Sie sind auf Seite 1von 1

SSRL Profesor: HERNÁNDEZ

Escuela de teología Antonio D.


Asignatura: Antropología Alumno: ROJAS
Teológica. Víctor T.
El Hatillo, 09/ 11/ 2017
Carácter: Informe.

ANTE EL RETO DEL PANTEÍSMO: EL CV I Y EL CV II. SAYÉS


Resumen
El Concilio Vaticano I acontece en un s. XIX influenciado por la filosofía
kantiana, que ocasiona una degeneración en la relación de razón y fe, y que con la
restauración tomista de León XIII se originan dos corrientes antitéticas, una fideísta
que desplaza a la razón, como con Bonald y Bonetty, y una postura que incultura la fe
al mundo científico, como con Günther y Hermes. Hermes argumenta que la
afirmación de “el mundo ha sido creado para gloria de Dios” es la idea de un Dios
egoísta, y que a cambio éste fue creado para beneficio de las creaturas; Günther
defiende que la creación es eterna y necesaria, resultado de la autorrevelación de
Dios, en la idea del no-yo; el Vaticano I, contra toda idea panteísta, responde
definiendo la libertad de Dios en el acto creador y el fin de la creación, y alegará que
el mundo lo glorifica porque manifiesta la perfección de los bienes dados a las
creaturas, defendiendo el concepto de providencia. En otra instancia el Concilio
Vaticano II aunque no desarrolla explícitamente la teología de la creación, alude a
ella hablando de la relación de Dios y el hombre como creatura y perfeccionador de la
creación, y con el refuerzo cristocéntrico que ofrece el concilio.
Valoración crítica
La verdad de Dios no tiene término y fijándose en su creación, la mantiene; y
por su disposición todas las cosas son conservadas ya que están a su servicio 1. La
libertad del acto creador de Dios implica dos dimensiones, una libertad interna y otra
externa, dada por sentada la Creatio ex nihilo se afirma que no existe fuera de Dios
algo que lo llevara a crear y por otro lado debido a que las tres Divinas Personas están
íntimamente relacionadas entre sí, tampoco lo coaccionaría la necesidad de amar 2, así
que Dios ha querido crearlo todo por su libre disposición, no para aumentar su gloria,
ni tampoco para adquirirla, sino como muestra perfecta del bien dado a su creaturas,
pues su gloria consiste en manifestar este bien y comunicarlo3. Por lo tanto, Dios que
es creador de todas las cosas, también es su conservador, siendo las creaturas
dependientes a Él en el ser, obrar, y en el fin que buscan, por lo que la providencia
divina se encuentra en dirigir a las creaturas a su fin, velar porque alcancen su fin
particular, y a su vez que éste se armonice con el fin general del universo4.

1
Cf. Sal 119,90-91.
2
Cf. MARTÍNEZ SIERRA, ALEJANDRO. Antropología Teológica Fundamental (Biblioteca de Autores
Cristianos: Madrid 2002), 47.
3
Cf. CEC 293-294.
4
Cf. GONZÁLEZ, ÁNGEL LUIS. Teología natural (EUNSA: Pamplona 2008), 247.

Das könnte Ihnen auch gefallen