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1) A MODO DE DEFINICIÓN
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2) ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS OBLIGACIONES
AMBULATORIAS
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3) LAS OBLIGACIONES PROPTER REM SE ORIGINAN EN UN
DERECHO REAL
Las prestaciones propter rem (de dar, hacer o no hacer) son adeudadas
por estar el sujeto conectado con la cosa por un derecho real del cual
es titular; el propietario o poseedor es sujeto de la obligación en tanto
ostente ese derecho, y quien sea que le suceda en el título también le
sucede en la obligación automáticamente, sin que la voluntad de las
partes pueda modificar este efecto.
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Asimismo, es característica esencial la transmisión de la obligación por el
“ambular” de la cosa, de pasar de una mano a otra, pues la obligación
nace propter rem (junto o en razón de la cosa). La obligación está
vinculada a la propiedad o posesión y ésta cesa por el traspaso de la cosa
para el deudor transmitente o abdicante, que de ese modo se libera por
ausencia de causa y aquella pasa al novus dominus.
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ambigua redacción de los artículos pertinente del Decreto Supremo que
la reglamentó, con lo que se continuó con la errónea interpretación sobre
la verdadera naturaleza de la obligación de pago del servicio de
electricidad que la Directiva Directiva N° 002-95-EM/DGE se encargó de
entronizar al establecer que dicha obligación era de carácter ambulatorio
y que, por tanto, perseguía al predio donde se encontraban ubicadas las
instalaciones necesarias para brindar el servicio de electricidad al margen
de quien fuera el titular del derecho real sobre el mismo.
El caso en cuestión era uno en el que una LUZ DEL SUR pretendía
cobrarle al recurrente, un banco local, una abultada suma por el servicio
de electricidad adeuda por el anterior propietario del predio, POLICEL
DEL PERÚ, bajo el argumento que la Directiva N° 002-95-EM/DGE
establecía que dicha obligación era de carácter propter rem y que, por lo
tanto perseguía al predio sin importar quien fuera su titular, de manera
que, según esa disposición, la deuda del anterior propietario pasaba al
novus dominus.
Sin embargo, dos años despué, en un caso entre las mismas partes y
prácticamente idéntico al resuelto anteriormente, la misma Sala resolvió
contradictoriamente el caso según la sumilla que paso a transcribir:
CASACIÓN N° 11483-2014-LIMA
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la ley en estos casos que para razonar en profundidad el porqué de su
apartamiento; además, la motivación de la sentencia, en los pocos
considerandos que contenía a modo de motivación, adolecía de serias
contradicciones por lo que el banco decidió interponer una demanda de
amparo en función al artículo 4° del Código Procesal Constitucional, la
que actualmente se está tramitando ante un Juzgado Constitucional (que
no pasa de ser un Juzgado de primera instancia, o como son llamados
ahora, un Juzgado Especializado), el que por un mal entendido temor
jerárquico ya declaró liminarmente su improcedencia por lo que el auto
inhibitorio ha sido apelado y debe resolver el grado una Sala Civil de la
Corte Superior de Lima, que probablemente lo confirme en línea con ese
insano temor reverencial que tienen respecto de sus superiores
jerárquicos, ignorando que los jueces son independientes en el ejercicio
de su función. Pero ¿dónde encontrar un juez de primera instancia que
tenga el valor de enmendarle la plana a cinco jueces supremos?.