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CURSILLO DE ARITMÉTICA

Los números fraccionarios y sus cuatro


operaciones básicas

Autor

Julio Alberto Ríos Gallego


JULIOPROFE
www.julioprofe.net

ENCUENTRO CON LOS NÚMEROS


Tabla de Contenido

Los números fraccionarios y sus cuatro operaciones básicas 1


1.1 Generalidades sobre los números fraccionarios . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2 Representación gráfica de una fracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3 Representación de una fracción en la recta numérica . . . . . . . . . . . . . . 4
1.4 Clasificación de las fracciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.4.1 Fracciones menores que la unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.4.2 Fracciones iguales a la unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.4.3 Fracciones mayores que la unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.5 Fracciones equivalentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.6 Amplificación de una fracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.7 Simplificación de una fracción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.8 Fracciones negativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.9 Operaciones básicas con fracciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.9.1 Suma y resta de fracciones con igual denominador . . . . . . . . . . . 14
1.9.2 Suma y resta de fracciones con distinto denominador . . . . . . . . . 16
1.9.3 Multiplicación de fracciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.9.4 División de fracciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

iii
Prefacio

Uno de los objetivos de la Sociedad Colombiana de Matemáticas (SCM) es el mejoramiento


de la enseñanza y la difusión de las Matemáticas en nuestro medio. Teniendo presente este
objetivo, la Gobernación de Antioquia invitó a la SCM a diseñar un plan de trabajo para
mejorar la enseñanza de las Matemáticas en el Departamento de Antioquia. Las razones de
esta invitación se ven reflejadas en los resultados en el área de Matemáticas de las pruebas
SABER (mayo de 2012) y de los exámenes de admisión de la Universidad de Antioquia
(mayo de 2012), y en los resultados de la Prueba de Matemáticas de Antioquia (Olimpiadas
del Conocimiento, julio de 2012): la nota promedio en Matemáticas, considerando estos tres
exámenes, fue de 1.9 sobre 5.

Con el fin de enfrentar el problema del bajo nivel matemático de los estudiantes de los últimos
grados de la educación secundaria en el departamento de Antioquia, la SCM diseñó el “Plan
de mejoramiento de la enseñanza y apropiación de las Matemáticas en las instituciones edu-
cativas de Antioquia”. Este texto, que llega hoy a sus manos, es uno de los muchos productos
que el Plan quiere entregarle a Antioquia y hace parte de una colección de cartillas, cada
una conteniendo un pequeño cursillo, que fue escrito para los Encuentros con los Números,
y cuyo objetivo es profundizar en algún tema específico de las áreas de Precálculo, Álgebra,
Trigonometría, Geometría Analítica, Geometría Euclideana y Artimética.

Las Matemáticas son como un edificio. Para que el edificio se sostenga firmemente es necesario
que tenga buenas bases. Los conceptos elementales que se recogen en los textos de esta
colección son las bases que debe haber construido, con ayuda de sus maestros, un alumno
de secundaria que aspire a entrar a la Universidad. Se observará que en ellos se ha tratado
de describir en detalle los pasos a seguir en cada tema, ejercicio o problema propuesto.
Pensamos, basados en nuestra propia experiencia, que ésta es una buena manera de dictar
una clase de Matemáticas. Volviendo a la analogía inicial, así como un muro del edificio se
construye poco a poco colocando cada uno de los ladrillos que lo componen, la solución de
un ejercicio o problema matemático es una sucesión ordenada de pasos lógicos y coherentes.
Si en la construcción del muro faltan ladrillos o hay ladrillos mal colocados es muy posible
que el muro se derrumbe. Si en la solución de un problema matemático los pasos están mal
concatenados o faltan pasos, probablemente la solución sea incorrecta.

v
Así como un deportista debe dedicar muchas horas diarias a su entrenamiento, para poder
soñar con triunfar, si queremos mejorar nuestra comprensión de las Matemáticas es nece-
sario repasar lo mismo muchas veces, aunque parezca monótono y repetitivo, de esta forma
podremos enfrentar con mayor lucidez la construcción del edificio de las Matemáticas.

Finalmente es importante señalar que estos textos no pretenden ser un tratado de Peda-
gogía. Más bien constituyen un conjunto articulado de conocimientos matemáticos que un
docente de secundaria puede enseñar de manera efectiva con el uso de los saberes pedagógicos
adquiridos en su formación académica. Responden entonces estos textos a nuestra convic-
ción de que si se quiere enseñar bien algo no son suficientes ni las estrategias pedagógicas
utilizadas ni el uso de las nuevas tecnologías informáticas, es indispensable tener previamente
un conocimiento sólido de la materia que queremos enseñar.

Carlos Montenegro
Presidente, Sociedad Colombiana de Matemáticas

vi
Prólogo

Mejorar la enseñanza de las Matemáticas siempre es un reto. Los conceptos matemáti-


cos básicos tienen cierto grado de complejidad y en consecuencia es crucial que los textos
matemáticos que se escriban para apoyar el proceso de su enseñanza y aprendizaje usen
un lenguaje claro que concentre su atención en los aspectos realmente importantes de estos
conceptos y facilite su comprensión.

El presente texto ha sido escrito para los Encuentros con los Números como cursillo de
formación de docentes, dentro del programa “Antioquia la más Educada”, liderado por el
Gobernador Sergio Fajardo Valderrama. La intención de este trabajo es hacer una exposición
lo más clara posible de las nociones matemáticas, del tema considerado en el presente cursillo,
que deberían ser conocidas por un bachiller antes de su ingreso a la universidad. Para ello
hemos reducido la terminología matemática a la estrictamente necesaria y hemos prescindido
de temas accesorios, que consideramos no son esenciales para la formación matemática de
los estudiantes y que por el contrario pueden despertar en ellos un rechazo al estudio de
las Matemáticas. De esta manera esperamos que este material contribuya a mejorar la
percepción, entre los estudiantes, de la importancia de las Matemáticas y de su inmenso
poder en la solución de problemas concretos, tanto de las ciencias naturales como de la vida
cotidiana.

Comité Editorial

vii
Introducción

En los 23 años que he dedicado a la enseñanza de las Matemáticas, tanto a nivel de clases
particulares como en instituciones educativas, he notado que para la mayoría de estudiantes
los números fraccionarios son un verdadero dolor de cabeza. El hecho de tener que resolver
ejercicios, problemas o ecuaciones con fracciones, se convierte en un reto de gran dificultad,
que va acompañado de inseguridad y temor a equivocarse.

De acuerdo con mi experiencia docente, el diagnóstico que puedo hacer de esta problemática
es que no existe suficiente claridad en los conceptos relacionados con los fraccionarios y sus
operaciones básicas. Debido a esos vacíos conceptuales, los estudiantes fallan al momento
de manipular números fraccionarios en diversos contextos, y de allí vienen las malas califi-
caciones que generan en ellos el rechazo hacia todo lo que tenga que ver con fracciones o
quebrados.

Motivado por lo anterior, escribí este cursillo de Aritmética dedicado al estudio de los números
fraccionarios y sus cuatro operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división. El pre-
sente documento cuenta con teoría y ejemplos de mi autoría, producto de mi experiencia
como docente de matemáticas y constituye la base primordial que todo estudiante debe con-
solidar con firmeza para luego enfrentarse con éxito a la solución de problemas y situaciones
más avanzadas de las matemáticas donde intervengan números fraccionarios.

Espero que para los maestros de Matemáticas del Departamento de Antioquia este cursillo
sea tanto de su agrado como útil, para orientar la enseñanza de estos temas tan importantes
a sus estudiantes.

El Autor

ix
Los números fraccionarios y sus cuatro operaciones
básicas

1.1 Generalidades sobre los números fraccionarios

Los números fraccionarios (también conocidos como fracciones o quebrados) son de gran im-
portancia no sólo para el estudio de las Matemáticas sino porque tienen múltiples aplicaciones
en situaciones de la vida cotidiana.

Un número fraccionario o quebrado es la representación de una cantidad que corresponde


a
a una parte, porción o pedazo de un todo, y se escribe de la forma o también a/b, donde
b
a y b son números que pertenecen al conjunto de los enteros, siendo b diferente de cero (es
importante conocer que lo anterior se representa simbólicamente como: a ∈ Z, b ∈ Z, b 6= 0).
a
En otras palabras, siempre que hagamos referencia a una fracción o a/b debemos tener
b
presente que b es diferente de cero.

a
Un número fraccionario también representa una división, de tal forma que corresponde
b
a la operación a ÷ b (recordemos que a es el dividendo y b es el divisor). Como se sabe, en
matemáticas, la división por cero no está definida, y es por eso que se le prohíbe al divisor
que sea cero. Esa es la razón por la cual b 6= 0.

En todo fraccionario o quebrado el número que se encuentra encima de la línea se llama


numerador, y el que se encuentra debajo de ella se llama denominador.

2
Así, en la fracción (que se lee “dos tercios” y que se puede escribir también como 2/3)
3
el numerador es 2 y el denominador es 3. De manera similar, en el fraccionario 3/5 (que
3
podemos escribir también como ), el numerador es 3 y el denominador es 5, y se lee “tres
5
quintos”.

En una fracción el denominador indica en cuántas partes iguales se divide o se fragmenta la


unidad, y el numerador indica cuántas de esas partes o fragmentos se toman para representar
2
la cantidad fraccionaria. Para el caso de la fracción la unidad se divide en 3 partes iguales,
  3
1
donde cada una es “un tercio” y de ellas consideramos o tomamos solamente 2; así
3
podemos afirmar que “dos tercios” es lo mismo que “dos veces un tercio”. De manera similar,
3
el número fraccionario , indica que la unidad se ha fraccionado en 5 partes iguales, donde
5

1
 
1
cada una es “un quinto” , y de ellas tomamos o seleccionamos 3; por esa razón decimos
5
que “tres quintos” es lo mismo que “tres veces un quinto”.

1.2 Representación gráfica de una fracción

Para representar gráficamente una fracción se utilizan diferentes figuras geométricas, donde
cada una de ellas simboliza la unidad.

Por ejemplo, a continuación la figura 1.1 muestra tres dibujos que corresponden al fraccionario
o quebrado “dos tercios”. En el primero, la unidad es un círculo; en el segundo, la unidad
es un rectángulo; y en el tercero, la unidad es un hexágono regular. En los tres casos cada
figura geométrica se ha dividido en 3 partes o fragmentos iguales y solamente 2 han sido
2
sombreados, para representar así la fracción .
3

Figura 1.1
2
Representaciones gráficas de la fracción
3

Otra figura geométrica que podemos utilizar para representar una fracción es un segmento
de recta. La figura 1.2 muestra cómo la fracción 2/3 es graficada de esta manera: Dividimos
el segmento en tres partes iguales y resaltamos dos de ellas.

Figura 1.2
2
Otra representacón gráfica de
3

Para el caso de la fracción “tres quintos” la figura 1.3 nos muestra tres dibujos que la repre-
sentan. En el primero, la unidad es un cuadrado; en el segundo, la unidad es un pentágono
regular; y en el tercero, la unidad es un círculo. En los tres casos cada figura geométrica se ha
fraccionado en 5 partes o trozos iguales y se han sombreado 3, para representar gráficamente
3
el quebrado .
5

2
Figura 1.3
3
Representaciones gráficas de la fracción
5

De nuevo podemos utilizar un segmento de recta para representar gráficamente el fraccionario


3/5. Lo dividimos en 5 partes y tomamos 3, tal como se observa en la figura 1.4.

Figura 1.4
3
Otra representación gráfica de
5

4
Veamos ahora cómo se representa gráficamente la fracción (que se lee “cuatro cuartos” y
4
que se puede escribir también como 4/4). Elegimos una figura geométrica (por ejemplo un
círculo), se divide en 4 partes o porciones iguales (lo que indica el denominador) y se sombrean
las mismas 4 partes (lo que señala el numerador), tal como se ilustra a continuación en la
figura 1.5:

Figura 1.5
4
Representación gráfica de la fracción
4

También podemos representar el fraccionario “cuatro cuartos” utilizando el segmento de recta


dividido en cuatro partes y tomando la totalidad de ellas, como puede observarse en la
figura 1.6:

Figura 1.6
5
Otra representación gráfica de
5

3
5
Para representar gráficamente la fracción (que se lee “ ‘cinco medios” y que se puede escribir
2
también como 5/2), se debe dividir la figura seleccionada como unidad en 2 partes o fragmen-
tos iguales, tal como indica el denominador. El problema que se detecta inicialmente es que
una figura no es suficiente para sombrear las 5 partes que exige el numerador de la fracción,
entonces se deben utilizar tantas unidades como sean necesarias para lograr colorear dichas
partes requeridas. En este caso, se deben utilizar 3 figuras geométricas idénticas, divididas
todas de la misma manera (en 2 partes iguales cada una), y así ya es posible sombrear las 5
partes. A continuación, en la figura 1.7, se ilustra esta situación donde se ha escogido como
unidad un cuadrado:

Figura 1.7
5
Representación gráfica de la fracción
2

Nuevamente el uso de segmentos de recta nos permite representar gráficamente la fracción


“cinco medios”. En la figura 1.8 podemos observar los segmentos necesarios (en este caso
tres), divididos cada uno en dos partes iguales, y los cinco fragmentos resaltados.

Figura 1.8
5
Otra representación gráfica de
2

1.3 Representación de una fracción en la recta numérica

En el último ejemplo de la lección anterior, para representar gráficamente el fraccionario 5/2,


tuvimos que utilizar tres unidades cada una dividida en dos partes iguales. Lo ideal es poder
representar en un solo dibujo dicho fraccionario. Con este fin utilizaremos lo que llamamos
la recta numérica.

La recta numérica es una recta que dibujamos en forma horizontal y donde cada punto de
ella representa un número. Escogemos un primer punto que corresponderá al cero (0) y lo
marcamos con dicho número; luego elegimos un punto cualquiera a la derecha del cero y lo
marcamos con el número uno (1). Así determinamos un primer segmento que representará
la unidad y decimos que su longitud es 1. Ahora, para marcar el punto que corresponde
al número dos (2), se considera a la derecha del punto marcado con 1 un segmento de
longitud 1 (de igual tamaño que el segmento comprendido entre 0 y 1), y su extremo derecho
representará el número dos (2). Se repite el mismo procedimiento para obtener las marcas
correspondientes a los números tres (3), cuatro (4), cinco (5), etc.; lo importante es tener

4
en cuenta que los segmentos comprendidos entre 0 y 1, 1 y 2, 2 y 3, y así sucesivamente,
simbolizan, cada uno de ellos, la unidad, es decir, cada uno tiene longitud 1.

Es importante anotar que con lo anterior le estamos haciendo corresponder a cada entero
positivo una marca en la recta numérica. De forma simétrica, con respecto de la marca del
número cero (0), podemos establecer una correspondencia entre cada entero negativo y una
marca en la recta numérica.

La figura 1.9 nos muestra la recta numérica, con las marcas correspondientes a algunos
números enteros negativos, el cero (0) y algunos números enteros positivos.

Figura 1.9
Recta nuérica

Para representar o localizar una fracción en la recta numérica se hace lo siguiente: tal como
hemos dicho, los segmentos comprendidos entre 0 y 1, 1 y 2, 2 y 3, y así sucesivamente,
simbolizan la unidad (cada uno de ellos tiene longitud 1). Entonces, se divide cada segmento
en el número de partes que indica el denominador; luego, a partir de 0 y hacia la derecha, se
realiza el conteo de las partes que señala el numerador.

A continuación, en la figura 1.10, se observa la representación de la fracción 2/3 en la recta


numérica: se divide en 3 partes iguales el espacio comprendido entre 0 y 1 (es decir, la primera
unidad de la recta); luego, a partir de 0 y hacia la derecha, se cuentan 2 de esos fragmentos
para localizar así el fraccionario o quebrado “dos tercios”:

Figura 1.10
2
Representación de la fracción en la recta numérica
3

La figura 1.11 nos muestra la representación de la fracción 3/5 en la recta numérica: se divide
en 5 partes iguales el segmento comprendido entre 0 y 1 (es decir, la primera unidad de la
recta); después, partiendo de 0 y hacia la derecha, consideramos 3 de esas partes para situar
de este modo el fraccionario o quebrado “tres quintos”:

5
Figura 1.11
3
Representación de la fracción en la recta numérica
5

En la figura 1.12 se puede apreciar la localización de la fracción 4/4 en la recta numérica: se


divide en 4 partes iguales la primera unidad de la recta, es decir el segmento comprendido
entre 0 y 1, y partiendo de 0 se cuentan hacia la derecha 4 de esas partes. Como puede
observarse, al terminar el conteo la fracción “cuatro cuartos” coincide con la unidad, es decir
con la marca del número 1.

Figura 1.12
4
Representación de la fracción en la recta numérica
4

Ahora la figura 1.13 muestra la localización de la fracción 5/2 en la recta numérica. Cada
una de las tres primeras unidades de la recta se divide en 2 partes iguales (atendiendo la
indicación del denominador) y luego, partiendo de 0, se cuentan hacia la derecha 5 partes de
esas (tal como lo exige el numerador) para situar así la fracción “cinco medios” justamente
en la mitad del segmento comprendido entre las marcas que corresponden a los números 2 y
3.

Figura 1.13
5
Representación de la fracción en la recta numérica
2

1.4 Clasificación de las fracciones

Las fracciones o números fraccionarios se pueden clasificar según su relación con la unidad
en tres categorías:
• Fracciones menores que la unidad.

6
• Fracciones iguales a la unidad.
• Fracciones mayores que la unidad.

1.4.1 Fracciones menores que la unidad

Se distinguen porque el numerador es menor que el denominador. Ellas representan canti-


a
dades menores que la unidad. En otras palabras, es una fracción donde a < b, y por lo
b
a
tanto < 1. En los textos comunes un fraccionario que cumple esta condición es llamado
b
una fracción propia, sin embargo nosotros no utilizaremos esta terminología.

2
Por ejemplo, si consideramos la fracción vemos que su numerador 2 es menor que el denomi-
3
nador 3 y como se vio anteriormente en su representación gráfica (figuras 1.1 y 1.2), la zona
sombreada no alcanza a cubrir toda la figura geométrica que corresponde a la unidad; y tam-
bién en la recta numérica (figura 1.10), ese fraccionario quedó localizado a la izquierda de 1.
Con esto se demuestra que la fracción “dos tercios” es menor que la unidad. Simbólicamente:
2
< 1.
3
3
De manera similar, en la fracción el numerador 3 es menor que el denominador 5. Tanto
5
su representación gráfica (figuras 1.3 y 1.4) como su localización en la recta numérica
(figura 1.11) nos permiten visualizar que la fracción “tres quintos” es menor que la unidad.
3
Simbólicamente: < 1.
5
1 5
Otros ejemplos de fraccionarios menores que la unidad son: (un cuarto), (cinco sextos),
4 6
3 7
(tres octavos) y (siete décimos). En todos ellos se ve que el numerador es menor que
8 10
su respectivo denominador.

1.4.2 Fracciones iguales a la unidad

Se caracterizan porque el numerador es igual al denominador y representan exactamente la


a
unidad. En otras palabras, es una fracción correspondiente a la unidad cuando a = b, y
b
a
por lo tanto = 1.
b
4
Un ejemplo de fracción que corresponde a la unidad es porque su numerador 4 es igual
4
al denominador 4. Como se pudo observar con anterioridad en su representación gráfica
(figura 1.5), la zona sombreada cubre la totalidad del círculo que simboliza la unidad; y
también en la recta numérica (figura 1.12), ese fraccionario coincide exactamente con la

7
marca del número 1. Con esto se verifica que la fracción “cuatro cuartos” es igual a la
4
unidad. Simbólicamente: = 1.
4
7 9
Otros ejemplos de fraccionarios iguales a la unidad son: (siete séptimos), (nueve novenos),
7 9
12 20
(doce doceavos) y (veinte veinteavos). En todos ellos se ve que el numerador es igual
12 20
a su respectivo denominador.

1.4.3 Fracciones mayores que la unidad

Se reconocen porque el numerador es mayor que el denominador. Ellas representan cantidades


a
mayores que la unidad. En otras palabras, es una fracción donde a > b, y por lo tanto
b
a
> 1. En los textos comunes un fraccionario que cumple esta condición es llamado una
b
fracción impropia, sin embargo nosotros no utilizaremos esta terminología.

5
Por ejemplo, si consideramos la fracción vemos que su numerador 5 es mayor que el deno-
2
minador 2 y como se vio anteriormente en su representación gráfica (figuras 1.7 y 1.8), la
zona sombreada cubre más de una de las figuras geométricas que corresponden a la unidad;
y también en la recta numérica (figura 1.13), ese fraccionario quedó localizado a la derecha
de 1. Con esto se comprueba que la fracción “cinco medios” es mayor que la unidad. Sim-
5
bólicamente: > 1.
2
10 18
Otros ejemplos de fraccionarios mayores que la unidad son: (diez tercios), (dieciocho
3 11
26 40
onceavos), (veintiséis quintos) y (cuarenta diecinueveavos). En todos ellos se ve que
5 19
el numerador es mayor que su respectivo denominador.

1.5 Fracciones equivalentes

Las fracciones equivalentes son aquellas que representan la misma cantidad a pesar de que
se escriben con números diferentes. A simple vista, dos fracciones equivalentes pueden pare-
cer distintas, pero su representación gráfica y su localización en la recta numérica es la
misma.
4 8
Tal es el caso de las fracciones y que, como se observa, están escritas con números
5 10
diferentes. En la figura 1.14 se observa la representación gráfica de ambas: los dos rectángulos
grandes se consideran de igual tamaño, el de arriba está dividido en 5 partes iguales y
el de abajo en 10 partes iguales, y vemos que las dos fracciones cubren la misma zona
sombreada.

8
Figura 1.14

Por otro lado, en la figura 1.15 se observa que las dos fracciones se localizan en el mismo
4 8
lugar sobre la recta numérica. Se concluye entonces que = .
5 10

Figura 1.15

4 8
Observamos que si = entonces se cumple que los productos en las diagonales son iguales,
5 10
es decir, 4 · 10 = 40 y 5 · 8 = 40. Esta es la propiedad fundamental de las fracciones que son
equivalentes y la enunciamos así:

a c
= si y sólo si a · d = b · c (b 6= 0, d 6= 0)
b d

En otras palabras, si dos fracciones son equivalentes entonces el producto de los


números que hay en sus diagonales debe ser el mismo. Pero también es cierta la
afirmación: si para dos fracciones el producto de los números que hay en sus
diagonales es el mismo es porque ellas son equivalentes.

Usando esta propiedad fundamental es posible establecer si dos fracciones son equivalentes o
no.
3 4
Por ejemplo, no es equivalente a pues 3 · 7 = 21, que es diferente a 5 · 4 = 20. Simbóli-
5 7
3 4
camente: 6= porque 3 · 7 6= 5 · 4.
5 7
9 18
O para el caso de las fracciones y se tiene que 9 · 4 = 36 y 2 · 18 = 36. Luego, 9 · 4 = 2 · 18
2 4
9 18
y esto ratifica que = .
2 4

9
1.6 Amplificación de una fracción

Amplificar una fracción consiste en agrandar el numerador y el denominador, sin alterar la


cantidad que representa el fraccionario, o sea obteniendo una fracción equivalente.

La amplificación de una fracción se consigue multiplicando el numerador y el denominador


por el mismo número. De ese modo se garantiza que la fracción que se obtiene siempre es
equivalente a la original.
Ejemplo 1.1
6
Amplificar la fracción (seis séptimos).
7
Solución
6·3 18
Se puede multiplicar, por ejemplo por 3, tanto el numerador como el denominador: =
7·3 21
18
(dieciocho veintiunavos). De este modo se garantiza que la nueva fracción es equivalente
21
6 6 18
a la original . Simbólicamente se escribe: = .
7 7 21

Para verificar la validez de lo anterior, se puede aplicar la propiedad fundamental de las


fracciones equivalentes: 6 · 21 = 126 y 7 · 18 = 126. Como el producto de los números que
6 18
hay en las diagonales es el mismo (6 · 21 = 7 · 18) entonces se comprueba que = .
7 21

Obsérvese que el producto 6 · 21 es lo mismo que 6 · 7 · 3 y el producto 7 · 18 es lo mismo que


7 · 6 · 3; como el orden de los factores no altera el producto en una multiplicación, se tiene
que 6 · 7 · 3 = 7 · 6 · 3, y el número 3 que aparece a ambos lados de la igualdad es justamente
6
el número con el cual se amplificó la fracción .
7

También es posible obtener un conjunto de fracciones equivalentes a una fracción dada uti-
lizando el procedimiento de la amplificación.
Ejemplo 1.2
2
Hallar cuatro fracciones equivalentes a (dos novenos).
9
Solución
Se puede amplificar la fracción dada de la siguiente manera:

2 2·2 4 2 2·5 10
= = = =
9 9·2 18 9 9·5 45
2 2·8 16 2 2 · 15 30
= = = =
9 9·8 72 9 9 · 15 135

10
2 4 10 16 30
Se concluye entonces que: = = = = . Es decir, todas ellas son equiva-
9 18 45 72 135
lentes.

Como se observa, a partir de una fracción conocida se pueden obtener infinitas fracciones
equivalentes mediante amplificación; solamente se necesita elegir un número (cualquiera que
sea) para multiplicar por él tanto el numerador como el denominador de la fracción.

1.7 Simplificación de una fracción

Simplificar una fracción consiste en disminuir de tamaño el numerador y el denominador, sin


modificar la cantidad que representa el fraccionario, o sea obteniendo una fracción equiva-
lente.

La simplificación de una fracción se logra dividiendo el numerador y el denominador por el


mismo número; el único requisito es que dichas divisiones sean exactas, o sea que tanto el
numerador como el denominador sean divisibles por el número elegido, o que al realizar las
divisiones no queden residuos. De ese modo, la fracción que se obtiene siempre es equivalente
a la original.
Ejemplo 1.3
12
Simplificar la fracción (doce décimos).
10
Solución
En esa fracción se puede dividir por 2 tanto el numerador como el denominador (porque 12
12 ÷ 2 6 6
y 10 son números divisibles entre 2): = (seis quintos). La nueva fracción es
10 ÷ 2 5 5
12 12 6
equivalente a la original . Simbólicamente se escribe = .
10 10 5
De nuevo se verifica la validez de lo anterior aplicando la propiedad fundamental de las
fracciones equivalentes: 12 · 5 = 60 y 10 · 6 = 60. Debido a que el producto de los números
que se tienen en las diagonales es el mismo (12 · 5 = 10 · 6) entonces se comprueba que
12 6
= .
10 5
Cuando una fracción ya no se puede simplificar más se dice que es irreducible, como el caso
6
de .
5
También se puede obtener un conjunto de fracciones equivalentes a una fracción dada ha-
ciendo uso de la simplificación.
Ejemplo 1.4
24
Encontrar cuatro fracciones equivalentes a (veinticuatro treinta y seisavos) mediante sim-
36
plificación.

11
Solución
Se puede proceder así:
24 24 ÷ 2 12 24 24 ÷ 4 6
= = = =
36 36 ÷ 2 18 36 36 ÷ 4 9
24 24 ÷ 3 8 24 24 ÷ 6 4
= = = =
36 36 ÷ 3 12 36 36 ÷ 6 6
24 12 8 6 4
Se concluye entonces que: = = = = . Es decir, todas ellas son equiva-
36 18 12 9 6
lentes.

Una estrategia para simplificar rápidamente una fracción y llevarla en un sólo paso a su forma
irreducible es dividir tanto el numerador como el denominador por el Máximo Común Divisor
(MCD) de ellos.

Recordemos que el Máximo Común Divisor de dos enteros es el número más grande que
los divide a ambos. Por ejemplo, el Máximo Común Divisor de los números 30 y 45, simbóli-
camente M CD(30, 45), es el número 15, pues los divisores de 30 son {1, 2, 3, 5, 6, 10, 15, 30}, y
los divisores de 45 son {1, 3, 5, 9, 15, 45}, y vemos que entonces el divisor más grande que está
presente en los dos conjuntos es 15. Por esa razón, decimos que M CD(30, 45) = 15.
Ejemplo 1.5
24
Simplificar al máximo el fraccionario
36
Solución
24
Para el caso de la fracción tenemos que el Máximo Común Divisor de 24 y 36 es 12.
36
Simbólicamente: M CD(24, 36) = 12.

24
Así pues, para simplificar la fracción se dividen tanto el numerador como el denominador
36
24 24 ÷ 12 2
por 12, así: = = .
36 36 ÷ 12 3
2
De esta manera llegamos en un sólo paso a la fracción (dos tercios), que es la forma más
3
24 2
simple de . Decimos que es una fracción irreducible porque el Máximo Común Divisor
36 3
de 2 y 3 es 1; simbólicamente: M CD(2, 3) = 1.

Otra forma de hacerlo, quizás más sencilla para los estudiantes, es ir simplificando poco a
poco. Por ejemplo, en el caso de la fracción anterior 24/36 se observa inicialmente que 2
divide tanto a 24 como a 36, así que el primer paso es simplificar por 2 el numerador y
el denominador, obteniendo así la fracción equivalente 12/18. Luego se revisa si todavía
el 2 divide al numerador y al denominador, y como en esta ocasión sí es posible, entonces
simplificamos la fracción 12/18 dividiendo por 2 el numerador y el denominador; de esta
manera se obtiene 6/9. Enseguida nos volvemos a preguntar si 2 divide aún al numerador y

12
al denominador; como no es el caso, intentamos con el número 3, el cual sí divide a ambos.
Entonces simplificamos 6/9 dividiendo por 3 el numerador y el denominador, y obtenemos
2/3, que es el mismo resultado al que habíamos llegado. La ventaja de buscar primero
el Máximo Común Divisor (M CD) del numerador y el denominador es que la tarea de
simplificar totalmente una fracción se reduce a un sólo paso.

1.8 Fracciones negativas

En el estudio de las Matemáticas es frecuente trabajar con fracciones negativas, es decir


fracciones de la forma −a/b (con b 6= 0), como las que tenemos en la siguiente expresión:

a −a a
− = =
b b −b

Vemos que en ellas el signo menos puede ocupar tres posiciones distintas. De las tres opciones
mostradas, se suelen usar más las dos primeras. La tercera opción (con el signo menos en el
denominador), aunque matemáticamente es correcta, no se acostumbra utilizarla tanto como
las otras. Si por algún motivo se obtiene un resultado fraccionario con el signo negativo en el
denominador lo recomendable es trasladar dicho signo a alguna de las otras dos posiciones,
es decir, antecediendo la fracción completa o acompañando al numerador.

Un error muy frecuente es creer que si una fracción es negativa y tiene el signo menos en la
mitad, entonces tanto el numerador como el denominador son negativos:

a −a
− =
b −b

Sencillamente esto constituye una contradicción (y por lo tanto un error), porque si el nu-
merador y el denominador son negativos entonces la fracción debe ser positiva. Esto tiene
su fundamento en el hecho de que una fracción indica una división, y en esta operación (así
como también en la multiplicación) se cumple la Ley de los Signos, donde la interacción
de dos signos negativos produce como resultado signo positivo.

Recordemos rápidamente la Ley de los Signos.

• Una cantidad positiva multiplicada (o dividida) por una cantidad positiva da como
resultado una cantidad positiva. Simbólicamente: (+) · (+) = (+) ó (+) ÷ (+) = (+).
• Una cantidad positiva multiplicada (o dividida) por una cantidad negativa da como
resultado una cantidad negativa. Simbólicamente: (+) · (−) = (−) ó (+) ÷ (−) = (−).
• Una cantidad negativa multiplicada (o dividida) por una cantidad negativa da como
resultado una cantidad positiva. Simbólicamente: (−) · (−) = (+) ó (−) ÷ (−) = (+).

13
1.9 Operaciones básicas con fracciones

Son ellas:
• La suma y resta de fracciones con igual denominador.
• La suma y resta de fracciones con diferente denominador.
• La multiplicación de fracciones.
• La división de fracciones.
En este cursillo nos limitaremos a dar solamente las reglas o pasos que se deben seguir para
efectuar cada una de estas operaciones. Sin embargo, es posible demostrar y motivar por
medio de dibujos, todas estas reglas. Por la limitación de tiempo, este importante trabajo lo
dejaremos para otra ocasión.

1.9.1 Suma y resta de fracciones con igual denominador

Para sumar o restar dos fracciones con igual denominador (conocidas como fracciones ho-
mogéneas, sin embargo, no utilizaremos esta terminología) se aplican los siguientes pa-
sos:
Paso 1: Se conserva el denominador y como numerador se escribe la suma (o resta, según
sea el caso) de los dos numeradores.
Paso 2: Se resuelve la operación que nos quedó en el numerador.
Paso 3: Se simplifica al máximo la fracción resultante.
4 3 4+3 7
De acuerdo con lo anterior, + = = y la figura 1.16 nos muestra en la recta
5 5 5 5
numérica el porqué de este resultado. Vemos que partiendo de cero (0), recorremos hacia la
4
derecha el espacio correspondiente a y luego agregamos el tramo que representa la fracción
5
3 7
, llegando así a la marca asignada a .
5 5

Figura 1.16

A continuación veremos seis ejemplos donde se muestra la aplicación de estos pasos, así como

14
la generalización del método cuando más de dos fracciones con el mismo denominador están
involucradas en operaciones de suma y resta.
Ejemplo 1.6
3 1
Resolver + .
7 7
Solución
3 1 3+1 4 4
+ = = R/. .
7 7 7 7 7
Ejemplo 1.7
1 5
Resolver + .
8 8
Solución
1 5 1+5 6 6÷2 3 3
+ = = = = R/. .
8 8 8 8 8÷2 4 4
Ejemplo 1.8
22 7
Resolver − .
18 18
Solución
22 7 22 − 7 15 15 ÷ 3 5 5
− = = = = R/. .
18 18 18 18 18 ÷ 3 6 6

Cuando tres o más fracciones con igual denominador participan en operaciones de suma o
resta, seguimos la misma secuencia de los tres pasos, teniendo presente que al ejecutar el
primero debemos escribir en el numerador cada uno de los numeradores de las fracciones
conectados entre sí por los signos que hay entre ellas.
Ejemplo 1.9
19 16 3
Resolver + − .
28 28 28
Solución
19 16 3 19 + 16 − 3 32 32 ÷ 4 8 8
+ − = = = = R/. .
28 28 28 28 28 28 ÷ 4 7 7
Ejemplo 1.10
11 41 9 5
Resolver − + − .
39 39 39 39
Solución
11 41 9 5 11 − 41 + 9 − 5 −26 26 26 ÷ 13 2 2
− + − = = =− =− =− R/. − .
39 39 39 39 39 39 39 39 ÷ 13 3 3

Ejemplo 1.11
67 23 1 19
Resolver − − + + .
50 50 50 50

15
Solución
67 23 1 19 −67 23 1 19
− − + + = − + +
50 50 50 50 50 50 50 50
−67 − 23 + 1 + 19
=
50
−70 70 ÷ 10 7 7
= =− =− R/. − .
50 50 ÷ 10 5 5

1.9.2 Suma y resta de fracciones con distinto denominador

Para sumar o restar dos fracciones con distinto denominador (conocidas como fracciones
heterogéneas, sin embargo, al igual que en el caso anterior, no utilizaremos esta terminología),
en principio lo que debemos hacer es convertirlas en fracciones equivalentes que tengan el
mismo denominador.

Una primera forma de hacerlo es buscar un número que sea múltiplo de ambos denomina-
dores y amplificar las dos fracciones para obtener fracciones equivalentes con dicho número
como denominador. Como el producto de los dos denominadores es múltiplo de ambos, el
objetivo es amplificar la primera fracción multiplicando su numerador y denominador por el
denominador de la segunda fracción y similarmente, la segunda fracción se amplifica multipli-
cando su numerador y denominador por el denominador de la primera fracción. Se obtienen
entonces fracciones equivalentes a las dadas originalmente, pero con la ventaja de tener igual
denominador, lo que nos permite operarlas como ya aprendimos.

Veamos a continuación dos ejemplos donde se aplica esta primera estrategia.


Ejemplo 1.12
5 3
Resolver + .
6 8
Solución
5 3 5·8 3·6 40 18 40 + 18 58 58 ÷ 2 29 29
+ = + = + = = = = R/. .
6 8 6·8 8·6 48 48 48 48 48 ÷ 2 24 24
Ejemplo 1.13
4 2
Resolver − .
3 5
Solución
4 2 4·5 2·3 20 6 20 − 6 14 14
− = − = − = = R/. .
3 5 3·5 5·3 15 15 15 15 15

En caso de tener más de dos fracciones de distinto denominador que se quieran sumar y/o
restar, usamos paréntesis para agrupar las dos primeras fracciones, de modo que le demos
prioridad a esa operación. Cuando ya tengamos su resultado, repetimos el procedimiento para
operarla con la que sigue, y así sucesivamente. El propósito es ir ejecutando las operaciones

16
entre las fracciones, poco a poco, trabajándolas siempre por parejas con la técnica expuesta
anteriormente.

Veamos a continuación dos ejemplos de aplicación de esta estrategia, para el caso de tres y
cuatro fracciones.
Ejemplo 1.14
7 3 17
Resolver + − .
5 2 20
Solución
   
7 3 17 7 3 17 7·2 3·5 17
+ − = + − = + −
5 2 20 5 2 20 5·2 2·5 20
   
14 15 17 14 + 15 17
= + − = −
10 10 20 10 20
29 17 29 · 20 17 · 10 580 170
= − = − = −
10 20 10 · 20 20 · 10 200 200
580 − 170 410 410 ÷ 10 41 41
= = = = R/. .
200 200 200 ÷ 10 20 20
Ejemplo 1.15
5 13 3 9
Resolver − − + .
8 32 4 16
Solución
   
5 13 3 9 5 13 3 9 5 · 32 13 · 8 3 9
− − + = − − + = − − +
8 32 4 16 8 32 4 16 8 · 32 32 · 8 4 16
   
160 104 3 9 160 − 104 3 9
= − − + = − +
256 256 4 16 256 4 16
   
56 3 9 56 ÷ 8 3 9
= − + = − +
256 4 16 256 ÷ 8 4 16
 
7 3 9 7 3 9
= − + = − +
32 4 16 32 4 16
   
7·4 3 · 32 9 28 96 9
= − + = − +
32 · 4 4 · 32 16 128 128 16
   
28 − 96 9 −68 9
= + = +
128 16 128 16
 
−68 ÷ 4 9 −17 9 −17 · 16 9 · 32
= + = + = +
128 ÷ 4 16 32 16 32 · 16 16 · 32
−272 288 −272 + 288 16 16 ÷ 16 1 1
= + = = = = R/. .
512 512 512 512 512 ÷ 16 32 32

El método anterior, aunque es válido, tiene varias desventajas:

17
• El procedimiento es extenso;
• Solamente se permite la operación entre las dos primeras fracciones (las demás deben
esperar);
• Los números se vuelven muy grandes, lo cual ocasiona que las operaciones (de suma y
resta) y el proceso de simplificación sea más laborioso.

Afortunadamente existe otra alternativa para sumar o restar fracciones con distinto deno-
minador, que funciona perfectamente para cualquier cantidad de fracciones y en la que los
números participantes no se agrandan más de lo necesario.

Dicho método consiste en aplicar los siguientes pasos:


Paso 1: Se determina el Mínimo Común Múltiplo (M CM ) de los denominadores.
Paso 2: Se amplifica cada una de las fracciones de modo que todas tengan en el denominador
el M CM que se halló en el paso 1 (de esta manera las fracciones obtenidas van a tener igual
denominador).
Paso 3: Se aplica el procedimiento de suma y resta de fracciones con el mismo denomina-
dor.
Antes de mirar algunos unos ejemplos de aplicación de estos pasos, recordemos que el Mí-
nimo Común Múltiplo de dos números enteros a y b, simbólicamente M CM (a, b), es el
número más pequeño que es múltiplo de ambos, o sea que es divisible tanto por a como por b.
Por ejemplo, M CM (5, 15) = 15 pues 15 es múltiplo de 5 y de 15, y se trata del número más
pequeño que es divisible tanto por 5 como por 15. Otra forma de justificar esto es citando
el conjunto de múltiplos comunes de 5 y 15: {15, 30, 45, 60, 75, . . .}, donde el menor de todos
es 15 (por eso es el mínimo).

Otro ejemplo es el conjunto de múltiplos comunes de 4 y 10: {20, 40, 60, 80, . . .}, donde se
observa que el menor de todos es 20. Por esa razón decimos que M CM (4, 10) = 20. Además,
20 es el número más pequeño que puede ser dividido por 4 y por 10 exactamente.

Con frecuencia surge la pregunta: ¿Por qué las fracciones dadas se deben amplificar para
transformarlas en fracciones con el mismo denominador?

La respuesta (dada por el profesor Jairo Ibarbo Sepúlveda) es que, por ejemplo, si quere-
mos sumar los fraccionarios 2/3 (dos tercios) con 5/7 (cinco séptimos) en ellos las palabras
tercios y séptimos actúan como “nombres” (de ahí la palabra denominador) y sería como
querer sumar dos manzanas con cinco peras. Así que siempre que vamos a sumar o restar
fracciones con distinto denominador (o distinto “nombre”) primero hay que amplificarlas para
que queden con igual denominador y luego puedan operarse.

Realmente no es obligatorio encontrar el Mínimo Común Múltiplo de los denominadores


(como lo hemos descrito en el primer paso del método enunciado recientemente); bastaría
con elegir cualquier número que sea múltiplo común de los denominadores y amplificar cada
fracción hasta lograr que todas tengan dicho denominador.

18
Sin embargo, la insistencia de hallar el Mínimo Común Múltiplo de los denominadores radica
en que así vamos trabajar con los números más pequeños (y más cómodos) para conseguir
que las fracciones queden con igual denominador.

En la figura 1.17 ilustramos las fracciones 1/2 (un medio) y 3/5 (tres quintos).

Figura 1.17

Si queremos sumar esas dos fracciones, entonces primero hallamos el Mínimo Común Múltiplo
de los denominadores, es decir: M CM (2, 5) = 10.

Eso nos indica que debemos amplificar la primera fracción multiplicando por 5 tanto el
numerador como el denominador. Así 1/2 queda convertido en 5/10.

Del mismo modo, la segunda fracción se debe amplificar multiplicando por 2 ambos compo-
nentes. Así 3/5 queda convertido en 6/10.

La figura 1.18 nos muestra la transformación que sufren los dibujos de la figura 1.17 de tal
manera que ambas fracciones ya tienen el mismo denominador 10.

Figura 1.18

Ahora sí podemos efectuar la suma de las dos fracciones. Es lo que se muestra en la figura 1.19
donde redistribuimos y contamos las partes sombreadas obteniendo 11/10.

Figura 1.19

19
A continuación veremos cinco ejemplos donde se muestra la aplicación del método de los
tres pasos, para sumar o restar fracciones con distinto denominador. Veremos cómo, en
la mayoría de casos, resulta conveniente trabajar con el Mínimo Común Múltiplo de los
denominadores.
Ejemplo 1.16
5 3
Resolver + .
6 8
Solución
M CM (6, 8) = 24

5 3 5·4 3·3 20 9 20 + 9 29 29
+ = + = + = = R/. .
6 8 6·4 8·3 24 24 24 24 24

Nota: Esta es la misma situación que expusimos en el ejemplo 1.12. Aquí se observa la
ventaja de haber hallado el Mínimo Común Múltiplo con respecto del proceso mostrado en
dicho ejemplo, pues los números con que trabajamos son más pequeños y con ello logramos
llegar al resultado sin necesidad de simplificar.
Ejemplo 1.17
4 2
Resolver −
3 5
Solución
M CM (3, 5) = 15

4 2 4·5 2·3 20 6 20 − 6 14 14
− = − = − = = R/. .
3 5 3·5 5·3 15 15 15 15 15

Nota: Esta es la misma situacón que expusimos en el ejemplo 1.13. En este caso, haber
hallado el Mínimo Común Múltiplo no representa ventaja alguna con respecto del proceso
que vimos en el mencionado ejemplo, y esto se debe a que dicho valor es el mismo producto
de los denominadores. De acuerdo con esto, concluimos que si tenemos la suma o resta de dos
fracciones con distinto denominador, donde detectamos que el M CM de sus denominadores
es el mismo producto de ellos, entonces es indiferente el método que usemos, pues por ambos
caminos vamos a trabajar con los mismos números.
Ejemplo 1.18
7 3 17
Resolver + − .
5 2 20
Solución
M CM (5, 2, 20) = 20

7 3 17 7 · 4 3 · 10 17 28 30 17 28 + 30 − 17 41 41
+ − = + − = + − = = R/. .
5 2 20 5 · 4 2 · 10 20 20 20 20 20 20 20

20
Nota: Esta es la misma situación que expusimos en el ejemplo 1.14. Aquí sí es notoria la
ventaja de haber utilizado el Mínimo Común Múltiplo de los denominadores, con respecto
del proceso que vimos en el citado ejemplo. Se puede observar un procedimiento más corto
y que los números involucrados son más pequeños; además, no tuvimos que simplificar en
ningún momento.
Ejemplo 1.19
5 13 3 9
Resolver − − + .
8 32 4 16
Solución
M CM (8, 32, 4, 16) = 32
5 13 3 9 5 · 4 13 3 · 8 9 · 2 20 13 24 18 20 − 13 − 24 + 18 1 1
− − + = − − + = − − + = = R/. .
8 32 4 16 8 · 4 32 4 · 8 16 · 2 32 32 32 32 32 32 32

Nota: Esta es la misma situación que expusimos en el ejemplo 1.15. Aquí es evidente la
gran ventaja que representa haber trabajado con el Mínimo Común Múltiplo de los denomi-
nadores, con respecto del proceso que seguimos en el ejemplo mencionado. Se trata de un
procedimiento mucho más corto, donde los números que usamos son pequeños (y por lo tanto
cómodos) y llegamos al mismo resultado sin necesidad de simplificar.
Ejemplo 1.20
19 19 17 23 2
Resolver − + − + − .
5 9 3 15 45
Solución
M CM (5, 9, 3, 15, 45) = 45
19 19 17 23 2 19 · 9 19 · 5 17 · 15 23 · 3 2
− + − + − =− + − + −
5 9 3 15 45 5·9 9·5 3 · 15 15 · 3 45
171 95 255 69 2
=− + − + −
45 45 45 45 45
−171 + 95 − 255 + 69 − 2 −264
= =
45 45
264
=−
45
264 ÷ 3
=−
45 ÷ 3
88 88
=− R/. − .
15 15

Nota: Aquí es indudable la ventaja de haber usado el Mínimo Común Múltiplo de los de-
nominadores. Aunque el procedimiento aparenta ser un poco largo, se trata del más corto
que existe para resolver una operación como esta, donde han participado cinco fracciones
de diferente denominador. Aclaramos que no siempre vamos a llegar al resultado sin necesi-
dad de simplificar; de hecho, en este ejemplo se observa que al final fue necesario usar la
simplificación para obtener la fracción irreducible.

21
1.9.3 Multiplicación de fracciones

Para multiplicar fracciones los pasos son los siguientes:


Paso 1: Se aplica la Ley de los Signos para definir el signo resultante.
Paso 2: Se ensambla la operación. Para ello se traza la línea horizontal de la fracción,
encima de ella se escribe la multiplicación de numeradores entre sí y debajo de ella se escribe
la multiplicación de denominadores entre sí.

a c a·c
· =
b d b·d
Como puede observarse, al ensamblar la operación la multiplicación de los componentes se
hace en forma horizontal.

a −→ c −→ a · c
· − =
b−→ d →b · d
Paso 3: Se simplifica al máximo. Recuérdese que siempre se debe simplificar un número de
arriba con un número de abajo.
Paso 4: Se multiplican los números que quedan, tanto en el numerador como en el denomi-
nador.
A continuación vamos a ver gráficamente por qué al seguir estos pasos efectivamente encon-
tramos el resultado esperado. Si por ejemplo queremos multiplicar 2/3 por 4/5 hacemos lo
siguiente:

2 4 2·4 8
· = =
3 5 3·5 15
2 4
La expresión · puede enunciarse como: “2/3 de 4/5”. Esto significa que queremos tomar
3 5
las dos terceras partes de cada uno de los cuatro quintos.

Veamos entonces la secuencia en imágenes de este proceso. En la figura 1.20 tenemos la


representación gráfica de 4/5.

Figura 1.20

Cada uno de los rectángulos medianos en que se fraccionó el rectángulo grande representa
1/5 (un quinto) y a su vez vamos a dividirlos en tres partes iguales. Esto se muestra en la
figura 1.21, donde también podemos notar que el rectángulo grande quedó dividido en 15
rectángulos pequeños.

22
Figura 1.21

Ahora, vamos a considerar dos de los tres rectángulos pequeños que conforman cada rectágulo
mediano sombreado. De esta manera estamos tomando dos tercios de los cuatro quintos
que están sombreados (es decir, 2/3 de 4/5). Para ello, pintamos dicha selección con un color
más oscuro: en total 8 rectángulos pequeños de los 15 que constituyen el rectángulo grande,
como puede observarse en la figura 1.22. Así demostramos gráficamente que 2/3 de 4/5 es
2 4 8
8/15, lo que matemáticamente se expresa como · = .
3 5 15

Figura 1.22

Nota: Cuando en Matemáticas se habla de “la fracción de un número” se refiere a que es “la
fracción multiplicada por dicho número”, tal como pudo observarse en la situación anterior.
Es decir, la palabra “de” se sustituye por el signo “por” y así tenemos una multiplicación
para resolver. Si la fracción va a multiplicar a un número entero, entonces a este último le
escribimos denominador 1 para proceder con la aplicación de los pasos que se indicaron para
efectuar el producto de fracciones.

Por otro lado, haciendo referencia a esos pasos para multiplicar fracciones, es importante
destacar que simplificar al máximo antes de realizar las multiplicaciones tiene la ventaja de
que la fracción resultante ya queda expresada en su forma más simple (irreducible). Por el
contrario, si primero se efectúan las multiplicaciones entonces luego el proceso de simplifi-
cación de la fracción es más laborioso, porque al final se van a tener números mucho más
grandes que los originales.

A continuación veremos cinco ejemplos donde se muestra la aplicación de estos pasos.

Ejemplo 1.21
¿Cuánto es nueve décimos de veinticinco?
Solución
9 9 25
Debemos resolver · 25 es decir · .
10 10 1

23
Al aplicar la Ley de los Signos de tiene (+) · (+) = (+). Entonces la fracción resultante será
positiva.
9 · 25
Ahora se ensambla la operación: .
10 · 1
9·5
Solamente podemos simplificar 25 con 10 (ambos se dividen por 5): .
2·1
45
Ahora sí multiplicamos los números de quedan y obtenemos .
2
R/. Nueve décimos de veinticinco es cuarenta y cinco medios.

Ejemplo 1.22
27 35
Resolver − · .
21 33
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (−) · (+) = (−). Entonces la fracción resultante será
negativa.
27 · 35
Ahora se ensambla la operación: − .
21 · 33
9 · 35
Se simplifica 27 con 21 (ambos se dividen por 3): − .
7 · 33
Ahora se simplifica 9 con 33 (ambos se dividen por 3) y 35 con 7 (ambos se dividen por 7):
3·5
− .
1 · 11
Como no es posible simplificar nada más, entonces se multiplican los números que quedan y
15
se obtiene − .
11
15
R/. − .
11

Ejemplo 1.23
  
45 24
Resolver − − .
56 25
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (−) · (−) = (+). Entonces la fracción resultante será
positiva.
45 · 24
Ahora se ensambla la operación: .
56 · 25
Se simplifica 45 con 25 (ambos se dividen por 5) y 24 con 56 (ambos se dividen por 8):
9·3
.
7·5

24
Ya que no se puede simplificar nada más, entonces multiplicamos los números que quedan y
27
obtenemos .
35
27
R/. .
35

Ejemplo 1.24
 
21 18 10
Resolver · − · .
30 28 27
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (+) · (−) · (+) = (−). Entonces la fracción resultante
será negativa.
21 · 18 · 10
Ahora se ensabla la operación: − .
30 · 28 · 27
Se simplifica 21 con 28 (ambos se dividen por 7), 18 con 27 (ambos se dividen por 9) y 10
3·2·1
con 30 (ambos se dividen por 10): − .
3·4·3
Como se puede observar, es posible seguir simplificando. El 3 que está arriba puede simpli-
ficarse con cualquiera de los 3 que hay abajo (ambos se dividen por 3), y también es posible
1·1·1
simplificar 2 y 4 (ambos se dividen por 2): − .
1·2·3
Debido a que no es posible simplificar nada más, entonces se multiplican los números que
1
quedan y se obtiene − .
6

1
R/. − .
6

Ejemplo 1.25
     
49 16 15 36
Resolver − · − · − · − .
30 27 44 63
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (−) · (−) · (−) · (−) = (+). Entonces la fracción
resultante será positiva.
49 · 16 · 15 · 36
Ahora se ensambla la operación:
30 · 27 · 44 · 63
Se simplifica 49 con 63 (ambos se dividen por 7), 16 con 44 (ambos se dividen por 4), 15 con
7·4·1·4
30 (ambos se dividen por 15) y 36 con 27 (ambos se dividen por 9):
2 · 3 · 11 · 9
Como se observa, cualquiera de los 4 que están arriba puede simplificarse con el 2 que está
7·2·1·4
abajo (ambos se dividen por 2):
1 · 3 · 11 · 9

25
Ya que no es posible simplificar nada más, entonces se multiplican los números que quedan
56
y se obtiene .
297
56
R/.
297

1.9.4 División de fracciones

Para dividir fracciones los pasos son los siguientes:


Paso 1: Se aplica la Ley de los Signos para definir el signo resultante.
Paso 2: Se ensambla la operación. Esto se puede hacer de tres formas:
• Primera forma: Se traza la línea horizontal de la fracción, encima de ella se escribe la
multiplicación del numerador de la primera fracción por el denominador de la segunda
fracción, y debajo de ella se escribe la multiplicación del denominador de la primera
fracción por el numerador de la segunda fracción.

a c a·d
÷ =
b d b·c

Como puede observarse, la multiplicación de los componentes se hace en forma cruzada:

a c a.d
÷ %
&
% &
=
b d b.c
• Segunda forma: Se deja la primera fracción intacta y se multiplica por el recíproco (o
inverso multiplicativo) de la segunda. En este caso, la división se transforma en multi-
plicación y la operación se ensambla del mismo modo como se vio en la multiplicación
de fracciones (es decir multiplicando los componentes horizontalmente):

a c a −→ d −→ a · d
÷ = − · → = .
b d b →c− b·c
• Tercera forma: Se escribe la primera fracción sobre la segunda, separadas por una línea
horizontal principal (de mayor longitud) que se traza a la altura del signo igual (=).
Luego se traza de nuevo la línea principal; encima de ella se escribe la multiplicación de
los elementos externos (llamados extremos), y debajo de ella se escribe la multiplicación
de los elementos internos (llamados medios). Esta técnica de ensamblar la división de
fracciones suele conocerse popularmente con el nombre de “Ley de la Oreja”. Su nombre
se debe a que los arcos que unen “a” con “d” y “b” con “c” parecen formar una oreja.
a
a c a·d
y

÷ = cb =
y

b d b·c
d

26
Como puede observarse, con cualquiera de las tres formas se consigue el mismo objetivo
de ensamblar la división de fracciones. Por lo tanto, el estudiante puede utilizar la que
prefiera.

Paso 3: Se simplifica al máximo. Recuérdese que siempre se debe simplificar un número de


arriba con un número de abajo.
Paso 4: Se multiplican los números que quedan, tanto en el numerador como en el denomi-
nador.

A continuación se exponen tres ejemplos donde se muestra la aplicación de estos pasos.

Ejemplo 1.26
16 20
Resolver ÷ .
9 39
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (+) ÷ (+) = (+). Entonces la fracción resultante
será positiva.
Ahora se ensambla la operación según la primera forma, es decir multiplicando los compo-
16 · 39
nentes de manera cruzada:
9 · 20
Se simplifica 16 con 20 (ambos se dividen por 4) y 39 con 9 (ambos se dividen por 3):
4 · 13
3·5
Como no es posible simplificar nada más, entonces se multiplican los números que quedan y
52
se obtiene
15
52
R/.
15

Ejemplo 1.27
 
42 54
Resolver ÷ − .
35 55
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (+) ÷ (−) = (−). Entonces la fracción resultante
será negativa.
 
42 54
La operación puede escribirse como − ÷ , es decir, se asegura el signo negativo y la
35 55
división se protege con paréntesis.
Ahora se ensambla la operación de acuerdo con la segunda forma, es decir dejando la primera
42 55  42 · 55
fracción intacta y multiplicando por el recíproco de la segunda: − · =− .
35 54 35 · 54

27
Se simplifica 42 con 54 (ambos se dividen por 6) y 55 con 35 (ambos se dividen por 5):
7 · 11
− .
7·9
Como se observa, es posible simplificar el 7 de arriba con el 7 de abajo (ambos se dividen
1 · 11
por 7): − .
1·9
Ya que no se puede simplificar nada más, entonces se multiplican los números que quedan y
11
se obtiene − .
9
11
R/. − .
9
Ejemplo 1.28
26

Resolver 45 .
34

81
Solución
Al aplicar la Ley de los Signos se tiene: (−) ÷ (−) = (+). Entonces la fracción resultante
será positiva.
26
Puedes escribirse así: 45 .
34
81
Ahora se ensambla la operación según la tercera forma, es decir aplicando la “Ley de la Oreja”:
26 · 81
.
45 · 34
Se simplifica 26 con 34 (ambos se dividen por 2) y 81 con 45 (ambos se dividen por 9):
13 · 9
.
5 · 17
Como no es posible simplificar nada más, se multiplican los números que quedan y se obtiene:
117
.
85
117
R/. .
85

28

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