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AN OIL PUMP JACK PUMPS OIL IN A FIELD NEAR CALGARY, ALBERTA, JULY 21, 2014. PUMP JACKS ARE USED TO PUMP CRUDE OIL OUT OF
THE GROUND AFTER AN OIL WELL HAS BEEN DRILLED. REUTERS/TODD KOROL (CANADA - TAGS: BUSINESS ENERGY ENVIRONMENT) -
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Las reservas probadas de petróleo a nivel mundial ascendieron a 1,65 billones de barriles en el año
2014, casi 180.000 millones de barriles más que en el año 2011, según los datos de la Administración
de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). Y, la gran mayoría de este aumento se
debió al incremento de las reservas disponibles en campos ya operados y no a nuevos grandes
descubrimientos.
De hecho, según las proyecciones de la compañía Exxon Mobil los nuevos descubrimientos aportarán
este año más de 5.000 millones de barriles a las reservas mundiales, pero no se volverá a alcanzar esta
cifra –la más baja de la serie histórica que comienza en 1930- en los próximos años.
Estos datos son una muestra de la situación en la que se encuentran muchos de los países petroleros.
Como apuntaba la consultora Ernst&Young, “no es un secreto que la era del petróleo fácil está llegando
a su fin”, y por ello, las técnicas de recuperación mejorada (EOR, por sus siglas en inglés) son
consideradas hoy en día como una de las claves para que la industria pueda mejorar el factor de
recuperación, que mide el porcentaje de petróleo que es recuperable en un campo –ver gráfico 1-.
Según la Agencia Internacional de la Energía (IAE, por sus siglas en inglés), los proyectos en los que ya
se están utilizando las técnicas de recuperación mejorada darán acceso a más de 300 millones de
toneladas de petróleo en el año 2030. Y han sido las responsables del 70 por ciento del aumento de
las reservas probadas desde el año 2000.
Apuesta decidida
Dadas estas cifras no es de extrañar que en todos los países petroleros se esté trabajando con técnicas
de EOR para alargar la vida útil de los principales campos petroleros. Latinoamérica no es ajena a esta
tendencia, y afecta a los principales países con recursos de hidrocarburos de la región: desde México
a Argentina, que llevan años haciendo esfuerzos por atraer la inversión extranjera a sus campos
maduros, pasando por Colombia, que se enfrenta al reto de mantener la producción en un millón de
barriles diarios sin que hayan tenido lugar grandes descubrimientos en los últimos años; hasta
Venezuela, Ecuador y Brasil (ver gráfico 2) están trabajando en la aplicación de distintas técnicas de
EOR en las cuencas que hoy en día están reduciendo su producción.
Uno de los primeros países que apostó por las técnicas de recuperación terciaria con más fuerza en los
últimos años fue México. Precisamente, la petrolera estatal Pemex lleva desde el año 2011 intentando
abrir el mercado a la inversión extranjera mediante contratos basados en incentivos sobre la
producción de campos maduros.
En ese proceso se adjudicaron siete bloques en campos maduros con los que Pemex espera sumar
125.000 barriles a su producción. De momento, la compañía Petrofac ha agregado 4.000 barriles en
los dos campos que se adjudicó.
UN AUMENTO DEL UNO POR CIENTO EN EL FACTOR DE RECUPERACIÓN SUMARÍA 88.000 MILLONES
DE BARRILES A LAS RESERVAS MUNDIALES
El objetivo de México con el uso de técnicas de EOR se centraría en el campo de Cantarell, que llegó a
ser el segundo mayor del mundo. La Comisión Nacional de Hidrocarburos calcula que el uso de nuevas
técnicas de recuperación mejorada podría sumar cerca de un millón de barriles a la producción del
país. Aunque Pemex ya ha utilizado técnicas de EOR, paralizó los planes para Cantarell durante el
proceso de diseño y aprobación de la Reforma Energética, pero podría recuperarse una vez finalice la
Ronda Uno.
Argentina, que aprobó en el cuarto trimestre de 2014 su nueva Ley de Hidrocaburos, no sólo está
poniendo los esfuerzos en el desarrollo de los recursos no convencionales de Vaca Muerta. De hecho,
el contrato firmado con Chevron, por un total de 1.500 millones de dólares, incluye un conjunto de
iniciativas para el uso de técnicas de EOR. Y, tanto YPF como PAE siguen trabajando en el campo de
San Jorge, considerado de los mayores del país.
Uno de los países que ve un mayor potencial en las técnicas de recuperación mejorada es Colombia.
Ni Ecopetrol ni las compañías con contratos en el país han realizado ningún descubrimiento de
hidrocarburos destacable en los últimos años. Aunque el país quiere atraer la inversión hacia su
potencial –aún por probar- en recursos offshore y no convencionales, si quiere mantener el nivel de
producción en el millón de barriles diarios, tendrá que apostar por la recuperación terciaria.
Entre los planes de Ecopetrol se encuentra invertir hasta 75.000 millones de dólares en el periodo
2013-2020 en técnicas de EOR en las cuencas de Llanos y Magdalena. Y conseguir que en los 280
campos en los que pretende poner a prueba distintas tecnologías se produzcan entre 840.000 y
870.000 barriles diarios dentro de cinco años.
Sin embargo, la aplicación de técnicas de EOR sufrieron un duro revés en el verano de 2014, cuando
Ecopetrol y Pacific Rubiales –el mayor operador privado en el país- decidieron suspender el proyecto
STAR, que pretendía aplicarse en la recuperación de crudo pesado en el campo de Quifa SW.
En Ecuador, varias empresas como Schlumberger –líder del sector con una facturación en América
Latina de 7.700 millones de dólares-, Sertecpet, Tecpetrol o Canacol Energy ya están utilizando técnicas
de recuperación mejorada en los campos de Sushufindi y Libertador.
ECOPETROL INVERTIRÁ 75.000 MILLONES EN TÉCNICAS DE EOR HASTA 2020 EN DOS DE LAS
CUENCAS COLOMBIANAS
Las petroleras anteriores fueron algunas de las firmas –junto a Halliburton, Sincopec, YPF, KKR o
Sinopec- que participaron en las diez ofertas de licitación para 17 campos maduros que Petroamazonas
realizó a principios de 2014. La compañía estatal ecuatoriana sigue haciendo esfuerzos por atraer
inversiones hacia sus campos maduros.
Para Venezuela, cuyo crudo es mayoritariamente pesado, las técnicas de EOR cobran especial
relevancia. Según declara la propia compañía estatal, Pdvsa, “durante los años de inicio de la industria
petrolera, debido a los escasos conocimientos que se tenían del subsuelo, se extraía petróleo sin
control hasta llegar a agotar los mecanismos de producción primaria por flujo natural y por
levantamiento artificial. Luego eran abandonados los pozos y el campo petrolero”.
Sin embargo, la aplicación de técnicas de recuperación mejorada, en especial la inyección de calor con
agua caliente, ha hecho posible un “sustancioso aumento de la recuperación”.
De hecho, las reservas de Venezuela han pasado de los 211.170 millones de barriles en el año 2010 a
los 298.350 millones de barriles de este año, según datos de la EIA.
Venezuela fue uno de los países pioneros en la utilización de técnicas de inyección de vapor y gas para
la recuperación mejorada de petróleo en el área del lago de Maracaibo. Y, ahora, la petrolera estatal
venezolana está a punto de cerrar el acuerdo para que Ancap –la estatal uruguaya- y Venro comiencen
a explotar nuevos campos maduros. El acuerdo está a falta de que en la alianza entrara una petrolera
privada –en este caso sería Venno.
El acuerdo posibilitará que se reanuden los trabajos de extracción en un área con cientos de pozos con
capacidad para producir entre 2.000 y 3.000 barriles diarios. Sin embargo, las petroleras pretenden
triplicar o cuadriplicar esta capacidad de producción gracias a la utilización de técnicas de EOR.
Brasil, por su parte, se ha centrado en el desarrollo de los recursos offshore del Presal. Sin embargo, la
evolución esperada para la producción petrolera del país se ha visto afectada por la disminución en los
campos maduros.
En el campo Marlin, por ejemplo, la producción de petróleo ha descendido desde los casi 60.000
barriles diario del año 2002 a menos de 20.000 barriles. Y lo mismo ha ocurrido en la producción de
gas, que ha caído más de un 66 por ciento desde el máximo que se alcanzó en 2002.
A pesar del potencial y los nuevos descubrimientos de hidrocarburos en el Presal, en 2014, Petrobras
firmó un contrato con la firma de servicios de análisis SAS para implementar modelos estadísticos y de
análisis de datos con el objetivo de “maximizar la ubicación de pozos y extender la vida de los campos
maduros para mejorar la rentabilidad de la compañía en proyectos como la producción en tierra
firme”, indican desde SAS.
Tanto Halliburton como la división de Oil and Gas de General Electric han establecidos centros
tecnológicos en Río de Janeiro para mejorar las tecnologías de recuperación mejorada, viendo las
posibilidades de desarrollo en este área.
Fuera de Latinoamérica, los países están haciendo también grandes esfuerzos por alargar la vida de los
campos maduros. Desde Rusia hasta Oriente Medio, las compañías están aplicando técnicas para
mejorar los factores de recuperación. Bakken, en Estados Unidos, es uno de los campos en los que se
están poniendo a prueba distintas técnicas de recuperación mejorada y de fracturación hidráulica.
Retos y oportunidades
Si bien los métodos térmicos siguen siendo los más utilizados para reducir la viscosidad del petróleo,
los procesos de inyección de gas y los químicos y físicos han ido ganando terreno.
Por ejemplo, la inyección de CO2 en las cuencas de Uinta y Powder River aumentó un 23 por ciento
entre los años 2010 y 2013, según los datos de la EIA. Sin embargo el desarrollo de las técnicas que
usan dióxido de carbono dependerá, como la de cualquier nueva tecnología, del precio del barril.
Según la EIA, el uso de técnicas de EOR de CO2 incrementa el coste del barril entre 20 y 30 dólares. Así,
en un escenario de precios bajos como el actual la Administración de Energía de Estados Unidos
considera que la producción con esta técnica no superará los 480.000 barriles al día en el año 2040.
De recuperarse la cotización del WTI a 100 dólares, la EIA pronostica que el 10 por ciento de la
producción de Estados Unidos se podría lograr gracias a estas técnicas.
El coste es el principal desafío al que se enfrentan las técnicas de recuperación mejorada, pero no es
el único. La industria, con las principales petroleras internacionales entrando con fuerza en esta
actividad, debe superar desde preocupaciones medioambientales hasta la reducción de los gastos de
capital que realizarán las empresas del sector debido a los bajos precios del petróleo; y con ello, tener
que hacer frente a otras actividades para captar recursos para el desarrollo de investigación y
desarrollo.
En el lado opuesto, las tensiones geopolíticas pueden resultar un estímulo para su desarrollo. El
objetivo de reducir la dependencia energética del exterior de algunos de los principales países
productores llevará a que las petroleras estatales apuesten por poder sacar el máximo partido y alargar
la vida útil de sus campos petroleros.
Ecopetrol desarrolla con éxito 19 proyectos de recobro de petróleo
Con el recobro mejorado las empresas petroleras del país no solo buscan aumentar
en el 2017 la producción y rentabilidad de sus campos, sino de paso incrementar el
número de barriles en las reservas de crudo.
Es decir, que a través de este proceso con tecnología de punta se pretende que
para el presente año la operación petrolera convirtiera en probadas, las reservas que
hoy registra como probables y posibles.
Solo Ecopetrol ha demostrado con sus proyectos que hay un amplio espacio para
recuperar crudo.
GRANDES EXPECTATIVAS
Eventualmente todos los campos tienen recobro adicional, pero en muchos casos no
se justifica por cuestiones tecnológicas y económicas. En el país, con un precio del
barril entre US$55 y US$60 permitiría continuar con los pilotos que se llevan a cabo
en diferentes campos.
El PROYECTO ECOPETROL
“El recobro es un tema que ha tenido impulso en los últimos años pero que no es
nuevo en Colombia, ya que desde hace mucho tiempo la mayoría de los campos
petroleros del país han sido desarrollados con el método de recobro primario y
algunos con recuperación secundaria”, explicó un vocero de Ecopetrol a Portafolio.
(Ecopetrol 2017)
Producción en commingled.
Otro