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FLORILEGIO
New Jersey
U.S.A. - 2013
Florilegio by Alfonso Gálvez. Copyright
2013 by Shoreless Lake Press.
Ameri
an edition published with permission. All rights reserved. No part
of this book may be reprodu
ed, stored in retrieval system, or transmit-
ted, in any form or by any means, ele
troni
, me
hani
al, photo
opying,
re
ording or otherwise, without written permission of the So
iety of Jesus
Christ the Priest, P.O. Box 157, Stewartsville, New Jersey 08886.
CATALOGING DATA
ISBN13: 978-0-9835569-4-7
Published by
1
A los que,
omo es sabido, habría que añadir el Unum.
2
Comentarios al Cantar de los Cantares, Vol. I, Shoreless Lake
Press, New Jersey (USA), 1994, pags. 185215; Comentarios al Can-
tar de los Cantares, Vol. II, Shoreless Lake Press, New Jersey (USA),
2000, pags. 347369; Los Cantos Perdidos, Segunda Edi
ión, Shore-
less Lake Press, New Jersey (USA), 2011, pags. IIIXXXIV.
Florilegio 9
3
Sal 22:7.
Florilegio 13
4
Segunda Edi
ión, Shoreless Lake Press,
Los Cantos Perdidos
New Jersey (USA), 2011;
itado en adelante
omo CP.
5
Este
riterio no se ha seguido
on exa
titud en la parte nal del
libro o Re
apitula
ión, donde se exponen ideas que pueden resultar
difí
iles para los es
asamente ini
iados en la vida espiritual. En
uan-
to a las
itas de los versos que aquí se
ontienen, en referen
ia a Los
Cantos Perdidos, ha de tenerse en
uenta que se ha
en según la ver-
sión
orregida de la Ter
era Edi
ión (en el momento de la reda
ión
de este libro, todavía sin publi
ar).
Florilegio 15
6
Ca 8:7.
16 Alfonso Gálvez
Si vas ha
ia el otero,
deja que te a
ompañe, peregrino,
a ver si el que yo quiero
nos da a beber su vino
en a
abando juntos el
amino.1
de la futura.
2
1
CP, n. 1.
2
Heb 13:14.
18 Alfonso Gálvez
3
Mt 7:14.
Florilegio 19
4
Aunque es lo más probable que el poeta, más bien que negar la
ondi
ión itinerante de la vida humana, no pretendiera otra
osa que
la de ha
erse e
o de la di
ultad de un
amino que
ada hombre ha
de ir
onstruyendo para sí mismo y que se en
uentra, además, repleto
de eventualidades.
5
Jn 8:12.
20 Alfonso Gálvez
En la rosada aurora
salí a bus
ar,
on paso apresurado,
a Aquél que me enamora;
y, habiéndole en
ontrado,
libre por n de terrenales lazos,
morir quise de amor entre sus brazos.7
6
San Juan de la Cruz, Cánti
o Espiritual.
7
CP, n. 15.
Florilegio 21
De no
he se mar
hó ha
ia la montaña,
de no
he se alejó por el sendero,
de no
he me dejó, por tierra extraña,
de no
he me quedé sin
ompañero.9
8
Jn 14: 4.6.
9
CP, n. 27.
22 Alfonso Gálvez
rá defraudada.
10 De esta forma, los sufrimientos y
ontra-
tiempos que le propor
iona la vida tienen sentido para él,
des
ono
iendo así la amargura y la desespera
ión que se
apoderan de quienes
are
en de Jesu
risto, que son aqué-
llos que viven sin esperanza y sin
ono
er el porqué de su
existen
ia.
De alguna manera,
aminar en dire
ión al Monte Car-
melo, si bien es todavía una labor de itineran
ia, también
es en
ierto modo un estar en la Patria, ya poseída de
momento, siquiera sea en forma de arras o primi
ias: Vo-
10
Ro 5: 35.
11
Heb 12: 2223.
Florilegio 23
12
Jn 3:29.
II
1
1 Jn 4:20.
Florilegio 27
pugnable.
3
2
Sal 133: 12.
3
Pro 18:19, según la versión Vulgata y el texto griego de la versión
de los Setenta.
28 Alfonso Gálvez
A
ude y
aminemos,
y
ruzaremos juntos por el vado,
y entrambos bus
aremos
las huellas del Amado,
hasta que al n lleguemos a su lado.5
4
Jn 3:29.
5
CP, n. 16.
Florilegio 29
Amado, subiremos
al monte de la ruda y del
omino;
y
uando al n lleguemos
al
abo del
amino,
alegres beberemos de tu vino.6
6
CP, n. 19.
III
1
Mt 26:29.
32 Alfonso Gálvez
Amado, subiremos
al monte de la ruda y del
omino;
y
uando al n lleguemos
al
abo del
amino,
alegres beberemos de tu vino.3
2
2 Tim 4:7.
3
CP, n. 19.
4
Sal 104:15.
Florilegio 33
½Béseme
on besos de su bo
a!
Son tus amores más suaves que el vino.5
5
Ca 1:2;
f 1:4.
34 Alfonso Gálvez
6
CP, n. 37.
7
Ca 4:10.
Florilegio 35
ibieron.
9
8
Ca 5:1.
9
Jn 1: 45.
IV
rrera, he guardado la fe . . .
1 Por eso hablaron algunos,
on
toda razón, de la hermosura de la Muerte Cristiana, ha-
iéndose e
o de un sentimiento también
ompartido por el
Salmista: Es pre
iosa ante los ojos del Señor la muerte de
sus santos.
2
1
2 Tim 4:7.
2
Sal 116:15.
38 Alfonso Gálvez
3
Heb 11: 13.16.
Florilegio 39
Quedéme y olvidéme,
el rostro re
liné sobre el Amado,
esó todo y dejéme,
dejando mi
uidado
entre las azu
enas olvidado.4
4
San Juan de la Cruz, No
he Os
ura.
40 Alfonso Gálvez
5
CP, n. 89.
6
He
h 20:35.
42 Alfonso Gálvez
7
1 Jn 4:8.
Florilegio 43
8
CP, n. 10.
9
CP, n. 46.
V
Amado, yo quisiera
al aire del jardín gustar tu
ena,
pues es la primavera
y el monte ya se llena
de romero, tomillo y hierbabuena.1
1
CP, n. 51.
2
L
14:16.
46 Alfonso Gálvez
3
Ap 3:20.
4
Ap 19:9.
5
Ap 19:17.
Florilegio 47
La no
he sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la músi
a
allada,
la soledad sonora,
la
ena que re
rea y enamora.6
6
San Juan de la Cruz, Cánti
o Espiritual.
48 Alfonso Gálvez
7
Conviene re
ordar que San Agustín aso
iaba la idea del amor
on la del des
anso: Nos hi
iste, Señor, para ti y por eso nuestro
orazón andará inquieto hasta que des
anse en ti. Para el Santo, el
Amor requiere el des
anso, además de que no puede darse el des
anso
sin amor.
8
Jn 9:4.
50 Alfonso Gálvez
9
CP, n. 89.
10
Ca 7:12.
11
Ca 2:17.
Florilegio 51
no le será arrebatada.
13 La otra, en
ompleta
on
ordan
ia
on la anterior, tiene que ver
on el atinado
onsejo de San
Pablo a los eles de Colosas, dirigido también a todos los
ristianos: Bus
ad las
osas de arriba. . . , saboread las
osas
de arriba, y no las de la tierra.
14
12
L
12:40.
13
L
10: 4142.
14
Col 3: 12.
VI
1
Ca 7: 1213.
Florilegio 55
2
CP, n. 65.
56 Alfonso Gálvez
3
Aparte de los textos
ontenidos en los Evangelios,
f., por ejem-
plo, Ro 2:6; Ap 2:23; 18:6; 20: 1213.
Florilegio 57
4
Flp 1: 2324.
5
Col 3: 12.
6
Heb 13:14.
58 Alfonso Gálvez
ia de este mundo.
7 ¾Estamos, según esto, ante la aporía
de dos situa
iones antagóni
as e insostenibles en su mutua
oposi
ión. . . ?
El arroz suele
ultivarse en tierras
álidas y en terrenos
pantanosos o en
har
ados, por lo que se di
e que es una
planta que gusta tener los pies en el agua y la
abeza en el
fuego. La postura del
ristiano no se sustenta sobre una ba-
se
ontradi
toria, sino en una posi
ión de equilibrio entre
7
1 Cor 7: 2931.
Florilegio 59
anterior ya pasó.
8 Y
uando el dis
ípulo enamorado de su
Señor haya arribado denitivamente
8
Ap 21:4.
9
CP, n. 89.
10
CP, n. 46.
VII
De no
he se mar
hó ha
ia la montaña,
de no
he se perdió por el sendero,
de no
he me dejó, por tierra extraña,
de no
he me en
ontré sin
ompañero.1
1
CP, n. 27.
62 Alfonso Gálvez
se durmieron.
2
Hoy apenas si queda un redu
ido número
de dis
ípulos que lo siguen aguardando, en grupos aislados
ada vez más redu
idos, a medida que el Mundo intensi
a
su perse
u
ión
ontra ellos. Y por si todo eso fuera po
o,
viven todos bajo la inquietud del anun
io de su Maestro,
o aquélla según el
ual aún no ha llegado lo peor: Pero
uando venga el Hijo del Hombre, ¾en
ontrará fe sobre la
tierra?
3
2
Mt 25:5.
3
L
18:8.
Florilegio 63
vosotros.
5
4
Jn 16: 57.
5
Jn 13:33.
64 Alfonso Gálvez
6
Jn 9:4.
7
Ca 3: 12.
Florilegio 65
8
Jn 20:13.
9
CP, n. 26.
66 Alfonso Gálvez
Y la esperanza no defrauda.
10 Al nal,
uando todo pare-
e perdido, de nuevo vuelve a oír en la lejanía el silbo del
pastor que lo orienta ha
ia donde Él se en
uentra:
De tu vergel un ave
por tu ausen
ia
antaba en des
onsuelo;
y oyó tu voz suave,
y, alzándose del suelo,
a bus
arte emprendió veloz su vuelo.11
10
Ro 5: 35.
11
CP, n. 13.
VIII
En la no
he serena
del silen
ioso valle nemoroso,
en dolorosa pena,
la espera del Esposo
de angustiosa impa
ien
ia el alma llena.1
1
CP, n. 11.
68 Alfonso Gálvez
2
Ro 8:24.
Florilegio 69
3
1 Cor 15:19.
4
CP, n. 30.
70 Alfonso Gálvez
5
Dante, La Divina Comedia, Inerno, Canto 3.
72 Alfonso Gálvez
6
Ro 5: 35.
IX
1
Cuatro son las rela
iones reales existentes entre las Personas en
el Seno de la Trinidad: la paternidad, la lia
ión, la espira
ión a
tiva
y la espira
ión pasiva. Solamente tres de ellas se en
uentran en mu-
tua oposi
ión (rela
ión de oposi
ión) y son, por lo tanto, realmente
distintas: la paternidad, la lia
ión y la espira
ión pasiva. La espi-
ra
ión a
tiva solamente se opone a la espira
ión pasiva, pero no a
la paternidad ni a la lia
ión, de las que se distingue, por lo tanto,
on una mera distin
ión virtual. De ahí la Trinidad de Personas, las
uales son realmente distintas entre sí, aunque todas se identi
an
on la Úni
a y Simpli
ísima Esen
ia Divina.
Florilegio 75
darán uenta en el día del Jui io. Por lo tanto, por tus
do.
2
2
Mt 12: 3637.
76 Alfonso Gálvez
3
CP, n. 87.
4
Heb 4:12.
Florilegio 77
res,
utilizando el medio de metáforas expresivas formuladas
poéti
amente, a la medida del entendimiento humano:
5
Ca 8: 67.
78 Alfonso Gálvez
6
De 4:24.
7
CP, n. 86.
X
1
Sal 111:10.
2
Ge 3: 910.
80 Alfonso Gálvez
3
1 Jn 4:18.
Florilegio 81
para que sea dable pensar que, lejos de ser una vuelta a los
omienzos, nun
a hasta enton
es había sido promulgado,
ni
ono
ido su ri
o y profundo
ontenido por los hombres,
después de tantos milenios
omo
ontaba ya la Historia del
Mundo.
La verdad es que apenas si se ha insistido en la novedad
del mandamiento nuevo, habida
uenta de la tenden
ia a
onsiderarlo más bien
omo una espe
ie de
onrma
ión
del primero en el De
álogo. Sin embargo, el he
ho de que
Jesu
risto lo haya designado
omo nuevo, indu
e a ver en
él una verdadera innova
ión
uyo
ontenido trans
iende
por
ompleto lo exigido en el primer pre
epto. Por lo que
bien puede de
irse, por lo tanto, que Cristo, no solamente
ha he
ho
onuir en su Persona el tiempo pasado, sino
que también ha he
ho a
tual el tiempo futuro, renovando
a ambos.
Por eso ha podido de
irse, mirando ha
ia atrás,
on
respe
to al Tiempo ya trans
urrido:
Por tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva
rea-
4
2 Cor 5:17.
82 Alfonso Gálvez
5
Ap 21:5.
6
Heb 13:8.
Florilegio 83
7
CP, nn. 83 y 84.
8
Ga 6:15.
84 Alfonso Gálvez
9
CP, n. 97.
10
Ap 3:20.
XI
1
Ca 2:6.
2
Jn 14: 2526.
Florilegio 87
3
2 Cor: 3:17.
Florilegio 89
4
1 Re 19: 1113.
5
CP, n. 40.
90 Alfonso Gálvez
6
Jn 10: 45.
7
CP, n. 9.
Florilegio 91
8
Jn 3:8.
XII
Si de nuevo me vieres,
allá en el valle, donde
anta el mirlo,
no digas que me quieres,
no muera yo al oírlo
si a
aso tú volvieras a de
irlo.1
1
CP, n. 57.
94 Alfonso Gálvez
En la rosada aurora
salí a bus
ar,
on paso apresurado,
a Aquél que me enamora;
y, habiéndole en
ontrado,
libre por n de terrenales lazos,
morir quise de amor entre sus brazos.4
2
Ca 8:6.
3
Ro 14: 78.
4
CP, n. 15.
98 Alfonso Gálvez
5
CP, n. 30.
XIII
Si de nuevo me vieres
allá en el valle, donde
anta el mirlo,
no digas que me quieres,
no muera yo al oírlo
si a
aso tú volvieras a de
irlo.1
1
CP, n. 57.
100 Alfonso Gálvez
vivo por el Padre, así aquél que me
ome vivirá por mí .
3
2
Mt 19:6.
3
Jn 6: 5657.
4
Jn 6:51.
Florilegio 101
Cristo .
6 Et
.
Y lo primero a desta
ar en estas expresiones es que se
fundamentan en realidades que nada tienen que ver
on
la metáfora o el simbolismo. Lo que aquí en
ontramos es
una verdadera transfusión de vidas en la que, más que de
inter
ambio, habría que hablar de que
ada uno ha
e suya
la vida del otro,
aunque manteniendo su propia identidad.
Bien entendido que transfusión no signi
a aquí fusión o
transforma
ión de dos personas, bien sea la de ambas en
una sola, o bien la de una en la otra. Otra
osa no pasaría
de ser una aberrante
reen
ia que
ondu
iría dire
tamente
al panteísmo.
Mientras que en la rela
ión amorosa divinohumana,
ada una de las partes
onserva inta
tas su propia persona
y su pe
uliar identidad. Pues,
omo es sabido, si a
aso
no hubiera perfe
ta distin
ión entre las personas, tampo
o
sería posible la rela
ión de amor. El dis
ípulo de Jesu
risto
ha
e suya la vida de su Maestro, pero sin dejar de ser él
5
Ga 2:20.
6
Ga 3:27.
102 Alfonso Gálvez
7
Ca 2:16.
8
Ca 7:11.
Florilegio 103
Cristo.
9
porque no lo ve ni lo
ono
e.
10
9
1 Cor 2:16.
10
Jn 14:17.
104 Alfonso Gálvez
No muera yo al oírlo
si a
aso tú volvieras a de
irlo.
1
CP, n. 57.
108 Alfonso Gálvez
2
1 Cor 15:31.
Florilegio 109
En la rosada aurora
salí a bus
ar, alegre y
on presura,
a Aquél que me enamora
y que, ante su hermosura,
desfalle
er de amor se me gura.
3
Cánti
o Espiritual.
110 Alfonso Gálvez
Confortadme
on pasas,
re
readme
on manzanas,
que desfallez
o de amor.5
4
Ca 8:6.
5
Ca 2:5.
Florilegio 111
6
San Juan de la Cruz, Cánti
o Espiritual.
7
CP, n. 31.
112 Alfonso Gálvez
santos .
8 Pues, así
omo la segunda es un a
abamiento,
la primera en
ambio es un prin
ipio.
De ahí la in
onvenien
ia de apli
ar el
on
epto muer-
9
1 Jn 3:14. Del texto se desprende indire
tamente que, para el
Apóstol Evangelista, el amor se identi
a
on la vida.
Florilegio 113
10
Se trata de realidades
omprendidas dentro el misterio de la exis-
ten
ia
ristiana y que trans
ienden a todo lo naturalmente
ono
ido
por la
reatura, y de ahí la imposibilidad de en
ontrar para ellas
denomina
iones razonablemente ade
uadas.
11
Las expresiones perder la vida, o de darla o entregarla por amor,
son fre
uentes en el Nuevo Testamento (Mt 10:39; 16:25; 20:28;
M
8:35; L
9:24; 17:33; Ga 1:4; 1 Tim 2:6; Tit 2:14; et
.).
114 Alfonso Gálvez
12
Jn 10:10.
13
San Juan de la Cruz, Llama de Amor Viva.
Florilegio 115
14
1 Cor 3: 2122.
116 Alfonso Gálvez
15
Jn 6:56.
16
Ga 2:20.
XV
tos?
2 San Pedro, por su parte, responde armativamente,
1
CP, n. 57.
2
Jn 21:15 y ss.
120 Alfonso Gálvez
orazón del hombre las osas que preparó Dios para los que
le aman,
3
no hay ne
esidad de referirlo ex
lusivamente a
la Vida Eterna, puesto que no existe razón que justique
tal restri
ión de su signi
ado. Se olvida fá
ilmente que
toda auténti
a rela
ión de amor, y más espe
ialmente la
divinohumana, queda velada para siempre en el re
óndito
y ex
lusivo tú y yo de ambos amantes,
omo in
luso pare
e
indi
arlo también el Apo
alipsis: El que tenga oídos, oiga
3
1 Cor 2:9.
4
Ap 2:17.
122 Alfonso Gálvez
5
L
22: 6162.
Florilegio 123
6
M
10:21.
7
Ca 4:9.
124 Alfonso Gálvez
real.
9
8
CP, n. 9.
9
Sab 18: 1415.
XVI
1
Jn 11:28.
126 Alfonso Gálvez
2
Jn 10: 34.
3
Is 45:3.
Florilegio 127
4
CP, n. 65.
128 Alfonso Gálvez
5
1 Jn 4:8.
Florilegio 129
6
CP, n. 61.
130 Alfonso Gálvez
7
CP, n. 77.
Florilegio 131
8
Ca 2: 89.
132 Alfonso Gálvez
9
Jn 3:8.
Florilegio 133
Amado, he re
orrido
de tu huerto de azahares el sendero,
y luego me he es
ondido
detrás del limonero
para poder besarte yo primero.11
10
CP, n. 50.
11
CP, n. 49.
XVII
De no
he se mar
hó ha
ia la montaña,
de no
he se perdió por el sendero,
de no
he me dejó, por tierra extraña,
de no
he me en
ontré sin
ompañero.1
lo?
2
1
CP, n. 27.
2
He
h 1:11.
136 Alfonso Gálvez
3
2 Re 2: 1112.
4
Jn 16:7.
Florilegio 137
quedan . . .
5
Jn 16:22.
6
Jn 17:11.
138 Alfonso Gálvez
7
2 Pe 3: 34.
8
Mt 25:5.
Florilegio 139
venida .
9 Nada espera quien nada ama,
on lo que queda de
maniesto, una vez más, que la Esperanza
amina siempre
de la mano del Amor.
9
2 Tim 4:8.
140 Alfonso Gálvez
10
Ap 22: 17.20.
Florilegio 141
En la no
he serena
del silen
ioso valle nemoroso,
en dolorosa pena,
la espera del Esposo
de angustiosa impa
ien
ia el alma llena.11
11
CP, n. 11.
XVIII
1
CP, n. 94.
2
Ro 13:12.
144 Alfonso Gálvez
3
1 Te 5:5.
Florilegio 145
4
1 Cor 7:29.
5
1 Cor 7:31.
146 Alfonso Gálvez
6
Ca 2: 8.1011.
7
Ca 2:17.
Florilegio 147
quitará.
8
8
Mt 25:29.
148 Alfonso Gálvez
9
CP, n. 35.
XIX
Este texto de San Pablo es, sin duda alguna, uno de los
pilares de la vida
ristiana. En
uanto a su signi
ado, todo
apunta a que la Esperanza
ristiana
omienza allí donde
ha desapare
ido toda esperanza basada en fundamentos
meramente humanos. O di
ho de otra forma, el texto ha
e
onstar que la virtud de la Esperanza no inuye plena-
mente en la vida del
ristiano hasta que ha desapare
ido
ualquier vestigio de esperanza humana.
1
Ro 4:18.
150 Alfonso Gálvez
La Utopía de la Justi ia
2
2 Pe 3:13.
152 Alfonso Gálvez
3
Ro 8: 2425.
154 Alfonso Gálvez
(Jer 6:14)
1
Fernández de Andrada, Epístola Moral a Fabio.
Florilegio 157
La Utopía de la Paz
es
apar.
2
2
1 Te 5:3.
3
M
13: 78.
160 Alfonso Gálvez
4
Jn 14:27.
Florilegio 161
5
Flp 4:7.
6
Jn 16:22.
7
Jn 14:6.
XXI
se goza mi alma
(Sal 16:9)
Alegría.
166 Alfonso Gálvez
1
Ro 5: 35.
2
Ro 12:12.
Florilegio 167
En la no
he serena
del silen
ioso valle nemoroso,
en dolorosa pena,
la espera del Esposo
de angustiosa impa
ien
ia el alma llena.3
3
CP, n. 11.
XXII
1
Ro 4:18.
170 Alfonso Gálvez
2
1 Cor 7:31.
3
Ga 5:5.
Florilegio 171
Espiritual :
Confortadme
on pasas,
re
readme
on manzanas,
que desfallez
o de amor.4
4
Ca 2:5.
Florilegio 173
5
CP, n. 3.
6
CP, n.31.
174 Alfonso Gálvez
Si de nuevo me vieres
allá en el valle, donde
anta el mirlo,
no digas que me quieres,
no muera yo al oírlo
si a
aso tú volvieras a de
irlo.7
7
CP, n. 57.
Florilegio 175
La dul
e lomena
llamando está a su amor desde la rama
del verde sau
e en el umbroso vado.
Y el árbol siente pena
por el ave que no en
uentra a su amado
y que, en su angustia,
lama,
sintiendo que se abrasa en dul
e llama.
Y, desde aquella hora,
siempre que la oye el sau
e, también llora.8
8
CP, n. 20.
XXIII
(2 Cor 7:4)
tribula iones, pues bien sabéis que eso es lo que nos espe-
tesoros de generosidad.
1
1
2 Cor 8:2.
180 Alfonso Gálvez
2
Flp 1:21.
Florilegio 181
3
CP, n. 37.
182 Alfonso Gálvez
4
CP, n. 32.
Florilegio 183
5
CP, n. 33.
184 Alfonso Gálvez
6
CP, n. 46.
XXIV
1
CP, n. 77.
186 Alfonso Gálvez
he engendrado hoy .
2
2
Sal 2:7.
Florilegio 187
blo.
3 Según Jesu
risto, todo el que
omete pe
ado, es es
la-
vo del pe
ado,
4 por lo que no puede
onsiderarse hombre
enamorado, siendo
omo es el amor esen
ialmente libertad
(2 Cor 3:17).
La verdadera rela
ión amorosa supone ne
esariamente
el diálogo. Expresado normalmente, si bien no ex
lusiva-
mente, por medio de palabras,
omo el instrumento ne
esa-
rio para la
omuni
a
ión y el inter
ambio de sentimientos
entre los que se aman. En el Amor Innito el diálogo tiene
lugar mediante el ahora eterno de una sola Palabra,
omo
de
ía San Juan de la Cruz. Mientras que en el amor
reado
la rela
ión puede ser anterior a las palabras, pero nun
a al
diálogo,pues ya la simple mirada, por lo demás silen
iosa,
en
ierra la
omuni
a
ión de un
onjunto de sentimientos
dirigidos a la persona que la ha provo
ado. Por eso puede
de
irse que, entre el amor ofre
ido y el amor que respon-
de, se ha entablado ya un misterioso diálogo,
apaz de dar
lugar a la rela
ión más vin
ulante y entrañable de todas
las imaginables entre seres ra
ionales.
3
1 Jn 3:8.
4
Jn 8:34.
188 Alfonso Gálvez
5
Ca 2:14.
190 Alfonso Gálvez
De tu vergel un ave
por tu ausen
ia
antaba en des
onsuelo;
y oyó tu voz suave
y, alzándose del suelo,
a bus
arte emprendió veloz su vuelo.6
6
CP, n. 13.
7
Ap 2: 17.
Florilegio 191
Ya no os llamo siervos,
ono
er.
1
1
Jn 15:15.
194 Alfonso Gálvez
Béseme
on besos de su bo
a.
Son tus amores más suaves que el vino.2
Pronun
iada por la esposa. O bien:
Ven, paloma mía. . .
Dame a ver tu rostro, dame a oír tu voz. . . 3
Como ex
lama
ión de amor del Esposo dirigida a la
esposa.
¾Cómo va a
reer tales
osas quien no está dispuesto a
re
ono
er lo que sólo el amor es
apaz de llevar a
abo? Y
de la misma manera, quien no es
apaz de
reer en el sa
ri-
io, ni en la abnega
ión o inmola
ión realizadas por amor,
es imposible que admita la posibilidad de que alguien sea
apaz de entregar por amor su propia vida. Quizá por eso
la Nueva Pastoral se ha sentido en la ne
esidad de situar
al dogma, y
onsiguientemente al
ulto, en tan razonable
situa
ión
omo para poder ser entendidos por el hombre
moderno. ¾Y qué tiene de extraño, según esta nueva for-
ma de pensar del moderno Catoli
ismo, que
osas
omo la
Misa hayan quedado rebajadas, desde la altura de ser un
2
Ca 1:2.
3
Ca 2:14.
Florilegio 199
4
CP, n. 36.
XXVI
la esposa.
1
1
Jer 33: 1011.
202 Alfonso Gálvez
2
Ca 2:14.
3
Ca 2:8.
Florilegio 203
4
Jn 15:15.
204 Alfonso Gálvez
A
ér
ate a mi lado
mientras el
ierzo sopla en el ejido,
y deja ya el ganado,
y
uéntame al oído
si a
aso por mi amor estás herido.7
5
CP, n. 9.
6
L
14:33.
7
CP, n. 67.
Florilegio 205
8
Mt 22:37.
206 Alfonso Gálvez
9
Ca 3:5.
10
Is 45:3.
11
Jn 21:15.
Florilegio 207
12
CP, n. 61.
XXVII
1
CP, n. 87.
210 Alfonso Gálvez
ráis y se os
on
ederá.
4
He ahí la voz que es para ella la
razón de su vida, y de ahí su ardiente anhelo por es
u-
harla en todo momento, ya de no
he, ya de día, ya sea en
estado de vigilia o in
luso durante el sueño:
2
Ca 2: 810.
3
Jn 6:63.
4
Jn 15:7.
5
Ca 5:2.
Florilegio 211
De tu vergel un ave
por tu ausen
ia
antaba en des
onsuelo;
y oyó tu voz suave,
y, alzándose del suelo,
a bus
arte emprendió veloz su vuelo.6
6
CP, n. 13.
7
Ca 2:14.
212 Alfonso Gálvez
a lara ión que expli aba esa forma de ondu ta: El que es
8
Heb 3: 78.
9
Jn 8: 4647.
10
Jn 1:11.
Florilegio 213
11
Ro 10:16.
214 Alfonso Gálvez
12
1 Jn 4:5.
XXVIII
1
2 Cor 3.17.
Florilegio 217
2
Jn 3:8.
218 Alfonso Gálvez
3
Jn 14:17.
4
Jn 3:29.
Florilegio 219
5
Ca 1:7.
220 Alfonso Gálvez
6
CP, n. 48.
RECAPITULACIÓN
1
CP, n. 100.
224 Alfonso Gálvez
2
Jn 19:30.
3
2 Tim 4:7.
Florilegio 225
el Reino.
4
Solamente se requiere el re
ono
imiento humil-
de de que todo es gra
ia,
omo de
ía Bernanos,5 y la plena
a
epta
ión de las palabras de Jesu
risto según las
uales
sin mí no podéis ha
er nada.
6
4
L
12:32.
5
Georges Bernanos, Diario de un Cura Rural, Epílogo, in ne.
6
Jn 15:5.
7
Mt 5:48.
226 Alfonso Gálvez
el en lo po
o . . .
8Donde el Amo re
ono
e que el siervo ha
sido el en lo po
o, lo
ual no le impide llamarlo bueno y
8
Mt 25: 21.23; L
19:17.
9
Jb 7:17.
Florilegio 227
de él?
10 En realidad siempre
abe pensar,
on respe
to a
ualquier
osa que el hombre haga, por trans
endente que
parez
a y partiendo siempre del supuesto de que obra
on
re
titud, que solamente ha sido el en lo po
o. Por lo que
no es extraño que existan o
asiones en las que, asaltado por
el sentimiento de su propia Nada, se angustie hasta
reer
que no va a poder en
ontrar a Dios por parte alguna:
10
Sal 8:5.
11
CP, n. 10.
228 Alfonso Gálvez
12
2 Cor 12:9.
Florilegio 229
13
Sal 8: 69.
230 Alfonso Gálvez
14
San Juan de la Cruz, Llama de Amor Viva, III, 79.
Florilegio 231
15
Ca 2:16.
16
Jn 15:15.
232 Alfonso Gálvez
ellos . . .
17 Yo les he dado la gloria que Tú me diste para
17
Jn 17:26.
18
Jn 17: 2223.
19
Jn 17:21.
20
Ro 5:5.
21
Los Padres
onsideraban también al Espíritu Santo
omo nexus
duorum, reriéndolo al Seno de la Trinidad. La expresión también
tiene apli
a
ión aquí, aunque teniendo en
uenta la analogía.
Florilegio 233
22
San Juan de la Cruz, Cánti
o Espiritual, XXXIX, 3.
Florilegio 235
23
Ca 2:16.
24
Jn 6: 5657.
Florilegio 237
25
1 Cor 13:10.
Florilegio 239
26
L
5:4.
244 Alfonso Gálvez
de tu Señor.
27
27
Mt 25: 21.23; L
19:17.