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TEORÍA GENERAL DE LOS SISTEMAS. Ludwig von Bertalanffy.

Fue en su origen una concepción sistemática y totalizadora de la biología (denominada


“organicista”). Conceptualiza al organismo como un sistema abierto, en constante intercambio
con otros sistemas circundantes por medio de complejas interacciones.

Al repasar la evolución de la ciencia moderna, es posible notar que la meta clásica era reducir
los fenómenos naturales a unidades elementales gobernadas por leyes “ciegas” de la
naturaleza, en un principio deterministas luego estadísticas. El organismo era descompuesto
en células, sus actividades, en procesos fisiológicos y fisicoquímicos, el comportamiento, en
reflejos condicionados y no condicionados, el sustrato de la herencia en genes discretos, etc.
En contraste con esta visión mecanicista, con la física cuántica se hizo imposible resolver los
fenómenos en acontecimientos locales; surgen problemas de orden y organización.

La concepción organísmica es básica para la biología moderna. Es necesario estudiar no sólo


partes y procesos aislados, sino también los problemas decisivos hallados en la organización y
el orden que los unifican, resultantes de la interacción dinámica de partes y que hacen al
diferente comportamiento de éstas cuando se estudian aisladas o dentro de un todo.
Semejante inclinación a teorías generalizadas es patente en muchos campos y de diversas
maneras.

La física y la fisicoquímica ordinarias se ocupaban de sistemas cerrados. En años recientes ha


sido ampliada la teoría para incluir los procesos irreversibles, sistemas abiertos y estados de
desequilibrio. Si deseamos aplicar el modelo de los sistemas abiertos a los fenómenos del
crecimiento animal, llegamos a una generalización de la teoría referente no ya a unidades
físicas sino biológicas. Estamos ante sistemas generalizados: existen modelos, principios y
leyes aplicables a sistemas generalizados o a sus subclases, sin importar su particular género,
interesa la naturaleza de sus elementos componentes y las relaciones o fuerzas que imperen
entre ellos. No se trata de una teoría de una clase más o menos especial sino de principios
universales aplicables a los sistemas en general. De aquí que se dio lugar a una nueva disciplina
llamada Teoría general de los temas. Su tema era la formulación y derivación de aquellos
principios que son válidos para los sistemas en general. Podemos buscar principios aplicables a
sistemas en general ,sin que sean de naturaleza física, biológica o sociológica.

A causa de la existencia de propiedades generales de los sistemas, es que aparecen similitudes


estructurales o isomorfismos en diferentes campos. Es decir que hay correspondencia entre
los principios que rigen el comportamiento de entidades que son intrínsecamente diferentes.
Por ejemplo, se puede aplicar una ley exponencial de crecimiento a poblaciones de bacterias,
animales, o humanos, y al progreso de la investigación científica. Esta correspondencia se debe
a que las entidades consideradas pueden verse como “sistemas”, o sea complejos de
elementos en interacción. Conceptos, modelos y leyes parecidos surgen una y otra vez en
campos muy diversos, independientes y fundados en hechos del todo distintos. La teoría
general de los sistemas contará mucho en el afán de evitar una inútil repetición de esfuerzos,
siendo que los principios válidos para un campo pueden ser aplicables en otro.

¿Qué principios son comunes a los varios niveles de organización y pueden así, ser trasladados
de un nivel a otro y cuáles son específicos? ¿Pueden las sociedades y civilizaciones ser
consideradas como sistemas?

Una teoría general de los sistemas puede ser vista como un instrumento útil al dar, por una
parte, modelos utilizables y transferibles entre diferentes campos.
Hay también, otro aspecto aún más importante de la teoría general de los sistemas. La física
clásica desarrolló a teoría de la complejidad no organizada, que se arraiga en las leyes del azar
y la probabilidad, y en la segunda ley de la termodinámica. En contraste, hoy el problema
fundamental es el de la complejidad organizada. Indispensable para vérselas con organismos
vivientes o grupos sociales. De esta manera, un problema fundamental plateado a la ciencia
moderna es el de la organización: la teoría general de los sistemas es capaz en principio de dar
definiciones exactas de semejantes conceptos, y, en casos apropiados, de someterlos a un
análisis cuantitativo.

En varias disciplinas de la ciencia moderna han ido surgiendo concepciones y puntos de vista,
aspectos generales semejantes. La ciencia trataba de explicar los fenómenos observables
reduciéndolos a unidades elementales investigables, independientemente unas de otras. En la
ciencia contemporánea, aparecen actitudes que se ocupan de lo que se llama totalidad, es
cdecir problemas de organización, fenómenos no descompoibles en acontecimientos locales,
interacciones dinamicas manifiestas en la diferencia de conductas de partes aisladas.
Concepciones y problemas de tal naturaleza han aparecido en todas las ramas de la ciencia.
Esta correspondencia es más llamativa desde que cada ciencia siguió su curso independiente,
casi sin contacto con las demás, y basándose en hechos diferentes y filosofias contradictorias.
Indica un cambio general en la actitud y las concepciones científicas. Con frecencia hallamos
leyes isomorfas o formalmente idénticas en diferentes campos. O leyes isomorfas valen para
determinadas clases de sistemas sin importar la naturaleza de las entidades componentes.
Estas consideraciones conducen a proponer una nueva disciplina científica. Su tema es la
formulación de principios válidos para “sistemas” en general sea cual fuere la naturaleza de
sus elementos componentes y las relaciones o fuerzas reinantes entre ellos. La teoría general
de los sistemas es una ciencia general de la totalidad. Seria una disciplina lógica matemática
puramente formal en sí misma pero aplicable a las varias ciencias empíricas.

Las metas principales de la teoría general de los sistemas son:

-Hay una tendencia general hacia la integración en las varias ciencias naturales y sociales.

-Tal integración parece girar en torno a una teoría general de los sistemas.

-Tal teoría pudiera ser un recurso importante para buscar una teoría exacta en los campos no
físicos de la ciencia.

-Al elaborar principios unificadores que corren verticalmente por el universo de las ciencias. La
meta es la unidad de las ciencias.

-Esto puede conducir a la integración.

Sistemas cerrados y abiertos. Limitaciones de la física ordinaria.

La física ordinaria solo se ocupa de sistemas cerrados, que se consideran aislados del medio
circundante.

Todo organismo viviente es ante todo un sistema abierto. Se mantiene en una continua
incorporación y eliminación de materia, constituyendo y demoliendo componentes, sin
alcanzar un estado de equilibrio químico y termodinámica sino manteniéndose en un estado
llamado uniforme que difiere de aquél. Tal es la esencia de ese fenómeno fundamental del
metabolismo, los procesos químicos de las células vivas.
Esta teoría ha conducido a importantes conclusiones generales. Estos aspectos, son tomados
como problemas legítimos, por la ciencia: equifinalidad y retroalimentación.

El primero es el de equifinalidad. En cualquier sistema cerrado, el estado final está


inequívocamente determinado por las condiciones iniciales. Ejemplo: las concentraciones
finales de los compuestos químicos reaccionantes depende naturalmente de las
concentraciones iniciales. No ocurre lo mismo en los sistemas abiertos. En ellos puede
alcanzarse el mismo estado final partiendo de diferentes condicionales iniciales y por
diferentes caminos. Ejemplo: el erizo de mar puede proceder de un zigoto completo, de cada
mitad de estos, o de una fusión.

De acuerdo con el segundo principio de la termodinámica, la tendencia general de los


acontecimientos en la naturaleza física apunta a estados de máximo desorden y de igualación
de las diferencias. En contraste el mundo vivo exhibe una transición hacia un orden superior,
heterogeneidad y organización; esto puede verse en el desarrollo embrionario y la evolución.
Pero sobre la base de la teoría de los sistemas, la aparente contradicción entre entropía y
evolución desaparece. En todos los procesos irreversibles la entropía tiende a aumentar. Hay
continua destrucción de orden. En cambio, en los sistemas vivos, manteniéndose en estado
uniforme, logran evitar el aumento de entropía y hasta pueden desarrollarse hacia estados de
orden y organización crecientes.

Información y entropía.

Una vía vinculada a la teoría de los sistemas es la moderna teoría de la comunicación.

La noción general en teoría de la comunicación es la de información. En muchos casos la


información fluye en sentido opuesto a la energía, o hay casos en los que es transmitida
información sin que corran energía o materia. La información en general no es expresable en
materia de energía. Hay una manera de medir la información, la toma de decisiones. La
entropía, es una medida del desorden, de ahí que la entropía negativa o la información es una
medida del orden o de la organización.

Otro aspecto céntrico es la retroalimentación. El sistema comprende un receptor u órgano


sensorio. Hay luego un centro que recombina los mensajes que llegan y los transmite a un
efector, que responde el mensaje que llega, su funcionamiento está empalmado al receptor,
esto hace que el sistema se autorregule de manera que garantiza la estabilización o dirección
de la acción. Fenómenos biológicos que corresponden al modelo de retroalimentación:
homeostasis, cuyo prototipo es la termorregulación en los animales de sangre caliente. La
cibernética trata de estos fenómenos. La teoría aspira a mostrar que mecanismos de
naturaleza retroalimentadora fundamentan el comportamiento teleológico o intencionado en
las máquinas construidas, así como en los organismos vivos y en los sistemas sociales.

Al principio, las regulaciones primarias en los sistemas orgánicos (neurológicos), psicológicos,


sociales residen en la interacción dinámica. Se basan en que el organismo vivo sea un sistema
abierto que se mantiene en estado uniforme o se acerca de él. Más tarde se establecen las
regulaciones secundarias, controladas por disposiciones fijas, del tipo de la retroalimentación
que hacen más eficiente el sistema.

Causalidad y teleología.

En la ciencia física clásica del siglo XIX no quedaba lugar para la direccionalidad, el mundo de
los organismos aparece como un producto del azar; el mundo mental como un epifenómeno
de los acontecimientos materiales. La realidad física era descompuesta en puntos de masa o
átomos. El organismo, en células, el comportamiento en reflejos, la percepción en sensaciones
puntuales. Este esquema de unidades aislables actuantes según causalidad unidireccional
insuficiente. La aparición de conceptos como totalidad viene a significar que debemos pensar
en términos de sistemas de elementos en interacción mutua. No puede concebirse un
organismo vivo incluido el comportamiento humano, sin tener en cuenta la adaptabilidad, la
intencionalidad, persecución de metas. El modelo de adaptabilidad es el de funciones
escalonadas, que al atravesar cierto valor crítico, el sistema emprende un nuevo modo de
comportamiento. Exhibe un comportamiento por ensayo error.

¿Qué es organización?

El segundo principio de la termodinámica, en la física clásica, apuntaba a la destrucción del


orden como dirección general de los acontecimientos. Un átomo, un cristal, una molécula son
organizaciones. En biología, los organismos son, por definición, los organismos son por
definición, cosas organizadas, .

Características de la organización. Trátese de un organismo o sociedad. Son nociones como las


de totalidad, crecimiento, diferenciación, orden jerárquico, dominancia, control, competencia,
etc. Semejantes nociones no intervienen en la física corriente. En cambio, la teoría de sistemas
está en condiciones de vérselas con estos asuntos.

Hay muchos aspectos que no se prestan a la interpretación cuantitativa con facilidad. De


acuerdo con la ley de inestabilidad muchas organizaciones no están en equilibrio estable, sino
que exhiben fluctuaciones cíclicas resultantes de la interacción entre subsistemas. El peligro de
fricción y conflictos aumenta al disminuir el número de las organizaciones.

Hasta la teoría general de los sistemas se ha visto la unificación de la ciencia en la reducción a


la física, reducción a los acontecimientos materiales. En contraste con el reduccionismo, se
puede denominar perspectivismo a la concepción contraria: la totalidad de los
acontecimientos observables exhibe uniformidades estructurales que se manifiestan por
rastros isomorfos de orden en los diferentes niveles. El principio unificador es que
encontramos organización en todos los niveles. No podemos reducir los niveles biológico, del
comportamiento y social al nivel más bajo, el de la física.

Objeciones.

En primer lugar, se le ha objetado que no quiere decir nada más que el hecho trivial de que
matemáticas de alguna clase son aplicables a diferentes clases de problemas. Por ejemplo, la
ley de crecimiento exponencial es aplicable a muy diferentes fenómenos, así es porque su
fórmula es una de las más sencillas ecuaciones diferenciales y por eso se la puede aplicar a
cosas muy diferentes. La cuestión no es la aplicación de expresiones matemáticas bien
conocidas. Si se presentan leyes isomorfas del crecimiento en muy diversos procesos esto no
es más significativo que el hecho de que la aritmética elemental sea aplicable a todos los
objetos contables. Las nociones como las de totalidad, organización, entre otras requieren
nuevas formas de pensamiento matemático.

En segundo lugar, se marca que la teoría general de los sistemas puede desembocar en
analogías sin sentido. Ese riesgo existe, puede llevar a considerar el Estado o nación como
organismo en un nivel superordinado. Puede ser el fundamento de un estado totalitario,
dentro del cual un individuo aparece como célula insignificante de un organismo o como
obrera intrascendente de una colmena. El isomorfismo es más que mera analogía. Es
consecuencia de que en ciertos aspectos pueden aplicarse abstracciones y modelos
conceptuales coincidentes a fenómenos diferentes.

En tercer lugar, pretende que parece de valor explicativo. Algunos aspectos de la


intencionalidad orgánica son susceptibles de interpretación con la teoría de los sistemas. Se
considera que aquí hay grados en la explicación científica. La explicación “en principio” en
términos de teoría de los sistemas pasa a ser una teoría análoga a las de la física.

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