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 13/03/2018 - 13:32 Ι Clarin.

com Ι Opinión

Argentina en la lucha contra el


Populismo

Mauricio Macri, presidente de la Argentina.

La comunidad internacional ha estado por mucho tiempo escéptica


sobre el potencial de la Argentina, pero Argentina se ha ganado esa
reputación. Su precedente de auges y caídas a través de las últimas
décadas ha sido legendaria, creando una subdisciplina para una
investigación de la historia sobre “lo que salió mal”. Paseando en la
grandeza de Buenos Aires del siglo 19, es fácil imaginar que Argentina
continúa siendo uno de los diez países más ricos del mundo, pero la
ilusión se desvanece en las villas de la capital, cuando hoy en día, uno de
cada tres habitantes vive en la pobreza.

Tampoco la Argentina ha dejado su peligrosa adicción hacia el


populismo. Tras la crisis económica del 2001, Argentina fue gobernada
por Néstor Kirchner y luego por su viuda, Cristina Fernández de
Kirchner, por más de una década. La pareja heredó un país de rodillas, y
a pesar del “boom” en materias prima, dejaron al país casi colapsado,
agravado por una ruinosa inflación, un déficit gigantesco y unas
reservas de divisas agotadas.

A pesar de este desalentador legado, los últimos dos años han dado razón
suficiente para tener esperanza de que la Argentina por fin ha cambiado
su rumbo. El país siempre ha sido rico en recursos naturales y humanos.
Ahora, el Presidente Mauricio Macri y su coalición ‘Cambiemos’ están
creando los cimientos para incentivar un crecimiento sostenible,
diseñado para estabilizar a la Argentina, y evitar sus cambios bruscos en
políticas públicas y económicas.

Para lograrlo, Macri está implementando reformas profundas de una


forma gradual, en políticas públicas, leyes e instituciones, como por
ejemplo la reducción de subsidios para la energía y el transporte, lo cual
en el pasado había agotado los recursos públicos. Al mismo tiempo, el
Gobierno ha mantenido los programas sociales y ha declarado la
reducción de la pobreza como su más alta prioridad. Como resultado, los
índices de aprobación de Macri se han mantenido a un 50 por ciento – un
nivel increíblemente alto, a pesar de las políticas de austeridad que ha
implementado.

“Estamos avanzando en la dirección correcta,” dijo Macri en su discurso


anual el 1ro de marzo, marcando la apertura del Congreso, “dejando
atrás muchos años de estancamiento y retroceso.” Sin embargo, el futuro
de la Argentina y las reformas pendientes permanece incierto. El
Gobierno enfrenta dificultades para absorber el impacto de las reformas,
complicando su batalla contra la inflación, lo cual ha producido un
rápido incremento de la deuda nacional. Mientras el Gobierno se enfoca
en algunos de los sectores más protegidos de la economía, muchos otros
desafíos todavía faltan por ser abordados. Sus intentos para llevar a cabo
una reforma laboral han fallado. Pero sólo unas reformas laborales
profundas podrán hacer que el país sea competitivo de nuevo.
Las batallas del Gobierno con los jefes gremiales, muchos de ellos
corruptos, apenas comienzan. De acuerdo con los principales asesores de
Macri, su intención es deshacerse del dominio gremial en los sectores
más importantes de la economía, incluyendo el sector de salud,
educación y transporte. Esta campaña ha sido parte de una estrategia
más amplia para brindar un cambio fundamental en la cultura política
de la Argentina – un proceso que tardará varios años- y que ya ha
generado una resistencia significativa, incluyendo parte de líderes
empresariales que temen una apertura de los mercados protegidos en el
país.

Macri sabía lo que le esperaba al ser candidato para la presidencia en el


2015. Pero dado lo que está en juego tanto para la Argentina como para
la región, Macri no debería soportar la carga solo.

De ser exitosa, la Argentina demostrará un camino de salida del


populismo y mostrará que las políticas pro-mercado, pro-comercio e
incentivar a la economía argentina hacia una economía digitalizada
mundial – acompañado por la inversión en infraestructura y gasto social
– ofrecen el mejor camino hacia el crecimiento sostenible y la
prosperidad.

Por esa razón, la comunidad internacional debe ayudar a la Argentina en


cualquier forma posible.

Y eso es lo que estamos haciendo.

Hace un año, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS),


en Washington, inauguró el Foro Estratégico Argentina-EE. UU., una
plataforma innovadora público-privada diseñada para fortalecer los
cimientos de la relación entre EE. UU. y Argentina y asegurar que la
cooperación no sea interrumpida por cambios en el liderazgo de
cualquiera de los dos países. En su primer año, el Foro ha ayudado a la
Argentina a profundizar su vinculación con las organizaciones globales
como la Organización para la Cooperación y El Desarrollo Económicos y
el G-20; promover una mayor participación de las mujeres en el sector
tecnológico; desarrollar buenas políticas comerciales; abordar retos
relevantes en asuntos de salud mundial; y fortalecer el sector de talla
mundial agroindustrial de la Argentina.

El pasado septiembre, el Woodrow Wilson International Center for


Scholars, también en Washington, inauguró un nuevo programa
dedicado exclusivamente al estudio de Argentina. El Proyecto de
Argentina del Wilson Center provee análisis y experticia sobre las
oportunidades y los retos en las reformas de la Argentina, sirviendo
como un recurso para los actores en el sector privado interesados en el
mejoramiento del clima de inversión de la Argentina. Tanto el Proyecto
de Argentina y el Foro Estratégico trabajan con miembros del Congreso
de Estados Unidos para crear lazos entre los gobiernos de Argentina y
Estados Unidos.

Ahora, el Foro Estratégico y el Proyecto de Argentina planifican


coordinar sus actividades complementarias, para asegurar que
Argentina tenga éxito en fortalecer sus instituciones democráticas,
promover la transparencia, mejorar asuntos de seguridad y lograr un
crecimiento económico sostenible e inclusivo. El 13 de marzo, en la
reunión anual del Foro Estratégico en Washington, El Proyecto de
Argentina del Wilson Center será un participante oficial, a medida que
las dos organizaciones fortalecen y expanden sus esfuerzos al
involucrarse con altos funcionarios del gobierno argentino y líderes del
sector privado.

Esta asociación demuestra nuestro reconocimiento de lo importante de


este momento histórico que vive la Argentina, pero al mismo tiempo
muestra su fragilidad. A medida que generemos y contribuyamos con
ideas para apoyar la transición de Argentina, esperamos que la
comunidad internacional haga lo mismo.

Autores: Michael Matera, Director and Senior Fellow, Americas Program,


Center for Strategic and International Studies (CSIS) Benjamin Gedan,
Public Policy Fellow, Woodrow Wilson International Center for Scholars

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