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N° 1
El Núcleo Melódico
1:
11
Asesor de informática
Gustavo Colmenares
ISBN: 980-07-4050-3
Impresión
Gráficas Milenium
FUNDACIONVICENTEEMILIOSOJO
Consejo Directivo
Juan Francisco Sans
Presidente
Miembros Principales
José Peñín
Jose Vicente Torres
Miembros Suplentes
Miguel Astor
Felipe Sangiorgi
Fidel Luis Rodriguez
Carmen Moleiro
Gerentes
Gustavo A. Colmenares P.
Vicente E. Guevara T.
Secretaria Ejecutiva
Margarita Martínez Benedicto
Administración
Gloria Rodríguez de Velázquez
Belkis Campero
ygsora Rausseu
CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA (CONAC)
Directorio
Dr. Osear Sambrano Urda neta
Presidente
Directora General
Dra. Ludmila Calvo de Rodríguez
Secretario
Dr. Gustavo Arnstein
Vocal Directivo
Moisés Moleiro
Vocal Directivo
Dr. Elías Pino Iturrieta
PROLOGO
El libro que hoy sale a la luz es especial por varios motivos. En primer
término, es con toda seguridad el primer texto de teoría musical de alto
nivel que se edita en Venezuela. Las publicaciones musicológicas en nues-
tro país -y en gran parte del mundo hispánico- han estado orientadas
principalmente hacia el campo de la llamada musicología histórica. Los
lectores interesados en el terreno de la musicología sistemática, es decir,
aquella donde el conocimiento objetivo de la música es el protagonista
central, deben conformarse con consultar la abundante bibliografía, no
siempre disponible, que existe en otros idiomas.
No nos parece exagerado afirmar que con este texto, el profesor Sagredo
demuestra ser el más importante teórico venezolano de la presente hora
(cosa que en Venezuela sabíamos desde hace mucho tiempo), y segura-
mente uno de los más importantes de lengua española.
El sentido melódico...................................................................... 1
En busca de un universal melódico 2
Arquetipos melódicos....................................................................... 5
Los sistemas '.' " .. .. ...... 8
La octava 12
La quinta ;............. 15
El sistema medieval 17
Las escalas 18
La cuarta................................................................................... 18
El volumen 21
Naturaleza de los intervalos musicales............................................. 25
Naturaleza de las notas musicales.................................................... 25
Naturaleza de la afinación .:................................ 26
El problema de las escalas 27
Los intervalos en contexto 28
Una alternativa: música sin escalas ó •••••••••••••••••••••••••••••••••••••• ; 29
El núcleo melódico en acción ;................... 30
Lasescalas pentafónicas 32
El círculo de las quintas 33
La estructura del núcleo.................................................................... 35
Los intervalos del núcleo ! ••••••••••••••••••••••••• ,.... 42
Contorno y transformaciones 46
El contorno melódico........................................................................ 47
El sentido de tonalidad....................................................................... 50
Inconsecuencias de la teoría en uso:
La escala como unidad 52
Las notas como elementos....................................................... 52
Las escalas relativas i. ............. ...... .. 53
Las escalas pentafónicas 54
La cuarta aumentada 55
Los tetracordios 56
Construcción de las escalas 58
La tonalidad....................................................................................... 59
La escala como paradigma 59
Niveles de percepción 61
Otros núcleos..................................................................................... 62
La audición categórica 68
Intervalos naturales 70
Una competencia musical................................................................. 73
Los modos 74
Los grupos.......................................................................................... 78
La declamación 83
Las estructuras 89
Análisis y ejemplos 90
Elementos de análisis 91
La declamación 91
La transposición........................................................................ 92
La ornamentación..................................................................... 92
La estructura 92
Los motivos............................................................................... 92
Las prolongaciones................................................................... 92
Las funciones............................................................................ 93
La estabilización de patrones 93
Conclusión....................... 106
La concepción elementalista 106
La coherencia 107
La verdadera naturaleza de la música 108
El punto de vista antropológico 109
La estética 110
Notas 113
Indice onomástico 125
Indice analítico 127
Apéndice 129
Humberto Sagredo Araya 1
El sentido melódico
Ejemplo N° 1
Ejemplo N° 2
Esos autores sugieren que esta melodía estaría grabada en nuestra memoria
genética y por eso no es de extrañar el éxito inmediato que tuvo la melodía
compuesta por Franz Grüber en la Navidad de 1818, cuyo motivo inicial dice:
Ejemplo N° 3
Stil - le nacht
Que en inglés se canta: . Si - lent night
y en español: No - che de paz
Ejemplo N>4
~ de donde
• • •
Mozart, cuarteto con Oboe en Fa Mayor, K.370. En la línea 1 la melodía aparece tal como se escucha en
su estructura de superficie. La línea 2 esquematiza el movimiento simple, desprovisto de omamentaciones.
La línea 3 muestra el principio de construcción: dos terceras que se compensan. La línea 4 es la estructura
profunda: un doble floreo sobre la nota Fa; esta estructura representa un movimiento en giro de 360°.
90
0'\.1360
270
\
)
6 El núcleo melódico
Ejemplo N° 6
Ejemplo N° 7
2 3
~~ .~.~.~. ~. 1 t+~ •
Ejemplo N° 8
6;'1, a a .. .. a
Los sistemas
§ 13. Extremadamente prolijo resultaría citar aquí a todos los autores que
han afirmado que la melodía es anterior a la escala, es decir que la melodía
es el resultado de una actividad espontánea, anterior a toda idea de
sistematización. También son muchos los autores que coinciden en afirmar
que los sistemas musicales aparecen con las civilizaciones y por lo general
no tienen, en su origen, un propósito musical, sino social y religioso,
vinculado a poderes cósmicos o fuerzas naturales que asocian con los
sonidos, los cuales por esta razón quedan ordenados por alturas, o también
por timbres (como el poder que se asigna a los sonidos de las palabras
mágicas), o por intervalos, o por duraciones. La sistematización musical es
apenas un aspecto de un propósito más general de sistematización que
abarca a todos los hechos de la vida, particular o comunitaria, en el afán
de encontrar la explicación de la existencia del hombre, de la naturaleza,
de las fuerzas cósmicas, en suma del universo entero. Clásicos sobre este
tema son los escritos de Combarieu 14 y Marius Schneider." Por otra parte
la etnología descubre que no existe cultura sin música, que la música es
algo más que una simple actividad de entretenimiento (aunque también
puede serio en ocasiones). Por el contrario, es una de las formas primordiales
de expresión cultural, al mismo nivel que la danza, que el lenguaje hablado,
que las creencias, que los ritos, que las reglas de comportamiento y las
costumbres. En las civilizaciones, la sistematización de todo el saber
constituyó, desde un comienzo, un mecanismo de control que la clase
dominante elaboró para ejercer dominio sobre el resto de la población.
Los sistemas suelen estar construidos de tal manera que justifican y explican
las reglas y las leyes, por lo general limitativas y restrictivas, encaminadas
a preservar el orden social, al servicio, desde luego, de la clase que elaboró
las reglas. En casi todos los casos las leyes que constituyen la base de cada
sistema fueron algunavez entregadas a los hombres por un poder divino,
hecho este que garantiza su validez e inmutabilídad, eliminando de tal
modo, automáticamente, la posibilidad de ponerlas en duda. De nuestra
propia tradición podemos recordar las tablas de la ley que Jehová entregó
a Moises en el Monte Sinaí y de donde derivan nuestros diez mandamientos,
todavía vigentes. Situaciones similares pueden hallarse en todas la rnitologías.
El conjunto de reglas de esos sistemas suele estar estructurado de tal manera
que unas reglas se apoyen en las otras en una perfecta circularidad
tautológica, que ofrece a los creyentes la ilusión de perfección inmanente. .•
_ ::5, Detectar las constantes que se dan en los giros melódicos, en los
~-f:'r'\-alos, en las direcciones predominantes, en la relación del lenguaje
~ a entonación y cosas similares, es lo que puede ayudar a descubrir el
- szema de un repertorio. Tal vez la palabra estilo pudiera ser adecuada
.=-~-aclasificar el conjunto de esas variables, empleada esta voz con un
seczído circunscrito como el siguiente: empleo de cierto número limitado
=-e:nateriales y maneras de proceder. Esto incluye notas que se usan, y su
::.-ecuencia de uso, intervalos y, sobre todo, algo que difícilmente puede
~otarse como son las formas de empleo de la voz, que va desde gritos a
:;-cñidos, falsetes, guturalidades, vibratos, trémolos y muchos otros efectos.
_ or otra parte el estilo está dado, no solo por lo que se usa y hace, sino
también por lo que deja de usarse y hacerse. El estilo es una especie de
constante de escogencias frente a un cúmulo de alternativas posibles.
10 El núcleo melódico
Ejemplo N° 9
L3--1
~ -<>. Núcleo:p-
í!*~ 'f~!~
Ejemplo N° 10
--------
! I
~
ya la yamaka ya la yamaka ya la yamaka
Núcleos: ~
ya la yamaka
1@~111 ~~! ~~
ya la yamaka ya pü le yu u
Jayeechi 5
claramente estructuradas en uno o dos núcleos en las páginas 21, 34, 35,
36, 101, 103, 109, 110, 131, 132 Y 133. Todos los sistemas conocidos se
organizan alrededor de los tres intervalos clásicos de octava, quinta y cuarta,
por eso es conveniente examinar cada uno de ellos.
La octava
§ 19. El mismo Sachs, sin embargo, y en ese mismo libro, brinda un alternativa
de explicación para el fenómeno de los intervalos supuestamente innatos al
introducir su concepto de "sistema divisivo" para oponerlo al aditivo. Este
sistema surge con naturalidad de la manipulación de los objetos físicos que
producen sonidos, es decir cuerdas y tubos. En tiempos remotos, la operación
Humberto Sagredo A raya 13
más elemental que podía hacer un hombre primitivo que hubiera ya tomado
concíencia del sonido de una cuerda, era dividida en dos partes para obtener un
nuevo sonido. 0, también, observar que cuerdas de distinta longitud dan sonidos
diferentes. Los instrumentos de la especie arpa tienen cuerdas de distintas longi-
tudes para dar sonidos distintos, pero un principio de economía pudo haberlos
llevado a descubrir que en una sola cuerda puede obtenerse la misma variedad de
sonidos si esta es pisada sobre un madero para dividirla en partes. La primera
división, por la mitad, da la octava. La mitad de esa mitad, si se deja libre el
segmento más largo, de tres cuartos, causa el intervalo que hoy llamamos de
cuarta. Dividir la cuerda en un tercio de su longitud tampoco habrá sido operación
demasiado complicada y esta división proporciona, comparado con el sonido de la
cuerda entera, el intervalo de quinta. Véase el diagrama:
Sonido n
,
Octava de n •..•••• -_-·~1---------_-_----'f.~
2 2
L .
Cuarta de n L- ..,;;.3 ' ....•..•...•• L .
4 4
Quinta de n
.......
-------~3~--------~3 2 ' •••••••••••••••••.l.. .
Los círculos indican el punto donde debe pisarse la cuerda en cada caso.
La línea gruesa es el segmento vibrante y la línea punteada el segmento
inmóvil. No tardarían mucho en darse cuenta, al comparar los segmentos,
que la diferencia entre la cuarta y la quinta corresponde a una porción de
cuerda que es exactamente un duodécimo de la longitud de la cuerda
entera. Es decir que si la cuerda se divide en 12 partes, en los puntos 6, 8
Y 9 se encuentran, respectivamente, la octava, la quinta y la cuarta:
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
8a 5a. 4a.
de 32, 64, 128, 256, 512, 1024,2048 Y4096 ciclos por segundo. Este no es un
fenómeno universal, ni actual, ni histórico. Los griegos no identificaban las
octavas como un mismo sonido, para ellos era un intervalo más, como lo
sigue siendo para muchos pueblos actuales. Pero el fenómeno como hecho
inconsciente sí parece ser universal porque todo el mundo es capaz de repetir
fórmulas melódicas en distintas octavas, manteniendo intactas las relaciones
internas. Es el reconocimiento consciente de la octava el que no es universal.
y aun hoy día, se puede pedir a cualquier persona con entrenamiento musical
que cante un sonido y que luego haga la octava, arriba o abajo, y tendrá que
ocupar algunos segundos en hacer el cálculo. Pero en su lenguaje diario, o
cuando grita o cuando canta, lo hará sin problemas ... y sin saberlo.
La quinta
El sistema medieval
Ejemplo IV'11
<> •
11 • • •
-.. .• o
1'--
• --'
quinta central
Este sistema se denominaba "pro tus" , que quiere decir el primero de una
serie, porque había otros tres que Glareanus, en el siglo XVI, llevó a un
total de seis. Se funda en el reconocimiento de cuatro especies de quinta y
tres especies de cuarta (según donde vaya ubicado el sernitono), cuyas
combinaciones daban forma a los distintos modos. Como puede verse en
el esquema, es un sistema perfecto en cuanto a simetría y elegancia, tal
como lo fue el "sistema perfecto" de los griegos. Su adecuación a la realidad
sonora de su época es problemática ya que su elaboración se completó a
lo largo de ocho siglos, desde el tratado Alía musica, de los tiempos
carolingios, hasta Glareanus, bien entrado el siglo XVI.Y en ese largo período de
tiempo la música viva estuvo en constante transformación. Lapregunta sensata es
¿a qué momento de esa larga trayectoria de cambios le calza ese modelo?
18 El núcleo melódico
Las escalas
\
§ 28. A las categorías de octava y quinta, que presiden cualquier idea de
sistematización musical, hay que sumar la categoría escala que no puede
faltar en ninguna exploración de hechos musicales. El etnomusicólogo
piensa que su primer deber es encontrar la escala de una melodía primiti-
va, cualquiera que consiga. Le parece que es el primer paso hacia una
comprensión del fenómeno, análogo tal vez al descubrimiento de una
gramática para entender la estructura de una lengua desconocida. Pero hoy
día se empieza a poner en duda ese procedimiento. La investigación de los
componentes físicos del sonido y la manera que tiene el organismo de proce-
sar esos datos, están haciendo cambiar las cosas. Una escala musical "verdade-
ra", es decir que registre los sonidos reales que se producen en la entonación
de una pieza musical, tendría muchas más notas que siete, pues cada una,
registrada como tal en la partitura, presenta muchas alturas distintas según sea
la función que está ocupando en el contexto armónico, en el melódico y en el
rítmico." En el parágrafo 11 del apéndice se da una explicación parcial de este
fenómeno. También más adelante en el ejemplo N° 13.
La cuarta
y en otro pasaje:
~ =_ YJJcilmente puede ser casual que tanto el sistema musical de los anti-
~ - - íegos como los de la India, de la China, del Japón y el de los árabes
~ _ anizados alrededor del intervalo de cuarta. Dionisio de Halicarnaso
'ego del siglo I a.c., dice, en su tratado de retórica, que en el habla
::--~ el paso de una sílaba átona a una acentuada implicaba un salto de
=--~ y Helrnholtz afirmó que en el hablar del norte de Alemania, un énfasis
:-H· ·0 en una frase se hace sobre ese mismo intervalo. Cree Adolfo Salazar
=--'--=' •..•.
~ .= ~ noción misma de intervalo, es decir el concepto de que algo com-
~JeSiIO por dos sonidos constituye una forma, surgió en la antigua Grecia
1:5:A:i:::::!.da a la cuarta justa. De allí derivaron todos lo demás intervalos, es decir
.z: ~-isiones internas de la cuarta, y luego por yuxtaposición, conjunta,
:r-e.::u, más tarde disjunta para encontrar la octava.Pjaap Kunst encontró,
~~ _ pigmeos de la tribu Dem, en la Nueva Guinea, cantos de solo dos
- - - a distancias de cuarta justa."
§ 32. Por otra parte, entre los cantos primitivos recolectados por Schneider, Base,
Wiora, Sachs, Hornbostel Yotros figura siempre un buen porcentaje de cantos
cuya estructura gira alrededor de la cuarta justa. Aquí hay algunos:
Ejemplo N° 12
Elvohnnen
Ejemplo N° 13
- _.~
4:3 21: 16
. J= I~-
I
U
4:3
..
" 21 : 16
(1
4:7
Cuarta justa Cuarta justa Séptima menor
de razón 4:3 de razón 21:16 natural de 7:4
(de 498 Cents) (de 471 Cents) (de 969 Cent )
Esto es, cincuenta por debajo y 60 por encima del valor estándar, lo que en
jerga musical llamaríamos una tercera bien afinada. Nótese que 50 cent.
corresponden a una cuarto de tono.
"La cuarta justa, de valor 500 cent. fue clasificada como tal a
partir de 412 y hasta 550 cent.
Téngase en cuenta que cuando se dice que la tercera mayor tiene 400 cent,
se alude a una categoría puntual, a una afinación precisa, es decir que si el
Do se escuchó con una frecuencia de 261 Hz la tercera temperada debe
oírse exactamente de 330 Hz. Si se oye de 331 ya no son cuatrocientos
cent., porque a esa altura del espectro, una sola oscilación corresponde a
una diferencia de 5 cent.
Humberto Sagredo Araya 25
~:rra1eza de los intervalos musicales
§ 38. Que los intervalos son categorías, más que comparación de frecuen-
cias precisas, ha sido demostrados solicitando a músicos muy experimen-
tados que fabriquen intervalos en el laboratorio, en la forma descrita antes.
Los resultados demostraron diferencias de apreciación en las magnitudes,
26 El núcleo melódico
Naturaleza de la afinación
_~_= ocurre entonces cuando uno oye una nota de la cual está seguro que
-- cesafinada? El estudio cuidadoso de las ocurrencias de tales desvía-
_-= - tonales demostró que se producen' siempre en la dirección del
ímiento melódico. Robert. Francés diseñó un experimento ingenioso
=-- ~ ambiente natural, ajeno al laboratorio: bajó en un cuarto de tono las
--''''rr",,,,c correspondientes a las notas Mi~y La~de su piano, invitó a una
_-_ -'encia selecta y tocó una pieza en Do menor. Todos se mostraron muy
~echos. Tocó luego una pieza en Mi mayor y todos los oyentes se
~_t:·aron de escuchar fuertes anomalías de afinación-" Con esto compro-
-=-ó ?rancés que las notas poseen dirección, o, dicho con más precisión: los
~ecanismos de la percepción asignan a cada nota una dirección y si la
- sviación de la frecuencia está en el sentido de la dirección se siente satisfac-
L de lo contrario se rechaza. Se da por supuesta la verdad de la inversión
.=e ese experimento, es decir que si Francés hubiera elevado las frecuencias
1Reª Y del Sof , la segunda pieza, en Mi mayor, es la que se hubiera oído
risfactoria e intolerable la. otra, en Do menor. Dentro aún de este contexto
3ly que mencionar que Alan Lomax, en su sistema Cantometric, diseñado
para la clasificación de amplios repertorios melódicos, estableció la categoría
"Raspiness", aspereza, que coincide con el concepto de "volumen" de Mursell.
Lna síntesis del sistema de Lomax puede verse en Bruno Nettle."
§ 42. El mismo trabajo que han hecho los lingüistas experimentales con los
sonidos del lenguaje, lo han hecho los psicólogos con los sonidos de la
música. Descubren que los intervalos clasificados como segundas, terce-
ras, sextas, etc. tienen, cada uno, su razón matemática de relación de
frecuencias y son fácilmente reconocibles, con un poco de práctica y sin
necesidad de ser músico, si se los escucha uno a uno. Pero dentro de un
contexto melódico todo cambia. Ni los intervalos tienen medida estable ni
el reconocimiento es posible, a menos que el sujeto reproduzca de memo-
ria una melodía y se detenga en cada intervalo para examinado. En tal
caso el intervalo toma inmediatamente la medida estándar y el experimen-
to se ha perdido. Otros experimentos que se han hecho, tanto con huma-
nos como con animales, es crear un reflejo condicionado en respuesta a
un determinado intervalo sonoro. A un perro de experimentación se le
condiciona a salivar cada vez que escucha un intervalo de sexta menor.
Esto se consigue, en situación de iaboratorio, proporcionando alimento al
animal inmediatamente después de haberle hecho oír el intervalo. Luego
de repetidas experiencias el animal responde, es decir saliva, al oír los
sonidos y antes de ver el alimento. Esto es lo que se llama un reflejo
condicionado. Se le somete luego a un proceso de discriminación hacién-
dole escuchar distintos intervalos que no son seguidos del refuerzo de
alimento. Esto es para .controlar que el animal responda no a la pura
sensación de sonido, sino al intervalo específico. Se consigue esto reforzando
exclusivamente los intervalos de sexta menor. Un segundo proceso de discri-
minación fina permite, tras sucesivos ensayos, que el animal responda exclu-
sivamente a los intervalos de sexta menor temperada porque no recibe refuer-
zo para intervalos que no presenten esa exacta medida. Al cabo de un tiempo
al animal responde únicamente al intervalo afinado. Pues bien, los investiga-
dores constataron que cuando el intervalo-estímulo se le presentaba al animal
formado parte de una formación melódica no había reacción."
Humberto Sagredo Araya 29
:a:n-L-LLativa: música sin escalas
--.... .••_ .•.•
achs concluye este relato con una observación de su propio ingenio "Para
un ejecutante nativo, una nota extraída de un contexto melódico no tiene
más realidad que un pelo tomado de la piel de un animal". No cabe duda que
la escala es a la música lo que el alfabeto es al lenguaje: una abstracción útil
30 El núcleo melódico
Ejemplo N° 14
• • •
I~ ~ ..
IVic-ti-mae
• • • • • •••
pas-cha-Ii lau- des im-rno-Ient
• •••
Chris ti= av nl 2.Ag-nus
• •
re-de-mit
b p p b b b P P b P P
Humberto Sagredo Araya 31
:.---::vez que el concepto de núcleo se incorpora a la conciencia
- -.::= ~= que analiza una música, automáticamente quedará modifica-
-_ de los esquemas melódicos y afinada su intuición para perci-
~:!2:'::;:::es inéditas. Examinando por ejemplo los cuatro volúmenes del
'J musical popular español de Felipe Pedrell, encontramos
~::::::~:':;:l"r'r¡~ una
_~_-~- "= canciones que giran alrededor del núcleo. La número 91 del
---=.::::::::.:~~.:'- ero por ejemplo, es un núcleo puro. No tiene sentido decir
_ =-J ento de escala, porque si así fuera, ¿de cuál?
Eiem:pJo ~o 15
Pedrel N° 41
Pedrel N° 7
Ejemplo N° 17
~~;z~-::G3~
.~~¡@z:C:=;:~
1~fJ)m
§ 48. Desde que lo propuso Curt Sachs, algunos musicólogos gustan distin-
guir entre pentatónico y pentafónico. Este último término se hizo necesa-
rio para referirse a ciertas escalas que no presentan el esquema de tercera
menor + tono típico de la escala pentatónica, como se creía que ocurría en
el Pélog javanés, que supuestamente divide la escala en 5 partes iguales y
por lo tanto la transposición de sus sonidos no genera formaciones dife-
rentes. Esta distinción no tiene sentido hoy día que se sabe que Pélog no
es tan simple como se pensaba."
F
(1
F I
kun shang chiao chin yü [kung]
pien- chih pien- kung
quintas
~o de las quintas como generador de las escalas es un mito
- tenido con férrea persistencia, repetido una y otra vez, pero
::= ~ explicado cómo ocurre que sonidos tan alejados hayan venido
denadamente en el espacio de una octava. Las seis quintas
= =--~ -':'er-enpara formar la escala diatónica común ocupan tres octa-
--..2. ~""ta aumentada. Tal vez sea la fama de que gozaron Pitágoras
34 El núcleo melódico
Ejemplo N° 19
1~~~~:~1Z~. ª. ;
~~:~~
y de cuatro, la escala heptacordal, nuestra común diatónica:
Ejemplo N° 20
Ejemplo N° 21
~i~···
~7~
I@-!- ••••• •
863 I 10 5 12 7 2 9 4 II
( Los doce sonidos de la escala cromática numerados desde el Do = I )
Humberto Sagredo Araya 35
La estructura del núcleo
cuerdas}
de la lira
mi la si mi
~L..y-..J~
Ejemplo N° 22
~~ ti-
'----y---'~ ~~ L
conjunto disjunto disjunto conjunto Poslambanómenos
36 El núcleo melódico
§ 53. La forma de llenar el espacio entre las notas extremas de ese intervalo
de cuarta justa, base de todo el sistema, fue motivo de largas discusiones y
elaborados tratados, tanto en la Antigüedad como durante la Edad Media.
La moderna investigación científica en materia de audición musical ha
reabierto en nuestro tiempo esa polémica, lo que indica que aquellas no
eran discusiones ociosas o puramente teóricas. Las distintas maneras de
ubicar los sonidos interiores del tetracorde, dió origen a los géneros.
§ 57. Hoy día existe una literatura notoriamente abundante sobre el tema
de la inestabilidad de los intervalos con resultados obtenidos a partir de
análisis realizados con los más sofisticados instrumentos electrónicos y
computarizados. La escala de siete notas con sus distancias estipuladas,
sus cinco tonos y sus dos semitonos, cuya constitución se creía era la base
del sentido de tonalidad, ha perdido por completo su añejo prestigio. La
música viva hace intervalos que difieren enormemente de las relaciones
que conocemos como tonos y semitonos, categorías petrificadas asociadas
a aspectos visuales, es decir a las notas escritas, que pertenecen a un
sistema excesivamente limitado y limitante y que guarda relaciones pura-
mente analógicas con la realidad. La lista de los teóricos que durante esos
once siglos, que van de Alcuino, el teórico de Carlomagno, a Helmholtz,
en el siglo pasado, y que se han ocupado de la afinación de la escala sobre-
pasa el centenar." La actividad de todos ellos nos ha dejado una carga de 154
intervalos diferentes dentro de la octava; la lista completa, sus nombres, medi-
das y aplicaciones, la proporciona Alexander J. Ellis en el apéndice que aña-
dió a su traducción al inglés del libro de su maestro Hermann Helmholtz,
quien se ocupo minuciosamente de los fenómenos de la sensación de los
sonidos en el ser humano.P
38 El núcleo melódico
§ 59. Lo que se toma por salto de tercera menor en esas escalas no es tal.
Cuando se oye una tercera menor está actuando allí el mecanismo categorizante
debido a que no poseemos concepto, ni mental ni escrito, para un intervalo
que no es segunda mayor ni es tercera menor, sino que queda entre ambos.
La nota central del núcleo divide el intervalo de cuarta en dos partes iguales,
sólo que la división es aritmética, y como ocurre con este tipo de división, la
porción entre el número menor y el central es más grande que la porción
entre el número central y el mayor. Que este fenómeno es perfectamente
natural lo demuestra la escala de los armónicos, cuya generación se produce,
como sabemos, por causas físicas: es la subdivisión creciente de los materia-
les vibrantes por virtud de su propia elasticidad y generada por la alternancia de la
acción y la reacción, que acelera gradualmente el periodo oscilatorio y disminuye
proporcionalmente la amplitud, hasta agotar la energía que causa el movimiento.
2 3 4 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
o -b~ b.o.9.0. ~
o tI #t
I~
1I
o o
o
64, 128, 192, 256, 320, 384, 448, 512, 576, 640, 704, 768, 802, 896, 960, 1024
-e-
l.
19: (,
-e-
Ejemplo N° 24
La escala natural de armónicos expresada en sus relaciones de frecuencia y los intervalos resultantes
1 : 2 : 3 4 5 6 7 8 9 lO
~~~~~.~~~~
§ 61. Se ve claro en este esquema que el intervalo de octava es 1:2 que se lee
"como uno es a dos". Que el intervalo de quinta es "como 2 es a 3"(2:3) , y así
sucesivamente. Por eso se dice que estas son las razones de los intervalos
naturales. Como las razones son simples comparaciones entre un valor y otro,
las cifras son intercambiables: lo mismo da decir que 1 es a 2, que decir 2 es
a 1. Cuando las razones representan sonidos, si la cifra pequeña está a la
izquierda, o arriba, se esta indicando la dimensión relativa del objeto vibrante,
una cuerda, por ejemplo, o un tubo. Si es la cifra mayor aparece a la izquierda,
o arriba, se hace referencia a la razón de frecuencia. Una cuerda cuya dimen-
sión sea la mitad de otra, da un sonido una octava más aguda, porque tiene
el doble de frecuencia. Resulta más fácil manejar fracciones impropias, con la
cifra mayor arriba, porque así nos estaremos refiriendo siempre a las diferen-
cias de frecuencia y no a las longitudes de cuerda. Estos son los intervalos
naturales, "naturales" porque están presentes en la resonancia de cualquier
cuerda tensa, sin intervención humana.
Afinación ees- 1200 702 498 386 316 267 231 204 182
natural
Afinación ees- 1200 700 500 400 300 300 200 200 200
temperada
§ 63. Como puede verse, los intervalos naturales difieren de los temperados.
Esta diferencia no es teórica, sino real y vigente, ya que el único instru-
mento temperado, entre los de uso común, es el piano. El canto, las cuer-
das y los vientos se rigen por la escala natural.P Cuando los instrumentos
de sonido libre tocan juntos con el piano, el ejecutante debe estar constan-
temente haciendo ajustes para adaptarse a la afinación temperada. El "Sis-
tema de temperamento igual", que es su nombre completo, fue un intento
de solucionar el problema que surgió con la invención de los teclados en
la época del Renacimiento. Debido a que los mecanismos mediaban entre
el ejecutante y el elemento vibrante, cuerda o tubo, había que decidir qué
afinación dar al sonido resultante de la acción de cada tecla, ya que al
ejecutar en conjunto con otros instrumentos de sonidos directos o libres,
como violas, cornetti y voces, se producían desajustes de afinación intole-
rables. Cuatro siglos de enconadas polémicas costó llegar a la solución de
compromiso que significa este temperamento que divide la octava en doce
partes iguales, con pérdida de los matices de gradación fina que propor-
cionan los intervalos naturales. Las últimas ocho o diez generaciones de
músicos occidentales, nacidos bajo el régimen de este temperamento, han
vivido en un paraíso terrenal ajenos a todos esos problemas, con una
escala heredada que parece perfecta y natural y una teoría de la música
que cree representar la totalidad de los fenómenos reales en el mundo del
sonido. La verdad es muy diferente. La teoría de la música en uso es una
tosca simplificación que cumple un cometido elemental: hacer correspon-
der unos grafismos, muy pocos, con ciertos sonidos que emiten algunos
instrumentos. La compleja realidad que circunda el mundo de la música se
le escapa en su mayor parte, y es sólo el talento personal, la intuición y
una tradición, heredada pero no racionalizada, los que permiten a ciertos
espíritus selectos alcanzar el mundo inefable de la verdadera música.
42 El núcleo melódico
§ 64. Cuando el músico se enfrenta a preguntas tales como: ¿qué son y cómo
se formaron las escalas musicales? O ¿porqué la escala pentafónica presenta
una discontinuidad? la teoría no tiene respuestas. Se ve entonces constreñido,
si es honesto, a abandonar el plácido mundo de las cosas dadas por sabidas y
adentrarse en lo desconocido, enfrentar las contradicciones y presenciar, incó-
modo, la destrucción de los viejos conceptos tenidos por definitivos, estables
y seguros. Los espíritus que consiguen superar esta angustia se ven amplia-
mente recompensados por un conocimiento más profundo, más flexible y
lleno de halagüeñas perspectivas para alcanzar una mejor comprensión de la
música, y por extensión, del arte en general y de la vida misma.
6+8 7
2
66. Leonard Bernstein prefirió ubicar el núcleo sobre los armónicos 5:6:7,
inducido, probablemente, por el valor 5:6 que corresponde a la tercera
menor clasificada. Esta interpretación ofrece una ventaja y varias desventa-
jas. La ventaja es la cercanía de la fundamental, que permite asociar el
núcleo con una tónica, sobrentendida y dirigirse rápidamente a ella, como
ocurre en esta canción infantil:
Ejemplo N° 26
Que lIuc - va que llue - va, la Virgen de la eue - va, los pa- ja- ri- tos can - tan
cadencia
pero ofrece la seria desventaja de constituir, como grupo sónico, una for-
mación demasiado inestable, pues los extremos forman un intervalo 5:7,
en que los términos de la razón son números primos. (lo que dificulta la
formación de patrones integrados, como se verá más adelante). Su medida
es de 582 cent. 84 más grande que la cuarta justa. Además, su transposi-
ción inmediata conduce a formaciones melódicas que no son parte de la
tradición musical. 54 Es imposible deducir de ese intervalo la escala
pentafónica ni ninguna otra. Sin embargo, no es enteramente desechable
la tesis de Bernstein. Puede tratarse de un punto en la evolución del sen-
tido melódico: el punto de confluencia con la armonía. El oído occidental
luego de haber asimilado una tradición armónica, pudiera, por analogía,
haber modificado ligeramente el núcleo primitivo para adaptado a un tras-
fondo armónico. De tal modo que cabría distinguir entre un núcleo con
armonía implícita, el de Bernstein (5:6:7)' y un núcleo melódico puro, el
de Reinhard (6:7:8). El primero, inestable, se apoya en una fundamental
sobrentendida, donde la formación completa sería 4:5:6:7. El otro, es
autosuficiente, porque forma un intervalo estable de cuarta justa (6:8 = 3:4), y
44 El núcleo melódico
§ 67. Curt Sachs, inmerso en la tradición del círculo de las quintas y de las
escalas diatónicas, doctrinas inmutables de su tiempo, se ha declarado, a
pesar de eso, partidario entusiasta de los melotipos en la música de las
culturas no occidentales. Sobre ese punto, dice textualmente:
"A nosotros nos resulta difícil comprender que un modelo melódico pue-
da actuar como ley inamovible y dirija la creación musical, tal como ocu-
rre en una extensa parte de la tierra. La explicación que más se acerca al
fenómeno podría basarse en el conocido paralelo de la arquitectura. Los
griegos disponían de un determinado esquema para sus templos. Pronaos,
cella y pórtico eran partes obligadas, y la división de las fachada en basa-
mento, columnas y entablamento obedecía a normas inviolables. Dentro
de este esquema el arquitecto podía elegir entre tres órdenes de colum-
nas, el dórico, el jónico y el corintio, cuyas diferencias esenciales residían
en su pesadez o ligereza, en su vigor o gracia. Los detalles estaban fijados
minuciosamente .... a pesar de estas ataduras rígidas ningún templo griego
es.exactamente igual a otro .... el arquitecto griego exteriorizó su persona-
lidad individual en alteraciones casi imperceptibles del ritmo de la cons-
trucción y de las proporciones individuales. El valor de su creación perso-
nal no residió en el hecho de carecer del modelos, sino, por el contrario,
en el latido individual dentro de un cuerpo preformado. Es de este modo
que debemos comprender el patet de los javaneses, el raga de los hin-
dúes, el maqam de los árabes, el nomos de los griegos, el nigun de los
judíos y el Ton de los Maestros Cantores".55
Ejemplo N° 27
Porrectus flexus
e b; ••
Pes subbipunctis
e
Torculus resupinus
Climacus resupinus
y hay que advertir que su notación pautada aun los distorsiona. La forma de estos
neumas derivó de otros más antiguos, a campo apeno, y no diastemáticos, en que los
intervalos (diastemata) se hacían por tradición, es decir de memoria, y ésta, desde
luego, no puede archivar notas individuales sino figuras melódicas, configuraciones
significativas,melotipos. En algunas comunidades judías se ha conservado, parece
que con bastante fidelidad, el antiguo canto de sinagoga, de donde pudo haberse
originado el Gregoriano. Pues bien, la cantidad de elementos flexibles, sonidos
deslizados, y otros más pequeños que el semitono, que caracteriza a ese canto,
hacen imposible la transcripción en el sistema de notación en uso. Los hebreos
llaman taamin a sus fórmulas melódicas, las cuales se trasmiten oralmente de una a
otra generación, y la estructura de estas es tan compleja que precisan de una ense-
ñanza larga y minuciosa y rodeada de toda la solemnidad que exige el peso de una
prestigiosa e inalterable tradición. 56
46 El núcleo melódico
Contorno y transformaciones
Ejemplo N° 28
.- r1 .-
@
'-J ••
:
Ejemplo N° 29
-
De estos experimentos sencillos, que cualquiera puede hacer, se despren-
de que no es la escala la que da sentido a la melodía sino la formación
de grupos sonoros, los cuales son percibidos como una unidad, o configu-
ración, o Gestalt. Este tema se desarrolla con más detalles en el apartado § 107.
El contorno melódico
Ejemplo IV'30
A B
~~
§ 71. Otro grupo de investigadores se ha dedicado a ver hasta dónde puede trans-
formarse una melodía sin perder su identidad. Dowling 65 sometió una
melodía de pocas notas a transformaciones como inversión, retrogradación
e inversión retrógrada y solicitó a sus sujetos que la reconocieran como
emparentadas con el original. En cada prueba se les hacía oír la melodía
modelo seguida de otra, parecida pero de distinto contorno. Entre esas
melodías diferentes se intercalaba de vez en cuando alguna de las transfor-
maciones señaladas. El número de escogencia de estas últimas fue muy
superior al de las otras. Se interpreta este resultado como un reconoci-
miento de simetrías ya que los contornos derivados de la inversión y de la
retrogradación son simétricos, como puede verse en estas transformacio-
nes del motivo inicial de la Marsellesa:
Ejemplo N° 31
Original Retrógrado
§ 72. Que la melodía es más que una simple secuencia de notas se de-
muestra solicitando transformaciones espontáneas. Al mismo curso de ni-
ños de primer grado que se mencionó antes, se les propuso que cantaran
una canción infantil muy conocida por ellos, transponiendo el texto origi-
nal que dice "tengo una muñeca vestida de azul". La primera transposición
fue "tengo una muñeca de azul vestida" y la segunda: "vestida de azul
tengo una muñeca". Esto fue lo que cantaron:
Ejemplo IV'32
Original:
Ten - go..P- na mu - ñe - ea ves - ti - da deJl - zul
Primera
transformación:
Ten - gowu-na mu - ñe - ea dC!l - zul ves - ti - da
Segunda •
transformación:
Ves- ti - da deJl - zul ten- gOJl - na mu - ñe - ea
Los niños, inducidos por el nuevo orden de las palabras, hicieron cambios, pero
mantuvieron las notas de los esquemas básicos, los cuales son, el primero, el núcleo
característico del cual hemos estado hablando:
y la conjunción de ambos:
50 El núcleo melódico
El sentido de tonalidad
Ejemplo N° 33
Obsérvese que es la segunda frase la que determinó la tonalidad de Sol mayor. Y tan
posible es esa segunda frase que se escucha hasta mejor que la original, que es ésta:
Ejemplo~34
I*i_
A 8
Ejemplo N° 35
A B
I*i~
§ 74. El tetracordio es una transformación del núcleo, y éste, a su vez, una transfor-
mación del intervalo de cuarta justa, cual parece ser la verdadera célula generatriz
de toda formación melódica. Al intervalo de quinta, se le ha dado mucha importan-
cia en la teoría tradicional, pero la razón de esa importancia nunca ha podido ser
determinada con claridad. Adolfo Salazar apunta un principio de explicación al
atribuir a la cuarta un papel trascendental en la génesis de la música cantada y a la
quinta un papel similar en la música instrumental. En el contexto de la nueva teoría
que aquí se plantea, la quinta es importante también en el canto, pero por una razón
bien específica: su presencia rompe la cohesión exclusiva del núcleo, porque
alude a la presencia de una nueva formación, de otro tetracordio del cual esa
nota es parte. Así, véase como, en los ejemplos dados, la cuarta "Sol-Do"
primitiva, que se oía sin tonalidad, se rompió con la presencia del Re, por
encima de esa cuarta, y apareció de inmediato la tonalidad de Sol mayor. En el
segundo caso, la quinta apareció .por debajo "Fa-Do", y, al hacerlo, indujo a
oír la tonalidad de Do mayor: cuarta
neutra
~u~ , 1\ I
§ 75. La teoría
tradicional ha venido acumulando a lo largo de dos siglos una canti-
dad de conceptos que algunas vez fueron formulados a partir de la simple observa-
ción de unos hechos sin el conocimiento de las causas reales de los mismos, cono-
dmiento éste que sólo puede derivarse de la investigación, de la experimentación y
de la comprobación. Es decir, de un análisis científico de los hechos. Aquí se aludirá
solamente a algunos.
Ejemplo N° 36
Escala del modo menor
Do Re Mi Fa Sol La Si Do Re MI Fa Sol La
T T s T T T s T T s T T
I
/
54 El núcleo melódico
§ 78. Como todos sabemos, el nombre de los intervalos deriva del orden de los
grados de la escala de siete notas, nuestra común y familiar escala mayor. La
octava se llama así porque está colocada después del séptimo sonido de la
escala. Si nuestra escala tuviera nueve notas, la repetición del primer grado se
llamaría décima. En el caso de las escalas pentafónicas, que tienen sólo 5
notas, se acostumbra a nombrar sus grados con los mismos nombres de nues-
tra escala heptafónica, y al sexto grado de esa escala se la llama,
inconsecuentemente, octava. Pero como hace notar Paul Collaerj" al hacer eso
se las clasifica automáticamente como escalas defectivas, es decir incomple-
tas, dando por supuesto que la escala completa es la nuestra. Esto no tendría
mayor importancia si hubiera conciencia de que se emplea nuestra escala
como un marco de referencia para apreciar la estructura de aquellas, que
poseerían su propio status. Pero sabemos que no es así, porque tácitamente
acariciamos la imagen de la escala pentafónica como un "momento histórico"
en la evolución del sentido tonal, en su camino hacia la perfección de la escala
heptafónica. Este hecho es uno más de los tantos que demuestran que la
escala juega un rol epistemológico en el pensamiento del músico occidental.
Los supuestos no discutidos son los que definen la posición etnocentrista en
cualquier dominio, con todos los peligros que ella encierra. En el caso de la
música, no hay peligro, por fortuna, de que ese etnocentrismo vaya a causar
pérdidas de vida o hechos de injusticia intolerables, pero si tiene un efecto de
limitación que impide avanzar en el domino de la teoría y por tanto de la
comprensión de los fenómenos musicales. Ya en 1932 el teórico Joseph Yasser
dió una clarinada de alerta al referirse a las escalas pentafónícas." Las trata
como entidades independientes y clasifica sus intervalos así:
Ejemplo N° 37
Do Re Fa Sol La Do
2 3 4 5 6
Intervalos "lógicos" t
segunda j
de la escala pentafónica:
tercera
cuarta
quinta
sexta
Humberto Sagredo Araya 55
La cuarta aumentada
Ejemplo N° 38
o •
IL- -'
Ejemplo N° 39
F!. • • • • • •
• • • • • •
Estructura} 2 3 4 3 2 -2 -3 -4 -3 -2
de grupo
Lostetracordios
§ 80. Por todo lo dicho, sería conveniente liberarse de la tiranía que impone ese
concepto abstracto de escala y buscar otros modelos que permitan una observa-
ción más satisfactoria de la realidad musical. Una teoría más sólida y segura puede
construirse a partir del tetracordio. Los tetracordios característicos de nuestra mú-
sica occidental son solamente tres, y su combinación origina las distintas escalas.
Estos tetracordios pueden ser identificados con los siguientes nombre, dados por
simple razón de comodidad, o como un homenaje a la tradición histórica:
tF .]4: .J L .1f-; .)
TsT TsT TsT TsT
~
Tetracorde
armónico
~ •• 1=
I I I J
exótico armónico
y es posible todavía inventar otros dos, pero que nunca se han usado en
nuestra música, y parece que en ninguna otra:
s s Ts Ts s s
58 El núcleo melódico
Dorio +
Menor Dórica
~7.
~8.
~~
Dorio + lidio Lidio + frigio
Menor melódica ascendente Menor melódica ascendente
(en función de dominante)
Frigio + dono
Ninguna
Humberto Sagredo Araya 59
La combinación de frigio con lidio no da ninguna escala reconocida, pero
auditivamente conforma la armonía asociada con el acorde de sexta au-
mentada. Las formaciones "en función de dominante" producen una esca-
la reconocida, pero articulada a partir del quinto grado, es decir que la
tónica se oye una cuarta por encima de la nota inicial, como ocurría con
los antiguos modos plagables.
La tonalidad
§ 82. La sensación de tonalidad surge de la combinación de dos tetracordios
y por lo tanto es un fenómeno esencialmente melódico. La armonía
puede ayudar a definirla pero no es indispensable, como se demuestra a
continuación. En las dos formaciones que siguen se podrá observar que es el
cambio de tetracordio el que induce a oír como tónica una nota diferente en
cada caso. En A, se oye la tonalidad de Do menor; en B, la de Fa menor. Son
tonalidades bastante alejadas, y para ir de una a otra, de acuerdo con las leyes
de la armonía, deberían intervenir varios acordes que realizaran la modula-
ción. Aquí la modulación se verifica en forma melódica y es inmediata. En
lenguaje ordinario se diría que en la formación B la nota "Re" se ha hecho
bemol, o que se ha añadido una nueva "alteración". Ese tipo de lenguaje
resulta vago y es puramente descriptivo, no da cuenta del fenómeno. Lo
que ocurre realmente aquí es que la segunda formación posee otro tipo
de 'tetracordío y por lo tanto conduce a una tonalidad diferente. Véase:
Ejemplo N° 40
A B
~~~:I
Frigio
,
+
I
dorio
I I
Frigio
I
+
I
frigio
I
antes que nada la escala sobre la que está construido cualquier segmento
de música para intentar comprenderlo. Ese comportamiento es asunto que
no se discute porque se da por sentado que es la manera natural de proce-
der. Pero, del mismo modo como Kuhn alerta sobre los peligros de tales
paradigmas en la ciencia, porque impiden al científico buscar alternativas,
es necesario que los músicos se liberen de la tiranía de ese concepto tan
estrecho. Mientras ello no ocurra no podremos ni empezar siquiera a com-
prender qué es lo esencial de la música. El modelo de la escala, que
satisfizo a nuestros abuelos, ya no es operante, porque no da respuesta a
todas las preguntas que han surgido después de las investigaciones
etnomusicológicas, antropológicas y psicológicas de nuestro tiempo. La
teoría debe ser cambiada. La imagen omnipresente de la escala musical en
todo su quehacer cotidiano condiciona al músico a percibir los hechos
musicales encuadrados en el sistema tonal, y hasta ha llegado a creer que
el sentido de tonalidad es una reacción natural de su organismo. Los mú-
sicos de vanguardia, después de Schoenberg, han conseguido escapar a la
tiranía de la tonalidad, con lo cual han demostrado la necesidad de nuevos
planteamientos teóricos que expliquen esa nueva percepción artística. Pero
esa inquietud de circunscribe a los compositores que escriben piezas no
tonales. En la enseñanza oficial de la música, en conservatorios y universi-
dades, se siguen manejando los conceptos tradicionales.
Niveles de la percepción
§ 85. La característica más acusada de la percepción humana es su organi-
zación en niveles. Los fonemas, en el lenguaje, se organizan en sílabas, las
sílabas en palabras y éstas en sentencias. Ningún nivel puede prescindir de
los anteriores, pero cada uno es autónomo en su dominio y se rige por
leyes específicas. El paso de un nivel a otro produce efectos nuevos que
no es posible deducir del nivel anterior. Cada nivel tiene sus propias reglas
de organización y hace su propia y específica contribución a la estructura
que coordina y totaliza los niveles. En 1908 Sir Bertran Russell desarrolló
su teoría de los "tipos lógicos" para solucionar muchos de los problemas
que se derivan de la confusión a que conducen los razonamientos que
mezclan inadvertidamente los distintos niveles de comprensión de los fe-
nómenos" y en la ciencia de hoyes corriente referirse a los "metalenguajes"
cuando se quiere explicar un hecho desde un nivel diferente de compleji-
dad. La solución russelliana de estos problemas quedó sintetizada en su
declaración que reza "una clase es de tipo más elevado que los miembros
de la clase", esto quiere decir que aquello que se predique de las partes de
una totalidad, por ejemplo los elementos de un compuesto, no puede
predicarse de la clase, en este caso del compuesto. Para el caso específico
62 El núcleo melódico
Otros núcleos
Do Sol Do
2 3 4
'---- __ ---'1'-1 -'
quinta cuarta
" tercera
" cuarta
tercera
mayor menor justa
Humberto Sagredo Araya 63
Por lo que se ha visto, puede decirse que todo intervalo que presente una
división aritmética es potencialmente un núcleo melódico y en base a este
principio pueden hallarse otros núcleos dentro dela música. En la división
64 El núcleo melódico
§ 87. Debe hacerse notar que un núcleo melódico no es una melodía en sí, ni es
tampoco un melotipo, sino que es un organizador del movimiento melódico. Es
el que brinda coherencia al conjunto. Es el que proporciona las notas estructurales
o esenciales para dar lugar a una decoración, realizada por notas accesorias, aunque
eso no quita que alguna vez pueda presentarse escuetamente, sin adorno alguno,
como en el canto indígena que se mostró en el Ej. 9. Todos los intervalos suscep-
tibles de dividirse aritméticarnente, desde la tercera a la duodécima y hasta la dobles
octava, pueden constituirse en núcleos. Así, encontramos los núcleos de tercera
mayor, de duodécima y de doble octava. He aquí un catálogo completo. Se muestra,
primero, el repertorio de sonidos que van a emplearse con sus medidas relativas a
partir de una nota Do, a la que se ha dado el valor 4 en la representación de una
escala natural de armónicos de fundamental Do
1
Ejemplo N' 41
Repertorio:
-e-
o
(1 o '1
~o
I~<>
4
o
5
o
6 7 8 9 10 12 16
Núcleo de • ()
8 + 10 La nota Re es
tercera mayor I~" 8 9 10
2
= 9
media aritmética
entre Do y Mi.
Núcleo de
cuarta justa I~o
6
~.
7
,.
8
6 + 8
2
= 7
La nota Si~ es
media aritmética
entre Sol y Do.
Núcleo de 4 + 6 La nota Mi es
= 5
quinta justa
I~<> 4
•
5
o
6
2 media aritmética
entre Do y Sol.
Humberto Sagredo Araya 65
_~. eo de CI
+ 6
• 4 La nota Do es
3E{I2 mayor
I~" 6 8 10
2
= 5
media aritmética
entre Sol y Mi
I~•• ~.
_'úcleo de CI 4 + 10 La nota Si" es
décima mayor = 7
media aritmética
2
4 7 \O entre Do y D0
4 5
o
_.úcleo de
• 4 + 12 La nota Do es
duodécima justa
I~••4 8 12
2
= 8
media aritmética
entre Do4y SoIs
e-
. úcleo de
décimo quinta
(doble octava) ~ ..
4
•
10 16
4 + 16
2
10
La nota Mi es
media aritmética
entre Do y D0
4 6
•.88. Puede apreciarse en los anteriores esquemas que la media aritmética del inter-
valo de octava es el intervalo de quinta, la nota Sol en la octava Do-Do, por ejem-
plo. Pero si a un estudiante de música se le pregunta ¿cuál es la mitad de la octava?
lo más probable es que responda, luego de pensar un poco: "la cuarta aumentada",
esto es el Fal en la octava de Do. La discrepancia se debe a que la pregun-
[a está mal planteada ya que es necesario calificar el concepto de "mitad"
debido a que las hay de diferentes clases: las que resultan de aplicar la
media aritmética, la media armónica, o la media geométrica o proporcio-
nal. Todas ellas dan un punto central diferente. De estas medias la que
podríamos llamar "aural" o auditiva es la aritmética, la cual, como se vió,
caracteriza a los intervalos musicales. Sin embargo las demás también es-
tán de algún modo presentes en la música. La fórmula de la media aritmé-
tica ya fue dada: es la semi suma de los extremos: se suman las frecuencias
de ambos sonidos y el resultado se divide entre dos. La cifra resultante es
la frecuencia del sonido que divide, aritmeticamente, el intervalo. La me-
dia armónica es la inversa de la aritmética y resulta de duplicar el producto
del primer número por el segundo y dividir el resultado por la suma de
ambos. Por ejemplo, sea A la frecuencia del primer sonido y B la del segundo:
Media armónica: 2 x eA x B)
A+B
66 El núcleo melódico
2 x (1 x 2) 4
= 1,33
1+2 3
que es la razón del intervalo de cuarta justa, y como la razón de la quinta es 3/2 o
1,5, podemos ordenar esas cifras dentro de la octava 1:2, la cual queda: 1, 1,33, 1,5
2, que en la octava Do-Do da la serie: Do, Fa, Sol, Do. Si se quiere eliminar
los decimales se multiplican todas esas cifras por 6 para tener:
Base 6 =>- 6 : 8 9: I2
que son los números empleados por los pitagóricos para sus cálculos de intervalos.
Se observa allí que el numero 8 es la media armónica entre 6 y 12, Y el
número 9 es la media aritmética. Como la relación 8/6 es lo mismo que 4/3 se
puede afirmar que el intervalo de cuarta es la media armónica de la octava,
o dicho en otras palabras: la octava queda dividida aritméticamente
por la quinta Y armónicamente por la cuarta. Véase en un esquema
todas las relaciones que resultan de aplicar esas cifras a la octava Do-Do:
12 3
quinta
8 2
12 4
cuarta
9 3
I I
6 8 9 12
I I
8 4
cuarta
6 3
9
- = tono
8
9 3
quinta
6 2
12 2
octava
6
Humberto Sagredo Araya 67
-vw = 1,414213562
que es simplemente la raíz de dos, la cual, aplicada a la octava 6:12 da el número
8.485281374 que se sitúa entre el 8 y el 9 y corresponde al Fl Quien
responda que la nota Fa#es la mitad de la octava Do-Do tiene razón, pero
debe añadir que corresponde a la octava en una afinación temperada, que
es la del piano. La división natural de la octava tiene por centro la nota Sol,
la única que el oído acepta como centro musical de la octava y sobre la
que giran todos los procesos melódicos tradicionales.
Ejemplo IV'42
~ ' "
Ejemplo N° 43
_.
Canto judío del Yemen Kyrie gregoriano,
¡¡--. e
Misa XVI
'. R e-'
Ejemplo N° 44
Ejemplo N° 45
Ejemplo~46
La audición categórica
§ 90. El investigador de campo, enfrentado a la tarea de transcribir una
canción, se ve constreñido a anotar los intervalos que escucha con los
signos disponibles, esto es una pauta de cinco líneas donde solamente
caben tonos y semitonos. Todos aquellos matices que pudieran darse en-
tre esas dos categorías quedan ignorados por no disponer de signos capa-
ces de representados. Por eso la psicología experimental ha aplicado la
expresión "audición categórica", tomado de la fonética lingüística, para
indicar que se escucha solamente aquello para lo cual se tiene un concep-
to y todo lo que queda fuera de ese concepto no se oye, o si se oye, los
mecanismos de la atención lo desvían como "ruido". Es cierto que investi-
gadores más sensibles, como Béla Bartok, han ideado signos diacríticos
para superar esta limitación, pero esos signos solo señalan que una nota se
oye un poco más alto o un poco mas bajo que lo escrito sin precisar las
diferencias y donde la notación misma continúa imponiendo categorías
irreductibles. Es similar a la que ocurriría si se nos pidiera transcribir lo que
dice un extranjero con fuerte acento. Es natural que en esos casos escribamos
las palabras tal como deben ser dichas, pasando por alto todas las desvia-
ciones fonéticas que caigan fuera del lenguaje familiar. Ese es el problema que
enfrenta el transcriptor. Por eso es que la escala pentafónica se transcribe con
un defecto de continuidad. Porque tiene un intervalo que parece muy grande
para ser una segunda y entonces se le asigna la categoría más cercana, que es
la tercera menor." Sobre este problema dice Curt Sachs, en su libro "The Rise
of Music in the Ancient World", página 265 dice:
Humberto Sagredo Araya 69
"El hombre occidental no puede librarse de la tendencia a adaptar las
músicas extrañas a su propio lenguaje musical; oye forzosamente como
una secuencia de segundas y terceras los tonos iguales, equidistantes, de
valor 6/5 de tono de las orquestas javanesas."
Resulta irónico que esta observación de Sachs sea tan acertada que él mismo incu-
rrió en lo que allí condena: la dificultad de percibir objetivamente lo que no forma
parte de nuestras costumbres, porque mediciones recientes han determinado que
el llamado modo Pélog de los gamelanes idonesios, o javaneses, como él dice, no
posee tonos equidistantes de 6/5 de tonos, que corresponden a 240 cent, resultante
de la división de la octava en cinco partes iguales, sino series donde nin-
gún sonido guarda igual distancia con el otro. Más aún, esas series son
diferentes para cada octava y dice Mande Hood que hizo las mediciones,
que un patrón Pélog para ser descrito a cabalidad tendría que distribuirse a
lo largo de seis octavas."
§91. El núcleo melódico universal, el que ha dado origen a las escalas, no está pues
formado por una tercera menor más una segunda, sino que es un intervalo de
cuarta con un sonido intermedio, y constituye una continuidad significativa, una
unidad sonora, un concepto integral, un conjunto de elementos aglutinados que
pueden permutarse sin abandonar la envoltura del núcleo. Y este núcleo puede
imitarse en otro ámbito, puede transponerse, y puede situarse en relación simétrica
con su propia imitación. Y estas simetrías pueden ser de diversa índole, en espejo,
diagonales, cruzadas o retrógradas, en perfecta analogía con todos los movimien-
tos que efectúa el cuerpo humano en su desplazamiento por el espacio, porque la
danza y la música, lo más probable es que hayan nacido juntos y sean aspectos
complementarios de un mismo impulso expresivo. Es así como se han formado las
melodías. Y cada movimiento tiene probablemente su núcleo sonoro más apropia-
do: un movimiento pequeño requerirá un micra núcleo de tercera menor, otro, un
núcleo ligeramente más grande (tercera mayor) un desplazamiento exigirá el núcleo
básico y el más empleado (cuarta justa), un salto propiciará el núcleo de quinta (el
arpegio perfecto mayor) Y otro el de sexta (el mismo en primera inversión) y el salto
supremo será el núcleo de octava dividido por su quinta. Todos estos movimientos
están emparentados, todos surgen de una misma fuente: la expresividad humana.
Ningún núcleo es exclusivo, un pequeño núcleo puede estar contenido en uno más
grande, uno puede ser la imitación ampliada de otro, pero todos los movimientos
.tienen una forma, porque todo lo que hace el hombre debe necesariamente tener
forma, así como todo lo que ve y concibe debe estar agrupado en unidades
significantes, en Gestalten, que reproducen en el mundo objetivo las formaciones
internas del organismo humano con sus complejas solicitaciones viscerales, hor-
monales, ideales, mentales, orgánicas, en suma, jamás elementales, jamás
70 El núcleo melódico
Podemos añadir que ello es así porque en cada percepción, por ínfima e
instantánea que sea, está presente todo el organismo, con todas sus visceras,
con toda su química y con toda su historia. Hay que tener siempre presente
que los sentidos no son órganos aislados sino prolongaciones del cerebro, el
cual no está situado en el extremo superior de la cabeza, como popular-
mente se piensa, sino que es el cuerpo entero.
Intervalos naturales
§ 93. La teoría musical moderna, aquella que transita por los laboratorios
de experimentación y que plantea hipótesis para la explicación de cada
fenómeno, ha estado explorando la posibilidad de que el sistema musical
tenga un origen genético, o, por el contrario, sea exclusivamente de natu-
raleza cultural. La primera posición, ha quedado sintetizada en dos traba-
jos: el de Terhardt 79 yel de Boomsliter y Cree180, y la segunda posición en
el de Burns y Ward.81 Terhard apoya lo que se ha llamado la teoría de las
cavernas (Flinstone Theory), según la cual nuestros antepasados homínidos
al hablar, gritar y cantar dentro de las cavernas habrían asimilado el fenó-
meno acústico de la resonancia natural: el orden de frecuencias que llama-
mos hoy escala de armónicos. A medida que se fueron sucediendo las
generaciones los mecanismos intra auditivos se habrían adaptado a esa
resonancia, la que acabaría por quedar incorporada al equipo genético del
hombre. Boomsliter y Creel, en cambio, piensan que es el funcionamiento
propio del sistema nervioso humano el que, mediante relés, va organizan-
do las frecuencias-estímulos en patrones que obedecen a razones simples,
cuales son las expresadas por los primeros enteros: 2/1, 3/2, 4/3, 5/4, 6/5,
etc. Apoyan su teoría en los estudios de neurofisiología realizados por
Lícklider," quien desarrolla su hipótesis de "auto-correlación", modalidad
de funcionamiento del sistema nervioso que actúa como un analizador de
frecuencias. Ambas teorías, aunque de diferente origen, desembocan por
igual en la escala de los armónicos, aunque los últimos autores niegan que
sea la resonancia natural la causa del fenómeno. Se trata, dicen, de una
simple coincidencia, porque en ambos casos intervienen relaciones que que-
dan expresadas por los primeros números, hecho, por otra parte, característi-
co de muchos fenómenos naturales, físicos y biológicos, donde las partes se
agrupan o dividen por mitades, tercios y cuartos.
Podemos añadir que ello es así porque en cada percepción, por ínfima e
instantánea que sea, está presente todo el organismo, con todas sus visceras,
con toda su química y con toda su historia. Hay que tener siempre presente
que los sentidos no son órganos aislados sino prolongaciones del cerebro, el
cual no está situado en el extremo superior de la cabeza, como popular-
mente se piensa, sino que es el cuerpo entero.
Intervalos naturales
§ 93. La teoría musical moderna, aquella que transita por los laboratorios
de experimentación y que plantea hipótesis para la explicación de cada
fenómeno, ha estado explorando la posibilidad de que el sistema musical
tenga un origen genético, o, por el contrario, sea exclusivamente de natu-
raleza cultural. La primera posición, ha quedado sintetizada en dos traba-
jos: el de Terhardt 79 yel de Boomsliter y Cree180, y la segunda posición en
el de Burns y Ward.81 Terhard apoya lo que se ha llamado la teoría de las
cavernas (Flinstone Theory), según la cual nuestros antepasados homínidos
al hablar, gritar y cantar dentro de las cavernas habrían asimilado el fenó-
meno acústico de la resonancia natural: el orden de frecuencias que llama-
mos hoy escala de armónicos. A medida que se fueron sucediendo las
generaciones los mecanismos intra auditivos se habrían adaptado a esa
resonancia, la que acabaría por quedar incorporada al equipo genético del
hombre. Boomsliter y Creel, en cambio, piensan que es el funcionamiento
propio del sistema nervioso humano el que, mediante relés, va organizan-
do las frecuencias-estímulos en patrones que obedecen a razones simples,
cuales son las expresadas por los primeros enteros: 2/1,3/2,4/3, 5/4,6/5,
etc. Apoyan su teoría en los estudios de neurofisiología realizados por
Licklider," quien desarrolla su hipótesis de "auto-correlación", modalidad
de funcionamiento del sistema nervioso que actúa como un analizador de
frecuencias. Ambas teorías, aunque de diferente origen, desembocan por
igual en la escala de los armónicos, aunque los últimos autores niegan que
sea la resonancia natural la causa del fenómeno. Se trata, dicen, de una
simple coincidencia, porque en ambos casos intervienen relaciones que que-
dan expresadas por los primeros números, hecho, por otra parte, característi-
co de muchos fenómenos naturales, físicos y biológicos, donde las partes se
agrupan o dividen por mitades, tercios y cuartos.
el lugar de los orificios midiendo las distancias con los dedos. Como el
grosor de los dedos difiere de uno a otro, las flautas quedan de distinta
afinación y las escalas que hacen no pueden ser idénticas, pero nadie se
preocupa por eso. Burns y Ward, después de revisar toda la literatura
disponible, se sintieron autorizados a afirmar enfáticamente que las cate-
gorías llamadas escalas e intervalos sólo pueden resultar de un aprendizaje
y señalan las siguientes razones: 1) Se registran diferencias notables de
entonación en los grados y en el orden de las frecuencias que forman las
escalas en distintas culturas. 2) Se registran diferencias intrasubjetivas y
desviaciones consistentes de las categorías formadas por razones simples.
Es decir, que un mismo sujeto, un día mide un intervalo de un modo y al
día siguiente de otro. Si la categoría estuviera implantada genéticamente,
esto no debería ocurrir. 3) En muchos experimentos confiables, que se
rigen por una gran variedad de modelos y controlan diversas variables, se
observa la ausencia de intervalos que obedezcan a las razones simples que
plantea la teoría. 4) La relativa incapacidad que se observa en sujetos sin
entrenamiento musical para identificar y discriminar intervalos. Incluso la
capacidad para identificar entre unísono y octava debe ser enseñada, se-
gún lo establecieron dos grupos independientes de investigadores, Allen 83
y Thurlow & Erchul."
§ 95. Las razones dadas por la posición crítica son bastantes contundentes.
No obstante queda en pie el hecho de que por encima de las variabilidades
culturales, los intervalos de octava, quinta y cuarta justas, se encuentran en
la música de todo el mundo. Es cierto que esos intervalos muestran diver-
sidad de tamaños: octavas a veces demasiado grandes, pero que no alcan-
zan a ser una novena. quintas, unas pequeñas y otras grandes, pero que
no alcanzan a ser otro intervalo clasificado. Cuartas pequeñas y grandes.
En suma: los mismos intervalos, pero que presentan gran elasticidad, en su
apreciación y en su uso, tal como es dable esperar en todo aquello que
tiene que ver con la percepción humana, que, aunque sometida a catego-
rías, éstas presentan fronteras siempre elásticas, en concordancia con la
característica más acusada del ser humano, cual es la adaptabilidad a los
cambios de su medio ambiente.
La música se genera más que nada por la capacidad humana para descu-
brir patrones de sonidos e identificados más adelante. Sin la existencia de
procesos biológicos de percepción aural, y sin un acuerdo cultural, de por
lo menos unos pocos seres humanos acerca de lo que perciben, no podría
haber música ni comunicación musical. (pág. 9).
Y más adelante:
"Los niños son capaces' de responder a los sonidos organizados de la
música antes que se les enseñe a reconocerlos ... La percepción de un
orden en los sonidos, sea innato o aprendido, o ambos, debe estar en la
mente antes de que emerja como música" (pág. 11).
Los modos
§ 98. La distinción entre modo y escala es muy vaga en la teoría tradicional.
Los modos eclesiásticos medievales, enseña la Historia, no son otra cosa
que escalas a las que se han añadido algunas funciones rígidas, tales como
la finalis y la repercusa, que se aplican, cada una, a una sola nota y
siempre la misma de cada escala o "modo" y allí termina el asunto. A la
hora de analizar un fragmento de Canto Gregoriano con estas herramien-
tas, se pasan grandes apuros y aparecen problemas sin solución. Como el
término "modo" se utiliza también para las músicas de otras culturas, ha
sido. objeto de estudios por parte de los etnomusicólogos, y debido a ello
poseemos ahora conceptos más flexibles que permiten superar la rigidez
de la teoría. Harold S. Powers, que ha dedicado muchos años al estudio de
los modos, es autor del artículo "Mode" en el New Grove's Dictionary.
Bastante extenso, setenta páginas, constituye un verdadero tratado sobre
la materia, y a él remitimos para mayor información sobre tan debatido asun-
to. Mande Hood." dando cuanta de un seminario de etnomusicología que se
organizó con el propósito expreso de definir el termino modo escribió:
Ejemplo N° 47
A B
~~
Ejemplo N° 48
Si hacemos oír una secuencia como la siguiente, se verá que la escala nada
tiene que hacer allí en lo que respecta a encontrar semejanza entre ambas
melodías. La sensación de "secuencia melódica" es independiente de la
escala. Véase:
Ejemplo N° 49
A B
* * * * * *
~
78 El núcleo melódico
Los grupos
Los avatares de esta controversia son apasionantes y marcan los hitos por
donde ha transitado el pensamiento contemporáneo, que abandonó desde
hace tiempo la ilusión de las explicaciones fáciles e ingenuas de la reali-
dad. El modelo conceptual al que pertenece la escala musical, con sus
elementos categorizados, es decir grados individualizados en frecuencias
puntuales, fijas, "bien afinadas" y simplemente asociados por contigüidad
pertenece a esa epistemología de base átomo-asociacionísta. Las funciones
que suelen atribuirse a la escala, no pertenecen a ella sino al concepto de
"modo", el cual ha desaparecido hoy prácticamente de la teoría porque se
lo usa sólo para distinguir el orden de tonos y semitonos, como cuando se
dice "escala diatónica del modo mayor". La funciones modales que se le
atribuyen a la escala se reducen a una "finalis" o tónica y a una "recitante"
o dominante. También estos nombres, heredados de los antiguos modos,
han perdido su carácter de función y se les concibe simplemente como
nombres de los grados primero y quinto de la escala, sea mayor o menor,
80 El núcleo melódico
§ 104. Pocos son los que saben que la psicología de la Gestalt, que vino
a sustituir a aquella otra, la asociacionista, se formó a partir de observa-
ciones relativas a la música. Hacia fines del siglo pasado, al criticar una
tesis de Ernst Mach, Ehrenfels puso en evidencia un hecho singular
cuyo análisis llevó al concepto de "forma" o estructura. Mach había
sostenido que las formas espaciales y las formas tonales o melodías
acceden a la conciencia por" impresiones, Empfindungen, es decir por
actos simples e inmediatos, independientes de toda elaboración inte-
lectual.?' Ehrenfels rechazó el término Emfindung, así como el análisis
que del mismo hizo Mach. Afirmó, en cambio, que cuando se escucha
una melodía, el organismo establece relaciones entre los sonidos y or-
ganiza los datos acústicos para dar lugar a una representación o
Vorstellung, que consiste en un hecho psíquico muy particular: la audi-
ción global o total de la melodía. La representación de la melodía, en
cuanto tal, no se sobreañade a las impresiones auditivas, ni exige un
esfuerzo suplementario del espíritu, sino que se presenta a la concien-
cia con la misma inmediatez y simultaneidad que las sensaciones. Pero,
si bien se compone de sensaciones acústicas, esta representación no es
de la mísma naturaleza de esas sensaciones, porque cuando se transpo-
. nen melodías quedan modificadas todas las sensaciones específicas, es
decir las notas, pero no se modifica la representación original, la melo-
día continúa siendo la misma. Por el contrario, basta que se cambie de
lugar una sola de las notas para que se forme otra melodía. Por consi-
guiente, "la representación de la melodía no puede entenderse sino
como algo distinto a la simple suma de los sonidos individuales"." Esta
declaración causó una revolución copernicana en la psicología de la
percepción, que llevaría, algunos años más tarde a la fundación de la
teoría de la Gestalt por Koffka y Koehler. Hoy en día se han afinado
mucho esos conceptos que apenas atisbó Ehrenfeld. La percepción de
la melodía, es cierto que es global, pero se compone de partes, no
elementales sino organizadas. Y la organización interna de esas partes
obedece a principios funcionales, porque sus elementos no pueden
surgir ya organizados de buenas a primera. La percepción, tal como la
Humberto Sagredo Araya 81
concebía Ehrenfeld, y como suele ser concebida aún por el pensamien-
to común, se identifica con la conciencia. Se cree que percibir es tomar
conciencia de un objeto o un hecho; que ese hecho, y ese objeto, son
aprehendidos por la conciencia con un carácter completo, con una
forma precisa, entera, global, es decir una Gestalt. Pero sucede que la
realidad no está hecha de formas globales, por el contrario se compone
de hechos puntuales y discontinuos. El mundo físico, para nuestros sentidos,
consiste apenas en ínfimas variaciones de energía, de luz, de presión, de
temperatura, etc. Si la conciencia aprehende la realidad en paquetes coheren-
tes, tiene que haber mecanismos que integren esos datos discontinuos, yesos
mecanismos necesariamente han de operar en estadios anteriores a la con-
ciencia. A este respecto dice Luría," los subrayados son suyos: .
"La percepción íntegra del objeto surge como resultado de una comple-
ta labor analítico-sintética, que destaca unos rasgos esenciales y man-
tiene inhibidos otros que no 10 son, y combina los detalles percibidos en
un todo concienciado. Este complicado proceso de reflejo de objetos o
situaciones íntegras es 10 que en psicología se llama percepción .... el
proceso perceptivo se halla estrechamente relacionado con la activación
de las pautas de la experiencia anterior, con el cotejo de la información
que llega al sujeto ... .las representaciones anteriormente formadas ... el
desglose de los indicios substanciales y con la creación de hipótesis sobre
el alcance supuesto de las informaciones recibidas, las síntesis de los ras-
gas perceptibles en conjuntos plenos y la "toma de decisión" sobre la
categoría a que se refiere el objeto percibido".
ga como tal sin que sea posible precisarde qué manera se impone, sino
las relaciones entre los elementos, o, dicho de otra manera, los proce-
dimientos o procesos de composición (según se hable de operaciones
íntencionales o de realidades objetivas), siendo el todo la resultante
de esas relaciones o composícionescuyas leyes son las del sistema".
La declamación
§ 108. Declamación es un término que introdujo Bela Bartók para señalar
la específica acción de aplicar el ritmo y las inflexiones de la lengua a la .:
melodía. Es propio de la música primitiva y campesina. Se da probable-
mente en todo tipo de música, pero es en ésta donde constituye un factor
imprescindible del análisis. Sus largos años de convivencia con los caJ1lpec.
sinos húngaros, rumanos y yugoslavos, oyendo sus canciones y sus histo-
rias, recogiendo y grabando los cantos y luchando denodadamente con
los signos para conseguir transcribir adecuadamente unos materiales tan
complejos, otorgan a Bartók un lugar privilegiado en la ciencia de la trans-
cripción, asi como en el análisis de las canciones populares, Su palabra es
ley en este campo. Bartók utilizó la expresión "tonus finalis" para distin-
guir secciones de una misma canción y asignó gran valor a la distinción
entre notas importantes, o estructurales, y notas ornamentales, al punto
que prescribió anotar con signos más pequeños las notas de adorno de las
melodías, las que se distinguen, decía, por una emisión más débil de la
voz. Esta actividad de escribir notas grandes y pequeñas supone
automáticamente la realización de un análisis en el acto mismo de la trans-
cripción, porque hay que decidir instantáneamente cuáles serán los soni-
dos que se anotarán con signos más pequeños. En la introducción de su
antología de canciones serbo-croatas, que publicó junto con Albert Lord,
Bartók escribió: "Aunque utilizáramos instrumentos absolutamente objeti-
vos para medir con exactitud la altura y la duración de los sonidos, no
podemos ni siquiera pensar en instrumentos capaces de ayudamos en la
formación de nuestros juicios; de aquellos de donde derivan las sensacio-
84 El núcleo melódico
§ 110. Aun sobre el tema de la declamación, cabe señalar que todos los
autores que han estudiado la melodía como fenómeno, le reconocen una
relación con el lenguaje hablado, no solamente en cuanto a su ritmo y a
sus inflexiones generales, sino que, además, cuando se trata de melodías
cantadas, observan que las notas escogidas tienden a reproducir las ento-
naciones propias de la lengua. Pero, a pesar de lo acucioso de esas obser-
vaciones, esos autores no se han ocupado de extraer las consecuencias
lógicas que se desprenden de las mismas y las utilizan exclusivamente
para propósitos descriptivos de orden muy general. El concepto de nota
musical con valor propio es tan fuerte que los análisis melódicos conti-
núan refiriéndose exclusivamente a las relaciones tonales y a las escalas y
Humberto Sagredo Araya 85
se descuidan esos preciosos datos que les entrega la observación. Es que
la creencia popular concibe a la lengua y a la melodía como hechos autó-
nomos que de vez en cuando se acercan tangencialmente, pero no se
acepta la posibilidad de que uno derive del otro. Somos herederos de una
tradición que ha manejado por mucho tiempo esos conceptos como enti-
dades de distinta naturaleza. Si embargo, esta situación ha comenzado a
cambiar a partir de la observación hecha por algunos etnomusicólogos de
los llamados lenguajes musicales, "Tone Languages" en inglés o
"Tonsprachen" en alemán, que se dan profusamente en comunidades afri-
canas al sur del Sahara y en algunas lenguas orientales. La correlación
entre el lenguaje hablado y el canto en esas culturas ha llevado a revisar
todo el problema y a plantear nuevamente la posibilidad de que el sentido
de melodía se haya originado, alguna vez, a partir de esos tipos de lengua-
je. En china, por ejemplo, se habla una lengua en la cual la altura y la
entonación otorgan valor fonético a una sílaba. Es decir que el cambio de
altura es un rasgo diferencial propio de la lengua y no la expresión de un
estado emotivo, como ocurre en las lenguas occidentales. En esa lengua,
por ejemplo, la sílaba, "ma" significa "madre", si se dice en un tono eleva-
do, "cuerda", en un rango medio, "caballo", si la voz primero baja y luego
sube, y "regaño", si la voz primero sube y luego baja.'?' La pronunciación
en secuencia de unas cuantas sílabas similares a esa, tiene que hacer que
el hablante virtualmente cante. Y por supuesto que una canción hecha con
palabras poseedoras de esos valores melódicos tiene necesariamente que
ceñirse a ellos para no desvirtuar los significados. Pero en la música instru-
mental también puede darse algo similar; Kubik, al referirse a cierta músi-
ca africana, describe lo que llama patrones sonoros inherentes (inherent
note patterns) que resultan cuando series de notas bastaste separadas se
ejecutan a gran velocidad. En sus propias palabras:
§ 111. Los famosos tambores parlantes del Africa Ctalking drums) , no utili-
zan, como podría pensarse, un lenguaje codificado en secuencias rítmicas,
similar al alfabeto Morse, por el contrario, el sonido de estos tambores
reproduce la entonación de las sílabas, de la lengua. Los dos factores
señalados antes, de altura y entonación como valores fonéticos, se dan allí
plenamente. Anthony King, que los ha estudiado, dice: "Los aspectos tex-
tuales más comunes que se reproducen en un tambor son: la altura relativa
y la entonación de las sílabas, los acentos, la cantidad, la entonación gene-
ral de las frases y el ritmo. Aunque no todos estos factores se utilizan en
una sola cultura o en una sola ocasión". El tipo de tambor más empleado
en estas funciones parlantes es el llamado "hourglass pressure drum", o
tambor de presión en forma de reloj de arena. Consiste en un recipiente
acinturado, con parches de piel en cada extremo, tensados por cuerdas
que van de un parche al otro. Al colocar el ejecutante el instrumento
debajo del brazo, puede presionar con éste las cuerdas, empujándolas
hacia la cintura. Esta operación permite tensar y soltar instantáneamente
los parches, de modo que el sonido puede elevarse o bajar después del
golpe, reproduciendo la entonación de las sílabas del lenguaje. La tensión,
en una sola posición, da un sonido de altura estable, con relación a otros
producidos con mayor o menor tensión del cuero. Con este conjunto de
recursos se reproduce admirablemente la lengua hablada, particularmente
cuando se trata de una lengua musical. Tambores de esta especie son: el
kannango de los yoruba, dyango, de Carea, el tbod rnga del Tibet, hecho
con dos cráneos, y muchos otros. Pero en Africa, dice King, no sólo los
tambores "hablan", sino también muchos instrumentos de viento y hasta
sonajeros y otros idiófonos.'?' Si se piensa un poco, no es preciso ir tan
lejos para apreciar las entonaciones propias de la lengua. Todos los idio-
mas en realidad son más o menos entonados. El hablar monótono es signo
de enfermedad en cualquier lengua. En el español hablado, por ejemplo,
la entonación, si bien no tiene valor fonético, como en las lenguas africa-
nas, tiene valor semántica. Obsérvese que en la exclamación "¡¿cómo?¡",si
se entona de bajo hacia arriba significa "¿que dices?" "?¿oíbien?" o, "¿estás
en tu sano juicio?". En cambio si se entona de arriba hacia abajo, quiere
decir "[no puede ser¡", "¡es imposible¡". La misma palabra, dicha con ento-
nación llana, es un simple comparativo.
Ejemplo N° 50
A
Queda
)
como
resultado
, B
.-
Que da
~
, como
resultado
~
~
e
-
Queda
) como
resultado
88 El núcleo melódico
Recapitulando con palabras más sencillas: el fenómeno tiene que ver con
la percepción y la esencia con la comprensión. Por comprensión se en-
tiende la toma de conciencia de la estructura, de la organización y de las
relaciones entre las partes, todo lo cual brinda sentido al fenómeno.
Humberto Sagredo Araya 89
Las estructuras
Entre las génesis sin estructura que supone la asociación atomística y a las
cuales nos ha habituado el empirismo, y las totalidades con formas sin
génesis, que corren el riesgo de caer en el terreno trascendental de las
esencias, de las ideas platónicas y de las formas a priori, el estructuralismo
halla soluciones que superan esa dicotomía... el problema se precisa cuando
se toma seriamente la segunda característica de las estructura y que con-
siste en que éstas constituyen un sistema de transformaciones y no una
forma estática cualquiera.
ANALISIS y EJEMPLOS
Elementos de análisis
§ 118. Debido a que los sonidos actúan sobre el sistema nervioso, la estruc-
tura de la música es de naturaleza dinámica. Se crean en su transcurso
campos de fuerzas donde los elementos pierden su individualidad para
convertirse en puntos de una red o tramado de relaciones que modifican
constantemente el status de cada uno. El sistema nervioso no registra pasi-
vamente ese .tramado de estímulos, sino que opone activamente su propia
red de respuestas, mediadas por todas las demás funciones que cumple en
el organismo, donde la memoria, la atención, la experiencia en general, el
estado afectivo y el estado físico son determinantes. Por eso el acto de
escuchar música es un asunto estrictamente personal y es muy poca la
válidez que pueda tener cualquier generalización que se quiera hacer al
respecto. Sin embargo, como ahondar en este terreno pudiera llevar a un
peligroso solipsismo, conviene continuar creyendo que en los hechos existe
alguna mínima parte que pueda ser compartida por todos los miembros de
una misma cultura y que nos permite pensar que estamos hablando del
mismo asunto. Sobre esta base de entendimientos compartidos se propo-
ne una lista de característica posibles de ser observadas en los cantos y
que pueden ayudar a conducir el análisis. La cuarta de estas características
se titula "la estructura", pero aquí la palabra tiene un sentido más específi-
co que el que se ha estado comentando. Se refiere a la línea primordial,
simple, que señala la dirección general de los sonidos en busca de la
conclusión del movimiento, Urlinie en el lenguaje de Schenker. Para com-
prender mejor este concepto pueden revisarse los ejemplos Nos. 5 y 8
La declamación
La transposición
Las ornamentaciones
Están formadas por sonidos, o conjuntos de sonidos, que sólo una intui-
ción de estructura permite clasificar de tales. Simplemente son las notas
que no son estructurales. No hay leyes al respecto porque cada composi-
ción establece sus propios principios estructurales. Ornamentaciones pue-
den observarse en la totalidad de los ejemplos que siguen.
La estructura
Está constituida por las notas que sugieren una dirección que otorgue sentido
a la totalidad. Se fundamenta en la necesidad propia del acto de percibir, de
encontrar en los hechos un sentido, una continuidad, una coherencia y una
buena forma. La estructura puede anotarse casi siempre con un diseño simple
y regular, alrededor del cual se tejen las notas ornamentales. La notación de
estructura, o Urlinie, indica la dirección lógica del movimiento melódico, despe-
jadas las desviaciones no esenciales.Ver ejemplos musicales Nos. 5,8,57,58 y 59.
Los motivos
Las prolongaciones
Las funciones
La estabilización de patrones
El análisis detecta patrones melódicos, o melotipos, que son formaciones
que presentan una estructura estable. Se perciben estables porque las de-
94 El núcleo melódico
Necesariamente, una más estable que la otra .. Por lo general la nota menos
estable aparece decorada y la estable se reserva para el reposo relativo, o
para el fin del movimiento.Puede verse en los ejemplos Nos 61 y 64.
Hasta aquí las generalidades sobre los análisis. Los conceptos serán ahora
aplicados a dieciseis ejemplos musicales comentados.
Ejemplo N° 51
_*-~
Pedrell 1, 91
t;e r-.
Se - re_ no,
r-.
Ejemplo 52
Bela Bartók N° 27b 110
l > des a - .nyám, ¡-des a- nyám, M - mér' in - dul - tal o-Iyan hosz- szu ú- tP- ra
A- hun - na tt viszszanevér has suk t6b - bet so - ha, DnI - ga jó i-dess - a-nyám!
M - me re men - junk hogy ffll - ta - lál - juk? He-va mén-jünk, hu- vá le gy ünk,
Traducción: Madre mía, mi madre querida, ¿por qué tomaste tan largo camino, del que
ya no puedo esperar que regreses? Madre querida, ¿dónde podré ir para encontrarte?
+ , + , +
AB AB AB AA BB BB AB AB AB AB AB AB AB
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Ejemplo N° 53
PedrelJ 1, 36
Na- ce Ri - la y~n án - gel Le pu- s~l nom bre y sus o - ve - jas com - po -
estructura estructura
>- 17\ ~aparente real
_'" -------=====
==f==d=~""---""'~
~ f9 o
F!~:.;o1>·.'0I·~:.jll
cambiata
I
decoración realización inversión de la
implícita decoración
La estructura profunda es, pues, un patrón de dos notas. Las funciones
serían: recitante Do, cadencia media Si y finalís La. Esta pieza muestra
98 El núcleo melódico
Ejemplo N° 54
Pedrell I, 18
a: b: r.\
I~~ j
1 2 3 4
N= núcleo, NI = núcleo invertido, NT= núcleo trocado, "prol." = prolongación, "p,,= nota de paso
Ejemplo N° 56
Pedrel, 1, 25
~
f : • ~
Re-tra- i-d'!Ss-tá l;gnfan-ta, bien a- sí co- moque-rí - a
100 El núcleo melódico
Ejemplo N° 57
Pedrel, 1, 15
a a'
~" • • • • • •
I I I I
s t s
'-- __ -J"'- __ ---J
Tet. lidio Tet. frigio
b:
Hay, sin embargo, una sutil asimetría entre ambas formaciones; la primera
presenta su recitante sin ambigüedad, en tiempos fuertes y prolongados.
En la segunda la recitante está en los tiempos débiles y es de menor
duración que el ornamento. Todo el movimiento está enmarcado en la
cuarta justa, que actúa como estructura común a ambas formaciones. Es
un interesante caso del proceso de estabilización que va a llevar a la for-
mación del núcleo La-Sol-Mi. Se ve claramente que el La, aun no está
estabilizado, pero ya lo está más que el Fa, que continuará siendo nota de
paso cuando el La se integre al núcleo. El Si~es ornamento. Funciones:
recitantes La y Fa, cadencia media Sol y fínalís Mi. Estas funciones se
corresponden exactamente con las del modo hipofrigio medieval.
Ejemplo N° 59
Pedrel 1, 29
A B
a b
I
I
La ma - re de Déu un ro - ser plan - la - va, D'a- quell San - tro
e b' b'
I I I i
~. ::.
~
ser n'ha na - d'Ul - na plan - la, n'ha na - d'Ul - na plan - la
102 El núcleo melódico
~ ...~i
Canto gregoriano
\ 9 '
•
..... • '.'
prolongación del La
,',* ,',*
~
..... -. r-·· - r
Las llaves con asteriscos señalan la presencia de dos tetracordios en proce-
so de estabilización: Do-Sol y Re-La descendentes. Al diagrama se le ha
añadido un fragmento de gregoriano, especie de "centon" o melotipo que
puede encontrarse en muchos cantos litúrgicos y que está estrechamente
emparentado con la canción analizada.
Ejemplo N° 60
Pedrell, 1, 75
Ejemplo N° 61
Pedrell, l, 75
I*~_~' E- a ju - dí - os a en far - de - lar, que man dan los re yes que pa- seis el mar.
La extensión de este canto es de una quinta sobre la nota La, pero el final
muestra que no puede estar en La menor. Se trata de un juego de dos
tetracordios, uno frigio y otro dórico, ambos descendentes y en función
decorativa. Funciones: recitante y fínalís Si, cadencia media La. Como
estructura profunda es una formación de dos notas donde la menos esta-
ble toma el aspecto de floreo inferior:
Ejemplo N° 62
Pedrell, l, 77
Ejemplo N° 63
Pedrell, 1, 157
Ejemplo N° 64
Pedrell, 1, 166
I~i_
Ri - ta,Sn - een - de ea - tro pa - llas e eo - rra - mos á Be - lén
Ejemplo N° 65
Pedrell, 1, 78
El aparente arpegio de Sol mayor que domina en los tres primeros compa-
ses, no es sino el resultado de la viejísima técnica, espontánea desde lue-
go, de la llamada cambiata, que es el trueque pasajero de una figuración
en secuencia:
cambiata
..•. /'
t t
!sC· :zy
El Re y el Sol decoran la recitante Si, antes de convertirse el Re en finalis.
Esta sería la implicación:
recitante
·J... E I
•• • • • • o
Ejemplo N° 66
Pedrell, IJ, 308
Esta bella sevillana que nos transcribe Pedrell demuestra que las forma-
ciones melódicas se originan de manera independiente de la tonalidad.
Aquí resultaría forzado asignar la tonalidad de Do o de Fa a la reunión de
estos tres tetracordios. Puede hacerse a ultranza, claro, pero no es legíti-
mo. Es posible que la nota Mi haya sido originalmente un Re que por
influencia de la tonalidad se cambió a Mi, o que el trascriptor la haya
interpretado mal. Si así fuere, se trataría de dos núcleos disjuntos.
CONCLUSION
del universo, según la cual todo estaría constituido por elementos, los
cuales, mediante asociación o fusión, darían forma a los objetos compues-
tos. Es un modelo tomado de la química y validado por el prestigio de
pensadores de tanto rango como Descartes, en cuyo pensamiento se basó
"el método científico" por antonomasia durante los últimos tres siglos. Hoy
día todavía resulta difícil, cuando se quiere explicar, enseñar o compren-
der cualquier proceso o concepto, prescindir de la recurrencia previa al
análisis de sus elementos constitutivos. Es una noción que está enraizada
en el lenguaje mismo con que nos comunicamos. Escapar a su tiranía
exige un esfuerzo de voluntad formidable, capacidad para la reflexión
profunda y una disposición intelectual abierta, inquieta e inquisitiva.
La coherencia
Pareciera que el ejemplo no viene al caso porque para usar una bicicleta
no hay necesidad de conocer todas esas cosas. Pero el ejemplo sí es bueno
porque pregunar ¿qué es la música? es análogo a preguntar ¿ qué es andar
en bicicleta? En ambos casos se trata de una conducta humana. Más prove-
choso sería preguntar, entonces, ¿cómo se hace música? o ¿por qué cierto
hombres se comportan de tal manera que causan una cantidad de sonido ,
y el resultado de esa actividad nos resulta placentera? Tradicionalmente e
ha tratado de explicar la música centrando la atención en los "materiale ",
intervalos, escalas, etc. y se han ignorado los procesos que tienen lugar
en su seno. La espistemología agazapada en el lenguaje lleva a pensar,
cada vez que decimos "música" hacia un objeto frente al cual podemo
instalamos a: observar. Cuando decimos que ciertos procesos ocurren "en
la música" pensamos inmediatamente en lo que está sucediendo con cier-
Humberto Sagredo Araya 109
tos sonidos situados en el mundo exterior del oyente y se nos hace difícil
transferir automáticamente toda esta terminología hacia el interior del suje-
to. Porque las cosas que suceden "en la música" son cosas que en realidad
suceden en el cerebro del sujeto en el momento de construir en su intelec-
to lo que va a concebir como música. La imagen tan familiar del oyente
como un ser que pasivamente "se deja penetrar" por los sonidos de la
música, ha de ser reemplazada por otra muy distinta, a la luz de las inves-
tigaciones modernas dentro de esta área de la percepción. Lo que ocurre
en realidad es una terrible lucha entre el ingreso, o estimulación, (vibracio-
nes forzadas que mueven el tímpano), y la elaboración de patrones cohe-
rentes a partir de información ya almacenada en el organismo. Se trata de
un complicado juego de calces y ajustes entre el ingreso y los esquemas
preformados, agregado a un barrido general de todos los esquemas dispo-
nibles que tengan alguna relación con ese ingreso (evocaciones, nostalgias
y sentimientos de toda índole). De esa lucha resulta una solución de com-
promiso que integra en una unidad coherente las discrepancias y los
acuerdos entre las partes. Esa unidad es la que llega a la conciencia del
sujeto, y es lo que éste toma por percepción organizada. Este elaborado
proceso ocurre a cada instante. Sólo que ese "instante" no es una unidad
de tiempo siempre idéntica, sino que asume la magnitud que le exigen los
eventos que procesa. A cada uno de esos instantes elásticos la psicología
cognoscitiva los ha denominado "presentes psicológicos". Lo búsqueda de
esos pequeños presentes psicológicos, dentro de la percepción musical,
es lo que ha motivado este trabajo. Lo que acaba de describirse es apenas
una parte del proceso, porque cuando se dijo "un barrido de todos los
esquemas disponibles" se aludió al aspecto más problemático de la inves-
tigación, cual es el de encontrar la explicación de los factores sociológicos
.y culturales que determinan la construcción de patrones. Y luego la cons-
trucción arquitectónica de patrones de patrones, porque los actos inteligible s
no se componen tampoco de unidades aisladas, de pequeños presentes,
sino de un conjunto organizado de ellos, y el problema, entonces, reapa-
rece íntegro a un nivel más elevado.
La estética
\~
\.•
.•.
Descripción de la música humana tanto del alma como del cuerpo. Del libro
de Robert Fludd: Escritos sobre música de comienzos del siglo XVII.
Humberto Sagredo Araya 129
APENDICE
Cálculo de intervalos
y y y y
D~ D~ D~ D~
los demás nombres de nota llevan el índice que corresponde a sus respec-
tivas octavas.
130 El núcleo melódico
La afinación
5 3
(2) Re3 = 144 Hz., luego: 144 x-= 180 Hz. = Fa~3y 180 x-= 270Hz. = DO~4
4 2
5 3 15 15
x ,y -x 144 270
4 2 8 8
132 El núcleo melódico
§ 12. Se deduce de lo anterior que cuando una nota funciona como =-"---'--"'-"'"'_
tiene mayor altura que cuando funciona como mediante mayor del
tónica. Esa diferencia de 3,33 oscilaciones tiene un valor de 22 cenr, _C =---=- _
casi un octavo de tono temperado. Es la llamada comma sintónica, Ese
270 Hz sobre el La, estable, de 213. 33 Hz. forma una terecra mayor _ ~
de 408 cent considerada disonante durante toda la Edad Media.
Las razones
Sistema diatónico-heptatónico
El sistema de centésimas
§ 17. Este sistema está diseñado sobre la afinación temperada, donde todos
los semitonos tienen la misma magnitud. Como éstos son 12, el valor de
cada uno es la duodécima raíz de 2, cual es la cifra 1,059463094. A cada
uno de estos valores se le asignan cien centésimas, abreviado "cene
Así, un semitono cualquiera tiene cien cent, el tono o segunda mavor
200, la tercera menor 300 y así sucesivamente hasta llegar a la octava
que tiene 1200 cent,
3986.313714
Esta cifra resulta de dividir 1200 por el logaritmo de 2, porque 2 representa la octava y
1200 las divisiones internas de igual valor que van a servir de unidad de medición.
Paso 3. Marcar la tecla inverso (inv) y luego lag. Aparece entonces la cifra:
1.24977351 que se redondea a 1,25 cual es la razón decimal de la terce-
ra mayor natural.
125
división por cien, expresada:
100
136 El núcleo melódico