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Frecuencias naturales del sistema masa-resorte

Las vibraciones de un sistema masa-resorte son análogas a las de una barra prismática con una masa
concentrada en el extemo libre, como se indica en la figura 1.

K, m, L E, L, A, 

M M

Figura 1: Masa - resorte, y barra prismática con masa en la punta

En ambos casos la ecuación diferencial que gobierna el desplazamiento axial u(x,t) es:
2 2
 u 1  u
2
 2 2
0 (1)
x c t

2 E
donde c  para una barra prismática, y (2-a)

2
2 kL
c  para un resorte helicoidal. (2-b)
m

En las fórmulas anteriores, m es la masa del resorte, L la longitud (tanto del resorte como de la barra), k la
constante del resorte,  la densidad de la barra, y E su módulo de Young.

Como ya sabemos, las soluciones de la ecuación (1) tienen la forma:

u ( x, t )  U ( x ) cos( pt ) (3)

cuya segunda derivada temporal es:


2
 u ( x, t ) 2
2
  p U ( x ) cos( pt ) (3’)
t

Reemplazando (3) y (3’) en (1) y eliminando cos(pt) se obtiene la ecuación para los modos normales
U(x) y las frecuencias naturales p:
2 2
d U 2 2 p
2
U 0 donde   2 (4)
dx c
Las soluciones de la ecuación (4) son:

U ( x )  A cos(x )  B sen(x ) (5)


Para hallar los autovalores, , de la ecuación (5) es necesario imponer las condiciones de contorno en los
dos extremos de la barra o el resorte. La condición en el extremo fijo es simplemente desplazamiento nulo,
U(0) = 0. Dado que sen(0) = 0 se deduce que el coeficiente A debe anularse, por lo que la solución (5) se
reduce a:

U ( x )  B sen(x )  u ( x, t )  B sen(x) cos( pt ) (6)

La condición de contorno en el otro extremo, x = L, es algo más complicada. Dado que allí está sujeta la
masa puntual M, la condición a imponer es que la fuerza ejercida por el resorte sobre la masa coincida con
el producto de esa masa por su aceleración. Ahora bien, la fuerza ejercida por la barra o resorte es
u
proporcional a su deformación local, . En el caso de una barra la fuerza ejercida por ella es:
x x L
u u
F ( x  L)   E A mientras que la fuerza ejercida por el resorte es F ( x  L )   K L . De
x xL x x L

ahora en más consideraremos dólo el resorte, ya que el caso de la viga es análogo. Igualando esta fuerza al
producto de la masa M por su aceleración u
 se tiene:
2
u  u
KL M . Reemplazando u por la solución (6) se tiene entonces la condición de
x xL t
2
xL

contorno:
 K L B cos(x ) cos( pt )   M B p sen(x ) cos( pt ) en x = L. Utilizando la relación (4) entre 
2

y p esta se reduce finalmente a :

 tg ( )   (7)

donde hemos llamado:  = L ,  = m/M.

Si la masa del resorte es mucho más pequeña que la masa adosada M, será  << 1. En tal caso la primera
raiz de la ecuación (7) será muy cercana a cero por lo que puede aproximarse tg ( )   . En este caso la
primera pulsación natural del sistema se reduce a:
2
2 2 m m kL k
    2
 p1   c  2
 (8)
ML ML m M

Como cabía esperar, en este caso particular la primera pulsación natural coincide con la del sistema masa-
resorte considerado como de un grado de libertad. Esta aproximación es válida si  < 0.1 . En caso
contrario las raices de (7) se hallan numéricamente. Algunos valores se tabulan a continuación:

 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 2.0 10 
 0.312 0.433 0.522 0.587 0.653 0.705 0.750 0.791 0.827 0.860 1.08 1.42 /2
Por otra parte, el sistema real posee infinitos grados de libertad por lo que habrá pulsaciones propias de
valor creciente. Para calcularlas es necesario resolver la ecuación trascendente (7). Resulta sumamente
ilustrativo calcular la segunda frecuencia fundamental para el caso  << 1. Observando los gráficos de las
funciones y=  e y=tg() ilustrados en la figura 2, se ve que la segunda raiz de (7) estará en el intervalo 
<  < 3/2 y será muy cercana a . Teniendo en cuenta que tg(x) = tg(x+) la (7) puede aproximarse
como:
 tg (   )     (   )   (9)
Donde hemos utilizado el hecho obvio de que ( - ) << 1.
Figura 2: Gráficos de las funciones y= x e y=tg(x)

Las soluciones de esta ecuación algebraica de segundo grado es:

2
   4
     1  1  2  (10)
2 4 2  

El signo (-) de (10) carece de sentido físico. Por otra parte, sabemos por hipótesis que  << 1 por lo que la
raiz cuadrada de (10) puede aproximarse mediante el primer término de su desarrollo en serie:


1  1 (11)
2

Reemplazando (11) en (10) se tiene finalmente la segunda raiz de la ecuación (7):

  
 2   1  2  (12)
  
Dado que 2  10 está claro que el término /2 es despreciable y la raiz positiva de (12) puede
aproximarse excelentemente como:
2   (13)

La segunda pulsación natural del sistema resulta entonces:

k k M 
p 2  2 c     p1 (14)
m M m 

La ecuación (14) explica claramente porqué es posible tratar a muchos sistemas vibrantes de ingeniería
como sistemas de un grado de libertad. En efecto, dado que  << 1 será p2 >> p1 por lo que las
frecuencias naturales superiores a la fundamental no se manifestarán a menos que la excitación sea
demasiado elevada. Sin embargo, es convieniente que el ingeniero tenga presente la fórmula (14) para
asegurarse que el análisis simplificado de un sistema mediante la aproximación unidimensional “masa-
resorte” sea válida. Por ejemplo, si la masa vibrante M es 100 veces mayor que la de el elemento elástico,
la fórmula (14) predice que la segunda pulsación natural será:


p2  p1  31.4 p1
0.01
Esta resulta suficientemente elevada como para no ser tenida en cuenta el la mayoría de los casos.

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