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La transferencia de calor es el proceso de propagación del calor en distintos medios.

La
parte de la física que estudia estos procesos se llama a su vez Transferencia de
calor o Transmisión de calor. La transferencia de calor se produce siempre que existe un
gradiente térmico o cuando dos sistemas con diferentes temperaturas se ponen en contacto.
El proceso persiste hasta alcanzar el equilibrio térmico, es decir, hasta que se igualan las
temperaturas. Cuando existe una diferencia de temperatura entre dos objetos o regiones lo
suficientemente próximas, la transferencia de calor no puede ser detenida, solo puede hacerse
más lenta.

Índice
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 1Transferencia de calor y termodinámica


 2Modos de transferencia
 3Aislamiento y barreras de radiación
 4Véase también
 5Referencias
o 5.1Fuente
o 5.2Revistas relacionadas
 6Enlaces externos

Transferencia de calor y termodinámica[editar]


La termodinámica es la ciencia que estudia la relación entre el calor y otras formas de energía.
El calor es energía en tránsito. Siempre que existe un gradiente de temperatura en un sistema
o se ponen en contacto dos sistemas a diferente temperatura, se transfiere energía entre ellos.
Sabemos de esta transferencia, no porque la veamos, sino por los cambios que se producen
en el o los sistemas. La Termodinámica, basándose en los estados de cada sistema desde un
punto de vista macroscópico, es decir, en función de atributos tales como la presión,
la temperatura y el volumen, que se pueden medir, determina si ha habido cambios en
la energía interna de los mismos. En cumplimiento del Primer principio y descartada la
interacción de trabajo con el exterior, la variación de energía interna solo puede ser debida
a calor, es decir, a transferencia de energía de un sistema al otro.
Pero los parámetros macroscópicos solo se pueden medir, o tiene valor su medida, si es
homogénea en todo el sistema, lo que solo ocurre si están en equilibrio. La termodinámica, por
tanto, se ocupa de los estados de equilibrio y en función de sus diferencias determina la
cantidad de energía transferida de un estado al otro, pero sin considerar el mecanismo de flujo
de calor ni la velocidad a la que se ha realizado la transferencia. En un análisis termodinámico
se sabe la cantidad de energía necesaria para pasar de un estado al otro, pero no se conoce
cuánto tiempo ha requerido la transferencia, porque el tiempo no se incluye como variable en
el análisis.1 Esto es objetivo de otra rama de la ciencia que se conoce como Transferencia de
calor.

Modos de transferencia[editar]
Imagen tomada de una computación de convección en el manto terrestre, los colores rojizos
representan áreas más calientes y los más azules las más frías.

Concentración de calor radiado del sol, por procedimientos ópticos.

En general, se reconocen tres modos distintos de transferencia de calor: conducción,


convección y radiación, aunque en rigor, solo la conducción y radiación debieran considerarse
formas de transmisión de calor, porque solo ellas dependen exclusivamente de un
desequilibrio térmico para producirse. Para que se produzca convección, tiene que haber un
transporte mecánico de masa además de una diferencia de temperatura, sin embargo,
teniendo en cuenta que la convección también transfiere energía de zonas con mayor
temperatura a zonas con menor temperatura, normalmente se admite el modo transferencia
de calor por convección.

 Conducción: Es la transferencia de calor que se produce a través de un medio material


por contacto directo entre sus partículas, cuando existe una diferencia de temperatura y
en virtud del movimiento de sus micropartículas. El medio puede ser sólido, líquido o
gaseoso, aunque en líquidos y gases solo se da la conducción pura si se excluye la
posibilidad de convección. La cantidad de calor que se transfiere por conducción, viene
dada por la ley de Fourier. Esta ley afirma que la velocidad de conducción de calor a
través de un cuerpo por unidad de sección transversal, es proporcional al gradiente de
temperatura que existe en el cuerpo.

 Convección: La transmisión de calor por convección se compone de dos mecanismos


simultáneos. El primero, es la transferencia de calor por conducción, debido al movimiento
molecular, a la que se superpone la transferencia de energía por el movimiento de
fracciones del fluido que se mueven accionadas por una fuerza externa, que puede ser un
gradiente de densidad (convección natural), o una diferencia de presión producida
mecánicamente (convección forzada) o una combinación de ambas. La cantidad de calor
transferido por convección, se rige por la ley de enfriamiento de Newton

 Radiación: Se puede atribuir a cambios en las configuraciones electrónicas de los átomos


o moléculas constitutivas. En ausencia de un medio, existe una transferencia neta de calor
por radiación entre dos superficies a diferentes temperaturas, debido a que todas las
superficies con temperatura finita emiten energía en forma de ondas
electromagnéticas.2 El calor emitido por una superficie en la unidad de tiempo, viene dado
por la ley de Stefan-Boltzmann.

Aislamiento y barreras de radiación[editar]


Artículo principal: Aislamiento térmico

Como se ha visto, no se puede impedir la transferencia de calor, pero se puede actuar sobre
la velocidad en que se produce. Todos los materiales son, en mayor o menor grado,
conductores del calor, su disposición para este fin se califica mediante el coeficiente de
conductividad. Los materiales cuyo coeficiente de conductividad es muy bajo, se denominan
aislantes. Los metales son buenos conductores de calor. En contraposición, la baja
conductividad es inherente a los gases.
Los aislantes térmicos son materiales específicamente diseñados para reducir el flujo de calor
limitando la conducción, convección o ambos. En la mayoría de los casos, esto se logra
atrapando un gas en el interior de pequeñas oquedades practicadas en un sólido. Sin
embargo, como los gases son fluidos, el calor también se transfiere por convección en el
interior de los huecos y por radiación entre sus paredes, con lo que la conductividad
conseguida, ya no es una propiedad del material, sino que es el resultado de la combinación
de mecanismos de flujo y se la podría denominar conductividad efectiva, la cual no solo
cambia con la temperatura, sino que lo hace también con la presión y con las condiciones
ambientales como la humedad.
La conductividad de una sustancia depende de su estado y de la temperatura. Se expresa en

el S.I. de unidades en
Según la ecuación de Fourier:

se llama resistencia térmica por unidad de superficie y es un coeficiente


característico de los materiales aislantes, inverso de la conductancia.
La fibra de vidrio rígida, un material aislante usado comúnmente, tiene un valor R de 4 por
pulgada, mientras que el cemento, un buen conductor, tiene un valor de 0.08 por
pulgada.3
Las barreras de radiación, son materiales que reflejan la radiación, reduciendo así el flujo
de calor de fuentes de radiación térmica. Los buenos aislantes no son necesariamente
buenas barreras de radiación, y viceversa. Los metales, por ejemplo, son excelentes
reflectores pero muy malos aislantes.
La efectividad de una barrera de radiación está indicado por su reflectividad, la cual es
una fracción de la radiación reflejada. Un material con una alta reflectividad (en
una longitud de onda) tiene una baja absortividad, y por consiguiente una baja emisividad.
Un reflector ideal tiene un coeficiente de reflectividad igual a 1, lo que significa que refleja
el 100% de la radiación entrante. Por otro lado, en el caso de un cuerpo negro, el cual
tiene una excelente absortividad y emitividad de la radiación térmica, su coeficiente de
reflectividad es casi 0. Las barreras de radiación tiene una gran aplicación en ingeniería
aeroespacial; la gran mayoría de los satélites usan varias capas aislantes aluminizadas
que reflejan la luz solar, lo que permite reducir la transferencia de calor y controlar la
temperatura del satélite.
CONDUCCIÓN
En los sólidos, la única forma de transferencia de calor es la conducción. Si se calienta un extremo de
una varilla metálica, de forma que aumente su temperatura, el calor se transmite hasta el extremo más
frío por conducción. No se comprende en su totalidad el mecanismo exacto de la conducción de calor
en los sólidos, pero se cree que se debe, en parte, al movimiento de los electrones libres que
transportan energía cuando existe una diferencia de temperatura. Esta teoría explica por qué los
buenos conductores eléctricos también tienden a ser buenos conductores del calor. En 1822, el
matemático francés Joseph Fourier dio una expresión matemática precisa que hoy se conoce
como ley de Fourier de la conducción del calor. Esta ley afirma que la velocidad de conducción de
calor a través de un cuerpo por unidad de sección transversal es proporcional al gradiente de
temperatura que existe en el cuerpo (con el signo cambiado).
El factor de proporcionalidad se denomina conductividad térmica del material. Los materiales como
el oro, la plata o el cobre tienen conductividades térmicas elevadas y conducen bien el calor, mientras
que materiales como el vidrio o el amianto tienen conductividades cientos e incluso miles de veces
menores; conducen muy mal el calor, y se conocen como aislantes. En ingeniería resulta necesario
conocer la velocidad de conducción del calor a través de un sólido en el que existe una diferencia de
temperatura conocida. Para averiguarlo se requieren técnicas matemáticas muy complejas, sobre todo
si el proceso varía con el tiempo; en este caso, se habla de conducción térmica transitoria. Con la
ayuda de ordenadores (computadoras) analógicos y digitales, estos problemaspueden resolverse en la
actualidad incluso para cuerpos de geometría complicada.
CONVECCIÓN
Si existe una diferencia de temperatura en el interior de un líquido o un gas, es casi seguro que se
producirá un movimiento del fluido. Este movimiento transfiere calor de una parte del fluido a otra por
un proceso llamado convección. El movimiento del fluido puede ser natural o forzado. Si se calienta
un líquido o un gas, su densidad (masa por unidad de volumen) suele disminuir. Si el líquido o gas se
encuentra en el campo gravitatorio, el fluido más caliente y menos denso asciende, mientras que el
fluido más frío y más denso desciende. Este tipo de movimiento, debido exclusivamente a la no
uniformidad de la temperatura del fluido, se denomina convección natural. La convección forzada se
logra sometiendo el fluido a un gradiente de presiones, con lo que se fuerza su movimiento de
acuerdo a las leyes de la mecánica de fluidos.
Supongamos, por ejemplo, que calentamos desde abajo una cacerola llena de agua. El líquido más
próximo al fondo se calienta por el calor que se ha transmitido por conducción a través de la cacerola.
Al expandirse, su densidad disminuye y como resultado de ello el agua caliente asciende y parte del
fluido más frío baja hacia el fondo, con lo que se inicia un movimiento de circulación. El líquido más
frío vuelve a calentarse por conducción, mientras que el líquido más caliente situado arriba pierde
parte de su calor por radiación y lo cede al aire situado por encima. De forma similar, en una cámara
vertical llena de gas, como la cámara de aire situada entre los dos paneles de una ventana con doble
vidrio, el aire situado junto al panel exterior —que está más frío— desciende, mientras que al aire
cercano al panel interior —más caliente— asciende, lo que produce un movimiento de circulación.
El calentamiento de una habitación mediante un radiador no depende tanto de la radiación como de
las corrientes naturales de convección, que hacen que el aire caliente suba hacia el techo y el aire frío
del resto de la habitación se dirija hacia el radiador. Debido a que el aire caliente tiende a subir y el aire
frío a bajar, los radiadores deben colocarse cerca del suelo (y los aparatos de aire acondicionado
cerca del techo) para que la eficiencia sea máxima. De la misma forma, la convección natural es
responsable de la ascensión del agua caliente y el vapor en las calderas de convección natural, y del
tiro de las chimeneas. La convección también determina el movimiento de las grandes masas de aire
sobre la superficie terrestre, la acción de los vientos, la formación de nubes, las corrientes oceánicas
y la transferencia de calor desde el interior del Sol hasta su superficie.
RADIACIÓN
La radiación presenta una diferencia fundamental respecto a la conducción y la convección: las
sustancias que intercambian calor no tienen que estar en contacto, sino que pueden estar separadas
por un vacío. La radiación es un término que se aplica genéricamente a toda clase de fenómenos
relacionados con ondas electromagnéticas. Algunos fenómenos de la radiación pueden describirse
mediante la teoría de ondas, pero la única explicación general satisfactoria de la radiación
electromagnética es la teoría cuántica. En 1905, Albert Einstein sugirió que la radiación presenta a
veces un comportamiento cuantizado: en el efecto fotoeléctrico, la radiación se comporta como
minúsculos proyectiles llamados fotones y no como ondas. La naturaleza cuántica de la energía
radiante se había postulado antes de la aparición del artículo de Einstein, y en 1900 el físico alemán
Max Planck empleó la teoría cuántica y el formalismo matemático de la mecánica estadística para
derivar una ley fundamental de la radiación. La expresión matemática de esta ley,
llamada distribución de Planck, relaciona la intensidad de la energía radiante que emite un cuerpo en
una longitud de onda determinada con la temperatura del cuerpo. Para cada temperatura y cada
longitud de onda existe un máximo de energía radiante. Sólo un cuerpo ideal (cuerpo negro) emite
radiación ajustándose exactamente a la ley de Planck. Los cuerpos reales emiten con una intensidad
algo menor.
La contribución de todas las longitudes de onda a la energía radiante emitida se
denomina poder emisor del cuerpo, y corresponde a la cantidad de energía emitida por unidad de
superficie del cuerpo y por unidad de tiempo. Como puede demostrarse a partir de la ley de Planck, el
poder emisor de una superficie es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura absoluta. El
factor de proporcionalidad se denomina constante de Stefan-Boltzmann en honor a dos físicos
austriacos, Joseph Stefan y Ludwig Boltzmann que, en 1879 y 1884 respectivamente, descubrieron
esta proporcionalidad entre el poder emisor y la temperatura. Según la ley de Planck, todas las
sustancias emiten energía radiante sólo por tener una temperatura superior al cero absoluto. Cuanto
mayor es la temperatura, mayor es la cantidad de energía emitida. Además de emitir radiación, todas
las sustancias son capaces de absorberla. Por eso, aunque un cubito de hielo emite energía radiante
de forma continua, se funde si se ilumina con una lámpara incandescente porque absorbe una
cantidad de calor mayor de la que emite.
Las superficies opacas pueden absorber o reflejar la radiación incidente. Generalmente, las
superficies mates y rugosas absorben más calor que las superficies brillantes y pulidas, y las
superficies brillantes reflejan más energía radiante que las superficies mates. Además, las sustancias
que absorben mucha radiación también son buenos emisores; las que reflejan mucha radiación y
absorben poco son malos emisores. Por eso, los utensilios de cocina suelen tener fondos mates para
una buena absorción y paredes pulidas para una emisión mínima, con lo que maximizan la
transferencia total de calor al contenido de la cazuela.
Algunas sustancias, entre ellas muchos gases y el vidrio, son capaces de transmitir grandes
cantidades de radiación. Se observa experimentalmente que las propiedades de absorción, reflexión y
transmisión de una sustancia dependen de la longitud de onda de la radiación incidente. El vidrio, por
ejemplo, transmite grandes cantidades de radiación ultravioleta, de baja longitud de onda, pero es un
mal transmisor de los rayos infrarrojos, de alta longitud de onda. Una consecuencia de la distribución
de Planck es que la longitud de onda a la que un cuerpo emite la cantidad máxima de energía radiante
disminuye con la temperatura. La ley de desplazamiento de Wien, llamada así en honor al físico
alemán Wilhelm Wien, es una expresión matemática de esta observación, y afirma que la longitud de
onda que corresponde a la máxima energía, multiplicada por la temperatura absoluta del cuerpo, es
igual a una constante, 2.878 micrómetros-Kelvin. Este hecho, junto con las propiedades de
transmisión del vidrio antes mencionadas, explica el calentamiento de los invernaderos. La energía
radiante del Sol, máxima en las longitudes de onda visibles, se transmite a través del vidrio y entra en
el invernadero. En cambio, la energía emitida por los cuerpos del interior del invernadero,
predominantemente de longitudes de onda mayores, correspondientes al infrarrojo, no se transmiten
al exterior a través del vidrio. Así, aunque la temperatura del aire en el exterior del invernadero sea
baja, la temperatura que hay dentro es mucho más alta porque se produce una considerable
transferencia de calor neta hacia su interior.
Además de los procesos de transmisión de calor que aumentan o disminuyen las temperaturas de los
cuerpos afectados, la transmisión de calor también puede producir cambios de fase, como
la fusión del hielo o la ebullición del agua. En ingeniería, los procesos de transferencia de calor suelen
diseñarse de forma que aprovechen estos fenómenos. Por ejemplo, las cápsulas espaciales que
regresan a la atmósfera de la Tierra a velocidades muy altas están dotadas de un escudo térmico que
se funde de forma controlada en un proceso llamado ablación para impedir un sobrecalentamiento del
interior de la cápsula. La mayoría del calor producido por el rozamiento con la atmósfera se emplea en
fundir el escudo térmico y no en aumentar la temperatura de la cápsula.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/transf-calor/transf-calor.shtml#ixzz4i6RulEq0


TRANSFERENCIA DE CALOR
Por Biól. Nasif Nahle

Calor es la energía en tránsito desde un sistema con alta temperatura a otro sistema con más baja
temperatura.

El calor se asocia con la energía interna cinética y potencial de un sistema (movimiento molecular
aparentemente desorganizado).

Hay un dilema con la comprensión del párrafo anterior: Si el calor es una forma de la energía
asociada a la vibración y el movimiento de las partículas, ¿qué es el calor que se mueve por el
espacio vacío entre la Tierra y el Sol, donde en su mayor parte no hay moléculas? Bien, debemos
saber que el calor puede también ser transferido desde cualquier fuente por Radiación. La radiación
térmica es radiación electromagnética que se mueve con quanta en ondas, para ser preciso, con
fotones en ondas, como se propaga la luz. Así, la transferencia de calor radiante puede suceder a
través del vacío.

El calor siempre fluye desde una región con temperatura más alta hacia otra región con temperatura
más baja. La transferencia o dispersión del calor puede ocurrir a través de tres mecanismos
posibles, conducción, convección y radiación:

CONDUCCIÓN: Flujo de calor a través de medios sólidos por la vibración interna de las moléculas y
de los electrones libres y por choques entre ellas. Las moléculas y los electrones libres de la fracción
de un sistema con temperatura alta vibran con más intensidad que las moléculas de otras regiones
del mismo sitema o de otros sistemas en contacto con temperaturas más bajas. Las moléculas con
una velocidad más alta chocan con las moléculas menos excitadas y transfieren parte de su energía a
las moléculas con menos energía en las regiones más frías del sistema. Las moléculas que absorben
el excedente de energía también adquirirán una mayor velocidad vibratoria y generarán más calor
(energía potencial -absorbe calor- <--> energía cinética -emite calor).

Por ejemplo, la conducción de calor a través de la carrocería de un coche.

Los metales son los mejores conductores térmicos; mientras que los materiales no metálicos son
conductores térmicos imperfectos.

CONVECCIÓN: Es el flujo de calor mediante corrientes dentro de un fluido (líquido o gaseoso). La


convección es el desplazamiento de masas de algún líquido o gas. Cuando una masa de un fluido se
calienta al estar en contacto con una superficie caliente, sus moléculas se separan y se dispersan,
causando que la masa del fluido llegue a ser menos densa. Cuando llega a ser menos denso se
desplazará hacia arriba u horizontalmente hacia una región fría, mientras que las masas menos
calientes, pero más densas, del fluido descenderán o se moverán en un sentido opuesto al del
movimiento de la masa más caliente (el volumen de fluido menos caliente es desplazado por el
volumen más caliente). Mediante este mecanismo los volúmenes más calientes transfieren calor a
los volúmenes menos calientes de ese fluido (un líquido o un gas).

Por ejemplo, cuando calentamos agua en una estufa, el volumen de agua en el fondo de la olla
adquirirá el calor por conducción desde el metal de la olla y se hará menos denso. Entonces, al ser
menos denso, se moverá hacia la superficie del agua y desplazará a la masa superior menos caliente
y más densa hacia el fondo de la olla.

RADIACIÓN: Es la transferencia de calor por medio de ondas electromagnéticas. No se requiere de


un medio para su propagación. La energía irradiada se mueve a la velocidad de la luz. El calor
irradiado por el Sol se puede intercambiar entre la superficie solar y la superficie de la Tierra sin
calentar el espacio de transición.

Por ejemplo, si colocamos un objeto (tal como una moneda, un coche, o a nosotros mismos) bajo los
rayos del Sol directos; al poco tiempo notaremos que el objeto se calentará. El intercambio de calor
entre el Sol y el objeto ocurrirá por medio de radiación.

Un Depósito de Calor es un sistema capaz de absorber calor de un objeto con el que está en contacto
térmico sin que ocurra un cambio de fase o una variación significativa en su temperatura.

En la ubicación de la Tierra, el espacio exterior, el campo gravitacional (Guth. 1999. Pág. 29-31) y
el falso vacío son Depósitos de Calor.

El agua tiene un Calor Específico de 4190 j/Kg-°C, mientras que el aire y el suelo tienen un Calor
Específico de 1050 J/Kg -°C cada uno.

El agua tiene un Calor Específico más alto que el suelo y el aire; así, la Capacidad Térmica del agua
es más alta que la Capacidad Térmica del aire y la tierra. A una Capacidad Térmica más grande, una
tasa más lenta en la disipación del calor.

La atmósfera y la tierra no pueden mantener una generación de calor por períodos más largos que el
agua porque tienen una Capacidad Térmica más baja que el agua. Para volúmenes iguales (1 Kg de
cada medio), el agua absorbe más calor que el aire o la tierra, así que las aguas absorben más calor –
que se convierte en energía cinética y potencial- que la tierra o el aire. Un cuerpo con una alta
densidad de energía demorará más para consumir su energía interior que un cuerpo con una
densidad más baja de energía. Por ejemplo, si usted tiene diez dólares y su amigo tiene cinco
dólares, y cada uno se obliga a gastar un dólar por día, usted demorará diez días para gastar su
dinero, mientras que su amigo demorará sólo cinco días para gastar su dinero.

En general, la tierra y el aire tienen, independientemente, 1/4 del Calor Específico del agua. Por
ejemplo, el Calor Específico del Bióxido de Carbono es de 850 J/Kg -°C, o sea, 4.92 veces menor que
la del agua, por tanto, su capacidad calorífica será menor que la del agua. De igual forma, para
masas iguales de las substancias comparadas y a temperaturas igualadas, el Bióxido de Carbono
pierde calor cinco veces más rápido que el agua. Si un Kilogramo de agua a 30 °C se enfriara hasta
los 20 °C en 10 minutos, un Kilogramo de Bióxido de Carbono a 30 °C disminuiría su temperatura a
20 °C en dos minutos. La regla es: Si lo ganas rápido, lo pierdes rápido. Como dato interesante, el
Hidrógeno posee un Calor Específico de 14200 J/Kg -°C y el Metano, otro de los famosos gases de
"Invernadero" es de 2200 J/Kg -°C. (Datos sobre el Calor Específico de las sustancias obtenidos
de MONACHOS ENGINEERING y de Wittemann).

El agua absorbe la Radiación Infrarroja proveniente del Sol y del Cosmos debido a que la frecuencia
vibratoria interior de sus moléculas es la misma frecuencia de las ondas de la Radiación Infrarroja
solar. A esta forma de adquisición de calor se denomina Absorción por Resonancia.

Los humanos sentimos el calor irradiado por el Sol y otros sistemas más calientes que nosotros
porque nuestros cuerpos están formados por un 55-75% de agua. El Calor Radiante que incide en
nuestra piel es absorbido por nuestras moléculas de agua por Absorción por Resonancia, de tal
forma que la Radiación Infrarroja dirige la intensidad del movimiento vibratorio interno de las
moléculas de agua de nuestro cuerpo (nuestros cuerpos se calientan); sin embargo, los seres
vivientes en general poseemos sistemas que nos permiten eliminar el exceso de calor de nuestros
organismos para mantener una temperatura interior cuasi-estable (es uno de los muchos procesos
homeostáticos de los biosistemas).

Si la Tierra no tuviese agua, las noches serían extremadamente frías -aunque la atmósfera tuviera
Gases de "Invernadero" cinco veces más concentrados que ahora.

Por ejemplo, si las atmósferas de Marte y la Tierra tuviesen la misma densidad, Marte tendría una
concentración atmosférica de CO2 comparable a 11998.5 ppmv de la Tierra. Sin embargo, debido a
su baja densidad, en Marte la concentración de CO2 atmosférico es equivalente a 0.95% de su
concentración en la Tierra (100 veces menos por la baja densidad de su atmósfera); no obstante,
Marte es un planeta congelado. Marte sólo tiene vestigios de agua (0.03 %). Además, Marte solo
recibe 589.2 W/m+e2 de energía radiante de Sol, mientras que la Tierra recibe 1367.6 W/m+e2 de
energía radiante solar (2.32 veces más que Marte). Por otro lado, Marte tiene un núcleo a una
temperatura de 1727 °C (Fei and Bertka, Science; 2005), mientras que la Tierra tiene un núcleo
generador de calor a 7,200 °C, ¡CUATRO VECES MÁS QUE MARTE!

¿Ha leído usted que “la explicación principal para que la superficie de Venus sea extremadamente
caliente y la superficie marciana esté helada ha sido bastante clara y directa: el "efecto de
invernadero”? Esta afirmación no es cierta porque la verdadera causa es la distancia de cada
planeta al Sol, el calor que emiten sus núcleos y la cantidad de agua en fase líquida que
cada planeta posea. Si el efecto de “invernadero” fuera la causa, entonces Marte, un planeta que
tiene un 95% de Bióxido de carbono, no sería un planeta helado, sino un planeta tibio.

A pesar de la baja densidad de la atmósfera marciana, ésta tiene una concentración de Bióxido de
Carbono de 0.95 %, que es 29.5 veces más alta que la de la atmósfera terrestre. Si su temperatura
global estuviera determinada por el Bióxido de carbono, Marte sería un planeta confortablemente
tibio. Además, la NASA ha informado sobre un Cambio Climático en Marte -específicamente, un
Calentamiento Global marciano, pues el "encogimiento" de los depósitos de Bióxido de Carbono
congelado solo puede significar que la temperatura de la atmósfera de Marte ha subido por encima
de la variación normal. El informe de NASA sobre el Calentamiento Global marciano dice, “Los
nuevos cráteres de impacto formados desde los setentas sugieren cambios a la fecha –según
estimaciones a partir de modelos. Y por tres veranos consecutivos en Marte, los depósitos del
bióxido de carbono congelado en el Polo Sur de Marte se han encogido a partir del tamaño durante
el año anterior, sugiriendo un Cambio Climático en progreso.” (Lea aquí: Reporte de NASA en
Inglés). Los científicos han observado que también Venus, Júpiter (el cambio climático en Júpiter
empezó hace 60 años, igual que en la Tierra), Saturno y su satélite Titán están experimentando
Cambios Climáticos, lo cual indica que el Cambio Climático y el Calentamiento Global son
fenómenos que suceden en todo el Sistema Solar y que tienen un origen cósmico, o... ¿quizás haya
actividades industriales en Marte y en los demás planetas?

Muchos autores de escritos sobre el clima dicen que los gases de “Invernadero” actúan como una
“frazada” que refleja de nuevo el calor a la Tierra –por ejemplo: “Algo del calor re-irradiado es
reflejado de vuelta a la Tierra” (Ultimate Visual Dictionary – The Atmosphere. DK publishing, Inc.
p. 301. 1998). También se lee lo siguiente, “La razón es que la atmósfera funciona como los vidrios
de un invernadero. Esto es debido a que las propiedades de absorción y conducción del vidrio son
semejantes a las de los gases atmosféricos de invernadero…” (Wilson, Jerry D. College Physics-2nd
Edition; p. 382. Prentice Hall Inc. 1994).

Hay muchos autores que han expresado estos acontecimientos térmicos como lo hicieron los
escritores que cité en el párrafo anterior. He encontrado los mismos errores escritos en informes de
NASA, NOA, EPA, etc. Esos defectos involuntarios han sido “inflados” por numerosos
pseudoecologistas y políticos que imponen el concepto erróneo e irracional de los "Gases de
Invernadero", “Calentamiento Global” antropogénico y del “Cambio Climático Antropogénico”,
cerrando los ojos ante las Leyes de la Termodinámica, la Transferencia de Calor, la Expansión
Térmica, las Leyes Físicas de los fluidos, etc.

La atmósfera no es un “vidrio”, ni actúa como un vidrio. Tampoco es una frazada que “re-irradie” el
calor, o que obstruya la convección. ¡Absolutamente no! Lejos de estorbar la transferencia de calor
por convección, los gases permiten la convección. ¡La atmósfera está formada por fluidos, no es
sólida como un vidrio o como una frazada! El calor en un vidrio se transfiere por medio de
conducción (por contacto), mientras que en la atmósfera se transfiere por convección (por
corrientes).

Como todas las substancias, el Bióxido de Carbono tiene una capacidad de absorber el calor del
suelo y los océanos y de transformarlo en energía cinética y potencial interna. Mediante esta
transformación de una forma de la energía a otra, el Bióxido de Carbono genera calor que es
transferido lentamente por convección a las capas atmosféricas superiores. Después de este
traslado, el calor se libera desde las capas atmosféricas más altas hacia el espacio exterior (Depósito
de Calor). Sin embargo, nosotros hemos entendido que la concentración actual de Bióxido de
Carbono no es la fuente del “Calentamiento Global”. Necesitaríamos cerca de 1200 ppmv para subir
la temperatura de la superficie Tierra en 0.5 °C.

La atmósfera terrestre es un estrato formado por una mezcla de gases (aire) que envuelven a la
Tierra y es retenida por la gravedad terrestre.

La atmósfera se estratifica por diferencias de densidad y de temperatura. El Nitrógeno y el Oxígeno


son los componentes predominantes en todas las capas, pero cada capa es menos densa que la capa
previa a partir de la troposfera, la cual es la capa más densa (densidad = magnitud de masa por
unidad del volumen; por ejemplo, la densidad del agua líquida es de 1 Kg por litro).

La cantidad de masa de aire por unidad del volumen disminuye con el incremento en la altura. A
nivel del mar y a 288.2 K (15.2 °C o 59.36 °F), la densidad del aire en la troposfera es de 1.225
Kg/m+e3 y su conductividad térmica es de 0.02596 W/m/ grado Kelvin.
Sin embargo, como todos los materiales, cuando los gases se calientan, sus densidades disminuyen
porque sus moléculas vibran más rápido y se dispersan (Expansión). Así, el volumen de aire es
ampliado hasta un valor máximo, pero su densidad disminuye porque sus moléculas se distribuyen
en un espacio más grande. Si la expansión del gas no fuese posible, entonces la presión ejercida por
el gas aumentaría; por ejemplo, dentro de un contenedor cerrado o en los cilindros de un motor
moderno.

Un día de mi niñez realicé un experimento muy peligroso con un contenedor de vidrio vacío y bien
sellado (un frasco de Nescafé) colocado dentro de una caja de madera (a fin de cuentas sí tomé
algunas precauciones). Coloqué la caja en la estufa de leña y me paré a esperar un tiempo. No sé por
cuánto tiempo demoró, pero el frasco se agrietó y, después de algunos minutos, estalló (sí, sí… Ya sé
lo que tengo que decir.. ¡NO LO INTENTE EN CASA!) La expansión del vidrio agrietó el frasco, y la
expansión del aire atrapado dentro del frasco lo hizo reventar. Obviamente, el calor gobernó este
incidente.

La convección no ocurre en la estratosfera porque en este sector los gases se mueven


horizontalmente; consecuentemente, el calor engendrado por las reacciones en la capa de ozono
solamente se transfiere por radiación y conducción.

EL ESTUDIANTE RON K. DE ALABAMA NOS PREGUNTA: Si el aire tiene una densidad de 1.29
Kg/m cúbico y la densidad del agua es de 1.00 Kg/m cúbico, ¿por qué no se sumerge el aire en el
agua líquida?

RESPUESTA: Ante todo, usted olvidó escribir X 10 +e3 después de la densidad del agua líquida.
Usted debió haber escrito: "Si el aire tiene una densidad de 1.29 Kg/m cúbico y la densidad del agua
es de 1.00 Kg/m cúbico X 10 +e3..." Si expresamos las cantidades sin las notaciones base 10,
leeremos la frase como sigue: "Si el aire tiene una densidad de 1.29 Kg/m cúbico y la densidad del
agua es de 1000 Kg/m cúbico...", lo cual denota claramente que el aire es menos denso que el agua.
Con respecto a su pregunta, si son puestos en medios más densos, los materiales menos densos
tenderían a flotar. Como el aire es menos denso que el agua, el aire se desplazará hacia la superficie
del agua.

Cuándo tratamos el mismo fenómeno físico con el hielo (agua en fase sólida), dado que el hielo tiene
una densidad de 920 Kg/m cúbico, dado que es menos denso que el agua en fase líquida (1000
Kg/m cúbico) el hielo tenderá a flotar en la masa de agua líquida; sin embargo, sólo una porción del
bloque de hielo permanecerá totalmente sumergido en el agua porque la relación entre las
densidades del agua líquida del hielo es del 92%; por ello sólo el 8% del hielo flotará por encima de
la superficie del agua en fase líquida. Para un iceberg, nosotros solamente vemos el 11% del bloque
completo de hielo por encima del nivel del agua porque el agua de mar tiene una densidad de 1030
Kg/m cúbico (la relación sería: 920 ÷ 1030 = 0.89; 0.89 es igual al 89%).

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UN EJEMPLO TOMADO DE LA NATURALEZA:

La Tierra recive 697.04 W/m^2 de energía de un total de 1367 W/m^2 de eneergía entrante desde
el Sol. 14% del calor entrante a la Tierra es absorbido por el aire.

El 31 de marzo de 2007 a las 18:15 UT el suelo absorbió calor que causó una temperatura del suelo
de 318.15 K (45°C), en tanto que la temperatura del aire fue de 300.15 K (27 °C), ¿Cuál fue el cambio
de temperatura (ΔT) cuasado por la absorbencia-emisividad del aire y por sus coeficientes de
conducción y convección?

Para conocer la respuesta tenemos qué saber primero la cantidad de calor transferido desde el suelo
hacia el aire mezclado. Principalmente, tenemos que obtener el Número Grashof y el Coeficiente de
Transferencia de Calor para esas condiciones particulares:

Número Grashof (Gr)

El número Grashof describe un cociente o tasa entre la flotabilidad y la viscosidad:


flotabilidad/viscosidad. Cuando un flúido adyacente a una superficie caliente comienza a aumentar
su temperatura, la densidad de ese fluido disminuye. La flotabilidad causa una elevación de los
flúidos menos densos de tal forma que el líquido adyacente más frío se transporta hasta entrar en
contacto con la superficie más caliente. La fórmula es la siguiente:

Gr L = g β (Ts – T ∞) D^3 / v^2

Donde,

g es la constante gravitacional (9.8 m/s^2)


β es el coeficiente de expansión volumétrica (1/T)
T1-T2 es la diferencia de temperaturas entre dos sistemas adjacentes (18 K).
D^3 es la distancia que separa a dos sistemas elevada al cubo (1 m)
v^2 es el coeficiente de Viscosidad Cinética (2.076 x 10^-5 m^2 / s)

Reemplazando valores:

Gr L = (9.8 m/s^2) (3.332 x 10^-3 K^-1) (18 K) (1 m)^3 / (2.076 X 10^-5)^2 m^4 /s^2 =
5.877648e-1 m^4/s^2 / 4.309776^-10 m^4 /s^2 = 1.36 x 10^9

Coeficiente de Transferencia de Calor (Ћ)

El coeficiente de transferencia térmica (Ћ) es el índice de calor transferido del sistema más caliente
hacia el sistema más frío. Implica el número Grashof, el número Prandtl y la conductividad térmica
del fluido. El número Prandtl no posee dimensiones y se refiere al cociente entre el momentum de
difusión y la difusión térmica. El coeficiente de transferencia del calor se determina mediante la
siguiente fórmula:

k
Ћ = ------------ (C) [(Gr) (Pr)]^a

D^3

Donde,

k es la conductividad térmica (para el aire seco, k = 0.03003 W/m*K)


D o L es la distancia entre los dos sistemas
C es un factor de corrección para superficies irregulares hacia arriba (suelo)
Gr es el Número Grashof (obtenido en el cálculo previo Gr = 1.36 x 10^5)
Pr es el Número Prandtl (0.697 es para el aire)
a es la constante de proporcionalidad para sistemas naturales (1/3 para superficies hacia arriba).
Reemplazando con magnitudes:

0.03003 W/m*K
Ћ = ------------------------------ (0.14) [(1.36 x 10^9) (0.697)]^1/3 = 4.13 W/m^2*K

1 m^3

Luego pues, el calor transferido del suelo al aire es:

q = Ћ A (Ts – T ∞)

donde,

q es el calor absorbido por el sistema más frío.


Ћ es el coeficiente de transferencia de calor (obtenido en el cálculo anterior = 0.192 W/m^2*K)
A el área implicada (1 metro cuadrado)
Ts - T∞ es la diferencia de temperaturas entre el sistema caliente y el sistema frío.

Reemplazando con los datos conocidos:

q = 4.13 W/m^2*K (1 m)^2 (18 K) = 74.4 W

q = 74.4 W = 74.4 J/s = 17.8 cal/s. (http://www.mhi-inc.com/Converter/watt_calculator.htm)

Si una masa de aire mezclado = 1.18 Kg/m^3 y la Cp del aire mezclado a 300.15 K = 1005.7 J/kg*K
(240.37 cal/Kg*°C), entonces:

ΔT = q/m (Cp) = 17.8 cal/s/(1.18 Kg) (240.37 cal/Kg*°C) = 17.8 (cal/s) / 283.64 cal*°C= 0.063 °C/s

0.063 °C (0.063 °C/s x 1 s) fue el ΔT causado por la transferencia de la carga total de calor desde el
suelo hacia el aire mezclado. Veamos qué ocurrió en 1998:

La energía absorbida por el aire seco de la radiación solar entrante es de 697.04 W/m^2 X 0.14
(absobencia del aire mezclado a T = 300.15 K, y P = 1 atm) = 18.7 W/m^2 = 4.47 cal.

Considerando la mezcla total del aire, el Δq de la Radiación Solar absorbida-emitida por la mezcla
de aire sería de solamente 0.734 W/m^2*K (0.175 th-cal/s). De esta cantidad, el CO2 puede
almacenar 0.012 W/m^2*K (0.003 th-cal) por radiación durante un segundo, la cual es equivalente
a 0.01 °C.

El máximo cambio de temperatura se observó en 1998, cuyo promedio anual fue de 0.52 °C (UAH).
La discrepancia, tomando en cuenta el cambio causado por el bióxido de carbono, es de -0.51 °C. La
fórmula para los datos experimentales es como se describe a continuación:

Datos conocidos para el 14 de abril de 1998:

Masa del CO2 en la atmósfera por metro cúbico de aire = 0.000614 Kg/m^3.
Cp = 871 J/Kg*K = 208.17 cal/Kg*K
ΔT = 0.62 K
Δt = 60 s

Fórmula para obtener la carga de calor transferida por conducción-conveccion-radiación a dicha


masa de CO2:

q = m (Cp) (ΔT) / Δt

Reemplazando con magnitudes:

q = 0.000614 Kg (871 J/kg*K) (0.62 K) / 60 s

q Stored = 0.534794 J/K (0.0103 K/s) = 0.00553 J/s

0.000553 J/s = 0.001321 cal/s

Equivalencia en ΔT = q / m (Cp) = 0.001321 cal/s / 0.000614 kg (208.17 cal/Kg*°C) = 0.01 °C/s

Dado que cada kilogramo de CO2 recibió 0.001321 cal/s, la temperatura de cada Kg de CO2, y en
consecuencia por el volumen total de CO2, se incrementó en apenas 0.01 °C/s.

Nota: Si consideramos el último reporte de Mauna Loa en este algoritmo, la masa de CO2 sería de
0.00069 Kg. El cambio de temperatura sería de 0.0062 °C. La diferencia entre el ΔT producido por
0.000614 Kg y el ΔT por 0.00069 Kg de CO2 es despreciable (0.0062 - 0.00553 = 0.00067).

Para causar una variación en la temperatura troposférica de 0.62 °C (la registrada en


1998) (UAH) se hubiesen requerido 1627.6 ppmv de CO2, una densidad de CO2 atmósferico que no
se ha registrado o documentado en ninguna parte en los últimos 420000 años. (Petit et al. 1999)

El cambio total en la temperatura troposférica de 0.62 °C ocurrió solamente durante un minuto de


un año (1998) desde 1850 (UAH); sin embargo, el CO2 a causado una anomalía en la temperatura
troposférica de solamente 0.01 °C. ¿De dónde provinieron los otros 0.51 °C? La respuesta es, del Sol
y los remanentes de las supernovas.

OTRO CASO OCURRIDO EL 6 DE APRIL DE 2007, A LAS 19:01 UT. Los datos fueron obtenidos
por la Estación Meteorológica en Monterrey, N. L., México:

Datos conocidos:

T superficie = 316.95 K
T aire = 305.45 K
Densidad del aire (d) = 1.168 kg/m^3
Coeficiente de Expansión volumétrica del aire (β) = 3.16 x 10^-3 K ^-1
Coeficiente de Viscosidad Cinética del aire (v) = 1.741 x 10^5 m^2/s
Conductividad térmica del aire (k) = 0.02753 W/m∙K
Factor de corrección (C) = 0.14
Constante de proporcionalidad (a) = 1/3

Obtenemos el Número Grashof:


Gr L = g β (Ts – Ta) D^3 / v^2

Gr L = 9.8 m/s^2 (3.16 x 10^-3 K^-1) (316.95 K - 305.45 K) (1 m)^3 / (1.741 x 10^-5 m^2/s)^2

Gr L = 3.0968 x 10^-2 m/s^2 K^-1 (11.5 K) (1 m^3) / (3.031081 x 10^-10 m^4/s^2)

Gr L = 1.175 x 10^9

Obtenemos el Coeficiente de transferencia de calor:

k
Ћ = ------------- (C) [(Gr) (Pr)]^a

D^3

Ћ = [0.02753 W/m∙K / 1 m^3] (0.14) [(1.175 x 10^9) (0.7043)]^1/3

Ћ = 0.0038542 (938.854) = 3.6185 W/m^2∙K

La carga de calor transferido del suelo al aire es:

q = Ћ A (Ts – T∞)

q = 3.6185 W/m^2∙K (1 m)^2 (11.5 K) = 41.61 W*s

41.61 W*s = 9.94 cal.

ΔT = q / m (Cp)

ΔT = 9.94 cal/1.168 kg (240.37 cal/Kg*°C) = 9.94 cal/280.75216 = 0.0354 °C (closing to 0.04 °C).

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BIBLIOGRAFÍA

Bakken, G. S., Gates, D. M., Strunk, Thomas H. and Kleiber, Max. Linearized Heat Transfer
Relations in Biology. Science. Vol. 183; pp. 976-978. 8 March 1974.

Boyer, Rodney F. Conceptos de Bioquímica. 2000. International Thompson Editores, S. A. de C. V.


México, D. F.

Guth, Alan H. The Inflationary Universe: The Quest for a New Theory of Cosmic Origins. Perseus
Books Group, 1999, New York, New York. Pp. 29-31.

Manrique, José Ángel V. Transferencia de Calor. 2002. Oxford University Press. England.

Maoz, Dan. Astrophysics. 2007. Princeton University Press. Princeton, New Jersey.
McGrew, Jay L., Bamford, Frank L and Thomas R. Rehm. Marangoni Flow: An Additional
Mechanism in Boiling Heat Transfer. Science. Vol. 153. No. 3740; pp. 1106 - 1107. 2 September
1966.

Petit, J.R., J. Jouzel, D. Raynaud, N.I. Barkov, J.-M. Barnola, I. Basile, M. Benders, J. Chappellaz,
M. Davis, G. Delayque, M. Delmotte, V.M. Kotlyakov, M. Legrand, V.Y. Lipenkov, C. Lorius, L.
Pépin, C. Ritz, E. Saltzman, and M. Stievenard. Climate and Atmospheric History of the Past
420,000 Years from the Vostok Ice Core, Antarctica. Nature, Vol. 399, June 3, 1999 pp.429-43.

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