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COMO ESTA HECHO "CASA TOMADA" DE JULIO CORTAZAR

Ningún cuento de Cortázar invita a una diversidad tan abigarrada


de interpretaciones como "Casa tomada"'. Se lo ha "traducido" como
"una alegoría del peronismo" 2 • En el narrador y su hermana se ha visto
"una pareja incestuosa " 3 y, además, "restos de oligarcas que matan el
tiempo en una casa que excede sus necesidades" 4 • Se lo ha definido
como "una expresión de miedo a lo desconocido y la plasmación real de
una huida" 5 y, también, como " la imposibilidad de una libertad inte-
rior, ya sea en su versión estoica o en la del exiscencialismo sartreano" 6 •
Para otros, "Casa tomada" "revela el aislamiento nacional de toda Amé-
rica con1o resultado de la segunda guerra mundial, y en particular sugie-
re que nada ha entrado en el país para mantenerlo vivo, así como nada
de lo que existe allí es interesante"' . En la misma dirección sociológica
se ha observado que "sin entrar a considerar su palpable semajanza con
la toma peronista del poder y sin negar o afumar que la mansión que
brinda el escenario representa el viejo orden, el lector menos avispado
comprobará que la soledad de la neutralidad argentina durante la con-
tienda mundial se ve reflejada en la feliz clausura de los hermanos pro-
tagonistas. Sin que ellos puedan hacer nada, al igual que la oligarquía
que había conseguido sobrevivir hasta el siglo XIX, la casa se ve inva-
dida por entes extraños al ambiente"8 . García Canclini reseña algunas
efe estas interpretaciones y agrega la suya:

La riqueza de este cuento desborda la simple fascinación y sugiere


varias interpretaciones. Según como se mire, la invasión de los extra-
ños puede simbolizar la presencia obsesiva de los antepasados, efec-
tivamente sufrida por los protagonistas, que les impide gozar la vida;
al revés, podría ser el ingreso de las nuevas generaciones, intolerantes
con la decadencia de los hermanos. Esa decadencia (el incesto) po-
dría representar también la declinación de una clase social, desplaza-
da por otra, como sucedía en cierto modo en la Argentina de aquel
tiempo. Se nos ocurre, por fm, que la creciente penetración en la vi-
da íntima de la pareja puede aludir a la mirada de los vecinos, a sus
comentarios escandalizados que condenan el incesto 9 •

Consciente de que la sola diversidad de interpretaciones tan dispares


prueba que todas ellas son válidas y que ninguna lo es, Canclini agrega:
"El autor respondería, tal vez, que todas las interpretaciones son legíti-
mas, y tendría derecho a decirlo porque es de esas obras concebidas con
un re2:istro humano tan amplio que puede referirse a situaciones diver-
sas" l'tí.
CA SA TOMADA DE JULIO CORTAZAR 141
140 CUADERNOS PARA LA INVESTICACION DE LA LITERATURA H ISPANICA

Semeja nte es la concl usión de J ean L. Andreu. Luego de hacer u n ningún momento buscan descubrir la naturaleza del invasor (que tal
balance de las interpretaciones pro puestas en torno a "Casa tomada", vez conocen demasiado bien). No vemos al invasor y los personajes no
advierte: "nous ne prétendons pas apporter la cle f marveUleuse et uní- h.~blan de él. Sus manifestaciones son sonoras pero de una rara impreci-
que qui nous ferait pénétrer en fin les arcanes troublants de "Casa to ma- ston:;· Esta to tal falta ~e certeza respecto al !nvasor tiene ventajas. Si
da". Notre ambition est plus modeste: essayer de m o ntrer comme nt, a pud1eramos no mbrar al10vasor todo se tornana claro. Indefinido al ex-
partir d ' un meme conte, cctte multiplicité d'in terprétations a été e t res- tremo, este imasor po drá to mar todas las formas q ue se le quiera dar si-
a
te possible ; et nous enga~er notre tour dans d 'autres di rections qui guiendo la interpretación que se escoja de la expulsión. Será sucesiva-
nous m cncront, nos pas a épuiser la signification de "Casa tomada", ~e?t~ '!, a l.a vez un prolet~rio justiciero, un antepasado vengador, una
a
mais éclairer queldues aspccts inattendus, partiels et partiaux du con- mhl.blCJon hberada, etc. Lo 1mportante no es elegir una solución exclusi-
va Slno aceptar ho nestamente la ambigüedad del cuento" 1 6.
te " 1 1 A nd reu, en e umco
' . estu di o tot al mente d e d 1ca
' d o a este cuen to,
s~giere que "la vida de claustro q ue los hermanos han elegido volunta- En la conclusió n que propone Andreu respecto a "Casa tomada ''
namente evoca la vida conventual; las ocupaciones domésticas compo- hay una con tradicción lo bastante obvia para no ser notada. Si la ambi-
nen un rito punt ual. La casa se convierte a la vez en el tem plo silencioso güedad en que se funda el texto impide no mbrar al invasor , toda inter-
y en la divinidad exigente en que los dos hermanos serían los sacerdo- pretación (proletario, antepasado, inhibición, etc.) es una manera ine-
tes serviciales y sumisos; la casa les ha impuesto también un celibato quívoca de nombrarlo. Hay que concluir, en tonces, que al nombrar lo
forzado . Ellos mismos están dispuestos a impedir por todos los medios inn~minado en el cuento traducimos la ambigüedad del texto a un len-
la pro fanación de su samuario, a protegerlo del sacrilegio. ¿Qué pecado g~Je coher ~nte y for~mos .a la ambigüedad a decirnos lo que la ambi-
han cometido para ser b ruscamente expulsados del templo ?" 1 2 • Puesto gueclad se mega a dectr. Y sm embargo la ambigüedad dice algo y todo
que. para Andreu la ambigüedad del texto posibilita una mul tiplicidad lector ~ercibe ~n sentido que aunque escapa a nuestros códigos del uso
de Interpretaciones -todas posibles y ninguna excluyente- propone se. nos 1m po ne trrecusablemente. 1nterpretar ese sen tido es traducirlo a
o tras imágenes que el texto contendría. Una interpretación segunda es un lenguaje que restaura un o rden q ue la ambigüedad busca trascender.
la idea de un laberinto de sentido contrario: "El laberin to evoca gene- "Casa tomada " es una metáfora sin tenor posible o con una multiplici-
ralmete una idea de extravío y adversidad. Para Cortázar, al contrario, dad de tenores que torna gratuito a cada uno de ellos. Con estas metáfo-
el laberinto y la vida en el ce n ~ro de un l ~bj:rinto inextricable (y por lo ras podemos jugar el juego de la nube (cualquier nube sugiere u na canti-
mismo inaccesible) están ligados a la idea de la felicidad. Hemos mostra- dad ilimitada de imágenes) para. finalmente comprender, como ha ob-
• d? ya la configuración dedaleana de la casa. Hay má s. En la huida preci- servado Walter Benjamín respecto a las parábolas de Kafka, "que care-
pl~.ada de la casa, Irene se lleva consigo el tejido en el que trabajaba: "El ce~os de la doctrina que esas parábolas in terpretan" 1 7 • También de las
tejtdo le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se per- parabolas de Kafka se ha dicho que "son m ultifacéticas, ambiguas y ca-
dían debajo''. Ariadna infeliz, Irene suelta el hilo de lana irrisorio que la paces de tantas interpretacio nes que, en última instancia, d esafían a
une al paraíso perdido. Ese hilo ya no es el medio de escapar de la ~ri­ cualquiera de ellas y a todas" 1 8 • El valor de esas interpretacio nes residi-
sión del laberinto, es la esperanza insensata de un retorno imposible" 3 • ría, como el conocido test Rorschach, no en lo que nos dicen sobre el
Hay aun una tercera interpretación que el texto admitiría. Según An- cuento sino en lo que revelan respecto al intérprete 1 9 • Habría así tan-
dreu " la vida apacible y parasitaria de los dos hermanos en la casa-ma- tas .interpretaciones como lectores lo cual aunque inevitable como ras-
dre evoca irresistiblemen te la vida fetal. El plan de la casa se transforma go inherente al acto de la lectura no puede constituir un criterio de es-
en una lámina anátomica de curiosa precisión ( ... ) Los signos anunciado- tudio. Antón Arrufat vio claramente esta dificultad cuando en el prólo-
res, la expulsión convulsiva de los hermanos que no compre nden lo que go a la antología de los cuen tos de Cortázar publicada por Casa de las
les pasa, que lo aceptan como una f~tal idad y que se reencuen tran en la Américas advirtió: "Estos cuentos significan algo, pero el lector pued e
call e desamparados: los horrores de u n parto d oloroso. E Irene, en u n disfrutarlos sin descubir su significado, que es múltiple e inagotable. Se
último gesto, cortará el cordón u mbilical"' 4 • Finalmente, Andreu acep- trata de ficciones, es decir, ejercen sobre el lector la seducci6u. Lo de-
ta también la tesis que ve en "Casa tomada" la historia de una relación más, e~~e pr? logo inclusive, son meras especulaciones" 2 0 • El placer y la
incestuosa, con la salvedad: "Nada permite afirmar que se trata de un seducc10n, sm embargo, se producen porque el texto emite señales, invi-
incesto, todo sin embargo lo sugiere" 1 5 • ta significados, funciona como un preciso artefacto literario. Definir sus
Cl.au~tro, laberinto.al revés, r arto, incesto son para Andreu algunas mensajes es mera especulación porque carecemos de un código de la am-
de las tmagenes contemdas en e cuento. La funda mental ambigüedad bigüedad que nos permita reconstruir su semántica; pero disponemos,
del texto admite un número ilimitado de interpretaciones pero ningun a en cambio, del texto como realización impecable de una sintaxis y en
lo agota: "todas son verosímiles, ninguna es evidente" . Andreu ha ob- esa sintaxis operan leyes que hacen posible el texto y cuya formulación
servad o certerame nte que la ambigüedad del texto alcanza su punto más es tarea, tal vez la única, del crítico. Puede parecer descabellado dejar
a lto en el misterioso invasor : "Los dos personajes no oponen sino una de lado lo qu e tradicionalmente ha sido considerado com o el ser mismo
débil y lamentable resistencia a la invasión, la aceptan finalmente y e n de la literatura -sus me nsajes, sus sentidos-, pero tal concepto de la Ji-
142 CUADERNOS PARA LA INVESTIGACION DE LA LITERATURA HISPANICA CASA 10MADA DE JULIO CORTAZAR 143

teratura ignora el único rasgo que la distingue de otros medios de comu- obvio que ninguno de los dos tipos implica el uso exclusivo de uno de
nicación: su dependencia de una forma o de un sistema de signos con los dos modelos (puesto que sintagma y sistema son necesarios para to-
cuyos significantes la literatura interroga al mundo 21 • Y "al igual que el do discurso) sino solamente el dominio de uno de ellos" 2 4 • Barthes re-
lingüista que no tiene que descifrar el sentido de una frase sino estable- sume los ejes de sintagma y sistema en el siguiente esquema que reduce
cer la estructura formal que permite a ese sentido transmitirse, la crítica a una fórmu la el diagrama del cuento del rey y la pastora de Lévi-
no tiene que reconstruir el mensaje de la obra sino solamente su sistema Strauss:
puesto que la literatura no es más que un lenguaje: su ser no está en su
mensaje sino en su sistema P 2 2 .
Para explicar la premisa más básica del método estructural aplica-
do a la antropología, Lévi-Strauss ofrece el siguiente ejemplo: "En un
sintagma 1 :. :. :.
cuento un "rey" no es sólo rey , y una "pastora", pastora, sino que estas
palabras y los significados que recubren se convierten en medios sensi- 1 a" b" e"
bles para construir un sistema inteligible formado por las oposiciones sistema o paradigma
macho/hembra (en la relación de la naturaleza) y arriba/abajo (en la re-
lación de la cultura), y por todas las permutaciones posibles entre los
seis términos" 2 3 • Los seis términos definen dos planos que emergen con Como Lévi-Strauss, Barthes reconoce las relaciones entre los términos y
mayor claridad si los agrupamos en el siguiente diagrama: distingue entre relaciones de sintagma y relaciones de sistema o para-
digma: "Una vez que las unidades sintagmáticas han sido definidas para
cada sistema, queda la tarea de encont rar las reglas que determinan su
rey .t---
) pastora combinación y ordenamiento en el sintagma" 2 5 •
l t
ma¡ o-. ! T
he mora
La aproximación estruccuralista ofrece pues un método de estudio
que en el caso de las metáforas de lo neofantástico 2 6 permite penetrar
l. ----4) 1
arn a{---- altaJO
.i en sus significantes prescindiendo, como un ejercicio de interpretación
suspendida, de los significados. Definidas las unidades sintagmáticas de
cada relato y establecidas sus reglas de ordenamiento es posible tratar a
cada cuento como un sintagma y al conjunto de narraciones que respon-
El plano horizontal constituye el nivel del sintagma y el vertical, el del den a una poética de los neo fantástico como un sitema. El sistema ofre-
paradigma o asociación. "El sintagma es una combinación de signos: ca- ce un contexto desde el cual cada sintagma, sin renunciar a lo específico
da término deriva su valor de su oposición con lo que lo precede y lo de sus relaciones, encuentra en las relaciones más globales del sistema
que lo sigue (... ) En el plano de la asociación (según la terminología de una confirmación del sentido o significado a que apuntan sus significan-
Saussure) las unidades que tienen algo en común están asociadas en la tes, sentido que emerge . no de los signos del lenguaje sino de los signos
memoria y forman así grupos dentro de los cuales pueden encontrarse de la literatura troquelados con los signos del lenguaje. La crítica de la
varias relaciones (... ) Los planos sintagmático y asociativo están unidos traducción nos ha dado analoga'as de los relatos de Cortázar, traduccio-
por una estrecha relación que Saussure ha expresado por medio del si- nes de lo no significado en el texto. En contraste, la crítica estructura-
guiente símil: Cada unidad lingüística es como una columna en un edifi- lista habla más modestamente de homologa'as, es decir, de relaciones
cio de la antigüedad; esta columna está en una relación real de contigüi- que nacen de un lenguaje .primero para constituirse en un lenguaje se-
dad con otras partes del edificio, por ejemplo el arquitrabe (relación gundo y emitir desde ese nuevo lenguaje significados no expresados en
sintagmática); pero si esta columna es dórica evoca en nosotros una el lenguaje primero. Las analogías de la crítica de la traducción derivan
comparación con otros órdenes arquitectónicos, el jónico o el corintio; de lo denotado por el primer lenguaje; las homologías que busca la crí-
y esta es una relación potencial de sustitución (relación asociativa); los tica estructural derivan de las connotaciones que propone el segundo
dos planos están ligados de tal manera que el sintagma no puede "pro- lenguaje que no es otro sino el lenguaje de la literatura. Para que la lite-
gresar" sino a condición de recurrir sucesivamente a nuevas unidades to- ratura se produzca, la denotación cede a la connotación, una operación
madas del plano asociativo. Desde Saussure, el análisis del plano asocia- que la vieja retórica conocía demasiado bien. "El hecho retórico co-
tivo ha experimentado una considerable transformación; hasta su nom- mienza donde es posible comparar la forma de esta palabra o de esta
bre ha cambiado: hablamos hoy no del plano asociativo sino paradigmá- frase a la de otra palabra o de otra frase que hubiesen podido emplearse
tico o del plano sistemático (... ) Jakobson, en un texto ahora famoso, en su lugar y de las cuales puede considerarse que ocupan el lugar. Na-
ha aplicado la oposición de la metáfora (del orden paradigmático) y la vío, o yo te amo, o yo te odio, no tienen en sí mismas formas retóricas.
metonimia (del orden sintagmático) a lenguajes no-lingüísticos: habrá La forma retórica - la figura - está en el empleo de vela para designar un
por lo tanto "discursos" de tipo metafórico y de tipo metonímico. Es nav{o (sinécdoque) o de yo no te odio para significar el amor (lítote)
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(... ) Bally dirá que la expresividad turba la linealidad del lenguaje ha- manos en la casa) y esa presencia define un significante ausente (las
ciendo percibir a la vez la presencia de un significante (vela) y la ausen- fuerzas invasoras que toman la casa). El "invasor" está presentado como
cia de otro significante (navío). La forma retórica es una surerficie deli- un "sonido impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfom-
mitada por dos líneas: la del significante presente y la de significante bra o un ahogado susurro de conversación" o simplemente como "un
ausente. Pero si la figura debe ser traducible ella no puede ser traducida ruido" o "los ruidos", pero no sabemos qué o quién los provoca. Sin
sin perder su calidad de figura. La retórica sabe que la palabra vela de- embargo, lo que puede parecer misterioso o extraño desde el punto de
signa un navío, pero también sabe que lo designa de distinta manera que vista del lector no lo es desde el punto de vista de los personajes que pa-
la palabra navío; el sentido es el mismo, pero la significación, es decir, la recen reconocer al invasor y aceptan la inutilidad de toda resistencia.
relación entre el signo y el sentido, es diferente, y la poesía depende de Como el relato está narrado por uno de ellos (el hermano), el silencio
las significaciones, no del sentido. Vela en lugar de navío denota al na- del narrador respecto al invasor está justificado dentro de la narración,
vío, pero al mismo tiempo con nota la motivación por el detalle, la des- pero en ese silencio se apoya todo el relato. Andreu ha notado bien que
viación sensible impresa a la significación y, por lo tanto, una cierta mo- "de poder nombrar al invasor todo se tornada claro" y, habría que
dalidad de visión o de intención" 2 7 • La retórica corresponde a un perio- agregar, el relato desaparecería o perdería la razón de ser que lo motiva.
do determinado y a un concepto limitado de la literatura, pero lo que El relato está hecho alrededor de ~se silencio o para que ese silencio se
Gérard Genette se ha esforzado por rescatar de la ret6rica no es su con- produ2.ca.
tenido que aplicado "a nuestra literatura sería un anacronismo estéril", Aunque tenga la apariencia de una adivinan7.a (una descripción que
sino su ejemplo: "Lo que se puede conservar de la vieja ret6rica no es, omite la única palabra que nombra al sujeto de la adivinanu) no lo es
pues, su contenido, sino su ejemplo, su forma, su ideal paradojal de la porque una adivinanza está construida sobre la certeza del eslabón o pa-
literatura como un orden fundado sobre la ambigüedad de los signos, labra ausente y en "Casa tomada" no sabemos, no podemos saber, con
sobre el espacio exiguo, pero vertiginoso, que se abre entre dos palabras qué palabra llenar ese silencio aunque haya un número ilimitado de so-
del mismo sentido, dos sentidos de la misma palabra: dos lenguajes del luciones y todas tengan algún mérito o justificación. Los personajes sa-
mismo lenguaje" 2 8 • En la retórica sabemos lo que designa la palabra ve- beo lo que el lector no puede saber porque el narrador se calla respecto
la pero aun aquí no podemos traducirla (nav ío) sin perder la figura y a lo que sabe: ese silencio es el eje del relato. Puesto que todas las solu-
con ella "la modalidad de visión o de intención" en ella implicada ; en la ciones son posibles pero ninguna acierta a decirnos lo que el narrador
literatura de lo neofantástico no sabemos lo que designan sus metáforas sabe y calla, es inútil ensayar nuevas soluciones. Más conducente es pun-
y sin embargo un cuento como "Casa tomada" ha sido glosado con una tualizar lo que sí sabemos. Sabemos que la casa y la vida de los hemanos
libertad que cancela el texto, lo borra, para escribir otro: una alegoría en ella defmen un orden, un orden lo suficientemente fuerte para impe-
del peronismo, la historia de un incesto, o de un parto, o de una Ariad- dir que ninguno de los dos hermanos se casara (" A veces llegamos a
na al revés, etc. Lo que proponemos es un retorno al texto y una lectura creer que era la casa la que no nos dejó casarnos"); sabemos también
que en lugar de desrealizarlo permita rescatarlo desde el principio narra- que una fuerza reconocible para los personajes pero indefinida en el re-
tivo en el cual se funda y sobre el cual se erige como realidad significan- lato (más allá de unos ruidos "imprecisos y sordos") expulsa a los her-
te. manos de la casa y los obliga a abandonar el viejo orden puntillosarnen-
"Casa tomada" es la transcripción de una pesadilla. En 1970, en- te descrito en la primera parte del cuento; sabemos, finalmente, que esa
trevistado para La Quinzaine Littéraire, Cortázar advirtió: " 'La maison fuerza es más poderosa que la voluntad de los personajes y de su apego
occupée' procede d 'un cauchemar. C'en est la transcription tres fidele a la casa pues la abandonan sin resistencia casi. El relato se define así
bien que travailléc littérairement, évidemment ... " 2 9 • Y en la serie de como una oposición entre un orden (la vida de los hermanos en la casa)
conferencias en la Universidad de Oklahoma en noviembre de 1975, rei- y una fuerza que conmueve ese orden (manifestada en el relato a través
teró: "Debo decir que varios de mis cuentos fantásticos nacieron en un de los ruidos) y termina destruyéndolo (con el abandono de la casa por
territorio onírico ... A "Casa tomada " la soñé con todos los detalles que los hermanos ). El esquema define una parábola de innumerables solu-
figuran en el texto y que escribí al saltar de la cama, todavía envuelto ciones. Hemos reseñado algunas y no seda difícil agregar otras lo cual
en la horrible náusea de su final" 3 0 • La historia es elemental: dos her- significaría aumentar el número de traducciones y dejar, en cambio, el
manos viven solos en una vieja casa, herencia de una larga línea de ante- texto intocado. Nos concentraremos pues no en la semántica del texto
pasados; algo o alguien (representado por ruidos) toma la casa en dos sino en su gramática.
movimientos y, sin resistencia alguna (fuera del gesto de cerrar la puer- "Casa tomada" recuerda El proceso de Kafka respecto a la imposi-
ta), los dos hermanos la abandonan. Dos partes son claramente distin- bilidad del personaje de descubir la naturaleza de su delito y de estable-
guibles: en la primera, se describe la casa y la vida de los hermanos en cer el sentido de las leyes según las cuales es juzgado y condenado. Esta
ella; en la segunda, la toma sucesiva de las dos partes de la casa en dos ambigüedad convierte a la novela en una parábola o en una metáfora de
etapas y sus efectos en la vida de Irene y su hermano. Lo narrado 1!11 el la existencia humana 3 1 • El mismo principio de ambigüedad opera en el
relato define una presencia (la casa, los hermanos, la vida de los her- relato de Cortázar. No sabemos qué o quiénes "toman " la casa¡ tampo-
1
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co sabemos por qué los personajes ceden la casa sin resistencia alguna. do, la violación de un orden ce.rrado. Si, como Borges ha dicho, "una li-
La segunda de las incógnitas es, se comprende, una consecuencia de la teratura difiere de otra, ulterior o anterior, menos por el texto que por
primera: si tuvieramos una respuesta para ésta resolveríamos aquélla. la manera de ser leída" 34 y si en última instancia "la historia universal
Cortázar ha comentado que relatos como "Casa tomada" "captan algo es quizá la historia de la diversa entonación de algunas metáforas" 35 , es
incomunicable que el lector comparte como una experiencia autónoma, del todo sensato ver en "Casa tomada" la relectura, por un escritor ar-
casi sin puntos de apoyo en los carácteres o las situaciones de la vida co- gentino contemporáneo, de la vieja metáfora bíblica. Los paralelos ano-
tidiana... Estamos en un circuito cerrado, poseídos por fórmulas verba- tados respecto a las dos imágenes no importan tanto por lo que puedan
les que, al ser invocadas, desencadenan en nosotros la misma secuencia contribuir a definir el sentido de "Casa tomada"; su carácter de relectu-
de acontecimientos psíquicos que se desencadenó en el autor" 3 2 • La ra de una antigua metáfora facilita, sí, la descripción de su estructura.
fórmula actua, pues, como un modelo operacional aplicable a situacio- En la metáfora del paraíso no hay silencios: todos los eslabones de la
nes tan múltiples como hetereogéneas. Es extraño, por ejemplo, que a narración se encadenan causalmente según el siguiente esquema:
pesar de las. muchas paráfrasis que se han hecho de este cuento no se ha-
ya advertido su semejanza, in abstracto, con la historia bíblica de la caí-
da. La vida de los hermanos en la casa recuerda la existencia de compla- Paraíso----. Adán y Eva ~ desobediencia~ condena
cencias colmadas de Adán y Eva en el jardín edénico: "No necesitába- (fruto prohibido, (caída)
mos ganarnos la vida, todos los meses llegaba la plata de los campos y el serpiente)
dinero aumentaba. Pero a Irene solamente le ene reten fa el tejido, mos-
traba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las
manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos ca- En "Casa tomad" hay una secuencia semejante pero con un eslab6n
nastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era ausente:
hermoso" (11 ). Los hermanos son expulsados de la casa según un man-
dato irreversible reminiscente del episodio del Paraíso: "Han tomado la
parte del fondo"; y, como Adán y Eva, aceptan la nueva situación con Casa---~ Irene y su hermano ----i~ x condena
resignación y un vago sentimiento de culpa: "Entonces tendremos que (ruidos) (expulsión)
vivir de este lado", es decir, todavía dentro de los límites no ocupados
de la casa, al este del jardín: "Los primeros días nos pareció penoso
porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que En el relato bíblico la transgresión de Adán y Eva (y luego Caín) está
queríamos... Libros, unas carpetas, un par de pantuflas, mi pipa de ene- claramente ex plicitada; en "Casa tomada" no hay referencia directa a
bro, una botella de Hespcridina ... Una cosa más de todo lo que había- culpa alguna y tampoco es indispensable asumir que la hay. Definir la
mos perdido al otro lado de la casa". La expulsión definitiva sobreviene pertenencia de los hermanos a una clase parasitaria como su culpa o pe-
en un segundo movimiento que finalmente los deja en la calle -"han to- cado por el cual son expulsados de la casa, es decir, despojados de sus
mado esta parte"-, como el relato bíblico en que Caín es condenado a privilegios de clase, es obligar al relato a decir lo que se niega a decir, es
errar por la Tierra, fuera del paraíso. ¿Qué pecado han cometido Irene simplificarlo en exceso, reducirlo a un juicio político y convertirlo,
y su hermano y quién los condena a abandonar la casa? A diferencia de cuanto más, en una frívola charada.
la historia del paraíso perdido, "Casa tomada" se resiste a tal grado de Para la Biblia, texto escrito desde una perspectiva radicalmente re-
explicación. Es posible especular, y es lo que se ha hecho, pero esas so- ligiosa, la culpa reside en la desobediencia a la autoridad divina. En El
luciones son ajenas al texto. El cuento de. Cortázar no es ni una parábo- proceso no sabemos cuál es la culpa de j oseph K.; el protagonista es
la ni una paráfrasis del relato bíblico; puede ser, a lo sumo, la reescritu- condenado sin comprender por qué y el texto no permite inferir que la
ra de una polvorienta metáfora. Freud ha observado que "la casa-vivien- condena implica culpa alguna. "Casa tomada" tampoco alude a culpa al-
da fue un sustituto del vientre materno, la primera morada que el hom- guna de manera explícita pero tampoco niega que no la haya. No sabe-
bre aun añora y en la cual se sintió seguro y cómodo" 33 ; es decir , la ca- mos quién (Dios e n el relato bíblico) y por qué (la desobediencia de la
sa-vivienda como una metáfora o sustituto de la vida intrauterina. Tam- palabra de Dios en el jardín) condena a los hermanos. Pero este silencio
bién de la historia bíblica de la caída se ha dicho que es una metáfora o eslabón ausente del relato es su más poderosa declaración. Inocentes o
de la gestación y el nacimiento: ese episodio del Génesis es así un símil culpables de un delito que d texto no informa, los hermanos, como Jo-
de la génesis de cada hombre. No se trata de yuxtaponer, en una rela- seph K., aceptan la condena como un hecho inevitable e irreversible: un
ción origi nal /calco, texto/traducción, "Casa tomada " al proceso del par- orden cerrado cede a la intromisión de fuerzas más poderosas que des-
to, como hace Jean Andreu, sino de establecer la relación entre dos me- baratan y destruyen ese orden.
táforas cuyos tenores difieren pero cuyos vehículos (la casa tomada, el Hemos distinguido cuatro eslabones narrativos en la estructura de
paraíso perdido ) apuntan a una noción semejante: un territorio perdí- "Casa tomada": a) la casa como escenario o espacio del relato; b) la vi-
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CA SA TOMADA DE JULIO CORTAZAR 149

da de los hermanos en ella (personajes-acción); e) aparición de fue rz.as so, es que él tiene una visión que podríamos llamar maravillosa de 1..
hostiles (conflicto); y d ) expulsión de los hermanos de la casa por las realidad. Maravillosa en el sentido de que él cree que la realidad coti-
fuerzas hostiles (desenlace). Desde el punto de vista de la sintaxis del re- diana enmascara una segunda realidad que no es ni misteriosa, ni
lato, u, b, e y d son unidades coherentemente articuladas y constituyen trascendente, ni teológica, sino que es profundamente humana pero
los ingredientes o elementos con los cuales está hecha la narración , for- que por una serie de equivocaciones ... ha quedado como enmascara·
da detrás de una realidad prefabricada con muchos años de cultura,
man el sujeto y el predicado, por así decirlo, de una oración construida una cultura en donde hay maravillas pero también hay profundas
según las leyes de una gramática inequívoca. Como significantes, las re- aberraciones, profundas tergiversaciones. Para el personaje de Rayue-
laciones y funciones de cada unidad forman un organismo perfecto: a y la habría ~ue proceder por bruscas irrupciones en una realidad más
b se entrelazan en las primeras cuatro páginas; en e y d reaparecen los auténtica 3 •
elementos de a y b: en e para plantear el conflicto o nudo del relato, en
d para resolverlo o desatarlo. Pero lo que diferencia a e de las unidades Si la oposición enunciada desde la estructura de "Casa tomada", y para
previas es la aparición de los "ruidos" y lo que convierte a den una uni- el caso de todos los relatos de Bestiario, connota un significado incons.
dad autónoma con funciones distintivas es su condición de solución del ciente, ese inconsciente está enclavado sin embargo en una conciencia
conflicto planteado en c. De esta manera cada unidad es autónoma y que en Rayuela y los relatos neofantásticos ha sido definida sin titubeos
depende a la vez de las otras. Desde el punto de vista de la semántica del por el propio Cortázar: "Rayuela es de alguna manera la ft.losoffa de
relato, en ca mbio, e es una incógnita: a, b y d dependen del valor que mis cue ntos, una indagación sobre lo que determinó a lo largo de mu-
otorguemos a c. C acepta todas las soluciones posibles, lo cual es una chos años su materia o su impulso" 3 8 • Y más explícitamente todavía:
manera de decir que no acepta ninguna, porque d texto escoge la ambi-
güedad, no tiene un significado unívoco como las demás unidades: es
Poco o nada reflexiono al escribir un relato; como ocurre con los
un elemento polivalente o un término polisémico. Esta polivalencia o poemas, tengo la impresión de que se hubieran escrito a sí mismos y
polisemia no es un accidente, o un guiño de ojo, sino una elección deli- no creo jactarme si digo que muchos de ellos participan de esa sus-
berada del texto y desde ella el relato rechaza la atribución de un valor pensión de la contingencia y de la incredulidad en las que Coleridge
o significado definido y exclusivo y controla, a su vez, el significado de vela las notas privativas de la más alta operación poética. Por el con-
las demás unidades de la narración. Si "Casa tomada" se resiste a una trario, las novelas han sido empresas más sistemáticas, en las que la
crítica de la traducción, accede, en cambio, al estudio de su sintáxis, enajenación de raíz. poética sólo intervino intermitentemente para
llevar adelante una acción demorada por la reflexión.
que no es sino una manera de decir que admite d estudio de su lenguaje
como un sistema literario y no lingüístico, como una nueva unidad ex·
presión/ contenido en la cual el lenguaje ingresa para significar otra cosa. La materia " fantástica" de "Casa tomada", y de los demás relatos de
Para Barthes la literatura "no es más que un lenguaje" -"su ser no Bestiario, puede no tener relación alguna con la materia novelada en
está en su mensaje sino en su sistema"-, pero, agrega, que "el único ras- Rayuela. Lo que el análisis de la estructura de "Casa tomada", estructu-
go que distingue a la literatura de otros medios de comunicación es su ra reiterativa en los demás relatos de la coleción, descubre, sin embar-
dependencia de una forma o de un sistema de signos con cuyos signifi- go, es que desde su significantes, desde las funciones cardinales articula-
cantes la literatura interroga al mundo" 36 • ¿Qué valor heurístico pro- das como oposiciones constantes, el relato expresa un interrogante en
pone la estructura, tal como La hemos descrito, de "Casa tomada" ? ¿De nada diferente al gran interro~ante formulado en Rayuela. Cada uno y
qué manera interroga "Casa tomada" desde su significante? Lo primero todos los relatos de Bestiario 9 plantean, desde esa tensión constante
que transparenta el esquema en el cual hemos resumido las unidades na- e.ntre un espacio u orden cerrado y una segunda o tercera unidad narra-
rrativas que articulan esa estructura singular es uoa oposicióu, constante uva que lo cuestiona y viola, esa misma confrontación que entre una
en todos los relatos de Hes tiario. Oposi~ión entre un orden cerrado y un realidad "maravillosa" y una realidad cotidiana que la enmascara tiene
orden abierto, entre una tesis y una antítesis, entre una clave agotada y lugar en Rayuela. Pero mientras los personajes de la novela reflexionan,
una clave nueva. En esta oposición que la estructura plantea apenas co- aunque ~ás imaginativamente que conceptualmente se apresura en agre-
mo un interrogante subliminal reconocemos de inmediato los términos gar Cortaz.ar, los personajes de los cuentos no "reflexionan" sino que se
de una búsqueda novelada en Rayuela. En las palabras del propio Cortá- entre.gan vitalmente al vértigo de sus juegos. Es justamente la falta de
zar: con~tencia ~e. sus actos la condición que les permite desenmascarar la
realidad condtana y entrar en esa realidad segunda o maravillosa. Si, co-
Rayuela es un poco una síntesis de mis diez años de vida en París, mo se ha dicho, es en la forma donde encuentra expresión el mundo in-
más los años anteriores. Allí hice la tentativa más a fondo de que era consciente del autor, es indudable que desde la estructura de los cuen-
capaz en ese momento para plantearme en términos de novela lo que tos de Bestiario Cortázar formula sublirninalmente los interrogantes y
otros. los tllósofos, se plantean en términos metafísicos. Es decir, los búsquedas que en Rayt4ela se plantean en términos reflexivos y como
grandes interrogantes, las grandes rreguntas ... El problema central
para el personaje de Rayuela, con e que yo me identifico en este ca- una toma de conciencia de ese arco desde cuya tensión e impulso han si-
CASA TOMADA DE JULIO CORT AZAR 151
150 CUADERNOS PARA LA INVESTIGACION DE LA LITERATURA HISPANICA

do disparados (estructurados) sus relaros breves. (16) Jbid., pp. 64-65.

(17) Walttr Benjamln, 11lumlnatlons. New York, Sc:hocke_n, 1969, p. 122.


JAIME ALAZRAKJ
Harvard university (18) Heinz Politzer, l'ra•1: Kaflta; Parable and Paradox, ComeU University Press, 1974,
p. 21.

{19) Heinz: Politzer aplica la misma analogía respecto a algunas parábolas de Kallta en
op . cit., p. 21.
(20) Julio Cortáur, Cur•1t01 (Selecc:ión y prólogo de Anton Arrufat). La Habana, Casa
de las Américas, 1964, p. XVI.

(21) Véase Roland Barthes, l::nsayos cr(ticos. Barc:elona. Seix Barral, 1967,
pp. 192·193.

(22) Ibid., p. 306.

(23) Claude Léví·Strauss y Vladlmir Propp, PoUmlca. Madrid, Fundamentos, 1972,


p. 42.
NOTAS (24) Roland Barthes, l::lements of Semlology. Boston, Beacon Press, 1967, pp. 58, 60.

(25) lbld., p. 69.


(1) ''Casa tomada" se publicó por primera vez en Los lual«·s de BI«CIIOS 1\lrcs, ai\o l,
NO 11, diciembre de 1946, pp. 13·18. Forma pane de la colecc:lón Btstlarlo (Buenos Aires, Su·
damerlcana, 195 1). Las citaa aubsiguientet siguen esta edición. , . (26) . Proponemos esta denominación para distinsulr estos relatos de la narración fan-
tasuca del 11glo XIX que responde a una poética muy diferente. Para un tratamiento má.s deta·
(2) El primero en adelanur est2 tesis fue Juan Jo~ SebreiL Según Sebreli" 'Casa tO· Uad? de esta distinción entre lo fantástico y lo neofantá.stico, véase nuestro artículo "The Fan·
mada' expresa fantásticamente esta angmtiosa •ensación de invasión que el cabecita negra pro· tasuc: as Surrealist Metaphors In Cortázar's Short Fktion" en Dada/Surreal/sm, New York,
voca en la clase media". Véase 8111!1101 1\lrn, vida <'Otidlana y allenac16n (Siglo Veinte, 1965, NO S 1975 pp. 28·33.
sa. ed.), p. 104. David Vii\as la recoge y •ubscribe: " ... La presenc:ia inquietante de las masas
-:-!os concretos, loc:ales y numerosos "cabecitas negras"- son percibidos como esa posible "agre· (27) G4!rard Cenette, Figuras; rtt6rica y estructuralismo. Córdoba (Argentina), Nakel·
pon'' que acecha permanentemente en los zaguanes, tras los biombos o en las trasposic:iones kop, 1970, pp. 234·236, 244.
zoológicas que corroen laa 'cuas tomadas' ". Véase L/uratura argentina y realidad polt'tica, de
Sar.micnto a C.ortázar (Buenos A'll-es, Siglo Veinte, 1970), ~.119. En mayor o menor grado esta (28) lbid., p. 246.
tesiS ha enc:ontrado ceo en una buena parte de los comentanstas del cuento.
(3) Nestor Carda Canclini, Cortá:ar, uua antropolog(a poitica. Buenos Aires, sud2· (29) C. C. Bjurstróm, "Julio Cortizar, Entretien". La Q uinlaine Littbalre. París, 1 er
mericana, 1968, p.22. au aout 1970, p. 17.

(30J Julio Cortáur, "Thc Present State o( Fiction in Latin América". Books Abroad,
(4) Saúl Sosnow¡ki, )1•/io Cortázar, 1ma búsqueda mítka. Buenos Aires. Noe, 1973, vol. SO, N 3, Summer 1976, p. 526.
p.23.

(S) Graciel:a de Sola, Julio Cortázar y t~ll1ombre nuevo. Buenos Aires, Sudamerlc:ana, (31) Helnz Polltzer, op. cit., p. 173.
1968, p.«~ S.
(32) Luis Haru, Los nuestros. Buenos Aires, Sudamericana, 1968, p. 271.
(6) Malva E. FUer, /..os numdos dt' julio Cortá:ar. New York, Las Américas, 1970,
p.40. (33) Sigmund Frcud, C/v/1/zat/on and lts Discontents. New York, Norton, 1962, p. 38.

(7) Alfred MacAdam, 1;/ lndividl«fl y el otro. Buenos Aires, La Librería, 1971, p.65. (34) J orge Luis Borgee, Otras lnqulslclcmes. Buenos Aires, Emecé, 1960, p. 218.
(35) lbid., p. 17.
(8) Joaquín Roy, Julio Cortá:11r ante su sociedad. Barcelona, Península, 1974, p.66.
(36) Roland Barthes, Ensayos críticos., op. cit., pp. 192-193.
(9) Nestor Gareía Canclini, op. clt ., p.22.
(37) Margarita García Flores, "Siete respuestas de Julio Cortázar". Rrvlsta de la Un/.
(10) lbid., pp. 22·23. versldad de Mixlco, marzo 1967, vol. XXI, NO 7, pp. 10·11.
• . (38) Julio Cortáur, La vuelta al mundo en ochenta d1'as. México, Siglo XXI, 1967, pp.
(11) Jean L. Andreu, "Pour une lecture de "Casa tomada" de Jul io Cortá:tar" Cara11,. 25 26
llr : Calllers du mtllldt' hlsp.mlqut' et lusu-órüilien, NO 10, 1968, p. 58. '
<?9) El presente ennyo es parte de un trabajo más amplio que abarca todos los cuentos
(12) lbid., pp. 62·63. de Bestiario . .Hemos hecho extensivas a "Cua tomada" algunas c:onclusiones globales que emer·
gen del trabaJo en su totalidad. Estas c:onc:lusiones fueron presenudas In t~xtenso en una con fe.
(13) lbid., p. 63. rencia en la Universid2d de Texas en Austin el11 de mano de 1977.

( 14) Jbld.

(15) lbid., p. 64.

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