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Demócrito
Filósofo griego
Entre los pensadores que influyeron en sus doctrinas cabe destacar a los
geómetras egipcios,Anaxágoras, cuyas homeomerias son consideradas
como el antecedente más inmediato de laTeoría de los átomos, y también
su maestro y tutor Leucipo.
Fue conocido como el Filósofo Alegre. Se cuenta que se arrancó los ojos
en un jardín para que no le estorbara la contemplación del mundo externo
en sus meditaciones.
Gorgias
Antifonte de Atenas
Antifonte o Antifón (Atenas o Ramnunte, ca. 480 a. C. - 411 a. C.) fue
un orador, filósofo y matemático griego. Hay cierta controversia sobre si este Antifonte
(Ἀντιφῶν) deldemos ateniense de Ramnunte (Ática) es o no el mismo que "Antifonte el
sofista", que vivió en Atenas probablemente en las últimas dos décadas del siglo V a. C.
Biografía[editar]
Un papiro del siglo III dC atribuido al primer libro de Sobre la Verdad (P.Oxy. XI 1364 fr. 1, cols. v-vii).
Es el orador ático cuyos discursos son los más antiguos en su género que conservamos.
Ganó gran reputación escribiendo discursos por encargo para que los pronunciaran otros
(en Atenas se exigía que los litigantes se defendieran en persona), oficio que recibió el
nombre de logógrafo (término que significa "compositor en prosa" y que también designaba a
los historiadores). Se conservan de él los discursos Contra su madrastra, por
envenenamiento, Sobre el asesinato de Herodes y Sobre el coreuta, además de unos modelos
retóricos, las tres Tetralogías. Como orador destaca por la sutileza de sus argumentaciones,
que descansan en el empleo de evidencias, testimonios y pruebas, a la vez que en los
llamados 'argumentos de verosimilitud'. Su lengua literaria, el ático antiguo, integra
abundantes poetismos y jonismos. Tampoco carece de fuerza narrativa.
Nacido en el seno de una familia aristocrática. Pertenecía a la escuela sofista, manteniendo
que todo es uno para el λογος, de tal suerte que nada existe de manera individual para los
sentidos ni para el conocimiento humano. El mundo de la verdad lo identificaba con la
naturaleza y el mundo de la apariencia (el humano) con lo falso. Fue un gran retórico y escritor
de discursos políticos. Antifonte fue contemporáneo de Sócrates, con quien debió tener largas
discusiones.
Así, naturaleza-verdad-bondad se convierten en la aspiración del hombre. Igualmente, en esa
aspiración por la naturaleza, la ley, humana puede ser transgredida pues no representa
verdad. Defensor de la φυσις physis frente al νομος entre los sofistas, consideró a la ley como
una convención humana artificial, muchas veces contraria a la propia naturaleza y perjudicial.
Las leyes son mudables, como la voluntad humana, por eso la justicia está sometida a
vaivenes. Así la transgresión de la ley humana en secreto no comporta pena.
Para algunos se trata de una crítica del formalismo de la ley humana, siempre artificiosa y
contraria al buen sentido de la naturaleza. Construir la propia humanidad representará para
Antifonte el alcanzar la libertad y la igualdad humanas, superando los apetitos individuales. en
su obra "La Verdad" o "Sobre la Verdad" dirá:
Respetamos y veneramos a los que son de padres nobles, y no respetamos ni
veneramos a los que no son de noble casa. En esto nos tratamos unos a otros como
bárbaros, puesto que por naturaleza somos todos de igual manera en todo, bárbaros y
griegos.
En este razonamiento se ha visto el humanismo naturalista de Antifonte.
Además de "Sobre la verdad", destaca su "Tetralogía".
Protágoras
(Unknown - Unknown)
Protágoras
Filósofo griego
Heráclito
Parménides de Elea
(- 540 a - 470)
Vida y pensamiento Fragmentos Referencias y anécdotas Ejercicios
Biografía
Parménides nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo
aproximadamente, donde residió hasta su muerte el año 470. Se dice que
fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia,
con claros elementos anti-pitagóricos. Algunos atribuyen la fundación
de la escuela de Elea a Jenófanes de Colofón, sin que haya verdadera
constancia de ello, por lo que la fundación de dicha escuela ha de
atribuirse a Parménides, dejando al margen la cuestión de hasta qué
punto el pensamiento de Parménides puede estar influido por el de
Jenófanes. Parménides escribió un poema filosófico en hexámetros del
que conservamos la mayoría de los versos a través de Simplicio.
Pensamiento
En dicho poema, luego de un proemio de carácter religioso, en el que el
autor realiza una serie de invocaciones para conseguir el favor de una
diosa no identificada con el objeto de poder acceder al verdadero
conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser
y el rechazo del devenir, del cambio.El ser es uno, y la afirmación de la
multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de
ser meras ilusiones.
El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos
para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión.
Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo
objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.
Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me
oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:
el uno, el de que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.
La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser,
lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir
cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún
conocimiento. ("Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se
conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay.") Por lo demás, lo que no
es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado". Ni el conocimiento,
ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni
nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que
algo, sin ser, sea."). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues,
la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser
es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.
"Y ya sólo la mención de una vía
queda; la de que es. Y en ella hay señales
en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero,
entero, único, inmutable y completo."
Afirma Parménides en estas líneas la unidad e identidad del ser. El ser
es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a
la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían
afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz
que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia
supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo
que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación
del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o
viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el
"no ser" no es.
El ser es ingénito, pues, dice Parménides ¿qué origen le buscarías? Si
dices que procede del ser entonces no hay procedencia, puesto que ya
es; y si dices que procede del "no ser" caerías en la contradicción de
concebir el "no ser " como "ser", lo cual resulta inadmisible. Por la
misma razón es imperecedero, ya que si dejara de ser ¿en qué se
convertiría? En "no ser " es imposible, porque el no ser no es... ("así
queda extinguido nacimiento y, como cosa nunca oída, destrucción")
El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la
multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer
la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible. ¿Qué
separaría esas "divisiones" del ser? La nada es imposible pensarlo, pues
no existe; y si fuera algún tipo de ser, entonces no habría división. La
continuidad de del ser se impone necesariamente, y con ello su unidad.
Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos
límites que lo encierran por todos lados.
El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no
puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería
necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta
contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni
haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina
representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra
igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.
El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente
puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que
Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos,
identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente
hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser
como algo no material. La afirmación de que de el ser es Uno, finito,
parece indicar claramente una concepción material del ser.
Por lo demás, la asociación de la vía de la verdad con el pensamiento
racional y de la vía de la opinión con la sensación parece poder
aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que
encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema
la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón,
frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento
sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio,
apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la
distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.
Tradicionalmente se ha asociado este poema con la crítica del
movimiento, del cambio, cuya realidad había sido defendida por el
pensamiento de Heráclito. Es probable que Parménides hubiera
conocido el libro de Heráclito, pero también que hubiera conocido la
doctrina del movimiento de los pitagóricos, contra la que más bien
parece dirigirse este poema. Especialmente si consideramos la
insistencia que hace Heráclito en la unidad subyacente al cambio, y en
el papel que juega el Logos en su interpretación del movimiento.
Obviamente, en la medida en que Heráclito afirma el devenir, las
reflexiones de Parménides le afectan muy particularmente, aunque
Heráclito nunca haya afirmado el devenir hasta el punto de proponer la
total exclusión del ser.
(Las citas del poema según la versión de Alberto Bernabé, "De Tales a
Demócrito", Madrid, 1988.)
FILOSOFIA MEDIEVAL
SAN AGUSTIN
Biografía
Aurelio Agustín nació en Tagaste, en el África romana, el 13 de noviembre
de 354. Su padre, llamado Patricio, era un funcionario pagano al servicio del
Imperio. Su madre, la dulce y abnegada cristiana Mónica, luego santa, poseía
un genio intuitivo y educó a su hijo en su religión, aunque, ciertamente, no
llegó a bautizarlo. El niño, según él mismo cuenta en sus Confesiones, era
irascible, soberbio y díscolo, aunque excepcionalmente dotado. Romaniano,
mecenas y notable de la ciudad, se hizo cargo de sus estudios, pero Agustín,
a quien repugnaba el griego, prefería pasar su tiempo jugando con otros
mozalbetes. Tardó en aplicarse a los estudios, pero lo hizo al fin porque su
deseo de saber era aún más fuerte que su amor por las distracciones;
terminadas las clases de gramática en su municipio, estudió las artes
liberales en Metauro y después retórica en Cartago.
A los dieciocho años, Agustín tuvo su primera concubina, que le dio un hijo
al que pusieron por nombre Adeodato. Los excesos de ese "piélago de
maldades" continuaron y se incrementaron con una afición desmesurada por
el teatro y otros espectáculos públicos y la comisión de algunos robos; esta
vida le hizo renegar de la religión de su madre. Su primera lectura de las
Escrituras le decepcionó y acentuó su desconfianza hacia una fe impuesta y
no fundada en la razón. Sus intereses le inclinaban hacia la filosofía, y en
este territorio encontró acomodo durante algún tiempo en el escepticismo
moderado, doctrina que obviamente no podía satisfacer sus exigencias de
verdad.
San Agustín de Hipona en su celda (c.1480),
de Sandro Botticelli
A San Agustín le seducía este dualismo y la fácil explicación del mal y de las
pasiones que comportaba, pues ya por aquel entonces eran estos los temas
centrales de su pensamiento. La doctrina de Manes, aún más que el
escepticismo, se asentaba en un pesimismo radical, pero denunciaba
inequívocamente al monstruo de la materia tenebrosa enemiga del espíritu,
justamente aquella materia, "piélago de maldades", que Agustín quería
conjurar en sí mismo.
Tomás Moro
(Thomas More) Político y humanista inglés (Londres, 1478 -1535).
Procedente de la pequeña nobleza, estudió en la Universidad de Oxford y
accedió a la corte inglesa en calidad de jurista. Su experiencia como abogado
y juez le hizo reflexionar sobre la injusticia del mundo, a la luz de su relación
intelectual con los humanistas del continente (como Erasmo de Rotterdam).
Desde 1504 fue miembro del Parlamento, donde se hizo notar por sus
posturas audaces en contra de la tiranía.
Tomás Moro
Su obra más relevante como pensador político fue Utopía (París, 1516). En
ella criticó el orden político, social y religioso establecido, bajo la fórmula de
imaginar como antítesis una comunidad perfecta; su modelo estaba
caracterizado por la igualdad social, la fe religiosa, la tolerancia y el imperio
de la Ley, combinando la democracia en las unidades de base con la
obediencia general a la planificación racional del gobierno.
Sin embargo, acabó rompiendo con Enrique VIII por razones de conciencia,
pues era un católico ferviente que incluso había pensado en hacerse monje.
Moro declaró su oposición a Enrique y dimitió como canciller cuando el rey
quiso anular su matrimonio con Catalina de Aragón, rompió las relaciones
con el Papado, se apropió de los bienes de los monasterios y exigió al clero
inglés un sometimiento total a su autoridad (1532).
Rufino Tamayo
Rufino Arellanes Tamayo
Pintor mexicano
Immanuel Kant
(1724/04/22 - 1804/02/12)
Immanuel Kant
Filósofo alemán
Obras
Carlos Marx nació en Tréveris en 1818, hijo de un abogado judío. Estudió en Bonn
y en Berlín y se doctoró en Jena en 1841 con una disertación sobre la filosofía de
Epicuro.
Mediante una teoría económica, histórica y filosófica intenta descubrir las leyes que
rigen el cambio social y presenta un método para la interpretación de los conflictos
sociales y su transformación.
La estructura social y el motor del cambio no son las voluntades de las personas
tomadas individualmente, ni las ideas, ni mucho menos la voluntad divina, sino lo
material, la vida económica y social reales del hombre, las necesidades económicas
y los intereses económicos de los distintos grupos sociales.
Obras: