Acuérdate…

Los niños y niñas no tienen las mismas

herramientas que los adultos para
comunicar lo que sienten. Ten
paciencia, estas pataletas poco a
poco irán disminuyendo su intensidad
y frecuencia hasta casi desaparecer
entre los 4 y 5 años

Consolar mientras sucede el berrinche

o la mordida

¡Tú puedes logarlo! BERRINCHES

Y
MORDIDAS

Educar cuando ya pasó

Los berrinches y mordidas son
comportamientos frecuentes,
normales y esperados en el proceso de
desarrollo de los niños de 18 meses a 3
años. En el caso de las mordidas puede
ser incluso desde el momento que
empiezan a dentar, es decir
aproximadamente a los 6 meses de edad.
Estos berrinches y mordidas son una
forma de comunicación del niño, que a
su corta edad no maneja un lenguaje
verbal fluido, por lo tanto, de esta forma
expresan sus sentimientos como el
enojo, la frustración o la felicidad, su
curiosidad y sobre todo sus
necesidades básicas como por ejemplo
el hambre.
Recuerda que…
Es importante ponerte en el lugar de tu
hijo(a), tratar de comprender su
reacción y ayudarlo a entender lo que le
pasa, para que así aprendan nuevas
formas de expresarse.
¿Qué nos pasa a los adultos?
A menudo los adultos podemos sentir
sensación de impotencia al no saber qué
ocurre, también irritabilidad, poca
paciencia, temor de que la escena o
mordida se vuelvan a repetir, vergüenza
si estamos frente a otros, al igual que
nos puede causar conflicto con la pareja
al momento de decidir las tácticas que se
van a utilizar y desesperación al sentir
que una técnica no funciona.
“Mi táctica es hablarte y escucharte,
construir con palabras un puente
indestructible” -Mario
Benedetti
¿Qué hacer frente a un berrinche o
mordida?
1 Mantener la calma. Ya que nosotros
somos el modelo de nuestros hijos y
sería incongruente reaccionar de la
misma manera que ellos. Además un
ambiente calmado ayuda a recuperar
el control.
2 Identifica el detonante de la rabieta o
mordida y ponle nombre (ej. Te
enojaste porque te quito el juguete)
3 Intenta distraerlo con otra actividad o
darle alternativas de su agrado (ya se
que no quieres bañarte pero que tal si
cantamos la cancion que te gusta).
4 Si lo logra, refuérzalo, hazle saber que
valoras su esfuerzo (abrazos, besos,
frases como bien hecho, estoy
orgullosa(o) de ti).
5 El sentido común, el juego y el
humor son fundamentales para facilitar
que un niño(a) colabore con las reglas
que queremos que cumpla. Decirle
“guarda tus juguetes” no es lo mismo
que decirle “¿quieres ser mi ayudante
especial para guardar?, etc.
6 Evita explicaciones largas y
complicadas, en medio de un berrinche
o una situación de mordida. Una vez que
la situación vuelva a la calma, busca un
momento tranquilo para hablar de lo
que ocurrió y explorar juntos otras
maneras en que pueda reaccionar la
próxima vez.