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6 |||| ESCAPES
ALTURAS DE ÁNCASH
Una visita
La aventura comienza en el embarcadero de Pueblo Viejo y culmina en el lago Sandoval, al bosque de
el majestuoso premio que otorga la madre naturaleza a los viajeros dispuestos a todo. piedras de
Hatun Machay
Año 4. Edición Nº 246. Miércoles 14 de marzo de 2018
Lo Nuestro
TURISMO, DESTINOS Y RUTAS DEL PAÍS
SUPLEMENTO SEMANAL
El Peruano
SATIPO
CATARATAS SIN FIN
Texto y fotos: tas que ocultan su frescura
Rolly Valdivia entre el follaje del bosque.
Lo aprendido en esta se-
C
ómo redactar una cró- sión –que podría ser parte de
nica de viaje cuando un taller o curso virtual– se
te quedas sin apuntes. plasmará en un texto de un
Lección teórica y práctica poco más de mil palabras,
con consejos y recomenda- ninguna de las cuales será
ciones para escribir con jus- extraída de esa bitácora de
teza y contundencia, a pesar hojas ahora traslúcidas, cuyas
de que la libreta escrita de letras se convirtieron en man-
puño y letra quedó totalmen- chones de tinta, por lo que no
te ininteligible, después de hay manera de descifrar cómo
un milagroso rescate en un se llamaba la inca donde co-
ESPECIAL
IP O
AVENTURA EN SAT
T
ampoco es posible res- vía que se acerca a la Caminar. Intentar alcanzar
catar el nombre de esa diez horas por carre- catarata. a los niños que corretean
señora de voz rebelde tera desde Lima. Los incansables. No hay forma.
y precursora que, en una ma- buses interprovin- ◗ Si está en buen esta- Demasiada energía. Más
ñana soleada con sabor a piña ciales hacia Satipo do, el viajero tiene que despacio. Al ritmo de Viole-
bañada en chocolate, habló de parten todos los días. descender 35 minutos ta –pelo negro, piel cobriza,
organización y esperanza, de hacia El Castillo. collares, cushma marrón–.
oportunidades de desarrollo y ◗ La mayoría de las Ella avanza sin prisas y sin
trabajo en equipo con sus veci- empresas se encuen- ◗ A Pacasmayo, por desviarse de la ruta princi-
nas, sus amigas, sus compañe- tran en la avenida 28 tierra, hay 1 hora y 26 pal, como si se apiadara de su
ras que no son profesionales, de Julio, La Victoria. minutos. Desde acá se ocasional perseguidor.
“somos mujeres, amas de casa, camina una hora hasta Descanso. Un mirador de
campesinas que nos hemos ◗ A Poshonari por ca- la catarata Cristal. siluetas montañosas y de po-
capacitado para procesar el rretera, desde Satipo blaciones cuyos nombres se
cacao nativo”. (asfalto y afirmado), ◗ El árbol fosilizado fue apuntan, pero que se desva-
Clarito y fuerte lo dijo la el viaje tarda una hallado en el fundo necen por una inexplicable
presidenta de una asociación hora y 15 minutos. En Chulluncuy del distrito falta de precaución en los
de mujeres emprendedoras la comunidad hay una de Río Negro. senderos conquistados por
de Villa Capiri (Río Negro, Sa- el barro o al cruzar de verti-
tipo), tan fuerte y tan clarito ginosos cursos de agua. Pa-
que no es necesario buscar cushma blanca con rayas azu- ganas de guiarlos hacia su labras empapadas. Vocablos
sus palabras en las páginas les, una pluma colorida en la refrescante y sonoro castillo. desaparecidos, entonces, al
traslúcidas. Sus frases impac- cabeza que reairma su condi- ¿Un castillo en la selva cronista solo le queda apelar
tan, se graban en la memoria. ción de jefe de una pequeña po- central? Por qué no. En el a su memoria, a sus sensacio-
“Antes éramos 32 socias, aho- blación de nativos asháninkas. Perú todo es posible, nada nes, a sus vivencias... también
ra somos 25. Varias ya no vie- sorprende. al internet.
nen por sus bebés. Y es quee la Castillo selvático Se acaba la historia, tam-
mujer del campo no es libre bre Él recibe a los visitantes con bién el masato del pajo. Mo-
ón”.
todavía. No es como el varón”. timidez, con curiosidad, con
Sus compañeras asien- n-
ten, sonríen, siguen pro-
duciendo los chocolates
orgánicos y los dulces arte-
sanales con los que buscan
mejorar sus ingresos y su u
calidad de vida, para quee
s,
sus hijos sean profesionales,
felices, libres en el campo o
os
o en la ciudad... donde ellos
quieran. Un sueño compar- r-
tido que se extiende hasta ta
una comunidad sembrada en
te-
el verdor, donde los foraste-
ros son recibidos con pajos jos
ato.
(cuencos o mates) de masato.
dar
Y hay que aceptar, brindar
ado
y tomar sin pensar demasiado
en cómo se preparó la bebida.da.
adi-
Habrá sido a la usanza tradi-
ara
cional (mascando la yuca para
acelerar su fermentación). ón).
ver.
Mejor ni preguntarle a Nílver.
zos,
Joven, delgado, pies descalzos,
marzo de 2018 Lo Nuestro El Peruano 5
icas