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Eduardo Restrepo /Singularidades y asimetrías ...

S
ingularidades y asimetrías en el campo
antropológico mundial 1

Eduardo Restrepo 2
Resumen
Las concepciones normativas de la disciplina tienden a obliterar la multiplicidad de genealogí-
as, trayectorias y configuraciones de las antropologías existentes en el mundo. Las singularidades
son opacadas y consideradas derivadas de unos paradigmas disciplinarios naturalizados que pocas
veces son objeto de examen. En este artículo se elaboran una serie de planteamientos teóricos
sobre la relevancia de comprender estas singularidades así como sobre las relaciones de poder
que estructuran las condiciones de existencia y de visibilidad en y entre las antropologías del
mundo.

Palabras Clave:
Antropologías del mundo - establecimientos antropológicos - canon antropológico -
antropologías periféricas.

Abstract
The normative understandings of the discipline have the tendency to obliterate the multiplicity
of genealogies, trajectories and configurations of the existing world anthropologies. The sin-
gularities are blurred and assumed to be derivate from a set of disciplinary paradigms that are
naturalized and rarely examined. In this article propose some theoretical considerations about
the relevance of understanding these singularities as well as about the power relationships that
structure the conditions of existence and visibility within and across the anthropologies of the
world.

Key word:
World anthropologies - anthropological establishments - anthropological cannon - peri-
pherical anthropologies.

1 Este artículo se ha alimentado de las discusiones con un grupo de colegas de diferentes países con los cua-
les hemos conformado desde hace ya unos años la Red de Antropologías del Mundo (www.ram-wan.org). Por
tanto, mis planteamientos son elaboraciones colectivas o, cuando menos, resultado de infinitud de conversa-
ciones por escrito u orales con estos colegas. Algunas de estas conversaciones han sido particularmente inten-
sas y sobre las que no hay ni pretendemos consenso alguno. Por supuesto, la manera en que las interpreto, los
énfasis que establezco y las implicaciones que subrayo responden a mis particulares posiciones en esta con-
versación. Así que cualquier responsabilidad por desvirtuar las ideas o planteamientos de mis colegas, son de
mi entera responsabilidad. Agradezco especialmente a Marisol de la Cadena, Arturo Escobar, Susana Narotzky
y Gustavo Lins Ribeiro por su siempre honesto, constante y edificante intercambio intelectual. Igualmente, agra-
dezco los comentarios al borrador de este artículo realizados por Elisabeth Cunin, Noel B. Salazar y Natalia
Otero que implicaron elaborar aspectos que no había considerado y precisar algunos de mis argumentos ini-
ciales.
2 Miembro de la Red de Antropologías del Mundo. Candidato al doctorado en antropología en la Universi-
dad de Carolina del Norte, Chapel Hill. Email: restrepo@email.unc.edu
Fecha de recepción: Julio 2006
Fecha de aprobación: Agosto 2006
10 avá Nº 10 /Marzo 2007

En múltiples lugares del mundo se variaciones en y entre los estableci-


cuenta en la actualidad con estableci- mientos antropológicos en los cuales
mientos antropológicos con trayecto- operan diferentes comunidades locales,
rias e historias que, no en pocos casos, nacionales o regionales. La diferencia
se remontan a varias generaciones y entonces ya no como exterioridad y
comprenden varios centenares (y a objeto de estudio, sino como consti-
veces miles) de practicantes. Las tutiva del campo antropológico mun-
comunidades antropológicas ya no se dial. De ahí la relevancia de compren-
circunscriben a un puñado de antro- der la singularidad de los diferentes
pólogos en unos pocos países en establecimientos antropológicos, las
Europa y en Estados Unidos en modalidades de financiación, los espe-
donde por vez primera se articuló ins- cíficos amarres institucionales dentro
titucionalmente la disciplina. Además de los que operan, las articulaciones
del crecimiento demográfico y com- con otras formas de conocimiento aca-
plejización de estos primeros estable- démico o más allá de lo académico, sus
cimientos, en gran parte de los países trayectorias, modalidades de forma-
de América Latina, África, Europa y ción, subjetividades disciplinarias,
Asia han surgido comunidades de estrategias argumentativas, y mecanis-
antropólogos locales que adelantan mos de difusión, debate e instrumen-
labores de investigación y docencia, así talización de los resultados del trabajo
como de intervención social, diseño de antropológico, entre otros.
políticas públicas y de participación El otro aspecto asociado al actual
política, entre otras. Congresos disci- campo antropológico mundial que
plinarios, publicaciones especializa- amerita examinarse refiere a la asime-
das y programas de formación en pre- tría. Para recurrir a una conocida metá-
grado y postgrado existen en no fora, el incremento en el 'viaje' de
pocos de estos establecimientos antro- antropólogos y antropologías asocia-
pológicos desde hace varias décadas. das a la mayor interconectividad de la
Existe el riesgo de diluir la impor- globalización, no significa que estos
tancia de las singularidades de los esta- 'viajes' se realicen con la misma inten-
blecimientos antropológicos en ciertas sidad y alcance en todas las direcciones.
interpretaciones de la globalización Unas antropologías y antropólogos
que enfatizan la homogenización eco- 'viajan' más que otros y lo hacen bajo
nómica, política y cultural del mundo. diferentes premisas y alcances. Las
Es errado entender la creciente inter- condiciones materiales de la movilidad
conectividad mundial como un signo y (al igual que las lingüísticas), las formas
garantía de una comunidad antropo- de inserción y las direccionalidades de
lógica planetaria homogénea, desje- los flujos son distintas si estamos
rarquizada y desterritorializada. Antes hablando de establecimientos antro-
que una disciplina homogénea practi- pológicos periféricos o centrales. De
cándose de la misma manera, con idén- ahí que no sólo deban considerarse las
ticos énfasis conceptuales, agendas, singularidades de los establecimientos
entramados institucionales y estrategias antropológicos, sino también asime-
metodológicas en todo el mundo, lo trías entre ellos.
que encontramos son significativas La primera parte de este artículo
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introduce unos criterios de encuadre sino que para los propósitos y alcances
para visualizar las singularidades de las de esta contribución he preferido
antropologías del mundo. Se argu- limitarme al examen conceptual.
menta la relevancia de superar los Es igualmente pertinente que el lec-
enfoques que parten de concepciones tor tenga presente que este artículo ha
normativas de una unicidad trascen- sido escrito desde una experiencia y
dente de antropología para plantear perspectiva de un antropólogo colom-
que es desde las prácticas y las rela- biano que ha realizado sus estudios de
ciones históricamente concretas que postgrado en los Estados Unidos. Esto
deben entenderse las especificidades significa que el conocimiento de los
de los diversos establecimientos antro- establecimientos antropológicos en
pológicos. En la segunda parte se exa- otras partes del mundo (como las disí-
minan algunos de los planteamientos miles tradiciones en Europa, Asia y
de asociados a la Red de Antropologí- África) es de segunda mano a través de
as del Mundo que han sido sugeridos la literatura y, he de reconocer, en
para dar cuenta de las diferencias y asi- muchos aspectos marcadamente limi-
metrías en el campo antropológico tado. Lo que anima a presentar estos
mundial. En particular, se anota su dis- planteamientos es precisamente un
tinción de antropologías hegemónicas reconocimiento de los límites propios
y subalternizadas así como los argu- que son manifestación de desconoci-
mentos sobre la asimetría en la visibi- mientos más profundos y estructurales
lidad de las diferentes antropologías. de los diferentes establecimientos en
Finalmente, el artículo concluye indi- los cuales habitamos.
cando la relevancia de aplicar sobre
nuestras propias prácticas algunas de Cuestiones de encuadre:
las enseñanzas que han resultado de la visualizando las singularidades
labor antropológica.
Antes que una etnografía o historia Para dar cuenta del campo trasna-
de establecimientos antropológicos cional de las antropologías se requiere
particulares que ilustre mi argumento tomar en serio la singularidad de las
o un ejercicio comparativo que sus- antropologías practicadas en diferentes
tente los puntos de confluencia y dife- lugares del mundo. Esto significa
renciación entre estos establecimien- abandonar la premisa ampliamente
tos, mi artículo se limita a una extendida de que existe algo así como
elaboración teórica de algunos plante- una 'antropología auténtica' (que por lo
amientos que son pertinentes para general se identifica con unas 'tradi-
pensar la singularidad y asimetría en y ciones' concretas)3 y que sus variacio-
entre las antropologías practicadas en nes en los países periféricos debían ser
diferentes partes del mundo. No es que entendidas como copias (las más de las
considere irrelevante la fundamenta- veces diletantes) que sólo de forma
ción empírica de estos planteamientos, parcial (un no-todavía) y heterodoxa

3 Las tradiciones concretas que aparecen como lo paradigmatico de la antropología dependen del lugar desde
el cual uno este examinando el campo. En gran parte de America Latina y en los EEUU las tradiciones mas
salientes son la francesa, inglesa o estadounidense. Algunas escuelas italianas, alemanas y hasta holandesas tie-
nen su relevancia en ciertos establecimientos de America Latina (cf. Guber y Visacovsky, 1999).
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lograban aparecer como antropología. de sólo a variantes nacionales o regio-


Como bien lo anota el antropólogo nales, sino también a las modalidades
mexicano Esteban Krotz, estas antro- de relación y su posicionalidad con res-
pologías "[…] no son reductibles a pecto a otras antropologías. La singu-
meras 'extensiones' o 'réplicas' (acaso laridad no significa aislamiento o ensi-
imperfectas) de un modelo antropoló- mismamiento.
gico original. Más bien, nos encontra- En este sentido, se requiere cues-
mos ante formas de generar conoci- tionar una lectura metafísica, esencia-
mientos antropológicos que tienen lista u ontológica (como se quiera adje-
características particulares" (1993: 8). tivar) de la antropología (o, mejor, de
Si bien es cierto estas antropologí- las antropologías) para centrarse en las
as no pueden considerarse como sim- prácticas concretas (lo que los antro-
ples imitaciones, de esto no se sigue pólogos realmente hacen y enuncian
que en ellas no hayan operado desde su en tanto antropólogos), así como en las
institucionalización contradictorios diferentes capas de relaciones que per-
procesos de mimetismo, subalterniza- miten (o no) estas prácticas. Dejar de
cion y confrontación con respecto a las pensar en definir desde un a priori nor-
tradiciones antropológicas dominantes. mativo la antropología (o las antropo-
Sin desconocer las complejas tensiones logías) recurriendo a un criterio arti-
que estructuran las disímiles antropo- culador (ya fuera en el objeto, la
logías, el cuestionamiento del supues- metodología, conjunto de paradigmas
to de que son derivación aberrante de o contenidos), para abrir la posibilidad
un patrón naturalizado, no marcado y de entender la multiplicidad de prácti-
definido de antemano busca abrir un cas y relaciones que de hecho consti-
espacio analítico para examinar las sin- tuyen las antropologías existentes. La
gularidades en sus propios términos y densidad, especificidad e historicidad
con todos los contradictorios procesos de las prácticas y relaciones en lugares
de diferenciación e inscripción en el concretos deben ser tomadas seria-
campo antropológico mundial. Por mente en consideración para evitar dis-
tanto, al tomar en serio la singularidad putas inagotables y estériles que pre-
de las diferentes articulaciones antro- tenden saldar en abstracto y de forma
pológicas se busca evidenciar los espe- normativa lo que constituiría la comu-
cíficos entramados institucionales, nalidad y las diferencias en y entre las
sociales, políticos e intelectuales en los antropologías4.
cuales emergen y se transforman las Así, la diversidad en y entre las
diferentes antropologías. La especifi- antropologías no es entendida como
cidad de estos entramados no respon- suplemento o derivado de una identi-
4 Al menos desde finales de los sesenta se encuentran disímiles pronunciamientos en esta dirección. En Rein-
venting Anthropology, por ejemplo, Dell Hymes tajantemente afirmaba: "Forget the difficulty of defining anthro-
pology or even of identifying it […] Let anthropology be what anthropologists do" ([1969] 1974: 7). Más recien-
temente, el antropólogo haitiano Michel-Rolph Trouillot abre su libro sobre la antropología en los tiempos de
globalización con el contundente enunciado: "Anthropology is what anthropologists do" (2003: 1). Por su parte,
Johannes Fabian puntualizaba que lo que hacen los antropólogos no es una actividad centrada en sí mismos
(como puede desprenderse de ciertas manifestaciones extremas de la reflexividad antropológica en el estable-
cimiento estadounidense), sino en relación con otros: "Anthropology may be what anthropologists do […], but
anthropologists do what they do by doing it with, and perhaps sometimes to, others." (2006: 283).
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dad primordial y trascendente. Desde gularidad de las diferentes antropolo-


esta perspectiva se cuestiona, entonces, gías (sobre todo de aquellas que han
un modelo difusionista que subyace a sido marginalizadas e invisibilizadas en
muchos análisis del sistema mundo de los establecimientos centrales y peri-
la antropología donde se asume que féricos) y de facto equiparar lo antro-
existiría de un lado la antropología (así pológico con sus expresiones domi-
en singular) que se identificaría con nantes.
ciertas tradiciones (principalmente Ahora bien, la diversidad en y entre
asociadas a Inglaterra, Francia y Esta- antropologías no significa que cada
dos Unidos) y, del otro, una diversidad una de ellas sean entidades cerradas
de antropologías híbridas o derivadas. sobre sí mismas resultantes del aisla-
Igualmente, implica el cuestionamien- miento y entrampadas en sus incon-
to de que existiría algo así como un mensurabilidades. Su diversidad es
núcleo, una esencia, un objeto, una más resultado de sus constantes y múl-
metodología, una matriz o unos para- tiples relaciones (dialógales y de poder)
digmas que definirían una suerte de en diferentes escalas que de su aisla-
comunalidad trascendental que se miento. No obstante, al indicar las inte-
expresaría con mayor o menor varia- rrelaciones tampoco se puede desco-
ción en los diferentes contextos en los nocer los entramados específicos
cuales se practican las antropologías. sobre los que gravitan relaciones,
Estas prácticas no se articulan recursos, afectos, intereses, pasiones...
libre y reflexivamente por una comu- como los que puede definir el marco
nidad antropológica específica -ni, del Estado o de la lengua. La imagen
mucho menos, por un antropólogo en no es la de una antropología que viaja
particular-, sino en función de con- y llega de la misma manera a diferen-
textos institucionales y discursivos tes lugares del mundo, sino que de
que operan en diferentes escalas que entrada eso que se llama antropología
comprenden desde lo local al campo en singular es esencialmente un efecto
antropológico mundial. Al señalar la de una mirada retrospectiva y discipli-
relevancia para entender las singulari- nante que en ningún lado ha existido
dades de las antropologías mediante el realmente. Si uno va más allá de los
estudio de las prácticas que las consti- manuales de antropología que carica-
tuyen, no pretendo argumentar que no turizan y simplifican las genealogías
operen procesos de normativización y disciplinarias, lo que se presenta en sus
subjetivación que constriñen y definen comienzos son diferencias sustantivas,
las condiciones de posibilidad de estas tensiones y dispersiones en y entre los
prácticas. Al contrario, lo que preten- distintos establecimientos (c.f. Stoc-
do resaltar es que estos procesos de king, 2002). Incluso para cuando las
normativización y subjetivación deben antropologías institucionalmente arti-
ser estudiados histórica y etnográfica- culadas se circunscribían a unos pocos
mente antes que suponerlos de ante- establecimientos (como en Inglaterra,
mano basados en una definición más o Francia y EEUU, pero también Ale-
menos general de antropología. Al mania e Italia entre otras), detrás de las
suponerlos de antemano se corre el nociones de 'antropología cultural',
doble riesgo de no justipreciar la sin- 'antropología social' y 'etnología' no
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estaba en juego exactamente el mismo primordial que garantizaría su mismi-


proyecto disciplinario. A propósito dad última y trascendente.
Stocking anotaba: "Despite the appa- Una de las implicaciones más sus-
rently unifying embraciveness of the tantivas de estos planteamientos radi-
term 'anthropology,' there is actually a ca en que, una vez situados en el plano
great deal of diversity within the de las prácticas y relaciones, se hace
Euro-American anthropological tradi- evidente que los bordes entre lo antro-
tion. The history of this diversity has pológico y no antropológico (las fron-
yet to be written […]." (1982: 172). No teras disciplinarias) y, más aún, entre lo
más recuérdese como la arqueología o académico y no académico (las fronte-
la antropología física eran partes inte- ras que definen el conocimiento exper-
grantes o no del proyecto dependien- to) se desdibujan o, por lo menos, se
do de la 'tradición', o cómo los con- visualizan y problematizan. No más un
ceptos centrales de cultura, sistema objeto, un método, unos héroes cultu-
social o estructura interpelaban dife- rales o un conjunto de teorías garantes
rencialmente estos establecimientos. de una coherencia maestra desde
Por supuesto, al interior de estos no ha donde se podría identificar de una vez
habido tampoco una homogeneidad o y para siempre lo que constituye lo
consenso como a veces se pretende antropológico de lo que no lo es.
suponer con nociones como las de Ahora bien, si estas fronteras se ven
'escuela' o 'teoría'5. desdibujadas desde el plano de las múl-
Por tanto, el campo de las antro- tiples prácticas de las antropologías del
pologías ha sido más heterogéneo mundo no es para abrazar un relativis-
desde sus inicios de lo que tiende a pre- mo o nativismo epistemológico (o
sentarse. No obstante, hoy presencia- axiológico) ni para desconocer que
mos una mayor complejidad y profun- estas fronteras se instauran constante-
dización de estas heterogeneidades no mente como relaciones de poder insti-
sólo por la consolidación de múltiples tucionalizadas que constantemente
establecimientos antropológicos en definen una exterioridad constitutiva
diferentes lugares del mundo, sino por (no homogénea y siempre problemá-
la expansión demográfica y temática de tica).
los más antiguos6. La multiplicación y
densificación de los establecimientos Hacia una perspectiva
antropológicos no se encuentra predi- sistémica: examinando las
cada sobre una antropología idéntica asimetrías
que se aclimataría, con mayor o menor
éxito, a las diferentes condiciones En los últimos años se ha venido
locales. Las variaciones observables en consolidando una Red de Antropolo-
el actual campo antropológico mundial gías del Mundo (RAM-WAN) donde
no deben ser consideradas como sim- adquiere relevancia comprender e
ple efectos de superficie de un núcleo intervenir sobre las condiciones y los

5 Para un examen de las dispersiones, silenciamientos y multiplicidades de la antropología en Francia que se


ha imaginado como una entidad homogénea, véase Archetti (2006).
6 Sobre esta expansión demográfica y temática en el establecimiento estadounidense, véase Geertz (2002).
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términos de la conversalidad de la ciones asimétricas entre éstas. Las dife-


comunidad antropológica transnacio- rencias entre las antropologías impor-
nal7. En uno de sus artículos señala- tan, tanto como las relaciones de poder
ban dos de las preguntas que inspiran que saturan el campo antropológico
el trabajo de los integrantes de esta red mundial. Para dar cuenta de estas dife-
en los siguientes términos: "[…] rencias y relaciones de poder, los inte-
¿cómo podemos repensar -y rehacer- grantes de la red han explorado una
las antropologías de manera abierta y serie de conceptos. En la distinción
en un contexto global, a pesar de su entre antropologías centrales y perifé-
origen en la modernidad europea, y ricas8, se introducen las nociones de
más allá de sus conexiones con el colo- hegemonía y subalternización que
nialismo, el capitalismo y la globaliza- permiten comprender cómo las rela-
ción? ¿Cómo pueden caracterizarse ciones de poder no sólo operan entre
unas 'antropologías del mundo' en establecimientos antropológicos, sino
contraste con un panorama actual des- al interior de éstos: "La distinción entre
bordado por 'tradiciones antropológi- 'centro' y 'periferia' es compleja, y no
cas nacionales' en las que algunas de está limitada meramente una distinción
éstas tienen más peso paradigmático - geográfica. En la Red estamos intere-
y de ahí más poder y autoridad implí- sados en la dinámica por la cual es esta-
cita- que otras?" (Colectivo Wan, blecida la hegemonía y subalterniza-
2003: 265-266). Lo que está en juego, ción entre las antropologías en un
entonces, es una preocupación por la contexto mundial y la creación de cen-
pluralización del campo de las antro- tros en las periferias y periferias en los
pologías del mundo reconociendo los centros" (Colectivo WAN, 2003: 266).
anclajes y trayectorias de las diferentes Por antropologías hegemónicas se
tradiciones que han estructurado rela- entiende la serie "[…] de formaciones

7 Esta red cuenta con unos sesenta integrantes en diferentes partes del mundo, aunque hay una mayor presencia
de antropólogos latinoamericanos que trabajan en los EEUU o en América Latina. Si bien ha contado con la
financiación de entidades como la Fundación Wenner Gren para la realización de una de las reuniones muy al
comienzo, donde participaron algunos de sus miembros, la red se ha adelantado con reuniones paralelas entre
algunos de sus integrantes financiados por ellos mismos y predominantemente mediante correos electrónicos
y su página en Internet (www.ram-wan.org). Para un conocimiento de los miembros, la trayectoria y contribu-
ciones de la red, puede consultarse la revista electrónica que se publica en su página.
8 Esta distinción fue sugerida en la década de los ochenta por Gerholm y Hannerz (1982). Con la distinción
centro/periferia buscaban dar cuenta de las desigualdades estructurales de las diferentes antropologías en el 'orden
mundial de la antropología' que tiene mucho que ver con las posiciones pasadas y presentes de los respectivos
países en el sistema mundo (Gerholm y Hannerz, 1982: 6). En América Latina los modelos propuestos por Car-
doso de Oliveira en Brasil y Esteban Krotz en México también han abordado desde una perspectiva sistémi-
ca las relaciones entre diferencia, lugar y poder en y entre las distintas antropologías y antropólogos del mundo.
Mientras que Cardoso de Oliveira ([1993] 2004, 1999/2000) ha elaborado sus análisis a partir de la distinción
antropologías metropolitanas o centrales y antropologías periféricas, Krotz (1993, 1997) ha sugerido la noción
de 'antropologías del Sur'. Más recientemente, el antropólogo japonés Takami Kuwayama vuelve sobre la dis-
tinción antropologías centrales y periféricas para argumentar la noción de sistema mundo de la antropología
('world-system of anthropology'). Según Kuwayama, "[…] la antropología constituye un 'sistema mundo' en el cual
los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia están posicionados en el 'centro' o núcleo. Su poder hegemónico
ha relegado otros países, especialmente aquellos con tradiciones intelectuales no-occidentales, a la 'periferia' o
al margen del sistema" (2004: 36).
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discursivas y prácticas institucionales ni, menos aun, una celebración del


asociadas con la normalización de la relativismo epistémico donde "every-
antropología bajo las modalidades thing goes".
académicas principalmente en Estados Las antropologías hegemónicas
Unidos, Gran Bretaña y Francia […]" operan tanto en los Estados Unidos
(Ribeiro y Escobar, 2006: 7). De ahí como en Portugal o en Colombia, al
que la hegemonía refiera a la configu- igual que lo hacen las antropologías
ración y naturalización de cánones dis- subalternizadas. Las articulaciones
ciplinarios y las subjetividades que concretas de unas y otras en el marco
interpelan a los antropólogos no sólo de una nación, región o localidad espe-
en los establecimientos centrales, sino cífica no se pueden suponer de ante-
también en los periféricos. La hege- mano porque esta no se deriva mecá-
monía entendida de esta manera es nicamente del lugar de esa nación,
menos la dominación como imposi- región o localidad en el concierto geo-
ción o coerción, y más como lo que político global. No obstante, la corre-
con el paso del tiempo se convierte en lación de fuerzas y las disputas entre las
y opera desde los precipitados del sen- antropologías hegemónicas y subal-
tido común disciplinario que tienden a ternizadas varían tanto en un estableci-
mantenerse fuera de examen. Las miento antropológico concreto como
antropologías subalternizadas serían en el campo transnacional de la antro-
aquellas modalidades de hacer antro- pología en un momento determinado.
pología que, por diversos motivos, no Esta conceptualización de antropolo-
encajan en las articulaciones hegemó- gías hegemónicas y subalternizadas
nicas en un momento determinado. tiene la ventaja analítica de pensar en
Las antropologías subalternizadas, términos de una geopolítica del cono-
entonces, habitarían en las márgenes e cimiento que, aunque tiene expresio-
intersticios de los establecimientos nes espaciales concretas, no sigue de
antropológicos de la periferia, pero manera mecánica la distinción geo-
también de los centrales. En estableci- gráfica entre países ni, mucho menos,
mientos centrales como el de los Esta- implica una apología nativista o nacio-
dos Unidos se hallan antropologías nalista a los establecimientos antropo-
subalternizadas y en un estableci- lógicos de la periferia del sistema
miento periférico como en Colombia mundo. En otras palabras, estos con-
tambien se encuentran operando ceptos parten del "[…] reconocimien-
antropologías hegemónicas. Ahora to de la necesidad de una critica que
bien, con el concepto de antropologí- mine la simple definición geográfica de
as subalternizadas no se busca apelar a la 'periferia' y del 'centro', especial-
un Otro (ahora encontrado al interior mente cuando esta definición se revis-
del campo antropológico pero aun te de una reversión esencialista de los
imaginado como 'anomalía', 'deriva- términos en aras de esgrimir un nati-
ción', 'desviación' o 'particularismo' vismo como supuesto privilegio epis-
culturalista) en aras de 'mejorar' o de témico" (Colectivo WAN, 2003: 267).
'corregir' este campo desde una pro- Desde la perspectiva del Colectivo
puesta multiculturalista, de acción WAN (2005), es relevante provinciali-
afirmativa o de políticas de la identidad zar las antropologías hegemónicas,
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descentrarlas y marcarlas mostrando miento en las antropologías centrales:


los mecanismos y relaciones de poder "This practice poses a great dilemma
por los cuales a su interior y con res- for peripherial/native scholars becau-
pecto a otras antropologías (en los cen- se conformity to the center may be
tros y en las periferias) constituyen derided as imitative, whereas noncon-
barreras en la transformación de las formity will likely result in dismissals of
actuales condiciones y los términos de their work for being incompreshensi-
conversabilidad antropológica global. ble" (p. 40). En segundo lugar, refiere
En un reciente libro colectivo a cómo en las antropologías centrales
sobre las Antropologías del Mundo, confluyen la comunidad antropológi-
Gustavo Lins Ribeiro y Arturo Esco- ca local en la cual escribe, debate y se
bar (2006: 13) proponen las nociones inserta el trabajo de sus antropólogos
de 'cosmopolitanismo provincial' y (sobre todo si se trata de la estadouni-
'provincialismo metropolitano'. Por dense) con la audiencia antropológica
cosmopolitanismo provincial indican global; mientras que los antropólogos
el hecho que los antropólogos de las en la periferia deben escindirse entre la
antropologías periféricas generalmen- comunidad antropológica local y la
te conocen y refieren a la historia, auto- audiencia global. Tercero, Kuwayama
res y discusiones de las antropologías (2004: 44) anota la asimetría entre los
metropolitanas. No hacerlo puede establecimientos antropológicos resul-
poner en tela de juicio su competencia tante de la 'intimidad peculiar' de la
disciplinaria. Al contrario, los antro- relación colonial en la cual, como
pólogos localizados en los estableci- resultado de los legados coloniales, las
mientos metropolitanos rara vez evi- clases educadas o elites locales se
dencian un conocimiento de las encuentran en posición de hablarle a
antropologías periféricas y, menos sus anteriores colonizadores en su 'len-
aún, toman a sus autores y literaturas guaje'. Esto ha contribuido, dice, a la
como interlocutores del mismo nivel prominencia de antropologías como la
que sus colegas en casa (Gupta y Fer- de la India. Finalmente, de cierta forma
guson, 1997: 27). relacionado con este argumento,
En una dirección semejante, el Kuwayama (2004: 44) indica que, de
antropólogo japonés Takami Kuwaya- acuerdo con Wallerstein, las elites de
ma (2004) describe algunos de los dis- los países periféricos y centrales cons-
positivos de la hegemonía que operan tituyen a menudo una relación sim-
en el sistema mundo de la antropolo- biótica, por lo que no es de sorprender
gía. En primer lugar, indica el 'consis- que las relaciones entre los antropólo-
tente patrón de negligencia' de las gos entre los centros y las periferias
antropologías centrales con respecto a pueden ser más estrechas que las que
las antropologías marginales o perifé- se dan entre los antropólogos en el
ricas. Este patrón implica que sólo centro o en la periferia respectiva-
quienes, siguiendo una actitud mimé- mente. El bagaje de clase privilegiada
tica, se pliegan a los estilos de argu- y la actitud elitista de ciertos antropó-
mentación y escritura del centro, quie- logos en países periféricos como
nes asumen publicar en sus revistas y Colombia y ciertos amarres institucio-
editoriales, son objeto de reconoci- nales donde logran tener una presen-
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cia predominante parecen mostrar lo narios de la disciplina, documentada en


acertado de este punto de Kuwayama. sus revistas y empresas editoriales, pro-
Lo más paradójico de estas 'políti- ducida y transmitida en sus universi-
cas de la ignorancia' es que las antro- dades" (Krotz, 1993: 7). Este silencia-
pologías periféricas tienden a desco- miento se expresa concretamente en
nocerse entre sí, incluso cuando se los cursos en las universidades sobre el
encuentran geográfica y lingüística- pensamiento antropológico o en los
mente cercanas. Un antropólogo en manuales sobre la historia de la disci-
Colombia tiende a saber más de las dis- plina donde generalmente se obliteran
cusiones, autores y problemáticas de autores y contribuciones por fuera de
las antropologías estadounidense, las tradiciones estadounidense, fran-
francesa o inglesa que las de las antro- cesa y británica. Así, las antropologías
pologías en Venezuela, Ecuador, Pana- del Sur aparecen como 'antropologías
má o Argentina (Cardoso de Oliveira, sin historia', como simples copias
1999/2000: 13). Algo similar puede diletantes de las 'verdaderas antropo-
plantearse para África y Asia donde los logías' que constituyen la historia y los
pasados vínculos coloniales aun signan paradigmas de la disciplina. Esta ima-
las tendencias en los enlaces intelec- gen no se encuentra sólo en las antro-
tuales. Es relevante agregar que aunque pologías centrales, sino que también en
este antropólogo en Colombia puede las mismas antropologías del Sur lo
tener algunas referencias de las antro- que indica cuan poco examinados y
pologías mexicana y brasileña, lo con- extendidos son ciertas premisas sobre
trario es extraordinario ya que las asi- las que se edifican y expresan no sólo
metrías se reproducen al interior de las diferenciaciones sino jerarquizacio-
regiones e incluso en un mismo país nes. Que esta imagen circule y sea
entre sus capitales y provincias. Estas ampliamente aceptada en las antropo-
diferentes influencias y orientaciones logías periféricas es explicable preci-
son también marcadas por los lugares samente por las operaciones hegemó-
en los cuales los antropólogos reciben nicas que naturalizan unos cánones y
su entrenamiento si salen de sus países genealogías como la antropología y la
o no y a dónde en particular. historia disciplinaria.
Esta asimetría en la visibilidad de Otro aspecto que es importante no
unas y otras antropologías es lo que perder de vista en el análisis se refiere
Esteban Krotz (1993, 1997) ha deno- a que el silenciamiento no sólo afecta
minado el silenciamiento de las antro- a las antropologías de los países del
pologías de Sur. Este silenciamiento Sur, sino a establecimientos antropo-
pasa por el abierto desconocimiento de lógicos consolidados en ciertos países
la existencia de las antropologías en los del Norte. Así las antropologías en los
países del Sur por parte de los antro- países como Austria, Alemania, Italia,
pólogos en las metrópolis o, más Canadá, España o Japón son también
comúnmente, por considerarlas "[…] objeto de tales silenciamientos. Sobre
como una especie de 'eco' o versión esta última, por ejemplo, en un libro
diluida de la antropología propiamen- sobre las antropologías en el este y
te dicha que es y sigue siendo única- sureste asiático, los editores señalaban
mente la generada en los países origi- que: "[…] despite the large number of
Eduardo Restrepo /Singularidades y asimetrías ... 19

anthropologists in Japan and the el campo antropológico mundial así


immense volume of work they como por una revisión de los supues-
publish, it is still surprising how little tos sobre los que se constituyen y ope-
this work is known in West" (Yamas- ran estos establecimientos. Publica-
hita, Bosco y Eades 2004: 6). Esto nos ciones de números especiales de
indica que las relaciones de visibilidad revistas, libros y eventos en diferentes
y las posicionalidades de las antropo- partes del mundo dan cuenta de este
logías apuntan a procesos y mecanis- creciente interés9. Cada vez hay mayor
mos más complejos que la simple sensibilidad entre los antropólogos e
expresión mecánica en el campo tras- instituciones en los establecimientos
nacional de las antropologías de las centrales para asumir relaciones de
relaciones de poder y de riqueza entre colaboración y reconocimiento de sus
el Norte y el Sur. Por supuesto que las colegas en los establecimientos perifé-
condiciones materiales y el orden de ricos cuestionando las modalidades
posibilidades en las cuales se inscriben extractivas de 'investigación minera'
los establecimientos antropológicos no que han prevalecido10. De otro lado,
son las mismas en general en aquellos aunque desde hace varias décadas
establecimientos del Norte y los del antropólogos en las periferias del
Sur, pero las 'antropologías sin historia' campo antropológico mundial han arti-
no son patrimonio exclusivo de estos culado críticas a los modelos metropo-
últimos. Ahora bien, como nos recuer- litanos de antropología y el colonialismo
da el antropólogo colombiano Carlos intelectual, más recientemente han
Alberto Uribe (2005: 71), estas dife- venido confluyendo disímiles voces en
rencias en las condiciones materiales y establecimientos periféricos que esgri-
orden de posibilidades nos alertan men preocupaciones sobre las nuevas
sobre los riesgos de considerar sin y antiguas modalidades de asimetría
mayor examen como una totalidad con los colegas y establecimientos
homogénea a las antropologías perifé- dominantes y sus mediadores locales11.
ricas. Parece entonces que ha llegado el tiem-
En los últimos años parece estar po en que la historia del campo antro-
consolidándose un interés en algunos pológico mundial será re-escrito con la
ámbitos de los establecimientos antro- paulatina irrupción y posicionamiento
pológicos centrales y periféricos por de lo que hasta ahora han sido 'antro-
examinar las políticas de la ignorancia pologías sin historia'.
en y entre las diversas antropologías en

9 Una muestra de las publicaciones son los libros colectivos de Boškovic (in press); Ribeiro y Escobar (2006);
Segal y Yanagisako (2005); Grimson, Ribeiro y Semán (2004); Yamashita, Bosco, y Eades (2004); así como las
diferentes series de Anthropology News Letters sobre las antropologías de diferentes partes del mundo.
10 En el contexto académico francés circula esta expresión para hacer referencia al modelo de ir a tomar los
datos afuera para analizarlos y publicarlos en casa. Agradezco a Elisabeth Cunin por llamar mi atención sobre
esta noción en el establecimiento académico francés y sobre el interés que se atestigua sobre las antropologías
periféricas como lo evidencia este número especial del Journal des Anthropologues.
11 Véase, por ejemplo, el primer número de Antípoda, revista de antropología de la Universidad de los Andes
en Bogotá. Puede consultarse en la siguiente dirección: http://antipoda.uniandes.edu.co
20 avá Nº 10 /Marzo 2007

Comentarios finales nos pensamos el mundo y las formas


de habitarlo no sólo se encuentran
El ex presidente de la American estrechamente imbricadas, sino que
Anthropological Association, Don Bren- varían significativamente. Lo que
neis, anotaba su sorpresa por la apa- hemos estudiado de múltiples maneras
rente inconsistencia de los antropólo- en los diferentes escenarios sociales y
gos que en general evidencian culturales a lo largo del planeta, pare-
extraordinarias habilidades para exa- ce ser más difícil de comprender
minar complejas situaciones en sus tra- cuando intentamos volver la mirada
bajos de campo pero que "[…] son hacia nosotros mismos en nuestra
considerablemente menos analíticos labor de antropólogos. Parece que
sobre las redes institucionales que algunos aspectos sustantivos de nues-
habitan diariamente aquí en casa" tras propias prácticas se constituyesen
(2004: 581). Esta inconsistencia es la como un punto ciego difícil de some-
punta del iceberg que evidencia la difi- ter a examen. No es extraño observar
cultad de los antropólogos para volver cómo tendemos a naturalizar nuestra
sobre sí mismos el ensamblaje analíti- propia identidad disciplinaria apelando
co que han desarrollado en el estudio a narrativas que pretenden establecer
detallado de las más variadas e inusita- especificidades y unicidades a través
das manifestaciones humanas. Los del tiempo y el espacio que descono-
entramados institucionales de la prác- cen las disímiles antropologías real-
tica propia, la filigrana de premisas no mente existentes. Así, aunque la gran
habladas sobre las que se edifican los mayoría de los antropólogos hemos
establecimientos antropológicos y las desencializado nuestros análisis de las
subjetividades articuladas a los mismos identidades o las culturas que estudia-
tienden mantenerse por fuera del aná- mos, parece que cuando pensamos
lisis y del campo de visibilidad para el nuestras identidades disciplinarias de
grueso de los antropólogos, incluso golpe se instaura nuevamente una
entre aquellos que debaten febrilmen- mirada esencialista y nos aferramos a
te sobre su disciplina. En general, los entidades trascendentales que nos
énfasis son puestos más en 'escuelas', garantizarían la existencia de una
'paradigmas', 'rupturas epistemológi- única antropología ya sea en un lugar
cas', desplazamientos metodológicos, (mítico de origen) o por debajo de las
héroes culturales antes que en las con- apariencias o superficiales diferencias
diciones de emergencia y transforma- observadas. Para comprender el siste-
ción del ejercicio antropológico, de la ma mundo de la antropología necesi-
diferenciación y de jerarquización de tamos desencializar nuestra concep-
los antropólogos mismos a partir de lo ción de las antropologías, tanto como
que hacen y dejan de hacer así como de provincializar las expresiones domi-
las narrativas que sobre sí suelen tejer nantes que tienden a naturalizarse
y los silencios que suponen. como paradigmas no marcados que
Si alguna enseñanza ha dejado las definiría los términos y el espectro de
innumerables investigaciones antro- las variaciones. Lo que amarra o no a
pológicas durante el pasado siglo, es las diversas antropologías son prácticas
que las maneras cómo los seres huma- institucionales y subjetividades cam-
Eduardo Restrepo /Singularidades y asimetrías ... 21

biantes y objeto de disputas en y entre pecto a las visibilidades y posiciones de


las antropologías y antropólogos en un los establecimientos antropológicos del
campo antropológico mundial satura- mundo.
do en diferencias y jerarquías con res-

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