Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
La celebración se realiza solo con los catequizandos, en la mañana del retiro o al finalizar el
retiro. Es aconsejable que sea en el templo parroquial y, a ser posible, contar con más de un
sacerdote si el grupo es muy grande. Se puede ambientar el lugar con una imagen del hijo
pródigo… u otro afiche alusivo al sacramento. Por otro lado hay que tener en cuenta las normas
litúrgicas de la Semana Santa. Al inicio de la celebración, todos estarán con las manos
amarradas… mientras el que preside, entra con alba y estola morada se canta:
Ritos iniciales
Celebrante: Oremos, hermanos, para que Dios, que nos llama a la conversión, nos conceda la
gracia de una verdadera y fructuosa penitencia.
Celebrante: Escucha, Señor, nuestras súplicas humildes y perdona los pecados de quienes nos
confesamos culpables, para que así podamos recibir tu perdón y tu paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Todos: Amén.
Liturgia de la Palabra.
1ª Lectura: Ef 5, 1-14
Salmo responsorial: Del Salmo 13 (12)
Cultivo de la vida cristiana: ¿Me preocupo por formarme en la fe? ¿Participo en la vida
parroquial?
Relaciones con los demás: ¿Pienso en el bien de los demás? ¿Ayudo a los más
necesitados? ¿Cómo hablo de los demás? ¿Soy envidioso, rencoroso?
Preocupación por el bien común: ¿Me intereso por los problemas de la vida ciudadana,
social, política? ¿Contribuyo a hacer un mundo más justo? ¿Cómo trato a los pobres?
Vida familiar: ¿Fomento buenas relaciones entre todos? ¿Respeto a los demás miembros
de mi familia? ¿Nos amamos mutuamente? ¿Soy fiel? ¿Cultivo la confianza mutua? ¿Me
preocupo de la educación de los hijos?
Celebrante: Hermanos, confesemos nuestros pecados y oremos unos por otros, para que
obtengamos la salvación.
Todos: Yo confieso…
Catequista: Pidamos humildemente a Cristo, nuestro salvador y abogado ante el Padre, que
perdone nuestros pecados y nos limpie de toda culpa.
Porque muchas veces preferimos hacer lo que nos agrada en lugar de lo que tenemos
que hacer, roguemos al Señor:
Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.
Porque nos cuesta dar los pasos para regresar junto a Ti, roguemos al Señor:
Todos: Sí, me levantaré. Volveré junto a mi Padre.
Siguen exclamaciones espontáneas, a partir de las “manos atadas”…
Celebrante: Ahora, como el mismo Jesús nos mandó, oremos todos juntos al Padre para que,
perdonándonos las ofensas unos a otros, perdone él nuestros pecados.
Celebrante: Escucha, Señor; a tus siervos, que se reconocen pecadores, y haz que, liberados por
tu Iglesia de toda culpa, merezcan darte gracias con un corazón renovado. Por Jesucristo
Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Los catequizandos se acercan a los sacerdotes para confesar sus pecados. Cada penitente,
individualmente, recibe y acepta la correspondiente penitencia, el sacerdote le desata las
manos y le da la absolución.
Mientras se espera, se puede poner una música suave e invitar a los que esperan a que oren y
pidan perdón…
Los que ya han recibido la absolución regresan a sus puestos, y dan gracias personalmente por
la alegría del perdón recibido y reza la penitencia que el sacerdote les ha puesto.
Todos: Amén.
Rito de conclusión