”, parafrasea Unamuno y
obra y su propia figura personal constitu- esa es su proclama.

BIBLIOGRAFÍA

Curtius, Ernest. “Introducción” en Unamuno, Miguel, Del sentimiento trágico de la vida y La


agonía del cristianismo. México: Porrua, 1980.
Delgado Criado, Buenaventura. Unamuno educador. Madrid: Magisterio Español, 1973.
García, Félix. “Introducción” en Unamuno, Miguel, Del sentimiento trágico de la vida. Ma-
drid: Espasa Calpe, 1976.
Marías, Julián. Historia de la filosofía. Madrid: Biblioteca de la Revista de Occidente, 1976.
Tabernero Del Río, Serafín. “Don Miguel de Unamuno y la Educación”, en Revista Aula
II/1989, pp. 125-143. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1989.
Unamuno, Miguel. Amor y Pedagogía. Madrid: Biblioteca Nueva, 2002.
------- Abel Sánchez. México: Porrua, 1990.
------- Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo. México: Porrua, 1980.
------- Vida de Don Quijote y Sancho. México: Porrua, 1978.
------- Del sentimiento trágico de la vida. Madrid: Espasa Calpe, 1976.
Vauthier, Bénédicte. “Introducción, notas y edición,” en Unamuno, Miguel, Amor y Pieda-
gogía. Madrid: Biblioteca Nueva, 2002.

33. Marías, Historia, op. cit., 381.

Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Poemas

Declaración por escrito


Leonarda Rivera*

* Ha publicado
en las revistas
Dijo que era necesario destruirla Crítica de la
BUAP, Revista de
—que lo haríamos por venganza la Universidad
de México, Punto
de Partida de la
UNAM, Revista
Contratiempo
Porque fue esta ciudad de Chicago,
entre otras. Ha
Porque fueron sus calles coordinado dos
libros de ensayo
Su silencio y todas esas cosas raras sobre María
Zambrano. Tiene
las que borraron lo que pudo haber sido 2 libros de poesía
publicados: Des-
una gran historia de amor hojal (SECUM,
2010), Música
para destruir
una ciudad
(FETA, 2015).
—Dijo que yo era la persona indicada
Ha sido becaria
del PECDA-
para incendiarla— Michoacán en
dos ocasiones.
Que nadie se daría cuenta Coordinó el
número especial
Veintisiete metros cuadrados de ira “Poetas Jóvenes
de Michoacán”
y un corazón roto eran más suficientes para la Revista
Punto de Partida,
número 185,
2014. También
Así que llegué cinco minutos antes de lo acordado es directora del
Encuentro Na-
y espere las indicaciones cional de Poetas
Jóvenes Ciudad
La idea era arrojar mi corazón lo más lejos posible de Morelia.

Yo sería el kamikaze [el pérfido traidor]

en diálogo filosofía y ciencias humanas 59


Leonarda Rivera

Pero la imagen lustrosa

en la que palpitaba esta ciudad me sedujo

y no pude destruirla

y entonces el disparo obturador de mis pupilas

se volvió contra mí

se volvió contra mí

se volvió contra mí

Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Ensayos

Cristianismo y verdad
Pedro Antonio Reyes Linares*

Recibido:
10 de mayo de
2017
Resumen: El cristianismo no es un sistema de verdades ordenadas, Aceptado:
sino el resultado de una experiencia de encuentro interpersonal que 25 de junio de
ha transformado todas las dimensiones de la vida personal, al abrirla a 2017
un horizonte de esperanza radical. Es este encuentro transformante el
que plantea al pensamiento un desafío, pues su descripción implica al
pensador a referir en qué consiste esa transformación, en qué reconoce * Asesor de la
esa experiencia como apertura a una posibilidad de conocimiento más Vicerrectoría
radical de lo que implica la humanización. Este intento de descripción Ejecutiva de
la Universidad
da un terreno común a la reflexión filosófica (fenomenológica) y teo- de Guadalajara
lógica. Ahí pretendemos situarnos para mostrar la peculiaridad de esta y profesor de
reflexión fronteriza y la redefinición que pide a las tradiciones filosóficas maestría en
y de otros saberes, cuando se trata de plantearse la experiencia creída y CUCSH y CUCEA.
vivida de una persona concreta (y muchos pensadores) de su encuentro ** Secretario de
con Jesucristo como Salvador. la Vicerrectoría
Ejecutiva de la
Palabras clave: filosofía, cristianismo, fenomenología, esperanza, comunión. Universidad de
Guadalajara,
y Profesor
Abstract: Christianity is not defined by a built system of truths, but the de Tiempo
result of an interpersonal encounter that has transformed all dimensions Completo de
of a person’s life, opening her to a horizon of radical hope. Is this trans- la Licenciatura
en Filosofía del
formative encounter which challenges our thinking, as it recognizes that CUCSH.
experience as opening the possibility of a more radical knowledge of
what is implied when we come to understand what being human means.
This attempt of description gives a common ground for philosophical
(phenomenological) and theological reflections. It is in this borderline
terrain where we seek to place ourselves to show the characteristic
nature of this exercise and the redefinition it asks Philosophy and other
areas of knowledge, as it invites them to reconsider their boundaries,
goals and horizons before the believed and lived experience of a con-
crete person (and many thinkers), of her encounter with Jesus Christ as
Saviour.

Key concepts: philosophy, christianity, phenomenology, hope, communion.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 61


Pedro Antonio Reyes Linares

E l objetivo de este artículo es presen-


tar algunas reflexiones a propósito de la
relieve. Esa sorpresa les hace pensar, les
da a pensar, las propias condiciones de su
búsqueda de la verdad que diversos pensa- existencia, del mundo y de quien en ella
dores cristianos han ofrecido al tomar en se les comunica y que no dependen solo
serio el acontecimiento de su propia fe: su de la tradición en la que se inscriben o a la
encuentro con Jesucristo como Salvador. que están reconociendo como una fuente
Para estos pensadores el acontecimiento irrecusable de inteligibilidad para el acon-
no ha sido un evento aislado de su activi- tecimiento, sino también del ejercicio de
dad reflexiva sino uno fundamental para un pensamiento que se propone un modo
desarrollar su reflexión filosófica. Quisiera adecuado para dejar que las cosas mismas
conversar con ellos y abrir así un diálogo se nos den con la mayor riqueza y fidelidad
también con los amables lectores de estas que podamos alcanzar.1
letras, desde mis propias experiencias, Este último enunciado define, parafra-
para buscar un poco de luz sobre lo que seándolo, el quehacer de la fenomenología,
el cristianismo propone como desafío a la que entiendo como núcleo fundamental
filosofía y las categorías que obliga a tomar de la labor filosófica.2 Les propongo
en cuenta en su discurso y en el diálogo entonces que permitamos hablar a estos
con los saberes actuales. autores, para comprender lo que a ellos el
Por supuesto que se podría objetar cristianismo les ha dado que pensar sobre
que, al tratarse de una experiencia que se el problema de la verdad, de esa tarea de
encuentra en conexión con una tradición indagación que la filosofía ha tomado por
revelada, estos pensadores estarían real- propia y con ello, tal vez, impulsar el reco-
mente haciendo teología y tendría que nocimiento de nuestra propia experiencia,
apelarse a otra cátedra para poder presen- de nuestras propias búsquedas y, por qué
tar sus pensamientos, por lo menos los que no, de nuestra propia sorpresa.
resultan dependientes de esa revelación. Uno de los primeros testimonios que
Pero no es solo que la frontera entre una quisiera citar, y tomar al pensador como
y otra disciplina sean porosas, sino que, si compañero en nuestro viaje, viene del
la filosofía se ha definido a sí misma, como siglo V, en el libro VII de las Confesiones
búsqueda de la verdad, es la complejidad de San Agustín, obispo de Hipona. Ahí
de la verdad de esta experiencia, la de cuenta Agustín el gozo en su encuentro
haber sido así sorprendidos por el aconte- con los libros platónicos,3 pero también
cimiento y lo que esa sorpresa implica de su sorpresa y gratitud porque encontraba
comprensión del horizonte en que puede superada esta experiencia en el encuentro
definirse la humanidad, lo que las reflexio- con el Compasivo, Jesús encarnado, pues
nes de estos autores pretenden poner de no solamente se dejaba descubrir por un

1. Remito para este problema a las reflexiones de Manuel Fraijó, en la conversación que sostuvo con San
Martín, Javier y Sánchez, Juan José; publicadas en San Martín-Sánchez, eds., “Una Prolongada Navegación
por el Tema Religioso. Una conversación con Manuel Fraijó” Pensando la Religión. Homenaje a Manuel Fraijó
(Madrid: Trotta-UNED, 2013), 51-71.
2. Podemos encontrar diversas expresiones de esta finalidad y definición de la fenomenología, entendida como
la verdadera filosofía, en las obras de Husserl y de sus seguidores. Ver, por ejemplo, Husserl, Edmund, La
Filosofía como Ciencia Estricta (Madrid: Encuentro, 2009).
3. Agustín cuenta su encuentro con un hombre, a quien M. Courcelle identifica con el neoplatónico Malio
Teodoro, que lo puso en contacto con libros de Platón y Plotino traducidos al latín. Cf. San Agustín,
Confesiones. Libro VII (México: Porrúa, 1991), 106.

62 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Cristianismo y verdad

entendimiento entrenado para ello, sino El Logos eterno, que reúne todas las
que lo sanaba en su vista, su corazón y cosas bajo régimen de inteligibilidad, Ricardo
su carne, para hacer penetrar “hasta mis dando orden y sentido e insuflándolo Copado.
entrañas estas cosas por modos maravi- todo de ese anhelo por la unidad, había Título:
llosos”.4 Así, si la filosofía griega le enseñó sido descrito muchas veces (o deberíamos The leaf Factory
que la verdad es Logos, el cristianismo le decir, invocado), y más explícitamente Técnica:
Oleo sobre tela
enseñó que el Logos se hizo carne, preci- por los seguidores de Platón y de Plotino. 2010
samente porque aquél que el cristianismo Siguiendo esta línea, Agustín podía con-
reconoce como fuente de la gracia, le salió templar en el Logos la gran aspiración de
al encuentro encarnado, en la carne y en su alma, que buscaba imitar a la unidad o
la letra de la memoria de esa carne. Este fundirse en ella donde todo encuentra su
par encontrado de enunciados, la verdad última verdad. Emanaciones, procesiones,
que es Logos y el Logos que es carne, nos aspiración, eran el lenguaje de aquella
pone en el centro de la tensión que formó filosofía que proponía al Logos como
el núcleo del pensamiento agustiniano y unidad en lo emanado y aquello de lo que
en el corazón de su sorpresa. emana, lo que procede de aquello de lo

4. Agustín hace evidente la sorpresa y novedad en que lo pone la experiencia del encuentro con Jesús, que es la
expresión de la compasión y misericordia de Dios que viene a salvarle: “Porque aunque se deleite el hombre
en la Ley de Dios según el hombre interior, ¿Qué hará de la otra ley, que está en pugna en sus miembros
con la ley de su espíritu y le lleva cautivo de la ley del pecado que está en sus miembros. […]? ¿Qué hará
el hombre en su miseria? ¿Quién le librará de este cuerpo de muerte sino tu gracia por Jesucristo Nuestro
Señor, que tú engendraste coeterno y creaste en el comienzo de tus caminos? […] Estas son cosas que no
contienen los libros platónicos. No contienen aquellas páginas el rostro de esta piedad, ni las lágrimas de la
confesión, ni tu sacrificio, el espíritu atribulado y el corazón contrito y humillado, ni la salud del pueblo, ni la
ciudad desposada, ni las arras del Espíritu Santo, ni el cáliz de nuestra salud […] Allí nadie oye el llamamiento:
Venid a mí los que estáis trabajados”, íbidem, 114.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 63


Pedro Antonio Reyes Linares

que procede, así como de lo contemplado solamente en la sorpresa de un encuentro


y el contemplador. En el Logos, el mundo en el único nivel donde nos son posibles
se abría para Agustín como una imagen los encuentros: en la carne, en nuestra
dinámica y soberbia donde todo encon- carne. “El Logos se hizo carne” (Jn 1, 14),
traba su lugar justo y su plenitud. Muchos fue esta sentencia evangélica la verdad que
otros después de él, filósofos (y no pocos le sorprendió y le obligó a bajar de la so-
teólogos), se han encontrado extasiados y berbia a la humildad de su propia carne, su
anonadados, en la misma visión que, desde debilidad y su pecado, como carne acogida
aquellos platónicos no nos ha abandonado. por quien podía confiar en su capacidad de
Ha tenido también tiempos de esplendor amar y ser amado, más de lo que el mismo
en los pensamientos sistemáticos más Agustín confiaba, según había comprobado
brillantes de la modernidad, caracteriza- ya en los años de su vida. Y es que esta con-
dos por una marcada tendencia hacia una fianza no era tampoco una incomprensible
visión religiosa deísta, constante tentación decisión desde una soberanía celestial,
y amenaza para la experiencia cristiana. sino desde la cercanía de este Logos-carne
Tentación y amenaza porque su lógica y que, como nos ha recordado Jean-Louis
sistema resulta subyugante a cualquier Chrétien, comparte nuestra condición de
corazón con una disposición estética a la carne cansada, fatigada en los caminos,
unificación ordenada, como sucedía al acostada y vencida por el sueño, hambrien-
corazón teorético de Agustín, pero tam- ta o sedienta, emocionada y enamorada,
bién aleja de la confesión de los quiebres abandonada y en riesgo de perdición.5 Son
y entresijos de nuestras biografías y de la todas estas situaciones las que muchas
historia, así como de la necesidad personal veces nos traicionan desde dentro, como
de misericordia en estas situaciones irre- una ley en nuestra carne; y el Logos-carne
conciliables y de la posibilidad de abrirse a sintió (con-sintió) en la suya todo esto, sin
quien viene a encontrarnos compasivo en perder nunca la comunión divina y el amor
tan penosa situación. a nosotros. Fue esta confianza vivida en
Es esta confesión la que conforma nuestra carne la que exorciza esa ley que
el segundo aprendizaje que Agustín nos nos traiciona interiormente, mostrando su
relata: después de largos años alejado mentira y la capacidad de nuestra carne
del cristianismo, a su propio juicio por para aprender, en humilde seguimiento,
la soberbia de no querer mirar su propia el camino de aquél que, humano, amó y
debilidad, reconoce esa ley contraria a su enseñó a confiar radicalmente en el amor.
espíritu y se abre a la misericordia de otro La paradoja del Logos en carne, del
que le consideraba, con todo, digno de eterno en el tiempo, como formularía
ser amado y de amar. Este encuentro no Kierkegaard su propia sorpresa,6 ha sido
podía darse con un Dios que gobernaba el el dique y rompeolas de las carreras de
mundo desde la lejanía, ante el que cabe grandes zancadas de los filósofos que han
solo la desesperación de sentirse incapaz seguido los caminos de la gran visión de la
de cumplir sus soberanos mandatos, sino lógica de la unidad. Los ha detenido para

5. Cf. Chrétien, Jean-Louis; Del Cansancio (Buenos Aires: Mardulce, 2013).


6. “Si no hubiese venido Dios mismo, todo hubiese permanecido en el plano socrático, no tendríamos el
instante y habríamos perdido la paradoja. La forma de siervo de Dios no es en absoluto un invento, es real;
el cuerpo tampoco es parastático, es también real, y Dios lo posee desde el momento en que por la decisión
todopoderosa de su omnipotente amor se hizo siervo”, Kierkegaard, Søren; Migajas Filosóficas o un poco
de filosofía (Madrid: Trotta, 1997), 67.

64 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Cristianismo y verdad

impulsarlos a una filosofía que tome en coloca y nos exige pensar frente, como nos
cuenta la transformación del propio pen- recuerda el mismo Kierkegaard y su pa-
samiento y las personas, por el encuentro riente español Unamuno, al existente,7 per-
con el Logos-carne que inaugura esa nueva sona, él o ella de “carne y hueso”,8 única, el
“lógica” del instante. En ese evento úni- o la que muere y que señala con el hueco
co, el Logos-carne pide a la persona con de su muerte la singularidad absoluta en la
quien se encuentra historia que ningún sistema

Preguntarse por
una palabra que sea puede reducir o subyugar.9
absolutamente suya y Por eso creo que pre-
no dictada por una ley la verdad desde guntarse por la verdad
del Logos: una palabra desde el cristianismo es
que acoja o rechace la el cristianismo es enfrentar este reto de pen-
confianza del Logos- enfrentar este reto sar desde la carne, así como
carne y su experiencia la vamos conociendo en
viva, hablando con de pensar desde la su unicidad, y no desde el
todo lo que forma su carne, así como la concepto, desde el sistema
vida, su cansancio y su o desde un orden eterno
esperanza, su dolor y su
vamos conociendo en que nos tendría listas ya las
alegría, sus costumbres su unicidad... últimas respuestas a pre-
y cultura, sus pecados y guntas que todavía nadie en
los logros de su historia, su manera de vivir concreto se había formulado. Para pensar
y hasta su modo de morir. Así, el Logos- así, Agustín nos ofrece una senda. Está en
carne devuelve dignidad y valor a lo que sus sermones que acompañan la lectura del
para la filosofía del orden y la unidad podía Evangelio de Juan.10 No cabe duda que la
ser despreciado, relegado al margen o con- elección de este evangelio para la reflexión
vertido en eventualidad sin trascendencia, dominical no es casual. El obispo preo-
para no contaminar la transparencia uni- cupado por la verdad desde su juventud,
direccional del sistema: el cansancio, el encuentra ahí no solo la pregunta de Pilato
camino que exige el paso a paso, el choque que ha dado lugar a múltiples obras, inves-
con los otros, la herida, la emoción que tigaciones, seminarios, “qué es la verdad”
subyuga, la sexualidad, el dolor. Relegando (Jn 18,38), sino también la declaración es-
esto, a quien se relegaba era a la persona candalosa de quien, encarnado, proclama
entera, y es a ella a quien encuentra y ha- “yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn
bla el Logos-carne, esperando de ella una 14,6). Un segundo paso para preguntarnos
palabra libre, cargada de toda esta vida, por la verdad desde el cristianismo ha de
en cualquier momento de la vida o en el pasar por dar razón de cómo esta afirma-
momento de la muerte. El Logos-carne nos ción “yo soy la verdad” puede quedar uni-

7. Kierkegaard no refiere esta experiencia a una realidad paralela íntima, al margen del devenir histórico y del
mundo. Por el contrario, se referirá a la experiencia del “existente” como aquella que nos pone en el “mundo
real” que nos obliga a pasar de la pura comprensión a la obra personal, a la responsabilidad ante Aquél que
nos ha salido al encuentro, cf. Kierkegaard, Søren; La Enfermedad Mortal (Madrid: Luarna, 2008), 181.
8. Cf. de Unamuno, Miguel; El Sentimiento Trágico de la Vida. La Agonía del Cristianismo (Madrid: Akal), 57 y ss.
9. Es muy interesante en este sentido, la lectura que hace Francesc Torralba de la obra de Kierkegaard (y de
Temor y Temblor en particular) en Francesc Torralba, Poética de la Libertad. Lectura de Kierkegaard (Madrid:
Caparrós, 1998), especialmente en el capítulo V, 59-81.
10. San Agustín, Tratado del Evangelio de San Juan (Madrid: BAC, 1968).

en diálogo filosofía y ciencias humanas 65


Pedro Antonio Reyes Linares

da a las otras, “soy el camino” “soy la vida”, acontecimiento de nuestra comunión que
y arriesgarse a intentar decir, o siquiera es gracia y donación de una persona a otra.
balbucear, cómo ese yo, un yo de carne y Él es la verdad que baja y se hace presente
hueso, pueda ser, como lo dice, la verdad. en mi humanidad, para hacer a mi huma-
Podría ser fácil, para pensar esta nidad, la humanidad que sí puedo analizar,
paradoja, recurrir al argumento del doble conocer, reflexionando sobre la propia
plano, estrategia filosófica más que teoló- experiencia de ese encuentro, capax Dei,
gica, ya ensayada por el presbítero hereje capaz de Dios.12
Arrio y sus seguidores, escandalizados por De modo que lo primero que el cristia-
la carne irreconciliable, según su pensa- nismo enseña sobre la verdad es que pide
miento, con la dignidad de la divinidad. una disposición, no solamente interior,
En ella se confinaba la carne al ámbito de sino integral: todo el cuerpo dispuesto a re-
lo aparente, no en el sentido de falsedad cibir al que llega y que no se puede forzar
sino de lo presente a la sensibilidad, que en su llegada, sino que viene libremente, y
no podía identificarse plenamente con la me convoca para que también yo responda
verdadera realidad del Eterno. El de carne libremente. Es a esa disposición a la que,
representaba al Eterno, como una máscara, me parece, Kierkegaard llama contempo-
pero que no era el Eterno que come, bebe, raneidad, al tratar del problema del disci-
realiza la digestión o muere en la cruz. Sin pulado en el cristianismo.13 No se trata de
embargo, varias advertencias de autori- una mera situación espacial o temporal,
dades antiguas prevenían a Agustín de no aunque también la implica necesariamen-
proceder así. Conocer la verdad desde el te, sino una manera de habitar, la persona
cristianismo es conocer a éste, a Jesucristo misma haciéndose espacio y tiempo para
(pues el cristianismo es una persona y no recibir a quien llega en esa libertad. Así
una doctrina11) como la verdad, de carne y pues, pide desapego, que es el recto modo,
hueso, descubriendo cómo en su carne y a mi parecer, de entender la epojé, porque
en su hueso puede él ser también verdad no es ésta un momento especial que se
para y en mí. La verdad, entonces, no es resuelve de una vez y para siempre, sino
ya la que está en una lejana eternidad, el ejercicio constante de desapegarse de
dirigiendo desde su distancia el orden del juicios que pretenden convertirse en con-
universo y de mi vida, sino que se hace diciones del conocimiento. Para recibir al
presente en el tiempo, me habla de frente, que llega en su propia libertad, necesaria-
cara a cara, ojo a ojo, cuerpo a cuerpo, y mente incómoda (aunque pueda resultar
me convoca a la verdad que viene, a la conmovedora, emocionante o anunciar
que es por venir no solo por Él sino por el una gran alegría) se necesita desapegarse
11. Lo recordó recientemente el Papa Francisco en una homilía en la capilla de la Casa de Santa Marta, el 8 de
abril de 2014. Ver: “Papa Francisco: El cristianismo no es una doctrina filosófica y solo puede entenderse
con la Cruz” (Aciprensa, 8 abril 2014) https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-el-cristianismo-
no-es-una-doctrina-filosofica-y-solo-puede-entenderse-con-la-cruz-79084/ (Consultado el 27 de mayo de
2017).
12. Esta expresión se ha convertido en uno de los ejes fundamentales de la reflexión de Adolphe Gesché
recordando su necesario par, pues le da fundamento: Dios es “capax hominis”. Cf. Adolphe Gesché, “La
invención cristiana del cuerpo”, Franciscanum 56:162 (Jul-Dic 2014) 215-255. Su reflexión es señera en el
sentido de recuperar para el cristianismo su dignidad intelectual y filosófica.
13. Cf. KIERKEGAARD, SØREN; Migajas Filosóficas, o.c., especialmente en sus capítulos IV y V, 67ss.
14. Esta interpretación de la epojé como ejercicio constante podemos encontrarla en estudios de autores
recientes como EMMANUEL HOUSSET, en su Husserl et l’énigme du monde. Col. Points. Essais 424 (París:
Seuil, 2000). En castellano, también el libro de JAVIER SAN MARTÍN, La Nueva Imagen de Husserl. Lecciones
de Guanajuato (Madrid: Trotta, 2015).

66 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Cristianismo y verdad

de los intereses que nos rigen la cotidiani- de Lucas, en aquel que me hace prójimo
dad, los deseos e impulsos que nos condu- (cf. Lc 10, 25-37). Este prójimo no es un
Ricardo
cen o arrastran, e incluso de los grandes abstracto, por lo menos no para quien está Copado.
proyectos de realización y construcción de viviendo la sorpresa del cristianismo. Por Título:
nuestra humanidad a los que podríamos el contrario, es la persona concreta que New beginning
haber entregado la existencia. Al final de en su encuentro me hace prójimo y lo Técnica:
Oleo sobre tela
cuentas, y en continuidad con el carácter hace ahora; es una transformación de las
2009
personal (o más todavía, interpersonal) del entrañas donde empieza a sentirse, a “con-
cristianismo, Kierkegaard y Unamuno nos sentirse” el dolor del que me hace prójimo,
recuerdan incesantemente, el cristianismo así como en el Logos-carne se “con-sintió”
no es una ética y su verdad no es meramen- nuestra propia humanidad y su dolor. Y en
te un deber-ser o un deber-hacer. el encuentro con el prójimo, se trata del
Con esta disposición a recibir, se nos dolor de no poderlo recibir del todo, de no
propone, por tanto, una tarea y un es- poder sentir lo mismo que él siente, cuan-
fuerzo, y en ambos consiste la búsqueda do todo en mí quiere recibirlo. Es el dolor
filosófica por la verdad. Recibir a quien de que sus heridas son suyas y sangran con
libremente viene y acogerlo en su plena su propia sangre, con una historia suya
libertad, es lo que definiría la sorpresa y que lo trajo a estos caminos donde se ha
la gracia del cristianismo. Me encuentro encontrado conmigo. Es la historia de sus
al Logos encarnado trabajando en un ta- pasos, de su fisiología, sus dolores, pensa-
ller, recostado en una esquina, herido en mientos, voluntad y emoción, que siendo
el camino […]. Al final, dice Agustín, en absolutamente suya se ha encontrado con
mi prójimo15 o, como diría el Evangelio la mía, también tejida en esa manera mía,

15. Nuevamente referimos a su Tratado del Evangelio de San Juan, o.c., que hemos analizado antes en un
artículo de hace algunos años, cf. PEDRO REYES, “El Crucificado, lugar histórico de la Verdad. La Verdad en
el “Tratado del Evangelio de San Juan” de San Agustín”, Augustinus 49: 192-193 (2004) 107-145.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 67


Pedro Antonio Reyes Linares

donde una y otra, y su encuentro, siguen formando, y guiando desde las entrañas
siendo un misterio que, a un tiempo, me transformadas, por la compasión.
pide una manera mía de acogida, como a Es esta invitación a la transformación
la otra persona le pide una manera suya, la que escucha Unamuno, o Kierkegaard,
y a ambas también una súplica de que delante del Crucificado, y Agustín delante
nuestras insuficiencias en la acogida sean del herido del camino, en la parábola que
sostenidas por la confianza en que nuestra sigue contando y viviendo el Logos-carne,
humanidad fue recibida por el Logos-carne el Crucificado en nuestra historia. La pe-
como capaz de recibir en plenitud. tición muda del herido al samaritano, del
Así, esta manera mía de acoger, que Crucificado a quien se coloca ante él y se
resulta de cargar con mi historia (mis ca- conmueve, es la que modela su “investiga-
minos, pasos, fisiología, mi dolor, etc.), se ción religiosa”, como la llama Unamuno,
abre a lo inesperado y lo incalculable para que no es teología ni filosofía, sino un
poderse conocer en esa nueva comunión terreno fronterizo entre las dos. Tal vez la
del encuentro, cuyo acontecimiento se ha verdad que el cristianismo puede enseñar
convertido en condición irrecusable de tiene que jugarse en esos terrenos de lo in-
una verdad que está diciéndose a sí misma: termedio, que resisten las demarcaciones
nuestra humanidad es capaz de acoger la modernas a la manera de las que defendió
carne de otro, no como una fusión, sino en su tiempo Kant.16 No está errado Levinas
como una comunión en carne, de dos cuando en el rostro proclama la presencia
únicos diferentes unidos por la caridad y (vocal) del Otro,17 pero cabe pensar si no
la libertad de la acogida, suplicando fun- podría haber más que mandato y voz ahí,
damento para poder vivir esa acogida a carne herida, lastimada, extranjera, ex-
quien vive y hace vivir en la plenitud de pulsada, que sea la carne misma de quien
la compasión, atestiguada en el encuentro pronuncia ahí en silencio “no me mates”,
con el Logos-carne que me rescató. Esta petición de persona a persona, más que el
nueva encarnación imita, entonces, la que mandato de un soberano “no matarás”.
se revela en la Escritura y el encuentro del El encuentro con el prójimo, con el que
prójimo conmigo se convierte así en un es- me hace prójimo, es el lugar que da verdad.
pacio de verificación, donde la verdad del La expresión es de Ellacuría,18 sí, pero
Compasivo se hace una vida que podemos encuentra también un lugar en el Agustín
vivir y un camino que podemos seguir: el que, en los sermones sobre el Evangelio
Logos se hace carne en la carne de este de Juan, dice a quienes buscan la verdad:
encuentro interpersonal libre, trans- “pues esta visión exige el templo de Dios,

16. Frente a la claridad exigida por IMMANUEL KANT en su Conflicto de las Facultades (Madrid: Alianza, 2003),
el estudio de EMMANUEL FALQUE, Pasar el Rubicón. Filosofía y Teología: Ensayo sobre las Fronteras (Madrid:
UPCO, 2016) defiende el carácter fronterizo que la reflexión sobre el cristianismo exige reconocer tanto a la
filosofía como a la teología, de modo que ninguna de ellas pueda sentirse, en esta reflexión, completamente
en casa.
17. La obra de EMMANUEL LÉVINAS completa gira en torno a esta idea central pero se puede considerar que
la idea toma su forma fundamental en su Totalidad e Infinito (Salamanca: Sígueme, 2012).
18. La expresión aparece en IGNACIO ELLACURÍA, “Función Liberadora de la Filosofía” recogido en la edición
Escritos Políticos I (San Salvador: UCA, 1991), 115, pero debe ser referida no solo a las mayorías populares
sino al encuentro interpersonal con ellas, heridas en los caminos de la historia, donde las entrañas son
transformadas y dispuestas a la compasión y la comunión. La verdad de la que aquí se trata, no puede ser el
resultado de una reflexión estructural que no alcanzaría nunca a superar la pretensión del sistema, donde
la realidad y su novedad quedan reducidas a lo que en el sistema se permite esperar.

68 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Cristianismo y verdad

exige un lugar santo: lleven a cuestas al (es decir, en la actitud natural de nuestros
prójimo y sigan el camino; allí lo verán, prejuicios) indiferentes a la comunión, se
donde no tendrán necesidad alguna de pa- muestran ahora como espacio y tiempo
labras humanas”.19 Y la verdad se muestra para la comunión, porque la misma comu-
entonces como la tarea que es: hacerme nión, aconteciendo, las está conformando
prójimo y dejarme hacer prójimo, y más en para sí. Una dialéctica que no se rige por
las obras que en las palabras.20 Se trata de una ley absoluta, sino que se va dando
cargar con la propia humanidad, la propia por la libertad, creatividad, inteligencia
realidad, descubriéndola poco a poco en el y decisión de quienes se encuentran en
mismo intento de cargar con la humanidad disposición de compasión. Nuevamente
del prójimo, también descubierto poco a una epojé activa, un esfuerzo incesante por
poco y, tal vez, infinitamente. Verdad es abandonar todo deseo de posesión exclusi-
por tanto caridad, comunión y no función va, para hacer de esas realidades hogar, lu-
de espectador, implicación y compromiso, gar para habitar entregando la propia vida,
subjetividad, y no mera contemplación. Ya disponiendo la propia vida, para acoger la
Kierkegaard apuntó en esa dirección.21 vida de quien me hace prójimo.
Esa investigación religiosa, que practi- La epojé se muestra así en todo su po-
ca el Unamuno que exclama “mi religión es der liberador, no solamente suspendiendo
buscar la verdad y la vida en la verdad”,22 los prejuicios que pueden guiar nuestro
no excluye al mundo ni la historia. Por el conocimiento, sino también poniendo
contrario quedan implicados, uno y otra, en suspenso los automatismos de estruc-
y se recrean, uno y otra, en la misma turas sociales, políticas y económicas
implicación. El cristianismo nos descubre que parecen dirigir irremediablemente
así otro aspecto de la verdad que en otros la vida al aislamiento, la subordinación
paradigmas queda oculto: la verdad de las u otros tipos de sistemas de relación que
cosas, del mundo, de la historia no es ver- hacen imposible la libertad y donación del
dad contemplativa, sino verdad que viene encuentro. Es el encuentro quien puede
a hacerse en la comunión, en sus obras, ahora guiar nuestro juicio sobre la socia-
en sus intentos, en sus búsquedas, en su lidad, las estructuras que pueden hacerla
exigencia. En expresión de Zubiri, esta co- verdaderamente posible, cuando se trata
munión es “mundificante”,23 hace mundo. de favorecer la verdad que el encuentro
La verdad se hace su lugar en el lugar del nos ha enseñado: la verdad del encuentro
encuentro que da verdad, iluminándose libre y personal. De este modo, la verdad
desde ahí, no para reducirse a alguna lógica que el cristianismo nos enseña a pensar y
que rija la comunión, sino que muestra en a obrar, ha de pedirnos no aislamiento sino
la comunión de prójimos cómo el mundo y una comunión expansiva, que acabe por
la historia pueden ser realidades capacitan- abarcarlo todo, la creación entera, y hacer
tes para la humanidad en comunión. Esas de todo, casa y hogar compartido, espacio
realidades podrían parecer, a primera vista de libre donación.

19. SAN AGUSTÍN, Tratado del Evangelio de San Juan, o.c., 17:14.
20. SAN IGNACIO DE LOYOLA, Ejercicios Espirituales n. 230 (Bilbao: Mensajero, 2009), 97.
21. Es por ello que Las Obras del Amor no debe ser meramente considerada como una obra edificante pero
filosóficamente inferior en el corpus kierkegaardiano, sino una que lleva, por el contrario, las ideas del pensador
danés a sus puntos más altos en materia de antropología y de una metafísica del encuentro interpersonal.
Cf. SØREN KIERKEGAARD, Las Obras del Amor (Salamanca: Sígueme, 2006).
22. MIGUEL DE UNAMUNO, Mi Religión (Madrid: Espasa, 1964), 10.
23. Cf. XAVIER ZUBIRI, Estructura Dinámica de la Realidad (Madrid: Alianza, 1989), 274.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 69


Pedro Antonio Reyes Linares

Tal vez esa pueda ser otra definición cristianamente deberíamos llamar deici-
de esa verdad que el cristianismo nos dio. Según Nietzsche un loco gritaba “Dios
propone, hogar, porque cuando cargamos ha muerto”, e inmediatamente completaba,
con nuestro prójimo, y nos dejamos hacer “nosotros lo hemos matado”.27 Y es que he-
prójimos, llevamos en esa tarea a todas las mos de reconocer que a la verdad en carne
cosas para hacer con ellas y en su gracia se le puede matar, cuando se le quiere con-
(peculiar según el modo de realidad que vertir en doctrina y verdad en las manos
sea cada una) nuestra casa común. No la de unos cuantos y se le niega su carácter
contemplación, sino la construcción del de novedad, más aún, de creatividad ab-
hogar será entonces la verdad. Pero una soluta de vida e historia, por la gracia del
construcción no según plano prefabricado, encuentro entre prójimos, sostenido en el
sino construcción que recibe, acoge, siente encuentro con el Compasivo. Reconocer
y espera para descubrir, en la peculiaridad la verdad como tarea y esfuerzo, como
de cada cosa, cómo puede y quiere unirse hemos hecho, implica reconocer también
a esa empresa. Unamuno reconoce, como el riesgo de que la tarea quede inacabada
Pablo, que esta disposición a hacer hogar y el esfuerzo despreciado, cortado por una
no es exclusiva meramente de las per- acción violenta, pero también, y esto es el
sonas, aunque sea en su encuentro libre mal peor de todos (otra vez Unamuno),
donde estas realidades se hacen presentes abandonado por fatiga, por desencanto
en dirección a la constitución del hogar.24 o por una voluntad que se conforma a la
Es que en ese encuentro se “personalizan” imposibilidad y a una finitud anticipada,
y por eso, decía Unamuno, la verdad de la porque le han convencido con “razones”
que aquí se trata lo personaliza todo.25 Se de que no hay valor en un esfuerzo que
trata de hacer verdad nuestra capacidad queda marcado por la muerte. Y en todos
de entrega y compasión en todas las cosas, estos riesgos, la verdad que pide el encuen-
en todas las personas, e incluso en el ene- tro pide, a un mismo tiempo, la súplica de
migo, manteniéndose en el esfuerzo de la poder ser sostenida por la compasión de
acogida con el riesgo del rechazo o de la quien la vivió en su carne, en esta misma
acción asesina que pretende acabar con la historia, en plenitud.
verdad. La verdad, entonces, la del cristianismo
Y es que el cristianismo también nos y, más aún, la de Cristo, el hombre que dijo
ha enseñado a pensar la verdad siempre Yo soy la verdad, es también resistencia,
en riesgo. La verdad puede ser muerta, no solo contra un mundo que se le opone,
colgada, crucificada, desaparecida o asesi- sino antes y siempre, resistencia a la ten-
nada. La mentira no es una mera carencia, tación de dejarse achicar en su anhelo de
sino una destrucción que paulatinamente, comunión. Ese achicamiento podría venir
como dice Zubiri, se llama homicidio,26 y por las oposiciones y fatigas del esfuerzo,

24. Zubiri ha acuñado una palabra para este fenómeno, transactualización, señalando un devenir en el modo en
que las realidades pueden hacerse presentes, cuando se sitúan en el dominio de la entrega de una realidad
personal, como sucede con el pan y el vino en la entrega de Cristo. (ver Xavier Zubiri, “Reflexiones Teológicas
sobre la Eucaristía”, Estudios Eclesiásticos 56:216-217 (1981) 41-59. Me parece que este sentido puede
ampliarse a otras entregas personales que siempre implican otras realidades. Cf. Pedro Reyes, Sobre la
Disyunción. Una clave fenomenológica en la filosofía de la realidad de Xavier Zubiri. Tesis doctoral defendida
en la UPCO de Madrid en junio de 2015, inédita.
25 Cf. el capítulo VII de su Sentimiento Trágico de la Vida, o.c., 180-200.
26. Xavier Zubiri, El Hombre y la Verdad (Madrid: Alianza, 1999), 164.
27. Friedrich Nietzsche, La Gaya Ciencia (Madrid: Akal, 1996) §125.

70 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Cristianismo y verdad

o por la fragilidad de nuestro cuerpo y la

El encuentro con el prójimo,


muerte que con ella nos acecha. Y es que
la muerte, que Francisco de Asís llamaba
“hermana” y que pudiera pensarse como con el que me hace prójimo,
la última y definitiva frontera, no tiene
por qué ser excluida de esa investigación es el lugar de la verdad.
religiosa que busca y se dispone para que
todo sea hogar, casa y lugar de comunión.
Es una búsqueda que tal vez no convenga la verdad, no podemos dejar de lado que
hacer con silogismos, descripciones y el que dijo “Yo soy la verdad”, murió en
raciocinios matemáticos, sino que incluya la cruz gritando al Padre y poniendo en
ese modo discursivo que arriba ya hemos sus manos su vida y su suerte.29 Pidió al
mencionado de la súplica y la petición. És- Padre, al inefable, la verdad. El cristianis-
tas, muchas veces olvidadas como formas mo confiesa que el Padre se la dio, se la
de lenguaje que vale la pena analizar, son, da eternamente, y el creyente confía su
según los fenomenólogos de la religión, propia oración a aquel grito y a quien así
núcleo primero y modelo de toda oración. lo gritó. En esta confianza, está su fe. Pero
Hasta cuando agradecemos pedimos la lo que hemos descrito como disposición,
manera correcta de hacerlo, es decir, que intentos, resistencia… todo ello carga esa
sea adecuada no solo a Dios, sino a las confianza de humanidad, de carne y de
criaturas, que han de ser tomadas adecua- verdad nuestra, humano-divina y carnal.
damente en cuenta según el amor de su ¿Es eso todavía filosofía o ya siempre
Creador. La petición es así, también, un teología? ¿Cómo se puede responder sin
discurso con pretensión de verdad, pero traicionar la experiencia de quien se ha es-
no meramente de la que ahora aparece, forzado en pensar lo que el cristianismo le
sino de la que puede aparecer precisamen- ha dado a pensar? ¿Habrá que mantenerse
te por el encuentro y la comunión con el en el saber de frontera? ¿Y no es siempre
que puede venir a acoger y atender al que fronterizo el esfuerzo de pensar, pues es
la pide. En la petición, desgarrada muchas apertura a lo que las cosas mismas no pare-
veces por ser verdaderamente prójimos cen ser todavía sino que están recién dando
y compañeros del dolor del prójimo, pe- a pensar? Tal vez es que el cristianismo es
dimos eternidad, inmortalidad, infinitud precisamente eso: don para pensar, o exi-
a nuestro inmortalizador, que es el único gencia de pensar y repensar la humanidad,
nombre que conviene, según Unamuno, a la mía, la propia, la única, la del otro, la del
Dios.28 La petición por los muertos, o a la Cristo, y con ellas en comunión la realidad,
hora de la muerte, es búsqueda de inmor- y hacer de este repensar un recrear y un
talidad, que también puede llamarse paz, y rehacer en seguimiento de quien, antes de
es esa búsqueda la que ha definido a la ta- gritar en la cruz y también en ese grito,
rea que la filosofía emprendió: una verdad buscó que la humanidad fuera comunión
que sea verdadera siempre, eterna, que nos abierta a la plenitud del amor. De quien,
sostenga siempre en la verdad. dice el creyente, sigue haciéndolo, hacién-
En esta dimensión última y radical en dose carne en nuestro propio seguimiento,
que el cristianismo nos enseña a buscar ofreciéndose al Padre y a nosotros, en su

28. Para ampliar esta reflexión, ver el excelente artículo de Martín Gelabert, “Dios, ‘el Inmortalizador’, exigencia
de la búsqueda existencial en Miguel de Unamuno” Azafea. Revista de Filosofía 2 (1989) 81-99.
29. Cf. Mc 15,37.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 71


Pedro Antonio Reyes Linares

cuerpo y en nuestro cuerpo a cuerpo, como prenda y promesa de que no dejará de inten-
tar esa comunión. Así nos invita, en su intento, a ofrecernos también nosotros a recibirle
y construir con Él, en absoluta y recíproca libertad, esa misma comunión.

Bibliografía

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Políticos I. San Salvador: UCA, 1991.
Falque, Emmanuel. Pasar el Rubicón. Filosofía y Teología: Ensayo sobre las Fronteras. Ma-
drid: UPCO, 2016.
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Torralba, Francesc, Poética de la Libertad. Lectura de Kierkegaard. Madrid: Caparrós, 1998.
Unamuno, Miguel de, El Sentimiento Trágico de la Vida. La Agonía del Cristianismo. Madrid:
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Xavier Zubiri, Estructura Dinámica de la Realidad. Madrid: Alianza, 1989.
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Zubiri, Xavier, El Hombre y la Verdad. Madrid: Alianza, 1999.

Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Ensayos

Repensar la experiencia
de vacío1. Esbozos
y matices para la Recibido:
28 de febrero de

consideración de una
2017
Aceptado:
28 de mayo de

vacuidad útil
2017

Héctor Sevilla Godínez*


* Profesor e
Investigador de
Resumen: La presente disertación ofrece algunos parámetros para dis- la Universidad
de Guadalajara.
tinguir entre el vacío fecundo y otro que no lo es. Partiendo de algunas
Miembro del
características de lo que se propone como vacío dado de sentido, se Sistema Nacional
establece que tiene su fuente en el desapego y que lleva a la expulsión de de Investiga-
temores, angustias y odios; del mismo modo se sugiere que surge de la dores, de la
aceptación de la condición humana y de sus precariedades, alienta para Asociación Filo-
sófica de México,
la liberación de las enajenaciones, libera de la Univocidad, promueve la de la Sociedad
distinción entre los significados y la supuesta verdad oculta en los signos. Académica de
Con todo ello, en suma, el artículo advierte que el vacío fecundo permite Filosofía de
percibir un orden ajeno a la comprensión común. Así, en promoción de España y de
la Asociación
un neonihilismo, el texto esboza la alternativa de considerar al vacío Transpersonal
como un punto de partida del crecimiento y mejora personal. Iberoamericana.
Es consultor del
Palabras clave: Vacío, Nihilismo, Liberación, Univocidad, Angustia. Observatorio de
Responsabilidad
Social de América
Abstract: This dissertation offers some parameters for distinguishing Latina y el Caribe,
between emptiness which is fertile and emptiness which is not. Com- el cual pertenece
mencing from some characteristics of what is proposed as an emptiness a la UNESCO. Ha
publicado siete
doted with sense, it is established as stemming from detachment as an libros y más de
initial source and as leading to the expulsion of fears, anguishes, and sesenta artículos.
hatreds; in the same manner, it is suggested that it comes from the
acceptance of the human condition along with its precariousness, that
it inspires towards the liberation from alienation, that it liberates from
Univocity, and that it promotes distinction between meanings and the 1. Para una mayor
supposed truth hidden in signs. With all of it, summed up, the article profundización
warns that the fertile emptiness allows the perception of an order alien de las ideas
vertidas en este
to common comprehension. So, promoting a Neo-nihilism, the text texto, puede
outlines the alternative to considering emptiness as a starting point of co n s u l t a r s e :
personal growth and improvement. Sevilla, Héctor
( 2 0 1 6 ) .
Apología del
Key concepts: Emptiness, Nihilism, Liberation, Univocity, Anguish. vacío. México:
Colofón.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 73


Héctor Sevilla Godínez

Proemio soltar, dejar ir, fluir o soltarse, la experien-


cia de vacuidad resulta fructífera. Eviden-
El vacío no es un mal contemporáneo temente, cuando la condición del vacío no
sino la evidencia de la inadecuación de los es el desapego, sino la dependencia, la con-
sistemas e instituciones actuales para la secuencia resultará perjudicial. Dicho de
vida humana. Por lo tanto, no percibir el otro modo, si un individuo persiste en su
propio vacío implicaría una adaptación a vivencia del vacío debido a que considera,
una estructura social poco virtuosa y, por siente, o está convencido de que necesita
ello, constituiría un mal mayor: la insensi- irrenunciablemente a una persona, cosa,
bilidad ante el vacío en general. hecho u objeto para mantener su vida (o
Si el humano contemporáneo admite querer vivirla) tal persistencia no ofrecerá
las posibilidades que el vacío ofrece, como algo redituable. Por el contrario, cuando
contenedor de alternativas, se permitirá la persona se permite una sana distancia,
penetrar en un espacio inexplorado que le una fluida desvinculación con el anterior
pertenece a sí mismo. Con urgencia debe- objeto de apego, el vacío será la pauta, el
mos de detener un poco nuestras marchas detonante atractivo de nuevos principios.
aceleradas y voltear para observar con paz Como puede observarse, no es el vacío un
lo que existe ya a nuestro alrededor. Hemos mal en sí mismo, ni mucho menos un ene-
estado continuamente distraídos en lo que migo al cual enfrentar, sino que su vivencia
consideramos importante y es eso lo que ocasiona una modalidad alternativa en el
nos ha restado importancia. Usualmente, ejercicio de la existencia.
los caminos que las personas eligen han sido El desapego no es una conducta senci-
definidos en función de lograr abundancia, lla, su condición requiere de arduo trabajo
de obtener algo tangible, de negar lo que y valor. Para Calderón de la Barca,3 el valor
originalmente, desde adentro, nos lleva al es hijo de la prudencia, no de la temeridad;
movimiento. Ese activismo poco modera- es por ello que el desapego implica un
do, tan común de la época en que vivimos, pausado soltarse de aquello que ata, no un
es consecuencia directa de la ansiedad, no enérgico disponerse a la atadura.
del vacío. Detrás de toda ansiedad existe un El concepto sánscrito shuniata refiere
vacío que no ha sido significado correcta- la aceptación de que no hay algo que con-
mente. Por ello, más que observar al vacío tenga una esencia individual, sino que todo
como algo que debe de ser llenado, oculta- está vacío sustancialmente. Por tanto, todo
do o enfrentado, se le puede concebir como está relacionado con el resto de las realida-
una posibilidad óptima. En ese sentido, el des; las diferencias son sólo ilusorias debi-
presente artículo explica siete característi- do a nuestra precaria percepción de lo que
cas que permiten distinguir el vacío cuya está alrededor. Cuando no se experimenta
vivencia es benéfica. el shuniata se permanece en un estado
de adormecimiento que contrasta con el
1. El vacío fecundo tiene en su fuente al despertar que propone el budismo. Bajo
desapego esa óptica, el apego, entendido como la ne-
cesidad desmedida de que algo externo sea
Cuando la fuente del vacío es el desapego, parte de nosotros, no tiene motivo, puesto
aquel que es producto de un esfuerzo por que, de cualquier manera, existe una cone-

2. Poeta español (1600-1681) destacado por sus obras teatrales. Escribió tragedias, dramas, autos
sacramentales y comedias, entre las que sobresalen La vida es un sueño (México: Grupo Editorial Tomo) y
El alcalde de Zalamea (Barcelona: Red Ediciones).

74 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

xión de cada entidad con el resto y todo es 2. El vacío fecundo lleva a la expulsión
parte de nosotros en cierto modo. No hay de temores, angustias y odios
apego si se percibe el shuniata.
Más aún, en el entendido de que cada El vacío vivido de manera fecunda, un
cosa existente es sólo un contenedor de vacío que llena, permite resignificar la
una realidad mayor a la que se conecta, ausencia. El temor, la angustia y el odio
la figuración que nos hacemos de alguien son desterrados de la vivencia del indivi-
(o algo) no está antecedida por un cono- duo. Por el contrario, cada una de estos
cimiento, sino de un desconocimiento. aspectos son permitidos cuando se man-
Nos aferramos a nuestras ideas de las tiene la prospectiva de que las cosas deben
personas más que a lo que acontecer según la propia
son. Es por esto que se expectativa. El hombre y
cree que se puede amar
a alguien mientras se le No es el vacío un mujer contemporáneos
temen que sus vivencias
está aprisionando en una mal en sí mismo, no sean como esperan, por
etiqueta o concepto de él o ello se desvinculan de la
ella. Es complejo soltar las
ni mucho menos plenitud en su existencia.
categorizaciones con que un enemigo al Tratan de encontrar en ins-
hemos entendido lo que
nos rodea. Una vez caídas
cual enfrentar tantes placenteros un poco
de eternidad sin tomar en
las conceptualizaciones no cuenta que la eternidad
hay apego posible. El des- no se forma de instantes
pertar consiste, precisamente, en caer en sino que es el instante. Se teme perder
cuenta del engaño que nos hemos hecho. el trabajo, no obtener el cariño de las
Nagarjuna4 profundizó en el concepto personas amadas, desfavorecer la imagen
de shuniata y afirmó que todos los fenó- social o desaprovechar las oportunidades
menos que acontecen tienen un vacío de lograr lo que aún no se obtiene. Todo
implícito debido a que han sido derivados esto propicia automáticamente la angustia,
de forma dependiente. La comprensión es decir, la ansiedad asociada a comprobar
correcta del vacío en todo lo que sucede que los temores estaban fundados o ver
conlleva una forma de nirvana en el indivi- que se vuelven “realidad” en medida que
duo. De tal modo, el apego es la evidencia los acontecimientos son afines a lo que se
de la lejanía de una clara concepción del buscaba evitar. Finalmente, terminan por
shuniata. Visto así, la crítica intempestiva odiarse las circunstancias, personas o con-
y enérgica que se realiza al concepto y diciones, que permitieron que lo temido se
vivencia del vacío, concibiéndole como materializase.
un efecto que se produce en función a Odiamos lo que permite que nuestros
una vida sin sentido, en realidad pretende temores acontezcan, persiste la angustia
ocultar una miopía descomunal en medida envuelta en el temor y el odio. Afortuna-
que se maquilla de una pretendida e inqui- damente, la alternativa de prever el vacío
sitoria sabiduría moral. nos desvincula de estas experiencias des-

3. Nagarjuna, filósofo indio (150-250 a. C.), es una de las figuras más representativas de lo que podría
denominarse como espiritualidad filosófica; su obra fundamentos de la vía media (Madrid: Siruela) es
considerada la principal de su producción.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 75


Héctor Sevilla Godínez

agradables. Comprobamos que nuestros no se comprende, el desasosiego queda


deseos no son el timón de los aconteci- garantizado.
mientos cuando un puesto laboral inseguro No afirmo que debamos ser indiferen-
se perdió, la pareja que podía dejarnos nos tes a la persona que amamos o que nues-
dejó, el adversario que tenía la facultad de tros intereses son simulaciones superfluas
vencernos nos venció, las condiciones que con las que viajamos en la vida; lo que debe
tanta angustia provocaban se conjugaron y estar claro es que el temor por perder algo
hasta los amigos cuya ausencia temíamos externo (que ni siquiera es como le pensa-
nos dejaron. ¿Qué queda después de eso? mos) es un absurdo. Recuerdo que cuando
La aceptación del vacío, la resignificación era niño solían gustarme en demasía los
de la ausencia, la visualización de la va- duraznos. En alguna ocasión recibí un par
cuidad como un nuevo punto de partida, de ellos y sentí angustia de que podrían
como un abrirse a las alternativas, como un desaparecer si me los comía; me gustaban
nuevo nacimiento. Vendrá un nuevo oficio, tanto que prefería no consumirlos con tal
amigos y parejas, ocupaciones alternativas. de saber que seguirían ahí. Evidentemente,
El cambio está ahí, nos guste o no, el dolor transcurridos un par de días, a lo mucho
no es prerrogativa para que el cambio su- tres, los duraznos comenzaban a mostrar
ceda o deje de suceder. La resignificación evidentes signos de deterioro. Posterior-
de lo que acontece en la vida, en el enten- mente ya no eran comibles. Se me dirá,
dido del continuo vacío que todo contiene, quizá con jactancia, que era absurdo tratar
permite desterrar el odio, la angustia y el de poseer los duraznos indefinidamente,
temor. Cuando no es así y tal expulsión no esperando que siempre estuvieran ahí,
es posible, la persona no está en realidad dispuestos a ser comidos por mí que, de
amando a la persona que teme perder, ni cualquier modo, no los degustaría debido
valora el empleo que está angustiado por a la angustia de quedarme sin ellos. Cierta-
soltar. La pareja perfecta y el trabajo ina- mente eso era absurdo, pero ahora me sirve
movible son sólo una ilusión, por lo que el para aludir la similitud entre tal conducta
amor antecedido de tal expectativa es una y todas aquellas que estén precedidas por
ficción más. un deseo de posesión permanente de todas
En ese tenor, la desgracia no es perder las cosas. Querer poseer siempre (y que
a un ser en cuya presencia hemos deposi- lo poseído no cambie) resulta un anhelo
tado la posibilidad de amar (cualquier cosa inocente.
que eso sea), sino que la tragedia se funda En otras palabras, comer duraznos
en que supongamos que tras la pérdida del supone haberlos aprovechado, pero tal
amado somos incapaces de amar de nuevo. aprovechamiento implica su destrucción,
Todos coincidiremos en que puede ha- su cambio, su modificación sustancial. Del
cerse una clara distinción entre el apetito mismo modo, cualquier relación de un
y el alimento, este último nos genera un individuo con algo externo a él, sea una
antojo pero se vuelve prescindible una vez persona, cosa o actividad, está sujeta al
devorado; posteriormente volverá el ape- cambio. Los temores del padre derivados
tito y tendrá que satisfacerse aun cuando del crecimiento de una hija, que devienen
el banquete sea otro. Del mismo modo, la en el deseo subterráneo de que permanez-
capacidad de amar no depende en forma ca en su etapa infantil, no la mantendrán
exclusiva del objeto-sujeto de amor. En siendo una niña; la angustia del novio por
caso de que la dependencia fuese auténti- tener siempre contenta a su pareja no será
ca, la desgracia estará consumada. Si esto lo que conlleve la alegría de tal; el odio

76 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

de una dama hacia todas las de su especie 3. El vacío fecundo surge de la aceptación
no garantizará que su marido deje de ob-
servarles. El temor, la angustia y el odio Concibo a la aceptación como uno de los
son útiles sólo en medida que originen estados superiores del ser humano. Creo Ricardo
una conducta que les modifique o, mejor, que es fundamental distinguirla de su equí- Copado
cuando son la pauta para comprender que voca asociación con el conformismo, la Izq:
estamos perdiendo de vista el vacío implí- apatía o la renuncia pasiva. Usualmente se Título:
cito en toda interacción sostenida con el concibe al conformismo como una conse- Villa Cantalu
Técnica:
mundo exterior. cuencia de un posicionamiento mediocre Oleo sobre tela
Los duraznos que no son comidos se ante la vida, aquel en el que los anhelos no 2010
desperdician; por ello, el instante en que implican trabajo y el esfuerzo se desvanece Der:
son llevados a la boca constituye la rela- debido a la inconsistencia de los proyectos Título:
Broken Curse
ción más profunda con ellos, aquella tras o de las planeaciones. Existe una actitud
Técnica:
de la cual, irremediablemente, se les deja conformista cuando algo que es lograble Oleo sobre tela
ir. Ninguna ausencia debe ser totalmente (y además se desea) se deja ir por temor al 2009
desagradable si se considera la presen- compromiso o a las responsabilidades que
cia que le antecedió. Dicho así, si algo o conlleva. Por otro lado, la pereza se acerca
alguien que estaba ya no está, al menos a la apatía en la consecución de las metas;
podemos asegurarnos de que disfrutamos visualicemos a un corredor que a mitad de
todo lo posible su estancia pasajera, lo cual su recorrido elige descansar y renuncia a
es preferible a su ausencia total. su triunfal llegada a la meta sin tener un
En una palabra, la aceptación es lo que per- motivo específico que se lo impida, simple-
mite resignificar las ausencias y logra vencer la mente desiste y se vuelve apático ante su
persistencia del temor, la angustia y el odio. intención debido al cansancio. Podríamos

en diálogo filosofía y ciencias humanas 77


Héctor Sevilla Godínez

criticar tal actitud, pero ésta es preferible nocemos que los demás (o la naturaleza)
a la apatía del que ni siquiera consideró no tienen la obligación de complacernos.
calzarse los tenis y salir a correr, renun- Visto de ese modo, ¿cuántas veces no
ciando pasivamente a cualquier beneficio hemos aceptado el paso del tiempo y las
derivado de la actividad atlética. marcas que deja en nuestro rostro? ¿Han
La aceptación, el sano desistir, supone sido variadas las veces en que la molestia
una irremediable circunstancia que no es por la opinión ajena, diversa y contraria a
posible mantener. En el caso expuesto, se- la nuestra, genera un malestar que deviene
ría una elocuente decisión dejar de correr en un claro interés de dañar al diferente?
tras una grave torcedura en el tobillo. En ¿Es usual que nos alegremos de las victo-
algunas ocasiones, la experiencia de una rias ajenas o de las virtudes, alabanzas y
contienda perdida aporta más estrategias aprecios que otro logra para sí? ¿Resulta
para la siguiente partida que un triunfo. común reconocernos en desventaja ante
Nadie obtiene una victoria sin caerse algu- ciertas circunstancias o esperamos apa-
nas veces y, si acaso eso sucede, el sabor de rentar valentía adolescente cuando tal no
tal logro no es el mismo. es requerida? En todas las interrogantes,
La aceptación proviene de la renuncia una sana aceptación conlleva una mejor
a la idea de que todo depende de nuestras convivencia con el entorno del cual for-
propias fuerzas. Saberse pequeño ante el mamos parte. No hay pérdida en aceptar
Cosmos no es sinónimo de bajar los brazos, la ganancia ajena, tampoco la hay en el
es preparar los brazos para aquello que sí es reconocimiento del valor de los juicios
posible poseer. Además de las ocasiones en contrarios o las capacidades diferentes.
que ya no es posible continuar con nuestros Por más que intentemos declarar la
proyectos (por algún motivo que está fuera guerra a la vejez, tenemos una cita inapla-
de las propias manos) también es posible, zable con ella si es que tenemos la suerte
aun pudiendo, elegir detener la persecución de llegar con vida. Aceptar que somos en-
de un interés cuando éste nos deja de in- tidades móviles en un mundo móvil habla
teresar. ¿Hay motivos para proseguir con de la apología que hemos hecho del vacío.
algo cuyo beneficio ya no es visible, real, Nuestra juventud se vaciará por completo
consistente o elegido? Aceptar que hemos por más que algunas de nuestras actitudes
cambiado de opinión puede parecer simple, sigan siendo juveniles.
pero no lo es; en ocasiones existe una culpa La aceptación de los hechos cuyo dolor
derivada de un cambio de mirada, aunque es inconmensurable en nuestra experiencia
tal situación sea honesta. En esa prerro- es también sinónimo de empoderamiento
gativa, la aceptación del propio derecho al al perder el poder. La muerte de un ser
cambio (de opinión, de intención, del gusto amado, la enfermedad de un hijo, el que-
o del interés) es permitirse reconocer el branto ante la fragilidad que constatamos
vacío de la anterior situación. Si logramos día a día, son todas oportunidades para la
vaciarnos de la intención que antes nos práctica de la aceptación. El duelo es posi-
movía será porque se ha elegido dejar de ble cuando la aceptación es permitida; el
simular y comenzó la aceptación. dolor transfigura y aporta la línea en cuya
También hablamos de aceptación posición se crean nuevos significados. Las
sana cuando asumimos responsablemente olas de la vulnerabilidad pueden derrocar
las consecuencias de actos anteriores, un apacible atardecer playero, pero poco
ejercemos con constancia lo que se deriva se obtendría de maldecir al agua que nos
de nuestros proyectos personales o reco- derrumba. Mucho mejor es aceptarnos

78 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

como seres líquidos en el mar de la vida. trascendente con su propia vida; tal como
El número y profundidad de nuestras concebía Giacomo Leopardi,4 los antepasa-
aceptaciones es proporcional a la inclu- dos son lo más importante para quien no
sión y convivencia fructífera con el vacío. ha hecho nada. El patriotismo bien enten-
Probablemente, la carga principal que dido no supondría divisiones territoriales,
debe aceptarse inicialmente es la de ser sino sólo diferencias culturales. Saberse
un humano. No me refiero a un carga que habitante de un mundo, de un Universo,
suponga sufrimiento, pero sí algo que se ha disminuye el efecto de las distinciones
añadido a nuestra esencia vacua desde la apreciativas tan altamente diseminadas.
cual surgimos al principio de todo. Es necesario distinguir el vacío implícito
en la postura estricta de considerar la
4. El vacío fecundo alienta la liberación nacionalidad de un individuo como un
de las enajenaciones elemento distintivo de su sustancialidad;
para superar la enajenación que nos lleva
Entenderé por enajenación al proceso de a discriminar se requiere de la ubicación
sometimiento que un sistema ejerce sobre del vacío en las supuestas distinciones
un individuo, condicionando sus estruc- sustanciales.
turas de pensamiento y sus elaboraciones Un efecto particularmente insoslayable
críticas hasta el punto de creer la fantasía es el que se propicia como derivación de la
de que sus conclusiones son derivadas de pertenencia a un sistema familiar. Sin in-
un proceso estrictamente autónomo. tentar negar la influencia intransferible de
La vivencia oportuna de un vacío la familia en el pensamiento, la estructura
auténtico permite convivir con la propia cognitiva y la formación de la personalidad
ignorancia y no obstaculiza el reconoci- de un individuo, es de fundamental impor-
miento de los propios límites racionales. En tancia aceptar el vacío parcial persistente
tal condición, la persona no se denomina en la relación humana de todo hijo con sus
plenamente autónoma ni se pretende total- padres, hermanos y el resto de familiares.
mente autosuficiente. Liberarse plenamen- Si bien la ausencia física de los padres
te de la enajenación supondría dejar atrás no representa una lejanía de su legado, la
sus modalidades implícitas, entre las cuales ausencia promueve cercanías abstractas o
se incluyen la enajenación social, la fami- adyacentes que se perpetúan por el resto
liar, la económica, la religiosa y la afectiva. de la vida de los hijos. Existen vacíos in-
La liberación de la enajenación social eludibles en todas las relaciones; el reco-
requiere que el individuo admita que los nocimiento de tales vacíos, implícitos en la
convencionalismos a los que vive relacio- relación paterna o materna, es un elemento
nado son objetos vacuos que tienen un de vital importancia que, lejos de transferir
sentido dependiente de su adjudicación a los padres la responsabilidad por el efec-
subjetiva; las convenciones tienen valor to de sus conductas, permite ejercer una
si el individuo lo confiere. La fijación por aceptación sana y un reconocimiento de
relacionarse con el pasado histórico, a la la labor de enmendadura o resignificación
manera de linaje, realeza o vinculación que le corresponde al hijo ante cualquier
genética, sucede en medida que quien así ausencia a la que nos estemos refiriendo.
lo considera no haya hecho algo realmente Adentrados en ese camino, es posible des-

4. Leopardi fue un filósofo italiano que sobresalió por proponer la agudeza y la finura del dolor como punto de
partida de la creatividad y de la búsqueda. Es centralmente recomendable el texto Las pasiones (Madrid:
Siruela).

en diálogo filosofía y ciencias humanas 79


Héctor Sevilla Godínez

cubrir que algunos de los valores propues- hasta hacerle concluir que sólo recibirá
tos por la familia, o sus voces de autoridad, afecto exclusivamente de una sola perso-
son maquillajes de los defectos implícitos na. Esta dependencia, muchas veces añeja,
en la misma. La búsqueda de los valores enloda el fluir natural de las relaciones hu-
no hace más que mostrar la necesidad de manas y genera que ambas partes terminen
los mismos debido a la precariedad de la por cosificarse; asimismo, la enajenación
experiencia de quien los busca. acontece cuando la codependencia devie-
No intento promover una categori- ne en mutua confluencia cosificante en la
zación de los valores ni distinguir una que los sujetos son distorsionados por la
línea moral desde la cual quimera que cada uno ha
distinguirlos; por el con- fabricado del otro que dice
trario, mi interés es hacer La resignificación amarle. La enmendadura es
notar que los valores posible si se logra aceptar
no se buscan sino que
de lo que acontece que nos hemos relacionado
se producen. Si esto se en la vida, en con una creación personal,
entiende correctamente,
se comprenderá que los
permite desterrar el con una etiqueta, no con
una persona real que difiere
valores no están previa- odio, la angustia y de la idea o imagen que a su
mente establecidos sino el temor. asociación hemos derivado.
que podemos elaborar Sin embargo, lo anterior
valoraciones desde las sólo sucede en los casos en
cuales definir el camino de la vida y la ex- que se tiene el arrojo de asumir el vacío
periencia. Dicho más claramente: ninguna consecuente.
familia transmite valores a sus miembros, Conocer a otra persona, más que ase-
sino que les habitúa a una estructura gurar que se prevén todas sus conductas
crítica particular desde la cual elaboran futuras, es descubrir el maquillaje que ficti-
las valoraciones que matizan los juicios ciamente le hemos añadido. La pretensión
a través de los cuales conciben el mundo de conocer a otro, y encima querer cam-
al que se relacionan. Cuando se reconoce biar lo que no nos guste de él, es fruto del
el hueco, fragilidad e imperfección de tal temor al propio cambio y reconocimiento.
estructura y se realiza una apología sana Realizar un ejercicio de desprendimiento
del vacío se obtiene el logro de reconocer- conceptual es el primer paso para lograr
se sin valores; en ese punto preciso en el una liberación a partir de la herramienta
que el individuo se ha vaciado de todos los de la ignorancia. Es por eso que cuando
valores está preparado para saberse con la se refiere la expresión “poner la mente en
capacidad de elaborarlos, crearlos, definir- blanco” no se está abrazando pasivamente
los y otorgarles un nuevo significado a par- la ignorancia, sino que se admite el deseo
tir de distintos ejercicios de deliberación. de expulsar las ideas erróneas sobre lo que
Esto supone, obviamente, romper con la está alrededor o, específicamente en este
enajenación familiar, sin que esto reste caso, las ideas sobre el otro.
importancia a la herencia global que de tal
colectividad se ha recibido. 5. El vacío fecundo libera de la Univocidad
Otra característica de una sana expe-
riencia del vacío es la liberación de la ena- El vacío, cuando es permitido y vivido con
jenación afectiva, la cual, muy relacionada aceptación, se vuelve fecundo, preñado de
al apego, oscurece la visión del individuo sentido, es un vacío que llena. Debido a la

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Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

multiplicidad de posibilidades que contie- individuo que acepta el vacío está abierto a
ne, deviene en aceptación de la variedad, la escucha y se forja competentemente en
contradice las posturas univocistas y enal- una cautelosa actitud escéptica. Bajo esa
tece la sana polivocidad. En tal coyuntura postura, el individuo no está a merced de la
de enfrentamiento a la linealidad, rompe dirección que se le desee inculcar a través
la tradición de los sistemas totalitarios o de los medios masivos de comunicación. El
absolutistas que controlan el proceso de apologista del vacío entiende que el valor
discernimiento de los individuos. Cuando de una persona es mayor a lo que se ob-
el vacío es vivido con sabiduría contiene la serva, que no sólo importan los resultados,
aceptación de las alternativas y la ruptura que la patria misma es el Universo. Cosas
de la secuencia impositiva de una obligato- contrarias son aprendidas en diversas
riedad. Entendido así, el individuo advierte instituciones educativas cuyas propuestas
que no existe una manera forzosa de reali- didácticas están lejanas a la promoción de
zar las cosas, que la idea de un deber ser la crítica al sistema y, por el contrario, se
es ilusoria y que las estructuras que forjan busca adoctrinar a los estudiantes, quienes
legalismos sociales, morales o educativos, son vistos como inocentes aprendices
son una ficción de la cual hay que vaciarse. que deben adaptarse a una serie de cos-
Cuando se vive el vacío se modifican tumbres, formas y modos de actuar que,
las interpretaciones sobre lo que significa esencialmente, no les pertenecen.
el éxito, una buena posición o una fama En ese sentido, los instructores, profe-
superlativa; se confrontan los paradigmas sores y facilitadores, así como los dirigen-
organizacionales e, incluso, se visualizan tes de los sistemas educativos, deberían
nuevos alcances de desarrollo personal en aprender que no se trata de llenar de conte-
el área laboral. La experiencia del vacío nidos a los individuos sino de promover el
rompe con la credulidad ciega depositada descubrimiento de los propios métodos de
en las recetas o manuales sobre cómo aprendizaje, de motivación o inspiración.
deben hacerse las cosas o cómo debe pen- Lo anterior conlleva el descubrimiento
sarse. La persona que realiza una apología de la propia sensibilidad, proeza lograda
del vacío va más allá de la superficie visual, sólo a partir del sosiego y la paciencia.
se concentra en las entrañas de lo que su El vacío permite encontrar la capacidad
alrededor le muestra; a la vez, busca des- para formular las propias herramientas y
menuzar lo que se le dice y lo que observa, alternativas de creación. La persona que
sabe desconfiar pertinentemente de lo que realmente aprende, lo hace a través de su
se afirma de otros o de lo que otros señalan propio camino de descubrimiento.
de él mismo. El que vive el vacío es capaz La mayoría de los sistemas univocistas
de eliminar prejuicios, deja a un lado las de educación se han centrado en el llenado
predisposiciones (al menos la mayor parte de contenedores cognitivos; buscan propo-
de ellas) y se encuentra interesado en lo ner la respuesta concreta, correcta e ina-
que no se ve a primera vista, sabe cabal- movible, se cierran al hueco que provoca
mente que las apariencias pueden engañar la creación. Los grandes descubrimientos,
a un ojo novato. proezas y hazañas intelectuales se han te-
En ese sentido, quien logra aliarse nido que realizar a la sombra de esos siste-
con el vacío es capaz de evitar diluirse en mas, pocas veces gracias a ellos. La notable
la masa global, en los valores ofrecidos separación entre la ocupación docente y
mediáticamente, en los estilos de vida el desempeño de indagación profesional a
propuestos por la mayoría; asimismo, el través de la investigación, muestra que el

en diálogo filosofía y ciencias humanas 81


Héctor Sevilla Godínez

profesor mismo, en suficientes ocasiones, la felicidad, sino que un vacío vivido sabia-
Ricardo hace de su labor de enseñanza una repe- mente promueve la ruptura con las ideas
Copado. tición de lo ya dicho anteriormente por univocistas sobre la felicidad. Bajo esa
Título: otros; si el profesor cuenta con cierto dina- óptica, la felicidad es una amiga imaginaria
Forest of the two mismo y habilidades didácticas, ofrecerá con la que uno se reconcilia al paso de los
Countries II
distintas formas de presentar la informa- años, siempre y cuando la apología del va-
Técnica:
Mixta sobre ción que posee, pero difícilmente creará cío sea realizada, se asuman las carencias,
papel conocimiento a través de la investigación se acepten los límites y se entienda lo que
2016 si no fue formado para ello. significa ser un humano.
Concluir que el proceso didáctico es
un camino lineal, estructurado disciplina- 6. El vacío fecundo promueve la
riamente, delimitado por contenidos es- distinción entre los significados y la
pecíficos pre-establecidos, es evidencia de supuesta verdad oculta en los signos
miopía ante el vacío que tal postura supo-
ne. Es oportuno partir de una conveniente Si se vive sin la deseable distinción entre
ruptura con la univocidad que sostiene es- la verdad y los significados con los que
tos parámetros educativos reproductores y catalogamos los acontecimientos, será
reiterativos. muy probable que el fanatismo, tarde o
Fundada en el aparato educativo, la temprano, aparezca. El caldo de cultivo de
idea de la felicidad se transmite cultural- las posiciones tajantes en la afirmación de
mente. Pocos cuestionan la afirmación una verdad particular se sostienen cuando
de que se vive para ser felices. El anhelo no se ha logrado caer en la cuenta de que
de la felicidad se obstruye cuando se le la verdad misma es un signo antepuesto
enfrenta al vacío. En ese tenor, entender a la imposibilidad de poseer un control
al vacío como un enemigo de la felicidad absoluto sobre la naturaleza y la realidad;
sólo provoca lejanía del anhelo supuesto. evidentemente, esto se asocia al miedo
No afirmo con esto que el vacío nos traiga del vacío. Debido a que el control del

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Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

conocimiento total no es posible, algunos como un estado de desarmonía que les


individuos de las distintas etapas de la simboliza un mal. Sin embargo, la desar-
historia han creído en la posibilidad de monía cotidiana no es equivalente a un
una verdad que les provee una respuesta estado de enfermedad ni a una plaga, virus
universal. Sin embargo, la anhelada verdad o veneno del cual haya que cuidarse.
es únicamente un signo catapultado por la Dicho de otro modo, la desarmonía
conveniencia de negar el vacío. El deseo parcial (que cada individuo contiene co-
de la total objetividad es evidencia de una tidianamente) forma parte de la armonía
subjetividad que busca autoafirmarse de del Universo entero. Somos piezas poco
manera categórica y autoritaria. lúcidas del cosmos, constituyentes del
Tal como aconteció en la etapa medie- mismo. Los momentos de vacío, particu-
val, en la que se consideró a Dios como el larizados muchas veces como crisis, son
Ser Absoluto por excelencia y se negó a la oportunidades de rompimiento con el
Nada por entenderle como la antítesis de orden interno problemático. De tal modo,
Dios, suele negarse la relatividad que la es común la confusión de que la crisis su-
búsqueda de la objetividad contiene. El pone desarmonía cuando, más bien, es el
continuo deseo de posesión de una res- indicio de una desarmonía que ya estaba
puesta infalible, incluido el reconocimien- ahí. La crisis, o el vacío implícito ante la
to social de una masa servil ante tal posibi- insuficiencia de las respuestas usualmente
lidad, perpetúa los intentos de imposición aceptadas, pueden jugar a nuestro favor.
de unos grupos a otros. La notoria ausencia La desarmonía estaba implícita antes de
de respeto en los mutuos señalamientos que fuera captada. La crisis es un síntoma
entre los adversarios, lo cual acontece oportuno de que algo debe cambiarse.
también en los ámbitos de lo moral y lo Los síntomas de una enfermedad en
académico, repercute en la disminución nuestro cuerpo no son los que deben en-
de la disposición a diálogos constructivos frentarse sino las causas que los originan.
y prometedores. Con poca gracia, lo que El ingreso de un virus a nuestro organismo
sucede es un rechazo sin concesiones de la es previo a la manifestación de los sínto-
argumentación contraria y un aumento del mas; cuando estos suceden nos logran
afán de autoafirmación, lo cual atrae aseve- alertar de la presencia de un virus que ya
raciones impositivas, jactancia intelectual estaba ahí y que transcurrió su periodo de
y petulancia académica. incubación interiormente. Los analgésicos
En Occidente, usualmente se busca nos han acostumbrado a utilizar la forma
negar el vacío y llenarlo con ansiolíticos, usual de actuar ante la crisis, es decir, bus-
medicamentos o distintos procedimientos car aminorar los síntomas sin enfrentar el
alternativos (cuya seriedad y eficacia problema de fondo.
terapéutica es reducida) que intentan Romper con el orden interno lleva a
convencer al paciente, ilusamente, de que la crisis y sólo partiendo de ella puede ob-
todo está bien y que la satisfacción existe tenerse un crecimiento personal. Todo lo
sin algo de dolor. Individuos portadores de que modifique una estabilidad mediocre es
la Verdad, o de las frecuencias energéticas oportuno para la mejora. Con todo lo que
que vienen del más allá, aseguran que ahora afirmo no pretendo hacer notar una
poseen el antídoto y exigen exorcizar la verdad absoluta, pues eso mismo descalifi-
racionalidad de los poco cautos. La mayo- caría implícitamente mi propio argumen-
ría de las personas quiere una cura ante el to; lo que comparto es una significación
vacío; su error consiste en comprenderlo alternativa, sostenida en la idea de que el

en diálogo filosofía y ciencias humanas 83


Héctor Sevilla Godínez

vacío es una oportunidad, una condición realidad en una estructuración instru-


deseable para la reinvención, la novedad, mental que busca comprensión, la cual
el arrojo y la valentía. es lograda parcialmente. Apasionarse en
la búsqueda es distinto a enajenarse con
7. El vacío fecundo permite percibir un las explicaciones. Si bien es oportuna la
orden ajeno a la comprensión común pasión, la obsesión por las respuestas suele
ser condicionante y deviene en tergiver-
La vivencia idónea del vacío conlleva sación de las explicaciones. Ser capaz de
la aceptación de un más allá que escapa encontrar el vacío en los juicios y aceptar
de la comprensión y que humanamente la levedad de la comprensión humana
sólo puede intuirse. Este más allá no es permite una auténtica liberación de cargas.
necesariamente la fantasiosa representa- Es comprensible que la mayoría de las per-
ción que la mayoría de las religiones han sonas considera que una vida en la que se
hecho de lo que sigue a la vida humana; cree en el amor, los sentidos de vida y la
lejos de eso, el más allá es un orden existencia del yo es, en cierto modo, más
que no corresponde a la estructuración llevadera y sencilla; por ello, no propongo
supuestamente ordenada que el hombre que tales alternativas dadoras de motivos
ha hecho de lo que observa. El más allá sean negadas o prohibidas, ni que se juzgue
no está tras la muerte, es una condición a aquel que crea fervientemente en ellas,
existente en el instante en que todo pero sí considero que incluso tales signi-
sucede. Por tanto, apologizar al vacío es ficaciones están precedidas de un ansioso
reconocer la insuficiencia de las explica- interés por llenar el vacío.
ciones terrenas, humanas, cognitivas, así Relacionarse con otro sin intentar lle-
como entrever la posibilidad de un Orden narse de él es mucho mejor que amar por
global cuya comprensión se sabe ajena. sobre todas las cosas a quien satisface la
De tal Orden sólo se logran leves y fuga- necesidad mientras se le cosifica. Cons-
ces destellos si la percepción es amplia. truir sentidos de vida que puedan ser
En esos menesteres, la ciencia no es por móviles y que no estén exentos de duda
sí misma la respuesta absoluta ni otorga y de juicio continuo es más valiente que
significados definitivos, esa es una labor elegir una sola vez y saturar de perpetui-
que el intérprete debe realizar a partir dad la frescura de cada día a pesar de que
de las herramientas y conocimientos que ya no se elija lo mismo. Asumir que la
otorga la ciencia u otras vías alternas. En imagen que hemos hecho de nosotros es
ese sentido, la religión tiene un efecto una efímera representación fallida y que
negativo si es acompañada de una fe ciega el yo es una especie de ficción necesaria
que otorga conformidad gratuita ante la para causar una separación distintiva,
incertidumbre o contenta a las personas aparentemente indispensable, es de ma-
con compensaciones estrictamente senti- yores alcances que creer fantasiosamente
mentalistas. Hay una evidente ocultación que somos los que suponemos ser. Si se
de los beneficios del vacío, cuestión logra relativizar la vivencia del amor, la
acontecida en los distintos estadios de existencia de sentidos y la idea del yo,
la historia de la humanidad; por ello, el en esa proporción se alcanzará también
oscurantismo, entendido como la oculta- un breve destello de comprensión global;
ción de las posibilidades, es una obstruc- sin embargo, en el momento en que tal
ción para el progreso de la conciencia. comprensión se crea concedida, se esfu-
La ciencia explica y empaqueta a la mará repentinamente. Toda respuesta es

84 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Repensar la experiencia de vacío. Esbozos y matices para la consideración de una vacuidad útil

una porción de aire que no puede apri- quien se sabe parte de una totalidad que en
sionarse, cuando se cierra el puño se le su armonía separa y en la separación une.
expulsa de nuestro control. De tal modo, No sólo formamos parte de una totalidad
la permanencia de una respuesta coin- humana, sino cósmica. Esto no implica
cide con el instante en que nos permite una explicación mágica de la realidad sino,
saber que se ha ido de la propia mano y propiamente dicho, el reconocimiento de
que el entendimiento es fugaz. la imposibilidad de acceso a tal realidad
Si bien puede viajar más rápido quien velada por las representaciones con las que
viaja solo, avanza más prolíficamente esperamos obtenerla.

Corolario Ricardo
Copado.
El vacío que llena puede reconocerse cuando tiene en su fuente al desapego; a partir de Título:
ahí permite la superación de temores, angustias y odios. Igualmente, el vacío referido Haunting on the
lake
surge de la aceptación y promueve la liberación de las enajenaciones que surgen cuando la
Técnica:
aceptación no acontece. Por tanto, la vivencia sana del vacío se relaciona a una procesual Oleo sobre tela
liberación de los criterios unívocos y permite distinguir entre los significados y la verdad 2016
oculta en los signos. Si la vivencia del vacío fecunda una posibilidad fructífera se logra,
por ende, percibir un orden ajeno a la comprensión cotidiana; es ahí, en el silencio de toda
respuesta, en la insolvencia de las explicaciones, en la quietud de todo afán por llenarse,
donde la crisis se vuelve un aliado reconstructivo y la ausencia se resignifica en armonía
con la esencia vacua desde la cual toda evolución es permitida.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 85


Reseña

Escritos 4/2. Migajas


filosóficas. El concepto
de la angustia. Prólogos
Søren Kierkegaard
Trotta, Col. Estructuras y Procesos. 357 pp
Traducción de Darío González y Óscar Parcero

* Licenciado
en Filosofía y
Ciencias sociales
por el ITESO. traducciones han sido reeditadas bajo
Magister
otros sellos editoriales, principalmente
universitario en
Antropología Alianza editorial (Diario de un seductor,
Filosófica por el La repetición, El concepto de la angustia e
IVCH de Madrid. In vino veritas) y la misma editorial Trotta
Actualmente, (Ejercitación del cristianismo, La enferme-
cursa la maestría
en Estudios dad mortal y Los lirios del campo y las aves
en Literatura del cielo).
Mexicana en la Aunque las traducciones del profesor
Universidad de por Luis Fernando Suárez Cázares* Gutiérrez siguen siendo muy valoradas,
Guadalajara.
Profesor en el éstas contaban con dos principales proble-
Instituto de I mas que el equipo de Larrañeta buscaba
Filosofía. subsanar. La primera, radicaba en los
En 1997, de la mano del profesor Rafael criterios de publicación. Éstos no tenían
Larrañeta, la editorial Trotta, conjunto un punto común: ya fuera el criterio cro-
al Centro de Información de Literatura nológico o bien el criterio temático. Por
Danesa y, más tarde, el Centro de Estudios sólo mencionar un par de ejemplos, tene-
Søren Kierkegaard de la Facultad de Teolo- mos que el primer tomo de la edición de
gía de Copenhague, inició la titánica tarea Guadarrama era La ejercitación del cristia-
de ofrecer al lector de lengua hispana una nismo, texto firmado bajo el pseudónimo
traducción de las obras completas del fi- de Anti-Climacus que apareció en 1850,
lósofo danés. El proyecto emprendido por muchos años después de las primeras y
Larrañeta retomaba la inspiración inicial más conocidas obras de Kierkegaard (O lo
de Demetrio Gutiérrez Rivero quien, en uno o lo otro, 1843, Temor y temblor, 1843,
entre los años sesenta y setenta, realizó El concepto de la angustia, 1844, o Migajas
una serie de traducciones de calidad para filosóficas, 1844, Postscriptum acientífico y
la editorial, hoy desparecida, Guadarrama, definitivo a las Migajas filosóficas, 1846).
bajo el título general de Obras y papeles Asimismo, en el tomo IV de esta edición
de Søren Kierkegaard,1 algunas de estas figuraban dos trabajos estéticos: In vino

1. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Obras y papeles, (Madrid: Guadarrama, 1965-1973.), XI volúmenes.

86 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Escritos 4/2. Migajas filosóficas.
Zoopolis. El
A Political
conceptoTheory
de la angustia.
of AnimalPrólogos
Rights

veritas y La repetición. El problema, en este como señalamos, la editorial Trotta en más


caso, era que se presentaba In vino veritas de una ocasión se ha válido de las traduc-
como una obra autónoma, cuando ésta es ciones de Gutiérrez Rivero para poner a
sólo un ensayo de la obra de 1847 Los esta- disposición algunas obras claves del autor
dios en el camino de la vida. Un caso similar danés tras el inusitado interés, que desde
ocurría con el tomo IV que presentaba a mediados de la década de los noventa, se
El diario de un seductor como una obra ha dado en España y Latinoamérica. En el
independiente, siendo ésta sólo el último caso de México, este interés en gran medi-
ensayo de la primera parte de O lo uno o lo da está permeado por el proyecto editorial
otro. Estas deficiencias confundían fuerte- de la Universidad Iberoamericana, quien
mente al lector, que no lograba encontrar se ha dado a la tarea de traducir varias de
un criterio que unificase el proceder de la las obras de Kierkegaard; particularmen-
edición. La segunda razón, radicaba en la te, El diario íntimo.3 Además, ediciones
ausencia de notas críticas que brindarán argentinas como Leviatán y Gorla han
información contextual, intertextual y comenzado también a llenar los estantes
conceptual útil para la interpretación de la con traducciones de obras como Johannes
obra del filósofo danés. Climacus o el dudar de todas las cosas.4
Ante estos inconvenientes, Larrañeta Asimismo, la editorial Sígueme reeditó, en
comenzó con un proyecto que reformula- un solo tomo, Las obras de amor5 y realizó
ría las traducciones de Gutiérrez Rivero, una nueva traducción, directa del danés,
acorde a las exigencias académicas de los de Postcriptum no científico y definitivo a las
centros de investigación kierkegaardiana Migajas Filosóficas.6
a nivel mundial. Lamentablemente, en el Bajo este contexto, la editorial Trotta
2001, la muerte sorprendió al profesor La- ofrece un nuevo número de los Escritos de
rrañeta quien sólo había concluido la tra- Søren Kierkegaard,7 en donde se ofrecen
ducción de Migajas filosóficas y el primer tres nuevas traducciones de las obras Mi-
volumen de los Escritos2 de Kierkegaard gajas filosóficas, El concepto de la angustia y
que contiene De los papeles de alguien que Prólogos. Estas obras, por separado, habían
todavía vive y Sobre el concepto de ironía. aparecido ya en otras editoriales como:
Tras este suceso, el proyecto editorial Trotta, Espasa-Calpe, Alianza editorial y
entró en un receso de algunos años, hasta Universidad Iberoamericana. Esta nueva
que Darío González lo impulsó de nueva traducción tiene, como todo, puntos fuer-
cuenta ayudado por un buen número de tes y también puntos débiles respecto de
colaboradores argentinos y españoles, las otras. Primero, entre sus fortalezas,
principalmente. está en cuerpo de notas críticas y pies de
Ciertamente, el proyecto original de páginas que brindan un camino de lectura
Larrañeta: una nueva traducción de las al lector. Segundo, la traducción ágil del
obras completas de Kierkegaard no se ha texto. Recordemos que tanto Larrañeta
conservado integro totalmente ya que, como Gutiérrez Rivero habían optado

2. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Escritos, vol. 1, (Madrid: Trotta, 2000.).


3. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Los primeros diarios, (México: Universidad Iberoamericana, 2011-2016.), IV,
volúmenes.
4. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Johannes Climacus o el dudar de todas las cosas, (Argentina: Gorla, 2007.).
5. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Las obras del amor, (Salamanca: Sígueme, 2006).
6. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Postscriptum no científico y definitivo a <Migajas filosóficas>, (Salamanca:
Sígueme, 2010.).
7. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Escritos, vol. 4/2, (Madrid: Trotta, 2016.).

en diálogo filosofía y ciencias humanas 87


Reseña

por un criterio de traducción demasiado rizado con el pensamiento de Kierkegaard


literal, algo similar al elegido por José Gaos sabrá bien el contenido de estas obras, es
con El ser y el tiempo de Martin Heidegger, necesario dar una palabra que ayude a quien
que volvía en más de una ocasión extraña por primera vez entra en contacto con la
la lectura de Kierkegaard por contar con filosofía del llamado “Sócrates nórdico”.
una serie de expresiones y modismos Kierkegaard inicia su carrera como
propios de la cultura danesa. En este caso, escritor en 1834 con la publicación del
la nueva traducción a cargo de Óscar Par- artículo Nueva apología de la naturaleza
cero y Darío González opta por un criterio superior de la mujer, firmado bajo el pseu-
hermenéutico en el que se busca más una dónimo de A y aparecido en el Volante
equivalencia lingüística que la literalidad. de correo de Copenhague (Kjoebenhavns
Por otro lado, la traducción de la obra flyvende Post) número 34.9 Durante casi
Prólogos tiene una considerable ventaja una década, Kierkegaard se contentó con
respecto de la ofrecida por Nassim Bravo publicar pequeños artículos y reseñas que
y publicada con el nombre de Prefacios8 actualmente resultan poco conocidas. Sin
por la Universidad Iberoamericana, y es embargo, tras la ruptura con Regina Olsen,
que en aquella obra el traductor mexica- Kierkegaard centra toda su atención en su
no sólo contó con la versión inglesa para obra. Desde 1843 y hasta 1855, año de su
llevar a cabo su trabajo. Es decir, se trata muerte, tuvo como consigna publicar dos
de una traducción que no parte del texto o tres obras por año.10 Éstas se pueden
original. Además, la traducción cuenta con dividir en dos tipos: las de comunicación
un estudio introductorio que además de directa, aquellas firmadas con su nombre,
situar cronológicamente la producción de y las de comunicación indirecta, en las
las obras y sus temas generales, señala las cuales la autoría pertenece a un pseudóni-
influencias filosóficas de las cuales partió mo. Ambas tenía un solo objetivo: mostrar
Kierkegaard al momento de elaborar sus qué significa llegar a ser cristiano. De este
textos. Este modo de proceder, en el cual modo, la producción pseudónima siempre
se señalan las relaciones de pensamiento se acompañaba de una producción directa.
entre el filósofo danés y la historia de la En 1843 a la par de obras como O lo uno o
filosofía, se ha venido poniendo cada vez lo otro. Un fragmento de vida, editada con
más de moda, al considerar necesario una el pseudónimo de Victor Eremita, Temor y
nueva coordenada interpretativa más allá temblor, firmada por Johannes de Silentio,
de la relación que Kierkegaard tuvo con veían la luz dos discursos edificantes: En
el hegelianismo. De esta manera, se ha la espera de la fe y Todo don bueno y dádi-
podido ver la importancia que tuvieron va perfecta vienen de lo alto, firmados por
pensadores como Schelling, Leibniz o Kierkegaard. En este año, particularmente
Descartes en la construcción de la filosofía con la publicación de O lo uno o lo otro.
existencial del autor de Temor y temblor. Un fragmento de vida, Kierkegaard ganaría
cierta atención como autor.
II Al siguiente año, la crítica no recibió
de buena manera las nuevas obras de
Aunque el lector que se encuentre familia- Kierkegaard que habían dejado de lado el

8. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Prefacios/Muestrario de escritos, (México: Universidad Iberoamericana, 2011.).


9. Cfr. GUERRERO LUIS, La verdad subjetiva. Søren Kierkegaard como escritor, (México: Universidad Iberoamerica,
2004), p. 247.
10. Cfr. LARRAÑETA RAFAEL, La lupa de Kierkegaard, (Salamanca: San Estaban, 2002.).

88 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Escritos 4/2. Migajas filosóficas. El concepto de la angustia. Prólogos

tono estético y humorístico de O lo uno o lo


otro. Un fragmento de vida, sobre el primer Ambos pseudónimos (Climacus y
volumen, por centrarse en una reflexión Anticlimacus) son figuras que Kierkegaard
de carácter especulativo. De este año des- utiliza para aludir a la filosofía de Hegel,
tacan Migajas filosóficas, El concepto de la la cual, para el pensador danés, reducía,
angustia, Prólogos, firmados con pseudóni- por medio de la mediación racional, el dra-
mo y una serie a lo largo del año de siete matismo propio de la existencia humana.
discursos edificantes. De esta manera, Hegel sería un Johannes
La primera de las obras, Migajas filosó- Climacus, un pensador especulativo, tal
ficas, aparece firmada por el pseudónimo como nos lo hace saber una entrada de
Johannes Climacus y editada por Søren 1839 del Diario: “Hegel es un Johannes
Kierkegaard. Ya hemos mencionado que Climacus, quien no toma al cielo por asalto
Kierkegaard utilizaba el uso de los pseudó- trepando monte tras monte, sino que lo
nimos al momento de remitir la autoría de escala a fuerza de silogismos”.12 Junto a las
sus obras; sin embargo, resulta de impor- Migajas filosóficas, se reconoce la autoría
tancia máxima el hecho de que el filósofo de este pseudónimo a las obra Postscrip-
danés aparezca como editor. Esto se debe en tum acientífico y definitivo a las Migajas
gran medida a que Kierkegaard, dentro del filosóficas, y habitualmente, aunque esta
laberinto pseudónimo que creo, siente una tesis es discutida13, se le adjudica la autoría
peculiar cercanía con dos de ellos: Johannes de la obra inconclusa Johannes Climacus o
Climacus y Johannes Anticlimacus. En una el dudar de todas las cosas. Por otro lado, el
nota del Diario, Kierkegaard escribió: prefijo Anti del pseudónimo Anti-Clima-
cus señala, en tono irónico, la figura de la
Yo me determino a mí mismo, en un anti-tesis atribuida a Hegel. Anti-Climacus
punto más elevado que Climacus, pero sería entonces un Anti-hegeliano, pues este
por debajo que Anticlimacus. Del pseudónimo, a diferencia del pensador ale-
mismo modo que el Guadalquivir se mán, no buscó comprender el cristianismo
precipita, en parte, por debajo de la de forma racional y especulativa, sino de
tierra, igualmente existe un recorrido forma existencial.
edificante que lleva mi nombre. Hay El contenido de las Migajas filosóficas
algo inferior (lo estético) que es pseu- gira en torno a la figura del discípulo, re-
dónimo, y algo superior que es también flexionando entre los proyectos socráticos
pseudónimo, porque mi persona no se y el cristiano. Mientras que Sócrates, el
corresponde con ello. Este pseudóni- gran maestro de la Grecia clásica, exige
mo se llama Johannes Anticlimacus, a sus discípulos “parir” la verdad que se
por oposición a Climacus, que no se encuentra dentro de cada ser humano a
considera a sí mismo cristiano. Anti- través de la razón; el proyecto cristiano
climacus indica el extremo opuesto; él exige al ser humano volverse contemporá-
es el cristiano extraordinario.11 neo de Cristo y su mensaje de salvación.14

11. KIERKEGAARD SØREN, cit. por., TORRALBA ROSELLÓ FRANCESC, Kierkegaard en el laberinto de las máscaras,
(Salamanca: Fundación Emmanuel Mounier, col. Persona, núm. 7, 2003.), p. 98.
12. KIERKEGAARD SØREN, Diario íntimo, (Buenos Aires: Santiago Rueda, 1955.), p. 68. Es conveniente señalar
otro nivel intertextual: Johannes Climacus fue un anacoreta medieval que escribió Escalera al cielo. En esta
obra postula una ascética por la cual el hombre asciende al paraíso. Es considerado santo en la religión
católica.
13. Cfr. DIP PATRICIA CARINA, “Introducción” en KIERKEGAARD SØREN, Johannes Climacus o el dudar de todas
las cosas, op. cit., pp. 7-38.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 89


Reseña

Entre ambos proyectos hay puntos de la verdad objetiva, aquella que es dada por
convergencia y puntos de disidencia. el pensamiento racional, la lógica y las
Kierkegaard recupera la ironía socrática: ciencias naturales, por un lado; por otro, la
yo sólo sé que no sé nada, con su parti- verdad subjetiva, aquella de carácter per-
cular matiz religioso: yo no soy cristiano, sonal que determina la existencia de cada
sin embargo, a través de toda su obra, ser humano en tanto que pathos, es decir,
Kierkegaard, describirá aquello que es el en tanto que pasión, apuesta personal del
cristianismo. Para el pensador danés, en individuo y su proyecto de vida. Noción
voz del pseudónimo Johannes Climacus, recuperada por la tradición existencialista
la característica máxima del cristianismo en su vertiente heideggeriana como pro-
es la fe, representada en la paradoja, el yectum del poder-ser del dasein, y en su
choque entre lo racional y lo no-racional, vertiente sartreana como compromiso que
Cristo que es hombre, que ha nacido, que auntentifica la existencia ante la mala fe.
se ha hecho carne, que muere, por un lado, La segunda obra que nos presenta la
pero que por otro lado, nunca ha perdido nueva traducción de la editorial Trotta a
su divinidad, siendo eterno, inmutable e cargo de Darío González y Óscar Parcero
increado. Este choque entre ambos atribu- es El concepto de la angustia, firmada por
tos crea un absurdo lógico, un escándalo.15 el pseudónimo Vigilius Haufniensis (el
Sólo la fe que abraza el absurdo16 puede vigilante del puerto). En ella, Kierkegaard,
ir más allá de este escándalo.Una nueva partiendo de la figura de Adán, reflexiona
concepción de verdad surge aquí. Mientras y describe, anticipándose a la fenomeno-
la verdad socrático-platónica constaba del logía de Heidegger, los contenidos de la
ejercicio de reflexión y depuración del ser angustia. La descripción va mostrando
humano por medio del alma que asciende, diferentes elementos que caracterizan este
vía Eros filosófico17, con el cual se llega concepto, tales como la nada, la inocencia,
a la contemplación de las Ideas/Formas el pecado, la pecaminosidad, el miedo y la
puras e inmutables de la realidad, y de la libertad. En esta obra, el pensador danés
verdad aristotélico-tomista que considera sienta las bases de todo el existencialismo
ésta como la adecuación del intelecto y posterior al correlacionar la angustia y la
las cosas por medio del juicio, el concepto libertad: la angustia es el vértigo de la liber-
de verdad kierkegaardiana esbozada en tad. Este vértigo surge ante la posibilidad
Migajas filosóficas es de carácter existen- de elegir entre lo uno o lo otro, es decir,
cial, subjetivo: la verdad es aquello que elegir ante dos posibilidades que aún no
determina la existencia del ser humano. son, pero que acontecen en el ser humano,
Esto no quiere decir, como algunos han eso que Heidegger expresó con la curiosa
querido ver, que Kierkegaard sea un relati- frase, objeto de crítica y burla por parte de
vista, al modo de Prótagoras para quien el Rudolf Carnap, “la nada nadea”.
hombre es la medida de todas las cosas en La angustia surge ante la nada, ante
tanto que son y en tanto que no son, que lo indeterminado, a diferencia del miedo:
desprestigie la verdad. Simplemente, el sentimos miedo por algo concreto, deter-
filósofo danés distingue dos polos de ésta: minado, mientras que la angustia no tiene

14. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Escritos, vol. 4/2, op. cit., pp. 31-53.
15. Ibid., pp.65-69.
16. Cfr. KIERKEGAARD SØREN, Temor y temblor, (Madrid: Alianza editorial, 2009.).
17. Cfr. GRACÍA GUAL CARLOS, “Introducción” en Platón, El banquete, (Madrid: Alianza editorial, col. Clásicos
de Grecia y Roma, 2000.), p. 18.

90 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
Escritos 4/2. Migajas filosóficas. El concepto de la angustia. Prólogos

un objeto real, ésta acontece frente a la Kfoed-Hansen. La importancia de este


nada; sin embargo, esto no quiere decir escrito radica, a nuestro modo de ver, en el
que el individuo se angustia por nada, sino ejercicio irónico que Kierkegaard realiza al
frente a la nada, es decir, frente a la posi- parodiar, por un lado, el mundo editorial de
bilidad que acontece como posible, como la Dinamarca del siglo XIX; por otro lado, a
realizable y que el individuo debe elegir la figura de Hegel quien se había excusado
o no elegir, pero que en esta elección se del prólogo de la Fenomenología del espí-
juega todo su ser, por ello la gravedad exis- ritu.18 Esta ironía es percibida desde que
tencial del concepto. La elección, frente a el pseudónimo kierkegaardiano anuncia,
la posibilidad indeterminada, se autodeter- pues es un hombre casado, que sólo puede
mina en la medida en que el ser humano dedicar su tiempo libre a escribir prólogos
elige una opción existencial por medio de de libros que nunca ha logrado terminar.
un salto mortal lleno de pasión. De esta La ironía sobreviene desde el mismo
manera, la angustia kierkegaardiana revela pseudónimo que utiliza como apellido la
uno de los elementos antropológicos más locución latina nota bene, la cual significa
importantes de la tradición existencialista: literalmente nótese bien. Esta locución es
la conciencia de sí del individuo que llegar usada para señalar la importancia de un
a ser sí mismo por medio de sus elecciones, punto que resulta indispensable para la
haciendo que la persona salga de la llama- obra, en este caso, una serie de prólogos de
da masa, esa forma despersonalizada en la libros que no existen; decir, el prólogo es
que el hombre pierde su individualidad. donde se encuentra el contenido esencial
Junto al Postscriptum acientífico y del texto, a diferencia de Hegel para quien:
definitivo a las Migajas filosóficas y Temor
y temblor, El concepto de la angustia es la Parece que, en una obra filosófica,
obra de Kierkegaard que más ha influido no sólo resulta superfluo, sino que
en el pensamiento filosófico, psicoanalí- es, incluso, en razón a la naturaleza
tico y teológico posterior al describir los misma de la cosa, inadecuado y con-
conceptos de subjetividad, libertad, nada traproducente el anteponer, a manera
y fe, los cuales se han filtrado, discutido y de prólogo y siguiendo la costumbre
reformulado, en autores tan variados como establecida, una explicación acerca de
Jacques Lacan, Hans Urs von Balthassar, la finalidad que el autor se propone
Jacques Derrida, Miguel de Unamuno, Karl en ella y acerca de sus motivos y de
Jaspers y Martin Heidegger, entre otros. las relaciones que entiende que su
La última obra, Prólogos, es la menos estudio guarda con otros anteriores o
conocida, incluso en el ámbito filosófico, coetáneos en torno al mismo tema.19
de Søren Kierkegaard. Firmada por Ni-
colaus Notabene (Nicolás Buenanota) el Así, mientras que Hegel considera
autor señala las querellas y discusiones de superfluo el prólogo, Kierkegaard, en voz
Kierkegaard respecto al poeta y dramatur- de Nicolaus Notabene, lo considera lo más
go Johan Ludvig Heiberg, así como de otros importante de su exposición, al grado de
escritores de la época, tales como Chris- suprimir toda la obra y sólo dejar para el
tian Winter, Peter Mynster y Hans Peter lector una colección de prólogos.

18. Cfr. GONZÁLEZ DARÍO Y PARCERO ÓSCAR, “Introducción” en Søren Kierkegaard, Escritos, vol. 4/2, op. cit.,
p. 21.
19. HEGEL GEORG WILHEM FRIEDRICH, Fenomenología del espíritu, (México: Fondo de Cultura económica,
2002.), p. 7.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 91


Reseña

Los espejos de la
democracia. Ley, espacio
político y exclusión
Israel Covarrubias
UACM-Gedisa, 2015, 190 pp.

la encrucijada interdisciplinaria, o a lo que


Clifford Geertz ha atinado en denominar
“géneros confusos”, muestran una clara
inclinación hacia el terreno de la filosofía
política. Finalmente, el último capítulo está
* Doctor en compuesto por una revisión de la utópica
Filosofía por la Ciudad del sol de Campanella, leída desde
UNAM. Profesor la distancia en función de su contribución
investigador de a la consolidación de un nuevo lenguaje
tiempo completo
en la Universidad
sobre la política y el poder político en el
Autónoma de contexto de la modernidad.
la Ciudad de El lector de la obra tendrá que decidir
México. si la diversidad de temas y problemas
tratados encuentran un hilo conductor a
lo largo de la misma, pero lo que sin duda
resulta evidente es que en ella el autor es
Edgar F. Rodríguez Aguilar* fiel a una convicción que podríamos deno-
minar “la convicción democrática”.
Entre las virtudes de las que goza el libro Toda obra, como lo han expresado un
Los espejos de la democracia, se encuentra sinnúmero de pensadores no necesaria-
el hecho de que en él encuentran corres- mente emparentados con el psicoanálisis,
pondencia una serie de preocupaciones, no es sino el ámbito de realización de la
temáticas y enfoques disímiles. Así, mien- propia vida de su autor: de sus expectati-
tras que los dos primeros capítulos de la vas, sus traumas, su felicidad y sus convic-
obra están redactados desde el ámbito de ciones más profundas. A propósito de San
la sociología y la ciencia política, poniendo Pablo, cabe citar las palaras de Alain Badiou
su énfasis en las transformaciones de la con las que Covarrubias concluye el capí-
democracia sobre todo a partir del periodo tulo quinto de su libro: “Pablo mismo nos
de la segunda posguerra, en los siguientes enseña que no son los signos de poder lo
cinco capítulos son esclarecidas las guías que importa, ni las vidas ejemplares, sino
de lectura, las semánticas teóricas y los aquello de lo que es capaz una convicción,
planos conceptuales de una serie de es- aquí, ahora y para siempre” (p. 124).
critores representativos del pensamiento Desde mi lectura de la obra que ahora
contemporáneo, que si bien pertenecen a comentamos, el autor se encuentra esbo-

92 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017
La democracia como heterotopía

zando a través de una serie de pretextos, la democracia” o ser capaces, sobre todo
sus convicciones más profundas, que a mi desde el terreno de la filosofía y la teoría
parecer tienen que ver con algo que deri- política de cuestionar los fundamentos
vado de la lectura de su texto podríamos y el sentido del proyecto democrático,
llamar “las imposibles posibilidades de la por lo menos en su vertiente que ha sido
democracia”. Al parecer Covarrubias ubica construida en la modernidad.
su discurso en ese umbral de intersección La voz que se encuentra detrás del
de la política y lo político en el que sin olvi- libro de Covarrubias no es la del des-
dar los motivos más honestos del proyecto encanto total con relación al proyecto
democrático se es testigo de su imposibili- político democrático, en su sentido más
dad real. Quizá para todos nosotros resulte amplio, pero tampoco la de la ingenua ex-
evidente la realidad del título de la obra de pectativa de su realización fáctica a través
Derrida llamada El otro cabo: la democracia de la búsqueda de los procedimientos que
para otro día, pues quién de nosotros ha la hagan posible. Lo que encuentro más
tenido oídos para algo distinto al hecho de bien es el llamado a buscar los momentos
que no habitamos Estados democráticos, de quiebre, las hendiduras en la historia
sino más bien espacios políticos que se de la democracia, aquellos espacios de
encuentran en una especie de eterna cons- su imposibilidad real abiertos toda vez
trucción de las bases para la consolidación que se institucionalizan las vías para su
de la democracia. realización. A este llamado se debe que
Así como Jürgen Habermas ha habla- Covarrubias asuma una labor que consis-
do ingenuamente de la modernidad como te más en señalar posibles semánticas de
proyecto inacabado, sin poder reconocer análisis que en la descripción de modelos,
el claro fracaso del proyecto moderno, a las cuales nos dan acceso, en la medida
nosotros nos toca ser hijos de espacios de lo posible, a aquellos lugares liminares
políticos cuya democracia por estar siem- creadores de subjetividades y, por lo tan-
pre en construcción se encuentra eviden- to, de sujetos políticos que irrumpen en
temente en ruinas. Pues no se necesitan la lógica de la sociedad haciendo huecos
muchos grados de miopía para cuestionar en los dispositivos de normalización de la
la supuesta “transición a la democracia” misma, guiados por expectativas demo-
en una sociedad como la nuestra, en cráticas radicales, aunque también, quizá,
la que de manera totalmente impune por la plena conciencia de la imposibili-
pueden desaparecer las cantidades de dad de su realización.
personas que han desaparecido en los Si la interpretación que hago de la
últimos diez años; en la que las reformas obra que ahora nos presenta Covarrubias
estructurales benefician claramente a la es “correcta”, entonces cabe pregun-
iniciativa privada dejando en desamparo tarnos, con él pero acompañados del
a la mayoría de la población; en la que las “espíritu de Lenin”: ¿qué hacer? Es decir,
cifras de enfermedades relacionadas con ¿cómo asumirnos como sujetos políticos
el estrés y con hábitos de alimentación y cómo realizar la radicalidad de nuestra
que son el resultado de un comportamien- oposición a las formas estandarizadas de
to de consumo en desequilibrio resultan la sociedad y a las absurdas promesas de
cada vez más alarmantes; es decir, una la democracia liberal siendo conscientes
sociedad que a todas luces vive en malas de que la realización de todo proyecto
condiciones de existencia. O habría que político democrático a nivel social será
cuestionar nuestra supuesta “transición a positivizado —para utilizar un concepto

en diálogo filosofía y ciencias humanas 93


Reseña

de Foucault heredado por Hegel— o presa radical de la democracia? ¿cuáles serían las
de los dispositivos de la sociedad de consu- características de expectativas democráti-
mo y del espectáculo propios de nuestras cas radicales en la actualidad, aun siendo
mudocracias o estupidocracias contemporá- conscientes de su imposibilidad real? Sin
neas como las ha llamado Mario Perniola, lugar a dudas, la obra que nos entrega
a quién se le dedica un capítulo en el libro? Israel Covarrubias suscita una serie de
A esto, podríamos agregarle dos preguntas: reflexiones en el lector no carentes de
¿en nuestra contemporaneidad, en qué angustia, pero que nos ayudan a esclarecer
consistiría la construcción de un discurso los lugares oscuros de la democracia.

Ricardo Copado Artista Plástico

Ricardo Copado nació el 22 de octubre de 1979. A los


12 años recibió su primer mención honorífica como
estudiante destacado en el Centro Cultural el Refu-
gio de Tlaquepaque, Jalisco. Estudió la licenciatura
en Artes Plásticas, Museología y Museografía en la
Universidad de Guadalajara.
Ricardo ha participado en más de 70 exposicio-
nes individuales y colectivas en México y Canadá y
su obra se encuentra en colecciones públicas y priva-
das en Canadá, México, Estados Unidos y Francia,
entre ellas la coleccion Mural del grupo periodístico
Reforma y la Coleccion Melcor de Arte Publico de la ciudad de Spruce Grove en Canadá.
Además de ser el autor de los murales Dolores y Gozos de San José en el templo San José de
los Poetas y Vida de Jesús en San José Obrero en Jalisco.
Ricardo ha sido galardonado en México y Canadá, The Works, Art and Design Festival
en Canadá, le ha otorgado, en dos ocasiones, la mención honorífica y le fue entregado el
Premio Carmín de Grana de la Universidad de Guadalajara. Su obra ha sido publicada en
revistas de arte nacionales e internacionales como el Notebook, el Alternative Trends, El
Hispano de Alberta y la Gaceta de la UdeG,

Sobre la Obra:

El arte de Ricardo Copado esta inspirada por la naturaleza y el ambiente que existe a su
alrededor. Su obra esta integrada por elementos visualmente cotidianos que pasan por
la criba del autor y dialogan con una dimensión onírica y emocional. Para conformar su
obra, estos elementos son transportados a una dimensión imaginativa y surreal dando
como resultado trabajos plagados de simbolismo que invitan al espectador conformar su
propia interpretación. En su obra se puede apreciar el influjo de las raíces mexicanas que
dialogan con otras culturas, el ir y venir de estos elementos se expresan en sus temas:
viaje, migración, la búsqueda del sentido, la búsqueda de los orígenes y la adaptación.

94 Revista semestral • Nueva Época • volumen VII, núm. 23, Diciembre 2016
Normas para autoras/es
El Comité Editorial de la Revista Piezas en Diálogo Filosofía y Ciencias Humanas sólo someterá a
dictamen artículos que no hayan aparecido en publicaciones impresas o en línea y que no estén en proceso
editorial en otras revistas o libros.

Para los aspectos de contenido y forma de los Artículos y las Reseñas, el Comité Editorial de Piezas
tomará en cuenta lo siguiente:

Contenido:
a) Que traten una temática filosófica con profundidad, claridad, coherencia, creatividad y capacidad de
comunicación con públicos amplios no especializados.
b) Que vinculen la reflexión y la investigación filosófica con la vida cotidiana, así como con temas rele-
vantes para la formación de los estudiantes.
c) Que ofrezcan elementos didácticos y claves de lectura de filósofos, pensadores, obras y fenómenos o
problemáticas de emergencia actual, importantes para la formación filosófica.
d) Que inviten a la crítica, el debate y el diálogo sobre temas y problemas propios de la Filosofía y las
Ciencia Sociales.
e) Que relacionen el estudio y la actividad filosófica, con otros campos del saber de la ciencia, la cultura
y la sociedad.

Forma:
•Deberán ser inéditos y escritos en español. Si se incluyen pasajes en un idioma distinto deberán presen-
tar también la traducción al español.
•Incluirán nombre completo del autor y una breve descripción de su currículum vitae.
•Deberán tener una extensión mínima de 6 cuartillas y máxima de 12, escritas por una sola cara en
Garamond punto 12 incluidas las referencias, notas, cuadros y figuras; se entregarán incluyendo un re-
sumen (abstract) del documento, en español y en inglés, no mayor de 10 líneas y máximo seis palabras
claves (en español y en inglés).
En el caso de las reseñas, la extensión será entre 4 y 8 cuartillas si es expositiva, y entre 6 y 12 si es de
comentario crítico con las mismas características de presentación que los artículos.
•Las notas al pie de página que indican fuentes de referencia deberán registrarse indicando:

a) Para libros: Nombre y Apellido del autor (en versales), título de la obra (en cursivas), ciudad, edito-
rial, año y número de página(s):

Un autor: Martin Heidegger, Conferencias y Artículos (Barcelona: Ediciones del Serbal, 1994), 95.

Dos autores: Pierre Bourdieu y Gunteher Teubner, La fuerza del derecho (Bogotá: Siglo del Hombre
Editores, 2000), 22-23.

Tres o más autores: Gabriel Vargas Lozano, et al., La filosofía mexicana, ¿incide en la sociedad actual?
(México: Editorial Torres Asociados, 2008), 89.

Editor o compilador: Hans Kelsen, ed., Crítica del derecho natural (Madrid: Taurus, 1966), 150.

en diálogo filosofía y ciencias humanas 95


b) Para capítulos de libros: Nombre y Apellido del autor (en versales), título del artículo (entre comi-
llas), título de la obra (en cursivas), Nombre y Apellido (en versales) del editor o compilador de la obra,
ciudad, editorial, año y número de página(s):

Hans Kelsen, “Justicia y derecho natural” en Crítica del derecho natural, ed. Hans Kelsen, (Ma-
drid: Taurus, 1966), 150.

c) Para revistas o publicaciones periódicas: Nombre y Apellido (en versales), título del artículo (entre
comillas), nombre de la revista o publicación periódica (en cursivas), número de publicación, año y
número de página(s):

Oscar Valencia Magallón, “Práctica de comentario filosófico sobre la obra de René Girard y
su teoría sobre la Violencia y lo Sagrado”, Revista Piezas en Diálogo Filosofía y Ciencias Humanas, 20
(2015) 33.

Notas de pie de página: a) irán a espacio sencillo, b) con numeración consecutiva, y c) en caracteres
arábigos (“voladitos” o en superíndice), sin punto en la llamada.

Citas textuales: cuando rebasen seis renglones, a) irán a espacio y medio, b) no llevarán comillas, c)
irán en tipo normal (no en cursivas) y d) con sangría sólo en el margen izquierdo.

Bibliografía: se presentará en orden alfabético según el apellido de los autores; cuando aparezcan varias
obras de un mismo autor, se repetirá el nombre del autor o autores y se ordenarán en orden cronológico:
de la publicación más alejada en el tiempo a la más reciente. En todo caso, se seguirán los criterios
establecidos por The Chicago Manual of Style:

Bourdieu, Pierre, y Gunther Teubner. La fuerza del derecho. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2000.
Heidegger, Martin. Conferencias y Artículos. Barcelona: Ediciones del Serbal, 1994.
Kelsen, Hans, ed. Crítica del derecho natural. Madrid: Taurus, 1966.
Kelsen, Hans. “Justicia y derecho natural” en Crítica del derecho natural, editado por Hans Kelsen, 150-
170. Madrid: Taurus, 1966.
Valencia Magallón, Oscar. “Práctica de comentario filosófico sobre la obra de René Girard y su teoría
sobre la Violencia y lo Sagrado”. Revista Piezas en Diálogo Filosofía y Ciencias Humanas. 20 (2015) 33-40.
Vargas Lozano, Gabriel, José Alfredo Torres, Mauricio Beuchot y Guillermo Hurtado. La filosofía mexi-
cana, ¿incide en la sociedad actual? México: Editorial Torres Asociados, 2008.

Los trabajos deberán ser enviados a las siguientes direcciones electrónicas de la Revista Piezas en Diá-
logo, Filosofía y Ciencias Humanas: torresguillen@hotmail.com / revista.piezas@if.edu.mx o a la dirección
editorial de Piezas en Diálogo Filosofía y Ciencias Humanas: Camino Real a Colima 5160, Col. Balcones de
Santa María, Tlaquepaque, Jalisco, México, CP. 45606.

96 Revista semestral • Nueva Época • volumen VIII, núm. 24, Junio 2017

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