La Educación Técnica y el rol del Docente bajo el enfoque
de las Competencias Laborales en el Bicentenario.
Tipo Lectura: Ensayo Autor: Juan Walter Matus
El nuevo contexto económico y social marcado por una rápida
globalización de la economía, la incorporación de nuevas tecnologías y los cambios en la organización del trabajo, han exigido, en la última década a los sistemas de formación y calificación profesional, procesos de reforma que den respuesta a esta nueva situación, estableciendo una vinculación eficiente entre el sector productivo y el sistema educativo. En el Bicentenario, las nuevas exigencias competitivas de la sociedad basada en el conocimiento requieren que las instituciones educativas sean capaces de organizar y reestructurar sus planes de estudio, de manera que el alumno egresado tenga más posibilidades de incorporarse y de desempeñarse eficientemente en un determinado puesto de trabajo. En este contexto, emerge el enfoque de competencias laborales, donde ya en los años 80´ algunos países industrializados visualizaron un creciente y fuerte divorcio entre el mundo de la educación y el mundo del trabajo. Este fenómeno de separación se evidenciaba en la dimensión cuantitativa, pero fundamentalmente en lo cualitativo y resultaba extremadamente difícil desde la óptica sustentada hasta el momento, lograr revertir una situación que comenzaba a ser insostenible. Del mismo modo, las instituciones, cada una con su historia, presentan sistemas de control social que incluyen al educando, al cuerpo docente y funcionarios que la constituyen. Desde el punto de vista educacional, esto merece especial atención, debido a que las nuevas generaciones plantean problemas de acatamiento, ante un sistema normativo reificado. Por otra parte, al hacer referencia al orden social, implica un proceso necesario para fortalecer a la institución educadora, donde es necesario reconocer la existencia de universos y subuniversos simbólicos con el fin de otorgar sentido a la labor educativa de todos los actores. Así, la institución educativa en su nivel de educación media técnica puede ser observada desde dos perspectivas que incluyen los roles y las normas, ambos establecidos durante un proceso de construcción de la institución que define lo que hay que hacer, lo que se establece en lenguaje de símbolos apropiados, relaciones entre docentes, sus otros significantes, los educandos y que genera en definitiva un ambiente laboral que intenta aumentar el bien tan escaso que denominamos Educación. Ahora bien, miremos la educación técnica y la profesionalización docente desde el punto de vista de la socio-antropología. Tratemos de mirar aquí más allá de la fachada, como indica Berger, y desenmascaremos los procesos ocultos tras ello. La profesionalización no es sólo y simplemente la lucha por un estatus que hasta ahora ha quedado reservado a otros profesionales. Por lo tanto, se debe ir más allá de las propias ideas y entender que en toda acción profesional existe un anclaje en un conocimiento que considera, pero que no sacraliza la “experiencia personal” al momento de emitir juicios profesionales. Además, debemos situar la reflexión acerca de la educación técnica y los profesionales de ella, en el marco de la transformación; de lo que Touraine llama la transformación del actor en sujeto. En esta perspectiva, es necesario establecer la construcción de una escuela técnica-profesional que se centre en la libertad del sujeto, en la diversidad cultural y la existencia del otro legítimo, y en la superación de las desigualdades en términos de oportunidades y situaciones reales; y que en el Bicentenario, el propio Touraine nos invita a una reflexión que surja de los docentes y de las escuelas técnicas en general. “Pero que intervengan los docentes, se los ruego”.