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Cómo vencer el miedo: 4 consejos

psicológicos
Nuestro detector de situaciones peligrosas no siempre funciona bien.
¿Qué hacemos para solucionarlo?
por Arturo Torres

El verdadero significado de la valentía está en lo que hacemos con nuestros


temores. Unsplash.

Saber cómo vencer el miedo puede ser lo que marca la diferencia entre llevar
una vida limitada a la zona e confort o lanzarse hacia los objetivos que realmente
nos pueden hacer ganar en felicidad. Ningún cambio a mejor llega sin esfuerzo, y
parte de este debe estar orientado a superar esos umbrales de incertidumbre y
duda que tanto imponen.

En este artículo repasaremos algunas pautas sencillas que nos ayudarán a vencer
el miedo y que, si bien no lo eliminarán completamente, sí amortiguarán sus
efectos.

 Artículo relacionado: "¿Para qué sirve el miedo?"

Cómo vencer el miedo en el día a día


El miedo es una de las emociones básicas del ser humano, y su importancia se
debe a que, en muchas situaciones, nos es útil. Por muy desagradable que resulte
al ser vivido en primera persona, este fenómeno psicológico es lo que nos lleva a
evitar muchas situaciones que conllevan un riesgo real, ya sea porque conllevan
una alta posibilidad de producir daño físico, o porque nos pueden perjudicar en
cualquier otra manera.

Por supuesto, el miedo no tiene por qué ser un mecanismo que nos permita
acertar a la perfección cuáles son las situaciones que realmente nos perjudicarán,
pero esto es inevitable. El problema no es ese. Lo malo llega cuando utilizamos
inconscientemente el miedo como una excusa para no salir de la zona de
confort, o cuando, por ciertas dinámicas aprendidas, interiorizamos la idea que
debemos temer a ciertas cosas que no conllevan un riesgo tan alto.

¿Qué hacer en estas situaciones? Estos consejos te ayudarán.

1. Aprende la lógica de la memoria emocional


Buena parte del miedo que sentimos se explica a través de la memoria emocional.
Esta es un sistema de almacenamiento de información que tiene que ver
exclusivamente con las emociones, y no con los conceptos que pueden ser
explicados fácilmente con palabras. Se sabe que las emociones son procesadas de
manera diferenciada que, por ejemplo, nuestros recuerdos sobre lo que cenamos
ayer, y esto hace que en ocasiones se asocien a experiencias nuevas a pesar de
que las hayamos “memorizado” en contextos totalmente diferentes.

Por consiguiente, ten claro que tú no tienes la culpa de sentir miedo. Esto forma
parte de una mecánica cerebral que es inconsciente y que no podemos
controlar directamente. Nuestros esfuerzo deben dirigirse a crear las
posibilidades de que se miedo deje de estar asociado a ciertas situaciones que
realmente no son peligrosas, o no lo son en la medida en la que lo percibimos.

 Quizás te interese: "Memoria emocional: ¿qué es y cuál es su base biológica?"

2. Acércate poco a poco a lo que temes


Esta es la lógica que se sigue en los tratamientos psicológicos aplicados a las
fobias, pero sirve también para los miedos no patológicos. Para saber cómo
controlar el miedo debes tener claro que te tocará sufrir un poco, pero solo lo
justo.

Eso significa que deberás realizar acercamientos progresivos a aquellas


situaciones que temes, para poco a poco ir hacia situaciones más difíciles para ti.
Al principio, acercarte un poco a esos entornos o a esas acciones, luego ir un
poco más allá, luego aún más allá… La curva de dificultad siempre tiene que ser
ascendente, pero cada vez contarás con más preparación.

Es bueno que de antemano establezcas una gradación, ordenando esas situaciones


de las que causan menos miedo a las que generan más temor, y que establezcas
plazos en los que debes conseguir cada uno de estos objetivos.

3. Déjate ayudar
Tal y como hemos visto, el miedo no es algo de lo que debas avergonzarte, así
que no hay motivo por el que debas evitar recibir ayuda. Dado el carácter
irracional de estos temores, nunca va mal contar con la seguridad que te puede
dar la presencia de otros, y su asistencia o intervención en casos concretos.

Piensa que aunque esta emoción es poderosa, tú tienes el poder de modificar tu


entorno para alcanzar tus objetivos incluso es los momentos en los que creas que
pierdes el control. Establecer las alianzas necesarias para que otros ayuden hace
que nos ayudemos indirectamente, creando herramientas para solucionar
problemas en el momento en el que nuestra capacidad para pensar claramente nos
falle.
Este es uno de esos trucos para vencer al miedo que muchos ovbian, porque
creen que lo psicológico se trata a través del trabajo individual o mediante la
introspección: nada más lejos de la realidad.

4. Aprende a reconocer si necesitas terapia


La línea que separa el miedo patológico de aquél que no lo es no siempre es
clara, pero debes tener claro que si el temor que sientes es muy extremo,
posiblemente necesitarás ayuda profesional para progresar. Afortunadamente este
tipo de problemas psicológicos son relativamente fáciles de tratar si se pasa por
psicoterapia, y los resultados pueden verse en cuestión de pocas semanas.

Eso sí: el miedo nunca se irá del todo, pero ya no nos paralizará ni evitará que
nos acerquemos a los objetivos. Aunque esto es, en parte, hasta positivo. El
hecho de hacer algo que se siente en parte como un reto hace que nos sintamos
mejor al pasar por ello habiéndolo superado.

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