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¿Fue el Dr. Bach víctima del miedo?

Por favor, no me mal interpretes al leer esta pregunta. Siento un profundo respeto y
admiración por Bach y su obra

A mi entender la respuesta es que sí. Aunque sea un miedo plenamente justificado por la
importancia y preservación del propio sistema floral que creó.

En la actualidad, cualquier médico alopático que haya decidido incluir cualquier terapia natural
es su dinámica médica (denominadas por algunos de manera peyorativa como “alternativa”,
como si por si mismas no tuvieran “corpus”), está mal visto por sus colegas alopáticos
cartesianos. Cuesta poco imaginar por lo que pasó Bach cuando decidió apostar por sus
esencias florales. Pareciera que poco se ha evolucionado en ese sentido.

Bach era una persona muy “sensible”, energéticamente hablando. Cada uno, a través de sus
experiencias y vivencias personales interpretará como mejor crea esta particularidad de Bach.
Y ese es el problema, actual y pasado: la interpretación. Bach era consciente de ello, como no
podía ser de otra forma.

Nunca definió el origen de sus creencias. Puede que no las tuviera y que solo se alimentara de
lo que su especial “percepción” le ofrecía, más allá de cualquier creencia limitante. Su
pertenencia a la masonería no define tampoco este hecho. La masonería, en términos
generales, no tiene filosofía propia, se alimenta de la tradición hermética. Quizás fuera esta
tradición lo que atrajo a Bach. Es importante resaltar que a principios del siglo XX tanto en
Europa como en América se destaparon varias corrientes filosóficas, aún presentes en nuestro
tiempo, muy en la línea de las ideas más espirituales que el propio Bach escribe en sus obras.
Con ello no quiero justificar su pertenencia a ninguna de ellas. Es más, no creo que llegara a
pertenecer. Pero sí que pudo alimentarse de ellas desde el anonimato o desde su sensibilidad.
Como se diría hoy en la jerga popular, Bach era un Ser “enchufado” a las corrientes e ideas de
la época, pero de forma “natural”.

Bach no quería que se confundiera la operatividad de los remedios florales con las cualidades
personales que le llevaron a su descubrimiento y elaboración. Destruyó conscientemente
documentación que podía confirmar este hecho. Y es lógico. Él sabía por lo que había pasado,
en su momento, como médico repudiado por sus colegas y era fácil prever que seguiría
ocurriendo con sus remedios en el futuro.

A través del libro publicado por Mari Tabor se explicitan aspectos más personales de Bach, que
nos ayudan a conectar con la realidad de quien era él, de su sensibilidad. Y no me importa
remarcarlo, pues este punto es el que diferencia sus esencias florales del elenco de esencias
florales, animales, etc., que con el tiempo han ido surgiendo.

Bach no quería que se hablara de él. Quería que las personas probaran sus flores y
restablecieran o reequilibraran, desde un punto de vista emocional, aquello que podía estar
implicado en sus dolencias. Ya se acepta de manera más generalizada en nuestra sociedad el
papel que juegan las emociones en las enfermedades. Bach lo tenía claro. Y decidió trabajar las
sutilezas desde la sutileza.
Bach tuvo miedo de que sus características personales se interpusieran o condicionaran la
realidad sobre la efectividad de sus esencias flores. Apostó por intentar darle un toque más
científico, pero no fue aceptado así en su época. Ahora sigue costando. Estamos en la era del
“principio activo”, pero ¿desde dónde interpreto ese principio activo?.

Si supiéramos la realidad de muchos procesos o experimentos que han permitido el


descubrimiento de ciertos fármacos, por ejemplo, ¿condicionaría su efectividad?.

Personalmente lamento que se intente, desde diferentes intencionalidades, cubrir la


sensibilidad de Bach, sensibilidad enmarcada en un contexto muy particular, muy en la línea
del “aquí y ahora”. Sus esencias florales han demostrado y demostrarán su atemporalidad,
como sus principios humanos, garantizando la eficacia de sus esencias, hasta que lleguemos a
comprender los principios humanistas que defendía y que le llevaron a determinar donde tenía
que buscar su particular medicina del Alma.

No es pues casualidad que Mary Tabor escribiera el libro “Fiel a ti mismo”. Entiendo que fue su
homenaje a Bach “persona” a diferencia de Bach y sus esencias florales.,

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