Sie sind auf Seite 1von 6

Celebración de la Reconciliación

La celebración se realiza solo con los catequizandos, en la mañana del retiro o al finalizar el
retiro. Es aconsejable que sea en el templo parroquial y, a ser posible, contar con más de un
sacerdote si el grupo es muy grande. Se puede ambientar el lugar con una imagen del hijo
pródigo… u otro afiche alusivo al sacramento. Por otro lado hay que tener en cuenta las normas
litúrgicas de la Semana Santa. Al inicio de la celebración, todos estarán con las manos
amarradas… mientras el que preside, entra con alba y estola morada se canta:

Canto de entrada: Padre vuelvo a ti

Querido Padre, cansado vuelvo a ti.


Haz que conozca el don de tu amistad.
Vivir por siempre el gozo del perdón.
Y en tu presencia tu fiesta celebrar.

Pongo en tus manos mis culpas, oh Señor.


Estoy seguro de que eres siempre fiel.
Dame fuerzas para poder andar,
Buscando en todo hacer tu voluntad.

PADRE YO BUSCO TU AMOR, PADRE VUELVO A TI.


MIRA QUE TU HIJO SOY, PADRE, VUELVO A TI (BIS)

Catequista: Después de haber realizado el camino, como camino de conversión y vuelta a la


casa paterna, este grupo que se presenta hoy ante el Señor viene a pedir perdón, a
experimentar la misericordia, a vivir el gozo del encuentro y acogida. Las manos atadas quieren
expresar la situación de esclavitud a la que los sometió el pecado.

Ritos iniciales

Celebrante: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén.
Celebrante: Que Dios, nuestro Padre, que nos ama y sabe esperarnos con paciencia cuando nos
alejamos de su lado, esté con todos ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Celebrante: Hermanos, ya que por nuestros pecados nos hemos olvidado de la gracia bautismal,
pidamos ahora que seamos renovados en esta gracia por medio del sacramento del perdón y la
reconciliación.
Inclinémonos ante el Señor y en silencio presentemos los motivos que nos reúnen.

Canto: Oración del pobre

Vengo ante Ti, mi Señor, reconociendo mi culpa,


Con la fe puesta en tu amor; que Tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria,
Despojado de mis cosas, quiero llenarme de Ti.

QUE TU ESPÍRITU, SEÑOR, ABRASE TODO MI SER.


HAZME DÓCIL A TU VOZ,
TRANSFORMA MI VIDA ENTERA (BIS)

Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil.


Mas Tú me quieres así; yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad, Tú me das la fortaleza,
Amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.

Celebrante: Oremos, hermanos, para que Dios, que nos llama a la conversión, nos conceda la
gracia de una verdadera y fructuosa penitencia.

Celebrante: Escucha, Señor, nuestras súplicas humildes y perdona los pecados de quienes nos
confesamos culpables, para que así podamos recibir tu perdón y tu paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

Todos: Amén.

Liturgia de la Palabra.

1ª Lectura: Ef 5, 1-14
Salmo responsorial: Del Salmo 13 (12)

Todos: Cantaré al Señor, porque me has salvado.

Lector: ¿Hasta cuán, Señor, me tendrás olvidado?


¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
¿Hasta cuándo estaré angustiado
Con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo triunfará mi enemigo?

Lector: ¡Mira y atiéndeme, Señor, Dios mío!


Sigue dando la luz a mis ojos,
Para que no caiga en el sueño de la muerte.
Que no diga mi enemigo: “Lo he vencido”,
Ni se alegren mis adversarios al ver mi fracaso.

Lector: Yo confío en tu amor;


Mi corazón se alegrará por tu salvación.
¡Cantaré al Señor porque me has salvado!

Evangelio: Lc 15, 11-31

Homilía compartida (brevemente el celebrante actualiza la Palabra de Dios al grupo).

Seguidamente se guarda un tiempo de silencio, dedicado al examen de conciencia. Si es


conveniente se pueden ayudar con este esquema de examen de conciencia.

 Mi relación con Dios: ¿Lo tengo presente? ¿Hago oración?

 Cultivo de la vida cristiana: ¿Me preocupo por formarme en la fe? ¿Participo en la vida
parroquial?

 Relación conmigo: ¿Me cuido en mi salud y en mis hábitos? ¿Protejo y respeto mi


cuerpo? ¿Tengo hábitos que dañan mi salud o mi vida?

 Relaciones con los demás: ¿Pienso en el bien de los demás? ¿Ayudo a los más
necesitados? ¿Cómo hablo de los demás? ¿Soy envidioso, rencoroso?
 Preocupación por el bien común: ¿Me intereso por los problemas de la vida ciudadana,
social, política? ¿Contribuyo a hacer un mundo más justo? ¿Cómo trato a los pobres?

 Vida de trabajo o estudio: ¿Soy responsable en mi trabajo o en mis estudios? ¿Mantengo


buenas relaciones con los compañeros? ¿Soy solidario? ¿Soy honesto a pesar del ambiente que
me rodea?

 Vida familiar: ¿Fomento buenas relaciones entre todos? ¿Respeto a los demás miembros
de mi familia? ¿Nos amamos mutuamente? ¿Soy fiel? ¿Cultivo la confianza mutua? ¿Me
preocupo de la educación de los hijos?

 Mi relación con la comunidad: ¿Me intereso por los problemas de mi comunidad?


¿Contribuyo para hacer posible un mundo más justo? ¿Me preocupo por los pobres de mi
comunidad?

Liturgia del Sacramento

Celebrante: Hermanos, confesemos nuestros pecados y oremos unos por otros, para que
obtengamos la salvación.

Todos: Yo confieso…

Catequista: Pidamos humildemente a Cristo, nuestro salvador y abogado ante el Padre, que
perdone nuestros pecados y nos limpie de toda culpa.

 Porque muchas veces preferimos hacer lo que nos agrada en lugar de lo que tenemos
que hacer, roguemos al Señor:
Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.

 Porque somos egoístas y buscamos nuestros intereses, roguemos al Señor:


Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.

 Porque no ayudamos a nuestros hermanos más necesitados, roguemos al Señor:


Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.

 Porque nos cuesta dar los pasos para regresar junto a Ti, roguemos al Señor:
Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.
Siguen exclamaciones espontáneas, a partir de las “manos atadas”…

Celebrante: Ahora, como el mismo Jesús nos mandó, oremos todos juntos al Padre para que,
perdonándonos las ofensas unos a otros, perdone él nuestros pecados.

Todos: Padre nuestro…

Celebrante: Escucha, Señor; a tus siervos, que se reconocen pecadores, y haz que, liberados por
tu Iglesia de toda culpa, merezcan darte gracias con un corazón renovado. Por Jesucristo
Nuestro Señor.

Todos: Amén.

Confesiones y absolución individual

Los catequizandos se acercan a los sacerdotes para confesar sus pecados. Cada penitente,
individualmente, recibe y acepta la correspondiente penitencia, el sacerdote le desata las
manos y le da la absolución.
Mientras se espera, se puede poner una música suave e invitar a los que esperan a que oren y
pidan perdón…
Los que ya han recibido la absolución regresan a sus puestos, y dan gracias personalmente por
la alegría del perdón recibido y reza la penitencia que el sacerdote les ha puesto.

Acción de gracias por la misericordia

Al finalizar, el celebrante invita a la acción de gracias.

Canto: Gloria a Dios

No sé como alabarte, ni que decir Señor,


Confío en tu mirada que me abre el corazón;
Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti;
Quiere ser alabanza por lo que haces en mí.
¡GLORIA! ¿GLORIA A DIOS!
¡GLORIA! ¿GLORIA A DIOS! (BIS)

Siento en mí tu presencia, soy como Tú me ves;


Bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
Indigno de tus dones, más por tu gran amor
Tu Espíritu me llena: gracias te doy Señor.

Gracias por tu Palabra, gracias por tu amor;


Gracias por nuestra Madre, gracias te doy Señor.
Gracias por mis hermanos, gracias por el perdón,
Gracias porque nos quieres juntos en Ti, Señor.

Celebrante: Padre Santo, tú nos has reformado a imagen de tu Hijo; concédenos tu


misericordia, para que seamos testigos de tu amor en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén.

Rito de conclusión

Celebrante: El Señor dirija sus corazones en la claridad de Dios en la espera de Dios.


Todos: Amén.
Celebrante: Para que puedan caminar con una vida nueva y agradar a Dios en todas las cosas.
Todos: Amén.
Celebrante: Y que los bendiga Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Celebrante: El Señor ha perdonado sus pecados. Pueden ir en paz.
Todos: Demos gracias a Dios.

Das könnte Ihnen auch gefallen