Sie sind auf Seite 1von 27

INTRODUCCIÓN

A LA

RADIOLOGÍA

9
UNIDAD II
INTRODUCCIÓN A LA IMAGENOLOGÍA

La imagenología es una especialidad de la medicina en la que el profesional adquiere


habilidades para el diagnóstico médico apoyado en imágenes obtenidas por diferentes
técnicas, entre las que cabe destacar: rayos X, ultrasonido, tomografía axial computarizada
o resonancia magnética nuclear.

En el área veterinaria los médicos han incursionado en el ámbito de los rayos X y el


ultrasonido principalmente. Los rayos X se han utilizado desde su descubrimiento por
Wilhelm Conrad Roentgen a finales del siglo XIX; el ultrasonido tuvo una mayor difusión
a partir de los años 80’s del siglo pasado y han cobrado auge desde entonces. La tomografía
axial computarizada y la resonancia magnética han ido apareciendo con mayor frecuencia,
pero el alto costo del equipo ha sido una limitante para su uso en medicina veterinaria. La
medicina nuclear ha avanzado, pero más lentamente, por el costo de las sustancias
radioactivas y porque al ofrecerse dicho servicio se requiere de disposiciones especiales de
seguridad para el manejo de residuos radioactivos, lo que elevan los costos y la inversión en
infraestructura.

Los rayos X y la tomografía axial computarizada emplean el mismo principio, pero la


tomografía permite hacer un sinnúmero de cortes imagenológicos de la porción anatómica
de interés, esto porque el cabezal de la maquina gira alrededor del cuerpo del paciente y por
otro lado, la gama de tonos grises es mucho más extensa que la de los rayos X.

El ultrasonido es un método que no tiene, como los demás, la característica de modificar la


carga eléctrica de radicales o moléculas, por lo que no es invasivo. El ultrasonido genera
ondas de sonido a una frecuencia muy alta, estas rebotan de los distintos tejidos, son
transformados en impulsos eléctricos interpretadas por un ordenador que las lleva a una
pantalla con diversos tonos de grises.

La resonancia magnética se basa en la creación de campos magnéticos, en los cuales entran


los tejidos del paciente, debido a que todos ellos presentan átomos de hidrógeno, estos son
alineados por unos instantes por el efecto magnético, generándose siluetas anatómicas con
mejor definición.

Esta obra se enfoca principalmente al estudio de la anatomía radiográfica de ahí que en este
capítulo básicamente se abordará el tema de introducción a la radiología.

INTRODUCCIÓN A LA RADIOLOGÍA

La radiología es la rama de las ciencias médicas que trata del uso de la energía radiante con
fines de diagnóstico y terapéuticos.

Los rayos X califican como energía radiante y son un tipo de radiación electromagnética
con una longitud de onda menor que la del espectro visible, con gran energía y poder de
penetración, por lo que pueden atravesar diversas estructuras y materiales.

10
Producción de los rayos X

Los rayos X son producidos en el tubo de rayos X (tubo Roentgen) que es un cilindro o bulbo
de cristal al vacío, rodeado por paredes de plomo; en su interior existe un cátodo (-) y un
ánodo (+), ambos fabricados de tungsteno, el cátodo es un filamento y el ánodo una placa.

Los rayos X se producen cuando los electrones chocan contra un metal a gran velocidad.
Esta se consigue dentro del tubo de rayos X y para lograrlo se pasa una corriente eléctrica a
través del filamento (cátodo), el calor induce la liberación de electrones de la superficie del
filamento y la formación de una nube electrónica alrededor de él. El número de electrones
en la nube depende de la cantidad de corriente eléctrica que pasa a través del filamento y
está determinado por el miliamperaje (mA) que se regula en el panel de control del aparato
de rayos X. Posteriormente los electrones son atraídos por el ánodo y estos golpean la
superficie del mismo, la colisión provoca una liberación de energía, de la que el 98% es
calor y el 2% restante es radiación (fotones) en forma de rayos X. Para lograr esto es
necesario aplicar un voltaje diferencial entre el ánodo y el cátodo, el cual incide
directamente sobre la energía de los rayos X, la cual está en función de la energía que
impacta al ánodo, esta energía se regula a través del kilovoltaje pico (kVp) en el panel de
control del aparato de rayos X. el sitio de choque de los electrones en el ánodo se llama
punto focal.

El calor generado durante la producción de los rayos X es disipado del tubo de dos
maneras, una es por la presencia de aceite alrededor del bulbo y la otra por la conducción
del calor fuera del bulbo, esto último se consigue por medio de los materiales en los que
está empotrado el ánodo. Para evitar la salida de la radiación que surge de modo abierto, el
bulbo está rodeado por una cámara de plomo que impide su salida. La cámara presenta
solamente un orificio de salida llamado ventana y por ésta sale la radiación que se va a
dirigir al paciente (Fig. 2.1).
Cubierta de plomo
Tubo de cristal

Aceite
Ánodo
Cátodo (positivo)
(negativo)

Ventana Cono de rayos útiles


Radiación primaria
Rayo central

Radiación secundaria Rayos dispersos

Figura 2.1. Producción de rayos X.

11
Al salir del tubo los rayos forman un haz cónico llamado haz de rayos útiles, el cual
presenta un rayo central que es perpendicular al tubo y que debe ser dirigido al sitio de
interés en el sujeto, al cual también llegará de manera perpendicular. La radiación periférica
al rayo central es la radiación dispersa, la cual llega al paciente en forma oblicua.

La radiación que surge del tubo se denomina primaria, esta incide sobre el paciente, así
como sobre el chasis, la mesa y el piso del cuarto de rayos X. A partir de estas superficies,
se produce inmediatamente una radiación en sentido divergente denominada radiación
secundaria, la cual tiene un 5% de la intensidad de la primaria.

Propiedades de los rayos X

Por sus características físicas los rayos X presentan dos propiedades: penetración e
ionización.

La propiedad de penetración es aquella que le permite a los rayos X atravesar entre los
átomos de la materia debido a la energía que poseen.

La ionización es el fenómeno en el cual al recorrer la radiación el material le cede parte de


su energía arrancándole electrones de sus átomos y dejándolos cargados positivamente; a
estas especies se les llama iones. En este proceso también se liberan electrones, que tienen
cargas negativas, es decir, la radiación ioniza átomos rompiendo su equilibrio eléctrico,
quedando un electrón suelto por un lado y por otro un átomo al que le falta un electrón y
por lo tanto tiene carga neta positiva (ion positivo), este desequilibrio eléctrico afectará las
uniones con otros átomos, o sea, las propiedades químicas. Una vez ionizados los átomos,
pueden recombinarse o formar nuevos compuestos químicos, cuyo cambio puede ser
permanente o de gran duración (Fig. 2.2).

!
UM
¡P

Propiedad de penetración Propiedad de ionización

Figura 2.2. Propiedades de los rayos X.

12
Efectos de los rayos X

Los rayos X tienen tres efectos principales: biológico, fotográfico y fluorescente.

Efecto biológico

El efecto biológico depende de tres aspectos importantes: el tiempo de exposición, la


intensidad de la radiación y la frecuencia con que la porción corporal es expuesta.

Como muchos otros agentes físicos, químicos o biológicos, las radiaciones ionizantes son
capaces de producir daños orgánicos. Esto, en virtud de que la radiación interacciona con
los átomos de la materia viva, provocando en ellos principalmente el fenómeno de
ionización. Esto da lugar a cambios importantes en las células, tejidos, órganos y en el
individuo en su totalidad (Fig. 2.3).

Biológico

Somático Genético
Gonadal
Síndrome radiológico Embrionario
Carcinógeno

Figura 2.3 Efectos de los rayos X.

a) Celular

La interacción de la radiación se puede llevar a cabo en las membranas, el citoplasma y el


núcleo. Si la interacción sucede en alguna de las membranas se producen alteraciones de
permeabilidad, lo que hace que puedan intercambiar fluidos en cantidades mayores que las
normales. En caso de daño generalizado la célula puede morir. Puede suceder que la célula
no muera pero sus funciones de multiplicación no se llevarán a cabo.

Si la interacción sucediera en el citoplasma, cuya principal sustancia es el agua, al ser


ionizada causa la formación de radicales libres químicamente inestables y son los
responsables de la mayor parte del daño tisular al formar peróxido de hidrógeno e hidronio.

13
Estos efectos pueden ser mínimos y reparados con rapidez enzimáticamente o resultar en un
daño celular, que puede inducir un aumento en la susceptibilidad a enfermedades y
acortamiento del periodo de vida.

b) Genético

Si la radiación ionizante llega hasta el núcleo de la célula, puede producir alteraciones en


los genes, con graves alteraciones potenciales como lesión de un nucleótido, ruptura de la
cadena de ADN, cruzamiento de una cadena de DNA e inclusive rompimiento de los
cromosomas, provocando que cuando la célula se divida lo haga con características
diferentes a la célula original, esto último nos introduce al principio de amplificación
biológica, en el cual la ionización del DNA puede afectar muchas células en futuras
generaciones, considerándose entonces que aquellos tejidos con poblaciones celulares con
una mayor tasa de división celular serán más sensibles a los efectos de la radiación, es así
que el tejido muscular puede recibir una dosis de radiación exhibiendo pocos efectos
secundarios, en cambio el tejido epitelial, la médula ósea o los tejidos embrionarios son
particularmente sensibles.

El daño genético se puede dividir en: carcinógeno, gonadal y embrionario/fetal.

Las mutaciones inducidas por la radiación son un riesgo importante de cáncer,


particularmente de tiroides, leucemia y de piel. El daño gonadal se puede traducir en la
muerte de las células germinales o bien, daño en el material genético que puede conducir a
malformaciones. El daño embrionario/fetal puede ocasionar muerte embrionaria, abortos,
malformaciones congénitas o defectos del crecimiento, cabe señalar que mientras más
joven sea el embrión/feto, mayor es el daño potencial.

Efecto fotográfico

El efecto fotográfico es el que interesa para fines diagnósticos ya que gracias a él se forman
imágenes en las radiografías. La placa radiográfica es una película cubierta por una
emulsión de cristales de haluros de plata (generalmente bromuro de plata), sensible a la luz
y a los rayos X. Los cristales de la emulsión expuestos a los rayos X o a la luz durante el
revelado se precipitan sobre la película como depósitos de plata neutra, mientras que los
cristales no expuestos son removidos durante la fijación. Las áreas expuestas a los rayos X,
después del revelado, se traducen en áreas de color negro (radiolúcidas); las áreas de la
placa que no fueron alcanzadas por los rayos X aparecen de color blanco (radiopacas). La
cantidad de plata precipitada durante la exposición a los rayos X determinará que tan negra
o blanca aparecerá esa área en la placa radiográfica, es decir, el grado de ennegrecimiento
de la película dependerá del número de rayos X que interactúen con ella (Fig. 2.4).

Efecto fluorescente

El efecto fluorescente le permite a los rayos X interactuar con ciertos materiales


provocando que estos emitan luz visible (fluorescencia).

14
Metal Placa Radiográfica cubierta
por sales de bromuro de plata

Revelado
Negro Blanco Negro

Radiolucido Radiopaco Radiolucido

Figura 2.4. Efecto fotográfico de los rayos X.

Densidades radiográficas

El viaje de los rayos X desde su origen hasta la película radiográfica puede ser
obstaculizado por la presencia de algunas porciones anatómicas que resultan de interés
médico en ese momento. Dichas porciones pueden estar integradas por diversos
componentes: músculo, hueso, vísceras, grasa y aire. Los rayos X al interactuar con estos
componentes pueden ser retenidos (absorbidos) y esto dependerá de factores tales como la
densidad física, el número atómico efectivo y el espesor. Diferencias de estos factores en la
composición tisular influirán en la cantidad de radiación absorbida (absorción diferencial).
Por lo anterior, la llegada de la radiación primaria a la placa no es uniforme, con esto se
debe comprender el porque en una película aparecen áreas blancas, negras y grises, así
como sus respectivas tonalidades. Si la absorción de rayos X por el paciente fuera
uniforme, la imagen radiográfica resultante sería toda gris o blanca. Si no hubiera absorción
toda la radiografía sería negra.

En esencia se puede decir que una radiografía no es más que una sombra radiológica, es
decir, una parte corporal al ser expuesta a los rayos X, dependiendo de la densidad física y
número atómico de sus componentes, absorberá mayor o menor cantidad de radiación y el
resto de la misma, que no fue absorbida, alcanzará la película radiográfica, así, lo que
observamos en la placa radiográfica es la sombra de las estructuras expuestas, si absorben
mayor cantidad de rayos X su sombra será más radiopaca, como el caso del hueso; si
absorben menor cantidad de rayos X su sombra será más radiolúcida, como el caso del aire
en la tráquea. Diferencias intermedias en densidad física y número atómico ocasionarán que
diferentes niveles de radiación sea absorbida lo que provocará que diversa cantidad de
radiación alcance la película, lo que se traducirá en un sinnúmero de tonalidades grises.

En conjunto, la densidad física más el número atómico de un tejido, con vistas a la imagen
que proyecta en una placa radiográfica después de ser expuesto a radiación, se conoce
como densidad radiográfica del tejido.

15
Las partes corporales pueden ser clasificadas dentro de cinco grupos de densidades
radiográficas, mismas que a continuación se anotan desde la más radiolúcida a la más
radiopaca:

a) Densidad de gas: presenta un bajo nivel de absorción, por lo que casi toda la radiación
alcanza la placa por tanto la tonalidad es muy obscura (negra), como ejemplo están los
órganos que de manera natural contener aire, por ejemplo, tráquea, pulmones, estómago,
intestinos, etc.

b) Densidad de grasa: permite un menor paso de radiación con relación al gas y se presenta
de una tonalidad gris muy obscura, como ejemplo está el panículo adiposo subcutáneo,
grasa que rodea a ciertos órganos, etc., su presencia permite apreciar el perímetro de
algunos órganos próximos a ella, periféricamente da oportunidad de separar la ubicación de
la musculatura esquelética y el perímetro cutáneo.

c) Densidad de tejidos blandos y/o fluidos: una mayor cantidad de radiación es absorbida
con relación a la grasa, su apariencia incluye tonalidades grises que van desde obscuras
hasta claras. La densidad radiográfica de los tejidos blandos, como el músculo, y la de los
fluidos, como el agua, es similar y debido a que la sensibilidad del sistema radiográfico de
imágenes no es lo suficientemente grande como para permitir la detección de pequeñas
diferencias de radiopacidad en densidad radiográfica, los tejidos blandos y los fluidos
producen imágenes de radiodensidad semejante por lo que se clasifican en un mismo
grupo, sin embargo, las tenues diferencias aún entre tonos de grises muy parecidos
permiten reconocer un órgano de otro, aunque en el caso de los fluidos, el tono gris que
producen no permite precisar de qué tipo de líquido se trata.

d) Densidad ósea: el material óseo permite pobremente el paso de los rayos X por lo que en
la placa se observará radiopaco (se presenta con tonalidades blanquecinas o claras).

e) Densidad de mineral: material o sustancia muy densa que impide marcadamente el paso
de los rayos X. Las áreas se ven muy blancas (el máximo de radiopacidad). Cabe señalarse
que si bien los minerales no son componentes corporales naturales pueden encontrarse ya
sea como cuerpos extraños (por ejemplo, una bala) o bien como componentes terapéuticos
(por ejemplo, un clavo intramedular). Y substancias químicas con alta densidad como
medios de contraste positivos (por ejemplo sulfato de bario).

Las diferentes tonalidades, desde el blanco hasta el negro pasando por los diversos grises,
se comparan entre sí, observándose cual tiene una mayor radiopacidad (aquel que presenta
un tono más claro) o bien, una mayor radiolucidez (aquel con un tono más oscuro). De esta
forma se puede hablar de manera comparativa, en términos de densidad radiográfica
diciendo por ejemplo, que una estructura tiene densidad de grasa y presenta una mayor
radiolucidez que otra estructura, o bien que se observa la presencia de una masa con
densidad de tejido blando (Fig. 2.5).

El espesor de las estructuras influye en la cantidad de radiación absorbida y aquella que


alcanza la película, al aumentar el espesor también lo hace la radiopacidad. Se sabe que la
grasa es más radiolúcida que el hueso, pero si se coloca un trozo grande de grasa próximo a

16
un pedazo delgado de hueso, la grasa podría aparecer más radiopaca (la radiopacidad total
por el espesor será mayor que la del hueso).

Mineral
Tejido blando o fluido
Oseo
Grasa

Gas

Figura 2.5. Las cinco densidades radiográficas.

Aspectos que influyen en la calidad de una radiografía (evaluación técnica)

Una radiografía es una imagen visible de la estructura interna de un objeto, que en el


terreno de la medicina por lo general es un paciente y se usa para acceder a estructuras
internas. Interpretando la imagen radiográfica como una sombra, se pueden aplicar los
mismos conceptos que afectan la sombra de un objeto expuesto a una fuente luminosa, esto
es, si inclinamos la fuente de luz 45º a la derecha, la sombra que obtendremos estará
distorsionada, si se aleja la fuente de luz la sombra será cada vez más débil. Esto mismo
sucede con los rayos X, al cambiar la dirección del rayo central, al alejar o acercar la fuente
de los rayos X, etc. se obtienen diferencias en las sombras presentes en las radiografías, lo
que afecta en la calidad de la radiografía para el diagnóstico.

Para obtener una placa radiográfica de calidad diagnóstica es necesario considerar todos
aquellos aspectos que pueden influir en la imagen final, mismos que a continuación se
explican.

Alineación

Cuando se desea tomar una radiografía de una región determinada, es importante cuidar que
el rayo central caiga perpendicularmente en el centro de la parte de interés, ya que la
radiación periférica tiene una inclinación con respecto al rayo central lo que ocasiona que
las estructuras que son atravesadas por ella darán origen a una imagen ligeramente
distorsionada. Esto se puede comprobar al exagerar la inclinación de la radiación, si se

17
toma una placa de rodilla inclinando el rayo central 45º se obtiene una imagen con los
cóndilos femorales y tibiales “estirados”, tal como sucede al observar nuestra sombra a lo
largo de una tarde soleada.

La mayoría de los aparatos actuales cuenta con la posibilidad de iluminar el área que será
expuesta mediante un aditamento conocido como colimador (que será descrito más
adelante) el cual, mediante la sombra de dos líneas perpendiculares cuya intersección
señala el centro de dicha área, y corresponde al punto en donde pasará el rayo central, esto
permite alinear el área de interés al momento de tomar la radiografía.

Posición

Una imagen radiográfica es una imagen bidimensional del objeto radiografiado, por lo que
para interpretar una placa se deben obtener imágenes lo más cercano posible al objeto y
esto solo se logra colocando de manera adecuada la parte corporal de interés del paciente,
por ejemplo, si se desea observar la pelvis es importante que el animal esté en un decúbito
dorsal perfecto para tener una vista de toda la pelvis, con ambos lados simétricos, si al
colocar el sujeto queda inclinado hacia uno u otro lado, entonces se obtiene una imagen
pelviana distorsionada con un lado del coxal más ancho que el otro, lo cual puede generar
errores de diagnóstico al interpretar la placa (Fig. 2.6).

Posicion
Alineacion

Figura 2.6. Posición es como se coloca el perro en la mesa y alineación donde se coloca el
rayo central.

Es importante tener puntos de referencia que permitan valorar si el sujeto estaba en


posición correcta al tomar la placa, para el ejemplo anterior se toman los forámenes
obturadores que deben observarse del mismo tamaño en ambos coxales, de ser así, se dice
que la placa es estricta. Si existiera un ligera inclinación del sujeto entonces se observará un
foramen un poco más grande que el otro, si este cambio en la posición es mínimo y no

18
afecta la posibilidad de interpretar la placa, entonces se trata de una placa no estricta con
valor diagnóstico. Pero si la inclinación es tal que la imagen obtenida está distorsionada y
no permite su interpretación, entonces se habla de una placa no estricta sin valor
diagnóstico, lo que obligará a repetir el estudio.

Contraste

Uno de los principales objetivos al tomar una radiografía es poder diferenciar las
estructuras que conforman a la parte corporal en estudio (huesos, músculos, vísceras
huecas, vísceras parenquimatosas, tejido blando periférico, etc.). Al observar una placa las
diferentes entidades anatómicas son observables gracias a que contrastan con el ambiente
que les rodea (estructuras contiguas). Los diferentes tonos claros, oscuros y grises de las
estructuras anatómicas que se presentan en una placa, se logran por la diferente densidad
radiográfica que existe entre ellas; esta diversidad de tonos permite el contraste.

A B
Figura 2.7 Contraste en una placa radiográfica.
A. Placa subexpuesta. B. Placa sobrexpuesta.

El contraste dependerá de una técnica radiográfica correcta. Los aparatos de rayos X tienen
un panel de control en donde se puede determinar el kVp, el mA y el tiempo de exposición
expresado en segundos (existen muchos equipos que conjugan la cantidad de corriente con
el tiempo de exposición y se habla entonces de mAs). Es importante controlar
adecuadamente estos tres aspectos ya que de lo contrario se afectará el contraste
radiográfico. Un elevado kVp, mA y tiempo de exposición, provocará que gran cantidad de
radiación, con alta energía y durante mucho tiempo impacte sobre el objeto expuesto
ocasionando un ennegrecimiento general de la película con pérdida del contraste (se trata
de una placa sobrexpuesta). Si se procede de manera contraria, esto es un bajo kVp, mA y
tiempo de exposición, entonces muy poca radiación alcanzará la placa, en este caso se
tendrá una placa que en general se observa clara y tampoco será posible apreciar el
contraste entre las estructuras (se trata de una placa subexpuesta). La placa ideal será
aquella en la cual se combine la cantidad de radiación, su energía y el tiempo a la que el
sujeto estará expuesto para obtener el contraste deseado, una regla general dice que si se
aumenta el kVp debe disminuirse el mA y tiempo de exposición y si se eleva el mA y el

19
tiempo de exposición deberá disminuirse el kVp. Dependiendo de la región corporal y las
estructuras de interés se trabajará la técnica más adecuada (Fig. 2.7).

Al revelar una placa también se puede afectar el contraste de manera similar a lo expuesto
anteriormente, en este sentido el tiempo de revelado es crucial ya que una placa expuesta
por más tiempo del indicado al revelador tiende a ennegrecerse (placa sobrerrevelada) y al
contrario, una placa con un menor tiempo del indicado en el revelador queda clara (placa
subrrevelada), en ambos casos se pierde el contraste.

Distancia foco-objeto-película

La distancia foco-película afecta el ennegrecimiento de la placa. Al aumentar la distancia


foco-película disminuye el ennegrecimiento debido a que baja la intensidad de la radiación
que alcanza la película. Para lo anterior se sabe que la intensidad de la radiación disminuye
con el cuadrado de la distancia, esto es, si se tiene una intensidad de 400 rayos X/cm 2 a un
metro de distancia, al aumentar la distancia a 2 metros, la intensidad disminuirá a 100 rayos
X/cm2, es decir, no disminuye a la mitad (considerando un factor de 2 correspondiente al
doble de la distancia) sino que disminuye 4 veces (considerando el cuadrado de la distancia,
2 veces más de distancia al cuadrado nos da un factor de disminución de 4 veces la
intensidad). Por otro lado, uno podría esperar entonces que al acercar el foco a la película es
posible disminuir los valores de kVp, mA y tiempo para disminuir la exposición a la
radiación, esto es cierto pero al hacerlo se sacrifica el detalle radiográfico ya que se
empieza a generar una imagen con mayores áreas de indefinición (penumbra) con pérdida
del detalle. Así que es necesario estimar la distancia en la cual se obtiene el mejor detalle
con los valores de exposición más bajos. Para la mayoría de los aparatos esta distancia está
entre 80 y 100 cm.

La distancia objeto-película también afecta el detalle radiográfico. Lo ideal es que el objeto


de interés quede lo más cerca posible a la película para obtener imágenes con fidelidad del
objeto expuesto. Si el objeto se aleja de la película se empieza a observar una imagen con
penumbra (se pierde el detalle), esto equivale a iluminar con una lámpara un objeto pegado
a la pared, al inicio la sombra corresponde al objeto y se apreciará con detalle, al alejar el
objeto de la pared la sombra pierde ese detalle al formarse una penumbra.

Nitidez

En este punto se persigue revisar que la silueta de todas las estructuras que aparecen en una
placa radiográfica se vean bien definidas, que sus perímetros sean claros, nítidos. En
Medicina Veterinaria, la inmovilización del paciente al momento del disparo es importante,
las fallas en este procedimiento son la principal causa para obtener placas con mala
definición, o peor aún obtener placas borrosas (“placas movidas”), lo que obliga a repetir la
toma. La sujeción del paciente cobra una importancia fundamental al momento de la toma
de la radiografía por lo que es necesario que al menos dos personas inmovilicen al paciente
para evitar que se mueva al realizar la toma de la radiografía. Se pueden emplear
tranquilizantes o anestésicos con el fin de evitar el movimiento del sujeto, pero no se deben
usar en animales cuya función cardio-respiratoria esté comprometida y tampoco en aquellos
en estado de choque. Aún y cuando este bien controlado el paciente, los movimientos

20
respiratorios influyen en una buena definición. En Medicina Veterinaria es recomendable
contar con equipos que manejen tiempos de exposición extremadamente cortos (1/32 o un
1/64 de segundo) lo que permite eliminar las consecuencias del movimiento respiratorio o
poder trabajar con pacientes demasiado inquietos y que solo pueden mantenerse inmóviles
por muy poco tiempo (Fig. 2.8).

Otras causas de falta de nitidez (placas borrosas) es que se mueva el chasis o el tubo de
rayos X al momento de tomar la placa.

La obtención de placas de buena calidad radiográfica dependerá de los cinco aspectos


discutidos con anterioridad, cualesquiera de ellos que se vean afectados influirá en la
misma y esto podrá conducir a diagnósticos erróneos que implicarán pronósticos y
tratamientos equivocados, que impactarán directamente sobre la salud del paciente. De lo
anterior existe una regla básica en radiología “Es mejor no tener una radiografía que tener
una radiografía de mala calidad”.

Figura 2.8 Placa radiográfica con mala nitidez.

Artefactos

Por definición un artefacto es algo que aparece en una radiografía y que no forma parte de
la imagen, se debe a errores cometidos durante la toma y procesamiento de la misma que
dejan huella en la placa, por ejemplo, escurrimientos de agua que manchan la radiografía;
un chasis en mal estado permite que entren rayos de luz que aparecerán como líneas negras

21
de veladura en la placa, que también se pueden observar en una película rayada antes del
procesamiento, estática producida en las pantallas intensificadoras del chasis (que se
tratarán más adelante) o al rozar la placa contra metales que ocasionan rayos luminosos que
aparecen en la placa como líneas radiolúcidas de veladuras con formas caprichosas (líneas
negras arborizadas), placas grises con pérdida de contraste debidas al trabajo con películas
viejas o mal almacenadas, líneas o manchas blancas debidas al desprendimiento de la
emulsión, marcas negras en media luna debidas a dobladuras de la película durante el
manipuleo, bordes de película negros debido a veladuras, impresiones digitales ocasionadas
por exposición de la película a revelador o fijador antes de su procesamiento generalmente
ocasionadas porque la persona que procesa la placa tiene los dedos húmedos con estos
químicos, manchitas blancas definidas por polvo en el chasis, películas amarillentas o de
color marrón con pérdida de contraste debidas a un lavado insuficiente(Fig. 2.9).

Todos estos ejemplos de artefactos ocasionan la presencia de manchas, líneas, puntos, etc.
que pueden quedar sobre el área de interés y no permitir evaluar la placa, por ejemplo,
puntos blancos sobre la vejiga podrían crear la impresión de presencia de cálculos, una
línea blanca sobre el borde de un hueso que no nos permite observar una fisura, etc. Los
artefactos también afectarán la calidad de la radiografía influyendo en la interpretación de
la misma. La presencia de objetos metálicos presentes en la mesa, sobre el paciente etc.

A B

Figura 2.9. A. Proyección radiográfica mediolateral de miembro torácico con líneas blancas
transversales por mal revelado. B Proyección radiográfica lateral izquierda con mielografía,
presenta ramificaciones negras por estática.

Medios de contraste

Son sustancias o gases que al ser introducidas al organismo resaltan algunas estructuras que
en condiciones normales no son radiológicamente apreciables. Los medios de contraste se
clasifican en positivos (radioopacos) o negativos (radiolúcidos) y las técnicas en las cuales
se utilizan se nombran utilizando el sufijo “grafía” con el nombre de la estructura implicada

22
en el estudio indicando además, si el medio utilizado es radioopaco (positivo) o radiolúcido
(negativo). Un estudio con medio de contraste positivo en corazón se nombrará cardiografía
positiva; un estudio con medio de contraste negativo en estómago se nombrará gastrografía
negativa; es posible también introducir dos medios de contraste (positivo y negativo) en un
mismo órgano y entonces será un estudio de doble contraste o mixto, como podría ser el
caso de una cistografía mixta (introducción de un medio de contraste positivo y otro
negativo en la vejiga urinaria). Como principio de nomenclatura cuando no se indica si el
medio utilizado es positivo o negativo se da por sentado que era positivo (cardiografía
derecha, se introdujo un medio de contraste positivo en el atrio y ventrículo derechos del
corazón). Asimismo para los estudios con medio de contraste negativo, en los que
generalmente se utiliza aire como medio de contraste, se usa el prefijo “neumo” para
indicar el tipo de medio utilizado y siguiendo el ejemplo ya citado se tiene la
neumogastrografía (sinónimo de gastrografía negativa) (Fig. 2.10).

A B

Figura 2.10. A) Estómago e intestino delgado con medio de contraste positivo


(gastroenterografia).
B) Vejiga urinaria con medio de contraste negativo (neumocistografia).

Los medios de contraste positivos son soluciones hechas en base a yoduros orgánicos o
bien el sulfato de bario en solución. Las soluciones de yoduros orgánicos se introducen a
través de la vía sanguínea o bien en compartimientos corporales. La urografía excretora es
un ejemplo de la primer situación, en esta técnica se utiliza un yoduro orgánico cuya
eliminación se sabe es por vía urinaria, en este caso después de introducir el compuesto por
inyección endovenosa se toman placas de abdomen a diferentes tiempos, en las cuales será
posible apreciar el medio de contraste en su paso por el riñón, pelvis renal, uréter y vejiga
urinaria, estructuras que contrastarán del resto como sombras radiopacas de densidad
mineral. Como ejemplo de la segunda situación, en la artrografía se introduce un yoduro
orgánico en la cavidad articular que aparecerá como una sombra radiopaca de densidad
mineral entre los huesos que conforman la articulación.

La presentación del sulfato de bario es en polvo, se prepara en solución acuosa y su uso es


exclusivo para estudios del canal alimentario (introducido por otra vía tiene consecuencias
fatales por su toxicidad). Como ejemplo se tiene el tránsito gastrointestinal en el cual se da
una toma de sulfato de bario y posteriormente se realizan placas de abdomen a diferentes
tiempos, en las cuales será posible apreciar el estómago (gastrografía), el intestino delgado

23
(enterografía) y el intestino grueso (colografía) como sombras radiopacas de densidad
mineral conforme el medio de contraste avanza por el tubo digestivo hasta su eliminación.

Los medios de contraste negativos utilizados son gases inocuos (aire, oxígeno, bióxido de
carbono, etc.). Por razones de costo, el más utilizado es el aire que se introduce en un
órgano hueco o compartimiento corporal (dependiendo de la estructura en estudio es
recomendable en ocasiones esterilizar el aire para evitar infecciones posteriores). Como
ejemplo está la neumocistografía en la que se introduce aire en la vejiga urinaria por vía
uretral la cual aparecerá en la radiografía como una sombra radiolúcida de densidad de gas
que contrastará con el resto de las estructuras.

Proyecciones radiográficas

Al utilizar la radiografía como técnica de apoyo diagnóstico es necesario determinar la


posición en la cual debe colocarse el sujeto para obtener la imagen deseada en la
radiografía. Considerando que las estructuras que conforman cada región corporal son
“iluminadas” por los rayos X y que su imagen se fija sobre una superficie plana (la película
radiográfica) entonces se habla de una proyección radiográfica (es valido usar el término
toma radiográfica, aún y cuando estrictamente esto se refiera a la acción de tomar la placa).

Para poder determinar las diferentes proyecciones radiográficas es necesario ubicar la


posición del paciente y el trayecto de los rayos X sobre él para obtener la imagen
radiográfica. Para nombrar la proyección radiográfica de cada imagen obtenida se
determina la superficie de la región por la que los rayos X entran y la superficie por la que
salen antes de alcanzar la película radiográfica. Por ejemplo, si se desea obtener una imagen
en vista lateral de la rodilla derecha, se coloca al sujeto en decúbito lateral derecho con la
rodilla derecha pegada al chasis, al hacer el disparo, los rayos X entrarán a la rodilla por su
superficie medial y saldrán por su superficie lateral, entonces la imagen obtenida será una
proyección mediolateral de rodilla derecha. Para una proyección cráneocaudal del codo
izquierdo, se colocará al sujeto en decúbito ventral colocando el miembro torácico
izquierdo sobre el chasis cuidando que el codo quede alineado con el rayo central, los rayos
X entrarán al codo por su superficie craneal y saldrán por la caudal. Lo anterior es válido
para cualquier región de los miembros torácicos o pelvianos, aclarando que en mano y pie
las proyecciones radiográficas serán mediolateral y dorsopalmar (mano) o dorsoplantar
(pie), siguiendo la nomenclatura anatómica para estas regiones.

En el tronco, cuello y cabeza se sigue la misma rutina, si se desea una vista lateral del
abdomen se coloca al sujeto en decúbito lateral derecho, al momento del disparo los rayos
X entrarán al paciente por la superficie abdominal del lado izquierdo y saldrán por la
superficie abdominal del lado derecho, se trata de una proyección
laterolateralizquierdaderecha o simplemente lateral derecha, considerando que los rayos
cruzaron de lado a lado y solo se nombra la superficie por la que salen, que corresponde al
lado del paciente en contacto con el chasis. Para tener una vista ventral de la misma región
se coloca al paciente en decúbito dorsal, de forma que los rayos X la crucen desde la
superficie ventral a la dorsal antes de llegar al chasis, con lo que se tiene una proyección
ventrodorsal (Fig. 2.11).

24
Hasta el momento se han tocado dos proyecciones considerando que el rayo central pasa a
90º sobre la superficie de interés. Por ejemplo, en una proyección craneocaudal de rodilla el
rayo central será perpendicular a un plano paralelo a la superficie craneal de la rodilla; en la
proyección mediolateral, el rayo central estará perpendicular a un plano paralelo a la
superficie medial de la rodilla. Existen casos especiales en que interesa tener una tercer
vista de la región, para el caso de la rodilla, se inclina el rayo central hacia el lado medial y
se obtiene una proyección oblicua en la que el rayo central entrará a la rodilla por un punto
localizado entre el centro de la superficie craneal y el centro de la superficie medial, y
saldrá por un punto localizado entre el centro de la superficie caudal y el centro de la
superficie lateral, la proyección radiográfica se denominará oblicua craneomedial-
caudolateral. En sentido estricto, es necesario anotar el grado de inclinación del rayo central
con respecto a la vertical que le dio origen, es decir, si el rayo se inclinó 30º de la
perpendicular a la superficie craneal para la proyección descrita, entonces se debe nombrar
como oblicua craneo30medial-caudolateral.

A B
Figura 2.11. A. Proyección radiográfica de rutina lateral izquierda de abdomen.
B. proyección radiográfica de rutina ventrodorsal de abdomen.

Asimismo se puede seguir moviendo el rayo central y se obtendrán diferentes proyecciones,


por ejemplo, una proyección oblicua cráneodistal-cráneoproximal de rodilla en flexión en la
que se coloca al sujeto con la rodilla en flexión y el rayo central cruza tocando únicamente
la superficie craneal de la rodilla (desde la parte distal hasta la proximal), como una
tangente, de ahí que estas proyecciones se les conoce como tangenciales (para este caso se
trata de una proyección tangencial de rodilla en flexión).

Al anotar las diferentes proyecciones radiográficas es posible usar abreviaturas, por


ejemplo, CraCa (cráneocaudal), DPa (dorsopalmar), ML (mediolateral), DV (dorsoventral),
LI (lateral izquierda), OCr30LCaM (oblicua craneo30lateral-caudomedial), etc.

25
Concepto tridimensional

Al revisar la radiografía y considerando que la imagen es una sombra bidimensional del objeto
en la que no se puede tener en principio la percepción de la profundidad, razón por la cual no
es necesario hacer tomas opuestas de la misma región, por ejemplo, CrCa y CaCr, ya que
en esencia se percibirá lo mismo (como si se observara una calcomanía por ambos lados).
Para tener una impresión completa de la región en estudio es importante considerar el
concepto de tridimensionalidad el cual dice que para poder llegar a tener una imagen mental
tridimensional del objeto es necesario tener al menos dos proyecciones radiográficas de la
misma porción anatómica y que ambas proyecciones sean ortogonales entre sí (hechas con
una angulación de 90º una de la otra). Para hacer más gráfico lo anterior se toma como
ejemplo un cuerpo extraño en el abdomen; en una proyección LD se podrá observar en el
centro del mismo, pero debido a que no se tiene la percepción de profundidad no se puede
ubicar con precisión ya que podría estar desde la piel del lado izquierdo hasta la piel del
lado derecho pasando por toda la cavidad; si se tiene solo una proyección VD, el objeto en
cuestión podría estar desde la piel del vientre hasta la piel del dorso pasando también por
toda la cavidad. Al observar las dos proyecciones (LD y VD) en conjunto es posible
generar una imagen mental tridimensional y entonces ubicar con precisión el cuerpo
extraño ya que se tiene la percepción de profundidad (Fig. 2.12).

A B
Figura 2.12. Concepto tridimensional.
A. Proyección radiográfica mediolateral de la articulación del codo, no se observa
anormalidad anatómica (La flecha señala una línea de crecimiento). B. Proyección
radiográfica cráneocaudal, donde se observa una discontinuidad en la articulación del codo.

Planigrafía radiográfica

Es el conjunto de tomas radiográficas que se realizan de una región determinada con el fin
de poder tener una imagen lo más completa de la misma, evitando pasar por alto cualquier
porción que, por sobreposición de estructuras, pudiera quedar enmascarada en algunas de
las proyecciones radiográficas.

26
En primer término se deberá contar con las dos proyecciones ortogonales de que se habló al
tratar el concepto tridimensional, se conocen como tomas de rutina y corresponden en los
miembros locomotores a la CraCa o CaCra y a la ML o LM, y en cabeza, cuello y tronco a
la DV o VD y LD o LI.

En caso de caer en la disyuntiva de elegir entre dos tomas opuestas para tener la que más
convenga de acuerdo al estudio que se esté realizando, la decisión dependerá de la
estructura de interés considerando que para obtener el mejor detalle radiográfico deberá
estar lo más cercano posible al chasis, por ejemplo, si se pretende valorar las costillas del
lado derecho del animal, es preferible hacer una proyección LD que una LI.

Las proyecciones oblicuas (también denominadas especiales) suelen hacerse de manera


complementaria, generalmente cuando las dos proyecciones de rutina no muestran
evidencia de la anormalidad que se sospecha debido a sobreposición de estructuras. Es
importante señalar que antes de realizar cualquier proyección especial siempre deberán
realizarse las proyecciones de rutina como referencia para ubicar cualquier estructura
anatómica con precisión.

Como ejemplo de una planigrafía radiográfica se tiene a la articulación


metacarpofalangiana del caballo; integrando su planigrafía están las siguientes
proyecciones: DPal (dorsopalmar), LM (lateromedial), LM en flexión (lateromedial en
flexión), ODMPalL (oblicua dorsomedial palmarolateral) y ODLPalM (oblicua dorsolateral
palmaromedial), que permitirán tener una imagen tridimensional completa de esta
articulación, en la que será difícil pasar por alto cualquier parte de la misma.

Material y equipo

Aparato de rayos "X"

El aparato de rayos X es la parte central del equipo en un gabinete de rayos X. Consiste de dos
partes fundamentales, el cabezal (en donde se encuentra el tubo de rayos X) y el panel de
control (con los botones para controlar el kVp, mA, tiempo de exposición y disparo), Existen
dos tipos de aparatos. El primer tipo es aquel en el que el cabezal estará sobre la mesa de
trabajo y el panel de control en un sitio aparte (para poder ajustar los valores de exposición y
disparo desde un sitio diferente a la zona de radiación). En el segundo tipo el tubo de rayos X
y los controles están contenidos en una misma caja, generalmente son equipos portátiles y son
empleados principalmente en medicina equina. Casi siempre se cuenta con la opción de un
disparador conectado por cable lo que permite alejarse de la zona de radiación al momento del
disparo o bien que al mismo tiempo que se sujeta al paciente se pueda realizar el disparo (Fig.
2.13).

Los equipos del primer tipo cuentan con un soporte móvil para el cabezal, de tal suerte que se
coloca el paciente sobre la mesa y el cabezal se mueve hasta alinear el rayo central con la
región de interés. En caso los equipos portátiles que se utilizan dentro de un gabinete de rayos
X, es conveniente contar con un soporte para fijar el aparato sobre la mesa de trabajo; para el
caso de tomas en campo con equipo portátil es conveniente contar con un soporte de piso

27
sobre el cual colocar el equipo al momento de tomar la radiografía. En ambos casos el soporte
evitará el movimiento del equipo al momento de tomar la radiografía.

Para protegerse de la radiación, es recomendable que los equipos cuenten con dos
características más, el filtro y el colimador.

Durante la producción de los rayos X se generan fotones de baja energía que no sirven para
el propósito de producir una imagen radiográfica ya que son absorbidos por el paciente,
para evitar esta contaminación innecesaria se colocan filtros en la ventana del tubo de rayos
X que remueven los fotones de baja energía, lo que evita que alcancen al paciente.

Panel de control

Cabezal
Controlador de
colimador
Controlador de
predisparo y disparo

Figura 2.13. Aparato de rayos X.

El colimador sirve para limitar el haz primario de radiación y previene que radiaciones
inútiles escapen de la caja que encierra al tubo (que pueden tener un efecto de veladura
sobre la película radiográfica). Los aparatos actuales cuentan con un foco de luz visible
colocado de tal forma que al encenderse proyecta un cono de luz que corresponde al cono
invisible de radiación. El colimador cuenta con controles que permiten abrir o cerrar la
superficie de incidencia, para poder ajustarla la tamaño del chasis y lo podemos observar al
encender la fuente de luz antes citada con esto se evita incrementar la dosis al paciente y al
personal técnico (Fig. 2.14).

A B
Figura 2.14. Colimador
A. Chasis con el colimador cerrado. B. Chasis con el colimador ajustado.

28
Además, el sitio por el que sale la radiación y luz del colimador de la caja o cabezal del
aparato cuenta con una protección de vidrio en la cual se dibujan dos líneas perpendiculares
entre sí que se interceptan justo en el centro del área. Al prender la luz para colimar el área
de incidencia de los rayos X, la sombra de estas líneas permitirá alinear el punto en el que
caerá el rayo central.

Película radiográfica

Como ya se mencionó al tratar el efecto fotográfico, la placa radiográfica es una película


cubierta por una emulsión de cristales de haluros de plata (generalmente bromuro de plata),
sensible a la luz y a los rayos X. Existen diferentes tamaños de películas radiográficas (8 X
10, 10 X 12 y 12 X 14 pulgadas son las mas utilizadas en Medicina Veterinaria) y
dependiendo la longitud de onda de emisión de luz de los elementos que conforman a la
pantalla intensificadora hay películas sensibles al verde y azul, por lo que es importante
revisar que coincida el color de emisión de luz del chasis con aquel al que es sensible la
película.

Chasis

Debido a que la película radiográfica tiene una emulsión sensible a la luz, es necesario
mantenerla protegida de la misma, razón por la cual durante la toma radiográfica debe
mantenerse dentro de un chasis, el cual es un fólder metálico, que presenta bisagras para su
abertura y broches para un cerrado firme; el chasis aloja en su interior a la película de rayos
X y evita que la luz ambiental incida sobre ella. Presenta una tapa y un fondo. La tapa
elaborada por un material de bajo número atómico y baja densidad física para que no
absorba la radiación, generalmente de chapa de aluminio, permite el paso de los rayos X; el
fondo tiene una placa de plomo, que atenúa el viaje de la radiación más allá del chasis.

Pantalla
Tapa intensificadora

Fondo

Figura 2.15. Componentes del chasis.

Como parte del chasis están las pantallas intensificadoras que consisten en una placa
compuesta de capas de cristales fluorescentes, los cuales emiten luz cuando son alcanzados
por los rayos X (efecto fluorescente de los rayos X). El principio de utilidad de las pantallas
intensificadoras está determinado por el hecho de que pueden convertir una radiación

29
escasa en mucha radiación luminosa, disminuyendo entonces la cantidad de radiación
necesaria para hacer la radiografía, lo que se traduce en menor exposición a la radiación
para el paciente y el personal técnico. El material utilizado para las pantallas
intensificadoras son los elementos químicos con número atómico 57 a 71 (denominados
tierras raras), los cuales emiten 4000 rayos luminosos por cada rayo X absorbido. En cada
chasis se coloca una pantalla intensificadora en la tapa y otra en el fondo de forma que la
película queda comprimida entre las pantallas (Fig. 2.15).

Rejilla

La radiación dispersa resulta de la redirección de una porción del haz de radiación primaria
al interactuar con los átomos del paciente cuyo efecto se traduce en una veladura
generalizada sobre la película, lo cual reduce el contraste. Esta radiación dispersa puede
eliminarse mediante el uso de una rejilla que es una "parrilla" formada por finas tiras de
plomo intercaladas con otras de material de bajo número atómico y baja densidad física
(como el aluminio), que se colocan por encima del chasis; su función es absorber la
radiación dispersa emitida por el paciente, con esto mejora la calidad de la imagen en la
placa. Su uso es recomendable en porciones anatómicas superiores a 12 cm. de espesor.

Figura 2.16. Porta chasis en una mesa para rayos X.

Mesa

Es importante contar con una mesa destinada específicamente para la toma de radiografías,
que sea firme para evitar que se mueva al momento de tomar la placa. Las mesas diseñadas
para gabinetes de rayos X están elaboradas de un material que permite pasar la radiación y
cuentan con un portarrejilla y un portachasis que se localizan por debajo de la mesa para poder
ser utilizados cuando así se requiera (Fig. 2.16).

Negatoscopio

Es una caja de luz blanca difusa, con una tapa plástica sobre la cual se colocan las
radiografías de tal forma que se iluminan de manera uniforme para poder realizar la
correcta interpretación de las radiografías (Fig. 2.17).

30
Figura 2.17. Negatoscopio.
Cuarto oscuro

Debido a la sensibilidad de la película radiográfica a la luz es necesario contar con un cuarto


que se oscurezca perfectamente para poder sacar las radiografías sin el riesgo de que se velen.
El cuarto oscuro es el sitio en donde se realizará la carga del chasis y el proceso de revelado,
debe contar con: lámpara de protección, bastidores y tanque revelador.

La lámpara de protección está equipada con una luz ámbar o roja con la suficiente intensidad
para poder tener cierta visibilidad dentro del cuarto oscuro pero que no produzca veladura en
la película.

Los bastidores son armazones metálicos equipados con cuatro broches que nos permiten
sujetar la radiografía en sus cuatro esquinas para que permanezca tensada y poder ser sometida
al proceso de revelado (Fig. 2.18).

A B
BASTIDORES
Figura 2.18. A. Lámpara de protección del cuarto oscuro.
B. Bastidores metálicos de diferente tamaño.

El tanque revelador está conformado por tres compartimientos para los químicos (revelador y
fijador) y el agua que son utilizados durante el proceso de revelado.

El revelado tiene como función reducir a plata metálica los cristales de plata expuestos a la
radiación. El propósito del fijador es convertir los cristales de sales de plata no revelados sobre

31
la película, en compuestos solubles y así poder disolverlos (limpia los cristales de plata no
revelados o expuestos), deja la plata expuesta como una imagen permanente en la película.

Después de pasar la radiografía por cada uno de los químicos debe ser perfectamente
enjuagado con agua.

Equipo de protección

El objetivo del estudio radiológico es obtener información diagnóstica con mínima exposición
del paciente, personal técnico y público en general, debido al efecto biológico que tiene la
radiación.

En principio, solo el paciente deberá estar expuesto a la radiación primaria y con relación a la
radiación secundaria, los elementos básicos de protección incluyen distancia (incrementar la
separación del individuo de la fuente de radiación), tiempo (reduciendo la duración de la
exposición) y blindaje (usando barreras protectoras entre el sujeto y la fuente de radiación).

En la medida de lo posible nadie debe permanecer en el gabinete de rayos X durante la


exposición del paciente a la radiación. En medicina veterinaria esto solo es posible cuando se
trabaja con el paciente anestesiado, en los demás casos es necesario que el personal esté
presente para sujetar al paciente por lo que deberá estar protegido para limitar la exposición a
un nivel razonablemente bajo.

Lentes Guantes plomado


plomados

Collarin plomado
Mandil plomado
Figura 2.19 Equipo de protección mínimo para radiología

Las barreras protectoras entre el sujeto y la radiación incluyen biombos, mandiles, guantes,
collarines y lentes plomados. Los biombos se utilizan en los casos en que se trabaja con un

32
animal anestesiado de forma que el personal técnico pueda colocarse lo más lejos posible de la
zona de radiación protegidos por esta “pared plomada”. El mandil cubre el tronco y parte de
los miembros inferiores del individuo protegiendo las estructuras corporales más sensibles a la
radiación, los guantes permiten sujetar al paciente y poder tener las manos en áreas cercanas al
haz de radiación primaria (aún con guantes no es recomendable tener las manos en la zona de
radiación primaria), el collarín protege el cuello, región en donde se localiza la tiroides que es
particularmente sensible a la radiación y los lentes evitan que la radiación alcance los ojos y
afecte la lente del ojo ocasionando cataratas (Fig. 2.19).

Como parte del equipo de protección se deben considerar los filtros, las rejillas, el colimador y
las pantallas intensificadoras que reducen la cantidad de radiación de baja intensidad, la
radiación dispersa, limitan el campo de radiación primaria y permiten reducir los tiempos de
exposición, como ya se explicó previamente.

Examen de la radiografía (rutina de interpretación)

Lugar

El sitio en el que se hará la interpretación radiográfica debe ser un lugar tranquilo que permita
la concentración del observador y que pueda oscurecerse para que resalte la radiografía
iluminada sobre el negatoscopio. Debe contar, de preferencia, con un negatoscopio con
capacidad para dos radiografías (para poder colocar las radiografías de rutina e interpretar de
manera integral la imagen radiográfica). De ser posible tener un esqueleto y un atlas de
anatomía radiográfica normal que sirvan como referencia al momento de interpretar las
radiografías.

Colocación de la placa

Con el fin de crear una imagen radiográfica mental de cada región es conveniente colocar
siempre las radiografías en la misma posición sin importar la toma, esto es, las proyección DV
o VD colocarla de tal forma que, vista de frente, el lado derecho del sujeto quede a nuestra
izquierda (como si se estuviera viendo de frente al sujeto). En las proyecciones LD o LI, se
recomienda colocar la parte craneal hacia nuestra izquierda. Para los miembros, en la
proyección CrCa o CaCr, el lado medial hacia nuestra izquierda; en la proyección ML o LM,
la superficie craneal debe quedar hacia nuestra izquierda.

Valoración técnica

Antes de proceder a realizar la interpretación de una placa radiográfica es importante revisarla


desde el punto de vista técnico, ya que, como se mencionó anteriormente, una placa de mala
calidad puede conducir a una interpretación errónea que llevará a diagnósticos equivocados.
En la valoración técnica se debe considerar lo siguiente:

a) La posición del sujeto deberá ser la correcta con relación a la proyección que se esté
observando, con la región de interés en el centro de la radiografía (bien alineado). En este
punto se puede decidir si la placa es estricta o no, con o sin valor diagnóstico.

33
b) La placa debe estar bien contrastada, valorar si está sobre o subexpuesta.

c) Revisar que exista un detalle radiográfico adecuado, sin distorsiones que afecten la
valoración clínica.

d) Corroborar la nitidez en la imagen radiográfica, que no se trate de una “placa movida”.

e) Que no presente artefactos.

Revisión sistemática

La radiografía deberá examinarse en su totalidad sin considerar el diagnóstico presuntivo, ya


que en ocasiones esto provoca que el observador se enfoque al área en donde piensa que hay
una anormalidad y que pase por alto otras regiones lo cual provoca que no se detecten otras
alteraciones que acompañan a la lesión principal. Para lograr lo anterior es conveniente que en
toda radiografía se realice una revisión sistemática de acuerdo a los siguientes pasos: revisar
primero los tejidos blandos periféricos, posteriormente las estructuras óseas y articulares y
finalmente, dependiendo del caso, las cavidades y estructuras contenidas en ellas.

Como referencia, a continuación se anotarán los aspectos que deben ser considerados al
revisar las diferentes partes corporales.

a) Huesos

Considerar en la revisión los bordes y la densidad ósea de las diferentes partes del hueso.

Al seguir los bordes se podrá valorar la integridad de los huesos, cualquier cambio en el
perímetro óseo podrá ser sugestivo de lesión.

La densidad ósea permitirá valorar la estructura de los huesos, para esto se deben considerar
tres patrones de densidad ósea:

1- Cortical: ubicada preferentemente en la superficie del cuerpo de los huesos largos y


formando las dos láminas de los huesos planos.

2- Trabecular: situada en los extremos de los huesos largos, entre las dos láminas de los huesos
planos y conformando la estructura principal de los huesos cortos e irregulares.

3- Medular: localizada a nivel de la cavidad medular de los huesos largos.

b) Articulaciones

Se deben considerar tres aspectos deberán considerarse al valorar una articulación:

1- Los huesos que conforman la articulación deben guardar la alineación morfofuncional de la


misma.

34
2- Las superficies articulares deben ser lisas.

3- La cavidad articular deberá observarse radiolúcida y es importante considerar que desde el


punto de vista de densidad radiológica, el cartílago articular, que es también es radiolúcido, no
se podrá diferenciar de la cavidad propiamente dicha por lo que quedará incluido en la misma.

c) Órganos

Para los órganos deberán valorarse los siguientes aspectos: situación anatómica, forma,
tamaño, contorno, relaciones, densidad y contenido. Cualquier cambio podrá ser considerado
como anormalidad anatómica sugestiva de alteración en la estructura y/o función.

35

Das könnte Ihnen auch gefallen