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MIÉRCOLES, 17 JUNIO 2015 OPINIÓN LA VANGUARDIA 23

Antón Costas
Pilar Rahola

El teorema de Thomas La monja


S desmonjada
orprendido por los resultados de al, they are real in their consequences”). cepción de falta de oportunidades, del au­
las elecciones del 24­M, un buen Esta proposición fue enunciada por mento del número de hogares sin in­

C
amigo que ha estado durante años William I. Thomas después de estudiar gresos, de la aparición de los nuevos traba­
en la primera línea de la política conductas transgresoras en el ámbito edu­ jadores pobres con salarios que no dan onocía la figura laboral del
municipal decidió la semana pasada visi­ cativo y los comportamientos de condena para llegar a fin de mes, de la aparición de fijo discontinuo, pero nunca
tar los barrios del norte de Barcelona que y rechazo social relacionadas con ellas la pobreza de niños, de la pérdida de imaginé que fuera aplicable
de forma mayoritaria han apoyado la can­ (The child in America: behavior problems emancipación de los jóvenes y con la pola­ a la cuestión divina. Esto de
didatura alternativa de izquierdas lidera­ and programs, 1923). Thomas extendió esa rización creciente de rentas entre barrios dedicar la vida a Dios un rato y otro ra­
da por la nueva alcaldesa, Ada Colau. proposición a otros ámbitos de la conduc­ ricos y pobres. to a la púrpura del poder debe de tener
Según me contó, en su recorrido oyó co­ ta personal o familiar. En este terreno, los gobiernos que han su gracia. Al fin y al cabo, si en lo reli­
mo más de un vecino de esos barrios le dijo La lección que extraer de este teorema estado en el poder en estos años de crisis gioso hay iluminación, en lo político
que a lo largo de estos años de crisis eco­ es que las percepciones subjetivas de las –ya sea el gobierno del Estado, de la co­ hay mucho iluminado. Y, sin duda, ilu­
nómica y social se habían senti­ munidad autónoma o del mu­ minada está la monja exmonja Teresa
do “abandonados” por los go­ nicipio– no han atendido como Forcades, hiperactiva mujer a la que
biernos y los partidos tradicio­ hubiera sido deseable estas tanto le da por hacer campañas contra
nales. Este sentimiento de realidades cotidianas que vi­ las vacunas como por iniciar autos de
desamparo era vivo, intenso y ven muchas personas. Por el fe contra Artur Mas. Es tal su misión
sincero. contrario, movimientos socia­ terrenal que ha decidido salvar al pue­
Sin embargo, a mi amigo le les como el de la plataforma an­ blo de sí mismo, y cual Mesías bíblico,
cuesta entenderlo. A su juicio, tidesahucios y otros movi­ ha señalado qué camino seguir por el
los últimos gobiernos de la ciu­ mientos asociativos de los ba­ Sinaí catalán. De momento el susodi­
dad, tanto el socialista de Jordi rrios sí han acompañado a los cho pueblo la sigue poco, pero los que
Hereu como el nacionalista de damnificados. están tocados de la verdad suprema no
Xavier Trias, han sabido man­ Como señalé en mi anterior necesitan que la realidad les dé la ra­
tener un buen equilibrio entre artículo sobre “El efecto tú­ zón. Tienen suficiente con la fe.
todos los barrios. La provisión nel”, ese malestar social acos­ Y así, tocada por esa nueva fe –que
de servicios y de inversión en tumbra a explotar cuando la debe de ser una enorme fe en sí mis­
infraestructuras no ha prima­ crisis económica comienza a ma–, Forcades no está para nimieda­
do el centro y los barrios aco­ remitir y las personas perciben des y mientras levanta la bandera con­
modados en perjuicio de los de que las cosas comienzan a me­ tra la vacunación –y contra la razón
la periferia. A pesar de la crisis, jorar para otros pero no para médica– se permite excomulgar a po­
la buena salud financiera del ellas. Es lo que estamos viendo. líticos y líderes de la religión ciudada­
municipio ha permitido desti­ La suerte es que en esta ocasión na. Es lo que tiene la iluminación, que
nar recursos a todos los ba­ la explosión de ese malestar se
rrios. De ahí que, en su opinión, ha expresado a través de una
no haya motivo objetivo para especie de primavera política A Forcades tanto le priva
ese sentimiento de abandono. española que ha provocado un
Si así fuera, ¿cómo explicar, revolución democrática, en el hacer campañas contra
entonces, ese sentimiento de sentido en que ha modificado las vacunas como iniciar
desamparo que habría llevado el sistema tradicional de parti­
a muchos ciudadanos que vi­ dos y ha producido una reno­ autos de fe contra Mas
ven en barrios periféricos de vación importante de la clase
Barcelona y de otras grandes política por la vía de las urnas.
ciudades españolas a votar el Esta revolución democrática permite al iluminado convertirse en
24­M a listas alternativas de iz­ ha hecho que, metafóricamen­ martillo de herejes. Ha dicho, por
JORDI BARBA
quierda en vez de a los partidos te hablando, el eje del poder ejemplo, respecto del proceso catalán
tradicionales, ya sean socialdemócratas, personas acerca de la realidad en que político de la política barcelonesa haya pa­ que “la independencia debe hacerse
conservadores o nacionalistas? viven tienen una fuerza enorme a la hora sado de Diagonal­paseo de Gràcia a la Me­ sin Convergència” y se ha quedado tan
Al tratar de buscar una explicación a de definir su conducta. Esas percepciones ridiana. Algo similar ha ocurrido en las fresca. Es decir, la señora que consi­
esta cuestión me acordé de una vieja dan lugar a profecías autocumplidas: otras grandes ciudades españolas. guió reunir un grupito de 575 perso­
proposición científica procedente del aquello que percibo como real es la reali­ El riesgo ahora es que la dialéctica cen­ nas para su esplendoroso “procés
campo de la sociología de la educación. Se dad para mí. Si mi percepción es que he tro­periferia, que había desaparecido de constituent” se permite ningunear a
trata del llamado teorema de Thomas. sido abandonado por aquellos que con­ Barcelona con la llegada de los gobiernos centenares de miles de votantes, miles
En una traducción libre, ese teorema se sidero que tienen la obligación política democráticos, retorne aunque sólo sea en de militantes e ídem con millares de
puede formular de la manera siguiente: o moral de ayudarme, les daré la espalda y su forma simbólica. El nuevo gobierno regidores y alcaldes, además de ser el
“Lo que las personas perciben como real procuraré castigarles. En esta situación, municipal tendrá que esforzarse para que partido que gobierna el país. ¡Extraor­
tiene consecuencias reales en su compor­ con el voto. esa percepción simbólica no se convierta dinario! La verdad es que esta señora
tamiento” (“If men define situations as re­ En este caso, el sentimiento de abando­ en una realidad. Se produciría entonces la debe de quererse mucho, porque si no
no tiene que ver no con las inversiones en predicción del teorema de Thomas, pero a se moriría de sentido del ridículo.
A. COSTAS, catedrático de Economía los barrios, sino con el drama cotidiano de la inversa. Y con él, un movimiento pendu­ A su lado, el ínclito Arcadi Oliveras
de la Universitat de Barcelona los desahucios, del desempleo, de la per­ lar peligroso.c no se ha quedado corto asegurando
que lo importante no es la indepen­
dencia, ni la soberanía, ni el resto de
tonterías nacionales, sino la cuestión
DEBATE. Turismo sostenible / Albert Arias Sans social. Bien, entonces, como le ha re­
cordado Antoni Bassas, ¿qué hará

El modelo y otros efectos


cuando no pueda firmar un decreto
contra la pobreza energética porque
no tenemos soberanía? Y así sumando,
cual patético gerundio. Aunque tam­
poco aquí hay sorpresa, porque algu­

A
nas de las ideas que defienden como
nadie se le escapa el protagonis­ turismo. El más sonado es el atajo por exce­ pacto y arrojadizo, queda desmenuzado y revolucionarias resultan de un retró­
mo que ha tenido el turismo en las lencia: el modelo turístico. Es malo y hay que distribuido en un sinfín de prácticas, proce­ grado que asusta. Es lo que tiene el po­
recientes elecciones municipales cambiarlo, dicen unos. Hay que gestionar su sos y relaciones inherentes a la complejidad pulismo, que acostumbra a sufrir el
de Barcelona. Después de mu­ éxito,dicenotros.Entoncesseiniciaunbaile urbana. Y cuando nos damos cuenta, somos síndrome del cangrejo. Porque permi­
chos años de debate secuestrado por las ci­ retórico de autenticidad, sostenibilidad, ca­ incapaces de separar la cuestión de los alo­ tan que diga algo tan poco populista:
fras que hablaban de la bonanza económica lidad, responsabilidad; y todos los portavo­ jamientos turísticos de las prácticas rentis­ sin las clases medias, sin los empresa­
del sector, por primera vez se han puesto so­ cesacabanusandolosmismosconceptospa­ tas especulativas y el problema del acceso a rios, sin los autónomos, sin la gente
bre la mesa los efectos negativos derivados ra hablar de cosas diferentes. Todos dicen la vivienda. O nos resulta imposible desvin­ que hace mover la economía, ¿qué pu­
de su actividad. Los problemas de conviven­ tener razón pero nadie convence a nadie. Y cularlamasificacióndelagestióndelamovi­ ñetas de país plantean? Y para ese es­
cia, la presión en el mercado inmobiliario, la lo que es peor, ahí fuera no se mueve nada. lidad, de la planificación de equipamientos pectro ciudadano, las monjas Forca­
privatización de espacios públicos emble­ Ambos movimientos, escudarse en cifras culturales y de la regulación de licencias de des y los Arcadis tienen poco discurso
máticos o las paupérrimas condiciones labo­ o tomar atajos discursivos, entienden el tu­ actividad. y mucho desprecio. Es el mismo des­
ralesdelsectorhansidocuestionescentrales rismo como una entidad enajenada y discre­ Integrar el turismo en las dinámicas urba­ precio que sienten hacia los miles de
en el debate político. Pero aunque hayamos ta, permitiendo trazar claramente una línea nas nos permite focalizar la discusión en los ciudadanos que votan CDC, y a los
conseguido zafarnos de la telaraña de las ci­ entre lo que es y lo que no es turístico. Sin instrumentos de gestión necesarios para mi­ cuales deciden expulsar del paraíso. Y
fras, no son pocos los tópicos recurrentes y embargo, si analizamos cualquier contro­ nimizar los efectos negativos y redistribuir por supuesto, expulsar a Mas, conver­
simplificadores a la hora de debatir sobre el versia, si desgranamos qué está en juego, có­ la riqueza generada. Al fin y al cabo, el desea­ tido en fuente de todos los males.
mo se produce, quién se beneficia y a quién do modelo turístico no deja de ser el resulta­ En fin, nada nuevo bajo el sol por­
A. ARIAS SANS, geógrafo, investigador concierne, el escenario cambia por comple­ do de la forma como pensamos y produci­ que siempre fue propio de los ilumina­
en la Universitat Rovira i Virgili to. De repente, el turismo, aquel objeto com­ mos la ciudad.c dos practicar el sectarismo.c

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