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Jorge Nowalski
Editor
Laura Sariego
Asistente de Edición
Anne Germain
Alexander Godínez
Marco Palacios
Carlos Imendia
CAFTA / TLC
Alcances del DR-CAFTA en el Marco
de la Integración Centroamericana
Jorge Nowalski
Editor
Laura Sariego
Asistente de Edición
Anne Germain
Alexander Godínez
Marco Palacios
Carlos Imendia
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El estudio aborda cuatro temas específicos como ejes de reflexión: el ambiental, el
laboral, el de propiedad intelectual y el de administración de tratados y resolución de
controversias.
Mimi Prado
Directora CIDH
Índice
Acrónimos ......................................................................................................................5
Introducción....................................................................................................................7
Conclusión ...................................................................................................................40
Bibliografía...................................................................................................................42
Conclusión ...................................................................................................................68
Bibliografía...................................................................................................................71
3
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Bibliografía.................................................................................................................108
Conclusiones...............................................................................................................136
Bibliografía.................................................................................................................139
Consideraciones Finales...........................................................................................141
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Acrónimos
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
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Introducción
En los últimos 15 años, los países de Centroamérica han apostado al proceso de aper-
tura comercial, mediante la implementación de políticas y programas orientados a atraer
inversión extranjera directa, diversificar y ampliar la oferta exportable y el desarrollo de
parques industriales y zonas francas, que faciliten el desarrollo del sector exportador.
Más aún, con el fin de normar y acelerar dicho proceso, los países de la Región han
suscrito acuerdos y tratados comerciales bilaterales y multilaterales. A manera de ejem-
plo, se pueden mencionar los acuerdos bilaterales entre México y los países cen-
troamericanos individualmente, o Centroamérica y República Dominicana en el 1998
(Véase gráfico 1). A ciencia cierta, no se ha dimensionado, en toda su extensión, el
impacto que esos esquemas han tenido en la Región y en particular, en su integración.
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Con el fin de conocer los alcances del CAFTA en la Región, el Centro Internacional
para el Desarrollo Humano (CIDH), bajo la coordinación del Dr. Jorge Nowalski y con
la asistencia de la Bach. Laura Sariego, encomendó, a especialistas de la Región, la
tarea de estudiar posibles impactos del CAFTA en la integración centroamericana. Por
ello, se escogieron los siguientes temas: i. el tema ambiental, a cargo de la Magistra en
Estudios de Desarrollo, Anne Germain Lefevre; ii. el tema laboral, a cargo del Doctor
en Derecho, Alexander Godínez; iii. los derechos de propiedad intelectual, a cargo del
Licenciado en Leyes con estudios en Propiedad Intelectual, Marco Antonio Palacios; y
iv. la Administración de Tratados y resolución de controversias, a cargo del Magíster
en Desarrollo Económico, Carlos Imendia.
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Gráfico 1
Acuerdos Comerciales firmados por países Centroamericanos
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
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I. CAFTA y Medio Ambiente:
Retos para la Institucionalidad
de la Integración Centroamericana
Anne Germain Lefèvre
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Alcances del
DR-CAFTA
es necesario analizar los textos del CAFTA para identificar sus posibles impactos y va-
lorar sus “escenarios de amenaza y oportunidad” desde el ángulo ambiental.3 Asimismo,
es importante tener presente que los impactos, ventajas y desventajas del Tratado en
materia ambiental dependerán, en gran medida, de las realidades socioeconómicas,
jurídicas e institucionales de los países centroamericanos; y, por lo tanto, será también
necesario analizar las transformaciones que dichos países deben emprender para hacer
frente a las amenazas y oportunidades que plantea el CAFTA en lo ambiental. Este
ensayo procura contribuir a ese debate, por lo que se concentra en el análisis del capí-
tulo ambiental y el papel que la institucionalidad regional centroamericana puede
desempeñar, con el fin de dar seguimiento a los compromisos ambientales del Tratado.
Este ensayo consta de cuatro grandes partes. En la primera, se destacan los princi-
pales aspectos ambientales que contempla el CAFTA y se dimensiona su importancia
y alcance; también se ponen en relieve algunas limitaciones y omisiones del Tratado en
lo ambiental. En la segunda, se exponen y analizan con atención los principales com-
promisos (u obligaciones) que incorpora el capítulo ambiental. En una tercera parte, se
presentan los Acuerdos Ambientales Multilaterales (AMUMAS) que tienen medidas
comerciales y de los cuales los Estados centroamericanos son parte, así como sus
respectivos alcances legales e institucionales en el marco de la integración centroame-
ricana. La cuarta y última parte hace una breve una reseña de la institucionalidad con
que cuenta la región para el tema ambiental, y sobre la base de las obligaciones am-
bientales del CAFTA, valora la capacidad de dicha institucionalidad para ayudar en el
seguimiento y verificación de dichas obligaciones. De igual manera, propone linea-
mientos de algunas de las reformas que la institucionalidad regional deberá emprender
para hacer frente a los retos ambientales del CAFTA, sus limitaciones y omisiones.
2 G. Aguilar Rojas, J. Orozco y R. Sánchez Meza, “El tema ambiental en la negociación de un tratado de libre comercio
entre Centroamérica y los Estados Unidos,” UICN-Serie sobre Evaluación de Impacto Ambiental: EIA en
Centroamérica, N.o 5 (2003): 28.
3 R. Rubio Fabián, “Arquitectura, Ingeniería y Entorno del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y EE. UU:
Posibles Impactos,” Anuario Elcano América Latina 2004-05 (2005): 184.
12
Incumplimiento de legislación ambiental con efectos comerciales.4 Si una parte
deja de aplicar su legislación ambiental y esto afecta el comercio con otro país miem-
bro del Tratado, este último puede iniciar consultas (“Consultas Ambientales
Colaborativas”) para resolver el problema. Estas constituyen un espacio para el arre-
glo entre las partes, entre representantes o a nivel ministerial. Si no se resuelve el pro-
blema, la parte ofendida puede recurrir al mecanismo de “Solución de Controversias,”
el cual contempla consultas o la remisión del asunto a la Comisión de Libre Comercio.
Ahora bien, si el país demandado persiste en el incumplimiento de su legislación am-
biental, el resultado final de este procedimiento puede ser la imposición de una con-
tribución monetaria anual (multa) hasta por un monto de US$15 millones. Si la parte
denunciada no paga la contribución, la parte afectada podrá adoptar otras acciones que
considere apropiadas para su cobro, inclusive la suspensión de beneficios arancelarios
hasta un monto necesario para cobrarla (represalia cruzada).
4 A. Germain Lefèvre y S. Aguiñada, CAFTA y Medio Ambiente: Análisis y Propuestas de Reformas para Enfrentar las
Nuevas Reglas de Juego establecidas por el Tratado Comercial en Materia Ambiental, San Salvador, 2005, 26-27.
5 Germain Lefèvre y Aguiñada, CAFTA y Medio Ambiente, 28.
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
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Con respecto a la participación social, se contemplan una serie de mecanismos
que abren oportunidades para que los ciudadanos centroamericanos participen en el
monitoreo del cumplimiento de las obligaciones contenidas en el capítulo ambiental y
de las actividades de cooperación ambiental. Estos mecanismos son los siguientes:7
a) El Consejo de Asuntos Ambientales debe desarrollar una sesión pública para discu-
tir asuntos relacionados con la implementación del capítulo ambiental y asegurar la
participación y el diálogo con el público acerca de dichos asuntos.
c) Cualquier persona radicada en el territorio de una parte puede hacer una petición
para intercambiar puntos de vista relacionados con la implementación del capítulo
ambiental que realice la parte y esta última debe hacer sus mejores esfuerzos para
atenderla.
7 CAFTA, Capítulo Ambiental, artículos 17.5 (párrafos 2, 3, 4 y 5), 17.6 (párrafos 1, 2, 3 y 4), 17.7 y 17.8.
8 CAFTA, Capítulo ambiental, artículo 17.4 “Medidas para mejorar el desempeño ambiental.”
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
La inclusión de este tipo de instrumentos es uno de los aspectos más positivos del
capitulo ambiental, pues abre el camino para que las partes fundamenten sus
sistemas de gestión ambiental en una combinación de medidas no regulatorias y
preventivas con medidas regulatorias (represivas y curativas, conocidas como de
“comando y control”) contempladas en la norma ambiental.
De manera general, el capítulo ambiental procura evitar que los Estados Partes
(sobre todo los países centroamericanos) fallen en aplicar efectivamente su legislación
ambiental con el fin de obtener ventajas comerciales. El procedimiento de “Solución
de Controversias” puede ser activado solamente cuando el incumplimiento persistente
de la legislación ambiental por una Parte del Tratado afecte la relación comercial con
otra parte.
Cabe recordar que las asimetrías (existentes entre EE. UU. y los países centroame-
ricanos en el ámbito de la gestión ambiental( pueden inducir a estos últimos a mejorar
la competitividad de sus exportaciones mediante el incumplimiento de su normativa
ambiental, con el afán de competir ventajosamente. Por lo tanto, desde la perspectiva
de EE. UU. era necesario evitar este problema vía la inclusión de una normativa am-
biental en el cuerpo del capítulo 17 del CAFTA.
16
mejores prácticas que conduzcan al manejo sostenible del medio ambiente y el apoyo
al desarrollo y transferencia de tecnología (incluyendo la capacitación para promover
el uso y mantenimiento de tecnologías más limpias).
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DR-CAFTA
sido objeto de una disposición especial, llamando la atención de las Partes para estable-
cer o mantener restricciones comerciales, a partir de las regulaciones de la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres
(CITES), de la cual los países centroamericanos y EE. UU. son parte. Cabe recordar
que el comercio (entre otros factores) puede contribuir a la sobreexplotación o extin-
ción de estos recursos, sobre todo en la Región centroamericana, donde no son pocos
los problemas que dificultan la efectiva implementación de la CITES.11 En lo particu-
lar, es preocupante la falta de capacidades científicas adecuadas de investigación,
monitoreo, control y seguimiento a los cuotas con relación al comercio de vida silvestre
que pueda autorizarse.
Con respecto a los AMUMAS, destaca una diferencia importante entre el CAFTA y
el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés):
este establece la preeminencia de los AMUMAS que tienen medidas comerciales sobre
el tratado de comercio, en caso de incompatibilidad entre ambas normativas. No se
encuentra una disposición semejante en el CAFTA.
11 Por ejemplo, algunos países permiten la captura y comercialización de especies directamente extraídas de su medio
natural bajo un sistema de cupos; otros tienen una legislación que permite que estos cupos se establezcan o permite la
captura de especies directamente del medio.
18
2. Principales compromisos ambientales del CAFTA
En el ámbito institucional, las partes deben designar una oficina dentro del
Ministerio (de Medio Ambiente o su equivalente) que sirva de punto de contacto para
llevar a cabo el trabajo del Consejo de Asuntos Ambientales (CAA). Integrado por los
ministros de medio ambiente (o su equivalente), el CAA ha de reunirse anualmente
-a no ser que las partes acuerden no reunirse o cambien la frecuencia de las reuniones-
con el fin de supervisar la implementación del capítulo ambiental, revisar su progre-
so y considerar el estado de las actividades de cooperación desarrolladas en el
marco del Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA).
Con respecto a la participación pública, los países miembros del Tratado han de:
a) establecer disposiciones para la recepción y consideración de las comunicaciones
del público; b) realizar sus mejores esfuerzos para intercambiar los puntos de vista
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Cada Estado Parte debe establecer y mantener una listado de individuos que
cuenten con las aptitudes y la disposición necesaria para desempeñarse como árbi-
tros en controversias, relacionadas con el incumplimiento de la legislación ambiental
con efectos comerciales, por una de las partes. Los árbitros integrarán el panel arbitral
(PA), una instancia que se constituye únicamente cuando alguna de las partes lo solicite
en el marco del procedimiento de “Solución de Controversias.” El PA tiene como prin-
cipal función establecer el incumplimiento de obligaciones por alguna de las partes
contendientes y puede proporcionar recomendaciones de solución, siempre cuando
hayan sido solicitadas expresamente por las partes. El Tratado establece cuatro requi-
sitos que han de ser llenados por los candidatos propuestos para el puesto de árbitro
ambiental: a) tener conocimientos especializados o experiencia en derecho ambien-
tal (...), en comercio internacional, o en solución de controversias (...); b) tener obje-
tividad, confiabilidad y buen juicio; c) ser independiente, no estar vinculado con
cualquiera de las partes (...); y d) cumplir con el Código de conducta que establezca
la Comisión de Libre Comercio. Los integrantes de la lista de árbitros ambientales
serán tanto nacionales de cada parte como individuos que no son nacionales; también
serán designados de común acuerdo por las partes y podrán ser reelegidos. La lista de
árbitros permanecerá vigente por un mínimo de tres años y permanecerá posterior-
mente en vigencia hasta que las partes constituyan una nueva lista.
20
II. Principales compromisos ambientales
internacionales de la Región
Los AMUMAS que tienen medidas comerciales y de los cuales son parte los países
centroamericanos y EE. UU.; entre estos están la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y el Pro-
tocolo de Montreal sobre las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono. Por otro lado,
los países centroamericanos son parte del Convenio de Basilea sobre el Control de
Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su Eliminación, del Protocolo
a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Kioto), y de la
Convención sobre la Diversidad Biológica, no así EE.UU., que no los ha ratificado.12
Hay otros AMUMAS que contemplan medidas comerciales y tienen implicaciones
importantes para el medio ambiente como el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad
y el Convenio de Rótterdam sobre el Procedimiento de Información y Consentimiento
Previo (PIC) relativo al comercio de sustancias químicas peligrosas y plaguicidas.
Estos AMUMAS no han sido ratificados por todos los países de la región y tampoco
por EE. UU.
12 EE. UU. se ha limitado a firmar el Protocolo de Montreal, el Convenio de Basilea y el Convenio sobre la Diversidad
Biológica; hasta que los haya ratificado y depositado, será parte de estos acuerdos ambientales.
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Entre los principales alcances legales de los AMUMAS en el ámbito regional, desta-
can los siguientes:
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uso sostenible de la biodiversidad. El segundo pretende asegurar que los
conocimientos y las tecnologías de la ingeniería genética sean utilizados, ade-
cuadamente, en la Región centroamericana.
En el caso del Convenio Regional sobre Cambio Climático, las instancias que
tratan de cumplir con los compromisos adquiridos son el Comité Regional de Recursos
Hidráulicos y de los Servicios Meteorológicos y el Consejo Centroamericano de
Cambios Climáticos (CCCC); este está integrado por los directores de los Servicios
Meteorológicos para la coordinación de las políticas a escala nacional. El Convenio
para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias
en Centroamérica creó el Consejo Centroamericano de Áreas Protegidas (CCAP) como
ente coordinador de los esfuerzos regionales para uniformar las políticas relacionadas
con el sistema regional de áreas protegidas. En 1995, este Consejo se fusionó con el
Consejo Centroamericano de Bosques (CCAB) para formar el Consejo Centroameri-
cano de Bosques y Áreas Protegidas (CCAB-AP).
Son dos los comités técnicos de la CCAD que proveen asesoría técnica en materia
de bosque y áreas protegidas respectivamente. Con respecto al Convenio de Basilea,
existe como mecanismo de implementación el Centro Subregional para Centroamérica
y México de Capacitación y Transferencia de Tecnología para el manejo ambiental y la
reducción de los desechos peligrosos y su eliminación final, con sede en El Salvador.
Por otro lado, según el Acuerdo Regional sobre el Movimiento Transfronterizo de
Desechos Peligrosos, cada país contratante debe designar una autoridad nacional para
dar seguimiento al Acuerdo, la cual debe estar en comunicación con la CCAD y con
otros organismos de carácter regional e internacional en todo lo relacionado con el
movimiento de desechos peligrosos. También existe un comité técnico de la CCAD
especializado en esta materia.
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Cuadro N.°1
AMUMAS: instrumentos e instancias regionales
CCAD
Comité Técnico sobre Desechos
Peligrosos
Convenio de Basilea sobre el Acuerdo Regional sobre el Centro Subregional para Centro-
Control de Movimientos Movimiento Transfronterizo américa y México de Capacitación
Transfronterizos de Desechos de Desechos Peligrosos y Transferencia de Tecnología para
Peligrosos y su Eliminación el manejo ambiental y la reducción
de los desechos peligrosos y su
eliminación final
CCAD
Comité Técnico sobre Cambio Cli-
Protocolo a la Convención mático
Marco de Naciones Unidas Convenio Centroamericano Comité Regional de Recursos
sobre Cambio Climático sobre Cambio Climático Hidráulicos y de los Servicios
(Kioto) Meteorológicos
Consejo Centroamericano de
Cambios Climáticos (CCCC)
24
III. La institucionalidad regional centroamericana frente
a las obligaciones ambientales del CAFTA
Los esfuerzos regionales realizados por la CCAD para lograr una mejor gestión de
los recursos naturales se han concentrado en varias áreas estratégicas, tanto en el
ámbito intrarregional como extrarregional.14 A continuación se presentan de manera
muy sucinta algunos resultados (o avances) notables logrados hasta la fecha, con énfa-
sis en aquellos que tienen una relación directa con el tema de esta consultoría.
En el escenario intrarregional:
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
En el escenario extrarregional:
15 Ello refleja la nueva estrategia de desarrollo de la Región concentrada en la inserción de las economías CA en las
corrientes de inversión y comercio internacional sobre la base de mayores niveles de competitividad.
26
• El BCIE, cuya misión radica en “fomentar el progreso e integración del área
(centroamericano), propiciar el crecimiento económico con equidad y respeto al
ambiente,” ha logrado atraer financiamiento externo para proyectos en varias
áreas, como la conservación del medio ambiente.16
Sin duda alguna, las decisiones relacionadas con el cumplimiento de las obliga-
ciones ambientales del CAFTA y el seguimiento de los impactos ambientales del con-
junto del Tratado pueden afectar la seguridad ambiental de la población centroameri-
cana; de ahí la necesaria intervención de las instancias de la integración regional en la
planificación y toma de decisiones acerca de estos asuntos. En las páginas siguientes,
se abordan una serie de aspectos relacionados con el tipo de participación o papel que
podrían desempeñar varias instancias del SICA (entre ellas, la CCAD, SIECA,
Secretaría y Comité Consultivo) y la preparación que necesitarían para una acción
efectiva.
16 PNUD, Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá, San José, 2003, 163.
17 M. Morales, Génesis del Parlamento Centroamericano y su desarrollo institucional: 1991-1996, Santa Tecla, octubre
2001 (sitio web: monografías.com).
18 RODA integra al Instituto de Derecho Ambiental y Desarrollo Sustentable (IDEADS, Guatemala), el Centro de Derecho
Ambiental y de los Recursos Naturales (CEDARENA, Costa Rica), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental
(CEMDA), el Instituto Beliceño de Derecho Ambiental y de la Política (BIELPO), el Centro Hondureño de Derecho
Ambiental (CENDAH); la Fundación Salvadoreña de Derecho Ambiental (FUNDASALDA), el Centro de Derecho
Ambiental y Promoción al Desarrollo (CEDAPRODE, Nicaragua) y la Asociación de Orientación Legal y
Administrativa (ASLAP, Panamá).
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
A la CCAD le espera una ardua tarea para dar seguimiento y verificar el cumpli-
miento efectivo de las legislaciones ambientales por parte de los Estados centroameri-
canos, siendo este el principal reto por asumir, en un contexto en el cual muchas leyes
no se cumplen o no existen mecanismos reales que permitan asegurar su debido
acatamiento. Afortunadamente, la CCAD cuenta con alguna preparación o experiencia
en el diseño y promoción de modernos y eficaces mecanismos de aplicación y
cumplimiento de las normas ambientales. Por ejemplo, en el marco del Programa
PROSIGA, ha diseñado un sistema armonizado de indicadores ambientales que permi-
tan a los países monitorear la calidad del agua (subterránea y superficial), la calidad del
aire y la calidad del suelo.19 Estos indicadores son instrumentos indispensables de cara
al monitoreo del cumplimiento de las leyes ambientales.
28
En los párrafos siguientes se revisan algunas obligaciones ambientales (cuyo
cumplimiento depende mucho de la buena voluntad de las Estados Partes), las cuales
bien pueden ser abordadas por la CCAD:
b) Entre las instancias creadas por el Tratado, destaca el Consejo de Asuntos ambien-
tales (CAA), como órgano colegiado integrado por los ministros de Medio
Ambiente (o su equivalente) de cada uno de los Estados Partes. Sus funciones con-
sisten en supervisar la implementación del capítulo ambiental, revisar su progreso y
considerar el estado de las actividades de cooperación desarrolladas en el marco del
Acuerdo de Cooperación Ambiental Estados-Unidos-Centroamérica (ACA). En
principio, el CAA ha de reunirse anualmente y la reunión debe contemplar una
sesión pública para discutir asuntos relacionados con la implementación del capítu-
lo ambiental. Sin embargo, las partes pueden decidir no reunirse, lo que puede dar
pie a que el CAA no se reúna o lo haga con una periodicidad que prácticamente haga
imposible cumplir con sus funciones.
También se deja a criterio de las partes decidir si la sesión con el público se lleva a
cabo o no, lo que limita la efectividad de este mecanismo de control y participación
social. Considerando lo anterior, el reto de asegurar la legitimidad del CAA de cara
a la sociedad civil centroamericana lo deberá asumir la CCAD y, en particular el
Consejo de Ministros de Medio Ambiente, dado que este último incluye los mismos
integrantes que el CAA (con la excepción del representante de EE. UU,). La CCAD,
por medio de su Consejo de Ministros, deberá establecer una relación estrecha y
dinámica con el CAA, en procura de no alterar la periodicidad de las reuniones del
Consejo de Asuntos Ambientales y tampoco las sesiones públicas a su cargo.
Asimismo, deberá asegurar que estas sesiones sean lo más amplias y participativas,
incorporando un mecanismo que permita recopilar los aportes y dar cuenta de su
aceptación o rechazo.
panel arbitral y, de esta manera, no depender de árbitros de otras regiones del mundo
en la defensa de sus intereses, los países centroamericanos deberán hacer impor-
tantes esfuerzos para contar con el personal calificado en las áreas mencionadas
anteriormente. De ahí la necesidad de gestionar -por medio de la CCAD- un pro-
grama de formación de profesionales, aprovechando los mecanismos de coopera-
ción creados por el mismo Tratado. Estos profesionales debidamente preparados en
la temática (amplia y compleja( del comercio y medio ambiente, si bien pueden
desempeñarse como árbitros en un eventual panel arbitral, han de desempeñar un
papel protagónico en el mejoramiento del sistema regional de gestión ambiental
(incluyendo la formulación e implementación de leyes y políticas ambientales).
30
admisión de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en el CC-SICA no es lo
más adecuado pues no permite una mayor participación de estas en dicha instancia.23
Además de exigir a las OSC una representación regional (entre otros requisitos), el CC-
SICA no posibilita la participación desde lo nacional (ausencia de capítulos nacionales
en el CC-SICA, salvo en Honduras), lo que dificulta recoger las posiciones de la
sociedad civil en cada país y su participación en los espacios regionales.24
Considerando lo anterior, será necesario que estas instancias emprendan una serie
de reformas y acciones para hacer frente a las necesidades ambientales del CAFTA y a
las que omite.27 En los siguientes apartados se esbozan lineamientos de reformas y
propuestas de acción para varias de estas instancias.
23 De las 1200 organizaciones de la sociedad civil existentes en Centroamérica, solamente 60 tienen un ámbito de trabajo
regional y de estas solamente 24 (40%) participan en el Comité Consultivo. J. A. Morales Propuestas para fortalecer
la participación de la sociedad civil en el CC-SICA y en el diálogo entre la Unión Europea y Centroamérica, San
Salvador, Septiembre 2005, 8-9 (citando a ALOP, Integración regional centroamericana: una mirada desde la sociedad
civil, Panamá, 2001).
24 Morales, Propuestas para fortalecer la participación, 9. FUNPADEM, en el documento citado anteriormente en la nota
21, al recomendar que “los miembros del Comité Consultivo establezcan mecanismos de comunicación y retroali-
mentación efectivos con sus bases,” pone en relieve que dichas “correas de transmisión” son inexistentes o débiles en
la actualidad.
25 Actualmente, se discute si la UICN o alguna otra organización de carácter regional que no pertenezca al CC-SICA
podría participar en el Foro como miembro pleno. M. Castro Salazar, Centroamérica: su Desarrollo Institucional y sus
Retos Ambientales, 2005 (sitio web: Comunidad virtual de Gobernabilidad y Liderazgo), 11.
26 Este problema tiene mucho que ver con el “desencanto” que tienen las OSC con el CC-SICA dada su poca efectividad
para elevar sus decisiones, propuestas o peticiones a hacia las instancias de decisión del SICA.
27 Obviamente, estas reformas deberán enmarcarse en el proceso de reforma estratégica de la institucionalidad del SICA
iniciada con el nombramiento de la Comisión ad hoc en la Cumbre de Guatemala (febrero del 2004) por los Presidentes
centroamericanos. Hoy en día existe un intenso debate en cuanto a la necesidad de redefinir el rumbo del proceso de
integración regional, a la luz de las nuevas realidades internacionales, entre ellas la apertura comercial por medio de la
negociación de tratados de libre comercio.
31
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
La Secretaría General debe ser fortalecida frente a las autoridades de las secretarías
especializadas; estas últimas deben ser claramente subalternas al Secretario General,
posibilitando una mejor coordinación entre estas diferentes instancias. El Gabinete del
Secretario General, conocido como la Comisión de Secretarías Técnicas, ha de ser acti-
vado como instancia interinstitucional, responsable de la coordinación de las secre-
tarías especializadas; en lo particular, deberá crear un espacio de articulación entre la
CCAD y el SIECA por medio de una Comisión Conjunta especializada en Comercio
y Medio Ambiente (C&MA).
32
recomendaciones canalizadas y tomadas en cuenta por los órganos de decisión del
Sistema de Integración (Consejo de Ministros).
El apoyo del Parlacen es necesario para hacer efectivos los espacios de partici-
pación contemplados en el capítulo ambiental del Tratado.30 Deberá emitir una resolu-
ción, según la cual, para asegurar la legitimidad de dichos espacios, es urgente alcan-
zar un acuerdo entre los países centroamericanos para desarrollar los mecanismos que
permitan asegurar que los aportes de la sociedad civil sean asimilados por las autori-
dades ambientales de los Estados parte. La CCAD deberá formular y promover estos
mecanismos, tomando como punto de partida los mecanismos de control y partici-
pación social creados por el mismo Tratado (sesión pública anual, Consejo asesor,
comunicaciones y peticiones). Obviamente, la CCAD deberá incorporar a la sociedad
civil en el diseño y desarrollo de estos mecanismos para asegurar su adecuado fun-
cionamiento. Más adelante en este documente se amplía el papel de la sociedad civil.
30 La efectividad de estos espacios de participación del público dependerá mucho del uso que de los mismos haga la
sociedad civil centroamericana, en el monitoreo de los efectos ambientales del tratado. El no hacer uso de estos espa-
cios puede provocar que los Estados parte no generen los mecanismos necesarios para asegurar la participación efecti-
va de la sociedad civil y, consecutivamente, que los espacios caigan en desuso.
33
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
34
El papel de la sociedad civil centroamericana debe trascender la fiscalización del
cumplimiento del capítulo ambiental y también dar seguimiento a los efectos ambien-
tales del Tratado, así como participar en el desarrollo de un programa de trabajo rela-
cionado con la cooperación en el ámbito ambiental. Sus propuestas técnicamente fun-
damentadas deben ser discutidas, retroalimentadas y, en la medida de lo posible,
retomadas por las instancias de decisión del Tratado y del Sistema de Integración.
También la sociedad civil puede jugar un papel de contrapeso en el debate público con
intervenciones acertadas acerca del CAFTA y sus implicaciones ambientales en los
medios de comunicación. Como corolario, es imprescindible que la sociedad civil sea
capacitada sobre el tema del comercio y medio ambiente, lo que implica contar con
información actualizada y oportuna respecto a la discusión regional y mundial sobre
dicho tema, “en un lenguaje que pueda ser asimilado por todo el público y con meca-
nismos de difusión adecuados.”34
34 Comercio y Medio Ambiente. Hacia una verdadera agenda centroamericana. Memoria del Foro Regional sobre
Comercio y Medio Ambiente realizado en San Salvador del 7 al 10 de julio de 1999 por SC-SICA, CCAD, IISD, IDRC
y UICN, 44.
35
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
c) Será necesario crear canales que permitan el acceso directo y sistemático del CC-
SICA a las instancias de dirección del SICA (y del Foro Permanente de la Sociedad
Civil al Consejo de Ministros de Medio Ambiente). También, ha de crearse un
mecanismo de seguimiento de las opiniones y recomendaciones del CC-SICA (y
Foro) para verificar en qué medida estos aportes son incorporados en las decisiones
de las instancias de integración y en las políticas públicas.
e) El CC-SICA deberá contar con un presupuesto propio, el cual es necesario para ase-
gurar su debido funcionamiento y el desarrollo de su trabajo.36 Por lo tanto, parte de
los recursos que la Secretaría General recibe de la cooperación internacional deberá
ser asignada al Comité Consultivo. También, este último deberá tener la capacidad
para gestionar y administrar de manera autónoma recursos de la cooperación inter-
nacional, lo que implicaría conseguir la personaría jurídica.
En segundo lugar, la figura del “Comité asesor” que debe crearse en cada estado
(según lo planteado por el Tratado( ha de tener una representación regional (que se
podría tentativamente llamar “Comité Asesor Regional”). Este deberá integrar aquellas
organizaciones del CC-SICA y del Foro Permanente de la Sociedad Civil de la CCAD
interesadas en el tema del C&MA. Al funcionar como espacio de información, refle-
xión y análisis, dicha instancia dará seguimiento a las decisiones tomadas por los
comités asesores nacionales con respecto al cumplimiento del capítulo ambiental (y la
evaluación de los impactos ambientales del conjunto del Tratado). Sus propuestas
deberán ser canalizadas hacia la Comisión Conjunta especializada en Comercio y
36
Medio Ambiente (CCAD/SIECA) y la CCAD, para su análisis y canalización hacia las
instancias creadas por el Tratado (Conjunto de Asuntos Ambientales y Comisión de
Cooperación Ambiental).
Cuadro N°2
Algunos lineamientos para políticas de reforma institucional regional
Obligaciones incluidas
Lineamientos
en CAFTA
1 Crear instancias ambientales Es oportuna la intervención de la CCAD en el diseño de los
(Consejo de Asuntos Am- procedimientos y la creación de la reglamentación correspon-
bientales, Panel Arbitral) diente para su funcionamiento, procurando la integración y
complementariedad de las mismas.
3 Establecer mecanismos para Será necesario que estas instancias emprendan una serie de
la Participación Social reformas y acciones para hacer frente a las necesidades ambi-
entales del CAFTA.
4 Estimular el desarrollo y uso Las Partes deberán fundamentar sistemas de gestión ambien-
de mecanismos flexibles y tal en una combinación de medidas no regulatorias y preven-
voluntarios. tivas con medidas regulatorias (represivas y curativas, cono-
cidas como de “comando y control”) contempladas en la
norma ambiental.
6 Proporcionar altos niveles de El Parlacen deberá proponer un acuerdo regional que permita
protección ambiental y esfor- garantizar su acatamiento; de igual manera, emitir una reso-
zar en mejorar su marco legal lución asignando a la CCAD la elaboración y presentación de
e institucional. este acuerdo a negociarse entre los países de la región. A la
CCAD, le corresponderá elaborar los contenidos del mismo,
planteando objetivos comunes para lograr un mejoramiento
progresivo de los niveles de protección ambiental, así como
de las leyes y políticas, estableciendo metas claras y plazos de
cumplimiento.
38
...viene de pág. anterior
Acciones Complementarias Lineamientos
8 Reforma y propuesta de El Gabinete del Secretario General, conocido como la
acción para la Secretaría Comisión de Secretarias Técnicas, ha de ser activado como
General del SICA. instancia interinstitucional, responsable de la coordinación de
las Secretarias especializadas; en lo particular, deberá crear
un espacio de articulación entre la CCAD y el SIECA por
medio de una Comisión Conjunta especializada en Comercio
y Medio Ambiente (C&MA). El principal mandato de esta
comisión consistiría en establecer una agenda común para
avanzar en la vinculación y compatibilidad de los aspectos
comerciales y ambientales contemplados en el CAFTA.
También, le corresponde formular una propuesta para fomen-
tar la producción y comercio de bienes y servicios ambien-
tales. Esta Comisión integrada por altos funcionarios del
SIECA y CCAD, deberá reunirse semanalmente y sus
recomendaciones deberán ser tomadas en cuenta por los
órganos de decisión del Sistema de Integración (Consejo de
Ministros).
39
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Conclusión
Como corolario, será necesario que cada país emprenda una serie de transforma-
ciones en sus respectivas estructuras jurídicas e institucionales.
40
También serán necesarias varias reformas y mayores niveles de coordinación entre
las instituciones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con el fin de res-
ponder adecuadamente a los retos ambientales planteados por el CAFTA y por otros
grandes compromisos internacionales como el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) y el Plan Puebla-Panamá (PPP). Estas iniciativas y las relaciones
con la Organización Mundial de Comercio están condicionando, de manera creciente,
el proceso de integración de la Región centroamericana.
El nuevo entorno exige que la CCAD y demás secretarías e instituciones del SICA
tengan la preparación y capacidad necesaria en el área de Comercio y Medio Ambiente.
Después de todo, les corresponde a dichas instituciones asegurar que el proceso de inte-
gración se desarrolle en pro del desarrollo sostenible, acorde a los principios de la
ALIDES. En el tanto se haga un esfuerzo regional y racional articulado tanto para
llevar a cabo las reformas legales e institucionales inherentes a CAFTA como para for-
talecer la integración centroamericana, se crearán, en el proceso, condiciones que con-
tribuyan en forma decidida a la sostenibilidad del desarrollo en Centroamérica.
41
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Bibliografía
Germain Lefèvre, Anne. “El Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados
Unidos (CAFTA) y la temática ambiental”. CAFTA / TLC Reflexiones sobre el futuro.
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dor del Ambiente.” AMBIENTICO, No. 120, San José, septiembre 2003.
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Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá 2003. San José, 2003.
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(eds. C. Malamud y P. Isbell), Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y
Estratégicos, Barcelona, 2005.
43
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
44
II. El Sistema de Integración
Centroamericana y los Compromisos
Laborales Derivados del CAFTA
Alexander Godínez Vargas
45
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
El Capítulo Laboral del CAFTA recuerda a las partes “sus compromisos asumidos”
en la Declaración de la OIT de 1998 (art. 16.1), en materia de: a) libertad de asociación,
la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva
(87/98); b) eliminación de toda forma de trabajo forzoso u obligatorio (29/105); c)
abolición efectiva del trabajo infantil (138/182); y d) eliminación de la discriminación
en materia de empleo y ocupación (100/111).
Por su parte, el art. 16.3 del CAFTA, al incluir el respeto de las garantías procesales,
busca asegurar a todo trabajador un “adecuado acceso” a los tribunales de justicia y
que sus causas sean juzgadas mediante procedimientos “justos, equitativos y transpa-
rentes”, en los que se respete el debido proceso y el derecho de defensa. Paralelamente,
los Estados se comprometen a una mayor difusión al público de la legislación laboral,
incluyendo los procedimientos para su aplicación.
Pese al tiempo transcurrido, el tema sigue siendo actual, dado que el nivel de
cumplimiento efectivo de los derechos laborales es aún insatisfactorio. Además, su
inclusión en textos de comercio internacional ha sido utilizado con notable éxito en el
impulso de reformas legales trascendentales orientadas a fortalecer la protección de los
derechos de los trabajadores. Así ocurrió en República Dominicana -promulgación del
actual Código de Trabajo en 19921-, Costa Rica -reforma del Código de Trabajo en
19932- y Guatemala -reforma del Código de Trabajo en el 20013-.
46
1. El alcance del CAFTA en materia laboral
Cuadro N° 1
Ratificaciones de los Convenios sobre los derechos humanos fundamentales (OIT)
EEUU
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Rep.Dom.
Nota: Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicalización (1948). b/ Convenio sobre el dere-
cho de sindicalización y de negociación colectiva (1949). c/ Convenio sobre el trabajo forzado (1930). d/ Convenio sobre
la abolición del trabajo forzado (1957). e/ Convenio sobre la igualdad en la remuneración (1951). f/ Convenio sobre la dis-
criminación en el empleo y la ocupación (1958). g/ Convenio sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973).
h/ Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil (1999).
Fuente: Castro, 2004; OIT, 2003; Nowalski, 2002
47
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Aun más, aunque estos Estados no hubiesen ratificado los 8 convenios fundamen-
tales, tal y como lo dispone la propia Declaración de la OIT de 1998, todo Estado
miembro de la organización -y todas las partes del Tratado lo son- están en la
obligación de cumplirlos, al ya estar incluidos esos principios y derechos en el texto de
la Constitución de la OIT.
A ello se une que estos mismos países, se encuentran ya sometidos a un listado idén-
tico4 de “derechos laborales internacionalmente reconocidos”, en sus relaciones comer-
ciales con los Estados Unidos de América, como países beneficiarios de la Iniciativa
para la Cuenca del Caribe (ICC) y del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP).
Los fondos, por otra parte, se utilizarán “en iniciativas laborales... pertinentes, entre
las que se incluirán los esfuerzos para el mejoramiento del cumplimiento de la legis-
lación laboral” (numeral 4 art. 20.17 del CAFTA).
2. Limitaciones y omisiones
Por otra parte, tampoco el régimen sancionado previsto para los “derechos laborales
internacionalmente reconocidos” se extiende a la totalidad de los trabajadores de cada
Estado, sino solo a quienes laboran en empresas cuya producción de bienes o ventas de
servicios, es objeto de “comercio entre las Partes” (numeral 1.a art. 16.2 del CAFTA).
4 Con la observación de que se actualiza la referencia al Convenio 138 de OIT con el posteriormente aprobado Convenio
182 de OIT relativo a la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil.
48
Sin embargo, las medidas de promoción de los derechos laborales incluidos en el
CAFTA, tienen vocación universal, al igual que con el fortalecimiento de las garantías
procesales.
5 Declaración de San Salvador, con ocasión de la XV Reunión de Ministros de Trabajo de la Región, 26 de mayo del 2000.
6 III Reunión Presidencial del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla (1998) y "Declaración Política
Compromiso de Madrid", firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, de América Latina y del
Caribe, reunidos en Madrid el 17 de mayo del 2002.
7 Sobre este mismo tema, con mayor amplitud, vid. Alexander Godinez Vargas. El Capítulo Laboral del CAFTA y el
respeto de los principios fundamentales en el trabajo, en Velia Govaere Vicarioli y Fernando Ocampo Sánchez
(Editores), Ensayos temáticos sobre el TLC República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos, Universidad Estatal
a Distancia, San José, 2006, p.237-238.
49
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
El primer compromiso es que cada Estado debe respetar en forma absoluta los 8
convenios fundamentales de trabajo incluidos en la Declaración de la OIT de 1998. Sin
embargo, no es previsible que, como consecuencia de ello, El Salvador ratifique, de
forma inmediata, los convenios No.87 y 98 de OIT. La Constitución de El Salvador
reconoce el derecho de sindicalización, en el sector público, sólo a “los trabajadores de
las instituciones oficiales autónomas” (Ibíd.). Esta limitación es contraria a la libertad
sindical, y ha sido la justificación para que El Salvador no ratifique los Convenios
núm.87 y 98 de OIT, alegando que ambas normas “afectan el Orden Constitucional de
la República por lo que es totalmente improcedente su ratificación”.8
Esa medida probablemente tuvo también el beneplácito de Costa Rica, pues le per-
mite a este país encontrar una salida a las críticas que el Comité de Expertos en
Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) ha venido realizando a algu-
nas resoluciones judiciales que tratan de la libertad sindical, dictadas por la Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, y que en criterio de el CEACR entran
en colusión con los Convenios núm.87 y 98 de OIT.
Un segundo compromiso es que cada una de las partes, según el art. 16.2 numeral
1 inciso (a) del Tratado, no deberá dejar “de aplicar efectivamente su legislación labo-
ral, por medio de un curso de acción o inacción sostenido o recurrente... a partir de la
fecha de entrada en vigor de este Tratado”.
Sin embargo, antes debería resolverse, como ya se ha señalado, que se entiende por
“sostenido o recurrente” y si se sancionan sólo los incumplimientos futuros o también
adquieren relevancia las “inconsistencias” actuales que han sido advertidas por la
CEACR.
8 OIT. Examen de las Memorias Anuales con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los
principios y derechos fundamentales en el Trabajo: Parte II, Ginebra, marzo, 2001, p.42.
50
reformar su legislación interna en los términos que durante “décadas” la CEACR les
ha indicado.
Por ello, no es extraño que a partir del 2004 y antes de la entrada en vigencia del
CAFTA, con tanta insistencia y en tan diversas instancias -parlamentaria,9 ministerial10
y presidencial-;11 se han promovido las reformas legales necesarias para adaptar las
legislaciones nacionales a los convenios fundamentales de la OIT.
Un tercer compromiso se incluye en el numeral 2 del art. 16.2 del Tratado, al recor-
darse a las Partes “que es inapropiado promover el comercio o la inversión mediante el
debilitamiento o reducción de la protección contemplada en su legislación laboral
interna”, entendiéndose por esta última, “los derechos laborales internacionalmente
reconocidos” y señalados en el art. 16.8, especialmente si se utiliza como una forma
“de incentivar el comercio con otra Parte, o como un incentivo para el establecimien-
to, adquisición, expansión o retención de una inversión en su territorio”.
51
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Del contenido de la Declaración de la OIT de 1998, dos temas han sido objeto de
particular interés en el ámbito regional de integración: a) la abolición efectiva del
trabajo infantil; y b) la eliminación de la discriminación en materia de empleo y
ocupación.
El primero de ellos ha sido tema central en diversas reuniones regionales -de carác-
ter presidencial,15 ministerial16 y parlamentario-,17 y en cuanto al segundo, los compro-
misos adquiridos se han centrado en la protección de las mujeres, emigrantes e indí-
genas. En el caso de las mujeres, se busca eliminar aquellas barreras que perjudican su
inserción y participación en la sociedad, incluyendo, el acceso al empleo u ocupación;18
mientras que para los emigrantes e indígenas se procura asegurar que en el Estado en
el que residan, se les reconozca y respete el ejercicio de sus derechos humanos.19
13 Inició en octubre del 2003 y llegará hasta octubre 2007, con un financiamiento de US$8.750.000.
14 Art. 3 párr. 1 del Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos ODECA.
15 "Declaración de Antigua" del 11 de marzo de 1999 y "Declaración de San José" del 13 de diciembre del 2002.
16 "Declaración de Managua" adoptada por el Consejo de Ministros de Trabajo, el 29 de abril de 1999; y la "Declaración
de San José", adoptada en la VI Cumbre Iberoamericana de Ministras, Ministros y Altos Responsables de la Infancia y
la Adolescencia -San José, 18 y 19 de octubre del 2004.
17 "Declaración de Tegucigalpa", aprobada en la Reunión Interparlamentaria de Centroamérica, República Dominicana y
Panamá, relacionada con el tema de "Legislación y Trabajo Infantil", 22 y 23 de marzo del 2004.
18 III Cumbre Presidencial celebrada en el marco del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla del 17 de julio de
1998; la "Declaración Política Compromiso de Madrid" durante la Cumbre Presidencial del 17 de mayo del 2002; y la
Declaración Conjunta de la XXVI Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países del Sistema de
Integración Centroamericana (SIOCA), celebrada en Tegucigalpa, el 30 de junio del 2005.
19 Declaración Conjunta de la XXIV Reunión Ordinaria de Jefes de estado y de Gobierno de los Países del Sistema de
Integración Centroamericana (SICA), celebrada en Ciudad de Guatemala, el 29 de junio del 2004 y en el marco del
mismo Mecanismo de Diálogo, las Declaraciones Conjuntas de la IV Cumbre Presidencial, celebrada en Ciudad de
52
1. Mecanismos regionales para cumplir estos compromisos laborales
De la misma manera, aunque fuera del contexto del SICA, a partir de julio del 2003,
los Directores de Instituciones de Formación Profesional han venido trabajando en la
constitución y fortalecimiento de una “Red de Instituciones de Formación de
Centroamérica, Panamá y el Caribe”, todavía carente de una estructura orgánica for-
mal, de naturaleza supranacional, pero donde uno de sus proyectos prioritarios es la
“Certificación Regional de Competencias Laborales”.21
53
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Los órganos ya descritos y que forman el núcleo principal del Subsistema de Inte-
gración Social Centroamericana han tenido escaso protagonismo, y pasan comúnmente
inadvertidos para los propios actores sociales, a quienes “el actual desarrollo institucional
del SICA les parece absolutamente insuficiente e inadecuado para lograr los objetivos
planteados y consolidar la construcción comunitaria, y por consiguiente ese desarrollo no
sólo político y económico, sino también social se ha visto obstaculizado”.23
23 Alexander Godínez Vargas. "Integración regional y libre comercio en las Américas: el desafío laboral en el SICA".
Documento preliminar para discusión. Proyecto: "principios y derechos en el trabajo en el contexto de la XII CIMT-
OEA", OIT-Lima, RLA/02/55M/USA, diciembre 2003.
54
que existan propuestas24 que impulsen una profunda reforma orgánica y funcional, que
garantice, de un lado, una estructura interna más eficiente, eficaz y con presupuesto
adecuado y, de otro, su transformación de una instancia simplemente consultiva a una
de naturaleza propositiva y reactiva.
55
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Cuadro N°2
Segundo intento de reforma de la institucionalidad del SICA
28 SELA. La integración y sus instituciones en América Latina y el Caribe. Caracas, Venezuela, Febrero de 2005. SP/Di
Nº 1-05. Consultado en: www.sela.org/public_html/AA2K5/ESP/docs/Integra/Di1.pdf
56
2. La necesaria reforma Institucional
Aparte de la Secretaría General del SICA existen otras 7 secretarías técnicas, entre
ellas se encuentran la SIECA -Secretaría Permanente del Tratado de Integración
Económica Centroamericana- y la SISCA -Secretaría de Integración Social Centro-
americana-; a las cuales se unen 8 instancias de coordinación y 11 instituciones espe-
cializadas.
Como fue advertido por la CEPAL,29 si bien el número de órganos regionales puede
ser visto como un factor de madurez del propio Sistema, lo cierto es que la naturaleza
de cada una de estas instituciones refleja una naturaleza muy heterogénea y, no en todas
ellas participan la totalidad de los Estados miembros, lo que restringe sensiblemente su
funcionamiento efectivo y agrava, aún más, su financiamiento.
Por ello, “sin abandonar la función retórica de los encuentros, se debe dar paso a la
orientación de políticas regionales realizables”,31 con señalamiento de responsables,
recursos y plazos, lo que permitiría un mejor y más adecuado seguimiento.
Por otra parte, existe un déficit importante de políticas regionales en temas laborales
asociados al CAFTA, que ha sido parcialmente cubierto por la SIECA y por el Consejo
de Ministros de Trabajo.
57
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
No obstante lo anterior, el rol asumido por ambas instancias ha sido precario y muy
limitado.34 La ausencia de reglas claras que delimiten “el tipo de integración y el grado
de cesión de soberanía que los Estados están dispuestos a tolerar, en aras de la cons-
trucción de una comunidad regional”,35 es su principal debilidad.
33 Luis Guillermo Solís Rivera. Centroamérica 2020: La integración regional y los desafíos de sus relaciones externas,
Hamburg: Institut für Iberoamerika-Kunde, 2000 (CA 2020: Documento de trabajo # 3). Consultado en:
www.ca2020.fiu.edu/themes/Luis_G_Solis/Solis.htm
34 Jaime Delgado Rojas, op.cit., p.22-25.
35 Luis Guillermo Solís Rivera, op.cit.
36 Carlos E. Molina. Desarrollo Social y Participación de la Sociedad Civil en Centroamérica, p.46. Consultado en
www.cct-dat.org/desasocia.doc
37 Luis Guillermo Solís Rivera, op.cit.
38 Maribel Gordón Calderón. Integración Regional Centroamericana: una mirada desde la sociedad civil. Asociación
Latinoamericana de Organizaciones de Promoción, Panamá, agosto 2003. Consultado en
www.europa.eu.int/comm/external-relations/ca/doc/alop_1203.pdf
58
del conocimiento claro y preciso que se tenga de la visión y misión del proceso de inte-
gración y de los espacios allí previstos para apoyar y defender, realmente, sus intere-
ses. Las iniciativas oficiales emprendidas en el marco del SICA,39 para dotar de una
adecuada institucionalidad a la participación de la sociedad civil, si bien reflejan,
formalmente, un decidido apoyo a ese objetivo, no han sido capaces realmente de
promoverla.
En este sentido, para las organizaciones sociales que desean participar, resulta difí-
cil identificar con precisión las diferencias existentes (Ver cuadro N°3), si acaso son
realmente significativas, entre el Comité Consultivo del SICA (art. 12 Protocolo de
Tegucigalpa), el Comité Consultivo de Integración Económica (art.s 37 y 49 Protocolo
de Guatemala) y el Comité Consultivo de Integración Social (Art. 9 Tratado de
Integración Social Centroamericana).
Cuadro N°3
Instancias Regionales para la Sociedad Civil
39 Se excluyen, por consiguiente, otras que a pesar de que han pretendido lo mismo, se encuentran extra muros del sistema
institucional del SICA, como fueron el Consejo Centroamericano de Coordinación Intersectorial (CACI) -junio de
1992- y la Iniciativa Civil Centroamericana (ICIC) - octubre de 1994-. Tampoco puede dejarse de citar el esfuerzo reali-
zado para organizar la Cumbre Centroamericana para el Desarrollo Social - 30, 31 de agosto y 1º de septiembre de 1995,
en el IICA, Coronado, Costa Rica-. Sobre estas iniciativas vid. Alexander Godínez Vargas. El papel de la formación pro-
fesional en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en Oscar Ermida Uriarte y Hugo Barreto Ghione
(Coordinadores). Formación Profesional en la Integración Regional, Cinterfor, OIT, Montevideo, 2000, p. 76-81.
59
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
En todo caso, pese a las buenas intenciones, una participación efectiva o una pro-
puesta de reforma de las instancias regionales, sólo puede ser impulsada con base en
una plataforma de acción consensuada intersectorialmente, a partir del fortalecimiento
de la representatividad de los interlocutores sociales.
Más aún, el mayor esfuerzo realizado antes de la celebración del CAFTA para crear
una agenda regional única y consensuada tripartidamente, se hizo extra muros del
SICA. Una experiencia que ha vuelto a repetirse después de la aprobación del Tratado.
60
Tanto el “Acuerdo de Santo Domingo para la Adopción de una Agenda Laboral
Subregional Tripartita”,47 como el Foro Subregional Tripartito para el Empleo
-Tegucigalpa, Honduras, del 28 al 30 de junio de 2005-, fueron convocados a instancia
del Consejo de Ministros de Trabajo de Centroamérica y República Dominicana. Sin
embargo, debe reconocerse que, en forma gradual, se han propiciado nuevos niveles de
coordinación, tanto así que, las resoluciones finales del Foro fueron presentadas en la
XXVI Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países del Sistema
de Integración Centroamericano (SICA), instancia en donde fueron acogidas (numeral
15 de la Declaración Conjunta de la Reunión).
Los lineamientos de reforma institucional regional pueden ser abordados desde una
perspectiva general, orientada al desarrollo de la propia institucionalidad del SICA, sin
la cual no sería posible la ejecución de una política supranacional de mejoramiento de
los derechos laborales de los trabajadores de la región; así como desde una perspecti-
va más específica, encaminada a satisfacer las obligaciones laborales derivadas del
CAFTA.
Los lineamientos de reforma han sido delimitados en forma sucinta durante la XXV
Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA -San Salvador, 15 de
diciembre del 2004-. Tomando como base las medidas enlistadas, varios comentarios
deben realizarse.
47 Adoptado en República Dominicana -24 de mayo del 2002-, pretendía, por un lado, orientar "las prioridades de acción
de los constituyentes de la OIT" y al mismo tiempo, de otro, definía "las demandas de asistencia técnica que los
Gobiernos y los actores sociales requerirán en el próximo bienio".
61
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
autoridad en relación con las demás, para evitar así, una duplicidad de funciones y
maximizar los recursos disponibles.
Por otra parte, el Consejo de Ministros de Trabajo debería ser parte de la institu-
cionalidad del SICA.
Para el desarrollo pleno del SICA, ciertos órganos regionales deben estar facultados
para emitir resoluciones o directrices de cumplimiento vinculante. Definir en qué áreas
o temas deben de reconocerse estos efectos, no es fácil, pues todavía existe un profun-
do arraigo al concepto tradicional de soberanía nacional en ciertos sectores de nuestra
sociedad y en determinadas elites de poder.
62
Para crear una conciencia ciudadana sobre la importancia trascendental que para el
futuro de la región tiene el actual proceso de integración, es indispensable una pro-
puesta más agresiva de información y comunicación que alcance también a los
burócratas de las diferentes entidades gubernamentales, incluyendo el poder judicial y
el legislativo, dónde todavía se deben vencer importantes focos de resistencia.
Dos temas más, deben mencionarse. De un lado, debe revisarse la naturaleza jurídi-
ca del CC-SICA, de forma que, lejos de quedar reducida a una labor consultiva, de
carácter facultativa, para determinados temas, su consulta sea obligatoria y tenga la
capacidad de presentar, de oficio, propuestas en forma directa a los máximos órganos
de gobierno y decisión del SICA. Además, debería contar con un presupuesto propio
financiado por los mismos recursos comunitarios que sostienen la institucionalidad
regional. (Ver cuadro N°4)
Los estudios publicados por la OIT entre octubre del 2003 y enero del 2004, durante
la negociación del CAFTA, acerca del estado de la legislación laboral de cada uno de
los países del CA-5 y República Dominicana, en relación con las obligaciones con-
sagradas en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales
en el trabajo de 1998, señalan la ruta que deben seguir las reformas legales nacionales
en el corto plazo.
Sin embargo, dado que la preocupación más importante de los actores sociales se
centra en las cuestiones relativas a la aplicación de esas normas legales, el Libro
Blanco48 que con apoyo del BID elaboraron los Viceministros de Comercio y de
48 "La Dimensión Laboral en Centroamérica y la República Dominicana. Construyendo sobre el progreso: Reforzando el
cumplimiento y potenciando las capacidades. Informe del Grupo de Trabajo de los Viceministros de Comercio y de
Trabajo de los países de Centroamérica y de la República Dominicana", presentado a los Ministros de Comercio y de
Trabajo de los países de Centroamérica y de la República Dominicana, Abril de 2005.
63
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Cuadro N° 4
Reforma Institucional y Fomento a la Participación Social
rar un plan de trabajo en con- parte de una agenda social previamente determinada, en la que
junto, armónico y coordinado deben incorporarse tanto la ALIDES como el “Acuerdo de Santo
para presentarse al Consejo Domingo para la Adopción de una Agenda Laboral Subregional
de Ministros de Relaciones Tripartita” y el Plan de Acción del Foro Subregional Tripartito
Exteriores” para el Empleo.
“Instruir a la SG-SICA y
SIECA a presentar propuesta - Es indispensable una propuesta más agresiva de información y
para desarrollo de una red de comunicación, que alcance también a los burócratas de las dife-
información y comunicación rentes entidades gubernamentales, incluyendo el poder judicial y
entre las instituciones, órga- el legislativo, dónde todavía deben de vencerse importantes
nos, gobiernos y organiza- focos de resistencia.
ciones de la sociedad civil”
64
Trabajo de los países de Centroamérica y de la República Dominicana en abril del 2005
-dentro del contexto de la Declaración Conjunta de los Ministros de Comercio y de
Trabajo, realizada en Washington D.C., 13 de julio de 2004-, enumera la mayor parte
de los lineamientos que de forma urgente deben ser implementados en la región, con el
fin de mejorar el nivel de cumplimiento efectivo de la legislación nacional, tal y como
se espera a partir de la entrada en vigencia del CAFTA.
Cinco áreas prioritarias fueron identificadas en consulta con una gran cantidad de
actores sociales. En primer lugar, se requiere el fortalecimiento de los Ministerios de
Trabajo, para lo cual es indispensable: a) aumentar el recurso humano con que cuenta
el servicio de inspección y los servicios de mediación y conciliación; b) mejorar la
infraestructura, la tecnología de la información y la capacidad para la gestión de casos;
c) mejorar o crear, donde sea necesario, oficinas enfocadas a resolver los problemas de
la mujer trabajadora y del trabajo infantil; d) mejorar o crear oficinas dedicadas a
defender los derechos de los trabajadores y asesorar a los empleadores a cumplir efec-
tivamente las leyes laborales; e) priorizar las necesidades de gestión del Ministerio; y
f) mejorar los procedimientos dirigidos a la protección contra el despido de traba-
jadores por actividades sindicales legítimas y la discriminación de género, incluyendo
pruebas ilegales de embarazo.
En quinto lugar, se debe fomentar una cultura de cumplimiento de las normas labo-
rales para lo cual hace falta, especialmente, reforzar los consejos laborales tripartitos
para que actúen como promotores de esa nueva cultura.
65
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Paralelamente a las acciones que en concreto se han enumerado en cada una de estas
áreas, ciertas actividades son transversales a todas ellas. Por un lado, como los países
de la región dependen de recursos externos para la implementación de estas acciones
es necesario que, por un lado, se realicen en el ámbito regional acciones coordinadas
que permitan, conjuntamente con las agencias encargadas de ejecutar proyectos de
cooperación internacional, un tratamiento integral de ciertas políticas, de modo que no
exista una duplicidad de esfuerzos y los recursos se orienten a los temas prioritarios de
una agenda laboral previamente consensuada entre todos los países y los actores
sociales. Por otro lado, es indispensable que para la realización de estas acciones se
programen plazos viables, evaluaciones periódicas y se obtenga un compromiso
nacional, para la sostenibilidad de los logros obtenidos.
66
Cuadro N° 5
Cuadro N° 5: Lineamientos para la acción en el ámbito laboral49
3. Debe fortalecerse las po- Asegurar el cumplimiento de normas que prohíben pruebas de
líticas de género y discri- embarazo o explotación de trabajadores
minación
4. Cumplir con el objetivo, en materia de peores formas de trabajo infantil, de alcanzar al final de la
década, una zona libre de trabajo infantil de acuerdo con el Convenio 182 de la OIT
Realizar en el ámbito regional acciones coordinadas que permitan, conjuntamente con las agencias
encargadas de ejecutar proyectos de cooperación internacional, un tratamiento integral de ciertas
políticas, de modo que no exista una duplicidad de esfuerzos y los recursos se orienten a los temas
prioritarios. Resulta indispensable que para la realización de estas acciones se programen plazos
Transversales
49 Lineamientos implementados en la región encontradas en el Libro Blanco, abordado por los viceministros y Ministros
Laborales de la Región 04/2005.
67
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Conclusión
A partir del CAFTA es deber de cada Estado: a) respetar los 8 convenios funda-
mentales de trabajo incluidos en la Declaración de la OIT de 1998; b) no dejar de apli-
car efectivamente los “derechos laborales internacionalmente reconocidos”, por medio
de un curso de acción o inacción sostenida o recurrente; c) no promover el comercio o
la inversión mediante el debilitamiento o reducción de la protección contemplada en su
legislación laboral interna; y d) fortalecer las garantías procesales de los ciudadanos.
68
La reforma institucional del SICA no se ha llevado a cabo, aunque existe un con-
senso sobre las enormes debilidades del actual Sistema de Integración, para hacer
frente a los compromisos derivados del CAFTA. Entre las debilidades existentes,
pueden citarse: a) un gran número de instancias, de naturaleza heterogénea; b) la exce-
siva cantidad de mandatos derivados de las Cumbres Presidenciales, cuya ejecución y
seguimiento, se ha dificultado; c) la ausencia de una delimitación clara de la cesión de
soberanía a favor del funcionamiento de instancias regionales, supranacionales, de
carácter parlamentario y judicial; d) el debilitamiento de las instancias que aseguren
una efectiva participación civil; y e) la aún incipiente formación de una agenda regio-
nal de temas laborales.
Con respecto a la reforma institucional del SICA se pueden citar, entre otros, li-
neamientos como: a) el fortalecimiento de la Secretaría General; b) la reestructuración
del Parlamento Centroamericano y de la Corte de Justicia Centroamericana; c) la incor-
poración del Consejo de Ministros de Trabajo al Subsistema de Integración Social; d)
la revisión y priorización de los mandatos Presidenciales pendientes, señalando respon-
sables, recursos y plazos precisos de la ejecución de los acuerdos adoptados, los que
deberían ser parte de una agenda social previamente determinada; e) el carácter vincu-
lante en el ámbito nacional de las decisiones aprobadas por la Reunión de Presidentes
y del Consejo de Ministros; f) la creación de una conciencia regional a favor del pro-
ceso de integración, basada en el desarrollo de una red de información y comunicación
entre las instituciones, órganos, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil; y g) el
fortalecimiento del Comité Consultivo (CC-SICA) para que se constituya en un inter-
locutor válido de la sociedad civil ante la institucionalidad regional.
Paralelamente, se debe propiciar una acción coordinada con las agencias que ejecu-
tan la cooperación internacional en el ámbito regional, para que se realice un tratamien-
to integral de ciertas políticas que reduzca la duplicidad de esfuerzos y asegure la opti-
mización de los recursos existentes, orientándolos a los temas prioritarios de una agen-
da regional laboral previamente consensuada de forma tripartita. Por otro lado, es
indispensable que para la realización de estas acciones se programen plazos viables,
evaluaciones periódicas y se obtenga un compromiso nacional, para la sostenibilidad
de los logros obtenidos.
69
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
70
Bibliografía
BID. Libro Blanco: La Dimensión Laboral en Centroamérica y la República
Dominicana. Construyendo sobre el progreso: Reforzando el cumplimiento y poten-
ciando las capacidades. Informe del Grupo de Trabajo de los Viceministros de
Comercio y de Trabajo de los países de Centroamérica y de la República Dominicana,
presentado a los Ministros de Comercio y de Trabajo de los países de Centroamérica y
de la República Dominicana, Abril de 2005.
71
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Nowalski, Jurge; Ruiz Keynor. “Hacia una apertura comercial laboralmente justa e
incluyente.” CAFTA / TLC Reflexiones sobre el futuro. Centro Internacional para el
Desarrollo Humano (CIDH), Colección Prospectiva # 5, San José, 2003.
72
III. Propiedad Intelectual y la Institucionalidad
Regional para su Implementación
Marco Antonio Palacios L.
Dentro de las creaciones que atiende, destacan las invenciones, los diseños indus-
triales; las obras literarias y artísticas entendidas en un sentido amplio; las topografías
de los circuitos integrados; las marcas, los nombres comerciales y otros elementos
con aptitud distintiva utilizados en el comercio. A su vez, en el plano de la tutela o pro-
tección, la propiedad intelectual complementa su cobertura a través del desarrollo de
regulaciones en contra de la competencia desleal y otras normas de observancia.
La Propiedad Intelectual está asociada a derechos, los cuales actúan como instru-
mentos para el balance entre intereses individuales e intereses sociales o colectivos.
Por un lado, para la sociedad es de interés mayúsculo el que se innove, se genere evolu-
ción y cambios tecnológicos, se introduzcan nuevos elementos que salven vidas o
mejoren la calidad de vida de las personas; que se cree y se cuente con alternativas
diversas para la recreación, el esparcimiento y la educación; que se favorezca el esfuer-
zo empresarial a través de reglas justas y que se favorezca la libertad de optar infor-
madamente en los mercados. Por otro lado, a la sociedad le interesa que ciertas crea-
ciones e innovaciones puedan a su vez enriquecer el inventario de bienes del que pueda
disponer al menor costo posible. Para quien innova, crea y desarrolla, es importante
contar con un sistema de estímulos y garantías a la protección de su esfuerzo.
Los Derechos de Propiedad Intelectual (DPI) dan lugar a equilibrar ese doble
interés. Estos derechos se constituyen en un sistema de estímulos para que, dentro de
la colectividad, algunos asuman riesgos, inviertan capitales y se lancen a la aventura de
la investigación y el desarrollo de productos, de alternativas; a la creación de elemen-
tos que satisfagan las necesidades de esparcimiento y entretenimiento, de educación; al
desarrollo empresarial que genere opciones para los consumidores, que permita la
operación del mercado a partir de un conocimiento informado. Al establecer reglas que
estimulan la creatividad y la innovación y reglas que las protegen por un tiempo deter-
minado, se fomenta la inversión en esas áreas y se fomenta una espiral de constante
evolución y desarrollo; esto enriquece el conocimiento y la cultura colectivas. Al
vencer los plazos de protección, la sociedad accede a las creaciones e invenciones en
73
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
condiciones aún más favorables y evita igualmente el multiplicar los costos en que
debería incurrirse si otros tuvieran que buscar llegar a la misma solución o producto,
cada cual teniendo que hace la misma inversión.
Sin perjuicio de que la economía mundial se nutra cada vez más del comercio de
bienes y servicios vinculados a la información, el conocimiento, la creatividad, la tec-
nología y la innovación; la propiedad intelectual es y ha sido, un elemento determi-
nante para el desarrollo de mercados informados, competitivos y justos (desde hace
más de doscientos años); ha sido determinante para una renovada y dinámica evolución
de la cultura, las ciencias y la tecnología, lo que ha significado mayor calidad y expec-
tativas de vida para la humanidad. Como lo ha expresado Idris, “... la propiedad in-
telectual es una ‘herramienta poderosa’ para el desarrollo económico y la creación de
riqueza que no es aún utilizada de manera óptima por todos los países, particularmente
el mundo en desarrollo”.1
De ahí que las sociedades que han entendido esa relación de Propiedad Intelectual
con desarrollo (muchas desde hace ya varios siglos a través de normas concretas)
se han empeñado en estimular y tutelar la creatividad y la innovación y han puesto
especial énfasis en la promoción de normas que aseguren un marco apropiado para su
consolidación.
1 Idris, Kamil. Intellectual Property a Power Tool for Economic Growth. Publicación No. 888.1 de la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual -OMPI- (Resumen). Página 1, traducción libre.
2 http://www.wipo.int/about-ip/es/ visitado en Noviembre 1 de 2005.
74
Todas esas creaciones tienen un contenido económico y la posibilidad de generar
valor económico. En mucho, las creaciones cubiertas bajo la propiedad intelectual se
constituyen en activos de empresas y, en consecuencia, en elementos relevantes para y
en el mercado y la dinámica de la competencia. Cada una de estas creaciones es en sí
misma un bien inmaterial, esto es, un bien “que no tiene existencia sensible, sino que,
necesita materializarse en cosas tangibles para ser percibido por los sentidos”,3 lo que
hace que estos bienes sean especialmente vulnerables al ser susceptibles de ser repro-
ducidos ilimitadamente, de modo simultáneo y por distintas personas en diversos
lugares.
Esa vulnerabilidad, sumada al valor económico que conllevan hace que, las crea-
ciones que constituyen propiedad intelectual sean el objetivo, entre otros, de bandas de
crimen organizado, de delincuentes y de oportunistas que persiguen beneficios
económicos a partir del esfuerzo de terceros. Esto no solo tiene implicaciones
económicas sino -y más grave aún- implicaciones en la salud, la seguridad y la vida
de las personas.
En la actualidad, más del 7% del comercio mundial total corresponde a bienes obje-
to de “piratería” y “falsificación”,4 lo que representa miles de millones de dólares en
3 FERNÁNDEZ-NOVOA, Carlos. Tratado sobre Derecho de Marcas. Segunda Edición. Editorial Marcial Pons. Madrid
2004, Pág. 27.
4 En la nota al pie de página número 14, que aparece en el texto del artículo 51 del Acuerdo sobre los ADPIC, se acuña
formalmente, en el plano multilateral de la propiedad intelectual lo que -al menos para la aplicación de dicho instru-
mento- se entenderá por las expresiones “Piratería” y “Falsificación”, a saber: “Para los fines del presente Acuerdo: a)
se entenderá por “mercancías de marca de fábrica o de comercio falsificadas” cualesquiera mercancías, incluido
su embalaje, que lleven apuesta sin autorización una marca de fábrica o de comercio idéntica a la marca válidamente
registrada para tales mercancías, o que no pueda distinguirse en sus aspectos esenciales de esa marca, y que de ese modo
lesione los derechos que al titular de la marca de que se trate otorga la legislación del país de importación; b)se enten-
derá por “mercancías pirata que lesionan el derecho de autor” cualesquiera copias hechas sin el consentimiento del
titular del derecho o de una persona debidamente autorizada por él en el país de producción y que se realicen directa o
indirectamente a partir de un artículo cuando la realización de esa copia habría constituido infracción del derecho de
autor o de un derecho conexo en virtud de la legislación del país de importación. Esta inclusión responde a que popu-
larmente a las infracciones a derechos de propiedad intelectual se les ha denominado con la expresión “piratería”; se ha
referido como “pirata” al que en violación de los derechos en cuestión, reproduce obras, marcas, patentes, etc. En el
derecho penal, la expresión “piratería” , está normalmente referida a “actos de violencia en contra de embarcaciones”.
Por ejemplo, en Guatemala, el artículo 299 del Código Penal establece “Piratería. Comete delito de piratería, quien prac-
ticare en el mar, lagos o en ríos navegables, algún acto de depredación o violencia contra embarcación o contra personas
que en ella se encuentren, sin estar autorizado por algún Estado beligerante o sin que la embarcación, por medio de la
cual ejecute el acto, pertenezca a la marina de guerra de un Estado reconocido...”. En Costa Rica, el artículo 258 del
Código Penal indica: “Piratería. Será reprimido con prisión de tres a quince años: 1) El que realizare en los ríos nave-
gables en el mar territorial o en la plataforma continental, la explotación no autorizada de las riquezas ictiológicas de la
75
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Las características de las creaciones referidas y hechos como los descritos -suma-
dos a otros varios argumentos- han dado lugar a que los Estados encuentren justifica-
ble atender, en el plano de las relaciones interestatales, lo referente a la propiedad
intelectual. A través de la sistematización internacional de la propiedad intelectual los
Estados procuran la estimulación de la actividad creadora y a su vez, la reducción de
las distorsiones del comercio internacional y los obstáculos al mismo así como los
riesgos a la salud y vida de las personas; los Estados han considerado también que la
promoción de la protección de la propiedad intelectual contribuirá a la innovación tec-
nológica y a la transferencia y difusión de la tecnología, a la creación en el campo de
las artes, la literatura y la cultura; todo ello, en beneficio recíproco de los productores,
inventores, autores y de los usuarios de los conocimientos tecnológicos y las obras, de
manera que se favorezca el bienestar social y económico, al equilibrio de derechos y
obligaciones.8
El Tratado de Libre Comercio suscrito entre los Estados Unidos de América, los
países Centroamericanos y, adicionalmente, la República Dominicana (en adelante ese
instrumento será referido también como CAFTA, el TLC o el Tratado) contiene, en el
Capítulo 15, disposiciones en materia de Propiedad Intelectual que los países adhe-
rentes se comprometen a hacer efectivas.
nación, o que practicare en dichos lugares algún acto de depredación o violencia contra un buque o contra personas o
cosas que en él se encuentren, sin que el buque por medio del cual ejecute el acto, pertenezca a la marina de guerra
de alguna potencia reconocida; o sin estar autorizado por alguna potencia beligerante o excediendo los límites de una
autorización legítimamente concedida; ...” .
5 Véase el documento “Strategy Targeting Organizad Piracy (STOP!)” en http://www.ustr.gov/assets/Docu
ment_Library/Fact_Sheet/2004/asset_upload_file507_6462.pdf
6 http://www.wpro.who.int/media_centre/fact_sheets/fs_20050506.htm
7 Ibid.
8 Véanse: (i) el segundo párrafo del preámbulo del Convenio que establece la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual, firmado en Estocolmo el 14 de julio de 1967 y que cobró vigencia el 26 de abril de 1970
http://www.wipo.int/treaties/es/convention/trtdocs_wo029.html ; (ii) El primer párrafo del preámbulo y el artículo 7 del
Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad intelectual relacionados con el Comercio -Acuerdo sobre los
ADPIC- http://www.wto.int/spanish/docs_s/legal_s/27-trips.doc
76
motivaciones descritas son determinantes dado el papel que la propiedad intelectual
juega para el desarrollo económico de esa nación. Sin perjuicio de los elementos
descritos, los responsables de la negociación por parte de los países de Centroamérica
hubieran preferido no abordar el tema de propiedad intelectual de manera amplia y
relegarlo al referente que ya constituía el Acuerdo sobre los ADPIC. En la primera
propuesta centroamericana sobre temas para la negociación, presentada en Washington,
al inicio del proceso de formalización de ésta, no se incluyó la temática de los derechos
de propiedad intelectual.
Los Estados Unidos de América, que sí cuenta con una política clara en materia de
propiedad intelectual, reiteró que dicho tema es clave en su visión para una mayor aper-
tura comercial. No podía ser de otra manera y se entiende cuando uno revisa cifras y
encuentra que las “industrias de propiedad intelectual” se han constituido en el princi-
pal motor de desarrollo del crecimiento en ese país, contribuyendo con cerca del 40%
del crecimiento total experimentado por la industria privada estadounidense y cerca del
60% del total del crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios.10 La propiedad
intelectual es, en palabras muy simples, crucial para el futuro crecimiento de la
economía estadounidense.
Esto es una base para comprender por qué EEUU promovió la propiedad intelec-
tual en el TLC con Centroamérica y por qué el tema no iba a quedar fuera aún cuando
los centroamericanos así lo propusieran. Ese país ha definido además que, dentro de
sus objetivos de política comercial internacional está el de asegurar medios de combate
contra la piratería y falsificación a través de leyes fuertes y la observancia efectiva a
nivel global y así como asegurar que la protección sea eficaz y se ajuste conforme la
tecnología; esto, anticipa el gobierno estadounidense, es un trabajo complejo que
involucra no solamente a las autoridades estadounidenses sino a los otros países socios
comerciales.11
9 Entrevistas con miembros del equipo técnico que inició el proceso de negociación y experiencias vivenciales del autor.
10 Datos obtenidos del comunicado de prensa de noviembre 7, 2005, realizado por la International Intellectual Property
Alliance -IIPA- respecto del estudio económico titulado: “Engines of Growth: Economic Contributions of the U.S.
Intellectual Property Industries”, elaborado por el economista Stephen E. Siwek. http://www.iipa.com/pdf
/IIPA%20NBCU%20Study%20Press%20Release%20FINAL%2011072005.pdf Consultado en noviembre 15 de 2005.
11 http://www.ustr.gov/Trade_Sectors/Intellectual_Property/The_Work_of_USTR_-_Intellectual_Property.html
77
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
El Capítulo persigue, entre otros objetivos, como ha sido el caso de otros textos
sobre la materia enmarcados en un Tratado Comercial,12 asegurar un tratamiento nor-
mativo y de observancia efectivo y adecuado para las categorías de propiedad intelec-
tual que cubre y que, a partir de ello se reduzcan o eviten distorsiones al comercio que
resultan del tráfico de bienes que infringen derechos de propiedad intelectual; distor-
siones que afectan seriamente las inversiones y la generación de empleo.
En el caso del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el Comercio (en adelante Acuerdo sobre los ADPIC o ADPIC), que
es el conjunto de disposiciones en materia de Propiedad Intelectual acordado bajo la
hoy denominada “Organización Mundial del Comercio” -OMC-, se acordó la incorpo-
ración de la normativa de ciertos tratados por referencia; no se establecieron compro-
misos de adhesión a los mismos. Bajo el CAFTA se desarrollaron ambas modalidades:
adhesión obligatoria e incorporación de normas por referencia.
12 Particularmente el antes citado [nota al pie número 4 (ii)] Anexo 1C del AcueDRo por el que se creó la Organización
Mundial del Comercio -OMC, denominado “Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual rela-
cionados con el Comercio” -Acuerdo sobre los ADPIC o Acuerdo TRIPs por sus siglas en inglés- y los capítulos sobre
propiedad intelectual en varios instrumentos comerciales tales como: NAFTA, capítulo XVII; el TLC con México
suscrito por El Salvador, Guatemala y Honduras (Capítulo XVII); por Costa Rica (Capítulo XVII); y, por Nicaragua
(Capítulo XVII).
13 Véase el artículo 1701 del NAFTA y el Anexo correspondiente. Puede consultarse en http://www.nafta-sec-a
lena.org/DefaultSite/index_e.aspx?DetailID=168#A1701 o en español en http://www.sice.oas.org/trade/nafta_s/
CAP17_1.asp
78
A continuación, en la siguiente sección, con el objeto de sumar y facilitar el
entendimiento del tema de Propiedad Intelectual contenido en el Capítulo 15, se pre-
senta un análisis general.
1. Princispios y Objetivos
14 Así parafraseado en el documento “Análisis de las Obligaciones contenidas en el Acuerdo sobre los ADPIC y el
Capítulo XVII del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA)”. Página 2 del Capítulo 2 “Asuntos Objeto
del Acuerdo sobre los ADPIC”, versión impresa. Publicación del Proyecto de Propiedad Intelectual SIECA-USAID. El
trabajo fue encomendado a los Abogados estadounidenses RichaDR Wilder y Lee Skillington. El documento original
fue elaborado en idioma inglés. Dicho trabajo fue discutido con los autores por los Abogados Edith Flores de Molina
y Marco Antonio Palacios, como editores y responsables de la versión en español. El documento completo puede ser
consultado en www.sieca.org.gt en la página referente a Propiedad Intelectual.
79
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
conservar sus recursos genéticos. En este contexto, debe también debe analizarse el
“Entendimiento Relativo a Algunas Medidas de Salud Pública”, en el cual las Partes
plasmaron puntos que entienden aplicables en relación al Capítulo 15 del TLC.
El “Entendimiento” confirma que, por efectos del Capítulo 15, las Partes no ven
alterada su capacidad para adoptar medidas necesarias para proteger la salud pública.
Como se ha establecido bajo la OMC, los países cuentan, en el contexto de las dis-
posiciones de Propiedad Intelectual, con flexibilidades para atender los legítimos
intereses en materia de salud. De ahí que las medidas que se quieran adoptar al amparo
del entendimiento deben ser de buena fe, para proteger la salud pública y no para aten-
der otros objetivos (como pueden ser los propios de la política industrial o comercial
nacionales).15 Las Partes, en este contexto, para la interpretación respecto de determi-
nadas medidas que puedan adoptar y su consistencia con el Capítulo 15, deberán
guiarse -en tanto cobra vigencia la modificación al ADPIC- por la “Declaración relati-
va al acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública” y la Decisión del Consejo General
de 30 de agosto de 2003 sobre la implementación del párrafo 6 de la Declaración de
Doha relacionada con el Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública, incluida la
“Declaración del Presidente del Consejo General de la OMC” que acompaña la
Decisión del Consejo General citada.
15 Así se reitera en la “Declaración del Presidente del Consejo General de la OMC respecto de la enmienda aprobada al
Acuerdo sobre los ADPIC el 6 de diciembre de 2005. Por dicha enmienda, se dará carácter permanente a las excepciones
al sistema de licencias obligatorias que se introdujeron en DOHA.
16 Documentos IP/C/41 y Press /426 a la vista en www.wto.org.
80
Se desprende de la norma citada que el Capítulo 15 constituye el mínimo de dis-
posiciones que sobre propiedad intelectual deben desarrollar las Partes; este mínimo,
en la práctica, complementa el “mínimo” que ya representa el ADPIC y lo que incor-
poran otra serie de instrumentos internacionales de los que son parte los Estados que
conforman este nuevo TLC.
El mínimo en referencia tiene que ver con los “derechos de propiedad intelectual”
incorporados en el Capítulo 15. La expresión “propiedad intelectual” se emplea en las
disposiciones generales (Artículo 15.1.1); en las que definen las obligaciones rela-
cionadas con el trato nacional (Artículo 15.1.8), el control de prácticas anticompetiti-
vas (Artículo 15.1.15); la cooperación (Artículo 15.1.16); en las referentes a la publi-
cidad de la legislación sobre la materia y disposiciones sobre observancia (Artículos
15.1.14 y 15.11). Sin embargo, el Capítulo no provee una definición ni hace una enu-
meración de los derechos o categorías que cubre. En consecuencia, a través de la inte-
gración del contenido de dicho capítulo, se determina lo que para efectos del mismo,
cubre la expresión “propiedad intelectual”.
Adicionalmente, puede preverse que las Partes así como la “Comisión de Libre
Comercio” -establecida en el Capítulo respecto de la administración del Tratado y los
Grupos Arbitrales que se conformen bajo el CAFTA, se ilustren en la mecánica aplica-
da por los grupos especiales y el órgano de apelación de la OMC. Éstos últimos han
aplicado desde el diccionario hasta la integración de instrumentos internacionales sobre
la materia (v.g. el Convenio por el que se establece la Organización Mundial de la
17 El artículo 1.2.2 del TLC indica: “Las Partes interpretarán y aplicarán las disposiciones de este Tratado a la luz de los
objetivos establecidos en el párrafo 1 y de conformidad con las normas aplicables del Derecho Internacional”. (resalta-
do propio).
81
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
18 Convención que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual -OMPI-. Suscrita en Estocolmo, Suecia,
en julio 14 de 1967 y modificada en septiembre 28 de 1979. El artículo 2 de dicho Convenio establece “A los efectos
del presente Convenio se entenderá por: (i) [...] (viii) « Propiedad intelectual », los derechos relativos: - a las obras
literarias, artísticas y científicas, - a las interpretaciones de los artistas intérpretes y a las ejecuciones de los artistas eje-
cutantes, a los fonogramas y a las emisiones de radiodifusión, - a las invenciones en todos los campos de la actividad
humana, - a los descubrimientos científicos, - a los dibujos y modelos industriales, - a las marcas de fábrica, de comer-
cio y de servicio, así como a los nombres y denominaciones comerciales, - a la protección contra la competencia desleal,
y todos los demás derechos relativos a la actividad intelectual en los terrenos industrial, científico, literario y artístico.
Véase en www.ompi.int . Aunque esta definición ya no cubre todas las categorías tuteladas en la actualidad, es una
referencia obligada.
82
Adicionalmente a ese contenido específico, las Partes se comprometen a adherirse
a determinados tratados, medio por el cual la cobertura del Capítulo se extiende a mate-
ria no desarrollada de manera específica en el texto sino por los instrumentos a los
que los Estados deben vincularse; por ejemplo, el compromiso puntual de tutelar las
obtenciones vegetales, para lo que se determina la adhesión a UPOV (o en su defecto,
asegurar protección efectiva mediante patentes).
Los tratados referidos para adhesión (y otros para cuya adhesión los Estados com-
prometen hacer un “esfuerzo razonable”) son de diversa índole. Hay algunos que
definen derechos sustantivos, como el Convenio UPOV y los denominados “Tratados
Internet” (WCT y WPPT19 por su siglas en inglés); hay otros referentes a requerimien-
tos en procedimientos de registro (Tratado sobre el Derecho de Marcas); o relativos
a un sistema centralizado para el inicio de la gestión de registros con cobertura para
varios países (Tratado en Materia de Cooperación en Patentes o PCT, por sus siglas en
inglés). También se incorporan “normas por referencia”, por ejemplo, en materia de
marcas notorias (artículo 15.2.5, que refiere que el Artículo 6 bis del Convenio de
París, aplicará mutatis mutandis, a lo establecido en el TLC en cuanto a tutela a mar-
cas notorias); en cuanto a Derecho de Autor y Derechos Conexos, véase el artículo
15.5.5 (cada Parte aplicará las disposiciones contenidas en el Artículo 18 del Convenio
de Berna y el Artículo 14.6 del Acuerdo sobre los ADPIC, mutatis mutandis, a la mate-
ria, derechos y obligaciones establecidos en este Artículo y en los Artículos 15.6 y
15.7); y referencia a normas de derechos conexos (Artículo 15.5.6). Esa materia incor-
porada por referencia, cae bajo el ámbito de cobertura del Capítulo 15.
Hay tratados a los cuales los centroamericanos deberán adherirse (ver cuadro N°1),
incluso en fecha o plazo cierto, sin que cuenten con la discrecionalidad de cambiar esos
“tiempos” y, hay otros para los cuales el Capítulo se refiere a que cada Parte haga
19 WCT: WIPO Copyright Treaty / Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor; y, WPPT: WIPO Performers and
Phonograms Treaty / Tratado de la OMPI sobre Artistas Intérpretes o Ejecutantes y Fonogramas. De estos instrumentos
son ya parte todos los países Centroamericanos.
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CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Cuadro N°1
Tratados incluídos en el capítulo 15
Tratados que ya
han ratificado
A) Tratados que deben ser ratificados a la fecha
CR ES GT NI HD
de entrada en vigor del DR-CAFTA
El Tratado de la OMPI sobre derechos de autor (WCT) X X X X X
El Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución
X X X X X
y Fonogramas (WPTT)
B) Tratados que deben ser ratificados antes del 1 de enero de 2006
El Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) X X X
El Tratado de Budapest sobre Reconocimiento
X
Internacional del Depósito de Microorganismos
C) Tratados que deben ser ratificados antes del 1 de enero de 2008
El Convenio de Bruselas sobre la Distribución de
X X
Señales de Satélite Portadoras de Programas
El Tratado sobre el Derecho de Marcas (TLT) X
D) Tratados con fechas diferentes según el país
El Convenio Internacional para la Protección de
Obtenciones Vegetales (UPOV) X
E) Tratados respecto de los cuales las partes deben hacer esfuerzos razonables para adherirse a:
El Tratado sobre Derecho de Patentes (PLT)
El Arreglo de Haya sobre el Depósito Internacional de Diseños Industriales
El Protocolo al Arreglo de Madrid sobre el Registro Internacional de Marcas
Fuente: Elaboración propia, a partir de los datos consignados de la página Web de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual www.ompi.org.
84
Con respecto al punto de adhesión, es oportuno indicar que nada se dice sobre la
posibilidad de reservas al contenido de algunos de ellos que las permiten y que even-
tualmente podrían hacer los países al adherirse. Sin un compromiso expreso de “no
reservas”, las Partes, al adherir a los tratados a que se obligan por razón del CAFTA,
podrían acogerse, según lo estimen pertinente, a la adoptación de reservas, si el trata-
do de que se trate las contempla (p.e. Tratado sobre el Derecho de Marcas
-Artículo 21-; PCT, Artículo 64).22
22 Tratado sobre el Derecho de Marcas: “Artículo 21 Reservas; “ Tratado de Cooperación en Materia de Patentes PCT:
“Artículo 64 Reservas. Véase www.wipo.int/treaties/es/
23 Art. 15.12: Disposiciones Finales 1. Salvo que se establezca lo contrario en el párrafo 2 y en el Artículo 15.1, cada Parte
deberá implementar este Capítulo a la fecha de entrada en vigor de este Tratado. 2. Como se indica a continuación, una
Parte podrá diferirse a implementar ciertas disposiciones de este Capítulo, por un periodo que no exceda los periodos
en este párrafo, comenzando en la fecha de entrada en vigor de este Tratado: (a) Costa Rica; (b). República Dominicana;
(c). El Salvador.; (d) Guatemala; (e). Honduras; (f). Nicaragua...”.
85
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Por otro lado, un elemento que se destaca del Capítulo lo constituye la armonización
a través de la inclusión de “definiciones” para varios conceptos. Las definiciones
incorporadas lo son principalmente para el área del derecho de autor y los derechos
conexos (p.e. fonogramas, fijación, publicación, artista intérprete o ejecutante -Art.
15.7.5-; medida tecnológica efectiva -Art. 15.5.7(g)-; información sobre la gestión de
derechos -Art. 15.5.8(c)-; etc.), con esto, las partes “armonizaron” lo que deberá enten-
derse para determinadas figuras. También incluye definiciones en otras áreas, por
ejemplo en lo que respecta a ciertos productos regulados (p.e. producto nuevo). Siendo
el Capítulo 15 un mínimo, hay definiciones que igualmente constituyen “un mínimo”
y que las partes podrán extender en cuanto a cobertura, en tanto que no limiten o con-
travengan el contenido del Capítulo 15.
86
v. Restauración o compensación en el plazo de las patentes por situaciones pun-
tuales referentes a retrasos en el examen de fondo o en el otorgamiento de patentes
e incluso, retrasos en el otorgamiento de registros sanitarios (“restauración o com-
pensación del plazo”, cuya expresión en inglés es “patent term restoration”).
vii. Conducta del Estado con respecto al “Uso de software” - los Estados asumen el
compromiso de emitir disposiciones normativas para regular la adquisición y
administración de programas, tales como registros, inventarios de programas e
inventarios de licencias y el compromiso puntual de utilizar solamente software
autorizado. También entra en el plano de conducta del Estado la ratificación de lo
establecido anteriormente bajo el artículo 39.3 del ADPIC, de no permitir el uso
comercial desleal de los datos de prueba de ciertos productos regulados así como no
dar lugar a su divulgación.
Otra disposición que merece cita en este documento y que aplica al contenido y al
alcance del Capítulo 15, es la establecida en el artículo 15.1.11 y que se refiere como
“Materia Existente”: “Salvo cuando establece lo contrario, este Capítulo, genera
obligaciones relativas a toda materia existente en la fecha de entrada en vigor de este
Tratado, que esté protegida en dicha fecha en el territorio de la Parte donde se recla-
ma esa protección, o que satisface o llega a satisfacer los criterios de protección bajo
este Capítulo.”
Esto quiere decir que, si en los Estados parte, hay materia de la cubierta por el trata-
do que esté vigente a la fecha de entrada en vigencia del TLC para la que el TLC provee
mayores condiciones de protección, éstas se deben hacer efectivas sobre dicha materia
(v.g. si un país otorga a los derechos patrimoniales de autor un plazo de duración equi-
valente a la vida del autor más 50 años de protección -o plazo inferior a 70 años-, por
el TLC se extendería ese plazo a 70 años después de la vida del autor, en tanto que el
plazo anterior esté aún vigente).
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Alcances del
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24 El término “actos” fue definido por el Órgano de Apelación en el caso “Canadá: Período de protección mediante
patente.” Informe del Órgano de Apelación en el caso Canadá: Período de protección mediante patente,
WT/DS170/AB/R. A continuación una cita resumen del informe del Órgano de Apelación tomada del documento
“Análisis de las Obligaciones contenidas en el Acuerdo sobre los ADPIC y el Capítulo XVII del Tratado de Libre
Comercio de Norteamérica (NAFTA)”. Publicación de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana
(SIECA), a través del Proyecto Propiedad Intelectual SIECA-USAID. Páginas 2 y 3, Sección 2.16: Nuestra principal
tarea consiste en determinar el significado de las palabras “actos realizados antes de la fecha de aplicación” e interpre-
tar el párrafo 1 del artículo 70 en consonancia con el resto de las disposiciones de dicho artículo. Consideramos que en
el párrafo 1 de dicho artículo la palabra “actos” se utiliza en su sentido normal o corriente de “cosas hechas”, “hechos”,
“acciones” u “operaciones”. En el contexto de los “actos” correspondientes a la esfera de los derechos de propiedad
intelectual, la palabra “actos” que figura en el párrafo 1 del artículo 70 puede abarcar, por consiguiente, los “actos” de
las autoridades públicas (es decir, tanto de los gobiernos como de sus autoridades de reglamentación y administrativas)
así como los “actos” de particulares o de terceros. Como ejemplos de “actos” de autoridades públicas cabe mencionar,
en la esfera de las patentes, el examen de las solicitudes de patentes, la concesión o denegación de una patente, la revo-
cación de la declaración de caducidad de una patente, la concesión de una licencia obligatoria, la incautación de bienes
por las autoridades aduaneras aduciendo la supuesta infracción de los derechos de propiedad intelectual del titular de
una patente, y acciones similares. [Se omitió la nota al pie]. Los actos de presentación de una solicitud de patente, de
infracción u otro uso no autorizado de una patente, de la competencia desleal, o del abuso de los derechos de patente
son ejemplos de “actos” realizados por particulares o terceros. [Se omite aquí la nota al pie].
En el párrafo 1 del artículo 70 se establece que cuando esos “actos” sean “actos realizados” antes de la fecha de apli-
cación del Acuerdo sobre los ADPIC para un Miembro, es decir, cuando se trata de “actos” hechos, realizados o com-
pletados antes de esa fecha, ningún Miembro estará sujeto a obligaciones dimanantes del Acuerdo sobre los ADPIC con
respecto a ellos. Esos “actos” de por sí no se pueden poner en tela de juicio después de la fecha de aplicación del
Acuerdo para un Miembro...
Sin embargo, en materia de derechos de propiedad intelectual es fundamental distinguir entre los “actos” y los “dere-
chos” creados por esos “actos”. Por ejemplo, en la esfera de las patentes la concesión de una patente (que constituye
claramente un “acto”) confiere al adjudicatario, con arreglo a las disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC, al menos
los siguientes derechos sustantivos: trato nacional (artículo 3); trato de la nación más favorecida (artículo 4); patentes
de productos y de procedimientos en todos los campos de la tecnología; no discriminación entre productos importados
o producidos en el país (párrafo 1 del artículo 27); duración de la protección (artículo 33); e “inversión de la carga de
la prueba” en el caso de patentes de procedimientos (artículo 34).
... Un “acto” es algo “hecho” y el uso de las palabras “actos realizados” sugiere que lo que ha sido hecho está actual-
mente completo o acabado. Esto excluye los casos, con inclusión de los derechos y las obligaciones existentes, que no
están acabados. De hecho, el título del artículo 70, “Protección de la materia existente”, confirma contextualmente que
la finalidad del artículo 70 consiste en incluir en el ámbito de aplicación del Acuerdo sobre los ADPIC “materias” que,
en la fecha de aplicación del Acuerdo para un Miembro, existan y satisfagan los criterios pertinentes para su protección
en el marco del Acuerdo.
Una interpretación en contrario reduciría en gran medida el ámbito de aplicación de las otras disposiciones del artículo
70, en particular las disposiciones establecidas en el párrafo 2 de dicho artículo. Puede afirmarse que prácticamente
88
El Capítulo 15 cobrará vigencia para los países Parte una vez entre en vigor el
Tratado (Art. 15.12.1). Sin embargo, como excepción a la entrada en vigencia gene-
ral del Capítulo 15, se estableció que para determinadas disposiciones, los países Parte
gozarán de “plazos diferidos” para la implementación (Art. 15.12.2); esto es, plazos
diferenciados y extendidos más allá de la fecha concreta de entrada en vigor. Esto últi-
mo -cumplimiento en plazos diferidos- se determinó para normas concretas del
Capítulo, incluidas las correspondientes a adhesiones a tratados.
toda situación existente ha surgido de uno o más “actos” realizados en el pasado. Por ejemplo, cabría afirmar que
prácticamente todos los derechos contractuales y de propiedad han surgido de “actos realizados” en el pasado. Si las
palabras “actos realizados” se interpretaran de manera que abarcasen todas las situaciones que siguiesen existiendo en
relación con las patentes concedidas antes de la fecha de aplicación del Acuerdo sobre los ADPIC para un Miembro,
incluidos derechos como los correspondientes a patentes concedidas con arreglo a la antigua Ley, entonces el párrafo 1
del artículo 70 impediría la aplicación de prácticamente la totalidad del Acuerdo sobre los ADPIC a derechos conferi-
dos por patentes creadas por esos “actos”, lo cual no estaría en conformidad con el objeto y el fin del Acuerdo sobre
los ADPIC, que se enuncian en el preámbulo de dicho Acuerdo.
Por consiguiente, llegamos a la conclusión de que el párrafo 1 del artículo 70 del Acuerdo sobre los ADPIC no puede
interpretarse de manera que se excluyan los derechos existentes, como los derechos de patentes, incluso si esos dere-
chos han surgido de actos realizados antes de la fecha de aplicación de dicho Acuerdo para un Miembro...”
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Por otro lado, temas que han perfilado relevancia para los países centroamericanos,
como son los referentes al acceso a recursos genéticos; al acceso a conocimientos tradi-
cionales y consentimiento informado; y, el diseño aplicado a artesanías y textiles, no
son abordados en el Capítulo 15.
90
del tratado de libre comercio con México y el ya citado Acuerdo sobre los ADPIC. En
el caso de Nicaragua, además, hay que tener presente el Acuerdo Bilateral en Propiedad
Intelectual que ese país suscribió con los Estados Unidos de América.
Finalmente, bajo este punto, es importante destacar que, sumado a los compromisos
normativos y de aplicación que resultarán de un instrumento como el TLC, surgen otros
derivados de los tratados a los que se compromete la adhesión, lo que no solo requiere
atención en normas sino en instituciones y recurso humano.
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25 El Salvador, es el único país cuya Asamblea Legislativa aprobó ya legislación de implementación en el tema de
Propiedad Intelecutal (los Decretos fueron publicados el 12 de enero de 2006); los medios de comunicación, sin embar-
go, han anunciado que EEUU aún estará revisando tal normativa para confirmar consistencia con el TLC. Durante las
últimas dos semanas de enero está previsto que representantes de los Gobiernos de Guatemala y Honduras mantengan
reuniones de revisión sobre proyectos de ley de implementación con el USTR.
92
En el tema de Propiedad Intelectual, los países centroamericanos cuentan con
antecedentes sobre ejercicios puntuales de carácter regional, tal como el denominado
“Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial”26 -el
Convenio-. Ese instrumento de vocación regional trató lo referente a las marcas y otros
signos distintivos; fue adoptado por cuatro de los cinco países miembros del proceso
de integración económica centroamericana (el país que no adhirió fue Honduras) y se
constituyó en el primer esfuerzo que los países de la región llevaron a cabo en torno a
la definición de objetivos comunes en el contexto de una política de propiedad intelec-
tual y para asegurar que, en el caso concreto, lo referente a marcas y otros signos dis-
tintivos, se constituyera en un instrumento facilitador para el comercio intrazonal antes
que un obstáculo por falta de regulación, en particular de una regulación uniforme en
los países del proceso.27
26 Suscrito el 1 de junio de 1968. Cobró vigencia para Costa Rica, Guatemala y Nicaragua el 27 de mayo de 1975 y para
El Salvador, el 7 de abril de 1989.
27 Así lo expresaron los Gobiernos centroamericanos en la parte considerativa del Convenio, a saber: “Convencidos de que
es de todo punto de vista conveniente uniformar las normas jurídicas que regulan las marcas, nombres comerciales, (...)
y las que tienden a asegurar una leal y honesta competencia, debido a la importante función que desempeñan en cuan-
to al libre movimiento de mercancías, la prestación de servicios, al goce pacífico y honrado de derechos (...) y la pro-
tección de los consumidores.
28 Se denominó “Protocolo de Modificación”; el texto era un convenio completamente nuevo. Tal “Protocolo” fue suscrito
el 30 de Nov. de 1994 y enmendado posteriormente el 19 de Nov. de 1997 y el 26 de marzo de 1998. El instrumento
de 1994 fue ratificado por Nicaragua, pero no entró en vigor por falta de ratificación del resto de los países signatarios.
29 El proyecto de “Convenio de Invenciones y Diseños Industriales” fue aprobado a nivel técnico en la reunión extraordi-
naria de Jefes de Oficina de Propiedad Industrial de celebrada los días 17 y 18 de Nov. de 1997; fue suscrito por CR y
SV el 19 del mismo mes y año; por GT el 26 de marzo de 1998; HN suscribió el “Protocolo de Adhesión” al referido
convenio y NI no concluyó el proceso. El 28 de agosto de 1998, en la décimo cuarta reunión de Jefes de Oficina de PI,
se acordó que los países que ya lo habían suscrito iniciaran el trámite de ratificación. Sin embargo, la decisión del
Consejo de Ministros de Integración Económica de que cada país llevara a cabo su propio proceso para dar cumpli-
miento al Acuerdo sobre los ADPIC, dio lugar a perder todo el esfuerzo desarrollado (véase el Acta de la duodécima
reunión de dicho Consejo, reunión de 26 de Feb. de 1999; véase también la nota al pie 30 en este documento).
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Sin embargo, ninguno de los proyectos llegó a cobrar vida en el contexto regional.
En el segundo semestre de 1998 los esfuerzos por pasar los proyectos de convenio a
nivel de los organismos legislativos de cada país, a excepción de Nicaragua, donde se
aprobó la nueva normativa para marcas (véase nota al pie número 29), enfrentaban
seria incertidumbre. En Guatemala, se le dio dictamen negativo, cerrando la posibili-
dad de que por al menos un año, el mismo instrumento pudiera ser presentado nueva-
mente ante el pleno. El impasse fue resultado en mucho del desconocimiento de varios
sectores sobre el derecho marcario y su evolución y ello generó irresponsable manipu-
lación respecto de su contenido. Lamentablemente, todo ello implicó que un impor-
tante esfuerzo centroamericano dirigido a la modernización del derecho marcario y de
patentes, que consumió varios años (del ‘85 al ‘98) e importantes recursos, se perdiera
para el aprovechamiento comunitario.
Al tiempo en que los dos proyectos (marcas y signos distintivos por un lado y
patentes y diseños industriales por el otro) se encontraban estancados, el escenario
referente a los compromisos internacionales en materia de propiedad intelectual para
los países del área ponía especial presión. En efecto, el ADPIC cobraría vigencia
general para los países de Centroamérica el 1 de enero del año 2000 (salvo las excep-
ciones, como en el caso de Guatemala, que permitían optar a un plazo de transición
para determinados compromisos en materia de patentes de invención).
Ante esa situación, los países se vieron obligados a tomar una decisión que cierta-
mente afectó el proceso de integración en lo referente a la propiedad intelectual: la
denuncia del “Convenio”, la renuncia a los proyectos regionales trabajados a nivel
técnico y que, en consecuencia, cada país generara sus leyes domésticas.30
94
Dado que cada país trabajaría su propia agenda frente a la vigencia del ADPIC, ese
foro dejó de reunirse31 y no es, hasta con la discusión del proceso de “Unión Aduanera”
-UA-, que el tema se retoma en la esfera comunitaria, pero muy limitadamente y enfo-
cado a puntos que no son los que demandan la atención prioritaria. ¿Por qué el cam-
bio de enfoque? Se puede explicar partiendo de que no hay voluntad política manifies-
ta de contar con instrumentos normativos regionales. En consecuencia, la agenda se
dispersa entre “análisis comparativos” y “prácticas registrales”, que aunque son de
importancia, no responden a las necesidades de la región ante una UA.
95
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Así, las decisiones respecto de “propiedad intelectual” en la esfera regional son más
bien casuísticas, resultado de coyunturas y compromisos, antes que de una definición
de políticas integradas (lo que refleja la manera en que el tema se aborda a lo interno
de cada país centroamericano). La falta de un enfoque integrado y oportuno se debe en
mucho a la carencia de entendimiento del papel de la propiedad intelectual en una UA,
a la falta de visión de la propiedad intelectual como instrumento para el desarrollo y a
la falta de generación de información técnica y objetiva sobre temas sensibles (p.e.
patentes y datos de prueba). Relegar el tema no es prudente y menos, abordarlo sin una
visión objetiva e integral.
33 Concretamente los denominados “tratados internet” de la OMPI: el Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor y el
Tratado de la OMPI sobre Ejecución y Fonogramas, los cuales introducen en el plano multilateral disposiciones
referentes a las medidas tecnológicas y la elusión de las mismas.
96
“daños predeterminados” (Art. 15.11.8) y las facultades de autoridades aduaneras para
iniciar medidas en frontera de oficio (Art. 15.11.22).
A la vez, los organismos ejecutivos de cada país deberán concretar cooperación con
los correspondientes organismos judiciales, de manera que pueda trabajarse en la for-
mación y actualización de los funcionarios judiciales. Lo mismo deberá suceder con
los Ministerios Públicos.
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DR-CAFTA
Sin perjuicio de que el desarrollo normativo para la puesta en vigor del Capítulo 15
representa una exigencia grande, es importante destacar que los países deberán dedicar
importantes recursos -financieros y humanos- para asegurar que esas normas gocen de
un escenario que las complemente y las haga operativas. En efecto, habrá que hacer
serias inversiones en los “registros de propiedad intelectual” para continuar con
la transformación hacia oficinas administrativas mejor capacitadas, más eficientes y
sólidas y oficinas que trasciendan del rol puramente registral hacia uno de mayor
dinamismo en cuanto a la provisión de información a la colectividad.
De igual manera, es prudente sacar provecho de la ocasión para realizar los ajustes
que la legislación requiera, aún cuando no es materia puntualmente derivada del
Capítulo 15, pues la intención debe ser el que las leyes de propiedad intelectual estén
no solo actualizadas sino apropiadamente desarrolladas para que sean prácticas y no
resulten poco operativas o constituyéndose en obstáculos al comercio o al ejercicio de
los derechos de propiedad intelectual.
98
de puntual de satisfacer el compromiso y dejando cerrar, por un tiempo al menos, la
ventana de oportunidad que todo proceso de cambio conlleva. Esto último es lo que
normalmente ha sucedido.
Los desafíos antes citados ponen en evidencia la dificultad que enfrentan los países
de la región para cumplir con las obligaciones del capítulo 15, así como las que emanan
de compromisos multilaterales sobre Propiedad Intelectual.
Para ello, es importante entender que los Derechos de Propiedad Intelectual (DPI)
tienen, entre otras características, el de no ser absolutos. Esto quiere decir, según la
categoría de que se trate, que aplican también excepciones y limitaciones, lo que sig-
nifica que los Estados pueden disponer de esas figuras, en tanto razonables y objetiva-
mente justificables, como válvulas de escape para situaciones en las que deban
restringirse temporalmente tales derechos para atender derechos de mayor rango. Sin
embargo, ello no significa negar los derechos ni minimizarlos en la legislación.
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CAFTA / TLC
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DR-CAFTA
En todo caso, deben los Estados ser muy prudentes ya que, por pretender minimizar
el alcance de la propiedad intelectual, pueden resultar minimizando a la vez garantías
y exigencias que atienden la seguridad y calidad de determinados productos. Por ejem-
plo, al abordar la tutela a los datos de prueba, no debe cometerse el error de que, para
evitar su efectiva aplicación, especulando de que tal aplicación conllevará restricciones
en cuanto acceso a medicamentos, se minimicen requerimientos de evidencia científi-
ca que garantizan la seguridad, eficacia y calidad de los medicamentos.
34 Por ejemplo, el Convenio de Berna en cuanto al derecho de traducción (art. 30) y las reservas permitidas en la
Convención de Roma, art. 16 (Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas intérpretes o ejecutantes,
los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión). Véanse en www.wipo.int/treaties/es/
100
patente y que pueden ser accesibles al público después de la publicación de tal solici-
tud. En este proceso deben participar activamente las universidades y otras institu-
ciones de investigación.
En ese sentido, es importante destacar que en octubre de 2005, los países cen-
troamericanos a través de la cooperación de la OMPI y con el apoyo de la SIECA, la
Oficina Europea de Patentes, la Oficina Española de Patentes y Marcas y el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial, dieron un importante paso hacia la imple-
mentación de referentes comunes para la atención de los procedimientos de patentes al
concluir la propuesta técnica de un “Manual para el Procedimiento de Patentes”. Ese
documento, aún no aplicado en los países de la región, debería ser objeto de una pronta
revisión (primer semestre del 2006, por ejemplo) para ajustarlo al texto del Capítulo
15, en lo que correspondiere y, a su vez, complementado con lo referente a las solici-
tudes del Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT), pues en breve todos
los países de la región serán parte a ese último instrumento citado. Adicionalmente,
deberían los centroamericanos iniciar el trabajo para la concertación de un manual para
el procedimiento de registro de marcas.
35 Por ejemplo, reducción de las causas para cancelar patentes; restauración del plazo de patentes por retrasos imputables
a la administración y vinculación del sistema de patentes con el de aprobación de comercialización -registros sanita-
rios- de medicamentos
101
CAFTA / TLC
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DR-CAFTA
Estas oficinas deben entrar en coordinación con los ministerios o entidades respon-
sables de tecnologías y trabajar con las universidades del país de manera que se genere
un proceso de transformación de la propiedad intelectual en estos países: de la simple
aplicación de normas a la generación de innovaciones y creaciones tutelables.
En el área de patentes, la adhesión al PCT para quienes aún no son parte, exigirá
preparación y designación de recursos; para quienes ya son parte, el proceso para una
adecuada reacción administrativa y técnica de la fase nacional sigue siendo necesaria.
De ahí que se debe atender la cadena completa y asegurar capacitación para todos
los actores. Ciertamente, esto implica la designación de recursos financieros apropia-
dos, pues de lo contrario, se verán actividades de formación ocasionales que tendrán
efectos limitados. Dada la especialidad del tema a tutelar, es recomendable que a nivel
102
local cada país evalúe la conveniencia de establecer unidades y tribunales especializa-
dos (ya algunos países lo han hecho a nivel de Ministerio Público -p.e. Guatemala-).
De ahí que el trabajo con aduanas deberá ser atendido oportunamente; incluso,
habrá que evaluar si debe o no implementarse un sistema de “registro” de marcas y
otros signos distintivos para efectos de control y referencia de las aduanas. Deberá
cuidarse de manera especial que la aplicación de tales medidas no resulten en abuso de
discrecionalidad o arbitrariedades, para lo cual, la capacitación apropiada a los fun-
cionarios y el desarrollo de normas precisas serán útiles.
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asegurar un libre tránsito de bienes. Téngase presente que, como regla general, los DPI
son de alcance territorial y que en una UA esa figura no cambia.
104
la información y el conocimiento, una economía en la que “la fuerza intelectual está
sustituyendo lenta pero inexorablemente a las fuerzas que han actuado como motor
económico en los últimos doscientos años; la fuerza muscular, la fuerza mecánica e
incluso la energía eléctrica.”36
36 Bautista, Eduardo. El Capital Intelectual: una aproximación al caso español. Publicado en Memorias del Seminario
Economía y Cultura. La tercera cara de la moneda". Convenio Andrés Bello, 2001. Bogotá, Colombia. Página 28.
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Cuadro N°2
Lineamientos para políticas de Reforma Nacional/Regional
Algunas obligaciones
Lineamientos
incluidas en CAFTA
Generar bases de datos y acceso a información tecnológica que orienten a los usua-
rios y apoyen a centros de investigación y de desarrollo científico tecnológico.
Coordinar con los Ministerios o entidades responsables de tecnologías y trabajar
F o r t a l e c i m i e n t o con las universidades del país de manera que pase de la aplicación de normas a la
Institucional generación de innovaciones y creaciones tutelables.
Incorporar examinadores internos y gestionar los acuerdos de cooperación con
oficinas reconocidas.
Desarrollar la capacidad técnica a nivel nacional para el manejo de las patentes
en el marco de la adhesión al PCT.
Formación para los Brindar Formación continua para las instancias responsables de velar por el
Organismos Judicia- cumplimiento de los DPI. La formación debe ser para todos los actores rele-
les y entidades de vantes.
Investigación y Fuer- Establecer unidades y tribunales especializados en cada país (ya algunos países
zas Públicas las han incorporado a nivel de Ministerio Público -p.e. Guatemala-).
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Algunas obligaciones
Lineamientos
incluidas en CAFTA
Facilitar por parte de los países el conocimiento de los instrumentos, las cate-
gorías protegidas, la naturaleza de los elementos tutelados y lo que cada “flexi-
Asegurar “flexibili- bilidad” permite y representa. Ej. Hay instrumentos que permiten “reservas”, lo
dades” que significa que un Estado al adherir, puede indicar que no se verá compelido a
la aplicación de ciertas disposiciones.
Contemplar la posibilidad de la figura de la licencia obligatoria en Patentes de
invención
Acciones que permi- Los países centroamericanos deberán asegurar acceso en formatos amigables y
tan que la colectivi- prácticos a la información tecnológica que representan los documentos que acom-
dad se acerque a la pañan una solicitud de patente y que puedan ser accesibles al público después de
PI y pueda utilizarla la publicación de tal solicitud. Las Universidades deben participar activamente.
Realizar una revisión integral de las leyes vigentes de manera que la coyuntura
sea aprovechada para ajustar aquellas normas que representen limitaciones o dis-
Actualización Legis-
posiciones no prácticas e igualmente para clarificar normas que, dentro de los
lativa
parámetros permitidos bajo el sistema internacional, contemplen disposiciones de
excepción al ejercicio de derechos de Propiedad Intelectual.
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Bibliografía
Idris, Kamil. Intellectual Property a Power Tool for Economic Growth. Publicaciónn No.
881 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
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Sociales y Económicos”. Propiedad Intelectual en la Integración Económica de
Centroamérica. Año 8, número 2, Abril - Junio 2004. Revista Trimestral. SIECA-
USAID. Guatemala de la Asunción
108
Wilder, Richard; Lee Skillington. Análisis de las Obligaciones contenidas en el Acuerdo
de los ADPIC, el CAPÍTULO XVII del NAFTA, el CAPÍTULO XV del CAFTA y otras
disposiciones de Propiedad Intelectual de otros tratados suscritos por Estados
Unidos de América. Editores: Palacios, Marco; Edith de Molina. Publicación de la
SIECA y USAID, 2005.
Costa Rica:
– Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, Decreto 6683
– Ley de Información no Divulgada, Decreto 7975
– Ley de Marcas y otros Signos Distintivos, Decreto 7978
– Ley de Patentes de Invención, Dibujos y Modelos Industriales y Modelos de Utilidad,
Decreto 6867
– Ley de Procedimientos de Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual, Ley
Nº 8039
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Guatemala:
– Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Decreto 33-98
– Ley de Propiedad Industrial, Decreto 57-2000
El Salvador:
– Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Intelectual, Decreto 604 de la Asamblea
Legislativa.
– Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, Decreto No. 868 de la Asamblea Legislativa
Honduras:
– Ley del Derecho de Autor y de los Derechos Conexos, Decreto No. 4-99-E
– Ley de Propiedad Industrial, Decreto 12-99-E
Nicaragua:
– Decreto 68-98: AcueDRo sobre la Protección de los Derechos de Propiedad Intelectual,
suscrito el siete de enero de 1998 entre el Gobierno de la República de Nicaragua y el
de los Estados Unidos de América
– Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Ley 312
– Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, Ley 380
– Ley de Patentes de Invención Modelo de Utilidad y Diseños Industriales, Ley 354
– Ley de Protección para las Obtenciones Vegetales, Ley 318
– Ministerio de Economía
www.economia.gob.mx
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– Organización Mundial del Comercio
www.wto.int
– The International Union for the Protection of New Varieties of Plants www.upov.int
111
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IV. Implicaciones en la Institucionalidad
del Sistema de Integración
Centroamericana derivadas del CAFTA:
una Visión desde la Administración de
Tratados y Solución de Controversias
Carlos A. Imendia
El CAFTA estaba programado para iniciarse el 1.o de enero del año 2006; sin
embargo, no se pudo cumplir con ello. Esto obedece, entre otras razones, a la falta de
preparación de la institucionalidad de Centroamérica para asumir las responsabilidades
inherentes al Tratado, así como a la falta voluntad política para profundizar el espacio
económico regional. Por tanto, para cumplir con las obligaciones que emanan del
Tratado, será necesario apoyar procesos legislativos para ajustar y/o crear algunas
leyes, de tal forma que se generen condiciones que permitan ponerlo en marcha.
Estados Unidos deja muy claro, en su Estrategia Nacional de Seguridad, como las
tendencias globales enriquecen la integración. A continuación, la lógica del principal
socio comercial de la Región para asumir este convenio internacional:
1 Bulmer Thomas, Víctor, Reflexiones sobre la Integración Centroamericana, Publicación del BCIE, 1997.
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Esta visión que Washington tiene del libre comercio tiene que ser tomada al pie de
la letra, desde la óptica centroamericana. Es preciso entonces repensar la apertura en
conjunto, con una política integral basada en programas de desarrollo económico que
modernice Centroamérica, ligando así el CAFTA con los objetivos de largo plazo de
los países, e implementando lo que, equívocamente, se ha dado en llamar la “agenda
complementaria”.3
El estudio que se presenta a continuación analiza los efectos que tienen las disci-
plinas adquiridas en el Tratado sobre la institucionalidad regional y los procesos de
desarrollo e integración, enfocando la argumentación desde la perspectiva de dos de los
contenidos del CAFTA: administración de tratados y la solución de controversias. De
esta forma, se espera contar con criterios para al final formular recomendaciones sobre
las reformas mínimas necesarias en la institucionalidad regional, a fin de que pueda
administrar oportuna y eficientemente el Tratado vis-à-vis el proceso regional de inte-
gración.
2 The National Security Strategy of the United States of America (Washington, D.C.: White House, 2002), pp. 17-19.
Citado en John Audley, Oportunidades y Problemas de la Protección Avanzada del Medio Ambiente en las
Negociaciones sobre el Libre Comercio entre EE.UU. y América Central, Issue Brief, Carnegie Endowment for
International Peace, Febrero de 2003, pp. 2, disponible en www.ceip.org/trade
3 Banco Mundial, DR-CAFTA: Challenges and Opportunities for Central America; Washington, D.C., 2004.
4 De acuerdo con la CEPAL, entre 1997 y 2002 el número de pobres aumentó en 20 millones en América Latina.
114
I. La administración de tratados y
solución de controversias del CAFTA
Vale la pena mencionar que durante la negociación no se logró que todas las disci-
plinas quedaran en el ámbito multilateral. Aunque en la mayoría de los casos se aplica
un mismo conjunto de reglas a todos los países, hay excepciones. Sea porque los
países negociaron bilateralmente, como sucede con los contingentes agropecuarios; o
porque son distintas para cada Parte, independientemente de que sean coherentes entre
sí, como en materia de Inversión y Servicios. Otra excepción es que Estados Unidos
(unilateralmente( liberó el comercio de ciertos rubros, como textiles, y dio un trato más
favorable en materia de derechos antidumping.
Dentro de las disciplinas que comprende CAFTA, algunas coexistirán con la nor-
mativa de la integración centroamericana, por estar reguladas tanto en él como en el
5 En su Preámbulo, el Tratado declara la decisión de las Partes de “promover la integración económica regional” y de
“buscar facilitar el comercio regional promoviendo procedimientos aduaneros eficientes y transparentes...” Asimismo,
en sus Disposiciones Iniciales (Artículo 1.3 2), el CAFTA establece que “para mayor certeza, nada en este Tratado
impedirá a las Partes Centroamericanas mantener sus instrumentos jurídicos existentes de la integración centroame-
ricana, adoptar nuevos instrumentos jurídicos de integración, o adoptar medidas para fortalecer y profundizar esos
instrumentos, siempre y cuando esos instrumentos y medidas no sean inconsistentes con este Tratado”.
115
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Por esta razón, hay que estar conscientes de que el reconocimiento de esta juris-
dicción puede llevar a resolver, en su ámbito normativo, cualquier diferencia que
surgiera entre los Estados Unidos y una Parte centroamericana, como sería el caso de
diferendos en materia sanitaria y fitosanitaria. Entre los países de la Región, una dife-
rencia en ese campo podría dirimirse dentro de las respectivas reglamentaciones a
escala regional, las del CAFTA o recurrir a la OMC.6
Hay más instancias y posibilidades para resolver conflictos, pero también mayores
costos si se incurre en diferendos y arbitrajes, a causa de no contar con los recursos
e infraestructura tecnológica para ejecutar las normas científicas que deben regir esta
disciplina. Se hace posible así que los competidores utilicen estas dimensiones del
Tratado como obstáculos técnicos para la expansión de las exportaciones de la Región,
particularmente las de origen primario.
6 El multilateralismo que surgió de la Ronda Uruguay tiende a estimular la integración, ya que impone la observancia de
normas mínimas comunes a todos los esquemas y acuerdos subregionales, contrarrestando de esa manera el surgimiento
de bloques proteccionistas y cerrados. En tal sentido, en la propia OMC se ha consolidado la idea de que los esquemas
y acuerdos de integración son complementarios con los avances multilaterales y estimulan liberalización en general.
7 Se trata de los Ministros de Comercio o Economía, en el caso de la Comisión, y de los Directores de las oficinas
nacionales de administración de Tratados, en el caso de los coordinadores. Esta nueva institucionalidad interguberna-
mental, como lo estila Estados Unidos en los seis TLC que ha suscrito desde 1985, se yuxtapone al COMIECO.
116
comités y grupos de trabajo, en distintas disciplinas, que coexistirán con algunas exis-
tentes dentro del proceso regional. Esto requerirá de recursos humanos y presupues-
tarios, en un contexto de restricciones fiscales, para conducir el proceso y proveer
apoyo administrativo y logístico a los grupos arbitrales contemplados en el capítulo 20
(Solución de Controversias).
El otro aspecto que incorpora en materia de administración tiene que ver con la for-
mación de capacidades relacionadas con el comercio. Esta novedad del Tratado impone
el compromiso de las Partes de establecer un comité con representantes de cada una.
Pero más estratégico es el hecho de que para que se puedan obtener los beneficios de
la asistencia es preciso que los centroamericanos desarrollen una estrategia propia que
sirva de base para priorizar proyectos de creación de capacidades.
Por otra parte, en materia de solución de controversias, los dos procedimientos que
incorpora el CAFTA son los litigios entre Estados, descrito en el capítulo 20, y los
que se suscitan entre un Estado y un inversionista, referido en el capítulo 10, con las
variantes que se tipifican en materia laboral, ambiental, servicios financieros y teleco-
municaciones.
8 Siempre y cuando las medidas por ventilar estén contempladas en esos acuerdos.
117
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
En el Tratado se considera que una Parte estará cumpliendo con sus mejores esfuer-
zos para facilitar el arbitraje si forma parte, como es el caso de nuestros países, de la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y Ejecución de
Sentencias Arbitrales Extranjeras (1958), o la Convención Interamericana sobre
Arbitraje Comercial Internacional (1975).
9 Esto se hará de acuerdo con el Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y
Nacionales de Otros Estados (CIADI), con las Reglas del Mecanismo Complementario del CIADI, o con las Reglas de
Arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Derecho Mercantil (CNUDMI ).
118
1. Alcance e implicaciones del CAFTA: Potencial catalizador de desarrollo
El tema que por antonomasia va a impactar en estas materias es el hecho de que las
concesiones arancelarias se negociaron bilateralmente, tomando en cuenta las pecu-
liaridades y sensibilidades de cada país y producto, si bien es cierto que en materia de
procedimientos se armonizó el Tratado. Esto significa que el calendario de des-
gravación será diferente en cada país, razón por la cual el Arancel Externo Común
(AEC) no será aplicado total ni uniformemente por todos los países en el período de
transición.10
10 Informe Centroamericano N.o 2, Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe, Buenos Aires, 2004.
119
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Esta perforación del arancel demanda un gran esfuerzo de gestión para armonizar
las diferencias en las concesiones arancelarias de cada país dentro del CAFTA con el
establecimiento del AEC. De lo contrario, el Tratado puede tener efectos negativos o
retardatarios en el establecimiento de la Unión Aduanera, al generarse oportunidades
para la triangulación o desviación de comercio, al coexistir dos conjuntos de normas.
Entre los temas excluidos, se encuentran los asuntos migratorios, los de Entrada
Temporal de Personas de Negocios, el Transporte y el de Políticas de Competencia,
Monopolio y Empresas del Estado. Tampoco se incluyen disposiciones para “industrias
nacientes”, que hubieran consolidado el trato diferenciado que se otorgó en agricultura.
120
En materia tributaria, el Tratado no obliga a las Partes a emprender reformas o
medidas de armonización, sino que simplemente se establece el compromiso de no
aplicar impuestos internos y otras regulaciones cuantitativas a las importaciones o
impuestos a las exportaciones. El CAFTA entonces tenderá a mermar la recaudación y
le imprimirá mayor presión al balance fiscal de los países, dada la importancia que
tienen los aranceles en los ingresos. Se estima un impacto fiscal del orden del 8% del
PIB regional. La armonización fiscal, sin embargo, deberá ocupar un lugar prioritario
en la agenda centroamericana si realmente se quiere construir un espacio homogéneo.
Hasta el 2009, como se sabe, se podrán mantener las concesiones por subsidios a la
exportación. Ha llegado el tiempo de dar un salto cualitativo para que la atracción de
inversiones se base en la oferta de un clima propicio para hacer negocios y no en una
guerra entre nosotros para otorgar regalías.
Como era de esperarse en un Tratado que se limita a establecer una zona de libre
comercio, y no aspira a profundizar etapas ulteriores de integración, el CAFTA tam-
poco contempla políticas sectoriales y sociales orientadas a aumentar la cohesión.
121
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Uno de los principales compromisos del CAFTA es asegurar que las Partes cen-
troamericanas garanticen que sus leyes, reglamentos y procedimientos administrativos
sean concordantes con las obligaciones contraídas bajo el Acuerdo de la OMC y sus
acuerdos conexos, así como con las disciplinas negociadas en el Tratado.
Los países han estado realizando un cabildeo muy fuerte ante sus respectivos con-
gresos, a fin de concluir las modificaciones legales y administrativas que todavía hace
falta realizar, particularmente en los temas como tributación, simplificación aduanera,
propiedad intelectual, servicios, ambiente y laborales, la lucha contra la corrupción y
la reglamentación para el manejo de los contingentes arancelarios.
122
En materias de orden técnico, los países se acomodan, entre otras, a las recomen-
daciones del Buró Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) y la Organización
Internacional de Metrología Legal (OIML) para garantizar la trazabilidad de sus
patrones metrológicos. De igual manera, en materia de medidas sanitarias y fitosani-
tarias, los países de la Región observan las normas del Acuerdo sobre la Aplicación de
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC (AMSF), de la Oficina Internacional de
Epizootias (OIE), de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y
de la Comisión del Codex Alimentarius.
12 El Mecanismo fue aprobado por el COMIECO mediante Resolución 106-2003 del 17-02-03.
13 Según acuerdo presidencial del 10-12-92.
123
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Tal como funcionan las cosas, existe una especie de espagueti bowl en un modelo
de siete Partes, en el que cada país, independientemente de la aplicación multilateral
del Tratado y el intercambio de notas de consulta, interactuaría con los otros miembros
del CAFTA, sin un ente “supranacional” que los coordine en materia de administración
y solución de controversias. Esto es muy riesgoso por generar oportunidades para el
conflicto y, de darse, suscitar animadversión en contra del Tratado.
14 Caldentey del Pozo, Pedro (2000); El Desarrollo Económico de Centroamérica en el Marco de la Integración Regional;
BCIE, Tegucigalpa, pp. 324 y 339-344.
124
Si bien es cierto que a partir de los años noventa la integración centroamericana
ha redefinido, a una escala multidimensional, su marco legal y jurídico, así como ha
modificado sustantivamente los principios y objetivos del proceso, al tiempo que ha
adaptado su marco institucional a los desafíos de los nuevos tiempos, el proceso se
desarrolla en medio de un notable desorden jurídico.
15 De acuerdo con la estructura institucional derivada del Protocolo de Tegucigalpa, las principales decisiones políticas y
estratégicas que orienten y dinamicen el proceso de integración, serán tomadas por los presidentes centroamericanos en
sus reuniones, como órgano supremo del Sistema.
16 CEPAL y BID, La Integración Centroamericana y la Institucionalidad Regional; México, pp. 79-83, 1997.
125
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
17 Véase Daniel Kaufmann, Aart Kraay y Massimo Mastruzzi (2003), “Governance Matters III, Governance Indicators for
1996-2002”, Documento de Trabajo N.o 3106, Washington D.C., Banco Mundial, agosto. Citado en Cáceres, Luis René,
Los Retos de la Integración Centroamericana, Inédito, Washington, D.C., Agosto, 2005.
18 Estos valores, normalizados con una media de cero y rango de -2.5 a 2.5, miden la posición relativa de un país con
grelación al promedio de un número creciente de países, que alcanzó un total de 199 en 2002.
19 Caldentey del Pozo, Pedro (2000); El Desarrollo Económico de Centroamérica en el Marco de la Integración Regional;
BCIE, Tegucigalpa, p. 327.
126
mediante consultas que desembocaron en el levantamiento de las medidas o en la
realización de acuerdos entre las Partes. El mecanismo, entonces, no ha sido probado
en materia de arbitraje, pero sí ha sido efectivo como medio de conciliación. Como se
apuntó, no contempla las otras disciplinas que incorpora el CAFTA, tales como la
propiedad intelectual, ambiente, laboral e inversión, entre otras.20
De acuerdo con su base legal, es la instancia garante de los acuerdos y sus fallos son
vinculantes e inapelables, pero no es reconocida por todos los países. De 1994 a 2004
ha considerado 68 casos, incluyendo situaciones de distinta índole, no solo controver-
sias comerciales. Muchas de las consultas versan sobre interpretación de facultades
de los otros organismos y asuntos de naturaleza nacional. La Corte desconoce el
mecanismo administrado por la SIECA por considerar que solo ella tiene la competen-
cia de arbitrar. Técnicamente, la Corte Centroamericana de Justicia podría resolver con
otros países el tipo de diferendos que el Mecanismo administrado por SIECA no con-
templa, si las Partes así lo decidieran de común acuerdo.23
20 Véanse detalles en www.sieca.or.gt
21 Caldentey del Pozo, Ibídem, p. 342
22 Protocolo de Reformas al Convenio de Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia, artículo 1, 15-12-04.
23 Centroamérica ya ha aceptado la jurisdicción del CIADI, la Convención Interamericana, la Convención de Nueva York
y las Reglas de Arbitraje del CNUDMI, al haber suscrito, como marco de principios generales, el Tratado sobre
Comercio y Servicios en marzo de 2002. Este procedimiento es similar en contenido al incorporado en el CAFTA en el
Capítulo de Inversión.
127
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Fueron los mismos presidentes, en febrero del 2002, que al modificar el Protocolo
de Tegucigalpa sustrajeron de las atribuciones de la Corte la competencia de solucionar
controversias comerciales, quizás por valorar que no tenía la capacidad de hacerlo ni
casos vistos y resueltos, ordenándole al COMIECO que formulara un mecanismo alter-
no, ahora administrado por SIECA.
En definitiva, la institucionalidad que haya que reformarse debe ser coherente con
el tipo y profundidad de integración que se quiera. En un esquema intergubernamental,
el Mecanismo actual parece el más apropiado, pero en un régimen comunitario, como
sería la Unión Aduanera, ese debería reposicionarse en el seno de la Corte, una vez
reformada a satisfacción de los países centroamericanos.24
Si bien en algunos países se observa una deseable división del trabajo entre los
negociadores y los administradores, y estabilidad en el personal, situación que puede
trasplantarse a los demás con asistencia técnica, el enfoque de administración por país
no parece ser el más adecuado para implementar el Tratado.
128
Dado que no es realista aspirar en el corto plazo a un ente supranacional que coor-
dine los tratados comerciales, sería prudente retomar los esfuerzos de coordinación que
surgieron en 2002-2003 entre los encargados de negociar el Tratado para articular una
agenda clara sobre la base de los impactos del CAFTA en la integración, y de esa
manera, llevar posiciones coherentes al seno de la Comisión de Libre Comercio y otros
comités que se crean con el Tratado. La idea es construir paulatinamente posiciones
comunes en el COMIECO para ir lo más cercano a un bloque a las instancias intergu-
bernamentales del CAFTA. En el mejor de los casos, las dinámicas comerciales
diferenciadas del CAFTA y las nuevas disciplinas que incorpora podrían sumarse a los
esfuerzos domésticos por profundizar la integración y la construcción de una institu-
cionalidad comunitaria más racional y coherente con los principios que guían el
proceso regional.
En este sentido, la pregunta es: ¿debe institucionalizarse un mecanismo que vele por
el interés de consolidar el espacio regional sin interferir en los intereses comerciales
legítimos de cada país? La capacidad de supervisar globalmente la marcha de ambos
tratados y el equilibrio institucional que defiende los intereses regionales frente al
empuje de los intereses nacionales, es un punto fundamental por resolver, con CAFTA
o sin este. La aspiración es que con un mayor grado de coordinación en la adminis-
tración se consolide el espacio regional y no se sustituya por el comercio dentro del
CAFTA.
En principio, destacan dos dimensiones por subsanar para elevar la efectividad insti-
tucional: En primer lugar, el principal eje dinamizador de los Tratados sigue siendo lo
económico, a pesar del necesario sesgo social que exige la realidad regional.25 En
segundo lugar, hay una escasez de medios humanos, legales y de infraestructura en los
aparatos institucionales responsables de administrar tratados y resolver controversias,
y no se aprovechan economías de escala mediante una gestión conjunta.26
129
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
27 Acuña-Alfaro, Jairo; Nowalski-Rowinski y Osterlof-Obregón, Doris, Reformas Necesarias para Optimizar los
Beneficios y Reducir los Perjuicios del CAFTA, Centro Internacional para el Desarrollo Humano, Costa Rica, sep-
tiembre, 2004.
28 Guillermo Pereira, Mexico-Central America Free Trade Agreement, Law and Business Review of the Americas (2001),
pp. 402-404.
29 Biggs, Gonzalo, El Procedimiento de Solución de Controversias de la OMC, La Experiencia de América Latina y El
Caribe, Revista de la CEPAL N.o 86, agosto, 2005.
30 Lizano, Eduardo, Los 40 Años del Banco Centroamericano de Integración Económica, Publicación del BCIE, Octubre
de 2000.
130
En tercer lugar, se deberán dar pasos, en un principio en el plano puramente técni-
co, para transformar paulatinamente el SICA, en una comisión centroamericana que, de
manera eventual, administre regionalmente los tratados y crear, de forma transitoria,
mecanismos expeditos de consulta entre los “Coordinadores del Tratado” en cada país,
la Secretaría General del SICA y el COMIECO. La SIECA jugaría el rol de soporte
técnico y analítico del Consejo en materia de política comercial. Sería conveniente
también que el Comité de Enlace se articule con “la Comisión” para fortalecer los
vínculos entre las agendas nacionales y la agenda regional.
En quinto lugar, es urgente tomar acciones a escala regional para que los bienes
incluidos en el Anexo A del Tratado General se liberalicen y que ese proceso abarque
tanto bienes finales como insumos y materias (electricidad, cemento y servicios de
transporte). Este esfuerzo regional generará ahorros en el sector productivo cen-
troamericano, haciéndolo más competitivo y capaz de aprovechar el Tratado.
131
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
En séptimo lugar, se recomienda adoptar una política comercial común. Para ello
sería oportuno que, en adelante, las negociaciones comerciales se realicen de manera
conjunta, a fin de evitar más distorsiones y un mayor debilitamiento en la protección
que otorga el Arancel Externo Común (AEC) por causa de las negociaciones bilaterales
inconsultas.
En décimo lugar, es necesario reforzar la acción del BCIE para formular políticas
financieras más acordes con la dimensión regional de su misión y estatutos, bajo crite-
rios propios de las políticas sectoriales y estructurales que incidirían directamente en
los sectores de la agenda paralela y en las zonas (no solo países) más rezagadas de la
Región, tales como las cuencas fronterizas. La necesidad de reducir las disparidades en
los niveles de ingreso y desarrollo humano al interior de los países y entre ellos,
demandará tanto al Banco como a la gestión conjunta de los países de la Región, ante
organismos financieros internacionales el asegurar recursos para programas que inci-
dan en la cohesión social en el espacio regional.
Para ello, es necesario brindarle especial atención a iniciativas en áreas que son
determinantes para el desarrollo y el aprovechamiento de los beneficios potenciales de
la Unión Aduanera y el mismo CAFTA, como la educación, la salud, la innovación
tecnológica, la protección de los recursos genéticos, facilidades para la exportación,
la incubación de empresas y la infraestructura.
En undécimo lugar, desarrollar con fondos del CAFTA las capacidades para
operar el Tratado, distintas de las propias de los negociadores, para contar con un ente
132
administrador regional que cuente con capacidad de convocatoria, de manera que se
pueda coordinar a las entidades nacionales responsables de administrar el CAFTA y de
ejecutar las políticas estructurales comunes, tendientes a mejorar el clima de inver-
sión regional.
133
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
prudencial, especialmente para los grupos financieros regionales, ya que un país puede
reaccionar a choques transfronterizos y en el proceso dañar a otros miembros, lo que
acarrearía represalias y posiciones contra la integración y el libre comercio.
134
Cuadro N° 1
Algunos lineamientos para políticas de Reforma Institucional Regional
Algunas obligaciones
Lineamientos
incluidas en el CAFTA
Se recomienda reformar los tratados regionales para dar paso a mode-
Garantizar que leyes, reglamentos y
los jurídicos que no den espacio a excusas para no cumplir los com-
procedimientos administrativos re-
promisos, sustituyendo el protocolo por el tránsito de tratado a tratado,
levantes sean concordantes con las
y adoptando un sistema de votación bajo el enfoque de “automatici-
obligaciones contraídas bajo el
dad” o regla de “consenso inverso” que sustituya al esquema de
Acuerdo de la OMC, sus acuerdos
votación actual para superar los atascos que se producen bajo el
conexos, y lo negociado en el TLC.
modelo intergubernamental vigente.
135
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Alcances del
DR-CAFTA
Conclusiones
136
El CAFTA también propicia un conjunto de disciplinas que, bien asimiladas y
aprovechadas en nuestra ventaja, pueden facilitar que se realicen los ajustes normativos
e institucionales para poner en práctica un conjunto de políticas y acciones conducentes
a la modernización y la solidaridad. De otra forma no sería racional asumir compro-
misos que solo acarrearían un costo neto para nuestras sociedades.35
El éxito del CAFTA requiere de mayor coordinación regional para armonizar los
compromisos comerciales, las reglas del comercio, impuestos al valor agregado y ven-
tas, incentivos a inversionistas extranjeros e intercambio de información. Asimismo, es
imperativo elevar la recaudación fiscal, lo que exige reformas fiscales y fortalecimien-
to de agencias nacionales de recolección de impuestos internos recolectados que hoy
son recaudados por las aduanas.
35 Artavia, Roberto, Los Retos y Oportunidades del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos: Una Visión
Centroamericana, en Ordenamiento Jurídico y Libertades Económicas, editado por Eduardo Lizano y Grettel López,
Academia de Centroamérica, San José, 2004.
36 Los programas de transformación de los productores de bienes sensibles, principalmente a los pequeños agricultores y
trabajadores sin tierra, deberán conceptuarse en el marco de los compromisos acordados en la Organización Mundial
del Comercio, utilizando políticas incluidas en la Caja Verde, en la Caja Azul o en el De Minimis, que no implican repre-
salias. Véase un análisis sobre el tema en Ricardo Monge-González, Claudio González-Vega y Francisco Monge-Ariño,
Efectos Potenciales de un Tratado de Libre Comercio entre USA y Centro América sobre el Sector Agropecuario y
Agroindustrial de Costa Rica y El Salvador, 2002, p. 30.
137
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Las pérdidas de ingresos fiscales con la entrada en vigencia del CAFTA deben com-
pensarse e incluso superarse para que no solo no se deterioren las finanzas públicas,
sino para hacerles frente a las inversiones “complementarias” requeridas para
aprovechar las oportunidades que encierra el CAFTA. Más aún, es tiempo ya, si habrá
de avanzar la Unión Aduanera, de tomar decisiones para establecer una administración
aduanera común.
Por otra parte, los países centroamericanos pueden legítimamente argumentar que
el desarrollo social y la integración son bienes públicos globales y que su finan-
ciamiento debe ser responsabilidad compartida de los países centroamericanos y de los
países desarrollados, principalmente de los Estados Unidos.37 De hecho, programas de
desarrollo de infraestructura y diversificación productiva en el sector rural pueden
reducir las presiones sobre la migración ilegal hacia ese país y del campo a la ciudad.38
37 Cáceres, Luis René, Los Retos de la Integración Centroamericana, Inédito, Washington, D.C., Agosto, 2005.
38 Robinson, Sherman; Burfisher, Mary E.; Hinojosa-Ojeda, Raúl y Thierfelder, Karen E. Las Políticas Agrícolas y la
Migración en un Área de Libre Comercio de los Estados Unidos y México: Un Análisis de Equilibrio General
Computable, El Trimestre Económico, Enero-Marzo de 1993, Vol. LX (1), N.o 237, México, 1993.
138
Bibliografía
Ángel, Amy y Hernández, Noé. “El Impacto del CAFTA sobre la Integración Económica
Regional” Revista Centroamericana en la Economía Mundial del Siglo XXI, Octubre,
2004. El Salvador. www.asies.org.gt/ca
Artavia, Roberto. Los Retos y Oportunidades del Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos: Una Visión Centroamericana, en Ordenamiento Jurídico y
Libertades Económicas. Editado por Eduardo Lizano y Grettel López, Academia de
Centroamérica, San José, 2004.
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Pereira, Guillermo. Mexico-Central America Free Trade Agreement, Law and Business
Review of the Americas. 2001.
140
V. Consideraciones Finales
El estudio sobre los alcances del CAFTA con respecto al proceso de integración,
abarcó algunos de los principales ámbitos incluidos en dicho tratado comercial. En
particular, se analizaron los temas de i. aspectos ambientales; ii. aspectos laborales; iii.
los derechos de propiedad intelectual y iv. la Administración de Tratados y la resolu-
ción de controversias. Para cada tema se identificaron obligaciones legales y reformas
institucionales derivadas del CAFTA. Esto se contrastó con la institucionalidad regio-
nal y los mecanismos que existen en Centroamérica para el manejo de esos temas. Del
análisis quedó evidencia de las carencias institucionales y jurídicas que se presentan en
la Región, lo cual obliga a tomarlas en cuenta a la hora de construir una nueva visión
para Centroamérica y de definir la institucionalidad y el marco jurídico que posibilite
alcanzarla.
Por otro lado, existen temas en el CAFTA que escapan del marco del SICA, o su
presencia es mínima, como, por ejemplo: la administración aduanera; la contratación
pública; la inversión; los servicios; el comercio electrónico; los derechos de propiedad
intelectual; aspectos laborales; y aspectos ambientales.
A continuación se presentan algunas de las propuestas de los autores, las cuales pre-
tenden crear condiciones que aseguren un impacto positivo del CAFTA en la inte-
gración de Centroamérica, de manera que en caso de no existir instancias dentro de la
institucionalidad regional que abarquen las obligaciones inherentes al TLC, se lleven a
cabo reformas legales e institucionales que coadyuven tanto al comercio inter e intra-
rregional, como al desarrollo del Istmo.
A. Ambiental
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CAFTA / TLC
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Entre los aspectos relevantes que escapan a lo estipulado por el Tratado, están: la
falta de una disposición que obligue a los países Partes a mejorar sus políticas y leyes
ambientales, más allá del piso que fija el CAFTA; la ausencia de una disposición que
obligue a evaluar las externalidades que podría generar la aplicación del TLC en el
medio ambiente; la falta de normas relacionadas con la explotación de los recursos
naturales; el tema del ordenamiento territorial; así como aspectos relacionados con el
tema de la soberanía de la biodiversidad.
142
de Ministros de Medio Ambiente. Debido a la importancia de que esta interacción
resulte útil, se plantea, entre otros aspectos, la necesidad de establecer comités
nacionales ambientales, con participación de organizaciones de la sociedad civil
(OSC); la participación de sectores profesionales y académicos como entes asesores y
de acompañamiento técnico en la formulación de propuestas de políticas y proyectos
de cooperación. También apela al fortalecimiento de las capacidades de reflexión y
gestión de las OSC, mediante la capacitación en temas de comercio y medio ambiente.
B. Laboral
El análisis del ámbito laboral del CAFTA fue desarrollado por el Dr. Alexander
Godínez y su estudio aparece en el segundo capítulo de este documento. Lo primero
que queda claro es la ausencia de un marco legal regional para los temas laborales, por
lo que no es de extrañar que el capítulo laboral del Tratado se centre en el cumplimien-
to de la legislación nacional de cada país Parte, aunque incorpora una instancia de arbi-
traje y la posibilidad de multar a los infractores hasta por un monto máximo de 15
millones de dólares.
De la revisión que hace el autor, queda clara la ausencia de una instancia que forme
parte de la estructura institucional del SICA, ya que el Consejo de Ministros de Trabajo
de Centroamérica, Belice, Panamá y República Dominicana (CMT) opera “al margen”
del SICA. De todas maneras, el CMT cuenta con una secretaría pro témpore, se reúne
periódicamente y tiene una plataforma operativa basada en los lineamientos contenidos
en el “Acuerdo Tripartito de Santo Domingo” y la “Declaración Tripartita para el Fo-
mento del Empleo y el Trabajo Decente en Centroamérica y República Dominicana”.
El Dr. Godínez considera que aun cuando el CMT cuenta con los lineamientos antes
citados y un reglamento para su funcionamiento, sería deseable establecer un Consejo
de Asuntos Laborales más amplio, con la participación de los principales actores
143
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DR-CAFTA
regionales del mundo laboral. Ello se complementaría con la participación activa de los
consejos laborales tripartitos de cada país Parte, los cuales deberían contar con capaci-
dades que no solo les permita velar por el cumplimiento de la legislación laboral
nacional, sino, también, incidir en el mejoramiento de las condiciones laborales y con-
tribuir en aquellos aspectos estratégicos del ámbito laboral.
Otro tema que abordó el autor y que está incluido en CAFTA es el de procedimien-
tos judiciales que salvaguarden los derechos laborales. En esa dirección, el autor sub-
raya la necesidad de mejorar la administración de justicia laboral, con base en lo cual
considera necesario mejorar la gestión de los tribunales, incluir la academia en la solu-
ción de problemas laborales, establecer centros adicionales para la resolución alterna-
tiva de conflictos, capacitar recurso humano e invertir recursos en el equipo de apoyo.
El fortalecimiento de los ministerios de Trabajo, en particular sus instancias de inter-
mediación y supervisión, es clave en este esfuerzo.1
C. Propiedad intelectual
El tercer capítulo, escrito por el Lic. Marco Antonio Palacios, aborda el tema del
derecho de la propiedad intelectual. Lo primero que queda claro de su análisis es que
Centroamérica no cuenta con un marco político regional sobre propiedad intelectual, y
mucho menos con un sistema regional de consulta o de gestión de normativa.
1 Se cuenta con fondos de cooperación del USDOL para el Proyecto “Cumple y Gana: Fortalecimiento de los derechos
laborales en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana”, el cual es
ejecutado por la Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM), una ONG regional.
144
El Lic. Palacios propone, entre otros aspectos, la formulación de una política
regional sobre propiedad intelectual; la coordinación entre las oficinas nacionales de
registro para homologar sus estándares y prácticas; la adopción de normas marco que
orienten la reforma legal en cada país Parte; así como el desarrollo normativo común
que requiera el proceso de la unión aduanera.
Entre otras acciones importantes, el autor propone que el COMIECO realice “una
revisión profunda del Derecho Público centroamericano, que permita contrastar la inte-
gración jurídica con la integración de facto”. Adicionalmente, y a tenor de lo plantea-
do en el CAFTA, COMIECO debería velar, en el plano regional, por el cumplimiento
de leyes, reglamentos y procedimientos administrativos inherentes al CAFTA, además
de asegurarse de que estos sean concordantes con las obligaciones estipuladas en los
acuerdos de la OMC. Esto último es deseable, pero pareciera que escapa a la realidad,
debido a la debilidad de la institucionalidad comercial actual.
145
CAFTA / TLC
Alcances del
DR-CAFTA
Sea como sea, lo que habría que evitar a toda costa sería la coexistencia de meca-
nismos que dupliquen funciones innecesariamente. En realidad, el CAFTA plantea la
creación de un mecanismo regional para resolución de controversias, lo cual abre una
tercera opción para abordar el tema. Este es un aspecto pendiente y sin importar el
esquema que se favorezca, lo cierto es que debe formar parte del proceso de integración
económica de la Región.
Sin embargo, existen otros temas que son estratégicos para la Región, pero
escapan al resorte del CAFTA (aquí fueron ampliamente reseñados). Por tanto, el
fin de fortalecer la institucionalidad regional, sentar bases más sólidas para la
integración del istmo y asegurar la sostenibilidad de su desarrollo, requerirá
reorientar y asumir, con vigor y sin dilación, la reforma institucional de
Centroamérica, así como la formulación e implementación de políticas y sistemas
de gestión regionales, en temas estratégicos para la Región, incluidos o no en el
CAFTA.
146