UCASAL

ESCUELA DE FORMACIÓN DOCENTE PARA PROFESIONALES

Carrera: Formación Docente para Profesionales
Materia: Teología
Profesor: Mg. Lic. Silvia Peralta

Tema: EL MAL Y LA GRACIA

Ficha Técnica
¿QUÉ ES EL MAL?
“Ausencia de bien” (San Agustín)
¿CÓMO SE COMBATE EL MAL?
Haciendo el bien.
PO: (pecado original)
Marca un antes y un después en la historia de la salvación. Antes del P.O. todo era ordenado, armonioso,
equilibrado, se vivía en “estado de justicia original”. Adán y Eva=humanidad entera, gozaban de los “dones
preternaturales”. Algunos teólogos sostienen que el hombre no moría por estar en estado de justicia original.
Otros teólogos sostenían que el hombre si moría pero no sufría. El hombre se relacionaba sin “conflicto”, sin
“crisis” consigo mismo, con el mundo, con los demás, con Dios. Luego, cuando irrumpe el P.O. (pecado de los
orígenes) todo se vuelve desordenado, caótico, crítico, todo se desequilibra. Ya no se vive en estado de justicia
original y los dones preternaturales se pierden. Las relaciones humanas se tornan complejas. El hombre ya no es
dócil a Dios, se vuelve desobediente. Elige (libre albedrío) querer ser como Dios: es decir, por naturaleza, el
hombre está llamado a descubrir la ley natural o moral que está inscripta en su corazón. El hombre descubre lo
que está bien y lo que está mal. Querer ser como Dios significa, no descubrir lo que está bien o mal, sino
“establecer”, “determinar” lo que está bien y mal. Entonces pecan, y son expulsados del paraíso. Sobreviene la
“promesa de redención”, Dios encarnado, Jesucristo, plenitud de la revelación, verdadero Dios y verdadero
hombre. Dios se encarna por conveniencia, no por necesidad. Por conveniencia significa que para los hombres
era conveniente la encarnación de Dios como remedio al mal de la muerte introducido por el pecado.
PECADO
“Desobediencia a Dios”
Pecado mortal: la relación con Dios se corta abruptamente y en libertad. Materia grave, pleno conocimiento y
consentimiento. Hay que confesarlos sí o si.
Pecado venial: la relación con Dios se va cortando paulatinamente. Es necesario confesarlos para que no decaiga
la fe.
BAUTISMO
Por el sacramento del Bautismo se “borra” el pecado original”, no así la “inclinación” al pecado o
“concupiscencia”, con la cual debemos convivir toda la vida. La gracia de Dios nos ayuda a hacer el bien que
debemos hacer y no el mal que generalmente hacemos.
TIPOS DE MAL
Esta clasificación no es taxativa:
-Mal moral: pecado
-Mal físico: por ejemplo, adolecer de una discapacidad física (la falta de un brazo).
-Mal metafísico: por ejemplo, cuando me dispongo a cruzar una calle, tomo todos los recaudos (prudencia- recta
razón), y me atropellan inesperadamente.
- Mal por maleficio: son los males que se ocasionan a las personas por brujería.

GRACIA
¿QUÉ ES LA GRACIA?
AT: Esta palabra no tiene una larga historia religiosa
NT: Para expresar sintéticamente la novedad de la experiencia del don de Dios en la existencia cristiana, hacía
falta un nuevo término. Se eligió la palabra “JARIS” (griego) para expresar:
- la novedad de la experiencia cristiana
- la belleza
- la absoluta gratuidad del don de Dios en Cristo
- la belleza del cariño, la misericordia, la ternura de Dios
“La gracia es la COMUNICACIÓN de la BELLEZA de DIOS al hombre” Es Dios mismo que hace participar al
ser humano de su hermosura, donde se unen tanto la participación de esa belleza en el orden del ser, como la
participación sobrenatural de esa belleza (gracia santificante) que introduce al hombre en la amistad con Dios.
Ambas participaciones son gratuitas y son manifestaciones “ad extra” del amor divino.
“La gracia es la BELLEZA del AMOR DIVINO que no se puede medir y controlar, que va más allá de lo
debido”
“BELLEZA del MISTERIO TRINITARIO” que se comunica en el crucificado. “AMOR TRINITARIO
ETERNO”.
¿CÓMO LLEGA LA GRACIA A NUESTRA VIDA?: Por vías ordinarias: los sacramentos: Bautismo,
Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los Enfermos, Orden Sagrado y Matrimonio.
Crecimiento intensivo y extensivo de la gracia.
MERITO –JUSTIFICACIÓN:
La salvación ha sido obrada por Jesucristo para toda la humanidad. Pero corresponde a cada hombre (varón y
mujer) en libertad, “APROPIARSE” de esa salvación.
Doctrina sobre el mérito: (Decreto sobre la Justificación del Concilio de Trento): El hombre no merece la
justificación. El hombre de ningún modo y con ninguna obra puede merecer, comprar o exigir la amistad con
Dios, que nos trasciende infinitamente y que sólo puede ser regalada por Él gratuitamente. El hombre pecador,
con actos buenos movidos por el impulso del Espíritu, puede disponerse a la justificación, pero esos actos de
ningún modo merecen la justificación (justificación=sanado=reconciliado=regenerado=revivificado=nueva
creación=nuevo nacimiento.)
Hablar de mérito en definitiva, es hablar de la “cooperación personal para crecer”. Las malas inclinaciones se
van superando de a poco. La gracia actúa en el hombre condicionado.
El hombre no merece la justificación, sí merece el crecimiento en la vida de la gracia.

GRACIA ACTUAL Y GRACIA HABITUAL O SANANTE:

GRACIA HABITUAL O SANTIFICANTE GRACIA ACTUAL

Interviene sólo a partir de la justificación.
Viene de “habitus”, indicando que es una realidad
presente en el hombre, como una segunda
naturaleza de su ser, un nuevo modo de ser.
También renueva las potencias de la persona
produciendo los hábitos operativos virtuosos
(disposiciones estables para obrar el bien)
Implica sobre todo un “salto al infinito; entrar en
la intimidad de la Trinidad, ser elevado a la
amistad con Dios.
Es “inherente” al hombre, es una verdadera
transformación interior del ser.
Es “sanante”, libera realmente de la culpa.
Es “elevante”, coloca al hombre en el estado de
amistad con Dios, en la intimidad de la vida divina,
para lo cual sería completamente incapaz con sus
fuerzas naturales.
Es “estable”, en cuanto el hombre permanece en
el estado de amistad con Dios mientras no exista
una culpa grave, y subsiste también cuando no
puede producir actos (un bebé que acaba de ser
bautizado, un hombre dormido, o un enfermo
inconsciente, etc.)
El justificado merece el crecimiento de esta
gracia santificante. Así puede ser “más” amigo de
Dios, más justo.
Definición: “SITUACIÓN ESTABLE,
INHERENTE AL SER DEL HOMBRE, EN LA
CUAL VIVE COMO AMIGO DE DIOS,
PARTICIPANDO DE LA VIDA INTIMA DE
LA TRINIDAD QUE SE AUTOCOMUNICA A
ÉL, LO RENUEVA Y LE PERMITE OBRAR
MERITORIAMENTE”
Interviene antes o después de la justificación
No modifica el ser del hombre. Sólo produce
“actos”. Es el Espíritu que impulsa las potencias a
producir acciones que solas no podrían realizar.
Únicamente en este sentido es “elevante”,
considerando la finalidad sobrenatural de esos
actos: disponer a la justificación, por ejemplo.
Por sí misma no nos introduce en la amistad con
Dios, en la intimidad trinitaria. Pero nos impulsa a
desearla, pedirla y a disponernos.
Es un “auxilio externo” del Espíritu que no
renueva el ser interior del hombre y no lo libera de
sus pecados. Por eso también está presente en el
pecador: no es sanante.
Es un “auxilio transitorio”.
También obra en el justificado impulsando sus
potencias para que hagan actos “más perfectos”
Así provoca méritos para crecer en la gracia
santificante recibida.
Definición: “ACCIÓN DEL ESPÍRITU QUE,
SIN RENOVAR EL SER DEL HOMBRE Y
SUS POTENCIAS, IMPULSA LAS
POTENCIAS PARA QUE REALICEN
ACTOS, YA SEAN MERAMENTE
DISPOSITIVOS, MERITORIOS O
CARISMÁTICOS”