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CLAUDIA LORENA AGUNDIS PLASCENCIA

ESTUDIO DE MUERTES EQUIVOCAS

Autopsia psiquiátrico-psicológica como prueba pericial

y/o

Herramienta para esclarecer muertes dudosas.

VIERNES, 24 DE AGOSTO DEL 2012

1
“Mejor que nos reprendan los gramáticos, a que el pueblo no nos entienda”.

San Agustín

Resumen

Sin ser una enfermedad, el suicidio es un problema de salud, la décimo tercera causa
de muerte resultado de la conducta humana, tendiente a la autodestrucción. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica como muerte por lesiones
autoinfligidas. Es un acto personal y multifactorial que busca terminar con la propia
vida. El 90% de los suicidas presenta trastornos psiquiátrico-psicológicos.

La Autopsia Psiquiátrico-Psicológica como técnica pericial define la etiología médico


legal en casos de muertes dudosas. Es una retrospectiva del individuo para reconstruir
el perfil psicológico y el estado mental antes del deceso.

En el derecho penal se solicita con frecuencia, y en el ámbito civil, determina estados


mentales; en ambos ámbitos del derecho es una herramienta para dilucidar muertes
dudosas o etiología médico legal, en sospecha de suicidio inducido y análisis de
secuelas. El propósito es tener una visión clara y precisa de la situación, personalidad,
salud mental y tratamiento previo, diseñar un perfil de escena del crimen y hacer un
bosquejo de la personalidad del sujeto. Se presenta un caso de denuncia familiar y
sospecha de homicidio, resultando un suicidio consumado o viceversa, donde se
aplicaron los métodos establecidos.

Psiquiatría, psicología y criminología actúan en interés forense, para investigar, ilustrar


y aportar la prueba pericial que permita esclarecer el estado mental, estilo de vida y
situaciones del medio, en muertes dudosas. La llamada Autopsia Psiquiátrico-
Psicológica tiene como fin resolver suicidios complejos y también evitar que asesinatos
sean 'camuflados' como autoeliminaciones.

2
“Investigar significa pagar la entrada por adelantado sin saber lo que se va a ver”.

J. Robert Oppenheimer

I. Introducción:

Con la Reforma Penal del 18 de junio del 2008, la implementación del Nuevo Sistema
Penal Acusatorio1 dirigida al desarrollo de Juicios Orales al interior del territorio
mexicano es inminente, para ello, en los estados en los que ya ha sido cumplimentada,
se han venido realizando a requerimiento judicial autopsias psiquiátrico-psicológicas
con la finalidad de coadyuvar a esclarecer casos de muertes dudosas en la etapas
preliminar e intermedia, a las que se hará referencia en el capitulo IV de la presente
investigación a fin de ilustrar en que momento los Operadores del Sistema podrán
realizarlo e integrarlo al en la Teoría de Caso.

Esta técnica permite, conocer si el fallecido tenía personalidad inestable, si padeció


estrés reciente, si sufrió algún trastorno mental y si evidenció en sus comunicaciones
con terceros ideas de muerte, puntos comunes que caracterizan a los suicidas.

La práctica cotidiana nos enfrenta con frecuencia al estudio de casos en los cuales,
como dice Le Moyne Snyder "lo que generalmente falta es el conocimiento del factor

1
Sobre el clásico de Ferrajoli, Diego Camaño Viera, profesor de la Universidad de la República
Oriental del Uruguay, comenta: “Creo que recién ahora podemos distinguir claramente un “viejo”
y un “nuevo” garantismo penal. Aquél, fundado por Beccaria y Carrara sobre los cimientos
filosóficos y políticos que dan cuenta del moderno Estado de derecho y el pensamiento jurídico-
penal; éste, sobre la base de aquél, pero revitalizado y renovado por nuevas adquisiciones en
términos de filosofía, epistemología, ética y teoría general del derecho y del Estado, que nutren la
obra de Luigi Ferrajoli. Al igual que aquél, éste también se caracteriza como un conjunto de
conocimientos capaces de fundamentar la limitación al poder punitivo del Estado desde una
óptica de primacía del individuo. A diferencia de aquél, éste sólo sirve para fundamentar modelos
de derecho penal mínimo, mientras que aquél también fue utilizado -debido a la ambigüedad de
algunos de sus fundamentos- para fundamentar modelos de derecho penal máximo.”, en:
www.carlosparma.com.ar/Luigi.doc, Consulta 15/01/2012, 02:45 am

3
determinante, es decir, lo que acontecía en la mente de la víctima
contemporáneamente con la hora de su muerte"2. Muchas veces desde que llegamos al
lugar del hecho nos asalta la duda de si estamos en presencia de un accidente, de un
suicidio o de un homicidio, duda que en ocasiones no se esclarece en la sala de
necropsias del servicio medico forense, pues el médico legista tampoco puede
pronunciarse con certeza en relación a la etiología médico legal.

La Autopsia Psiquiátrico-Psicológica está descrita como un método para evaluar


después de la muerte, cómo era la víctima antes de que esto ocurriera, actualmente
existen tres métodos reconocidos para realizarla, el norteamericano que parte
fundamentalmente de evaluaciones documentales y que generalmente se hace
bastante tiempo después de la muerte, el método cubano que se inicia en el momento
que se descubre el hecho, lo cual es una gran ventaja porque aún hay hechos,
documentos y testimonios recientes para analizar; y el método finlandés que actúa en
un termino medio que permite no estar tan alejado de los hechos, pero también respetar
el tiempo de luto que tanatológicamente requieren los deudos, de los cuales se hará un
estudio comparativo en el capitulo III con la finalidad de proporcionar al Operador del
Nuevo Sistema Acusatorio en etapa preliminar e intermedia, los elementos y
características de cada uno de los métodos conocidos para que le sea posible
implementar la técnica adecuada al caso concreto e integrar de la Teoría de Caso con
datos esenciales que permitan determinar el estado de indefensión o resistencia de la
persona fallecida al momento de su muerte.

Esta técnica es una de las formas de autopsia, a pesar de que la más conocida es la
autopsia judicial, al margen están, la autopsia psiquiátrico-psicológica, la clínica, la
fetal, y la alternativa3.

2
Snyder Le Moyne. Investigación de homicidios. Ed. Cptan San Luis, 2004, pág.19
3
Núñez de Arco, J.; La Autopsia. Ed. GTZ, Cooperación Alemana. Sucre-Bolivia, 2005, pág. 113

4
En el presente trabajo de investigación el autor propone validar una metodología para la
aplicación de la técnica de autopsia psiquiátrico-psicológica en el amplio marco de la
investigación criminal, más allá de su aplicación pericial.

La verdadera situación polémica es que a pesar de existir la autopsia psiquiátrico-


psicológica como técnica de demostrada utilidad en el esclarecimiento de delitos
contra la vida, no se emplea de manera sistemática por parte de los investigadores
criminalistas por no contar con una metodología validada para tales fines, pues la
existente se aplicaba con fines solamente periciales.

Por lo tanto el problema científico con el que se encontró el autor es la necesidad de


validar una metodología de autopsia psiquiátrico-psicológica que sea aplicable por el
investigador criminalista y factible de generalizar.

Derivado de la situación polémica y del problema científico partiremos de las premisas


de investigación científica para puntualizar los siguientes cuestionamientos de manera
efectiva ¿Qué son los delitos contra la vida?, ¿Que es y que diferencia existe entre
incitación o participación en el suicidio, suicidio, homicidio y muerte accidental?,
¿Cómo determinar a través de la autopsia psiquiátrico-psicológica entre suicidio,
homicidio o accidente en una muerte dudosa?, ¿Cómo puede coadyuvar y como
se integra en la Teoría de Caso para la dilucidación de muertes dudosas la prueba
pericial de autopsia psiquiátrico-psicológica en el Nuevo Sistema Acusatorio
Penal?

Partiendo de la definición de las palabras clave y tópicos a desarrollar en la


investigación hasta llegar a la aplicación de la técnica pericial en las etapas preliminar e
intermedia para preparación de juicios orales.

5
La hipótesis a desarrollar en el estudio retrospectivo plasmado en la prueba pericial
de la autopsia psiquiátrico-psicológica aporta información objetiva que constituye una
pieza clave para la administración de justicia. Es realizada por investigadores
criminalistas especializados en la investigación de homicidios, contando con
especialistas en psicología o psiquiatría en calidad de asesores para que finalmente su
aplicación al caso concreto sea dada en el análisis de las pruebas en su conjunto
efectuada por los Operadores del Nuevo Sistema Acusatorio.

El objetivo medular de esta investigación es validar un modelo de autopsia


psiquiátrico-psicológica integrado con estudio del comparativo de las propuestas
señaladas en párrafos anteriores acotando a la realidad de nuestra entidad, demostrar
su utilidad, viabilidad y confiabilidad en el esclarecimiento de los delitos contra la vida,
con resultados en razón a la aplicación de la ciencia penal.

Además como objetivo general, se pretende otorgar una metodología de autopsia


psiquiátrico-psicológica para aplicación en la investigación de los delitos contra la vida.
Buscando como objetivo específico diseñar una metodología de autopsia psiquiátrico-
psicológica que pueda ser aplicada por investigadores especializados en investigación
de homicidios; demostrar que la metodología propuesta es viable, con resultados
confiables y útil para el esclarecimiento de los delitos contra la vida.

La metodología de guía para esta investigación está plasmada de acuerdo con los
criterios del Convenio Internacional de Estudios sobre Victimología de Bellagio, Italia,
19754 se ubica dentro de la primera de las áreas básicas, que estudia el papel de la
víctima, tratando de averiguar hasta que punto la víctima ayudó, contribuyó, fomentó,

4
Rodríguez Manzanera, L. Victimología. Estudio de la víctima. Segunda Ed. Edit. Porrúa, Méx.
2000, pág. 123

6
dio lugar o participó en su propia victimización; poniendo énfasis en el estudio de la
personalidad del ofendido y el papel que esta juega en la comisión del hecho5.

Según plantea el profesor Rodríguez Manzanera lo aconsejable en este modelo de


investigación es utilizar todas las vías por las que podamos obtener información, no
solo las personales, sino también las documentales, como registros, informes
periodísticos, etc6. También apunta Manzanera que este modelo ha demostrado gran
utilidad en sus aplicaciones en el medio de la administración de justicia, dando al juez
mayores elementos de juicio7.

Como principios metodológicos, a partir de la evidencia de que nos enfrentamos al


estudio de un hecho fatal consumado no podemos estudiarlo por métodos directos, es
necesario entonces desarrollar métodos indirectos inferenciales, buscando la
información retrospectiva del fallecido en las personas más allegadas que se supone lo
conocieron más íntimamente. El método de exploración retrospectiva e indirecta de
la personalidad y la vida del occiso a través de la entrevista a terceras personas se
denomina autopsia psiquiátrico-psicológica, siendo que es el punto medular del
desarrollo y aplicación de esta investigación8.

Las tareas a realizar para el desarrollo de esta investigación son de manera preliminar
confeccionar una guía operativa para la realización de la autopsia psiquiátrico-
psicológica tomando como modelo de referencia el MAPI (Modelo de Autopsia
Psicológica Integrado) validado por la Dra. Teresita García Pérez, utilizando esta guía
se analizó 10 casos de homicidios y 10 casos de muertes dudosas.

5
Rodríguez Manzanera L ,op. cit.,(Victimología, pág. 258
6
Rodríguez Manzanera, L., op. cit. (Victimología, pág. 260
7
García Pérez, T. La Autopsia psiquiátrico-psicológica en el Homicidio. Rev. Med. Legal de Costa
Rica. Vol.15 No.1 y 2 Dic. 2008, pág. 21
8
García Pérez, T. La Autopsia psiquiátrico-psicológica como método de estudio de las víctimas de
muerte violente. Rev. Española de Medicina Legal. Enero-Junio 2009, pág. 75

7
Derivado de lo anterior se comparo la información de los expedientes investigativos y
los expedientes de fase preparatoria de estos casos con los de 10 casos de homicidios
en los cuales no se aplicó la técnica con el objetivo de conocer si el empleo de ésta
había arrojado algún beneficio en cuanto a celeridad en el esclarecimiento y calidad en
el proceso investigativo del Nuevo Sistema Penal Acusatorio o Adversarial.

Los casos investigados que integran el universo de estudio se corresponden con los
años 2003 a 2005. Se tomó el total de las autopsias psicológicas realizadas en el
período correspondiente y los 10 casos control se tomaron al azar de los registros
policiales, 4 del año 2003, 3 de 2004 y 3 de 2005, con el objetivo de que tuvieran la
misma posibilidad de integrar la muestra control.

El grado de cooperación de las fuentes fue valorado sobre la base de la aceptación de


las visitas, fluidez de la información, su calidad y precisión y la comunicación
extraverbal. Todas las entrevistas consultadas fueron realizadas por instructores
policiales y/o investigadores criminalistas, y sólo al final del proceso, durante su
interpretación, se visualiza la colaboración de expertos en Psiquiatría y/o Psicología.

Derivado del análisis, el primer y principal resultado es el diseño de una metodología


para la aplicación de la autopsia psiquiátrico-psicológica por parte de investigadores
criminalistas y/o instructores policiales además de la adecuada interpretación e
integración por parte de los Operadores del Sistema. Por otro lado resultados
observados de la aplicación de la guía en los casos que conforman el universo de
estudio se delimita como sigue de acuerdo a la observación del investigador:

8
En casos de homicidios se consultaron 10 casos, en 6 se logró establecer la
condición de indefensión de las víctimas con lo cual se tipificó el delito como
asesinato, en 3 se estableció la condición de víctimas provocadoras con lo cual
coadyuvamos a la reconstrucción criminodinámica de los hechos de manera tal que
se tomara en cuenta la participación activa de la víctima en su propia victimización y por
tanto se adecuara la sanción de los autores y en 1 se establecieron las motivaciones
ocultas del autor para la comisión del crimen.

Estos 10 casos fueron esclarecidos en los primeros 30 días de iniciado el expediente de


fase preparatoria, resultando los informes conclusivos muy ilustrativos y ricos en
información tanto de los autores como de sus víctimas, lo cual fue tomado en cuenta
por el tribunal para atemperar sanciones de acuerdo con las circunstancias
criminológicas que se describían en los informes de autopsia psiquiátrico-psicológica.

Los especificados como casos de muertes dudosas o equívocas, que son los que
ocupa esta investigación; en las hipótesis de los 10 estudiados se derivan en 7 casos
en donde las posibilidades oscilaban entre suicidio y homicidio, de los cuales 3
resultaron ser suicidios, 2 homicidios y 2 quedaron como muertes por investigar. En 3
casos las posibilidades oscilaban entre suicidio, homicidio y accidente, de los cuales 2
resultaron accidentes y uno suicidio.

En todos estos casos la autopsia psiquiátrico-psicológica resultó el elemento


determinante para el establecimiento de la etiología de la muerte, pues en ninguno los
médicos legistas se habían pronunciado de manera concluyente y en todos los
investigadores policiales tenían dudas acerca de las circunstancias concurrentes.

9
El esclarecimiento se logró entre 30 y 60 días, incluida la identificación de los autores
de los homicidios a partir de las características sociopsicológicas de las víctimas
perfiladas gracias a la autopsia psiquiátrico-psicológica.

A manera de conclusión se demostró ser un instrumento aplicable tanto en la fase


preliminar de investigación criminal como en la intermedia, en su carácter de prueba
pericial en diversos estados de la republica en la que se ha cumplimentado.

Por esta razón es importante considerar que nuestro Estado no debe ser la excepción,
si fue aceptado tanto por las personas entrevistadas como por los Operadores del
Derecho Penal dentro del Nuevo Sistema Acusatorio dentro del territorio mexicano, es
menester para mi proponer su aplicación por los psicólogos forenses como un
modelo útil para los Operadores del Nuevo Sistema Acusatorio Penal en la
investigación de casos de muerte dudosa o violenta.

Las recomendaciones para la aplicación de esta técnica pericial son orientadas en


la línea de investigación que permite al maestrante instrumentar propuestas para
integrar un sistema penal de calidad para ello se debe contar con la formación y
entrenamientos adecuados, guardar absoluta reserva ó secrecía, trabajar en equipo
multidisciplinario, contar con los instrumentos y medios necesarios, contar con el tiempo
suficiente y necesario, no contaminar ni abusar de la técnica, partiendo de que en
esencia el Protocolo de autopsia psiquiátrico-psicológica es único, con las variantes
establecidas para los casos señalados.

10
"Estudiemos analíticamente el delito para comprender bien la gran síntesis en que consiste la acción u omisión que las leyes
sancionan. Solo así escaparemos, a la par, del confusionismo dogmático y de la tiranía política"

Jiménez de Azúa, Luis

Capitulo I

GENERALIDADES

1.1 Derecho, Derecho Penal y Derecho Procesal Penal

Para empezar a abrevar conocimiento vamos primeramente a esclarecer las


delimitaciones de las nociones de la palabra derecho9 proviene del término latino
directum, que significa “lo que está conforme a la regla”.

El derecho se inspira en postulados de justicia y constituye el orden normativo e


institucional que regula la conducta humana en sociedad. La base del derecho son las
relaciones sociales, las cuales determinan su contenido y carácter. Dicho de otra forma,
el derecho es un conjunto de normas que permiten resolver los conflictos en el seno de
una sociedad.

El derecho efectivo o positivo está formado por las leyes, normativas, reglamentos y
resoluciones creadas por el Estado para la conservación del orden social. Se trata de
normas cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los ciudadanos. El derecho
subjetivo, en cambio, es la facultad propia de un sujeto para realizar o no una cierta
conducta. Se trata de la potestad que el hombre tiene, en conformidad con una norma
jurídica, para desarrollar su propia actividad frente a otro.

9
http://definicion.de/derecho/, Consulta 18/07/2012, 18:30 pm

11
Se considera que el derecho tiene varias características. Una de ellas es la
bilateralidad (un individuo distinto al afectado está facultado para exigirle el
cumplimiento de una norma), que le otorga la cualidad de imperativo atributivo. Otra
es su heteronomía (es autárquico; por más que el sujeto no esté de acuerdo con el
contenido de la norma, debe respetarla), alteridad (las normas jurídicas siempre
refieren a la relación de un sujeto con otros) y coercibilidad (permite el legitimo uso de
la fuerza estatal cuando un ciudadano no cumple con sus exigencias).

Ahora bien el surgimiento del derecho penal10 obedece a la necesidad de regular el


comportamiento del hombre en sociedad para controlar sus acciones y proteger al
grupo social. El crimen nace del hombre, el delito ya se manifestaba, por lo tanto de ahí
nace la necesidad de regular la conducta humana y señalar castigos para lograr un
orden y convivencia pacíficos.

Para el derecho penal vigente,11 se considerara la noción de que pertenece al derecho


publico interno, que tiene por objeto al delito, al delincuente y la pena o medida de
seguridad, para mantener el orden social mediante el respeto de los bienes jurídicos
tutelados por la ley, por tanto se colige que el derecho penal pretende preservar un
equilibrio que brinde seguridad a los miembros de una sociedad. Esta sociedad crea
sus propias normas penales en las cuales para su manejo se consideran como derecho
penal objetivo, subjetivo, sustantivo y adjetivo.

Lo que a esta investigación ocupa es la aplicación e instrumentación de una técnica o


herramienta pericial que permita la ejecución de un derecho penal sustantivo
entendido como las normas relativas al delito, al delincuente y a la pena o medida de

10
Cfr. Castellanos Tena, Fernando; Lineamientos elementales de Derecho Penal, 40ª. Ed., Porrúa,
México, 2009, pág. 51-72.
11
Amuchategui Requena, Griselda; Derecho Penal, Parte General Nociones Básicas, 3° et 2005,
pág. 13-22

12
seguridad, que de manera complementaria e irrestricta deberá observar los
procedimientos encuadrados por el derecho penal adjetivo que se ocupa de señalar la
forma de aplicar las normas jurídico-penales en los casos concretos, conocido
comúnmente como derecho procesal o instrumental.

De manera didáctica se apunta al derecho penal sustantivo como la parte estática o


imagen sin movimiento, en tanto que el derecho penal adjetivo es la parte dinámica o
imagen en movimiento, de la conjunción en el ejercicio del Derecho Penal. Esta rama
del derecho se apoya en diferentes disciplinas para su aplicación al caso concreto como
la filosofía, antropología, sociología, biología, psicología, psiquiatría, medicina forense,
criminalística, química, criminología, derechos humanos, y política criminal, entre otras;
cuyo propósito solo obedece a que la realidad es indivisible y el Operador del Derecho
Penal y de manera concreta en el Sistema Acusatorio Penal o Adversarial debe
considerar que todas ellas coadyuvan en la integración de una Teoría de Caso que
permita su esclarecimiento.

Asimismo, el derecho penal sustantivo y el derecho penal adjetivo apoyan sus


supuestos en diferentes teorías a tratar como la Teoría del Delito y la Teoría del
Delincuente principalmente y todos aquellos apoyos doctrinarios que permitan el
desarrollo y esclarecimiento del delito a las que se hará referencia con el fin de poder
llegar a la descripción de los delitos de:

Incitación y/o participación en el suicidio, suicidio, homicidio ó muerte accidental.

1.2 Fundamentos Doctrinarios para el Estudio del Delito

La Teoría del Delito es un sistema categorial clasificatorio y secuencial, en el que,


peldaño a peldaño, se van elaborando a partir del concepto básico de la acción, los

13
diferentes elementos esenciales comunes a todas las formas de aparición del delito 12.
Esta teoría, basada en preceptos legales, no se ocupa de los elementos o requisitos
específicos de un delito en particular, sino de los elementos o condiciones básicas y
comunes a todos los delitos.

Existen dos corrientes o líneas: La teoría causalista del delito y la teoría finalista del
delito. Para la explicación causal del delito la acción es un movimiento voluntario físico
o mecánico, que produce un resultado el cual es tomado por el tipo penal, sin tener en
cuenta la finalidad de tal conducta. La teoría finalista del delito entiende la conducta
como un hacer voluntario final, en cuyo análisis deben considerarse los aspectos
referidos a la manifestación exterior de esa finalidad. La primera corriente considera
preponderantemente los elementos referidos al desvalor del resultado; la segunda, por
el contrario, pone mayor énfasis, en el desvalor de la acción.

La teoría funcionalista, constituye un punto de encuentro entre finalistas y causalitas,


se introduce en las aportaciones político-criminales del delito orientado a sus
consecuencias, desencadenando la teoría de la imputación objetiva y el concepto de
"riesgo" en la tipicidad, buscado la moderación en la amplitud de las conductas
susceptibles de ser consideradas como causa y en otros, la fundamentación de la
tipicidad en base a criterios normativos en aquellos supuestos en los que ésta no puede
fundamentarse en la causalidad, como sucede en los delitos de omisión y algunas
modalidades de delitos de peligro.

Derivado de lo anterior, los elementos del delito son los componentes y


características, no independientes, que constituyen el concepto del delito 13. A partir de

12
MUÑOZ CONDE, Francisco, GARCÍA ARÁN, Mercedes, Derecho Penal. Parte General, Valencia,
España: Tirant Lo Blanch, 6ª, 2004, pág. 205
13
JIMÉNEZ DE AZÚA, Luis, Principios Del Derecho Penal. La Ley y El Delito, Buenos Aires,
Argentina: Abeledo–Perrot: 4ta, 2005, pág. 208.

14
la definición usual de delito (acción típica, antijurídica y culpable), se divide esta teoría
general14 en: acción o conducta, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y la
punibilidad.

1.2.1 La conducta humana, acción u omisión, es la base de toda la estructura


del delito, por lo que se considera a la acción como núcleo central y el sustrato
material del delito. En tanto que en la omisión, existe una conducta en la que
conscientemente se evita una acción concreta. Ambas constituyen el soporte
conceptual de la teoría del delito y el eje de la consideración axiológica y natural
del hecho punible.

Para el Derecho Penal, entremezclando puntos de vista filosóficos, político-


criminales y dogmáticos, la acción, es un concepto causal, es la conducta
voluntaria humana, que consiste en un movimiento de su organismo destinado a
producir cierto cambio, o la posibilidad, en el exterior del mundo vulnerando una
norma prohibitiva15.

Correlativamente, Beling sostiene que existe acción si objetivamente alguien ha


emprendido cualquier movimiento o no movimiento, a lo que subjetivamente ha
de añadirse la comprobación de que en ese movimiento corporal o en esa falta
de movimiento animaba una voluntad, por lo que la voluntariedad de la
conducta humana se exige como presupuesto esencial del juicio jurídico-penal.

14
De acuerdo al "sistema clásico del delito". Von Liszt define el concepto de acción como la
producción, reconducible a una voluntad humana, de una modificación en el mundo exterior, para
la modificación causal del mundo exterior debía bastar cualquier efecto en el mismo, por mínimo
que sea. Con la imposibilidad explicar la omisión, Von Liszt amplia este concepto diciendo que
acción es conducta voluntaria hacia el mundo exterior; más exactamente: modificación, es decir,
causación o no evitación de una modificación de un resultado del mundo exterior mediante una
conducta voluntaria. JIMÉNEZ DE AZÚA, Luis, Principios Del Derecho Penal. La Ley y El Delito,
Buenos Aires, Argentina: Abeledo–Perrot: 4ta, 2005
15
MACHICADO J., La acción y la omisión en la Teoría de la Causalidad, 2009, pág. 212

15
Voluntariedad es la posibilidad de dominio de la actividad o pasividad corporal.
El objeto de las normas penales es la conducta humana, esto es, la actividad o
pasividad corporal del hombre sometida a la capacidad de dirección final de la
voluntad. Esta conducta puede ser una acción (el ejercicio efectivo de actividad
final), o la omisión de una acción (el no ejercicio de una actividad final posible).

Para fines didácticos en esta investigación se toma el concepto de acción humana


como el ejercicio de actividad final, la finalidad o el carácter final de la acción se basa
en que la persona humana, gracias a su saber causal, puede prever, dentro de ciertos
límites, las consecuencias posibles de su actividad, ponerse fines diversos y dirigir su
actividad, conforme a su plan y a la consecución es estos fines. Actividad final es un
obrar orientado conscientemente desde el fin, mientras que el acontecer causal no está
dirigido desde el fin, sino que es la resultante causal de los componentes causales
existentes en cada caso. Por eso la finalidad es “vidente”, y la causalidad “ciega”.

La dirección final de una acción se lleva a cabo en dos etapas:

1. La primera transcurre totalmente en la esfera del pensamiento. Empieza con la


anticipación o propósito del fin, al que el autor quiere llegar. De ello sigue la selección
de los medios de la acción para la consecución del fin, para lo cual el autor determina
los factores causales que son requeridos para el logro del mismo.

2. De acuerdo con la anticipación mental del fin y la elección de los medios, el actor
efectúa su acción en el mundo real. Pone en movimiento, conforme a su plan, los
medios de acción escogidos con anterioridad, cuyo resultado es el fin. La segunda
etapa de la dirección final se lleva a cabo en el mundo real.

16
Puesto que no hay delito sin acción, obviamente cuando no existe acción tampoco hay
delito. Invariablemente ocurre así cuando falta una manifestación exterior, o sea, una
modificación externa. No obstante, se prestan a dudas aquellos casos en que existe un
hecho externo, pero respecto del cual hay una ausencia de voluntad que lo haya
dirigido. Para resolverlos se ha establecido, como criterio general, que no hay acción
cuando se puede afirmar que la persona involucrada sólo ha tomado parte físicamente
en el hecho, pero sin intervención de voluntad consciente en la conducción de dicho
proceso causal.

Por otro lado lo que conocemos como fuerza irresistible o vis physica absoluta o
ablativa, se definirá como aquella fuerza que imposibilita desde todo punto al sujeto
para moverse (o para dejarse de mover) produce que una persona actúe sin capacidad
de control, esto se contrapone al concepto de miedo insuperable o vis moralis, en
este caso el sujeto sí puede moverse físicamente y por tanto posee una voluntad libre,
aunque coartada en el ejercicio de su libertad.

El concepto de fuerza irresistible, en el Derecho Penal, excluye la acción del individuo,


sin embargo este puede realizar el hecho típico, antijurídico y penado, el actor del
"delito", es inimputable. Así, y repitiendo lo dicho, para que podamos hablar de delito o
falta debe haber una acción o una omisión, y la vis physica excluye la misma.

Existen también los reflejos condicionados, estos no constituyen acción ya que dichos
movimientos no son controlados o producidos por la voluntad de la persona, "El
estímulo del mundo exterior es percibido por los centros sensores que los trasmiten, sin
intervención de la voluntad, directamente a los centros motores" (Muñoz Conde, 2004)

17
Los estados de inconsciencia, excluyen la acción por cuanto no interviene la voluntad
del sujeto y ello ocurre tanto en los casos ejecutados durante el sueño normal o
anormal (sonambulismo), la embriaguez letárgica, paralización del cuerpo, y la hipnosis
es únicamente una atenuación de la imputabilidad o capacidad de culpabilidad
pudiendo aplicarse la eximente completa o incompleta de anomalía o alteración
psíquica.

1.2.2 Otro elemento del delito es la tipicidad, que es el encuadramiento de la


conducta humana al tipo penal (el tipo). Se incluyen todas las características de
la acción prohibida que fundamenten positivamente su antijuricidad. El tipo legal
es una figura que crea el legislador, haciendo una valoración de determinada
conducta delictiva. Es una descripción abstracta de la conducta prohibida.
Es un instrumento legal, lógicamente necesario y de naturaleza
predominantemente descriptiva, que tiene por función la individualización de las
conductas humanas, penalmente relevantes

La fisonomía objetiva del tipo determina que la conducta es toda actuación


controlada y dirigida por la voluntad del hombre que causa un resultado en el
mundo fenomenológico, en donde el nexo entre la conducta y el resultado
prueba la relación de causalidad, elemento imprescindible en los delitos de
resultado para la calificación como típica de la conducta.

En la Teoría de la Equivalencia de Condiciones (Conditio sine qua non) como teoría


causal explica lógicamente porque a una acción le sigue un resultado, una vez
constatada la existencia de una relación de causalidad, será necesario comprobar, que
la conducta es imputable a su autor.

18
Esta atribución se realiza, según la Teoría de la Imputación Objetiva en base a
criterios normativos limitadores de la causalidad natural. En primer lugar, habría que
constatar que la conducta o acción incrementó el riesgo prohibido y a continuación, que
el riesgo creado fue el que se materializó efectivamente en el resultado producido.

Existen tipos penales de cuya causalidad se duda, como es el caso que nos ocupa, o
que, siendo causales, se duda de su tipicidad (delitos omisivos). En estos tipos, la no
realización de una conducta es lo que se pena, pero no es racionalmente posible
atribuir a esa inacción el posible resultado posterior, pues no se sabe qué sucedería si
el agente hubiese actuado como se lo pide la norma.

Ante este obstáculo, la doctrina ha elaborado la Teoría del “Riesgo Típicamente


Relevante”, para poder atribuir tipicidad a una acción. En primer lugar se analiza si,
efectivamente, la conducta realizada despliega un riesgo de entre los tutelados por la
norma penal.

Para ejemplificar, en caso de un delito comisivo, el análisis de una conducta homicida,


tipo penal que analizaremos en el capitulo II, se deberá determinar que, dentro del
supuesto de disparar a otro con un arma de fuego es una conducta que despliega un
riesgo de los contemplados por la norma que prohíbe el homicidio, es decir, que es
idóneo para entrar dentro de la descripción normativa de homicidio, contrario sensu,
causar la muerte a otro clavándole una aguja en el dedo, provocando así una reacción
química inesperada no es un riesgo de los previstos por la norma penal, pues el clavar
una aguja a otra persona no es una conducta socialmente vista como suficientemente
riesgosa para causar un homicidio, aunque efectivamente, exista una relación de
causa-efecto.

19
Por el otro lado, en el supuesto de un delito omisivo, como el de no socorrer a alguien
que está en peligro o en supuesto peligro, es decir alguien que quiere suicidarse
aventándose de un edificio, la conducta de no hacer nada no es causal del posible daño
posterior, pero sí despliega un riesgo de los previstos por la norma. Es decir, no hacer
nada ante esa situación es justamente aquello que la norma penal busca prevenir que
al igual que la del homicidio busca evitar las conductas socialmente consideradas
idóneas para matar.

A partir de la constatación de ese riesgo típicamente relevante, se debe constatar que


el resultado (la muerte, las lesiones) es expresión de ese riesgo, y no fruto de otras
conductas o eventos ajenos al agente. Este último análisis no se realiza en delitos
llamados “de mera actividad”, en los que no hace falta un resultado para que haya delito
(omisión de socorro). De acuerdo a lo anterior, resultado es la consecuencia externa y
observable derivada de la acción (manifestación de voluntad).

Los códigos penales castigan en algunos casos la acción (delitos de simple actividad) y
en otros el resultado que se deriva de ésta (delitos de resultado). Pero también puede
haber conductas de no hacer o dejar de hacer que traen como consecuencia un
resultado y puede ser formal o material.

El dolo según Hernando Grisanti16 es la voluntad consciente, encaminada u orientada a


la perpetración de un acto que la ley tipifica como delito. Francesco Carrara17 lo
describe como la intención más o menos perfecta de hacer un acto que se sabe

16
Culpa Y Dolo. (2009, Noviembre 2009). BuenasTareas.com.
http://www.buenastareas.com/ensayos/Culpa-y-Dolo/45787.html
17
Segunda edición, editorial TEMIS Bogotá, 1978, versión castellana de José J. Ortega Torres y
Jorge Guerrero, páginas 231 y ss. Título de la edición original italiana: Opusculi di dirito criminale,
Vol. IV, Lucca, Tipografía Giusti, 1874.

20
contrario a la ley. Manzini18 lo define como la voluntad consciente y no coaccionada de
ejecutar u omitir un hecho lesivo o peligroso para un interés legitimo de otro, del cual no
se tiene la facultad de disposición conociendo o no que tal hecho está reprimido por la
ley. Y finalmente Luis Jiménez de Azúa19 manifiesta que es la producción del resultado
típicamente antijurídico con la conciencia de que se está quebrantando el deber, con
conocimiento de las circunstancias de hecho y del curso esencial de la relación de
causalidad existente entre las manifestaciones humanas y el cambio en el mundo
exterior, con la voluntad de realizar la acción u con representación del resultado que se
requiere.

Integrando estos criterios el dolo es el conocimiento aunado a la voluntad de realizar


un delito o una conducta punible, integrado por dos elementos: un elemento cognitivo:
conocimiento de realizar un delito, y un elemento volitivo: voluntad de realizar un delito
o en pocas palabras significa: "El querer de la acción típica".

 Dolo Directo: Se produce cuando un sujeto se representa en su conciencia el


hecho típico, es decir, constitutivo de delito. En el dolo directo el autor tiene el total
control mental de querer y saber cuál es la conducta típica que se plantea realizar y
la comete, independientemente de que aquella acción dé sus resultados esperados.

o Dolo de Primer Grado: predomina la voluntad de la persona de realizar el


hecho punible.

o Dolo de Segundo Grado: Predomina el elemento conocimiento. el saber lo


que se esta realizando, combinación de voluntad y conciencia, siempre el
dolo va tener el volitivo y cognocitivo

18
MANZINI, Vincenzo. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III. Ediciones jurídicas, Europa –
América. Argentina. 1952.
19
La teoría jurídica del delito (1931), Psicoanálisis criminal (1940), El criminalista (1941-1949, 8
vols.) http://www.articuloz.com/ensayos-articulos/luis-jimenez-de-asua-2226597.html

21
 Dolo Indirecto: Es aquel que se materializa cuando el sujeto se representa el hecho
delictivo, pero no como un fin, sino como un hecho o efecto inevitable o necesario
para actuar o desarrollar la conducta típica.

 Dolo Eventual: Cuando el sujeto se representa el hecho como potencialmente


posible, pero cuyo resultado es dejado al azar.

El tipo culposo individualiza una conducta (al igual que el doloso). La conducta no se
concibe sin voluntad, y la voluntad no se concibe sin finalidad, la conducta que
individualiza el tipo culposo tendrá una finalidad, al igual que la que individualiza el tipo
doloso. No individualiza la conducta por la finalidad sino porque en la forma en que se
obtiene esa finalidad se viola un deber de cuidado.

Como formas de culpa consideraremos la Imprudencia, que es afrontar un riesgo de


manera innecesaria pudiendo evitarse. (Hacer de más); la Negligencia que implica
una falta de actividad que produce daño. (no hacer); la Impericia, se presenta en
aquellas actividades que para su desarrollo se exigen conocimientos técnicos
especiales. (no saber hacer) ó la Inobservancia de Reglamentos, esta implica 2
cosas; conociendo las normas estas sean vulneradas implicando "Imprudencia"; o se
desconozcan los reglamentos debiendo conocerse por obligación implicando
"Negligencia".

Las causas de atipicidad se dan en los supuestos en los que concurren unas
determinadas circunstancias que suponen la exclusión de la tipicidad de la conducta,
negando con ello su inclusión dentro del tipo penal. Se da cuando en los elementos
objetivos del tipo uno de ellos no encuadra en la conducta típica o simplemente no se
da. Se dice que existe ausencia del tipo cuando en la ley no se encuentra plasmada o
regulada alguna prohibición de alguna conducta, acorde al principio de legalidad penal.

22
El error de tipo, es el aspecto negativo del elemento intelectual del dolo. Es la falla de
la conciencia de los elementos del tipo penal, ya sea por error o ignorancia. Es el
desconocimiento de las circunstancias objetivas del tipo. Tiene como efecto principal
eliminar el dolo. Si el dolo es la voluntad de realizar el tipo objetivo con conocimiento de
todos y cada uno de sus elementos, evidentemente el error que recae sobre el
conocimiento de alguno de los componentes objetivos, eliminará el dolo en todos los
casos. Se presenta bajo dos formas: a) Invencible. b) Vencible. En los dos casos se
elimina el dolo, pero en el segundo de los supuestos deja subsistente la imprudencia,
siempre y cuando se encuentre incriminado el tipo culposo.

La teoría del error pretende establecer un margen de flexibilidad a la eficacia “erga


omnes” del Derecho, evitando que esta consista en una aplicación del “summum ius
summa iniuria”. En herencia del Derecho Romano, los ordenamientos jurídicos
continentales se rigen por el principio “ignorantia vel error iurisnon excusat”, la
ignorancia o error de derecho no escusa.

La primera distinción al definir el concepto penal de error, es la diferencia entre error e


ignorancia; ya que el primer concepto hace referencia al conocimiento deformado de la
realidad o de su significación social o jurídica, y el segundo es la ausencia total de
conocimiento perceptivo o valorativo sobre algo, la frontera para distinguir ambas clases
de error no es del todo nítida, por lo que no está exenta de defectos o inconvenientes al
analizar los elementos normativos del tipo20, (Mezguer, 2004).

20
https://rapidshare.com/files/104595493/DERECHO_PENAL_-_LIBRO_DE_ESTUDIO_-
_PARTE_GENERAL_-_EDMUND_MEZGER.pdf | 26.38 MB, consulta 23/07/2012, 14:30 pm

23
En el error sobre el tipo el sujeto no percibe de forma correcta la realidad de su
conducta, ya que conoce algunos de sus elementos pero no todos. En el error de
prohibición el sujeto no conoce que lo que está realizando es un hecho ilícito.

Los supuestos psíquicos en caso del error del tipo, donde conoce algunos de los
elementos del tipo pero no todos, se pueden clasificar en, error vencible e invencible.
En el error de prohibición, el sujeto conoce todos los elementos del tipo penal, sabe lo
que está haciendo aunque en algunos casos desconoce que el hecho en si es típico, y
en otro sabe que es típico pero cree que no es antijurídico. Le falta la conciencia de
antijuricidad o cree que su acción es lícita. Aunque en estos casos se puede atenuar la
pena debido a la falta de dolo con conocimiento de la antijuricidad, no se puede
prescindir de ella, ya que su conducta negligente, que no ha actuado con el debido
deber de cuidado y ha llevado al perjuicio de un bien jurídico permite afirmar la tipicidad.
Situación muy diferente del error vencible del tipo en los que ni siquiera se actúa con
conocimiento de la peligrosidad de la conducta para un determinado bien 21.

Las consecuencias derivadas del error del tipo siempre excluyen el dolo, pero no
significa que el sujeto activo del delito que ha actuado bajo un error de tipo no incurra
en responsabilidad penal. Las consecuencias jurídico penales de su conducta
dependerán si el error cometido recae sobre los elementos esenciales o sobre los
elementos accidentales. Los elementos esenciales son aquellos elementos objetivos
que caracterizan la conducta típica, y que configuran el “tipo básico”.

21
Welzel, Hans, op. cit., nota 2, pp. 32 y 33. Para el creador del finalismo el defecto fundamental de
la acción causal consiste en que no solamente desconoce la función absolutamente constitutiva
de la voluntad (en tanto que factor de dirección para la acción) sino inclusive la destruye y
convierte la acción en un mero proceso causal provocado por un acto voluntario cualquiera (“acto
voluntario”). Hay, pues, un desconocimiento de que toda acción es una obra (más o menos
lograda), mediante la cual la voluntad humana dirige el acaecer causal.

24
Error invencible: es aquél que no tenía la posibilidad de evitarse. Cualquier persona
en la situación del autor y aún actuando con la máxima diligencia hubiera cometido el
mismo error. El autor ni sabía ni tenía la conciencia de que realizaba una conducta
típica

Error vencible: es el error que se podía haber evitado si el sujeto activo hubiera
actuado observando el cuidado debido. El sujeto no actúa con dolo pero se tiene que
comprobar si ha actuado con imprudencia, es decir si ha superado el riesgo permitido
infringiendo el deber de cuidado que se exige. El castigo realizado con el error del tipo
vencible sólo será posible si está tipificada la comisión imprudente del delito, ya que si
ésta no se encuentra positivada en el código penal quedará impune (Principio de
Legalidad por el que se rige todo nuestro Ordenamiento Jurídico). Un caso especial a
tener en cuenta es cuando el sujeto activo incurría en un error vencible, siendo este no
solo evitable sino que hubo un desinterés por parte del autor para conocerlo “ceguera
sobre los hechos”.

El error puede recaer sobre los diferentes elementos típicos, podemos distinguir:

1. Error sobre el objeto de la acción, (error in objeto vel in personae), en principio no


tiene una especial trascendencia la cualidad del objeto o de la persona sobre la que
recae la acción. Es irrelevante cuando los objetos son homogéneos, es decir de igual
naturaleza; no ocurre lo mismo si los objetos son heterogéneos.

2. Error sobre la relación de causalidad, las desviaciones inesenciales o que no


afectan a la producción del resultado pretendido por el autor son irrelevantes. Sin
embargo si el resultado se produce de un modo desconectado de la acción del autor,
como mucho se le podrá imputar el hecho como tentativa.

25
3. Error en el golpe, (aberratio ictus), se suele dar en los delitos contra la vida y la
integridad física. Al ser resultados típicos equivalentes la solución debe ser igual que en
el error sobre la persona y aparecería un único delito consumado.

4. El dolus generalis, el sujeto activo cree haber consumado el delito, cuando en


verdad ha sido causado por un hecho posterior. Lo que le diferencia de la aberratio
ictus, es que aquí no se pone en peligro ni se lesiona a otra persona.

5. El error sobre los elementos agravantes o cualificantes hace que no puedas


conocer las circunstancias agravantes o en su caso el tipo cualificado.

El problema legal que suscitan las hipótesis de error sobre circunstancias atenuantes o
error sobre la concurrencia de elementos configuradores de un tipo privilegiado aun
está sin solventar. Podría resolverse por la vía de las atenuantes de análogo significado
y la analogía in “bonan partem” respectivamente.

Error del tipo permisivo o el error sobre los presupuestos fácticos de una causa de
justificación (como es la legitima defensa putativa), es interpretado por los seguidores
de la Teoría Finalista, estricta de la culpabilidad como un error de prohibición.

Otro importante sector, Mir Puig22, Teoría Restringida de la Culpabilidad y Teoría de


los Elementos Negativos del Tipo, propone aplicar las reglas del error del tipo. Por
esta última vía se amplia el ámbito del error relevante penalmente dado el sistema de
incriminación específica de la imprudencia.

22
Mir Puig, Santiago, Límites del normativismo en derecho penal, Revista electrónica de ciencia
penal y criminología, ISSN 1695-0194, Nº. 7, 2005

26
Tiene un carácter excepcional, la creencia errónea debe ser probada por quien la alega
(inversión de la carga de la prueba). La incidencia del error debe medirse acudiendo al
caso concreto, de modo que se vean las circunstancias objetivas concurrentes de cada
supuesto y en particular las características personales del sujeto activo en la acción.

La inexistencia del tipo doloso o del tipo imprudente debido al carácter de


imprevisibilidad de la situación típica supone el caso fortuito como una causa de
justificación, cuando supone una exclusión de antijuridicidad por no existir desvalor
alguno de la acción.

La ausencia de un elemento subjetivo del tipo, es un aspecto negativo del delito


como la atipicidad que es la no adecuación de la conducta al tipo penal, por la cual da
lugar a la no existencia del delito. La ausencia de tipo es la carencia del mismo.
Significa que en el ordenamiento legal no existe la descripción típica de una conducta
determinada.

1.2.3 Dentro del mismo contexto encontramos la antijuridicidad que es aquel


desvalor que posee un hecho típico contrario a las normas del Derecho en
general (no sólo al ordenamiento penal). Es lo contrario a Derecho, por lo tanto,
no basta que la conducta encuadre en el tipo penal, se necesita que esta
conducta sea antijurídica, considerando como tal, a toda aquella definida por el
ordenamiento, no protegida por causas de justificación, radica en contrariar lo
establecido en la norma jurídica, es otro de los elementos estructurales del delito.
Se le considera un "elemento positivo" del delito, supone la comparación entre
el acto realizado y lo establecido por el ordenamiento. La antijuridicidad formal
es aquella que viola lo señalado por la Ley, y la antijuridicidad material, cuando
se trata de una conducta antisocial.

27
 Antijuridicidad formal: se afirma de un acto que es "formalmente antijurídico",
cuando a su condición de típica se une la de ser contrario al ordenamiento, es decir,
no ésta especialmente justificado por la concurrencia de alguna causa de tal
naturaleza. No es más que la oposición entre un hecho y el ordenamiento jurídico
positivo, juicio que se constata en el modo expuesto.

 Antijuridicidad material: se dice que una acción es "materialmente antijurídica"


cuando, habiendo transgredido una norma positiva (condición que exige el principio
de legalidad), lesiona o pone en peligro un bien jurídico que el derecho quería
proteger.

La antijuricidad se entiende cuando se vulnera el bien jurídico que se tutela (la vida, la
libertad, etc). Es un juicio negativo de valor que recae sobre un comportamiento
humano y que indica que ese comportamiento es contrario a las exigencias del
ordenamiento jurídico. Por el principio de legalidad y de seguridad y certeza jurídicas,
sólo los comportamientos antijurídicos que son típicos pueden dar lugar a una reacción
jurídico penal. La comprobación del carácter antijurídico de la conducta tiene una
forma negativa, de manera que una vez identificada la conducta típica, habrá de
analizarse su eventual inclusión dentro de las causas de justificación, excluyendo el
delito si encuadra en ella, y suponiendo antijuridicidad si no encaja.

Las causas de justificación son situaciones reconocidas por el Derecho en las que la
ejecución de un hecho típico se encuentra permitida, es decir, suponen normas
permisivas que autorizan, bajo ciertos requisitos, la realización de actos generalmente
prohibidos.

28
Será causa de justificación cuando se actúe con el consentimiento del titular del bien
jurídico afectado, siempre que se cumplan los siguientes requisitos:

I. Que se trate de un bien jurídico del que pueda disponer el titular.

II. Que el titular del bien tenga la capacidad jurídica para disponer libremente del
mismo

III. Que haya consentimiento expreso, tácito o presunto, sin que exista vicio alguno.

Sin embargo, aunque tradicionalmente era considerado causa de justificación


supralegal, se distingue entre consentimiento (causa de justificación) y acuerdo de
voluntades (causa de exclusión de la tipicidad).23

Asimismo se acreditara la Legitima Defensa cuando se repela una agresión real,


actual o inminente, y sin derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos,
siempre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados y
no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o de la
persona a quien se defiende.

El Estado de necesidad se entenderá cuando se obre por la necesidad de


salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro real, actual o inminente, no
ocasionado dolosamente por el agente, lesionando otro bien de menor o igual valor que
el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y el agente
no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.

23
DE LA CUESTA AGUADO, Así en Tipicidad e imputación objetiva, Cuyo (Argentina) 2006, pág.
232 ss

29
El ejercicio de un derecho se da cuando se causa algún daño al obrar en forma
legítima, siempre y cuando exista la necesidad racional del medio empleado.

El cumplimiento de un deber, consiste en causar daño actuando de forma legítima en


el cumplimiento de un deber jurídico, siempre que exista la necesidad racional del
medio empleado. Se encuentra derivado del ejercicio de una profesión.

1.2.4 Bajo la categoría de la culpabilidad, como tercer elemento del concepto de


delito se agrupan aquellas cuestiones relacionadas con las circunstancias
específicas que concurrieron en la persona del autor en el momento de la
comisión del hecho ya calificado como típico y antijurídico. Se trata del elemento
del delito en el que la persona del autor se relaciona dialécticamente con el
detentador del ius puniendi (Estado)24.

Es la reprochabilidad de un acto típico y antijurídico, fundada en que su autor, en


la situación concreta, lo ejecutó pudiendo haberse conducido de una manera
distinta, es decir, conforme a Derecho. La doctrina lo asocia al reconocimiento de
la existencia del libre albedrío, algo imposible de probar en el caso concreto (De
la Cuesta Aguado, 2004).

De los elementos de la culpabilidad se desprende el juicio de reproche, por tanto es


la valoración que se hace en el individuo que cometió un ilícito y su correspondiente
acción, con este se individualiza la pena vinculando al hecho injusto con su autor sus
elementos son:

24
DE LA CUESTA AGUADO, Así, "Culpabilidad. Exigibilidad y razones para la exculpación" Madrid
2007, pág. 302

30
Los estructurantes que se determinan con la imputabilidad como la capacidad de
conocer lo injusto del actuar, así como de reconocer la posibilidad de actuar de otra
manera:

1. Como presupuesto del delito, conforme a esta teoría debe analizarse primero la
gente, antes que a su conducta delictuosa.

2. Ubicada junto a las formas de culpabilidad, el inimputable puede actuar dolosa o


culpablemente pero precisamente por ser inimputable, esto es por no tener
capacidad de entender y decidirse sobre el acto antijurídico, no debe penarse.

3. Como presupuesto de la culpabilidad, solo será reprochada al sujeto activo cuando


sea imputable.

Además de la conciencia de antijuridicidad como la posibilidad de comprender lo


injusto del acto concreto y la exigibilidad de actuar de forma diferente como la
posibilidad de autodeterminarse conforme al Derecho en el caso concreto.

La generalidad de los Códigos Penales incluyen en un mismo artículo dos supuestos, la


anomalía o alteración psíquica y el trastorno mental transitorio. Se considera que
tales supuestos constituyen una situación de inimputabilidad para el sujeto.

La alteración psíquica o enajenación mental, trata sobre trastornos mentales


psíquicos u orgánicos en los cuales se encuentra presente una desorganización
profunda de la personalidad, alteraciones del juicio crítico y de la relación con la
realidad, trastornos del pensamiento, ideas y construcciones delirantes, así como
trastornos sensoriales, en definitiva, estímulos que anulan el equilibrio psíquico y la

31
capacidad de obrar; excluyendo las neurosis y psicopatías y considerando las psicosis y
enfermedades orgánico cerebrales.

Según J. Homs Sanz de la Garza25 la enajenación mental es una figura jurídica en la


cual quedan encuadradas la psicosis como esquizofrenia, la paranoia, los trastornos
bipolares maniaco-depresivos, neurosis graves como la histeria o la obsesiva. Además,
también psicopatías y patologías como el alcoholismo degenerativo crónico, la
drogadicción con menoscabo de la capacidad intelectiva, ludopatía, oligofrenia,
personalidad delirante y trastornos de la personalidad.

La duración del trastorno es crónica y larga, en consecuencia, la prueba de que el


sujeto activo sufre una patología mental grave crónica, es fundamental para apreciar la
inimputabilidad del sujeto, y debido al carácter crónico de su enfermedad mental se
exigirá una condena con medidas de seguridad.

Determinadas enfermedades mentales dan lugar a episodios transitorios, que tras


desarrollar su virulencia desaparecen sin ningún rastro aparente. El trastorno mental
transitorio, es una patología caracterizada por manifestaciones psíquicas de entidad
patológica que emergen en forma de brotes puntuales causando trastornos de corta
duración, quedando el sujeto en situación de inimputabilidad para después desaparecer
completamente.

El Ordenamiento Jurídico aprecia que la enajenación mental y el trastorno mental


transitorio difieren en la duración del trastorno y en las causas que lo provocan, por

25
HOMS SANZ DE LA GARZA, Joaquín, Avances en medicina legal: ingeniería genética,
alteraciones psíquicas y drogas en el Derecho Penal, J.M. Bosch Editor, 2006, ISBN 978-84-
769855-6-4, documento en PDF, Consulta: 25/03/2012, 3:45 am

32
tanto se consideran típicas del trastorno mental transitorio aquellas manifestaciones
psíquicas de entidad patológica de carácter puntual y exógeno; se encuadran aquellos
trastornos del control de los impulsos y otras manifestaciones psicológicas que anulan
la imputabilidad temporalmente, tales como el trastorno explosivo aislado, trastornos
por consumo de drogas y tóxicos, la piromanía, cleptomanía y el juego patológico o
ludopatía, como afecciones que inciden en la conciencia hasta el punto de anularla
como la hipnosis e inconsciencia por sueño, que producen fenómenos repentinos, y
comportan una grave interferencia en la elaboración mental propia del sujeto, para
luego desaparecer y no dejar huella.

El arrebato o la obcecación presentan rasgos paralelos, sin embargo, en ningún


momento se llega a anular la capacidad de valoración general del sujeto, sino que más
bien es una pérdida momentánea del dominio a consecuencia de la ira o sentimientos
afectivos. El estado de obcecación o arrebato puede ser producido por múltiples
causas, pero nunca con la intensidad suficiente como para ser considerada como un
hecho revelador de inimputabilidad por ello contrario sensu de las patologías vistas en
párrafos anteriores esta solo se consideran atenuantes.

Según la actio libera in causa se puede imputar a quien comete un acto típico y
antijurídico en un estado de inconsciencia provocado por alcohol o estupefacientes, en
el cual él mismo se introdujo, que en principio le haría irresponsable por falta del
requisito de la culpabilidad, pero el análisis de éste es llevado al momento en que se
causa el estado de ebriedad, momento en el cual el sujeto pudo haber actuado con
culpa o dolo. También por medio de esta doctrina se puede llegar a la conclusión de
que el sujeto activo del presunto delito carece de responsabilidad, por haber sido
introducido en estado de inconsciencia por un tercero que, por error, dolo o violencia,
quebrantó o vició su voluntad.

33
Para que exista culpabilidad es necesario que el sujeto tenga conciencia y
conocimiento de la antijuricidad del hecho; basta con que el autor tenga motivos
suficientes para saber que el hecho cometido está jurídicamente prohibido y es
contrario a las normas más elementales que rigen la convivencia. Como elemento de la
culpabilidad está admitido comúnmente en la doctrina y la jurisprudencia que lo
considera elemento indispensable para la declaración de culpabilidad. Sin embargo, en
la práctica, el conocimiento de la antijuridicidad se presume por los tribunales (De la
Cuesta Aguado, 2007). El desconocimiento del carácter ilícito del hecho se trata como
error de prohibición, el déficit cognitivo del autor de una conducta típica en relación a la
antijuridicidad de la conducta. Dependiendo de su carácter de "vencible" (superable) o
"invencible" (insuperable) se determina la ausencia o no de culpabilidad. El error de
prohibición puede ser directo, cuando el sujeto desconocía la existencia de la norma
que prohíbe la conducta; o indirecto, cuando el sujeto sabe que existe una norma
jurídica que prohíbe la realización de la conducta, pero el sujeto cree erróneamente que
en su caso concreto concurre una causa de justificación.

La exigibilidad, es la posibilidad de autoderminarse conforme a Derecho en el caso


concreto. Se admite que el ordenamiento jurídico penal no puede exigir al ciudadano
comportamiento heroico. Surge así la posibilidad de excluir la imposición de la pena
(exculpar) por la existencia de circunstancias que sitúen al autor del delito en una
situación según la cual adecuar su comportamiento a las exigencias normativas hubiera
supuesto una exigencia intolerable para el "hombre medio".

Cuando por razones excepcionales ajenas a su persona el sujeto destinatario de la


norma no pudiera adecuar su comportamiento al mandato normativo, surgirían las
causas de disculpa o exculpación basadas en la inexigibilidad de otra conducta. Como
causa de inexigibilidad se suelen enumerar el miedo insuperable o el estado de
necesidad disculpante (aquel en el que el mal causado es igual que el que se trata de
evitar o aquel en el que no se puede determinar cual de los dos males es mayor).

34
Los diversos códigos penales admiten estos supuestos con diversos enunciados, pero
si el juicio de exigibilidad es un juicio que debe realizar el juez podrían surgir otros
supuestos, distintos a los tradicionalmente reconocidos que deberían admitirse como
causa de exculpación, aunque la mayoría podría ser considerados como supuestos de
estado de necesidad.

Por otro lado también debemos considerar la fuerza moral irresistible, que ocurre
cuando la voluntad del sujeto se ve afectada por un evento externo a su esfera de
decisión y gravita de manera inevitable sobre el aspecto decisorio de la persona. Pues
si fuese fuerza física o vis absoluta no habría voluntad, por tanto, no habría acción y,
lógicamente, no se podría dilucidar la culpabilidad. Cuando la persona se encuentra
bajo una amenaza real e inminente que la obliga a llevar a cabo determinada acción, no
le es reprochable el haber obrado de esa manera. El Estado en este caso no le puede
exigir a la persona actuar de otra manera.

Los requisitos de la fuerza moral irresistible en materia penal suelen ser iguales que
en materia civil (fuerza como vicio del consentimiento), esto es:

 Existencia de un evento que sea ajeno a la esfera de acción del sujeto, sea de las
cosas o de otra persona

 Que ese evento sea grave, es decir, que tenga la capacidad suficiente para afectar
al sujeto en atención a sus características personales.

 Que sea determinante, es decir, cuando tiene como consecuencia directa la


realización del acto.

 En caso de ser un hecho de otra persona, que sea injusto, es decir, que el que
ejerza la fuerza moral no tenga derecho a ejercerla o lo haga de forma distinta a lo
permitido por el derecho.

35
El miedo insuperable consiste en la ausencia total de representación en el actor de la
acción delictiva de las consecuencias de su proceder en el resultado a causa del temor
que siente y que es provocado por la persona causante del miedo.

La obediencia debida es una eximente de responsabilidad penal, por delitos cometidos


con motivo de la ejecución de una orden impartida por un superior jerárquico, que
beneficia al subordinado dejando subsistente la sanción penal del superior.

Habitualmente se relaciona con la actividad castrense, debido a la subordinación que


los miembros de una jerarquía militar deben rendir a sus superiores, en las acciones
que competen al servicio prestado. No obstante, puede presentarse en otras
actividades de Derecho Público, como la administración.

1.3 Teorías Doctrinarias para el Estudio del Delincuente

El delincuente es la persona física que lleva a cabo la conducta delictiva, se le llama


agente o criminal, independientemente de su edad, sexo o nacionalidad.

En la terminología jurídico penal, se conoce como sujeto activo o agente; en la


criminología criminal o antisocial, e incluso desviado; en el derecho procesal como
indiciado, presunto responsable, inculpado, procesado, sentenciado y reo. La distinción
entre cada uno de estos últimos términos, atiende a cada fase del proceso penal,
incluida la pos penal, o sea, aquélla en la que el sujeto está cumpliendo la pena.

La personalidad del delincuente siempre ha sido objeto de investigación. Son los


factores de la personalidad los factores fundamentales en la génesis del delito,
haciendo que la psicología tenga una función importante. La criminología reconoce al

36
delincuente y dice cómo se le combate. En los estudios que se centra la figura del
delincuente, se busca la justificación de la delincuencia en caracteres patológicos.

En 1961 se descubre una malformación cromosómica (cromosoma XYY) se cree haber


encontrado la causa biológica de la criminalidad, sin dejar de tener en cuenta las
estructuras psicopatológicas y características psíquicas, se afirma que tiene un grado
de neuroticismo, predisposición al riesgo, agresividad espontánea, impulsivos, etc.; hoy
se estudia al delincuente dentro de un sistema.

Sin embargo, también debemos de considerar a la inimputables, que como vimos en el


apartado anterior, es impropio llamar delincuente al inimputable, pues éste no delinque,
ya que por su especial situación de incapacidad, queda al margen del derecho penal y
debe ser tratado en consideración a su incapacidad manifiesta.

El derecho penal gira en torno a la ley, al delito, al delincuente y a la pena. No se podrá


pasar en alto al protagonista del crimen, sería absurdo no tratar de analizar que existe,
a causa del sujeto activo, por ésta razón la criminología y el derecho penal tratan de
analizar a fondo al crimen desde varios enfoques, para saber porqué las conductas de
estas personas, e aquí la importancia a la que se debe poner más atención (Teoría del
Delincuente).

Sería absurdo tratar solo el punto de vista jurídico como si el delito fuera una
abstracción, cuando en realidad se trata de un acontecimiento que existe a causa del
sujeto activo. Aunque a la Criminología corresponde analizar a fondo al criminal desde
su enfoque interdisciplinario (sociología, biología, antropología y psicología
principalmente), también es cierto que desde el punto de vista los Operadores del
Nuevo Sistema Acusatorio Penal deben apreciar ciertos aspectos necesarios para
comprender los problemas que ofrece esta ciencia jurídica.

37
Lombroso, Ferri, Garófalo26, estudiaron en profundidad las características que definen o
debieran definir al delincuente, destacando un perfil al que se puede calificar como el de
“delincuente nato”. Lombroso, en particular, fundó sus aportes desde la antropología y
la medicina, definiendo un modelo del que resulta un delincuente como “ser normal” y
fatalmente determinado a cometer el delito. Ferri, quien comparte el criterio de
Lombroso, desarrolla el principio y aumenta las categorías clasificando a los
delincuentes como: natos, locos, habituales, ocasionales y pasionales.

Garófalo y Bertillón, no solo coinciden con los anteriores en cuanto a la importancia del
estudio de los factores antropológicos determinando los caracteres orgánicos y
psíquicos del delincuente, sino que estudian también la manera en que influyen en la
conducta del mismo la edad, el sexo, el estado civil, la profesión, etc.

Los estudios y conclusiones de estos criminólogos, fueron severamente criticados,


aunque no es posible negar la importancia que su trabajo ha tenido en el desarrollo de
la ciencia criminológica en general y de la teoría del delincuente en particular.

Gabriel Tardé, efectuo un análisis desde el punto de vista sociológico, hace una
diversificación entre el delincuente profesional, el delincuente semiprofesional y el
trasgresor por única vez. En la actualidad se ha consolidado el concepto de
“profesión del crimen”, que esta basado en el desarrollo del comportamiento delictivo
como una profesión en la que incluso el sujeto trata de perfeccionarse y hasta de
establecer especialidades.

Sutherland, estudio las especialidades delictuosas y las características de los sujetos


que las practican, en estos individuos influye un factor de personalidad intrínseco, sin el

26
Precursores De La Criminologia. (2011, April 04). BuenasTareas.com. Retrieved from
http://www.buenastareas.com/ensayos/Precursores-De-La-Criminologia/1877999.html

38
cual tal vez no podría madurar su profesionalismo. Se trata de un don de simpatía
innato, con la persuabilidad de la palabra y las habilidades para manipular a otras
personas; este tipo de delincuentes son sumamente hábiles, obtienen importante
retorno económico de sus actividades y se dedican a ellas a tiempo completo. La
imagen que poseen de si mismos es la de virtuosos del delito; mostrando orgullo por
ser especialistas hábiles, considerando sus hazañas delictuosas un medio de vida
lucrativo y satisfactorio.

El tipo semiprofesional se dedica a otro tipo de trasgresiones, como robos a mano


armada, latrocinios de menor cuantía y otras formas similares de delitos contra la
propiedad privada o las personas. Su técnica y estrategia es relativamente simple y
poco elaborada. Estos individuos se consideran a si mismos delincuentes y,
generalmente, se ven como víctimas de una sociedad corrompida en la que no
encuentran otras alternativas de conducta fuera de la delincuencia.

En cuanto al trasgresor por única vez, Tardé lo identifica como al sujeto que comete
un solo delito contra la propiedad ajena, generalmente de naturaleza grave, como por
ejemplo un robo cuantioso.

El Lic. José María Fernández27, psicólogo especializado en el seguimiento de jóvenes


delincuentes en institutos de seguridad, determina que “Delincuente es aquel que se
hace responsable en forma absoluta de sus actos, de los delitos y hechos sin descargar
culpa alguna en su historia o pasado, en su Otro yo; justo él que podría justificar
bastante bien sus conductas en “lo que le tocó vivir” y para ello basta revisar las
estadísticas que muestran muy bien los porcentajes de jóvenes delincuentes con
padres alcohólicos, delincuentes, golpeadores, drogadictos, abandónicos, o diversas
combinaciones o la suma de todas ellas”.

27
Fernández, José María y Vetrano, Silvia, Psicoanálisis e instituciones carcelarias, 2003,
Documento PDF, http://www.elsigma.com/filosofia/psicoanalisis-e-instituciones-carcelarias/3802

39
De acuerdo a esta visión, la actitud del delincuente constituye una manera de escapar a
la castración que, de alguna manera, a todos nos toca. Por otra parte, el delincuente
“no trabaja”, no respeta ley alguna, “hace lo que quiere”, es alguien diferente, distinto a
todos los demás; con sus actos logró ser distinto y no incluirse en el conjunto de los
demás.

Los sentimientos buenos desaparecen y quedan dominados por los perversos y


antisociales; se produce un proceso de sugestión de miembro a miembro, por el que la
idea del delito termina por triunfar, de aquí que los partícipes, según Sighele28, ya que
han sido inducidos a cometer el delito en circunstancias excepcionales, deben ser
estimados como menos temibles que el delincuente aislado o asociado, debe
distinguirse entre conductores y conducidos, entre instigadores, promotores o
incitadores, y los débiles que se dejan arrastrar entre delincuentes natos y ocasionales
(Garófalo) por consiguiente, no siempre deberá corresponder a todos pena atenuada;
puede tocarles hasta agravada, según, la temibilidad individual revelada.

Mariano Jiménez Huerta encuentra un fondo de inferioridad en la psicología de las


masas que actúan por tendencia y simpatías más que por lógica y análisis, con
predominio de la vida efectiva sobre el razonamiento; de aquí su impulsividad, su
gestividad y domesticidad, su simplismo psicológico con tendencia a lo malo y cruel; en
las masas predomina lo mecánico y lo intuitivo de las funciones mentales y así la
asociación de ideas prevalece sobre el razonamiento, la imaginación espontánea sobre
lo racional y lo constructivo, la fe ciega sobre el espíritu crítico, la pasión sobre el
dominio de sí mismo y la agresividad sobre la ponderación. Los crímenes de las masas
son crímenes “estándar” caracterizados por su simplicidad y sencillez, son siempre
ofensas a los sentimientos de piedad y probidad29.

28
27049139-Sighele-Escipion-La-teoria-positiva-de-la-complicidad-1894.pdf, Consulta 27/07/2012,
13:30 pm
29
“Crímenes de masas y Crímenes de Estado”, cuadernos “criminalía”, número 8, México, 1941

40
Desde el punto de vista jurídico se considera delincuente quien “comete una acción o
una omisión contraria a la ley vigente”. Desde un punto de vista social se puede decir
que el delincuente es quien comete “actos dañosos” para con uno mismo, para sus
semejantes o para los intereses morales y materiales de la sociedad.

La teoría sociológica (Durkheim) interpreta la conducta delincuente como una


respuesta “normal” ante un ambiente malo. El factor desencadenante de las conductas
delictivas es la misma sociedad. Es decir, para acabar con la delincuencia y la
criminalidad hay que hacer una reforma social profunda del entorno. Parte de que el
delincuente se hace y no nace, los rasgos constitutivos no son heredados, la
experiencia es un factor que juega en contra. Todos los ciudadanos pueden ser o
delincuentes sangrientos o personas ejemplares (esto va muy parejo al anarquismo ya
que esta ideología sostiene que todos somos iguales y es la circunstancia la que nos
modifica).

Un ejemplo puede ser el mismo joven que se desenvuelve en un medio hostil y se


define como una persona violenta y agresiva dado que su circunstancia es negativa. Sin
embargo, la misma persona que crece y es educado en los valores de la tolerancia y la
comprensión podrá convertirse en alguien generoso y que beneficie a la sociedad tanto
como a sí mismo.

En suma, los delincuentes son miembros sanos que crecen en una comunidad enferma,
en una comunidad en la que el estilo de vida delictivo es más accesible y se aprende
con más facilidad que las normas de convivencias éticas y sociales.

Otra teoría es la que arguye que la contestación es la causa principal de la


delincuencia. La relación reside en que un grupo de jóvenes “contestan” y se enfrentan
a la sociedad en forma de grupos y que “se apartan o rechazan positivamente la

41
moralidad de la mayoría”. (Albert Cohen). Defendía que la clase baja, sobretodo la
juventud, se encuentra en desventaja respecto al resto de los componentes de la
sociedad.

Esto es por lo siguiente: su educación no está a la altura de la de los demás, sus


medios económicos son pobres y no tienen influencias familiares para poder aspirar con
cargos importantes. Si no pueden unirse a otras clases se enfrentan a ellas,
conscientes de su impotencia. Forman una subcultura para ridiculizar la cultura a la que
no pueden incorporarse y la convierten en una antítesis de esta cultura. La subcultura
se caracteriza por su rebeldía y agresividad. Y esto es lógico porque una característica
común a las personas violentas es su inseguridad, se juntan en pandillas o bandas
juveniles para protegerse. Manifiestan una actitud conjunta con desprecio a las
autoridades que, según ellos, les han rechazado.

La teoría de la constitución física sostiene que algunas constituciones son más


propensas al delito que otras. Sheldon y Glueck fueron primero uno y luego otro
quienes defendieron esta postura. Sheldon aplicó su cuadro clasificador de los tipos
somáticos al estudio de la delincuencia. Según él había tres constituciones distintas:

La endomórfica: las vísceras de la digestión están muy desarrolladas mientras que las
estructuras corporales no lo están. Los miembros son cortos y el abdomen prevalece
sobre el tórax. Son obesos en su mayoría.

La mesomórfica: las estructuras corporales prevalecen, el tronco es largo y


musculoso, el tórax es superior al del abdomen en cuanto a volumen. En general el
organismo es robusto y regular en su estructura.

La ectomórfica: aspecto delgado y flaco. Las piernas y brazos son alargados y


delgados, musculatura débil y hombros estrechos.

42
Otra teoría es la behavionista (Eysenck), sobre los rasgos del criminal, la teoría de la
personalidad y el tratamiento de la neurosis. Según él el rasgo más significativo que
guarda relación con la delincuencia es la extraversión. Los extrovertidos son sujetos
expansivos, impulsivos y no inhibidos, amantes de la aventura y de la acción. La
introversión es propia de gente retraído y en general opuesto en personalidad a los
extrovertidos. Las sensaciones fuertes no son de su agrado y llevan una vida ordenada.
Dice que cuando los individuos extrovertidos son inestables emocionales (con
tendencia neurótica) son más propensos a la delincuencia. El mismo rasgo en los
introvertidos se traduce en conformismo.

La teoría psicoanalítica cree que por el contrario los rasgos distintivos más
importantes del carácter criminal son los adquiridos en la primera infancia. Acorde a
esta teoría el delincuente tiene un super-ego muy débil e inconsistente. Esto origina
individuos caprichosos, incapaces de controlar sus instintos o necesidades. Los padres
juegan un papel fundamental en esta teoría, si dan excesiva libertad darán rienda suelta
a sus deseos y a sus impulsos. Una característica que no es mencionada e las demás
teorías y sí en esta es que aquellos sujetos cuyo super-ego sea débil no presentaran
síntomas de culpabilidad.

Lombroso en su “Tratado Antropológico Experimental del Hombre Delincuente” habla


de una disposición natural en algunos sujetos, a los que llamó "Criminales Natos". En
su obra "El Criminal" hace el inventario de los "estigmas" criminales aptos para
traicionar a los delincuentes congénitos como la fosa occipital hundida, una caja
craneana demasiado desarrollada, una frente demasiado huidiza, unas arcadas
superciliares demasiado marcadas, así como unos brazos demasiado largos y
"colgando a lo largo del cuerpo como los monos". A aquellas anotaciones físicas, eran
su descripción del "criminal nato" además de algunas indicaciones de orden psicológico
e intelectual.

43
Según él, los delincuentes se caracterizan por una ausencia casi total de sensibilidad,
"son", decía, "unos psicópatas incapaces de sentir piedad y paradójicamente muy
fácilmente sentimentales": sus defectos son lo bastante específicos como para que se
pueda hacer un inventario. Los criminales son de buen grado versátiles, perezosos,
hipócritas, lo cual a menudo les pierde, y se muestran generalmente "ligeros en sus
actos". Se prostituyen con mayor facilidad, viven en la promiscuidad, cometen
fácilmente homicidio, matando niños, viejos, mujeres, y enfermos, roban, les llama
particularmente la atención el canibalismo por necesidad, religión, prejuicios, piedad
filial, guerra, glotonería o vanidad. Le gusta tatuarse, es supersticioso, le gustan los
amuletos y prefiere los colores primarios, etc.

La teoría del niño, que tiene que ver mucho con la del delincuente nato, en la que
destruye el concepto del niño como una blanca paloma, al que después se le llamará
“perverso polimorto “ (Freud) , ambas coinciden en: Cólera, venganza, celos, mentira,
falta de sentido moral, escasa efectividad, crueldad, ocio y flojera, vanidad, alcoholismo
y juego, obscenidad, imitación.

El hombre es responsable de sus acciones exteriormente delictivas, sólo porque vive en


sociedad y mientras vive en ella (responsabilidad social). Dentro de éste criterio, no
cabe considerar a los enajenados mentales como seres al margen del Derecho Penal.
A los que delinquen, tanto normales como locos, habrá que aplicarse la segregación.
Ferri comparte el criterio de Lombroso de que el delincuente es una ser anormal, pero
desarrolla el principio, aumentando las categorías, por ello clasifica a los delincuentes
en natos, locos, habituales, ocasionales y pasionales.

El problema de la responsabilidad del delincuente lo trata la psicología criminal,


actualmente se manejan en ciencias penales y afines a éstas parten de los estudios de
Lombroso, como la peligrosidad, los factores criminógenos, la predisposición criminal, el

44
concepto del delincuente como ser biopsicosocial, la clasificación del delincuente y los
tratamientos para éste. Lombroso, se refirió a la predisposición y no a la predestinación.

De acuerdo a las consideraciones de Lombroso, se hace referencia a de manera


especifica a algunas de las clasificaciones de “delincuente” que servirán como
referencia para esta investigación, tales como los locos delincuentes que son los
enfermos dementes, sin capacidad de entender o de querer, que cometen algún crimen
sin saber lo que hacen; el delincuente loco es el sujeto que ha cometido un delito y
después enloquece en prisión; al delincuente alcohólico, porque el alcohol es un
excitante que paraliza, narcotiza, los sentimientos más nobles, y transforma aún el
cerebro mas sano, lo caracteriza extraña apatía e indiferencia, que a veces llega a ser
violenta, tiende al cinismo humorístico y fuertes tendencias al robo y al estupro aunque
después de esto llegan a un profundo sueño y quizás hasta la amnesia, que si es peor
aún puede llegar al suicidio; el delincuente histérico en su mayoría mujeres su
carácter es cambiante lo que los hace coléricos, feroces, fáciles a simpatías, y
antipatías súbitas irracionales, vengativo escandalosamente, y hace denuncias y falsos
testimonios, con necesidad de mentir, una gran tendencia al erotismo, al delirio, con
alucinaciones, suicidios, y fugas muy comúnmente para prostituirse, participa en delitos
múltiples aunque los mas comunes son difamación, robo, faltas a la moral y homicidios.
Respecto a la criminalidad femenina, han sido muchos los estudios que han querido
demostrar que la mujer ha cometido un alto porcentaje de delitos durante el período
catameñal.

Por otro lado el delincuente mattoide, el sujeto que no esta loco, intelectualmente no
hay anomalías, suplen una gran inteligencia por una notable laboriosidad, escriben en
forma compulsiva, psicológicamente se caracterizan por una convicción exagerada por
sus propios méritos y bastante vanidad, sus crímenes son impulsivos generalmente
realizados en publico, tienen delirio persecutorio, persiguen y son perseguidos. Un
delincuente pasional, oscila entre los 20 y 30 años, belleza del cuerpo, honestidad del
alma, afectividad exagerada, anestesia momentánea en el momento del delito,

45
conmoción después de este, comete suicidio o tentativa inmediatamente después del
delito, contrario de los delincuentes comunes, no oculta el propio delito, lo confiesan a
la autoridad judicial como para calmar el dolor y el remordimiento, la pasión que lo
mueve es una pasión noble, cometen tres tipos de conductas duelo, infanticidio, o por
pasión política.

También hay que considerar a los delincuentes ocasionales tales como los
delincuentes pseudo-criminales constituidos por aquellos que cometen delitos
involuntarios, los autores de delitos, en los cuales no existe ninguna perversidad, los
cometen por necesidad o por dura necesidad, son culpables de hurto, de incendio,
heridas, duelos, en determinadas circunstancias extraordinarias, como la defensa del
honor, de la persona y de la subsistencia de la familia; los criminaliodes son aquellos
en que un incidente los lleva al delito, sujetos con cierta predisposición, pero que no
hubiera llegado al delito de no haberse presentado la oportunidad o la ocasión.

El objeto del juicio penal consistirá en el examen físico del delincuente, para inducir no
el grado de irresponsabilidad moral, sino el de su temibilidad, ya que los delincuentes
no presentan una unidad de tipo abstracto y es preciso estudiarlos según su diversa
temibilidad, deducida de sus factores naturales del delito cometido, pues como
expusieron Garófalo y Bertillón, el estudio de los factores antropológicos del delito,
terminando los caracteres orgánicos y síquicos del delincuente y el concurso de la
edad, sexo, estado civil y profesión.

En las diferentes clases de delito, ofrecerán a la policía judicial y a la misma


administración de justicia, la ayuda de más nuevos y seguros medios para la búsqueda
de los culpables, así se disminuye en cuanto es posible, la idea de la causalidad de los
juicios criminales “que son verdaderos juegos de azar para los delincuentes y para la
sociedad, y de ésta manera, finalmente, queda la justicia, serena y severa, sin ser

46
indecorosa escuela de delitos, ni espectáculo de jueces inexpertos e ignorantes, de
acusadores agresivos y de abogados declamadores.

Tomando en cuenta las opiniones de Garófalo, César Lombroso y Enrico Ferri, si la


pena constituye un medio de defensa social y se toma en cuenta la anormalidad de
quién delinque, el objeto del proceso será el conocimiento y determinación de los
factores antropológicos del delito, precisando los caracteres orgánicos y psíquicos del
delincuente y la finalidad del mismo estará representada por la defensa social a través
de la aplicación de las penas.

Tarde30, en su teoría psicosocial, considera que la criminalidad no es un fenómeno


antropológico sino social, gobernado por la imitación. “Todos los actos importantes son
ejecutados bajo el imperio del ejemplo”. La imitación, para él, es esencial para la vida
social. Dice que es un conjunto de seres que se imitan los unos a los otros y que el
crimen no es ajeno a la moda y a la imitación. El criminal dice que es un imitador y la
principal crítica que se le hace se centra en el hecho de considerar que la imitación, la
moda, puede explicar cómo se transmite un hábito pero no por qué se produjo. Dice
que la sociedad misma es la última responsable del crimen, pues el individuo se limita a
imitar, los buenos o malos ejemplos de la sociedad.

Von Liszt, da mayor importancia a los factores externos, considerando que el delito “es
un acontecimiento de la vida social”. Contrario a las tesis lombrosianas y a las de
Tarde. Considera que el delito es el resultado de la idiosincrasia del infractor en el
momento del hecho y de las circunstancias que rodeaba al infractor en ese determinado
momento.

30
Teorias-Sociocriminogeneticas. (2010, November 16). BuenasTareas.com. Retrieved from
http://www.buenastareas.com/ensayos/Teorias-Sociocriminogeneticas/1122575.html

47
Se considera primodelincuencia el caso en que los sujetos por primera vez cometen
un delito. El juez debe tener en cuenta esta circunstancia, para aplicar una pena más
justa. La reincidencia se presenta cuando el sujeto delinque por segunda vez, siempre
que haya sido sentenciado por el primer delito. El art. 65 del Código Penal Federal
establece que la reincidencia se tomará en cuenta “para la individualización judicial de
la pena, así como para el otorgamiento o no de los beneficios o de los sustitutivos
penales que la ley prevé”.

La habitualidad existe cuando el sujeto reincide en cometer dos veces más un delito
de la misma naturaleza, siempre que los tres delitos se cometan en un periodo, el
sujeto hace de su conducta criminal una forma habitual de actividad. La ocasionalidad
se produce cuando el sujeto comete el delito en función de habérsele presentado la
ocasión propicia.

Desde los inicios de la humanidad, y principalmente desde los primeros estudios


realizados en materia criminal, se observa que la sociedad ha pretendido siempre
atribuir al delincuente anormalidades psíquicas como causa de su comportamiento.

Pero es sólo a partir del siglo XIX cuando empieza a distinguirse entre delincuente y
enfermo mental, contemplando a éste último como cualquier otro enfermo. Es
indudablemente la psiquiatría la disciplina mejor predispuesta a explicar el
comportamiento delictivo como producto o expresión de patologías del psiquismo
humano. Dentro de la psicopatología merece especial atención el concepto de
psicopatía, sobre el cual centraremos nuestro estudio.

Como señala Goppinger, el problema de los psicópatas es el problema fundamental de


la Criminología. Garrido Guzmán señala igualmente que “entre los problemas más
espinosos y difíciles con los que hoy se enfrentan los estudiosos de la Criminología, del
Derecho Penal y Penitenciario, de la Psicología y la Psiquiatría se encuentran los

48
planteados por las personalidades anormales o psicopáticas en su relación con la
criminalidad.

Existen innumerables definiciones del término “psicopatía” y de la “personalidad


psicopática”, destacando principalmente la de Schneider quien considera psicópatas “a
aquellos hombres que sufren por su anormalidad, o por cuya anormalidad sufre la
sociedad”. No obstante, esta “anormalidad” no nos debe inducir a error, puesto que,
como señala Vallejo-Nagera en el lenguaje científico se tiende a aplicar “psicopatía” al
enfermo psíquico y sabemos que por definición el psicópata no es el enfermo mental.

Por otra parte, la etiología incierta del síndrome psicopático ha determinado que el
término personalidad psicopática, tal y como se viene utilizando por la psiquiatría no
pueda ser diagnosticado objetivamente, sino que, por el contrario, a su diagnosis suele
llegarse por vía de exclusión. Ello ha determinado que un amplio sector doctrinal haya
negado el carácter científico al término psicópata afirmando que se trata de un concepto
omnicomprensivo o más bien de un “cajón de sastre".

Ante tal falta de precisión, la moderna Psiquiatría, especialmente la norteamericana, ha


cargado el acento en el aspecto sociológico, poniendo con ello de manifiesto la
importancia de los factores sociales y culturales que influyen en la conducta dirigida
contra la norma, sustituyendo el término psicópata por el de sociópata31.

El autor italiano DiTullio (1967) señala los tipos psicópatas que presentan un interés

31
Pese a la denominación, como subraya Vallejo-Nagera, los síntomas son los mismos:
“comienza antes de los 15 años, con hurtos en casa, mentiras reiteradas, falsificación de las notas
en la escuela, actos de vandalismo, vagabundeo, fugas de casa, contacto con el alcohol y las
drogas, pendencias, expulsión de escuela, actividad sexual promiscua, precoz y violenta y
cualquier forma de delincuencia infantil. En general, violación de las normas de conducta en el
hogar y frente a la sociedad”. Del mismo modo que los expulsan de la escuela y colegios ocurre
después en los empleos, o los abandonan sin tener previsto otro. Uno de los rasgos típicos “es
actuar por las apetencias en el momento presente sin tener en cuenta las consecuencias”.

49
criminológico. Los hipertímicos descompensados, exagerados y exuberantes de
sentimientos con agitación excesiva e hiperactividad, de comportamiento inestable,
poca reflexión y a menudo inmoralidad, todo ello unido a la carencia de profundidad de
pensamiento, de lógica y de crítica, contienen tendencia a las estafas y a las peleas.
Los lábiles de humor, que representan bruscas variaciones endotímicas, con acciones
repentinas e imprevistas: descontentos, agitados, impacientes y con reacciones
brutales: fugas, deserción, vagabundeo, piromanía, cleptomanía. Los histriónicos, de
ambición desmesurada, que emplean todos los medios para llegar a su fin. Presentan
varios tipos: los excéntricos, los fanfarrones, los mitómanos, y los fantasiosos.
Especialmente estos dos últimos tipos tienen tendencia a cometer actos fraudulentos de
toda especie.

Muy frecuentemente, a nivel clínico se ha denominado psicópatas a todos los individuos


que muestran conducta antisocial. Se ha establecido la distinción de tres tipologías
delictivas psicopáticas: la primaria, la secundaria y la subcultural.
La descripción clínica de la psicopatía primaria (Cleckley,1976). considera como
características más importantes atractivo superficial y buena inteligencia; ausencia de
delirios y otros signos de pensamiento irracional; ausencia de nerviosismo y de
manifestaciones psiconeuróticas; informalidad; falsedad e insinceridad; incapacidad
para experimentar vergüenza o remordimiento; conducta antisocial irracional; falta de
juicio y dificultad para aprender de la experiencia; egocentrismo patológico e
incapacidad para amar; pobreza en las principales relaciones afectivas; pérdida
específica de intuición; poca respuesta a las relaciones interpersonales; conducta
desagradable y exagerada, a veces con consumo de alcohol; amenazas de suicidio
raramente consumadas; vida sexual impersonal, frívola y poco estable; dificultad para
seguir cualquier plan de vida.

En el segundo grupo, los psicópatas secundarios, estaría formado por aquellos


individuos que a pesar de presentar conductas antisociales lo hacen como
consecuencia de algún trastorno emocional; su historia, respuesta a los tratamientos y

50
pronóstico son totalmente distintos de los del psicópata primario. Son capaces de
mostrar culpa y remordimiento, así como de establecer relaciones afectivas con los
demás. A estos individuos también se les ha denominado psicópatas neuróticos.

El tercer grupo, los psicópatas subculturales esta formado por aquellos individuos de
características de personalidad “normales” que pertenecen a una subcultura
delincuente y que son perfectamente capaces de mostrar lealtad, sentimientos de culpa
y de establecer relaciones afectivas dentro de su subcultura; su conducta antisocial
sería debida principalmente a variables de tipo ambiental.

Es necesario precisar que aunque es frecuente hallar individuos con las características
del psicópata primario entre los delincuentes, puede hallarse también personalidades
psicopáticas entre los no delincuentes.

En lo relativo al porcentaje de psicópatas, es desalentador el observar la falta de


criterios unificados en lo concerniente al diagnóstico. Así, Sutherland y Cressey notan
que el diagnóstico de la personalidad psicopática no es ni uniforme ni objetivo; un
individuo puede ser considerado psicópata por un psiquiatra y no serlo por otro, según
las ideas preconcebidas de quien lo analiza.

Ello es debido justamente a la falta de clarificación sobre el tema en su definición y


clasificación, así, según se adopte una definición u otra o se considere válida una
clasificación u otra, se entenderá que un individuo presenta o no una personalidad
psicopática. Reina, pues, en esta cuestión una falta total de rigor científico.

Como señala García Pablos, la experiencia parece demostrar que la mayor parte de los
infractores de la Ley son “sorprendentemente” normales, desde el punto de vista
psíquico: el problema, a menudo, consiste no en que determinados individuos se hallen

51
mal compuestos e inadaptados, sino en que se encuentran bien dispuestos y adaptados
pero a la vida y a los valores criminales.

Pero como dice Lombroso “los jueces que dictan las sentencias no conocen nada de
psiquiatría, y los delincuentes son llamados en una idea general como locos criminales,
ésta es la puerta por la que escapan al justo castigo”. Por ello debemos apoyar la
integración de la Teoría de Caso de manera multidisciplinaria para fortalecer el
conocimiento con herramientas como el psicoanálisis y en este caso en especifico por
medio de la autopsia psiquiátrico-psicológica como prueba pericial integral para
dilucidar los delitos contra la integridad corporal tales como incitación y/o participación
en el suicidio, suicidio, homicidio ó muerte accidental.

52
“Así como no existen enfermedades sino enfermos; de la misma manera no existen delitos, sino delincuentes”.

Quiroz Cuaron, Alfonso

Capitulo II

UN POCO DE PSICOLOGIA FORENSE

2.1 El Modelo “Psicosomático”: Explicaciones Psicoanalíticas del Crimen.

Se ha tratado de explicar en base a un instinto primario de agresión, se destaca a Janet


como el primero en utilizar la hipnosis. El efecto de la catarsis, consiste en la liberación
de ideas que están relegadas en el inconsciente. Sigmund Freud comienza a explorar el
inconsciente y los instintos inhibidos, así como a desarrollar la teoría de la neurosis.
Principales aportaciones del psicoanálisis: en principio debemos distinguir entre:

Consciente: es una región psíquica en la que las percepciones que provienen del
mundo exterior, del propio cuerpo o mente, se hacen conscientes. Lo consciente es
aceptado y reconocido por el sujeto en el momento que se realiza.

Subconsciente: son todos aquellos sucesos, procesos y contenidos mentales que son
capaces de alcanzar o llegar a la consciencia si se realiza un esfuerzo para concentrar
la atención. Una de las funciones del subconsciente es mantener una barrera regresiva
que consume anhelos, deseos, para evitar el desagrado y retrasar la descarga
instintiva; pero al mismo tiempo tiene que lograr que la energía mental concuerde con
las exigencias éticas, con los valores morales de la sociedad.

Inconsciente: es la suma total de todos los contenidos mentales o de los procesos que
quedan fuera de la consciencia y que al mismo tiempo son incapaces de llegar a ella

53
debido a una contrafuerza que es lo que se llama represión. Estos contenidos mentales
inconscientes son impulsos o deseos que resultan inaceptables, amenazadores o
repugnante para el propio sujeto desde un punto de vista ético o intelectual. Ante estos
deseos existe una represión, pero pese a ella, intentarán llegar a la consciencia y a
cada intento corresponderá una represión de los mismos. Esto puede llevar a un
conflicto, apareciendo incluso síntomas neuróticos.

Freud realiza otra distinción: “El Ello”, “el yo” y “el super yo”. El ello es la zona mental
donde residen los procesos psíquicos más primarios y los impulsos instintivos. El yo es
un estrato superior al ello y es el encargado de organizar esos instintos: tarea de
autoconservación. El super yo, es una parte de la personalidad que tiene como misión
formar la consciencia y los ideales. Se forman en una edad temprana, asumiendo el
modelo de una persona con la que el niño se siente identificado y que suele ser el
padre.

Para los psicoanalistas el crimen sería consecuencia bien de un fracaso en la


interiorización de las normas y valores convencionales (triunfando el ello), o bien de una
mala estructuración del yo que es incapaz de controlar las fuerzas instintivas del ello y a
su vez de las exigencias del super yo. Esto hace que Freud establezca un paralelismo
entre neurosis y criminalidad, ya que los comportamientos responden a un mismo
proceso.

La neurosis es el proceso psíquicos del inconsciente, producido por un acontecimiento,


sea normal o traumático, vivido muy profundamente de modo que le produce un choque
de tal fuerza que se fija en el modo inconsciente en el momento en que sucede. En este
momento, para Freud, el inconsciente no evoluciona tanto y hay una regresión al
pasado. Freud observa que el paciente ignora porque realiza ciertos actos y el porqué
de su neurosis. La neurosis se formará como sustitución de algo que no se ha llegado a
manifestar en el exterior de tal modo que procesos psíquicos se han visto interrumpidos

54
o perturbados en su curso, ello ha obligado a que permanezcan en el inconsciente
debido a la represión.

Freud aportó el interés por la vida mental subconsciente que tomará la fuerza y energía
en el instinto sexual y en un instinto agresivo. En el individuo lucharán dos instintos
contrapuestos por una parte una fuerza positiva, básicamente sexual, y por otra parte
una fuerza negativa, de destrucción que es el instinto de muerte.

En el aspecto sexual, Freud distinguió cinco etapas en el desarrollo de la libido: oral,


anal, fálica, latente y genital. Son las que determinarán la fijación del individuo en una
fase o estadio anterior. Esto puede determinar qué tipo de comportamiento delictivo
realizará un sujeto.

El complejo de Edipo: Freud se basó en una figura de la mitología griega. Edipo asesinó
a su padre y mantuvo relaciones con su madre. El complejo de Edipo no es más que las
relaciones que se establecen entre el niño y uno de sus padres, siempre del sexo
opuesto, esta relación es una relación en la que si el niño se enamora tendrá una gran
rivalidad, hostilidad hacia el progenitor del mismo sexo, corresponde con la etapa fálica
(2 -5 años). El niño busca un objeto en el que depositar todo su amor. Se establecerá
un triángulo, niño que siente un enamoramiento con su madre, relación violenta de
celos hacia el padre, es una etapa cargada de ansiedad, de sentimiento de culpa ya
que el enamoramiento hacia la madre, el niño teme la reacción violenta del padre,
reacción que supondría en la mente del niño la castración. Algunos cuadros patológicos
son la mala superación del concepto de Edipo.

Hay otros psicoanalistas que piensan que la delincuencia es debida a una pronta
separación de la madre, en este sentido se realizaron estudios observando lo siguiente:
se comparó un grupo reducido de delincuentes con otro de no delincuentes y se
observó que en el primer grupo 17 de los 44 habían vivido una separación de la madre

55
de 6 o más meses durante los primeros cinco años de su vida y que tenían una
incapacidad para establecer relaciones interpersonales: se dedujo que esa experiencia
infantil fue un poderoso factor criminógeno. Adler entiende que existe un sentimiento de
inferioridad, ambición de poder y un sentimiento de comunidad que van a determinar la
conducta humana.

Jung parte de la idea del inconsciente colectivo y trata de explicar guerras, actos
violentos, atrocidades cometidas por la humanidad, trata de explicarlo a través de la
idea de inconsciente colectivo como un conjunto de vivencias de la humanidad
acumuladas a lo largo de la historia.

E. From entiende que el hombre occidental es un ser inseguro, angustiado y además


dependiente de la aprobación ajena, lo que produce una incapacidad de amar,
incapacidad en la toma de decisiones, en definitiva es un individuo dispuesto a
destruirlo todo.

MODELO PSICOLÓGICO

Psicología es aquella ciencia que estudia la vida psíquica del individuo y en el


ámbito criminológico es importante porque da a conocer una pluralidad de teorías
al respecto.

Numerosas explicaciones teóricas conceden mucha importancia al organicismo


(teoría organicista) El organismo será el responsable del acto criminal con lo cual
existe una personalidad criminal.

El hecho que los sujetos relacionados con el crimen presenten gran similitud con
su ambiente social explica porqué aparecen otras teorías que se basan en el

56
medio ambiental (teorías ambientalistas) la sociedad será en última instancia la
culpable del crimen, la que genera la figura del delincuente.

TEORÍA CONDUCTISTA

Achacan la etiología del crimen exclusivamente a factores externos, estímulos y


refuerzos porque entienden que las pautas de la conducta habitualmente
atribuidas a factores internos pueden inducirse, eliminarse y reestablecerse
modificando las influencias externas del medio.

La mayor parte de los hechos delictivos constituyen conductas adquisitivas, que


se adquieren, en esa adquisición no se requiere ningún tipo de técnica especial,
lo que va a interesar es el porqué algunos individuos no inhiben ciertas
conductas que son socialmente inhibidas. Aparece como la consecuencia de
fallos o deficiencias en el condicionamiento del proceso de socialización.
Eynsenck: el comportamiento social se adquiere a través de un proceso de
condicionamiento en el aprendizaje de las conductas de socialización, el niño
aprende a inhibir las respuestas antinormativas mediante el establecimiento de
una serie de repuestas emocionales condicionadas ante estímulos asociados a la
conducta antisocial.Como resultado de este aprendizaje, los actos antisociales se
verán asociados con un estado aversivo de miedo producido por el castigo. Serán
los miedos condicionados los que van a constituir un freno a la conducta
antisocial. El niño no llevará a cabo una conducta que ha sido previamente
castigada. La falta de socialización ocurre en individuos a los que les alta la
habilidad para adquirir respuestas condicionadas en general.

TEORÍA DEL APRENDIZAJE SOCIAL

57
Es una variante del conductismo, muy próxima a las teorías sociológicas del
aprendizaje por transmisión cultural. Consideran que la adquisición de las pautas,
modelos criminales se producen mediante el aprendizaje evolutivo que descarga
en la observación e imitación del comportamiento criminal entre otros.
Freud en “Psicopatología de la vida moderna” dice que son meros actos o
palabras fallidas, lapsus; cada acto tiene una explicación, las teorías del
aprendizaje se oponen a las psicoanalistas, que sostienen que muchos actos
obedecen al inconsciente.

Puntos de esta teoría:

-Casi toda la conducta es aprendida.


-Las leyes que gobiernan este aprendizaje pueden conocerse y medirse.
-Tanto la conducta normal como la anormal, se adquieren mediante los mismos
mecanismos normales de aprendizaje. El crimen representa un conjunto de actos
aprendidos por el individuo.

Bandura parte de la idea que el sujeto no nace violento, sino que lo aprende a
través de las vivencias diarias, de la interacción con los demás. Un elemento que
avala esta teoría es el acuerdo, por parte de los psicólogos, en la no conveniencia
de que los niños vean programas violentos en la televisión, ya que contemplan
como otros individuos consiguen alcanzar objetivos mediante la violencia, e
incluso son recompensados. Si un niño asocia violencia con recompensa es fácil
que aprenda a actuar violentamente.

Los factores biológicos y psicológicos pueden predisponer al individuo, pero el


factor definitivo de las tendencias criminales se debe al entorno socio - ambiental.
En la conducta antisocial será muy importante el aprendizaje en base a modelos,
no solo se aprende en base a recompensas y castigos sino también de lo que e
observa en otros miembros de la comunidad, y así las respuestas punibles
pueden aprenderse “viendo lo que les pasa a los otros”, se aprende, se adquiere

58
una experiencia propia a través de los éxitos y equivocaciones que
observamos.El castigo produce una inhibición de posibles conductas cuando
comprobamos las consecuencias negativas que les produce a los demás.

ANÁLISIS FACTORIALISTA: RASGOS DE LA PERSONALIDAD


Pretende explicar el contenido de ciertas conductas en base a rasgos de la
personalidad, que se irán recogiendo en test y van a permitir comparar grupos y
subgrupos de delincuentes.

Argyle mantiene que los delincuentes suelen presentar alguno de los siguientes
rasgos:
-Consciencia débil
-Escaso sentimiento de culpa.
-Rechazo de la autoridad.
-Tendencia al agrupamiento con otros delincuentes.
Impulsividad.
Mínimo autocontrol.
De todas las características que se pueden presentar hay una a la que se le ha
prestado gran importancia, la inteligencia.
Al hablar de delincuencia e inteligencia se plantea la gran interrogante, ¿son los
delincuentes menos inteligentes? No puede afirmarse que los delincuentes sean
menos inteligentes, se constata la presencia de delincuentes brillantes. Es obvio
que hay delitos que requieren para su comisión un alto grado de inteligencia.

TEORÍAS MULTIFACTORIALES (FACTOR APPROACH)


Estas plurifactoriales utilizan un método inductivo y no van a atribuir la causa del
comportamiento criminal a un solo factor, sino a una pluralidad de factores
heterogéneos que a priori no tienen nada que ver unos con otros: rasgos
personales, familia, escuela, hobbies.

59
Su ámbito de estudio es la delincuencia juvenil, lo cual plantea un problema, la
capacidad de extraer los resultados que obtiene a la realidad. Las conclusiones
no se deben generalizar al conjunto del fenómeno criminal. Parte de su gran éxito
se debe a demostrar el simplicismo con que operaban las teorías monocausales
de la criminalidad, los plurifactoriales sostienen una pluralidad de condiciones en
el crimen, no de un solo factor.

Estas teorías serán las primeras que tendrán un enfoque sociológico, el hecho de
ser las primeras tiene un precio, el no haber podido desgajarse de las
explicaciones biológicas. Cuando dan una explicación sobre la etiología del delito
mantienen que inciden factores individuales.Estas teorías presentan un mérito
indudable, rechazan la explicación monocausal, con ello consiguen que todas las
teorías que defiendan que el hecho criminal obedece a una sola causa, todas
estas teorías son teorías simplicistas.

Si defienden que la criminalidad es debida a un conjunto de factores es lógico


que critiquen a los que determinan que le fenómeno criminal obedece a una sola
causa.

Glueck (matrimonio): Pese a que se observan en su trabajo reminiscencias


biológicas, realizaron una importante investigación en 1950, analizaron 500
parejas juveniles de delincuentes y de no delincuentes, cuidando en cada caso
que la edad, la criminalidad, la raza y el coeficiente intelectual fueran iguales;
además de ayudarse de asistentes sociales, psicológicos, antropólogos y
psiquiatras, determinando en 10 años de trabajo los factores por los cuales los
delincuentes y los no delincuentes se parecían y se diferenciaban.

Los campos procedentes en la investigación fueron: familia, escuela, municipio,

60
problemas médicos, inteligencia, personalidad, temperamento. En un principio se
tomaron en consideración 402 factores, quedando reducidos a 3 que se suponían
suficientes para establecer un pronóstico social.

-Vigilancia del individuo por su madre.


-Severidad con que ésta lo eduque.
-La armonía de la familia.

Una teoría de corte sociológico llega a la conclusión de corte psicoanalítico, los


tres factores están estrechamente relacionados con la madre.

Burton: “Los jóvenes delincuentes” (1940). Contempló la existencia de 170


condicionantes que desencadenan en el niño un comportamiento no deseable.

Healy: hablará de la pluralidad de determinantes que pueden desencadenar el


fenómeno criminal. Las variables que pueden determinar el comportamiento
desviado son:

-Males hereditarios.
-Anormalidad mental.
-Constitución física anormal.
-Conflictos espirituales.
-Malas condiciones familiares y amistades.
-Intereses insatisfechos.
-Malas condiciones en el desarrollo infantil temprano.Estos tres autores
consideran que en todos ellos operan tanto factores biológicos como factores
socio - psicológicos.

El mérito de estos autores radica en haber iniciado el desarrollo teórico que


considera las condiciones sociales como posibles causas de comportamiento

61
desviado.
Aun tienen residuos biológicos pero ya inician el camino, de los factores sociales
en la explicación del hecho criminal: el medio social determinará el desarrollo
individual.

LA ESCUELA ECOLÓGICA DE CHICAGO


Si los teóricos plurifactoriales son los que han marcado el inicio de la
configuración del crimen como hecho que responde a una pluralidad de factores.
Esto encontrará su consagración en la escuela de Chicago.
Nace bajo el espíritu o carácter pragmático de la escuela americana, nace con la
intención de resolver los problemas sociales delincuenciales de Chicago. No es
una escuela teórica, esperan que sus teorías solucionen problemas reales.
Problemas derivados de la inmigración, en 1860 numerosos emigrantes legan a
Norteamérica, estos emigrantes se concentran en las ciudades del medio oeste,
aumentando la población desde 1860 a 1910 en más de dos millones de
habitantes. Esta emigración masiva, unida a un proceso de industrialización va a
provocar un tipo de hábitat distinto del tradicional.
La gran ciudad se convertirá en un conjunto entremezclado de etnias, religiones,
culturas y al mismo tiempo en un foco de problemas fundamentalmente sociales:
pobreza, marginación, suicidio, alcoholismo, prostitución y criminalidad.
Esta escuela y ante estos problemas investigará con una finalidad práctica:
búsqueda de soluciones. Pretenden dar un diagnóstico fiable sobre los urgentes
problemas de esa realidad americana.
Su objeto de estudio será la gran ciudad, con análisis de su crecimiento, de su
desarrollo individual y la morfología del criminal que se produce en ese nuevo
medio.
El mérito de esta escuela es que supo sumergirse en el corazón de la gran ciudad,
conocen y comprenden desde dentro el mundo de los desviados para analizar
todos los mecanismos de aprendizaje y transmisión de esta cultura.
La primera teoría será la “ecológica”, cuyos máximos representantes son: Park,
Burgués y Mac Kenzie, con el estudio de la desorganización social y las
conductas que esta desorganización va a generar dentro de la ciudad.Observan

62
que se generan una serie de fenómenos y que la macro ciudad provocará una
serie de consecuencias.
Hay cuatro puntos fundamentales:
-Analizan y observan el debilitamiento de los vínculos que mantenían unidos a los
grupos primarios.
-Observan que se produce una modificación de las relaciones interpersonales y
otra que tiende a que las relaciones sean más impersonales y más superficiales.
- Observan una pérdida de arraigo en los lugares, donde se vive.
-También una relajación de los frenos de inhibiciones de los grupos primarios
bajo la influencia del ambiente urbano.
Estas circunstancias serán las responsables del aumento de la criminalidad. El
debilitamiento del control social informal producía un peligro evidente, la ruptura
de los lazos primarios y el relajamiento de los vínculos y de las inhibiciones del
grupo primario, por influencia del entorno urbano, son los responsables de
aumento del vicio / criminalidad en las grandes ciudades.
Su gran mérito es haber situado las causas del delito en el medio social. Si la
sociedad es la que desencadena el hecho criminal habrá que incidir sobre el
medio cambiando las estructuras sociales.

Teoría del “contagio social”: Se produce en la gran ciudad un proceso mediante


el cual los comportamientos desviados se transmiten entre individuos de
características similares.
“La Banda” 1927, libro en el que examinan hasta 1313 bandas existentes en
Chicago, descubriendo una zona por los ferrocarriles donde se ubicaban gran
parte de éstas, también en áreas de edificios de oficinas y en grandes almacenes.
Otros autores demostraron que la cifra de criminalidad disminuía con el
alejamiento del centro urbano, incrementándose en este centro y en zonas
industriales.
Mantienen que la criminalidad potencial se concentraba en las áreas
delincuenciales: proximidades de establecimientos comerciales, industriales,
porque ahí existe un debilitamiento del control social y consideran que si éste no
está debilitado no se produciría esto en las zonas residenciales de los núcleos

63
urbanos.
Burguess, círculos concéntricos.
-Se van a concentrar los comercios, zonas de recreo y de diversión, centros
cívicos y políticos, es la zona neurálgica de la ciudad donde giran las principales
actividades de los habitantes.

-Al ser una zona absorbida por el comercio y por la industria ligera, es una zona
que expulsa de su seno a la mayoría de sus habitantes, salvo a los más pobres.
-Será donde habiten los obreros de la industria que han trasladado de la zona II,
ya que sufre un deterioro progresivo. Sin poder acceder a la zona IV, lo que les
permite no estar demasiado lejos de su trabajo.
-Zona residencial, inmuebles de lujo, grandes residencias.
- Zona donde se asientan los suburbios con sus arrabales y sus ciudades
dormitorio.

Shaw llega a cinco conclusiones:


-Los delincuentes no difieren del resto de la gente en cuestiones de inteligencia,
físicas y de personalidad. Desde aquí rechazan todas las teorías biológicas no
diferenciando causas hereditarias, psíquicas, psicológicas.
-Los barrios ofrecen numerosos incentivos para cada actividad criminal.

-Se entra en rivalidad con otro barrio porque el individuo se siente identificado
con el suyo propio.
-El comportamiento delictivo se aprende y se trasmite a través de la tradición
moral y del comportamiento de los demás.
-Considera que las verdaderas carreras criminales se consolidan y desarrollan
cuando el individuo se identifica con su mundo delictivo e interiorizan los valores
de ese mundo criminal, de su grupo.
-La localización geográfica de estos barrios es la zona industrial; con un nivel
adquisitivo menor, hay mayor tasa de criminalidad, la etnia es también u otro
factor decisivo como hispanos, negros.
Como primera crítica a esta escuela, podemos decir que simplifica en exceso el
análisis sobre las causas del delito y son incapaces de explicar la criminalidad

64
que se produce fuera de esas áreas. Otra duda radica en que si son estas áreas
las que van creando delincuentes o si por el contrario atraen a personas más
proclives a la comisión del delito.

TEORÍAS AMBIENTALISTAS
Destacan a Newman “Espacios defendibles” 1973, donde propugna la prevención
del delito a través del diseño arquitectónico del espacio urbano, crear ambientes
residenciales que inhiban del delito.
Propuso medidas muy precisas para que el individuo defienda su espacio, que
cree este sentimiento:
-Subdividir áreas publicas en zonas más pequeñas para que los vecinos adopten
aptitudes de “propiedad”, donde se sustituya el anonimato por un sentimiento de
vecindad, comunidad y responsabilizándose de todo lo que ocurra en su entorno.
La ubicación de las ventanas será importante para observar estas áreas.
-Emplazar zonas concurridas junto a zonas públicas, y que no sean fuente de
peligro: parques, zonas de recreo...
-Que se construyan áreas públicas de tal modo que los visitantes se sientan
observados en todo momento.
García de Pablos llega a la conclusión que las edificaciones gigantescas
incomunicadas con el tráfico rodado, sin portero o vigilancia, de fácil
accesibilidad para cualquiera, concentrarán mayores tasas de criminalidad.

Newman lleva a cuatro conclusiones:


-Los edificios de 7 pisos o más altos son los más idóneos para la comisión de
delitos, a mayor número de pisos mayor índice de criminalidad.
-Numerosos delitos se cometen en ascensores, lo que disminuiría si se
potenciasen las posibilidades de observación.
-Los puntos más problemáticos son por los que transitan los ocupantes de las
viviendas, siempre que no existan medios de observación.
-Como lugares que incitan al crimen destaca los pasadizos, calles vacías, salidas
de la ciudad, edificios sin portero.

65
TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
La Sociología criminal llegó a Europa tras la II Guerra Mundial, con gran fuerza y
hasta el punto de destronar las teorías biológicas y psicológicas, si bien se vio
que a la postres no arraigaron, pues las anteriores teorías eran de gran peso.

CONCEPCIONES ESTRUCTURAL-FUNCIONALISTA. LA TEORÍA DE LA ANOMIA


Se enmarca dentro de la Sociología criminal, anomia significa ausencia de
normas. Durheim utiliza este concepto en 1983 al elaborar su teoría sobre la
división social del trabajo, no como un principio económico, sino como uno de
los fundamentos más importantes de la vida social en general. Observa que se
produce una diferencia de la cooperación, es decir, en la Revolución Industrial
esta creciente división del trabajo provoca formas de insolidaridad entre los
individuos. Se observa un debilitamiento de la conciencia colectiva acentuando
las diferencias individuales. Anomia será para él un estado de desintegración
(dentro de la esfera social) originado por el hecho de que la creciente división del
trabajo está obstaculizando el contacto, la relación social es insatisfactoria.Esta
problemática la extrapola al suicidio y dice que tanto en épocas de prosperidad
como en las de depresión económica aumentan las tasas de suicidio. Concluye
diciendo que cuando las necesidades de las personas no se pueden satisfacer
con los medios disponibles es frecuente el suicidio. Habla también de que el
bienestar puede convertirse en causa de suicidio, y considera que en épocas de
prosperidad las necesidades de las personas se vuelven ilimitadas y no pueden
ser satisfechas, mientras que en una situación estable, las aspiraciones y
necesidades están reguladas y delimitadas por las normas. La situación inestable
va a producir un derrumbe de las normas apareciendo, por consiguiente, la
anomia. Considera que este concepto se produce en un estado social
caracterizado por un debilitamiento general de la conciencia colectiva, desinterés,
insolidaridad, etc.
La anomia será el fracaso o la falta de un sistema de convicciones morales
arraigadas colectivamente.

66
El comportamiento desviado: la criminalidad es normal y es un fenómeno social
que debe ser explicado socialmente y considera que cada sociedad mantiene una
cohesión interna, una solidaridad social, y la mantiene porque existe una
consciencia colectiva que va a ejercer presión sobre los individuos. Considera
que la colectividad se va a imponer sobre el individuo infractor. Existe una
primera conciencia colectiva que será la que dicte lo que es bueno y correcto y
cuando el individuo no se adapta, hará un frente común a ese individuo, pero con
un sentimiento de superioridad. A través de ese sentimiento de superioridad se
va a producir la solidaridad social y se produce porque el fin de la pena no será
un fin retribucionista, ni prevencionista, sino que será para que el ciudadano
honesto no se desmoralice “La pena hace ver al ciudadano honesto la utilidad de
su sacrificio, la pena mantiene su confianza en el sistema e identifica como
inferior al grupo criminal y refuerza el sentimiento de superioridad del grupo”.

El delincuente para Durkheim, es consecuencia de las estructuras de la sociedad


y será un hecho, un fenómeno normal y absolutamente necesario dentro del
engranaje social, será la otra cara de la moneda, lo que es normal es que exista
un incremento de las tasas de criminalidad “Una determinada cantidad de
crímenes forma parte de toda sociedad sana”. Una sociedad sin crimen será una
sociedad primitiva, monolítica e inmóvil, el crimen cumple una función
integradora e innovadora dentro del funcionamiento social.

La pena debe intentar no desmoralizar a la sociedad, el criminal es un sujeto no


antisocial, un factor de funcionamiento regular de la vida social.Merton define la
anomia como la quiebra en las relaciones entre las metas sociales y los caminos
para alcanzar estas metas. Desarrolla una teoría general sobre el comportamiento
desviado, también la conducta desviada es una reacción normal a todas las
contradicciones de las estructuras sociales. Toma como ejemplo la sociedad
norteamericana. La persecución de la riqueza y la acumulación de ella es una
meta obligada y prioritaria para todos los ciudadanos y ese objeto, es ensalzado
por la estructura cultural. Frente a esa necesidad cultural, existe una estructura
social que limita a ciertos sectores de la población el acceso a esas necesidades

67
culturales. Dice que estas contradicciones entre estructura, culturas y sociedad
producen una tendencia a la anomia y afecta con intensidad a las clases bajas. La
persecución del éxito y del prestigio y del status social son aspiraciones a las que
debe llegar todo americano sin importar los medios.

Esta estructura cultural viene representada por la familia, la escuela y por el


trabajo, que van a inculcar al individuo, desde pequeño, en ese afán de riqueza y
poder. Pero no le facilitan los medios suficientes para que todo individuo pueda
llegar a esos fines. Se plantea qué consecuencia habrá para aquellos individuos
que están en diversos niveles de la estructura social en una sociedad que se da
supremacía al éxito pero no da los mecanismos necesarios:
-La conformidad: al aceptar tanto las metas culturales como los medios
instintivos para llevar a esos fines. Donde no ocurra esa conformidad la
estabilidad se verá amenazada.
-La innovación: la reacción desviada, el uso de medios ilícitos para obtener los
fines culturales, se produce una actuación de las metas culturales, pero cuando
no se arbitran los medios, la gente tiende a olvidar las restricciones.
-El ritualismo: es una reducción y / o un abandono de las metas culturales, a favor
de la conversión a los medios institucionalizados. El individuo incapaz de
alcanzar los fines culturales renuncia a ellos, pero no renuncia a las reglas que
rigen el trabajo y el esfuerzo (monotonía).
-El retraimiento: es una renuncia tanto de los fines culturales como de los medios
institucionalizados. Es la respuesta menos difundida.
-La rebelión, ante la frustración que surge cuando existen posibilidades imitadas
para alcanzar esos fines, pueden conducir a un rechazo de los fines y medios
introduciendo valores distintos, nuevas formas de organización e instituciones,
una nueva estructura social.

TEORÍAS SUBCULTURALES
Esta denominación de subcultura no es exclusiva de la Criminología (utilizada
también por los sociólogos). Tal expresión se generalizó a partir de la II Guerra
Mundial y tomó fuerza a partir de la obra de Cohen: “Chicos delincuentes”.

68
Las teorías nacen en EE.UU. y surgen como respuesta a la problemática que
existe en este país con respecto a las teorías marginales (étnicas y raciales,
culturales, etc.).
Consiguen con Cohen, convertirse en teorías explicativas de conducta desviada y
llegan a ser teorías importantes dentro de la Sociología criminal americana.El
concepto presupone la existencia de una sociedad rural. Supone a la vez un
examen desde dentro del mundo de las minorías, desde la propia óptica de los
desviados y sobre todo en el caso de la delincuencia supone una decisión
simbólica de rebeldía, en el caso de la delincuencia juvenil, hacia los valores de
las clases medios. Actuación negativista, no racional, propia de la criminalidad de
los adultos.
Discrepan de los postulados de la escuela de Chicago, al considerar que no son
determinadas áreas de la ciudad las que van a generar la criminalidad de las
capas más bajas de la sociedad, sino que el delincuente es consecuencia de los
códigos de valores propios de la subcultura y que al mismo tiempo, esos son
ambivalentes respecto de la sociedad oficial. Se señala que tanto la conducta
normal, conforme a derecho, como la irregular se definían en relación a los
respectivos sistemas de normas y valores oficiales y suboficiales, quiere decir
que estos sistemas de valores van a contar con una estructura muy semejante,
con valores que interiorizan refuerzan y transmiten a través de los mecanismos
de aprendizaje socializante.
La adaptación de Cohen es la más importante. Centró su estudio en la
delincuencia juvenil de status más bajos y concluyó que las áreas delincuenciales
no eran ámbitos desorganizados, sino con normas y valores distintos de los
oficiales. La subcultura va a operar como una evasión a la cultura general, o
como una reacción negativa; será como una cultura de recambio que ciertas
minorías marginales van a crear dentro de la cultura con el propósito de dar
salida a la ansiedad y a la frustración. Opera como válvula de escape frente al
conflicto de no poder participar de las expectativas que ofrece la sociedad, una
gran cantidad de autores creen que la única dificultad importante existente entre
delincuente y no delincuente reside en el grado de exposición a una subcultura.

69
CARACTERÍSTICAS DE LAS SUBCULTURAS
-No utilitarias (robar por robar).
-Maliciosas.
-Negativistas de otras culturas.
La delincuencia juvenil y la subcultura van a aparecer sobre todo concentradas
en los sectores masculinos y de baja condición social.
La razón que Cohen da es que es precisamente la clase trabajadora la que se va a
encontrar con el grado más alto de frustración. Los miembros pertenecientes a
estas subculturas, vivan donde vivan, y sean de la condición que sean, están
unidos por los valores de las clases medias y estos son el éxito a perseguir metas
cada vez mayores (con ello obtendrán respetabilidad, relaciones sociales). Ante
las expectantes metas que ofrece la clase obrera se verán desaventajados.Los
modelos de socialización en la familia de clase trabajadora: la discriminación que
llevan a cabo los maestros,va a producir un problema de ajuste entre el niño que
ha sido primariamensubcultura criminal o sin voluntad de obtener metas de la
clase media se va a volcar en comportamiento agresivo, bandolerismo y a través
de sus actos logrará el éxito dentro de la subcultura, escapando de la intolerable
frustración y ansiedad.
El problema de la cultura es que al tener interiorizados los valores d la clase
media, su actitud siempre será de rechazo hacia esos valores debido a la
frustración, esto se verá en actos de vandalismo... creando posteriormente unos
valores propios.

TEORÍAS DEL PROCESO SOCIAL


Se difunden en los años 60 y 70. Destacan sobre todo porque critican
abiertamente las teorías estructuralistas al desmitificar el hecho de que la
criminalidad deba concentrarse en los miembros de las capas más bajas, ellos
opinan que también hay criminales en las capas superiores y consideran que toda
persona tiene el potencial necesario para convertirse en delincuente.
Profundizarán en los delitos económicos, entrando estos delitos en las

70
legislaciones penales tipificando un mayor número de delitos de contenido
socioeconómico.
Hay tres orientaciones:
-Teorías del aprendizaje social.
-Teorías del control social.
-Teorías del etiquetamiento o de reacción social.

TEORÍA EL APRENDIZAJE SOCIAL


Se subdivide en cuatro formulaciones que tienen en común la idea de que la
conducta criminal se aprende y por consiguiente no debe buscarse justificación
en razones de tipo biológico, ni en rasgos inconscientes ni en el desarrollo
cognitivo de patrones o modelos de comportamiento durante la infancia del
sujeto.
Para estos autores el crimen es una respuesta a situaciones reales que el sujeto
aprende. El crimen no es anormal ni es signo de una personalidad inmadura.
Sutherland nos ofrece la primera teoría, asociación diferencial. Interpretó
orientaciones multifactoriales y complementó con elementos psicológicos.
Destacó por su análisis de la criminalidad de cuello blanco y por los niveles de
inteligencia.
El origen de esta teoría debemos buscarlo en los trabajos realizados por Tarde
(concepto de imitación), los trabajos sobre la memoria humana y los de Paulov y
Ebbinghaus.

No se interesan por el aprendizaje del saber sino del comportamiento humano


con un corte psicológico. El autor dice que “las personas se hacen, en principio
criminales porque están relativamente aisladas de la cultura de grupos
respetuosos de la Ley o bien, por causa de resistencia, ocupación, o sino, por
encontrarse en contacto con una subcultura criminal, porque han carecido de las
experiencias, sentimientos, opciones y concepciones en base a las cuales ha de
construirse un orden de la vida que la opinión pública considera deseable”. Los
contactos se llevan a cabo en grupos sociales y precisamente en forma de
procesos de aprendizaje, es decir, se van a trasmitir los modelos de conducta y la

71
orientación en los valores y las formas de reacción. Para Sutherland, el crimen no
se hereda, ni se imita, ni inventa, sólo se aprende.
Resumió su teoría en seis proposiciones:
-La conducta criminal es aprendida.
-Se aprende en un proceso de comunicación en la interacción con otras
personas.
-El aprendizaje se realiza en el marco de las relaciones más personales e íntimas.
-El aprendizaje de la conducta criminal comprende tanto las tácticas como las
técnicas.
-Una persona será delincuente cuando aprende más modelos que favorezcan la
infracción.
-El proceso de aprendizaje de la conducta criminal y no criminal es el mismo.
Sutherland analizó el gansterismo de EE.UU. de los años 20-30 porque esta
organización se presenta rígida y existía en ella un sistema de valores propios.
Según él, estas organizaciones favorecían junto a los industriales la expansión
económica. Se aliaban para luchar contra el enemigo común, trabajadores en
huelga, los negros los emigrantes, los sindicatos. Esa relación alianza permite a
este autor descubrir el porqué se producen ciertos códigos de valores.
Una variante de esta teoría del aprendizaje sería la teoría de la identificación
diferencial cuyo máximo exponente es Glaser. La criminalidad ya no tiene que
producirse por la interacción directa, sino que se puede indicar la elección de otra
persona desde cuya perspectiva observamos nuestra propia conducta (el
individuo en el transcurso de distintos proceso sociales elige determinados
grupos o personas con los cuales se identifica). “Una persona sigue el camino del
crimen en la medida en que se identifica con personas reales o ficticias, desde
cuya perspectiva su conducta criminal parece como aceptable”.
La crítica que se hace a esta teoría es que se concibe la conducta criminal como
conducta aprobada de antemano, dirigida intelectualmente por anticipado y no
como un suceso que ha surgido más o menos por casualidad. Esto puede se así
en algunos crímenes pero no todos y nunca en la mayoría.

72
TEORÍA SOBRE EL CONTROL SOCIAL
Se plantea que todo individuo podría actuar criminalmente pero se ve
neutralizado por los vínculos sociales que le van a solicitar que tenga una actitud
conforme a derecho, y servirán de dique a cualquiera. Cuando fracasan sus
mecanismos de control, se produce una quiebra y ello conduce al crimen. Se
plantea si todo individuo cuenta con el potencial necesario para violar las leyes y
la sociedad ofrece varias opciones.
¿Por qué se obedecen las leyes? Según la escuela clásica la respuesta es por el
miedo y por los vínculos existentes entre personas interrelacionadas
íntimamente.
Aparece la teoría del arraigo social (representada por Hirschi), que pertenece a las
llamadas de vinculación y consideran que ésta es lo que hace que el sujeto se
ajuste a derecho. La consulta viene determinada por el vínculo emocional que une
al individuo con personas significativas. En este vínculo descansa el compromiso
frente a los demás. Cuando se rompe el vínculo aparece la criminalidad. Piensan
que el delincuente puede ocasionar más consecuencias dañinas en las relaciones
con otras personas y también con instituciones y es el miedo el que frena al
individuo. El crimen sería el resultado de un debilitamiento de las relaciones.

Hay cuatro factores que determinan el arraigo en la sociedad:


-Apego y la consideración hacia personas. La falta de estos hacia determinadas
personas (característica de la personalidad psicótica) va a conducir hacia una
falta de respeto hacia los demás).
-Identificación y compromiso con los valores convencionales.
-La participación en actividades sociales. El ocio y la desocupación pueden
potenciar una actitud delictiva. La vida social supone un alejamiento del delito.
-Las creencias suponen un importante freno al delito, ya que supone un respeto
hacia los derechos de los demás.

TEORÍA DE LA CONTENCIÓN SOCIAL


Su máximo exponente es Reckless. Se pregunta como un individuo pobre
residente de una zona con elevado índice de criminalidad puede resistirse al

73
delito. La respuesta la buscan en mecanismos de contención interna y externa:
-Internos: la solidez de la personalidad del individuo. Destacan el concepto de sí
mismo; viene a ser el componente diferencial que explica el porqué unos
individuos caen en la tentación y otros no. El concepto ofrece firmeza frente a los
golpes de la vida en la elaboración interna de las experiencias.

-Externos: no se puede olvidar la vida familiar o la organización social y son


importantes en cuanto pueden repercutir en el individuo positivamente en cuanto
le prevean de firmeza.
Además hay mecanismos de presión divididos en: impulsos internos
(descontento individual, hostilidad, rebelión); presiones externas (condiciones de
la vida adversas); influencias externas (conducta desviada de compañeros,
influencia de los medios de comunicación).
Para él, la conducta criminal va a responder a estos dos mecanismos.
Mecanismos de contención y mecanismos de presión criminógena.

TEORÍAS DEL PROCESO SOCIAL (LABELLING APPROACH)


Consideran que no se puede comprender el delito presidiendo de la propia
relación social, del proceso social de selección de ciertas personas y las
conductas etiquetadas como criminales. Por tanto, el delito y la reacción social
aparecen como términos interdependientes, inseparables, recíprocos.
La marca de la persona de conducta desviada no es nueva, y desde los inicios
siempre se ha tratado de buscar en el criminal una marca que lo distinga.
El Derecho Penal clásico lo enlazaba con el hecho punible, y la antropología
criminal lo centraba en la personalidad del autor. Las malformaciones
cromosómicas serían como medio de conocimiento del delincuente.
La estigmación sólo significa diferenciación, destacar de forma más o menos
clara a determinadas personas y adscribir la explicación de su conducta.
El problema del control de la conducta se simplificaría si se pudiera conocer de
forma clara el círculo de personas peligrosas socialmente por características
fácilmente identificables. La búsqueda de esas marcas ha producido grandes
abusos (judíos, cristianos).

74
Cuando tiene lugar una estigmación aparecen consecuencias destructivas para
los afectados y para sus familias.
Para los autores más representativos, las conductas irregulares están repartidas
con una gran igualdad entre todas las clases sociales de la población, pero
posteriormente los mecanismos sociales conducen a una desigual distribución
del riesgo de ser detenido, condenado posteriormente, y esos mecanismos
sociales son los que etiquetan al individuo.

Una pequeña aparte de los autores opina que en la clase inferior no existe una
criminalidad propia, pero ocurre que esta criminalidad es creada por los llamados
“procesos de atribución”.
Iannenbaum (autor de “Crimen y comunidad”), es el primer autor en formular la
frase: “los jóvenes delincuentes e hacen porque se les define como malos”.
Considera que las reacciones y las definiciones del medio, con respecto a un
determinado comportamiento, son decisivas para la aparición del
comportamiento desviado.
Para Becker, las normas son reglas de comportamiento elaboradas por los
grupos sociales, si una persona viola estas normas será considerada como
desviada desde el punto de vista del grupo. No interesan las causas de
desviación, son el proceso de criminalización. Una persona se convierte en
desviada cuando otras personas más significativas la etiquetan como tal.
Se les critica que no se ocupasen de los orígenes de la criminalidad y sólo
centran su estudio partiendo de que es el grupo social dominante el que etiqueta
al individuo.
El control social es el que crea la criminalidad. El interés de la investigación se
desplaza desde el desviado y su medio hacia aquellos grupos que lo definen
como desviado. Van a analizar los mecanismos de funcionamiento del control
social y las carencias no las buscan en los individuos controlados sino en
aquellos que ejercen el control.
El individuo pasa a convertirse en víctima de los procesos de atribución y
definición. Un conducta no es delictiva por sí misma, ni su autor será un criminal
por merecimientos objetivos, son que depende de ciertos procesos de definición

75
y atribución y selección al mismo tiempo.
García de Pablos señala que los agentes del control social formal, no detectan o
declaran el carácter delictivo de un comportamiento, sino que lo generan o
producen al etiquetarlo así.
El control social es altamente discriminatorio y selectivo, esa etiqueta de criminal
es repartida por los mecanismos de control con el mismo criterio de distribución
que otros bienes (fama, riqueza) y ese criterio es el status y el rol de las personas.
Las posibilidades de que un individuo pueda ser etiquetado como delincuente, no
dependen tanto del delito cometido, son que más bien dependen de la posición
que ocupa el individuo en la pirámide social.
Si en una sociedad alguien posee poder para establecer normas (que determinen
la moralidad media), también tiene poder para escapar a esas normas.
Los procesos de aplicación de la Ley penal constituyen los mecanismos de
distribución de la propiedad negativa criminal.

CONCLUSIÓN
La delincuencia ha existido desde que ha existido el hombre, y seguirá
existiendo.
Hoy en día, las condiciones sociales del hombre hacen que éste pueda delinquir
fácilmente, como por ejemplo la fácil adquisición de armas, el fácil acceso a las
drogas, principalmente en nuestro estado, donde no hay arraigo familiar muy
grande y la gente ante la soledad tiene muchos vicios para poder soportarla,
aunado con la situación económica no solo del país sino del mundo, más la poca
educación que tiene la gente (principalmente en nuestro estado que con solo
hablar inglés la gente encuentra un buen trabajo, no importa que grado de estudio
tenga).
La gente está harta de promesas de parte de los gobernantes. No hay muchas
oportunidades de trabajo en general, México es un país con muchos habitantes,
por lo tanto se les hace fácil a algunos ciudadanos tomar el camino de la
delincuencia para vivir moderadamente o como ricos en algunos casos.
El tema de la readaptación es un tema que deja mucho que desear en nuestro
país, no estamos preparados para insertar al delincuente en la sociedad, ni

76
siquiera estamos preparados para darles un programa de readaptación y lograr,
como se podría en algunos casos, que logren ser capaces, ser útil al país, como
ha pasado en otros países.
Es cierto que un ambiente negativo influye grandemente en los delincuentes
(pero no absolutamente porque si no la mayoría de la gente pobre serían
ladrones, además mucha gente educada en una buena familia y con buenos
puestos terminan corrompiéndose), que la rebeldía provoca a un adolescente
creerse poseedores de la verdad absoluta (pero adolescentes y contestatarios
hemos sido todos y no nos hemos convertido en delincuentes) y no menos cierto
es que la familia juega un papel muy grande en nuestros miedos, frustraciones o
seguridad y alegrías.
También es cierto que intervienen muchos factores en la delincuencia, pero yo en
particular pienso que la base de toda nuestra vida para vivir en sociedad, para
aprender los valores, ser buenos seres humanos, honestos, productivos, está en
el hogar, en la familia.
Hacen falta apoyo ecónomico a las familias, casa dignas para vivir, trabajos
decentes y bien pagados, salud digna y se evitaría estoy segura por lo menos en
un buen porcentaje la criminalidad. Aunque, es el sueño de todo buen político?
No deja de ser una utopía por lo menos por ahora en nuestro país.
El hombre es responsable de sus actos: nace y se hace, pero también tiene la
posibilidad de transformarse a sí mismo y a su entorno y es totalmente
consciente de ello.

BIBLIOGRAFÍA

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Oxford, México, 2005.

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AUTOPSIA PSIQUIÁTRICO PSICOLOGICA

El termino como tal, surge en 1958, cuando el Jefe Médico Forense del Condado de
Los Angeles, Theodore J. Curphey, se encontró con varias muertes por droga y no tenia
posibilidad de certificar con certeza la causa o mecanismo de la muerte. De esa
manera invitó a Norman Farberow y otros psicólogos conductuales, que tras un

79
esfuerzo de una aproximación multidisciplinaria acuñaron el término de “autopsia
psiquiátrico-psicológica.” Y así se publicaron en los siguientes trabajos Curphey en
1961 y 1967; Littman en 1963 Y Shneidman y Farberow en 1961, Shneidman en 1969 y
1973. Aunque algunos atribuyen a Littman la denominación32, por los trabajos
publicados33

La autopsia psiquiátrico-psicológica es una de las herramientas más valiosas de la


investigación sobre el suicidio consumado. El método implica recoger toda la
información disponible sobre el fallecido por entrevistas estructuradas de los miembros
de la familia, los parientes o los amigos, así como del personal sanitario que le atendió.
Además, se recoge información de las historias médicas y psiquiátricas disponibles,
otros documentos y el examen forense. Así, una autopsia psiquiátrico-psicológica
sintetiza la información de múltiples informantes y registros.

La primera generación de autopsia psiquiátrico-psicológica estableció que más del


90% de los suicidas que consumaron el acto había sufrido trastornos mentales
habitualmente comórbidos, la mayoría de ellos trastornos del estado de ánimo,
trastornos por uso de sustancias o ambos. Además, revelaron un infratratamiento
notable de estos trastornos mentales, a menudo a pesar del contacto con los servicios
psiquiátricos u otros servicios sanitarios. Los estudios de autopsia psiquiátrico-
psicológica más recientes han utilizado sobre todo diseños de casos y controles, y han
podido de este modo estimar mejor el papel de diversos factores de riesgo para el
suicidio.

32
Morales M.L, et al.; Rasgos de personalidad en suicidas. Autopsias psicológicas 1997. Rev.
Instituto de Medicina Legal y Ciencias forenses de Colombia. Vol.17, Nº 1 Oct. 2002, Pág. 15
33
Littman R. 500 Psychological Autopsies Journal Forensic Sciences., JFSCA. 1989; 34 (3): 686-
646.

80
El futuro de los estudios de autopsia psiquiátrico-psicológica puede estar más
centrado en las interacciones entre los factores de riesgo o los dominios de factores de
riesgo, en algunas poblaciones suicidas específicas de mayor interés para la
prevención del suicidio, o la combinación de la metodología de la autopsia psiquiátrico-
psicológica con mediciones biológicas.

La Autopsia Psiquiátrico-Psicológica34, es la exploración retrospectiva e indirecta de


la personalidad de la vida de una persona ya fallecida, se trata de hacer una evaluación
después de la muerte, de como era la víctima en vida, su comportamiento y estado
mental, tras una reconstrucción social, psicológica y biológica postmortem. Es una
pericia muy sofisticada y especializada, que precisa de un trabajo en equipo; junto a los
criminalistas, criminólogos y forenses. Comienza en la escena de los hechos, ya que
para el Psicólogo Forense, la escena de la muerte emite señales, solo se trata de
interpretarlas, de decodificarlas. (Núñez de Arco 2001)

Se define a la autopsia psiquiátrico-psicológica como “un método de investigación


retrospectivamente de las características de la personalidad y las condiciones que en
vida tuvo un individuo, teniendo como objetivo acercarse a la compresión de las
circunstancias de su muerte”35. Es decir, la autopsia psiquiátrico-psicológica nació como
una técnica de investigación empleada para determinar la manera de muerte en casos
dudosos, para descartar el suicidio, en casos de muertes violentas, accidentes o por
ejemplo una asfixia autoerótica36. Y que debería descubrir los siempre ambiguos
“suicidios encubiertos”37 y los “equivalentes suicidas”38 los camuflajes de los médicos de
cabecera para evitar problemas judiciales a la familia39.

34 Núñez de Arco J, La Victima, Ed. Proyecto Sucre Ciudad Universitaria. Sucre, 2004 Pág. 283-295.
35 Esbec E.; Delgado S; Rodríguez F.. La investigación retrospectiva de la muerte: la autopsia
psiquiátrico-psicológica y su interés en psiquiatría forense. Ed. Colex, 1994
36 Ramírez L.A.; Asfixia autoerótica, autoestrangulación, autoahorcamiento, masturbación. Rev.

del INML y CF de Colombia. 2004; 18 (2): 53-59


37
Aranda Azanar J.; Problemas que presenta la elaboración de la estadística del suicidio. Rev. Psiquiatría y
Psicología Médica, 1984; 16 (8): 517-520.

81
En el campo forense nace la expresión y es allí donde se aplica en el análisis de las
circunstancias de muerte de una persona. En el caso de muertes violentas, la manera
como ocurre la muerte puede corresponder a homicidio, suicidio o accidente. En estas
opciones pueden surgir dudas que lleven la investigación a necesitar de datos
psicológicos del occiso para esclarecer la forma de su deceso.

El método de la autopsia psiquiátrico-psicológica nació para ser aplicado a casos


en los que la manera de muerte resulta dudosa. Además de la aplicación en su
esclarecimiento, este procedimiento puede servir como instrumento de investigación de
primer orden en áreas de psicología y criminología.

También puede aplicarse en estudios de victimología, con una utilidad diversa; por
ejemplo, para establecer hasta qué punto el occiso pudo provocar las circunstancias en
las que murió, colocándose en una situación que podría haber evitado. En la
investigación de muertes violentas, el análisis del funcionamiento mental de las víctimas
puede arrojar datos reveladores para la prevención y predicción de las mismas.

En este sentido, puede ser un instrumento de gran valor al establecer políticas de


prevención en suicidio, homicidio o accidente. Finalmente el estudio psicológico de una
víctima de suicidio y el esclarecimiento de sus circunstancias mentales al momento de
su muerte pueden arrojar datos terapéuticos para familiares y allegados, e incluso para
la comunidad.

38 Rojas E.; Estudios sobre el suicidio. Ed. Salvat. Barcelona, 1978. Pág. 469 y ss.
39 Guillén C., Le Bonniec Y. Suicidio, técnicas, historia y actualidad Ed ATE Barcelona 1983 Pág 84.

82
Se han realizado trabajos de autopsias psicológicas, como pueden ser para trabajos de
grupos etéreos del suicidio y fundamentalmente para aspectos preventivos40.

Esta técnica esta basada en los métodos de investigación psiquiátrica, psicológica


y criminalística ya que por un lado, usa las entrevistas de la psiquiatría clínica,
psicología clínica y social y por otro la técnica de investigación de escena de los
hechos, de forma abierta, es decir a partir del cadáver en el lugar de la escena de los
hechos, usada en criminalística.

Siguiendo el método de las entrevistas en primer lugar, personas allegadas en


cercanía al sujeto a investigar, desde el foco u origen del hecho, hacia fuera, hacia los
contornos, en círculos concéntricos a la persona investigada. Familiares cercanos.
Vecinos. Amigos cercanos o íntimos. Compañeros de trabajo o de estudios. Otras
personas que lo hayan conocido. Médicos o psiquiatras o psicólogos. El objeto de ello
esta en que conforme nos alejemos del sujeto, obtendremos datos que al final
podremos de nuevo corroborar con los familiares y vecinos. En realidad, cualquier
persona puede ser interrogada: médicos, maestros, vecinos, camareros…, dada la
posibilidad de obtener datos claves del individuo mas insospechado. Mas aun de su
historial medico o psiquiátrico-psicológico.

No obstante, la tendencia se dirige actualmente hacia la realización de una auténtica


compilación biográfica; un trabajo de investigación que permite demostrar que la muerte
no es un hecho azaroso o impulsivo sino el desenlace o fin de un largo y complejo
proceso.

40Morales M.L, et al.; Rasgos de personalidad en suicidas. Autopsias psicológicas 1997. Rev.
Instituto de Medicina Legal y Ciencias forenses de Colombia. Octubre 2002; 17 (1) : 14-20.

83
Por ello la autopsia psiquiátrico-psicológica busca una reconstrucción de las
motivaciones, psicodinámica y crisis existenciales de ahora occiso.

Debe servir fundamentalmente para averiguar, ¿Cual es el mecanismo probable de la


muerte?, esta cuestión es a la que históricamente se dirige la autopsia psiquiátrico-
psicológica.

1.1 Rasgos generales

1. El procedimiento de la autopsia psiquiátrico-psicológica tiene dos elementos


principales: Entrevistas amplias de los miembros de la familia y otras personas
íntimamente relacionadas; y
2. La recolección de todos los documentos pertinentes posibles médicos,
psiquiátricos y de otro tipo de los fallecidos.

Una autopsia psiquiátrico-psicológica típica tiene uno o dos informantes principales,


por ejemplo, un cónyuge, compañero, padre o hijo adulto, u otro familiar cercano, y a
menudo otro informante en representación del personal sanitario que prestó la
asistencia. Además, se puede entrevistar a otros informantes, incluidos otros familiares
cercanos, amigos o personal asistencial.

Hawton y cols han publicado hace poco una excelente revisión metodológica de
orientación práctica de la autopsia psiquiátrico-psicológica, particularmente útil para
los investigadores dentro del Reino Unido. En lo que sigue, se describe con más detalle
la metodología de la fase de investigación del Proyecto Nacional de Prevención del
Suicidio en Finlandia en 1987-88, el mayor proyecto de autopsia psiquiátrico-
psicológica que se haya emprendido nunca, para ilustrar un procedimiento de
autopsia psiquiátrico-psicológica.

84
El procedimiento de autopsia psiquiátrico-psicológica de la fase de investigación del
Proyecto Nacional de Prevención del Suicidio en Finlandia fue creado por la Junta
Nacional de Salud Finesa en 1986, y su propósito explicado era reducir la mortalidad
por suicidio en Finlandia. Durante la fase de investigación del proyecto, se registraron
cuidadosamente y analizaron utilizando el método de autopsia psiquiátrico-
psicológica todos los suicidios cometidos en Finlandia (N = 1.397) entre el 1 de abril de
1987 y el 31 de marzo de 1988.

La definición de suicido se basó en la ley finesa para la determinación de las causas de


la muerte: en todo caso de muerte violenta, repentina o inesperada, la posibilidad de
suicidio es evaluada por la policía e investigaciones médico-legales que implican la
autopsia y exámenes forenses. Durante los 12 meses de duración de la fase de
investigación del proyecto, esta recogida de datos fue más detallada de lo habitual.

Los datos referentes a las víctimas clasificadas como suicidas en el examen forense se
recogieron por entrevistas amplias con los familiares y el personal sanitario que prestó
atención a las víctimas, a partir de las historias psiquiátrica, médica y de servicios
sociales, y a partir de las cartas de suicidio. Las entrevistas las realizó un total de 245
profesionales de la salud mental, la mitad de los cuales aproximadamente eran
psicólogos (el 47%), siendo los restantes personal de enfermería psiquiátrica (el 27%),
trabajadores sociales (el 15%) o médicos (el 8%). Los impresos de entrevista se
planearon para el proyecto, y se adiestró a los profesionales en su uso. Se realizaron
cuatro tipos de entrevistas:

1) Las entrevistas cara a cara con los miembros de la familia se llevaron a cabo por
regla general en su domicilio, después de obtener con antelación el consentimiento
informado. La entrevista se emprendía normalmente unos 4 meses después del suicidio
y tenía una duración media de 2 horas y 45 minutos.

85
Los impresos de la entrevista estructurada contenían 234 elementos referentes a la vida
cotidiana y el comportamiento de la víctima, los factores familiares, el uso de alcohol y
otras drogas, la suicidalidad anterior, la búsqueda de ayuda y los acontecimientos
vitales recientes. Esta entrevista se pudo emprender en 1.155 de los 1.397 casos de
suicidio (el 83%).

2) Se entrevistó cara a cara a los profesionales sanitarios que habían atendido a la


víctima durante los 12 meses anteriores con un impreso estructurado que contenía 113
elementos sobre el estado de salud de la víctima, el tratamiento en el sistema sanitario,
los factores generadores de estrés psicosocial y el nivel de funcionamiento. Esta
entrevista se realizó en 612 casos (el 43,8%). En los casos restantes, había
normalmente tan pocos contactos sanitarios que no se disponía de ningún profesional
que hubiera conocido bien al fallecido.

3) El último contacto con los profesionales sanitarios o los servicios sociales se evaluó
separadamente entrevistando cara a cara o por teléfono a la persona que atendió a la
víctima con una entrevista semiestructurada que contenía ocho elementos. Esto se
realizó en 860 casos (el 61,6%).

4) Se celebraron entrevistas no estructuradas adicionales por teléfono si era necesario.


Estos informantes podían incluir otros familiares, amigos u otras personas que hubieran
tenido una relación íntima con la víctima.

Se recogió información también de los certificados de defunción (el 100%), las historias
psiquiátrica y médica (1.129 casos [el 80,0%]), los informes policiales y forenses (el
99,9%), las cartas de suicidio (dejadas por 389 casos [el 27,8%]) y otros registros
disponibles sobre los casos. Un equipo multidisciplinario debatió todos los casos, y se
redactaron informes clínicos completos a partir de toda la información disponible.

86
1.2 Investigación de los trastornos mentales como parte de la autopsia
psiquiátrico-psicológica.

Casi todos los estudios de autopsia psiquiátrico-psicológica han investigado los


trastornos mentales de las víctimas de suicidio como parte de su diseño. Esto requiere
recoger información de las diversas instituciones de tratamiento a cargo de la atención
así como entrevistar al personal encargado de ésta y al familiar más cercano utilizando
métodos de entrevista estructurada.

En la actualidad, la mayoría de los estudios aplica las entrevistas estructuradas


disponibles para la investigación clínica. Si se han de investigar trastornos de la
personalidad, es esencial que el enfoque no esté exclusivamente en el comportamiento
de las víctimas durante los meses finales. Es deseable integrar información de varias
fuentes pues, por ejemplo, los padres de adolescentes no conocen siempre los
problemas de uso de sustancias que su hijos pueden haber tenido.

En el Proyecto Nacional de Prevención del Suicidio en Finlandia, los trastornos


mentales de las víctimas de suicidio se examinaron en un estudio diagnóstico de una
muestra aleatoria no estratificada de 229 (16,4%) del total de 1.397 suicidas. La
evaluación diagnóstica retrospectiva de los casos según los criterios del DSM-III-R,
ponderando e integrando toda la información disponible, tuvo lugar en dos fases. En
primer lugar, dos pares de psiquiatras realizaron independientemente diagnósticos
provisionales según la mejor estimación, cuya fiabilidad se comprobó; en segundo
lugar, todos los casos que implicaban un desacuerdo diagnóstico se analizaron de
nuevo con un tercer psiquiatra para lograr un consenso para los diagnósticos según la
mejor estimación finales. La fiabilidad alcanzada iba de moderada a excelente (kappa
de 0,52-0,94). Sin embargo, algunos estudios de autopsia psiquiátrico-psicológica más

87
pequeños en los que sólo un reducido número de entrevistadores y diagnosticadores
recogieron la información y asignaron los diagnósticos han comunicado una fiabilidad
excelente (kappa de 0,80-1,00) en casi todas las categorías diagnósticas. Tener pocos
entrevistadores y diagnosticadores reduce probablemente la varianza de error
metodológico, y resulta en una fiabilidad más alta.

En conjunto, los más de 20 proyectos de autopsia psiquiátrico-psicológica


importantes han documentado que, con raras excepciones, la presencia de un trastorno
mental es una condición necesaria, aunque no suficiente, para que se produzca un
suicidio consumado.

Las dos categorías más prevalentes de trastornos mentales entre los suicidios
consumados son los trastornos del estado de ánimo y los trastornos por uso de
sustancias. Además, la comorbilidad de trastornos mentales parece ser la regla.

Las autopsias psiquiátrico-psicológicas controladas de segunda generación han


confirmado el notable impacto del estado de ánimo y el uso de sustancias o los
trastornos del estado de ánimo y de personalidad concurrentes en la multiplicación del
riesgo de suicidio.

1.3 Consideraciones éticas

Las cuestiones éticas son particularmente importantes al entrevistar a sujetos que han
perdido hace poco a un miembro de la familia en condiciones a menudo traumáticas,
generadoras de ansiedad y culpa y a veces caóticas.

88
La autopsia psiquiátrico-psicológica se realiza por regla general de 3 a 12 meses
después del suicidio, para permitir tiempo para el duelo. Es práctica común dirigirse al
entrevistado primero por carta y luego por teléfono. Se debe dar información completa a
los entrevistados sobre el estudio, y únicamente se los puede entrevistar si dan
consentimiento informado para participar, y tienen completo derecho a negarse en
cualquier momento.

La integridad del fallecido se debe respetar. Ello puede ser difícil a veces, cuando, por
ejemplo, el difunto sufría trastorno de la personalidad o abusaba de sustancias; sin
embargo, incluso entonces las preguntas de investigación se pueden formular de
manera respetuosa y comprensiva, apuntando más bien al sufrimiento final tanto de la
víctima como del familiar.

Los investigadores que llevan a cabo la autopsias psiquiátrico-psicológica suelen


encontrar que los familiares encuentran liberadora la entrevista de investigación, en
lugar de hallarla cargada de estrés. Si es necesario, se debe ayudar a cualquier familiar
que necesite apoyo psicológico adicional o tratamiento psiquiátrico a entrar en contacto
con las facilidades respectivas

METODOLOGÍA DE APLICACIÓN FACTIBLE

Primeramente se deben valorar los factores de riesgo suicida, auto agresividad,


heteroagresividad y "accidentalidad".

En segundo lugar valorar el estilo de vida inmersa en la cotidianeidad del ahora


occiso observando factores como promiscuidad, deportes de riesgo o extremos,
“amistades peligrosas “, asiduidad en los consumos de alcohol y sustancias
psicoactivas.

89
Es menester también determinar el estado mental ó psiquiátrico (salud, trastorno
mental y personalidad) en el momento de la muerte, si estaba bajo un estado de
depresión, angustia, ataque de pánico; si contaba con alguna reacción psicótica,
paranoide, estado crepuscular, con algún síndrome delusivo ó alucinatorio, con alguna
celotipia.

Definir y establecer áreas de conflicto o motivaciones por pérdidas objétales de


pareja, familiares, bienes; algún tipo de duelo patológico, problemas económicos,
vivienda o laborales, de seguridad personal.

La conjunción de todos estos elementos nos permite determinar el Perfil de la


Personalidad del ahora occiso para estar en posibilidad de dilucidar si tiene una
“Personalidad Predispuesta” por factores como impulsividad, perseverancia, baja
autoestima, componentes caprichosos, o conductas dominantes, arrebato y obcecación,
desconfianza ó suspicacia y/o Trastornos de Personalidad esquizoide, paranoide,
explosiva, etc.

Detectar el Síndrome Presuicida por medio de las manifestaciones del ahora occiso a
sus familiares y amigos con la recolección de diversas apreciaciones como comentarios
pesimistas (nihilistas), sentimientos de desesperanza, minusvalía, soledad, desamparo,
etc.; intentos presuicidas, planes suicidas, ideación suicida, fantasía suicida, consumo
de alcohol y drogas, trastorno depresivo, además de mensaje verbales, encontraremos
con este escrutinio mensajes no verbales, escritos, vía internet, redes sociales, etc.

Lo anterior nos permite Determinar el Estado Presuicida, que el ahora occiso


contaba con una personalidad predispuesta, algún trastorno mental como depresión ó

90
psicosis, además de que por sus conductas suicidas ha tenido intentos previos de
terminar con su vida.

Por ello quiero reforzar que como definición de autopsia psiquiátrico-psicológica


entenderemos la exploración retrospectiva e indirecta de la personalidad, de la vida
psíquica o Estado Mental de una persona fallecida, es decir, es la evaluación post-
mortem de “como era la persona en vida". Es una reconstrucción socio-psicopatológica
post-mortem.

Cuyo objeto de estudio es la personalidad ó forma de ser de un individuo que se


manifiesta a través de cartas, diarios, escritos, notas, hábitos o intereses (hobbies,
deportes), obras de arte (pinturas, poemas, etc.), interrelaciones personales (amigos,
parejas sexuales, amorosas), clubes, lenguaje escrito, verbal, gestual y corporal.
También dentro de este estudio podremos reconstruir su forma o estilo de vida: juergas,
deportes peligrosos y lugar de habitación: cuarto, departamento, casa, zona de
ubicación de la misma, todo esto en relación a lo tangible.

Dentro de lo intangible podemos vislumbrar su vida psíquica que no es otra cosa que
el sentir, pensar, actuar, sus motivaciones, antecedentes psicopatológicos, traumas,
etc., mismas que configuran las características particulares de una persona en sus
aspectos de personalidad, salud mental, aspectos sociales y espirituales.

Clínica y criminológicamente también es importante conocer el estado mental que se


conforma con el estudio de las alteraciones psicopatológicas que pudieran guardar una
relación sindrómica etiológica de algún trastorno mental y su relación cronológica,
cualitativa, cuantitativa, con el supuesto delito o hecho investigado.

91
Todos estos aportes nos permiten armar de manera consistente la Teoría de Caso que
nos llevara a dilucidar en el ESTUDIO DE MUERTES EQUIVOCAS, si nos encontramos
dentro de la hipótesis planteada en el código penal como suicidio, homicidio, accidente
o hasta una incitación al suicidio de aquellas personas que por su grado de
vulnerabilidad sean susceptibles de ser objeto de instigación por terceros.

Los objetivos específicos de este tipo de periciales son determinar el Estado Mental
de una persona antes de su muerte es decir saber lo que piensa, siente y las
motivaciones que rigen su conducta, forma de actuar y sus relaciones con el hecho
estudiado: “No toda víctima es inocente”.

También determinar y/o establecer si las acciones efectuadas por una persona fallecida
fueron realizadas en circunstancias que la hacían incapaz de administrar sus bienes,
tomar decisiones o dirigir sus acciones: firmar testamentos, contratos, matrimonio, etc.
Aquí lo importante es determinar el estado mental en el momento que firmó
documentos legales o tomó decisiones de implicancia legal. “La emoción ciega la
razón”.

Establecer la personalidad o perfil psicológico, de una persona fallecida y su relación


con el hecho investigado ó delito. “Para tal víctima... tal victimario”.

Verificar el coeficiente intelectual y estado de resistencia o indefensión del individuo


fallecido.

Además de determinar el grado de participación y rol que cumplió en los hechos


investigados: ¿Víctima? ¿Suicidio? ¿Accidente?

92
Dentro de los instrumentos o medios de investigación existentes se utiliza un
Protocolo de Necropsia Psicológica (PNP) estructurado, sistematizado y estandarizado,
de tal forma que disminuye al mínimo el factor subjetivo pues todos los exploradores
tienen que realizar la investigación de la misma manera, el formulario es de respuesta
cerrada (objetiva) la cual puede ser corroborada por terceras personas.

Está demostrado por diversos estudios que recurrir a terceras personas, (testigos,
observadores) para obtener información acerca de un fallecido resulta confiable, el
método es viable, el instrumento aplicable y sobre todo puede generalizarse para el
estudio de otros hechos que deseen investigarse.

Lo más importante en la realización de una autopsia psiquiátrico-psicológica es la


forma de realizar la investigación o metodología, la cual parte del lugar del hecho, en
donde no sólo se “levantan” huellas objetivables por expertos en criminalística, sino que
el Psiquiatra o Psicólogo Forense puede “ levantar huellas psicológicas” que quedan
impresas en el lugar donde habitó la víctima y en las personas que interactuaron con
ella. “ La escena de muerte emite señales que el Psiquiatra ó Psicólogo Forense debe
decodificar e interpretar de manera conjunta con el Criminólogo aportando al operador
del Derecho Penal la fundamentación metodología de la Teoría de Caso a interpretar y
dilucidar".

La escena de la muerte debe incluir lugar del hecho, estudio de la habitación de la


víctima, entrevista a testigos o personas que estuvieron cerca o fueron las últimas en
comunicarse con él, revisión y clasificación de diarios, notas, cartas, literatura, vídeos,
etc., entrevistas a personas que conocieron al fallecido en correspondencia al orden de
relación considerando a familiares, amigos, compañeros de trabajo, religión, estudio,
clubes, etc., vecinos, parejas sentimentales y sexuales, y como medida precautoria
debe excluirse a los sospechosos.

93
Intercambiar criterios, hipótesis, o impresiones, lógicas, razonables, demostrables
objetivamente sobre los hallazgos entre los diferentes miembros del equipo de
Operadores del Nuevo Sistema Acusatorio que se integra por lo menos por un
psiquiatra ó psicólogo forense, médico legista (quienes hicieron el levantamiento de
cadáver y realizaron la Necropsia Legal) criminalista, investigador de la policía,
ministerio publico o fiscal, para llegar a determinar y dilucidar dentro de la Teoría del
Caso de manera fehaciente el perfil de la víctima (factor predisponente- huésped), perfil
del victimario (factor determinante-agente), circunstancias que rodearon al suceso
(ambiente) y finalmente las motivaciones por parte de la víctima y victimario (factor
desencadenante).

La utilidad preponderante de la autopsia psiquiátrico-psicológica como Técnica


Pericial Psiquiátrico-Psicológica Forense es que determina el estado mental de la
persona fallecida, en el momento de su muerte y tiene las siguientes aplicaciones:

1.- Investigación Criminológica:

“ La víctima no es sólo un objeto inanimado, sino elemento activo en la dinámica de un


delito", por lo tanto un estudio de la criminogénesis y la criminodinámica no es serio
sino se tiene en cuenta el rol de la víctima y en que medida ésta ha contribuido
consciente o inconscientemente en el hecho delictivo. (“Iter Victimae"). Hay que
recordar que la víctima y el victimario son complementarios. La caracterización de la
víctima es factible mediante esta técnica.

En la psicodinamia de los homicidios, predomina la provocación. “El homicidio es


provocado inconscientemente por la víctima”.

94
Existen las llamadas víctimas provocadoras quienes física o verbalmente provocan al
agresor.

Hay víctimas que pertenecen a la subcultura de violencia y entre ellos el rol de víctima y
victimario es fortuito e intercambiables y la criminodinámica esta determinada por
factores criminoimpelentes (machismo, venganza, “broncas") y por la escasez de
factores criminorrepelentes (la violencia no es mal vista, nadie la frena, al contrario la
aplaude o disfruta: box, full contact, etc.)

El uso de alcohol es un factor victimógeno y criminogénico. “ El alcohol está a la cabeza


de los factores que crean víctimas".

La autopsia psiquiátrico-psicológica nos permite conocer el rol de la víctima en el


hecho delictivo o de estudio y facilita la investigación judicial estableciendo un círculo de
sospechosos en los delitos de homicidio además de dilucidar las muertes dudosas.

En el Derecho Penal, el establecer el estado Mental de una víctima de homicidio en el


momento de su muerte nos permite definir si se encontraba en “estado de indefensión”
y variar la tipificación del delito (de homicidio simple a homicidio agravado), puesto que
el autor habría actuado contra una persona física, psicológica y jurídicamente
indefensa.

Sin embargo también puede constituir un atenuante si se demuestra que se trataba de


una víctima provocadora, que precipitó o catalizó su propia victimización llevando al
autor a un estado de “desorganización psicológica” que determinó o influyó en el paso
al acto homicida.

95
Ahora, en el Derecho Civil lo importante no es establecer el estado mental de un
fallecido en el momento de su muerte sino en el momento que firmó documentos
legales.

Establecer que las acciones de carácter legal tales como: firmar documentos,
testamentos, matrimonio, contratos, etc. realizadas por una persona ya fallecida fueron
realizados en circunstancias que la hacían incapaz de administrar sus bienes, tomar
decisiones o dirigir su persona, determinaría la anulación de las mismas.

A manera de Prevención De Muerte Violenta: Suicidas, la autopsia psiquiátrico-


psicológica permite detectar la población de riesgo suicida o la más expuesta al
suicidio.

El conocer las causas y circunstancias que determinaron el suicidio nos permite


prevenir nuevos decesos, estableciendo los grupos de riesgo y planteando
intervenciones en crisis.

Si todos los suicidas emiten señales, entonces el suicidio se puede prevenir, sólo se
trata de captar las señales y decodificarlas para evitar el desenlace.

La autopsia psiquiátrico-psicológica es una técnica pericial altamente especializada


y es realizada por Psiquiatras ó Psicólogos Forenses especializados en esta técnica
que apoyados en los aportes de un Equipo Multidisciplinario el cual debe incluir al
médico legista quien realizó el levantamiento del cadáver, el médico legista quien
realizó la necropsia de legal, expertos en criminalística, al investigador policial, al
psiquiatra forense, al psicólogo forense (cuando es necesario) y al Juez o Fiscal como

96
Operadores del Nuevo Sistema Penal Acusatorio que disponen de la realización de la
autopsia psiquiátrico-psicológica en los casos de:

a) Muerte dudosa ¿Suicidio, homicidio, o accidente?


b) Sospecha de incapacidad mental en el momento de firmar documentos legales o
realizar acciones de índole legal.
c) Determinar el perfil de la víctima: indefensa, retardo mental, etc.(iter victimae)
d) Determinar el perfil del victimario (Iter criminis) y establecer él circulo de
sospechosos.
e) Establecer la criminogénesis y la criminodinámica del delito.

A fin de facilitar la realización de esta Técnica Pericial el psiquiatra forense podrá, con
el sigilo respectivo, tener acceso a todo lo actuado: declaraciones testimonios, objetos,
pericias, etc., entrevistar a las personas que considere necesarias: amigos, testigos,
vecinos, etc., presenciar en lo posible el levantamiento de cadáver, necropsia legal o
reconstrucción de los hechos.

El informe pericial de la autopsia psiquiátrico-psicológica debe concluir analizando


previa discusión del equipo multidisciplinario, el perfil de la víctima, perfil del victimario,
motivaciones, estilo de vida. Además del estado mental del fallecido: salud mental,
personalidad, coeficiente intelectual y circulo de sospechosos.

Las conclusiones son en términos probabilísticos pues se trata de una evaluación


indirecta y las conclusiones inferenciales solo cobran valor al integrarse al resto de
los elementos criminalísticos médicos legales, investigaciones criminológicas o
victimológicas.

97
Desde los inicios de las investigaciones en autopsia psiquiátrico-psicológica, se han
realizado diferentes protocolos de investigación que incluyen diversos Items dirigidos a
registrar datos de manera homogénea y sistemática. La mayoría de los protocolos se
han dirigido al estudio de suicidios; también existen otros para ser aplicados en
homicidio, y para la investigación de características socioculturales y de rasgos de
personalidad en los suicidas cuyos resultados pretenden generar estrategias de
prevención.

En algunos de los estudios realizados con el método de la autopsia psiquiátrico-


psicológica se utilizan instrumentos predeterminados con preguntas diseñadas según
el tipo del estudio algunos estructurados como encuestas que pueden ser aplicadas por
personas no expertas. Otros estudios utilizan entrevistas estructuradas similares a la de
una entrevista psiquiátrica, dirigida a evaluar puntos específicos, teniendo en cuenta
que el informante es una tercera persona. Algunos estudios han utilizado la entrevista
telefónica como medio para obtener la información. De todas maneras, además de la
recolección de esta información a los familiares y / o allegados de las víctimas, la
autopsia psiquiátrico-psicológica debe contar con información adicional como historias
clínicas de la víctima, proceso judicial si lo hubiere, evidencias que este contenga,
escritos, grabaciones, notas suicidas o cartas de la víctima en los meses anteriores al
evento que se investiga.

La conclusión del estudio de autopsia psiquiátrico-psicológica debe ser expresada


en términos de probabilidades. Este procedimiento no puede determinar con exactitud
si la muerte fue suicidio, homicidio, o accidente. El método es parte del rompecabezas
de la investigación y tiene utilidad sólo como un elemento más en el contexto de la
misma.

Para realizar la investigación de la autopsia psiquiátrico-psicológica se sugiere


seguir los siguientes pasos:

98
1° Realizar entrevistas libres, dirigidas y focalizadas con los familiares más
directos, para posteriormente usar el método de investigación de escena de los
hechos abierta (investigar en círculos cada vez más alejados de la víctima).

2° Realizar entrevistas a profesionales que hayan tenido que ver con la víctima
(bancos, oficinas de prestamos, comercios, médicos, profesores, etc.).

3° Explorar los resultados de acuerdo a las cuatro puntas del método de la


estrella.

4° Realizar el informe de la autopsia psiquiátrico-psicológica.

5° Presentar el informe en el juicio oral.

Se investigan antecedentes médicos, psiquiátricos y judiciales. Con la información


completa se debe establecer qué rasgos de personalidad presentaba y si alguna
patología mental tuvo incidencia en las circunstancias de su fallecimiento. Finalmente
se hace una aproximación a las circunstancias que determinaron su muerte y la posible
participación de la víctima en las mismas41.

El problema de la presentación de los resultados de la autopsia psiquiátrico-psicológica


en orden de probabilidades, hace que sea necesaria una forma grafica, didáctica de
mostrar dichos resultados. Según Núñez de Arco, el Método de la Estrella de cuatro
puntas, cumple dichos objetivos, en este método se analiza:

1° El estado depresivo

2° Apoyo familiar y psicosocial

3° Biografía

4° Características de la personalidad.

41
Jiménez, I. La autopsia psiquiátrico-psicológica como instrumento de investigación. Revista Colombiana de
Psiquiatría. Vol XXX. N° 3, 2001

99
Cada una de las cuatro puntas se amplía en la medida que existan más factores,
creando un mayor espacio. A mayor tamaño de la estrella, existe mayor probabilidad de
suicidio. Este método grafico de presentación de los resultados resulta fácilmente
comprensible para el jurado, ya sea técnico o el jurado popular. Porque permite
visualizar en base a una estrella de cuatro puntas, la existencia de la posibilidad de
suicidio o no, en base al tamaño de la estrella.

El protocolo de la entrevista debe contener los datos socio-demográficos de la victima


como: fecha de muerte. Edad al morir, lugar de residencia, ocupación, estado civil,
religión, etc.

Una revisión de los hechos en que falleció desde la perspectiva de las personas que
son entrevistados, incluyendo información de otras fuentes disponibles (proceso penal,
cartas, grabaciones, etc.). Además se hace una reconstrucción de la vida de esa
persona, prestando especial atención a los periodos críticos del ciclo vital, como los
enfrento, las dificultades, síntomas que presento, etc. Igualmente una historia del
núcleo familiar, explorando los vínculos e interacciones con cada uno de los miembros.

LA AUTOPSIA PSICOLOGICA EN LA INVESTIGACION CRIMINAL

Autor: Dra. CM Teresita García Pérez, Lic. Raineri Rojas López

(Consejo Consultivo Nacional de Investigación Criminal)

E.Mail: tere@infomed.sld.cu

I. Introducción:
Desde el año 1993 la Sección de Homicidios de la Unidad Provincial de Operaciones Policiales y el Departamento
Nacional de Homicidios de la Dirección Técnica de Investigaciones de nuestro país incorporaron una técnica
validada por el Instituto de Medicina Legal mediante la cual se puede llegar a discriminar la etiología médico legal
de la muerte y también determinar si la persona fallecida se encontraba en estado de indefensión o si provocó a quien
resultara homicida. Esta técnica es la autopsia psiquiátrico-psicológica, cuyo valor como prueba pericial en nuestro
país fue reconocido en el Forum de Ciencia y Técnica Criminalística de Ciudad de La Habana en 1994 (2) y en el
Encuentro Internacional de Criminalística "TecniCrim' 95 (3).

Como antecedente histórico del surgimiento de la autopsia psiquiátrico-psicológica como técnica pericial se recoge
en nuestro país el análisis psicológico del teniente Jack Lester Mee, héroe de la Segunda Guerra Mundial, víctima de
un homicidio a manos de su amante, en 1947, a solicitud del letrado de la defensa para probar que el occiso era
"anormal y peligroso" como justificación al gesto homicida de su cliente. En aquella ocasión los doctores Díaz
Padrón y Henríquez estudiaron cartas, diario íntimo y un libro de poemas escrito por el finado, también revisaron la

100
historia clínica de un hospital militar donde había estado recluido el que resultara víctima pudiendo establecer que
padecía un trastorno de la personalidad particularmente centrado en su vida sexual (4).

En los años 50 el Jefe de Exámenes Médicos Forenses de los Ángeles, California, comenzó a remitir las muertes
equívocas al Centro de Prevención del Suicidio para su investigación solicitando consulta para la determinación de la
certificación más apropiada de la muerte, si suicidio o accidente (5), a partir de la necesidad objetiva de uniformar la
recogida de la información Robert Litman estableció los elementos esenciales para el proceso de investigación al
cual se le denominó "Autopsia psiquiátrico-psicológica" (6) y que ha sido utilizado desde entonces para la definición
de la etiología médico-legal de muertes dudosas donde una de las hipótesis a descartar es el suicidio (7).

La autopsia psiquiátrico-psicológica es un procedimiento para evaluar después de la muerte como era la víctima
antes de la muerte (8), el método norteamericano consiste en reconstruir en un sentido biográfico la vida de la
persona fallecida enfatizando aspectos tales como su estilo de vida, personalidad, stress recientes, enfermedad mental
y comunicación de ideas orientadas a la muerte, con especial focalización sobre los últimos días y horas. Esta
información es recogida de documentos personales, registros policiales y médicos, expedientes judiciales y de las
entrevistas con la familia, amigos, socios de trabajo o escuela y médicos, estas entrevistas son realizadas en forma
abierta.

La mayor aplicación de la autopsia psiquiátrico-psicológica ha sido en estudios relacionados con el suicidio con fines
médicos preventivos, en 1979 Terroba y Saltijeral, del Departamento de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales
del Instituto Mexicano de Psiquiatría, propusieron un método de autopsia psiquiátrico-psicológica para el estudio del
suicidio que aunque fue evaluado como confiable, sus propios creadores le señalaron que necesitaba sistematizar los
criterios de calificación y la definición de los síntomas en cada una de las escalas (9).

La Sociedad Americana de Medicina (AMA) y la Sociedad Americana de Psiquiatría (APA) aplicaron un método
similar utilizando entrevistas semiestructuradas destinadas al estudio del suicidio consumado en médicos durante los
años 1982 a 1984, el cuestionario tenía 58 largas páginas que recogían la historia médica (orgánica), personal,
familiar y educacional, salud física y mental, relaciones interpersonales, vida familiar, práctica profesional,
circunstancias financieras y una evaluación y análisis narrativo en el cual los entrevistadores daban su interpretación
de los resultados (10).

En estos momentos en el área existen en esencia dos métodos para hacer una autopsia psiquiátrico-psicológica, el
norteamericano y el cubano, con diferencias sustanciales, el primero parte fundamentalmente de evaluaciones
documentales, generalmente bastante tiempo después de la muerte y el segundo parte del propio lugar del hecho. En
1996 participamos en el Congreso de Psicología Jurídica celebrado en la Ciudad de La Habana donde tuvimos la
oportunidad de compartir con especialistas de otros países como Puerto Rico, que utiliza el método estadounidense y
México, que utiliza el cubano (11), resultando evidente la superioridad del nuestro, en cuanto a objetividad y
confiabilidad de los resultados.

*****

Casos controles:

Los 10 casos controles se correspondían con homicidios de cierta complejidad en los cuales los investigadores se
conformaron con la tradicional "investigación complementaria" de víctima y victimario, y aunque técnicamente
tenían los elementos de la autoría, a los informes conclusivos les faltaba el toque humano que a los anteriores les
daba la inclusión de los resultados de las autopsias psicológicas.

Por otra parte el 50 % de estos casos fue esclarecido después de los 60 días, el 40 % después de los 90 días y sólo un
10 % antes entre los 30 y los 60 días

101
El profesor Rodríguez Manzanera plantea que una de las dificultades típicas en el estudio del homicidio es que no
contamos ya con la víctima, no conocemos su versión de los hechos, sus sentimientos, su actuación después del
crimen, en el caso de que haya tenido sobrevivencia, etc (17), con el empleo de la técnica de autopsia psiquiátrico-
psicológica logramos superar esta dificultad y podemos profundizar en la criminodinámica de cada hecho.

Por otra parte coincidimos con el profesor Rodríguez Manzanera en que el homicidio no es fácil de explicar porque
influyen demasiados factores (18), la criminogénesis y la criminodinámica del homicida han sido muy estudiadas,
sus rasgos, su personalidad, su "iter criminis" (19), pero por el contrario falta mucho por saber acerca de la víctima y
de lo que este investigador llama "iter victimae"(20).

Y es que como planteaba Hans Von Heuting en su obra El Asesinato, "la víctima no es únicamente un objeto
inanimado, sino elemento activo en la dinámica del asesinato" (21), tan es así que Neuman afirma que un estudio de
la criminogénesis no puede ser relevante y serio si no se tiene en cuenta el papel jugado por la víctima y en que
medida ella ha contribuido, consciente o inconscientemente al acto(22).

A través de la autopsia psiquiátrico-psicológica pudimos, como parte del equipo de investigación, llegar a conocer la
criminodinámica de los homicidios y sus diferencias con los otros tipos de muertes, llegar a identificar las causas ,
factores y móviles criminógenos , así como los factores criminoimpelentes y eso amplía nuestro espectro de acción al
poder contribuir a la orientación de estrategias preventivas

En los casos revisados en los cuales no se utilizó la autopsia psiquiátrico-psicológica los análisis se quedaron en lo
que pudiéramos considerar "la punta del iceberg" , que son los factores desencadenantes, es decir, lo que precipita el
hecho, el punto final del drama, el último eslabón de una cadena, pero el "camino criminológico", el cómo se llegó
hasta ese final, se pierde, lo cual hace el análisis muy superficial, poco científico, en una era de gran desarrollo
científico- técnico .

Durante la realización de este trabajo pudimos apreciar sobre el terreno que la familia y los allegados (amigos,
vecinos, compañeros de trabajo) de la víctima lejos de ser refractarios a la entrevista, en su gran mayoría colaboraban
de buen grado y muchos se sentían aliviados de poder verbalizar sus consideraciones en relación con el hecho y con
el fallecido.

Cuadro No. 1 : Grado de cooperación de las fuentes:

Enteramente Cooperadoras: 15........75%

Medianamente Cooperadoras: 5........25%

No Cooperadoras : 0

Se realizaron un total de 90 entrevistas con un promedio de duración de 3 horas cada una, lo cual hace un total de
270 horas dedicadas solamente a entrevistar personas relacionadas con los occisos, sin tener en cuenta el tiempo
dedicado a la revisión de documentos el cual osciló en alrededor de 4 horas para cada caso, lo cual hace un total de
80 horas, sumándole el tiempo de exploración en el lugar del hecho, el cual fue variable, pero con un promedio de 4
horas por cada caso, sobrepasarían las 400 horas.

Por considerar que es uno de los aspectos medulares de nuestras exploraciones incluimos un cuadro con la
caracterización psicológica de las víctimas estudiadas:

Cuadro No. 2: Caracterización Psicológica:

Característica Homicidios Muertes dudosas


Caprichoso 8 80% 6 60%

102
Dominante 9 90% 7 70%
Terco 8 80% 4 40%
Impulsivo 5 50% 6 60%
Reservado 4 40% 3 30%
Celoso 4 40% 2 20%
Apartadizo 4 40% 2 20%
Inseguro 2 20% 7 70%
Pesimista 2 20% 5 50%
Posesivo 5 50% 5 50%
Dependiente 2 20% 6 60%

Fuente: Guía de Autopsia psiquiátrico-psicológica

Aunque no podemos establecer un perfil de uno u otro tipo de víctimas, porque la muestra es muy recudida para tales
fines, si consideramos interesante señalar que aunque algunas características como la terquedad, la impulsividad y la
tendencia a ser dominantes y caprichosos son comunes, existen diferencias marcadas en cuanto a la seguridad en si
mismos, la dependencia psicológica y el pesimismo, pues las víctimas de homicidio no comportan de manera
predominante ninguna de estas características y sin embrago, en las de accidente y suicidio si predominaban como
parte de su perfil caracterológico.

Debemos señalar que en el total de casos de homicidio estudiados tuvimos 4 homosexuales (40%) , identificando la
preferencia sexual en primera instancia por la autopsia psiquiátrico-psicológica, sin embargo en el grupo de muertes
dudosas no tuvimos ningún homosexual, esta especial proclividad de los homosexuales a morir por homicidio ha
sido planteada en eventos científicos de la especialidad, dándosele un valor importante para encaminar la
investigación.

Exploramos la existencia de señales presuicidas y resulta interesante ya que los clásicos han hablado de semejanzas
entre la víctima de suicidio y la de homicidio , en cuanto a que la víctima provocadora desafía al victimario por su
deseo inconsciente de morir y por su necesidad psicológica de castigo (23), determinada por un complejo de culpa
(24,25). En nuestra muestra no se confirma esa hipótesis, tan solo en 1 víctima de homicidio se pudieron establecer
algunas señales presuicidas, sin embargo en todas las muertes que fueron tipificadas como suicidio se identificaron
evidentes señales autodestructivas.

Es interesante señalar que, a pesar de no ser psiquiatras los investigadores pudieron identificar las siguientes
alteraciones mentales que luego, al ser analizadas por nuestros asesores en esta materia, fueron interpretadas como
parte de trastornos mentales graves que condujeron al planteamiento del estado de indefensión de la víctima y por
tanto a la tipificación de asesinato

Cuadro No. 3: Alteraciones Mentales Identificadas:

Alteración Homicidios Muertes Dudosas


Dificultades en relaciones interpersonales 9 90% 6 60%
Irritabilidad 7 70% 3 30%
Insomnio - - 9 90%
Ansiedad 2 20% 7 70%

103
Tristeza 2 20% 5 50%
Limitaciones intelectuales 2 20% 1 10%
Lenguaje incoherente 2 20% - -
Hablar solo, como si hubiese otra persona 1 10% - -
Trastornos de memoria 1 10% - -
Trastornos de orientación 1 10% - -

Fuente: Guía de Autopsia psiquiátrico-psicológica.

Otro tanto ocurre con la identificación de áreas de conflicto de luego fueron de medular importancia en la
reconstrucción criminodinámica de los hechos y como podemos apreciar en el cuadro No. 4 tenían sustanciales
diferencias entre los grupos estudiados:

Cuadro No. 4: Areas de Conflicto Identificadas:

Areas de Conflicto Homicidios Muertes Dudosas


Personales 7 70% 6 60%
Familiares 4 40% 5 50%
Vivienda 2 20% 6 60%
Económicos 1 10% 4 40%
Laborales 1 10% 4 40%
Judiciales 3 30% - -

Fuente: Guía de Autopsia psiquiátrico-psicológica.

V. Conclusiones:

1. El método de autopsia psiquiátrico-psicológica puede ser aplicado por investigadores criminalistas e instructores
policiales especializados en Homicidios, contando con la asesoría de psiquiatras o psicólogos para la interpretación
de los resultados.

2. La información obtenida es útil y confiable.

3. La metodología propuesta (Guía de Autopsia psiquiátrico-psicológica para Uso Policial ) es viable.

4. Los casos de homicidios en los cuales se emplea la autopsia psiquiátrico-psicológica como parte de la
investigación se esclarecen en un menor tiempo.

5. En los casos de homicidio en los cuales se emplea la autopsia psiquiátrico-psicológica los informes conclusivos
resultan más ricos e ilustrativos.

VI. Recomendaciones:

Generalizar el empleo de la Guía de Autopsia psiquiátrico-psicológica a la investigación de todos los delitos de


homicidio y muertes dudosas en el país.

VII. Bibliografía:

104
1. Snyder Le Moyne. Investigación de homicidios. Ed. Cptan San Luis,1984,p.19.

2. García Pérez, T; Rojas López, R. La Autopsia psiquiátrico-psicológica como método de estudio de las víctimas de
homicidio y asesinato. Forum Provincial de Ciencia y Técnica Criminalística de Ciudad de La Habana, 1994.

3. García Pérez, T; Rojas López, R. La Autopsia psiquiátrico-psicológica como método de estudio de las víctimas de
homicidio y asesinato. Encuentro Internacional de Técnicas Criminalísticas (TecniCrim' 95), Holguín, 1995.

4. Díaz Padrón ,JA ;Henríquez, EC."Análisis psicológico de un muerto"(el homicidio del Teniente Jack Lester Mee).
Responsabilidad criminal ante los tribunales, La Habana, 1947, p.243-75.

5. Litman, RE et al. Investigation of equivocal suicides. JAMA, Vol. 184,1963,p.924-29.

6. Litman, RE. Psychological-psychiatric aspects of certifying modes of death. J Forensic Sc, Vol. 13, No. 1, Jan
1968,p.46-54.

7. Litman, RE. 500 Psychological Autopsies. J Forensic Sc, Vol. 34, No. 3, May 1989,p.638-46.

8. Terroba, G ; Saltijeral , MT. La autopsia psiquiátrico-psicológica como método para el estudio del suicidio. Sal
Púb. Méx., Vol.25,1983, p.285-93.

9. Douglas, A ; Sargent, JD. Council of Scientific Affairs. Results and implications of the AMA- APA Physician
Mortality Project. Stage II. JAMA , june 5, Vol. 257, No.21,p.2949-53.

10. Rodríguez, J; García, T; Ramírez, T. Autopsia psiquiátrico-psicológica. Panel presentado en el II Congreso


Iberoamericano de Psicología Jurídica, La Habana, 1997.

11. Rodríguez Manzanera, L. Victimología .Estudio de la víctima. 2da. Ed. Edit. Porrúa, SA. México,1990,p.254.

15.

16.

17. Rodríguez Manzanera, L, op. cit. .(Victimología, p.259).

18. Rodríguez Manzanera, L.,op .cit.(Victimología ,p.113).

19 Rodríguez Manzanera, L. El homicidio en México. Criminología en América Latina. UNICRI, pub.33, Roma,
Mayo 1990,p.155.

20. Rodríguez Manzanera, L. Criminología. Ed. Porrúa, SA. México, 1993,p.465.

21. Hentig,Hans Von. El Asesinato, Espasa-Calpe, Madrid, España, 1962,p.273.

22. Neuman, E. Victimología. Ed. Cárdenas, México,1989,p.23.

23. Durkheim, E."El suicidio",Schapire, Buenos Aires,1965.

24. Hesnard, A, op. cit.(Psicología del Crimen, p.56.

25. Freud, S. El delincuente por culpabilidad. Obras Completas. Madrid, Ed. Biblioteca Nueva, 1948:p.1001

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106
Amuchategui Requena. Irma Gricelda.- Derecho penal.- Colección de Textos
Universitarios, Editorial Harla, S. A., México, 1998.

¿Qué lugar para el psicoanálisis y los psicoanalistas en las instituciones carcelarias?


Las entrevistas son el espacio necesario para el posible encuentro con el psicoanalista
si su acto lo funda . Él puede estar allí, aún para aquellos que, como el caso a relatar,
no lo piden y nos obligan a pensar la necesidad del analista en la institución en estos
tiempos de economía de guerra y políticas ad hoc.

PSICOANÁLISIS E INSTITUCIONES CARCELARIAS

Los psicoanalistas no circunscriben su tarea a los márgenes que le delimita el discurso


analítico y tampoco dependen de que sus analizantes les confieran tal título, lo que
haría de ellos un puro imaginario.

Por razones varias y básicamente la necesidad de ganarse el pan, algunos practicantes


se incorporan en las diversas instituciones cerradas que reciben “menores en conflicto
con la ley penal” y generalmente logran adquirir cierta “experiencia”.

Con algunos sucede que ponen a prueba sus conocimientos así como sus carencias y
con los obstáculos de su práctica aspectos de sus creencias teóricas. En este punto
nos incluimos entonces, compensando con ímpetus renovados las dificultades propias
del terreno.

¿Qué lugar para el psicoanálisis y los psicoanalistas en las instituciones carcelarias?i[1]

Las entrevistas son el espacio necesario para el posible encuentro con el psicoanalista
si su acto lo fundaii[2]. Él puede estar allí, aún para aquellos que, como el caso a relatar,
no lo piden y nos obligan a pensar la necesidad del analista en la institución en estos
tiempos de “economía de guerra” y políticas ad hoc.

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El caso es el de un joven de 17 años, un “menor en conflicto con la ley penal” para
algunos, “un delincuente” para el común de la gente, y “un chorro” para él solo cuando
se rodea de amigos ya que ante los profesionales que lo atendían no se trataba mas
que de “cosas que hizo y que no hará más”.

Patricio, por darle un nombre un poco acorde a cierta imagen de sí, estaba en un
instituto “cerrado” de menores privado de libertad por unas ocho causas de robo en
diferentes grados y drogas, y había pasado por varios lugares de los denominados
“abiertos” (con escasas medidas de seguridad) fugándose de todos ellos y reincidiendo
en los delitos.

Se lo asignan al nuevo psicólogo (ya tenía tres semanas de ingresado al


establecimiento y era atendido por otro profesional), “encomendándoselo”, como se
dice, al mejor estilo de otras instituciones argentinas que asignan los casos en acuerdo
con la dificultad. Se trata de un caso que no responde al denominador común del
silencio, sí a la ausencia de demanda, lo asintomático excepto claro está, la queja por el
encierro.

Él se presenta a las entrevistas muy respetuoso y comunicativo, mostrando su


urbanidad y haciendo un pequeño esfuerzo por aparecer dócil e interesado. Se define
como una “buena persona”, un joven “que hace deportes”, “alguien que hace una vida
sana”, y ciertamente, tenía un buen estado físico y exhibía un cuerpo con musculatura
resultados del ejercicio de pesas. No se identifica con sus pares internados a los que
desprecia porque son “chorros” y “drogadictos”.

A medida que transcurren las entrevistas y toma confianza su fluida comunicación se


torna verborrágica y los pedidos pasan de insistentes a urgentes demandas que deben
ser satisfechas. “Debe dársele una oportunidad”, vocifera de todas las maneras en una
exigencia de derecho amparada en: ser un menor de edad y no saber cuanto tiempo se
lo va a tener en esta condición, tener un hijo del cual debe ocuparse, una madre que lo
quiere egresar etc. etc.

Dice no tener “problemas” refiriéndose a las dificultades de convivencia con sus


compañeros de sector de internación, que él no es “malo”, que “los demás si”, que “son

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los demás los que lo molestan”, y con relación a las causas, que “cometió un error pero
que ya fue” y por supuesto que “no lo volvería a hacer”.

Tampoco reconocía conflictos familiares, porque aunque ubicaba sus conductas como
el emergente por ejemplo de la separación de sus padres, esto no configuraba algo
digno de preocupación. Y en cada hecho que es mencionado para probar su inocencia,
lo abierto se cierra sin mas, muchas veces con un “pero eso ya fue” indicando su
estatuto de pasado al modo del realismo ingenuo y su falta de lugar en su (rechazando
toda posibilidad) subjetivación.

Si Patricio llegaba a suponer que se ponía en cuestión alguna de estas afirmaciones


que realizaba, u otras del mismo estilo que por cierto no envidiarían en nada a las del
famoso señor del caldero que relata Freud tanto por ingeniosas como por
contradictorias, no demoraba una respuesta en la que desde el enojo podía pasar a la
furia en una escalada sin solución de continuidad, incluidos los improperios retirándose
de las entrevistas.

Evidentemente este no era el camino.

En el tiempo que llevaba de internación, unos meses, con su actitud general había
logrado producir un indubitable malestar en casi todos aquellos con los que entraba en
contacto al punto que las autoridades del establecimiento se dirigieron al profesional
que lo atendía inquiriéndole gentilmente por los planes de destino del sujeto en
cuestión. Claro está, en varias ocasiones.

A la par de sus demandas/exigencias, imprecaciones a la persona del juez y todo aquel


que sigue en la línea del encierro y exclamaciones de lo injusto de ello, con sus
compañeros se aprovechaba de su contextura física, robándoles, maltratándolos y
generando situaciones difíciles al punto que el personal de seguridad tuvo que
intervenir cuando casi toda la sección (cerca de veinte jóvenes) intentaron atacarlo.

En fin, la posición de Patricio es la de alguien que no puede dejar de demandar al otro


un reconocimiento de su ser de excepción al tiempo que le miente.

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Toda intervención por parte del analista era prácticamente ignorada, ni aún cierto
silencio complaciente a las mentiras o la aceptación de ellas con el fin de que dieran pié
a alguna interrogación lograban moverlo un milímetro de su postura de queja y lo justo
de sus reclamos; no aparecía forma de implicación a lo que podríamos definir como su
propia parte en el desorden.

En este impasse se hallaba el analista, allí recurre a la lectura de su legajo [una suma
de información judicial, psicológica, social etc. en un riguroso desorden tópico ya que el
criterio es la cronología, que se inicia cuando un menor ingresa al sistema] buscando
referencias de su historia [lo que no se sospecha de muy ortodoxo, en fin, a tono con el
resto] que pudieran orientar sus intervenciones. Surge de esa lectura que en una
internación anterior sus entonces compañeros habrían intentado violarlo, de lo cual no
había hecho mención alguna.

Otro dato, esta vez proporcionado por la madre en las entrevistas, es su abandono
escolar a los diez años para empezar a trabajar con su padre, obligado por este. Padres
separados desde hacía tres años, “él bebía” dice ella.

También agrega que Patricio retorna “siempre” (aclara) a su casa dado que vivir con su
progenitor le resultaba difícil de sostener.

La hipótesis que se empieza a configurar es la de alguien que en el pasado habría sido


“injustamente” tratado y que en la actualidad no puede dejar de decir esta mentira
verdadera, que esta persona que tomaba el rol de opresor había estado sufriendo
malos tratos y que este era el eje de su posición.

En la siguiente entrevista el analista interrumpe en un momento la habitual catarata


verbal indicándole que efectivamente él era una víctima. [Hasta ese preciso momento la
víctima había sido el analista]

El efecto inmediato fue que Patricio no le interrumpiera (lo cual era ya algo) antes de
concluir, es mas, se queda en silencio un momento y luego relata lo que había hecho su
padre, el maltrato y abandono que le infligió así como del sentimiento permanente de
ser usado para fines económicos.

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En lo que sigue de las entrevistas Patricio deja de quejarse y demandar en forma
querellante salidas, al tiempo que comienza a relatar situaciones de su historia con su
padre.

En una de las entrevistas comenta en tono de revelar un secreto, el intento de violación


que sufriera en otra internación lo que sumado a lo anterior configura un cierto
encadenamiento de escenas.

Comenta amargamente el cambio sufrido a partir de que su padre hubo estado preso,
de cómo lo obligó a dejar la escuela e ir a trabajar muchas veces sin comer en todo el
día, etc.

El aprovecharse del otro y el maltrato en sus diversas formas -que él repite con sus
compañeros- denuncia la identificación, lo que admite alguna vez ante un señalamiento
con un silencio que otorga, pero que no alcanza para cesar de repetir aunque en forma
morigerada.

Luego de una salida dispuesta por el juzgado de la cual retorna, aborda al analista en
un pasillo, en un estado de visible ansiedad solicitándole urgentemente hablar, y sin
dilación relata ahí mismo una falla viril que ocurre ante la situación de encuentro sexual.

Tomando en cuenta que Patricio era un fuerte consumidor de cocaína y que


obviamente sabía de los efectos que esta produce, es dable suponer que intentó otra
cosa, es decir, ir al encuentro sexual como alternativa al consumo.

Dicho esto, de inmediato conmina al analista que “diga que esto no va a volver a
suceder”.

El mismo le indica que no puede asegurarle eso pero Patricio parece nuevamente no
escuchar, retirándose con muestras de frustración a la reiteración de parte de su
analista.

A los pocos días el juzgado lo egresa.

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La demanda que le dirige al analista impone un movimiento que nos resulta interesante.

Se trata de un llamado a un Otro garante que indica el establecimiento de una


transferencia. Llamado que por su estructura consagra como obtura la emergencia de
la división subjetiva ya que en el horizonte y a pesar de la angustia que trasunta no se
trata mas que de una simple imperfección, una falla localizada, a fin de cuentas.

La sutil diferencia de esta demanda con respecto a la “demanda médica” de curación


pasa, por situarse en el plano psíquico como sufrimiento (amen de que de esa parte del
cuerpo se adueñaron en buena medida los psico...), no basta para pensar en la
institución del psicoanálisis propiamente dicho y sabemos que por estructura no
coinciden el discurso analítico y la demanda de sentido.

La división subjetiva lo alcanzaría a él sí también a su Otro, pero lo preserva en su


saber.

La fugaz impotencia es algo nuevo para él, ¿es pensable como efecto de este
significante nuevo “víctima”?

Hasta el momento que se “realiza” por decirlo así, anudándose a lo imaginario este
significante tiene todo el peso de lo real que se actúa en los lindes de una transferencia
de tipo negativa -a tener muy en cuenta si se va a trabajar con esta “población”.
Transferencia presente por ejemplo en los fallidos en las entrevistas donde se lo llama
al profesional con la denominación que tiene el personal de seguridad.

A partir del invento significante se empieza a tejer una historia con escenas y
personajes y la aparición de un protagonista: el sujeto del relato con su consiguiente
borneo transferencial. Algo mas positiva, por cierto.

También a partir de allí surge el tropiezo en la relación con el Otro sexo.

Patricio venía repitiendo en su vida ciertas circunstancias, relaciones que condensaban


su ser de víctima, pero estas repeticiones habían sido vanas y el goce se seguía
reproduciendo.

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Hasta que en un momento la introducción del vocablo víctima nombrándolo le permite
comenzar a desprenderse de ese goce traumático y también del mito que se había
construido como sostén de sus conductas psicopáticas y su reivindicación de ser una
excepción.

Es la forma de realizar una “finta” a la castración pasando por el camino del “al menos
uno” al que no lo alcanza, la excepción. Esto es lo que surge reiteradamente con los
dichos en los que se separan muchos de ellos, “los chorros“, del “todos los hombres”
cuando se nombran: “no soy un gil laburante”. Aún cuando por su condición de
toxicómano, Patricio no sea el “modelo ideal de delincuente”.

Del objeto más abyecto al “puerro en la ristra de cebollas”iii[3] también hay un solo paso
que en este caso no es el de Calais pero al igual que en aquel chiste lo obliterado es
nada menos que la castración y casi toda la humanidad con ella.

Patricio empieza a separarse de este padre para el que solo valía en tanto hiciera
presente el objeto de goce ora con el dinero que le da acceso a la bebida o con su
cuerpo, ser de maltrato-indiferencia.

En este sentido se comienza a producir un desplazamiento de la excepción paterna, del


nombre relacionado con el padre, que es el Uno de la excepción.

El sufrimiento condensado en esa amalgama donde se sepulta la falta en el Otro no


daba lugar a un síntoma, y ¿cómo podía instalarse una demanda de tratamiento si la
falla en relación con los ideales no aparecía mas que para el Otro?

Ofertar una escucha puede parecer en algunas ocasiones poca cosa, en especial para
quienes contabilizan los costos y los muchos, escasos resultados, y a ello debemos
agregar, (porque como siempre, están muy bien asesorados, a la moda diríamos) la
especial situación de que a quienes atendemos no están enfermos, porque no
demandan. No presentan una queja, un síntoma y solo sufren de estar presos, es decir
que si se les brinda una atención “psi” se los esta sometiendo a un tratamiento
compulsivo. ¡No son enfermos, se trata de “menores en conflicto con la ley penal!”

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Nada nuevo bajo el sol, ya en los treinta la sociología conductista nos quería enseñar
que no se trataba de personas con problemas individuales sino de trastornos “socio-
génicos!”

Desconocer que las diversas patologías del acto que pueblan los lugares de reclusión o
que el síntoma es lo mas propio de lo humano es la mitad que se conjuga con el
otorgamiento de un único estatuto de sujetos proveniente del derecho (nada menos que
el ejemplo del discurso amo según Lacan) y que muestra su envés económico.

Como decíamos, los asesores siempre están en la ola porque a diferencia del amo
antiguo trabajan, y como!, aunque el amo actual se parezca mas a la muerte por su
ausencia de rostro, ¡un esfuerzo más argentinos, todos a trabajar para el mercado!

El joven (significante) muy acomodado a las circunstancias sociales es justo partenaire


a los tiempos modernos donde el Otro, o no está (ninguna ausencia) o está para su
propio goce.

Ese Otro puede atender al dolor y la angustia y a partir de allí, y no por mecanismos
institucionales que no le ahorraran el acto, dar su paso.iv[4]

A diferencia de él, el analista ya estaba ahí, o por lo menos su deseo, desadaptado, y


que como nos enseñara Lacan estará solo y cerca de sostenerse como un objeto casi
sin lugar.

Lic. José María Fernández: jose_maria_fernández@hotmail.com

Lic. Silvia Vetrano: silvet02@hotmail.com

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Lacan, Jacques, Sem. XVII El envés del psicoanálisis.

Lacan, Jacques, Sem. XX Aún.

Aucremanne, Jean Louis, L´ “enfance inadaptée” ce que répondait Auguste Aichorn,


en Les feuillets du Courtil N° 11 – Oct 1995 – Belgique et Lille.

Vigano, Carlo, Une nouvelle question preliminare: l´exemple de la toxicomanie, en


Mental 9.

Rueda, Felix, Pathologies du trasfert dans les troubles de la personalité, en Mental 9.

David, Pedro, Sociología criminal juvenil.

Brousse, Marie Helene, Los cuatro discursos y el Otro de la modernidad – 1999.

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i[1]
Miller, Jacques-Alain, en Le clivage psychanalyse et psychotherapie, en Mental 9 – Juin 2001
ii[2]
Laurent, Eric, en Psicoanálisis y salud mental.
iii[3]
Miller, Jacques-Alain, Los signos del goce.
iv[4]
Halleux, Bruno, Le symptöme dans le champ social, en Qurto 37/8 – 1990

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