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Equipo de diseño: Jacques Herzog, Pierre de Meuron, Christine Biswanger, Harry Gugger
Responsables del proyecto: Jacques Herzog, Harry Gugger
Arquitecto a cargo: Michael Casey
Arquitectos asociados: Sheppard Robson
Diseño interior: Herzog & de Meuron en colaboración con Office for Design, Jasper Morrison
Ingeniero: Ove Arup & Partners
Paisajismo: Herzog & de Meuron con Kienast Vogt
Cliente: Tate Gallery Projects
Ubicación: Southwark, Londres, Inglaterra
Superficie interior total: 34,500 m2
Superficie de exposición: 12,402 m2
Coste total proyecto: 192,41 millones US$
Coste total construcción: 115,87 millones US$
Fecha de realización de proyecto (1ªfase): 1994-2000
La tendencia a sintetizar conceptos, que suele ser frecuente en los críticos, ha conducido a
escuchar demasiados comentarios que simplifican la obra de Herzog & de Meuron al
encorsetarla dentro de una serie de tópicos que demuestran que se ha efectuado una lectura
frivolizada de ésta.
Sintetizar bajo una serie de tópicos concretos suele resultar una tentación en la que pocos
críticos evitan caer porque, a través de ese ejercicio, se puede exhibir la lectura de mejor
conocedor no sólo sobre lo particular, sino también sobre lo general.
En el tópico no se deja lugar para la excepción, y afirmando esto queremos enfatizar el hecho
de que la obra de H&dM no tolera ajustarse a conceptos acotados apriorí
sticamente porque se escapa siempre a la definición cerrada a la que, aparentemente, de una
forma u otra pudiera haberse relacionado. La obra de H&dM, profunda, compleja, intelectual,
sensual, definitivamente bella y enérgica evidencia que la inteligencia es una substancia que se
cuela, huyendo sin hacer ruido, por las rendijas confundidas de cualquier tópico que le sea
atribuido.
H&dM logran en este proyecto la recuperación para el uso de un edificio de gran belleza e
importancia para el paisaje londinense. La refuncionalización de una vieja usina logra llenar un
vacío a nivel urbano, así como la recuperación para la ciudad del área donde se emplaza.
También producen una magnífica redefinición del espacio interior. H&dM nos demuestran con el
edificio para la galería Tate Modern por qué la totalidad de su obra goza del prestigio ganado a
lo largo de los años, sin necesidad de estridencias, sino gracias al buen hacer de su
arquitectura. A veces, de eso se trata.
"Este edificio tiene algo muy común, muy típicamente 'Londres', y no tienes más que entrar en
él para darte cuenta de que tiene algo absolutamente extraordinario"
Tate Modern es un proyecto que aglutina dos facetas del Londres actual: un estado político de
euforia que quiere invertir en el prestigio y la energía de la ciudad.
("Londres es una ciudad increíble. El tráfico, la actividad, todo es increíble.Londres es la capital
de Europa" ).
Su realización representa uno de los proyectos culturales más remarcables llevados a cabo en
Londres desde el año 1976.
Hasta mayo de 2000, existían en Gran Bretaña tres sedes de la galería Tate: en Londres,
Liverpool y Saint Yves. Las primeras acciones para abrir una nueva sede Tate londinense
fueron iniciadas a finales de los ochenta. Los factores que llevaban a la entidad a considerar tal
decisión eran, en primer lugar, la necesidad de contar con espacios en los que se expusieran
las obras arte británico de los últimos cuatro siglos y, por otra, la colección de arte moderno y
contemporáneo; en segundo lugar, la necesidad de un espacio físico más amplio que pudiera
dar cabida al grueso total de la colección Tate, ya que se tenía en exhibición únicamente un
10% del total de ésta.
A mediados de los noventa, la apertura de una nueva Tate comenzó a adquirir posibilidades de
materialización. Si el nuevo museo se abría en el año 2000, la comisión de la galería Tate
podría acogerse a una ayuda económica estatal para proyectos conmemorativos del inicio del
nuevo milenio, el Millenium Fund, y así se propuso. La cantidad solicitada fue de
aproximadamente setenta y un millones de dólares, cantidad de concesión problemática porque
representaba una séptima parte del monto total del que disponía dicho fondo; y por otra parte,
insuficiente para erigir el nuevo museo. Finalmente, el proyecto para la nueva sede de la
galería Tate obtuvo la ayuda solicitada al gobierno y se consiguió reunir la cantidad restante
necesaria mediante aportaciones del Arts Council, el ayuntamiento de Southwark, de
particulares, entidades benéficas y fundaciones.
Tate Modern debe su existencia en gran medida a la perseverancia del que por entonces era su
director, Nicholas Serota. Serota fue el cerebro que conceptualizó lo que debía ser la nueva
sede y quien se obstinó en que debía ubicarse en el edificio sugerido por el Director de
Servicios de la Galería, Peter Wilson: la antigua central eléctrica de Bankside, un edificio
proyectado en 1947 por Sir Giles Gilbert Scott.
La central se encuentra en Southwark, enfrente de la Catedral de San Pablo que se alza al otro
lado del Támesis. Su construcción finalizó en 1960. Abasteció a gran parte de la capital hasta
1981, año en que el edificio se cerró hasta su redescubrimiento en 1994 para la Tate.
Hablando de sí mismo y prediciendo a H&dM, en algún momento, Gilbert Scott dijo "las
centrales eléctricas pueden ser edificios delicados, pero hay que demostrarlo".