– Francois Delsarte (1811-1871)

La ciencia de Delsarte influyó en la corriente de expresión corporal que se

propagó por Estados Unidos a finales del siglo XIX y sus principios han
proporcionado los cimientos sobre los que reposan las distintas
corrientes de la danza moderna. Su influencia se extendió llegando
incluso a Alemania, donde Isadora Duncan importó el método cuando
hizo su gira por Berlín en 1902 y desarrolló su enseñanza en la escuela
que fundó en Grünewald. Laban incorporó más tarde a su
sistema muchos principios nuevos. El lenguaje corporal y las leyes que
marcó Delsarte siguen aún en vigor.

Delsarte se rebela decidiendo consagrar su vida al descubrimiento de las

leyes de la expresión.

Como cantante descubre una relación directa entre la voz y el gesto:

observó al hombre en todos sus aspectos estableciendo una clasificación
que le permitió definir las leyes de la expresión corporal. Creó un sistema
explicando la relación entre los movimientos físicos y los espirituales,
entre el cuerpo y el espíritu, entre el pensamiento y el gesto.

Por tanto, podemos decir que su mayor aportación es el estudio del

gesto.
En su técnica, el torso se convierte en el verdadero instrumento de
la expresión humana, es el centro vital, un núcleo donde emana el flujo
del movimiento.
“La emoción se expresa en movimiento”. En el gesto y el movimiento
existen dos técnicas: la tensión y la relajación. (Ésta será la base de
Mary Wigman y de Martha Graham).
No dejó ningún escrito de sus investigaciones, por lo que sus alumnos
fueron sus transmisores.

Francois Delsarte.

– Jacques Emile Dalcroze ( 1865- 1950)

Se le considera suizo aunque su verdadero origen sea vienés.
Empezó su andadura como pianista de cabaret en París
y Argel.Después, se trasladó a Ginebra para ser profesor en un
conservatorio de música. Allí fue donde su rumbo cambió para llegar a
ser un teórico de la danza.
Hizo un estudio del ritmo, “Le rythme, la musique et l’ éducation”, en
1920. Creo un instituto del ritmo aplicado en Dresde, enseñando un
sistema para adquirir el sentido musical por medio del ritmo corporal.
Es el creador del Euro Ritmo y de la Gimnasia Rítmica.
Tomó el ritmo como base de la danza, partiendo de un ritmo
orgánico que procede de la estructura muscular del cuerpo y sus
juegos de tensión-relajación.
Para él lo más importante es desarrollar “automatismos” que llevan al
dominio corporal y que hacen posible la expresión de los diversos
sentimientos.
Dalcroze creó escuelas en Suiza y Alemania. También es esencial el
“dalcrozismo” en la formación de actores contemporáneos.