Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El test DFH requiere que el niño dibuje “una persona entera” a pedido del examinador,
en su presencia. Un DFH debería ser siempre el producto de una relación
interpersonal, representa una forma gráfica de comunicación entre el niño y el
psicólogo. Las instrucciones dadas son significativas y pueden influir en los resultados
obtenidos.
A los niños solo se les pidió que dibujaran una persona entera. Quedaba librado a
cada niño el determinar la edad y el sexo de la figura que elegían representar. Los
estudios se basaron en la suposición de que el DFH de un niño muestra tanto una
estructura básica como un cierto estilo que es peculiar de ese niño.
Para la mayoría de los escolares más pequeños, un segundo DFH del sexo opuesto
raramente agrega suficiente información adicional como para justificar el tiempo y
esfuerzo invertido en su obtención. El tiempo es uno de los artículos más caros que
tiene que manejar el psicólogo que trabaja en clínicas. Un segundo dibujo, puede ser
más revelador si es “tu familiar completa” o un dibujo libre.
Debe haber un escritorio o mesa completamente vacía, presentarle una hoja de papel
tamaño 21.25cm x 27.50cm y un lápiz n° 2 con goma de borrar. Las caricaturas y las
figuras esquemáticas no tienen ninguna utilidad cuando se analizan los dibujos como
pruebas proyectivas.
No hay tiempo límite en esta prueba. En raras ocasiones la autora estuvo sentada 30
minutos o más mientras un niño muy perfeccionista y compulsivo trabajaba en su
dibujo. Sugerimos que el examinador observe cuidadosamente la conducta del
examinado mientras dibuja y que tome notas de las características inusuales. Se debe
prestar atención a la secuencia en la cual dibuja la figura, sus comentarios
espontáneos, la cantidad de tiempo y papel que utiliza.
Los siguientes 30 signos de los DFH llenaban los requisitos establecidos para los
ítems evolutivos:
● cabeza
● ojos
● pupilas
● cejas o pestañas
● nariz
● fosas nasales
● boca
● dos labios
● oreja
● cabello o cabeza cubierta por sombrero
● cuello
● cuerpo
● brazos
● brazos bidimensionales
● brazos unidos a los hombres
● brazos hacia abajo
● codo
● manos
● dedos
● correcto n° de dedos
● rodillas
● pies
● pies bidimensionales
● perfil
● buena proporción
● ropas una o menos
● ropas dos o tres
● ropas cuatro o más prendas
Se asignó un puntaje de 1 por cada ítem presente, y 0 a cada ítem ausente.
La confiabilidad del puntaje asignado a los DFH para los ítems evolutivos y para los
indicadores emocionales se estableció con la ayuda de otra psicóloga capacitada.
- 5 AÑOS, puede esperarse por lo menos 7 ítems: cabeza, ojos, nariz, boca,
cuerpo, piernas y brazos.
- 6 AÑOS, incluyen entre los ítems esperados: cabeza, ojos, boca, cuerpo,
piernas, brazos, pies y cabello.
- 7 AÑOS, muestran 11 ítems esperados en sus DFH: cabeza, nariz, ojos, boca,
cuerpo, piernas, brazos, pies, cabello y brazos y piernas bidimensionales.
- 8 AÑOS, no difieren de las niñas de 7 años.
- 9 AÑOS, dibujan 12 ítems esperados: cabeza, ojos, nariz, boca, cuerpo,
brazos, piernas, pies, cabello, brazos y piernas bidimensionales y cuello.
- 10 AÑOS, se agregan los brazos hacia abajo.
- 11 AÑOS, no difieren mucho de las de 10 años. Se puede esperar que dibujen
por lo menos dos prendas de vestir en este nivel de edad; menos de dos ítems
es significativo para el diagnóstico.
- 12 AÑOS, brazos unidos a los hombros.
Alrededor de los 8 o 9 años los varones no sólo alcanzan a las niñas, sino que a
menudo las superan en calidad y en los detalles del dibujo. Los ítems “masculinos”
comprenden el dibujo de perfil, rodillas y orejas, mientras que los ítems “femeninos”
fueron el cabello, las pupilas, cejas, dos labios y ropa.
Desde la infancia las niñas ven que sus madres hacen mucho aspavientos con la
vestimenta, el cabello y el maquillaje. El interés de una niña pequeña por estas cosas
es reforzado por su deseo natural de imitar a su madre y de ganar la aprobación
parental mediante el despliegue de su encanto femenino.
Las prendas de vestir que aparecen en los DFH reflejan las modas vigentes en una
cultura y sitio dado. Ninguno de estos ítems figura en los esperados.
La observación de los niños durante la administración del test mostró una marcada
diferencia en la conducta de los varones y de las niñas. Muchos de los varones eran
torpes y tímidos, tenían dificultad con el manejo del lápiz delgado. Las niñas en su
mayoría estaban a gusto y se mostraban equilibradas.
Todos aquellos sujetos en los que se daba una marcada discrepancia entre sus
puntajes DFH y su CI fueron examinados más exhaustivamente. Se encontró que
todos los niños que tenían un CI normal o superior al promedio y un puntaje inferior al
promedio en el DFH, sufrían serios problemas emocionales y de personalidad. En
estos casos, el DFH relevaba el nivel actual de funcionamiento del niño, el puntaje
obtenido en el test de inteligencia indicaba su potencial intelectual.
Los ítems no están relacionados primariamente con la edad y maduración del niño,
sino que reflejan sus ansiedades, preocupaciones y actitudes. Denominamos
“indicadores emocionales” a un signo en el DFH que puede cumplir los tres criterios
siguientes:
2- Debe ser inusual y darse con escasa frecuencia en los DFH de los niños normales
3- No debe estar relacionado con la edad y la maduración
Creemos que los indicadores emocionales de los DFH reflejan las actitudes y
preocupaciones infantiles así como su conducta manifiesta y sus síntomas revelan
mucho de sus actitudes y ansiedades subyacentes.